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MIRANDOEL CUMPLIMIENTODE LAS PROFECÍAS
Miércoles, 21 de Enero de 2009Chicago, Estados Unidos
Rev. William Soto Santiago, Ph.D.
LA BIENAVENTURANZADE LAS COSAS
QUE SUCEDERÁNPRONTO
Martes, 18 de agosto de 2009
Pachuca, Hidalgo, México
Rev. William Soto Santiago, Ph.D.
NOTA AL LECTOREs nuestra intención hacer una transcripción fiel y exacta deeste Mensaje, tal como fue predicado; por lo tanto cualquiererror en este escrito es estrictamente error de audición,transcripción e impresión; y no debe interpretarse como erroresdel Mensaje.El texto contenido en esta Conferencia, puede ser verificadocon las grabaciones del audio o del video.Este folleto debe ser usado solamente para propósitospersonales de estudio, hasta que sea publicado formalmente.
NOTA AL LECTOREs nuestra intención hacer una transcripción fiel y exactade este Mensaje, tal como fue predicado; por lo tantocualquier error en este escrito es estrictamente error deaudición, transcripción e impresión; y no debeinterpretarse como errores del Mensaje.El texto contenido en esta Conferencia, puede serverificado con las grabaciones del audio o del video.Este folleto debe ser usado solamente para propósitospersonales de estudio, hasta que sea publicadoformalmente.
NOTA AL LECTOREs nuestra intención hacer una transcripción fiel y exactade este Mensaje, tal como fue predicado; por lo tantocualquier error en este escrito es estrictamente error deaudición, transcripción e impresión; y no debeinterpretarse como errores del Mensaje.El texto contenido en esta Conferencia, puede serverificado con las grabaciones del audio o del video.Este folleto debe ser usado solamente para propósitospersonales de estudio, hasta que sea publicadoformalmente.
NOTAS
NOTA AL LECTOREs nuestra intención hacer una transcripción fiel y exactade este Mensaje, tal como fue predicado; por lo tantocualquier error en este escrito es estrictamente error deaudición, transcripción e impresión; y no debeinterpretarse como errores del Mensaje.El texto contenido en esta Conferencia, puede serverificado con las grabaciones del audio o del video.Este folleto debe ser usado solamente para propósitospersonales de estudio, hasta que sea publicadoformalmente.
NOTA AL LECTOREs nuestra intención hacer una transcripción fiel y exactade este Mensaje, tal como fue predicado; por lo tantocualquier error en este escrito es estrictamente error deaudición, transcripción e impresión; y no debeinterpretarse como errores del Mensaje.El texto contenido en esta Conferencia, puede serverificado con las grabaciones del audio o del video.Este folleto debe ser usado solamente para propósitospersonales de estudio, hasta que sea publicadoformalmente.
NOTASLA BIENAVENTURANZA DE CREER
EN LAS COSAS QUE SUCEDERÁN PRONTO
Rev. William Soto Santiago, Ph.D.
Martes, 18 de agosto de 2009
Pachuca, Hidalgo, México
Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes
y todos los que están a través del satélite Amazonas o de
internet en diferentes naciones. Que las bendiciones de
Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes.Para esta ocasión leemos en el libro del Apocalipsis,
capítulo 1, versos 1 al 3, que nos dice de la siguiente manera:
“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para
manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto;
y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo
Juan,
que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del
testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de
esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el
tiempo está cerca.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos
permita entenderla.En este pasaje nos dice que son bienaventurados los que
leen y los que oyen las palabras de esta profecía; esta profecía
que es enviada al pueblo de Dios por medio del Ángel del
Señor Jesucristo.
Ahora, vean lo que nos dice en el capítulo 13, verso 20 de
San Juan:
“De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo
enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.4
me envió.”
Y si el que recibe al que Cristo envía está recibiendo a
Cristo, porque Cristo en Espíritu Santo viene en el que Él
envía, siendo que este Ángel del Señor Jesucristo, dice el
mismo Cristo que es Su enviado, dice que la revelación de
Jesucristo que Dios le dio para manifestar a Sus siervos las
cosas que deben suceder pronto, dice:
“Y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo
Juan.”
El enviado de Jesucristo con la revelación de Jesucristo es
el Ángel del Señor Jesucristo; por eso en Apocalipsis, capítulo
22, verso 6, dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el
Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su
ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder
pronto.”
Y ahora, aquí nos dice que el Señor, el Dios de los espíritus
de los profetas ha enviado a Su Ángel, ¿para qué? Para
mostrar a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto. O
sea, que Dios por medio de este Ángel mensajero le muestra
a los siervos de Dios las cosas que deben suceder pronto; ese
es el enviado de Dios para mostrar todas estas cosas que
deben suceder pronto. Y en Apocalipsis, capítulo 22, verso 16
dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de
estas cosas en las iglesias.”
Este Ángel es el enviado de Jesucristo para dar testimonio
de estas cosas en las Iglesias, y en el tiempo de Juan el apóstol
este Ángel siendo enviado a Juan, le está dando a conocer
todas estas cosas que han de suceder pronto, se las está dando
a conocer en estas visiones que le mostró a Juan el apóstol.
Por lo tanto, siendo que le está dando a conocer las cosas
que han de suceder, es un profeta, el cual está revelando a
LA BIENAVENTURANZA DE CREER EN LAS COSAS . . . 29
Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo
nacimiento. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.Y ahora, bien pueden ser bautizados, para lo cual dejo al
ministro correspondiente aquí presente, y en cada nación al
ministro correspondiente para que les indique hacia dónde
dirigirse para colocarse las ropas bautismales y ser bautizados
en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.
Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y
produzca en ustedes el nuevo nacimiento; y nos
continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso
Reino de nuestro amado Señor Jesucristo.Continúen pasando todos una noche feliz, llena de las
bendiciones de Cristo nuestro Salvador.
“LA BIENAVENTURANZA DE CREER EN LAS
COSAS QUE SUCEDERÁN PRONTO.”
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.28
Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros
pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado,
porque ustedes escucharon Su Evangelio, el Evangelio de
Cristo, nació la fe de Cristo en vuestra alma y lo han recibido
como vuestro único y suficiente Salvador. Él dijo:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado.”
Y ustedes me dirán: “Yo escuché el Evangelio de Cristo,
creí y ahora deseo ser bautizado en agua en Su Nombre.
¿Cuándo me pueden bautizar?” Es la pregunta de ustedes. Por
cuanto ustedes han creído en Cristo de todo corazón, bien
pueden ser bautizados. Y que Cristo les bautice con Espíritu
Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.El bautismo en agua no quita los pecados, es la Sangre de
Cristo la que nos limpia de todo pecado, pero el bautismo en
agua es un mandamiento del Señor Jesucristo, el mismo Cristo
fue bautizado por Juan el Bautista; cuando Juan no lo quería
bautizar, Cristo le dice: “Nos conviene cumplir toda justicia.”
y entonces Juan lo bautizó allá en el Río Jordán.
Si Cristo necesitaba ser bautizado, cuánto más nosotros. En
el bautismo en agua nos identificamos con Cristo en Su
muerte, sepultura y resurrección. Cuando la persona recibe a
Cristo como Salvador, muere al mundo; y cuando el ministro
lo sumerge en las aguas bautismales, tipológicamente está
siendo sepultado; y cuando lo levanta de las aguas
bautismales, está resucitando a una nueva vida: a la Vida
eterna con Cristo en Su Reino eterno. Tan simple como eso es
el bautismo en agua para una buena conciencia delante de
Dios.
Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua en el
Nombre del Señor Jesucristo. Y que Cristo les bautice con
LA BIENAVENTURANZA DE CREER EN LAS COSAS . . . 5
Juan las cosas que han de suceder. Por eso es que el reverendo
William Branham dice que ese Ángel es un profeta, está
dando la profecía de todas las cosas que han de suceder.
Es un profeta que en el tiempo de Juan estaba en Su cuerpo
angelical, es un cuerpo de profeta angelical llamado también
un espíritu de profeta, porque los espíritus de los profetas son
los cuerpos angelicales que ellos tienen de otra dimensión.
Podemos ver al profeta Moisés y al profeta Elías
apareciendo con Jesús en el Monte de la Transfiguración en
sus cuerpos angelicales, en sus cuerpos teofánicos; podemos
ver a través de la historia bíblica personajes que aparecieron
en sus cuerpos angelicales como el Ángel de Dios o Ángel de
Jehová que le apareció a Moisés en una llama de fuego, habló
con él y le dijo: “Yo Soy el Dios de tu padre, el Dios de
Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob,” y le pregunta
Moisés cuál es Su Nombre, porque le dice al Ángel cuando el
Ángel le dice que vaya a Egipto para la liberación, para que
liberte a Su pueblo Israel, y que Él estará con él, con Moisés.
Moisés le pregunta, le dice: “Y si ellos me preguntan cuál
es Su Nombre, ¿qué yo les voy a responder a ellos, a los
hebreos?” Y entonces Dios le dijo: “Yo Soy el que soy, y
dirás: Yo Soy me envió a vosotros.”
Es la primera ocasión en que Dios se revela a un hombre
con Su Nombre eterno, que es traducido en muchas Biblias,
muchas traducciones como Jehová, en otras como Yavé o
Yawé, son cuatro consonantes: Y H W H. Moisés escuchó la
pronunciación, y vino a ser Moisés la primera persona, el
primer profeta al cual Dios se reveló con Su Nombre Y H W
H, pues eso lo dice en el Éxodo, capítulo 6. Dice, verso 1 en
adelante:
“Jehová respondió a Moisés: Ahora verás lo que yo haré
a Faraón; porque con mano fuerte los dejará ir, y con mano
fuerte los echará de su tierra.
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.6
Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy JEHOVÁ
Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios
Omnipotente, mas en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer
a ellos.”
Y ahora, no se dio a conocer ni Abraham, ni a Isaac, ni a
Jacob con el Nombre Y H W H, que ha sido traducido en
algunas versiones bíblicas como Jehová. Por lo tanto, Moisés
tiene el privilegio de ser la primera persona, el primer profeta
al cual Dios se revela con Su Nombre eterno, pues vean aquí,
en el capítulo 3 del Éxodo, verso 13 al 16, dice:
“Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de
Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado
a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?,
¿qué les responderé?
Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo:
Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.
Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel:
Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios
de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es
mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos
los siglos.”
Y ahora, Moisés es la primera persona que obtiene la
revelación del Nombre perpetuo o eterno de Dios, ¿y dónde
estaba ese Nombre de Dios? Pues está Dios hablando por
medio de Su Ángel, el Ángel del Pacto, que es Cristo en Su
cuerpo angelical, que es el cuerpo angelical o teofánico de
Dios a través del cual se manifestaba, se revelaba, le hablaba
a los profetas.
Y ahora, vean lo que Dios dice acerca de Su Ángel, o sea,
de Su cuerpo angelical. Dice capítulo 23, verso 20 en adelante
del Éxodo:
“He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te
guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he
LA BIENAVENTURANZA DE CREER EN LAS COSAS . . . 27
Pies del Rey de los Cielos y de la Tierra.
Cristo dijo: “El que se avergonzare de mí, yo me
avergonzaré de él delante de mi Padre que está en los Cielos;
y el que me confesare delante de los hombres, yo le confesaré
delante de mi Padre que está en los Cielos.”
Todos queremos que Él nos confiese delante de Dios, no
queremos que Él nos niegue delante de Dios. Todos queremos
entrar al Reino eterno de Dios, todos queremos vivir
eternamente, y todos tenemos la misma oportunidad de
obtener la Vida eterna por medio de Cristo nuestro Salvador.
Con nuestras manos levantadas a Cristo, al Cielo, y
nuestros ojos cerrados, los que han venido a los Pies de Cristo
repitan conmigo esta oración; los que están en otras naciones
también.
Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelioy nació Tu fe en mi alma, en mi corazón; creo en Tuprimera Venida, creo en Tu muerte en la Cruz del Calvariocomo el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados, creoen Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo dado alos hombres en que podemos ser salvos.
Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, doytestimonio público mi su fe en Ti y Te recibo como mi únicoy suficiente Salvador. Te ruego perdones mis pecados y conTu Sangre me limpies de todo pecado y me bautices conEspíritu Santo y Fuego luego que yo sea bautizado en aguaen Tu Nombre, y sea producido en mí el nuevo nacimiento.
Señor, sálvame, Te lo ruego en Tu Nombre eterno yglorioso, Señor Jesucristo. Amén.
Y con nuestras manos levantadas al Cielo, todos decimos:
¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado!
¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado!
¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado!
Amén.
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.26
ha pasado de muerte a vida.” Por lo tanto, todos los que
queremos vivir eternamente ya sabemos cuál es la fórmula de
la Vida eterna: es Jesucristo; recibiéndolo como nuestro único
y suficiente Salvador en nuestra alma, en nuestro corazón,
obtenemos la Vida eterna.
Por lo tanto, todos los que todavía no han recibido a Cristo,
pueden continuar pasando para recibir a Cristo como único y
suficiente Salvador para que Él perdone nuestros pecados, nos
limpie con Su Sangre de todo pecado, seamos bautizados en
agua en Su Nombre y Cristo nos bautice con Espíritu Santo y
Fuego y produzca en nosotros el nuevo nacimiento, y así
obtengamos la Vida eterna, nazcamos a la Vida eterna en el
Reino eterno de Cristo nuestro Salvador.
Recuerden que Cristo dijo a Nicodemo: “De cierto, de
cierto te digo, que el que no nazca del Agua y del Espíritu, no
puede entrar al Reino de Dios,” así como para entrar a este
reino terrenal tuvimos que nacer; y para entrar al Reino de
Dios tenemos que nacer de nuevo, nacer del Agua y del
Espíritu, o sea, nacer del Evangelio de Cristo y del Espíritu
Santo. Ahí está la fórmula de la Vida eterna.
Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que
han venido a los Pies de Cristo nuestro Salvador. Los niños de
diez años en adelante también pueden venir a los Pies de
Cristo, pues Cristo tiene lugar en Su Reino para los niños
también. Él dijo: “Dejad a los niños venir a mí y no se lo
impidáis, porque de los tales es el Reino de los Cielos.”
Si falta alguno por venir a los Pies de Cristo, puede venir
para que quede incluido en la oración que estaremos haciendo
por todos los que están viniendo a los Pies de Cristo.
Hay algunas personas que son tímidas, y les da timidez o
vergüenza venir a los Pies de Cristo, pero Cristo es la persona
más importante de los Cielos y de la Tierra, más bien es un
privilegio, una honra venir a los Pies de Cristo, venir a los
LA BIENAVENTURANZA DE CREER EN LAS COSAS . . . 7
preparado.
Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde;
porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre
está en él.”
¿Dónde estaba el Nombre de Dios? En Su Ángel. Por lo
tanto, la revelación del Nombre de Dios tiene que venir por
medio del Ángel al profeta Moisés; y así fue como vino.
Podemos ver que este Ángel luego en Malaquías, capítulo
3, dice la Escritura que va a venir. Ha estado en medio del
pueblo de Dios, en medio de la raza humana desde el Génesis,
desde Adán; todo el tiempo ha estado en medio de la raza
humana, esa es la forma en que Dios ha estado en medio de la
raza humana.
Y ahora, en Malaquías, capítulo 3 está prometido que ese
Ángel del Pacto ha de venir, y ya sabemos que es Cristo en Su
cuerpo angelical, el Verbo que era con Dios y era Dios por
medio del cual Dios creó todas las cosas; y no hay nada de lo
creado que no haya sido creado por el Verbo que era con Dios
y era Dios, o sea, por medio del Ángel del Pacto.
Dios en Su cuerpo angelical habló a existencia todas las
cosas y vinieron a existencia, tanto en el mundo invisible o
espiritual primero, y después en el mundo físico han estado
viniendo a existencia. Por eso es que la Escritura nos dice que
ese Ángel vendría a esta Tierra, vean, dice aquí:
“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el
camino delante de mí.” (Malaquías, capítulo 3, verso 1).
Dice que vendrá Su mensajero delante de Él, ¿para qué?
Para preparar el camino, y después vendrá súbitamente
¿quién?... El mensajero fue Juan el Bautista, y después,
¿vendrá quién?
“Y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien
vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis
vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.8
Y ahora, vendrá el Señor y vendrá el Ángel del Pacto;
vendrá el Padre, el Dios eterno, y vendrá el Ángel del Pacto,
que es el cuerpo angelical de Dios. O sea, que Dios vendrá en
y con Su cuerpo angelical ¿a dónde? A Su templo humano que
es Jesús. Por eso cuando Juan bautizó a Jesús, vino el Espíritu
Santo sobre Jesús, y permaneció sobre Él y la Voz del Padre
dijo: “Éste es mi Hijo amado.”
Y ahora, encontramos a través de la historia bíblica del
ministerio de Jesús, que Jesús decía que no hacía nada de sí
mismo, sino que el Padre que moraba en Él, era el que hacía
las obras.
¿Dónde estaba el Padre haciendo las obras? En Jesucristo,
porque el Señor, el Padre vendría, y el Ángel del Pacto, que es
el cuerpo angelical de Dios, la imagen del Dios viviente,
Cristo en Su cuerpo angelical. Por eso Cristo podía decir allá
en San Juan, capítulo 8, versos 56 al 58:
“Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi
día; y lo vio, y se gozó.
Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta
años, ¿y has visto a Abraham?
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que
Abraham fuese, yo soy.”
Y entonces tomaron piedras para apedrearlo porque
creyeron que estaba blasfemando, pero no: estaba diciendo la
verdad. Era una revelación tan grande que no la podían
digerir, no la podían comprender, ¿cómo un hombre que había
nacido en Belén de Judá, que había nacido en medio del
pueblo hebreo y que no tenía todavía cincuenta años, podía
decir que Abraham había visto su día y que se había gozado,
y luego que era antes que Abraham, cuando sabían que no
tenía ni cincuenta años? Pues Su cuerpo físico no tenía
cincuenta años, pero Su cuerpo angelical sí.
Antes de todas las cosas era Cristo, eso lo dice también en
LA BIENAVENTURANZA DE CREER EN LAS COSAS . . . 25
presente en el lugar en donde usted se encuentra escuchando
el Evangelio de Cristo, y Él dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz y
yo las conozco y me siguen, y yo les doy Vida eterna.”
Es para darle Vida eterna que Cristo llama esas ovejas que
el Padre le dio, esas almas de Dios que han estado perdidas;
pero Cristo vino, el Hijo del Hombre, para buscar y salvar lo
que se había perdido, dice en San Lucas, capítulo 19, verso 10
y en San Mateo, capítulo 18, versos 11 al 14, y dice: “Porque
no es la voluntad de vuestro Padre que está en los Cielos que
se pierda uno de estos pequeños.” No es la voluntad de Dios
que nos perdamos, la voluntad de Dios es que seamos salvos
y vivamos eternamente con Cristo en Su Reino, y todos
queremos vivir eternamente.
Muchas veces hay personas que desean vivir eternamente
y desearían conseguir la fórmula para vivir eternamente,
algunos piensan si hay algún árbol o alguna planta o alguna
fruta que uno pueda comer o tomar en un té y vivir
eternamente, conseguir la juventud, lo haría la persona, haría
lo que sea.
Pero es más sencillo, el Árbol de la Vida es Cristo, Cristo
dijo: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida; y nadie viene al
Padre, sino por mí.” Él es la Vida eterna, Él es la resurrección
y Él es el que ha dicho: “Mis ovejas oyen mi voz y me siguen,
y yo las conozco y yo les doy Vida eterna;” es que el único
que nos puede dar Vida eterna es Jesucristo, el que tiene al
Hijo, tiene la vida (la Vida eterna); el que no tiene a Cristo, el
Hijo de Dios, no tiene la vida.
Por lo tanto, la buena noticia es que todos los que creemos
en Cristo, tenemos a Cristo, tenemos Vida eterna. ¿Vieron lo
sencillo que es recibir la Vida eterna? Recibiendo a Jesucristo
como único y suficiente Salvador.
Cristo mismo dijo: “El que oye mis palabras y cree al que
me envió, tiene Vida eterna; y no vendrá a condenación, mas
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.24
escuchando la Voz de Cristo hablándonos el mensaje del
Evangelio del Reino por medio de Su Ángel mensajero.
Tan simple como eso será el cumplimiento de esas
promesas divinas, y entonces los escogidos tendrán la
bienaventuranza de conocer las cosas que han de suceder
pronto.
Ha sido para mí una bendición y privilegio grande estar con
ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de las cosas que
han de suceder pronto, y de la bienaventuranza de conocer
todas estas cosas que han de suceder.
Si alguna persona todavía no ha recibido a Cristo como
Salvador, lo puede hacer en estos momentos y estaremos
orando por usted. Por lo tanto, pueden pasar acá al frente para
orar por ustedes para que Cristo les reciba en Su Reino.
Y los que están en otras naciones y no han recibido a Cristo
como Salvador, lo pueden hacer en estos momentos y
estaremos orando también por ustedes; pueden pasar al frente
donde ustedes se encuentran en otras naciones, en los
auditorios e Iglesias donde se encuentran, para que queden
incluidos en esta oración que estaremos haciendo.
Y los que están aquí presentes pueden continuar viniendo
a los Pies de Cristo, los que todavía no lo han hecho para que
Cristo les reciba en Su Reino. Cristo tiene mucho pueblo en
esta ciudad y en toda la República Mexicana y en todas las
naciones, y los está llamando en este tiempo final. Si oyes hoy
Su Voz, no endurezcas tu corazón, Él te está llamando porque
tu nombre está escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida, y
por consiguiente tú eres una oveja del Señor, y Él dijo:
“También tengo otras ovejas que no son de este redil;
aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un
rebaño, y un pastor.”
Por eso usted está escuchando la Voz del Señor, el
Evangelio de Cristo, y por esa causa usted está en esta ocasión
LA BIENAVENTURANZA DE CREER EN LAS COSAS . . . 9
San Juan, capítulo 1, verso 1 en adelante, dice:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el
Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.”
Es que el Verbo, es el Ángel del Pacto, el cuerpo angelical
de Dios, Él es la imagen del Dios viviente. La imagen es el
cuerpo angelical, y la semejanza física es el cuerpo de carne
llamado Jesús. Por eso cuando dice la Escritura que Dios hizo
al ser humano, al hombre: Adán, a Su imagen y semejanza,
primero le hizo el cuerpo angelical que es la imagen, y
después le hizo el cuerpo físico que es la semejanza física.
Ahora vean, hablando de Cristo dice capítulo 1, verso 15 en
adelante de Colosenses:
“El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda
creación.
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en
los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean
tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades;
todo fue creado por medio de él y para él.”
¿Ven? Por medio de Él fueron creadas todas las cosas, o
sea, que Dios por medio de Cristo en Su cuerpo angelical creó
todas las cosas, por medio de Él habló a existencia todas las
cosas:
“Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él
subsisten; 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él
que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para
que en todo tenga la preeminencia;
por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda
plenitud.”
En Jesús, en Cristo, habitó la plenitud de Dios, era la
plenitud de Dios manifestada en medio de la raza humana:
Padre, Hijo y Espíritu Santo manifestado en medio del pueblo
hebreo, la plenitud de la divinidad:
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.10
“Y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así
las que están en la tierra como las que están en los cielos,
haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.”
Así que podemos ver quién es nuestro amado Señor
Jesucristo, es nada menos que el Verbo que era con Dios y era
Dios, el Ángel del Pacto en quien Dios estaba, está y estará
eternamente. El cuerpo de carne llamado Jesús, es la
semejanza física de Dios, es el cuerpo físico de Dios; y el
Ángel del Pacto en donde está el Nombre de Dios, es la
imagen de Dios.
Por lo tanto, podemos ver ahí Padre, Hijo y Espíritu Santo,
podemos ver ahí una trinidad en Dios: Padre, Hijo y Espíritu
Santo.
Y ahora, lo mismo vemos en el ser humano: alma, espíritu
y cuerpo, el ser humano es trino porque Dios es trino. Por lo
tanto, vendría a Su templo humano el Señor, el Ángel del
Pacto, y por eso habitó la plenitud de Dios en el velo de carne
llamado Jesús, es la persona más importante que ha pisado
este planeta Tierra. En esa forma fue que Dios se proveyó un
Sacrificio por el pecado para y en favor del ser humano.
Y ahora, sabemos que por medio del Ángel del Pacto, que
es Cristo en Su cuerpo angelical, Dios se revelaba en el
Antiguo Testamento, y llegó el tiempo en que se hizo carne y
habitó en medio de la raza humana, tuvo Su ministerio en la
Tierra, llevó a cabo la Obra de Redención en la Cruz del
Calvario; murió, fue sepultado, resucitó glorificado al tercer
día y luego subió al Cielo, se presentó, presentó Su Sangre, la
Sangre del Sacrificio de Expiación por el pecado, fue aceptado
ese Sacrificio por Dios en el Templo celestial, y estuvo luego
con Sus discípulos por cuarenta días y luego ascendió al
Cielo. Ascendió, subió al Cielo, y ha estado allá en el Templo
de Dios como Sumo Sacerdote haciendo intercesión con Su
Sangre por todos aquellos escritos en el Cielo, en el Libro de
LA BIENAVENTURANZA DE CREER EN LAS COSAS . . . 23
la séptima etapa de la Iglesia gentil en donde estará el séptimo
ángel mensajero, precursor de la Venida del Señor. Después
de ese mensajero séptimo y después de esa edad séptima,
vendrá la Edad de la Piedra Angular donde estará el Ángel del
Señor Jesucristo en carne humana, a través del cual Dios en
Espíritu Santo estará dándonos a conocer todas estas cosas
que deben suceder pronto en este tiempo final.
Tan simple como eso será manifestación de Dios en
Espíritu Santo por medio del Ángel del Señor Jesucristo, y eso
será Cristo en Espíritu Santo en Su Ángel mensajero,
revelándonos todas estas cosas que deben suceder pronto, y
serán bienaventurados todos los que estarán haciendo lo que
Cristo dijo, por lo tanto, estarán recibiendo grandes
bendiciones.
Vean que Cristo dijo aquí en San Juan, capítulo 13, verso
20:
“De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo
enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que
me envió.”
Por lo tanto, el que estará recibiendo al que Cristo dice que
ha enviado, Él dice: “Yo Jesús he enviado mi Ángel,” para
manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.
Por lo tanto, serán bienaventuradas esas personas y estarán
obteniendo el conocimiento de las cosas que han de suceder,
directamente del Señor Jesucristo por medio de Su Espíritu a
través del Ángel mensajero que Él ha prometido enviar a Su
Iglesia, y recibirán la fe para ser transformados y llevados con
Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Por lo tanto, ya sabemos ahí lo que están recibiendo y a
quién estarán recibiendo los que han de ser transformados y
llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero,
estarán escuchando la Voz de Cristo, esa gran Voz de
Trompeta o trompeta final hablándonos, o sea, estarán
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.22
a la Cena de las Bodas del Cordero; por eso son
bienaventurados los que estarán escuchando al Ángel del
Señor Jesucristo a través del cual estará Cristo en Espíritu
Santo revelándonos todas estas cosas.
Ahí podemos ver la bienaventuranza de conocer las cosas
que han de suceder pronto, porque las estaremos escuchando
de parte de Cristo en Espíritu Santo a través de Su Ángel
mensajero; esa será la forma en que Cristo estará revelando
todas estas cosas que deben suceder pronto en el tiempo final,
y dándonos la fe para ser transformados y llevados con Cristo
a la Cena del Cordero.
Esta será la forma en que estarán en pie delante del Hijo del
Hombre todos los que estarán escuchando todas estas cosas
que deben suceder pronto. Son bienaventurados todos los que
estarán escuchando, creyendo y entendiendo todas estas cosas
que han de suceder pronto.
Hemos visto la bienaventuranza de conocer las cosas que
han de suceder pronto, las cuales estarán siendo reveladas por
el Espíritu Santo a través del Ángel del Señor Jesucristo; esa
es la forma en que el Espíritu Santo, Cristo, estará hablando
en medio de Su Iglesia todo el tiempo, desde los tiempos de
los apóstoles hasta este tiempo final, y al final se hará carne el
Ángel del Pacto en el Ángel del Señor Jesucristo y tendremos
al Ángel del Señor Jesucristo caminando en medio de la
Iglesia en cuerpo humano, y dándonos a conocer por medio de
ese Ángel en carne humana el Espíritu Santo, dándonos a
conocer a través de él todas estas cosas que deben suceder
pronto, y así obteniendo la bienaventuranza de conocer todas
estas cosas que deben suceder pronto.
Recuerden que cuando vino en carne humana el Ángel del
Pacto dos mil años en el velo de carne llamado Jesús, fue
después del precursor Juan el Bautista que fue el mensajero de
la séptima etapa de la Iglesia hebrea bajo la ley; y después de
LA BIENAVENTURANZA DE CREER EN LAS COSAS . . . 11
la Vida del Cordero, los cuales son llamados por Cristo “las
ovejas que el Padre le dio para que las busque y les dé Vida
eterna.” Cuando dijo: “Porque el Hijo del Hombre vino a
buscar y a salvar lo que se había perdido.” San Lucas, capítulo
19, verso 10 y San Mateo, capítulo 18, verso 11 al 14.
Pero él dijo: “Yo estaré con vosotros todos los días, hasta
el fin del mundo.” San Mateo, capítulo 28, verso 20. ¿Cómo
Él ha estado en medio de Su Iglesia? En Espíritu Santo, y en
medio de Su Iglesia Cristo dice que Él ha enviado a Su Ángel,
dice capítulo 22, verso 16:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de
estas cosas en las iglesias.”
Y ahora, ese es el Ángel del Señor Jesucristo que le
apareció a Juan el apóstol y le dio la revelación del
apocalipsis, y en esa revelación que le dio con esas visiones y
lo que le habló a Juan el apóstol, le estaba mostrando todas las
cosas que iban a suceder. Por lo tanto, las cosas que han de
suceder en este planeta Tierra, están aquí en el libro del
Apocalipsis.
Ahora, cuando abrió el séptimo Sello hubo silencio como
por media hora; no fue abierto allí, no fue mostrado ningún
símbolo de lo que es y de lo que contiene el séptimo Sello,
porque el séptimo Sello es la Venida del Señor, de la cual
Cristo había dicho hablando de la Venida del Hijo del
Hombre, que ni los Ángeles, que nadie sabía ni el día ni la
hora, ni aún los Ángeles, y en una ocasión también dijo: “Ni
aún el Hijo del Hombre.” Pero luego que murió, resucitó
glorificado, ya supo ese misterio.
Ahora, encontramos que todas las cosas que sucederían le
fueron reveladas a Juan el apóstol en símbolos, en visiones,
pero el significado de esos símbolos contenidos en esas
visiones, son dados a conocer en este tiempo final. Muchos
han tratado de explicar y han logrado explicar algunas cosas,
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.12
pero para el tiempo final a través del séptimo Ángel mensajero
serían dadas a conocer muchas cosas contenidas en esos
Sellos, pero el misterio del séptimo Sello no sería abierto, no
sería dado a conocer porque eso es dado a conocer en este
tiempo final en la etapa de la Edad de la Piedra Angular, y por
consiguiente cuando sea revelado a la Iglesia, dado a conocer,
será dado a conocer con el cumplimiento de ese misterio, será
mostrado, revelado por el Ángel del Señor Jesucristo a la
Iglesia del Señor Jesucristo, y los entendidos entenderán.
Para ese tiempo así como estos Ángeles de las siete etapas
o edades de la Iglesia y como el Ángel del Pacto, se hicieron
carne, vinieron en carne humana para poderse manifestar en
esta Tierra y tener sus ministerios, así también el Ángel del
Señor Jesucristo será manifestado en carne humana en la
Tierra y tendrá Su ministerio en medio de la Iglesia del Señor
Jesucristo y después en medio del pueblo hebreo, y vendrá
dando a conocer estas cosas que sucederán después de las
siete etapas de la Iglesia, y vendrá también confirmando lo
que dijo Dios por medio de los profetas y apóstoles y por los
siete ángeles mensajeros, y vendrá confirmando el mensaje
que Dios dio por medio de los diferentes mensajeros hasta el
reverendo William Branham.
Y vendrá para revelar el misterio del séptimo Sello, para lo
cual estará ese Ángel en medio de la Iglesia del Señor
Jesucristo en carne humana, como estuvo en medio del pueblo
hebreo, de la Iglesia del Antiguo Testamento el Ángel del
Pacto, para revelar a Dios al pueblo hebreo, para Dios estar en
ese velo de carne cumpliendo lo que Él prometió para ese
tiempo.
La Venida en carne humana de ese Ángel, será un evento
paralelo al de la Venida del Ángel del Pacto en carne humana.
En el Ángel del Pacto hecho carne estaba el Nombre de Dios,
porque el Nombre de Dios estaba en el Ángel del Pacto, y
LA BIENAVENTURANZA DE CREER EN LAS COSAS . . . 21
otro lado hablando con Jesús.
Y ahora, viendo todo lo que va a estar sucediendo en este
tiempo final, y viendo que en el Día Postrero aparecerá ese
Ángel que ha estado en medio de la Iglesia del Señor
Jesucristo como estuvo en medio de la Iglesia hebrea, el
pueblo hebreo bajo la ley, estuvo el Ángel del Pacto y luego
se hizo carne y fue conocido por el Nombre de Jesús.
Así también el Ángel del Señor Jesucristo que ha estado en
medio de Su Iglesia todo el tiempo con la revelación de
Jesucristo para darla a conocer y mostrando todas estas cosas
de edad en edad a los diferentes mensajeros, en el Día
Postrero estará en medio de la Iglesia de Jesucristo en carne
humana, dándonos a conocer todas estas cosas que deben
suceder pronto en este tiempo final.
Y el final, así como hubo una resurrección de los muertos
del Antiguo Testamento, habrá una resurrección de los
muertos del Nuevo Testamento. Para este tiempo final nos ha
tocado a nosotros vivir en el tiempo más glorioso de todos los
tiempos, el tiempo en que desearon vivir los profetas del
Antiguo Testamento, los justos, también los apóstoles y los
siete ángeles mensajeros del Señor Jesucristo.
Todo va a llegar a la parte culminante en donde habrá una
Carpa-Catedral gigante y en donde estará la gloria de Dios
manifestada, en donde estará la Columna de Fuego, la estrella
resplandeciente de la mañana, el Espíritu Santo cumpliendo lo
que Él ha prometido para este tiempo final en medio de Su
Iglesia; para este tiempo estará la manifestación plena de
Cristo en medio de Su Iglesia, la plenitud de Dios en medio de
Su Iglesia para la adopción, la redención de nuestros cuerpos
que será nuestra transformación y la resurrección de los
muertos en Cristo.
En ese tiempo, en esa etapa es que todos recibirán la
revelación, la fe para ser transformados y llevados con Cristo
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.20
los moradores de la Tierra, como dice Cristo en San Mateo,
capítulo 24, verso 14, cuando dijo: “Y será predicado este
Evangelio del Reino a todas las naciones por testimonio, y
entonces vendrá el fin.”
La señal del fin será un mensajero predicando el Evangelio
del Reino por testimonio a todas las naciones, es el mismo
Ángel mensajero (recuerden que Ángel significa mensajero),
y si va a profetizar sobre muchos pueblos, naciones y lenguas,
sobre todos los moradores de la tierra, pues es un profeta y
tiene que estar en este planeta Tierra, Apocalipsis, capítulo 14,
verso 6 al 7, dice:
“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el
evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra
(vean, un mensajero, un Ángel mensajero con el Evangelio
eterno para predicarlo a los moradores de la Tierra), a toda
nación, tribu, lengua y pueblo,
diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque
la hora de su juicio ha llegado.”
O sea, viene enseñando que adoren a Dios, le den gloria a
Dios y que la hora de Su juicio ha llegado, la hora del juicio
divino que corresponde al tiempo de la gran tribulación, es el
profeta mensajero que en Malaquías, capítulo 4, verso 1 al 6
es el Elías que vendrá antes del día ardiente como un horno,
antes del día terrible del Señor:
“Y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las
fuentes de las aguas.”
O sea, que está llamando el pueblo hacia Dios, para que
busquen a Dios y adoren a Dios y sirvan a Dios, porque la
hora del juicio divino ha llegado; será como en los días de
Noé y como en los días de Lot dijo Cristo, la Venida del Hijo
del Hombre, y el Hijo del Hombre viene con Sus Ángeles que
son los ministerios de Moisés y Elías como fueron vistos en
el Monte de la Transfiguración, Moisés a un lado y Elías al
LA BIENAVENTURANZA DE CREER EN LAS COSAS . . . 13
cuando se hizo carne, también estaba en el velo de carne, por
eso Jesús podía decir: “Yo he venido en Nombre de mi
Padre.” (San Juan, capítulo 5, verso 43).
Y ahora, Dios había escrito, había colocado Su Nombre en
el Ángel del Pacto, y luego en Su cuerpo angelical y luego
tenía que estar colocado en el velo de carne, que es la
semejanza física de Dios.
Y ahora, veamos lo que dice Cristo en Espíritu Santo,
recuerden que estos mensajes del libro del Apocalipsis,
capítulo 2 y capítulo 3 al final siempre dice: “El que tiene
oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.” Es Cristo en
Espíritu Santo hablando a las Iglesias, hablando por medio de
Su Ángel, trayendo la revelación por medio de Su Ángel.
Y ahora, dice capítulo 2 del Apocalipsis, verso 17:
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido,
y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un
nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo
recibe.”
Por lo tanto, el vencedor será el que recibirá esa piedrecita
blanca, y en ella un Nombre nuevo, el cual ninguno conoce,
sino aquel que lo recibe, no dice: “Aquellos que lo reciben,”
sino aquel que lo recibe, por lo tanto, alguien va a recibir esa
piedrecita blanca y va a recibir ese Nombre nuevo.
Ahora recuerden, hay una piedrecita blanca que es como
edad, la Edad de la Piedra Angular, y hay una piedrecita
blanca, que es la piedra no cortada de manos, que es Cristo, la
piedra del ángulo o la piedra angular. En el libro del profeta
Daniel en el capítulo 2, de la montaña fue cortada una piedra
no con mano que vino e hirió a la imagen en los pies de hierro
y de barro cocido; o sea, para el tiempo de los pies de hierro
y de barro cocido del imperio de los gentiles.
Y ahora, alguien recibirá esa piedrecita blanca y por
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.14
consiguiente ése será el que recibirá ese Nombre nuevo,
porque en esa piedrecita estará ese Nombre nuevo. Ahora,
también dice el mismo capítulo 2, verso 26 al 28:
“Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin (¿hasta
cuándo? Hasta el fin), yo le daré autoridad sobre las
naciones,
y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como
vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi
Padre.”
En la misma forma que Cristo la recibió del Padre, ese
vencedor la va a recibir de parte de Cristo. Estamos viendo
este paralelo que hay entre el Ángel de Dios y el Ángel de
Cristo:
“Y le daré la estrella de la mañana.”
Acá en el pasaje anterior dice que le dará una piedrecita
blanca, y aquí dice que le dará la estrella de la mañana:
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias.”
Es el Espíritu Santo hablando a la Iglesias, dando la
revelación de Cristo a las Iglesias, Cristo revelado por medio
de Su Ángel en medio de las Iglesias a través de toda la
historia de la Iglesia del Señor Jesucristo. Así como el Ángel
del Pacto ha estado en el Antiguo Testamento todo el tiempo
a través del cual Dios se revelaba, así el Ángel del Señor
Jesucristo ha estado en medio de la Iglesia del Señor
Jesucristo, a través del cual Jesucristo en Espíritu Santo se ha
estado revelando a Su Iglesia, a Sus diferentes mensajeros.
Y ahora, vemos lo que es la estrella de la mañana primero,
dice capítulo 22, verso 16 del Apocalipsis:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de
estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David,
la estrella resplandeciente de la mañana.”
¿Qué le va a dar Cristo al vencedor? La estrella
LA BIENAVENTURANZA DE CREER EN LAS COSAS . . . 19
ese Librito, dile que te dé ese librito,” va al Ángel, le pide el
librito, y el Ángel le da el librito y le dice: “Tómalo y cómelo,
te...” Vamos a ver cómo lo dice aquí, dice:
“Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito . Y él me
dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu
boca será dulce como la miel.
Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y
era dulce en mi boca como la miel (¿y qué es más dulce que
la miel? La Palabra de Dios), pero cuando lo hube comido,
amargó mi vientre.
Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre
muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.”
Y si va a profetizar y recibe la orden de profetizar, es un
profeta, la Palabra viene a los profetas. “Porque no hará nada
el Señor Jehová sin antes revele sus secretos a Sus siervos Sus
Profetas,” Amós, capítulo 3, verso 7; y luego en Apocalipsis,
capítulo 11, verso 2 en adelante, los que profetizan son los dos
Olivos, los dos candeleros de oro que son los dos ungidos que
están delante de la presencia del Dios de toda la Tierra.
Por lo tanto, en ése que se come el librito estarán los
ministerios de los dos Olivos, los ministerios de Moisés y
Elías siendo operados y por consiguiente estará ese mensajero
profetizando sobre muchos pueblos, naciones y lenguas, todas
las cosas que han de venir: los juicios divinos, las copas, las
plagas, las trompetas, todo eso va a ser hablado y sobre todo
la última trompeta, la última copa, la última plaga.
Todo eso va a ser profetizado por ese Ángel mensajero que
recibe al Ángel Fuerte que desciende del Cielo, y recibe ese
librito abierto, se lo come y luego trae el mensaje profético
para el Día Postrero; el mensaje de ese Ángel mensajero es
profético, es el mensaje profético final que está dentro y que
es el mensaje del Evangelio del Reino, el cual estará
predicando sobre toda nación, pueblo y lengua, sobre todos
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.18
del concilio del sanedrín en su mayoría digan que es una
blasfemia, para los creyentes será una verdad grande revelada
para tomarla y colocarla en lo profundo del corazón.
Así como Jesús tenía el Nombre de Dios y vino en el
Nombre de Dios que estaba en el Ángel del Pacto, también ese
Ángel vendrá en el Nombre eterno de Dios, de la ciudad de
nuestro Dios y Nombre nuevo del Señor, porque Cristo dijo
que escribiría sobre Él el Nombre de Dios, el Nombre de la
ciudad de nuestro Dios y también Su nombre nuevo.
Y alguien tiene que ser la persona bienaventurada que
recibe esa bendición, y tiene que ser el Ángel que Él ha
enviado para dar testimonio de estas cosas que deben suceder
pronto, del cual el reverendo William Branham dijo que era un
profeta, porque es el que profetiza, el que da a conocer todas
esas cosas que deben suceder pronto.
Y si está dando a conocer las cosas que deben suceder, está
profetizando. Ese es el que vendrá con el Sello del Dios vivo
conforme a Apocalipsis, capítulo 7 para llamar y juntar ciento
cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu, o sea,
vendrá con el Espíritu Santo, y por consiguiente vendrá con el
Nombre del Señor y en el Nombre del Señor; ese es el que
recibe al Ángel Fuerte que desciende del Cielo, y el Ángel
Fuerte es Cristo en Su cuerpo angelical con el Librito abierto
en Su mano, el cual toma en Apocalipsis 5, lo abrió en el
Cielo, y luego en Apocalipsis, capítulo 10, lo trae a la Tierra
y se lo entrega a un hombre, se lo entrega a un hombre para
que se lo coma, y ese es el Titulo de la Vida eterna, ese es el
Título de la redención, ese es el Libro donde están escritos los
nombres de todos los hijos e hijas de Dios, ese es el Libro de
la Vida del Cordero, y se lo da a ese hombre representado en
Juan el apóstol para que se lo coma.
Y desde el Cielo escucha la Voz nuevamente que le dice:
“Ve al Ángel que tiene el librito abierto en su mano, y pídele
LA BIENAVENTURANZA DE CREER EN LAS COSAS . . . 15
resplandeciente de la mañana, que es Cristo, Cristo en Espíritu
Santo lo va a recibir, lo va a tener este Ángel mensajero, ese
será el vencedor y en él va a estar la estrella resplandeciente
de la mañana, la Columna de Fuego, el Ángel del Pacto, el
Espíritu Santo obrando por medio de él. Tendrá, recibirá la
piedrecita blanca con el Nombre nuevo y vamos a ver esa
piedrecita blanca con un Nombre nuevo aquí en la Escritura,
y recuerden que no es una piedra de esas que usted se
encuentra en el campo, si no la piedra del ángulo o piedra
angular, que es Cristo, el Mesías.
En el capítulo 3, verso 12 del Apocalipsis, del 11 al 12,
dice:
“He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que
ninguno tome tu corona.
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi
Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el
nombre de mi Dios.”
Así como el Nombre de Dios estaba en el Ángel del Pacto
y después estuvo en el velo de carne del Ángel del Pacto
llamado Jesús, ahora Cristo promete al vencedor que lo hará
columna en el templo de su Dios y nunca más saldrá de allí, y
dice: “Y escribiré sobre él Nombre de mi Dios y el Nombre de
la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del
Cielo, de mi Dios y mi Nombre nuevo.”
¿Ven? Aquí Cristo dice: “Y mi Nombre nuevo.” ¿Que Él
tiene un Nombre nuevo? Es la piedrecita blanca con un
Nombre nuevo, la piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito
un Nombre nuevo. ¿Ven?
Es Cristo, la piedrecita blanca con un Nombre nuevo, y lo
va a escribir ¿dónde? En el vencedor, que será el Ángel del
Señor Jesucristo. Ese Ángel vendrá en el Nombre del Señor
Jesucristo, ese Ángel vendrá en el Nombre de Dios, en el
Nombre de la ciudad de nuestro Dios y Nombre nuevo del
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.16
Señor Jesucristo. Tan sencillo como eso. Y en él estará la
estrella resplandeciente de la mañana, que es el Espíritu Santo,
la Columna de Fuego, lo cual está prometido para ser
manifestado en este tiempo final.
Y ahora, recuerden que todo es paralelo a lo que pasó con
el Ángel del Pacto, en quien estaba el Nombre de Dios, y
luego se hizo carne, tuvo Su ministerio, obtuvo la victoria,
subió al Cielo y se sentó a la diestra de Dios; en la misma
forma hará Cristo con el vencedor, y lo va a sentar en Su
Trono, en el Trono del Reino de Cristo, en el Trono del Reino
del Mesías, en el Trono de David lo va a sentar con Él. Vean,
capítulo 3, verso 21, dice:
“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi
trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre
en su trono (eso es lo que dice Cristo en Espíritu Santo).
Dice:
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias.”
Es el Espíritu Santo el que está diciendo eso, y eso es
Cristo en Espíritu Santo, Cristo hablando lo que Él va a hacer
en Su Reino, en la misma forma dice: “Así como yo he
vencido y me he sentado en Su Trono,” es que Él va hacer con
el vencedor: “Le sentaré conmigo en mi Trono.”
El Trono del Padre es el Trono que está en el Cielo, y por
eso Cristo dijo: “Todo poder me es dado en el Cielo y en la
Tierra,” porque el que está sentado en el Trono es el que tiene
el poder de ese Reino.
Y ahora, el Trono de Cristo es el Trono de David, el Reino
de Cristo es el Reino terrenal, el Reino de David, Reino que
va a ser restaurado, en donde Cristo ha prometido que sentará
con Él al vencedor.
Para sentarse en el Trono celestial de Dios, el que heredaría
ese Trono sería el Ángel del Pacto velado en carne humana,
LA BIENAVENTURANZA DE CREER EN LAS COSAS . . . 17
que llevaría a cabo la Obra de Redención con Su cuerpo
físico, moriría, sería sepultado, resucitaría glorificado y luego
se sentaría a la diestra de Dios en el Cielo, en el Trono de
Dios.
Vean, esto Cristo lo dijo, Él sabía lo que iba a suceder, y así
también lo va a saber el Ángel del Señor Jesucristo; dice
capítulo 26 de San Mateo, verso 63 al 64, esto fue cuando
estaba siendo juzgado por el sumo sacerdote y el concilio del
sanedrín, dice:
“Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te
conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el
Cristo, el Hijo de Dios.
Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde
ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del
poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.”
Ya Cristo sabía las cosas que iban a suceder, y las estaba
dando a conocer, y en el Nuevo Testamento el Ángel del
Señor Jesucristo conocerá las cosas que han de suceder y las
estará dando a conocer a través del tiempo a través de las
diferentes edades de la Iglesia, como lo hizo el Ángel del
Pacto en el Antiguo Testamento; y luego cuando se hizo carne
las estaba dando a conocer a Sus discípulos y a las demás
personas.
Algunos decían que era una blasfemia lo que Él decía, pero
los creyentes sabían que era la verdad, así también cuando ese
Ángel del Señor Jesucristo esté en un cuerpo de carne
humana, estará dando a conocer todas estas cosas que han de
suceder en este tiempo final, y él podrá decir como Jesús
decía, que se sentaría en el Trono del Padre y ahora este Ángel
podrá decir en el Día Postrero que se sentará en el Trono de
David o Trono con el Señor Jesucristo, se sentará con Cristo
en Su Trono, porque aquí Cristo ya lo prometió.
Aunque algunos como el sumo sacerdote y los miembros
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