«la magia del reciclado» - amarillo verde azul€¦ · días para echar leche, zumo, agua,...

«La magia del reciclado»Centro de Atención, Rehabilitación yEducación Especial «El Camino».ASPACE Salamanca.

Logopedas:Cruz Sevilla AmigoOlimpia Fernández Navas.

Cuento adaptado en Lectura Fácil ySímbolos Pictográficos para facilitar elacceso a la lectura en personas condiscapacidad intelectual.

Autor pictogramas: Sergio Palao Procedencia: ARASAAC (http://catedu.es/arasaac/)Licencia: CC (BY-NC-SA) Autoras: Cruz Sevilla Amigo y Olimpia Fernández Navas.

«La magia del reciclado»

Era sábado.Mamá iba a la compra y a mime gusta ir con ella.Lo primero que teníamos quehacer: la lista de la compracon todo lo que hace falta.

Era una lista muy larga, muylarga.Teníamos que comprar yogures,leche, queso, huevos, galletas,macarrones, carne, pescado...Fuímos al supermercado.Cogimos un carro para irmetiendo la compra.

Pasamos por el pasillo quetiene muchas cosas para lacasa: platos, cazuelas,cucharas,…Mamá vió una jarra muybonita y especial.La jarra era de coloramarillo y tenía unos ojosmuy grandes.Mamá preguntó: «¿Tegusta?»Yo contesté: «Sí, mucho.Es una jarra con un oso».

Mamá cogió la jarra y la metió en el carro.Mamá dijo: «¡Genial! La vamos a usar todos losdías para echar leche, zumo, agua, chocolatecaliente…La jarra del oso siempre estaba encima de lamesa cuando comíamos.Cada día me gustaba más la jarra.Mamá decía siempre: «¡Qué buena compra hemoshecho! ¡Qué útil es!

Ana se imagina que la jarradel oso hace magia y se llenade leche para el desayuno.En la comida, se llena deagua para todos.En los cumpleaños, sehinchaba de refresco.¡Era una jarra mágica!Un día que Ana estaba unpoco despistada. No se fijóen lo que hacía. Cogió lajarra del oso muy mal y se lecayó al suelo.La jarra se rompió.

Ana se puso muy triste.Mamá le explicó: «No pasanada, Ana.Mañana cuando vayamos alsupermercado, compramosotra y ya está».Pero Ana pensó que ya nosería la misma jarra del oso.Ana y su mamá recogieron lostrozos de la jarra del oso.Los metieron en una bolsa ysalieron a la calle.

Mamá dijo: «Vamos a llevar areciclar la jarra del oso»Ana le preguntó a su mamá;«¿La llevamos a arreglar?»«No cariño, no exactamente»«Vamos a hacer magia con lajarra del oso. La llevamos areciclar y así se convertirá enotra cosa útil».

Ana llegó al final de la calle.Allí había tres contenedoresgrandes: Uno verde, otro azuly otro amarillo.Su mamá le explicó: «En elcontenedor verde se echan lascosas de vidrio.En el contenedor amarilloechamos los envases deplástico y los tetrabrik.El contenedor azul, recoge lospapeles y el cartón.»

Mamá le preguntó a Ana:«¿Dónde hay que echar lajarra?»Ana se dió cuenta de que lajarra del oso era de plástico ytenía que ir en el contenedoramarillo.«Muy bien Ana. Lo has hechomuy bien»

Ana le preguntó a su mamácuando volvían a casa:«¿Mamá para qué sirvereciclar?»«Mira Ana, con todas laslatas de tomate, refrescos,cervezas, botes dedetergentes… que recogenpueden hacerse juguetes,lámparas,…

«Con los papeles y cartonesque se recogen y no se tirana la basura, los reciclan y seconvierten otra vez encuadernos, libretas, folletosde propaganda…No hace falta que cortenárboles para hacer papelnuevo».

«Con los botes de cristal ylas botellas que no se tiran ala basura, se recogen y sehacen botellas nuevas».

Al día siguiente, mamácompró otra jarra para casa.Pero, ya no era la misma.Ana se acordaba mucho desu jarra del oso.Se preguntaba: «Si mehubiese fijado más en lo quehacía, no se habría caído lajarra ¿Qué habrán hecho conmi jarra en el reciclaje?»

El día de su cumpleaños, sus padresle llevaron a una tienda dedeportes.Le iban a regalar una bicicleta.Había bicicletas rosas, azules,verdes…De pronto, Ana se acercó a unabicicleta amarilla, se quedómirando y dijo:«Ya la tengo. Esta es la bici quequiero. ¡Mira mamá, he encontradomi jarra del oso».La jarra del oso, había hechomagia otra vez y se habíaconvertido en el foco delantero dela bici.