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historia

por Alvaro Matute

reflexiones mexicanasen torno a la historia

con?cer una parte muy importante del pen­samIento histórico mexicano en el sigloXIX y los principios del XX. Ortega señalaque otros. historiadores, como RuInes, pre­sentan su Ideario histórico en los prólogos asus obras. O bien, hay casos como el dePorfirio Parra; éste, además de haber dadoa conocer su pensamiento histórico en unbr~Vísimo escrito que forma parte de Polé­micas y ensayos, abunda sobre el particularen su Estudio histórico-sociológico sobre laReforma en México.

Mas no sólo para la historia de la histo­riografía es importante este libro. La his­toria de la cultura mexicana, muy pocoexplorada por lo que se refiere al sigloXIX, se enriquece con el conocimiento deestos textos. Particularmente, quien quieratener ejemplos sumamente explícitos de lascorrientes intelectuales, aquí se encuentracon muestras del pensamiento ilustrado-en Zavala-, del romanticismo liberal - Vi­gil-, del positivismo -Parra, García Grana­dos y Aragón- y de la reacción mexicanaateneísta contraria al positivismo, encarna­da en Caso.

El nacionalismo mexicano, al cual elconocedor de revisiones sumarias del pensa­miento local puede considerar como patri­monio exclusivo del siglo XX, cuenta conexponentes de primera importancia en lacenturia pasada, como se aprecia en lostextos de Manuel Larráinzar, Vigil y Gui­llermo Prieto. En los tres casos, la historia-su estudio y su divulgación por mediosdidácticos- resulta elemento indispensablepara forjar patria.

En muchos de los textos se trasciendenlas circunstancias inmediatas, y las polémi­cas o los ensayos tratan cuestiones funda­mentales para toda filosofía de la Historia.Por una parte, se discute acerca de laobjetividad imparcial contra la idea utilita­ria y pragmática del conocimiento históri­co; por otra, se señala la necesidad -y losgrados- de trascender el detallismo y crearun conocimiento científico de la historia a

mente, ya que hay en él algunos deslices,fruto sin duda de excesiva premura. Porejemplo, el hacer a Carlos Marx autor deKritik der reinen Vernunft (1784), Kritikder Urteilskraft (1790) Y otro par de obrasde Immanuel Kant, quien escribió, eviden­temente, antes de 1818, año del nacimientode Marx. Otro desliz notorio es el relativo aGianbattista Vico, de quien se dan comoobras "Principios de filosofía de la Histo­ria" y "De la ciencia nueva" (sic en amboscasos). La famosa obra de Vico es Princi­pios de una ciencia nueva en torno a lanaturaleza común de las naciones, cuyasversiones italianas de 1725 y 1744 estántraducidas al castellano, por lo que no espráctico -y menos para el estudiante­consultar las ediciones francesas de 1827que se recomiendan en la ficha.

Pero estos errores, en rigor, no menosca­ban la calidad de una investigación tanimportante corno la realizada por el doctorOrtega y Medina. Los estudios sobre lahistoria de la historiografía han proliferadoen nuestros medios, sobre todo a partir de1940. A pesar de ello, aún no se ha escritouna historia de la historiografía mexicana.Tarea nada fácil, desde luego, pero posibley necesaria. Esta carencia se suple coninvestigaciones como la presente. A travésde las polémicas y los ensayos se puede

El historiador Juan A. Ortega y Medina hareunido en un volumen Polémicas y ensa­yos mexicanos en torno a la Historia. * Elmaterial es fruto de una acuciosa investiga­ción hemerográfica, ya que la mayoría delos escritos proviene de publicaciones perió­dicas, cuando no de folletos que hoy endía constituyen rarezas bibliográficas. Estádispuesto en orden cronológico y es repre­sentiltivo de las corrientes intelectuales queaclimataron en México desde 1824 hasta1936. Las polémicas y ensayos son lossiguieBtes: "Programa, objeto, plan y distri­bución del estudio de la Historia", porLorenzo de Zavala (que en realidad es eltraductor; el autor verdadero es C.F. Vol­ney); "Discurso y cartas sobre varias refor­mas que parece deben hacerse en el métodode algunos de nuestros estudios epistolar ycientíficos", polémica entre José Gómez dela Cortina y José María Lacunza; "Algunasideas sobre la Historia y manera de escribirla de México", por Manuel Larráinzar; "Ne­cesidad y conveniencia de estudiar la histo­ria patria", por José María Vigil; "Polémicaacerca del estudio de la Historia Patria enlas escuelas primarias, a fines del sigloXIX", entre Guillermo Prieto y Enrique C.Rébsamen; "Los historiadores. Su enseñan­za", por Porfirio Parra; "El concepto cien­tífico de la Historia", por Ricardo GarcíaGranados; y el "Ciclo en torno a Xenopol",polémica entre Antonio Caso y AgustínAragón, que se complementa con "Lo pre­visible e imprevisible en el acontecer histó­rico", por Jesús Galindo y Villa.

Ortega y Medina, obvio es decirlo paraquien conoce sus ediciones de Humboldt,Mayer y Prescott, no se limita a reunir eimprimir los textos anteriores. En primertérmino, en una introducción general plan­tea sus objetivos y presenta el material; ensegundo lugar, cada polémica o ensayo vaprecedida de una introducción particular enla cual se señalan dos aspectos: el trasfondohistórico dentro del cual surgieron los auto­res, y un estudio breve, interpretativo yanalítico, del ideario de los historiadoresincluidos en el volumen. Finalmente, uníndice de autores contiene los datosesenciales de todos los citados en los tex­tos. Este índice, elaborado por Eugenia W.Meyer, al parecer no fue revisado debida-

* Juan A. Ortega y Medina: Polémicas yensayos mexicanos en torno a la Historia, notasbibliográficas e índice onomástico por Eugenia W.Meyer, México, UNAM, 1970, 475 pp. (Institutode Investigaciones Históricas, Serie Documental,8).

filosofía

por Miguel Bautista

trayectoria deGeorg Lukács

Sus primeros trabajos filosóficos se orientanen la línea de las "ciencias del espíritu" detradición neokantiana. Su primera obra Elalma y las formas tiene un carácter místico.Es pues en esta primera etapa de su pensa­miento, 1910, un idealista subjetivo. Sinembargo, según confiesa en su autobiogra­fía Mi camino hacia Marx, el joven Lukácsconocía ya la obra de Marx que le produjouna enorme impresión. "Como estudianteuniversitario -escribió- leí algunos ensayosde Marx y de Engels (por ejemplo El 18brumario, El origen de la familia), pero enespecial el primer tomo de El capital queme estudié de cabo a rabo. Estas lecturasme dejaron convencido de su verdad en loque respecta al meollo del marxismo. Meimpresionó ante todo la teoría de la plusva­lía, la concepción de la historia como histo­ria de la lucha de clases y la división de lasociedad en clases. Pero como es habitualen un intelectual burgués, limité esta in­fluencia a la economía y ante todo a lasociología. La filosofía materialista -por lodemás entonces no distinguía entre materia·lismo dialéctico y no dialéctico- la conside­raba superada absolutamente desde el puntode vista de una teoría del conocimiento. Lateoría neokantiana de la "inmanencia de laconciencia" se ajustaba perfectamente a misituación de clase y a mi concepción delmundo de esa época". (Mi camino haciaMarx, Cuadernos del pasado y presente.)

En su' Teor(a de la novela, segundo otercer trabajo importante, puesto que yahabía escrito unos ensayos sobre el dramamoderno, podemos descubrir ya la preocu-

El cuatro de junio muere Georg Lukács,filósofo marxista, figura excepcional en lasluchas ideológicas, políticas y filosóficas deeste siglo. Lo mismo quienes veían en él unrevisionista del marxismo, que para quieneslo canonizaban en actitud dogmática, esta­rán de acuerdo en que su obra hizo mellaen nuestro tiempo y su desaparición dejaun vacío difícil de llenar. Este crítico de lafilosofía, de la literatura y la política quevivía ya sus años de vejez en su natalBudapest en el número 2 del Beograd Rap­part, junto al Danubio, era un espírituinquisitivo, indagador, un filósofo. ¿Qué esser filósofo? Preguntar, indagar por la na­turaleza de las cosas, la sociedad, el hom­bre, el pensamiento. Pero el filósofo, aun­que a veces así se le presente, no vive en elvacío o en el cielo especulativo de las ideasadonde no llegarían los rumores de la viday del tiempo. Los fIlósofos -decía Marx­son el fruto de su época y de su pueblo,cuyos jugos más sutiles, más preciosos ymenos visibles se expresan en las ideasfilosóficas. Georg Lukács nació el 13 deabril de 1885 en el seno de una familiahebrea ennoblecida en los últimos años delimperio austro-húngaro. En su juventud seinteresa principalmente en las cuestionesliterarias que agitan su época. Realiza a lavez estudios de filosofía en la universidadde su país y en las de Berlín y Heidelberg,donde traba conocimiento 'con varios filóso­fos destacados como Windelband, Rickert,Lask, Dilthey, Sirnmel y otros. Además,Lukács establece relaciones con el críticoGundolf y el joven escritor Thomas Mann.

través de la interpretaclOn de los hechospositivos dentro de generalizaciones de vali­dez universal. Para ello se proponen progra­mas de estudio rigurosos, como el de Gar­cía Granados, que incluye la influencia delmedio ambiente, las razas y la evolución.En suma, se plantean los nexos entre Socio­logía e Historia.

Todos los escritos son de indudable im­portancia para el estudioso del pensamientohistórico mexicano. Pero si habría que deci­dirse por alguno en particular, acaso el deManuel Larráinzar sea el más valioso, porsu contenido. En él parte de consideracio­nes en torno a la Historia para deducir deellas lo relativo a la circunstancia mexicanay trazar un plan muy bien detallado decómo habría que escribir la historia deMéxico. Y no se queda en el puro plantea­miento, sino que da a conocer lo que -sinduda fue su fichero. Hace una revisiónsumaria y completa de los principales histo­riadores de México (hasta 1865, año en queescribió su ensayo); un repertorio bibliográ­fico con las principales obras generales yparticulares acerca de lo mismo y, para másdetalles, un plan de estudio de la historia-para él- contemporánea, señalado en unacronología precisa, anual, de hechos tras­cendentales del México independiente. La­rráizar no escribió la historia que planeabay perdió su oportunidad para convertirse enun clásico de nuestra historiografía. Su planasí lo da a entender.

Entre las virtudes manifiestas de Juan A.Ortega y Medina en este libro está la dehaber descubierto, haciendo gala de rigorheurístico, lo que él llama "una ligerezaintelectual de don Lorenzo de Zavala". Eldiscutido liberal yucateco publicó una seriede artículos en los cuales planteaba unafIlosofía de la Historia, en las páginas de ElAguila Mexicana, en el año de 1824. Edito­res y estudiosos contemporáneos, comoCarlos R. Menéndez, Luis Chávez Orozco yManuel González Ramírez, cayeron en latrampa que les tendió Zavala. Por referen­cia, precisamente de Larráinzar, Ortega yMedina encontró familiaridad entre lasideas sustentadas por Zavala en su texto ylas de Volney, pensador ilustrado francés, ycotejó los escritos de uno y otro, resultan­do Zavala un traductor y no un pensadororiginal. Indudablemente que Zavala hizosuyas las apreciaciones de Volney; tan su­yas, que olvidó señalar quién era el verda­dero autor. Acaso, plantea Ortega y Medi­na, se deba a que el francés no era bienvisto por la sociedad tradicionalista mexica­na del año de la Federación y, al firmar éllos escritos, podía darlos a conocer sin quelos presuntos lectores los rechazaran a prio­ri.

Polémicas y ensayos mexicanos en tornoa la Historia pone en contacto al lector conun tema de interés permanente tratado porun grupo de autores injustamente olvidados-salvo algunos, como Zavala y Caso- quedemuestran tener mucho qué decir a lasgeneraciones posteriores. Por todo esto ypor los conceptos vertidos por Ortega yMedina en sus presentaciones y estudiosparticulares, este libro da un paso adelanteen la posibilidad de emprender la revisiónglobal del pensamiento histórico mexicano.

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