la dama del alba - secundaria20berazategui · 2020. 5. 25. · - página 2. alejandro casona la...
Post on 19-Mar-2021
12 Views
Preview:
TRANSCRIPT
LadamadelalbaeslamejorobradeCasona,ylamásqueridadelescritor,llenadevaloreslíricosydramáticosquetienenelméritodeentroncarconlamejor tradición del teatro español del sigloXX, el deValle-Inclán yGarcíaLorca.Escritaconextraordinariahabilidad, tieneuna tramaperfectaquevadosificandoelmisterioyprovocandoconstantessorpresasenelespectador,manteniendo siempre la atención de éste, de forma que cuando pareceresolverseunenigma,siempreseencuentraotro…
www.lectulandia.com-Página2
AlejandroCasona
LadamadelalbaRetabloencuatroactos
ePUBv1.2ivicgto19.02.12
www.lectulandia.com-Página3
Ladamadelalba1944,AlejandroCasona
www.lectulandia.com-Página4
AmitierradeAsturias:asupaisaje,asushombres,asuespíritu.
www.lectulandia.com-Página5
PERSONAJES
LAPEREGRINATELVALAMADREADELALAHIJADORINA(niña)SANJUANERA1ªSANJUANERA2ªSANJUANERA3ªSANJUANERA4ªABUELOMARTÍNDENARCÉSQUICOELDELMOLINOANDRÉS(niño)FALÍN(niño)MOZO1ºMOZO2ºMOZO3º
EstaobrafueestrenadaenelTeatroAvenidadeBuenosAires,el3denoviembrede1944,porlacompañíadeMargaritaXirgu.
www.lectulandia.com-Página6
ACTOPRIMERO
Enun lugarde lasAsturiasdeEspaña. Sin tiempo.Plantabajadeunacasadelabranzaquetraslucelimpiobienestar.Sólidaarquitecturadepiedraencalada y maderas nobles. Al fondo amplio portón y ventana sobre elcampo. A la derecha arranque de escalera que conduce a las habitacionesaltas, y en primer término delmismo lado salida al corral. A la izquierda,entradaalacocina,yenprimertérminolagranchimeneadeleñaornadaenlejasyvasarescon lozascampesinasyelrebrillorojoyocrede loscobres.Apoyadaenlapareddelfondounaguadaña.Rústicosmueblesdenogalyunviejorelojdepared.Sobreelsuelo,gruesasesterasdesoga.Esdenoche.Luzdequinqué.
LaMadre,elAbueloylostresnietos(Andrés,DorinayFalín) terminandecenar.Telva,viejacriada,atiendealamesa.
ABUELO(Partiendoelpan).—Todavíaestácaliente lahogaza.Hueleaginestaenflor.
TELVA.—Ginestaysarmientoseco;nohayleñamejorparacaldearelhorno.¿Yquémedicedeestecolordeoro?Eselúltimocandealdelasolana.
ABUELO.—Laharinaesbuena,perotúlaayudas.TienesunasmanospensadasporDiosparahacerpan.
TELVA.—¿Ylashojuelasdeazúcar?¿Ylatorrijadehuevo?Porelinviernobienquelegustamojadaenvinocaliente.(MiraalaMadrequeestádecodosenlamesa,comoausente).¿Novaacenarnada,miama?
MADRE.—Nada.
(Telvasuspiraresignada.Ponelecheenlasescudillasdelosniños).
FALÍN.—¿Puedomigarsopasenlaleche?ANDRÉS.—Yyo¿puedotraerelgatoacomerconmigoenlamesa?DORINA.—El sitio del gato es la cocina. Siempre tiene las patas sucias de
ceniza.ANDRÉS.—¿Yatiquiéntemete?Elgatoesmío.DORINA—Peroelmantellolavoyo.ABUELO.—Hazlecasoatuhermana.
www.lectulandia.com-Página7
ANDRÉS.—¿Porqué?Soymayorqueella.ABUELO.—Peroellaesmujer.ANDRÉS.—¡Siempreigual!Algatolegustacomerenlamesaynoledejan;a
mímegustacomerenelsuelo,ytampoco.TELVA.—Cuandoseasmayormandarásentucasa,galán.ANDRÉS.—Sí,sí;todoslosañosdiceslomismo.FALÍN.—¿Cuándosomosmayores,abuelo?ABUELO.—Pronto.Cuandosepáisleeryescribir.ANDRÉS.—Perosinonosmandanalaescuelanoaprenderemosnunca.ABUELO(AlaMadre).—Losniñostienenrazón.Sonyacrecidos.Debenirala
escuela.MADRE(Comounaobsesión).—¡Noirán!Parairalaescuelahayquepasarel
río…Noquieroquemishijosseacerquenalrío.DORINA.—Todos los otros van. Y las chicas también. ¿Por qué no podemos
nosotrospasarelrío?MADRE.—Ojalánadiedeestacasasehubieraacercadoaél.TELVA.—Basta; de esas cosas no se habla. (A Dorina, mientras recoge las
escudillas).¿Noqueríashacerunatortademaíz?Elhornoyaseestaráenfriando.ANDRÉS (Levantándose, gozoso de hacer algo).—Lo pondremos al rojo otra
vez.¡Yoteayudo!FALÍN.—¡Yyo!DORINA.—¿Puedoponerleunpocodemielencima?TELVA.—Yabajounahojadehigueraparaquenosepegueelrescoldo.Tienes
queiraprendiendo.Prontoserásmujer…yeres laúnicadelacasa.(Saleconelloshacialacocina).
MADREYABUELO
ABUELO.—Nodebierashablardeesodelantedelospequeños.Estánrespirandosiempreunairedeangustiaquenolosdejavivir.
MADRE.—Erasuhermana.Noquieroquelaolviden.ABUELO.—Pero ellos necesitan correr al sol y reír a gritos.Un niño que está
quietonoesunniño.MADRE.—Porlomenosamiladoestánseguros.ABUELO.—Notengasmiedo;ladesgracianoserepitenuncaenelmismositio.
Nopiensesmás.MADRE.—¿Haces tú otra cosa? Aunque no la nombres, yo sé en qué estás
pensandocuando tequedashorasenterasensilencio,yse teapagaelcigarroen laboca.
www.lectulandia.com-Página8
ABUELO.—¿Dequévalemirarhaciaatrás?Loquepasó,pasóy lavidasigue.Tienesunacasaquedebevolveraserfelizcomoantes.
MADRE.—Anteserafácilserfeliz.EstabaaquíAngélica;ydondeellaponíalamanotodoeraalegría.
ABUELO.—Tequedanlosotrostres.Piensaenellos.MADRE.—HoynopuedopensarmásqueenAngélica;essudía.Fueunanoche
comoésta.Hacecuatroaños.ABUELO.—Cuatroañosya…
(Pensativosesientaaliaruncigarrillojuntoalfuego.Entradelcorralelmozodelmolino,sonriente,conunarosaque,alsalir,seponeenlaoreja).
QUICO.—Buenanochedelunaparaviajar.Yaestáensilladalayegua.MADRE(Levantalacabeza).—¿Ensillada?¿Quiéntelomandó?ABUELO.—Yo.MADRE.—¿Yati,quién?ABUELO.—Martínquieresubiralabrañaaapartarélmismolosnovillosparala
feria.MADRE.—¿Teníaque ser precisamentehoy?Unanoche comoésta bienpodía
quedarseencasa.ABUELO.—Laferiaesmañana.MADRE.—(Comounaqueja).Siélloprefiereasí,bienestá.
(VuelveTelva).
QUICO.—¿Mandaalgo,miama?MADRE.—Nada.¿Vasalmolinoaestahora?QUICO.—Siemprehaytrabajo.Ycuandono,dagustodormirseoyendocantarla
cítolayelagua.TELVA (Maliciosa).Además elmolino está junto al granero del alcalde…y el
alcaldetienetreshijasmozas,cadaunapeorquelaotra.Dicenqueenvenenaronalperroporqueladrabacuandoalgúnhombresaltabalatapiadenoche.
QUICO.—Dicen, dicen… También dicen que el infierno está empedrado delenguas de mujer. ¡Vieja maliciosa! Dios la guarde, mi ama. (Sale silbandoalegremente).
TELVA.—Sí,sí.malicias.Comosiunahubieranacidoayer.Cuandovaalmolinolleva chispas en los ojos; cuando vuelve trae un cansancio alegre arrollado a lacintura.
ABUELO.—¿Nocallarás,mujer?
www.lectulandia.com-Página9
TELVA (Recogiendo la mesa).—No es por decir mal de nadie. Si alguna vezhablodemáspordesatar losnervios…comosi rompieraplatos. ¿Esvidaesto?Elamacon losojosclavadosen lapared;ustedsiemprecalladopor los rincones…Yesosniñosdemialmaquesehanacostumbradoanohacerruidocomosianduvierandescalzos.Sinohabloyo,¿quiénhablaenestacasa?
MADRE.—Noesdíadehablaralto.Callandoserecuerdamejor.TELVA.—¿Piensa que yo olvidé? Pero la vida no se detiene. ¿De qué le sirve
correrlascortinasyempeñarseengritarqueesdenoche?Alotroladodelaventanatodoslosdíassaleelsol.
MADRE.—Paramíno.TELVA.—Hágamecaso,ama.AbraelcuartodeAngélicadeparenpar,ysaque
albalcónlassábanasdehiloqueseestánenfriandobajoelpolvodelarca.MADRE.—Niel sol tienederechoaentrar en sucuarto.Esepolvoes loúnico
quemequedadeaqueldía.ABUELO(ATelva).—Notecanses.Escomoelquellevaclavadaunaespinayno
sedejacurar.MADRE.—¡Bendita espina! Prefiero cien veces llevarla clavada en la carne,
antesqueolvidar…comotodosvosotros.TELVA.—Esono.Nohablardeunacosanoquieredecirquenosesienta.Cuando
yomecasécreíquemimaridonomequeríaporquenuncamedijolindaspalabras.Perosiempremetraíaelprimerracimodelaviña;yensieteañosquemeviviómedejósietehijos,todoshombres.Cadaunoseexpresaasumanera.
ABUELO.—Eltuyoeraunmaridocabal.Comohansidosiempreloshombresdeestatierra.
TELVA.—Igual que un roble. Hubiera costado trabajo hincarle un hacha; perotodoslosañosdabaflores.
MADRE.—Unmaridovieneyseva.Noescarnedenuestracarnecomounhijo.TELVA(Suspendeunmomentoelquehacer).—¿Vaadecirmeamíloqueesun
hijo?¡Amí!Ustedperdióuna:santoybueno.¡Yoperdíalossieteelmismodía!Contierraenlosojosynegrosdecarbónlosfueronsacandodelamina.Yomismalavélos siete cuerpos, uno por uno. ¿Y qué? ¿Iba por eso a cubrirme la cabeza con elmantoysentarmealloraralapuerta?¡Losllorédepie,trabajando!(Seleahogalavoz un momento. Se arranca una lágrima con la punta del delantal y siguerecogiendolosmanteles).Después,comoyanopodíatenerotros,plantéenmihuertosieteárboles,altosyhermososcomosietevarones.(Bajamáslavoz).Porelverano,cuandomesientoacoseralasombra,meparecequenoestoytansola.
MADRE.—Noeslomismo.Lostuyosestánbajotierra,dondecrecelayerbayhastaespigasdetrigo.Lamíaestáenelagua.¿Puedestúbesarelagua?¿Puedenadieabrazarlayecharseallorarsobreella?Esoesloquememuerdeenlasangre.
www.lectulandia.com-Página10
ABUELO.—Todo el pueblo la buscó. Losmejores nadadores bajaron hasta lasraícesmáshondas.
MADRE.—Nolabuscaronbastante.Lahubieranencontrado.ABUELO.—Yahaocurridolomismootrasveces.Elremansonotienefondo.TELVA.—Dicenquedentrohayunpuebloentero,consuiglesiaytodo.Algunas
veces,lanochedeSanJuan,sehanoídolascampanasdebajodelagua.MADRE.—Aunque hubiera un palacio no la quiero en el río donde todo el
mundotirapiedrasalpasar.LaEscrituralodice:"elhombreestierraydebevolveralatierra".Sóloeldíaque
laencuentrenpodréyodescansarenpaz.
(BajandolaescaleraapareceMartín.Joveny fuertemontañés.Vieneenmangas de camisa y botas de montar. En escena se pone la pelliza quedescuelgadeunclavo).
DICHOSYMARTÍN
MARTÍN.—¿Estáaparejadalayegua?ABUELO.—Quicolaensillóantesdemarcharalmolino.
(Telvaguardalosmantelesyllevalalozaalacocinavolviendoluegoconuncestillodearvejas).
MADRE.—¿Esnecesarioquevayasalabrañaestanoche?MARTÍN.—Quiero apartar el ganado yo mismo. Ocho novillos de pezuña
delgadayconlatestuzdeazafránquehandeserlagaladelaferia.ABUELO.—Sinoesmásqueeso,elmayoralpuedehacerlo.MARTÍN.—Élno losquiere comoyo.Cuando eran ternerosyo les daba la sal
conmismanos.Hoy,quesevan,quieroponerlesyomismoelhierrodemicasa.MADRE (Con reproche).—¿No se te ha ocurrido pensar que esta noche te
necesitomásquenunca?¿Hasolvidadoquéfechaeshoy?MARTÍN.—¿Hoy?… (Mira al Abuelo y a Telva que vuelve. Los dos bajan la
cabeza.Martincomprendeybajalacabezatambién).Ya.MADRE.—Séquenotegustarecordar.Peronotepidoquehables.Mebastaría
quetesentarasjuntoamí,ensilencio.MARTÍN(Esquivo).—Elmayoralmeespera.MADRE.—¿Tanimportanteesesteviaje?MARTÍN.—Aunquenolofuera.Valemássembrarunacosechanuevaquellorar
porlaqueseperdió.
www.lectulandia.com-Página11
MADRE.—Comprendo.Angélicafuetunoviadosaños,perotumujersólotresdías.Pocotiempoparaquerer.
MARTÍN.—¡Eramíay esobastaba!No lahubieraquerido en treinta añosmásqueenaquellostresdías.
MADRE (Yendo hacia él, lo mira hondamente).—Entonces, ¿por qué no lanombras nunca? ¿Por qué, cuando todo el pueblo la buscaba llorando, tú teencerrabasencasaapretandolospuños?(Avanzamás).¿Yporquénomemirasdefrentecuandotehablodeella?
MARTÍN(Crispado).—¡Basta!(Saleresueltohaciaelcorral).ABUELO.—Conseguirás que Martín acabe odiando esta casa. No se puede
mantenerunrecuerdoasí,siempreabiertocomounallaga.MADRE (Tristemente resignada).—¿También tú?… Ya no la quiere nadie,
nadie…
(Vuelveasentarsepesadamente,Telvasesientaasuladoponiendoentrelasdoselcestillodearvejas.Fueraseoyeladraralperro).
TELVA.—¿Quiere ayudarme a desgranar las arvejas?Es como rezar un rosarioverde:vanresbalandolascuentasentrelosdedos…yelpensamientovuela.
(Pausamientrasdesgrananlosdos).
MADRE.—¿Adóndevuelaeltuyo,Telva?TELVA.—Alossieteárbolesaltos.¿Yelsuyo,ama?MADRE.—Elmíoestásiemprefijo,enelagua.
(Vuelveaoírseelladrido).
TELVA.—Mucholadraelperro.ABUELO.—Ynervioso.Seráalgúncaminante.Alosdelpueblolosconocedesde
lejos.
(Entrancorriendolosniños,entrecuriososyatemorizados).
DICHOSYLOSNIÑOS
DORINA.—Esunamujer,madre.Debedeandarperdida.TELVA.—¿Vienehaciaaquíopasadelargo?
www.lectulandia.com-Página12
FALÍN.—Haciaaquí.ANDRÉS.—Llevaunacapuchayunbordónenlamano,comolosperegrinos.
(Llamanalaldabóndelapuerta.TelvamiraalaMadre,dudando).
MADRE.—Abre.Nosepuedecerrarlapuertadenocheauncaminante.
(Telvaabrelahojasuperiordelapuerta,yaparecelaPeregrina).
PEREGRINA.—Diosguardeestacasaylibredelmalalosqueenellaviven.TELVA.—Amén.¿Buscaposada?Elmesónestáalotroladodelrío.PEREGRINA.—Perolabarcanopasaaestahora.MADRE.—Déjalaentrar.Losperegrinostienenderechoalfuegoytraenlapaza
lacasaquelosrecibe.
(PasalaPeregrina.Telvavuelveacerrar).
DICHOSYLAPEREGRINA
ABUELO.—¿Perdióelcamino?PEREGRINA.—Lasfuerzasparaandarlo.Vengodelejosyestáfríoelaire.ABUELO.—Siéntesealalumbre,ysienalgopodemosayudarle…Loscaminos
danhambreysed.PEREGRINA.—Nonecesitonada.Conunpocodefuegomebasta.(Sesientaa
lalumbre).Estabaseguradeencontrarloaquí.TELVA.—Noesmuchoadivinar.¿Vioelhumoporlachimenea?PEREGRINA.—No.Perovia losniñosdetrásde loscristales.Lascasasdonde
hayniñossiempresoncalientes.(Seechaatrás lacapucha,descubriendounrostrohermosoypálido,conunasonrisatranquila)..
ANDRÉS(Envozbaja).—¡Quéhermosaes…!DORINA.—¡Pareceunareinadecuento!PEREGRINA(Alabuelo,quelaobservaintensamente).—¿Porquémemiratan
fijo?¿Lerecuerdoalgo?ABUELO.—Nosé…Perojuraríaquenoeslaprimeravezquenosvemos.PEREGRINA.—Esposible.¡Herecorridotantospueblosytantoscaminos…!(A
losniños,quelacontemplancuriososagarradosalasfaldasdeTelva).¿Yvosotros?Osvanacrecerlosojossimeseguísmirando.¿Noosatrevéisaacercaros?
TELVA.—Discúlpelos.Notienencostumbredevergenteextraña.Ymenoscon
www.lectulandia.com-Página13
esehábito.PEREGRINA.—¿Osdoymiedo?ANDRÉS(Avanzaresuelto).—Amíno.Losotrossonmáspequeños.FALÍN(Avanzatambién,mástímido).—Nohabíamosvistonuncaaunperegrino.DORINA.—Yosí;enlasestampas.Llevanunacosaredondaenlacabeza,como
lossantos.ANDRÉS(Conairesuperior).—Lossantossonviejosytodostienenbarba.Ella
esjoven,tieneelpelocomolaespigaylasmanosblancascomounagranseñora.PEREGRINA.—¿Teparezcohermosa?ANDRÉS.—Mucho.Dice el abuelo que las cosas hermosas siempre vienen de
lejos.PEREGRINA(Sonríe.Leacaricialoscabellos).—Gracias,pequeño.Cuandoseas
hombre,lasmujeresteescucharán.(Contemplalacasa).Nietos,abuelo,ylalumbreencendida.Unacasafeliz.
ABUELO.—Lofue.PEREGRINA.—EslaquellamandeMartíneldeNarcés,¿no?MADRE.—Esmiyerno.¿Loconoce?PEREGRINA.—Heoídohablardeél.Mozodesangreenflor,galándeferias,y
elmejorcaballistadelasierra.
DICHOSYMARTÍN,quevuelve
MARTÍN.—Layeguanoestáenelcorral.Dejaronelportónabiertoyselaoyerelincharporelmonte.
ABUELO.—Nopuedeser.Quicoladejóensillada.MARTÍN.—¿Estáciegoentonces?Elqueestáensilladoeselcuatralbo.MADRE.—¿El potro?… (Se levanta resuelta). ¡Eso sí que no! ¡No pensarás
montaresemanojodenervios,queseespantadeunrelámpago!MARTÍN.—¿Yporquéno?Despuésdetodo,algunavezteníaqueserlaprimera.
¿Dóndeestálaespuela?MADRE.—Notientesalcielo,hijo.Loscaminosestánresbaladizosdehielo…y
elpasodelRabiónespeligroso.MARTÍN.—Siemprecontusmiedos.¿Quieresmetermeenunrincón,comoatus
hijos? Ya estoy harto de que me guarden la espalda consejos de mujer y se meescondanlasescopetasdecaza.(Enérgico).¿Dóndeestálaespuela?
(Telva y el abuelo callan. Entonces la Peregrina la descuelgatranquilamentedelachimenea).
www.lectulandia.com-Página14
PEREGRINA.—¿Esésta?MARTÍN (Lamirasorprendido.Bajael tono).—Perdonequehayahablado tan
fuerte.Nolahabíavisto.(Miraalosotroscomopreguntando).ABUELO.—Vadecamino,cumpliendounapromesa.PEREGRINA.—Me han ofrecido su lumbre, y quisiera pagar con un acto de
humildad.(Seponederodillas).¿Mepermite?…(Leciñelaespuela).MARTÍN.—Gracias…
(Semiranuninstanteensilencio.Ella,derodillasaún).
PEREGRINA.—LosNarcéssiemprefueronbuenosjinetes.MARTÍN.—Así dicen. Si no vuelvo a verla, feliz viaje. Y duerma tranquila,
madre;nomegustaquemeesperendenocheconluzenlasventanas.ANDRÉS.—Yotetengoelestribo.DORINA.—Yyolarienda.FALÍN.—¡Lostres!(Salenconél).
MADRE,ABUELO,TELVAYPEREGRINA
TELVA(AlaMadre).—Ustedtienelaculpa.¿Noconocealoshombres,todavía?Paraquevayanporaquíhayquedecirlesquevayanporallá.
MADRE.—¿Porquélasmujeresquerránsiemprehijos?Loshombressonparaelcampo y el caballo. Sólo una hija llena la casa. (Se levanta). Perdone que la deje,señora.Siquiereesperareldíaaquí,nohadefaltarlenada.
PEREGRINA.—Solamenteeltiempodedescansar.Tengoqueseguirmicamino.TELVA(AcompañandoalaMadrehastalaescalera).—¿Vaadormir?MADRE.—Por lo menos a estar sola. Ya que nadie quiere escucharme, me
encerraré en mi cuarto a rezar. (Subiendo). Rezar es como gritar en voz baja…(Pausamientrassale.Vuelvealadrarelperro).
TELVA.—Malditoperro,¿quélepasaestanoche?ABUELO.—Tampocoéltienecostumbredesentirgenteextraña.
(Telva, que ha terminado de desgranar sus arvejas, toma una labor decalceta).
PEREGRINA.—¿Cómohandichoquesellamaesepasopeligrosodelasierra?ABUELO.—ElRabión.PEREGRINA.—El Rabión es junto al castaño grande, ¿verdad? Lo quemó un
rayohacecienaños,peroallísigueconeltroncoretorcidoylasraícesclavadasenla
www.lectulandia.com-Página15
roca.ABUELO.—Paraserforastera,conocebienestossitios.PEREGRINA.—Heestadoalgunasveces.Perosiempredepaso.ABUELO.—Es lo que estoyqueriendo recordar desdeque llegó. ¿Dónde la he
vistootravez…ycuándo?¿Ustednoseacuerdademí?TELVA.—¿Porquéhabíadefijarseella?Sifueramozoygalán,nodigo;perolos
viejossontodosiguales.ABUELO.—Tuvo que ser aquí: yo no he viajado nunca. ¿Cuándo estuvo otras
vecesenelpueblo?PEREGRINA.—Laúltimavezeraundíadefiestagrande,congaitaytamboril.
Por todos los senderos bajabanparejas a caballo adornadas de ramosverdes; y losmantelesdelameriendacubríantodoelcampo.
TELVA.—LabodadelaMayorazga.¡Quérumbo,miDios!Soltaronachorrolostonelesdesidra,ytodaslasaldeasdelacontornadasereunieronenelPradónabailarlagiraldilla.
PEREGRINA.—Lavidesdelejos.Yopasabaporelmonte.ABUELO.—Esofuehacedosaños.¿Yantes?…PEREGRINA.—Recuerdo otra vez, un día de invierno. Caía una nevada tan
grande, que todos los caminos se borraron. Parecía una aldea de enanos, con suscaperuzasblancasenlaschimeneasysusbarbasdehielocolgandoenlostejados.
TELVA.—Lanevadona.Nuncahubootraigual.ABUELO.—¿Yantes…muchoantes…?PEREGRINA(Conunesfuerzoderecuerdo).—Antes…Haceyatantoaños,que
apenaslorecuerdo.Flotabaunhumoácidoyespeso,quehacíadañoenlagarganta.La sirena de lamina aullaba como un perro…Los hombres corrían apretando lospuños… Por la noche, todas las puertas estaban abiertas y las mujeres lloraban agritosdentrodelascasas.
TELVA(Sesantiguasobrecogida).—¡VirgendelBuenRecuerdo,apartademíesedía!
(Entranlosniñosalegremente).
DICHOSyLOSNIÑOS
DORINA.—¡YavaMartíngalopandocaminodelasierra!FALÍN.—¡Eselmejorjineteacienleguas!ANDRÉS.—Cuandoyoseamayordomarépotroscomoél.TELVA (LevantándoseyrecogiendoJa labor).—Cuandoseasmayor,Diosdirá.
Peromientrastanto,alacama,queestarde.Acostadosecrecemásdeprisa.
www.lectulandia.com-Página16
ANDRÉS.—Esmuytemprano.Laseñora,quehavistotantascosas,sabrácontarcuentosyromances.
TELVA.—Eldelassábanasblancaseselmejor.PEREGRINA.—Déjelos.Losniñossonbuenosamigosmíos,yvoyaestarpoco
tiempo.ANDRÉS.—¿Va a seguir viaje esta noche? Si tiene miedo, yo la acompañaré
hastalabalsa.PEREGRINA.—¡Tú!Eresmuypequeñotodavía.ANDRÉS.—¿Yesoqué?Valemásunhombrepequeñoqueunamujergrande.El
abuelolodice.TELVA.—¿Looye?SondelapieldeBarrabás.Deles,deleslamanoyverácómo
prontosetomanelpie.¡Alacama,hedicho!ABUELO.—Déjalos,Telva.Yomequedaréconellos,TELVA.—¡Eso! Encima quíteme la autoridad y deles mal ejemplo. (Sale
rezongando). Bien dijo el que dijo: si el Prior juega a los naipes, ¿qué harán losfrailes?
ABUELO.—SivaaCompostelapuedoindicarleelcamino.PEREGRINA.—Nohacefalta;estáseñaladoenelcieloconpolvodeestrellas.ANDRÉS.—¿Porquéseñalanesecaminolasestrellas?PEREGRINA.—ParaquenosepierdanlosperegrinosquevanaSantiago.DORINA.—¿YporquétienenqueirtodoslosperegrinosnSantiago?PEREGRINA.—PorqueallíestáelsepulcrodelApóstol.FALÍN.—¿YporquéestáallíelsepulcrodelApóstol?LosTRES.—¿Porqué?ABUELO.—No les haga caso. Más pregunta un niño que contesta un sabio.
(Viéndolacruzarlasmanosenlasmangas).Seestáapagandoelfuego.¿Sientefríoaún?
PEREGRINA.—Enlasmanos,siempre.ABUELO.—Partiréunosleñosytraeréramasdebrezoquehuelenalarder.
(Salehaciaelcorral.LosniñosseapresuranarodearalaPeregrina).
PEREGRINAYNIÑOS
DORINA.—Ahoraqueestamossolos,¿noscontaráuncuento?PEREGRINA.—¿Nooslocuentaelabuelo?ANDRÉS.—Elabuelosabeempezarlostodosperonosabeterminarninguno.Se
leapagaelcigarroenlaboca,yencuantosepierde"Colorín-colorao,estecuentosehaacabao".
www.lectulandia.com-Página17
DORINA.—Anteseraotracosa.Angélicalossabíaacientos,algunoshastaconmúsica.Yloscontabacomosiseestuvieraviendo.
ANDRÉS.—EldelaDelgadina.YeldelamozaquesevistiódehombreparairalasguerrasdeAragón.
DORINA.—YeldelaXanaquehilabamadejasdeoroenlafuente.FALÍN.—Yeldelaraposaciega,queibaacurarselosojosaSantaLucía…PEREGRINA.—¿QuiéneraAngélica?DORINA.—La hermana mayor. Todo el pueblo la quería como si fuera suya.
Perounanochesemarchóporelrío.ANDRÉS.—Ydesdeentoncesnosepuedehablarfuerte,ninosdejanjugar.FALÍN.—¿Túsabesalgúnjuego?PEREGRINA.—Creoquelosolvidétodos.Perosimeenseñáis,puedoaprender.
(Losniñoslarodeanalborozados).
FALÍN.—"Aserrín,aserrán,maderitosdeSanJuan…"DORINA.—No.A"¡Túdarás,yodaré,bájatedelborriquitoqueyomesubiré!"ANDRÉS.—Tampoco.Espera.Vuelvelacabezaparaallá,ymuchoojoconhacer
trampa, ¡eh! (LaPeregrinase tapa losojos,mientrasellos,con lascabezas juntas,cuchichean). ¡Ya está!Loprimerohayque sentarse en el suelo. (Todosobedecen).Así.Ahoracadaunovadiciendoytodosrepiten.Elqueseequivoque,paga.¿Va?
TODOS.—¡Venga!
(Inician un juego pueril, de concatenaciones salmodiacas, limitandodesmesuradamente con los gestos lo que dicen las palabras. El que dirigecadavueltaseponeenpie;losdemáscontestanyactúanalunísono,sentadosencorro).
ANDRÉS.—Éstaeslabotelladevinoqueguardaensucasaelvecino.CORO.—Éstaeslabotelladevinoqueguardaensucasaelvecino.FALÍN (Se levanta mientras se sienta Andrés).—Éste es el tapón de tapar la
botelladevinoqueguardaensucasaelvecino.CORO.—Éste es el tapón de tapar la botella de vino que guarda en su casa el
vecino.DORINA (Se levanta mientras se sienta Falín).—Éste es el cordón de liar el
tapóndetaparlabotelladevinoqueguardaensucasaelvecino.CORO.—Ésteeselcordóndeliareltapóndetaparlabotelladevinoqueguarda
ensucasaelvecino.ANDRÉS.—Éstaeslatijeradecortarelcordóndeliareltapóndetaparlabotella
www.lectulandia.com-Página18
devinoqueguardaensucasaelvecino.CORO.—Éstaeslatijeradecortarelcordóndeliareltapóndetaparlabotellade
vinoqueguardaensucasaelvecino.
(LaPeregrina,quehaidodejándosearrastrarpocoapocoporlagraciacándidadel juego, se levantaasuvez, imitandoexageradamente losgestosdelborracho).
PEREGRINA.—…Yésteeselborracholadrónquecortaelcordón,quesueltaeltapón,queempinaelporrónysebebeelvinoqueguardaensucasaelvecino.
(Rompeareír.Losniñoslarodeanylaempujangritando).
NIÑOS.—¡Borracha!¡Borracha!¡Borracha!
(La Peregrina se deja caer riendo cada vez más. Los niños la imitanriendo también. Pero la risa de la Peregrina va en aumento, nerviosa,inquietante, hasta una carcajada convulsa que asusta a los pequeños. Seapartan mirándola medrosos. Por fin logra dominarse, asustada de símisma).
PEREGRINA.—Pero, ¿qué es lo que estoy haciendo?… ¿Qué es esto quemehinchalagargantaymeretumbacristalesenlaboca?…
DORINA(Medrosaaún).—Eslarisa.PEREGRINA.—¿Larisa?…(Seincorporaconesfuerzo).Quécosaextraña…Es
un tembloralegrequecorrepordentro, como lasardillasporunárbolhueco.Peroluegorestallaenlacintura,yhaceaflojarlasrodillas…
(Losniñosvuelvenaacercarsetranquilizados).
ANDRÉS.—¿Notehabíasreídonunca…?PEREGRINA.—Nunca.(Setocalasmanos).Escurioso…mehadejadocaliente
lasmanos…¿Yestoquemelateenlospulsos?…¿Yestoquemesaltaaquídentro?…
DORINA.—Eselcorazón.PEREGRINA (Casi con miedo).—No puede ser… ¡Sería maravilloso… y
terrible!(Vacilafatigada).Quédulcefatiga.Nuncaimaginéquelarisatuvieratantafuerza.
www.lectulandia.com-Página19
ANDRÉS.—Losgrandessecansanenseguida.¿Quieresdormir?PEREGRINA.—Después;ahoranopuedo.Cuandoese relojdé lasnueve tengo
queestardespierta.AlguienmeestáesperandoenelpasodelRabión.DORINA.—Nosotros te llamaremos. (Llevándola al sillón de la lumbre). Ven.
Siéntate.PEREGRINA.—¡No!Nopuedoperderunminuto(Sellevaundedoaloslabios).
Silencio…¿Nooís,lejos,galoparuncaballo?
(Losniñosprestanatención.Semiran).
FALÍN.—Yonooigonada.DORINA.—Seráelcorazónotravez.PEREGRINA.—¡Ojalá!Ah,cómomepesanlospárpados.Nopuedo…,nopuedo
más.(Sesientarendida).ANDRÉS.—Angélicasabíaunaspalabrasparahacernosdormir.¿Quieresquete
lasdiga?PEREGRINA.—Di.Peronoloolvides…Alasnueveenpunto…ANDRÉS.—Cierra los ojos y vete repitiendo sin pensar. (Va salmodiando
lentamente).Alláarribitaarribita…PEREGRINA.(Repite,cadavezconmenosfuerza).—Alláarribitaarribita…ANDRÉS.—Hayunamontañablanca…PEREGRINA.—Hayunamontañablanca…DORINA.—Enlamontaña,unnaranjo…PEREGRINA.—Enlamontaña,unnaranjo…FALÍN.—Enelnaranjo,unarama…PEREGRINA.—Enelnaranjo,unarama…ANDRÉS.—Yenlaramacuatronidos…dosdeoroydosdeplata…PEREGRINA(Yasinvoz)—Yenlaramacuatronidos…cuatronidos…cuatro…
nidos…ANDRÉS.—Sedurmió.DORINA.—Pobre…Debeestarrendidadetantocaminar.
(Elabuelo,queha llegadocon leñosy ramas secascontempladesdeelumbralelfinaldelaescena.EntraTelva).
DICHOS,ABUELOYTELVA
TELVA.—¿Terminóyaeljuego?Puesalacama.DORINA(Imponiéndolesilencio).—Ahoranopodemos.Tenemosquedespertarla
www.lectulandia.com-Página20
cuandoelrelojdélasnueve.ABUELO.—Yoloharé.Llévalos,Telva.TELVA.—Lo difícil va a ser hacerlos dormir después de tanta novelería.
¡Andando!(Vasubiendolaescaleraconellos).DORINA.—Estanhermosa.Ytanbuena.¿Porquénoledicesquesequedecon
nosotros?ANDRÉS.—Nodebetenerdóndevivir…Tienelosojostantristes.TELVA.—Mejor será que se vuelva por donde vino. ¡Y pronto!Nome gustan
nadalasmujeresquehacenmisteriosyandansolasdenocheporloscaminos.
(Sale con los niños. Entre tanto el abuelo ha avivado el fuego. Baja lamechadelquinqué,quedandoalumbradalaescenapor la luzde la lumbre.Contemplaintensamentealadormidatratandoderecordar).
ABUELO.—¿Dóndelahevistootravez?…¿Ycuando?…
(Sesientaapartea liaruncigarrillo.Elrelojcomienzaadarlasnueve.La Peregrina, como sintiendo una llamada, trata de incorporarse conesfuerzo.Deslumbralejoslaluzvivísimadeunrelámpago.LasmanosdelaPeregrinaresbalannuevamenteycontinúadormida.Fueraaúlla,cobardeytriste,elperro.Conlaúltimacampanadadelreloj,caeel
TELÓN
www.lectulandia.com-Página21
ACTOSEGUNDO
En el mismo lugar, poco después. La Peregrina sigue dormida. Pausadurante lacualseoyeel tic-tacdelreloj.ElAbuelose leacercayvuelveamirarlafijamente,luchandoconelrecuerdo.LaPeregrinacontinúainmóvil.
Telvaapareceen loaltode laescalera.EntonceselAbuelo seapartayenciendeconsueslabónelcigarroqueselehaapagadoentreloslabios.
TELVA(Bajandolaescalera).—Trabajomecostó,peroalfinestándormidos.(ElAbueloleimponesilencio.Bajaeltono).Demoniodecríos,yquéprontoselesllenala cabeza de fantasías. Que si es la Virgen de los caminos…, que si es una reinadisfrazada…,quesillevaunvestidodeorodebajodelsayal…
ABUELO(Pensativo).—Quiénsabe.Avecesunniñovemásalláqueunhombre.Tambiényosientoquealgomisteriosoentróconellaenestacasa.
TELVA.—¿Asusaños?Eraloquenosfaltaba.¡Alavejez,pájarosotravez!ABUELO.—Cuandoabristelapuerta,¿nosentistealgoraroenelaire?TELVA.—Elrepelúsdelaescarcha.ABUELO.—Y¿nadamás?…TELVA.—Déjemedehistorias.Yotengomialmaenmialmario,ydosojosbien
puestosenmitaddelacara.Nuncameemborrachéconcuentos.ABUELO.—Sin embargo, esa sonrisa quieta…, esos ojos sin color como dos
cristales…yesamaneratanextrañadehablar…TELVA.—Rodeosparaocultarloqueleimporta.(Levantalamechadelquinqué,
iluminandonuevamente laescena).Poresono la traguédesdequeentró.Amimegusta la gente que pisa fuerte y habla claro. (Se fija en él). Pero, ¿qué le pasa,miamo?…¡Siestátemblandocomounacriatura!
ABUELO.—Nosé…Tengomiedodeloqueestoypensando.TELVA.—Puesnopiense…Lamitaddelosmalessalendelacabeza.(Cogiendo
nuevamente sucalceta, se sienta).Yo, cuandouna ideanomedeja enpaz, cojo lacalceta,mepongoacantar,ymanodesanto.
ABUELO (Se sienta nervioso, junto a ella).—Escucha, Telva, ayúdame arecordar.¿Cuándodijoesamujerquehabíapasadoporaquíotrasveces?
TELVA.—Eldía de la nevadona; cuando la nieve llegóhasta las ventanas y seborrarontodosloscaminos.
ABUELO.—Ese día el pastor se perdió al cruzar la cañada, ¿te acuerdas? Lo
www.lectulandia.com-Página22
encontraronalamañanasiguiente,muertoentresusovejas,conlacamisaduracomouncarámbano.
TELVA (Sindejarsu labor).—¡Lástimadehombre!ParecíaunSanCristobalónconsucayadoysusbarbasdeestopa;perocuandotocabalazampoña,lospájarosseleposabanenloshombros.
ABUELO.—Ylaotravez…¿nofuelabodadelaMayorazga?TELVA.—Esodijo.Peroellanoestuvoenlaboda;laviodesdelejos.ABUELO.—¡Desdeelmonte!Elherrerohabíaprometidocazaruncorzoparalos
novios…Alinclinarseabeberenelarroyo,seledisparólaescopetaysedesangróenelagua.
TELVA.—Asífue.Losrapaceslodescubrieroncuandovieronrojaelaguadelafuente.(Inquietadepronto,suspendesulaborylomirafijamente).¿Adóndequiereirapararcontodoeso?
ABUELO(Selevantaconlavozahogada).—Ycuandolasirenapedíaauxilioylasmujeresllorabanagritosenlascasas,¿teacuerdas?…Fueeldíaqueexplotóelgrisúenlamina.¡Tussietehijos,Telva!
TELVA (Sobrecogida, levantándose también).—¿Pero qué es lo que estápensando,miDios?
ABUELO.—¡Laverdad!¡Porfin!(Inquieto).¿Dóndedejastealosniños?TELVA.—Dormidoscomotresángeles.ABUELO.—¡Subeconellos!(Empujándolahacialaescalera).¡Cierrapuertasy
ventanas!¡Caliéntaloscontucuerposiespreciso!¡Yllamequienllame,quenoentrenadie!
TELVA.—¡Ángelesdemialma!…¡Líbralos,Señor,detodomal!…
(Sale.ElAbuelosedirigeresueltohacialadormida).
ABUELO.—Ahorayasédóndetehevisto.(Latomadelosbrazosconfuerza).¡Despierta,malsueño!¡Despierta!
PEREGRINAYABUELO
PEREGRINA(Abrelentamentelosojos).—Yavoy.¿Quiénmellama?ABUELO.—Míramealosojosyatréveteadecirquenomeconoces.¿Recuerdas
eldíaqueexplotóelgrisúenlamina?Tambiényoestabaallí,conelderrumbesobreel pecho y el humo agrio en la garganta. Creíste que había llegado mi hora y teacercaste demasiado. ¡Cuando, al fin, entró el aire limpio, ya había visto tu carapálidayhabíasentidotusmanosdehielo!
PEREGRINA(Serenamente).—Loesperaba.Losquemehanvistounaveznome
www.lectulandia.com-Página23
olvidannunca…ABUELO.—¿Aquéaguardasahora?¿Quieresquegritetunombreporelpueblo
paraquetepersiganlosmastinesylaspiedras?PEREGRINA.—Noloharás.Seríainútil.ABUELO.—Creístequepodíasengañarme,¿eh?Soyyamuyviejo,yhepensado
muchoenti.PEREGRINA.—No seas orgulloso, abuelo. El perro no piensa y me conoció
antesquetú.(Seoyeunacampanadaenelreloj.LaPeregrinalomirasobresaltada).¿Quéhoradaesereloj?
ABUELO.—Lasnueveymedia.PEREGRINA(Desesperada).—¿Porquénomedespertaronatiempo?¿Quiénme
ligócondulceshilosquenohabíasentidonunca?(Vencida).Loestabatemiendoynopudeevitarlo.Ahorayaestarde.
ABUELO.—Benditoelsueñoqueteatólosojosylasmanos.PEREGRINA.—Tus nietos tuvieron la culpa. Me contagiaron su vida un
momento, y hasta me hicieron soñar que tenía un corazón caliente. Sólo un niñopodíarealizartalmilagro.
ABUELO.—Malpensabaspagarelamorconqueterecibieron.Ypensarquehanestadojugandocontigo!
PEREGRINA.—¡Bah!LosniñosjuegantantasvecesconlaMuertesinsaberlo.ABUELO.—¿A quién venías a buscar? (Poniéndose ante la escalera). Si es a
ellostendrásquepasarporencimademí.PEREGRINA.—¡Quiénpiensaentusnietos,tandébilesaún!¡Erauntorrentede
vida lo queme esperaba esta noche! ¡Yomisma le ensillé el caballo y le calcé laespuela!
ABUELO.—¿Martín?…PEREGRINA.—Elcaballistamásgalándelasierra…Juntoalcastañogrande…ABUELO (Triunfal).—El castaño grande sólo está a media legua. ¡Ya habrá
pasadodelargo!PEREGRINA.—Pero mi hora nunca pasa del todo, bien lo sabes. Se aplaza,
simplemente.ABUELO.—Entonces,vete.¿Quéesperastodavía?PEREGRINA.—Ahora ya, nada. Sólo quisiera, antes de marchar, que me
despidierassinodio,conunapalabrabuena.ABUELO.—Notengonadaquedecirte.Porduraquesealavida,eslomejorque
conozco.PEREGRINA.—¿Tan distinta me imaginas de la vida? ¿Crees que podríamos
existirlaunasinlaotra?ABUELO.—¡Vetedemicasa,teloruego!
www.lectulandia.com-Página24
PEREGRINA.—Yamevoy.Peroanteshasdeescucharme.Soybuenaamigadelospobresydeloshombresdeconciencialimpia.¿Porquénohemosdehablarnoslealmente?
ABUELO.—Nomefíode ti.Si fueras lealnoentraríasdisfrazadaen lascasas,parameterteenlashabitacionestristesalahoradelalba.
PEREGRINA.—¿Y quién te ha dicho que necesito entrar? Yo siempre estoydentro,mirándoloscrecerdíapordíadesdedetrásdelosespejos.
ABUELO.—Nopuedesnegartusinstintos.Erestraidoraycruel.PEREGRINA.—Cuando los hombres me empujáis unos contra otros, sí. Pero
cuandomedejáis llegar pormi propio paso… ¡cuánta ternura al desatar los nudosúltimos!¡Yquésonrisasdepazenelfilodelamadrugada!
ABUELO.—¡Calla!Tienesdulcelavoz,yespeligrosoescucharte.PEREGRINA.—Noosentiendo.Siosoigoquejarossiempredelavida,¿porqué
osdatantomiedodejarla?ABUELO.—Noesporloquedejamosaquí.Esporquenosabemosloquehayal
otrolado.PEREGRINA.—Lomismoocurrecuandoelviajeesalrevés.Poresolloranlos
niñosalnacer.ABUELO (Inquieto nuevamente).—¡Otra vez los niños! Piensas demasiado en
ellos…PEREGRINA.—Tengo nombre demujer.Y si alguna vez les hago daño no es
porquequierahacérselo.Esunamorquenoaprendióaexpresarse…¡Quequizánoaprendanunca!(Bajaauntonodeconfidenciaintima).Escucha,abuelo.¿TúconocesaNalónelViejo?
ABUELO.—¿Elciegoquecantaromancesenlasferias?PEREGRINA.—Elmismo.Cuandoeraunniñoteníalamiradamáshermosaque
se vio en la tierra; una tentación azul que me atraía desde lejos. Un día no puderesistir…ylobeséenlosojos.
ABUELO.—Ahoratocalaguitarraypidelimosnaenlasromeríasconsulazarilloysuplatodeestaño.
PEREGRINA.—¡Pero yo sigo queriéndole como entonces! Y algún día he depagarlecondosestrellastodoeldañoquemiamorlehizo.
ABUELO.—Basta. No pretendas envolverme con palabras. Por hermosa quequieraspresentarteyoséqueereslamalayerbaeneltrigoyelmuérdagoenelárbol.¡Saldemicasa!Noestarétranquilohastaquetevealejos.
PEREGRINA.—Me extraña de ti. Bien está que me imaginen odiosa loscobardes.Pero túpertenecesaunpuebloquehasabidosiempremirarmedefrente.Vuestros poetas me cantaron como a una novia. Vuestros místicos, como unaredención.Yelmásgrandedevuestrossabiosmellamó"libertad".Yomismaselooí
www.lectulandia.com-Página25
decirasusdiscípulos,mientrassedesangrabaenelaguadelbaño:"¿Quieressaberdóndeestá laverdadera libertad?Todaslasvenasdetucuerpopuedenconducirteaella!"
ABUELO.—Yonoheleídolibros.Sólosédetiloquesabenelperroyelcaballo.PEREGRINA (Con profunda emoción de queja).—Entonces, ¿por qué me
condenas sin conocerme bien? ¿Por qué no haces un pequeño esfuerzo paracomprenderme? (Soñadora). También yo quisiera adornarme con rosas como lascampesinas,vivirentreniñosfelicesytenerunhombrehermosoaquienamar.Perocuando voy a cortar las rosas todo el jardín seme hiela.Cuando los niños jueganconmigotengoquevolverlacabezapormiedoaquesemequedenfríosaltocarlos!Yencuantoa loshombres,¿dequémesirveque losmáshermososmebusquenacaballo, si al besarlos siento que sus brazos inútiles me resbalan sin fuerza en lacintura? (Desesperada). ¿Comprendes ahora lo amargo de mi destino? Presenciartodos los dolores sin poder llorar…Tener todos los sentimientos de unamujer sinpoderusarninguno…¡Yestarcondenadaamatarsiempre,siempre,sinpodernuncamorir!
(Caeabrumadaenel sillón,con la frenteentre lasmanos.ElAbuelo lamira conmovido. Se acerca y le pone cordialmente una mano sobre elhombro).
ABUELO.—Pobremujer.PEREGRINA.—Gracias,abuelo.Tehabíapedidounpocodecomprensiónyme
has llamadomujer, que es la palabramás hermosa en labios de hombre. (Toma elbordónque hadejadoapoyado en la chimenea). En tu casa ya no tengo nada quehacerestanoche;peromeesperanenotrossitios.Adiós.(Vahacialapuerta.Seoye,fuera,lavozdeMartinquegrita).
VOZ.—¡Telva!…¡Telva!…ABUELO.—¡EsMartín!Salporlaotrapuerta.Noquieroqueteencuentreaquí.PEREGRINA(Dejandonuevamenteelbordón).—¿Porquéno?Yapasósuhora.
Abresinmiedo.
(Vuelveaoírselavozygolpearlapuertaconelpie).
VOZ.—Pronto…¡Telva!…
(LaMadreapareceenloaltodelaescaleraconunvelón).
MADRE.—¿Quiéngritaalapuerta?
www.lectulandia.com-Página26
ABUELO.—EsMartín.
(Vaaabrir.LaMadrebaja).
MADRE.—¿Tanpronto?.Nohatenidotiempodellegaralamitaddelcamino.
(ElAbueloabre.EntraMartin trayendoenbrazosaunamuchachaconlos vestidos y los cabellos húmedos. LaMadre se estremece como ante unmilagro.Gritaconlavozahogada).
PEREGRINA,ABUELO,MARTÍN,LAMADREYADELA
MADRE.—¡Angélica!…¡Hija!…(Correhaciaella.ElAbueloladetiene).ABUELO.—¿Quédices?¿Tehasvueltoloca?…
(Martin deja a la muchacha en el sillón junto al fuego. La Madre lacontempladecerca,desilusionada).
MADRE.—Peroentonces…¿Quiénes?MARTÍN.—Nosé.Lavicaerenelríoypudellegara tiempo.Estádesmayada
nadamás.
(LaPeregrinacontemplaextrañadaa ladesconocida.LaMadredejaelvelónenlamesasollozandodulcemente).
MADRE.—¿Porquémehashechoesperarunmilagro,Señor?Noesella…noesella…
ABUELO.—Larespiraciónestranquila.Prontoelcalorlevolveráelsentido.MARTÍN.—Hay que tratar de reanimarla. (A la Peregrina). ¿Qué podemos
hacer?PEREGRINA (Con una sonrisa impasible).—No sé; yo no tengo costumbre.
(Quedainmóvil,alfondo,juntoalaguadaña).ABUELO.—Unas friegas de vinagre le ayudarán. (Toma un frasco de la
chimenea).MADRE.—Déjame, yo lo haré. Ojalá hubiera podido hacerlo entonces. (Se
arrodillaanteAdelafrotándolepulsosysienes).ABUELO.—Yati…¿tehaocurridoalgo?MARTÍN.—Al pasar el Rabión, un relámpago me deslumbró el caballo y
www.lectulandia.com-Página27
rodamoslosdosporlabarranca.Peronohasidonada.PEREGRINA(Seacercaaél,sacandosupañuelodelpecho).—¿Mepermite?…MARTÍN.—¿Quétengo?PEREGRINA.—Nada… Una manchita roja aquí, en la sien. (Lo limpia
amorosamente).MARTÍN(Lamiraunmomentofascinado).—Gracias.MADRE.—Yavuelveensí.
(Rodean todos a Adela, menos la Peregrina que contempla la escenaaparte,consueternasonrisa.Adelaabrelentamentelosojos;miraextrañadaloquelarodea).
ABUELO.—Notengamiedo.Yapasóelpeligro.ADELA.—¿Quiénmetrajoaquí?MARTÍN.—Pasabajuntoalríoylavicaer.ADELA (Con amargo reproche).—¿Por qué lo hizo? No me caí, fue
voluntariamente…ABUELO.—¿Asuedad?Sinohatenidotiempodeconocerlavida.ADELA.—Tuve que reunir todas mis fuerzas para atreverme. Y todo ha sido
inútil.MADRE.—Nohable…,respirehondo.Así.¿Estámásaliviadaahora?ADELA.—Mepesaelaireenelpechocomoplomo.Encambio,allíenelrío,era
todotansuaveytanfácil…PEREGRINA (Comoausente).—Todosdicen lomismo.Es comounavendade
aguaenelalma.MARTÍN.—Ánimo.Mañanahabrápasadotodocomounmalsueño.ADELA.—Peroyotendréquevolveracaminarsolacomohastahoy;sinnadiea
quienquerer…,sinnadaqueesperar…ABUELO.—¿Notieneunafamilia…,unacasa?ADELA.—Nuncahe tenidonadamío.Dicenque losahogadosrecuerdanenun
momentotodasuvida.Yonopuderecordarnada.MARTÍN.—Entretantosdías,¿nohatenidoningunofeliz?ADELA.—Unosolo,perohaceyatantotiempo.Fueundíadevacacionesencasa
deunaamiga,consoldecampoyrebañostrepandoporlasmontañas.Alcaerlatardese sentaban todos alrededor de los manteles, y hablaban de cosas hermosas ytranquilas…Porlanochelassábanasolíanamanzanaylasventanassellenabandeestrellas.Peroeldomingoesundíatancorto.(Sonríeamarga).Esbientristequeentodaunavidasólosepuedarecordarundíadevacaciones…enunacasaquenoeranuestra.(Vuelveacerrarlosojos).Yahora,aempezarotravez…
www.lectulandia.com-Página28
ABUELO.—Havueltoaperderelsentido.(MirandoangustiadoalaPeregrina).¡Tieneheladaslasmanos!¡Nolesientoelpulso!
PEREGRINA(Tranquilamente,sinmirar).—Tranquilízate,abuelo.Estádormida,simplemente.
MARTÍN.—Nopodemosdejarlaasí.Hayqueacostarlaenseguida.MADRE.—¿Dónde?MARTÍN.—Nohaymásqueunsitioenlacasa.MADRE(Rebelándoseantelaidea).—¡EnelcuartodeAngélica,no!ABUELO.—Tienequeser.Nopuedescerrarleesapuerta.MADRE.—¡No!Podéispedirmequeledémipanymisvestidos…,todolomío.
¡Peroellugardemihija,no!ABUELO.—Piénsalo; viene de lamismaorilla, con agua delmismo río en los
cabellos…YesMartínquienlahatraídoenbrazos.EscomounaordendeDios.MADRE(Bajalacabeza,vencida).—UnaordendeDios…(Lentamentevaala
mesa y toma el velón). Súbela. (Sube adelante alumbrando. Martin la sigue conAdelaenbrazos).¡Telva,abreelarca…ycalientalassábanasdehilo!
(PeregrinayAbuelolosmiranhastaquedesaparecen).
ABUELO.—Muypensativatehasquedado.PEREGRINA.—Mucho.Másdeloquetúpiensas.ABUELO.—¡Malanocheparati,eh!Tedormisteenlaguardia,yseteescaparon
almismotiempounhombreenlabarrancayunamujerenelrío.PEREGRINA.—Elhombre,sí.Aellanolaesperaba.ABUELO.—Perolatuvistebiencerca.¿QuéhubierapasadosiMartínnollegaa
tiempo?PEREGRINA.—Lahabríasalvadootro…oquizásellamisma.Esamuchachano
meestabadestinadatodavía.ABUELO.—¿Todavía?¿Quéquieresdecir?PEREGRINA(Pensativa).—Noloentiendo.Alguiensehapropuestoanticiparlas
cosas, quedebenmadurar a su tiempo.Pero loque está enmis librosno sepuedeevitar.(Vaatomarelbordón).Volveréeldíaseñalado.
ABUELO.—Aguarda.Explícameesaspalabras.PEREGRINA.—Esdifícil,porquetampocoyolasveoclaras.Porprimeravezme
encuentro ante un misterio que yo misma no acierto a comprender. ¿Qué fuerzaempujóaesamuchachaantesdetiempo?
ABUELO.—¿Noestabaescritoasíentulibro?PEREGRINA.—Sí, todo lomismo: un río profundo, unamuchacha ahogada, y
estacasa.¡Peronoeraestanoche!Todavíafaltansietelunas.
www.lectulandia.com-Página29
ABUELO.—Olvídatedeella.¿Nopuedesperdonarporunavezsiquiera?PEREGRINA.—Imposible.Yonomando;obedezco.ABUELO.—¡Estanhermosa,ylavidalehadadotanpoco!¿Porquétieneque
morirenplenajuventud?PEREGRINA.—¿Creesque lo séyo?A lavidayamínosocurreestomuchas
veces;quenosabemoselcamino,perosiemprellegamosadondedebemosir.(Abrelapuerta.Lomira).Tetiemblanlasmanosotravez.
ABUELO.—Por ella. Está sola en elmundo, y podría hacer tanto bien en estacasa ocupando el vacío que dejó la otra… Si fuera por mí, te recibiría tranquilo.Tengosetentaaños.
PEREGRINA (Con suave ironía).—Muchos menos, abuelo. Esos setenta quedices,sonlosquenotienesya.(Vaasalir).
ABUELO.—Espera.¿Puedohacerteunaúltimapregunta?PEREGRINA.—Di.ABUELO.—¿Cuandotienesquevolver?PEREGRINA.—Mira la luna; está completamente redonda. Cuando se ponga
redondaotrassietevecesvolveréaestacasa.Yalregreso,unahermosamuchacha,coronadadeflores,serámicompañeraporelrío.Peronomemiresconrencor.Yotejuroquesinoviniera,túmismomellamarías.Yqueesedíabendecirásminombre.¿Nomecrees,todavía?
ABUELO.—Nosé.PEREGRINA.—Pronto te convencerás; ten confianza en mí. Y ahora, que me
conocesmejor,despídemesinodioysinmiedo.Somoslosdosbastanteviejosparaserbuenoscompañeros.(Letiendelamano).Adiós,amigo.
ABUELO.—Adiós…,amiga…
(LaPeregrina se aleja. El Abuelo la contempla ir, absorto,mientras secalientacontraelpecholamanoqueellaestrechó).
TELÓN
www.lectulandia.com-Página30
ACTOTERCERO
En el mismo lugar, unos meses después. Luz de tarde. El paisaje delfondo, invernal en los primeros actos, tiene ahora el verde maduro delverano. En escena hay un costurero y un gran bastidor con una laborcoloristaempezada.
Andrés yDorina hacen un ovillo.Falín enreda lo que puede.Quico, elmozodelmolino,estáenescenaenactituddeesperarórdenes.LlegaAdela,delacocina.Quicosedescubreylamiraembobado.
QUICO.—Medijeronqueteníaquehablarme.ADELA.—¿Ycuándono?Layerbaestápudriéndosedehumedadenlatenada,la
maquiladelcentenose lacomen los ratones,yelestablosiguesinmullir. ¿Enquéestápensando,hombredeDios?
QUICO.—¿Yo?¿Yoestoypensando?ADELA.—¿Porquénosemueve,entonces?QUICO.—Nosé.Megustaoírlahablar.ADELA.—¿Necesitamúsicaparaeltrabajo?QUICO.—Cuandocantaelcarrosecansanmenoslosbueyes.ADELA.—Mejor que la canción es la aguijada. ¡Vamos! ¿Qué espera? (Viendo
quesigueinmóvil).¿Sehaquedadosordoderepente?QUICO.(Dandovueltasalaboina).—Noséloquemepasa.Cuandomehablael
ama, oigo bien,Cuandome habla Telva, también. Pero usted tiene unamanera demirarquecuandomehablanooigoloquedice.
ADELA.—Puescierrelosojos,yandando,queyaempiezaacaerelsol.QUICO.—Voy,miama.Voy.
(Sale lento, volviéndose desde la puerta del corral. Falín vuelca conestruendounacajadelatallenadebotones).
ADELA.—¿Quéhacestúahí,barrabás?FALÍN.—Estoyayudando.ADELA.—Ya veo, ya. Recógelos uno por uno, y de paso a ver si aprendes a
contarlos.(Sesientaatrabajarenelbastidor).DORINA.—Cuandobordas,¿puedeshablarypensarenotracosa?
www.lectulandia.com-Página31
ADELA.—Claroquesi.¿Porqué?DORINA.—Angélica lo hacía también. Y cuando llegaba la fiesta de hoy nos
contabaesashistoriasdeencantosquesiempreocurrenenlamañanadeSanJuan.ANDRÉS.—¿Sabestúalguna?ADELA.—Muchas.Sonromancesviejosqueseaprendendeniñaynoseolvidan
nunca.¿Cuálqueréis?DORINA.—Hayunopreciosodeuncondequellevabasucaballoabeberalmar.
(Adelasuspendeunmomentosulabor,levantalacabezayrecitaconlosojoslejanos).
ADELA.—
"MadrugabaelCondeOlinosmañanitadeSanJuanadaraguaasucaballoalasorillasdelmar.Mientraselcaballobebeélcantaundulcecantar;todaslasavesdelcieloseparabanaescuchar;caminantequecaminaolvidasucaminar;navegantequenavegalanavevuelvehaciaallá…"
ANDRÉS.—¿Porquéseparabanloscaminantesylospájaros?ADELA.—Porqueeraunacanciónencantadacomoladelassirenas.ANDRÉS.—¿Yparaquiénlacantaba?ADELA.—ParaAlba-Niña,lahijadelareina.FALÍN.—¿Secasaron?ADELA.—No.Lareina,llenadecelos,losmandómataralosdos.Perodeella
nacióunrosalblanco;deélunespinodealbar.Ylasramasfueroncreciendohastajuntarse...
DORINA.—Entonceslareinamandócortartambiénlasdosramas.¿Nofueasí?ADELA.—Asífue.Perotampocoasíconsiguiósepararlos:
"Deellanacieraunagarza,deélunfuertegavilán.Juntosvuelanporelcielo.
www.lectulandia.com-Página32
¡Juntosvuelan,parapar!"
ANDRÉS.—Esascosassólopasabanantes.Ahorayanohaymilagros.ADELA.—Éstesí;eselúnicoqueserepitesiempre.Porquecuandounamores
verdadero,nilamismamuertepuedenadacontraél.DORINA.—Angélica sabía esos versos; pero los decía cantando. ¿Sabes tú la
música?ADELA.—También.(Canta).
"MadrugabaelCondeOlinosmañanitadeSanJuanadaraguaasucaballoalasorillasdelmar.
NIÑOS(Acompañandoelestribillo).—Alasorillasdelmar…ADELA(ViendoalAbuelo,quebajabalaescaleraysehadetenidoaescuchar).
—¿Quierealgo,abuelo?ABUELO.—Nada.Temirabaentrelosniños,cantandoesascosasantiguas,yme
parecíaestarsoñando.(Llegajuntoaellaylacontempla).¿Quévestidoesése?ADELA.—Madre quiso queme lo pusiera para la fiesta de esta noche. ¿No lo
recuerda?ABUELO.—¿Cómo había de olvidarlo? Angélica misma lo tejió y bordó el
aljófarsobreelterciopelo.LoestrenóunanochedeSanJuan,comohoy.(Miraloqueestáhaciendo).¿Yesalabor?
ADELA.—Laencontréempezada,enelfondodelarca.ABUELO.—¿SabelaMadrequelaestashaciendo?ADELA.—Ella misma me encargó terminarla. ¿Le gusta? Después de cuatro
años,loshilosestánunpocopálidos.(Levantalosojos).¿Porquémemiraasí?ABUELO.—Teencuentrocadadíamáscambiada…,másparecidaaAngélica.ADELA.—Seráelpeinado.AMadrelegustaasí.ABUELO.—Yo,encambio,preferiríaquefuerastúmismaentodo;sintratarde
parecerteanadie.ADELA.—Ojaláfuerayocomolaqueempezóestebordado.ABUELO.—Eres como eres, y así está bien.Ahora, poniéndote sus vestidos y
peinándotelomismo,teestáspareciendoaellatanto…quemedamiedo.ADELA.—Miedo,¿porqué?ABUELO.—Nosé…Perositehubieranrobadountesoroyencontrarasotro,no
volveríasaesconderloenelmismositio.ADELA.—Noleentiendo,abuelo.ABUELO.—Soncosasmías.
www.lectulandia.com-Página33
(Sale por la puerta del fondo, abierta de par en par, explorando elcamino).
ADELA.—¿Quélepasahoyalabuelo?DORINA.—Todalatardeestávigilandoloscaminos.ANDRÉS.—Siesperaalgaitero,todavíaestemprano.Lafiestanoempiezahasta
lanoche.FALÍN.—¿Iremosaverlashogueras?ADELA.—¡Yabailaryasaltarporencimadelallama!ANDRÉS.—¿De verdad?Antes nunca nos dejaban ir. ¡Y daba una rabia oír la
fiestadesdeaquíconlasventanascerradas!ADELA.—Esoyapasó.Estanocheiremostodosjuntos.FALÍN.—¿Yotambién?ADELA (Levantándoloenbrazos)—¡Tú el primero, comounhombrecito! (Lo
besasonoramente.Después lodejanuevamenteenel suelodándoleunapalmada).¡Hala!Abuscarleñaparalahogueragrande.¿Quéhacéisaquíencerrados?Elcamposehahechoparacorrer.
NIÑOS.—¡Acorrer!¡Acorrer!FALÍN(Sedetieneenlapuerta).—¿Puedotirarpiedrasalosárboles?ADELA.—¿Porquéno?FALÍN.—Elotrodíatiréunaalahigueradelcura,ytodosmeriñeron.ADELA.—Estaríanverdesloshigos.FALÍN.—No,peroestabaelcuradebajo.
(Salenriendo.Adelaríetambién.EntraTelva).
ADELAYTELVATELVA.—GraciasaDiosqueseoyereírenestacasa.ADELA(Volviendoasulabor).—Sonunagloriadecriaturas.TELVA.—Ahora sí; desde que van a la escuela y pueden correr a sus anchas,
tienen por el díamejor color y por la nochemejor sueño. Pero tampoco convienedemasiadablandura.
ADELA.—Nodanmotivoparaotracosa.TELVA.—De todasmaneras;bienestán losbesosy los juegos,perounazotea
tiempotambiénessalud.Vinagreymielsabemal,perohacebien.ADELA.—Del vinagre ya se encargan ellos. Ayer Andrés anduvo de pelea y
volvióacasamoradodegolpes.TELVA.—Mientrasseaconotrosdesuedad,déjalos;asísehacenfuertes.Ylos
quenosepeleandepequeños lohacen luegodemayores,queespeor.Escomoel
www.lectulandia.com-Página34
renacuajo,quemuevelacola,ydaleydaleydale…hastaqueselaquitadeencima.¿Comprendes?
ADELA.—¡Tengotantoqueaprendertodavía!TELVA.—Notanto.Loquetúhashechoaquíenunospocosmesesnolohabía
conseguidoyoenaños. ¡Ahíesnada!Unacasaquevivíaaoscuras,yungolpedevientoqueabredeprontotodaslasventanas.Esofuistetú.
ADELA.—Aunqueasífuera.Pormuchoquehaganoserábastanteparapagarlestodoelbienquelesdebo.
(Telvaterminadearreglarelvasarysesientajuntoaellaayudándoleadevanarunamadeja).
TELVA.—¿Podías hacer más? Desde que Angélica se nos fue, la desgracia sehabíametidoenestacasacomocuchilloporpan.Losniños,quietosenelrincón,laruecallenadepolvo,yelamaconsusojosfijosysurosarioenlamano.Todalacasaparecíaunrelojparado.Ahorahavueltoaandar,yhayunpájaroparacantarlashorasnuevas.
ADELA.—Más fueronellosparamí.Pensarqueno teníanada,ni laesperanzasiquiera, y cuando quise morir el cielo me lo dio todo de golpe: madre, abuelo,hermanos. ¡Toda una vida empezada por otra para que la siguiera yo! (Con unasombraenlavoz,suspendiendolalabor).Avecespiensoqueesdemasiadoparaserverdadyquedeprontovoyadespertarmesinnadaotravezalaorilladelrío…
TELVA(Santiguándoserápida).—¿Quierescallar,malpocada?¡Mirenqué ideasparaundíadefiesta!(Letiendenuevamentelamadeja).¿Porquétehaspuestotristederepente?
ADELA.—Triste no.Estaba pensando que siempre falta algo para ser feliz deltodo.
TELVA.—¡Ahá!(Lamira.Vozconfidencial).¿Yesealgo…tienelosojosnegrosyespuelasenlasbotas?
ADELA.—Martín.TELVA.—Meloimaginaba.ADELA.—Losdemástodosmequierenbien.¿Porquétienequeserprecisamente
él,quemetrajoaestaesa,elúnicoquememiracomoaunaextraña?Nuncamehadichounabuenapalabra.
TELVA.—Es su carácter. Los hombres enteros son como el pan bien amasado:cuantomásduratienenlacortezamástiernaescondenlamiga.
ADELA.—Si alguna vez quedamos solos, siempre encuentra una disculpa parairse.Osequedacallado,conlosojosbajos,sinmirarmesiquiera.
TELVA.—¿También eso? Malo, malo, malo. Cuando los hombres nos miran
www.lectulandia.com-Página35
mucho,puedenopasarnada;perocuandonoseatrevenamirarnos,todopuedepasar.ADELA.—¿Quéquiereusteddecir?TELVA.—¡Lo que tú te empeñas en callar! Mira, Adela, si quieres que nos
encontremos,nomevengasnuncaconrodeos.Laspalabrasdifícileshayquecogerlassinmiedo,comolasbrasasenlosdedos.¿QuéesloquesientestúporMartín?
ADELA.—Elafándepagarledealgúnmodoloquehizopormí.Megustaríaqueme necesitara alguna vez; encenderle el fuego cuando tiene frío, o callar juntoscuandoestátriste,comodoshermanos.
TELVA.—¿Ynadamás?ADELA.—¿Quémáspuedoesperar?TELVA.—¿Nosetehaocurridopensarqueesdemasiadojovenparavivirsolo,y
queasuedadsobralahermanayfaltalamujer?ADELA.—¡Telva!…(Selevantaasustada).¿Perocómopuedeimaginartalcosa?TELVA.—¿Ynadamás?ADELA.—Sería algo peor; una traición.Hasta ahora he ido ocupando uno por
unotodoslossitiosdeAngélica,sinhacerdañoasurecuerdo.Peroquedaelúltimo,elmássagrado.¡Ésesiguesiendosuyoynadiedebeentrarnuncaenél!
(Comienzaadeclinarlaluz.Martínllegadelcampo.Alverlasjuntassedetieneunmomento.Luego,sedirigeaTelva).
TELVA,ADELAYMARTÍN
MARTÍN.—¿Tienesporahíalgunavenda?TELVA.—¿Paraqué?MARTÍN.—Tengodislocadaestamuñecadesdeayer.Hayquesujetarla.TELVA.—Atitehablan,Adela.
(Adelarasgaunatirayseacercaaél).
ADELA.—¿Porquénolodijisteayermismo?MARTÍN.—Nomedicuenta.Debiódeseraldescargarelcarro.TELVA.—¿Ayer?Quéraro;norecuerdoquehayasalidoelcarroentodoeldía.MARTÍN(Áspero).—Puesseríaalpodarelnogal,oaluncirlosbueyes.¿Tengo
queacordarmecómofue?TELVA.—Esoallátú.Tuyaeslamano.ADELA(Vendandoconcuidado).—¿Teduele?MARTÍN.—Aprietafuerte.Más.(Lamiramientrasellaterminaelvendaje).¿Por
quétehaspuestoesevestido?
www.lectulandia.com-Página36
ADELA.—Nofueideamía.Perosinotegusta…MARTÍN.—No necesitas ponerte vestidos de otra; puedes encargarte los que
quieras.¿Noestuyalacasa?(Comienzaasubirlaescalera.Sedetieneuninstanteydulcificaeltono,sinmirarlaapenas).Ygracias.
TELVA.—Menosmal.Sólo te faltamorder lamanoque te cura. (SaleMartín).¡Lástimadevaradeavellano!
ADELA (Recogiendo su labor,pensativa).—Cuandomira los trigalesnoes así.Cuandoacariciaasucaballotampoco.Sóloesconmigo…
(EntralaMadre,delcampo).
MADRE,ADELAYTELVA.DespuésQUICO.
ADELA.—Yaibaasalirabuscarla.¡Fuelargoelpaseo,eh!MADRE.—Hasta las viñas. Está hermosa la tarde y ya huele a verano todo el
campo.TELVA.—¿Pasóporelpueblo?MADRE.—Pasé. ¡Yqué desconocido está!La parra de la fragua llega hasta el
corredor;enelhuertoparroquialhayárbolesnuevos.Yesoschicossedantantaprisaencrecer…Algunosnimeconocían.
TELVA.—Puesqué,¿creíaqueelpueblosehabíadormidotodoestetiempo?MADRE.—Hastalascasasparecenmásblancas.Yenelsenderodelmolinohan
crecidorosalesbravos.TELVA.—¿Tambiénestuvoenelmolino?MADRE.—También.Porciertoqueesperabaencontrarlomejoratendido.¿Dónde
estáQuico?TELVA(Llamaenvozalta).—¡Quico!…VOZDEQuico.—¡Va!…MADRE.—Ven que te vea de cerca, niña. ¿Me están faltando los ojos o está
oscureciendoya?ADELA.—Estáoscureciendo.
(Telvaenciendeelquinqué).
MADRE.—Suéltate un poco más el pelo… Así… (Lo hace ella misma,acariciandocabellosyvestido).Averahora…(Lacontemplaentornandolosojos).Sí…,asíeraella…Unpocomásclaroslosojos,perolamismamirada.
(La besa en los ojos. Entra Quico, con un ramo en forma de corona
www.lectulandia.com-Página37
adornadodecintasdecolores).
QUICO.—Mande,miama.MADRE.—Lapresadelmolinochorreaelaguacomounacesta,yeltejadoyla
rueda están comidos de verdín. En la cantera del pomar hay buena losa. (ElmozocontemplaaAdelaembobado).¿Meoyes?
QUICO.—¿Eh?…Sí,miama.MADRE.—Para las palas de la rueda no haymadera como la de fresno. Y si
puedesermañana,mejorquepasado.¿Meoyesono?QUICO.—¿Eh?…Sí,miama.Asísehará.MADRE.—Ahora voy a vestirme yo también para la fiesta. El dengue de
terciopeloylasarracadasdeplata,comoenlosbuenostiempos.TELVA.—¿Vaabajaralbaile?MADRE.—Hacecuatroañosquenoveoarderlashogueras.¿Teparecemal?TELVA.—Al contrario. También a mí me está rebullendo la sangre, y si las
piernas me responden, todavía va a ver esta mocedad del día lo que es bailar unperlindango.
ADELA(AcompañandoalaMadre).—¿Estácansada?Apóyeseenmibrazo.MADRE(Subiendoconella).—Gracias…,hija.
TELVAYQUICO
TELVA.—Las viñas, el molino y hasta el baile de noche alrededor del fuego.¡Quiénlahavistoyquiénlave!…(CambiaeltonomirandoaQuicoquesigueconlosojosfijosenelsitiopordondesalióAdela).Cuídatelosojos,rapaz,quesetevanaescaparporlaescalera.
QUICO.—¿Hayalgomaloenmirar?TELVA.—Fueradeltiempoquepierdes,no.¿Merendasteya?QUICO.—Y fuerte. Pero, si lo hay, siempre queda un rincón para un cuartillo.
(Telvalesirveelvino.Entretantoélsigueadornandosuramo).¿Legustaelramo?Roble,aceboylaurel.
TELVA.—Noestámal.¿Peroporquéunosolo?Lashijasdelalcaldesontres.QUICO.—¡Ydale!TELVA.—Claroquelasotraspuedenesperar.Todoslossantostienenoctava,éste
dos:
"LanochedeSanPedrotepuseelramo,ladeSanJuannopude
www.lectulandia.com-Página38
queestuvemalo."
QUICO.—Noesparaellas.Esoyapasó.TELVA.—¿Hayalgunanueva?QUICO.—Nohacefalta.Ponerelramonoescortejar.TELVA.—¡NopensaráscolgarloenlaventanadeAdela!…QUICO.—Amuchosmozoslesgustaría;peroningunoseatreve.TELVA.—¿Noseatreven?¿Porqué?QUICO.—PorMartín.TELVA.—¿YquétienequeverMartín?¿Essumaridoosunovio?QUICO.—Yaséqueno.Perohaycosasquelagentenocomprende.TELVA.—¿Porejemplo?QUICO.—Por ejemplo… Que un hombre y una mujer jóvenes, que no son
familia,vivanbajoelmismotecho.TELVA.—¡Eraloquemefaltabaoír!¿Yerestú,quelosconocesycomeselpan
deestacasa,elqueseatreveapensareso?(Empuñandolajarra). ¡Repítelosiereshombre!
QUICO.—Eh,pocoapoco,queyonopiensonada.Ustedmetiradelalengua,yyodigoloquedicenporahí.
TELVA.—¿Dóndeesporahí?QUICO.—Pues,porahí…Enlaquintana,enlataberna.TELVA.—La taberna.Buenaparroquiaparadecirmisa. ¡Ybuen tejadoelde la
tabernapara tirarlepiedrasaldelvecino!(Sesientaasu ladoy lesirveotrovaso).Vamos,habla.¿Quéesloquediceensupúlpitoesasantapredicadora?
QUICO.—Cosas…Quesiestoyquesilootroyquesilodemásallá.Yasesabe:lalenguaeslanavajadelasmujeres.
TELVA.—¡Díjolo Blas, punto redondo! ¿Y eso es todo? Además de ese caldoalgunatajadahabríaenelsermón.¡Habla!
QUICO.—QuesiAdelallegósintenerdóndecaersemuertayahoraeselamadela casa… Que si está robando todo lo que era de Angélica… Y que, si empezóocupándole los manteles, por qué no había de terminar ocupándole las sábanas.AnocheestabadegranrisacomentándoloconelrabadáncuandollegóMartín.
TELVA.—¡Ay,miDios!¿Martínlooyó?QUICO.—Nadie lopudoevitar.Entróderepente,pálidocomolacera,volcóal
rabadánencimadelamesayluegoqueríaobligarloaponersederodillasparadecirelnombredeAdela.Entonceslosmozosquisieronmetersepormedio…ytuvieronunaspalabras.
TELVA.—¡Ah!Fuertesdebieronserlaspalabrasporquehahabidoquevendarlelamano.¿Ydespués?
QUICO.—Despuésnada.Cadauno salió por dondepudo; él se quedó allí solo
www.lectulandia.com-Página39
bebiendo…ybuenasnoches.TELVA (Recogiendo de golpe jarra y vaso).—Pues buenas noches, galán.
Apréndetetúlalecciónporsiacaso.Ydiledemipartealataberneraquedejeenpazlashonrasajenasycuidelasuya,sipuede.¡Queencuestióndehombres,conlamitadde su pasado tendríanmuchas honradas para hacerse un porvenir! ¡Largo de aquí,pelgar!…(Yaenlapuertadelfondo,agritos).¡Ah,ydepasopuedesdecirletambiénque le eche un poco más de vino al agua que vende!… ¡Ladrona! (Queda solarezongando).¡Naturalmente!¿Dedóndeibaasalirlapiedra?Elojomalotodolovedañado.¡Ycómoibaaaguantarésaunacasafelizsinmeterseainfernar!(Comienzaa subir la escalera). ¡Lengua de hacha! ¡Ana Bolena! ¡Lagarta seca!… (Vuelve elAbuelo).
ABUELO.—¿Quéandasahírezongando?TELVA(Demalhumor).—¿Leimportamucho?¿Yaustedquétábanolepicóque
nohacemásqueentrarysaliryvigilarloscaminos?¿Esperaaalguien?ABUELO.—Anadie.¿DóndeestáAdela?TELVA.—Ahora le digo que baje. Y anímela un poco; últimamente le andan
malasneblinaspor la cabeza. (Sigue con su retahíla hasta desaparecer). ¡Bruja deescoba!¡Lechuzavieja!¡Malrayolaparta,amén!
(Pausa.ElAbuelo,inquieto,seasomanuevamenteaexplorarelcamino.Miraalcielo.BajaAdela).
ABUELOYADELA
ADELA.—¿Memandóllamar,Abuelo?ABUELO.—Noesnada.Sóloqueríaverte.Saberqueestabasbien.ADELA.—¿Quépodríapasarme?Haceunmomentoquenoshemosvisto.ABUELO.—MedecíaTelvaqueteandabanrondandonoséquéideastristespor
lacabeza.ADELA.—Bah, tonterías. Pequeñas cosas, que una misma agranda porque a
vecesdagustollorarsinsaberporqué.ABUELO.—¿Tienesalgúnmotivodequeja?ADELA.—¿Yo? Sería tentar al cielo. Tengomás de lo que pude soñar nunca.
Madreseestávistiendodefiestaparallevarmealbaile;yhacelanochemáshermosadelaño.(Desdeelumbraldelfondo).Mire,abuelo: todoelcieloestátemblandodeestrellas.¡Ylalunaestácompletamenteredonda!
(ElAbuelo se estremeceal oír estas palabras.Repite en vozbaja comounaobsesión).
www.lectulandia.com-Página40
ABUELO.—Completamenteredonda…(Miratambiénelcielo,juntoaella).Eslaséptimavezdesdequellegaste.
ADELA.—¿Tantoya?¡Quécortossonlosdíasaquí!ABUELO(Latomadelosbrazos,mirándolafijamente).—Dimelaverdad,porlo
quemásquieras.¿Eresverdaderamentefeliz?ADELA.—Todoloquesepuedeserenlavida.ABUELO.—¿Nomeocultasnada?ADELA.—¿Porquéhabíadementir?ABUELO.—Nopuedeser…Tienequehaberalgo.Algoquequizátúmismano
ves claro todavía. Que se está formando dentro, como esas nubes de pena que deprontoestallan…¡yqueseriatanfácildestruirsituviéramosunbuenamigoaquiencontarlasatiempo!
ADELA(Inquietaasuvez).—Noleentiendo,abuelo.Peromeparecequenosoyyolaqueestácallandoalgoaquí.¿Quélepasahoy?
ABUELO.—Seránimaginaciones.Siporlomenospudieracreerquesoñéaqueldía. Pero no; fue lamismanoche que llegaste tú…, hace siete lunas… ¡Y tú estásaquí,decarneyhueso!…
ADELA.—¿Dequésueñohabla?ABUELO.—Nomehagascaso;noséloquedigo.Tengolasensacióndequenos
rodea un gran peligro… que va a saltarnos encima de repente, sin que podamosdefendernosnisabernisiquierapordóndeviene…¿Túhasestadoalgunavezsolaenelmontecuandodescargalatormenta?
ADELA.—Nunca.ABUELO.—Eslapeordelasangustias.Sientesqueelrayoestálevantadoenel
airecomounlátigo.Sitequedasquieto,lotienesencima;siechasacorrer,eslaseñalparaquetealcance.Nopuedeshacernadamásqueesperarloinvisible,conteniendoel aliento… ¡Y unmiedo animal se te vametiendo en la carne, frío y temblando,comoelmorrodeuncaballo!
ADELA(Lomiraasustada.Llamaenvozalta).—¡Madre!…ABUELO.—¡Silencio!Noteasustes,criatura.¿Porquéllamas?ADELA.—Porusted.Estanextrañotodoloqueestádiciendo…ABUELO.—Ya pasó; tranquilízate. Y repíteme que no tienes ningún mal
pensamiento,queerescompletamentefeliz,paraqueyotambiénquedetranquilo.ADELA.—¡Se lo juro!¿Esquenomecree?Soy tan felizquenocambiaríaun
solominutodeestacasaportodoslosañosquehevividoantes.ABUELO.—Gracias, Adela. Ahora quiero pedirte una cosa. Esta noche en el
bailenoteseparesdemí.Sioyesquealgunavozextrañatellama,apriétamefuertelamanoynotemuevasdemilado.¿Meloprometes?
ADELA.—Prometido.
www.lectulandia.com-Página41
(ElAbueloleestrechalasmanos.Deprontoprestaatención).
ABUELO.—¿Oyesalgo?ADELA.—Nada.ABUELO.—Alguienseacercaporelcaminodelaera.ADELA.—Rondadores quizás. Andan poniendo el ramo del cortejo en las
ventanas.ABUELO.—Ojalá…
(Sale hacia el corral. Adela queda preocupada mirándole ir. Luego,lentamente,sedirigealapuertadelfondo.EntoncesaparecelaPeregrinaenelumbral.Adelasedetienesorprendida).
PEREGRINAYADELA.DespuésLOSNIÑOS
PEREGRINA.—Buenasnoches,muchacha.ADELA.—Dioslaguarde,señora,¿Buscaaalguiendelacasa?PEREGRINA (Entrando).—El abuelo estará esperándome. Somos buenos
amigos,ytengounacitaaquíestanoche.¿Nomerecuerdas?ADELA.—Apenas…comodesdemuylejos.PEREGRINA.—Nosvimossólounmomento,juntoalfuego…cuandoMartínte
trajodelrío.¿Porquécierraslosojos?ADELA.—Noquiero recordar esemalmomento.Mivida empezóa lamañana
siguiente.PEREGRINA.—Nohablabasasíaquellanoche.Alcontrario;teoídecirqueenel
aguaeratodomáshermosoymásfácil.ADELA.—Estabadesesperada.Nosupeloquedecía.PEREGRINA.—Comprendo.Cadahoratienesuverdad.Hoytienesotrosojosy
un vestido de fiesta; es natural que tus palabras sean de fiesta también. Pero tencuidado;nolascambiesalcambiarelvestido.
(Dejaelbordón.Llegancorriendolosniñosylarodeangozosos).
DORINA.—¡Eslaandariegadelasmanosblancas!FALÍN.—¡Noshemosacordadotantodeti!¿Vienesparalafiesta?ANDRÉS.—¡Yo voy a saltar la hoguera como los grandes! ¿Vendrás con
nosotros?PEREGRINA.—No.Cuando los niños saltan por encima del fuego no quisiera
nuncaestarallí.(AAdela).Sonmismejoresamigos.Ellosmeacompañarán.
www.lectulandia.com-Página42
ADELA.—¿Nonecesitanadademí?PEREGRINA.—Todavíano.¿Irásluegoalbaile?ADELA.—Amedianoche;cuandoenciendanlashogueras.PEREGRINA.—Lashoguerasseenciendenalbordedelagua,¿verdad?ADELA.—Juntoalremanso.PEREGRINA (La mira fijamente).—Está bien. Volveremos a vernos… en el
remanso.
(Adelabajalosojosimpresionada,ysaleporelfondo).
PEREGRINAYLOSNIÑOS
FALÍN.—¿Porquétardastetantoenvolver?ANDRÉS.—¡Yacreíamosquenollegabasnunca!DORINA.—¿Hascaminadomuchoenestetiempo?PEREGRINA.—Mucho.Heestadoenlosmontesdenieve,yenlosdesiertosde
arena,yen lagalernadelmar…Cienpaísesdistintos,millaresdecaminos…yunsolopuntodellegadaparatodos.
DORINA.—¡Quéhermosoviajartanto!FALÍN.—¿Nodescansasnunca?PEREGRINA.—Nunca.Sóloaquímedormíunavez.ANDRÉS.—Perohoynoesnochededormir.¡EslafiestadeSanJuan!DORINA.—¿Enlosotrospueblostambiénenciendenhogueras?PEREGRINA.—Entodos.FALÍN.—¿Porqué?PEREGRINA.—Enhonordel sol.Es el díamás largodel año, y lanochemás
corta.FALÍN.—Yelagua,¿noeslamismadetodoslosdías?PEREGRINA.—Parece;peronoeslamisma.ANDRÉS.—Dicenquebañandolasovejasamedianocheselibrandeloslobos.DORINA.—Ylamozaquecogelaflordelaguaalamanecersecasadentrodel
año.FALÍN.—¿Porquéesmilagrosaelaguaestanoche?PEREGRINA.—PorqueeslafiestadelBautista.Enundíacomoéstebautizaron
aCristo.DORINA.—Yo lo he visto en un libro; San Juan lleva una piel de ciervo
alrededordelacintura,yelSeñorestámetidohastalasrodillasenelmar.ANDRÉS.—¡Enunrio!DORINA.—Esigual.
www.lectulandia.com-Página43
ANDRÉS.—Noesigual.Elmarescuandohayunaorilla;elríocuandohaydos.FALÍN.—Peroesofuehacemuchotiempo,ylejos.Nofueenelaguadeaquí.PEREGRINA.—Noimporta.Estanochetodoslosríosdelmundollevanunagota
delJordán.Poresoesmilagrosaelagua.
(Losniños lamiran fascinados.Ella lesacaricia loscabellos.VuelveelAbueloyalverlaentrelosniñossofocaungrito).
ABUELO.—¡Dejaalosniños!¡Noquierovertusmanossobresucabeza!
(Se oye, lejos, música de gaita y tamboril. Los niños se levantanalborozados).
ANDRÉS.—¿Oyes?¡Lagaita,abuelo!DORINAYFALÍN.—¡Lamúsica!¡Yavienelamúsica!(Salencorriendoporel
fondo).
PEREGRINAYABUELO
ABUELO.—Porfinhasvuelto.PEREGRINA.—¿Nomeesperabas?ABUELO.—Teníalaesperanzadequetehubierasolvidadodenosotros.PEREGRINA.—Nuncafaltoamispromesas.Pormuchoquemeduelaaveces.ABUELO.—Nocreoentudolor.Silosintieras,nohabríaselegidoparavenirla
nochemáshermosadelaño.PEREGRINA.—Yonopuedoelegir.Melimitoaobedecer.ABUELO.—¡Mentira! ¿Por quéme engañaste aquel día?Me dijiste que si no
veníatellamaríayomismo.¿Tehellamadoacaso?¿Tehallamadoella?PEREGRINA.—Aún es tiempo. La noche no ha hecho más que empezar, ¡y
puedenocurrirtantascosas!ABUELO.—Pasade largo, te lopidoderodillas.Bastantedañohashechoyaa
estacasa.PEREGRINA.—Nopuedoregresarsola.ABUELO.—Llévameamísiquieres.Llévatemisganados,miscosechas,todolo
quetengo.Peronodejesvacíamicasaotravez,comocuandotellevasteaAngélica.PEREGRINA(Tratandoderecordar).—Angélica…¿QuiénesesaAngélicadela
quetodoshabláis?ABUELO.—¿Yerestúquienlopregunta?¿Túquenoslarobaste?PEREGRINA.—¿Yo?
www.lectulandia.com-Página44
ABUELO.—¿Norecuerdasunanochedediciembre,enelremanso…hacecuatroaños?(Mostrándoleunmedallónquesacadelpecho).Míralaaquí.Todavía llevabaenlosoídoslascancionesdeboda,yelgustodelprimeramorentreloslabios.¿Quéhashechodeella?
PEREGRINA (Contemplando el medallón).—Hermosa muchacha… ¿Era laesposadeMartín?
ABUELO.—Tresdíaslofue.¿Nolosabes?¿Porquéfingesnorecordarlaahora?PEREGRINA.—Yonomiento,abuelo.Tedigoquenolaconozco.¡Nolahevisto
nunca!(Ledevuelveelmedallón).ABUELO(Lamirasinatreverseacreer).—¿Nolahasvisto?PEREGRINA.—Nunca.ABUELO.—Pero, entonces… ¿Dónde está? (Tomándola de los brazos con
profundaemoción).¡Habla!PEREGRINA.—¿Labuscasteisenelrío?ABUELO.—Y todo el pueblo con nosotros. Pero sólo encontramos el pañuelo
quellevabaenloshombros.PEREGRINA.—¿LabuscóMartíntambién?ABUELO.—Él no. Se encerraba en su cuarto apretando los puños. (La mira,
inquietodepronto)¿Porquélopreguntas?PEREGRINA.—No sé… Hay aquí algo oscuro que a los dos nos importa
averiguar.ABUELO.—Sinolosabestú,¿quiénpuedesaberlo?PEREGRINA.—Elquemáscercaestuvieradeella.ABUELO.—¿Quién?PEREGRINA.—QuizáselmismoMartín…ABUELO.—Noesposible.¿Porquéhabíadeengañarnos?…PEREGRINA.—Éseeselsecreto.(Rápida,bajandolavoz).Silencio,abuelo.Él
baja.Déjamesola.ABUELO.—¿Quéesloquetepropones?PEREGRINA (Imperativa).—¡Saber!Déjame. (Sale elAbuelopor la izquierda.
LaPeregrinallegaalumbraldelfondo,yllamaenvozalta).¡Adela!…
(Después,antesqueMartínaparezca,sedeslizafurtivamenteporprimeraderecha.Martínbaja.LlegaAdela).
MARTÍNYADELA
ADELA.—¿Mellamabas?MARTÍN.—Yono.
www.lectulandia.com-Página45
ADELA.—Quéextraño.Meparecióoírunavoz.MARTÍN.—Entubuscaiba.Tengoalgoquedecirte.ADELA.—Muyimportantehadeserparaquemebusques.Hastaahorasiempre
hashuidodemí.MARTÍN.—Nosoyhombredemuchaspalabras.Yloquetengoquedecirteesta
nochecabeenunasola.Adiós.ADELA.—¿Adiós?…¿Salesdeviaje?MARTÍN.—Mañana,conlosarrieros,aCastilla.ADELA.—¡Tanlejos!¿Losabenlosotros?MARTÍN.—Todavíano.Teníaquedecírteloatilaprimera.ADELA.—Túsabrásporqué.¿Vasaestarfueramuchotiempo?MARTÍN.—Elquehagafalta.Nodependedemí.ADELA.—No te entiendo. Un viaje largo no se decide así de repente y a
escondidas,comounafuga.¿QuétienesquehacerenCastilla?MARTÍN.—Quéimporta;compraréganados,orenuevosparalasviñas.Loúnico
quenecesitoesestarlejos.Esmejorparalosdos.ADELA.—¿Paralosdos?¿Esdecir,quesoyyolaqueteestorba?MARTÍN.—Túno;elpuebloentero.Estamosviviendobajoelmismotecho,yno
quieroquetunombreandedebocaenboca.ADELA.—¿Quépuedendecirdenosotros?Comoaunhermanotemirédesdeel
primerdía,ysialgohaysagradoparamíeselrecuerdodeAngélica.(Acercándoseaél).No,Martín, túnoeresuncobardeparahuirasíde losperrosque ladran.Tienequehaberalgomáshondo.¡Míramealosojos!¿Hayalgomás?
MARTÍN(Esquivo).—¡Déjame!…ADELA.—Sinoesmásquelamaliciadelagente,yolessaldréalpasoporlos
dos.¡Puedogritarlesenlacaraqueesmentira!MARTÍN(Conarrebatorepentino).—¿Ydequésirvequelogritestúsinopuedo
gritarloyo!Sitehuyocuandoestamossolos,sinomeatrevoahablarteniamirartedefrente,esporquequisieradefendermecontraloimposible…,¡contraloqueelloshansabidoantesqueyomismo!¡Dequémevalemordermelosbrazosyretorcermeentrelassábanasdiciendo¡no!sitodasmisentrañasrebeldesgritanquesí!
ADELA.—¡Martín!…
(Adelatardaenreaccionar,comosidespertara).
MARTÍN (Dominándose con esfuerzo).—Nohubiera querido decírtelo, pero hasidomásfuertequeyo.Perdona…
ADELA.—Perdonar…Qué extrañome suena eso ahora.Yo soy la que tendríaquepedirperdón,ynoséaquiénniporqué.¿Quées loqueestápasandopormí?
www.lectulandia.com-Página46
Deberíaecharmea llorar ¡y toda la sangremecantapor lasvenasarriba!Medabamiedoquealgúndíapudierasdecirmeesaspalabras,¡yahoraquetelasoigo,yanoquisieraescucharningunamás!…
MARTÍN(Tomándolaenbrazos).—Adela…ADELA(Entregándose).—¡Ningunamás!…
(Martínlabesaenunsilencioviolento.Pausa).
MARTÍN.—¿Quévaaserdenosotrosahora?…ADELA.—¡Qué importa ya! Me has dicho que me quieres, y aunque sea
imposible,elhabértelooídounasolavezvaletodaunavida.Ahora,sialguientienequemarcharsedeestacasa,seréyolaquesalga.
MARTÍN.—¡Esono!ADELA.—Es necesario. ¿Crees que laMadre podría aceptar nunca otra cosa?
NuestroamorseríaparaellalapeortraiciónalrecuerdodeAngélica.MARTÍN.—¿Y crees tú que si Angélica fuera sólo un recuerdo tendría fuerza
parasepararnos?¡Losmuertosnomandan!ADELA.—Ella sí. Su voluntad sigue viviendo aquí, y yo seré la primera en
obedecer.MARTÍN (Resuelto).—Escúchame, Adela. ¡No puedomás! Necesito compartir
conalguienestaverdadquesemeestápudriendodentro.Angélicanoeraesaimagenhermosaquesoñáis.Todoeseencantoquehoylarodeaconreflejosdeagua,todoesunrecuerdofalso.
ADELA.—¡No, calla! ¿Cómo puedes hablar así de una mujer a quien hasquerido?
MARTÍN.—Demasiado. Ojalá no la hubiese querido tanto. ¡Pero a ti no teengañará!Tútienesquesaberquetodasuvidafueunamentira.Comolofuetambiénsumuerte.
ADELA.—¿Quéquieresdecir?MARTÍN.—¿Nolohascomprendidoaún?Angélicavive.Poresonossepara.ADELA.—¡Noesposible!…(Sedejacaerenunasiento,repitiendolaideasin
sentido).No es posible… (Con la frente entre lasmanos escucha la narración deMartín).
MARTÍN.—Mientras fuimos novios, era eso que todos recuerdan: una ternurafiel,unamiradasinsombrayunarisafelizquepenetrabadesdelejoscomoelolordelayerbasegada.Hastaquehizoelviajeparaencargarlasgalasdelaboda.Conpocosdíashubierabastado,perotardóvariassemanas.Cuandovolviónoeralamisma;traíacobardeslosojos,yalgocomolaarenadelaguaselearrastrabaenlavoz.Aldecireljuramento en la iglesia apenas podía respirar; y al poner el anillo las manos le
www.lectulandia.com-Página47
temblaban…tanto,quemiorgullodehombreseloagradeció.Nisiquieramefijéenaqueldesconocidoqueasistíaalaceremoniadesdelejos,sacudiéndoseconlafustaelpolvodelasbotas.Durantetresdíastuvofiebre,ymientrasmecreíadormidolaoíallorarensilenciomordiendolaalmohada.Alaterceranoche,cuandolavisalirhaciaelríoycorrídetrás,yaeratarde;ellamismadesatólabarcaycruzóalaotraorilladondelaesperabaaquelhombrecondoscaballos…
ADELA(Coniracelosa).—¿Ylosdejastemarcharasí?¡Tú,elmejorjinetedelasierra,llorandoentrelosjuncos!
MARTÍN.—Toda la nochegalopé inútilmente, con la escopeta al hombroy lasespuelaschorreandosangre.Hastaqueelsolmepegócomounapedradaenlosojos.
ADELA.—¿Porquécallastealvolver?MARTÍN.—¿Podíahacerotracosa?Enelprimermomentonisiquieralopensé.
Perocuandoencontraronsupañueloenelremansoyempezóacorrerlavozdequesehabíaahogado,comprendíquedebíacallar.Eralomejor.
ADELA.—¿Lohicistepensandoenlamadreyloshermanos?MARTÍN.—No.ADELA.—¿Portimismo?¿Porcubrirtuhonradehombre?MARTÍN.—No, Adela, no me juzgues tan pequeño; lo hice sólo por ella. Un
amor no se pierde de repente…ydecir la verdad era comodesnudarla delante delpueblo entero. ¿Comprendes ahoraporquémevoy? ¡Porque te quieroynopuedodecírtelohonradamente!Túpodíasserparamítodoloqueellanofue.¡Ynopuedoresistir esta casa donde todos la bendicen, mientras yo tengo que maldecirla dosveces:porelamorqueentoncesnomedio,yporelqueahorameestáquitandodesdelejos!Adiós,Adela…
(Saledominándose.Adela,sola,rompeallorar.LaPeregrinaapareceenelumbraly,conlosojosiluminados,lacontemplaensilencio.Vuelveaoírselejoselgritoalegredelagaita.EntranlosniñosycorrenhaciaAdela).
FALÍN.—¡Yavanaencenderlaprimerahoguera!DORINA.—¡Estánadornandodeespadañaslabarcaparacruzarelrío!ANDRÉS.—¡Ylasmozasbajancantando,coronadasdetréboles!DORINA.—Vaaempezarelbaile.¿Nosllevas?
(Adela,escondiendoelllanto,suberápidolaescalera.LosniñoslamiransorprendidosysevuelvenalaPeregrina).
PEREGRINAYNIÑOS
www.lectulandia.com-Página48
DORINA.—¿PorquélloraAdela?PEREGRINA.—Porquetieneveinteaños…¡yhaceunanochetanhermosa!…ANDRÉS.—Encambio,túparecesmuycontenta.¡Cómotebrillanlosojos!PEREGRINA.—Esquenoacababadecomprenderlamisiónquémehatraídoa
estacasa…¡yahora,derepente,loveotodotanclaro!FALÍN.—¿Quéesloquevestanclaro?PEREGRINA.—Una historia verdadera que parece cuento. Algún día, cuando
seáisviejoscomoyo,selacontaréisavuestrosnietos.¿Queréisoírla?NIÑOS.—Cuenta,cuenta…(Sesientanenelsuelofrenteaella).PEREGRINA.—Unavez era unpueblopequeño, convacas de color demiel y
pomaradas de flor blanca entre los camposdemaíz.Una aldea, tranquila comounrebañoalaorilladelrío.
FALÍN.—¿Comoésta?PEREGRINA.—Comoésta.Enelríohabíaunremolinoprofundodehojassecas,
adondenodejabanacercarsealosniños.Eraelmonstruodelaaldea.Ydecíanqueenel fondo había otro pueblo sumergido, con su iglesia verde tupida de raíces y suscampanasmilagrosas,queseoíanaveceslanochedeSanJuan…
ANDRÉS.—¿Comoelremanso?PEREGRINA.—Comoelremanso.Enaquellaaldeavivíaunamuchachadealma
tan hermosa, que no parecía de este mundo. Todas imitaban su peinado y susvestidos; los viejos se descubrían a su paso, y las mujeres le traían a los hijosenfermosparaquelostocaraconsusmanos.
DORINA.—¿ComoAngélica?PEREGRINA.—ComoAngélica.Undíalamuchachadesaparecióenelremanso.
Se había ido a vivir a las casas profundas donde los peces golpeaban las ventanascomopájarosfríos;yfueinútilqueelpuebloenterolallamaraagritosdesdearriba.Estabacomodormida,enunsueñodeniebla,paseandoporlosjardinesdemusgosuscabellosflotantesylaternuralentadesusmanossinpeso.Asípasaronlosdíasylosaños…Yatodosempezabanaolvidarla.SólolaMadre,conlosojosfijos,laesperabatodavía…Yporfinelmilagrosehizo.Unanochedehoguerasycanciones,labelladurmientedelríofueencontrada,máshermosaquenunca.Respetadaporelaguaylos peces, tenía los cabellos limpios, lasmanos tibias todavía, y en los labios unasonrisadepar…comosilosañosdelfondohubieransidosólouninstante.
(Losniñoscallanunmomentoimpresionados).
DORINA.—¡Quéhistoriatanextraña!…¿Cuándoocurrióeso?PEREGRINA.—Nohaocurridotodavía.Peroyaestácerca…¿Noosacordáis?…
¡EstanochetodoslosríosdelmundollevanunagotadelJordán!
www.lectulandia.com-Página49
TELÓN
www.lectulandia.com-Página50
ACTOCUARTO
Enelmismolugar,horasdespués.Elmantelpuestoenlamesaindicaquela familiahacenadoya.Desdeantesdealzarseel telón seoyeal fondo lamúsica saltera de gaita y tamboril, que termina con la estridencia viril delgrito.
Seacercaelrumordelmoceríoentrevocesyrisas.Laescena,sola.
VOCES (Confusamente desde fuera).—¡A la casa de Narcés! Es la única quefalta.Bienpueden,quetodolessobra.¡Leñaparaelsantoymozasparaelbaile!
(Porlapuertadelfondo,quesigueabiertadeparenpar,irrumpenvariasmozassanjuanerasyotrostantosbigardos).
MOZO1º.—¡Ahdelacasa!…¿Sehadormidolagente?MOZAS.—¡Adela!…¡Adela!…
(LlegaQuicodelcorral).
QUICO.—Menosgritos,queestamosbajotecho.¿Quéandáisbuscando?MOZO2º.—¿DóndeestáAdela?SANJUANERA1ª.—Nolavaisatenerencerradaestanochecomolasonzasdel
moro.MOZOlº.—Suéltala,hombre,quenotelavamosarobar.QUICO.—¿Soyyoelquemandaenlacasa?SiAdelaquierebajaralbaile,noha
defaltarlequienlaacompañe.SANJUANERA2ª.—¿Martín?SANJUANERA 3ª.—No lo creo. Por ahí anda, huido,mirando el fuego desde
lejos,comolosloboseninvierno.MOZO1º.—¿Porquénolabajastú?SANJUANERA1ª.—Vergüenzaosdebíadar.Unamozacomoun soldemayo,
doshombresjóvenesenlacasaylaúnicaventanasolteraquenotieneramo.QUICO.—Yo no le he pedido consejo a nadie. Conque si son palabras lo que
venísbuscando,yaospodéisvolver.MOZO2º.—Leñaesloquequeremos.Hacefaltaenlahoguera.
www.lectulandia.com-Página51
SANJUANERA1ª.—Ladeeste año tienequedejar recuerdo.Másaltoque losárboles ha de llegar, hasta que caliente el río y piensen en la sierra que estáamaneciendo.
QUICO.—Comonoleprendáisfuegoalmonte.MOZO1º.—Pocomenos.LaMayorazganosdiodoscarrosdesarmientoseco.SANJUANERA2ª.—Elalcalde,todalapodadelcastañar.MOZO2º.—Ylosdelaminaarrancarondecuajoelcarbayón,conraícesytodo.SANJUANERA1ª.—Ahora lobajabanenhombrospor lacuesta,entregritosy
dinamita,comoloscazadorescuandotraeneloso.SANJUANERA3ª.—LacasadeNarcésnuncasequedóatrás.¿Quétenéisparala
fiesta?QUICO.—Esoelamadirá.VOCES(Llamandoagritos).—¡Telva!…¡Telvona!…
(ApareceTelvaenlaescalera,alhajadayvestidadefiesta,terminandodeponerseelmanto).
DICHOSYTELVA
TELVA.—¿Quégritossonésos?SANJUANERA1ª.—¿Hayalgoparaelsanto?TELVA.—Másbajo,rapaza,quetengomuyorgullosaslasorejas,ysimehablan
fuertenooigo.QUICO.—Sonlassanjuaneras,queandanbuscandoleñadecasaencasa.TELVA.—Bienestá.Loqueesdeleynohayquepedirloagritos.MOZO1º.—¿Quépodemosllevar?TELVA.—En el corral hay un carro de árgomas, y un buen par de bueyes
esperandoelyugo.Acompáñalos,Quico.
(SalenlosmozosconQuicohaciaelcorral).
SANJUANERA2ª.—El árgomaes la quehacemejor fuego: da roja la llamayrepicacomounascastañuelasalarder.
SANJUANERA3ª.—Yoprefieroelbrezoconsuscampanillasmoradas;ardemástranquiloyhueleasiestadeverano.
SANJUANERA 2ª.—En cambio, la ginesta suelta chispas y se retuerce en lahogueracomounabrujaverde.
TELVA.—Muyparlerasestáis…Ygalanas,asíDiosmesalve.SANJUANERA1ª.—Puestampocoustedsequedócorta.¡Vayasiestáguapetona
www.lectulandia.com-Página52
lacomadre!TELVA.—Dondehubofuego,brasaqueda.Aver,averqueosvea.¡Vivaellujoy
quienlotrujo!¿Quedóalgoenelarca,olleváistodoeltraperíoencima?SANJUANERA1ª.—Un día es un día.No todo va a ser camisa de bombasí y
refajoamarillo.TELVA.—Yaveo,ya.Zapatosdetafilete,sayaysobresaya,jaboncillobordadoy
elmantellíndeabalorios.¡Todoelañohilandoparalucirunanoche!SANJUANERA3ª.—Lástimaquesealamáscortadelaño.SANJUANERA4ª.—Bienlodiceelcantar:
"YavinosanJuanVerde,yavinoyyasevuelve…"
SANJUANERA 1ª.—Pero mientras viene y se va, cada hora puede traer unmilagro.
TELVA.—Ojo,quealgunosloshaceeldiabloyhayquellorarlosdespués.SANJUANERA 3ª.—¡Quién piensa en llorar un día como éste! ¿Usted no fue
nuncamoza?TELVA.—Porque lo fui lodigo.El fuegoencandilael sentido, lagaita rebrinca
por dentro como un vino fuerte… y luego es peligroso perderse por los maizalescalientesdeluna.
SANJUANERA1ª.—Alegríaesloquepideelsanto.Alquenocantaestanochenolomiransusojos,
SANJUANERA2ª.—Yoyahepuestoalserenolasalparalasvacas.Dándoselaconelorvallodelamanecersiempreparenhembras.
SANJUANERA3ª.—Yohetendidolacamisaalrocíoparaquemetraigaamoresymelibredelmal.
SANJUANERA1ª.—Yyotirarétodosmisalfileresalaguaalrayarelalba;porcadaunoqueflotahayunañofeliz.
TELVA.—Demasiadosmilagrosparaunasolanoche.Esteaño,pormarzo,huboenlaaldeacuatrobautizos.
SANJUANERA1ª.—¿Yesoquétienequever?TELVA.—SanJuancaeenjunio.¿Sabescontar,moza?SANJUANERA2ª.—Mirenlaviejamaliciosaconloquesale…SANJUANERA1ª.—Notendrámuytranquilalaconcienciacuandopiensaasíde
lasotras.Cadaunasellevalalenguaadondeleduelelamuela.TELVA.—Delasmuelasnadatedigo,porquenomequedan.Perolaconciencia,
mirasilatendrélimpia,quesólomeconfiesounavezalaño,ycontres"Avemarías",santas pascuas. En cambio, tú no lo pagas con cuarenta credos. (A la otra). Y tú,mosquitamuerta,¿quédemonioconfesasteparatenerquesubirdescalzaalaVirgen
www.lectulandia.com-Página53
delAcebo?SANJUANERA4ª.—Nofuepenitencia;fueunapromesa.Estuveenfermadeun
maldeaire.TELVA.—VálgameDios.¿Maldeairesellamaahora?SANJUANERA 1ª.—No le hagáis caso. ¿No veis que lo que quiere es que le
regaleneloído?Biendiceeldichoquelosviejosyelhornoporlabocasecalientan.
(Risas.Vuelvenlosmozos,menosQuico).
MOZO1º.—Yaestásaliendoelcarro.¿Queréissubir?SANJUANERA2ª.—¿Juntos…?TELVA.—Anda, que no te vas a asustar.Y el santo tampoco; el pobre ya está
acostumbrado, y él no tiene la culpa si su fiesta viene con el primer trallazo delverano.(Espantándolascomogallinas).¡Aire!¡Acalentarsealfogueral,yacogereltrébole!
MOZO1º.—¡Todos!…¡Ustedtambién,comadre!…
(Larodeanalafuerza,cantando,tomadosdelasmanos,yempujándolaalsondelcorre-calle).
"¡Acogereltrébole,eltrébole,eltrébole,acogereltrébolelanochedeSanJuan!"
(Vansaliendoporelfondo).
"¡Acogereltrébole,eltrébole,eltrébole,acogereltrébolelosmisamoresvan…!"
(Martín llega del campo.Desde la puerta contempla almocerío que sealejaentregritosyrisasconTelva.PorlaescaleraapareceAdelallamando).
ADELAYMARTÍN
ADELA.—¡Telva!…¡Telva!…
www.lectulandia.com-Página54
MARTÍN.—Lassanjuanerasselallevan.Laestánsubiendoalcarroalafuerza.(Entra).¿Queríasalgodeella?
ADELA(Bajando).—Sólounapregunta.Peroquizápuedascontestarlatúmejor.Alabrirlaventanademicuartolaencontrétodacuajadadeflorblanca.
MARTÍN.—Deespinoycerezo.Losqueveanelramosabránquiénlohapuestoahí,yloqueesecolorblancoquieredecir.
ADELA.—Gracias, Martín… Me gusta que te hayas acordado, pero no eranecesario.
MARTÍN.—¿Ibaaconsentirquetuventanafueralaúnicadesnuda?ADELA.—Conlaspalabrasquemedijisteantesyamedistemásdeloquepodía
esperar.Laflordecerezoseirámañanaconelviento;laspalabras,no.MARTÍN.—Yo seguiré pensándolas a todas horas, y con tanta fuerza, que si
cierraslosojospodrásoírlasdesdelejos.ADELA.—¿Cuándotevas?MARTÍN.—Mañana,alamanecer.ADELA(Hondamente).—Olvidemosqueestanocheeslaúltima.Quizámañana
yanonecesitesirte.MARTÍN.—¿Porqué?¿Puedealguienborraresasombranegraqueestáentrelos
dos?¿Oquieresvermemorirdesedjuntoalafuente?ADELA.—Sólotehepedidoqueloolvidesestanoche.MARTÍN.—Loolvidaremos juntos,bailandoanteelpuebloentero.Aunquesea
porunasolavez,quieroqueteveantodoslimpiamenteentremisbrazos.¡Queveanmisojosatadosalostuyos,comoestámiramoatadoatuventana!
ADELA.—Loséyo,yesomebasta…Calla…,alguienbaja.MARTÍN(Envozbaja,tomándolelasmanos).—¿Teesperoenelbaile?ADELA.—Iré.MARTÍN.—Hastaluego,Adela.ADELA.—Hastasiempre,Martín.
(SaleMartin por el fondo. En la escalera aparece laMadre vestida defiesta, con la severa elegancia del señorío labrador. Trae la cabezadescubierta,unciriovotivoyunpañolónalbrazo).
MADREYADELA
MADRE.—¿Dóndeestámimantilla?Nolaencuentroenlacómoda.ADELA.—Aquílatengo.(Labuscaenelcosturero).¿Vaaponérselaparabajar
albaile?MADRE.—Antes tengoquepasar por la capilla.Ledebo esta vela al santo.Y
www.lectulandia.com-Página55
tengo que dar gracias a Dios por tantas cosas… (Se sienta. Adela le prende lamantillamientrashablan).
ADELA.—¿Lehabíapedidoalgo?MADRE.—Muchascosasquequizánopuedansernunca.Perolomejordetodo
me lo dio sin pedírselo el día que te trajo a ti. ¡Y pensar que entonces no supeagradecértelo…,queestuveapuntodecerrarteesapuerta!
ADELA.—Norecuerdeeso,madre.MADRE.—Ahora que ya pasó quiero decírtelo para queme perdones aquellos
díasenquetemirabaconrencor,comoaunaintrusa.Túlocomprendes,¿verdad?Laprimeravezquetesentastealamesafrenteamí,túnosabíasqueaquéleraelsitiodeella…dondenadiehabíavueltoasentarse.Yonovivíamásquepararecordar,ycadapalabratuyaeraunsilenciodeellaquemequitabas.Cadabesoquetedabanlosniñosmeparecíaunbesoqueleestabasrobandoaella…
ADELA.—Nomedicuentahastadespués.Poresoquiseirme.MADRE.—Entonces ya no podía dejarte yo. Ya había comprendido la gran
lección:queelmismoríoquemequitóunahijamedevolvíaotra,paraquemiamornofueraunalocuravacía.(Pausa.Lamiraamorosamente,acariciándolelasmanos.Se levanta). ¿Conoces este pañuelo?Es el que llevabaAngélica en los hombros laúltimanoche.Se lohabía regaladoMartín. (Loponeen loshombrosdeAdela).Yatienesitiotambién.
ADELA(Turbada.Sinvoz).—Gracias…MADRE.—Ahorarespóndemelealmente,demujeramujer.¿QuéesMartínpara
ti?ADELA(Lamiraconmiedo).—¿Porquémepreguntaeso?MADRE.—Responde.¿QuéesMartínparati?ADELA.—Nada,¡selojuro!MADRE.—Entonces,¿porquétiemblas?…¿Porquénomemirasdefrentecomo
antes?ADELA.—¡Selojuro,madre!NiMartínniyoseríamoscapacesdetraicionarese
recuerdo.MADRE.—¿Lotraicionoyocuandotellamohija?(Leponelasmanossobrelos
hombros, tranquilizándola). Escucha,Adela.Muchas veces pensé que podía llegarestemomento.Ynoquieroquesufras inútilmentepormí.¿TúsabesqueMartín tequiere?…
ADELA.—¡No!…MADRE.—Yosí,losédesdehacetiempo…Elprimerdíaqueselovienlosojos
sentícomounescalofríoquemesacudíatoda,ysemecrisparonlosdedos.¡EracomosiAngélica se levantara celosa dentro demi sangre! Tardé en acostumbrarme a laidea…Peroyapasó.
www.lectulandia.com-Página56
ADELA(Angustiada).—Paramíno…Paramiestáempezandoahora…MADRE.—Si tú no sientes lo mismo, olvida lo que te he dicho. Pero si lo
quieres, no trates de ahogar ese amor pensando que ha de dolerme. Ya estoyresignada.
ADELA (Conteniendo el llanto).—Por lo que más quiera…, calle. No puedeimaginarsiquieratodoeldañoquemeestáhaciendoaldecirmeesaspalabrashoy…,precisamentehoy.
MADRE (Recogiendo su cirio para salir).—No trato de señalarte un camino.Sóloqueríadecirtequesieligesése,yonoseréunestorbo.Eslaleydelavida.
(Sale.Adelasedejacaeragobiadaen lasilla,pensandoobsesivamente,con los ojos fijos. En el umbral de la derecha aparece la Peregrina y lacontemplacomosilaoyerapensar).
PEREGRINAYADELA
ADELA.—Elegiruncamino…¡Porquémesacarondelquehabíaelegidoyasinopodíandarmeotromejor!(Conangustia,arrancándoseelpañuelodelcuello).¡Yestepañueloquesemeabrazaalcuellocomounrecuerdodeagua!
(Repentinamente parece tomar una decisión. Se pone nuevamente elpañuelo y hace ademán de levantarse. La Peregrina la detiene poniéndoleunamanoimperativasobreelhombro).
PEREGRINA.—No,Adela.¡Esono!¿Creesqueelríoseríaunasolución?ADELA.—¡Sisupierayomismaloquequiero!Ayertodomeparecíafácil.Hoy
nohaymásqueunmurodesombrasquemeaprietan.PEREGRINA.—Ayernosabíasaúnqueestabasenamorada…ADELA.—¿Esestoelamor?PEREGRINA.—No,esoeselmiedodeperderlo.Elamoresloquesentíashasta
ahora sin saberlo. Ese travieso misterio que os llena la sangre de alfileres y lagargantadepájaros.
ADELA.—¿Por qué lo pintan feliz si duele tanto? ¿Usted lo ha sentido algunavez?
PEREGRINA.—Nunca.Perocasisiempreestamosjuntos.¡Ycómoosenvidioalasquepodéissentiresedolorqueseciñealacarnecomouncinturóndeclavos,peroqueningunaquisieraarrancarse!
ADELA.—Elmío es peor. Es como una quemadura en las raíces…, como ungritoenterradoquenoencuentrasalida.
www.lectulandia.com-Página57
PEREGRINA.—Quizá.Yodelamornoconozcomásquelaspalabrasquetienenalrededorynisiquieratodas.Séqueporlastardes,bajoloscastaños,tienedulceslasmanosyunavoz tranquila.Peroamí sólome tocaoír laspalabrasdesesperadasyúltimas.Lasquepiensan con los ojos fijos, lasmuchachas abandonadas cuando seasoman a los puentes de niebla…, las que se dicen dos bocas crispadas sobre lamismaalmohadacuandolahabitaciónempiezaallenarseconelolordelgas…Lasqueestabaspensandotúenvozaltahaceunmomento.
ADELA(Selevantaresuelta).—¿Porquénomedejóir?¡Todavíaestiempo!…PEREGRINA(Ladetiene).—¡Quieta!ADELA.—¡Eselúnicocaminoquemequeda!
(Se ve, lejano, el resplandorde la hoguera, y se oyen confusamente losgritosdelafiesta).
PEREGRINA.—No.El tuyono es ése.Mira: la noche está loca de hogueras ycanciones.YMartínteestáesperandoenelbaile.
ADELA.—¿Ymañana…?PEREGRINA.—Mañanatucaminoestarálibre.Tenfe,niña.Yoteprometoque
serásfeliz,yqueestanocheserálamáshermosaquehayamosvistolasdos.
(BajanlosniñosseguidosparelAbuelo).
PEREGRINA,ADELA,NIÑOSYABUELO
ANDRÉS.—¡Yahanencendidolahogueragrande,ytodoelpuebloestábailandoalrededor!
DORINA.—Vamos,Abuelo,quellegamostarde.FALÍN (Llegando juntoa laPeregrina, conuna coronade rosas y espigas).—
Toma.Lahiceyo.PEREGRINA.—¿Paramí?FALÍN.—Estanochetodaslasmujeresseadornanasí.DORINA.—¿Novienesalbaile?PEREGRINA.—Tengoqueseguircaminoalrayarelalba.Adelaosacompañará.
Ynosesepararádevosotrosniunmomento.(Mirándolaimperativa).¿Verdad…?ADELA(Bajalacabeza).—Sí.Adiós,señora…Ygracias.ANDRÉS.—¿Volveremosavertepronto?PEREGRINA.—No tengáis prisa. Antes tienen que madurar muchas espigas.
Adiós,pequeños…NIÑOS.—¡Adiós,Peregrina!
www.lectulandia.com-Página58
(SalenconAdela.ElAbuelosequedaunmomento).
ABUELO.—¿PorquétedabalasgraciasAdela?…¿Sabequiéneres?PEREGRINA.—Tardarámuchosañosensaberlo.ABUELO.—¿Noeraaellaaquienbuscabasestanoche?PEREGRINA.—Esocreíayotambién,peroyahevistoclaramiconfusión.ABUELO.—Entonces,¿porquétequedasaquí?¿Quéesperas?PEREGRINA.—Nopuedoregresarsola.Yatedijequeestanocheunamujerde
tucasa,coronadadeflores,serámicompañeraporelrío.Peronotemas:notendrásquellorarniunasolalágrimaquenohayaslloradoya.
ABUELO (La mira con sospecha).—No te creo. Son los niños lo que andasrondando,¡confiésalo!
PEREGRINA.—No tengas miedo, abuelo. Tus nietos tendrán nietos, Vete conellos.(Cogesubordónylodejaapoyadoenlajambadelapuerta).
ABUELO.—¿Quéhaces…?PEREGRINA.—Dejar el bordón en la puerta en señal de despedida. Cuando
vuelvasdelbaile,mimisiónhabrá terminado. (Conautoridad terminante).Yahoradéjame.Esmiúltimapalabradeestanoche.
(SaleelAbuelo.Pausa larga.LaPeregrina,a solasmiraconresbaladamelancolía lacoronaderosas.Al finsusojosseaniman;se laponeen loscabellos,tomaunespejodelcosturerodeAdelaysecontemplaconfemeninacuriosidad.Susonrisasedesvanece;dejacaerelespejo,sequitalasrosasycomienza a deshojarlas fríamente, con los ojos ausentes. Entre tanto seescuchanenelfoguerallascancionespopularesdeSanJuan).
VOZVIRIL.—
SeñorSanJuan:laflordelaespigayaquieregranar.¡Quévivaladanzaylosqueenellaestán!
CORO.—¡SeñorSanJuan…!
VOZFEMENINA.—
SeñorSanJuan:
www.lectulandia.com-Página59
conlaflordelaguatevengoacantar.¡Quevivaladanzaylosqueenellaestán!
CORO.—¡SeñorSanJuan…!
(Hayunnuevosilencio.LaPeregrinaestásentadadeespaldasalfondo,conloscodosenlasrodillasyelrostroenlasmanos.Porlapuertadelfondoaparece furtivamenteunamuchachade fatigadabelleza,ocultoamediaselrostroconelmantellín.Contemplalacasa.VealaPeregrinadeespaldasyda un paso medroso hacia ella. La Peregrina la llama en voz alta sinvolverse).
PEREGRINA.—¡Angélica!
PEREGRINAYANGÉLICA
ANGÉLICA (Retrocede desconcertada).—¿Quién le ha dicho mi nombre? (LaPeregrinaselevantaysevuelve).Yonolahevistonunca.
PEREGRINA.—Yo a ti tampoco. Pero sabía que vendrías, y no quise queencontrarassolatucasa.¿Tevioalguienllegar?
ANGÉLICA.—Nadie. Por eso esperé a la noche, para esconderme de todos.¿Dóndeestánmimadreymishermanos?
PEREGRINA.—Es mejor que tampoco ellos te vean. ¿Tendrías valor paramirarloscaraacara?¿Quépalabraspodríasdecirles?
ANGÉLICA.—No hacen falta palabras… Lloraré de rodillas y elloscomprenderán.
PEREGRINA.—¿Martíntambién?ANGÉLICA(Conmiedoinstintivo).—¿Estáélaquí?PEREGRINA.—Enlafiesta;bailandocontodosalrededordelfuego.ANGÉLICA.—Contodos,no…¡Mentira!Martínhabrápodidoolvidarme,pero
mimadreno.Estoyseguraqueellameesperaríatodoslosdíasdesuvidasincontarlashoras…(Llama).¡Madre!…¡Madre!…
PEREGRINA.—Esinútilquellames.Tehedichoqueestáenlafiesta.ANGÉLICA.—Necesito verla cuanto antes. Sé que ha de ser elmomentomás
terribledemividaynotengofuerzasparaesperarlomástiempo.PEREGRINA.—¿Quévienesabuscaraestacasa?…ANGÉLICA.—Loquefuemío.
www.lectulandia.com-Página60
PEREGRINA.—Nadieteloquitó.Loabandonastetúmisma.ANGÉLICA.—No pretendo encontrar un amor que es imposible ya; pero el
perdónsí.Opor lomenosun rincóndondemorirenpaz.Hepagadomiculpaconcuatroañosamargosquevalentodaunavida.
PEREGRINA.—La tuya ha cambiadomucho en ese tiempo. ¿No has pensadocuántopuedenhabercambiadolasotras?
ANGÉLICA.—Porencimadetodo,esmicasaymigente.¡Nopuedencerrarmelaúnicapuertaquemequeda!
PEREGRINA.—¿Tandesesperadavuelves?ANGÉLICA.—No podía más. He sufrido todo lo peor que puede sufrir una
mujer.Heconocidoelabandonoy lasoledad; laesperahumillanteen lasmesasdemármolylafatigatristedelasmadrugadassintecho.Mehevistorodardemanoenmano como unamoneda sucia. Sólo el orgullomemantenía de pie. Pero ya lo heperdidotambién.Estoyvencidaynomedavergüenzagritarlo.¡Yanosientomásqueelansiaanimaldedescansarenunrincóncaliente!…
PEREGRINA.—Muchotehadoblegadolavida.Cuandosehatenidoelvalorderenunciaratodoporunapasiónnosepuedevolverluego,cobardecomounperroconfrío,amendigarlasmigajasdetupropiamesa.¿CreesqueMartínpuedeabrirtelosbrazosotravez?
ANGÉLICA(Desesperada).—Despuésdeloquehesufrido¿quépuedehacermeyaMartín?¿Cruzarmelacaraalatigazos?…¡Mejor!…Porlomenosseríaundolorlimpio.¿Tirarmeelpanporelsuelo?¡Yolocomeréderodillas,bendiciéndoloporsersuyoydeestatierraenquenací!¡No!¡Nohabráfuerzahumanaquemearranquedeaquí!Estosmantelesloshebordadoyo…Esosgeraniosdelaventanalosheplantadoyo…¡Estoyenmicasal…Mía…,mía…,¡mía!….
(Sollozaconvulsasobrelamesa,besandodesesperadamentelosmanteles.Pausa.Vuelveaoírselacanciónsanjuanera).
VOZVIRIL.—
SeñorSanJuan…yalasestrellasperdiéndosevan.¡Quévivaladanzaylosqueenellaestán!
CORO.—SeñorSanJuan…
(La Peregrina se le acerca piadosamente pasando la mano sobre sus
www.lectulandia.com-Página61
cabellos.Vozíntima).
PEREGRINA.—Dime,Angélica, ¿en esos días negros de allá, no has pensadonuncaquepudierahaberotrocamino?
ANGÉLICA (Acodada a la mesa, sin volverse).—Todos estaban cerrados paramí.Lasciudadessondemasiadograndes,yallínadieconoceanadie.
PEREGRINA.—Undulcecaminodesilencioquepudierashacertetúsola…ANGÉLICA.—No tenía fuerza para nada. (Reconcentrada). Y sin embargo la
nochequeélmeabandono…PEREGRINA (Con voz de profunda sugestión, como si siguiera en voz alta el
pensamientodeAngélica).—Aquella noche pensaste quemás allá, al otro lado delmiedo,estáelpaísdelúltimoperdón,conunfríoblancoytranquilo;dondehayunasonrisadepazpara todos los labios,unaserenidadinfinitapara todos losojos…¡ydondeestanhermosodormir,siemprequieta,sindolorysinfin!
ANGÉLICA (Se vuelve mirándola con miedo).—¿Quién eres tú que me estásleyendopordentro?
PEREGRINA.—Unabuenaamiga.Laúnicaquetequedaya.ANGÉLICA (Retrocede instintivamente).—Yo no te he pedido amistad ni
consejo.Déjame.¡Nomemiresasí!PEREGRINA.—¿Prefieresquetumadreytushermanossepanlaverdad?ANGÉLICA.—¿Nolasabenya?PEREGRINA.—No.Ellos te imaginanmáspuraquenunca.Perodormidaenel
fondodelrío.ANGÉLICA.—Noesposible.Martínmesiguióhastalaorilla.Escondidosenel
castañarlevimospasaragalope,conlaescopetaalhombroylamuerteenlosojos.PEREGRINA.—Perosupodominarseycallar.ANGÉLICA.—¿Porqué?PEREGRINA.—Porti.Porquetequeríaaún,yaquelsilencioeraelúnicoregalo
deamorquepodíahacerte.ANGÉLICA.—¿Martínhahechoeso…pormí…?(Aferrándosealaesperanza).
;Peroentonces,mequiere…¡Mequieretodavía!…PEREGRINA.—Ahora ya es tarde. Tu sitio está ocupado. ¿No sientes otra
presenciademujerenlacasa?…ANGÉLICA.—¡Nomerobarásinluchaloqueesmío!¿Dóndeestáesamujer?PEREGRINA.—Es inútil que trates de luchar con ella; estás vencida de
antemano.Tusillaenlamesa,tupuestojuntoalfuegoyelamordelostuyos,todolohasperdido.
ANGÉLICA.—¡Puedorecobrarlo!PEREGRINA.—Demasiado tarde. Tu madre tiene ya otra hija. Tus hermanos
www.lectulandia.com-Página62
tienenotrahermana.ANGÉLICA.—¡Mientes!PEREGRINA(Señalandoelcosturero).—¿Conocesesalabor?ANGÉLICA.—Eslamía.Yoladejéempezada.PEREGRINA.—Peroahoratienehilosnuevos.Alguienlaestáterminandoporti.
Asómateaesapuerta.¿Vesalgoalresplandordelahoguera?…
(Angélicavaalumbraldelfondo.LaPeregrina,no).
ANGÉLICA.—Veoalpuebloentero,bailandoconlasmanostrenzadas.PEREGRINA.—¿DistinguesaMartín?ANGÉLICA.—Ahorapasafrentealallama.PEREGRINA.—¿Ya lamuchachaquebailaconél?Si lavierasdecercahasta
podríasreconocertuvestidoyelpañueloquellevaalcuello.ANGÉLICA.—Aellanolaconozco.Noesdeaquí.PEREGRINA.—Prontoloserá.ANGÉLICA(VolviéndosealaPeregrina).—No…Esdemasiadocruel.Nopuede
ser queme lo hayan robado todo.Algo tiene que quedar paramí. ¿Puede alguienquitarmeamimadre?
PEREGRINA.—Ellayanotenecesita.Tieneturecuerdo,quevalemásquetú.ANGÉLICA.—¿Ymishermanos…?Laprimerapalabraqueaprendióelmenor
fueminombre.Todavíaloveodormidoenmisbrazos,conaquellasonrisapequeñaquelerezumbaenloslabioscomolagotademielenloshigosmaduros.
PEREGRINA.—Paratushermanosyanoeresmásqueunapalabra.¿Creesqueteconocerían siquiera? Cuatro años sonmucho en la vida de un niño. (Se le acercaíntima).Piénsalo,Angélica.Unavezdestrozastetucasaalirte.¿Quieresdestrozarlaotravezalvolver?
ANGÉLICA(Vencida).—¿Adóndepuedoirsino?…PEREGRINA.—Asalvarvalientementeloúnicoquetequeda:elrecuerdo.ANGÉLICA.—¿Paraquésiesunaimagenfalsa?PEREGRINA.—¿Qué importa,sieshermosa?Labellezaes laotra formade la
verdad.ANGÉLICA.—¿Cómopuedosalvarla?PEREGRINA.—Yo te enseñaré el camino. Ven conmigo, y mañana el pueblo
tendrásuleyenda.(Latomadelamano).¿Vamos?…ANGÉLICA.—Suelta…Hayalgoentiquemedamiedo.PEREGRINA.—¿Todavía? Mírame bien. ¿Cómo me ves ahora?… (Queda
inmóvilconlasmanoscruzadas).ANGÉLICA (La contempla fascinada).—Como un gran sueno sin párpados…
www.lectulandia.com-Página63
Perocadavezmáshermosa…PEREGRINA.—¡Todo el secreto está ahí! Primero, vivir apasionadamente, y
despuésmorirconbelleza.(Leponelacoronaderosasenloscabellos).Así…,comosifuerasaunanuevaboda.Ánimo,Angélica…Unmomentodevalor,yturecuerdoquedaráplantadoenlaaldeacomounroblellenodenidos.¿Vamos?
ANGÉLICA(Cierralosojos).—Vamos.(Vacilaalandar).PEREGRINA.—¿Tienesmiedoaún?ANGÉLICA.—Yano…Sonlasrodillasquesemedoblansinquerer.PEREGRINA (Con una ternura infinita).—Apóyate enmi.Y prepara tumejor
sonrisaparaelviaje.(Latomasuavementedelacintura).Yopasarétubarcaalaotraorilla…
(Saleconella.Fueracomienzaaapagarseelresplandordelahoguerayseescuchalaúltimacanción).
VOZVIRIL.—
SeñorSanJuan…enlafoguerayanohayquéquemar.¡Quevivaladanzaylosqueenellaestán!
CORO.—SeñorSanJuan…
(Vuelveaoírselagaita,gritosalegresyrumordegentequellega.Entracorriendo la Sanjuanera 1ª perseguida por las otras y los mozos. Detrás,AdelayMartin).
ADELA,MARTÍN,MOZOS
SANJUANERA1ª.—No,suelta…Yoloviprimero.SANJUANERA2ª.—Tírameloamí.SANJUANERA3ª.—Amíquenotengonovio.SANJUANERA1ª.—Esmío.Yoloencontréenlaorilla.ADELA.—¿Quéesloqueencontraste?SANJUANERA1ª.—¡Eltréboldecuatrohojas!MOZO3º.—Peroa tino tesirve.Lasuertenoesparaelque loencuentrasino
paraelquelorecibe.SANJUANERA2ª.—¡Cierralosojosytíraloalaire!
www.lectulandia.com-Página64
SANJUANERA1ª.—Tómalotú,Adela.Entuhuertoestaba.ADELA.(Recibiéndoloeneldelantal).—Gracias.MARTÍN(aSanjuanera1ª).—Muchoterondalasuerteesteaño.Enlafuente,la
flordelagua,yenelmaízlapanoyaroja.
(LleganlaMadreyTelva.DespuéselAbueloconlosniños).
DICHOS,MADRE,TELVA,ABUELO.AlfinalQUICO
MADRE.—¿Qué,yaoscansasteisdelbaile?TELVA.—Aunqueseapaguelahoguera,elrescoldoquedahastaelamanecer.SANJUANERA1ª.—Yosinodescansounpoconopuedomás.(Sesienta).TELVA.—Bah,sangredemalvavisco.Parecequesevanacomerelmundo,pero
cuandorepicaelpandero,nilesdadesíelalientonisabensacudircaderaymandilal"sondearriba".¡Aydemistiempos!
ADELA.—¿Vaaacostarse,madre?Laacompaño.MADRE.—No te preocupes por mí; sé estar sola. Vuelve al baile con ella,
Martín.Ytú,Telva,atiendealosmozossiquierenbeber.Paralasmujeresquedaenlaalacenaaguardientedeguindas.(Comienzaasubirlaescalera).
MARTÍN.—¿Dequiénesestebordónquehayenlapuerta?ABUELO(DeteniendoaAdelaquevaasalirconMartín).—Espera.¿Novieron
anadieaquí,alentrar?ADELA.—Anadie.¿Porqué?ABUELO.—Nosé.Seráverdadqueeslanochemáscortadelaño,peroyonunca
tuvetantaansiadeversalirelsol.TELVA.—Pocovaatardar.Yaestáempezandoarayarelalba.
(SeoyefueralavozdeQuicogritando).
QUICO.—¡Ama…!¡Ama…!
(Todossevuelvensobresaltados.LlegaQuico.Hablaconun temblardeemoción desde el umbral. Detrás van apareciendo hombres ymujeres, confarolesyantorchas,quesequedanalfondoenrespetuososilencio).
QUICO.—¡Mi ama…! Al fin se cumplió lo que esperaba. ¡Han encontrado aAngélicaenelremanso!
MARTÍN.—¿Quéestásdiciendo?...
www.lectulandia.com-Página65
QUICO.—Nadiequeríacreerlo,perotodoslohanvisto.MADRE(Corriendohaciaél,iluminada).—¿Lahasvistotú?¡Habla!QUICO.—Ahítelatraen,máshermosaquenunca…Respetadaporcuatroaños
deagua,coronadaderosas.¡Yconunasonrisabuena,comosiacabarademorir!VOCES.—¡Milagro!…¡Milagro!…
(Lasmujerescaenderodillas.Loshombressedescubren).
MADRE (Besando el suelo).—¡Dios tenía que escucharme! ¡Por fin la tierravuelve a la tierra!… (Levanta los brazos). ¡Mi Angélica querida!… ¡Mi Angélicasanta!…
MUJERES (Cubriéndose la cabeza con el manto y golpeándose el pecho).—¡Santa!…¡Santa!…¡Santa!…
(Los hombres descubiertos y las mujeres arrodilladas inmóviles, comofigurasderetablo.Seoyen,lejanasysumergidas,lascampanasdeSanJuan.Precediendo al cortejo, la Peregrina contempla el cuadro con una sonrisadulcementefríaytomasubordónparaseguirviaje.Entranenelumbrallospiesdelasangarillascubiertasconramasverdes.LaMadre,conlosbrazostendidos,lanzaungritodesgarradodedolorydejúbilo).
MADRE.—¡Hija!…
(Lascampanassubenaunclamordealeluya).
FIN
www.lectulandia.com-Página66
top related