la inexistencia del rol del psicólogo
Post on 25-Jul-2022
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~~DOSSIER--------
La inexistencia del roldel psicólogo
(Crónica de un servicio de Salud Mental)
Javier Castillo
Cuando fui a entrevistarme con elpsicólogo de uno de los centros deSalud Mental , que funcionan ennuestro país, partía de una idea mediatizada por el contacto previo quehabía tenido con est e tipo de servicio y que me llevaban a pensar qu ela form a de funcionamiento de éstosdejaba muchas cosas que desear yde entre ellos , de forma especial , elpapel poco claro que el psicólogojuega en este tipo de trabajos. Sinembargo, no esperaba que esta realidad se vier a confirmada de formatan cruda por el profesional a quieniban dirigidas mis preguntas .
La primera de éstas se dirigia hac ia la fun ción básica de este tipo decentros , asi como el rol que vien e ajugar el psi cólogo en este colectivo .La respuesta a esta segunda part eno puede ser más clara , «no cr eoque exist a el rol del psicólogo eneste servicio». Partiendo de aquí mefacil itó una serie de datos int eresantes de ser analizados.
El objetivo básico de los serviciosde Salud Mental es la rehabilitaciónde los pacientes que , en algunos casos, previamente han estado internados en el manicomio y general lascondiciones para que no se vuelva aproducir el internamiento o no seproduzca por prim era vez . Es claroque este objetivo se inscribe dentrode los presupuestos de la llamadapsiquiatría democrática, que pretende acabar con los manicomios, faci litando una atención que no aísle yfavorezca la adquisición de habilid ades sociales básicas , que vayan enbeneficio de un aumento de la calidad de vida del paciente. El perfil deatención es , como cabe esperar, eldel cuadro psicótico y en muchoscasos bastante deteriorado .
El equipo lo compone un númeroimportante de profesionales; 3 psiquiatras, 1 psicólogo, 1 ATS , 1 asistente social , 1 monitor , 3 auxiliares
psiquiátricos , 1 administ rativo. El di rector del centro es un psiquiatra.
Es lógico que entre un número importante de profesionales aparezcandiscrepancias y que exista una dir ección que dote al servicio de coherencia, pero lógi camente dentro del respeto al papel que el profesional ti ene asignado y, por tanto , a sus competencias . Pero , ¿y el psicólogo?¿Qué papel tiene asignado? En bocade nuestro col ega, «las migajas de lapsiquiatría».
No es nuevo que la llamada «locura» haya sido y es un tema casi exc lusivamente médi co . Sigue existi endo por part e de algunos profesion ales de la psiquiatría un desprec io a la labor que el psi cólogo podríareali zar y que a mi entender se tornaría básica . Entre est as labor es podríamos incluir la de la psicoterapia.En el centro objeto de este análisisla ps icoterapia con psicóticos es táprohibida por parte del director ; aunque los otros dos psiquiatras porbajo mano permiten se realice alguna actividad de estas característi cas, en la mayoría de veces compartida con ellos (exist en problemas deespac io y el psicólogo no tiene despacho propio) .
No se tr ata de entrar en una justificación teórica de la psicoterapiacon psic óticos, pero pienso que enla ac tualidad es un hecho innegablesu utilidad , dependiendo del tipo depsicosis y del deterioro que ésta tenga su más o menos validez . Desd e lapsicoterapia de apoyo a una de corte más o menos analítico , podemosencontrar un buen complemento a lalabor farmacológica que el psiquiatr alleva a cabo. No podemos olvid arque justamente las críticas de la psi quiatría democrática van hacia la«momif icación del paciente» y esto ,evidentemente , se ve favorecid ocon una farmacologización abusiva yexclusiva. No podemos ocul tar la
realidad de qu e algunos pacient espor su deterioro se vean aboca doscas i irremediablement e a es ta situac ión, pero ¿por qué renun ciar , a nivel general, a un instrumento quepuede servi rnos de gran utilidad?
Al hablar de esta cuest ión, surgióde form a inevitable un tema que anuestro parecer tiene gran importanc ia en el anális is de estos probl emas, la form ación del psicólogo .Nuestro colega me comentaba cómola pobre form ación con que la facul tad dota a los profesion ales que sevan a dedicar al ámbito clínico es unfact or básico a la hora de plant earseun nivel de competenc ias importante. La sensación de «tener muy pocaide a» junto con la aparente coh erenc ia del lengu aje biolo gista del psi quiatra, que en much os casos ni siquiera es comprensible, son elementos que co ntribuyen a la sensaciónde inferioridad del psicólogo. Aunque esto es muy real , tampo co podemos olvid ar como contrapartidaque existen múltiples cursos de especialización impartidos por escuelas e institucion es que , aunqu e node fo rma total , van posibilitando elacce so al mundo de la form ación cl ínica, siendo la psicot erapi a un elemento básico dentro de este campo.y dentro de la necesaria form ación ,¿por qué el psicólogo no pued e realizar prácti cas en los servic ios de Salud Ment al?
T ambi én podríamos habl ar deotras funcion es , como la cont ribuc ión en el diagnósti co y la valoraciónde actividades realizadas en vias a lareh abilit ación del paciente , per oesto se queda en «pasar algún te st»y alguna «entrevista de información».
Tampoco vemos que las institu c iones contribuyan a mod ifi car el panor ama. Conselleri a, en prin cipi o ,des eaba que los psicólogos dependieran de servic ios sociales y ahoracon el traslado de transferencias al
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------DOSSIER--· ....-.--Inst ituto Valenciano de Salud. ¿Dequién dependeremos?
Es claro que el problema de defi nición sigue siendo básico . pero loes también aclarar que la llamada «locura» ha dejado de ser exclusivamente médica. haciendo falta unaeducación dirigi da tanto a la sociedad en ge neral como al médico y po-
lít ico en particular que pongan enevide ncia la necesaria colaboraciónde numerosos profesionales y entreellos, el de l psicólogo. para la buenainervenció n en estos problemas .
El análisis realizado se ha concretado en uno de los centros que funcionan en Valencia y, por tanto , sepuede esp erar que en otros existan
funcionamientos muy distintos, don de incluso el papel del psicólogo seavalorado y potenciado , pero existeun a real id ad general innegable ,nuestras competencias depend endel libre arbitrio del psiquiatra quenos dirija .
Anotaciones en torno a lareforma psiquiátrica
Pedro T. SánchezCentro Salud Mental Massam agrell
Hace aproxi madamente dos añosse inic ió un proceso de reforma delos se rvic ios de salud mental de laDiputac ión de Valencia. El present etrabajo , es una refl exión sob re el desarrollo del ob jet ivo prior itario deesa ref orma: la creación de un disposit ivo de salud mental comu nitaria.
El prim ero paso estructural (y elúnico realizado hasta el momento)fue la apertura de 19 Centros de Salud Ment al, que siguiendo la ordenac ión de las áreas sanit arias, atiende nuna determinada zona ge ográfica . Aestos centros fueron adscritos equi pos mult idisc iplinares compues tospor personal que proced ía de loshospitales psiquiát ric os . Así. porejemplo, el CSM de Massamagrell.en el cual trabajo , está adscrito alÁrea Sanitaria 04 , junto al CSM deSagunto . El equipo del CSM de Massamagrell es tá compues to por 3 psiquiat ras , 1 psicólogo , 1 ATS . 1 asistente social, 1 administrativa, 1 monitor y 3 auxil iares psiquiátri cos .Nuestra zona de trabajo es la comprendida ent re Puzol -Vinalesa-Alboraia, que se corresponde aprox imadamente a L'H ort a Nord , con una población cerca na a los 96.000 habi antes .
Los CSM se inst auraron como estruc turas inte rmedias entre la sociedad y los hospitales psiqui átricos ,
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por ello sus func iones principalesson la asistencia en la comunidad , elfilt raje de la demanda de hospitalización y el apoyo a la reinserc ión delos pacientes crónicos deshospitalizados. Es obvio pues , que en prin ci pio , los CSM no se crearon paraasist ir a la comunidad , sino en lacomunidad .
ASISTENCIA
La consecuenc ia dir ecta del asentamiento de l equipo en la comunidad , fue la necesidad de imp licar yco laborar con los demás profesionales present es en la zona, dada lagran dive rsif icación existente en losrecursos y competencias ent re diferentes organismo s e instituciones.Desde nuest ro punt o de vista, la salud ment al no debe ser en ningúncaso el reducto de unos grupos pro fes ionales . Adem ás, la experienciaind ica que un fac tor fund amentalpara evitar el etiquet amiento y marginación de las person as con transtornos ment ales , es la impli caciónmás amplia posible de los agentessociales y asistenci ales del entorno .
Actualmente, en este grupo estánen tratamiento aproximadamente 2personas por cada 1.000 habitantes(no incluyéndose en nuestro campoasistencial ni las To xicom anías , ni laSM infanta-juvenil para los que exis-
ten otros equipos especializados) .De los cuales , al menos el 85 % soncrónicos (con largo tiempo de evol ución) y en torno al 67 % pre sentandiagnósticos de Psicosis . Adem ás ,se colabora habitualmente con otrosprofesionales , especialmente en elasesoramiento de diagnósticos y tratamientos .
Desd e est a perspectiva, creemosnecesario hacer las siguientes refle xiones sobre la planificac ión asistencial en la salud mental comunitaria:
- La ac tual dispersión de recurso s y competencias crean abundantes prob lemas en la planificac ión yactuación, que rev ierten perjudicialment e en la atención a la pobl ación ,por lo que se hace nec esario la uni ficación y estructuración de todaslas competencias y recursos desdeun sol o organismo sanitario . As ícomo debe ría inst itucionalizarse lacooperac ión entre dicho organismosanitario . Así como debería institucion alizarse la cooperación entre dicho org anismo y los servicios sociales dado que normalmente junto alos t rastornos mentales se encuen tran problemas sociales .
- Actualmente en la comu nidadexisten escasas estructuras asistenc iales , de forma que se producensalt os cualitativos entre una instan-
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