juan david galeano gutiérrez universidad católica de pereira
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Encabezado: Buen vivir rural en Veredas del Sur de Santa Rosa de Cabal
Configuraciones del buen vivir en las narrativas de habitantes de Veredas del Sur de Santa
Rosa de Cabal.
Juan David Galeano Gutiérrez
Universidad Católica de Pereira
Notas de autor
Juan David Galeano Gutiérrez, Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Maestría
en Gestión del Desarrollo Regional, Universidad Católica de Pereira
Pereira, 2020.
TABLA DE CONTENIDOS
Resumen ..................................................................................................................................... 4
Introducción ............................................................................................................................... 5
Aproximación teórica al buen vivir, una revisión sistemática de literatura ............................... 7
Fundamentos teóricos y axiológicos del buen vivir ............................................................. 10
Dimensiones o elementos constitutivos del Buen Vivir ....................................................... 15
Alteridad profunda ........................................................................................................... 18
Relación armónica entre el ser humano y la naturaleza ................................................... 20
Una nueva economía para el buen vivir ........................................................................... 22
Bienes inmateriales .......................................................................................................... 25
Vida comunitaria y política .............................................................................................. 26
Buen vivir y la crítica al desarrollo ...................................................................................... 27
Experiencias de evaluación del buen vivir ........................................................................... 31
Límites y debilidades de la perspectiva del buen vivir ........................................................ 32
Veredas del sur de santa rosa de cabal, territorio para el florecimiento del buen vivir ........... 35
Espacio físico y natural ........................................................................................................ 35
Demografía y economía ....................................................................................................... 37
Dinámicas comunitarias ....................................................................................................... 39
Metodología y propuesta de investigación: teoría de redes aplicada al análisis de textos. ...... 41
discución de resultados ............................................................................................................. 50
conclusiones y recomendaciones ............................................................................................. 62
Anexos ...................................................................................................................................... 65
Instrumento de recolección de información: entrevista semiestructurada. .......................... 65
Bibliografía ............................................................................................................................... 67
Gráfico 1. Red con 10 nodos más relevantes (según grado total) ............................................ 53
Gráfico 2. Red de nodos centrales: vida, vivir, bien ................................................................ 55
Gráfico 3. Red de nodos relevantes: casa, gente, tierra ............................................................ 56
Tabla 1. Términos interceptados en español para la formulación de la ecuación de búsqueda . 8
Tabla 2. Elaboración propia a partir de plan de desarrollo de Santa Rosa 2008-2011 ............ 38
Tabla 3. Propuesta de taxonomía de elementos del buen vivir ................................................ 59
CONFIGURACIONES DEL BUEN VIVIR EN LAS NARRATIVAS DE HABITANTES
DE VEREDAS DEL SUR DE SANTA ROSA DE CABAL
RESUMEN
El buen vivir es una propuesta teórica y normativa alternativa al desarrollo, nutrida por las
cosmovisiones de los pueblos nativos de América Latina y diversas corrientes de pensamiento.
Este trabajo busca comprender cómo se configuran los ideales y aspiraciones del buen vivir en
Veredas del Sur de Santa Rosa de Cabal, en Risaralda Colombia. Se propone un diseño
cualitativo mediante la aplicación de la teoría de redes al análisis de textos.
El trabajo revela una concepción de buen vivir rural nutrida por el modo de vida rural,
presentado una variada gama de elementos, propiedades o cualidades y distintos actores que
constituyen esta buena vida. Es una concepción multidimensional que aborda aspectos materiales
e inmateriales donde la interacción y presencia con los otros es fundamental.
Palabras Clave: Buen vivir, ruralidad, análisis de redes semánticas.
Good living is a theoretical and normative proposal alternative to development, nurtured by
the worldviews of the native peoples of Latin America and various currents of thought.
This work seeks to understand how the ideals and aspirations of good living are configured in
Veredas del Sur in Santa Rosa de Cabal, in Risaralda Colombia. A qualitative design is proposed
through the application of network theory to text analysis.
The work reveals a conception of good rural living nourished by the rural way of life,
presented a varied range of elements, properties or qualities and different actors that constitute
this good life. It is a multidimensional conception that addresses material and immaterial aspects
where interaction and presence with others is fundamental.
Keywords: Good living, buen vivir, rurality, semantic network analysis.
INTRODUCCIÓN
El buen vivir es una propuesta descrita por sus teóricos como “alternativa al desarrollo” (A.
Acosta, 2015; E. Gudynas & Acosta, 2011; Prudencio Guzmán & Polo Blanco, 2017; Unceta
Satrústegui, 2014), un enfoque inspirado en los modos de vida y principios de los pueblos
nativos de América Latina, y enriquecido con otros enfoques como el feminismo, los
movimientos ecologistas y para algunos también nutrido por un enfoque aristotélico (Prudencio
Guzmán & Polo Blanco, 2017) y según Acosta y Gudynas por contribuciones de marxismo,
ecologistas, feministas, cooperativistas y humanistas (como lo cita Unceta Satrustegui, 2013).
Esta convergencia de perspectivas epistemológicas deja entrever lo que estos autores expresan
recurrentemente, que el buen vivir es un concepto en construcción y que requiere de continua
reflexión, pero además que procura incorporar elementos de diversa naturaleza para animar
nuevas praxis sociales y comunitarias que planteen nuevas alternativas al paradigma occidental
dominante, y cuya propuesta incluya esencialmente el llamado a establecer nuevas maneras de
relacionarse entre las personas, entre estas y la naturaleza, la búsqueda de nuevos modos de
producción, e incluso la búsqueda de bienestar en aspectos como el psicológico y la dimensión
religiosa-trascendente.
El presente trabajo busca comprender ¿cómo se configuran las aspiraciones e ideales del buen
vivir en un grupo de habitantes del corregimiento Veredas del Sur de Santa Rosa de Cabal? Es un
trabajo de enfoque cualitativo que recurre a entrevistas semiestructuradas, que posteriormente se
analizan desde el enfoque de redes a través de su aplicación al análisis de textos. Esto posibilita
la visualización y comprensión del discurso como una red semántica, que proporciona además
conocimiento sobre cómo se vinculan esos elementos que constituyen el buen vivir rural de los
participantes.
El presente documento se divide en cuatro grandes capítulos, el primero aborda la revisión
sistemática y narrativa de la literatura sobre el buen vivir especialmente de las contribuciones de
autores españoles y latinoamericanos. El segundo capítulo describe el ambiente donde se lleva
cabo la investigación, que corresponde al corregimiento de Veredas del Sur de Santa Rosa de
Cabal, en el departamento de Risaralda, Colombia. El tercer capítulo describe el método de
análisis, donde se presenta el procedimiento de tratamiento de la información y presenta en
detalle las medidas propias del análisis de redes aplicadas a la red semántica. El cuarto capítulo
presenta las conclusiones y plantea recomendaciones para futuros ejercicios relacionados con el
buen vivir rural.
APROXIMACIÓN TEÓRICA AL BUEN VIVIR, UNA REVISIÓN SISTEMÁTICA DE
LITERATURA
Esta sección presenta el procedimiento mediante el cual se realizó la búsqueda y análisis de
los referentes teóricos de la investigación. Las preguntas orientadoras para la búsqueda de los
referentes abordaron los siguientes aspectos: I. antecedente relevante de evaluación del buen
vivir, II. Experiencias de evaluación y diseño de indicadores para América Latina y III.
Principales contribuciones teóricas entre 2004 y 2019. Respecto de este último aspecto, se
definió este rango de tiempo considerando especialmente un hito destacado por varios autores
relevantes (A. Acosta, 2015; E. Gudynas & Acosta, 2011; Unceta Satrústegui, 2014) como fue la
inclusión de esta perspectiva en las constituciones de Ecuador y Bolivia en el año 2008 como
momento clave para la formulación y consolidación de esta propuesta. Se amplió entonces en un
periodo de cuatro años, antes de la fecha de incorporación, para lograr abarcar los aportes que
precisamente contribuyeron a la inclusión del Buen vivir en las cartas magnas de estos países.
Luego de definir estos aspectos centrales y el periodo de búsqueda, se construyó una matriz en
la que se establecieron los criterios de búsqueda, ordenados en dos grandes grupos, uno de ellos
relacionado con los términos asociados al buen vivir y el segundo con términos asociados a
procesos de evaluación e indicadores, estos términos se presentan en la tabla 1. La herramienta
de búsqueda elegida para la búsqueda fue Scopus, la cual posibilita, además de la personalización
detallada de la búsqueda, la posibilidad de analizar cualidades estadísticas de los resultados
hallados, los cuales ofrecieron indicadores que validaron su calidad.
Tabla 1
Términos interceptados en español para la formulación de la ecuación de búsqueda
Términos sobre buen vivir Términos relacionados con evaluación
Buen vivir Evaluación
Vivir bien Indicadores
Buena vida Medición
Sumak Kawsay
Bien vivir
Los factores que validaron esta calidad fueron fundamentalmente dos; en primer lugar, autores
relevantes que han contribuido a la formulación teórica del buen vivir, como Eduardo Gudynas y
Alberto Acosta son los que mayor número de resultados presentan, asimismo, los países de
origen de las publicaciones son Ecuador y España, este segundo país, ha hecho también
contribuciones importantes a la reflexión teórica y a experiencias de evaluación a través de
autores como Koldo Unceta. Dentro de los resultados de las propiedades estadísticas de la
búsqueda arrojada por Scopus, se destaca también que entre 2012 y 2017 se presentó un
incremento considerable del número de publicaciones indexadas en este servicio de búsqueda,
este puede tener relación con una expansión del interés de esta propuesta a otros países de
América Latina.
La ecuación diseñada para la búsqueda en la herramienta Scopus, se presenta en el diagrama
1. Esta fue definida, como se menciona antes, a través de la intersección de los términos
asociados a buen vivir y a su evaluación, y acotando el periodo de búsqueda a partir de 2004.
TITLE-ABS KEY ( ( buen AND vivir ) OR ( vivir AND bien ) OR ( buena AND vida ) OR
( Sumak AND kawsay ) OR ( bien AND vivir ) ) AND ( ( evaluación ) OR ( indicadores ) OR (
medición ) ) AND PUBYEAR > 2003 TITLE-ABS
Diagrama 1. Ecuación de búsqueda aplicada en Scopus, según los términos de búsqueda definidos.
Al aplicar la búsqueda en Scopus, se obtuvieron 40 documentos, luego de analizar sus títulos
y resúmenes, se excluyeron 18 de ellos fueron rechazados por las siguientes razones:
• Tenían vinculación con aspectos relacionados con el bienestar humano o la calidad de
vida, pero no tenían relación directa con la propuesta del buen vivir.
• Abordaban estudios relacionados con el análisis de aspectos constitutivos de la calidad de
vida, pero en dominios muy disímiles del buen vivir.
• Abordaban el buen vivir, pero en relación con aspectos de política interna y de política
internacional muy específicos de países de América Latina distintos de Colombia.
• No contaban con acceso a documentos completo en formato .PDF lo que impedía su
análisis y revisión.
Las 22 referencias seleccionadas, que estaban abarcadas en los propósitos iniciales de
búsqueda (contribuciones teóricas al buen vivir, experiencias de evaluación y configuración de
indicadores para su evaluación), fueron después agrupadas en 4 categorías, las cuales son:
1. Fundamentos teóricos y axiológicos del buen vivir
2. Buen vivir y la crítica al desarrollo
3. Experiencias de evaluación del buen vivir
4. Límites y debilidades de la perspectiva del buen vivir
Fundamentos teóricos y axiológicos del buen vivir
El Buen vivir – concepto que al analizar a priori es, al menos en su forma, similar a la buena
vida propuesta por Aristóteles, similitud también planteada por Acosta (2015)– es definido
comúnmente por sus teóricos como una propuesta normativa, alternativa al desarrollo, nutrida
por las cosmogonías de los pueblos nativos de América Latina (E. Gudynas & Acosta, 2011) y
que propone un camino o senda en la búsqueda de una vida en la que se despliegan todas las
posibilidades del ser humano, a nivel personal y comunitario, y donde la relación con la
naturaleza – y por su puesto la resignificación y reordenación de esta – cumple un papel
primordial; este es un aspecto que destacan por ejemplo Gudynas y Acosta, y también lo
remarcan trabajos como el de (Arias Pallaroso & Phélan Casanova, 2016) quienes afirman que
“para la mayoría de autores que plantean el Buen vivir, coinciden en que esta propuesta pasa
por una reivindicación y acceso efectivo a los derechos humanos y a la naturaleza”.
“Los elementos centrales de las diversas concepciones del Buen Vivir serían la identidad y la
espiritualidad, el estatismo y la equidad, la sostenibilidad y el localismo, de los cuales al menos
tres elementos podrían ser asumibles por los autores de las diferentes corrientes de pensamiento
sobre el tema: la identidad, la equidad y la sostenibilidad”. (Cubillo-Guevara, Hidalgo-Capitán,
& García-Álvarez, 2016) Estos autores apelarían entonces a la idiosincrasia de la comunidad
particular que aspira a esta buena vida, la relación entre sus integrantes con criterio de equidad y
la posibilidad de mantener el rumbo de ese proceso social-comunitario.
El buen vivir, al igual que las primeras propuestas de desarrollo humano como el enfoque de
capacidades propuesto por Sen y desarrollado posteriormente por Nussbaum (Sen, 2000),
plantean que el crecimiento económico como único propósito de una economía no garantizan la
calidad de vida y el bienestar personal y social, sino que además deben ser buscados otros
propósitos que contribuyan al desarrollo de otras facultades y potencialidades del ser humano.
Este buen vivir, como ya se mencionó, se nutre de las cosmovisiones de los pueblos nativos de
América Latina, especialmente a los conceptos de Sumak Kawsay en lengua Quichua y Suma
Qamaña en lengua Aymara. Refieren al equilibrio, la armonía, la creatividad, la serenidad y el
saber ser, asimismo desde la concepción andina ancestral, significa lo ideal, lo hermoso, lo
bueno, la realización de la vida digna, en armonía y equilibrio con el universo y el ser humano, la
plenitud de la vida (Kowii, citado en Mattioli y Nozica 2010). y según Acosta y Gudynas por
contribuciones de marxismo, ecologistas, feministas, cooperativistas y humanistas (como lo cita
Unceta Satrustegui, 2013).
Ahora, el buen vivir, se plantea no como una alternativa de desarrollo, sino como una
alternativa a este, planteándose la necesidad de redefinir nuevas bases teóricas, “ideológicas y
culturales” (Gudynas & Acosta, 2011; Acosta, 2015). Se presenta también como un concepto
plural y en proceso de construcción (Unceta Satrustegui, 2013), esto significa que su contenido
es aún objeto de análisis y formulación y sus experiencias de aplicación normativa y práctica son
escasas. Desde la perspectiva de este trabajo de investigación, y apelando precisamente a los
criterios de “descolonización” del saber propuesto por estos autores (Alberto Acosta, 2015;
François Houtart, 2013), se hacen evidentes algunos vacíos en cuanto a las concepciones que las
comunidades rurales puedan tener sobre ese buen vivir y más específicamente comunidades
campesinas colombianas.
Otras aproximaciones a definición del buen vivir lo acercan a la búsqueda de la felicidad -una
formulación también cercana a propuestas como la del gobierno de Buthan (Center for Buthan
Studies and GNH Research, 2016)-, pero una visión por supuesto cercana a la visión aristotélica
de la buena vida, “ya en el pensamiento de Aristóteles, el fin último de los seres humanos era la
felicidad. Por otra parte, los pueblos indígenas en su pensamiento ancestral hablaban de la vida
plena, que es únicamente posible si se trata de “nosotros” y no del “yo”.” (Houtart F. , 2013).
Este énfasis profundo en las relaciones entre los seres humanos aproxima la visión del buen vivir
a perspectivas como las de la economía solidaria, así como los procesos de asociatividad y
cooperación. Estos se ampliarán más adelante, al describir los elementos que componen el buen
vivir referidos a la alteridad, o relaciones entre las personas y a la visión de una economía a la
medida de estas aspiraciones de una buena vida.
Es entonces está búsqueda de felicidad para los ciudadanos una meta esencial del buen vivir,
que incorpora la diversidad cultural existente y el cuidado de la naturaleza, promoviendo valores
como la igualdad, la equidad y la solidaridad, todo dentro de un marco de crecimiento económico
sustentable, según lo define la Secretaría Técnica de Planificación del Ecuador (Senplades)
(citado por Prudencio Guzmán & Polo Blanco, 2017). La anterior definición plantea una noción
clave para la comprensión del buen vivir, y es que es su constitución multidimensional, es decir
que los elementos que conformarían esta buena vida son de diversa naturaleza, de otro lado
presenta elemento intrínsecamente contradictorio desde esta perspectiva y es la del mencionado
“crecimiento económico sustentable”, respecto de este punto, más adelante se abordarán algunas
limitaciones y consideraciones en relación con el buen vivir, la crítica al desarrollo y las maneras
en las que se han materializado estos programas en Ecuador y Bolivia a partir de la inclusión de
esta perspectiva en sus constituciones políticas.
Además de esta postura crítica al desarrollo, que en definitiva se convierte en un elemento
constitutivo del carácter del buen vivir, hay algunos rasgos propios de esta propuesta, que se
ampliarán en esta revisión teórica. Precisamente, quienes han participado en la formulación
teórica y, como ellos la nombran, del “ethos del buen vivir” (E. Gudynas & Acosta, 2011)
plantean que esta propuesta hunde sus raíces en las cosmovisiones de las comunidades
originarias de América Latina.
Esta inspiración en dichas cosmovisiones al mismo tiempo que una reivindicación de estas,
propone una confrontación entre estas y la visión colonialista -que desde la perspectiva de
autores como Houtart (2011) perduraría en la configuración de las sociedades de la América
postcolonial. Este mismo autor, en línea con los teóricos mencionados anteriormente, plantea que
el buen vivir es un concepto en constante construcción, pero propone algunas dimensiones o
elementos esenciales que podrían constituir una formulación más concreta de este. Estos
elementos son: I. relación armónica entre las personas, abarcando tanto las relaciones
interpersonales como las sociales en el sentido amplio de la expresión e incluso la manera en la
que se organiza el poder y la participación política II. Asimismo, una relación armónica ente las
personas y la naturaleza, siendo esta no solo un objeto de posesión sino un sujeto vivo en
interacción con la vida de las comunidades, III. Incorporación de una perspectiva de satisfacción
de necesidades no solo materiales sino también inmateriales o espirituales.
Ahora, Houtart, así como lo harían Prudencio Guzmán & Polo Blanco (2017), formulan una
advertencia que se considera importante desde la perspectiva del presente trabajo, y es que en el
proceso de revalorización y reivindicación de estas visiones nacidas en las cosmovisiones de los
pueblos nativos, si bien recoge valores y modos de vida significativamente valiosos, sus
sociedades no se pueden idealizar, pues se enfrentan también a los contradicciones de cualquier
grupo humano y donde han sido también evidentes a lo largo de la historia las tensiones en torno
por ejemplo a la mujer en la vida social o a las dinámicas de poder. (Houtart F. , 2013)
De modo similar se expresaría Eduardo Gudynas, relevante teórico del buen vivir: “debe
quedar claro que el Buen vivir no debería ser entendido como una reinterpretación occidental de
un modo de vida indígena en particular pero tampoco como un intento de regresar o implantar
una cosmovisión indígena que suplante el desarrollo convencional” (Como se cita en Unceta
Satrustegui, 2013).
A su vez Koldo Unceta también plantea que las propuestas actuales de buen vivir y su relación
con los pueblos andinos ancestrales dista mucho de ser concluyente. El mismo autor, citando a
Lozada (2018) considera que “al lado, y dentro mismo, de las culturas andinas tradicionales se
han reconstituido identidades hibridas, cuyo resultado es una fusión fáctica entre el acervo
occidental y dichas culturas. Desde esta perspectiva, la filosofía y las formas de vida
tradicionales andinas constituyen una referencia fundamental para el buen vivir, pero en modo
alguno representan un modelo a reconstruir”. Y al mismo tiempo que estas se valoran y
constituyen un elemento clave para su formulación, incorpora al mismo tiempo otras tradiciones
y enfoques filosóficos (Unceta Satrustegui, 2013). O como también se formularía “La
recuperación de los saberes ancestrales y su combinación con los conocimientos modernos
contribuye al proceso de aprendizaje y desaprendizaje.” (Houtart F. , 2013)
Esta síntesis entre lo ancestral y los aportes de otras corrientes y de los rasgos positivos de la
modernidad, constituirían una propuesta que debería tener alcance legal o normativo, es
precisamente esta la idea que explora François Houtart (2013). Este lo plantea como un ideal o
aspiración un deber ser o estado ideal de calidad de vida que se establece como una exigencia
ético política, se podría decir también un plan asumido y emprendido por un pueblo o
comunidad, que comprende que existe unos ideales o metas para lograr vivir bien, que aún no se
han realizado y/o está en proceso de realización, y el compromiso lograrlos orienta las acciones
de la vida social, económica e impregna la cultura, las formas de relacionarse entre las personas y
entre estas y la naturaleza. Pero ¿exactamente qué elementos, derechos o bienes lo constituyen?
Será esta una pregunta abordada dentro de este epígrafe y frente a la cual se desarrollará el
ejercicio de investigación de este trabajo.
De estas ideas exploradas se puede concluir que la síntesis ancestralidad – modernidad, es
clave, y frente a esta, se podría afirmar que no solo existen posturas que desprecian a los pueblos
nativos andinos y sus modos de vida -aclarada ya la perspectiva y lugar que estos ocupan en el
enfoque del buen vivir-, sino que, en modos diversos, las sociedades actuales, consideren haber
superado los modos de vida rural considerándolos rezagados y asumiendo los ideales de vida
predominantemente urbanos, mentalidad que desconoce los profundos y permanentes vínculos
que unen la vida rural con la urbana. La propuesta de este trabajo investigativo también buscará
revalorar las visiones y aspiraciones de una buena vida desde el mundo rural, y las maneras en
las que estos podrían aportar a la búsqueda de modos de vida más armoniosos no solo en estos
entornos del campo sino también en las ciudades.
Dimensiones o elementos constitutivos del Buen Vivir
Como se mencionó previamente, el buen vivir constituye una propuesta inspirada por las
tradiciones y cosmovisiones de los pueblos nativos andinos, expresados en las ideas de Sumak
Kawsay y Suma Qamaña. Igualmente, se planteó que estos no representan una propuesta de
retorno total o reconstrucción plena de los modos de vida de estos pueblos, sino que, si bien se
establece una crítica a la modernidad y al paradigma del progreso y el desarrollo esta propuesta
incorpora también otras perspectivas y corrientes de pensamiento.
En esta sección, se procurará identificar las dimensiones que constituyen el buen vivir desde
las contribuciones de sus teóricos. Esta identificación pretende conformar un marco de análisis a
través del cual se puedan comprender también las aspiraciones de comunidades particulares,
como la que hará parte de este trabajo.
Simón Yampara describe el buen vivir como la búsqueda de una armonía entre varias
dimensiones, que el autor nombra “tipos de crecimiento”. Desde esta perspectiva esta armonía
debería darse entre: a) crecimiento material, b) crecimiento biológico, c) crecimiento espiritual,
d) gobierno territorial con crecimiento” (citado en Unceta Satrustegui, 2013). François Houtart
coindice en algunos de estos elementos -específicamente en el crecimiento material y espiritual
de Yampara – afirmando que “en la perspectiva del buen vivir, la economía consiste en satisfacer
las necesidades materiales y espirituales de los seres humanos.” (Houtart F. , 2013). Estas
necesidades espirituales refieren a las cosmovisiones religiosas y trascendentes de las
comunidades, pero también a bienes que no están constituidos por realidades materiales y en los
que se pueden incluir el afecto, los valores, las tradiciones entre otros.
Esta propuesta en su proceso de asimilación a las constituciones de Ecuador y Bolivia se
formuló como “derechos del Buen vivir” y en ellos se incluyen algunos como: alimentación,
ambiente sano, agua, comunicación, educación, vivienda, salud, energía. (E. Gudynas & Acosta,
2011) los mismos autores plantean a su vez que estos no están jerarquizados, sino agrupados a un
mismo nivel. Ahora, con relación al contenido de estos derechos se incluyen algunos que ya
estaban presentes en perspectivas como el Desarrollo Humano como es el caso del Índice de
Desarrollo Humano, que integra aspectos como salud y educación, asimismo, otros de estos
derechos como la energía y la alimentación están incorporados en diversos modelos y propuestas
en el espectro del “Desarrollo”. Otros relacionados con el entorno natural como ambiente sano y
agua, podrán aproximarse más a la dimensión de relación con la naturaleza, prominente en la
propuesta del buen vivir.
Pueden plantearse entonces algunas cuestiones: ¿cómo se distingue realmente este buen vivir
de las propuestas ya formuladas en el marco del desarrollo? Y ¿en qué medida estas diferencias
corresponderían a experiencias comunitarias concretas, que planteen derechos muy disimiles
entre comunidades? O ¿podrán definirse derechos y aspiraciones universales? Será clave también
encontrar en las narrativas que serán objeto de análisis en este trabajo, si ¿pueden existir
jerarquías definidas en las aspiraciones de una comunidad rural?, y se podría de este modo
generar un modelo de despliegue de los procesos necesarios para su consecución, de manera
ordenada y gradual.
Antes de describir algunas dimensiones o elementos que constituyen el buen vivir, vale la
pena acercarse a la comprensión de David Choquehuanca (2011), líder de indígena Aymara en
Bolivia, pone en oposición los conceptos de “Vivir bien” y “vivir mejor” , en un primer sentido,
confronta el paradigma del progreso como la posibilidad ilimitada de crecimiento que se ha
arraigado en la mentalidad occidental y que plantea igualmente para las personas aspiraciones
aparentemente ilimitadas. Asimismo, esta noción se relaciona con la visión aristotélica de una
vida virtuosa “una cantidad moderada de bienes materiales”. Esto da la oportunidad de
comprender el proceso de búsqueda de esa nueva vida desde perspectivas distintas a los
materiales, también plantea un aspecto que podría considerarse problemático, como lo es el
limintarismo, o las restricciones a la cantidad de bienes que puede adquirir una persona, este
aspecto se retomará más adelante.
Si bien no queda completamente claro qué aspectos constituyen el buen vivir, - tarea que será
abordada a continuación- “Queda en claro, por lo tanto, que el Buen vivir es un concepto plural
(mejor sería hablar de “buenos vivires” o “buenos convivires”) que surge especialmente de las
comunidades indígenas, sin negar las ventajas tecnológicas del mundo moderno o posibles
aportes desde otras culturas y saberes que cuestionan distintos presupuestos de la modernidad
dominante. “Como plantean los zapatistas, la tarea es construir un mundo donde caben todos los
mundos, sin que nadie viva mal para que otro vivo mejor”. (A. Acosta, 2015)
A continuación, se presentan cinco (5) aspectos, producto del análisis de los teóricos del buen
vivir, los cuales constituyen dimensiones fundamentales de esta propuesta.
Alteridad profunda
Una categoría clave en la formulación del buen vivir es la armonía; como principio de
organización de la vida a nivel individual y social, y también entre los seres humanos y la
naturaleza. (Unceta Satrustegui, 2013). Desde esta perspectiva, se plantea entonces esa
dimensión relacional o de alteridad, un elemento fundamental de esta propuesta, y como se
planteaba anteriormente tiene una dinámica endógena o intrínseca a nivel personal individual y
dos ejes, la de las relaciones interpersonales y más ampliamente las comunitarias y las de las
personas con la naturaleza. Es esta dinámica triple, intrapersonal, interpersonal y con la
naturaleza la que se ha nombrado alteridad profunda.
En esta visión también se encuentra un marco ético, expresado también por la tradición
ancestral Arymara, Quechua y Guaraní e incorporado en el artículo 8 de la constitución política
de Bolivia del 2009. Estos principios son: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no
seas mentiroso ni seas ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi
(vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble) (Citado en Eduardo
Gudynas & Acosta, 2010). Principios que encuentran realización en la construcción colectiva y
el relacionamiento entre los integrantes de una comunidad, y que refieren a varios niveles o
estratos constitutivos de la vida de las personas: su propio sistema de valores y su efectiva
aplicación, el orden de los bienes orientados a una buena vida para sí mismo y los otros, el valor
de la tierra, que se puede asimilar como formulación de lo común y colectivo. Ahora, ¿serán
estos principios exclusivamente formulados y asumidos por la tradición ancestral de los puebles
nativos? ¿habrá vestigios, o, por el contrario, sistemas profundamente arraigados, heredados de
estas tradiciones o de los procesos de hibridación cultural y poblacional en las comunidades
rurales afines con estas formulaciones?
En relación también a los principios y valores, la misma constitución de Bolivia asume como
válidos y con la misma jerarquía de los anteriores, principios clásicos como la igualdad,
inclusión, dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto, equidad social y de género en la
participación, bienestar común, responsabilidad, justicia social, etc.(Citado en Gudynas &
Acosta, 2011))
Esta alteridad profunda, desde la perspectiva del buen vivir impregna también las relaciones
económicas donde serían necesarios principios como: la solidaridad, sustentabilidad,
reciprocidad, complementariedad, diversidad cultural, suficiencia. Esta última describe otro
rasgo del buen vivir según su formulación teórica, y se relaciona también con la vida en
comunidad y la idea de construir un buen convivir. También se propone la construcción de otras
formas de relaciones de producción, intercambio, consumo, cooperación, acumulación y
distribución de la riqueza. (A. Acosta, 2015)
Otros trabajos confirman la alta relevancia de esta dimensión de alteridad o relacional para la
realización del buen vivir, un ejemplo es el trabajo de (Grondona-Opazo, 2016) sobre la relación
entre la psicología comunitaria y el buen vivir, donde se encontró que Pude concluir que las
principales fuentes de satisfacción/realización de las necesidades humanas fundamentales son de
tipo relacional y comunitario, destacándose la familia y la comunidad, así como también la
sociabilidad y las relaciones de reciprocidad y apoyo mutuo. Donde se encuentran factores
similares en jóvenes, mujeres y adultos mayores.
Relación armónica entre el ser humano y la naturaleza
Houtart, citando a Marx, expone que “el hombre es primero e indisolublemente parte de la
naturaleza y este metabolismo primitivo se redobla en el proceso de preservación de su ser. La
constante relación del hombre con la naturaleza no es sino la relación consigo mismo” (Houtart
F. , 2013)
Esta visión plantea, entonces, una aproximación distinta del ser humano a la naturaleza,
viendo esta no solo como un recurso o factor subordinable al orden económico, sino donde la
persona se reconoce parte de un orden natural, y donde este orden natural es el que subordina el
modelo económico. De manera similar lo plantea acosta, afirmando además la necesidad de
mercantilizar la naturaleza, y lograr procesos productivos mucho más eficientes. (A. Acosta,
2015)
Se asume también, desde la formulación del buen vivir la incapacidad del “modelo
desarrollista” para dar respuesta al agotamiento ecológico del planeta y a la necesidad de
construir resiliencia en estos sistemas (E. Gudynas & Acosta, 2011), estos mismos plantean la
necesidad de reorientar la racionalidad con el medio ambiente, allí cobran nuevamente relevancia
los saberes y modos de vida tradicionales de los pueblos andinos.
Se alega muchas veces entre estos teóricos que un modelo “Antropocéntrico” como en el que
se funda el modelo económico y político de occidente encarna la manera inadecuada en la que se
relaciona el hombre con la naturaleza. Ante esto proponen un paradigma “Biocéntrico” (Cubillo-
Guevara et al., 2016) caracterizado por reconocer “valores” intrínsecos a la naturaleza y donde el
ser humano deja de reconocerse en una posición dominante frente a esta. Esta concepción se
asumirá críticamente en este trabajo, en especial cuestionando si realmente el modelo de
desarrollo o los modelos dominantes han sido antropocéntrico, es decir, si pone realmente la
persona el centro, o si por el contrario han dejado a la persona desde una visión holística a un
lado y se ha puesto en el centro la producción y el mercado. Ahora, ante esto se plantea
igualmente una estrecha relación entre la relación del ser humano con la naturaleza y la justicia
social, donde el detrimento de una genera afectaciones en la otra. (A. Acosta, 2015)
El mismo Acosta profundiza más en su visión afirmando la necesidad de avanzar hacia una
“Declaración Universal de los Derechos de la Naturaleza para construir relaciones armoniosas de
los seres humanos con la madre tierra”. Ante esto otros autores (F. Houtart, 2011) formulan la
necesidad de no asumir un discurso desde una única inspiración ancestralista, puesto que el buen
vivir es una propuesta no solo para los pueblos indígenas, por lo que tanto en el discurso como en
la materialización concreta de programas y planes de vida, se deberá analizar y armonizar la
propias cosmovisión de la comunidad con esta perspectiva.
Si bien hay un énfasis profundo en la necesidad de asumir nuevas relaciones entre el ser
humano y la naturaleza, este logro debe conciliarse con el respeto a la dignidad humana y la
mejoría de la calidad de vida de las personas, las familias y las comunidades, sin sacrificar la
Naturaleza y su diversidad. Hay que entender en la práctica que el ser humano forma parte de la
Naturaleza y que no puede dominarla, mercantilizarla, privatizarla, destruirla.” (A. Acosta, 2015)
Una nueva economía para el buen vivir
Las aportaciones teóricas indican que la visión más cercana al buen vivir en la de la economía
solidaria, una economía en la que pueden plantearse otras formas de propiedad y de interacción
entre actores: “cooperativas de ahorro y crédito, de producción, de consumo, de vivienda y de
servicios, así como mutuales de diverso tipo, asociaciones de productores y comercializadores,
organizaciones comunitarias, unidades económicas populares o empresas autogestionarias, por
ejemplo.” (A. Acosta, 2015) La opción potencia actividades sustentables, que podrían darse en el
ámbito de las manufactureras, la agricultura, el turismo, sobre todo el conocimiento. Este último
es uno de los aspectos de la modernidad altamente valorados desde la perspectiva del buen vivir
pues posibilita tanto la producción más eficiente de bienes, como la posibilidad de superar
problemas sociales asociados a la salud, la formación de capacidades técnicas en las
comunidades, entre otros.
Sin llegar a posiciones simplistas propias de comparaciones superficiales, aquí pueden
incorporarse muchas otras visiones no solo provenientes de los pueblos y nacionalidades
indígenas, sino de otras latitudes, como la propuesta de “sobriedad feliz” de Pierre Rabhi (2013)
en Francia. Igualmente son válidas las reflexiones de la academia para Economía Solidaria en
Alemania cuando hablan de la suficiencia, por ejemplo el fundamento básico de la vía
autocentrada es el desarrollo de las fuerzas productivas endógenas, incluyendo capacidades
humanas y recursos productivos locales y el correspondiente control de la acumulación y
centramiento de los patrones de consumo (A. Acosta, 2015). En el marco del autocentramiento,
el mercado interno quiere decir mercados heterogéneos y diversos, así como también mercado de
masas. En este último predominará el vivir con lo nuestro y para los nuestros, vinculando al
campo con la ciudad, lo rural y lo urbano, para desde allí evaluar las posibilidades de reinsertarse
en la economía mundial, definiendo en qué campos es conveniente hacerlo.
Otro aspecto económico fundamental desde la perspectiva del buen vivir es la distribución
equitativa del ingreso y la redistribución de la riqueza, así como una nueva economía consolida
el principio del monopolio público sobre los recursos estratégicos (A. Acosta, 2015) Es un
modelo, en el que la presencia y acción del estado es clave, para lograr establecer un sistema de
tributación consistente con los procesos de redistribución de la renta y asimismo que sea capaz
de administrar y tutelar estos recursos clave como pueden ser la producción energética y la
distribución de agua. Igualmente, otra idea vinculada a esta redistribución es por supuesto la
superación de la pobreza – no se precisa si desde una perspectiva meramente monetaria, aunque
podría presumirse que puede también incorporar otros aspectos - la aparece también como
propósito para conseguir una buena vida. (E. Gudynas & Acosta, 2011)
Esta tensión o presencia permanente de la producción para la base material, en armonía con la
naturaleza, abarca también la realidad del mercado laboral, y de la misma naturaleza del trabajo y
sus implicaciones en la vida humana. Ante la realidad de la producción material de bienes y
servicios se hará énfasis en que no se trata simplemente de producir más, sino de producir para
vivir bien, y en este sentido el trabajo juega un papel clave. En palabras de Alberto acosta (2015):
“Puestas las cosas en su debido orden, el trabajo contribuirá a la dignificación de la persona”.
Otra tensión presente, ya mencionada anteriormente es la de la ancestralidad – modernidad,
que nuevamente aparecen no como fuerzas que se neutralizan, sino que se complementan cuando
se orientan hacia la búsqueda de esa buena vida. Algunos de esos elementos de modernidad son
la revolución del Conocimiento, que propone la innovación, la ciencia y la tecnología, para el
cambio de la matriz productiva sobre la forma de producir pero también sobre las maneras de
consumir, esta pretende recuperar y dinamizar modos de producción y tecnologías ecológicas
ancestrales-modernas y las propias semillas como queda expresado en el Plan Nacional del buen
vivir del Ecuador (citado en Mattioli & Nozica, 2017)
Aparecen también otros elementos, presentes en propuestas como la desprimarización de su
estructura económica y el fomento y la inversión para la innovación científico-tecnológica
estrechamente vinculada al nuevo aparato productivo, la inclusión social, la capacitación laboral
y la generación de empleo abundante y bien remunerado, esto a su vez alineados con los saberes
ancestrales, así como todas aquellas visiones y vivencias sintonizadas con la praxis de la vida
armónica y de la vida en plenitud. (A. Acosta, 2015)
Para François Houtart todos estos aspectos reunidos, constituyen “El Bien Común de la
Humanidad”, y este bien común, que trasciende a la simple agregación de los bienes, y que
implica una dimensión planetaria y global, deben estar orientados a la producción y reproducción
de la vida y sirve de referencia o de parámetro fundamental para la organización social humana y
para la relación con la naturaleza. Es decir, que la vida se convierte en el criterio fundamental
que debe orientar las estructuras normativas, institucionales y la economía misma, para que
precisamente se realice la aspiración del buen vivir. (Houtart F. , 2013) Esta noción de lo común
está también presente en (Bringas, 2016) quien la presenta como un aspecto central para la
“producción, reproducción y desarrollo de la vida en un sentido amplio y complejo.”
El ordenamiento territorial es también otra dimensión para transformar desde la perspectiva
del buen vivir buscando que este se oriente por principios de equidad y justicia. Asimismo esta
debe posibilitar el logro de la soberanía alimentaria, como el derecho de los pueblos a alimentos
nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica,
decidiendo su propio sistema alimentario y productivo (Mattioli & Nozica, 2017)
Un aspecto que se analizará críticamente es el del limitarianismo. En el trabajo de Mauricio
León (León, 2019) expone la critica que hace al crecimiento económico, a la opulencia, al
consumismo y al productivismo. Y propone un principio de suficiencia, el mismo autor citando a
(Kowii 2009, Hidalgo Capitán et al. 2014) expone que: solo se debe tomar de la naturaleza lo
suficiente para subsistir. Así, el buen vivir es cuidar a la naturaleza de la que el ser humano hace
parte.
El análisis del limitarianismo del buen vivir propone reformular la forma en cómo se
distribuye la riqueza y también la métrica que corresponde. Propone una crítica a las formas de
consumo presentes en las sociedades occidentales y está en sintonía con los saberes ancestrales
de las comunidades andinas. Ahora, sería problemática asumir una postura en la que no solo se
limita las posibilidades de consumo sino además la producción de riqueza. ¿cómo podría esto
afectar los incentivos para producir en comunidades rurales?
Bienes inmateriales
Los bienes espirituales o inmateriales tienen relación con el buen vivir (Unceta Satrustegui,
2013), por eso se destacan en esta sección. La valoración de bienes inmateriales o espirituales se
alinea con la crítica del desarrollo, pero además posibilitan aproximarse a una visión mucho más
holística de la vida humana.
“El Buen vivir recupera la idea de una buena vida, del bienestar en un sentido más amplio,
trascendiendo las limitaciones del consumo material, y recuperando los aspectos afectivos y
espirituales”. también propone “libertades, oportunidades, capacidades y potencialidades reales
de los individuos se amplíen y florezcan” (Citado en Gudynas & Acosta, 2011)
Nuevamente apelando a Simón Yampara, este afirma que la concepción del Suma Qamaña
implica un amplio bienestar basado en una armonía entre las dimensiones material y espiritual, y
que en buena medida depende de un contexto comunitario y ambiental, representado en el ayllu
andino. “Estos bienes pueden ser sistemas naturales o sociales, palpables o intangibles, distintos
entre sí, pero comunes al ser heredados o construidos colectivamente”. (A. Acosta, 2015). Aquí
se puede dilucidar otro eje en la comprensión del buen vivir y es la noción de que hay bienes
construidos y destinados a la calidad de vida individual y otros desde una perspectiva más
colectiva o comunitaria, existe entonces una dinámica individual – colectiva.
“La primera de las dimensiones mencionadas, la individual, se relaciona por un lado con la
espiritualidad, con la armonía interior, que a su vez aparece vinculada a la religiosidad, los ritos,
etc. en el marco de las tradiciones de las comunidades andinas” (Unceta Satrustegui, 2013) Ante
esta postura de Unceta ¿Puede en este caso llegar a afirmarse que esta perspectiva espiritual sería
la única? Seguramente no, no podría plantearse el hallazgo de una perspectiva ancestral pura ni
tampoco de su reconstrucción o implantación en una comunidad rural, en que muy
probablemente haya experimentado un proceso de construcción de esta dimensión en su vida
comunitaria y en la de sus integrantes, como lo sería en el caso de la comunidad de estudio de
este trabajo, sin embargo, se considerará la relevancia de esta dimensión en el proceso
investigativo.
Vida comunitaria y política
Si bien se plantea una crítica profunda al mercado, y a la subordinación de los equilibrios
ecosistémicos, y otros aspectos de la vida en sociedad, la solución tampoco estaría en la solución
estatista o burocrática por sí misma, puesto que esta no reemplazará las expresiones y
movilizaciones comunitarias. La visión del buen vivir puede verse como es una perspectiva más
subsidiaria, en la que la vida de las comunidades como organismos con cierto nivel de autonomía
determina también condiciones para el buen vivir. Es precisamente esta un factor también
descrito por Acosta (2015) como elemento de una vida buena, esta posibilidad de participación
política y en la posibilidad de ejercer los derechos expresada y vivida desde una perspectiva
comunitaria local y también más amplia abarcando otras instancias y dimensiones (Ciudad,
departamento, país).
“Es indispensable que la toma de decisiones en el ámbito económico, en todos los niveles, sea
cada vez más participativa y deliberativa”. (Alberto Acosta, 2015)
Buen vivir y la crítica al desarrollo
Es pues una crítica al desarrollo, y al modelo capitalista que lo realiza, un aspecto
fundamental de la propuesta del buen vivir que es en sí mismo un elemento constitutivo de su
propuesta. (A. Acosta, 2015; E. Gudynas & Acosta, 2011; Mattioli & Nozica, 2017)
Una de las ideas fundantes de esta crítica se asume desde la perspectiva del posdesarrollo
(Unceta Satrustegui, 2013), formulada por una presunta construcción de la idea de subdesarrollo
de los países de América Latina y otras regiones del mundo y que tiene por ejemplo, un
antecedente relevante en el discurso de Harry Truman en enero de 1949, cuando definió estas
partes del mundo como áreas “subdesarrolladas” (A. Acosta, 2015) aún más, estos autores
profundizarían y enraizarían la crítica a los momentos de la conquista de América, definiendo
según ellos un marco colonial aún vigente en muchas maneras, entre estas la visión dicotómica
entre desarrollados y subdesarrollados. El posterior despliegue de una institucionalidad, planes y
programas para emprender esta senda de desarrolla es vista como problemática desde la
perspectiva del buen vivir debido a fundarse en la idea de progreso, que implica un modelo
orientado por un supuesto de crecimiento ilimitado y que establece una relación entre el ser
humano y la naturaleza, con esta como mero recurso dispuesto para su dominio y depredación.
Estas críticas al desarrollo vinculan al buen vivir con corrientes como el decrecimiento
(Unceta Satrustegui, 2013), en algunos casos se propone que es necesario definir límites para la
tenencia de bienes materiales o lograr la “suficiencia” en el logro de estos hasta alcanzar
justamente lo necesario para que este se realice. A esta idea también se aproximaría Gudynas
(2019) haciendo nuevamente énfasis en la crítica al paradigma “desarrollista” y afirmando
además que esta perspectiva debe superar tanto al capitalismo como al socialismo, formulando
nuevas alternativas.
Previamente se ha mencionado la tensión crítica entre el buen vivir y la modernidad, tensión
que se enmarca en la lógica de la corriente del posdesarrollo. En ella se encuentran diversas
aproximaciones realizadas desde la filosofía, la antropología, la sociología, la economía, o la
ecología política, si bien las mismas tienden a adoptar, en general, una mirada transdisciplinar
sobre el tema (Unceta Satrustegui, 2013) el mismo autor afirmaría que “La lógica de este
razonamiento descansaría en que ambas nociones rechazan la idea convencional sobre el
bienestar basada en papel central del crecimiento económico”.
Mattioli y Nozica (2017) plantean tres posturas ante la propuesta del desarrollo como
paradigma dominante. La primera es la de la asunción de que esta es la única vía viable y que el
paradigma del progreso y del crecimiento permanentes – principal aspecto presente en la crítica
al desarrollo desde la perspectiva del buen vivir- es una condición sine que non para lograr
calidad de vida. Otra postura es el esfuerzo por reformular este proyecto de desarrollo,
proponiendo perspectivas como el desarrollo humano (Sen, Nussbaum) y el desarrollo sostenible,
en cuanto a esta relación Vanhulst & Beling (2014) plantearían que el buen vivir se alejaría
claramente de las perspectivas más conservadoras del desarrollo sostenible, pero más consistente
con versiones más “transformativas” de este.
Una tercera postura, en la que estaría enmarcado el buen vivir es la de plantear alternativas,
nuevos paradigmas para conseguir la calidad de vida de las personas y las comunidades. Estas
aproximaciones al desarrollo sostenible también se mencionan en trabajos como el de
(Chassagne, 2019), si bien este es claro en distinguirlos especialmente en lo referente a los
modelos extractivistas que prevalecen aun en las propuestas de desarrollo sostenible y el fracaso
de esta perspectiva en vincular el mundo indígena con factores positivos de la modernidad.
Ante este panorama descrito, en América Latina se han generado contestaciones diversas a
este modelo del desarrollo Acosta (2015) plantea por ejemplo el estructuralismo, o la teoría de la
dependencia, pero él mismo describe las limitaciones de estas posturas y su rápido agotamiento.
Igualmente describe algunas experiencias de países que han asumido modelos heterodoxos en
relación con el modelo desarrollista y neoliberal, pero los describe como aun alineados a la
lógica extractivista.
Los teóricos del buen vivir plantean esencialmente que este se constituye como una crítica al
desarrollo y que este establece un llamado a establecer una nueva relación con la naturaliza. Pero
¿qué aspectos del desarrollo quedan en abarcados por el espectro de esta crítica. Los autores
insistirán en que una visión “economicista” que asume como propósito último el crecimiento y la
producción “En efecto, la crítica al desarrollo convencional y la búsqueda de alternativas pone en
entredicho posturas tradicionales, tales como las que conciben a la Naturaleza a ser dominada y
manipulada por el ser humano, o la fe en el progreso material” (Gudynas & Acosta, 2011) y (A.
Acosta, 2015), crítica enmarcada en un modelo definido por los teóricos como baconiano-
cartesiano, haciendo referencia a los filósofos Francis Bacon y Rene Descartes y más
específicamente sobre como sus planteamientos generaron una escisión entre el ser humano y la
naturaleza describiendo su relación como una relación de dominación y depredación radical de
bienes, y que establece como meta o indicador único el PIB es una visión tremendamente
limitada. Con esto estarán de acuerdo otros autores más cerca nos a la ortodoxia (Sen,
Nussbaum), otro aspecto problemático criticado del desarrollo desde la perspectiva del buen vivir
es que esta visión haya implementada de manera homogénea y como una formulación de los
llamados desarrollados en los considerados subdesarrollados, visión que reafirma a los críticos en
su denuncia de nuevos colonialismos y su consecuente llamado a la descolonización de los
saberes.
Esta crítica a la modernidad no es fundamentalista por lo que no abarca todos los aspectos de
esta. Esto marca un acento crítico en posibles desviaciones del buen vivir, descritas por Houtart y
por el otro autor del documento del desarrollo conceptual. Todo dependerá entonces, como
afirma este primero de qué aspectos de la modernidad estén siendo criticados. Estos se referirán
fundamentalmente a la manera en la que se ha concebido la relación entre el ser humana y su
entorno natural y en la propia concepción de esta naturaleza, como instrumento, factor o recurso,
más que como sistema vivo y complejo al que el ser humano está integrado. Desde esta
perspectiva este ejercicio investigativo asumirá una postura similar, para no asumir una postura
crítica fundamentalista de la modernidad, que “significativa la restauración de una cultura
preanalítica sin visión histórica” (Houtart F. , 2013)
Ahora, algo que se puede deducir de las distintas perspectivas de análisis es que el buen vivir
no está completamente elaborado como propuesta teórica ni mucho menos instrumentado
completamente en plantes de vida comunitarios ni tampoco en su medición y evaluación, será
precisamente este el factor de novedad a aportar desde este trabajo, analizando las aspiraciones
de buen vivir en una comunidad Rural, a través de un diseño que permita comprender los
elementos de estas aspiraciones, jerarquizarlas, analizar sus matices entre distintos grupos etarios
así como entre hombres y mujeres, y poder vislumbrar desde la experiencia de la misma
comunidad, como puede estar constituido un “Buen vivir Rural” desde una experiencia
comunitaria particular en Colombia.
Experiencias de evaluación del buen vivir
Uno de los pasos hacia la consolidación de la propuesta del buen vivir es la de la definición de
indicadores y métodos para medir su realización y avances. Estos proveen indicadores y modelos
más claros sobre los aspectos que constituyen la realización de esta propuesta.
Algunas de estas aproximaciones es la del análisis del bienestar subjetivo y su relación con el
ethos del buen vivir y con el ingreso y el empleo. (Guardiola & García-Quero, 2014) Los
aspectos de ese ethos relacionado con esta investigación fueron comunidad, ambiente y soberanía
alimentaria. Este trabajo concluiría que el incremento en el ingreso y empleo o únicamente en el
buen vivir sería insuficiente. Esto remarca la necesidad de armonizar los logros materiales, o la
adecuada constitución de la base material para la vida con los aspectos inmateriales,
comunitarios y políticos del buen vivir.
Otras experiencias, aplicadas en Ecuador evidencian que aún no existe una articulación
adecuada entre las escala nacional y local para lograr el avance en los logros del buen vivir
(Prada-Trigo, 2016) e igualmente mencionan la alta dependencia aun existente entre el modelo
económico y los modos de producción extractivista como es el caso de la minería.
Trabajos como el de (Zulaica & Álvarez Litben, 2017) profundizan en la composición del
buen vivir, en su trabajo para la provincia de Santa Elena, también en Ecuador, propone una
batería, con énfasis en la sostenibilidad y constituida por cuatro dimensiones: i. sustentabilidad
política, ii. Sustentabilidad cultural, iii. Sustentabilidad ecológica y iv. Sustentabilidad
económica. Estas hacen referencia a las dimensiones descritas anteriormente, que incorporan
factores materiales para la vida, la relevancia del medio natural, la vida política y social y los
aspectos inmateriales descritos en este caso como culturales. La autora propone que “La
búsqueda y la selección adecuada de indicadores de sustentabilidad se considera fundamental
para medir el Buen Vivir en función de las expectativas y necesidades de las comunidades. Será
precisamente a través de este proceso investigativo en el que aproximándose a las narrativas
sobre aspiraciones del buen vivir se pueda conformar una aproximación a un sistema de
indicadores para la evaluación de estos procesos en la comunidad de estudio.
Límites y debilidades de la perspectiva del buen vivir
El buen vivir es una obra en construcción, su formulación teórica, normativa y su aplicación
en la práctica, si bien ha tenido avances muy relevantes, es aún objeto de revisión. En esta
sección se afrontarán algunas limitaciones de esta propuesta al mismo tiempo que se formularán
algunas cuestiones que podrán ser revisadas a partir del proceso investigativo. En un primer lugar
como ya se ha mencionado previamente, esta propuesta no se puede considerarse “como una
mera aspiración de regreso al pasado o de misticismo indigenista”. (E. Gudynas & Acosta,
2011).
Un posible vacío de conocimiento en cuanto al contenido concreto de elementos que
constituyen el buen vivir por ejemplo, en propósitos más específicos como el desarrollo infantil,
se deja entrever en el trabajo de (Figueroa, Morán Chiquito, Espinoza Piguave, Cabrera Montecé,
& Gordillo, 2018) que al analizar resultados de los centros del Buen vivir del Ecuador en
desarrollo infantil, se aproximan a estos desde el enfoque de capacidades de Sen (2000) y el
enfoque de Desarrollo Humano. (PNUD, 1990). Esta situación hace eco a algunas de las críticas
a esta propuesta, donde se plantea que la misma podría simplemente ser instrumentalizada por el
mismo sistema hacia el que dirige sus críticas.
Se encuentran limitaciones en la dimensión de la institucionalidad necesaria para llevar a cabo
los propósitos del buen vivir, hecho que se plantea en la experiencia del Ecuador y que plantean
(Prudencio Guzmán & Polo Blanco, 2017). Asimismo, se encuentra limitaciones en la coherencia
entre las políticas sociales y la propuesta de buen vivir, especialmente por el alto énfasis de las
primeras en la búsqueda de superar las vulnerabilidades y necesidades individuales frente a la
perspectiva de cohesión social y bienestar colectivo del buen vivir. (Grondona-Opazo, 2016)
Igualmente, Prudencio y Polo Blanco, en su trabajo sobre la construcción discursiva del
Sumak Kawsay ecuatoriano, formularían también una crítica que se ampliará más adelante al
abordar las limitaciones de esta propuesta, y se enmarca de la potencial contradicción que pueda
existir en un modelo que se nutro de visiones diversas como la ancestral cultural (indigenista), la
ecologista, la socioeconómica y la política. (Prudencio Guzmán & Polo Blanco, 2017)
En relación a la potencial contradicción en la propuesta del buen vivir, la misma constitución
del Ecuador indica dos campos de acción “el régimen del Buen vivir” y el “régimen del
Desarrollo”, si bien este último se formula como un conjunto organizados de sistemas políticos,
económicos y socio-culturales, en función de la realización del buen vivir deja entrever que esta
propuesta no logra desmarcarse, al menos en la práctica, completamente del modelo al que
plantea continuamente su crítica y que puede ser instrumentalizado por este para reproducir
modelos de exclusión (Radcliffe, 2018), pero viéndolo en otro sentido, confirma la necesidad de
una base económica y productiva necesaria para lograr una “Vida Buena”, entendida por Houtart
como la base material para la vida. Más adelante, se ampliarán las dimensiones fundamentales
propuestas por este autor, necesarias para el buen vivir.
VEREDAS DEL SUR DE SANTA ROSA DE CABAL, TERRITORIO PARA EL
FLORECIMIENTO DEL BUEN VIVIR
El capítulo de contexto de este trabajo investigativo describirá las dimensiones: 1. De espacio
físico y entorno natural, 2. Demográfica y económica y 3. Dinámicas comunitarias. Estas
dimensiones incorporarán algunas consideraciones en varios niveles, por ejemplo, el nivel
regional en el cual está inserta la comunidad como lo es el paisaje cultural cafetero, así como la
realidad rural-campesina, que define la naturaleza misma de la comunidad y sus procesos y a la
luz de la cual se analizarán las aspiraciones de buen vivir de la comunidad.
Espacio físico y natural
Este trabajo investigativo se desarrollará en el corregimiento Veredas del Sur del municipio de
Santa Rosa de Cabal, Risaralda, conformado en total por 8 veredas: I. San José – La Samaria, II.
Planadas, III. Volcanes, IV. Las Mangas, V. Puente Albán – La María, VI. San Marcos, VII. Alto
Cedralito y VIII. Cedralito.
En este caso se considerarán 5: I. Planadas, II. Volcanes, III. Las Mangas, IV. San Marcos y
V. Cedralito, las cuales han estado previamente vinculadas a otros procesos investigativos como
la evaluación del IDH de Lopera y Patiño (2013).
El corregimiento constituye, junto a La Florida dos grandes territorios que resguardan a la
cuenca media y alta del Río Otún, abarcando un espacio físico que va desde la quebrada San
José, que limita con el municipio de Dosquebradas hasta la laguna del Otún. Por el Norte con el
perímetro Urbano de santa Rosa de Cabal, por el Sur con el Rio Otún, por el Oriente con la
Vereda Paloma, por el Occidente con el Municipio de Dosquebradas. El área tal del
corregimiento se estima entre los 19.794,5 Ha. (Santa Rosa de Cabal, 2016)
Ilustración 1. Fuente Corporación autónoma regional del Risaralda.
El municipio de Santa Rosa cuenta con una población total de 71.174 (Dane, 2018), es un
municipio con vocación turística y agrícola (Alcaldía de Santa Rosa de Cabal, nf), El
corregimiento está también marcado por un contexto geográfico con particularidades
importantes. Está ubicado en la cuenca media y alta del Río Otún, esto implica de un lado, la
integración de la vida de la comunidad a las condiciones de la cuenca, además, jurídica y
normativamente hay algunas implicaciones, así como condiciones como la declaratoria de
Risaralda como bosque modelo. En esta dinámica participa la CARDER (Corporación autónoma
Regional del Risaralda.
Las condiciones del territorio, que se expresan en la declaratoria de paisaje cultural cafetero y
la afiliación a la red iberoamericana de bosques modelos, propuesta incluida en el PGAR (Plan
de Gestión Ambiental Regional de Risaralda). La vinculación a esta red y la declaración de
Risaralda como Bosque Modelo para el mundo, define algunas orientaciones que dan especial
relevancia al desarrollo rural. A partir del reconocimiento del potencial en bienes y servicios
ambientales que ofrece el departamento, se busca privilegiar un enfoque de desarrollo sostenible
en el que se concibe y asume el territorio como proyecto (Drews & Rodas, 2008).
Este proyecto territorial convoca a todos los actores responsables del desarrollo, las
comunidades que históricamente los han ocupado, el gobierno del departamento y de los
municipios que lo conforman, y que integran un territorio conformado en un 32% por áreas
naturales protegidas. También, se destaca el papel clave de la cuenca para el departamento,
especialmente para los municipios de la subregión 1, para los cuales es la principal fuente
abastecedora y que además tiene una función de conservación de ecosistemas estratégicos.
(Drews & Rodas, 2008)
Demografía y economía
Este análisis de contexto necesariamente debe contemplar la dinámica regional. Incluyendo
No se hallaron datos precisos de la población de las veredas, algunos trabajos previos como el de
(IDH 2011) a través de la aproximación según la densidad de personas por hogar y el número de
hogares reportados en procesos comunitarios estiman una población de 1200 en las veredas de
Mangas, Planadas, Cedralito y Volcanes. Un dato más precisa puede ser el del informe de
rendición de cuentas realizado por la alcaldía de santa Rosa en 2016 que reportan una población
de: 2053 Personas según base de datos del Sisbén para las veredas de San José – La Samaria,
Planadas, Volcanes, La Magas, Puente Albán la María, San Marcos, Alto Cedralito y Cedralito.
Tabla 2.
Elaboración propia a partir de plan de desarrollo de Santa Rosa 2008-2011
Vereda Altura MSNM Topografía Productos
Las Mangas 1.550 pendiente (60 – 70 %) ,
suelos con buena capa
vegetal y altos índices de
diversificación
Café (tecnificado y
tradicional), Plátano,
Tomate, Yuca, Fríjol,
Maíz y Ganadería
Volcanes 1.660 Topografía ondulada Café (tecnificado y
tradicional), y silvicultura
Cedralito 1.600 Topografía mixta
(ondulada – pendiente)
suelos ricos en materia
orgánica apto para
cultivos de clima frio
San Marcos 1.700 Topografía variada (plana
y con fuertes pendientes
Pastos, Café, Mora,
Pino – Eucalipto,
Granadilla, Bosques
Secundarios
Planadas 1.600 topografía pendiente y
quebrada
Café (tecnificado y
tradicional), Plátano,
Tomate, Pastos, Bosques
y Cultivos de pan coger
Es importante mencionar que en el corregimiento Veredas del Sur, ya se han realizado
mediciones de desarrollo desde el enfoque del IDH (Lopera, Patiño 2011) la presente propuesta
de investigación profundizará en comprensión de las aspiraciones de vida desde una perspectiva
que incluye otras dimensiones que evidenciarán nuevas condiciones y plantearán pretende hace
contribuciones para la construcción de un Plan de Vida colectivo para el territorio y su
población.
Dinámicas comunitarias
Los retos de desarrollo del campo quedaron expresados en el informe del programa de las
naciones unidas para el desarrollo en el año 2011. En este se describe el modelo de desarrollo
rural altamente inequitativo y excluyente, que propicia innumerables conflictos en el campo y
conduce al uso inadecuado y a la destrucción de los recursos naturales (PNUD, 2011). Esta
vinculación descrita entre los problemas ambientales y la pobreza será especialmente relevante
en el desarrollo de esta investigación, en primer lugar, por la mayor vulnerabilidad de la
población campesina en condiciones de pobreza ante el deterioro ambiental y también por el rol
de estas comunidades en la preservación de estos bienes.
Localmente también hay dinámicas en instancias de participación como el Comité Operativo
para la Cuenca alta del Otún (COCAO), la Junta de Acción Comunal y la experiencia de la
agrovilla El Prado, un proceso comunitario integrado por profesionales de distintas áreas que han
desarrollado procesos formativos con la población campesina y cuya experiencia es un factor que
motiva la realización de este
Las comunidades que conforman el corregimiento Veredas del Sur de Santa Rosa de Cabal
han adelantado durante varios años, procesos de encuentro, diálogo, decisión y participación
entre los mismos habitantes y con instituciones públicas y privadas. Entre estos procesos se han
realizado investigaciones que buscaron, desde la comprensión del territorio, sus características y
potencialidades, establecer un plan de ordenamiento enmarcado en principios de sostenibilidad
ambiental. Es además de interés actual para la población, el diseño del plan de vida o plan de
desarrollo particular para el corregimiento, que ordene sus las aspiraciones y deseos de desarrollo
y bienestar. Esta disposición positiva a adelantar proyectos de construcción colectiva, entre la
comunidad y la academia hacen viable el proyecto.
METODOLOGÍA Y PROPUESTA DE INVESTIGACIÓN: TEORÍA DE REDES
APLICADA AL ANÁLISIS DE TEXTOS.
El propósito de esta investigación, de enfoque cualitativo, es el de comprender cómo se
configuran las ideas y aspiraciones de buen vivir en pobladores del corregimiento Veredas del
Sur de Santa Rosa de Cabal. Para este trabajo se diseñó una entrevista semiestructurada orientada
por las dimensiones del buen vivir identificadas en la revisión de literatura y a su vez por
aspectos del contexto de los participantes, como su pertenencia a la ruralidad y a un entorno
natural especialmente definido por estar en la cuenca media y alta del rio Otún.
Se propone este enfoque, siguiendo las recomendaciones de Hernandez Sampieri (2014, p.
358) quien lo sugiere para: “examinar la forma en que los individuos perciben y experimentan
los fenómenos que los rodean, profundizando en sus puntos de vista, interpretaciones y
significados” y también en los casos en los que: “el tema del estudio ha sido poco explorado o
no se ha hecho investigación al respecto en ningún grupo social específico.”
Una característica particular de este trabajo es el de utilizar una aplicación de la teoría de
redes al análisis de los textos, los que posibilita una aproximación cuanti-cualitativa, que se
aplica a la textualización de las entrevistas en profundidad realizadas. La perspectiva de redes se
enfoca en la relación entre entidades o actores, analizando las relaciones entre estos en un
fenómeno o dominio analizado (Wasserman & Faust, 1994). Esta perspectiva pude ser usada
para analizar actores y relaciones de diversa naturaleza, incluyendo también textos y sus
componentes, en los que los actores pasan a ser lexemas o palabras que se relacionan con los
otros de diversas maneras, por ejemplo, según sus cualidades semánticas o la sintaxis del texto
analizado.
La teoría de redes aplicado al análisis textual ha presentado desarrollos que han dado origen a
diversas posibilidades para la investigación cualitativa aportando las fortalezas de la teoría de
redes, como comprender el texto como un todo, entender las relaciones entre los elementos del
texto, conseguir una mayor objetividad en el análisis gracias a las herramientas del cómputo y al
tratamiento cuantitativo que este posibilita. Trabajos como el de Verd (2005) expone las distintas
aplicaciones que se enmarcan fundamentalmente en: a). el análisis de redes de palabras o redes
semánticas y b). el análisis de redes textuales. Este trabajo está orientado por el primer método,
construyendo una red en la que los nodos están constituidos por palabras relevantes para el
fenómeno estudiado, y las aristas o conexiones se construyen a partir de la coocurrencia de las
palabras en segmentos definidos del texto analizado. El procedimiento realizado se expondrá en
mayor detalle más adelante en este capítulo.
Retomando el problema de estudio, este se concibe a partir de las aportaciones y desarrollos
teóricos del buen vivir realizados en España y en América Latina. Esta propuesta alternativa al
desarrollo descrita previamente, posibilita redescubrir un sentido más profundo y holístico para
los procesos de reflexión y planificación a nivel nacional, como se ha demostrado en Ecuador
con la inclusión de esta perspectiva en su constitución política así como en la creación de una
institucionalidad que lo impulse (E. Gudynas & Acosta, 2011; Unceta Satrústegui, 2014), e
igualmente por sus raíces en las comunidades nativas, tiene por naturaleza una orientación
comunitaria.
Puesto que este buen vivir como propuesta política y epistemológica, es una tarea en proceso
de construcción, es pues necesario y relevante conocer cómo se estructuran ideales, aspiraciones
o concepciones de este en comunidades particulares, que sirva como punto de partida para
futuras investigaciones, en las que a partir de las categorías que emerjan del presente trabajo
puedan configurarse baterías de indicadores que permitan evaluar el buen vivir desde una
perspectiva cuantitativa. La comprensión de estas aspiraciones pretende, además, contribuir a la
construcción de una visión de conjunto que pueda servir a la comunidad para establecer una idea
de buen vivir o plan de vida comunitario, y que pueda formarse en planes y proyectos de vida
comunitarios. Igualmente se identifica el vacío de conocimiento en procesos de investigación
desde el enfoque del buen vivir en comunidades rurales.
Como se ha expuesto en el capítulo 1, el buen vivir concibe al entorno natural como una
dimensión fundamental de su propuesta, esto por el origen de varias de sus ideas centrales,
arraigadas en las comunidades nativas, las cuales son eminentemente comunidades rurales.
Siendo Colombia un país predominantemente rural en cuanto a su extensión, es pues
razonable conocer como en esa realidad rural propia del país se concibe tener una buena vida o
vivir bien.; esto lo confirma el informe de la CEPAL (2017), que proponiendo una clasificación
provincial de los municipios, establece que dos terceras partes (65,5%) de las provincias son
rurales, las cuales comprenden el 80% del territorio nacional de Colombia. Ahora bien, en
términos poblacionales, según cifras del censo del año 2018, el 22,9% de la población
Colombiana es Rural (DANE, 2018a).
Este estudio, concebido para una comunidad particular – la de Veredas del Sur de Santa Rosa
de Cabal- se justifica entonces por la naturaleza esencialmente rural de esta propuesta – si bien
por supuesto que se pueden concebir un buen vivir urbano- al mismo tiempo por las profundas
necesidades, que son también clamores que las poblaciones rurales de Colombia por encontrar
caminos para avanzar en su fortalecimiento y avance, considerando también – según datos del
mismo censo de 2018, que el 36,1% de la población rural se encuentra en condición de pobreza
monetaria (DANE, 2018b).
Al poner la mirada con mayor detalle en la comunidad en la que se realiza este estudio, se
identifica, a partir de las entrevistas a los pobladores tanto unas necesidades sentidas; que pasan
por su paradójica ubicación a solo unos metros de Pereira pero pertenecientes al municipio de
Santa Rosa, que dificulta desde los procesos de participación política hasta el acceso a servicios
de salud; hasta a las potencialidades en el dinamismo de sus procesos comunitarios, las
experiencias de vida comunitaria como la agrovilla el prado y su contribución a estos, así como
los modos de vida profundamente arraigados en la ancestralidad y la vida rural como los
integrantes de la familia García, conocidos como “Los Genaros”, así como las experiencias de
asociatividad en la producción y comercialización como la del mercado agroecológico “El
Cogollo”.
La pregunta central entonces, a la que pretende dar respuesta este estudio es, por tanto, ¿cómo
se configuran los ideales y aspiraciones de buen vivir en pobladores de Veredas del Sur de Santa
Rosa de Cabal? Esta configuración estaría descrita en la red de palabras construida a partir del
análisis de los textos fruto de la textualización de las entrevistas y se buscarán además posibles
jerarquías de bienes, tanto materiales como inmateriales, que constituyen ese buen vivir.
A través de este proceso de análisis – que como ya se mencionó usará la aplicación de la
teoría de redes al análisis de textos – se construirá una “red semántica” (Verd, 2005) propuesta
que profundiza junto a algunos colaboradores en trabajos de diversa aplicación. (Lozares, Verd,
Martí, & López, n.d.). Según el mismo autor, el resultado del proceso se asimila a una red
conceptual y tiene como propósito, de un lado, representar la información y el conocimiento,
pero además inferir sobre esta red, nuevo conocimiento según los propósitos de la investigación.
Este trabajo buscará justamente identificar os elementos que integran el buen vivir según el
ideal y aspiraciones de pobladores del corregimiento Veredas del Sur de Santa Rosa de Cabal y
la manera en la que estos elementos se relacionan entre sí. Este mapa permitirá identificar un
sistema de significados relacionados entre sí; además, las medidas de la red como la centralidad
posibilitarán identificar aspectos donde mayor convergencia haya, para que a través de los nodos,
que son las categorías o conceptos clave que los entrevistados mencionan como elementos,
bienes o aspectos que constituyen su ideal de buen vivir, se constituyen los vértices o aristas por
las familias lexicales, pero también por el flujo de las narrativas y las recurrencias y bucles
existentes en esta.
Se eligió una muestra por conveniencia conformada por 11 adultos, esta estuvo constituida
por dos grupos etarios: I. Adultos entre los 27 y los 59 y II. Adultos mayores entre los 60 y los 80
años. Esta comunidad desarrolla su proceso histórico en medio de un territorio marcado por una
historia y características muy particulares como lo es la región cafetera -cuya reciente
declaratoria como patrimonio inmaterial y cultural de la humanidad, le ha conferido nuevamente
la relevancia que había tenido en la historia reciente del país-. Ahora bien, no se puede hablar de
una población netamente cafeteara, sin tener en cuenta las características de las poblaciones
rurales de Colombia y que, incluso de la región en mención son difusas, pero sí se encuentran
rasgos esenciales comunes como sus orígenes campesinos y el amor que le predican al campo.
En el territorio, desde las aproximaciones iniciales a la comunidad, se han logrado identificar
algunas familias que han ocupado el territorio desde hace seis generaciones, también ha sido
relevante la presencia de líderes que han llevado a cabo procesos que han incidido en la
mentalidad de los pobladores. El proyecto Color Colombia, impulsado desde la Universidad
Católica de Pereira y la agrovilla el prado, es una experiencia de vida comunitaria que se ha
proyectado en Veredas del Sur e igualmente en el corregimiento de la Florida, como
catalizadores de procesos de fortalecimiento de capacidades y de liderazgos para impulsar
procesos investigativos, de reflexión y acción enfocados en mejorar la calidad de vida de las
personas y en la revaloración de la sociedad rural campesina.
Estos aspectos confieren a la comunidad unas cualidades de especial relevancia, las cuales
posibilitarán una aproximación a un modo de vida, - que al contrario del imaginario urbano
parece haberse superado, o en algunos casos se busca superar, o que se vea como mero objeto de
exposición, valorándolo como un elemento valioso, pero anclado al pasado, a un modo de vida
propio de los procesos históricos del siglo XX – que puede ofrecer aportes que posibiliten al ser
humano y a las comunidades nuevos itinerarios para vivir una vida más plena, que abarque los
distintos aspectos materiales, inmateriales, particulares y colectivos.
El análisis de redes permitirá en la investigación, comprender la topología de significados en
torno al buen vivir que tengan los entrevistados, para de esta manera identificar cuáles son los
significados (categorías) que aborden con mayor precisión su sentido del buen vivir. Esto se hará
a través de la medida de centralidad, para determinar cómo se van integrando los distintos
elementos que construyen su sentido de la buena vida.
Retomando el método de procesamiento y análisis de información, este constituye, además de
una aproximación novedosa al objeto de estudio, es una herramienta que posibilita un análisis
mucho más objetivo, por tener una aproximación cualitativa, en la que además se aplican varias
medidas aplicadas a las redes – estas se explicarán en detalle más adelante – contribuir también a
la comprensión de los discursos de los habitantes analizados como un todo.
Al analizar los discursos de los participantes del estudio, es necesario aclarar cómo están
construidos los elementos de la red – nodos y aristas -. En un primer lugar los nodos están
constituidos por palabras, que se definieron luego de un proceso de tokenización el cuál consistió
en la separación del documento por segmentos y posteriormente por palabras independientes, en
este mismo proceso se eliminaron las palabras sin valor semántico o con escaza relevancia por
tratarse de artículos, preposiciones, entre otros. Las aristas por su parte se establecen por la
coocurrencia de las palabras, o su posición secuenciada en el texto, que en este caso, corresponde
a las entrevistas textualizadas. La red semántica o red de palabras construida es una red dirigida,
y las direcciones de las aristas están definidas justamente por la secuencialidad o la posición que
los nodos ocupan en el texto.
Para el proceso de cómputo y construcción de la red se empleó la herramienta de cómputo
Jupyter, un editor basado en el lenguaje de programación Python, en el cual se ejecutó una serie
de librerías diseñadas específicamente para el análisis de redes. El proceso desplegado se
presenta a continuación:
1. Textualización de entrevistas
2. Proceso de tokenización
3. Depuración del texto de palabras con escaso valor semántico
4. Programación de proceso para construcción de red definiendo palabras con valor
semántico como nodos y las aristas según la coocurrencia de las palabras y su posición en
el texto para la construcción de la red semántica
5. Análisis de medidas de la red semántica
Las medidas utilizadas para analizar las entrevistas: i. grado total, ii. Grado de entrada, iii.
Grado de salida, iv. Centralidad de intermediación, v. análisis de nodos vecinales y vi.
Transitividad. Estas medidas buscan identificar los nodos más relevantes, dicha relevancia está
constituida por la manera en la que cada nodo interactúa con los demás y las interacciones que
este genera en otros nodos.
A continuación, se hará una descripción y la fórmula de cálculo de las medidas usadas para el
análisis textual de las entrevistas:
a. Grado nodal, grado de entrada y grado de salida: El grado nodal está definido por el
número de nodos adyacentes o conectados a este, o dicho de otra manera es el número de
líneas o aristas que inciden en un nodo su notación es d(ni) (Wasserman & Faust, 1994).
Los mismos autores proponen además del grado total se pueden calcular por separado los
grados de entrada y salida para redes dirigidas – como en este caso-, el primero se refiere
al número de nodos o aristas que se dirigen al nodo y el segundo el número de aristas que
salen de este y se dirigen a otros nodos; sus notaciones son respectivamente dI(ni) y
dO(ni).
b. Centralidad de intermediación: En una red, puedes existir actores que vinculen o
conecten otros actores que no están directamente vinculados, son esencialmente palabras
intermedias que construyen caminos cortos con otros nodos. Esta función de puente o
intermediador es llamada Centralidad de Intermediación (Wasserman & Faust, 1994). En
cuanto mayor sea el índice de centralidad de intermediación de un actor, significará que
hay un mayor número de actores que se conectan a través de este. En el análisis textual de
esta investigación, esta medida servirá para determinar los nodos o conceptos más
relevantes, y los que articulan y constituyen con otros nodos, subsistemas o subredes de
categorías que contribuirán a identificar las configuraciones de las ideas y aspiraciones
del buen vivir.
La fórmula para cálculo del índice de centralidad de intermediación es la siguiente:
𝐶𝐵(𝑛𝑖) = ∑ 𝑔𝑗𝑘(𝑛𝑖)/ 𝑔𝑗𝑘
𝑗<𝑘
El índice de centralidad de intermediación para un actor (nodo), corresponde a la
sumatoria de las probabilidades con relación a todos los actores, sin incluir el actor sobre
el que se calcula el índice. (Wasserman & Faust, 1994)
c. Análisis de nodos vecinales: Apoyándose nuevamente en Wasserman y Faust (1994), se
recurrirá al análisis de nodos vecinales, que corresponden a todos los nodos adyacentes a
un nodo i. Este análisis se realizará con los 10 nodos más relevantes según el análisis del
índice de centralidad de intermediación, para poder determinar esos subsistemas que
configuran los ideales y aspiraciones del buen vivir.
DISCUCIÓN DE RESULTADOS
La red semántica o red de palabras construida, presenta 1138 nodos. Por la extensión de la red
y procurando un análisis a los nodos más relevantes, en la Tabla 3.
Nodos más relevantes en la red de palabras construida. presenta los resultados para las
medidas definidas en el capítulo anterior, otorgando la posibilidad de analizar la relevancia de las
palabras que constituyen la red semántica construida a partir de las entrevistas de los 11 casos
analizados. En la tabla se depuraron algunos conceptos que no tienen relevancia semántica, y está
sirve únicamente para conocer, en la totalidad de la red, cuáles son los nodos, que cuentan con
mayor grado y coeficiente de centralidad de intermediación.
En esta aproximación inicial al análisis de los resultados, están presentes de manera relevante
los conceptos vida, bien y vivir, esto debido a la forma en la que se desarrolló la entrevista y con
estos como conceptos articuladores del instrumento y del diálogo surgido a partir de este. Ahora
bien, será necesario analizar los nodos que están en conexión con estos conceptos, para poder
conocer precisamente cómo están configuradas las aspiraciones e ideas acerca del buen vivir,
análisis que se abordará a continuación.
Tabla 3.
Nodos más relevantes en la red de palabras construida.
N° Nodo Grado total Grado entrada Grado salida Centralidad de intermediación
1 'vida' 100 50 50 0.23
2 'gente' 93 46 47 0.22
3 'bien' 63 28 35 0.14
4 'vivir' 57 31 26 0.09
5 'casa' 54 27 27 0.11
6 'dios' 53 24 29 0.10
7 'familia' 43 22 21 0.06
8 'finca 42 20 22 0.10
9 'comida' 38 20 18 0.09
10 'tierra' 34 17 17 0.06
11 'personas' 33 17 16 0.06
12 'vive 27 13 14 0.04
13 'tiempo' 26 13 13 0.04
14 'trabajo' 23 11 12 0.03
15 'comer' 22 11 11 0.03
16 'salud' 19 9 10 0.03
17 'alegría' 18 9 9 0.03
18 'política' 18 9 9 0.04
19 'ser' 18 9 8 0.03
20 'comunidad' 17 9 8 0.02
21 'agua' 16 9 7 0.02
22 'dinero' 16 8 8 0.02
23 'tranquilidad' 16 8 8 0.01
24 'campo' 15 7 8 0.01
En la Tabla 3. se pueden apreciar un conjunto de bienes o elementos del buen vivir de
naturaleza diversa, que corresponden con varias de las dimensiones abordadas en la revisión de
literatura y lo que valida la multidimensionalidad del buen vivir rural en los casos analizados, en
sintonía con la propuesta teórica del buen vivir (Prudencio Guzmán & Polo Blanco, 2017).
Algunos de estos bienes corresponden a bienes materiales básicos como la vivienda, presente en
la red como “casa” con un grado nodal de 54. También están presentes bienes de naturaleza
inmaterial, relacionados con la dimensión religiosa – trascendente de los entrevistados,
expresados en la palabra “Dios” con un grado total de 53.
En relación con la dimensión de alteridad, la palabra familia, presente con un grado nodal de
43. También existen otros términos asociados con familia como hijos y padres. También la
palabra “Comunidad” adquiere también relevancia en la red de palabras, está asociada a otros
términos, que, si bien no cuentan con un grado nodal que lo ubique en una posición más
relevante, si están semánticamente vinculadas como “convite”, asimismo como “amistad”. Esto
vinculado al análisis de casos analizados como en el que se valora profundamente la posibilidad
de contar con otros ante las necesidades y de poder trabajar junto a otros por el bienestar de la
comunidad, aspectos cercanos a lo descrito por autores como Acosta (2015) en relación con los
“buenos convivires”.
Se valida la presencia de una idea o aspiración de buen vivir que corresponde con varios de
los elementos hallados en la revisión de literatura, y puede concluirse que ese ideal de una buena
vida incluye elementos de orden material, desde elementos básicos para la vida como el agua y la
alimentación, hasta bienes que posibilitan la interacción con otros entornos posibilitando el
comercio y actividades económicas como el transporte. Se encuentran también, una vinculación
relevante, según el análisis de la red entre el buen vivir y la dimensión trascendente o religiosa.
Para la construcción de una red que posibilite una aproximación a la configuración de las
aspiraciones e ideales de buen vivir se eligieron los 10 nodos más relevantes, Esto debido a que
juntos abarcan en total 543 aristas, lo que posibilitará un análisis profundo de otros conceptos
vinculados con estos. Es importante distinguir en estos nodos dos grupos distintos, un primer
grupo conformado por elementos sustantivos que forman parte del ideal o aspiración del buen
vivir: ‘casa’. ‘dios’, ‘familia’, ‘finca’, ‘comida’ y ‘tierra’ y otro grupo de nodos que son
elementos articuladores del discurso y que precisamente son los que presentan las
configuraciones de los ideales y aspiraciones del buen vivir rural de los casos analizados, por
conectarse con otros elementos de la red.
El Gráfico 1 presenta una red simplificada, pero en la que están relacionados los principales
nodos de la red original, abarcando a 194 nodos que describen bienes o elementos constitutivos
del buen vivir así como descriptores o calificadores de estos bienes. La red se constituye en 3
nodos articuladores: vivir, vida y bien, de los cuáles puede observarse su vinculación con nodos
que representan elementos del buen vivir que abarcan dimensiones como: i. la relación entre el
ser humano y la naturaleza, más específicamente en la posibilidad de acceder a bienes naturales
como el agua y el aire, pero además de contemplar y apreciar estos bienes.
Gráfico 1. Red con 10 nodos más relevantes (según grado total).
Además de la distinción que se planteó previamente, entre nodos con contenido sustantivo
para el buen vivir como: familia, tierra, gente, casa, finca, dios; y los nodos articuladores del
discurso: vivir, vida, bien; se puede también analizar el papel que estos nodos juegan en la
dinámica del texto y si estos son factores determinantes o desencadenantes en este. Los primeros
corresponden a nodos con un mayor grado de entrada que de salida, esta cualidad implica que el
discurso desemboca en estos, por lo cual pueden ser aspectos que se constituyan como fines o
efectos en la configuración del buen vivir. Entre estos están los nodos: vivir, familia y comida.
De otro lado los nodos desencadenantes ofrecen una mayor riqueza en la cantidad de nodos
vecinos y por su posición en el discurso pueden ofrecer una visión más amplia de la
configuración del buen vivir. En el gráfico 1 se pueden apreciar en forma esquemática estas
relaciones.
Tabla 4.
Nodos más relevantes análisis de sus cualidades.
Tipo Nodo Grado entrada – grado salida Centralidad de intermediación
Determinante
vivir 6 0.06
familia 3 0.09
comida 1 0.10
Neutrales vida 0 0.23
tierra 0 0.06
Desencadenante
gente -1 0.22
casa -1 0.09
finca -5 0.10
bien -7 0.14
dios -8 0.11
En el Gráfico 2 se analiza con mayor detalle estos tres nodos articuladores, en ellos se destaca
la vinculación entre la acción de vivir y la convivencia, vinculada además con bienes de
naturaleza inmaterial como el “disfrutar”, asociado a estados de bienestar psicológico. Mientras
que un concepto cercano a este como vida, se vinculada de manera estrecha con conceptos como
“personas”, “familia”, y con un concepto que abarca la dimensión espiritual-religiosa como
“Dios”, que como ya se mencionó aparece como un factor relevante en la configuración del buen
vivir de los casos analizados.
Gráfico 2. Red de nodos centrales: vida, vivir, bien.
En el Gráfico 3 se analizan otros tres conceptos relevantes – según su grado - : i. casa, ii. bien
y iii. gente. En esta configuración del buen vivir, se pueden distinguir los nodos también en
varias categorías, como se destacan nodos que componen bienes fundamentales como la
vivienda, la alimentación y el ingreso, pedo además el discurso revela de un lado, un conjunto de
atributos asociados a estos bienes, en el caso del nodo “casa” a este se encuentran vinculados
nodos que expresan cualidades particulares esperadas o presentes en ese bien como “propia”,
“cómoda”, “bella”. También hay nodos de atributos a propiedades relacionales, es decir que
vinculan al bien con un entorno vital más amplio en el que se interactúa con otros para el mismo
nodo analizado estos serían: “visitas”, “gente”, “inculcaron”, estas propiedades describen
entonces un dinamismo relacional y además biográfico, ya que esta última propiedad describe los
procesos de crianza y transmisión de valores y conocimientos entre padres e hijos.
Gráfico 3. Red de nodos relevantes: casa, gente, tierra.
Se puede entonces evidenciar un espacio construido por el discurso, en el que interactúan
nodos de distinta naturaleza: nodos que representan bienes concretos, nodos que describen sus
propiedades, nodos que ponen este bien en relación con contextos colectivos más amplios. Esto
ofrece dos posibilidades en la perspectiva de la construcción de un plan de vida que incorpore
esta visión de buen vivir. De un lado, considerar a los bienes más allá de ellos mismos y entender
propiedades esenciales que deben ser garantizadas y los procesos familiares, comunitarios, y
biográficos que genera y de otro, poder preservar estas mismas dinámicas y revalorarlas en los
procesos de educación de los habitantes de la comunidad.
En este red también está presente la “familia” como nodo vinculado a estos elementos,
validando los resultados de estudios como el de (Grondona-Opazo, 2016) donde la satisfacción
o realización de necesidades humanas requieren de la presencia e integración de las persona en la
familia. Aparece también el nodo “amistad” como elemento relevante pues, en las entrevistas,
emergía en el diálogo la importancia de contar con los vecinos para afrontar los momentos de
dificultad, así como la unión de estos en torno a propósitos y tareas comunes, este aspecto
quedaba especialmente descrito en el nodo “convites”, que se vincula a estos procesos si bien no
aparece como nodo relevante en los resultados de las medidas aplicadas al análisis de la red de
palabras.
En relación a esta dimensión comunitaria y de la construcción de convivencia y trabajo juntos,
se presentan algunos resultados relevantes en cuanto a las experiencias de asociatividad y a la
noción de bienes comunes, también presente en autores como (Bringas, 2016; François Houtart,
2013). En este caso se destaca de la experiencia de los casos analizados, la de aquellos que
conforman la asociación para la producción agroecológica, que cuenta con un espacio de
comercialización llamado “Tienda agroecológica El Cogollo”.
La Tabla 3 se presenta como una propuesta de taxonomía para los elementos que constituyen
el buen vivir presentes en la red simplificada, construida a partir de los 10 nodos con mayor
grado. En esta se agrupan los nodos según las categorías propuestas en la revisión de literatura,
surgiendo aquí la categoría de bien esencial para la vida, cercano a la propuesta de (F. Houtart,
2011) de la categoría de “base material para la vida”.
Ahora se proponen además unas subcategorías, que pueden llevar a constituir junto con los
nodos indicadores de una batería que posibilite en el futuro la evaluación cualitativa de la medida
en la que estos se han realizado en Veredas del Sur. Aquí surgen elementos que tienen relación
con procesos de desarrollo personal o individual como: i. proceso intrapersonal y bien
autonómico, que describen realizaciones o bienes que aportan a la persona en la consecución del
buen vivir y que precisamente lo presentan como una realidad ya presente y realizable en el día a
día, pero que puede ser completada o construida en el futuro.
También se destacan – como se ha mencionado antes – aspectos relacionados con la
dimensión religiosa – trascendente, así como nodos que pueden describir estados psicológicos
positivos. También surge una subcategoría que agrupa a nodos relacionados con acciones
contemplativas o de disfrute y goce del entorno, y que describen la gran valoración de la
comunidad por su entorno natural. Puede aquí deducirse un entrelazamiento entre esos aspectos
psicológicos, trascendentes y la alta valoración del entorno natural, si bien no se evidencian
visiones que revelen situaciones de injusticia o relación inadecuada hacia el medioambiente que
sean relevantes para la comunidad.
Tabla 3.
Propuesta de taxonomía de elementos del buen vivir
Nodo Grado Categoría Subcategoría
ser 18 Alteridad profunda Proceso intrapersonal
apoyo 6 Alteridad profunda Solidaridad y apoyo mutuo
colaborador 2 Alteridad profunda Solidaridad y apoyo mutuo
unión 14 Alteridad profunda Solidaridad y apoyo mutuo
vecinos 11 Alteridad profunda Solidaridad y apoyo mutuo
amar 4 Alteridad profunda Solidaridad y apoyo mutuo
compromiso 4 Alteridad profunda Solidaridad y apoyo mutuo
amistad 4 Alteridad profunda Solidaridad y apoyo mutuo
ayudado 2 Alteridad profunda Solidaridad y apoyo mutuo
servicial 2 Alteridad profunda Solidaridad y apoyo mutuo
apoyamos 2 Alteridad profunda Solidaridad y apoyo mutuo
ayuda 14 Alteridad profunda Solidaridad y apoyo mutuo
convivencia 4 Alteridad profunda Solidaridad y apoyo mutuo
familia 43 Alteridad profunda Vida familiar
papás 8 Alteridad profunda Vida familiar
inculcaron 2 Alteridad profunda Vida familiar
nacimos 2 Alteridad profunda Vida familiar
hermanos 6 Alteridad profunda Vida familiar
hijos 25 Alteridad profunda Vida familiar
salud 19 Bien esencial para la vida Bien esencial
alimentos 6 Bien esencial para la vida Bien esencial
luchar 4 Bienes autonómicos Bien autonómico
pensar 4 Bienes autonómicos Bien autonómico
planearla 2 Bienes autonómicos Bien autonómico
alcanzando 2 Bienes autonómicos Bien autonómico
fiesta 10 Bienes inmateriales Acción celebrativa
aspirante 4 Bienes inmateriales Bien autonómico
alegría 18 Bienes inmateriales Bienestar psicológico
gozo 4 Bienes inmateriales Bienestar psicológico
sosegada 2 Bienes inmateriales Bienestar psicológico
tranquila 11 Bienes inmateriales Bienestar psicológico
agradable 4 Bienes inmateriales Bienestar psicológico
contenta 2 Bienes inmateriales Bienestar psicológico
paz 6 Bienes inmateriales Bienestar psicológico
dios 53 Bienes inmateriales Dimensión religiosa - trascendente
rece 2 Bienes inmateriales Dimensión religiosa - trascendente
espiritualidad 8 Bienes inmateriales Dimensión religiosa - trascendente
cree 6 Bienes inmateriales Dimensión religiosa - trascendente
culto 4 Bienes inmateriales Dimensión religiosa - trascendente
misericordioso 2 Bienes inmateriales Dimensión religiosa - trascendente
fe 8 Bienes inmateriales Dimensión religiosa - trascendente
iglesias 4 Bienes inmateriales Dimensión religiosa - trascendente
bella 2 Bienes inmateriales Goce del entorno natural
belleza 6 Bienes inmateriales Goce del entorno natural
enamoró 4 Bienes inmateriales Goce del entorno natural
hermosa 10 Bienes inmateriales Goce del entorno natural
paraíso 11 Bienes inmateriales Goce del entorno natural
Agradecer 2 Bienes inmateriales Proceso intrapersonal
humildad 2 Bienes inmateriales Proceso intrapersonal
camino 14 Bienes inmateriales Proceso intrapersonal
trabajo 23 Economía para el buen vivir Bien autonómico
transporte 4 Economía para el buen vivir Bien autonómico
energía 10 Economía para el buen vivir Bien básico
comida 38 Economía para el buen vivir Bien esencial
cielo 2 Economía para el buen vivir Dimensión religiosa - trascendente
televisión 2 Economía para el buen vivir Medios de comunicación
orgánica 4 Economía para el buen vivir Nuevos procesos productivos
común 4 Economía para el buen vivir Principio orientador de la actividad económica
animales 6 Economía para el buen vivir Procesos productivos
sembrar 14 Economía para el buen vivir Procesos productivos
huerta 4 Economía para el buen vivir Procesos productivos
semilla 2 Economía para el buen vivir Procesos productivos
dinero 16 Economía para el buen vivir Procesos productivos
propia 10 Economía para el buen vivir Vivienda y tenencia de tierra
casa 54 Economía para el buen vivir Vivienda y tenencia de tierra
tierra 34 Economía para el buen vivir Vivienda y tenencia de tierra
agua 16 Relación ser humano - naturaleza Bien natural
aire 12 Relación ser humano - naturaleza Bien natural
río 4 Relación ser humano - naturaleza Bien natural
organizado 2 Vida comunitaria y política Organización comunitaria
En la tabla se incluye también una categoría emergente, y es la de los “bienes autonómicos”,
si bien esta incluye algunos bienes que se pueden asimilar también con derechos como “el
trabajo” estos están orientados a la consecución de otros bienes y otorgan autonomía y libertad
para ejercer facultades y capacidades que posibiliten la construcción del buen vivir. En este
grupo de bienes se identificaron al transporte, el trabajo la salud. Estos tienen otra característica y
es la vinculación con procesos junto a otros, es evidente que todos estos bienes tienen una
dimensión social, pero esta adquiere una relevancia importante en el discurso común de los
entrevistados. Se tiene salud, para trabajar por la familia, y se trabaja para poder darles sustento,
esta fórmula puede ejemplificar este realidad autonómica y social de estos bienes. El transporte, a
su vez, confirma las dinámicas rural-urbanas, y la necesidad y aspiración de la comunidad rural a
acceder de los bienes que generalmente se dispone en este entorno urbano como la salud. Esta
necesidad del transporte, que en la experiencia de campo se valida también en algunas iniciativas
de veredas como Volcanes en la construcción o ampliación de placas huella para facilitar el
tránsito de vehículos, se vincula también con iniciativas de asociatividad y de comercialización
de bienes agrícolas.
Estos bienes autonómicos no solo se expresan como realizaciones o actividades sino también
como condiciones interiores, capacidades o habilidades por ejemplo: luchar, pensar, planearla,
alcanzando, aspirante. Todos estos hacen apuntan a la consecución de metas futuras y también
representan habilidades y valores de la sociedad rural, que pueden constituirse como metas o
necesidades formativas en procesos educativos.
También se destaca la noción de vida simple, sosegada o vida tranquila. Esta noción de vida
simple implica la saciedad con los bienes disponibles, aun cuando estos no sean suficientes para
las necesidades nutricionales y energéticas, y además a una postura interior agradecida ante la
posibilidad de acceder a esos bienes.
Existe una valoración positiva del entorno, especialmente relacionada con estados de bienestar
personal que pueden vincularse con estados psicológicos saludables. Esto queda expresado en el
sentimiento de tranquilidad y alegría de los entrevistados. Esto diferiría de la noción profunda de
respeto por la naturaleza, si bien, en casos particulares, especialmente en aquellos entrevistados
que se dedican a actividades agroecológicas, existe una alta valoración del entorno natural,
asociado también a prácticas productivas y espirituales asociadas a la ancestralidad.
Si bien los primeros bienes o aspectos a los que se refieren los entrevistados se podría
presumir como los más relevantes, el proceso evidenció que la mayoría de estos mencionaban
aspectos materiales: i. “lo básico” o “lo necesario”, al indagar con mayor profundidad en
aspectos relacionados con la dimensión espiritual se valoraban como “lo más importante” aun
cuando no se mencionaban inicialmente. Por lo tanto, la presunción de que el orden en el que se
expresan los elementos para un buen vivir implica cierta jerarquía o relevancia no queda
validada, pero si se valida una jerarquía en los nodos sustantivos de la red que presentan mayor
grado y centralidad de intermediación como 'casa': 54, 'dios' 53, 'familia': 43, 'finca’: 42,
'comida’: 38, 'tierra': 34.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
En conclusión, este estudio cualitativo pudo validar la multidimensionalidad de los bienes que
constituyen el ideal o aspiraciones del buen vivir en los pobladores analizados, se confirma la
presencia de una noción de buena vida que incorpora actores, bienes, valores, de naturaleza
material e inmaterial, bienes culturales, vinculados a la dimensión trascendente y también
colectivos o comunitarios.
Este trabajo ha posibilitado validar que, en los casos estudiados, existe una vasta riqueza en
elementos y conceptos compatibles con la visión del buen vivir teorizada en América Latina, y
que aun más la trasciende y ofrece matices y notas particulares. Valida también que la vida rural
campesina ofrece no solo lecciones valiosas para la sociedad en general, sino prácticas eficaces
para construir una vida armónica, que contemple aspectos materiales e inmateriales, individuales
y colectivos, nuevas formas de organización comunitaria y productiva, concretadas en modos de
vida que más allá de anclarse en el pasado, permanecen conectadas a las dinámicas de vida
urbanas o llamadas “occidentales”, pero valorando permanentemente el entorno y el modo de
vida rural-campesino.
Se descubre la prevalencia de aspectos inmateriales individuales, al menos en número y un
conjunto de bienes que constituyen aquello que Houtart (2011) denomina base material para la
vida. Es decir que de un lado se confirman estas aspiraciones entre los participantes del estudio,
pero además se descubre una diversidad y complejidad de bienes inmateriales mucho mayor.
Se descubren también relación entre actores y entornos físicos, con procesos vitales y
culturales, ambientes enriquecidos por distintos bienes que constituyen entornos para el
desarrollo, conservación y revaloración de la vida rural. Igualmente una profunda visión
cooperativista y de alteridad presenta en distintas etapas de vida, en la etapa productiva como
oportunidad de asociatividad y durante la vejez como posibilidad de construir entornos
protectores y de solidaridad.
Se recomienda para futuras investigaciones con en foque cualitativo, y que usen también la
aplicación del enfoque de redes para el análisis textual, profundizar en el enfoque propuesto
descrito por Verd (2005) trascendiendo el análisis de redes semánticas hacia el análisis de redes
textuales, el cuál posibilita, previa codificación inicial, enlazar los conceptos no solo por su
ubicación o sintaxis en el texto, sino por la naturaliza de la relación entre los conceptos o su
vinculación semántica. Este método posibilita un análisis mucho más profundo del fenómeno.
Procesos de levantamiento de información más amplios, pueden posibilitar también la
inclusión de perspectivas del buen vivir de otros segmentos de la población, si bien, la decisión
de incluir adultos y adultos mayores en este trabajo se decidió con el criterio de incorporar
experiencias de personas que hubieran estado presentes en el territorio, idealmente desde su
niñez, o que al menos hayan pasado la mayor parte de su vida en este.
La matriz o taxonomía propuesta, puede ser también un punto de partida para la generación de
una batería de indicadores, que posibilite en el futuro aproximación de tiempo cuantitativo y
experimental, y que posibiliten en el futuro la evaluación del buen vivir correlacionando diversas
comunidades rurales, diversas prácticas comunitarias y en diversos territorios.
El proceso actual debe considerarse como un eslabón en un proceso de conocimiento y
comprensión, reflexión y la generación de posteriores experiencias de evaluación aplicadas a la
planificación territorial de Veredas del Sur, todo este proceso orientado por un criterio de
revaloración de la sociedad rural campesina, donde precisamente los valores y bienes –
materiales e inmateriales – relevantes para estas comunidades sean eficazmente incorporados en
estos procesos o, en términos del buen vivir en el diseño de su plan de vida comunitario.
Sería necesario igualmente realizar análisis más amplios que posibiliten la comparación entre
grupos etarios y por sexos. Esto permitiría matizar las distintas aspiraciones y elementos del buen
vivir que posibiliten la comprensión también de las necesidades de la comunidad.
ANEXOS
Instrumento de recolección de información: entrevista semiestructurada.
1. ¿Cuál es su edad? Y ¿Cuál es su lugar de nacimiento?
2. ¿Cuál es su lugar de crianza? ¿En este lugar cómo fue su vida?
3. ¿Qué es para usted la vida?
4. ¿Qué es para usted buen vivir / vivir bien?
5. ¿Cuáles cree que son los bienes o factores mínimos (básicos) para vivir bien?
6. ¿Cuáles son los elementos que se necesitan para tener una calidad de vida óptima / una vida
plena? ¿Qué cosas harían falta para que usted tenga la mejor vida posible?
a. ¿Todos estos elementos ya están presentes en su vida?
b. ¿Cuáles hacen falta? ¿Por qué?
7. ¿Qué aspectos del entorno natural aportan a que usted tenga una buena vida y cuáles van en
deterioro de esta?
8. ¿Qué aspectos de la vida en Veredas del Sur aportan a su buen vivir?
9. ¿Cree usted que las demás personas son necesarias para tener una buena vida?
10. ¿Cuáles personas cree usted que son necesarias para tener una buena vida?
11. ¿Cree usted que la comunidad en la que vive aporta a tener una buena vida?
12. ¿El buen vivir es algo que se vive y se construye con los demás? ¿Por qué?
13. ¿Cuáles valores como persona debo tener para lograr ese buen vivir?
14. ¿La participación ciudadana hace parte del buen vivir? ¿Cree usted que como miembro de
la comunidad tiene un compromiso en espacios cívicos y políticos? ¿cuáles cree usted que son
sus compromisos como integrante de la comunidad de su vereda? ¿Cree que asumir estos
compromisos aporta a lograr un buen vivir?
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