granito de arena · granito de arena, como siempre tan gentil y servicial, se puso rápido en...

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GRANITO DE ARENA

Esta es la historia de “Granito de Arena”, que nació en el Desierto del Sáhara y vive con su familia “La Duna”.

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Un buen día, decidió hacer un viaje para conocer nuevos lugares, así que cuando su amigo, el viento Alisio comenzó a soplar y a soplar, emprendió su aventura, dejando a su familia “La Duna” muy triste.

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Tras varios días atravesando el mar, se sintió algo cansado y le preguntó a su amigo Alisio:

– Amigo Alisio, ¿Conoces algún lugar donde pueda descansar?

– Sí, conozco un gusano negro y seco que pocas veces tiene agua. Se llama Lanzarote –le respondió Alisio.

– No me importa porque tan solo necesito descansar –dijo Granito de Arena.

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Así que Alisio lo llevó hasta el perezoso gusano que casi siempre estaba durmiendo.

– Hola Lanzarote, soy Granito de Arena y estoy buscando un lugar para descansar.

– Lo siento, pero no quiero que me molesten. ¿No ves que estoy durmiendo la siesta? A ver si al final se va a despertar mi hija La Graciosa –respondió Lanzarote de forma muy grosera.

Alisio, al ver la actitud de Lanzarote, pensó en otro lugar a donde llevar a su amigo para que descansara.

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Sopló y sopló hasta llegar a una babosa muy calurosa y con arena dorada llamada Fuerteventura.

– ¡Hola Fuerteventura! Soy Granito de Arena y estoy muy cansado. ¿Me dejas descansar aquí?

– Claro que sí, amigo, aunque tendremos que esperar a que venga la lluvia para refrescarnos –respondió, muy servicial, Fuerteventura.

Granito de Arena, muy agradecido, prometió hablar con las nubes para que descargaran agua sobre ella.

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Y continuó su viaje hasta encontrarse con un cangrejo llamado Gran Canaria.

– ¿Qué haces por aquí tú solo? –le preguntó el cangrejo muy preocupado.

– Vengo de las Dunas del desierto y estoy conociendo nuevos lugares.

– Pues no debes estar solo, así que vuelve con tu familia –le aconsejó el cangrejo Gran Canaria.

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Granito de Arena continuó su viaje, hasta encontrarse con un pato llamado Tenerife, que rápidamente lo reconoció y le pidió un favor.

– Hola Granito de Arena. ¿Le podrías dar recuerdos de mi parte a mi amiga La Gomera? Hace tiempo que no sé nada de ella.

– ¿La Gomera? –preguntó con sorpresa Granito de Arena.

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Granito de Arena, como siempre tan gentil y servicial, se puso rápido en movimiento, siguiendo el camino que le indicó Tenerife.

– ¡La Gomera es un sarantontón que vive más abajo!

Tan pronto como Granito de Arena vio al sarantontón La Gomera, se acercó para darle el recado del pato Tenerife, y volvió a jugar con el viento Alisio, alejándose de La Gomera.

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Como Granito de Arena se portó muy bien con el sarantontón La Gomera, su amigo Alisio lo llevó hasta una linda y pequeña mariposa llamada El Hierro.

Alisio siguió jugando con Granito de Arena y lo bajó para que pudiera ver de cerca los vistosos colores de la isla.

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Granito de Arena y Alisio ya estaban un poco cansados de tanto viaje, pero antes de regresar a su casa en el desierto, se encontraron con una preciosa rana llamada La Palma, que les ofreció un poco de agua.

– Muchas gracias, ranita.

– De nada, amigos. Vuelvan cuando quieran –les dijo la rana, muy hospitalaria.

Y así fue cómo Granito de Arena conoció las ocho islas del Archipiélago Canario, que se encuentran muy cerca de su casa, en el Desierto del Sáhara.

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Y este cuento se acabó y el viento Alisio se lo llevó, y cuando lo vuelva a encontrar, te lo volveré a contar.

FIN