historia e historicidad articulo encontrado
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Historia e historicidad: entre actuar y producir
“El hombre es historia”[1], frase no menor, y tal vez la más destacable del análisis que brindaré
a continuación. ¿A que me refiero con esto? Que el individuo es fruto de su actividad vital, en
otras palabras, transita por su historia individual, su contexto familiar y, a su vez, dentro del
contexto social en el cual habita, con el fin de conformar su identidad y forjar su subjetividad. El
individuo adquiere dos posiciones fundamentales en relación a la historia: es producido por ella
y es actor de la misma. Podemos remarcar en este punto, que el sujeto está inscripto en la
historia como sujeto en movimiento dialéctico, denotando así un movimiento histórico que va
desde un polo a otro, polo en el sentido amplio de la palabra, haciendo alusión a permanentes
cambios en su subjetividad. El individuo es también producido por su historia, refiriéndose a
una serie de hechos sucesivos, asociado a momentos personales que el ha vivido y conforman
su pasado como individuo. Este punto debe tomarse siempre desde la singularidad del sujeto,
ya que son sucesos únicos relacionados a su familia, su medio, su clase social, etc.
Recordemos que sujeto, viene de “subjectum” que significa “lo que esta por debajo”[2],
haciendo relación, en éste caso, a todo el proceso psíquico inconsciente que debe llevarse a
cabo en la construcción de la subjetividad, asociado a la historia de cada uno. Los sucesos
que hemos vivenciado son los que, de alguna manera, nos construyen y nos inscriben en el
ámbito social. Al referirse al individuo en relación a la historia, referimos a que es portador de
historicidad, enmarcandolo como actor/productor de la misma, implicando también que es
capaz de intervenir sobre su propia historia, retomando nuevamente el concepto de “sujeto en
movimiento dialéctico” que se comentó anteriormente, constante contraposición entre lo que
es, y en lo cual se convierte. Pierre Bourdieu introduce el término “Habitus”[3], que es la
conjunción de prácticas que llevamos a cabo diariamente, el fruto de la historia vivenciada por
el individuo, condicional de su existencia y su comportamiento en el entorno social. Podemos,
en pocas palabras, decir que el “Habitus”[3], no es otra cosa que la incorporación y/o
aprehensión de la historia por el sujeto. Dicha incorporación es, en su mayoría, inconsciente,
percibiendola como de orden natural de nuestro comportamiento.
El presente del individuo, no es otra cosa que el producto de su historia, suponiendo que la
misma nos limita, nos aprisiona; en este punto hago mención a la frase “el peso de la historia
tiende a reducir lo posible a lo probable” [3] en relación al sujeto atrapado por su pasado; me
hago eco de las palabras de S. Freud refiriendose al individuo como prisionero de ella (la
historia) únicamente si él la niega. Haciendo hincapié en la historicidad, arribamos a la
conclusión de que esta afirmación de Bourdieu no es correcta, el individuo es capaz de ejecutar
ciertas acciones determinantes con el fin de modificar su programación, de realizar una
reescritura subjetiva, de cambiar su “Habitus” [3].
El hombre es capaz de reinterpretar su historia pasada, no con el fin de modificarla, sino para
entenderla, interpretarla y mejorar su relacionamiento con ella, pudiendo fomentar así la
historicidad del individuo. Es, en síntesis, a lo que se abordada con la técnica del
Psicoanálisis, conocer pasado del sujeto, comprender presente y mejorar futuro.
Las elecciones del individuo son condicionadas por su historia, pero no debemos tomarla como
determinante.
En un mundo en constante cambio, un mundo globalizado donde, no solamente el sujeto se
encuentra inscripto en una vorágine poco homogénea e inestable, dónde las estructura
patológicas están cambiando, como puede ser la Histeria la cual se adapta increíblemente al
período histórico-social donde la misma se desarrolle, a diferencia de otras patologías, como
puede ser la neurosis obsesiva, la cual no ha cambiado desde la época de Freud; donde las
sintomatologías están cambiando; dónde los significantes están cambiando, dónde los medios
de comunicación se masifican; y en un mundo donde las herramientas para auto construirse
están al alcance de la mano, como son las redes sociales que nos ayudan a crear un Yo
virtual, donde cada usuario se autoconstruye en la visibilidad de las pantallas, ajeno y diferente
a nuestro Yo real[4]; es necesario abordar al paciente, no desde una perspectiva individual sino
desde un punto de vista social, como propone en síntesis la Sociología Clínica.
Es necesario entender nuestro pasado, abordar aquellos procesos, propios y externos, que
construyen nuestra subjetividad desde el momento de nuestro nacimiento para así finalmente
comprender más al individuo, y forjar, de ésta manera, un mejor camino hacia el futuro.
“El hombre es historia” [1], donde lo pasado es prólogo tanto al presente como a lo que está
por venir.
Referencias:
[1] De Gaulejac, V. (1991). Historia e historicidad. En Nevrose de classe, cap. 1 Ed. Hommes &
Perspectives.
[2] Amy, Alejandro (2001). Introducción a la Epistemología para Psicólogos.
[3] Bourdieu, Pierre (1980). Questions de Sociologie.
[4] Sibilia, Paula. Subjetividades, imaginarios y sensibilidades contemporáneas.
FUENTE: http://articulando.com.uy/2012/11/20/historia-e-historicidad/
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