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MÁSTER EN GESTIÓN SOSTENIBLE Y TECNOLOGÍAS DEL AGUA
Proyecto fin de Máster
Identificación y selección preliminar de los sitios prioritarios para conservación en la franja marino-
costera de la Región de Murcia, España.
Autor:
Juan Carlos Rodríguez-Guerra
Tutor: FRANCISCA GIMÉNEZ CASALDUERO
3
Dra. FRANCISCA GIMÉNEZ CASALDUERO, Profesora contratada doctora del Departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la Universidad de Alicante, CERTIFICA: Que Don Juan Carlos Rodríguez Guerra, Tecnólogo Pesquero, mención Acuicultura y Oceanografía, ha realizado bajo mi dirección el trabajo con titulo “Selección Preliminar de los Sitios Prioritarios para Conservación en la Franja Marino-Costera de la Región de Murcia, España” el cual constituye su memoria de Fin de Máster en “Gestión Sostenible y Tecnologías del Agua”, reuniendo a mi juicio las condiciones necesarias para ser presentada y juzgada por el tribunal correspondiente. Y para que conste a los efectos oportunos, firmo el presente certificado en Alicante a los 15 días del mes de Septiembre de 2009. Fdo. Dra. Francisca Giménez Casalduero
1. INTRODUCCIÓN.
En las últimas décadas, los encargados de gestionar la protección de la biodiversidad han
comprendido que los criterios para determinar las áreas que deben ser protegidas han
evolucionado. La aplicación de herramientas tecnológicas como los sistemas de
información geográfica ha supuesto un gran avance en la biología de la conservación. Se
han incorporado nuevos conceptos ecológicos como la representatividad y la
complementariedad que una reserva ofrece para la protección de la biodiversidad
(Castaño-Villa, G. 2005). De igual modo, se utilizan análisis a diferentes escalas de
protección (globales, locales y mesoescala), y se han generado diversos enfoques
basados en las especies (indicadoras, sombrilla, focales y análisis de vacíos), que tienen
como fin la selección de áreas o la detección de vacíos en los actual sistema de reservas.
Gran parte de las estrategias de conservación desarrolladas actualmente, se han
concebido con el objeto de impedir la pérdida de la diversidad ocasionada por la
deforestación de los trópicos o la desaparición de hábitats donde residen especies de
“interés” y donde es necesario la preservación de procesos evolutivos (Edwin, L. 1991).
Por esta razón, la selección de áreas a proteger está frecuentemente basada en la
presencia de especies amenazadas, en regiones con una alta diversidad de especies o
con elevadas proporciones de especies endémicas (Soulé, M. 1991).
Cuando se desarrollan procesos para la conservación de áreas, nos enfrentamos a un
conjunto de problemas que no sólo incluye la presión que ejerce el hombre en el interior
de las reservas, sino también en las áreas contiguas. En un mundo superpoblado, con
recursos naturales y financieros limitados, deben establecerse prioridades para lograr la
conservación de la diversidad biológica. Aunque se podría argumentar que ninguna
especie o comunidad debiera perderse, la realidad es que sucede todos los días y que no
existen suficientes recursos disponibles para salvarlas a todas. El desafío real radica en
encontrar formas de minimizar las pérdidas contando con recursos financieros y humanos
limitados. Es así como se ha llegado a la formulación de un número importante de
estrategias que permitan establecer las prioridades de conservación, las cuales
fundamentalmente se basan en criterios ecológicos, tales como; Especies únicas (una
comunidad biológica compuesta fundamentalmente por especies endémicas raras tienen
mayor prioridad de conservación que una dominada por especies de amplia distribución),
Grado de amenaza (las especies en peligro de extinción y las comunidades biológicas
amenazadas con la destrucción inminente también tienen prioridad) y Utilidad (especies
con valor actual o potencial para los humanos) (Primack et al., 2000), por citar algunos.
El mar Mediterráneo presenta grandes desafíos para la planificación y la aplicación de
medidas de protección y conservación marina. Esta cuenca semi-cerrada combina altos
niveles de biodiversidad marina y alto endemismo específico que se conjuga con una alta
densidad de población humana, su larga historia de explotación de recursos marinos,
alteración de hábitat costeros, y una limitada protección de sus ecosistemas marinos
(Myers et al., 2000; Shi et al., 2005; Halpern et al., 2008). A lo largo de sus costas se
superponen múltiples amenazas directas a la biodiversidad marina, como la eutrofización
costera, la contaminación química, frecuentes aportes de sustancias tóxicas, los
desarrollos explosivos de algas mucilaginosas, interrupciones y alteraciones de la línea
costera mediante la ejecución de macro proyectos de infraestructura, y el uso de artes de
pesca destructivas (Airoldi y Beck, 2007).
Por otra parte, la línea de costa se encuentra fragmentada por los asentamientos urbanos
y el desarrollo costero de amplio alcance, donde la implementación de las “Areas
Marinas Protegidas (AMP's)” a lo largo de toda su extensión, resulta particularmente
problemático. Debido a estos desafíos, que son compartidos por muchas regiones
densamente pobladas en todo el mundo, el desarrollo de una red ecológica representada
por la figura de un AMP en el Mediterráneo (Agardy, T. 2005) se considera un objetivo
difícil de alcanzar.
En contraposición, las costas del Mar Mediterráneo cuentan con antecedentes
importantes al respecto (Ramos y McNeill 1994; Sanchez-Lizaso, J. 1991), al realizar una
revisión generalizada del tema nos encontramos que los esfuerzos por proteger las costas
del mediterráneo se remontan a los años 60 con la creación de la primera figura de
protección marina, el Parque Nacional de Mljet, Croacia (1960). Seguidamente, en 1963,
fue creado el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de Port-Cros (Francia). Desde
entonces, la mayor parte de las reservas actuales en el Mediterráneo se han creado a
partir de la década de los 80, promovidas por las administraciones pesqueras por una
parte y la publicación del “Protocolo sobre las zonas especialmente protegidas del
Mediterráneo”, del Plan de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Ginebra, 1982),
hasta llegar en la actualidad a un total de 121 áreas marinas protegidas (GFCM y
RAC/SPA, 2007).
España enmarcada dentro de este contexto, durante los años 80 empezó un proceso
excipiente de afectación de sus costas con figuras de protección, casos como; la Reserva
Marina de la Bahía de Palma (1982), la Reserva Nacional de Caza de Chafarinas
(protección de la foca monje) y la zona vedada a la pesca de las Islas Medas (1983)
(Forcada, A. 2007), pero fue en 1986 cuando en base a la citada Orden de 11 de mayo de
1982 se estableció la primera área marina protegida, “Reserva Marina de Interés
Pesquero de Tabarca” (Ramos, A. 1985). De este modo se da inicio en el territorio español
al desarrollo de políticas de conservación de los recursos marinos y desde entonces,
hasta nuestros días (2009), las áreas marinas en el litoral español que gozan de un
estatus legal de protección (como parques marítimos o reservas marinas) alcanzan el
número de 22 (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 2007).
De igual modo, la constitución de la red de Zonas Especiales de Conservación Natura
2000 creada por el articulo 3.1 de la Directiva Hábitat (Directiva 92/43/CEE del Consejo,
1992) implica para los Estados miembros, según el articulo 3.2 la obligatoriedad de
contribuir, en función de la representación que tengan en su territorio los tipos de hábitats
naturales del anexo I y los hábitats de las especies del anexo II, mediante la designación
de Lugares y Zonas Especiales de Conservación en superficie suficiente para garantizar
su mantenimiento y restablecimiento en un espacio de conservación favorable.
No obstante y aunque en el mediterráneo se cuenta con mecanismos legales para el
establecimiento de lugares de conservación de la diversidad biológica y al mismo tiempo
esas normativas se han traducido en un número importante de zonas marinas protegidas,
soportadas con sólidos argumentos y claros objetivos para el resguardo de la
biodiversidad de regiones particulares, continúan estableciendo áreas protegidas a partir
de escasa información científica, con ausencia de conexión relación entre las distintas
áreas y lo que es más importante, sin tener en cuenta las necesidades y propuestas de
los colectivos interesados que permitían reflejar las perspectivas locales, (Fraschetti et al.
2005, Guidetti et al. 2008). Como consecuencia, las poblaciones locales a menudo
perciben la conservación marina y la gestión como un obstáculo al desarrollo económico,
que conduce a la falta generalizada en el cumplimiento de los reglamentos dispuestos
para regular las Areas Marinas Protegidas establecidas.
Los criterios utilizados para seleccionar la ubicación, tamaño y configuración de las AMP's
individuales han sido ampliamente debatidos en la última década (Roberts et al. 2003). La
aplicación de algoritmos para la selección de lugares en ambientes terrestres resultaron
en muchos casos ser especialmente adecuados para el diseño de redes de AMP's (Ball y
Possingham 2000; Possingham et al. 2000). Estas herramientas se aprobaron
recientemente para la planificación de AMP's en varias regiones marinas (Sala et al. 2002,
Airamé et al. 2003, Leslie et al. 2003, Banks et al. 2005), proporcionando un marco eficaz
para la evaluación, tanto de la potencial ineficiencia de los sistemas existentes como para
la planificación de nuevos escenarios a proteger. Aunque existen numerosos estudios
orientados en la identificación de impactos ocasionados por las actividades humanas en
las zonas marino-costeras (Luna et al., 2009; Roncin et al., 2008; Del Pilar et al., 2006;
Klein et al., 2008; García-Charton et al. 1993), estas solo incluyen las perturbaciones
como un conflicto potencial hacia las actividades productivas que allí se realizan, estando
en la mayoría de los casos dirigido al sector pesquero y no a la red de AMP´s que se esta
diseñando (Richardson et al., 2006; Leslie, H. 2005; Sala et al., 2002). Por consiguiente
los intentos de integrar los aspectos biológicos y antrópicos dentro de los procesos de
conservación de la biodiversidad son cada vez más necesarios ( Klein et al., 2008; Margi y
Austen 2008; Roncin et al. 2008; Giménez-Casalduero, F. 2006; Fernandes et al., 2005).
Con el objeto de identificar los lugares prioritarios a conservar y diseñar un sistema de
AMP's en áreas costeras densamente pobladas donde las actividades humanas juegan
un papel protagonista, se decide aplicar un algoritmo para la selección de sitios en la zona
marino-costera de la Región de Murcia. La zona seleccionada podría considerarse un
ejemplo de la versatilidad paisajística de las zonas costeras del mediterráneo español
representada por un complejo mosaico de hábitats vulnerables, en un paisaje
fragmentado por múltiples factores estresantes de origen antrópico. Allí se superponen un
conjunto de figuras de protección de la biodiversidad (Consejeria de Agricultura, Agua y
Medio Ambiente, 1999) en la mayoría de los casos, carentes de una planificación, gestión
y zonificación adecuada. Nuestra meta fue diseñar un sistema de AMP's, que incluyese
varias zonas compactas caracterizadas por su alto valor de conservación. El desarrollo de
este objetivo esta cimentado en una importante base de datos que refleja la distribución
espacial de los hábitats prioritarios y su diversidad biológica, además de la evaluación
realista y actual de las actividades humanas como posibles fuentes de perturbación
(Ojeda et al., 2009). A partir de la cual se establecerían un número preciso de objetivos
específicos a conservar. No fue posible incorporar una evaluación del apoyo u oposición
potencial de las diferentes partes interesadas para el establecimiento de un sistema de
AMP's, pero se tiene consciencia de que este hecho es de gran relevancia para garantizar
la creación y el funcionamiento de un sistema de reserva.
El diseño de AMP's eficientes sigue siendo una cuestión compleja, que requiere un mayor
conocimiento de la dinámica del ecosistema y un enfoque más ecológico en cuestiones de
conservación, ordenación del medio marino y la explotación sostenida (Underwood, A.
1995; Langlois y Ballantine 2005). Sin embargo, si se escogen criterios adecuados y se
hace un buen uso de los algoritmos de selección del sitios, se podría contar con un
soporte en la planificación inicial de una red de AMP's para evitar conflictos de política
general que conducen a la representación deficiente de los hábitats críticos de la Región.
2. MARCO TEÓRICO.
Al analizar las complicaciones derivadas de los procesos de gestión costera llevadas a
cabo de forma tradicional y la responsabilidad ambiental que este proceso implica, nace la
idea de utilizar potentes herramientas para la toma de decisiones que conlleven a
disminuir la incertidumbre que se genera cada vez que se crea un AMP, y más aun si la
meta no es solo crear un área en concreto, sino que su utilidad toma mayor importancia
cuando el objetivo se amplia a la creación de un sistema de reservas que garantice la
representación de la biodiversidad en una región.
MARXAN, es una herramienta informática que combina el uso de los Sistemas de
Información Geográficos (SIG's) con secuencias lógicas y algoritmos matemáticos,
capaces de brindar resultados tan potentes que han sido ampliamente utilizados para la
toma de decisiones tanto en la selección y zonificación de sitios prioritarios como en la
configuración de redes de áreas protegidas (Ardron et al., 2008; Ball I. 2000; Possingham
et al., 2000). Una de sus aplicaciones mas divulgadas fue en la re-zonificación de la Gran
Barrera de Coral, Australia (Fernandes et al., 2005), Ian Ball y Hugh Possingham (2000)
desarrollaron esta herramienta como soporte en la búsqueda de posibles soluciones a los
problemas medio ambientales que afrontaba en su momento las autoridades del “Parque
Marino Gran Barrera de Coral, Australia (http://www.gbrmpa.gov.au/). Su nombre nace de
la combinación de las palabras“Marine” y SPEXAN (programa antecesor). Sus objetivos
fueron en un comienzo, identificar áreas que cumpla de manera eficaz matas cuantitativas
para una amplia gama de características de la biodiversidad con un costo mínimo, utilizar
el principio de complementariedad para seleccionar unidades de planificación que
complementen una red de área para conservación (el todo es más que la suma de sus
partes), cumplir con los requerimientos espaciales, tales como compactación de un
sistema de reserva, incluir datos sobre los procesos ecológicos, amenazas y el estado de
estos, identificar las ventajas y desventajas entre la conservación y objetivos socio-
económicos y por último generar un serie de soluciones.
Aunque se podría pensar que el uso de esta herramienta informática esta limitado a los
objetivos antes expuesto, esta ha sido utilizada para otros usos mas prácticos que
abarcan desde la identificación de un conjunto eficiente (desde el punto de vista espacial)
de zonas de pesca, hasta el apoyo de planes de zonificación de usos múltiples que
equilibran los diversos intereses entre la pesca, el transporte marítimo y la conservación
(Fernandes et al., 2005; Chan et al., 2006).
Llegado a este punto se hace indispensable introducir el concepto del Problema del
Conjunto Mínimo. El “Set Covering Problem” (SCP, por sus siglas en ingles), consiste en
encontrar las soluciones que minimicen el problema de cubrir un conjunto de necesidades
con el menor costo posible. También se puede entender como el problema de encontrar el
mínimo de subconjuntos que contengan todos los elementos de un conjunto dado, con el
fin de minimizar algún valor, basándonos en el hecho de que existen más posibilidades de
implementar aquellas redes de reservas menos costosas o que afecten en menor medida
a la sociedad. De igual manera, al alcanzar un conjunto de metas cuantitativas para todos
los objetos a conservar, se proporciona una plataforma sólida y propicia para la futura
expansión de un sistema de reservas, disminuyendo la posibilidad de una selección
sesgada hacia hábitats de poco valor comercial, los cuales con frecuencia resultan muy
difíciles de expandir.
El concepto “sistema de reserva” ha sido abordado por muchos investigadores, (Ball y
Possingham 2000), los cuales usaron algoritmos heurísticos conocidos como de
recombinación simulada (del ingles “Simulated annealing”) para la selección de este tipo
de conjunto mínimo. El problema radica básicamente en determinar que forma y cuanta
área debe abarcar cada uno de los elementos y por consiguiente el conjunto resultante de
un sistema de reservas. En otras palabras, del gran número de sitios potencialmente
disponibles para conformar el conjunto de un sistema de reserva, cuales deben estar
incluidos cumpliendo las metas trazadas, sin dejar ninguna característica de especial
importancia fuera, a partir de los cuales se puedan seleccionar nuevas áreas de
conservación y que al mismo tiempo contemple criterios ecológicos, sociales y
económicos (Game y Granthan 2008).
De este modo se espera realizar una Planificación Sistemática de la Conservación en
la región. Esta herramienta es ampliamente considerada como mejor praxis, ya que facilita
un proceso transparente, integral y bien argumentado en la toma de decisiones. El
termino “transparencia” alude a como las personas llegan a comprender los
procedimientos para la toma de decisiones y sus resultados. Un proceso de planificación,
que se desarrolle con total transparencia, tiende a incrementar la responsabilidad y la
credibilidad en la planificación de la conservación y en la toma de decisiones. Los
procesos de planificación inclusivos están destinados a incorporar la información y los
valores que brindan las partes interesadas, de manera que se reduzca los conflictos de
intereses. Recíprocamente, esto deviene en decisiones más sólidas y de mayor
aceptación. La buena argumentación se deriva de la capacidad de los planes sistemáticos
para analizar, de manera explicita, con que exactitud una selección especifica de reservas
cumple sus metas cuantitativas, así como la validez del razonamiento utilizado para
lograrlo (Game y Granthan 2008).
Por otro lado, se consideró importante definir otros conceptos de carácter ecológicos que
serán tratados de alguna manera en este trabajo (Consejería de Agricultura, Agua y Medio
Ambiente, 1999). Empezaremos con la Representatividad, esta se entiende como el
grado en que se encuentra representado (presencia en términos de número o cobertura)
un elemento. El grado de representatividad mide la ejemplaridad de un tipo de hábitat en
aplicación del manual de interpretación de los tipos de hábitats del Anexo I (Directiva
92/43/CEE del Consejo, 1992), en el que figura la descripción, especies características y
otros elementos de cada hábitat. Seguidamente definiremos la Rareza, esta expresa la
posición relativa de un elemento (especie, comunidad, hábitat, o cualquier elemento
natural), en función de la distribución, abundancia local, persistencia
temporal,especificidad de hábitat o la peculiaridad taxonómica. Podríamos resumir un
elemento raro aquel que presenta una distribución restringida y/o una baja abundancia. La
rareza no puede ser definida sin una referencia explícita a la escala del ámbito donde se
aplica (Margules y Usher, 1981). Esta puede identificarse como la cantidad total de una
especie de planta en hectáreas o el número de incidencias de cetáceos en toda el área de
estudio estudiada. Se hace evidente un potencial problema, ya que las rarezas para
diferentes categorías de conservación podrían ser de un orden de magnitudes diferentes.
Otros conceptos importantes a destacar pueden ser la Compacidad y la
Irremplazabilidad (Carwardine, J., 2007), el primero puede ser entendido como el
espacio que tiene propiedades similares a las de un espacio compacto. El adjetivo
compacto representa una masa muy unida; un agregado cuyos elementos constituyentes
están muy poco o nada separados los unos de los otros. La compacidad en nuestro
ámbito expresa la idea de proximidad de los componentes que conforman el ecosistema,
es decir, la reunión en un espacio más o menos limitado de los servicios, usos y las
funciones de éste. La compacidad, por tanto, facilita el contacto, el intercambio y la
comunicación, que son, como se sabe, la esencia de la sostenibilidad. Al mismo tiempo,
potencia la probabilidad de contactos y con ello potencia la relación entre los elementos
del sistema. El segundo, analiza cuán importante es cada unidad de planificación de
acuerdo a los elementos contentivos en ella, para lograr una meta cuantitativa de un
elemento que se quiere conservar a una meta supuesta, podría entenderse como cuales
son las unidades indispensables en el conjunto resultado.
Debido a que MARXAN es una herramienta que considera todos los conceptos expuestos
anteriormente y que además sortea los problemas potenciales que se derivan en la
aplicación de éstos, mediante la utilización de un conjunto de algoritmos diseñados para
ello, fue escogido como motor para el análisis de los datos espaciales. Otros conceptos
técnicos y la manera como se desarrollan los procesos para obtención de resultados
serán expuestos en el apartado 4. Materiales y Métodos, resto puede ser consultado en
Ardron et al., (2008).
3. OBJETIVO
Identificar sitios prioritarios para conservación en la zona marino-costera de la Región de
Murcia, España, con el fin de diseñar un sistema de AMP's en áreas costeras densamente
pobladas, mediante la utilización de una herramienta informática para toma de de
decisiones “MARXAN” versión 1.8.10.
4. MATERIALES Y MÉTODOS
4.1 Área de estudio
La franja marina de la Región de Murcia, comprende 135 km, aproximadamente, de costa
Mediterránea que alcanzan una extensión de unas 260.000 ha., ubicados en el sur-este
de la península ibérica, comprendidos entre los límites de la Provincia de Alicante (37° 50'
N, 0° 45' O) El Mojón, y la Provincia de Almería (37° 22' N, 1° 37' O), Cala Cerrada -
Cocederos de Esparto (Figura 1).
Para este estudio fue seleccionada un área de 56.047,6 ha., que cubren desde los límites
norte-sur de la Región, hasta los 55 metros de profundidad, siendo esta zona la que
engloba el ecosistema objeto de estudio y cuenta con información cartográfica consistente
de 39 Asociaciones y Biocenosis (Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente,
1999), distribuidas en diferentes hábitats (5), de los cuales tres (1110. Bancos de arena,
1170. Arrecifes y 8330. Cuevas y extraplomos) están catalogados en la Directiva Hábitat
como de “Interés Comunitario” y dos (1120. Praderas de Posidonia oceanica; 1150.
Lagunas costeras) además como “Hábitats Prioritarios” (Directiva 92/43/CEE del Consejo,
1992).
Figura 1. Area de estudio. Biocenosis cartografiadas en la franja marino-costera y Mar
Menor de la Región de Murcia. Fuente: Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente
(2005).
Estudios anteriores (Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente, 1999), han
obtenido como resultado que esta Región es muy importante para conservar por su
elevada riqueza en términos de composición y abundancia relativa de especies
bentónicas sub-mareales en comparación con el resto del litoral. Las comunidades
marinas costeras son muy diversas (Calvin, J. 1999) debido a la presencia de
bioconstrucciones compuestas por conglomeraciones de algas calcáreas (Coralináceas,
Maërl) y Vermétidos (Dendropoma petraeum), praderas de fanerógamas marinas
(Posidonia oceanica, Cymodocea nodosa, Zostera noltti) y características geológicas
particulares como la presencia de cuevas sumergidas y cordilleras submarinas (Gimenez-
Casalduero, F. et al., en revisión). Por ello aproximadamente el 70% del frente costero de
la Región ha sido incluido en la Red Natura 2000 como Lugar de de Interés Comunitario
(LIC), denominado “Franja litoral sumergida de la Región de Murcia”. (Figura 2).
Figura 2. LIC's y áreas marinas protegidas en la Región de Murcia.
Para su descripción general la costa se ha dividido en dos grandes sectores (Norte y Sur).
El tramo sur presenta claras diferencias con respecto a la zona norte. Destaca su
estrecha plataforma continental que configura toda la geomorfología de la zona. Su
característica más resaltante podría ser la presencia de altos acantilados de pendientes
pronunciadas que se extienden a la zona submarina y alcanzan grandes profundidades a
pocos metros de la costa otorgándole una apariencia mas angosta, así como la presencia
de cabos sobresalientes de la línea de costa. Lo cual contrasta con la zona norte, donde
aumenta la extensión de la plataforma, disminuye la altura de la costa, y destaca la
presencia de una laguna costera (Mar Menor) con una profundidad máxima de unos 7 m.
aprox., la cual guarda una estrecha relación con el mar adyacente, y al mismo tiempo
presenta características propias que merecen una atención especial, pudiendo
considerarse por si misma una región marina aparte (Terrados, J. 1991).
La zona costera en general posee una elevada importancia económica. Los sectores
productivos que se desarrollan en la zona como la pesca y la agricultura han generado
altos rendimientos a través de la historia de la región (Giménez-Casalduero, 2006; Garcia-
Charton et al. 2007; Roncin et al. 2008), sin embargo, en los últimos 15 años la presión
urbanística y náutica han ocasionado perturbaciones que repercuten en los recursos
marinos característicos del lugar, dando como resultado una disminución no solo en la
riqueza y abundancia si no también en las tallas (Rodríguez, J. 2008), lo cual a propiciado
el tomar medidas de gestión (Giménez-Casalduero et al. 2009) que coadyuven a la
protección de los valores antes mencionados.
Aunque este estudio es sólo un ejercicio teórico, puede ser considerado como un trabajo
preliminar para el desarrollo de un proceso de selección real de sitios y la aplicación de
una red de AMP en las costas murcianas y la comprobación de la idoneidad de las zonas
protegidas en la actualidad.
4.2. Base de datos geográfica.
La información cartográfica referente a los hábitats, biocenosis y asociaciones de la
Región de Murcia, fue cedida y autorizado su uso en este estudio, por la Consejería de
Agricultura, Agua y Medio Ambiente. Los datos (última actualización año 2004), proceden
tanto de campañas realizadas por este organismo público, como de otras fuentes (Calvin,
J. 1999; Calvin y Giménez-Casalduero, 2000) (Figura 1). El objeto de esas campañas de
toma de datos cartográficos fue, a través de análisis paisajístico valorar los ecosistemas
de la Región, con el fin de cumplir las metas exigidas por los acuerdos internacionales
(Directiva 92/43/CEE del Consejo, 1992). Cabe resaltar que son pocos los estudios que
se han generado con esta fuente de información y en en su mayoría han tenido un
carácter técnico (Giménez-Casalduero et al., 2009; Calvin, J. 1999). El detalle de la
misma obedece a una escala geográfica variable, para este estudio se han considerado
detalles a partir del 1:50.000. A esta escala espacial se representa la heterogeneidad del
paisaje y al mismo tiempo permite observar la fragmentación que caracteriza a estas
costas.
El manejo de la geodatabase se ha realizado a través de la aplicación informática ArcGis®
9.1. Todos los mapas aquí presentados han sido generados como parte de los resultados
del estudio y editados por el autor.
4.3. Identificación de impactos.
Fueron cartografiados todas las zonas con actividad antrópica que pudiese causar
impactos a la biodiversidad, considerando como tal: embarcaderos, puertos, zonas de
vertidos, granjas acuícolas y zonas de concesiones para la pesca. Las áreas de influencia
para cada uno de estos impactos potenciales se estableció generando un polígono
“Buffer” alrededor de los puntos donde se localiza la actividad en cuestión, definiendo su
diámetro a partir de la consulta bibliográfica. Por ejemplo, para establecer la zona de
influencia de los puntos de vertidos, se consultaron los límites que se utilizan para definir
los diseños experimentales de determinación de impactos para este tipo de actividad (De
la Ossa C. et al. 2009; Wear y Tanner 2007), de esta manera se tuvo una referencia con la
que se estableció la zona de influencia de los puntos de vertidos. Esta misma estrategia
fue aplicada a todos los impactos detectados.
4.4. Aplicación de MARXAN
MARXAN fue la aplicación informática utilizada para generar los resultados de la
selección de sitios prioritarios a conservar. Esta aplicación requiere sean ejecutados una
serie de pasos previos que van desde adecuación de los datos para su procesamiento,
hasta el estudio de como son interpretados los resultados generados.
Consideramos necesario definir algunos conceptos básicos que se utilizan para la
descripción del funcionamiento de la aplicación. Con ello se pretendió aclarar todas las
dudas que puedan surgir al momento de explicar los resultados.
4.4.1. Función objetivo
Mediante el uso de una función matemática objetivo que calcula un valor para varias
unidades de planificación, basándose en los diferentes costos que puede tener el conjunto
seleccionado y en las penalidades por no cumplir con las metas cuantitativas de
conservación, MARXAN calcula los conjuntos que en teoría deberían estar incluido en los
resultados. Poder contar con una función objetivo que asigna un valor a un determinado
sistema de reservas, nos permitió automatizar la selección de buenas redes. Esta
aplicación no hace más que comprobar de manera continua las selecciones alternativas
de unidades de planificación, con el propósito de mejorar el valor de todo el sistema de
reservas en conjunto. La función objetivo esta diseñada de tal forma que mientras mas
bajo sea el valor, es mejor el resultado.
De igual modo, esta función permitió considerar la fragmentación del sistema, de modo
que se podrá contar con un conjunto de sitios no muy fragmentado. Un sistema de
reservas fragmentado no solo conducirá a una proporcional fragmentación de las
comunidades ecológicas, sino que es probable que el manejo, vigilancia y cumplimiento
se torne más difícil y costoso.
Así la función objetivo toma la siguiente forma:
∑ Costo + BLM ∑ Fronteras + ∑ SPF * Penalidad + Penalidad de recargo(t)
a b c d
a. El costo total de la red de reservas
b. Longitud total de frontera de la reserva, multiplicada por un modificador. Donde BLM
(Modificador de longitud de frontera), es una variable que indica el énfasis que debe
hacerse para minimizar la longitud de frontera total del sistema de reserva con relación a
sus costo.
c. La penalidad por no representar adecuadamente los objetos de conservación. Donde
SPF (Factor de penalidad de especie u OdC's), es un multiplicador definido para la
penalidad aplicada a la función objetivo cuando una meta cuantitativa de objeto de
conservación no se cumplen el escenario de reserva actual.
d. Penalidad por exceder un umbral de costo pre-programado en el tiempo.
4.4.2. Selección de las unidades de planificación
Las unidades de planificación (UP's) (Figura3), son las unidades que la aplicación
seleccionará y evaluará para producir soluciones. Para este ejercicio se definieron UP con
forma hexagonal regular, con lados de 277,4 Km de longitud correspondientes a un área
de 20 hectáreas. Estas se escogieron con dicha configuración, al considerarse adecuadas
con la escala de trabajo y al tamaño relativo de los OdC's en relación con el de las UP's,
de manera que se asegurase la representatividad de los OdC's de menor tamaño.
La forma hexagonal presenta la ventaja que se aproxima al círculo, lo cual reduce la
relación perímetro-área y ofrece un mayor numero de lados para combinaciones de
bordes entre UP's adyacentes (Geselbracht et al. 2005). El numero total de UP's para
cubrir las 56.000 ha del área de estudio fue de 7228
Figura 3. División del área de estudio en Unidades de Planificación (UP's) de 20 ha
4.4.3. Selección de los objetos de conservación (OdC's) y determinación de
su distribución espacial.
Entenderemos por OdC's a todos los elementos representativos de la biodiversidad sobre
el cual enfocaremos los esfuerzos de evaluación (Groves et al. 2000) para la selección de
sitios. Los OdC's se utilizaron para identificar las unidades de planificación que contienen
ejemplos múltiples y viables de la biodiversidad; es decir, de todas las asociaciones,
biocenosis y hábitats a las cuales hemos dirigido nuestras metas. De este modo se abarcó
todo el espectro de elementos y procesos que constituyen la biodiversidad de toda el área
de planificación. Para ello fue necesario considerar escalas ecológicas y geográficas,
desde porciones bien conservadas del paisaje hasta poblaciones de distintas especies, y
desde lo local hasta lo regional.
El procedimiento para la selección de OdC's se basó en una aproximación a la estrategia
conocida como “filtro grueso y filtro fino”, una hipótesis de trabajo con la que se asumió
que al conservar ejemplos múltiples y viables de todos los sistemas ecológicos y
comunidades (objetos de filtro grueso) se conservarán también la mayoría de las especies
(filtro fino) (Groves et al. 2000). Por lo tanto, la definición de las asociaciones, biocenosis y
hábitats como OdC's exigió una cuidadosa consideración de su escala, cantidad y
distribución (posibilidad de representarlos en mapas).
Otra etapa del trabajo fue definir las metas de conservación, esto no es más que
establecer la cantidad (porcentaje o superficie) del OdC's que se desea conservar. Esta
tarea es uno de los pasos más importantes de todo el proceso, ya que se deben
considerar postulados que tratan sobre las relaciones especie – área, ellos expresan que
cuando un hábitat se reduce por debajo del 20% sobreviene la mayor perdida de riqueza
de especies (Soulé y Sanjayan 1998; Beck y Odaya 2001). Desafortunadamente, dichas
variables no son siempre fáciles de manejar dadas las características propias del medio
marino (tridimensionalidad, conectividad, gradientes, variaciones estacionales, etc). Varios
estudios tendientes a la selección y delimitación de áreas marinas protegidas han
propuesto que estas deben comprender al menos el 20% de las aguas costeras para que
sean efectivas como herramienta de manejo de las pesquerías. Ellos permitirá conservar
las especies de mayor extracción y garantizar cierta conectividad entre la red de lugares
protegidos (Beck et al. 2003).
Por todo esto, y considerando que el área escogida para plantear el sistema de reserva,
cuenta a su vez con otras figuras de protección (LIC's) que abarca un área de 40.000ha,
aprox. (72,8% de la zona costera) lo cual dejó un margen lo suficientemente amplio como
para aplicar una estrategia de sobreestimación, se establecieron metas de conservación
elevadas.
Para la representación espacial de los OdC's se siguieron los criterios antes expuestos y
se utilizó como base la cartografía bionomica de la Región de Murcia. Debido a que en
nuestra área de trabajo se incluyó la laguna costera del Mar Menor y esta presenta
características particularmente diferenciadas al resto del área, los OdC's así como sus
metas de conservación, no fueron los mismos que para ambas áreas.
Aunque existen datos referentes a incidencia de especies protegidas en la zona de
estudio (cetáceos, quelonios, etc), no se considero ningún tipo de información adicional
que complementase los OdC's seleccionados debido a que no se pudo garantizar la
consistencia de dicha base da datos, ni se pudo asegurar la fidelidad de la fuente. Para
ello se recomienda someter esta información ante un grupo de expertos que estén en
capacidad de garantizar su consistencia y de esta manera oficializarla.
4.4.4. Interpretación de los “costos” para cada unidad de planificación
Se consideraron dos tipos de costos. El primero relacionado con la configuración del área
y al que llamaremos costo de borde. Éste se calculó sumando el costo total del perímetro
de los sitios seleccionados para el resultado. El costo de borde puede interpretarse
entonces como un indicativo de la eficiencia del sistema final.
El segundo, son los costos para cada UP's. Mientras mayor sea este valor para una PU la
función objetivo del algoritmo hará que esa unidad sea menos elegible, lo que indica que
UP's muy costosas no serán incluidas en el resultado. Esto puede entenderse de la
siguiente manera. Para nuestro caso, donde existen un número importante de impactos
identificados, el valor de las UP's fue otorgado de acuerdo a la presencia de un impacto
en esa unidad, con lo cual, las unidades mas costosas fueron aquellas con mayor
cobertura de impactos potenciales.
5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN.
5.1. Asociaciones, biocenosis, hábitats, selección de los OdC's y establecimiento de
metas cuantitativas.
La base de datos relacionada a la cobertura de las diferentes asociaciones, biocenosis y
hábitats (Tabla 1) estuvo compuesta básicamente por 41 atributos (class), divididos en
cinco hábitats (Figura 4). Estos fueron re-clasificados considerando, los Hábitat de la
Directiva y las características particulares de cada atributo considerado como importante
para conservar. Como resultado se estableció 14 ObC's (Tabla 2). La identificación final de
los OdC's fue, seis para la laguna de el Mar Menor ( id: 2, 3, 7, 10, 11 y 14) con metas a
conservar que van desde el 50% (ej: Zostera noltti), hasta el 100% (ej: Ruppia sp.); y para
la zona marina (Mediterránea) el número de OdC's fue de siete (id: 4, 5, 6, 8, 9, 12 y 13)
con metas a conservar entre el 30 y 100% (Arenas y Vermétidos respectivamente). El
OdC's con el id: 1 “otros” fue seleccionado sin discriminar ubicación.
Tabla 1. Número de polígonos y área para las diferentes Biocenosis y Hábitats presentes
en el área de estudio.
Biocenosis y Asociaciones Hábitat
Sin información 139 95911,24 690,01 770,66 5,54
Algas fotófilas infralitoral
Arenas finas 1110 1 157,54 157,54 0,14 0,14
1120 – 1170 2 12802,7 6401,35 102,95 51,47
Cymodocea nodosa 1110 13 5124,65 394,2 5,25 0,4
Posidonia oceanica 1120 11 46997,26 4272,48 598,66 54,42
1110 – 1120 1 337,67 337,67 0,43 0,43
1170 83 173758,77 2093,48 421,85 5,08
Algas fotófilas y esciáfilas infralitoral+Rodofíceas-erizos 1170 182 138931,82 763,36 214,94 1,18
Arcillas rojas compactadas 1 242,57 242,57 0,13 0,13
Arenas
fangosas 14 151120,2 10794,3 11350,53 810,75
finas 1110 212 354195,46 1670,73 2286,81 10,79
Detrítico enfangado 1 2682,65 2682,65 5,76 5,76
supra/mediolitorales 143 141276,61 987,95 31,1 0,22
Cymodocea nodosa 1110 46 141797,17 3082,55 1919,59 41,73
1110 13 9468,08 728,31 27,5 2,12
Posidonia oceanica 1110 – 1120 3 6542,14 2180,71 54,99 18,33
1150 – 1110 12 18260,96 1521,75 96,99 8,08
Nº de polígonos
Perímetro total (m)
Perímetro medio
Area total (ha)
Área media
Coralígeno + Posidonia oceanica + Detrítico costero
Posidonia oceanica + Cymodocea nodosa
Rodofíceas y erizos + Precoralígeno + Grutas y extraplomos
C ymodocea nodosa + Zostera noltii
Ruppia sp. + Cymodocea nodosa + Zostera noltii
Tabla 1 (Continuación ). Número de polígonos y área para las diferentes Biocenosis y
Hábitats presentes en el área de estudio.
Biocenosis y Asociaciones Hábitat
Comunidades esciáfilas de los balnearios 13 4180,91 321,61 1,35 0,1
1120 3 4840,65 1613,55 27,4 9,13
Cymodocea nodosa 1110 64 100978,8 1577,79 737,71 11,53
Cúspedes algales en sedimento 8 9352,64 1169,08 46,62 5,83
Detrítico
Costero 8 257472,92 32184,11 22624,69 2828,09
Enfangado 9 120222,23 13358,03 6092,38 676,93
Fondos blandos muy contaminados 5 65859,08 13171,82 1872,8 374,56
Grutas y extraplomos
Coralígeno 8330 21 28306,15 1347,91 82,29 3,92
Coralígeno + Detrítico costero 8330 2 2383,5 1191,75 5,23 2,62
Guijarros supra/mediolitorales 32 26051,08 814,1 69,41 2,17
Posidonia oceanica
Posidonia oceanica 1120 52 378606,16 7280,89 10698,24 205,74
Cymodocea nodosa 1110 – 1120 10 8290,16 829,02 33,63 3,36
Detrítico costero 10 14097,54 1409,75 110,81 11,08
Zostera nolttii 1110 – 1120 2 1151,05 575,52 2,95 1,47
1110 – 1120 2 518,52 259,26 0,73 0,37
Zostera noltii 1110 4 1466,47 366,62 2,98 0,74
Roca
Roca supra/mediolitoral 1170 107 111147,82 1038,76 15,86 0,15
Roca supra/mediolitoral + Algas fotófilas infralitoral 1170 13 2911,82 223,99 0,32 0,02
1170 237 175468,75 740,37 25,52 0,11
Roca supra/mediolitoral + Vermútidos 1170 5 3726,13 745,23 0,39 0,08
Herbaceas
1150 4 804,32 201,08 0,54 0,14
1150 – 1110 1 302,19 302,19 0,48 0,48
1150 – 1110 1 1607,59 1607,59 6,83 6,83
Profundidad superior a los 55 metros 1 279950,83 279950,83 200089,89 200089,89
1491 260437,33
Nº de polígonos
Perímetro total (m)
Perímetro medio
Area total (ha)
Área media
Coralígeno + Posidonia oceanica
Zostera nolttii+Cymodocea nosoda
Roca supra/mediolitoral + Algas fotófilas infralitoral + Vermútidos
Ruppia sp.
Ruppia sp. + Cymodocea nodosa
Ruppia sp. + Zostera noltii
Las metas de conservación constituyen una base cuantitativa que ayuda en la
identificación y priorización de áreas que conforman la red de sitios a conservar e influyen
en el diseño de los sitios, proporcionando una panorámica de la funcionalidad de los
sistemas en toda la Región. Las áreas consideradas a conservar en esta primera
aproximación obedecen en primer lugar a un criterio de rareza y luego a las exigencias de
la Directiva Europea. aplicando el criterio filtro grueso – filtro fino se esperó cubrir los
elementos mas característicos de la biodiversidad regional y las coberturas (áreas)
esenciales para garantizar su viabilidad. Es por ello que para elementos menos comunes
(Figura 5) (vermetidos, coraligeno, Ruppia sp., roca, arcillas) tanto en incidencias (nº
polígonos), como en abundancia (área), se estableciesen metas muy elevadas (entre 80 y
100%), mientras que para otros responden a demandas de conservación emanadas por
las Directiva (Posidonia oceanica, arena) a los cuales se les asignó metas que estuvieron
en el orden del 50%, y por último pero no por ello menos importantes, para aquellos
elementos complementarios, la cantidad a conservar fue establecida a través de la
consulta bibliográfica (Soulé y Sanjayan 1998; Beck y Odaya 2001 ) siendo del 30%
(resto de OdC ) (Tabla 2).
Figura 4. Abundancia relativa de los Hábitats presentes en el área de estudio
(Representatividad).
8%
19%
0%
0%1%0%
0%
0%1%
70%
111011201120-11701120-1110117011501150-11108330N.I.Otras biocenosis
De las 56.047,6 ha que engloba la zona de estudio, el área representada por los OdC's
seleccionados fue de 28.916,45 ha, esto representa 51,5% del área. Luego se planteó
conservar a través de las metas fijadas unas 18.454,2 ha, lo que se traduce a un 60% de
todos los OdC's de la Región. El número total de UP's para el área de estudio fue de
7228, de las cuales en 1516 se identifico la presencia de algún OdC's.
Es importante mencionar que para este ejercicio solo se incluyeron elementos
cartografiados de manera oficial y que responde a una característica pasiva (estáticos),
sin embargo, estudios similares realizados para el Mar Caribe (TNC, 2008) han
conseguido incluir entre sus OdC's, elementos dinámicos. En otras palabras, han contado
con datos consistentes de incidencias, avistamientos, anidaciones, etc, de especies
importantes a conservar (cetáceos, quelonios, zonas de alimentación de especies
amenazadas, etc.), estos datos han sido procesados para su posterior georeferenciación
e incluidos dentro de los análisis de selección de sitios como coberturas espaciales.
Tabla 2. Código identificador, área y meta de conservación para los 14 OdC's
seleccionados.
id OdC's Área (ha) Meta (ha) Nº UP's1 otros 69,41 20,82 702 arcillas_1 0,13 0,13 13 arena_1 11575,4 5787,7 374 arenas 2083,87 833,55 3835 coraligeno 204,29 204,29 306 cymodocea 698,04 349,02 717 cymodocea_1 1964,94 1571,96 848 posidonia 11510,01 9208,01 1119 roca 633,85 316,92 39810 roca_1 13,23 10,58 6211 ruppia_1 104,84 104,84 1912 vermetidos 24,28 24,28 22813 zostera 24,14 12,07 1514 zostera_1 10,02 10,02 7
Total 28916,45 18454,2 1516(%) 100 63,82
Aunque los criterios utilizados para seleccionar los OdC's y establecer sus metas de
conservación han sido aprobados en estudios similares siendo de este modo totalmente
validos para garantizar que éstos son representativos de la biodiversidad del área de
estudio (Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente, 1999; Clavin, J. 1999), es
necesario someterlos al juicio de los grupos interesados como una estrategia para reducir
la posibilidad de conflictos entre estos grupos al momento de tomar decisiones y realizar
actuaciones en el área.
Figura 5. Valores relativos entre al área total de cada OdC's con respecto a su meta de
conservación.
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
MetaArea (ha)
5.2. Detección de impactos potenciales e interpretación de los costos para las
Unidades de Planificación (UP's).
En la Tabla 3 se listan los impactos potenciales detectados. Información descriptiva para
cada uno de ellos puede ser consultada en los Anexos I, II y II. Así mismo, la Figura 6
muestra la incidencia espacial de éstos en el área de estudio. Todos los impactos
recibieron el mismo tratamiento espacial, sin discriminar la fuente que lo generase. La
mayor cobertura de impactos potenciales es aportada por los puertos con más de 2000
ha, repartidas en siete polígonos, mientras que otros impactos como los vertidos
representan una menor extensión pero se pueden encontrar en 56 polígonos. Esto hace
que al momento de seleccionar áreas de bajo costo el mosaico generado en el conjunto
resultado se muy fragmentado.
La información cartográfica de los impactos potenciales fue fusionados en un solo
elemento espacial el cual fue dividido en UP's, las mismas correspondieron con las UP's
asociadas a los OdC's. Esto con el fin de poder analizar aquellos OdC's potencialmente
amenazados por estos impactos.
Tabla 3. Impactos potenciales detectados en el área de estudio.
La función objetivo de Marxan a sido diseñada de manera que se puedan sortear las UP
de costos mas elevados, por ello el costo para cada unidad de planificación es derivado
del área que ocupó cada impacto dentro de la UP's correspondiente, con lo cual, y
considerando que el área para cada UP fue de 20 ha, el costo más alto que alcanzó una
Nº polígonos Nº UP's
Vertidos 56 702,8 316 2,22
Puertos 7 2198,98 183 12,02
Fondeaderos 8 401,6 55 7,3
2 164,7 19 8,67
Acuicultura 17 379,9 77 4,93
90 3847,98 650 35,14
Fuente del impacto
Area total (ha)
Costo promedio x UP's
Concesiones de pesca
UP fue de 20 unidades. Con esto se logró que unidades de planificación contentivas de
superficies de impactos potenciales muy grandes obtuviesen costos más elevados, y por
consiguiente, reducir las posibilidades de ser seleccionada mediante la aplicación del
algoritmo heurístico de recombinación simulada (Figura 7).
Figura 6. Impactos potenciales cartografiados en el área de estudio.
Las mayores presiones sobre la biodiversidad marino-costera de las áreas evaluadas son
causadas por la extracción descontrolada de recursos (García-Charton J. 2006), los
asentamientos costeros y la contaminación acuática proveniente de los efluentes urbanos
(Wear y Tanner 2007). En segundo plano se encuentran una serie de actividades
humanas que también ejercen presiones importantes: entre ellas destacan las
operaciones portuarias de carácter industrial. Dos polígonos con extensiones importantes
(Portmant y Puerto de Escombreras) no poseen representación en el conjunto solución,
ya que sus condiciones ambientales no son suficientes y sus costos por unidad de
planificación muy elevados.
Por otro lado debido a que no se ha hecho distinción entre las fuentes de impactos
potenciales, actividades con impactos de menor consecuencia y extensión (concesión de
pesca La Azohía) pueden sobreestimarse, lo cual al momento de interpretar los resultados
podría generar errores, descartando lugares muy importantes que estén delimitados en
UP's de alto costo. Podrían asumirse dos criterios para evitar este tipo de errores, una es
establecer zonas a priori y sobre ellas seleccionar el resto de las áreas prioritarias
utilizando el algoritmo, o valorar los impactos potenciales de acuerdo a las consecuencias
asociadas a éste, donde la relación del costo que aporte un impacto potencial sea
proporcional al valor alcanzado, de esta manera impactos más destructivos aportarán
mayores costos.
Figura 7. Zonas con UP's de costos muy elevados.
5.3. Conjunto solución (MARXAN) y portafolio preliminar de sitios prioritarios para
conservación.
En la Tabla 4 se presentan los valores de partida y finales para ejecutar la aplicación. Las
metas propuestas fueron alcanzadas en un 100%. El costo del conjunto solución fue cero,
lo que indica que no se incluyo ninguna UP's con algún impacto potencial asociado. El
“SPF” es una constante que penaliza el incumplimiento delas metas, en nuestro escenario
todas las metas establecidas fueron cumplidas con lo cual para no hubo ninguna
penalidad.
Tabla 4. Valores de ejecución para la aplicación MARXAN.
Dado que en el área de estudio ya existen áreas definidas de conservación (Reserva
Cabo de Palos) (Figura 2) se realizó una evaluación general de la relación entre áreas
que guarda esta zona con el conjunto solución. Así, de las 1747 ha protegidas por esta
reserva el conjunto solución obtenido con MARXAN seleccionó 320 ha, de las cuales 280
obtuvieron alta frecuencia de selección, esto puede interpretarse de dos formas, primero
que los criterios utilizados para la definición de esta reserva marina fueron similares a los
utilizados en este trabajo, con lo cual nuestra solución se aproxima a un escenario real
que podría ser extrapolado a otros lugares carentes de protección. Por otro lado puede
ser interpretado como lugares irremplazables. Una forma de mejorar los resultado
obtenido en este trabajo, podría ser utilizar las UP's superpuestas en éstas áreas
protegidas como “semilla” para la selección de un nuevo portafolio de sitios sumado. En
otras palabras, se podría configurar la ejecución para seleccionar los sitios a partir de las
UP's que se encuentran dentro de los límites de las áreas protegidas, y de asociar a estas
otras UP's adicionales vecinas que tuvieran el menor costo posible.
BLM UP's SPF
Inicio 50 0,1 10000 99 no fijado 7228 2
Final Cumplida 0 895
Nº ejecuciones
Nº iteracciones
Meta exigida (%)
Costo máximo
Figura 8. Conjunto solución generado por Marxan. Primera aproximación a la selección de
sitios prioritarios para conservación.
Fueron considerados como sitios de elevada importancia las zonas donde la frecuencia
de selección supero el 70% y agrupase a mas de cinco unidades de planificación. (Figura
8 en rojo). De esta manera, conforme a la solución arrojada por MARXAN (Possinghan et
al., 2000), se identificaron nueve sitios con alta frecuencia de selección, los cuales
constituyen una versión preliminar de las áreas prioritarias para conservación. Todos los
sitios que reunieron estas características están ubicados en la zona Norte, tanto en la
zona marina (Mediterránea), como en el Mar Menor. En la zona sur, las UP's con alta
frecuencia de selección quedaron aisladas entre si, por lo cual no se cumplió la
configuración para considerarse como sitio, con lo cual, la decisión respecto a la
configuración que deben guardar estos lugares menos esclarecidos en la ejecución, debe
ser tomada bajo la mirada de un grupo de expertos y grupos interesados.
Sin embargo y para generar un portafolio preliminar sobre el cual se pueda abrir el
debate, se estableció un criterio de aproximación, con el cual se plantea obviar los sitios
extremadamente puntuales y aislados y fusionar dos o mas sitios de reducido tamaño
pero muy próximos entre sí.
Luego a cada sitio se le asignó un nombre relacionado con la toponimia del lugar para
facilitar su ubicación. El numero total de sitios seleccionados fue de nueve (Tabla 5), de
esta manera el portafolio preliminar de sitios prioritarios para la conservación de la Región
de Murcia (Figura 10) quedo conformado por 918 UP's de las cuales 26,9% (247 UP's) en
el Mar Menor y el resto en la zona marina (671 UP's).
Tabla 5. Representación de la áreas incluidas en el portafolio preliminar de sitios.
Fue imposible incluir en este trabajo información más actualizada referente a los impactos
potenciales en la zona, sin embargo, los resultados alcanzados que aquí se exponen son
el fiel reflejo de los que sucede en el área, las zonas de elevada importancia ambiental en
la franja marino-costera de la Región superan las 18.000 ha (sin evaluar OdC's dinámicos,
como cetáceos, quelonios, etc.), encontrándose protegidas bajo la figura de AMP's solo
Sitios prioritarios para conservación, Región de Murcia
Ubicación Nombre Area (ha) UP's (%)
Mar Menor
Norte 720 36 3,92
Sur 4220 211 22,98
4940 247 26,91
Mar Mediterráneo
San Pedro 4120 206 22,44
Playa Grande 3280 164 17,86
Cabo de Palos 580 29 3,16
Loma Larga 3620 181 19,72
Cabo Tiñoso 420 21 2,29
La Azohía 620 31 3,38
Cabo Cope 780 39 4,25
13420 671 73,09
Total 18360 918
1747 (Reserva marina de pesca Cabo de Palos - Isla hormigas), lo cual representa solo
un 9,7% de los sitios prioritarios para conservación. Esto nos lleva a una clara y sencilla
conclusión, es necesario aumentar los esfuerzos por establecer nuevas zonas marinas
protegidas que se complemente entre si y sea la herramienta clave para la gestión de los
ecosistemas, cumpliendo de esta manera con las Directivas internacionales y más
importante aún, con las expectativas nacionales.
Actualmente grupos de la Universidad de Alicante trabajan en conjunto con entes
gubernamentales y empresas de medio ambiente, en la valoración ecológica y social de
la costa Murciana (Giménez-Casalduero, F., Marcos-Mende, C., Rodriguez-Guerra, J. y
Equipo TragsaTec, 2009). Hasta la fecha se han creado un número importante de
documentos que avalan la elevada importancia bioecológica que se esconde en esta zona
del Mediterráneo, lo cual conforma los insumos indispensables para los pasos siguientes,
el establecimiento oficial de las zonas marinas protegidas de la Región.
Figura 10. Portafolio preliminar de sitios prioritarios para conservación de la Región de
Murcia. Norte (A) y Sur (B).
(A)
(B)
Prioridad alta Prioridad media Prioridad baja
6. RECOMENDACIONES
1. Los OdC's identificados para este estudio son representativos de la biodiversidad
de la zona, sin embargo podrían ser complementados incluyendo información
referente a especies amenazadas.
2. Los resultados alcanzados en este estudio deben ser sometidos al juicio de los
grupos interesados, como una estrategia de reducción de conflictos al momento de
realizar actuaciones en las zonas propuestas.
3. Este trabajo representa solo un ejercicio teórico, que para su aplicación en el
campo deberá ser mejorado en términos de impactos y resolución de OdC's.
4. La utilización de herramientas informáticas para la selección de áreas naturales,
deber ser interpretado solo como un instrumento de apoyo en la toda de decisiones,
o como se ha hecho en este caso, como una herramienta para la creación de
escenarios que luego deberán ser validados.
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