flacso sede i## 1 méxico biblioteca 1 lil … · desarrollo compartido vs desarrollo estabilizador...
Post on 25-Sep-2018
249 Views
Preview:
TRANSCRIPT
FLACSO - Sede México Biblioteca Iberoamericar
1 I## 1 1 lIl 46157 IIIl #II IIII 1111 V.V.\( A MI;
La &te político administrativa en M6xico 1982 2000 \dQ '4 l \\ %,
hL4ESTRIA E S CIENCIAS SOCIAALES
Xbe! \-illarreal Escobar Direcrora: Erz. Isa'oelle Rousseau
Tesis para optar el gradn de Maestro ec Ciencias Sociales XIII Pron-iocion, 2000-2002
Seminario de Tesis: Regímenes de Nuestro Tien-ipo hI4xico: D.F., Jiilio - 2002
1
1 l l I l I
1 Se agradece el auspicio de! Concejo Nacio~al de Ciencia 3 Tecnolo~ia par2 la reaiizacicn / 1 I
i de esre postgrado. 1
Agradecimientos
Quiero expresar mi gratitud a la Dra. Mana Isabelle Rousseau, mi Directora, por haberme 1 brindado todo su apoyo en la realización de esta tesis.
Al Dr. José Antonio Crespo, por sus atinadas observaciones.
i También quiero expresar mi deuda con Víctor Hugo Martínez, compañero J - amigo desde la i Universidad Autónoma de Nuevo León. no sólo para la realización de esta tesis, sino por 1
haberme apoyado a lo largo de toda la maestría.
A la sede Académica de Flacso-Sede Alésico. a su personal docente y adi~i.zistrativo, muy
especialmente a la Coordinación Académica de la Maestría en Ciencias Sociales.
T 1 OCG mi reconocimiento y Ceiida a Mirtha Ayala Macias a quien quiero mucho.
A todos y cada uno de mis compafieros de !a maestría. srpecia!mer?!c 2 Llaria -A_ntonie
Muñoz y Daniela Rawics por su empeilo. buellos consejos y solidaridad.
A los profesores Cecilia Bobbes e Isidro Cisneros y mis compañeros de seininario: Iván
Górnez, Roberto Tejeda. Claudia Pérez, José Luke, Ennio Michsiis. Isabei Viliarroel, y
Patricio Rubio.
A mis amigos de siempre: Eduardo Villarreal, Alfonso Robledo, José _Arturo Chong,
Macuel Gálvez, Luis Carlos Barajas, y a mi gran amiga Cecilia Carolina Carciozo.
Índice .
Agradecimientos
Índice
1 . Los Clásicos del elitismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 2 . Elite y partidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1-5 - 3 . El estudio de las élites . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1:
...................................................... 4 . ;Dónde ubicar la élite política y la clase política? ? i e ....................................... 5 . Elite política . Indicadores y operacionalizaciones ~4
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 . Los estudios de élites en &léxico 26
.......................................................................................... 1 . Los pi!aies 39 A) La Constitución de 1917 ........................................................................ 31 B) La Revolución y el nacionalismo revolucionario .......................................... 32
.................................................................................................................. C) El Presidente 34 D) El corporativismo ................................................................................ 36
.................................................................... E) La administración pública -38
......................................................... 2 . Las características de la élite política 39
................................................................... .4 ) La construcción del sistema 39 . . . = u n a gran alianza entre cauciiiios nacioiiaies ............................................... 3s;
m El papel del CEN ................................................................................. 41 El maximato ....................................................................................... 4.2 La incorporación de las masas bajo el nuevo liderazgo ................................. 43
...................................................... L a consolidación del presidencialismo 43 ........................................................................ Los sectores del Partido 44
B) La estabilidad del régimen y el ascenso de la burocracia ............................... 45 ................................... La creación del PRI: institucionalización del sistema 46
= La estabilidad de la élite ........................................................................ 48 ............................................. La educación . Nuevo canal de rcc1utamie:ito 49
- 3 .......................................................... La importancia del sector popular 3L . . .............................................................................. m E! control polltrco 53
C) los desajustes del sistema: Díaz Ordaz ..................................................... 56 . r D) Conclusion ....................................................................................... 58
A) Luis Echeverría Álvares . Una transformación de la élite polítco-administratira.61 La apertura política ............................................................................ 62
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La administración pública desflaza al partido 64 ....................................... Desarrollo compartido vs desarrollo estabilizador 67
El presidencialismo reforzado ................................................................ 70
B) José López Portillo .............................................................................. 71 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Un regreso a la política tradicional de reclutamiento 7i
Los impactos de la LOPPE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76 La creacióii de la SPP . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7s
C) Conclusiones ...................................................................................... 80
CUARTO C.?IPITULO . ~ ~ O D E R Y I Z _ ~ C I Ó N Y TECSOCRACI*4 .AL PODER ....... 81
. . ...................................................................................... -4) Introduccion 81
....................................... 3) Migiiel de la Madrid: un nuevo grupo en el poder 82
1 . La crisis económica y sus repercusiones sobre el programa de gobierno ............ 83 Las dimerisiones de la crisis económica ..................................................... 83 El remedio ........................................................................................ S4 . . La reorieiitacion económica .................................................................. 85 . r La planeacion .................................................................................... 85 Una nueva política de reclutamiento del personal político y administrativo de Miguel de la Madrid ............................................................................ 86 -
2 . El perfil de iuífguei cie la Níadrici ............................................................. 8 / El equipo de campaña ........................................................................... 87 El gabinete de iMiguel de la Madrid ......................................................... 80 El grupo de la SPP .............................................................................. 94
3 . Consecuencias de la política de cierre de sexenio ......................................... 37 El electoral ........................................................................................ 97 El económico ...................................................................................... 99 El político .......................................................................................... 99
4 . Conclusiones .................................................................................... 100
C) Salinas de Gortari .............................................................................. 101 ............................................................... 1 . Las lógicas de acción de CSG 103
.................................................. Lar acciones . En busca de la legitimidad 106
Introducción general.
En México, durante los últimos veinte años, hemos vivido transfcrmacionss profundas en
prácticamente todos los ámbitos de la vida nacional. Hemos transitado de un modelo de
desarrollo protegido por el Estado, a uno que promueve la liberalización económica:
financiera y comercial. De la hegemonía de un partido político, creado por el Estado y
para el Estado, a una pluralidad de opciones entre los nartidos. De una ideolo,' ola con
principios derivados de la Revolución mexicana a profundos cuestionami~ntos sobre su i
1 validez y consistencia. También, nuestra Carta Magna ha sufrido grandes niodificaciones.
iY qué decir acerca de los actores que han llevado a cabo estos cambios! i i I I En otras palabras, las transformaciones que ha sufndo el Estado mexicano. han tenido i k
consecuencias directas para los ciudadanos comunes y corrientes. Y las decisiones que se
han tomado en las altas esferas del poder ocurren. las mas de las veces. sin que los
gobeinados toiiien parte. jY gran parte de ello se ha transformado eil los últiinos alios!
¿Cómo explicar entonces este cambio? ,A partir de qué p a r a m e t ~ s podsn:os esplicur las
transformaciones tan profundas qiie ha sufrido nuestro país? Y lo hndzmsnral ~ q u i é ~ e s y
por qué han transformado los cimientos sobre los cuales el México posrsl-olucionario se
consolidó? ¿Cuál fue la visión y el origen del que se valieron para realizarlos?. ;Qué
consecuencias se derivaron de estas transformaciones? ¿Quiénes fueron SUS interlocutores
ganadores y ciesplazados en la lucha por el poder? Y, ¿qué componentes dsi sistema fueron
transformados que nos dan el sustento para afirmar una transformación con respecto del
estado de cosas anterior?
Por lo anterior, este trabajo busca precisamente dar respuesta a dichas interrogantes. Y lo
haremos, habiendo destacado la importancia que tienen los persoriajes encargados de regir
los destinos de un país, a partir de un estudio de la clase dirigenie. Analizaremos asi su
composición, su formación, sus lógicas de acción y las estrategias con las cuaies llegó e
instmmentó un cambio radical en el sistema. .
En síntesis, el enfoque general de nuestro trabajo consiste en el estudio de la élite político-
administrativa en México, que gobernó durante los últimos tres sexenios. Los cambios que
promueve en el sistema político, así como sus efectos, son también parte de nuestro objeto
de estudio. Específicamente analizaremos: los a n t e d e n t e s de la élite política en MSxico, -
los periodos de disfunción del sistema y refuncionalización y, como parte medular de este
trabajo, la instauración de un nuevo paradigma que inicia, y se consolida. en los sexenios de
Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León.
Para analizar este problema utilizaremos, en un primer capítulo, los eilfoques teóricos que
ofrecen los estudiosos de las élites. es decir, nuestro estado del arte aportará las
herramientas metodológicas y conceptuales, que sustentarán !os concepros de iluestro
trabajo. El primer capitulo, como es usual en estos trabajos, contendrá elementos teóricos
que son pertinentes para nuestro objeto de estudio.
En apoyo a este objetivo, intentaremos salvar de la constante confusión con que se utilizan
los términos élite y clase política para. posteriormente, utilizarlos sin caer precisamente en
esa conhsión de la que son coastantemente sujetos. En este sentido. buscaremos dar
repuesta a las interrogantes ;Qué es una élite política? ¿Quiénes la integran? y ¿Qué hace
una élite política?
Para realizar esta tarea, ubicaremos los orígenes de estos conceptos entre sus padres
fundadores y recordaremos las aportaciones de aquéllos que han continuado esta interesante
línea de estudio. En tanto, en la parte final de este primer capitulo, buscarenlos
operacionalizar estas variables a partir del desarrollo hecho en este capítulo, ello con el fin
de contar con definiciones y justificaciones precisas de los conceptos que vamos a utilizar
en nuestro trabajo.
Una vez expuesta la parte conceptual y teórica de nuestro problema. contaremos con otros
tres capítulos. Fundamentalmente éstos ocuparán la exposición empírica de nuestro objeto
de estudio. Con ellos intentaremos explicar las bases, historia y momentos de formación,
estabilidad, disfunción y transformación de los componentes del sistema. de !os cuales se
vale la élite política para ejercer su control.
Para explicar y desarrollar lo anterior, el segundo momento de nuestro trabajo consistirá en
explicar cuáles son los pilares del sistema político mexicano: los momentos principales de
su formación y consolidación, sus funciones con respecto de la élite política y, por
supuesto, las características de la élite gobernante. Esto lo haremos con el fin de dar una
explicación de los pilares sobre los cuales las élites políticas se han constituido y ejercido
su dominio. Para explicar el funcionamiento de las élites y dar cuenta del contexto en el
que se éstas se mueven es, definitil-amente, un paso necesario. En ssto consiste la
pertinencia de nuestro segundo capitulo.
Por otro lado, también en esta parte, realizaremos un recomdo histórico del desarrollo de
estos pilares, es decir, de la formación. consolidación y estabilidad de un rigimen, que se
basa en estos pilares, así como los condicionantes del ascenso polírico para acceder a las
altas esfera del poder. Con esto. y aun dentro del mismo segundo capip.110. no dejaremos de
llenar de contenido histórico la contestualización del sistema político mexicano. Hecho
esto. es decir, explicado la superficie y ambiente bajo los cuales las ilites mexicanas
funcionaban, nos será posible focalizar después nuestro interés precisamente en esas élites.
Posteriormente haremos un estudio somero de los intentos de desajuste que el sistema
sufrió, al irse agotando el largo periodo del régimen autoritario que maiituvo la estabilidad
política, gracias a la cooptación y represión que lo mantuvo por varios años. El sistema,
l que vivió tiempos de gloria y de una institucionalización casi total, a finales de los años
sesenta experimenta sus primeras advertencias de crisis. Ello cbli_raría a operar algunos
ajustes tentativos que, posteriormente, resultarían definitivos para el cambio en la
fisonomía del país y de su gobierno.
A! finalizar esta parte, en un tercer momento de este mismo segundo capítulo. analizaremos
los intentos de refuncionalización. a través de los cuales, se gesta iin cambio en la
formación de la élite gobernante. En este apartado se dará especial atención a las 3
características del personal que componen el alto nivel administrativo y del Presidente, así
como los impactos que tendrán las grandes medidas adoptada particularmente en los
sexenios de Luis Echeverría Álvarez y de José López Portillo, sobre los sexenios
posterio:es.
En corto, veremos en este tercer capítulo, el desplazamiento del partido oficial de los
centros de decisión hacia la administración pública, la entrada de los "técnicos" a las
esferas del poder, la creación de la Secretaría de Programación y Presupuesto, como una
secretaría estratégica y decisiva en el futuro de la dirigencia, y el enfrenta~niento entre dos
clanes de economistas -keynejiailos y monetaristas-, cuyo ganador finalmente
transformará el sistema político para instaurar un nuevo proyecto de nación.
Por último, la parte medular de nuestro trabajo -capí tu lo cuartc-. se referirá a la ilegada
del grupo de economistas vencedores. su proyecto de modernización. la conformación y el
perfil de su personal, y las grandes medidas adoptadas que tierien influencia real y directa
sobre los componentes del sistema político. En nuestro capítulo cuarto. ciertamente, se
1 concentra el gmeso de aportaciones de esta tesis. La sistematización de una serie de datos, ! 1 si bien conocidos todavía no cabalmente organizados, será una ds las principales i aportaciones que este trabajo contiene.
En este sentido, los tres últiinos sessnios serán claves para entender la llegada de un _mpo
homogéneo, con capacidad de decisión y proyecto propios. Pero, sobre todo, de!
seguimiento de un grupo que se propone llegar al poder, transformarlo desde sus cimentos,
(por sobre toda una clase política) e implantar un proyecto que represente su visión y que,
por ende, pueda considerarse en el más estricto sentido de la palabra, una élite.
A partir de lo anteriormente expuesto, las razones por las cuáles escogimos este tema de
investigación, consiste en nuestro interés por expiicar los cambios que una élite que llegó al
poder en 1982 transformó por completo el sistema. Esta élite, desplazó casi en su totalidad
a toda una clase política, implementó un nuevo modelo económico, conquistó el poder, y
l cambió radicalmente a algunos de los pilares que sostienen al sistema politico mexicano.
4
1Vuestras preguntas consisten entonces, en explicar ¿Cómo llega este ,wpo 31 poder?, ¿Bajo
qué circunstancias llegó? ¿Cuales son sus antecedentes? ;Qué estado de cosas cambió?
¿Quiénes lo conforman? ¿Qué posiciones de poder ocupan? ¿Qué representó la llegada de
un nfievo ,mpo fuerte, homogéneo y cohesionado a las alias esferas del poder y del
prestigio? Y, ¿Cuál fue su legado?
En un intento tentativo de dar repuesta a estas interrogantes, cuestras posiblss hipótesis sor,
las siguientes:
La llegada de un nuevo gmpo al poder. con una fuerte identificación ideolijsica de nuevos
métodos de trabajo y, sobre todo. Iiiertemente cohesionados bajo un lidsrazeo tecnocrktico,
transformó en gran medida el sistema político mexicano. así como sus pilares
f~~ildamentales.
Como hipótesis secundarias, proponemos:
Que la llegada de este ,mpo al poder, consolidó sobre todo un proyecto de tipo económico
que perdura, aun y cuando, sus integrantes fundadores ya no se encuentren cn el pode:.
Y que el perfil de estos integrantes, así como su desempeño por el medio administrativo,
influyen considerablemente en la conformación del nuevo paradi-gma modsrnizador.
Para llevar acabo este trabajo recumremos principalmente a fuentes bibliográficas y
hemerográiicas y, en particular, al repaso obligado de quienes han hecho estudios sobre
élites en México.
Aunque no significa un estudio totalmente nuevo en este campo de investigación, nuestro
trabajo aportará un modesto seguimiento del comportamiento de una élite en particular y de
sus efectos sobre el sistema político y de sus relaciones con la clase política tradicional. La
observancia entre estas dos abstracciones consideramos, no es muy común. y por lo tanto,
puede aportar una primera aproximación al interesante esnidio de las élites. j 5
PRIMER CAPITULO. MARCO TEÓRICO
En todas las sociedades, pasadas y actuales, una de las tendencias fecuentes en su
organización y dinámicas sociales es la existencia de un p p o minoritario que posee,
organiza y distribuye el poder. Indiscnminadamente a este ,grupúsculo de personajes
poderosos se les ha dado en llamar élite o clase política, coa!ición dominante, gxpo
dirigente u oligarquía. Estos conceptos. sin embargo, no aluden a lo mismo. Ahí un
problema que suele indebidamente ser omitido.
Los términos de elite política y clase politica -históricamente los primeros en utilizarse
para hacer referencia a !os niveles dirigentes-, particulannente. :ienen discrepancias que
las más de las veces son ignoradas. En su origen no fueron lo mismo. En la actualidad
tampoco lo son. Nuestra tesis, interesada en la identificación de la ilire que rigió los
destinos recientes de hfésico, tiene en la diferenciación de estos dos coiiceptos uii objetivo
principal. ¿qué es una élite?, ¿cómo se forma?, ¿quiénes la integran?. ,cuái es sil ñinción'? y
¿cuáles son sus repercusiones?. son presiintas de investigación a las qce este apartado
busca dar respuesta. Con ello, al tiempo que élite y clase politica aparecerán coino dos
conceptos distintos, niiestro objeto de estudio -una élite en particular- ganará en
transparencia y relevancia.
De este modo, nuestro problema teórico puede esbozarse de la siguiente manera: ¿Cuáles
son las características que conceptualmente hacen, forman y distinguen a las élites? Para
ello la respuesta que aquí planteamos es sencilla y elocuente: un repaso bibliográfico de las
llamadas teorías elitistas. Como es sabido, los nombres de Gaetano Mosca. Vilfredo Pareto
y Robert Michels constituyen los pilares de estas teorías, generadoras de amplio debate.
Robert Dahl, Harold Laswell y C. YVyight Mills, por mencionar sólo algunos. han sido parte
de esta discusión. De ellos, y de sus similitudes y diferencias con los padres del eiitis~ilo,
nos serviremos aquí para armar este apartado. Presentaremos, dentro de lo posible, las
posiciones y afirmaciones, de este conocido debate.
El objetivo de este capítulo, como fue mencionado antes, es precisar conceptual y
rigurosamente el término de élite. Por ello echaremos mano de Klaus Von Beyme, quien
tras subrayar la frecuente confusión entre los conceptos de élite y clase política,
desempolva las fundamentales y no contingentes discrepancias entre estos dos té^' (1 inus.
Clase política y élite política, recuerda Von Beyme, no son lo mismo. Ahí. precisamente el
espíritu de este apartado.
La distinción entre estos dos conceptos puede realizarse lo mismo teórica que
empíricamente. Si bibliográficamente es posible recordar la distinción entre estos dos
términos, empíricamente también lo es. Para ello es necesario el rastreo de indicadores.
Algunos trabajos han avanzado en esta dirección. De sus aportaciones en el campo
metodológico, y particularmente en ia elaboración de indicadores que hacen visibles a las
élites, se abrevará aquí para fortalecer la distinción conceptual pretendida. En este sentido,
este apartado estará dedicado también a discutir de entre las distintas operacionalizaciones
I del concepto de élite, la que, de acuerdo a nuestros intereses, nos resulte n ~ a s pertinente.
De ta! manera que, el fin de este capítulo es uno: la identificación. merced a! debate c!ásico
correspondiente, del concepto de elite politica y, asimismo, ia consolidación de dicha
identificación a través de los distintos indicadores utilizados para la operacionalización de
este concepto. Con ello, como es demandado en todas las tesis, el trabajo poseerá un
1 v í n c ~ l o con su apartado empírico: será en estas páginas donde quedarin definidos ius i 0 parámetros y propiedades conceptuales del concepto élite que, en las páginas posteriores, !
constituirá el elemento principal del trabajo. 1
1. Los clásicos del elitismo.
Para revisar con mayor profundidad los conceptos de clase politica y élite polírica habrá
que referirse a los clásicos de esta comente teórica. En primer lu,oar Gaetano Mosca y
Vilfredo Pareto, quienes, respectivamente, introducen por primera vez estos conceptos.
Posteriormente, atenderemos los estudios realizados por Robert hiichels, ldoisei
7
Ostrogorski y Max Weber, quienes profundizan en la misma línea de estudio en el campo
de los partidos políticos.
Sustancialmente, la teoría de las élites afirma que en toda sociedad una minona es la qUe
detenta las distintas formas de poder, fiente a una mayoría que carece de él.' En esta teoría,
el poder político es la capacidad de imponer decisiones vinciilantes para el resto de la
sociedad y pertenece siempre a un círculo restringido de personas.
Para Gaetano Mosca (1896). uno de los fundadores de esta teoría. la ciencia política está
comprometida con el descubrimiento de tendencias y leyes permanentes. donde dichas
tendencias regulan y determinan los órdenes políticos; o. en otras palabras. la ciencia
política es el estudio de la formación y organización del poder. Con esta definición Mosca
hace alusión a la minoría que organiza y detenta el poder, el objetivo mismo de la ciencia
política.2
"En todas las sociedades enzpezando por las i?zedianar~lenre
desarrolladas, hasta las más cultas y,frrertes, e.xisten dos clases de
personas. la de los gobernantes y la de los gobernados. Lcr
primera. qzre es siempre la menos izznnerosa, desenrpeiia todas las
,firnciones políticas, monopoliza el poder y disfruta de las i,enraas
que van irnidas a él. Lrlz tauto, la segunda, la 7nás nrlntesosu. es
dirigida y regulada por la primera de una manera más o nrettos
legal, o bien de un modo más o menos arbitrario y violento, y a ella
le suministra, cuando rnenos en apariencia. los lnedios de
strbsistencia y los indispensables para la vitalidad del orgrrnisn~o
político. '13
Bobbio? Norberio y Matteucci, Nicola, Diccio~iario de Política, Ed. Siglo XSI, p. 590. ' Bobbio; Norberio. Estrldios de Historia de la Filosofía: de Hobbes a Gra~iuci. Ed. Debate. Madrid, 1985: pp. 287- 307.
Mosca, Gaetano, La Clase Politica. Fondo de Cultura Económica, México, 1954, p. 106. 8
Esta afirmación revela cn análisis no de confrontación entre la élite y la masa, sino de un
acuerdo, nacido del consenso solidario entre gobernantes y gobernados, hndainentados por
el poder ejercido y obedecido en un uni\.erso común de valores y sentimientos que Mosca
denomina "fórmula política". Esta. a su vez? nos lleva al concepto de "defensa jurídica",
donde el Estado y el derecho son concebidos como instrumentos indispensables para
disciplinar la relación entre las minorías y las mayorías. El resultado no es más que a partir
de esta dicotómica relación se realice la finalidad principal de la política: la necesidad de
que todos tomen parte en el ordenado desarrollo de la sociedad y de los individiios."
Continuando con la anterior definición. a esta minoría organizada le llama "clase política" y
ésta, en todas las regiones y en todas las épocas, se encuentra en lo cúspide de todos los
regímenes políticos, los cuales se pueden diferenciar en la "calidad" de su clase política, en
su composición y en la formación de su organización. Así, el estudio de las clases políticas
se convierte en el estudio históricamente documentado de éstas. y de su relación con el
resto de ia sociedad.
A decir de Bobbio, Mosca identifica el estudio de las closes politicas con c1 s x p o de
personas que poseen el poder, y más concretamente con los que se encuentran en el Estado
como el instnimento del que se sirven las clases políticas para la realización de sus fines, y
por tanto, la definición de lo que debe constituir el objeto de la ciencia
La calidad de la clase política puede ser, dado el momento histórico en que se sitiia cada
régimen: el valor guerrero, la riqueza o el sacerdocio, de donde se derivan para Mosca (en
oposición a la antigua clasificación aristotélica de los regímenes políticos, monarquía,
aristocracia y democracia, todos los regímenes aristocráticos).
Aibertoni- Ettore A.: "Teoría de las Élites i. Eiitismo': Revista Mesicana de Ciencias Políticas y SocialesL
Núm. 117, México, LWAM, pp. 17-1 8.
5 Bobbio, op. cit., p. 19.
Respecto de la formación de las clases políticas existen dos tendencias constantes, una
hacia la clausura y cristalización, y otra hacia la apertura y la renovación. La primera la
llama "aristocrática" mientras a la segunda "democrática", y las tendencias pueden ser de
herencia en la primera y de elección en la segunda.
La organización, por su parte, corresponde al complejo de los procedimientos empleados
por los que pertenecen a la clase superior, para mantener la propia cohesión y ejercer su
dominio. Las dos tendencias que corresponden a los dos tipos de clases políticas las llama
de organización "autocrática", donde el poder se transmite de arriba hacia abajo, y de
organización "liberal", donde el poder se transmite de abajo hacia arriba. La combinación
de las tendencias de formación y de organización dan luear a cuatro formas de gobierno: 1)
aristocrático-autocrático; 2 ) anstocrático-liberal: 3 ) democratico-mtocrático y 4)
democrático-liberal.
En esta síiltesis se expresa el pensamiento de Mosca como primer teórico del elitismo. y se
define asimismo la identificación de las formas de gobierno con la identificación.
composición, formación y organización de sus clases dirigentes que viene a enriquecerse
con las aportaciones teóricas de Vilfredo Pareto. Antes de recunir al pensamiento de
Pareto. y siendo justos con las aportaciones de Mosca, es necesario 1-011-er a recordar la
importancia de las ideas mosquianas: es con Mosca con quien el debate clásico de las élites
tiene inicio; es a su proposición de la clase política a la que Pareto, con su introducción en
la sociología italiana del concepto de élite, interpela y, en consecuencia, ensancha el debate
en ciernes.
Pareto (1848-1923) introduce la afirmación de que siendo los hombres desiguales en todos
los campos de la actividad, se distibuyen en varios grados, que van desde el superior hasta
el inferior; llamó élite a los que componen el grado superior: se detuvo oaiticularmente en
los individuos que, por el hecho de ocupar los grados superiores de la riqueza y el poder,
constituyen la élite más propiamente política o "arist~cracia".~ Aquí Pareto ubica el debate
en la magnitud y decadencia de las aristocracias.
Para esta afirmación, Pareto parte de dos axiomas que son consiistánciales a la teoría de las
élites. Primero, la idea de la dominación como consecuencia inmediata de la diferenciación
de capacidades, y segundo, una correspondencia cuantitativa directa entre la distribución de
éstas y las de las élites.' Ya aquí se convierte, a diferencia de Mosca. en una teoría que
incorpora nuevas élites y no sólo una. Es decir, identifica. a partir de los presupuestos
anteriores, los que desarrollan más sus capacidades y, por tanto, pueden ser catalogados
como miembros de élite. Estas aristocracias o élites pueden derivar en elite5 que gobieinan
y que no gobiernan, como la científica y la a r t í~ t ica .~
El presupuesto anterior se basa entonces en la idea básica de la diferenciación de las
capacidades naturales y desarrolladas. que rompe con el presupuesto n~arsista de que la
domiilación se encuentra en una "superestructura" o que es corisecuencia de la
diferenciación económica. En cambio. el concepto de dominación de Pareto es tratado
como ur, hecho natura!, casi biológico. que surge de la existencia de un - p p o que tiene
talento específico para ejercerla, producto de esa diferenciación de capacidades.
Entonces, si las élites cuentan con las concentraciones de todas las capacidades casi
virtuosas, por qué degeneran en el curso de la historia. Esta es la explicación dei por qué
Pareto, a diferencia de Mosca, ubica el auge y caída de las aristocracias como explicación
central de una concepción general del desarrollo social, derivado de la dinámica económica
del mundo industrializado y moderno. "La historia es el cementerio de las aristocracias".
"obbio, Norberto y Matteucci? Nicola, Bid., p. 591.
Pareto, Vilfredo, Sociological ii'ritings. Ed. Prrieger. New York, 1966. p.5 l . Cfr. Borkenau. Franz. Pareto, FCE, México, 1978, p. 86.
S Las élites que gobiernan son las políticas (cuyos dos polos sor! los politicos que usan la fuerza, o leones. y los que usan la astucia, o zorros), las económicas (cuyos dos p ~ l o s son los especuladoies y los rentistas) y las intelectuales (donde se contraponen continuamente los Iiombres de fe y 10s de ciencia). hlosca. op. cit., p 593.
11
La respuesta Pareto la ubica en un factor social más que biológicc, económico o político,
cuando afirma que las élites degeneran cuando les falta el estímulo necesario para
conquistar el poder. "Al surgir las élites, éstas alteran completamente la atmósfera de la
vida. Cuando sus condiciones sociales son bajas, han sido estimulados por jiis sufi-in~ientos
y por la posibilidad del éxito. Al llegar a la cúspide de la sociedad, generalmente se vuelven
más ansiosos de conservar lo que tienen. que de conquistar lo que les falta".'
La dinámica de este proceso alcanza, en el estímulo por la posibilidad del isito. un carácter
eminentemente dinámico, pues las élites triunfan y decaen. Decaen porque la competencia
que se da entre las distintas élites que se disputan el poder, no se da de nlanera totalmente
libre, es decir, que la circulación necesaria para renovarse y seleccionar a los mejores de
los incapaces, no se alcanza jamás. Las élites nunca circulan libremente. sino que
degeneran, puesto que una vez llegados y satisfechos los estímulos de éxito se tiende hacia
la conservación de la posesión del aparato que conserva el poder y el dominio político.
Cichas élites, en su afán por conservarlo. se vuelven "cerradas" a la ralos-acibn de nuevos
miembros o a la incorporación de nuevas y mejores élites para gobernar.
Por esta razón, el concepto de circulaciói~ de las élites constituye un punto de investigacibn
q u , ~ implica al menos tres aspectos: a) el reemplazo de individuos deritro de la élite; b) el
desplazamiei;to de una élite por otra y c) la circulación entre la Clite ei resto de la
población.
Por otro lado, Pareto, al contrario de Mosca, tiene una concepción pluniista de las élites
donde no deja en claro quiénes son los que pertenecen a la clase política, ya que éste último
hace un uso generalizado de la expresión "clase dominante7', mas Pareto sí ofrece una
especificidad, es decir, introduce una subdivisión a su élite en un estrato dirigente y un
estrato no dirigente, soliendo el estrato dirigente identificarse con el término Slite política.
Y Ibid., p. 92
Mosca, en cambio, menciona en numerosas ocasiones de "camarilla dominante", "minoría
organizada" o "minoría dirigente", tratando los diferentes conceptos como ieuales.
El tercer gran clásico de las teonas elitistas es Robert Michels (1876-1936). Su fanioso
libro sobre los partidos políticos le ha dado un lugar. aunque no exento de criticas, dentro
de esta comente teórica.
Vayamos al punto de la tesis de Michels. Ésta consiste en estudiar el problema de la
democracia al seno de las organizaciones partidistas modernas. La democracia, para
Michels, ha encontrado obsticulos. no sólo impuestos desde a f~era . sino que surgen 1 fi espontáneamente desde adentro. La \.isualización de estos obstáculos dentro del Partido
Social Demócrata Alemán. prototipo del partido de masas moderno, constituye el aporte
principal de este autor.
La respuesta que da Michels a este problema se encuentra en la naturaleza oligárquica de
las organizaciones, visión pesimista dada la inevitabilidad de las formaciones oligárquicas.
'Xn o~;oa~zizncióiz es lo qrie dn 01-igen n In donzinnción de los elegidos sobre 1o.s ~!ectore.s.
de los nzandntal-ios sobre los nzn~lcin~zres. de los delegados sob1.e los delegadores. Quien
dice olganizació~z dice oligarquía."
Michels sostiene que el mal funcionamiento de la democracia existente en particular la
dominación de la sociedad y de las organizaciones populares por los iideres no file, en
principio, un fenómeno que resultara de un bajo nivel de desarrollo social y económico, una
educación inadecuada o un dominio capitalista sobre el medio forrnador de opiniones y
otras fuentes de poder, sino más bien una característica de todo sistema social complejo. La
oligarquía, el dominio de una sociedad o de una organización por quienes están en la
cumbre, es una parte inmnseca de la burocracia de la organización en g a n escala."
'O Michels, Robert, Los Partidos Poliricos. Voi. 1, .4morrortu, Buenos Aires .Argentina. segunda edición. 1972. p. 3, prefacio del autor. ' ! Ibitf. p.13 Introducción de Seymur bIartiii Lipset.
! 3
Para llegar a estas conclusiones Michels realiza su estudio sobre los partidos políticos, y en
especial sobre el Partido Social Demócrata alemán. De su análisis se desprende su famosa
"ley de hierro de la oligarquía". Y como hemos visto, es la misma naturaleza de las grandes
organizaciones las que dan a sus funcionarios un monopolio del poder. dado que estas
organizaciones para su funcionamiento requieren desarrollar una estructura burocrática, es
decir, un sistema organizado jerárquicamente, el cual, es el principio inevitable de la
organización.
Así, el pensamiento de Michels no vacila en subrayar la esencia elitista destacada por
Mosca y Pareto: en todos los tipos de sociedades, incluidas entre éstas las de los partidos
políticos. un grupo minoritario de personas (llámese clase política. élite políticz LI
oligarquía) cietentan y manipulan el poder a su favor.
En resumen, por lo dicho hasta aquí tanto Mosca como Pareto y Michels son considerados
como los fundadores de esta corriente teórica, quienes coinciden en las siguientes
conclusiones:
-4) En toda sociedad organizada, las relaciones entre individuos o -mpos son de
desigualdad.
B j La causa de esta desigualdad es la concentración de poder en un _mpo minoriiario
de personas.
C j Esta minoría está organizada y tiene intereses comunes en consenar el estado de
cosas regido por ellos.
D) La masa, conjunto contra-élite, está desorganizada.
E) Los integrantes de las élites o clases gobernantes no son, necesariamente, los
mejores en sentido absoluto, pero sí los más hábiles y diestros en el juego del poder.
Los postulados anteriores, que con Michels avanzan particularmente en el campo de los
partidos políticos tienen en Moisei Ostrogorski y Max Weber, dos pensadores que
igualmente se adentraron en esta línea de estudio. Uno anterior a Michels, el ruso 14
Ostrogorski, compartió con aquél su desilusión por las oligarquías partidistas; y otro,
posterior al estudioso del Partido Social Demócrata Alemán, el caso de Weber, pareció
racionalizar mejor este tipo de situaciones. En los dos casos el diagnóstico es el mismo.
Los partidos tienen ur, grupúsculo manipulador del poder. Las interpretaciones son,
empero, distintas: para Ostro_gorski las oligarquías partidistas deberían de desaparecer:
para Weber, en cambio. éstas deberían ser aceptadas como un objeto de estudio válido.
De esto y otras cosas se conforma el siguiente apartado.
2. Élite y partidos.
"En la democracia y la organización de los partidos políticos". publicada en 1902.
Ostrogorski emprende una rigurosa comparación entre los partidos políticos ingleses y
norteamericanos del siglo XIX. Examina aspectos tales como ei efecto de los orígenes
sobre la organización y sus características. los procesos internos de toma de decisiones. las
esferas de poder real, la profesionalización de los cuadros, la selección de candidatos, la
realización de campañas electorales. la relación con electorado y la opinión publica y los
vínculos con otras organizaciones.
Para Ostrogorski, los partidos terminan negando la democracia en si! funcionamiento
interno, debido a los objetivos de consecución y conservación del poder. La "permanencia
de la organización pasa de ser un medio a un fin" y la "unidad del partido se vuelve la
preocupación suprema", de tal suerte que los ideales que llevaron inicialmente a los
individuos a asociarse son sustituidos por motivos más pragmáticos.
Ostrogorski observó además en los partidos la existencia de una clase (caucus) que era "un
virus lo suficientemente fuerte como para envenenar la sangre de la comu~idad". Rechazó
también esa clase, dada su capacidad para generar manipulación y corrupción. Para
Ostrogorski, una organización partidista como la que observó en el caso inglés y
norteamericano, amenazaba con dejar de ser un medio y transformarse en un fin en sí
mismo. '' Con Ostrogorski, con quien ciertamente tuvo inicio el estudio organizativo de los
partidos, se inició así una veta de estudio para este estilo de investigación que mira a los
partidos hacia adentro: la visualización de sus dirigencias como entes cenados, herméticos
y dispuestos a todo con tal de mantener SU estatus privilegiado.
Max Weber en Econonlía j 1 Sociedad (1 922), consolida la tradición que vincula orígenes y
características de la organización de los partidos. Weber postula dos tipos ideales: los
partidos de notables y los partidos de masas. Los primeros son a,ppaciones políticas que
tienen su origen en los parlamentos. están compuestos por individuos que gozan de cierto
prestisio a nivel local o nacional y tienen programas que son diseñados pragmáticamente
para atraer al electorado. Los partidos de masas, en cambio, tienen SE origen fuera del
parlamento, están dirigidos por políticos profesionales -empresarios o fiincionarios a
sueldo y buscan tener una militancia importante, una estructura grande y un arraigo
socialmente heterogéneo.
Weber insiste en que los partidos están integrados por "interesados". es decir, individuos
que deciden adherirse más o menos voluntariamente a una agrupación en busca de algcn
tipo de beneficio material o ideal." Weber observaba una tendencia hacia la
burocratizacion de los partidos políticos, esto es, a la racionalización de sus técnicas
electorales y a la profesionalización de su estructura interna. La mayor complejidad de las
organizaciones partidistas produce una estratificación en el seno de su membresía. En la
cúpula están los dirigentes, que tienden a concentrar los recursos de poder. luego están los
miembros activos, después están los correligionarios no activamente asociados y
finalmente, medio escondidos, los mecenas de los partidos.'4
l2 Ostiogorski. Moisei, Delnocraq alrd tile Organization of Politicul Parties, Transaction. New Brunswick, New Jersey, 1982.
l3 Véase de este autor El Político el Cientificc. Alianza, Madrid, 1998. l4 Weber, Max, Eco,ion~ía y Sociedad, FCE, iLIésico, 1963, pp.228.
En suma, hasta aquí hemos recumdo a los autores fundamentales del debate sobre las
teorías elitistas. Con Mosca y con Pareto dio inicio este debate. Mosca introdujo el
concepto de clase política Pareto el de élite. Por sobre sus semejanzas (,grupos minoritarios
que organizados obtienen y conservan el poder sobre una mayoría desorganizada que
obedece las directrices de sus dirigentes) es posible ya plantear una primera diferencia
sobre la cual ahondaremos posteriormente: la mayor circunscripción del concepto élite. Ahí
donde la clase política alude a un conjunto plausiblemente más numeroso. el término élite
hace referencia, en su definición más puntual, a un colectivo con más restricciones y menos
número de integrantes. Será después, como arriba mencionamos. cuando volvamos sobre
esta pequeña, pero fundamental, distinción.
Con Michels, si bien las cosas mantienen una esencia elitista. toman un nuevo giro: la
introducción del debate en el contexto de los partidos. Oligarquías llamó este autor a las
dirigencias partidarias, sin haber estado en su interés definir a éstas como clases políticas o
élites políticas. Su principal aportación es más bien otra: su conocida f6rmula de la !ey de
hierro. Con ella, al tiempo que Michels retoma de Pareto la expresión circulación de éli:es,
este autor abre una línea de estudios crucial. No es casual que yosteriores estudiosos de !os
partidos, con más refinamiento y herramientas metodológicas corroboraran exactamente
cuanto Michels había dicho sobre el tema: son los casos de Slaurice ~ u v e r ~ e r " y Angelo
panebianco16. Duverger llan~ó "circulo interno" a las dirigencias panidarias renuentes a la
circulación. Panebianco, por su pane, llamó "coalición dominante" a esos mismos estratos
dificiles de remover. De tal forma que, el debate elitista llevado a los partidos políticos por
Michels, tiene más de una deuda intelectual con los pares fundadores de esta discusión.
3. El estudio de las élites.
Después de haber realizado una primera distinción conceptual de las élites, así como haber
visto los impactos que el debate elitista ha tenido en el campo de los partidos, en este
apartado mencionaremos brevemente las distintas maneras sn que este debate clásico ha
sido continuado por otros pensadores. Los nombres de Roben Dahl, C. Wright Mills o
15 Los Partidos Politicos. FCE, México, 1957.
Harold Laswell, son sólo algunos de los protagonistas de este acalorado debate que es
imposible de agotar en estas páginas.
Aunque existen numerosas investigaciones y un largo deba~e sobre !os nuevos teóricos
elitistas -también llamados la Escuela de Chicago-. por no mencionar las investigaciones
que se han hecho en distintos paises. lo que nos interesa es mostrar al menos los autores
más importantes de esta comente. Por ello. más que continuar con la polémica misma sobre
la existencia o no de la minoría oreanizada, nos interesa conocer especificamente el aporte
que dichos autores ofrecieron a esta polémica.
Harold Lasswell, para comenzar. sustituye el concepto de gobierno por sl de poder. El
pocier lo define Lasswell como aqiiel conjunto de relaciones que se establecen en la
sociedad para la toma de decisiones mediante el uso de la amenaza de la coerción. A partir
de este concepto, Lasswell define el estudio de la política como el estudio de la influencia y
de los que ejercen el poder. Los que tienen la mayor parte de los \-alorsa disponibles -
diferencia, ingreso, seguridad- son las élites, el resto es la masa.'-
A partir de ello, Laswell propone una clasificación de las élites de acuerdo a sus niveles de
influencia: la propia élite como la que está constituida por los que tienen mayor poder en
una sociedad; la élite media? conformada por los que tienen un poder iriferior y por último
la masa. Del mismo modo desarrolla un modelo de las élites de acuerdo a sus capacidades y
ámbitos de acción: élite burocrática, élite aristocrática y éiite tecnocratica. Para Laswell, la
existencia de la democracia no depende de que exista o no una élite, sino más bien de las
relaciones establecidas entre las élites y las masas.
A partir de un análisis histórico y sociológico de los Estados Unidos, en el cual se refleja la
concepción mosquiana de la existencia de minorías organizadas y mayorías desorganizadas,
C. Wright Mills (1957), el segundo pensador que aquí abordamos, desarrolla su concepción
de élite del poder.
l6 itloa'elo~ de Partido, Alianza, Madrid. 1982.
Mills parte de la definición de que una élite está compuesta por hombres que se encuentran
en posiciones tales que les permiten trascender el ~:;iDiente del hombre común, y ocupan
las posiciones estratégicas de la estructura social en que actualmente están concentrados los
instrumentos de poder, de la riqueza y de la celebridad.
"La minoría poderosa está cornpl~esta de hombres czg.as posicioites les
permiten tsascendel- los a lnbientes habituales de los hombres J. las
nltljeres corrientes; oczlpan posiciones desde las cuales szls decisiones
tienen conseczlencias impor.tantes (...) el qlle se abstengan de actlrar o de
tornar decisiones. es en si ntismo tln acto que rnzlchas i.eces tiene
co~zsecuencias más iniporlanles que las decisiones que aaoptan, porque
tienen el mando de las jerarquias y organizaciones mas importantes de
la sociedad moderna: gobiernan las gmndes empresas, gobiernall la
nzaquinaria del Estado )* e.t-igen sus prerrogativas, dirigen /a
organización militar, ocllpall los puestos de mando de la esrnrcnrra
social en los cuales están centi.ados ahora los medios efectivos de poder,
la riqueza y la ~elebridad". '~
El poder entonces se identifica a través de un análisis posicional que. a diferencia de
Laswell, se eiicuentra en el ejercicio de los instrumentos de poder. es decir. por su
capacidad de influir sobre el resto de la sociedad.
Mills identifica las posiciones estratégicas de una sola elite en el ámbito económico,
político, militar y burocrático. Estos ámbitos no se encuentran en conflicto ni distanciados
entre sí, sino que se encuentran en armonía y coordinación para ejercer su dominio.
El poder para Mills se encuentra en las institxciones estratégicas, es decir, en sus
posiciones. Pues éstas son las bases necesarias del poder, la riqueza y el prestigio.
l7 Lasweii, Harold, ¿Who Gets LVhat? W r n and How?, New York, 1950.
1s C. Wright, Mills. La Élite del Poder. F C E , MSxico, 1957. ,pp. 11-!7.
"A l mismo tiempo los medios pri~lcipales de ejercer el poder, de riyzce~a !. prestigio (...)
sólo dentro y a través de esas instittcciones, ;':el!3 i! poder ser más O I I I ~ I I O S dtcraciero e
imp~rtante". '~
El concepto de élite en el poder, hecho famoso por Mills, fue, por otra parte. ampliamente
criticado por la corriente de pensamiento liberal.
Por un lado, para los liberales, no es aceptable la unidad del poder en la elite, y a el!a
oponen la teoría pluralista. El representante mas connotado de esta c o m e ~ r e es Kobert Dahl
11 958). difusor del concepto de poliarquía como una anritesis a la concsnrrr.ción del poder
esbozada por los elitistas. Los liberales arguyen que en una rocieaad compleja corno 12 de
los Estados Unidos, no es posible que haya una sola élite. Ellos. si Sien no niegari la
existencia de distintas é!ites. sí rechazan su supuesto monopolio.
Ruk,r; Dahl ( A critique oj'rhe ~-z{li~i,o elite nrociel, 19.58) se epo'a en la idea de GIL.\-anni
Althusius de que la poliarquía IJ. no la democracia) se caracteri~a er, las sociedades
liberalizadas de nuestra época, principalmente, por la existencia (le una pluralidad de
centros de poder. Lo que se encuentra entonces no es una sola elite, sino una pluralidad de
g i x p ~ s de pode: que participan en el juego político y, por tanto, de una clase aominante, en
el sentido marxista de la pelabra.
Para Robert Dahl, el saber quiénes toman las decisiones mas importantes sobre 16s
probiemas trascendentales, políticamente hablando, nos pennitiri coriocer quienes
verdaderamente detentan el poder político, y he aquí la aportación para nuestro p r o ~ l e m i de
investigación.
1'1 Mills., lbirJ., p. 17.
--
Eil síntesis, y aunque aquí nos resulte imposible agotar la complejidad del tema, el debate
elitista tiene distintos y numerosos protagonistas. El conflicto gntre sus posiciones es
frecuente. Hemos aquí mostrado las distiiltas :n::.-rr-S de abordar el tema por tres autores.
La rivalidad de las posiciones de ,Milis y Dahl es conocida. Donde el primero habla de
monopolio el segundo lo hace de pluralismo. ¿Las élites están cozligadas o más bien en
competencia? Es ese el tipo de preguntas de investigación que desató la poléniica onginal
entre Mosca y Pareto. ¿Las élites conforman un grupo homogéneo o mis bien diverso'?
¿Son conscientes o no de fornlar un colectivo heimérico'? Estas y otras interrogantes
mzrcan ei debate del que aquí. somera pero ilustrati\.amente. hemos rescatado alguiios
puntos. La riqueza del debate tiende, empero, a difuminar la principal diferencia que aquí 1
nos interesa: la distinción conceptual entre clase politica y ilite politica.
J. ,Dónde ubicar la élite política y la clase política'?
Hasb aquí, y después de haber abierto iin debate que por su propia complejidad necesitaba
pre.-r::;nentt. ser abierto, es preciso 1-olver a nuestro mayor intcrés: la difere~c;~cior!
"7 eii p u n t ~ a l y r iprosa de los concep~os clase politica y élite politica. Para d io , tcn~..:
Klaus Von Beyine el autor que más se ha preocupado por enfatizar estas diferencias.
retonlaremos algunas ideas de este pensador alemán.
Para Beynie clase política y élite política son realidades distintas. En corro. Beyine define a
la clase política como un cártel de las élites de los partidos, que aparece sobre todo debido
al desarrollo del Estado de partidos en la democracia mode~na." De esta forma. como
habíamos dicho anteriormente, clase política alude a un circulo mayor. pero con rnenor
capacidad de decisión que el de élite. Numerosa y decisionalmente estos conceptos son
distintos. Las élites confornlan un grupo más restringido y con mayores facultades
decisorias. La clase política por el contrario, tiene incluso cabida para políticos de nienor
importancia que, incluso puedan fornlar parte de la oposicibn. En las élites i~iás
encumbradas esto no es posible: se trata de gupos de acceso difícil. coi1 propiedades
2u Von Beyme, Klaiis, La <,'lase Pclitica e11 el Estado de Partidos, Alianza Universidad. lladrid. 1995, p.1 l . 2 1
homogéneas y capacidades de decisión muy amplias y, por ende. restringidas a un grupo
auténticamente minoritario. Para decirlo con Beyme, las propiedades y paránietros
conceptuales que marcan las diferencias entre c~ioS 49s términos, son las sioiiientes: -
Clase política:
-4 ésta pertenecen todos los políticos en la medida en que participan de 12 estructura de
privilegios, incluso aunque no alcancen una gran jerarquía decisoria de la élite.
En la clase política frecuentemente se incluyen también los actores que influyen en las
decisiones políticas, la élite administrativa, las élites económicas y los grupos dirigeiites
de grupos de intereses más importantes y medios de comunicación.
La clase política también incluye a políticos de segunda fila que auio tienen una
participación periférica en las decisiones políticas, pero que parricipan de sus
privilegios.
La clase política apenas coopera con otros sectores para el mantenimiento de su propia
autonomía. . .
La clase política tiene un interés autorreferenciai; puede considerasse conlo un grupo de
interés por si mismo y lucha por alcanzar una cierta autonomía frente a sus electores. A
través de su responsividad (o capacidad de reacción frente a los deseos de los electores,
en el caso de un diputado) trata sin embargo de compensar el rechazo que el
distanciamiento de la clase política pueda despertar entre los ciudadanos. Logra esta
autonomía, por un lado, mediante intervenciones penféricas para garantizar su
existencia (leyes sobre retribuciones parlamentarias, normas deontológicas,
financiamiento de los partidos); por otro lado, consolidando su propia posición de poder
en otros ámbitos de la sociedad, sobre todo en la administración, los medios de
comunicación públicos y en la economía pública.
e La clase política está ligada de múltiples modos, a través de una unión personal a los
intereses de control de la élite política.
En algunos casos los políticos de segunda fila o de menor rango, constituyen la fuerza
impulsora para aumentar los privilegios y las fuentes de ingresos de la clase política.
Aquí predominan más los intereses económicos que los políticos.
La clase dirigente forma parte de la clzse política. aunque no al revés (es decir, no toda
la clase política forma parte de la clase dirigente o élite política.
No existe un centro de poder. Es suficiente mostrar formas de cooperación y conexiones
reticulares que manifiestan un interés común de los políticos como "clase" que traspasa
las barreras de los partidos. Esta comunidad de intereses no es el fmro de una política
consiente de reclutamiento social.
La clase política incluye a los partidos de oposición en la medida en que estos 110
deseen "otra república". Los intemses comunes de las or_oanizacio~es partidistas se
desvinculan progesivamente de los con~lictos entre gobierno y oposici8n. Su elemento
de unión es el Estado de partidos.
Élite política:
E1 concepto de élite aparece como el más amplio. puesto que puede comprender a las
élires económicas, culturales, medios de comunicación, etcétera.
Los políticos de segunda fila 110 desempeñan ningún papel.
Muestra tendencias hacia la jerarquización.
La élite política está orientada a la acción y a las decisiones vincularites frente a las
resistencias de la economía y la sociedad. Para la conservación de la propia capacidad
de control, la élite política debe servirse de 13. cooperación con las élites de otros
sectores en los que la política requiere regular un problema. ,
La élite política trata de actuar a favor de terceros. Su interés es un interés de control.
* Los intereses de poder constitu;ien un incentivo mucho más fuerte que los de tipo
económico.
* En los análisis de redes, la élite política es sentido estricto es identificada con un c í r c~ lo
inierno o se alude a ella como centro de pcdsr del sistema (sobre este punto todavia no
existe acuerdo en dónde ubicar tal centro de poder).
Sin embargo, en una investigación sobre élites políticas es necesario buscar semejante
centro de poder que no incluye a la clase política.
Para la élite política, orientada al control, el origen social y la trayectoria profesional,
son más relevantes que en el de clase política, como mucho en el estado inicial. En los
conflictos políticos, inevitables en todo intento de control del círculo interior de la élite,
las coincidencias sociales no ayudan a superar las divergencias de los puntos de vista.
Las coincidencias sociales son menos útiles para superar las divergencias que en el caso
de la clase política.
Como conclusión del esquema de Beyme, puede definirse que el concepto de é l i~e p~lit ica
o clase dirigente se encuentra asociado a las instituciones. Quienes dentro de aras
instituciones se encuentren en posiciones tales que les permitan la toma de decisiones (en el
sentido de decisiones políticas vinculantes para mantener y ejercer el corlnol sobre la
economía y la sociedad), y considerando y justificando tales instituciones como centros de
poder, podrán ser considerados como miembros de la élite política. Su incenrivn es el
ejercicio del poder, más que el beneficio de tipo económico, por esta razón 55 considera a la
élite pvlítica como grapo dirigente orientado al control.
5. Élite Política: indicadores y operacionalizaciones
La élite politica refiere a un círculo restringido de poder. Pero, ;Cómo detectar ese circuio?
A esta pregunta, diversos estudios interesados en operacionalizar este concepto han dado
respuesta en base a distintos métodos e indicadores. En este apartado haremos mención de
los tres enfoques o metodologías que más comúnmente han sido utilizadas para esta
empresa.
El primer enfoque es conocido como reputacional. Su iniciador fue Floyd un ter", quien
identificó a un estrato superior de líderes en Atlanta Georgia. Para ello, Hunter se sirvió de
" Conzmuni~ Poiver Stnlcturc: A Str~djl of Decision Making, Chape1 Hill, Universitiy of Carolina of North Press. 1953.
un grupo de "jueces" quz identificaron a las personas más importantes en la ciudad. El
enfoque, para decirlo rápido, consiste entonces en servirse de un grupo de evaluadores, en
principio calificados, que reconocen a los personajes más importantes en uIia sociedad. Es
la reputación de estos personajes la que los lleva a ser identificados como los miembros
más prominentes del colectivo.
Un sezundo enfoque, mucho más factible y sencillo de operar, es el llamado método
posicional. Por éste, las personas que ocupan las posiciones oficialmente mas encumbradas
son reconocidas como élite. Fue éste el procedimiento que siguió lvIills para definir sus
unidades de investigación. Se trata de un método a todas luces iiistitucional: se miran las
instituciones más importantes. y dentro de ellas, los detentadores de los puestos más altos
son consecuentemente identificados como las personalidades principales.
El tercer enfoque es llamado decisional. Es este el procedimiento que siguió Robert Da51 - > para identificar a los líderes de una comunidad en Xew Haven, Connecticui. -- Este enfoque
consiste en analizar el proceso de la toma de decisiones. Según Dahl, al distineuir entre la
posición de instrumentos de poder y su utilización, las relaciones de poder sólo eran
evidentes a través del análisis cuidadoso de conflictos políticos específicos. El método
posicional, entonces, es una manera de ubicar a los personajes integrantes de la élite, a
través de la observación de su capacidad de decisión en conflictos abiertos.
De esta manera, las élites, empíricamente, han sido estudiadas en virtud de tres factores: la
reputación de sus miembros, las posiciones institucionales de éstos y el poder decisional de
s i s integranles. Pero, ;entonces cómo han sido iievaUas a cabo izs investigaciones suore
élites en México? El último apartado de este capítulo busca dar una respuesta a ello. De
aquí que identificaremos los principales estudiosos de élites en México, así como 12s
aportaciones que han dado al estudio de este tema.
2' Who Governs? Democracy ana' Porver i i ~ Gli ,4l~lerican City. New Haven and London, Yale 'ci'niversity Press, 196 1 .
2 5
6. Los estudios de élites en 3Iéxico.
Han sido investigadores estadounidenses los primeros que han abordado los estudios sobre
élites en México. Éstos, sin caer en el anilisis de las estructuras sociales. parten del
principio según el cual. un estudio e?rhaustivo de las políticas de recl~tamiento del alto
mando revelan las características del régimen vigente y su modo de funcionamiento; por
tanto. una comparación efectuada a lo largo de varios períodos permite comprender la
evolución del sistema. Así, a partir de los años setenta una serie de trabajos intenta definir y
poner de manifiesto las diferencias relativas al perf 1 socioeducativo y a las trayectorias
político-administrativas de dos grandes categorías de actores que llevan las riendas del ?:
Estado: los políticos y los técnicos.--
Estos autores pensaban que a partir del perfil colectivo de los actores era posible esclarecer
!a naturaleza de las modificaciones que sobrevienen en el régimen.
Los principales precursores de esta perspectiva fueron primero Frank ~ randenbur~" , y
luego Peter smith2j y Roderic I-\i campZ6. Después. continuo esta senda Francisco
~uárez". Recordaremos, a continuación. las principales aportaciones de es:os aurores.
Ai Camp ha profundizado en el estudio de la fornlación, reclutamiento >- educación de los
integrantes de las principales élites de hléxico, entre las que se encuentran las élites
políticas, empresariales, religiosas, militares e intelectuales entre osas.
Ai Camp apunta que, desde 1920, se han sucedido tres tipos de elites políticas en México:
el político tradicional, de origen popular y con antecedentes en cargos de elección populzr y
en organizaciones partidistas; el político de transición, aquel que combina sus experiencias
23 Rcusseau. Isabelle. México: ,j Una Rero!ución Silericiosa?, Colegio de México hIExico. 2001. p.25. 24 MaX~ng of ibíodenz Me.rico, Prentice-Hall, Xew Jersey, 1964. 25 Los Laberintos del Poder. El Reclutaniiento de las Élites Polít ic~s en 1Ciexico. 1900-1971. El Colegio de México, México. 198 l . '' Los Líderes Políticos de M&-rico. Sti Edticación y Rrclntanriento. FCE, México. 1980. 27 Elite, Tecnocracia y Movilidad Política en .IfZrico, UAM-Xochimilco, Mésico. 199 1.
en trabajos profesionales con experiencia en la administración pública, y el político
ortodoxo del cuerpo administrativo sin experiencia política en la práctica. Este último es el
que ha cobrado mayor importancia en nuestro país.
En el mismo sentido, Smith privilegia los estudios de las élites políticas msxicanas, y su
preocupación central ha sido la movilidad al interior de estos grupos. Él reconoce como
principales requisitos para acceder a las élites, el lugar de nacimiento y su nivel de
educación; su estudio privilegia, además. la posición estratégica en la que se ubiquen los
personajes políticos.
En este sentido, la clase media es el principal sector de recluramieniu de las klites políticas
mexicanas. Su hipótesis es que el origen determina en gran medida el isi to político. La
formación universitaria constituye otro factor importante, ya que la Universidad Nacional
Autónoma de México, y particularmente las facultades de derecho y medicina. sirven como
espacios de reclutamiento y entrenamiento para los futuros l íd~res .
Suárez comparte !as mismas hipótesis de Ai Camp y Smith, sin embargo. considera que hay
otros espacios y puestos políticos más estratégicos que se encuentran menos visibles. cono
lo son las diversas posiciones locales. estatales y federales de la organización política.
consideradas como posibles rutas de tránsito de los políticos hacia el "círculo inten~o" de
la élite nac i~na l . ' ~ Además Suárez es el que tiene más elaborada una metodologk para el
análisis de las élites ya que incluye un análisis más dinámico. pero ciertamente su estrategia
es mucho más dificil de ~bservar . '~
28 Laura Baca, et al, LL~ico de la Polirica FCE. FLACSO, SEP-CONACIT, Heinrich B611. México 2000, pp. 207-2 13.
29 Por ejemplo. Francisco Suárez sigue el modelo de élite política presentado por Peter Y. Medding. Para Medding todo estudio de élite deberá tener como ejes de investigación La "identidad" de la élite que se relaciona con la existencia de la propia elite. la "calidad" que esiudia su actividad y, finalmeiite. ia "substancia" que analiza las consecuencias de esa actividad. La "identidad" incorpora dos aspectos esenciales de la élite política: a) sus antecedentes sociales, orígenes históricos y. en general. todas sus características sociológicas, b) la interacción e integración con otras élites y consigo misma. Por "calidad" de la elite, entiende la relación entre ésta con el resto de la socizdad y el sistema politico por medio de la actividad gubernamental o, en este caso, partidaria. Este conceptc se viiicula direcrcimente con la :eona y practica de la representxión, la responsabilidad de la élite frente a la sociedad y el dominio y control que ejerce sobre las
27
La principal aportación de estos autores a nuestro trabajo proviene de Peter Smith. De él
operacionalizaremos la variable élite política tomada de Beyme. Haremos esto con la
intención de adecuada al contexto del sistema político mexicano.
Para Smith, quien se apoya en el método posicional. las posiciones de mayor jerarquía en
México corresponden a: el Presidente de la Repiiblica y el gabinete. Éstos 1 <e encuentran en
la cumbre de la escala del poder y de prestigio. Esta es nuestra élite político administrativa
que observaremos con mayor detenimiento. Los demás miembros de su jerarquía serán
referidos como clase política en adecuación al esquema de Beyme. Incluimos entre estos:
al subsabinete, principalmente subsecretarios y oficiales mayores en las secretarias de
Estado; otros puestos federales. miembros del CEK del PRI. organismos descentralizados;
sector paraestatal, escaños en el Senado y Cámara de Diputados, gubernaturas; etc. Los
miembros de la oposición y del sector privado, también serán considerados clast política.
De esta manera, hemos precisado tanto las justificaciones como 13s \variables a
operacionalizar en los dos conceptos. mismos que iremos haciendo referencia a lo largo de
los siguientes capítulos.
Tenemos que, como consecuencia de lo desarrollado hasta aquí, podemos concluir
parcialinente lo siguiente: a) la élite política no es lo mismo que la clase política: donde
aquélla tiene criterios' más rigurosos de definición que la definen ccmo un sector
encumbrado y limitado, ésta aparece como un concepto a un mismo tiempo más general y
ambiguo; b) nuestro objeto de estudio está focalizado en el término élite, para el cual, para
efectos de precisión, hemos expuesto las principales aproximaciones teóricas que llenan de
contenido este concepto; y c) sirviéndonos de algunas operacionalizaciones realizadas con
anterioridad, y privilegiando en éstas el método posicional para ubicar empíricamente a las
instituciones políticas, sus organizaciones y los procesos políticos. El uso de la coerción. disciplina, represión y cooptación de la élite en sus relaciones con elites no políticas y la sociedad, determinan este concepto de calidad. La "substancia" elitista se ocupa de los intereses políticos de la élite. sus aspectos subjetivos y objetivos de gobierno y su coflciencia politica e ideológica. Suarez Farias, Frarcisco. Elite, Tecnocracia y hifovilidad, op. cit., p.30.
3 3
élites, definimos a nuestro objeto de estudio, la élite político-administrativa que ha regido 12
vida política en México entre 1982 y el 2000, como aquella que ha detentado los puestos de
Presidentes y secretarios de Estado durante la periodicidad referida.
.- - --
SEGUNDO CAPITULO. LOS PILARES FUNDANIEXTALES DEL SISTEMA.
LOS PILARES
La élite político-administrativa que pretendemos estudiar aquí ha estado montada sobre un
sistema específico. El muy particular y srri generis sistema político mexicano ha servido de
base para el funcionamiento de esta élite. La configuración especial de este sistema es una
característica sin la cual no puede entenderse el desempeño de sus estratos directivos. En
g este capítulo, por ello. realizaremos una breve explicación de los pilares fundamentales que
B haii permitido la funcionalidad de la élite que acumula nuestro interés. La exposición del
sistema político mexicano es, pues. el cometido de este segundo capitulo.
El estudio de los pilares que sostienen el sistema político mexicano. finalidzd de este
apartado. nos permitirá entonces entender mejor las características de la élite política. Estos
pilares son, en resumidas cuentas: La Constitución de 1917, la Re\.olución y el
nacionzlismo revolucionario, el Presidente, el Partido, el corporativismo y la
adn~inistración pública. En un primer momento haremos de estos pilares iina exposición
más bien resumida, tratando con ello de resaltar sus aportaciones a la ssrabilidad de uri
sistema que, consecuentemente, ha estado caracterizado por una élite estable. Después, en
uii segundo nlon~ento, llenaremos de contenido histórico la presentación anterior. En otras
pailibras, en este capítulo presentaremos primero una abstracción de los basamentos
fi~ndamentales del sistema político mexicano para, posteriormente. dotar de datos
históricos, justificando con ello la selección de estos pilares.
Con lo anterior quedarán así sentadas las estiucturas que por más de 50 años hicieron del
sistema político mexicano una realidad esencialmente institucionalizada. Será esta realidad
la que nos servirá en el capitulo siguiente para evidenciar los cambios drásticos que trae
aparejado el relevo en las élites dominantes. La gradual (des)institucionalización de los
pilares que a continuación mencionaremos será, en todo caso, cometido del tercer capitulo.
A) La Constitución de 1917
La Constitución política de 1917, Carta Magna de los mexicanos después del proceso
revolucionario de 1910, es el primero de los pilares de los que aquí daremos cuecta.
Al término de la Revolución mexicana el clima social y político en México era
profundamente inestable; una cruenta guerra entre caudillos herederos dc la Revolución
acabó por provocar una fuerte crisis política que se distinguiría por la solución violenta de
las controversias entre los caudillos.30 El fin de la lucha armada generalizada dio paso a una
lucha política que se convirtió en una lucha y caída de caudillos.
En 19 19 las tropas de Carranza asesinaron a Zapata. En 1920, Alvaro Obregon -otro de los
cuadillos militares- se sublevó y terminó su insurrección con la muefie de Cairanza,
entonces 'Ijefe constitucionalista". Otro caudillo, Francisco Villa. fue asesinado en 1923 en
el mismo año en que Adolfo de la Huerta le declaró la guerra a Carranza 4. tenninó en el
exilio. En 1924 habiendo llegado al poder el general Plutarco Elías Calles. &te le declaró la
guerra a una rebelión pro clerical de los llamados cristeros, y en 1927 zs!zsr6 otra tentativa
de golpe de estado. En 1928, el entonces caudillo más fuerte (Obregen). se lanza a una
nueva campaña presidencial obteniendo el triunfo, pero es asesinado por un fanático
religioso días antes de su toma de posesión.31
Sobre este clima de violencia, la necesidad de orden y estabilidad se l-uelve la premisa
básica. En orden de aparición y en relación a este problema, la Constitución de 1917 se
constituyó como uno de los pilares del sistema posrevolucionario y el comienzo en la
solución de estos conflictos.
30 El caudillo es la figura propia de las sociedades tradicionales, de naturaleza personal y circunstancial y opuesta a la figura presidencial situada en el terreno de los procesos de modernización o de occidentalización. Córdova, Arnaldo, La Formacióii del Poder Político en Illéxico, México, Ed. Serie Popular Era, S", 198 1, p. 9. 3 1 Srnith H. Peter, Los Lab2rintos del Poder. El rec!rltarniento de las ilites poliricas en Xlé.r!co, 1900-1 971, El Colegio de México, 198 1, p. 46.
triunfadoras de la Revolución (socialistas, liberales, agaristas, anarquistas. obreristas, etc.),
se vuelve muy ambigua ideológicamente: lo cual fomentará un régimen que sea incluyente,
y por lo tanto, poco ideológico.
En éste sentido, las consecuencias de un ordenamiento constitucional como el anterior son,
básicamente, las siguientes: el establecimiento de una amplia normatividad qiie consiguió
una amplia legitimidad al dar cabida dentro del sistema a las más variadas y disimbolas
expresiones; la consecución, con ello, de una amplia base de apoyo al sector dirigente; el
cobijo de este sector y su manejo político bajo una luz de legitimidad re~olucionaria que,
inteligentemente, los dirigentes supieron operar bajo principios de valor ~t i l idad. Con la
Constitución de 1917, pueae decirse, quedaron sentadas las bases para vaiidar el reparto de
incentivos materiales y de solidaridad que la élite dominante puso bajo su dcminio.
El tema de la no reelección política, por otra parte, no fue una materia originaria de la Carta
Magna de 1917. Ésta fue una asignatura introducida en la Constitución en 1933, cuyas
repercusiones fueron importantísimas para operar una circ?i!ación de las élites que
favoreciera al grupo en el poder. Sobre este tema en particular, empero. 1.011.eremos al
momento de iIustrar los cambios organizativos que sufriría el partido oficial.
B) LA Revolución y el nacionalismo revolucionario
Esta misma Constitución es la materialización del legado revolucionario, es decir, de la
ideología surgida de la Revolución mexicana. Ei nacionalismo revolucionario fue impuesto
como la ideología victoriosa de la Revolución, y materializado más tarde por la élite
gobernante en México.
El nacionalismo revolucionario se sustenta sobre una nueva idea de nación, y alimenta a la
vez un fuerte individualismo que, de acuerdo con Mabire, fue constituido con el fin de
articular la unidad nacional.
Las élites posrevolucionarias divulgaron desde los años cuarenta la fusión de culturas con
base en las prehispánicas y españolas como origen de la identidad mesicana. y por varios
decenios esta visión orientó la gesta de autoridades en principio comprometidas con
esfuerzos de integración nacional mediante políticas económicas y culturales que hacían
énfasis en la unidad.32
Lo más importante para nuestros propósitos es remarcar que el nzcionalisnlo revolucionario
fue utilizado, a partir de la gestión cardenista, como elemento legitimador de una visión de
Estado englobador de las causas nacionalistas. El nacionalismo mexicano se identifica así
mismo, coi1 la idea de soberanía nacional frente al exterior, pero también como centralismo
del Estado.
En efecto, el Modelo de Sustitución de Importaciones (ISI) pregonaba la defensa de la
soberanía nacional, al menos en materia económica. En lo externo. la idea de defensa de la
soberanía nacional frente al exterior trivo sus parámeiros en las relaciones con nuestro
vecino del norte. La idea ficticia de la capacidad de disentir frente a la potencia
estadounidense como enemigo externo no fue tan radical en la práctica. Siempre se logró
buscar el punto intermedio entre los dos países. Al menos los Estados Cnidos como el
aliado secreto permitió salvar en muchas ocasiones la legitimidad del resimen ante caídas
financieras. 33
Aunado a lo anterior, también este nacionalismo es revolucionario porque brega por la
justicia social, por tales motivos, al menos en la parte ideológica, se permitió despojar de
banderas a la oposición, facilitando el predominio absoluto del partido en el sobieino. Pero,
el nacionalismo revolucionario que en un principio era una representación del Partido y de
su élite, llegó a ser representativo de toda la nación y de todos los mexicanos. El
nacionalismo revolucionario, engloba así una ideología muy mestiza que abandera las
32 Idem.. p. 453.
33 Ibíd., p. 485.
causas nacionalistas y de justicia social derivadas de la Revolución. En síntesis, se
convierte en la referencia que legitima al sistema.
C ) El presidente
Otro gran pilar del sistema, "el Presidente" se convierte en una pieza fundamental cuyo
poder e influencia se extiende a todo el sistema político. Una de ias fuentes claves pzra el
ejercicio de su poder se encuentran en los poderes formales que la Constirucióri le otorga. La
otra, quizá todavía más importante. se encuentra en las fuentes informales. es decir, en las
facultades metaconstitucionales de las que goza el Presidente.
La fuente formal de su poder político se encuentra en las prerrogativas que !a Constitución le
confiere. Por ejemplo, de los poderes formales tenemos que, según el artículo 80 de la
Constitucióil de 1917, ..." se deposita el ejercicio del supremo poder ejecuti1.0 de la unión en
un solo individuo que se denominari Presidente de los Estados Unidos Slexicanos", y el
articulo 81 dispone que: "..La elección de Presidente será directa en los términos que
disponga la ley electoral" y durará seis años en el cargo sin posibilidad de reelección."
Adernás, el Presidente cuenta con diversas facultades que le conceden influencia sobre los
otros poderes. Entre ellas destacamos las facultades legislativas: El Presidente interviene a
través de la iniciativa de ley, la facultad de veto, la promulgación y publicación de las leyes
y su ejecución.
El Presidente también puede legislar en cinco casos: a) emergencia, b) medidas de
seguridad, c) tratados internacionales, d) facultad reglamentaria y e) regulación económica.
Esto señala la gran amplitud y diversidad de las facultades que la Constitución le otorga.
Además de los amplios poderes que la Constitución otorga al Presidente, éste cuenta con
amplias facultades metaconstitucionales que lo ubican en una posición privilegiada para la
31 Aguado Quezada, Sergio, El .4lt)lanaqite .\.fe'ticano, Proceso, Grijalbo. >léxico 1000. pp. 264.
toma de decisiones. En este sentido Jorge Carpizo señala que el predominio del Presidente
en el sistema político rnesicano se debe a que: 1) el Presidente es el jefe del partido
dominante, que está integrado por poderosas centrales obreras, campesinas y profesionales;
2) el legislativo tiene un poder debilitado; 3) el Presidente manipu!a la economía a través de
la influencia del Banco de México, empresas paraestatales, organismos descectralizados y
las facultades que tiene en materia económica; 4) tiene el control del Ejército; 5) influencia
en la opinión pública y la manipulación de la misma. 6) la concentración de recursos
económicos de la Federación: 7) las amplias facultades constitucionales y
extraconstitucionales; 8) el centralismo; 9) un elemento psicológico social. Entre las
facultades metaconstitucionales reconoce tres: a) la jefatura del Partido Revolucionario
Institucional; b) la desigación de su sucesor y de los gobernadores: c'i la remoción de los
gobemaciores. El autor parte del supuesto de que parte del autoritarismo en México no se
encuentra en la Constitución, sino en su i n c ~ m ~ l i m i e n t o . ~ ~
De esta mar,era, puede observarse que no son pocas las atribuciones del jefe de! Ejecutivo.
Consideramos que en este tipo de fuentes se encuentra una de las piezas clave para ubicar
los amplios poderes que después desarrollaría el Presidente, no sólo en su control sobre la
sociedad sjno también en el Partido Re\-olucionario Institucional. .4hí. en su calidad de jefe
absoluto del partido oficial. se encuentra una de las más grandes potestades del titular del
Ejecutivo, ésta de tipo informal.
El Presidente es identificado, en efecto, como el líder absoluto del partido, mediador de
todos los intereses, líder y autoridad suprema de la élite política y del país. Su condición de
dirigente absoluto de la circulación de élites en el país le da esta calidad. Informalmente,
como decíamos anteriormente, el Presidente se ha hecho de esta prerrogativa merced a un
hecho histórico determinado que a continuación desarrollamos.
En 1932, a tres años de fundado el partido del gobierno (entonces llamado Partido Nacional
Revolucionario), éste era prácticamente una partido "paraguas": dentro de él tenían cabida
? 5 Caipizo, Jorge, El P~.eside~~cialismo !Me-ricano, Siglo XXI, MExico, 1986. P. 360.
f empero, a sus viejas autonomías. La consecuencia de este hecho se traducía en falta de
organización e institucionalización de los procesos políticos dentro del partido creado en
1929. No había, gracias a la posibilidad de la reeleccion. un centro coordinador que dentro
del partido oficial condujera la designación y nombramiento de candidaturas. Para los
interesados en los puestos públicos bastaba conservar sus bases de apoyo locales. No
reconocían ni necesitaban de alguna autoridad en estos procesos. Esto. por los desajustes y
problen~as internos que provocaba en el PXR, empezó a cambiar en 1932.
En ese año el PNR desarrolló una importante asamblea extraordinaria que cambiaría para
siempre la faz de este organismo. L3icando como problema organizativo la reelección
existente, los dirigentes del particio decidieron canceiar esra posibiiidad. La no reelección
fue así establecida. Y las consecuencias de este hecho no se hicieron esperar: a) a los
políticos locales ya no les bastarían sus bastiones regionales para seguir <surando eii la
política: b) tendrían ahora que buscar y meiecei la gracia del coordinndor nacional de las
candidaturas: quien, con el paso del tiempo y la posterior eliminacijn del ma.-iirnato. no sería
otro que el Presidente; c) así, como puede desde ya entreverse, quedaron sentadas las bases
-as a una nueva tanto para disciplinar a los militantes del partido, como para abrir sus p u e ~ .
circulación de las élites y a un eficiente reparto de cuotas de poder. sr,trs las cuales los
sectores coi-porativos ocuparían un papel preponderante.
D) El corporativismo
El corporativismo mexicano ha sido sin duda un gran pilar del sistema polírico. F u e ~ t e de
estabilidad y de intercambios con la clase trabajadora, el corporativismo fue e! vehículo de
la "política de puertas abiertas" que el sistema introdujo una vez instalada la no reelección.
Los orígenes de este oficialismo corporativista, coino bien señala Héctor Aguilar Cainín,
son. empero, anterior a los años 30's, por cuanto su génesis data de las gesras cmaneisias:
"En su pacto con Carranza, los primeros obreros organizados hicieron 3 un lado la línea de
acción social directa (independientemente de todo gobierno) que había practicado hasta
entonces, y ofrecieron su contribución militar y su apoyo político a los ejércitos
constitucionalistas. A cambio pidieron una primera exclusividad rnonopólicz: la facilidad
de agremiar a todos los trabajadores en los territorios que los constitucionalistas fueran
conquistando (.. .) El patrocinio estatal sería una ventaja para los beneficiados y un
monopolio político, pero también demandaría de ellos una disciplina incontestable y una
sub~rdinación".'~
El corporativismo, basado en un convenio de reciprocidad y mutuos iiltercambios. contó
con una f~incionalidad dual: a la vez que ha funcionado conlo nlecaniamo de control.
también ha operado eficazmente como mecanismo de mediación. Hace medio siglo !as
organizaciones corporativistas representaban a la mayoría de los _mpos sociales y a sus
intereses; eran ellas las que organizaban la distribución de los beneficios resiiltantes del
desarrollo económico, a cambio de los cuales tenían la responsabilidad ds convertir dichos
beneficios en apoyo general para el sistema, tanto en términos electorales como de
organización, particularmente en apoyos hacia el partido en el gobierno.
El Partido como primer brazo del nuevo régimen tenía el objetivo de sscundar la política
presidencial, y Cárdenas incluyó dentro de su programa, a las principales organizaciones
populares convirtiendo así al partido en un partido de masas. primero incluyó al sector
agrario, luego los trabajadores y las clases medias (anteriormente el sector militar formaba
parte de la organización).
Tal y como menciona Will Pansters, las masas llegaron a desempeñar un papel subordinado
dentro del Partido Revolucionario. El Partido era el encargado, desde su subordinación a
los deseos y voluntad del Presidente, de coordinar los trabajos corporativos y potencializar,
3"espués del i2lilagr.0, Cal y Arma, México, 1988, p. 63.
-- -- - - -
para beneficio del sistema, su contribución a las bases de la estabilidad. También éste
último habría de ocupar una posición de dependencia respecto del ~jecutivo'-.
"La consolidación de 1111 sisterna preside~lcialista ntlij* poder.ciso.
qtie descaltsa en prel-rogatir.as tanto constitricionales corno
metacor~stitlicio~zales, está inrirnamente ligada a la constrz~cción
de ~ i n a base poprilnr organizada, pties j i e esio lo qrie u e ó
vincrilos jerárqliicos eritr-e la presidencia j: las ]?;asa poplilal-es,
mediadas o~;omzi~acionnl~~lerzre por el partido oficial". jS
E) La administración pública
Por ultimo, la administración posee un peso determinante en la toma de decisiones y en la
cuilforniación de la élite gobernante. La estrecha relación entre el Presideiite y la
administración liace que sus miembros formen parte de la élite gobernante J. que se lleguen
a fomlar lealtades personales y lazos clientelares que refuerzan el control del Presidente
sobre los secretarios. La lealtad y la disciplina ocupan un lugar importante en los valores
deseados en un administrador publico para ascender en la escala jerárquica y en su
integración a la élite política. pero también su experiencia y !a pericia aemostrada durante
su ejercicio constituye un factor importarire en su promoción.
La experiencia y la pericia demostradri son factores que significaron para el sistema un
mecanismo seguro para formar ~on~p-uenternente a los funcionarios que se encargarían
sexenio a sexenio, de la conducción política y administrativa del país. Ésta fue una
condición de enorme importancia para mantener la continuidad de los programas
gubernamentales y para conservar la cohesión de la élite.39 G
37 Pansters, Will. ''La TraizsiciB~i a Fuego Cr~cado: Nuevo Análisis de la Polirica iC1e.xicaila Conremporánea': en Estudios Socioló~icos, Vol. XVI, núm. IS , septiembre-diciembre, 1998. hléxico, p.626. 33 Ibid.. p. 628.
- - . - - -
La importancia de la administración se percibe en que desde 1934 el candidato presidencial
fue siempre escogido de entre los secretarios de Estado, pero también en que una
experimentada y probada administración, forma parte de la estrategia gubernamental para
solucionar los problemas políticos y sociales pero, sobre todo, 103 problemas vinculados al
desarrollo económico y en parte, al proyecto de nación.
La administración, conformada por las secretarías de Estado y por las entidades
i paraestatales adquirirá una influencia considerable, sobre todo a partir de los años cuarenta 1 en detrimento del Partido.
Como dijimos anteriomente, toda vez que en los párrafos precedentes hemos identificado
los pilares fundamentales del sistema político mesicano, en este apartado dotaremos de
datos históricos a estos pilares. Con e!lo. a un mismo tiempo. justificarenos !a celecciófi de
estos pilares y contextualizaremos su aparición y desempeiio como estructuras
fundamentales de la política mexicana.
A) La construcción del sistema.
Una gran alianza entre caudillos nacionales
Aunque el Partido Revolucionario Institucional nace formalmente en 1946, sus orígenes se
remontan al año de 1929. Su nacimiento como Partido Nacional Revolucionario (PNR) se
caracteriza por diversas necesidades, entre ellas destacamos dos de suma importancia. En
primer lugar la de su fundador, el presidente Plutarco Elías Calles, de contar con un
39 Rousseau, l. ¿Una Revolución Silenciosa?. op. cit., p. 61. 39
organismo de apoyo c m respecto a los líderes nacionales y locales, en la forma de un
llamamieilto a la incorporación de las principales organizaciones y -mpos a lo largo del yz Y temtorio nacional; en segundo lugar y derivada de la anterior, destaca la necesidad de
encontrar los mecanismos "institucionales", en particular el mecanismo electoral que
permitiera la consolidación del aparato estatal posrevolucionario40. La convocatoria
constituyente del PNR lo expresaba claramente:
ffAVzlestro Ilaniado a la co~ii~ención ~iacio~ial de ~lralro se dirige a todas 1'7s
agrrrpaciones ~~e~~olrrcio~rarias: .4 los grandes nricleos qrre represelrtan -. dirigen los i~tt~reses politicos de los Esrados, lo niisnlo que a las
agrrrpaciones disrriralrs o n~rrtiicipales de aislada o inconipl~ra
organizí~cióri: .4 todas 1,:s ra~?ias de la Revolrtcióri nresicaria. en la anlplia
a ~ e ~ ~ c i ó ~ ; del nioviniie~ito nacional que lucha por renovar la vida J. niejol-ar
los destinos de la patr.ia"."
El PNR nace así como una Can alianza destinada a arbitrar la dismbución pacífica de cuotas
de poder nacional y local entre los agremiados. Era, en suma: una convocatoria no dirigida a
los ciudadanos sino a las organizaciones y a los poderes regionales.
ffDura~ite más de 15 alias. nos henios debatido, los rei.olrrcionarios, en
l~rchas estériles por elicontrar la fór~nula para resolver nuestros problel?ias
electorales. Todo Iia sido inritil ... Col? tal organismo, se evitarri?~ los
desórdenes qrre se provocal1 en cada eleccioli y poco a poco, con el
ejercicio democrático que se vaya realizando, nuestras institllciones irán
fortaleciéndose Irasta llegar a la implantación de la democraciaf""
Este llamado a las fuerzas políticas posrevolucionarias contenía diversos objetivos y
caractensticas distintivas, entre ellos el objetivo de someter a los principales dirigentes
''O Garrido, Luis Javier, El Partido de la Revolt~ció~i I~istitucionalizada: La Fon?iacióii del 12íirevo Estado en :%.rico, Ed., Siglo XXI. México, 1986, p. 135. II Convocatoria a la Convención Constituyente del PNR. PNR, "La Deiiiocracia Social eii hlé.rico", Política 15 de marzo de 1963. P. XVI. Citado por Lerner Sigal, Bertha, en .LfLrico: Realidad po!itica de sus partidos, Instituto Mexicano de Estudios Políticos .%C. F. 55.
políticos tanto militares como civiles a la autoridad central, lograda parcialmente en las
funciones y desempeño del Comité Ejecutivo Nacional. Dicho órgano era el centralizador
de las decisiones políticas. Luis Ja~rier Gamdo apunta sobre esto que "el Comité Ejecutivo
Nacional controlado por los amigcs íntimos de Calles y no el Comiti Directivo Nacioilal
era el órgano que centralizara las decisiones políticas; la mayor pane de los jefes políticos
locales que integraban la nueva formación aceptaron sus reglas de funcionamiento, por lo
que muy rápidamente el PNR se convirtió en una suene de confederación de los caciques
posrevolucionarios."3
El papel del CEN
Es de notar que uno de los objetivos principales del PNR era precisamente la función de
arbitraje y disciplina entre la clase política de entonces, políticos tanto militares como
civiles. para lo cual el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) establecía en su carácter
institucional una fuente de poder real. Dicho mecanismo se encontraba en la fraccitrl VI1 del
artículo 45: "Servir de armonizador y árbitro en las controversias y dificultades que se
susciten entre los órganos de! partido". "
De ac~erdo con los estatutos, el CEN controlaba y dirigía los trabajos del Partido en todo el
país mediante la combinación de la venicalidad orgánica y la intervención en la constiiución
de los comités distritales en tiempos de elecciones federales. A tra\.és de este último
procedimiento el CEN podía aprobar o vetar a los candidatos a diputados y senadores para
asegurar el control del Partido en las cámaras del ~ongreso. '~
Sin embargo, el poder de arbitraje se vio sosIayado por 10s poderosos g ~ p o s regionales y
estatales; el poder delegado por Calles al presidente del CEN y la debilidad del gobierno de
Emilio Portes Gil, que se encontró con Ia rebelión cristera y la revuelta es~obarista,'~ harían
-
'' Portes Gil, Emilio, Quince Años de Polirica .líe.xicana, op. cit.. en Lemer Sigal. p. 56. 4; Garrido, op. c~t. , p. 125. U bledina Pei;,a, Luis, Hacia el .Vzlrevo Estado. .líé.xico, 1929-1994, FCE, hlexico. i 99a. p. 73. 45 ' Ide~n, p. 73. " Para un nayar detalle sobre la guerra cristera y la rebelión escobarista ver Medina Peña. lbid.., pp. 71-76.
4 1
recurrir a una instancia todavía superior: la figura de Calles como heredero máximo de la
Revolución. Éste constituiría el verdadero poder de influencia. iLIedina Peña apunta en
relación con esta disyuntiva:
-
"El presidente del CEN podía arbitrar conflictos locales menores: inten-enir en la revisión
de listas de candidatos a diputados federales y senadores y cuidar de la disciplina de éstos
en el Congreso, pero los inevitables conflictos en los altos escalones ds !a clase política
sólo podían ser resueltos por all les"."
Así, durante un tiempo. antes que el maximato entrara en crisis, las cosas dentro del Partido
I. oficial eran manejadas informalmente por un solo hombre. Este rasgo orieinario, como
1 veremos posteriormenre. no desaparecería cuanto se consolidaría COI: ia evolución del
Partido del gobierno.
El maximato
Calles se convertía así en el árbitro supremo de los distintos líderes politicos. sobre todo de
los grandes caciques regionales, pero aun en esta etapa todavía el poder presidencizl no
llegaría a institucionalizarse completamente.
Para este periodo el Partido, incluso cuando constituia el organismo aglutinador de los
líderes regionales y locales, seguía manifestando fuertes divergencias ideológicas y políticas.
Ejemplo de ellas, es la designación del siguiente candidato a la presidencia, Pascua1 Ortiz
Rubio, cuando diferentes grupos postulaban a distintos candidatos a los que había designado
Calles. Sin embargo, tras las crecientes divergencias, pugnas ideológicas y airibuciones del
CEN, Calles sena la última instancia de decisión y el efectivo conciliador de dimensión
nacional." El poder de influencia y de decisión no estaba todavía en la institución
presidencial.
El mismo Calles siendo secretario de Guerra y Marina influina de manera decisiva en las
designaciones y decisiones posteriores como las nominaciones posteriores de Pascua1 Ortiz
Rubio, Abelardo L. Rodnguez y Lázaro Cárdenas. Pero todavía determinaba la política
interna del Partido e intervenía en los conflictos entre el Partido y el gobierno.4g
Sin embargo, en esta etapa los actores protagonistas del naciente PNR no se encontraban
más allá del jefe máximo y de los líderes regionales y locales. Se verificoria en otra etapa y
gracias a un nuevo liderazgo -la del general Lázaro Cardenas- la incorporación de nuevos
actores -como los sectores campesino. obrero y popular- vinculados a la estructura del
Partido para la consolidación de la institución presidencial.
La incorporación de las masas bajo el nuevo liderazgo
Es con la llegada al poder del general Lázaro Cárdenas (1933-1940) cuando se consolida el
poder presidencial y se forja una nueva alianza, ya no a través de los líderes regionales y
locales, sino mediante la incorporación de las masas integradas en organizaciones
populares.
La consolidación del presidencialismo
Al respecto, Lorenzo Meyer comenta que el poder presidencial en l l i s i co sólo logró
consolidarse a partir del mandato del general Lázaro Cárdenas (1 934- 1940).
"Erztonces y sólo entonces. el Presidente pztdo contar col1 la plelrirud de sus
poderes constitztcionales y metaconstitucionales. En ztn rnovin!iento rápido e
incruento en 1935, Cardenas puso fin a la enorme influencia qite conlo yefe
máximo de la Revolución nre.~icana", había ejercido Calles sobre los
procesos políticos findame?ítales. Nunca ?nBs se volvería a presenrnr esta
situación, ya que, al co~rcluir su mandato, el general Cár~klias respetó la
48 Lerner Sigal, op. cit., pp. 66-67. 49 Ibíd., p. 67.
P- +'-
Meyer así mismo, afirma: que "fue Cárdenas quien dotó a la presidencia mexicana de su
característica fundamental: la autonomía sexenal, y de su instrumento básico: un partido de
Estado basado en organizaciones de masas subordinadas a las decisiones presidenciales".5'
Una vez conseguida la expulsion de calles", Cárdenas se propuso la consolidación de su
poder de decisión e influencia con la mutación y recreación del PhX al Partido de la
Revolución Mexicana (PkV1) y mediante la alianza con los sectores campesino, obrero y
popular.
Los sectores del partido
En este sentido. tanto la CKC como la CTM constituirían el pilar fundarnentzl de la política
de masas de Cárdenas pero a un alto costo. Con esta alianza el presidente Cárdenas
fortaleció tanto a la organización campesina como a la obrera, apoyando la refonna agraria y
el apoyo sindical a los obreros. y a cambio, las subordinó eternamente a la lógica
presidencial.53 Con ello, el corporativismo mexicano que surgió tendría en el Presidente su
centro de poder e influencia.
Más tarde, en 1938, contando con el apoyo incondicional de la CNC y de la CTM, el PNR se
transforma en el Partido de la Revolución Mexicana. Además se incorporan nuevos sectores:
'O Meyer, Lorenzo, "El Presidencialismo. Del Poplllisnro al Neoliberalismo': en Revista Mexicana de Sociología, año LVlnÚm. 2, abril-junio de 1993, 11s-UNM1 México, p. 64.
j' Ibíd., p. ó4.
" El general Calles había anunciado la creación de un nuevo partido politico: el "Partido Constitucional Revolucionario", desafiando las políticas de Cárdenas, éste ordenó la expulsion del ''jefe máximo" de México un 10 de abril de 1936. Gamdo, op. cit., p. 356.
" Córdova, Arnaldo, La Politica de hlasos del Cardenismo, hlésico. Ediciones Era. 1974, p. 104.
k
Entre tanto, el sector popular nace para ganarle ese temtorio a !a oposicióii que en ese aEo
había ganado terreno. Éste, es materializado en la Confederación Nacional de
Organizaciones Populares (CNOP) que fue cread entre el 26 y el 28 de febrero de 1943. Esta
organización correspondía a un criterio de diferenciación socioeconómico entre el statt~s
obrero y campesino y el de empleado. Sostuvo además, la necesidad ds participación y
representación política a tra\-es de canales y +mpos distintos. Y obtuvo. al igual que el
sector obrero y campesino, un representante por sector en el CEY J . seis en el Coilsejo
Nacional.
Mientras tanto el sector militar desaparecería a los dos años de ser creado -1 10 de
diciembre de 1940- bajo el argumento de que su participación política electoral ponía en
peligro su necesaria cohesión."
B. La estabilidad del régimen y el ascenso de la biirocracia.
Para este apartado, mencionaremos cuáles son los principales canales para ascender a la
élite política. así como el seguimiento de la llegada al poder de las clases niedias.
En primer lugar, la estabilización de la élite responde a una nueva configuración social con
una nueva clase social en ascenso, producto del "milagro mexicano". Es una clase urbana y
educada. Se da el ascenso de nuevas élites con credenciales diferentes que tienen un
proceso de socialización que pasa por varios filtros: la educación, específicamente el paso
por la UNAM y por la facultad de derecho, la militancia en el PRI, entre otros. A su vez, a
esta estabilidad contribuye una rápida circulación de las élites, esta se constituye como
54 De acuerdo con José Woldenberg, la incorporación de los sectores campesino. obrero. militar y popular, sería el encuentro entre las élites y las organizaciones de masas que sentaba las bases para un intercambio de favores mutuos. En "Estado y Partidos: liriaperiodización", Revista Mexicana de Sociolooía. año LVinum. ?$ abril-junio de 1933. 11s-b1LíAI.1, México. p. 88.
factor de oxigenación propia del partido y de la inclusijn de diversas facciones. El sector
popular también contribuyó a esta estabilidad, así como el control que ejerció ia élite sobre
la oposición y la disidencia.
. la creación del PRI: institucionalización del sistema.
La creación del Partido Revolucionario Institucional en 1916 constitujfe Un factor
importante para explicar la institucionalización de las reglas del sistema, sobre todo durante
el largo periodo de estabilidad política del régimen. Es cuando se consolidan las relaciones
entre la sociedad y la élite gobernante mediadas por el Partido.
Para estos objetivos, el PRI cumple con distintas funciones: por una parre. sirve como
instnimento de legitimación del sistema. y por otra, contribuye al aprendizaje de las reglas
explícitas e implícitas para ascender a la élite política.
En su papel instrumental, el PRI desempeñó un papel muy importante al institucionalizar
lzs estructuras coyorativistas y las relxiones entre ciertos rgmpos y el gobierno. El PRI,
más allá de coilsiderarse como un actor importante en la toma de decisiones. se convirtió
en una institución decisiva al sen-icio del Ejecutivo, en particular. del Presidente.
De esta fornla, el Partido proporciona al Presidente ia legitimidad política necesaria, el aura
simbólica de la Revolución, y la gran maquinaria para manejar las campañas, ganar las
elecciones y mantener el contacto con las masas.j6 Además, el Partido permite la
estabilidad del régimen social, la normalización de los procesos políticos, las elecciones a
nivel nacional, estatal y local y la inte_mción de amplios grupos de la población.
En este sentido, el PRI ha desempeñado permanentemente el papel de instrumento politico
a través del cual se expresan y canalizan las demandas de los distintos sectores y se
55 Robert E. Scott. en Lerner Sigal. op. cit., p.76. 56 Dale. Srory. 1"/;e Xfexican R~lling Parh.: Srabilis arrd rlirthori[~. Stanford. Hoover Institution, 1986, pp. 131-132.
40
presenta como elemento de identidad para algunos grupos de la población y como factor de
desahogo de las tensiones sociales.
Por otra pzrte, aunque la gran mayoría de las élites nacionales son por lo mcnos miembros
del Partido, éste no cuenta con autoridad política e influencia real sobre sl sistema. Peter
Smith lo ejemplifica de la siguiente manera:
El Partido dispone de recursos económicos considerables que a I I ~ C I Z ~ L ~ O obtiene en
forma de slibsidios g~iber~rlat)letlrales J . pretende contar literaltneiirc. col1 rnillones de
miembros. Pero no es rli el escenario de la torna de decisio~ies c1ai.e. 1 1 : rarnpoco una vía
para llegar al poder .... De hecho. desde 1928 no tnás del 14 por cirtr;o de los tniembros
de los sucrsii.os gabinetes anteriormente habian sido miembros dc.' c'onlite Ejecutivo
Naciotzal del partido; ,v no nzás del 26 por cietzto llego a ocupar alsin puesto de
importancia en el inismo. En colzsec~iencia ).o creo que sería incor-1-ecro afirmar que en
Mércico el Partido donzina al gobierno: probablelnente sea lnás cierro !o contrario. Por
otra parte, el Partido es ioi eletuento cetiti-al del sistema polirico.'-
En este sentido, el Partido cumple otra función en las caracteristicas de las fixsvas Slites que
no es la toma de decisiones. Su función consiste en servir de medio de aprsndizaje en los
procesos de socialización por los que atraviesa la élite política. El PRI se convierte así en e1
espacio donde se aprenden los valores fundamentales del sistema: lealtzci y disciplina.
Como vemos, el PlU sirve más de canal de aprendizaje y de instrumento de lzgitir~ación a
la estabilidad del régimen que una carta credencial decisiva para ascender a la élite políticz.
Veremos entonces, cuáles son los parametros con los que se llega.
Para explicar cómo se llega a los estratos dirigentes, veremos el arribo de la clase media al
poder, su contribución a la estabilidad del régimen, sus éxitos políticos y económicos, sus
Smith H. Peter, Los Laberintos del Poder. El Recl~ttamiento de las Éliies Políticas en Ilt!rico, i900-1971, El Colegio de México, 198 1, p. 69.
diferentes filtros de socialización como son la educación, el paso por la UNAPII, la
importancia de la CNOP, el control que ejerce el régimen sobre los partidos de oposición y
los disidentes y el papel que juega la circulación de las élites como factor de oxigenación
para el sistema y para la estabilidad del régimen.
. La estabilización de la élite
Las cartas credenciales para ascender a la élite política se modifican a partir de la nueva
configuración social y económica que viene gestándose en este periodo. con el arribo de
una clase media en ascenso. Esta clase media aprovechará los beneficios del sistema en
materia económica y conquistará los espacios necesarios para ascender a la ilite política.
Gran parte de la estabilidad de la élite se debe a sus propios logros en materia económica y
social. De aquí que durante todo este periodo, el modelo económico de industrialización
protegida (basada en la sustitución de importaciones) tuvo un ésiio considerable. De aquí
que se acuñara el término "milagro mexicano". Este milagro era una combinación de baja
inflación? endeudamiento moderado y crecimiento del PIB del 6 anual.'"
Quienes más recibieron los beneficios de la bonanza económica fueron sobre todo las
clases medias. Esto, tanto en el plano económico como en el politico.
En el plano politico, será la clase media la que vaya tomando las riei~das del poder
(particulamlente desde la burocracia). La nueva clase media, producto de la estabilidad y
del crecimiento económico de esos años "el milagro mexicano", entrará tanto en la
burocracia nacional como en la partidaria, definiendo los nuevos requisitos para el ascenso
a la toma de decisiones.
En síntesis, será esta clase media urbana y educada la que dará la estabilidad a la elite,
debido en parte a los éxitos de la marcha económica. A su vez, quienes buscan el ingreso a
SS Meyer. Lorenzo. El PI-esiiie~icialismo. Op. Cit.. p. 68.
las élites tendrán que pasar por varios filtros de socialización que les darán las credenciales
necesarias para el acceso a las altas esferas del poder. En este sentido, Peter Smith sugiere
que, los determinantes fundamentales de la composición de la élite son derivados más de
factores socioeconómicos que políticos. Las clases medias en este caso. son las grandes
triunfadoras, ya que desde el presente siglo, la clase media ha sido antes, durante y después
de la Revolución, el campo de reclutamiento de las élites políticas.
Por otra parte, las clases bajas y altas han sido casi completamente desplazadas. La
Revolución redistribuyó el poder político entre segmentos relativamente desposeídos de la
clase media.59
Además de pertenecer a la clase media. otro de los canales de acceso al poder es: mostrar
un nivel de educación elevado y ser abogado de profesión o profesor universitario.
La educación. nuevo canal de rec!utamiento
La clase media también aprovecha un nuevo canal de reclutamiento. La educación,
remplaza las experiencias en el campo de batalla que se encuentra en franca decadencia para
el reclutamiento político de la élite. Clase media y educación van de la mano sustituyendo
las viejas cartas credenciales de la época de los caudillos. Con esto, a pai-tir de los años
cuarenta, el predominio de la clase media universitaria se manifiesta en los altos puestos
federales y estatales de la administración y del ~a r t ido .~ '
Por ejemplo, Rodenc Ai Camp sostenía que a partir de 1946 hasta fines de los sesenta, hubo
un cambio en las cartas credenciales para el ascenso político. Ya no contaba la experiencia
militar de la Revolución, sino que la educación y, sobre todo, el paso por la universidad (en
particular el paso por la Universidad Kacional Autónoma de México) constituirían el canal
de reclutamiento por excelencia.
59 Smith, Peter. op. cit., p. 120.
"La iinportancia de la educación silperior en el reclutamiento politico y la rápidc
declinación de las e.rperiencias e?i el campo de batalla esráli clara~xente ilzlstradas en
las experiencias perso?iales de los presidentes Lá-aro Cárdenas (1934-1 940) y Miguel
f lemán (1 946-1 957) y los individuos que ellos reclutarort para cargos políticos. Más de
11 ~tlitad de los qile habían ocrlpado cargos poiiricos nacionalex entre 1920 y 1934
habían peleado en la Rerolirció?i. Cárde~ias se ialió a la Revol~rcio?i en su juventud y
ascendió de elirre szrs filas, hasra llegar a ser gerieral de divisiói1. el rango más alto al
azre pitede aspirar 1/11 oficial mesrcano ... hfientras que ~Cfigzrel .-ileniíitz, hijo de zin
prominente general, jfite aleritado a obtener una buena edilcación J. se trasladó a la
Ciudad de i2fé.~ico: allí esnrdió eti la Esc~lelc hacional Preparatoria J. después eri la
Faczrltad de Derecho. donde se recibió eti 1939".~!
Mientras que Cárdenas había reclutado la mayor parte de su gabinete ~e entre las filas de la
Revolución y fuera del Partido. Alemán los había escogido entre sus compañeros o
profesores suyos en las dos escuelas a las que había asistido. Con lli_ouel Alemán, ia
educación prcparatoria y universitaria adquiere impofiancia como sede iilstitucional del
reclutamiento político en Ylésico. En estas dos instituciones. pero sobre todo en la
Universidad Nacional Autrjnoma de blésico, (particularmente en la Facul~ad de Derecho) se
encuentra una de las más importantes fuentes de reclutamiento y socialización de los futuros
políticos que ascienden a las altas esferas del poder político. >luchas de las figuras políticas
nacionales han estudiado en la LWXM o han sido docentes a nivel universitario. La
enseñanza les sirve en parte como medio para identificar a los estudiantes coi1 habilidlicies
intelectuales y políticas, y promoverlos a iniciar una carrera pública. Típicamente les ofrecen
un trabajo de medio tiempo en el gobierno o en la administración, que se convertirá en un
puesto de autoridad una vez obtenido el titu10.~'
En virtud de la localización geográfica, social y política, la mTAM ha acumulado la mayor
importancia como campo de entrenamiento para los miembros de la élite nacioilal. Para este
periodo, el antecedente en cargos de elección popular se ha convertido en una carga par?.
Ai Camp. op. cit. P. 245.. b l Ai Camp, Rüderic, La Políticú. en ,2f&rico. Ed. Siglo XXI, México, 2000, p. 148. 62 Ibid., p. 150.
quienes aspiran a penetrar en los círculos interiores del poder y del prestigio. Ahora sus filas
están dominadas por burócratas profesionales que han ido subiendo paulatinamente los
diferentes escalones a nivel gubernamental principalmente en la bur~cracia.~'
-
Después del paso por la universidad donde se entra en contacto con algunos políticos. la
carrera burocrática constituye otra importante carta credencial para el ascenso político.
"Algilnos nie.sica~ios con interés por la política inician sus actividades en orgatiisnlos federales, en
cargos pliblicos o c o ~ l o asesores. A medida que sil interés por la politica i.a airnrenrando entran en
contacro con otrasj?guras anrbiciosas. inclr~j.endo iln sitperior en el organislno. Ese individuo, igual
que el politico maestro, iniciará sir ascenso en la bio-ocracia nacional. .4cnraln!tinre la brrrocmcia
nacioria! es la ma~,orjilente de reclutaniienro politico después de la L7tii\.ersidcd. J. re hace cada vez
más litrl a medida qrre el indiiYdiro entra realniente en la politica. '"'
De esta manera, vemos que la clase media utiliza los distintos canales de ascenso a la élite
política administrativa, pero también dentro del Partido. La clase media también logró
escalar en sus posiciones a los mayores rangos de la escala jerárquica. El caso de la CXOP,
es un ejemplo de ello.
La importancia del sector popular
En una clara estrategia por incorporar a grupos heterogéneos y de creciente peso
poblacional, la CNOP fue el canal de reclutamiento dentro del Partido. Su peso con respecto
u los tradicionales sectores de !a CTM y 12 CNC SP vi9 incrementado sobre todo ec
concesiones de tipo económico y en las designaciones para puestos políticos de autoridad.
Esta estrategia fue iniciada por el entonces presidente, general Manuel Ávila Cainacho
(1 940- 1946). apoyada también por Mipe l Alemán (1 947- 1952). Ruiz Cortines. (1952-
1958), López Mateos (1958-1964) y Díaz Ordaz (1964-1970).
53 Smth, Peter, op. cit., p. 21 S. 64 ibid.. p. 150.
Las razones de esta incorporación son. como ya se ha explicado: la industrialización
creciente por la que estaba atravesando el país y la necesaria burocratización que requería el
intervencionismo estatal. 6'
A partir de estos elementos, los núcleos claramente identificables eran 10s trabajadores al
servicio del Estado o burócratas. y los =wpos de profesionales e intelectuales. que obtenían
mayores beneficios económicos y
En cambio, los gnipos menos organizados y que no constituían el sostin de las clases
medias. como los artesanos. los peqieños comerciantes e industriales J - los -ppos de
indígenas gozarían de beneficios económicos menores.'-
En cuanto a las concesiones políticas. entre 1943, año de su fundación. '- 1967 la CNOP
pasó de tener el 37% de las diputaciones locales al 55% de la; para 1970 de las
178 nominaciones para diputados S9 correspondían al sector popular. 35 al sector obrero y
51 al sector campesino.69 El ascender a puestos de diputación constituía un importante
factor para ascender a la élite política.
Otro indicador es que, a diferencia de las centrales obreras y campesinas, en el sector
popular el tipo de afiliación se daba sobre una base individual. y no organizacional.
Cualquier miembro que ingresara a la CNOP tiene la facultad de ingresar al partido.'' Esto
significaba un mayor control para lo sectores obreros y campesinos que tenían que sujetarse
a una incorporación corporativa y los hacía depender casi por completo de sus líderes
65 Pero también el hecho de hacerle un contrapeso a los espacios ganados por la oposicion en este sector. Por ejemplo, los trabajadores al servicio del Estado. organizados en la Federación de Trabajadores al
Servicio del Estado, contaron con hoteles de descanso, edificios as oficinas, escuelas para sus hijos, apartamentos en las unidades construidas por el gobierno, dotaciones de terrenos. asisteiicia médica, guarderíac, becas, viajes pagados, prestamos a bajas tasas de interés y aumentos de salarios. Brandenburg, Fraiik. Tlze Making ofModern ML~ico. 3" ed. CSX. Prentice -1-1211, New Jersey. 196-1, pp.277: 78 1-233. " Ibid., p.277. 08 hledina Peña, op. cit., p. 156. 69 Medina Peña, Idenz., p. 156. 7íi r 1bzC., p.133.
F sindicales. Mientras que, los sectores populares, producto de su creciente importancia,
obtenían una mayor libertad y participación política mediante las afiliaciones individuales.
Como vemos, el pasar por el PRI. contar con educación avanzada, especialmente haber
asistido o impartido clases en la UNAil. específicamente haber cursado una licenciatura en
derecho, y pertenecer a la clase media. constituyen ahora las nuevas cartas credenciales.
El papel que esta clase media desempeña, (por ejemplo en la CNOP) contribuye a la
estabilidad del régimen. Pero no sólo los que entran al sistema consolidan su estabilidad.
Los partidos de oposición. (sobre todo en su relación con el partido oficial) también
contiibuyen a la construcción del sistema.
El control político
Los partidos de oposición han desempeñado un doble papel para el régimen. Con
anterioridad, los opositores de los candidatos oficiales surgían de las propias filas
revolucionarias, incluso cuando localizaban sus apoyos en sectores que no habían sido
integrados en su conjunto al Partido del gobierno.
Los partidos de oposición son un factor de cohesión para el propio Partido y una garantía
para un mayor triunfo e le~tora l .~ ' En este sentido se explica el porqui el PRI, a través de
diversas concesiones políticas, ha fortalecido a la oposición.
Los partidos de oposición como enemigos externos, han servido como depositarios hacia los
cuales se canaliza si no la hostilidad, sí los valores políticos e ideológicos negativos tales
como: el ser reaccionario, el conservadurismo y el idealismo des medid^.^'
" Escurdia, ?dario. Análisis Teórico del Partido Revolucio~tario Institucional, hlésico, B. Costa-Amic Editores, l968. VII-1 Y 1, pp. 137-138. 72 Fuentes Díaz, Vicente, Los Partidos Políticos en .Llk.~ico. México, Ed. Altiplano. 1969, p. 288.
53
La imagen popular del Partido se ha podido consen7ar por la presencia de los enemisos
externos. El hecho de que el PRI aglutine, en mayor medida que cualquier otro partido, a los
sectores obreros y campesino, le confiere una identidad manifiesta al Partido como
progresista, frente a la reacción que es localizable fuera de él.
Otra de las funciones con las cuales contribuye la oposició11 al sistema, es que sirve para
presentar una imagen de operancia de la democracia. En realidad, desempeñan el papel de
grupos de presión y de interés que participan +uando se incorporan actii-amente al juego
p o l í t i c e en puestos públicos de bajo nivel y responsabilidad (tal es el caso de algunos
puestos de diputación) pero nunca llegan a las altas esferas del poder político. De hecho.
nadie de la oposición ha alcanzado hasta ahora, ascender a la elite poiitica ni a la alra
administración.
Los partidos políticos de oposición han manifestado en forma simultánea una dependencia
ideológica y política tanto negativa como positiva. Negativa en cuanto que sus principios y
programas de acción se estructuran sobre la base de una critica contraria al partido oficial
(P4N). Positiva en cuanto recurren en forma creciente a !as banderas de la Rei.o!~!rión
mexicana a la Constitución de 191 7 y al lenguaje popular, monopolizados hasta hace poco
por el partido oficial, para no aparecer como "antirrevolucionarios". "anticonstitucionales".
"antipopulares" y no ser descalificados en el terreno político (PPS)."
En el plano político-electoral, los partidos nacen y se conservan bajo la supervisión del
Partido oficial. El proyecto original de la Ley de 1953 estipula que los partidos deben contar
con una Asamblea Nacional que se reúna periódicamente y un Comité Ejecutivo Nacional
establecido en forma permanente. Debe estar encabezado en cada territorio por un Comité
Ejecutivo de cada estado, etc. Todo esto a semejanza del PRI y controlado y supervisado por
la Secretaria de Gobernación, hasta entonces, la Secretaría más poderosa ''
73 Lerner Sigal., op. cit., pp. 110-1 11
i 4 Lerner, Ibid.. p. 1: 1.
Por tanto, podemos observar, que no existen en este periodo para el Partido, verdaderos
m p o s sociales antagónicos o partidos de oposición. Existen ,mpos de interés que pueden C
manifestar una crítica abierta y pública en contra del Partido del gobierno. La ausencia de
una clase media conciliadora, organizada y personificada a travis de politicos profssioilales
podría implicar una victoria parcial de la oposición frente al Partido oficial, pero hasta este
momento, el Partido copa todos los espacios.
Por último, la circulación de las élites, ha permitido la oxigenación dentro de la élite. Esto
en cierta forma contribuye a la estabilidad del régimen, al estar cerrados los espacios en la
oposición.
En México ha habido una circulación de élites, que cuenta con una veloz rotaci8n de
personas, aunque sus miembros casi sean de una sola clase: la clase media.
La circulación no ha conllsvado a un tipo de movilidad social, y sobre todo a la
incorporación de la clase baja. h4ás bien como afirma Smith, la circulación de las élites.
unida 2 la cooptación de disidentes potenciales, se han cor!ju~ado para fortalecer el .. -
predominio de la clase media y para acelerar la tendencia de centralización." A esto
contribuye que el poder político en >Iéxico. mis que centrase en un solo individuo. lo hace
sobre una institución: la presidencia.
En resumen, los factores antes mencionados han contribuido a la estabilidad del régimen.
Pero, a partir del periodo de Díaz Ordaz, comienzan a presentarse síntomas de un desajuste
en el sistema. Por un lado, el sistema no ha cumplido cabalmente con sus promesas de
igualdad y justicia social, y por otro, el sistema político (que había sido forjado para un país
predominantemente rural) ya no está respondiendo adecuadamente a las aspiraciones de
uila clase media, urbanizada y educada. El movimiento estudiantil de 1968 no es más que
un reflsjo de ese desajuste.
-. 1 > Smith. Peter., p. cit., p. 219.
c. Los desajustes del sistema: Díaz Ordaz
Durante la gestión del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, éste solía ufanarse de los
logros económicos alcanzados durante su sexenio y del modelo económico v i~cnte .
La estabilidad de precios y del tipo de cambio, se consideraban los soportes del modelo de
Crecimiento Económico con Estabilidad de Precios. México había pasado de ser un país
predominantemente rural a ser una nación urbana e industrial. Proclamando la estabilidad
política gracias al desarrollo económico alcanzado, Díaz Ordaz terminaba su zestión dejando
al país con un PIB en términos reales del 46% de 1960 a 1 9 7 0 . ~ ~
Sin embargo, las secuelas del 63 y de 1971 de los conflictos con los estudiantes y otros
actores que también padecieron la represión del régimen. La estabilidad política y
económica obedecía entonces a la represión que instrumentaba el régimen autoritario. En
ssts sentido. había voces que desmentían tal desarrollo de la economía mesicaria.
En efecto. Pablo Gonzilez Casanova denunciaba la injusticia social del rnode!o eroni!nico
vigente. Refiriéndose a los economistas en el gobierno: González Casanova afirmaba:
"El nii.lel de razonamiento político es tan bajo, su fundamenración en la realidad social tan
precaria, que la consideración de los eleinentos que henlos anaii~ado hasta ahol-n I - ~ I L I C C ~
sujiciente para demostrar cómo están anulados en su base nzisnla los diseños econó~nicos de
desarrollo a que estamos acost~mbrados."~~
González Casanova refutaba el argumento de los economistas, mostrando por ejemplo que
de 1939 a 1960, la participación de los sueldos y salarios en el ingreso nacional era en 1939
del 30.4%, y que apenas había aumentado para 1960, y por el contrario, que la participación
76 Medina Peña.. op. cit., p. 169. 77 González Casanova. Pablo, La Dernocraciu en Mé,xico, Ed. Serie Popular Era, Quinta edición, Mkxico 1975. p.163.
5 6
de utilidades, que en 1939 era del 34.4% del total, llegó a ser para 1960, un 42.6% del
totaL7'
En otro estudio, hecho por la economista Ifigenia Martínez sobre el ingreso familiar, se
confirmaba la tesis de Casanova sobre la distribución del ingreso. Éste mostraba que el 10%
de la población acaparaba la mitad del ingreso nacional (49.9%), en tanto al 90% restante de
la población le correspondía la otra mitad.79
Además de otros estudios sobre el mismo fenómeno, lo cierto era que el modelo de
sustitución de importaciones del Estado de Bienestar estaba llegando a su fin. El comienzo
de la gestión de Luis Echeverría Álvarez en 1970 sería testigo del arribo de un nuevo gmpo
que proponía soluciones a los problemas de distribución y desarrollo del modelo anterior.
Medina Peíia apunta en este sentido:
"Frente a la ortodo.uia de los téclzicos de la Secretari'? de H~ciei!dci qite habiíln
confecciollado el ?nodelo de desarrollo estabilizador, singia at~ora ir11 g?-iipo de
ecoilonlistas que agr~lpados en torno al secretario del Patrimonio nacional. Horacio
Flores de la Peca, y aliados con académicos pl-ovenietites de arras dlfel-entes J.
novedosas ciencias sociales. habían conlpztesto ztna sólida cririca a ese niodelo
uti1i:ando lo Último, el estado del arte, de los enfoques mirltidisciylina~~los"."O
Aquí el problema era que las críticas de Casanova e Ifigenia hlartínez se hacían desde la
izquierda con un tomo marxista. En cambio, el p p o de técnico^"^' a los que se refiere
Casanova pertececía 3 !a escxe!~ es?~cturz!ista de !I C E P ~ T . ~ ' E1 nuevo p p o de
78 Ibíd., p. 165. 79 Cita tomada del libro de Medina Peña.. op. cit.. p. 172. 80 Ibíd.. p. 176. " Nótese cómo desde entonces. la palabra "técnicos" se atribuía a un feiiónieno ya problematizado en distintos lugares del mundo que cambiaria por la palabra "tecnócratas". que más tarde también se le adjudicaría al nuevo grupo de economistas de la escuela contraria, los llamados "neolibera1es"que acceden al poder a partir de 1982. 82 La Comisión Económica para AmSnca Latina (CEPAL) fue creada en 1948. Esta comisión adopta posiciones teóricas y políticas sobre los modelos de crecimiento y de desarrollo de las naciones muy distintas a las posicioiies que sostenía el Fondo Monetario Internacional (FMI). El antagonismo entre estas dos instituciones, pronto se ver2 reflejado en la administración publica mexicana. particularmente en la Secretaria
5 7
economistas, por otra parte, proponía medidas acordes a la escuela monetarista. ?Lnos más
tarde éstos serán los protagonistas de cambios importantes en las relaciones de poder dentro
de la élite política, particularmente en los sexenios de Miguel de la Madnd y Carlos Salinas
de Gortari.
D. Conclusión
Con lo dicho hasta ahora nos es posible esbozar algunas conclusiones parciales. Entre ésras
destacan las siguientes:
1) El sistema político mexicano que empieza a construirse con la Constit~!ción
de 19 17 goza de una legitimidad revolucionaria. La Revcilución de 19 10 es
la gran aureola que dota de valores el sistema que se construye sobre ella.
Los dirigentes de este sistema, hábilmente cobijan sus acciones con esta
legitimidad. La revolución, ideología de ella derivada, (el nacionalismo
revolucionario) y la Carta Magna, son por ello pilares fiindamentales del
sistema en construcción.
2) La edificación de este sistema tuvo, de la misma manera, una piedra angular
en la figura presidencial. El Presidente fue dotado por la Constitución de
19 17 de amplias potestades. Sus facultades oficiaies fueron sin embargo:
rebasadas por sus prerrogativas metaconstitucionales. El liderazgo del
Partido del gobiemo y su indiscutida autoridad para decidir el nombre de su
sucesor, han hecho del Presidente un pilar indispensable del sistema
mexicano.
de Hacienda y Crédito Público. Banco de México y la Secretaría de Programación y Presupuesto. Las dos tesis de estas dos instituciones, confrontarán a los "monetaristas" y a los "estrucíuralistas" (ke~nesianos) de la CEPAL dirigida entonces por el argentino Raúl Prebisch, fundador del bdnco central argentino y más tarde exiliado por el gobiemo dc Perón.
3) Desde la presidencia, y de sus necesidades de arbitrar la vida social, el
corporativismo se convirtió rápidamente en un pilar más del sistema.
Eficiente y funcional, el corporativismo permite al Presidente dirimir sobre
las eventuales conflictividades. Por un efectiva reparto de cüotas de poder,
el Presidente se asegura la disciplina de los sectores corporativizados. El
PRI, formalmente a la cabeza de esa distribución de incentivos: opera según
los deseos de su líder absoluto.
4) Merced a las piezas anteriores, el sistema político mexicano operó durante
largo tiempo como un ron~pecabezas literalmente ifistitiiciona!izado. Todos
los elementos de este sistema tenían una aportación que hacer a la
estabilidad. Todos los elementos de este sistema reconocían puntualmente
la disciplina como la pieza integradora de este conjunto. El sistema.
repetimos, estaba pues institucionalizado. Las amenazas de fdzs)
institucionalización. siempre latentes, comenzaron a finales de los anos
sesenta a ser manifiestas.
5) Más simbólica que realmente, la crisis ocurrida duranle el sexenio de
Gustavo Díaz Ordaz fue el germen de un desajuste estructural que, en sus
inicios, comenzó con la ruptura de uno de los cauces que canaiizaban ei
conflicto otrora controlado. Fue el sector de los estudiantes y las clases
medias quienes comenzaron a demandar mayores posibilidades de
participación que el sistema negó a fuerza de bayonetas. La crisis que
irrumpió, merecía intentos de refuncionalización que, paradójicamente,
agravarían antes que solucionar la crisis.
Después de 1968, en una discusión no acabada, la tracsición mexicana a la democracia
arranca. Nos es aquí el caso apoyar o refutar esta tesis. Personalmente no concordamos
con esta idea, pero, empero, no dejamos de reconocer al año de 1968 como un catalizador
importante de los numerosos cambios que a partir de los años ochenta viviria el país.
*4i\:gunos de estos cambios, en lo que a nuestro objeto de interés concierne. fueron
sumamente importantes. De esto es lo que hablará nuestro tercer capítulo.
Al nivel de las élites que gobiernan este país. los sexenios subsecuentes al de Diaz Ordaz
presentan, en efecto, transformaciones verdaderamente importantes. Las consecuencias de
1968 movieron a Luis Echevema Álvarez a operar alteraciones sustanciales en la forma y
composición de su _mpo gobernante. De ello, en un acápite por venir. hablará este capítulo
con la intención de exhibir la esencia y repercusiones de esos cambios en el personal
encarzado de gobernar.
Por razones distintas, pero con igual o mayor numero de repercusiones, el sesenio de Josi
López Portillo operó también cambios en la integración de si1 ,gupo gubernamental. L 3
tendencia inaugurada con Echevema -4lvarez. de alguna forma, encontró consolidaciijn en
las designaciones de López Portillo. Movido a estas decisiones por la crisis económica coi1
la que recibió Ia presidencia, López Portillo consumaría la preocupación técnica y
administrativa en su equipo de gobierno. ¿En qué consistieron estos cambios de personal?,
y ¿cuáles fueron sus repercusiones al seno de la élite, así como su impacto en el conjunto
del sistema político mexicano?, son las preguntas básicas a las cuales este capítulo tratará
de dar respuesta.
En este sentido, este tercer capítulo ubica en los sexenios de Echeverría Álvarez y López
Portillo los períodos de crisis de un sistema que empezó a desajustarse al final de los años
sesenta. La crisis dejó de ser latente y comenzó a ser manifiesta. La circulacijn acelerada
de élites que en estos dos sexenios, de la cual aquí daremos constancia, fue condicionante 60
de los distintos impactos que tal renovación del personal político y administrarivo tuvo para
el país.
A) Luis Echeverría Alrarez: una transformación de la élite político- administrativa
Después de la represión sufrida por el movimiento estudiantil el 2 de octubre de 1968, el
régimen priísta no fue capaz de mostrarse como el representante de todos los _mupos que
componían la sociedad mexicana, la misma que a un ritmo vertiginoso, se \-ol\-ia más plural
y heterogénea. Era ésta la que reclamaba una relación más democrática con el poder. Así
como muchos de los militantes pertenecían a una clase media urbana y educada que había
sido beneficiaria de los avances y logros del régimen posrevolucionario. esa clase media
después de los sucesos de 1968 fue precisamente la que guardó los agravios más profundos
hacia el gobierno, que sufrió un menoscabo importante de su legitimidad frente o un -mpo
social que además de su tradicional relevancia en relación con la estabilidad de ios
rsgímenes políticos, abastecia de diversos cuadros a la administración pública.
Para enfrentar el problema, LEA instaura una serie de medidas destinadas a re~,ita!izar e!
legado revolucionario. No busca transformar el sistema en profundidad. sino solamente
readecuarlo. Echeverría se do cuenta que uno de los puntos disfuncionales es la
subrepresentación de los estratos medios educados en las diferentes instancias del sistema
político. por eso, gran parte de las reformas que habrá de emprender intentarir, apoxar una
solución.
Para volver funcional al sistema y remediar lo más urgente, Echevenía transfornlará los
papeles de actores que, hasta entonces, habían tenido un papel marginal en el escenario
político del país. Los cambios de organización político administrativos modificaran las
relaciones de fuerza, de poder y de autoridad entre los diferentes grupos que toman las
decisiones." Particularmente se encaminarán hacia la administración pública.
83 Rousseau, Isabelle, México: ¿üna Revolución Silenciosa?, op. Cit., p.79.
La apertura política
Ante esta situación, Luis Echevema inicia el proceso conocido como la apertura politica.
Por un lado, esta tenia el propósito de destensar las relaciones enze el gobierno y los
estudiantes, mientras que por otro, tenía el propósito de incluir a la oposición que hasta ese
momento el sistema habia excluido.
Con respecto al trato a la oposición, la nueva Ley Federal Electoral de 1973 tenía el
propósito de integrar un marco legal que permitiera una amplia y profunda reforma politica
que diera cabida a la oposición, pero la reforma electoral no cumplió con las expectativas
puestas en ella como motor de una real apertura democrática en el país.
La refornla electoral de 1973 en realidad tuvo como objetivo el que los psrtidos pequeños
(que no representaban una real oposición al PFü) como el Partido Populsr Sociaijsta (FPS)
y el Partido Autintico de la Revolucijn Mexicana (PIZRM) no tsrminaran de morii-sc,
Necesitaban vida artificial, y esta reforma se los br ind~. .~ '
Ahora bien, lo ocurrido en 1968 habia provocado una reacción fuertemenre opositora hacia
el gobierno. De nueva cuenta en 197 1 se registró otro enfrentamiento enire issn~diar,tes qr las
fuerzas del régimen. Con mayor medida la apertura política estaba encaminada a resarcir
los estragos de esos episodios. 85
84 En la elección presidencial de 1970, el PPS obtuvo apenas el 0.84 ?/o de la votación: mientras que el P.4hkí obtuvo uiia votacion todavía menor que le significó el 0.54 % de los sufragios Aun con esto se fortaleció la institución de los diputados de partido al disminuir el porcentaje requerido pzra tener derecho a ellos: un 1.5% menos que en la legislación electoral anterior que establecía necesario haber obtenido el 2.5% de los sufragios para poder participar de los diputados de partido. De igual forma, se aumentó el núrnero de diputados de partido que podían obtener los partidos pequeños. Este era el caso de todos los que aparecían en la boleta electoral con excepción del PRI, de 20 a 25. De igual forma, en este año se coiicedió tiempo en radio y televisión a los partidos politicos con registro durante el tiempo que durasen las campañas electorales. También se redujo el número de afiliados necesarios para poder aspirar al otorgamiento de registro como partido político nacional. Castellanos Hernández, Eduardo. Fonnas de Gobienro y Sisremas Elccrorirles en 1\4k.~ico. Centro de Investigación Científica Jorge L. Tamayo, A. C. México, 1997, p. 21 0. " 52 represión de la manifestación estudiaiitil organizada por los estudiantes del To1i:écnico Nacional en apoyo al movimiento de Xuevo León el 10 de junio de 1971, fue identificada por los testigos oc~lares ccmo ejecutada por el grupo parapoliciaco conocido como los "Halcones". Medina Peña, op. cii.. p.223.
62
Sobre los episodios del 10 de junio de 1971, Echevema tcmana algunas medidas, como fue
el despido de Alfonso Martínez Dominguez, entonces jefe del Departamento del Distrito
Federal y responsable de los hechos en ese añog6. Pero sobre todo, la aportación de
Echevem'a para un cambio en la composición de las nuevss élites, es la introduccióil de los
jóvenes, como los representantes de una nueva racionalidad administrativa contraria a los
políticos tradicionales. Al respecto. J. Bailey afirmaba: "Echevema privile_oió a los jóvenes
y a los funcionarios en detrimento de los hombres del Partido y de los políticos de mayor
edad. En este sentido, intensificó las tensiones entre los políticos y los técnico^".^'
Con respecto a la inclusión de jóvenes. la creación del Instituto de Eswdios Políticos y
Económicos y Sociales. a través de sus jornadas de estudios. permitió internar en la
campaiia electoral de Echevema a otras élites distintas de ios caciques locaies o de la
oligarquía económica de provincia; en ella tendnan cabida los "especialistas". Por tal
motivo, el IEPES adquiere importancia inusitada y se constituye en campo de
entrenamiento de las jóvenes promesas de la alta administración.
Pero no sólo en este organismo se da la inclusión de jóvenes que afectaría a los viejos
cuadros del Partido oficial, también ocurre lo mismo en la Cámara de Diputados y en la de
Senadores.
Los jóvenes y la función pública acaparan papeles antes resen.ados a los miembros del
Partido, a los jefes políticos locales, a las organizaciones sectoriales e incluso a las
asambleas legislativas, locales o n a c i o n a l e ~ . ~ ~
Funcionarios de distintas Secretarias cuentan ahora con un promedio de edad de 40 años en
los puestos claves del gobierno. Por ejemplo, Mano Moya Palencia en Gobernación,
Porfirio Muñoz Ledo en Trabajo y Previsión social, Félix Barra García en Reforma
86 El despido de Martinez Dorninguez fue visto como un gesto en la recornposicion de las élites a favor de nuevos c~adros .
Bailey, J., Govenling hié.rico, New York. St. Xlartin Press, 1998. p. 1 1 1. U8 Rousseau, Ibid., .p. 88.
Agraria, Pedro Ojeda Paullada en la Procuraduna, Sergio Garcia Ramírez y Pedro Zomlla
Martínez en la Procuraduría del Distrito Federal.
Este rejuvenecimiento es parte esencial de la inclusión que acompaña a la apertura política.
En 1975, de los empleados federales 70.5% tiene menos de 40 años J. la reforma
constitucional reduce la edad de los diputados y los senadores del Congreso de la unión."
Además. los partidos políticos crean institutos como el INJC'VE (Instituto Sacional de la
Juventud Mexicana), que se encarga de resolver los problema económicos y sociales de los
jóvenes. La mayoría de ellos, sobre todo con títulos universitarios. tendrá enorme
relevancia en una nue\.a instancia que tomará los centros de decisión.
El engrosamiento en las filas de la administración obedece en gran parte a las nuevas
condiciones del contexto internacional. Los problemas que enfrenta la economíz
internacional acaparan ahora la atención de los gobiernos. Ahora se necesitan técnicos que
solucioneil los problemas y no tanto abogados.
La administración pública desplaza al partido
La liegada de jóvenes a la adn~inistración, se traerá consigo un desplazamiento de la vieja
clase política. En este sentido, el Partido perderá centralidad.
"Las iirstancias de legitinzación dzl régimen pasalz progresivarnelrte de manos del aparato político
del Partido a la administración príblica. Esa e,rpansión de la administración precisará lrrrevos
métodos de orgalzización, de gestiólr y de coordilzación entre los d@érentes organismos qrre
dependen del Estado: la plan$cación aparece entonces conzo rrna verdadera panacea. Las
decisiones políticas que en los se-renios anteriores eran rutinarias se hicieron tan conrplejas en el
plano técnico y administrativo qrre $re lrecesario ampliar las dimensiolres de la adnzinisrración
para hacerla mrrcho mas eficaz".90
'9 Se puede ser d ip~tado a partir de los 2 1 años de edad y senador desde los 70. Esta refornia abre !as puesta de las asambleas a seis y medio millones de mexicanos. Rousseau. IbiJ., p. 9 1.
Lo anterior nos confirma que ocurre un cambio en la recomposición de los centros de
decisión que afectará los mecanismos del sistema. La alta administración pública sustituye
al Partido y los jóvenes desplazan a los viejos cuadros priistas. Esto generará un cambio en
las políticas de reclutamiento de las élites políticas hacia las administrativas.
La cooptación que realiza Echeverría hacia la oposición y las hasta entonces clases medias
excluidas que personalizan la relación entre el Presidente y los reciir? llegados. Su
inexperiencia y la falta de contactos personales los hacen presa fácil de la voluntad
presidencial. Esto incluye una gran purga de los viejos políticos y la inclusión de los
jóvenes con diplomados y la concentración de los hombres del Presidenle en las Secretarías
de la Presidencia y de Patrimonio Nacional. Secretarias que protagonizarán una fuerte
batalla por la hegemonía de sus formaciones ideológicas.
El cambio en los criterios de selección que ahora son educativos y profesionales, confirma
un nuevo nodo de legitixación gubernamental que valora la eficacia en la administración
pública en perjuicio de la experiencia político electoral. Esas exigencias conducen a los
economistas a ocupar puestos cada vez más importantes. Éstos empiezan a reemplazar a los
juristas que por vocación han ocupado posiciones más políticas que ~icnicas y menos
financieras que administrativas. 9 1
En particular, Echevenía tomaba preferencia por ticnicos con iendencia keynesiana. Éstos
ocuparán las posiciones estratégicas como son Presidencia y Sepanal, pero a partir de aquí,
se dará una lucha intestina entre dos grupos de economistas. Por un lado, los keynesianos se
enfrentarán a los monetaristas que se encuentran replegados en Hacienda.
Por ejemplo, los hombres de Echevenía se concentran de manera preferencial en ciertas
secretarias; en particular la Secretaria de la Presidencia y la Secretaria de Patrimonio
Nacional constituyen las dos dependencias en las que se definen las grandes orientaciones
90 A. Cantú, "El Estado Programador': México. Nexos, núm. 5 1, 1982, p. 19.
del régimen. Presidencia con un pape! político y Sepanal como un órgano técnico. Para u
Sepanal y Presidencia, los criterios de selección establecen una tendencia estmcturalista, y
ser reclutados en universidades europeas.
Dos de los titulares de Sepanal (keynesianos) son universitarios de prestisio: Eduardo
Bustamante y Horacio Flores de la Peña. Mientras Presidencia es identificada como el
reducto principal de Echeverría donde la identificación del personal con el Presidente es
personal y profesional.
En cambio, la Secretaría de Hacienda sigue siendo muy importante, es la instancia que
controla las restricciones al presupuesto. La composición de su personal presentzi un perfil
distinto. A sus integrantes reunidos entorno a Hugo B. Margáin, los une una trayectoria
administrativa. Gran numero de ellos hizo su licenciatura en universidades privadas y se
especializó en Estados Unidos y no en Europa. Hacienda es también una secretaria cuyos
directivos tienen mayor edad (la edad promedio que oscila entre 45 y 60 años): todos so11
discípulos de Antonio Ortiz ~ e n a . ~ ' Estos hombres. forjados estrictamente eil Hacienda y
en el Banco de México, son más afines a las tesis monetaristas que estructura!itas.
Frente al poder de Hacienda. reducto de los monetaristas, Luis Echevema había colocado a
sus hombres en las secretarías de Presidencia y Sepanal. A las tres, el Presidente trataría de
establecer una estrategia que debería instaurar las principaies políticas sesenales y hacer
compatibles las políticas sectoriales: juntas se llamarían el "triangulo de la eficacia".
Sepanal se encargaría de coordinar las políticas industriales y comerciales para las
empresas del Estado, Presidencia tenía que planear y coordinzr los diferentes programas, y
Hacienda evaluar sus costos. En la realidad no funcionó como se esperaba. Cada secretaría
buscaba una posición hegemónica en el debate económico, a fin de garantizar su lusar en
las elecciones presidenciales y el predominio de sus ideas.
01 De la élite política echeverrista, 30% posee un diploma de posgrado, contra 2.1?ó de los funcionarios pequeiios o medios. Mientras que los primeros han cursado una parte de sus estudios en e! extranjero, los segundos han permanecido en México. Rousseau. Ibid., p. 92.
Frente a estas divergencias de escuelas de pensamiento económico, tanto estmctu:alistas
como monetaristas, emprenderían una batalla que polarizaría la futura vida institucional y
política de México. Por supuesto que esto no era la intención de Echevema.
El divergente perfil del personal de las tres secretarías, sus opciones científicas, técnicas y
políticas, y los intereses de sus respectivas clientelas harían casi imposible su coordinación.
En parte por esto, el llamado "triangulo de la eficacia" fracosaría entregandose más a una
lucha sin cuartel que a la búsqueda del éxito de su misión. Las diferencias entre
estructuralistas y monetaristas se acrecentarían en este sexenio, particularmente, uno de los
dos llegará al poder, en los sexenios siguientes. Los modelos de desarrollo reflejan la i-isión
de ambos bandos. Veremos entonces en qué consisten estos dos modelos de desarrol!~.
quiénes ios integran y cuál es su función.
m Desarrollo compartido vs. desarrollo estabilizador
Los partidarios de estos conflictos debían sus luchas a dos tipos de proyectos: uno de
conservatismo monetario que goza del apoyo del sector privado. y otro "esrnictura1i;ta. más
latinoamericano". Estos dos grupos, --distintos ideológicamente- serin fundamentales
para observar la recomposición de los fi~turos proyectos económiccs >- los perfiles
fundomentales para la llegada al poder presidencial.
Durante este sexenio, el desarrollo compartido se presenta como un nuevo referente; antes
que nada, es un manifiesto a favor de las clases ascendentes. que no sólo se sienten
marginadas en el plano político, sino también perciben que la orientación económica
garantiza cada vez menos su supervivencia. 93
Las respuestas políticas del desarrollo compartido hacia esos sectores, son el crecimiento y
la profesionalización de la función pública, así como el fortalecin~iento del sector popular
"~ousseaii, Ibid., p. 95. 93 Rousseau, 1.; op. cit, p. 85.
en el seno del Partido. El nuevo proyecto económico redirnensiona el papel del Estado y del
sector privado en la economía y redefine la política
La imperiosa necesidad de legitimación social impulsa a Echevema a idear Una propuesta
alternativa al entonces modelo conocido como "el desarrollo estabilizador". Éste modelo
era promovido por economistas afines a las tesis monetaristas que destacaban los aspectos
monetarios de la inflación y eran partidarios de que la economía debía dejarse al libre juego
de las fuerzas del mercado (los mecanismos de los precios son los medios idóneos para
repartir los recursos productivos y obtener un crecimiento económico a la vez elevado y
sostenido).
Por otro lado, el desarrollo compartido encontró sustento en la comente de pensamiento
estructuralista de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). encabezada por
Raúl Prebicch. que le ofrecía el marco teorico y el personal para echar abajo las ecuaciones
del otro modelo. La tesis estrucíxralista afirmaba que había que ictervenir en los
mecanismos de los precios: en el contexto latinoamericano. la planificación es una
herramienta que permite rebasar las limitaciones inherentes al libre jiieso de las fiierzas del
mercado. Los keynesianos estructuralistas consideraban que los problemas del
subdesarrollo y de la inflación dependen de la estructura misma 35 las relaciones
comerciales entre los países desarrollados y subdesarrollados.
El desarrollo compartido se proponía atribuir al Estado un papel medular en todos los
planos. A escala política implicaba reforzar el poder del Presidente como legítimo
representante del Estado; en lo administrativo al entusiasmo por la planificación y el
fortalecimiento del sector público; y en el plano económico a una creciente participación
del Estado en la economía y a un aumento del gasto social.95
E! asunto de la expansión del Estado en el plano económico sirvió de premisa a los otros
dos fenómenos: Entre 1970 y 1976 el producto nacional bruto aumenta 51% en tanto que el
94 Ibid., p. 56. 95 Ibid., p. S6.
gastG público crece a más de 116.5%. Las empresas paraestatales se multiplicaron por diez:
de 84 habían pasado a 845: En total, el sector público empleaba e! 14.5% de la población
económicamente activa, contra 4.8% en 1970. De esta manera, el Estado se vuelve el
empleador más importante y el inversionista más gailde.
Sin embargo, el fracaso del modelo de desarrollo compartido y la redefinición del papel del
Estado y del sector privado, provocó una fuerte reacción opositora por parte de los
empresarios. El hecho de haber puesto en vigor ciertas leyes que limitaban la posición y las
facultades del sector privado, lo colocaban en una situación de antagonismo.
Desde 1970, el presidente Luis Echei,erria comenzaría la disputa con los empresarios
cuando el gobierno envió al Congreso de la Unión la iniciativa de Ley de Ingresos,
Presupuesto de Egresos de la Federación y la Miscelánea Fiscal para 1971, siil haber
buscado el consenso previo con los principales organismos empresariales, como se había
acostumbrado con gobiernos anteriores en aras de mantener el clima de ~olaboraci8n.~"
Años más tarde, esta situación se agravaría con la nacionalizacióil de la Banca q i e decretó
José López Portillo para remediar la crisis económica.
En este sentido, el presidente Echeveriia declaraba que "la política se hacia en Los Pinos",
enviaba al exilio el estratega del desarrollo estabilizador, Antonio Ortiz hlsna, y a partir de
1973 sustituye a su secretario de Hacienda, Hugo B. Margáin, por su amigo José López
Portillo, aliado seguro en su lucha contra los monetaristas9'. La reacción del fuerte sector
privado no se hizo esperar; el capital privado conservó su influencia en el ámbito del
crecimiento industrial.
La fuerza de sus posición permite comprender el alcance de los embates de 1 sector privado:
por un lado se instaura el propósito de desestabilizar al gobierno dirigidos por los líderes
empresariales en el plano político y económico. Fuga de capitales y una fuerte contracción
96 González Compeán, Miguel, y Lomelí. Leonzdo, op. cit., p.413.
Ibid., p. 93
de las inversiones privadas aceleran la decisión de devaluar el peso. Por otra parte, los
empresarios redoblaron sus esfuerzos de organización política al crearse el Consejo
Coordinador Empresarial (formado el 7 de mayo de 1975 por los dirigentes de las cámaras
patronales de la Concanaco, la Coparmex, AEM, CMHX y AMIS, con excepción de la
Canacintra, que era afín al régimen) y por las huelgas de empresarios de 1976. Aunado a
esto, la organización de rumores creada por los mismos empresarios proyectan el descrédito
sobre el gobierno.
Pero ante todo, el desarrollo compartido es principalmente un instrumento al servicio de la
relegitimación del régimen político. Hasta ahora las tesis estructuralistas dominan la gestión
echeverrista donde la expansión del Estado, el fortalecimiento de la odn~inistroción y el
fomento de la planificación dan un nuevo impulso al sistema, que no cambia su carácter
autoritario.
m El presidencialismo reforzado
Con todo lo anterior, Luis Eche\-erría pretendió llevar personalmente sr! !us nianos las
riendas del poder e impregnar de su imagen y controlar muy de cerca los indicadores del
cambio. Sus decisiones y sobre todo sus errores llevan el carácter personalista y
centralizador del cual los miembros de la futura Secretaría de Programación y Presupuesto
aprenderán la importancia del aprendizaje colectivo y de las consecuencias del populismo.
El autoritarismo y su estilo personal de gobernar, lo mismo influyó en el ajedrez político
administrativo que a los distintos sectores de la sociedad. Echevenía buscó reprimir a los
grupos opositores e intentó rehabilitar las épicas del Gral. Cárdenas y procuró extender
beneficios sociales de diferentes tipos. Además de esto, la presidencia echevemsta era
ambigua: lo mismo reprimía con violencia hacia adentro que incorpora a miles de antiguos
opositores al servicio del Estado en una clara cooptación de la oposición. al mismo tiempo
que se proponía como defensor ante el exterior. Rompe relaciones con el gobierno de
iinochet en Chile y recibe a miles de refugiados que escapan de los temidos regímenes de
seguridad en América Latina. 70
El estilo personal de gobernar de Echeverría, como le llamó Daniel Cosio Villegas a la
delirante e incontenible oleada de discursos que no terminaban jamás y de promesas
imposibles de cumplir, al mesianismo que no encontró en Méxicc territorio suficiente para
realizarse que lo llevó a proponer soluciones al conflicto árabe -israelí y a intentar conducir
los destinos del tercer mundo, se manifestó en prácticamente todos los ámbitos de su
gestión. Cerca del fin, Cosío Villegas escribió: "Como en México no funciona la opinión
pública, ni los partidos políticos, ni el parlamento, ni los sindicatos, ni la prensa, ni la radio
y la televisión, un Presidente de la República puede obrar, y obra. tranquilamente de un
modo personal y caprichoso.98
A) José López Portillo
Lo mismo que el anterior Presidente, José López Portillo accede al poder con una doble
crisis que le hereda su predecesor. Al igual que Echeverría, JLP trata de remedizr las
disfunciones del sistema que afectan de manera cada vez más abierta al régirner,. Tampoco
inter,tzrS, cambiar e! sistema sino sólo rekncionalizarlo.
Un regreso a la política tradicional de reclutamiento
Cuando López Portillo era secretario de Hacienda, contaba en su currículum con tan sólo
dos experiencias previas dentro de la administración pública. Tampoco tenía, experiencia
en ningún cargo dentro del PRI. En su paso por la administración pública, se había
desempeñado en la Subsecretaría de Patrimonio de 1970 a 1972, y en la Dirección de la
Comisión Federal de Electricidad entre 1972 y 1973. No formaba parte de las redes
politicas de la Secretaría de Gobernación ni en las del Partido (iina de sus principales
debilidades ya que no contaba con un equipo propio). A pesar de no tener gran currículum,
José López Portillo formaría su equipo presidencial con la presencia de elementos
98 Cosio Villegas, Daniel, El Estilo Pel.sorial de Gobenta!-, Joaquín hlortiz. Mésico. 1974 p. 9.
provenientes de Presidencia, Hacienda y el IEPES Con esto, se redundaría en la
conformación de un conjunto de funcionarios alejados de la administración anterior, que
había llevado a niveles muy altos los antagonismos sociales entre ios empresarios, el PRI,
los estudiantes y el gobierno. En aras de darle un nuevo giro al problema, JLP intenta
remediar las disfunciones del legado anterior mediante una política de integración y
reconciliación. Las nuevas políticas de reclutamiento iban en esa dirección, en busca del
equilibrio entre políticos y técnicos y entre monetaristas y keynesiznos. JLP busca la
reconciliación y armonía entre la clase política. En parte también para fortalecer su poder
presidencial, al no contar con un equipo propio.
Con la implementación de la "Alianza para la Producción", López Portillo desarrolla su
estrategia de inclusión que se presenta por doble partida. Por una parte, una ampiia reforma
política que buscará la reconciliación con la oposición y la reunificación de los diferentes
qrupos políticos profesionales en el seno del PRI. Además una gran reforma adininist~ativa L
que debería volver más racional y más funcional al sisten~a. '~
A pesar de no tener contactos ni con Gobernación, e! Partido, ni las corporaciones, JLP
gozaba de la ventaja de haber tenido una diversidad de puestos en la administración
pública. Ahora, el nuevo escenario de la política que desplaza al Partido constit~ye su
ventaja principal para rearmar un nuevo equipo.
En materia política, la novedad de JLP consiste en lo política de reconciliación e inclusión
de los viejos políticos de la familia revolucionaria. Parte de éstos viejos políticos irán
directamente a la conformación de su gabinete y, en cierta forma, representará una tregua
con el Partido y los políticos.
Cuatro medidas dan fe de esa búsqueda de unificación: una aperturo a las grandes
camarillas que disponen de una fuerza real en el entorno político, la búsqueda de
99 Roucceau, 1. Ibid., p. 112.
continuidad en la clase político administrativa, la inclusión mesurada del ,mpo
echeverrista, y una apertura ideológica rnani f ie~ta . '~~
Algunos compañeros de trabajo, condiscípulos de la Facultad de Derecho de la UNAM, y
amigos personales son las tres fuentes principales a partir de las cuales López Portillo va a
constituir, primero su equipo de campaña y luego sus gabinetes. Dos células administrativas
serán importantes semilleros para reclutar a los antiguos compañeros de trabajo: la
Secretaria de Patrimonio Nacional y la Secretaría de la Presidencia (1 965-1 970) '~ ' Muchos
habían seguido ya a López Portillo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de 1973 a
1975. Las amistades hechas y cultivadas durante sus estudios de derecho de la UNAhI
integran la segunda red de reclutamiento. en tanto que los amigos personales y los
familiares forman la tercera. También. ciertos miembros de la famiiia de Echeverría se
incorporan al núcleo de campaña y dos de ellos lo acompañan durante su gestión.
E1 siguiente cuadro del gabinete nos permitirá ver la ubicacijn de los contactos del
Presidente y su origen.
Jesús Reyes Heróles Enrique Olivares Santana Santiago Roe1 García J. Castañeda Álvarez de la Rosa Rodolfo Moctezuma Cid David narra Muñoz Jesús Silva Hérzog Félix Galván López Francisco Merino Rábago
1 Oscar Flores Sánchez
Einilio Mújica Montoya
Gobernacion.
Relaciones Exteriores
IGO Rousseau, 1. Ibid., p. 114. 101 López Portillo trabajó en dos momentos diferentes de su carrera en la Sepanal: inicia entre 1960 y 1965, y en seguida: entre 1970 y 1973. Rousseau, 1. Ibid.. p. 116.
7 3
Hacienda y Crédito Público
Defensa Nacional Agricultura y Recursos Hidráulicos (antes
1976- 1977 1977-1982 1982 1976- 1982 1976-1 982
Agricultura y Ganaderia) 1 Procuraduna General de la 1 1976- 1982 República Comunicaciones y 1976- 1982
Fernando Solana Morales Jorge de la Vega Domínguez José Andrés Oteyza
Porfino Muñoz Ledo Fernando Solana Morales Emilio Martínez Manotou Mano Calles López Ricardo Cházaro Lara Pedro Ojeda Paullada Guillermo Rosell de la Lama Rosa L. Alegría Escamilla Jorge Rojo Lugo Antonio Toledo Corro Jorge García Paniagua Gustavo Carbajal Moreno Pedro Ramírez Vázquez
Carlos Tello Macías Ricardo García Sainz Miguel de la Madrid Hurtado Romón Agiiirre Velásquez
Fernando Rafful Miguel Carlos Hank González
Romero Kolbeck
Transportes Comercio (antes Industria y Comercio) Patrimonio y Fomento Industrial (antes Patrimonio Nacional) Educación Pública
(Salubridad y Asistencia
Marina Trabajo y Previsión Social Turismo
! Reforma .Agraria
Asentamientos Humanos y Obras Públicas (antes Obras Públicas) Programación y Presupuesto (antes Presidencia de la República
Pesca Departamento del Distrito Federal Banco de México
Entre los contactos personales se encuentran: en Sepanal, Carlos Tello (1960-1965), J. A.
de Oteyza (1970-1972); en Presidencia. Solana, Mújica Monioya y Moctezuma Cid; zntre
los universitarios, Ramírez Vázquez, de amistades, J. Díaz Serrano; familiares, José Ramón
López Portillo y J. Antonio Ugarte; y con Echevem'a; A. Echeverría Zuno, R. Echevem'a
Ruiz y Rosa Luz Alegría.
Dada la importancia de la reforma administrativa, el , m ~ o que asiimiri. la carga vendrá de
la Comisióii de Administración Pública (por lo menos sus miembros conocen las ideas 74
principales del Presidente). Esta Comisión era una oficina encargada de proponer
soluciones para mejorar la eficacia administrativa y promover el desarrollo social y
económico del país. De ella provienen tres secretarios: el de Comuriicaciones y
Transportes (Emilio Mújica Montoya): el de Hacienda (Julio Rodolfo Moctezuma Cid y el
de Comercio (Fernando Solana).
Aunque la influencia de la CAP en la constitución de su equipo de trabojo es importante,
ésta no constituye un equipo con un verdadero proyecto común. No siguieron ningún
método de trabajo ni desarrollaron reflexiones y acciones comunes. En suma, no
representan una corriente n~acroeconómica precisa, lo que los hacía vulnerables al clan de
los financieros que se agrupan en tomo a un dirigente. Antonio Ortiz Pvlena.
Precisamente, esta batalla se daría con las aportaciones de JLP: la refirma administrativa
que pretende reorganizar el sector público, y la creación de una nueva secretaria. Por otra
parte, la refoma política brindará la posibilidad a futuro para un n a ~ - o r espacio a la
oposición. Esto significa abrirle nuevos espacios a la oposición J- que el PRI no
representara todo el ajedrez político. Además, uno de !os impactos de ecra rsforma, ser6 la
creación de un espacio atractivo para los descontentos en el PRI.
Estas dos reformas se presentan como dos figuras de la modernización y afectarán de
manera deternlinante al futuro de la nueva élite.
La Ley sobre Organizaciones Políticas y Procesos Electorales (LOPPE) y la Ley de la
Organización de la Administración Pública Federal (LOAPF) tendrán efectos reales en la
reorganización del sistema.
Los impactos de Ia LOPPE
En cuanto a la LOPPE, ésta estaba orientada hacia la ampliación del sistema de partidos y
una mayor participación. Al incrementar el número de diputados (400, con 100
plurinominales electos en listas regionales), al reducir los requisitos para el registro de los
partidos y al reconocer personalidad a las asociaciones políticas se permitio la incorporación 102 a nuevos actores.
Esta nueva ley confería a los partidos políticos el carácter de instituciones de "interés
público" y de carácter "nacional". Se proponía el "registro condicionado" para los partidos
políticos: éste consistía en obtener el 1.5% de la votación en los comicios de que se tratara, y
demostrar organización, actividad política previa y definición ideológica. Se adoptaba un
sistema mixto con dominante mayoritario, (la Cámara de Diputados se establecía en 400
diputados; de modo permanente 300 distritos electorales y 100 para representación
proporcional). Los diputados plurinominales serían electos a través de una lista por cada una
de las tres. cuatro o cinco circunscripciones; tendrían derecho a ese reparto siempre y
cuando el Partido que los postulara hubiera obtenido al menos el 1.5 de ia votación
nacional. 'O3
Se establecieron cinco tipos de nulidad y de recursos para reponer la legalidad en las
decisiones tomadas por los distintos organismos electorales: inconformidad. protesta. queja.
revocación y revisión. A los partidos políticos se les permitía participar en las elecciones
locales bajo el único requisito de contar con un registro nacional. Se establecía a los partidos
políticos su acceso a los medios de comunicación. Se elevaba a rango de ley federal el
acceso a los diputados de minoría y a los regidores de representación proporcional en
ayuntamientos perteiiecientes a municipios cuya población fuera niayor de 300 mil
habitantes. Mantenía el principio del auto calificación pero preveía la integración de un
colegio electoral compuesto por 60 diputados de mayoría y 40 diputados de representación
proporcional. Se estableció, por primera vez, el procedimiento de insaculación, donde la
l u z Medina Peña., op. cit., p. 735. 1 o3 Antes de la reforma a la ley electoral. la Cámara baja se constituía por diputados de ri-iayoría reIativa y par 10s llamados "diputados de partido". Si a!guna organización lograba obtener el 1.5% de la votación obtenía automiticamente cinco diputados. y uno más por cada 0.5% excedente. Ningún partido podía contar con 35 diputados por esta vía. La regla original, de 1964, establecía como barrera legal ei 7?ó. En una reforma electoral posterior se fijo el 1.5%. Becerra. Ricardo, et. al., La Mecarica del Ccmbio Po1ír:co en Mé'rico. Elecciones, Parrrdos,~ Refor~rias, Ediciones Cal y Arena, México, 2000, p. 105.
Secretaria d e Gobernación ya no sería la instancia que determinara a !os titulares de los
órganos en los estados y en los distritos. 104
En este sentido una parte fundamental de la lógica legal diseñada en 1977 estclba dedicada,
precisamente, a buscar incluir las fuerzas que no estaban dentro del marco legal,
principalmente los movimientos sociales y los partidos de izquierda'''. Este es el caso de las
secuelas que dejó el movimiento del 2 de octubre de 1968 y del Partido Comunista
Mexicano (PCM).
A partir de esta reforma, se amplió el horizonte para el ingreso de nuevos partidos, como el
Partido Demócrata Mexicano (PDM). Partido Comunista Mexicano (PChI). el Partido
Socialista de los Trabajadores (PST) > otras agrupaciones nacionales. Sin embargo, el
predominio del PRI todavía sigue siendo evidente. Para las elecciones presidenciales de
1982 los rangos oscilan en 68.43% para el PRI, pero el PAN tiene un ascenso y llega a 15.6
/.; de la votación; mientras que el Partido Socialista Unificado (PSUM. partido fiiidado cn
1981 en el que se fusionaron cinco abmpaciones de izquierda. incluyendo al PCM), obtiene
el 3.49%.'06
La reforma de 1977 marca un cambio importante en el comportamiento electoral, y da
comienzo a un decremento acelerado de la votación para el PRI. Esta baja venía
manifestándose desde 1955 (cuando llevaba cerca del 90% de las votaciones a su favor): eri
1976 contaba con el 85% de las votaciones a su favor, pero cayó al 68.43% en 1982. Para
1997 el PFü tendría menos del 40% de la vota~ión. '~ '
Jacqueline Peschard afirma que en la reforma de 1977 no fue la izquierda la gran
beneficiada de dicha reforma, sino la derecha. El PAN supo capitalizar su larga experiencia
en cuestiones electorales y la coyuntura favorable por la nacionalización de la banca en
104 Ibíd., pp. 104-107. 'O5 Esta iniciativa presidencial modificaba 17 artículos constitucionales: el 6, 41, 31, 52. 53, 54, 55, 56, 60, 6 1, 65, 70, 72, 74, 76, 93, 97 y 1 1 5, nada menos que 17 artículos de la Constitucion.
1982, y el descontento de varios gmpos empresariales. Esto significó la inyección de
nuevos recursos y nuevos bríos que empujaron al PAN hacia una ofensiva que se dejó
sentir en entidades con arraigo panista con importantes empresarios inconformes (Baja
California, Chihuahua, Guanajuato. Sonora, Durango, Xuevo León y ~al isco) . ' '~
Las reformas emprendidas por JLP desplazan a los órganos de decisión tradicionales y
modifican las reglas del juego y los espacios donde se desarrollaba la lucha por la sucesión.
Son reformas que agudizan la di\.isión entre los diferentes actores, Donde los políticos
acusan a JLP de ser un administrador que ha abandonado en otras manos la reforma
política, en tanto que los hombres de Hacienda ven que disminuye su Iiierza de manera
considerable. 'O9
m La creación de la SPP
Eii tanto, la SPP, representa una supersecretaría al poseer el presupuesto (siistraída a
Hacienda), y al tener contacto con las regiones. Estos dos ramos, le conceden un control
casi total sobre el resto de la administración pública y le dan un lugar centra!.""
Es en esta secretaría donde se agudizan los conflictos entre los distintos clanes de
economistas a partir de 1976. Sus causas directas son los medios que la reforma ha
concedido a Programación y Presupuesto y el correlativo debilitamiento de Hacienda.
En un primer momento, los economistas estructuralistas se encuentran en la SPP mientras
que los monetaristas, ubicados en Hacienda, deciden tomarla enfrascados en una lucha por
el control de su secretaría. En un afán por disminuir el control de hacienda y nivelar la
107 Ibid.. p. 143. 'Og Peschard, Jacqueline, "El Fiiz del Sisterrza de Partido Hegemónico", Revista hlexicaria de Sociolooía, año LV/núm.2, abril-junio de 1993,IIS-LWASI. México, p. 109. I n9 iiousseali, I., op. cit., p. 124.
110 Rousseau, 1.. Ibid., p. 172.
SPP, JLP coloca a un estructuralista en Hacienda; Moctezuma Cid, mientras que en la SPP
coloca a Carlos Tello que había trabajado en Hacienda.
Sin embargo, para los planificadcres de la SPP la inexperiencia de su personal y su
desorganización no les permitirán sacar provecho de las ventajas institucionales que ofrece
la SPP. De sus subsecretarías, Programación y Evaluación no logran conciliar sus métodos
de trabajo, mientras que Presupuesto presenta una enorme coherencia interna que le
permite reorganizarse como grupo. Gozan de derecho de antigüedad: conservan su
personal, su clientela, su estilo y sigue ligada a su antigua Secretaria (Hacienda de los
monetaristas).
En tanto, en Hacienda llega a la Dirección General de pro-wmación Miguei de la Madrid
Hurtado que jugará un importante papel en la lucha interinstitrrcional de estas dos
secretarías.
La SPP al frente de un estructuralista. Ricardo García Sáinz fracasa en ju intención de
elaborar el Plan Global de Desarrollo. la carta fuerte de JLP. Ante el descrédito de su
ineficacia para elaborar a tiempo el Plan. JLP nombra a Miguel de la hl3d;id enirc.g:,ndo
así, el control de esa secretaría al clan de los monetaristas.
Conclusiones
En suma, con la creación de la SPP se estaba aportando la estructura para un cambio er? el
nuevo orden político de México. Por un lado, Echevenía había desplazado el lugar de lo
político hacia la administración pública introduciendo una nueva generación para las élites
y por otro, una nueva racionalidad que se concretarian en el curso que sigue esta secretaría.
La SPP, una vez tomada por los monetaristas será el trampolín para la presidencia, con
Miguel de la Madrid como su líder, se desplazó por completo a los economistas
ICeynesianos. Gran parte de su éxito consiste en elaborar el PGD y el aprol-echamiento de
las ventajas institucionales que ofrece la SPP. En este sentido, dada la importancia y los 7 9
recursos que ofrecía la SPP, la nueva secretaría se convierte en la nueva plataforma de
lanzamiento para la presidencia desplazando a la Secretaría de Gobernación.
La habilidad y las estrategias empleadas por los economistas monetaristas a la cabeza de
MMH, fueron fundamentales para la victoria del gmpo de economistas ortodoxos. Su
homogeneidad ideológica, sus redes, y sobre todo su aptitud para solucionar los problemas
de elaborar el PGD, fueron importantes en la consecución de la tarea.
A) Introducción
Para diciembre de 1982, al iniciarse la administración de Miguel de la Madrid Hurtado,
México vivía una o quizá la mayor crisis económica y financiera de su historia. Aunado a
esto, el Estado y el sector privado se encontraban en un conflicto sin precedentes, por el
conflicto originado a raíz de la estatización de la Banca. A partir de éste momento, se
implementarán cambios profundos en la conducción de la política económica y en la
dirección de la selección del personal de las nuevas élites que llevarán acabo estos cambios.
Firmeza y realismo político, serán las divisas de los nuevos gobiernos con los que se llevará
acabo la modernización económica. Tanto Miguel de la Madrid, como Carlos Salinas de
Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, llevarán las reformas de tipo es:rucrc!ral que
cimbrarán el sistema político y cambiarán el eje de sus relaciones. sobre todo. e1
replanteamiento de las funciones del Estado en la economía.
La importancia de éste acontecimiento se manifiesta en el perfil del conductor por
excelencia del sistema político mexicano: el Presidente de la República y su equipo de
colaboradores, es decir, de la élite político administrativa que lo acompaiia.
Los tres últimos presidentes de la era PN-gobierno, llevarán a cabo estas reformas.
Reformas de carácter económico, financiero, comercial y político. Para ello, será
determinante observar cuáles son estos cambios, cuáles son sus ámbitos de acción y sobre
todo, cuáles son sus repercusiones en el ámbito político, así como el perfil de los grupos
que lo llevarán adelante.
Para estos momentos, los cambios producidos durante las administraciones de Echeverría y
José López Portillo (la introducción de una nueva racionalidad administrativa, el
desplazamiento de lo político hacia la administración, y la recién creada Secretaría de
Programación y Presupuesto), serán claves para entender éste proceso.
Recordaremos, rápidamente, cuáles han sido las grandes líneas de los cambios generados en
los planos políticos y económicos para luego analizar con mayor detenimiento las
características del nuevo personal político administrativo durante estos sesenios.
B) Miguel de la Madrid: un nuevo grupo en el poder
Para llevar a cabo la modernización de la economía, pero sobre todo, para remediar la crisis
económica en que estaba sumergido el país, MMH r~ecesitaria de u11 ybinete que se
identificara con sus políticas económicas. Sobre la base de una fuerte cohesión e
identificación ideológica y pensando en la formación y preparación de los designados se
podrían llevar a cabo tales cambios.
En este sentido, tomaría las riendas del poder un nuevo grupo político proveniente de la
Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP). del Banco de klksico (BM) y de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Éste vendría a dar el punto final al debate
entre monetaristas y estructuralistas sobre las soluciones a la crisis. Los monetaristas
ocuparían los principales centros de decisión del sistema político privilegiando la libertad
cambiaria, ia apertura económica y la vinculación con el sistema monetario internacional.
En efecto, Miguel de la Madrid Hurtado, proveniente de la SPP, culparía a su antecesor de
la crisis económica y a su gestión populista, y juraría que "jamás dejaría que el país se le
deshiciera entre las manos".'" En este contexto una nue17a elite de poder en México: !os
llamados tecnócratas, parecían ser los únicos con respuestas a la crisis.
Este nuevo grupo político entraría por la burocracia en un claro desplazamieiito del partido
de la Revolución, y con un nuevo proyecto para insertar a México a la modernidad.
" ' Ibíd., p. 496.
La llegada de este grupo al poder, justificó el final del proyecto estatista y el modelo de
crecimiento hacia adentro, cuya rentabilidad al régimen había sido tan satisfactoria en años
anteriores. A su vez, las nuevas medidas adoptadas por la élite política durante la gestión de
De la Madrid y de los siguientes presidentes, afectarán de manera directa al Partido
Revolucionario Institucional -parte fundamental de los cambios en el sistema y su élite-.
1. La crisis económica y sus repercusiones sobre el programa de gobierno
Para 1982, el deterioro de la economía se encontraba ligado a la cuestión petrolera. La
caída en los precios del petró!eo, pero sobre todo, los errores cometidos por los anteriores
tomadores de decisiones en Mexico, produjeron repercusiones negativas en una economía
que había hecho del petróleo su principal fuente de divisas.
Las dimensiones de la crisis económica
Las estadísticas revelan 1s severidad de !a crisis: el PIB registra una taza de crecimiento
negativa de 0.2%, la inflación alcanza 100%, el desempleo se ha duplicado y la deuda
externa ha llegado a los 58, 874 millones de dólares112. En el ámbito internacional ya se
presenciaba la creciente integración económica de los países de Europa Occidental, así como
la presencia cada vez más fuerte de Japón en Oriente, sumado a esto, el socio por escelencia
fue los Estados Unidos. De aquí se dio una reorientación en la política económica donde no
todos los actores estuvieron de acuerdo, principalmente en el PRI.
A la severidad y novedad de la crisis económica (desde hacíz más de treinta años el PIB
nunca había llegado a tan bajos niveles) se agrega una más: una crisis de confianza en las
instituciones y particularmente en la clase dirigente del país. Por una parte, en el ámbiro
nacional se manifiesta en la creciente huida de capitales, y en el plano internacional México
112 Cárdenas , Enrique, La Política Econóniica en ,Llé.rico, 1950-1994. El Colegio de México, México, 1996. p. 121.
deja de ser sujeto de crédito. La dimensión de este fenómeno sin precedentes, hace que la
población y los demás actores tanto políticos, como económicos, acepten los costos de las
medidas de austeridad y restricción.
El remedio
Sobre este fenómeno, MMH hacía un llamamiento a toda la nación a fin de justificar su
visión de los hechos, así como la justificación de las medidas adoptadas.
"Estoy consciente de asumir el gobierno de la República en momentos dificiles. México
vive horas graves". Días después, De la Madrid evoca la posibilidad de una bancarrota
financiera y económica.
Con este hábil recurso retórico, De la Madrid logra sensibilizar a la población y a las élites
de! remedio amargo. La forma que tomara se llama "realismo". El cambio consiste en !a
recuperación económica y el cambio estructural del aparato productivo.
a. La reorientación económica.
Para el primero, se implementa el Programa Inmediato de Reordenación Económica (PIRE).
El programa incumbe directamente a Hacienda, es un plan co>-untUral orientado a la
recuperación económica donde se precisan los mecanismos que permitirán evitar el deterioro
de las principales cifras macroeconómicas. El PIRE, apoyado por el FMI y el sector privado
cuenta entre sus objetivos: vencer la crisis de 1983; recuperar la capacidad de crecimiento
(fijado para 1984); y llevar a cabo los cambios estructurales cualitativos requeridos (para
1985)
Por otra parte, también en el Plan Nacional de Desarrollo (PhQ) de mayo de 1983, se
retomó la recuperación económica como uno de los ejes axiomáticos del documento,
añadiéndose otro más importante para el largo plazo: el cambio estructural. l "
El Plan Nacional de Desarrollo estaba basado en siete tesis que delineaban su política de
gobierno: 1) Nacionalismo revolucionano; 2) Democratización integral; 3) Sociedad
igualitaria; 4) Renovación moral de la sociedad; 5) Descentralización de la vida nacional; 6)
Desarrollo, empleo y combate a la inflación, y 7) Planeación democrática.
Sumándose a estos planes, se llevó a cabo el Programa de Apoyo al Crecimiento (PAC en
1986); La Firma de la Carta de Intención con el FMI (en julio de 1986): la entrada de
México al GATT (también en 1986) y el Pacto de Solidandad Económica (PSE en 1987).
Juntas fueron las caras del realismo económico instrumentado desde la presidencia. Con
ellos, se pretendía cumplir con los compromisos externos contraídos con los organismos
financieros internacionales (particularmente para cumplir coi1 el sen-icio de ia deuda
externa): instrumentar el fuerte ajuste interno y un amplio impulso a la captación nacional de
divisas; controlar la inflación (lo que significó un drastico recorte al gasto del gobierno);
reducir las importaciones y alimentar las exportaciones.
Todos estos documentos son puestos al servicio de una estrategia gubernamental: la
Planeación. Una herramienta fundamental en el accionar de ia llueva éiite.
(Falta mencionar sus efectos sobre el papel del estado)
b. La planeación.
La planeación es ante todo, un método de gobierno y una estrategia de diálogo con el resto
de la sociedad. La planeación logra transformar su naturaleza, Se simple método a um
ideología. Se convierte en un principio supremo capaz de asegurar una gestión eficaz y
I l3 Medina Peña, op. cit., p. 240.
limpia, condición indispensable para la reconquista de la legitimidad que la crisis
económica puso en duda.' l4
La plarieación se presenta como una forma de solucionar los problemas, tal vez la única, de
proponer soluciones y evaluar los resultados obtenidos. Ésta se traduce en la pasión por
elaborar programas para todos los actores, sobre todo en los campos económicos y
financieros. Cuenta además con un triple propósito: permite sobrellevar la crisis con mayor
eficacia y evitar el carácter imprevisible y la anarquía de las decisiones: tanto en el plano
económico como en el político y restituye un mínimo de confianza en el sistema. Al
proclamarse como garante de neutralidad y objetividad, pretende evitar cualquier
contaminación con lo político, que está asociado a la corrupción, la manipulación y la
ineficiencia. Por último, la planeación es un instrumento político que ha de permitir al
gobierno imponer restricciones de una severidad extrema.'I5
c. LTna nueva política de reclutamiento del personal político y administrativo de
Miguel de Madrid
Pero para llevar a cabo tanto la planeación como la recuperación económica, es necesario
observar las nuevas políticas de reclutamiento del personal administrativo y político que se
encargarán de llevarlas a cabo.
Las nuevas pautas del reclutamiento político son ahora de una fuerte homogeneidad social e
ideológica como principal criterio de reclutamiento. También lo serán, un conocimiento
profundo de sus colaboradores y de su estilo de trabajo.'16
' '' Rousseau, 1.: Ibid., p. 164. ! l < Rousseau. l., Ibid., p. 164. 116 Rousseau. I., Ibid., p. 165.
Como ya habíamos mencicnado, será necesario contar con una homogeneidad ideológica y
de formación que se impondrá para los siguientes dos sexenios, 20 cual presentarenlos en el
siguiente análisis, tanto del jefe de la nación como de su equipo de colaboradores.
El perfil de Miguel de la Madrid
Con 48 años de edad, Miguel de la hladrid, jurista de profesión. poseía una amplia
trayectoria administrativa en ámbitos distintos a los que le preceden. Después de la
licenciatura, se especializó en administración pública en Estados Unidos (Universidad de
Harvard). De ese modo había empezado un proceso: Ia especialización en campos distintos
al derecho, efectuados en una universidad extranjera. Por lo demás. por haberse
desempeñado casi exclusivamente entre los círculos financieros de la alta administración, De
la Madrid parecía ser la cabeza visible de un grupo cuyo cerebro pensante es Antonio Ortiz 1 1 117 Mena, el famoso protagonista del "desarrollo estabilizador .
Miguel de la Madrid designó a su equipo de trabajo en el que figuraban fincicnarics que
habian trabajado con él a lo largo de su carrera administrativa (las más de las veces cumo
sus subordinados), y que se habian formado en el sector financiero. De esta manera, MMH
garantizó la homogeneidad ideoló~ica y la disciplina de su gobierno, aun cuando con ello
marginara a los políticos tradicionales y echara por tierra uno de los principios básicos de
lealtad al sistema. 118
Por el perfil de Miguel de la Madnd y de los miembros de su gabinete, la clase política
tradicional, no sentía identificación con personajes alejados de los problemas del Partido,
sin capital político y sin contacto con las bases. De la Modnd trató de conciliar y no entrar
en conflicto con la clase política trodicional.
i l ? Rousseau, I., op. cit., p.158 "' Hernández, R., Forn~acioti y Trayecroria de los Secretarios de Esrado eti .bfL~ico, hléxico, FLACSO, 195-1, p.34.
R 7
El equipo de campaña
La composición de su equipo de campaña lo revela. De aquí que la composición y el perfil
de sus integrantes sean determinantes para integrar su gabinete y marcar las pautas de
reclutamiento de su sexenio. De la Madrid designa a su equipo de campaña y lo integra en
tres grandes grupos por hombres de toda su confianza. Isabelle Rousseau lo describe en las
siguientes líneas:
"El primero encargado de operar el bzie~i fiuicionamiento de la campaña, tenia como objetivo
restaurar la zuzidad de la familia revolilcionaria, remodelar el partido en todas slis jerarqziias.
seleccionar a los buenos candidatos para los puestos 1egislatii:os y prepara/- las elecciones locales.
Dos Izonibres as~lmen aqziella rarea: illanziel Bcrrrlett, acilmlilL7 los pziesios de st.cre.rario gerrer~z1 del
CEN del PRI y de coordinador de canlpalia, j. 1111 amigo personal de Migziel de la Madrid, Adovo
Lzigo Verduzco, oficial mayor del PRI. Pedro Ojeda Paullada, presidente del Comité EJeczitivo
Nacional del Pñl, desernpeña un papel de mediación importante en el Partido: pl.erniididato en la
carrera presidencial, amigo personal de López Portillo y de Luis Echeverría, iiene coi?zo ~~;isiÓn
reconzponer parcialmetite las alianzas col! sectores alejados dei candidato (principalme~ltc lox
c~ic~rli-os tracilicionales del Partido), .<obre tocfo con el sector obrero qilr h~iDil2 nlatzij2s~ruilo
p~íblicamenre sus retireizcias respecto a la carzdidatum de 1Cligzlel de la h.ladrid".!."
El segundo de los ,ppos operaría desde el gabinete. Sus objetivos se encontrabar! en los
asuntos económicos y en la reinstauración de la confianza del sector prix-ado, en particular
del sector bancario. El tercero, encargado de la prospectiva, proponía establecer una
solución viable en el largo plazo que permitiría la reanudación del crecimieilto y del
desarrollo. Este proyecto se articulana en tomo a una organización que hasta entonces había
tenido una vida esporádica: el Instituto de Estudios ~o'liticos, Económicos y Sociales del
PRI (IEPES). Carlos Salinas de Gortari, encargado de dirigirlo, sustituiría ri Jorge Tanlayo
López Portillo a partir del 5 de octubre de 198 1. I 2 O
119 Ibiii., p. 160. 120 Rousseau, Isabelle, op. cit. p. 160.
El resultado en la constitución de este equipo de campaña revelaba que quienes
acompafiaban a Miguel de la Madrid a partir de 1979 eii la SPP desempeñanan un papel
clave. Los hombres de su confianza integrarían los puestos clave del Comité Ejecutivo
Nacional, criterio que permanecerá desde la constitución del primer gabinete, el lo de
diciembre de 1982."'
El gabinete de MMH
En cuanto su gabinete, el siguiente cuadro mostrará el personal que ascendió a una secretaría
de Estado así como el análisis de su perfil y trayectoria.
Gobernación
Relaciones Exteriores
Hacienda y Crédito Público
Programación y Presupuesto
Defensa Nacional
Agricultura y Recursos
Hidráulicos
Procuraduría General de la
República
Comunicaciones y
Transportes
Comercio y Fomento
Manuel Bartlett Diaz
Bernardo Sepúlveda Amor
Jesús Silva Hérzog
Gustavo Petriccioli Iturbide
Carlos Salinas de Gortari
Pedro Aspe Armella
Juan Arévalo Gardoqui
Horacio García Aguilar
Eduardo Pesqueira Olea
Sergio García Ramírez
Rodolfo Félix Valdés
Daniel Diaz Díaz
Héctor Hernández Cervantes
"' Ibidém., p. 160. S 9
Industrial
Educación Pública
Salud (antes Salubridad y
Asistencia)
Marina
Trabajo y Previsión Social
Reforma Agraria
Desarrollo Urbano y
Ecologia (antes
Asentamientos Humanos y
Obras Públicas)
Pesca
Energía hlinas e Industria
Paraestata! (antes Pztrimonio
y Foineilto Industrial)
Turismo
Contraloría General de la
Federación
Departamento del Distrito
Federal
Banco de México
Jesús Reyes Heroles
Miguel González Avelar
Guillermo Soberón Acevedo
Miguel Ángel Gómez
Arsenio Farell Cubillas
Luis Martínez Villicaña
Rafael Rodnguez Barrera
Marcelo Javelly Girard
Guillermo Carrillo Arena
Manuel Camacho Solís
Gabino Fraga Mauvet
Pedro Ojeda Paullada
Francisco Labastida Ochoa
Alfredo del Mazo
Fernando Hiriart Balderrama
Antonio Enriquez Savignac
Francisco Rojas Gutiérrez
Ignacio Pichardo Pagaza
Ramón Aguirre Velázquez
Miguel Mancera
Para esta administración, de los 28 miembros que alcanzaron los más altos puestos, 16
(57%) habían ido a especializarse al extranjero en disciplinas necesarias para el desarrollo
del país. El tipo de conocimiento requerido. incluye una novedad: la especialización en las
áreas de planeación, diseño y programación, así como en las de la economía, asuntos
políticos públicos y gubemamentales.'2' Lo que sin duda muestra que no se exige
cualquier tipo de postgrado, sino sólo aquellos que son afines al modelo económico que se
pretende implementar.
Entre las designaciones de su equipo, Jesús Silva Hérzog sustituiría a David Ibarra a la
cabeza de la Secretaría de Hacienda y hliguel Mancera relevaba a Romero Kolbeck como
director del Banco de México. Éstos eran allegados a De la Madrid y al sector privado.'23
Los dos titulares de Hacienda y Crédito Público. Jesús Silva Hérzog y Gustavo Petriccioli,
tenían una maestría en economía por la Universidad de Yale, y habían cursado la
licenciatura en la inisma materia, el primero en la LWAM y el segundo en el ITX\\/I. El
titular de la Secretaría de Progran~ación y Presupuesto, Carlos Salinas dc. Gorrari. había
realizado un postgrado en administración pública y otro en economía política y gobierne.
además de un doctorado también en economía política y gobierno, todos en Han~ard. Por su
parte, Alfredo del Mazo, secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal. quien había
dejado la gubematura del Estado de México para integrarse al gabinere, tenía estudios de
finanzas públicas en la Universidad de Londres, así como un posgracio en economía y
finanzas por la Banker Trust de Estados Unidos. A su vez, Héctor Hemández Cervantes,
quien estaba a cargo de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, tenía un postgrado
en economía por la Universidad de Melboume y otro en ciencias sociales por el Colegio de
México. Daniel Díaz Díaz, secretario de Comunicaciones y Transportes, tenía un postgrado
en programación económica. Manuel Camacho Solís, segundo titular de la Secretaría de
Desarrollo urbano y Ecología, contaba con una maestría en asuntos públicos por la
"' Ballinas Valdés, Christopher. "La Redefinicihn de los Espacios Piíblicos. Forniacioa Traj.ectoria dc la d i te gubernamental me.ricana, 1970-1999." Foro Internacional, Vol. XLI, julio-septiembre. 2001, núm. 3, México, El Colegio de México, p. 548.
'" Ibíd., p. 159.
Universidad de Princeton. Los dos titulares de la recién creada Secretaría de la Contraloria
General de la Federación, Francisco Rojas Gutiérrez e Ignacio Pichardo Pagaza, tenían
maestrías en planeación y en administración y finanzas públicas por la Universidad de Te1
Aviv y por la London School of Economics, respectivamente. Pero el Más político de todos
era Manuel Bartlett Díaz, quien había obtenido una maestría en derecho público por la
UNAM- Universidad de Paris y dos doctorados, uno en ciencia política por la UNAM y
otro en administración pública por la Universidad de Victoria en 1n~1a te r r a . l~~ as principales secretarías estratégicas para el cambio político y económico, estaban siendo
controladas por personas educadas de la misma forma y con carreras muy similares. La
cohesión del grupo se basaba en una homogeneidad ideológica y de formación.
Por otra parte, de estos funcionarios, siete habían ya entablado relación con MNlH duranre
su estancia en Hacienda diez años antes: Ramón Aguirre, Francisco Labastida, Francisco
Rojas, Carlos Salinas de Gortan y Bernardo Sepúiveda. Cinco hicieron carrera en esta
ii;sti;uci6n y s6lo Sergio García Ramírez y Manuel Bartlett escaparon al esquema.
Aqui, ni el medio electoral ni el Partido son decisivos para el ingreso a !a élite político
administrativa. De hecho, el paso por el Partido, el Congreso o una gubematura (a
diferencia de Estados Unidos) no garantiza el arribo al gabinete; el papel del Partido en el
reclutamiento de la élite político-administrativa ha sido marginal.
El siguiente cuadro muestra esta composición.
'" Ballinas Valdés, IbÍd., p.550.
Composición de las carreras políticas por sexenio1"
En el gabinete de De la Madrid no existe un solo individuo que posea en su currículum siilo
puestos de partido. Aun así, 14 de los que llegaron a secretarios de Estado en este periodo
tuvieron cargos en el partido, y 10 de éstos lo combinaron con puestos en la administración.
De estos 14. nueve habian ocupado menos de dos puestos en el partido; de los restantes.
dos contaban con tres cargos y los otros tres tenían cuatro o más. Pero a esto hay que
sumarle, que de ios 14, solamente tres habían pertenecido al CEX del PRI y los restantes
apenas llegaron a ejercer un puesto como secretarios de ese organismo; ello muestra la poca
importancia que tenía la experiencia o el paso por el PRI en la composición del gabinete.
De :a Madrid también coloca a los suyos en el Partido y en el Senado, con lo cual,
desconoce las reglas implícitas que cada medio impone a sus dirigentes a fin de n-iantener
la estabilidad de la elite. A la cabeza del Partido nombra a un administrador, Adolfo Lugo
Verduzco. Ésta es una excepción en la historia del Partido, donde sólo en el momento de las
Sesenio Sólo puestos
administrativos -7 1
campañas electorales se había concedido la dirección a los administradores. En el mismo
caso se encuentra el presidente del Senado, Miguel González ~ v e 1 a r . l ~ ~
Sólo
puestos de
elección
2 (6.6%)
O
O
LEA
JLP
MMH
En tanto, los gobernadores siguen siendo claves, puesto que la identificación de éstos con el
presidente, sirve de verdadera correa de transmisión entre el centro y las regiones locales.
23 (79.3%)
17 (53.1%)
12 (43.0%)
"j Fuente: Hernández Rodríguez Rogelio, 2 0 s Hombres del Presidenre De la Madrid'', Foro Inrei-ilacional, Vol. XXVIII. niim. 2, julio-septiembre de 1987, México, El Colegio de bfixico, p.91. '26 Rousseau. Ibid., p. 167.
Puestos
administrativos y
de elección
Puestos
administrativos,
de elección y de
Total
I 1 I l I I
29 1 3 2
28
l partido
3 (10.3%) 1 (3.4%)
12 (37.5%) 8 (25.0%) I
1(3.6%) 1 4 (14.3%) 1
De veintiséis gobernadores elegidos, diez habían combinado puestos electorales con cargos
en la alta administración; seis de ellos obtuvieron su puesto después de 1982.12'
Por lo que toca al gabinete económico, De la Madrid busca dar un nuevo equilibrio a los
poderes y a las esferas de acción entre la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de
Programación y Presupuesto; en lo sucesivo, los miembros de ambos organismos habrán de
compartir las mismas ideas en términos macroeconómicos, puesto que los dirigen dos
adeptos del monetarismo. Este nuevo equilibrio favorece los conflictos que se desarrollan
entre ambos órganos administrativos de 1982 a 1986.128 Lo fundamental, será que la
composición y las estrategias que se emplean favorecieron sobre todo, la disputa por la
presidencia.
El grupo de la SPP
Creada durante el sexenio de José López Portillo en 1976, la Secretaría de Progrzmacion y
Presupuesto representa una gran innovación. Con ella se quiere cumplir un doble objetivo:
establecer un marco legal y formal para racionalizar la esfera pública y así luchar contra los
feudos de la administración que bloquean la eficacia de la gestión gubernamental, y ofrecer
Lin espacio alternativo respecto a las políticas del grupo de los economistas ortodoxos.
La esfera de la SPP incluye la programación de la deuda pública, la elaboracijn de los
planes de desarrollo económico federal y regional, y el financiamieilto (inversiones y gastos
corrientes) y evaluar los proyectos. Pero, ante todo, la SPP se fortalece al incluirsele la
Subsecretaría de Presupuesto, sustraída a Hacienda. Ésta es vital para el fortalecimiento de
sus relaciones inter-institucionales al contar con el control de los montos y los plazos de
los distintos proyectos.
La SPP es una secretaría de Estado muy poderosa: al elaborar el plan y controlar los
presupuestos federales y estatales, supervisa los poderes regionales y el resto de toda la
administración pública. Allí se definen, se aplican y se armonizan las politicas sectoriales y
las políticas regionales. Por la amplitud de su campo de acción, la SPP es apta,
potencialmente, para reducir el poder de los políticos de "viejo cuño" (la Secretaría de
Gobernación) y de los financiero^.'^^
En sus inicios (de 1976 a 1979) la Subsecretaria de presupuesto está conformada por
personal afín a los monetaristas, mientras las otras dos Subsecretarías (Programación y
Evaluación) son el nido de los cepalinos. Ello muestra un antagonismo entre estas dos
facciones. pues todavía el personal de Presupuesto sigue siendo leal a Hacienda donde
desarrollaron una unidad de grupo y una identificación ideológica. Las ventajas
institucionales que esta secretaría ofrece y la homogeneidad de su personal. serán el rasgo
distintivo de esta dependencia, mientras que para las otras dos dependencias, la
heterogeneidad de su personal definitivamente obrará en su contra.
A la anarquía y fracaso que vivi6 la SPP durante la gestión lopezportillista le siguió una
nueva modalidad con la llegada de Miguel de la Madrid. Ahora, los rasgos característicos
de sii personal cambian a una iinida? ideológica y de ,mpo, al reagrupar a los economistas
monetaristas sacar adelante el Plan Global de Desarrollo y lanzar definitivamente a la
candidatura por la presidencia a MMH. Pero es a partir de 1982, bajo la dirección de CSG
cuando la SPP adopta un papel pedagógico y político. Ésta será la fuente de su unidad
ideológica y de su fuerza que le pernlitirá transfoxmar el sistema. CSG busca formara un
equipo de hombres con la capacidad suficiente para proponer e instalar un nuevo proyecto
de desarrollo político y económico en el país. 130
12' Rousseau, 1. Ibíd.. p. 168. lZ9 ~ h s s e a u , 1. "La SPP y La Dinarnica de Constitución de un Equipo.1982-1988." Foro Internacional, Voi. XXXIII, abril-septiembre de 1988, Mexico, El Colegio de México, p.3 10. 120 La SPP funciona como un centro para elaborar políticas públicas globales y multidimensionales: capacita a su personal y trata de formar un equipo de expertos que comparta un ethos y una visión sobre el desarrollo del país, y que sea capaz de crear colectivamente xn nuevo proyecto de gobierno. Sin embargo, tácticamente, varios hombres del equipo de Salinas, no eritran en ¡a SPP, pero quedan bien colocados en puestos estratigicos. Rousseau, 1. Ibid., p. 3 12-
9 5
En cuanto al perfil de su personal, la SPP cuenta con diferentes vectores de unificación que
le serán importantes para llevar acabo su proyecto y su inclusión entre las diferentes áreas
estratégicas y administrativas.
El primero de ellos es la pertenencia a una misma generación. En 1982, cuatro
subsecretarios sobre cinco (80%) tienen entre 35 y 37 años (nacieron entre 1945 y 1947) y
el personal de rangos inferiores cuanta con esta misma norma generacional. Por la juventud
de su personal, la SPP contrasta con el gabinete de MMH cuya edad promedio es de 46
años. '"
La ruptura generacional es importante para crear e implantar un proyecto innovador y
maximizar las posibilidades de éxito en un proceso de cambio.
Otro factor importante, lo constituye la formación académica en cuanto a la unificación de
su personal. Los economistas predominan en la SPP. Contrario al gabinete ampliado de
MMH donde los abogados todavía cuentan con suficiente representación (los abogados
superan a los economistas: 30.60% contra 30.35% de los economistas) En la SPP los
economistas constituyen el 80% de los subsecretarios, mientras que los ingenieros ocupan
el segundo lugar y los abogados el tercero."'
En otro tanto, las cabezas de las subsecretarías provienen de la UN,bM, mientras que los
cuadros subalternos provienen de universidades privadas. La posesión de un postgrado en
el extranjero constituye otro sello de identidad. En este sentido, las universidades
estadounidenses son la opción preferida sobre los postgrados realizados en Europa. La
visión económica de Estados Unidos desplaza a la visión latina de la tradición jurídica.
Aquí, la mayor parte de sus jóvenes economistas han trabajado en Hacienda o en otras
entidades econóniicas de prestigio y afines a la visión monetansta. Lo cual contribuye a
una cosmovisión y una disciplina comunes.
131 Rousseau, 1. Ibid., p. 317. 132 Rousseau, Ibid., p. 3 18.
Lo importante a destacar de estos perfiles, es que las pautas de reclutamiento que genera la
SPP es que representarán la tendencia mayoritaria que predominará cuando el grupo
dirigente de la SPP imponga sus reglas al resto de la adn~inistració~? pública.
Estos saldrán de hecho de sus tres grandes centros de funcionamiento, los cuales se
presentan en el ajedrez político administrativo. Para ello, la SPP cuenta con tres grandes
centros en los cuales se muestran su capacidad de organización y sus recursos. Éstos son:
La Subsecretaría del Plan de desarrollo (dirigida por Rogelio Montemayor Seguy), El
Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEGI, bajo la dirección de Pedro Aspe
Aimella) y la Subsecretaría de Desarrollo Social (encabezada por Manuel Canlacho Solís)
estos son los tres grandes centros que definen el organigrama de la SPP. La Subsecretaria
del Plan de Desarrollo es el cerebro y motor de la SPP. Define y la estructura y el conjunto
de Políticas - sectoriales y regionales-, y redistribuye los recursos de las diferentes
redes. Tiene bajo su mando directo los dos grandes centros de aplicación sectorial de las
políticos de desarrollo: la Subsecretaría de Desarrollo Industrial y la Subsecretaria de
Desarrol!~ Rural y Social.
Con estas ventajas institucionales y de grupo, la SPP bajo el liderazgo de Carlos Salinas de
Gortari ganará la batalla de un proyecto de nación, ocuparán la presidencia y los principales
puestos políticos administrativos, e impondrá11 sus reglas, en cuanto a las políticas di:
reclutamiento definitivas durante los dos sexenios siguientes.
3. Consecuencias de la política de cierre en el plano económico y político
El electoral
En el plano electoral, las consecuencias de la gestión delamadridista muestran serias
repercusiones para el Partido Revolucionario Institucional. Tanto el cambio estructural,
como la crisis económica tuvieron repercusiones que afectaron al partido en el poder. Según
los estudios hechos por González Compeán y Leonardo Lomelí, a partir de 1982, el PRI
inició una tendencia decreciente en la obtención de sufragios, mientras el Partido Accikn 97
Nacional los aumentó en 90%. El Partido Popular Socialista (PPS) y el Partido Auténtico de
la Revolución Mexicana ( P - M ) disminuyeron sus votos casi a la mitad.'33
En el plano social, los trabajadores asalariados perdieron en el lapso de diez años (entre
1976 y 1986) el 70% de su capacidad de compra: fueron los más golpeados por las
recurrentes crisis. Las clases medias urbanas y las clases altas también sintieron los efectos
de la crisis en términos de los recortes en los gastos del gobierno, el alineamiento de los
precios relativos en servicios públicos y la suspensión del subsidio a ciertos productos de la
canasta b á ~ i c a . " ~ Éstos contribuyeron a mermar la capacidad de compra de estos sectores y
se materializó en los resultados electorales (aun así, todavía el PRI mantenía la mayoría en el
C0n.a-eso - para aprobar todas las iniciativas presidenciales).
"El tricolor-file q~tierz mas resintió el carnbio estructural. El PRI file sin duda el partido nzás
desgastado con la crisis. Su capacidad de gestoría, elentertto r-ital de szi fortaleza corno
pa-;ido de Estudo, se encontró severanzerzte disminuida. Corno partido sin militantes. su
jlel-a basada en la estructzira corporativa de ajliación co!ectiva quedó vz111leradl-r rinte Ir1
in!posibi!icirrd objetiva de movilizarse por las denandas de la población; corl la pérdida do1
poder adqrlisitivo, el PRI se paralizó.'"3i
La oposición contaba ahora con 101 diputados, de los cuales sólo uno era de mayoría y el
resto correspondía a la repartición de cuiules por vía de represenración proporcional.'3h Sin
embargo, el peso de las reformas económicas y la severidad de la crisis, se reflejó en los
avances electorales del PAN y en el debilitamiento del PIU, donde también la reforma
política de 1986 influyó notablemente.'"
'" González Compeán, Miguel y Lomelí, Leonardo, op. cit., p. 503. '"'Ibíd., p. 509. "j Reyes Heroles, Federico, El Poder: La Democracia Drfícil, Grijalbo, México, 199 1, p. 165. 136 fiid., p. 4. "' La reforma de 1986 vendría a sustituir la de 1978. El Congreso de la Unión aprobó una serie de reformas constitucionales y una nueva ley electoral que la Secretaría de Gobernacióri llamaría "la renovación política". Estas reformas increnientanan el número de diputados plurinominales de 100 a 200, conservando el número de diputados uninominales. La medida consistía en renovar el Senado por mitades cada tres años, como se había dispuesto en 13 Constitución de 1917 en lugar de la totalidad de cada seis años como se reformó en el maximato. Medina Peña, op. cit., p. 260.
98
Aunque durante 1982 y 1988 el PRI no perdió ninguna elección para gobernador, la
oposición ya estaba ganando espacios en las legislaturas de los estados y en los
ayuntamiento^.'^^ Este proceso se consolidó años despues por lo qiie los priistas culparían a
los presidentes.
El económico
En el plano económico, el gobierno de De la Madrid continuaba sus objetivos de
racionalidad administrativa y modernización económica. El adelgazamiento del estado
siguió en marcha y ante las dificultades económicas del entorno, (tanto nacional como
internacionai) el gobierno se había comprometido con reducir más el gasto público y
continuar con la racionalización de la administración y con el proceso de liquidación,
quiebra, fusión y venta de empresas paraestatales. A la par, aumentaron los precios y
tarifas de los bienes y serqicios proporcionados por el sector público a fin de no incurrir en
déficit. ""
Para diciembre de 1988, la economía mexicana presentaba síntomas de estancamiento
prolongado, altas tasas de inflación y un severo deterioro en los niveles de bienestar de la
población. La causa principal de esta situación se encontraba en la transferencia neta de
recursos al exterior derivados de la deuda excesiva continuada en niveles incompatibles con
la intención de reactivar la economía. Entre 1983 y 1958 esa transferencia de recursos
representó el 6% del PIB, y al final de este último año la deuda ascendía a poco más de los
138 Entre 1982 y 1985, el PRI sufrió derrotas sintomáticas de su mala condición. Primero, el PAV ganó las capitales de Guanajuato y San Luis Potosí. A esas pérdidas, el iricolor sumó los importantes municipios en Sonora, Durango y Chihuahua. En Durango, el PAN obtuvo el triunfo en el ayuntamiento de la capital y en 2 de las 12 diputaciones locales. En Chihuahua, el triunfo panista h e todavía más grande: Acción nacional obtuvo allí las ciudades de Chihuahua, Juárez, Camargo, Delicias, Casas Grandes, Parras, Meoquí y Saucillo; 11 de los 67 municipios de Chihuahua y 3 de las 14 diputaciones locales, completaron el saldo de las derrotas del PFü. Bernal, marco Antonio, "CD. Juárez, 1983 y 1985: Loaeza, Soledad y Segovia, Rafael, las di,ricultades de la democracia", en La Vida Política Mexicar~a en la Crisis, El Colegio de México, México, 1987, pp. 149-1 81. 139 Presidencia de la República. C'i~idad de la Crbnica Presidencial, 1988, pp. 187-202.
9 9
100 mil millones de dólares, es decir, el 57% de los que el país generó ese año."' Por su
parte, el adelgazamiento del Estado y la refuncionalización de su papel, sena contrario a
ciertos sectores del partido en el poder.
El político
En el plano político, el cambio de rumbo emprendido durante la administración de De la
Madrid produjo cambios que repercutieron en la unidad del partido. Una gran parte de sus
componentes no estaba de acuerdo con el nimbo seguido, ni con las medidas adoptadas y,
menos aun. con el nuevo proyecto donde el nuevo perfil político administrativo y su
racionalidad imperaban. Por tal motivo. en 1988 se produjo un importante acontecimiento
dentro de las filas del PRI. Bajo el liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del
expresidente Lázaro Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Rodolfo Guevara Niebla, políticos
identificados con el nacionalismo revolucionario, se inició una ruptura dentro de las filas
del PRI, materializando el descontento popular y partidario provocando la escisión llamada
"corriente democrática". 141
Dicho grupo se oponía a la creciente tecnificación y tecnocratización de los ámbitos del
poder público y, por supuesto, al grupo que entró al poder en un claro desplazamiento de
los políticos tradicionales. A partir de este momento se compitió bajo el nombre de Frente
14' Secretaria de Hacienda Y Crédito Público, 1990: p.4. Tomado de Medina Peña, Hacia el IVuevo Estado, op. cit., p.250. 1 4 ' Existen algunos estudios que identifican este año como crucial para el sistema político y para el Partido. En este sentido, el estudio hecho por Jorge Gil, Samuel Schimdt y Jorge Castro ubica a1988 como el año de la escisión de la red de poder mexicana. Para ellos, Carlos Salinas de Gortari y Cuauhtémoc Cárdenas partían de dos subredes que décadas atrás pertenecían a la misma red de poder (cuyos orígenes se encuentran en los caudi!los militares del llamado grupo Sonora, formado por los generales Álvaro Obregóii. Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta). Dicha red de poder se amplió incluyendo a actores prominentes como Lázaro Cárdenas y Miguel Alemán y que después se dividirian dando paso a las dos subredes. Jorge Gil, Samuel Schmidt y Jorge Castro, 'Za Red de Poder i k ~ i c a n a " , en Revista Mexicana de Socjoloeía, Año ~ ~ l N h 4 . 3 , julio- septiembre de 1993., pp. 105-106.
Democrático Nacional (FDN) disputándole seriamente el triunfo al PRI durante las
elecciones de 1988. '"~
4. COSCLCSIONES
Al finalizar este sexenio, las aportaciones al cambio político durante los sexenios de Luis
Eche\-erría y José López Portillo habían rendido fmtos. El gmpo que se quería desplazar,
finalmente se consolida en la SPP bajo el liderazgo de Carlos Salinas imponiendo la
ideolo_oia de los monetaristas. A éste punto, fue importante la contribución que dio MMH
debido a sus alianzas políticas, contactos financieros, y a la habilidad demostrada para sacar
adelante los proyectos. Y, con la llegada de MMH al poder. se instauran nuevas pautas de
reclutamiento que son reflejadas tanto en la campaña por la presidencia como en la
composición del gabinete económico que lo apoyaría para llevar adelante su proyecto de
transformar el papel del Estado y modernizar la economía. Para este sexenio, las
condicionss para que una nueva élite llegue al poder, ya estaban dadas. De la
administración. y particularmente del medio financiero, saldrá la nueva élite de poder en
-México.
C. Salinas de Gortari. La Reforma del Estado
1. Las lógicas de acción de CSG
Cuando Carlos Salinas llega a la Presidencia de la República en diciembre de 1988, tiene
como principal objetivo dar continuidad a las líneas de política económica (apertura y
liberalización económica y financiera) emprendidas durante la administración anterior. El
objetivo de continuar con las reformas económicas obedece a un nuevo replanteamiento de
las funciones del Estado. El gran giro que da Salinas consiste en transformar el tamaño y el
'" Lvs resultados oficiales finales otorgaron 50.4% al candidato rl la presidencia del PRI, Carlos Salinas de Gortari. 33% al FDN con Cuauhtémoc Cidenas y 17.1% al candidato panista Manuel J. Clouhtier. hiedina Peña. p. ii!., p. 264.
101
papel que el Estado ejerce en la sociedad (que ya antes De la Madrid había iniciado). Esto
traerá enormes repercusiones porque trastoca los mecanismos que regulan el equilibrio del
sistema político.
El Estado estatista obedecía a la lógica de: " A mayor Estado, mayor justicia social y
mayor prosreso económico"; para Salinas en cambio, la lógica consistía en: "a menor
Estado, mayor justicia social y mayor progreso". Esta nueva ecuación representa una de las
mayores aportaciones de la gestión salinista y será, a su vez, el fundamento teórico que dé
validez al Programa de Solidaridad Económica y a la doctrina del "liberalismo social" que
se presenta en marzo de 1992.
El nuevo proyecto de modernización, (entendido en estos términos) será llevado a niveles
mucho mayores que la administración de su predecesor. Para ello cuenta todavía con los
recursos políticos de un grupo bien coliesionado y distribuido estratégicamente. Lo cual le
permitirá apoyar sus reformas e implantar su programa de modernización: el gi-upo que se
encontraba con él cuando fue secretario de la SPP.
Los hombres de la SPP tendrán como misión, llevar a buen puerto, junto con su líder,
(ahora en la silla presidencial) las reformas en materia económica y la imposición de SUS
ideas en el terreno político, con serias repercusiones en las relaciones entre los actores del
sistema político.
Sin embargo, la falta de legitimidad con la cual accede a la silla presidencial'43, así como la
ausencia de mayoría absoluta en el Congreso lo obliga a operar en dos tiempos:
'43 Las elecciones del 6 de julio de 1988 fueron consideradas por la oposición como fraudulentas, debido en parte, a la llamada "caída del sistema". Además de que arrojaron resultados en cuanto a participación y votaciones favorables para el PRI y su candidato. De acuerdo con la Comisión Federal Electoral, Carlos Salinas recibió el 50.74% de los votos válidos, Cuauhtémoc Cárdenas 31.06% y Manuel Clouthier el 16.81%. En tanto, la Cámara de Diputados quedó compuesta por 260 priístas y 240 miembros de diferentes partidos de oposición (cifra record en cuanto a escaños ganados por la oposición); Molinar Horcasitas, Juari, EI Tieinpo de la Legititriidad. Elecciones. A~ltoritarisnlo y Deinocracia en Mé.~ico, México, Cai y Arena, 1991. pp. 63.
En un primer momento (1989-1991) se dedica a la recuperar la legitimidad perdida,
mediante golpes espectaculares a los opositores políticos y a ciertos personajes de la vida
política nacional. Luego, (1991-1994) se empeña en llevar a cabo las reformas económicas
mediante alianzas con grupos poderosos (algunos otrora enemigos de la Revolución) y con
el apoyo de su equipo de trabajo.
A su vez. los problemas económicos no resueltos y la escisión en el seno priista lo
conducen a privilegiar las reformas económicas sobre las reformas políticas. Las primeras
serán llevadas a un ritmo acelerado, mientras que las segundas serán llevadas más
lentamente.
En este sentido, el problema de Salinas es doble, por un lado se encuentra Iiente al reto de
divulgar su proyecto, que se entienda y que sea aceptado por toda la clase política y por el
resto de la sociedad; y por otra parte, se enfrenta al reto de formar un personal amplio que
contenga nuevos cuadros tanto políticos, sindicales, administrativos (nacionales y locales) y
penetrar en otras áreas de la sociedad. hasta entonces marginales: los empresarios y la 145 Iglesia.
Las acciones. en busca de la legitimidad
Con el fin de recuperar la legitimidad presidencial, Salinas de Gortari e~nprendió acciones
rápidas y espectaculares que le ganaron la imagen de líder indiscutible de la clase política
144 En este sentido, pudo ser vital la aportación de José Córdoba Montoya, quien fue intimo colaborador de Carlos Salinas cuando fue titular de la SPP (1982-1987). Córdoba Montoya trabajó bajo las órdenes de . Francisco Labastida Ochoa en la Subsecretaria de Programación de la SPP. Su aportación a ia constitución del grupo y a la concepción del paradigma de éste grupo, consiste en que Córdoba recomienda privilegiar cronológicamente las cuestiones económicas y financieras sobre las cuestiones políticas y sociales. Para Córdoba, ésta es la manera de contribuir a la estabilidad de un régimen, el crecimiento económico representa un elemento clave en el proceso de legitimación. Según Córdoba, la capacidad para catalizar los cambios es vital; por esa razón rechazaba las ideas camachistas basadas en la concertación de los actores durante las primeras etapas del proceso. Rousseau, I., op.cit., p. La Dinámica de Constitución.., pp. 325-326.
I J S Por esta idea se entiende que, tanto los empresarios como la Iglesia, serán dos grandes aliados en apoyo a la gestión salinista. A diferencia de los periodos de Echevería y López Portillo donde el enfrentamiento con los empresarios se había agudizado tanto por el populismo de ambos Presidentes, como por la nacionalización de la Banca. En tanto, la Iglesia era representada como enemiga de la ideología liberal y laica, imperüiite desde los tiempos de Benito Juárez.
103
en el poder, y la de jefe del poder Ejecutivo decidido y dispuesto a desmir a los fuertes
intereses creados en nombre de su agenda neoliberal.
Las acciones del Presidente pusieron en la cárcel al líder del poderoso sindicato petrolero,
Joaquín Hernández Galicia, alias "la Quina". La Quina fungía como "líder moral" del
Sindicato Revolucionario de los Trabajadores Petroleros de la República Mexicana
(SRTPRiM), uno de los más poderosos sindicatos nacionales que representaba a los
trabajadores del la empresa Petróleos Mexicanos ( P E ~ I E X ) . " ~
Desde 1987. cuando se supo de la candidatura de Salinas de Gortari a la presidencia de la
República. se sabía de la oposición de Joaquín Hernández por diferencias con el primero. El
comentario generalizado de la clase poiitica era que la relación entre los ,onipos con los
cuales el Partido (PRI) y el gobierno mantenían relaciones clientelares, se había modificado
a raíz de la crisis fiscal sufrida al inicio de la década. pero también como consecuencia de la
distancia ideológica y progamatica que significaba la modernización del Estado mexicano 147 en esa coyuntura. La cuestión petrolera era un ejemplo de ello.
El Presidente también terminó cor, el poder de otro cacique sindical, Cariaa Jongitud, del
sindicato más grande del país; el Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE). Éste
realizó movilizaciones por un auniento salarial y de mayor democracia interna. Carlos
Jonjitud Barrios, quien había mantenido el liderazgo y la influencia del Lmpo "Vanguardia
Revolucionaria", corriente hegemónica del Comité Ejecutivo del SNTE y asesor del mismo,
'" El 10 de enero de 1989, poco más de un mes después de la toma de posesión de Salinas de Gortari, Joaquín Hernández Galicia fue detenido en su domicilio de Ciudad Madero, Tamaulipas, acusado de posesión, acopio e introducción ilegal de armas de fuego, las cuales, según la procuraduria General de la República, iban a ser utilizadas para desestabilizar al país. Junto con La Quina fueron aprehendidos en Ciudad Madero, otros 20 intes~antes del SRTPRM, acusados tambiin de posesión, acopio y posible introducción ilegal de armas. En su boletín oficial, la PGR seiialó que había pedido la colaboración del EjSrcito porque se tenia conocimiento de la existencia de armas de alto poder en la casa de La Quinn desde hacía varios meses. La Jo~.rlada, 1 1 de enero de 1989. 1-17 González Compeán y Lomelí, Leonardo. op. cit., p. 553.
1 04
presentó su renuncia tras conocerse un fallo en su contra por parte del Tribunal Federal de
Conciliación y Arbitraje (TFCA).'"
También lo fueron el banquero Eduardo Legorreta -sospechoso de haber propiciado en s u
beneficio el crack bursátil de 1987- y el ex jefe de la policía política José &Antonio Zorrilla,
acusado de ser el autor intelectual del asesinato del conocido peiiodista Manuel
~uendía .~"~También removió a los gobernadores que habían fallado en el control del proceso
electoral.
Es de notar que la reafirmación del poder del Presidente y la recuperación de la legitimidad,
se basó, por una parte, en debilitar a las bases tradicionales: las \-iejas estructuras
corporativas del sistema, en particular los sindicatos. Y por otra parte, también se apoyó en
la construcción de una nueva red de alianzas internas y externas funciona! al proyecto
económico.
En este sentido, se dio la reconciliación entre el gobierno y el sector nacional >- el extranjero.
La reprivatizacijn de !a Banca en 1990, consolidó esta nueva alianza. Para 1992 la banca
-dieciocho instituciones- operaban ya bajo el mando de sus nuevos propitaiios.
La relación Iglesia-Estado fue otro terreno para generar alianzas nuevas. La segunda visita
del Papa a México y la posterior visita de Carlos Salinas al Vaticano, heron presentadas
como signos aun más claros de la nueva relación entre la Iglesia católica y el gobierno
mexicano. El proceso culminó con la reforma Constitucional de 1992, que reconoció la
personalidad jurídica de las iglesias y con el restablecimiento de relaciones diplomáticas
entre México y el Vaticano.
14s Éste habia decidido solicitar a los trabajadores en huelga que regresaran a sus labores en un plazo máxiinu de 24 horas, y pidió que se convocara a un congreso extraordinario en la seccióii 9, una de las m h grandes y donde los disidentes contaban con más apoyos. El XV Consejo nacional Extraordinario del SNTE sesionó durante la madmgada de abril y designó a la profesora Elba Esther Gordillo como secretaria general del CEN para el periodo 1989- 199 1. Años más tarde. Elba Esther Gordillo ocuparía importantes puestos de autoridad dentro del partido. Ibíd., p. 556. 14' Meyer, Lorenzo, tlpresidei~cialisr~zo ... op. cit., p. 74 .
105
A su vez, la diplomacia mexicana jugó uii papel clave al lograr que se aceptara el triunfo de
Salinas en el exterior. En julio y agosto de 1988, cuando la oposición insistía en la
ilegitimidad del triunfo de Salinas, llegaron las felicitaciones externas por parte del
secretario de Estado norteamericano George Shultz en Washington, hlijail Gorbachov en
Moscú, Francoise Mitterrand en Francia, y de Raúl Alfonsín en Buenos Aires.
Al mismo tiempo, la relación con los Estados Unidos se estrechó al afianzar intereses
comunes. La propuesta de un Tratado de Libre Comercio con EU y Canadá se logró llevar
cabo rehaciéndose una relación especial con el vecino del norte.I5O
Los organismos financieros internacionales secundaron el apoyo al gobierno mexicano que
implemento reformas acordes a siis recomendaciones.
m Las reformas
Durante el proceso neoliberal, se dio la disminución del gasto público reduciendo los
subsidios. Si en 1982 el gasto total del gobierno había significado el 27'' del PIB, para
1990 era de sólo 17.3%. En 1982 la inversión pública tctal equivalía a 8.1% del PIB, pero
en 1990 era iIinicamente del 3.6%. La inflación disminuyó, y las cúpulas del sector privado,
como el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios y el Consejo Coordinador
Empresaria!. reafirmaron su posición como interIocutores privilegiados apoyancio
firmemente al gobierno. En las campañas del PRI, los empresarios fueron actores clave y
fuente de recursos para el triunfo del gobierno."'
A parte de la disciplina financiera y el combate a la inflación, las acciones del gobierno se
orientaron a tres puntos fundamentales: una nueva renegociación de la deuda externa, la
privatización a fondo del sector paraestatal para reducir la deuda interna y el Tratado de
Libre Comercio.
Meyer. Lorenzo, Elpresidencialisnzo..op. cit., p. 74.
15' kleyer. Lorenzo, El presidencialismo..Ibid., p. 75.
La renegociación de la deuda h e aceptada por los organismos financieros, en particular del
FMI. Esta renegociación se dio dentro del contexto del así llamado Plan Brady. Éste
supuso un paquete financiero para el cambio de deuda vieja por bonos nuevos con garantías
parciales, todos ello con el apoyo financiero del Banco Mundial, del FMI y del gobierno
japonés.
Según informes de la Secretaría de Hacienda, la renegociación trajo los siguientes
beneficios: disminución de la deuda en 14 570 millones de dólares (6 820 millones de
dólares por quita del principal y 7 750 por reducciones a tasas de interés): el servicio de la
deuda bajó en 1 629 millones de dólares promedio anual entre 1990 y 1991. y se difirió el
pago dei principal en aproximadamente 2 154 millones de dólares entre 1990 y 1992. En
suma, se redujo la transferencia neta de recursos al exterior en un promedio anual de 4 071
nlillones de dólares de 1990 a 1994."'
Corno parte del proceso de privatización, se forja una nueva alianza con el capital privado.
Se privatizaron Teléfonos de México, Fertimex, Altos Hornos de México. Aeroméxico y
Mexicana de Aviación, empresas mientras, ingenios azucareros, constructoras de equipo de
transporte, la construcción y operación de carreteras, la generación de energía eléctrica para
el consumo de empresas, etcétera. PEMEX se mantuvo como propiedad estatal, pero el área
de exploración se abrió al capital privado al igual que los campos de exploración y la mitad
de los campos de petroquímica hasta entonces considerados exclusivos del monopolio
e ~ t a t a 1 . I ~ ~
A su vez, el proceso de privatización y el mejoramiento de la economía contribuyeron a que
la confianza de los empresarios volviera al gobierno. Empezó a fluir la inversión extranjera
y se intensificó la repatriación de capitales mexicanos que habían huido er, las épocas de
incertidumbre.
"' Medina Peña: op. cit., p. 25 1.
lS3 Ibiri., p. 75.
En tanto, el planteamiento en junio de 1990 para iniciar ne,oociaciones con miras a la firma
de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, representó otro giro
radical frente a lo que se había sostenido durante muchos años.
La dependencia con los Estados Unidos era de suma evidente como para ignorarla. Desde
finales de 1945 el volumen total del comercio con Estados Unidos representaba el 83% del
total del comercio exterior mexicano. Entre 1955 y 1965 bajó a un 62% anual, y entre 1985
y 1990 subió al 70%. Más aun, el contexto internacional contribuyó a reafirmar la
necesidad de rearmarse en un bloque común desde Norteamérica. La creciente integración
económica de Europa Occidental y la presencia cada vez más fuerte de Tapón en Oriente
sirvieron de justificación a la integración de las tres economías, a fin de hacer frente a un
medio ambiente externo hostil y generar más riqueza y empleos juntos que separados.
La puesta en vigor del TLC representa parte de la culminación de la refornla estructural de
la economía iniciada a mediados de los años ochenta, y la ratificación por parte de las élites
de que no se volvería la regresión al estado de cosas anterior.
Entre tanto, en el terreno político, las propuestas de Salinas van encaminadas a un
replanteamiento de las relaciones entre las estructuras del Príamo y la sociedad. Su objetivo
consiste en pasar del corporativismo a la democratizaci~n"~; del ajuste al crecimiento; de la
protección económica al desarrollo exportador, y por supuesto, pasar de país
tercermundista, al exclusivo círculo del primer mundo vía la modernización.
"Al sacrzficio que hemos realizado debe corresponder, hacia adentro, la recuperaciórq
económica y el mantenimiento de nuestro esfuerzo de cambio estructural, y hacia fuera, en
151 Los objetivos de esta reforma estaban encaminados a someter a las corporaciones, expulsar!as de los órganos directivos y restituir el control jerárquico de la dirección nacional del partido. El encargado de realizar dicha tarea correspondió al nuevo dirigente del partido: Luis Donaldo Coiosio. La critica oficial se dirigió a las corporaciones y a la incapacidad del partido de abrirse a otros actores sociales y enfrentar la oposición.
for??za creciente, un reconocimiento de las pérdidas ya incurridas y zrna actitud
fiancanzente re~ponsab le" . '~~
Para los empresarios, el discurs~ no podía ser más claro:
"Si no crecemos por causa del peso de la deuda, no pagamos (...) propongo utzn alianza
estratégica con los particulares, para la creación de consorcios empresariales
exportadores de cobertt~ra mundial c..) Ni Estado que subsidie, ni Estado si~bsidiario."'~~
Pero las declaraciones no bastan para obtener el apoyo a la implementación de sus
reformas, tampoco será suficiente, el equipo de la SPP. Salinas tendrá que apoyarse
también, en una estrategia de inclusión de las diversas fuerzas políticas y económicas. En
este sentido, analizaremos las políticas de reclutamiento para formar una nueva clase
politico-administrativa, así como sus acciones y estrategias.
2. El equipo de Salinas
Otro importante aspecto del cual se valió salinas para la recuperación de sil legitimidad y
para llevar a cabo sus reformas, fue la composición de los gabinetes. Durante su sexenio,
esta composición será llevada a cabo en dos tiempos.
Otro importante aspecto del cual se valió salinas para la recuperación de su legitimidad y
para llevar a cabo sus reformas, fue la composición de los gabinetes. Durante su sexenio,
esta composición será llevada a cabo en dos tiempos.
A. Apertura de las políticas de reclutamiento.
El primero de ellos va en busca de la recuperación de la legitimidad y se encuentra desde
1989 hasta las elecciones de 1991. Por un lado se asocia a la centralización de puestos
lS5 Discurso hecho por el Propio Salinas, tomado de: Aziz Nassif: Alberto, en, La Susesión Presidencial en Mirico 1918-1988, Car!os Mariinez Assad, (coordinador) México, Kueva Imagen, 1992, p.353.
Ibid., p. 353. 109
estratégicos a los hombres del Presidente y por otro, a mostrar signos de apertura hacia los
representantes de otras facciones descartadas con anterioridad.
Los hombres del Presidente, y particularmente el p p o de la SPP y aliados del proyecto
modemizador, se encuentran en las áreas del gabinete económico principalmente.
Lo integran el pequeño grupo de la SPP y ciertos organismos vinculados al sector de
planificación (Secogef, SPP); el sector financiero (SHCP) y otros sectores como
Presidencia, DDF, Sedue y las altas esferas del PRI.
E1 gabinete económico se concentra principalmente en las secretarías de: Hacienda (Pedro
Aspe), Comercio y Fomento Industrial (Jaime Serra Puche), Banco de México (Miguel
Mancera) y Contraloría General de la Federación (Maria Elena Vázquez ~ a v a ) ' ~ ' . El
gabinete ampliado incluye también a las secretarías del Trabajo y Previsión Social (Arsenio
Farell Cubillas), Agricultura y Recursos Hidráulicos (Carlos E a n k Gonzálezj. y
Comunicaciones y Transportes (Andrés Caso Lombardo).
En este sentido, los hombres del Presidente Salinas ya han invadido las esferas estratégicas
que le permitirán redimensionar las funciones del Estado, reprivatizar la economía,
liberalizar los servicios y promover la apertura c~mercial ."~ La Secretaria de Hacienda
bajo el mando de Pedro Aspe, y el coordinador técnico de la Presidencia, José María
Córdova Montoya serán claves para llevar a acabo esta empresa. Entre tanto, cuatro
personajes, también del equipo de salinas, ocuparán posiciones estratégicas fuera del
gabinete económico, pero esenciales para su proyecto. Manuel Camacho Solís - e 1 más
allegado a Salinas-, es jefe del Departamento del Distrito Federal. Camacho es politólogo
y economista, y el hombre de la concertación, su misión consiste en recuperar el electorado
perdido en el DF para el PRI. El otro es Luis Donaldo Colosio que tendrá la misión de
diseñar e instaurar la reestructuración interna del Partido para ponerlo a tono con el
'j' Vizquez Nava trabajó con Salinas en la SPP (1985-1987) en la Subsecretaria de Nomatividad de Obras Públicas, Adquisiciones y Bienes Muebles, y fue Directora General de la SPP de 1982-1988, posteriormente en 1994 fue secretaria de finanzas del CEN del PRI. Rousseau, I., La Dinámica.., op. cir, P.332.
proyecto m~dernizador."~ otros dos personajes, esta vez abogados, Otto Granados Roldán
y José Rubén Valdés, también serán claves en Presidencia.
Por otra parte, El gabinete político, está compuesto por diversas concesiones a los políticos
tradicionales, a estos se les darán las secretarías, y empresas paraestatales en un gesto de
apertura hacia las distintas facciones.
Por ejemplo, aquí se encuentran las secretarías de: Gobernación (Fernando Gutiérrez
~arr ios) '~ ' ; Educación (Manuel Bartlett Díaz16'); Reforma Agraria (Víctor Cervera
~ a c h e c o ' ~ ~ ) , Agricultura (Jorge de la Vega ~ o m í n ~ u e z l ~ ~ y posteriormente Carlos Hank
~onzález '~ ' ) , Justicia, así como el IkISS. En total, ocho secretarios no tienen ninguna
afinidad con el grupo de la SPP.
También las empresas públicas más importantes son concedidas a las diferentes facciones
del Partido Revolucionario. Reaparecen nombres ligados al grupo de Díaz Ordaz (Antoiiio
Ortiz Mena. director de Banamex, y Hank González); del grupo echevemsta se encuentran.
Ignacio Ovalle, Francisco Javier Alejo y Fausto Zapata, de López Porti!lo, entran Carlos
Tello y José Andrés Oteyza. En esta misma línea, del expresidente De la Madrid S :
encuentran: Emilio Gamboa Patróil, Andrés Massieu, Manuel Alonso; del sector privado se
integra Claudio X. González del Consejo Coordinador Empresarial. Los sindicatos
conservan el Infonavit, Conasupo y el ISSSTE, instancias privilegiadas de negociación con
los líderes sindicales.
El gabinete quedó compuesto de la siguiente forma.
m Rousseau, Una Revolucibn ..., op. cit., p. 287. '59 Colosio fue Consejero del SPP en 1979-1982, Y Subdirector del IEPES en el mismo periodo, y Director General en la SPP en 1982. Rousseau, l., Una Revolucibn..,p., p288.
"La designación de Gutiérrez Barrios era un mensaje hacia las oposiciones de que habna diálogo y firmeza; al partido, de que habna respeto a sus posiciones. J. G. Castaiieda , la Herencia ...p. 276, tomado de Rousseau, I., Ibid., p. 285. 'O' Manuel Bartlett fue secretario de Gobernación durante el sexenio de MMH. I 02 Representaba a un viejo g ~ p o político.
'O3 Presidente del PRi en 1986 durante la gestión de MMH.
Gobernación
Relaciones Exteriores
Hacienda y Crédito Público Agricultura y Recursos Hidráulicos
Defensa Nacional Procuraduria General de la República
Comunicaciones y Transportes Comercio y Fomento Industriu! Educación Pública
Salud Marina
Trabajo y Previsión Sociai
Reforma Agraria Desarrollo Urbano y Ecología Pesca
Energía Minas e Industria
Fernando Gutiérrez Barrios Patrocinio González Ganido Jorge Carpizo Mc Gregor
Fernando Solana Morales Manuel Camacho Solís Manuel Tello Macías Pedro Aspe Armella Jorge de la Vega Domínguez Carlos Hank González
Antonio Riviello Bazán Enrique Álvarez del Castillo Ignacio Morales Lechuga Jorge Carpizo McGregor Diego Valadés del Rio Humberto Benítez Treviño
Andrés Caso Lombardo Emilio Gamboa Patrón Jaime Serra Puche
Manuel Bartlett Díaz Ernesto Zedillo Ponce de León Fernando Solana Morales José Ángel Pescador Jesús Kumate Rodríguez Mauricio Scheleske Sánchez Luis Carlos Ruano
Arsenio Fxeli Cubilías Manuel Gómez Peralta Víctor Cervera Pacheco Patricio Chirinos
María de los Ángeles Moreno Guillermo Jiménez González Fernando Hiriart Balderrama
' W Conocidv como el líder del poderoso griipo político y empresarial: "grupo i\tlzcomillco" del Estado de hlixico.
112
Los diferentes reacomodos en las diversas posiciones estratégicas, así como la apertura
mostrada, le valieron el apoyo de la clase política al clan de la SPP y al Presidente Salinas.
Para esta etapa, el buen funcionamiento de la economía y la recuperación de su legitimidad
le habían valido un éxito electoral importante.
Paraestatal
Desarrollo Social (antes Desarrollo Urbano y Ecología) Turismo
Contraloría General de la Federación Departamento del Distrito Federal Banco de México
Las elecciones del 18 de agosto de 1991, marcan el cierre de esta primera etapa. El PRI
había recuperado casi cuatro millones y medio de sufragios y supera por más de quinientos
mil votos al PAN. Aquella recuperación fortalece la imagen del Partido y consolida la
fuerza y aprobación de la administración salinista.
Ahora, ya con el apoyo a su gestión por parte de la clase política y de la población, la
nueva estrategia va encaminada a privilegiar el cierre de su programa ideológico: la firma
del Tratado de Libre Comercio para América del Norte. La cooptación de distintos
personajes de la izquierda mexicana y el reclutamiento adscriptivo se dirigen a este
objetivo.
Emilio Lozoya Thalma~m
Luis Donaldo Colosio Mumeta Carlos Rojas Gutiérrez Carlos Hank González Pedro Joaquín Coldwell Jesús Silva Hérzog María Elena Vázquez Nava
Manuel Camacho Solís Manuel Aguilera Gómez Miguel Mancera.
1993- 1994 1 992- 1993
1993-1 994 1988-1 990 1990- 1993 1994 1988- 1994
1988- 1993 1993- 1994
1
Diversas comisiones intersecretariales, intersectoriales y regionales van encaminadas a la
preparación de leyes y decretos destinados a reorganizar la economía y las finanzas en
vistas del tratado en puerta.
Cierre de las políticas de reclutamiento
El cierre de las políticas de reclutamiento durante la administración salinista. ocurre durante
la segunda mitad de su sexenio (1992-1994). En este sentido, la estrategia consiste en
redistribuir a los hombres de la SPP en la alta administración, en los comités y en los
organismos intersectoriales y de negociaciones del TLC, y colocar hombres clave,
allegados al Presidente Salinas.
A partir de 1992 se crean instancias para la preparación del Tratado. De los hombres de la
SPP Herminio Blanco va al Consejo Asesor del Tratado. Él es el encargado de llevar !as
negociaciones a buen término. Del sector privado se crea la Coordinadora de
Organizaciones Empresariales del Comercio Exterior (COECE). Al mismo tiempo se dan
!as negociaciones de acuerdos paralelos sobre medio ambiente y asuntos laborales,
(emprendidas el 17 de marzo de 1993) donde los participantes se integran en tomo a los
diferentes sectores productivos y el ~ e n a d 0 . l ~ ~ La cooperación también incluye distintas
secretarías que van encaminadas a remodelar las reformas laborales y comerciales de
acuerdo con el nuevo tratado: La STYPS, la SECOFI y la diplomacia mexicana166,
aseguran esta retaguardia.
Con la finalidad de asegurar la cooperación entre las distintas secretarías y organismos, la
Coordinación de la Presidencia de la República se constituye en un importante organismo
LOS trabajadores, y los micros y pequeños empresarios tuvieron un papel marginal, por el contrario, los grandes empresarios veían con simpatía la liberación comercial y la firma del TLC, esto con la finalidad de darle continuidad a la política económica del sexenio anterior. Rousseau, 1. op. cit., p. 292.
'" Por otro lado, la diplomacia mexicana se constituye en representante de los intereses económicos del país. Las embajadas más importaiites en términos comerciales se encuentran ahora en manos de eco~omistas. En este sentido, los econotriistas están presentes en un sector tradicionalmente resenrado para los políticos. Rousseau: 1. , op. cit., p. 294.
de mediación. Bajo la dirección de José Córdoba Montoya esta oficina cuenta con una
capacidad de intervención enorme. La coordinadora retoma las funciones de la Dirección
General de Políticas Económicas y Sociales de la SPP. La Coordinación formalmente
coordina, aconseja y supervisa las actividades de la Presidencia de la República e
informalmente participa en las decisiones de política interior y exterior: en economía, y en
la supervisión del comercio exterior.16' El jefe de la oficina elabora los proyectos de
reformas a la constitución y del Código Federal de Instituciones y Procedimientos
Electorales (Cofipe) y participa en las negociaciones de la deuda externa y del TLC, orienta
la política fiscal y los gastos del Estado. La continuidad de la política económica en la
esfera diplomática y las conversaciones con la oposición también restan funciones a sus
titulares, una muestra de la enorme influencia de esta dependencia.'" Esta oficina
representa un elemento importante ya que protege la toma de decisiones contra las
presiones políticas y garantiza la coherencia de las políticas sectoriales con el plan global.
Además, el hecho de que Córdoba (un hombre clave del clan) sea extranjero. y por tanto no
presidenciable constituye una garantía para el Presidente.
Por último, el pago favorable de la deuda externa, los comicios favorables de 1991 y la
firma en puerta del TLC fueron factores determinantes para la desaparicióil de la SPP. A1
desaparecer formalmente la SPP se propician cambios en el reacomodo del personal
administrativo llevando consigo a los integrantes de la SPP: Hacienda, Educación y la
Secretaría de Desarrollo Social serán las encargadas de recibir a sus integrantes.
Hacienda se encuentra ya fortalecida con la presencia de Pedro Aspe y, aunado a esto, se le
restablecen sus funciones estratégicas. La reintegración del presupuesto y de egresos la
convierten ahora en una secretaría más poderosa.'69
Ibid., p. 295. En materia de política exterior, Córdoba resta funciones al Secretario de Relaciones Exteriores, Fernando
Solana. En enero de 1992, Córdoba dirige la delegación mexicana en Davos Suiza. Él emprende de manera oficial las negociaciones destinadas a que México se integre al club de países desarrollados: la OCDE. Por otra pane, el 14 y 15 de marzo de 1992 en U7ashington, dirige personalmente las negociaciones del TLC en materia de energía. '" La SPP había cumplido ya su misión: sobre todo política. La escisión entre presupuesto y egresos era imzcional, pues respondía a una lógica política: romper con la preponderancia de Hacienda y otorgar un
115
Educación se refuerza con la presencia de Ernesto Zedillo, quien lleva consigo a
economistas allegados de la SPP y coopta a antiguos militantes de izquierda (como por
ejemplo Gilberto Guevara Niebla y Olac Fuentes Molinar).
La política educativa es un elemento decisivo para llevar a cabo el pro>-ecto, su misión
consiste en formar individuos capaces de responder a los imperativos :ecnológicos de la
nueva época. El hecho de que la secretaria la ocupe ahora un economista rompe con la
tradición, al ser la SEP el viejo feudo de los políticos. 170
Por último, la recién creada Secretaria de Desarrollo Social (.creada el 25 de mayo de 1992)
recibe a los últimos hombres de la SPP) reúne e! personal y las funciones de la
Subsecretaria de Desarrollo Regional de la ex SPP, que estaba a cargo de Carlos Rojas
Gutiérrez) en fusión con la desaparecida sedue17'. El Programa Xacional de Solidaridad y
la Cuestióil ecológica constituyen ahora sus nuevas cartas credenciales.
El puesto lo ocupa ahora un hoinbre allegado a Sa!inas: Luis Dcnaldo Colosio. ex
presidente del PRI. Sedesol cuenta ahora con el poder político de penetrar en provincia y el
Pronasol, a su cargo, tiene la capacidad de cooptar a ex militantes de izquierda antiguos
opositores al régimen."'
espacio político a un modelo de desarrollo que pretendía ser alternativo al modelo conservador de los "monetaristas". Rousseau, 1. íbíd., p. 300. 170 La escuela y la enseñanza primaria eran el lugar privilegiado para transmitir el legado revolucionario. El nacionalismo, el anticlericalismo y la defensa del ejido, se contradicen ahora con el nuevo contexto de globalización "' La Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología estuvo dirigida por miembros del equipo salinista de la SPP. Patricio Chirinos fue secretario de esta dependencia de 1958 a 1992, y fue encargado de delegaciones en la SPP de 1985 a 1987. 172 De ahora en adelante, el Proneso! y sus comités de solidaridad ya no serán entregados a los caciques del PM, en tanto, la cooptación está encaminad2 r ;sestir un golpe simbólico al PRD, resthdole simpatizantes en potencia y otorgando un poderoso aval al programa social de Salinas.
! 16
Con estas medidas, el gmpo de la SPP ocupa ahora los principales círculos decisionales de
la esfera administrativa y, al mismo tiempo, afecta de manera sistemática los espacios
tradicionales del PRI."~
3. La preparación de nuevos cuadros políticos
Para llevar a cabo la reforma del Estado y darle continuidad al proyecto modemizador, es
necesario contar con nuevos cuadros políticos que sean capaces de defender las reformas
constitucionales. Para el grupo en el poder, es indispensable llevar sus cuadros a las
instancias decisorias del sistema. El Congreso Nacional, el Senado J . el Partido se
convierten ahora en los espacios escogidos para esta tarea.
Cuatro estrategias van encaminadas a esta tarea: la primera consiste en dotar al PRI de un
nuevo programa ideológico que sea funcional al modelo económico: "el Liberalismo
social"; ia segunda es la búsqueda de un nuevo partido a través de los comités de
solidaridad; la tercera es la politización de nuevos cuadros y la cuarta, un acercamiento con
los empresarios.
El Liberalismo Social y Solidaridad
Es durante la presidencia nacional del PRI, con Genaro Borrego Estrada donde Salinas de
Gortari propone la reconversión de los postulados revolucionarios del Partido, acordes al
nuevo contexto internacional. Su programa, el "liberalismo social" es una propuesta entre
el neoliberalismo a ultranza y el estatismo nacional.
Mientras que el neoliberalismo consideraba que era tarea exclusiva del individuo
procurarse alimentación, vivienda, salud y calidad de vida, el estatismo sostenía que
'73 LOS programas tiene destinatarios diferentes: Pronasol se encarga de los sectores marginados; los programas ecológicos tratan de satisfacer a las clases medias urbanas; la escolanzación alcanza a los estratos populares, en tanto que la conducción ortodoxa de las finanzas pretende la aprobación de las clases altas. Rousseau, 1. Ibid., p. 306.
correspondía exclusivamente al Estado proveerlos, mientras, el liberalismo social postulaba
que esas necesidades eran una responsabilidad conjunta entre el Estado y la ~ 0 c i e d a d . l ~ ~
Al referirse al nacionalismo mexicano, Salinas resaltó, que mientras los neoliberales
consideraban que no existía tal, y los estatistas lo identificaban con la autarquía, el
liberalismo social lo concebía como un nacionalismo que conservaba su sentido histórico,
pero sin atarse a políticas públicas del pasado que resultaban obsoletas e inoperantes.175
En lo relativo a la soberanía nacional, los neoliberales defendían un mundo sin fronteras,
con órganos internacionales para regular no sólo los asuntos supranacionales, sino los que
correspondían a la política interior de cada país. Los estatistas en cambio. pretendían
continuar con los procedimientos del pasado, sin tomar en cuenta los cambios que habían
operado en el mundo a partir de los años ochenta y los procesos de integración de la
economía internacional. Frente a esto, el liberalismo social se presenta como una tercera
vía, que busca aprovechar las oportunidades que ofrecía una mayor interrelación económica
con los demás países, pero sin aceptar la integración política y sin ceder soberanía. 176
De esta manera, el liberalismo social pretendía rescatar la brecha entre el prograiila del
gobierno, y el programa del partido. El liberalismo social propiciaría, segun sus defensores,
el cumplimiento de la apremiante necesidad de modernizar las estructuras políticas,
econ3micas y sociales del país sin perder la identidad del partido, pues combinaba los
principios liberales que habían triunfado en el siglo XiX frente al monarquismo y el
conservadurismo, con las reivindicaciones sociales de la ~ e v o l u c i ó n . ' ~ ~
En el siguiente punto, El Pronasol afectó directamente los intereses de los priístas er, los
Estados. El reparto de bienes y recursos a la comunidad no fue más realizado por los
sectores del tricolor
--
174 González Compeán, op. cit, p. 596 175 El Nacional. 5 de marzo de 1992, Gonzalez Compeán, Ibíd., p. 597.
'76 bid., pp. 596-597.
Para este puilto, se rumoró que los comités de solidaridad -brazos territoriales de esa
secretaría- servirían al Presidente para crear un nuevo partido (Partido de la Solidaridad
Nacional). Se integraron miles de personas a estos comités que estaban libres de la
estructura corporativa del PRI. Mirón Lince lo comenta con estas palabras:
"El Presidente y los Comités de Solidaridad creados ex profeso, confomzndos también de
pobre y e-xigua nzilitancia , fueron encargados de suplantar al PRI en estas ftinciones. El
desplazanziento -al que el partido fiie sometido-, así como el estilo presidencial de
Carlos Salinas, despertó inconfonnidades entre los priístas tradicioitales. principalmente
entre los gobernadores. que fueron desplazados de szi filnción de control social al impzilsar
el Pronasol un intercanzbio directo entre el gobierno federal y los grupos interesados en i i 178 recibir los reczirsos ofrecidos .
En gran parte, la intención de Salinas no se llevó a cabo por la intervención de un viejo
cacique sindical: Fidel Velásquez.
La politización
Reforzando estas estrategias, Salinas emprendió la politización de nuevos cuadros, con
hombres de la SPP y con simpatizantes al proyecto modernizador, principalmente los
jóvenes. Estos, al igual que la vieja clase política y los hombres de la ex SPP, fueron
colocados en el Congreso Nacional, el Senado, y las asociaciones partidistas.
Por ejemplo, en las LIV y LV ~ e ~ i s l a t u r a " ~ , las comisiones más importantes para llevar a
cabo las reformas, estuvieron compuestas por los hombres vinculados a la SPP: Fernando
- -
Ií7 Ibid., p. 597. 178 Mirón Lince, Rosa María, "El PRI Alires y Después del 2 de julio: Entre la Resistericia y la Renovación, "Estudios políticos, núm. 26, sexta época. enero-abril, 2001., p. 20. 17' La LIV Legislatura (septiembre de 1988 a octubre de 1991) examinó proyectos de Ley: el tema jurídico en tema financiero fue tenor de esta Legishi~r i . Se hicieron refonnas a los artículos 28 y 123 de la Constitución; la reprivatización de la banca y niimerosas disposiciones para el sanemiento de las finanzas públicas. La LV Legislatura (1991-1991) debía reformar a fondo diferentes artículos constitucionales (entre
119
Ortiz Arana será presidente de la Gran Comisión de la Cámara de Diputados, en tanto, las
presidencias de las comisiones estaban compuestas por Ángel Saucedo Aceves (Hacienda),
Laura A. Garza Galindo (Contaduría Mayor de Hacienda), Fernando Lerdo de Tejada
(Distrito Federal), Roberto Madrazo Pintado (Educación), Mana de los Ángeles Moreno
(Programación, Presupuesto y Cuentas nacionales), Carlos Sales Gutiérrez (Comercio),
Cesar A. santiago Ramirez (Gobernación y Puntos Constitucionales). '"O
El Senado, encargado de las cuestiones relacionadas con el comercio exterior y la firma del
TLC, contó con la presencia de: Manuel Cavazoz Lema (Coinisióri de Desarrollo
Económico y Social), Rogelio iMontemayor Seguy (Planificación Democrática del
Desarrollo), Manuel Aguilera Gómez (Distrito federal), Eduardo Robledo Rincón (Segunda
Comisión de Gobernación), Antonio Álvarez Lima (Educación), etcétera.
El PRI también se llevó otro revés, la designación de Luis Donaldo Colosio como
presidente del CEN del PRI mandó a viejos priístas al olvido, o a co~nisiones de segunda.18'
Lo intención original consistía en colocar a un hombre de la SPP en el Partido, y más aun, a
colocarlo como candidato 2 la Presidencia de la República, a fin de asegurar la continuidad
del proyecto, lo que despertó rencores en el seno de la clase priísto.
"Colosio ~Mzirrieta, úlrimo candidato priista escogido a la manera trad'iciorzal, suscitó
tensiones e intereses encontrados dentro del PRI, profundizando no sólo la distancia entre
éste y el titular del Ejecutivo sino incluso provocando una ruptura en el seno de la clase t t !82 política .
ellos el articulo 27 constitucional) con las nuevas condiciones de la economía abierta y reformar la legislación electoral. l e o Rousseau, 1. op. cit, p. 3 1 1. I S 1 Como oficial mayor del PRI, Colosio sustituirá a dos de los principales dirigentes del PRI: Jorge de la Vega Domínguez (Presidente) y Humbertv Lugo Gil (secretario general), más identificados con ia vieja estructura del partido. Rousseau, Ibícl., p. 312.
Mirón Lince, op. cit., p. 22. !2Q
Los más jóvenes se dirigieron también en esa dirección. Ejemplo de ello, son los casos, de
Maria Esther Sharman, Silvia Hernandez y Tomás Yamngtón. Quienes ocupan puestos en
comisiones importantes dentro y fuera del
A los más viejos, en cambio, se les mandó a puestos y comisiones de menor importancia,
en algunos casos, a puestos eminentemente segundones. Por ejemplo. Pedro Ojeda
Paullada, ex presidente del Comité del CEN del PRI de 1981 a 1982, es retribuido con la
presidencia de la Comisión de ~ n e r ~ i a . ' ~ ' Miguel Osorio Marbán también es relegado a ese
mismo destino (también secretario de la comisión). El sentido de seguir oror_oando puestos
a la vieja clase política, es más bien. un pago por los sen-icios ofrecidos al sistema. En este
sentido, los grupos corporativos también fueron afectados. La CTM fue otro de los sectores
más afectados por el desplazamiento de los nuevos cuadros.
La formación de alianzas
Por idtimo, la formación de alianzas también contribuyó a la consolidación del nuevo
proyecto y a su estrategia de politización. Uno de los casos, es la creación del Partido del
Trabajo, dirigido por Alberto Ana-a, amigo cercano de Raúl Salinas de Gortari. Pero sobre
todo, por su alianza con el sector privado. En todo el periodo, se dan flujos entre los
miembros del sector privado y el público. Los nuevos militantes del proyecto, forman la
Liga de Hombres de Negocios, creada por dos importantes empresarios de Monteriey:
Alberto Santos y Javier Lobo Morales. Algunos miembros de este sector, también ocupan
espacios electorales o espacios en el gabinete. 185
Is3 Esther Sherman, ocupa las comisiones de programación y presupuesto, Contaduría hlayor de Hacienda en el Congreso federal, y accede a dos representaciones en el Senado. Silvia Hernández representa uno de los cuadros políticos que empezaron con Echevema, ella es la encargada de transformar al sector popular del PRI durante la primera mitad del Salinas. Tomás Yanington, en 1988, es designado delegado del CEN del PRI de la Subsecretaria de Programación y gestión del CEN de los estados de Nuevo león, Coahuila y Tamaulipas. Rousseau, l., Ibid., p. 3 16. '8"nteriormente, Ojeda Paullada fue uno de los principales competidores de Miguel 62 la Madrid para la Presidencia de la República. Iss Claudio X. Gonzalez es asesor económico del gabinete: Carlos Hank se integra tambiin al ga'uiiiete; m
Heminio Blanco va a una de las comisiones del IEPES del PRI, Antonio 9niz Mena reúne a varios de ellos y los invita a participar económicamente en la carnpaíía del doctor Ernesto Zedillo. Rousseau, Ibid., pp. 320- 327.
La politización de los cuadros llevó consigo un desplazamiento de la vieja clase política por
mienlbros más jóvenes del clan de la ex SPP, tanto sus hombres clave, conlo los miembros
más jóvenes, desplazaron a la vieja guardia priísta a comisiones y puestos de menor
importancia, provocando el recelo de los políticos tradicionales. Esto. aunado a la
designación del candidato a la presidencia: Luis Donaldo Colosio Mumeta, provocó serias
tensiones al interior de la clase política.
4. La sucesión presidencial y las rupturas internas
El proceso de sucesión en el sistema político mexicano, fue otro factor que mermó aun más
el conflicto entre los nuevos tecnócratas y la clase tradicional. La importancia concedida a
la Reforma del Estado, no se circunscribía a un proyecto sexenal. Era mucho más que eso:
pues representaba un verdadero proyecto a largo plazo. De aquí la importancia de escoger
adecuadamente al candidato a sucederlo.
La continiiidad del proyecto, cuenta además, con otro obstáculo: no entrar en co~flicto con
las diferentes facciones que se juegan su futuro político dentro de la clase política.
La firma del TLC y las elecciones de 1988, son dos parámetros que influyen en la
designación del sucesor. Por un lado, Washington se mantiene atento, a lo que sucede en la
política mexicana. La firma del TLC también es de suma importancia para los socios
comerciales y surgen entonces posibles candidatos que pueden satisfacer a todos los
interesados: el Partido, el Presidente y el Congreso norteamericano.
Surgen nombres como Pedro Aspe, Camacho Solís, Luis Donaldo Colosio, Ernesto
Zedillo, Emilio Gamboa Patrón, Emilio Lozoya Thalmann y Patrocinio González Garrido.
Los tres primeros, gozaban de amplias ventajas. Por un lado, Aspe contaba con gran
prestigio nacional e internacional, sobre todo de los círculos financieros internacionale~'~~;
Colosio, gozaba del reconocimiento de grandes facciones del partido y de la administración
pública, y Camacho gozaba de su cercanía con el presidente Salinas y de los buenos éxitos
electorales de las elecciones de 199 1. 187
Finalmente, al ratificarse el Tratado por parte del Congreso norteamericano, se conoce el
nombre del "tapado188": Luis Donaldo Colosio es declarado fonialmente candidato a la
presidencia de la República por parte del dirigente nacional del PRI, Fernando Ortiz Arana,
lo que provocó reacciones tanto en el equipo de la SPP, como en el PRI.
Las pugnas internas en la SPP
El periodo del destape, no es más que la continuación del enffentamiento entre dos visones
y dos kmpos que coexisten dentro de la ex SPP. El clan de Córdoba Montoya y el clan de
Carnacho ~ o l i s ' ~ ~ . Las tensiones inherentes a este proceso, provocan desestabilidad dentro
de! grupo de la ex SPP y culminan con la designación de Luis Donaldo Colosio a la
Presidencia de la República.
Córdoba goza de la importante oficina de mediación que es la Coordinación de la
Presidencia, del clan ortodoxo de la SPP y de las simpatías del gabinete económico. En
tanto. Camacho es más político, es ante todo un ideólogo y un estratega político. La
I g 6 Sarah Babb, comenta que "Durante mi esta~icia en Fulbright, en el otoño de 1995, 1111 funcionario de la embajada de los E.~tados Unidos expresó su opinión en el sentido de que Pedro Aspe, egresado del ITAM, COIZ
estudios en el MITy secretario de Hacienda durante el gobierno de Salinas, era "uno de los tres más gran~ies secretarios de Hacienda que M&ico haya conocido en su historia". Babb, Sarah. "Los Profesionistas en el Gobierno y el Problema de la Tecnocracia: El Caso de los Economistas en México': en Revista de Estudios Socioló~icos, El Colegio de México, Vol. XVI, núm. 48, septiembre- diciembre de 1988, p. 683.
la' González Compeán., op. cit., p. 614. lS8 El tapadismo, equivale a decir, quién es está en la mente del jefe del Ejecutivo. IR' Desde 1986 despuntan las divisiones en;;. -pos de Córdoba y Camacho. El nombramiento de éste último a la Secretaría de Desarro!lo Urbano y Ecologia provoca reacciones en el núcleo duro de la SPP, identificadc más con COrdoba. E. Márquez, ¿Por qué Perdió Camacho?, México, Océano, 1995, pp. 107-108.
regencia de la capital más grandelgO y poseer un proyecto propio son parte de su capital
político. Camacho pregona que las reformas políticas son vitales para completar la
transición. Para ello, es preciso armonizar la democratización del sistema y el crecimiento
económico.
Sin embargo, entre estos dos antagonistas, Salinas elegirá un puente entre ambas visiones.
Luis Donaldo Colosio, quien se inclina a favor de Córdoba y se constituye como uno de
sus principales operadores, representa la continuidad del proyecto -al estar más cercano a
la línea ortodoxa en el plano económico y al ser más sensible a las cuestiones políticas y
sociales que el equipo duro de Córdoba-.
Colosio se sitúa en ambos campos. En el político su paso por la presidencia del PRI"'
(diciembre de 1988 a abril de 1992) y socialmente durante la segunda mitad del sexenio
salinista al estar al frente de la Sedesol. Este último, es su capital más fuerts.19'
Dos indicadores importantes para la designación de Colosio, es su paso por el gabinete y las
dos las aportaciones de Salinas a disponibilidad del candidato.
Por un lado, el paso por el gabinete, es una muestra clara de estar a tono con las reglas
implícitas del sistema. Durante sesenta y cinco años de existencia del PRI. ninguno de los
veintioclio presidentes del CEN, ha sido presidente de la ~ e ~ ú b l i c a . ' ~ ' ~ o r otro, Salinas
había proporcionado a Colosio una doctrina: el liberalismo social y una dependencia
administraiiva de primer nivel: la Sedesol, es decir, Salinas le entregó los dos instrumentos
que son sus creaciones, sus aportaciones personales. ¿Qué otro de los precandidatos podía
exhibir tales atributos?
'" A Camacho le son fieles los delegados de y los principales cuadros del PRI en la capital, tanlo como quienes ocupan puestos clave de la Asamblea de Representantes del DF. Rousseau: op. c2.. p. 3-4. '" Colosio emprende la transformación del partido. '" El presupuesto de 1 Pronasol es impresiocante como prueba de su importancia estraté.ca. Recibe 1 300 millones de pesos en 1989, obtienc 4 8120 : , ,Yr!: . Con excepción de la Secretaría de Educacióii Pública, ninguna otra dependencia de la administración pública cuenta con un presupuesto +m elevado. Rousseau, Ibid.. p. 399. 193 Rousseau, Ibid p. 398.
124
Finalmente, el otrora grupo cohesionado de la ex SPP sufre una importante escisión,
producto de las rivalidades en su interior. Manuel Camacho Solís, inconforme con la
designación de Colosio, protagonizó, una segunda escisión priísta.
Pero en 1994, se dan varios acontecimientos que cambiarán el curso de los
acontecimientos. La violencia política, fue síntoma de que las pugnas al interior de la clase
política habían tocado fondo.
1994. el año violento
El primero de enero de 1994, ocurrió el levantamiento armado en el Estado de Chiapas del
el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) precisamente en la fecha de la entrada
en,vipor del Tratado de Libre Comercio para América del ~ o r t e ' " (TLCAN). El 23 de de
marzo de 1994, Luis Donaldo Colosio muere asesinado en Lomas Taurinas, Tijuana Baja
California Norte. En septiembre del mismo año muere también asesinado el secretario
neneral del PRI, José Francisco Ruiz Massieu, y su hermano Mario Ruiz Mzssie~, es P
designado como subprocurador general y encargado de la inve~ti~ación. '~ '
En tanto, el asesinato de Colosio es considerado por algunos analistas, como parte del
desequilibrio priista, agravado por las rivalidades crecientes en el interior de la clase
política.'96
Ante estos acontecimientos, para Salinas, era prioritario escoger un candidato que
continuara con el proyecto de modernización. Éste saldría también de las filas de la ex SPP.
19' González Cornpeán, Miguel, y Lorneli, Leonardo, El Partido de la Revolución: Znsrinrción y Conflicro (IY¿'8-¡Y99), FCE, México, 2000, p. 633.
I q 5 Éste es acusado de lavado de dinero y vír?zli!ns con el narcotráfico, además de estar implicado en la muerte de su hermano; estas acusaciones se d.:.., ,d~~drnl:..:e después de haber acusado a la dirigencia pnista de obstaculizar las investigaciones.
lg6 Mirón Lince., op. cit.p. 22.
Ernesto Zedillo Ponce de León, quien contaba con el perfil acorde a la continuidad del
proyecto salinista.
La designzción de Zedillo y su triunfo electoral aplastante, fueron una victoria par el
presidente Salinas. Los resultados de la elección, muestran que el nivel de participación era
de un 78% de los votantes registrados, el más alto, jamás conocido en México y muy por
encima de los promedios nacionales de varios países; la participación activa de votantes
independientes; y la proporción activa de votantes independientes que votaron por el PRI
captó alrededor del 50% de los votos llevándole una considerable ventaja al candidato del
PAN, Diego Femández de Cevallos (26%) y a Cuauhtémoc Cárdenas del P W (17%).19'
5. Conclusiones
Salinas de Gortari y su grupo de la SPP consolidaron sobre todo, un proyecto económico.
SU reforma del Estado estuvo en función de este objetivo. La designación de Zedijlo
aseguraba la continuidad del proyecto, pero también el fortalecimiento del PAN.
"Inmediataniente desptlés de la catástrofe electoral de 1988 -cuando las cifras ojciales
tztvieron que dar al conjunto de la oposición casi la mitad de los votos-, Sulinus y los
suyos no perdieron tiempo, y cie inmediato iniciaron la negociación con la terceraji~erza
electoral y cuyas posiciones en materia económica erun mtg: cercunas a las de Salinas: el
PAN. El objetivo era impedir que cristalizara una coalición opositora PAN-FDN. Para el
gobierno, resultó lógico y conveniente poner el acento en lo que tenían en comtin el PANy
el salinismo (que no necesarianiente el PRI).'d98
Pero Salinas no sólo se limitó al ámbito económico, también en el terreno político la élite
político-administrativa estuvo compuesta por gente de enomle experiencia y capacidad,
lg7 Ai Camp, Roderic., op. cit., p. 248.
I9%cyer, Lorenzo, El Presidencialismo.., op. cit., p. 76.
quizá no tanto como si! indiscutible líder, que aparte de contar con los suficientes insumos
de su fonilación económica, contó con una gran sagacidad política, la cual llevó hasta el
extremo.
D. Ernesto Zedillo. Consolidación del paradigma y repercusiones políticas
En 1994 Ernesto Zedillo Ponce de León gana la presidencia de la República. Su llegada al
poder representa la consumación de un proyecto que tiene en la élite político-
administrativa, su cabeza. Zedillo, no obstante ser un candidato presidencial sorpresivo y
hasta sorprendido por su propia suerte, no vacilaría en consolidar el camino avanzado por
sus antecesores. Para ilustrar las anteriores observaciones, realizaremos pues, un análisis
diacrónico del zedillato.
Con la designación de Ernesto Zedillo, el ex presidente Salinas asegura la continuidad de su
proyecto (por otra parte, el fortalecimiento del PAN durante el sexenio salinista, también se
encaminó a este objetivo). Para reforzar más este argumento, veremos que la segunda
generación de la SPP, principalmente los salinistas jóvenes y los colosistas consurxadss, se
encargarán de que el nuevo proyecto no sufra modificaciones. En el terreno económico,
prácticamente no hay reformas de fondo, la política económica ya no tiene rival, lo que lo
lleva a la consolidación del nuevo paradigma.
El perfil del nuevo presidente - q u e no es un experto en política- es un elemento más que
nos ayudará a sustentar la afirmación anterior. La composición de su equipo político-
administrativo (un equipo joven, con corta experiencia administrativa, y casi nula
experiencia política), se encamina también, en la m i m a dirección. El manejo económico
de Zedillo y su equipo demostrarán la falta de dudas al momento de aplicar el misrao
proyecto económico instaurado en el país a principios de los años ochenta. Las dudas no
serán económicas cuanto políticas. De los tropiezos económicos cometidos por esta éiite,
particularmente en el tipo de relaciones sostenidas con el partido oficial, se desprenderán
consecuencias que, si bien no afectarán la consecución del modelo económico, si
condicionarán el cambio en los personajes encargados de implemeritarlo. El 2 de julio del 12 7
2000 significó, como es sabido, el reemplazo de una élite aparentemente exitosa en el plano
económico y decididamente derrotada en el campo político.
Por lo anterior, para avanzar en lo que aquí se afirma, definiremos primero el perfil del
nuevo mandatario, esto es, las características que sugieren la continuidad del paradigma, así
como el capital político con el que Zedillo llega que, prácticamente, le peimite asegurar la
continuación del proyecto modernizador. En segundo lugar, identificaremos lo continuidad
del equipo de la ex SPP y de los allegados a Salinas y a Colosio, señalando sus
características, sus puestos, así como las medidas adoptadas que muestran la presenroción
de las políticas económicas.
Eil un tercer momento, exhibida ya la mecánica económica de esta élite, resaltaremos las
deficiencias, tanto del Presidente como de su gabinete en materia política, y los
desencuentros entre la élite y el partido oficial, analizando, especialmente, el
distanciamiento entre estas dos instituciones y los conflictos ocurridos en la designación de!
candidato del año 2000. Finalmente, concluiremos con un análisis de la pérdida del poder
para esta élite. Serán éstas, luego, las coordenadas de este acápite.
1. El perfil de Ernesto Zedillo y su gabinete
La llegada de Ernesto Zedillo al poder es fruto de la urgencia del momento y de la
improvisación. Con todo, la legitimidad y la legalidad con las que llega en las elecciones
presidenciales de 1 9 9 4 ' ~ ~ , le proporcionan un importante aval para la continuidad del
paradigma.
Zedillo llega al poder con la legalidad que ofrecen las elecciones más limpias de la historia
en el México pos r evo lu~ ionar io ,~~~ y con la legitimidad personal y partidaria de una
Ig9 Pérez Fernández del Castillo, Germán, Arturo Alvarado y Arturo Sánchez (Coords.), La Voz de los Votos: S Ut7 dnúlisis Critico de las Elecciotles de 1991, FLACSO, P o d a , México, 1995.
' O 0 Las elecciones presidenciales de 1994 fueron las primeras que contaron con una nueva legislación y, sobre tsdo, con un nuevo organismo regulador, el Instituto Federal Electoral (FE), que no sólo era ya una entidad autónoma sino que estaba dirigido por un Consejo General en el cual ni el gobierno federal ni el PRI tenían
128
aplastante victoria en las Esto, en si, constituye un enorme capital político que
anulará toda posibilidad de abrir espacios y conductos para redefinir el proyecto del país.
Su perfil y sus nexos con el clan de la S P P ? O ~ y la continuidad del equipo salinista,
aseguran la permanencia del proyecto, que pese a sus vicisitudes no sufrirá modificaciones.
Ernesto Zedillo, he aquí lo que es de nuestro interés resaltar, es un presidente que cuenta
con antecedentes distintos a los de sus predecesores. Es el primer presidente que nace y se
educa fuera de la capital. Tampoco pasa por la UNAM, alma mater de lospresidentes, y de
la mayor parte de quienes integran los gabinetes. Aunque su perfil cuenta con las
características necesarias para la continuación del paradigma203, no es, por completo, un
hombre afin al clan de la SPP, ni tampoco el favorito de Salinas.
predominio y: por ende, alguna posibi!idad de manipular los resultados. Hemández R o d r i ~ e z , Rogelio, "Presidencialis~n~ y Elite en el Carnbio Político en kléxico", en Política y Gobierno, No. 1, Vol. \;, CIDE. México, primer semestre de 1998. *O1 Zedillo obtuvo la presidencia con el 50.18% de la votación válida frente a 26.69% de Diego Fernández de Cevailos del TAN. y 17.08?/0 de Cuauhtémoc Cárdenas del PRD. El PRI triunfa tambi6n en todas las senadurias de mayoría relativa, con 95 Senadores para el PRI, 25 para el PAN y 8 para el FRD; 277
a rltUr2 diputaciones de mayoría, para el PAN 18 y para el PRD cinco. La Cámara de Diputados de la LVJ Legi-1, quedó integrada por 300 diputados del PRI, 119 del PAN, 71 para el PRD y 10 para el P'T. G O ~ J Z ~ ~ Z Compean, op. cit., p. 632. 202 Zedillo, debe recordarse, en 1987 fiie designado Subsecretario de Planeación y Control Presupiiestal de la Secretaria de Programación y Presupuesto, cargo que le permitió participar er, el diseño del "Pacto d: Solidaridad Económica". En 1989 fue nombrado Secretario de Programación y Presupuesto. Tuvo a su cargo la elaboración de los Presupuestos de Egresos de la Federación, correspondientes a íos ejercicios fiscales de los años 1989 a 1992; además diseñó los criterios de política económica que los sustentaron.
'O3 Ernesto Zedillo Ponce de León nació en México, DF, el 27 de diciembre de 195 1. Estudió una licenciatura en economía en la Escuela Superior de Economía del IPN de 1969 a 1977 y realizó un curso de evaluación de proyectos de inversión en capital humano (University of Colorado, EUA, 1974-1978). En actividades
pertenece al PRI desde 1971, donde participó en diversas comisiones del IEPES. Los cargos administrativos a nivel federal y estatal han sido los de investigador económico de la Dirección General de Programación Económica y Social de la Secretaria de la Presidencia (197 1-1974); maestría y doctorado en economía (1974-1978); economista del Banco de México (1978 a 1982) y subgerente de investigación económica y financiera (1982 1983); director del Ficorca, Banxico, de 1983 a1987; director asesor en la Dirección General (1987), subsecretario de Planeación y Control Presupuestal, (1987-1988), y secretario de programación Y Presupuesto, de diciembre de 1988 a 1993. Es nombrado coordinador general de la campaña de Colosio en marzo de 1994. El PRI lo elige como nuevo candidato a la presidencia para el periodo de !994 al 2000. Gana las elecciones presidenciales y toma el cargo el 10 de diciembre de 1994. Humbertc M~sacchio, Diccionario Enciclopédico de Mé.xico, Programa Educativo Visual, México, 1997, p. 2225
"Sza relaciones con el p i p o de la SPP son tardías. NO es fundador del Equipo, ni siquiera
11120 de slís pilares; y aunque presenta el ye@l requerido en términos de formación y
edzlcación administrativa, se trata de un recién llegado. Más que su peij51, Zedillo debe a
Francisco Gil Diaz su ingreso a !a SPP. Gracias a él, corzsigue un puesto coino
subsecretario de una SPP dirigida entonces por Pedro ~ s ~ e . " " ~
Además, aun sin ser un hombre enteramente del clan: Zedillo se encuentra más identificado
con la élite gobernante que con cualquier otra facción opositora a ella. Es por ello que en la
designación de su gabinete, con excepción de Pedro Aspe y Francisco Gil Díaz, los
allegados de Salinas conservan el dominio de las áreas estratégicas, como la económica y la
social. Veamos puntualmente estas designaciones.
En el gabinete económico, Jaime Serra Puche asegura la permanencia de los SPP en
Hacienda, mientras, los que eran subsecretarios de la SPP de 1989 a 1994, pasan a tomar
las riendas de otras secretarías clave: Herminio Blanco (Secofi); Guil lenn~ Oriiz
(Hacienda, Comunicaciones y Transportes y Banco de México); Carlos Ruiz Sacristán
(Com~inicaciones y Transportes). Además, José Ángel ~ u r r í a ~ O ~ y Rosario s re en"^ también son economistas formados en el extranjero, con militancia en el PRI.
?O4 Rousseau, 1.. op. cit., pp. 425-426. 205 José Ángel Gurria Treviño inició su carrera eii el servicio público en 1968, como analista del área internacional de la Comisión Federal de Electricidad. Ha desempeñado, asimismo, los siguientes cargos: Secretario Particular del Director General de Nacional Financiera, Subgerente de Asuntos Internacionales de la misma institución, Delegado Permanente de México ante la Organizacio~ Internacional del Café, Director General de Crédito Público y miembro del equipo negociador de la deuda externa, Subsecretario de Hacierida y Crédito Públicü y ¿üncspor,;ab!c de la; ncg~ciaciüii=~ 11~: i ~ í j i t ~ : ~ fiiiencizrü del Tratado de L;Uri Comercio de América del Norte, Director General del Banco Nacional de Comercio Exterior y Director General de Nacional Financiera.'Es militante del Partido Revolucionario Institucional desde 1968, en donde ha sido miembro de las comisiones de Asuntos Internacionales, Modernización e Ideología. Durante la campaña presidencial del doctor Ernesto Zedillo, fungió como Secretario de Asuntos Internacionales del Comité Ejecutivo Nacional. El 7 de diciembre de 1994 fue designado como titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores por el Presidente de la República, cargo que desempeño hasta el día 5 de enero de 1998, cuando fue nombrado Secretario de Hacienda y Crédito Público.
*O6 La profesora Rosario Green cursó su licenciatiira en Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Obtuvo una maestría en Economía en el Ceniro de Estudios Económicos y Demográficos de el Colegio de México y continuó sus esiudios de posgrado en la Universidad de Columbia en Nueva York, especializándose en Economía Internacional y Problemas Latinoamericanos. Al terminar sus estudios en la Universidad de Columbia siguió un curso
170
En el plano social, de la misma manera, el grupo de Sedesol confirma la continuidad:
Carlos Rojas Gutiérrez permanece con la titularidad de Desarrollo Social (1994-1998);
Arturo Warman, Miguel Limón Rojas y Julia Carabias tambii-n perteriecen al ,snipo.207 En
tanto, en lo que corresponde a los puestos políticos, éstos los ocupan allegados a Zedillo,
como Esteban Moctezuma Barragán (Gobernación) y Fausto Alzati (Educación). La
Procuraduna General de la República pasa a manos del PAN y reconocidos colosistas son
reclutados por Zedillo: Santiago Oñate Laborde (secretario de Trabajo y Previsión Social);
Luis Téllez (Energía 1997-2000) y Liébano Sáenz (secretario particular del Presidente).
"Otra característica de este equipo, es que es la segunda generación de la SPP: Más que
los hombres de la SPP, ese gabinete nos presenta a sus hijos. Encaramada ya erz las
s~ibsecretarías de Estado, la segunda generación de la SPP entra masivamente. Los recién
llegados son técnicos: su tarea principal consiste en aplicar y reajustar tln i?zodelo
elüborado eiz otros lugares y otros tienzpos. En este sentido, la conforrnaciórz del gcbincrc
correspo~:de al principio que Salinas ya e~cponia a partir de 1992: el cambio de paradigma
-!rr rPfOl.l?ta de la RevoIzrciÓn- exige un cambio generacionril". 'O8
Gobernación
Relaciones Exteriores
Esteban Moctemma Barragán Emilio Chuayffet Chemor Francisco Labastida Ochoa Diódoro Cal~asco Altamirano José Áneel Guma Treviño
especializado sobre integración latinoamericana en el Instituto para la Integración Latinoamericana (INTAL) en Buenos Aires. Ha sido profesora e investigadora en el Colegio de México desde finales de 1968, gozando desde 1983 de una licencia a fines de ocupar el puesto de Directora General del Instituto Matías Romero de Estudios Diplomáticos de la Secretana de Relaciones Exteriores de México. Durante 1989 fue Directora de la Comisión de Asuntos Internacionales del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional. El 7 de enero de 1998 fue designada como titular de la Secretaria de Re!aciones Exteriores por el Presidente de la República Mexicana.
207 Rousseau, 1. op. cit., p. 429. 208 Rousseau, o?. cit., p.432.
Hacienda y Crédito Público
Defensa Nacional Agricultura, ganadería Y Desarrollo Rural (antes Agricultura y Recursos Hidráulicos) Comunicaciones Y Transportes Comercio y Fomento Industrial Educación Pública
1 Salud I I Marina Trabajo y Previsión Social
I
Reforma Alar ia
I
Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (antes Pesca) Procuraduría General de la Republica Energía (antes Energía, Minas e Industria Paraestatal) Desarrolio Social
Turismo
Rosario Green Macias Jaime Serra Puche GuiIlermo Ortiz Martínez José Ángel Gurría Treviño Enrique Cervantes Aguirre Arturo Warman Gryj Francisco Labastida Ochoa Romárico Daniel Arroyo
Carlos Ruiz Sacristán Herminio Blanco Mendoza
Fausto Alzati Araiza Miguel Limón Rojas J. Ramón de la Fuente J. Antonio González Fdz. José Ramón Lorenzo Franco Santiago Oñate Laborde Javier Bonilla García J. Antonio González Fdz Mariano Palacios Alcocer Miguel Limón Rojas Arturo Warman Gryj Eduardo Robledo Rincón Julia Carabias Lillo
Antonio Lozano Gracia Jorge Madrazo Cuéilar Ignacio Pichardo Pagaza Jesús Reyes Héroles Luis Téllez Kuenzler Carios Rojas Gutiérrez Esteban Moctezuma Carlos Jarque Uribe SiIvia Hernández Henríquez Oscar Espinosa Villarrea!
Contralona y Desarrollo Administrativo (antes Contralona General de la Federación) Departamento del Distrito Federal
Nonna Samaniego Breach Arsenio Farell Cubillas
Oscar Espinosa Villarreal
Estos nombramientos son muestra de la continuación del proyecto salinista y del grupo de
la SPP. Como puede apreciarse, son muchos los nombres que vuelven a aparecer en estas
designaciones. Se trata de una élite con una circulacikn mínima y hasta exigua. Se trata,
en corto, de un grupo de poder que opera una renovación restringida en sus mandos o, lo
que es lo mismo, una circulación más bien estable. Además, en esta misma dirección y
como consecuencia natural de lo anterior, el discurso zedillista y las medidas
implementadas en materia económica, muestran que no hay ninguna intención de modificar
ei nuevo proyecto.
Banco de México
Zedillo es un tecnócrata sin experiencia en el ámbito político, que no cuenta, (derivado de
su llegada improvisada) ni con un grupo político, ni con un proyecto propio20Y. La
composición del gabinete muestra la juventud e inexperiencia en el ámbito político, y cortas
carreras en la administración pública. Rogelio Hernández apunta en este sentido.
Guillermo Ortiz Martínez
El gabinete de Zedillo estuvo conformado principalmente por un equipo relativamente
joven; la generación de funcionarios de los 50 al igual que el de Salinas, desplazó a la
generación de los 30 de los políticos tiadiciona~es.~'~. Otra característica de estos
funcionarios es que cuentan con un perfil en la rama administrativa y cortos periodos de
tiempo en que las desarrollaron. Veamos lo que Hernández apunta al respecto.
De los 16 secretarios, 8 no han tenido jamás contacto alguno con el PRI ni en los puestos
de elección. Aunque la proporción parece muy equilibrada, resulta que de los 8 restantes,
3 quefi,otiran con puestos en el Partido (Espinosa Villarreal, Gtirría y Rojas) lo hicieron
temporrrlmente en campañas presidenciales, lo que indica qtre se acercaron rr él obligados
por las circunstancias y no para modzficar sus trayectorias administrativas. Este panorama
"%ernández Rodríguez, Rogelio, "Presidencialismo, Ibid., p. 202. "O Hernández Rodríguez, Rogelio, "Presidencialismo Ibíd., pp. 2 1 1
se completa cort otro, particularmente importante para mostrar su improvisación: 5 de 10s
16 se convirtieron en secretarios después de una trayectoria de entre 6 y 14 años, lo que
además de rapidez indica que fueron incorporados, cuando mucho, en los dos últimos
sexenios, lo que se comprueba con el pequeño nzímero de puestos que reunieron antes de
obtener titularidad en una Secretaría. Uno de los aspectos más interesantes es que están
responsabilizados de las áreas írrás delicadas del gobierno: economía (comercio y
energía), asuntos sociales y justicia (Desarrollo Social, Reforma Agraria y Procriradtiria).
Los funcionarios con más experiencia, en su mayoría están colocados en áreas técnicas
que, pot- definición, exigen mayores habilidades. A todo lo anterior hay que añadir a dos
finzcionarios (Julia Carabias y De la Fuente) que carecen de toda experiencia, ya no sólo
electoral o partidaria, sino en el propio s e c t ~ r ~ ~ í b l i c o . ~ "
Como puede entreverse de lo anterior, es posible que la conformación de un equipo joven e
inexperto acentuara los tropiezos cometidos en materia económica pero, aun así, la
permanencia de un equipo con las características en formación económica y sobre todo su
firmeza y su compromiso con el proyecto, aseguran la continuidad del paradigma. Es esto
lo que mostraremos en el siguiente apartado, toda vez que hasta aquí, exhibida la irrupción
improvisada de Ernesto Zedillo hemos, tratado de presentar la conservación de las líneas
fundamentales de la élite político administrativa sobre la que se monta el mandato
zedillista.
La continuidad del modelo económico
Desde su toma de posición, Zedillo marca claramente las líneas de continuidad del proyecto
modernizador:
"Segzriremos luchando contra la inflación para lograr un crecimiento sostenido en
beneficio de todos (...) para no destruir la estabilidad que ha costado tantos sacrificios al
pueblo inexicano (...), nzantendremos una estricta disciplina en las finanzas ptíblicas. El
crecimiento sostenido exige un panorama de estabilidad económica y financiera que
2 1 1 Hemández Rodríguez, Rogelio, Prcsidencialismo ... Ibíd., p. 2 12.
oararztice la certidumbre y la confianza para ahorrar, planificar, invertir y trabajar de O
,, 212 rnanera pl-oductiva. Eso exige reglas calaras y trato justo para todos .
Otro indicador de la continuación de la política económica es el Plan de Emergencia
propuesto desde enero de 1995. Como nueva versión del PIRE de 1982, éste incluye: un
apoyo prioritario al sector exportador, una política monetaria restrictiva y una firma política
de ingresos basada en un bloqueo nominal de precios y salarios.213 Sin ser nuestro objetivo
detenemos particularmente en cada una de las medidas adoptadas, o de los casos
particulares de cada contingencia económica, como la devaluación del peso o la crisis
económica de inicio de sexenio, la conclusión, es una sola: ninguna circunstancia o
accidente económico ocurrido durante el zedillato mueven, en absoluto, las líneas generales
del proyecto en materia económica en todo el resto del ~exenio.~' ' '
En éste sentido, y como anunciamos anteriormente, es una realidad que el curso económico
del sexenio zedillista fue la prolongación del proyecto anteriormente instaurado por sus
predecesores. Zedillo, miembro de ese clan, operó con la misma receta económica.
Económicamente, el país no sufrió mayores variaciones. Los cambios, grandes e hisroricos,
fueron de otra índole. Ahí la necesidad de observar el tono e intensidad de lec cor.t?ictos
políticos que acabarían por manchar el mandato zedillista.
2. Los conflictos políticos
Los conflictos políticos que, finalmente, llevarían al traste el dominio zedillista fueron
innumerables. La poca sensibilidad del grupo zedillista acusó gran responsabilidad en estos
hechos. El grupo, con Zedillo a la cabeza, se caracterizó por su escasa capacidad política
"' Rousseau. I., op. cit., p. 427. "3 La primera medida (tras la crisis económica de 1994) se apoya en la esperanza de recibir una ayuda importante del FMI, del Banco Mundial y de los socios de México en el TLC. La segurida preconiza una reducción del gasto público y la separación del Estado en materia de infraestructura. Por último, una política antiinflacionaria que congele precios y salarios y no la paridad, como en el pasado reciente. En pocas palabras la misma fórmula que la economía del país recibió desde 1982. Rousseau., Ibid., pp. 444-445. "" La devaluación del 20 de diciembre de 1994 no significa en absoluto la muerte del proyecto de desarrollo instaurado por el grupo de la SPP. Rousseau., Ibíd., p. 440.
135
para canalizar los conflictos que progresivamente crecieron. Muchos de estos problemas
fueron generados desde la misma presidencia y su de incapacidad para definir posiciones.
Este fue el caso de la "sana distancia" que el Presidente prcpuso a su partido. La relación
entre el P M y el Presidente, precisamente, será el conflicto político que aquí indagaremos
y, del cual, nos serviremos para ilustrar las deficiencias en materia política de esta élite para
resguardar su propio proyecto económico. En este sentido, la política fue la instancia que
determinó la derrota del grupo zedillista en las históricas elecciones del 2 de julio del 2000.
La XVII Asamblea Nacional del PRI.
La XVII Asamblea Nacional del PRI, celebrada en septiembre de 1996, estuvo marcada por
demandas y reclamos por parte de la militancia y la estructura territorial. Entre ellas
destacaron las frecuentes intervenciones del centro en los conflictos propios del Partido; la
intromisión del CEN en la designación de candidatos y dirigentes locales; el trato favorable
a la oposición por parte del gobierno; el reconocimiento de la militancia y carrera dentro
del Partido; la selección democrática de dirigentes y candidatos a elecciones.
Durante esta asamblea uno de los temas que repercutieron fue la falta de liderazgo por pa;te
del Presidente, cuyo antecedente se suma al desprestigio del ex presidente Salinas (por
ejemplo, las iniposiciones sobre Solidaridad y el liberalismo social aplicados durante el
gobierno de Salinas, fueron bcrrados de los estatutos). Así mismo, los poderes regionaies
cobraron mayor importancia en su conflicto con la élite nacional. El Consejo Político
Nacional (CPN) amplió su influencia en los órganos directivos locales y se reconocirj
ampliamente la fuerza de los gobernadores al incorporar a cinco de ellos, uno por cada
circunscripción nominal.
El CPN, que desplazó a la Asamblea Nacional como órgano supremo, ahora retornaba el
control sobre la aplicación de los recursos financieros del Partido y sobre las facultades
para nombrar presidente y secretario general del CEN.
Además de lo anterior, aparecieron los llamados 'caodados" que s i g n i f i m -0s
requisitos para seleccionar candidatos a puestos de elección popular: el más irnpor<aak &
ellos fue la propia designación de candidato a Presidente de la República y a pwstos
ejecutivos. Las condiciones establecidas fueron los siguientes:
Tanto para Presidente de la República como para gobernadores, los requisitos consisten en
haber desempeñado un cargo de elección popular, haber sido dirigente de partido y tener,
como mínimo, diez años de militancia partidista.
Los nuevos candados buscaban evitar que el sucesor del Presidente presentara el mismo
perfil de la élite tecnocrática, es decir, bajo el cual los políticos tradicionales habían
quedado fuera del gobierno. Una vez impuestos los candados, tan sólo dos miembros de
entre los secretarios de Estado, cumplían estos requisitos para la sucesión presidencial:
Rosario Green y Francisco Labastida.
Para estas alturas era claro el conflicto entre la élite tecnocrática y el PRI. El resultado era
claramente una derrota para el presidente Zedillo y su cmpo. En la XVTI Asamblea del
PRI, el Partido, cobró algunas deudas pendientes con su líder natural. De entre ellas, el
manejo zedillista del propio PRI vía una "sana distancia" que nunca terminó por esclarecer
sus propósitos, fue, sin duda, una de las heridas que más motivaron al priísmo durante su
XVII Asamblea.
La sana distancia
Tanto Salinas como Zedillo eran responsables del impulso al nuevo modelo económico que
no resultaba del agrado en todas las comentes del Partido, pero éste, no sería el único gran
tema de disputa y de conflicto, también lo era el tema de la democracia interna del partido.
Latente, pero firialmente controlado durante el salinato, este desajuste interno dentro del
PRI, estallaría en el zedillato sin contar el grupo zedillista con la habilidad y canales para
matizarlo. Zedillo mismo, tal vez sin medir las consecuencias de sus declaraciones, inició
con esta problemática. 137
Creo firmemente en que la democracia exige una sana distancia entre
mi partido y el gobierno. La Constitución señala, con precisión. el
espacio que a cada uno le corresponde y mi compromiso será
mantener diáfana la distancia que debe separarlos. Lo he dicho y lo
reitero: los priístas no queremos un Estado que se apropie del
partido, ni un partido que se apropie del ~stado.'"
Zedillo, con esta afirmación, hacía referencia a la recordada "sana distancia". Con ella,
pensaba el Presidente, las relaciones con su partido evolucionarían de manera satisfactoria a
sus intereses. El resultado fue, sin embargo, contrario a sus propósitos.
La Comisión Nacional de Ideología, encargada de definir los principios de la sana distancia
y de rescatar a ésta de la confusión que ésta había provocado entre el Presidente y su
partido, aseguraba que ésta fórmula implicaba el replanteamiento de nuevas relaciones:
No es la sana distancia ruptura, sino más bien el comienzo de una nueva relacidn 2?z la que
el Presidente deja de ser un contendiente dentro del P~rtido, esto es, un stistentante de
grupos, individuos o tendencias, pues liderazgo quiere decir dirección y conducciCn
política, no predominio tutorial ni control
Aunque la Comisión Nacional de Ideología daba el mensaje de un nuevo liderazgo, para el
Y R I la sana distancia implicaba un abandono del Partido por parte de su histórica
dirigencia. El partido, acostumbrado a la llamada "linea presidencial", tomó la "sana
distancia" como ausencia de liderazgo y como vacío de poder. El mensaje de Zedillo, y el
intento de traducción de éste por parte de la comisión encargada, de esta manera, fracasaron
rotundamente.
*15 Bid., p.639. "6 Villa Maniiei, " La Iiistitución Presidencial y la Reforma del PRI", en La Rt.for?na del PRrry el Catnbzo Delnocratico, Limusa, México, 1991, p. 67.
138
Zedillo, había tomado la sana distancia como el fin de los apoyos indebidos al paitido por
parte del gobierno, pero no como el fortalecimiento del partido frente a la oposición. Ahí,
efi el descuido y protección que el partido reclamaba y encontraba ausente en la sana
distancia. El PRI comenzó a sentir molestia por el tipo de liderazgo al cual Zedillo lo
sometía.
En síntesis, la advertencia de Zedillo al anunciar la sana distancia era la competitividad
electoral, en la cual el partido tendría que vérselas sin la tradicional protección del Estado.
Acostumbrado al cobijo estatal, a ser un partido hegemónico en el más literal de los
términos, el PRI se veía, así, impulsado por su propio líder a un cambio y una adaptación
organizativas para los cuales no había sido debidamente preparado.
La instrumentalidad del PRI no terminó así con la sana distancia. La remoción de su
dirigencia nacional por parte del Ejecutivo observó en el zedillato un ritmo inusiiado.
Durante su sexenio, por designación del propio Zedillo, se alteró la dirigencia del CEN
priista en jcinco ocasiones!: Ignacio Pichardo Pagaza, María de !os -4nge!es h1lorei:o
Lrriegas. Santiago Oiiate Laborde, Huniberto Roque Villanueva, Mariano Palacios Xlccccr
y José Antonio González Fernández.
En ei plaiio político, puede observarse, el manejo tan particular al que Zedil!o sometió al
PRi. Aunque ya con Salinas había comenzado este manejo que, en el fondo, represenraba la
devaluación del partido oficial. Pero Salinas, a diferencia de Zedillo, sujetó fuertemente los
hilos del partido. Molesto por sus intromisiones, el PRi no dejó ilunca de apoyar la poiítica
salinista: la amenaza de destituciones (Salinas removió como nadie gobernadores), por un
lado, y la eventuales concesiones que Salinas hacía al partido, condicionaron que el PRI
observara un comportamiento esencialmente disciplinado durante los años de 1988 a 1994.
Con Zedilio, en cambio, las cosas fiieron muy diferentes: el mismo programa económico
que significaba costos para el PRT, pero ningún movimiento político que representara
incentivos para el tricolor.
La sana distancia con Zedillo acentuó esta situación. La XW -lea del PW
manifiesto la explosión de la militancia.
7 ::;x
3. El perfil del sucesor y las primarias de 1999
Con miras a las próximas elecciones presidenciales del año 2000, el tema de la sucesión
presidencial adquiriría una novedad en la historia de este proceso. Ahora, la facultad
metaconstitucional de designar a su sucesor sería, si no completamente remplazada, si
transformada. La situación en el sexenio de Zedillo había inclinado la balanza hacia una
relativa autonomía producto de los resultados de la XVII Asamblea Nacional y del
creciente poder de los gobernadores.
Los candados aplicados a los candidatos a puestos ejecutivos facilitaban una competencia
más clara entre los grupos políticos. Tomando en cuenta, no sólo las reglas formales de la
nueva sucesión, sino también la necesidad de credibilidad ante la sociedad, el tricolor
estableció un proceso más democrático para designar a su abanderado presidencial. La
novedad en este caso, se vio reflejada en las nuevas condiciones y eri el tranrciirso que
tomó la carrera por la presidencia en el tiicolor. Zedillo, entoilces, tuvo que aceptar las
nuevas condiciones en busca de esa legitimidad.
La novedad que se estableció fueron las nuevas condiciones de competitividad. Los t o ~ e s
de campañas, los debates entre los precandidatos y las sanciones entre los contendientes,
también fueron objeto de esa reglamentación.
Con todo y la reglamentación establecida, el riesgo de una fractura en el tnc010r siempre se
presentó latente, pues el distanciamiento del Presidente con el partido reflejó una
incertidumbre a la que no se estaba acostumbrada la vieja disciplina priísta. Las frecnentes
amenazas de ruptura fueron una atmósfera durante el proceso. En este sentido, la disciplina
priísta volvió a jugar un papel importante para que dicha fractura no se llevara a cabo.
Los prccandidatos que participaron en las primanas de noviemh de, 1999 .
Humbeito Roque Villanueva, Roberto Madrazo, Manuel Bartlett y Fmim
Ochoa. Los primeros tres, con sus constantes demandas por los apoyos PJbh
comeron a favor de Labastida, parecieroii favorecer la identificación de éste corno el -
candidato oficial. En este sentido, la acusación de que Labastida era el candidato oficial de
Zedillo, ayudó, informal pero plausiblemente, a trazar la famosa "línea", lo cual le facilitó
las cosas a Labastida.
Lo que sucedió en este caso es, como señala Rogelio Hernández, que el comportamiento
priísta tradicional fue la pieza que cerró el círculo: la identificación, si se quiere codificada
pero real, de Labastida como el candidato oficial, redundó en que esa militancia,
profundamente conservadora, mantuvo el principio de subordinación al que el sistema
sometió al pRI.*17 Roberto Madrazo, pese a sus frecuentes amenazas de ruptura, no salió
del partido. Manuel Bartlett y Humberto Roque reconocieron rápidamente a Labastida
Gchoa como el ganador de las primarias. Y el Partido, motivado por la posibilidad de
expresar libremente su voluntad, volvió a apoyar a aquel candidato que mejor y más
f elmente representaba los valores tradicionales del priísmo. E! 8 de noviexbre de 1999, el
propio, Labastida levantaba 10 millones de votos a su favor. Con ellos, se pensó entonces,
se había asegurado el capital político suficiente para ganar las elecciones en el 2000. Pero
las cosas no fueron así.
4. La pérdida del poder: las elecciones del 2 de julio del 2000
El 2 de julio del 2000 el PRI perdio ;a presidencia de la República. Con ello su histórica
hegemonía llegó a su fin y el otrora partido todopoderoso pasó a ser parte de la
oposición.21s Las cifras de esa jornada electoral dieron al PRI 13.33 millones de sufragios,
esto es, el 36.1% de total de los votos. Con eIlos, en términos absolutos, su votacibn a nivel
-
"' Hernández. R., "la Historia Moderna del PRP, Foro Internacional, El Colegio de hiéxico: México, abnl- junio. 2000, p. 304.
'18 Crespo, José Antonio, De ia Hegemonía rl ia Oposición. Un Estudio Comparado 1994-2301. Cepcon:, hféxic0200 1.
141
federal tuvo un incremento de 2.3 millones de sufragios en comparación con la elección
previa."Y Con estos porcentajes, el tricolor ganó la votación presidencial en 11 estados; en
otros 20 se ubicó como primera minona y se mantuvo como primera opción para senadores
en 16 entidades y para diputados en 17.
A los saldos anteriores debe agregarse las posiciones legislativas que el PRI conquistó en
esa fecha: 2 1 1 escaños en la Cámara de Diputados y 60 curules en el Senado. Con estas
cifras, ciertamente, después del 2 de julio del 2000 el Partido amaneció como la fuerza
política más numerosa en ambas Cámaras. Quedó lejos de su tradicional mayoría absoluta,
pero sus posiciones no dejan de representar un capital político de considerable importancia.
Pero el Revolucionario Instihicional perdió la presidencia. Ahí el dato que nubla cualquiera
otra de sus victorias. Por primera vez un candidato surgido de la oposición ocupa la más
alta magistratura del país, y por primera vez, el PRI es derrotado en este renglón.
Las camas de la derrota priísta son distintas y variadas. Sin ser nuestro objetivo áetenenos
aquí a ponderar los distintos motivos que algunos analistas han propuesto para interpretar la
caída tr ico~or '~~, podemos, a un nivel general, enunciar algunas de ellas como preilnbl~lo a
destacar de lo que realmente concierne a nuestro interés: la responsabilidad de la élite
político administrativa en esa jornada perdidosa.
El PRI llegó al 2 de julio del 2000 sumamente desgastado. Más de 70 años en el poder eran
la causa de ese cansancio. Al fastidio natural de la ciudadanía se agregó los últimos 250s
plagados de crisis y apuros económicos. Con el programa económico en boga, que el PRT
más por inercia que por convicción apoyó, la población había sufrido en su propio bolsillo
la implantación de un programa severo de ajuste y reducción de gastos sociales. Ennero
esta situación, el PRI parecía contar después de sus primarias de 1999 con el respaldo
necesario para ganar de nuevo. Nuevamente, sin embargo, las falsas promesas (uri "nuevo
Cfr. Berruelo. Federico, "Poder Repartido", Voz y Voto, núms. 89-90, México, julio-agosto. 2000, p. 35. 220 Para algunas de estas interpretaciones véase Crespo, José Antonio, op. cit.; Dutrénit, "La manzana de la discordia o el voto Útil en las elecciones más competidas en México", en Meyenberg, Yolanda (Coord.). El Dos de Julio: reflexiones posteriores, Flacso, IIS-IíNAM, UAM-Iztapalapa, México, 200i, pp. 333-348;
PRI" que nunca llegó y acabó en manos de los mismos personajes de siempre, aquella
precisamente de los que la población estaba cansada) del pnismo acabaron con sus miss
expectativas de triunfo. La campaña presidencial de Francisco Labastida no supo mantener
sus fuerzas originales. En declive paulatii~o, y arrebatado por Vicente Fox el tema del
cambio, el proselitismo priísta no arrojó nunca confianza sobre sus probabilidades reales de
vencer a la oposición. Obedeció entonces a un cansancio estructural de la población con la
política y estilo priísta, se sumó una campaña mal tejida fundada precisamente en lo que la
ciudadanía repudiaba del PRI.
La impronta que Vicente Fox impregnó a su proselitismo dio justo en el centro. Ahí donde
la población acusaba desgana con las promesas priístas, las mismas de siempre, Fos y su
equipo de campaña llenaron su proselitismo de frescura y confianza renovadas. Con u11
proselitismo muy adelantando y una mercadotecnia bastante atinada, el foxismo produjo el
llamado "efecto Fox". El voto útil, inspirado en el fondo en un voto contra el PRi, tuvo así
lugar. Fue tal su impacto que el mismo voto perredista se corrió hacia 21 bando
blanquiazul. Las elecciones del 2 de julio del 2000, ciertamente, quedaron selladas por ese
t i ~ o be oto que posibilitó la victoria foxista. Una adecuada ertr~tegia de campafia,
repetimos, fue la fuente principal del denominado efecto Fox.
Lo misnio que el PRI, ei PP,D sufrió también ese voto a favor de un cambio. La dramática
caída del voto perredista perjudicó las posibilidades de Francisco Labastida. Como nUr;ca
antes el voto cardenista levantó muy pocas expectativas. El tema del cambio pertenecia a
Vicente Fox. Arrebata esta bandera, el perredismo naufragó entre propuestas y
proposiciones que no terminaron por convencer más que a su voto duro, esto es, su
histórica imposibilidad de rebasar la barrera de los 20 puntos porcentuales.
Mirón, Rosa María, "El PRI antes y despues del 2 de julio: entre la resistencia y la renovación", Est~dios Políticos, No. 26, FCPyS-WAM, Mexico, enero-abril, 2001, pp. 13-34.
! 43
Las nuevas condiciones de competencia, ahora con más legalidad y transparencia,
imposibilitaron la otrora compra de votos de la cual el PRI se servía para llenar las urnas.22'
El PRI, en condiciones rigurosamente competitivas, no tuvo la misma fuerza que antaño
cuando su configuración como partido hegemónico le procuraba ventajas artificiales.
Competir en igualdad de condiciones fue así un perjuicio del cual el PRI no pudo librarse.
Esto fue un reflejo inequívoco del fallido proceso de adaptación institucional del PRI a la
democracia irreversible. Este proceso, echado a andar desde los mismos inicios del
salinismo, fue sumamente desafortunado en los tiempos del zedillato. Ahí, en la
responsabilidad de la élite política encargada de corregir los desajustes al seno del PRT, se
encuentra una de las causas de la derrota que más nos interesa destacar. Es ésta, la
ubicacián de los errores cometidos por la élite política administrativa en el poder, la cousa
con la que cerraremos este apartado.
22' Un trabajo que recientemente apunta la "ineficacia" priísta en la manipulación del voto en Cornelius, Wayne, "La eficacicl de lo conpra y coacción del voto en las elecciones mexicanas de 2000': Perfiles Latinoamericanos, Flacso, No. 20, junio 2000, pp. 1 1-3 1.
! 44
E. Conclusiones
A partir de 1982, como hemos tratado de mostrar en esta tesis, una nueva élite, de tipo,
conformación y configuración distintas a la qiie tradicionalmeiite había manejado los
destinos del país, se instauró en las aulas del poder. Esta élite, en sus antecedentes,
provenía de los intentos de refuncionalización del sistema político que Luis Echeverría
Álvarez y José López Portillo protagonizaron en sus respectivos mandatos. Pero es,
propiamente, con la llegada de Miguel De la Madrid Hurtado con quien esta élite se
coiisolida como un grupo compacto y con un proyecto definido para asegurarse el control
del país.
Esta élite, en tiempos de De la Madrid Hurtado, comenzó a operar la transformación
económica del país. Fue entonces cuando México conoció un ajuste estructural en su
modelo económico que resultaría irreversible. Esta élite, concentrada en la implantación de
siis programas y recetas económicas, no enfrentó, sino hasta 1988, grandes prubleinas eri el
plano político. Los años previos a 1988 fueron, en efecto, una advertencia del malestar
político que iba engendráiidose en el país. Fue Acción Nacional, particularmente ei? el 250
1986, quien dio muestras de esa inconformidad. Contando, empero, con el apoyo
sustancial de la población, esa élite pareció hacer caso omiso a las protestas blanquiazriles
que venían del iiorte.
En el año de 1988 el conflicto, para sorpresa de esa élite, vino desde adentro del régimen.
La creación de la Comente Democrática y su posterior conversión en el Frente
Democrático Nacional, significó la más grande ruptura en el grupo gobernante. ¿La causa?
El desplazo de toda una generación de políticos tradicionales, margicados, excluidos y atin
humillados, por un nuevo grupo no formado en los usos y costumbres del priísmo. El
nuevo grupo, sin empacho y consideración, había operado un violento y diaruptivo quiebre
en la circulación de las élites. Los notables priístas, viejos políticos de rniiitancia y
disciplina probadas, fueron los perjudicados por este suceso. Desplazados en 1982, cuando
Miguel De la Madrid conformó un gabinete que los dejaba fiiera de las posiciones más
prominentes, en 1987, ante la inminencia de un desplazo todavía mayor, estos políticos, con 145
Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio M ~ ñ o z Ledo a la cabeza, levantaron la protesta. Sin
poder cambiar el sistema desde adentro, el grupo de opositores a la política económica
neoliberal salieron del Partido. Con ello, al tiempo que el programa económico de los
tecnócratas continuaba su marcha, el conflicto político se configuró como la más
importante repercusión de su sexenio.
Los tiempos de Salinas fueron inusuales. Mucho de ello fue consecuencia de la
personalidad sui generis y tremendamente compleja de Salinas de Gortari. El programa
económico con él tomó velocidad. En el salinato se dieron los pasos fundamentales que
determinaron la apertura de la economía mexicana al mercado internacional. Ello fue
construido sobre el desgaste y destrucción de los pilares tradicioneles del sistema. Pero la
estabilidad, por lo menos hasta 1994, se mantuvo. ¿La razón? La dosis de coacción y
compensación implementada por Salinas. Ahí donde el conflicto político no pareció
subordinarse a Salinas, el Presidente demmbó cualquier tipo de oposiciones: a sus
~obenladores desafectos los retiró del cargo, a sus opositores en el Congreso no los vio ni "
los oyó. A los sectores dispuestos a operar los cambios exigidos por el presidente, Salinas
tuvo, en cambio, una política de incentivos y compensaciones. ,4hí, por ejemplo, !as
razones de su apoyo al nuevo sindicalismo te lef~nico .~ '~
Con Salinas, para decirlo rápido, el control del conflicto político llegó a sus excesos. El
PRI, en este sentido, fue maniatado por el Presidente lo que llevó, naturalmente, a
experimentar una molestia que, posteriormente cuando el control ejercido sobre él no fuera
abrumante, no tardaría en expresar. La turbación provocada por la impción del zapatismo
puede, asimismo, explicarse de la misma manera: fundado sobre bases artificiales de un
supuesto progreso económico, el conflicto político no podría seguir siendo durante n á s
tiempo sofocado. Los zapatistas fueron muestra de eso. Salinas, y su impresionante
vocación y habilidad de poder, no podría controlar para siempre las consecuencias que la
222 Sobre el particular, Cliftori, Jiidith, "Sindicatos y política en Mkico: el caso de la p~Yvatización de Telnl~?.r, Política Y Gobierno, No. 2, Vol. VI. CIDE, México, segundo semestre de 1999, pp. 407-440.
implantación de su programa económico despertaba en el campo político y social. Los
zapatistas así lo dejaron saber.
De ésta manera, el conflicto político, originalmente nacido en el seno del -mpo en el poder
en el año de 1988, para 1994 desbordaba esas fronteras y alcanzaba dimensiones
internacionales. No fue extraño entonces que el conflicto volviera a los mismos patios
internos del régimen y cobrara forma de asesinatos. Las muertes de Luis Donaldo Colosio
y Francisco Ruiz Massieu fueron las más crudas expresiones de un conflicto que pulverizó
la clase política del país. Una élite tecnócrata, montada y preocupada en la suerte y
fortalecimiento de su programa económico, pudo, de alguna manera. canalizar la
problemática política por cinco años. El último afio del salinismo no fue esto ya posible, y
el conilicto político, antes marginado por la modernización económica, fue una
problemática frente a la cual el zedillato mostró grandes debilidades.
Con Zedillo, de esta forma, la elite político administrativa enfrentó un reto mayor:
consumar, a un tiempo, el camino económico emprendido por sus predecesores y, para
efictos de resguardar precisamente la suerte de ese camino, arcnder y resol\-sr I\ss coilflictoa
políticos que cuestionaban la viabilidad de ese camino. El balance, concluidos seis años de
zedillato, fue más bien desagradable: esta élite, contando con todas las condiciones y
estructuras para consolidar sus planteamientos económicos, pudo, en efecto, conseguir tal
meta. El posible mérito que ello contrajo fue, empero, oscurecido por su inusitada
capacidad para manejar los problemas políticos. Esta incapacidad partió desde el mismo
Presidente de la República.
Einesto Zedillo, un personaje que no había sido preparado para ejercer poder y que, miiy
probablemente, personalmente no estaba interesado en esa posibilidad, ejerció un liderazso
controversial. Desde la más alta magistratura del país sus promesas a favor de la reforma
del Estado o de pacificación en tierras chiapanecas, fueron escasamente atendidas. Sus
malas designaciones, casos de Alzati en Educación y Lozano Gracia en lz Procuraduria,
dieron una muestra muy rápida de los desatinos que caracterizarían la gestión zedillista.
Pero fue, sobre todas las cosas, su pésima relación con el PRI la que dejó constancia del ! 47
aislamiento de una élite desinteresada por mantener sus vínculos de comunicación con la
sociedad. El PRI, bastión clave, fue confusamente devaluado por la institución
presidencial. La sana distancia propuesta por Zedillo, como mostramos antes, fue causa de
la desarticulación entre el Presidente y su partido. La XVII Asamblea del PRI exhibió esa
desarticulación. Los candados impuestos por el PRI en esa ocasión, con dedicatoria
personal a Zedillo, fueron piedras angulares de un desajuste que ya no te~dr ía arreglo. Las
primarias de 1999, y su breve efecto de recomposición, f~e ron apenas una vana ilusi3n de
reorganización. La derrota presidencial del 2 de julio y los instantáneos reproches que ia
militancia esgrimió contra su presidente, evidenciaron que el conflicto entre el partido y su
líder. no tenía solución.
Cor, Zedillo, prosiguió así, el programa económico implementado desde los ochenta se
mantuvo a flote. Pero los titulares encargados de instrumentar la continuación de este
programa fueron desplazados del poder. Económicamente exitosa, esta élite perdió, en lo
político. la posibilidad de seguir conduciendo los destinos económicos que l-iabia
anteriormente impuesto al país.
Bibliografía.
Albertoni, Ettore A., "Teoría de las Élites y Elitismo", Revista Mexicana de Ciencias Políticas v Sociales, Núm. 127, México, UNAM.
A.Cantú, "El Estado PJ-ogramador.", México, Nexos, núm. 5 1, 1982.
Aguado Quezada, Sergio, El Almanaque Mexicalzo, Proceso, Grijalbo, México 2000.
Aguilar Camin, Hector, Después del Milagro, Cal y Arena, México, 1988.
Ai Camp, Roderic, La Política en México, Ed. Siglo XXI, México, 2000.
Ai Camp: Roderic, Los Líderes Políticos de México. Su Educacidn y Recbltamiento. FCE, hIéxico. 1980.
k i z Xassif, Alberto, en, La Susesion Presidencial en Mé-xico 1978-1988, Carlos Martinez Assad, (coordinador) México, Nueva Imagen, 1992.
Babb, Sarah, '%os Profesionistas en el Gobierno y el Problema de la Teclzocracia: El C ~ s o de 20s Economistus e11 hié-xico", en Revista de Estudios Sociolóoicos, El Colegio de México. Voi. XVI, núm. 48, septiembre- diciembre de 1988.
Bailey. J.. Soverfiing México, New York, St. Martin Press, 1998.
Ballinas Voldés, Christopher, "La Redejinición de los Espacios Príblicos. Fol-ijzncióil T,-aj.ectol-ia de la élite guber~zamentul mexicana, 1970-1 999," Foro Internacional, Vol. XLI, julio-septiembre, 2001, núm. 3, México, El Colegio de México.
Becena, Ricardo, et. al., La Mecánica del Cambio Político en Mé-xico, Elecciones, Particlos y Rejol7nus, Ediciones Cal y Arena, México, 2000.
Bemelo, Fedeico, "Poder Repartido", Voz Y Voto, nums. 89-90, México, julio-agosto, 2000.
Bobbio, Norberto. Estudios de Historia de la Filosofia: de Hobbes a Gramsci, Ed. Debate, Madrid, 1985.
Bobbio, Norberto y Mattencci, Nicola, Diccionario de Política, Ed. Siglo XXI.
Borkenau, Franz, Pareto, FCE, México, 1978.
Brandemburg, Frank, Making of Modern Mexico, Prentice-Hall, New Jersey, 1964.
Cárdenas , Enrique, La Política Económica en México, 1950-1994, El Colegio de Mé:iico, México, 1996.
1 .$S!
Carpizo, Jorge, El Presidencialismo Me,t.icano, Siglo XXI, México, 1986.
Castellanos Hernández, Eduardo. Formas de Gobierno y Sistemas Ellectorales en Mkxico. Centro de Investigación Científica Jorge L. Tamayo, A. C. México, 1997.
Clifton, Judith, "Sindicatos y política en México: el caso de la privatización de Telmex, Política v Gobierno, No. 2, Vol. VI, CIDE, México, segundo semestre de 1999.
Córdova, Amaldo, La Formación del Poder Político elz México, México, Ed. Serie Popular Era, 8", 198 1.
Córdova, Amaldo, La Política de Masas del Cardenismo, México, Ediciones Era, 1974.
Cornelius. Wayne, "La eficacia de la compra y coacción del voto en las eleccioner nle.~icalzm de 2000 ", Perfiles Latinoamericanos, Flacso, No. 20. junio 2000.
Cosío Villegas, Daniel, El Estilo Personal de Gobernar, Joaquín Mortiz, México, 1974.
Crespo. José Antonio, Dutrénit, "La manzana de la discordia o el voto útil en las eleccio?ies nzás competidas en México", en Meyenberg, Yolanda (Coord.), El Dos de Julio: I-eJIesione~posteriores, Flacso, 11s-UNAM, UAM-Iztapalapa, México, 2001.
Crespo. José Antonio, PRI: De la Hegei~~otzia a la Oposición. Un Estudio Comparado 199o-2001. Cepcom. México200 1.
C. Wright. hlills. La Élite del Poder, FCE, México, 1957.
Dahl, Ro'cert. Who Govems? Democracy and Power in an American Ciíy, New Haven and Londofi, Yale University Press, 196 1.
Dale, Stov, The Mexican Ruling Par&: Stabili~, and Azcthori~), Stanford, Hoover Institution, 1986.
Duverger, kiaurice, Los Partidos Poiíticos, FCE, Tviéxico, 1957.
El Nacional, 5 de marzo de 1992.
E. Márquez, ¿Por qué Perdió Camacho?, México, Océano, 1995.
Escurdia. Mario, Análisis Teórico del Partido Revolucionario Institucional, México, B. Costa-Amic Editores, 1968. VII- 18 1.
Fuentes Díaz, Vicente, Los Partidos Políticos en México, México, Ed. Altiplano, 1969.
Gamdo. Luis Javier, El Partido de la Revolución Institucionalizada: La Forfitacijn del ~Vzrevo Estado en h4éicic0, Ed., Siglo XXI, México, 1986.
González Compeán, Miguel, y Lomelí, Leonardo, El Partido de la Revoh~ctón: firstirirción y Conflicto (1928-1999), FCE, México, 2000.
González Casanova, Pablo, La Democracia en Mi-rico, Ed. Serie Popular Era, Quinta edición, iMéxico 1975.
Hernández! R., Formación y Trayectoria de los Secretarios de Estado en Méxicc, México, FLACSO, 1984.
Hernández, Rodríguez, Rogelio, "La Historia Moderna del PRI", Foro Internaciorial. El Colegio de iMéxico, México. abril-junio, 2000.
Hemáridez Rodríguez, Rogelio, "Los Grupos Políticos en 11.1e~rico. Una Revisión Teórica ": Estudios Sociológicos, No. 45, El Colegio de México. México, sep1iemDr.e-diciembre, 1987.
Hernández Rodríguez P.ogelio, "Los Hombres del Presidenrc De la ~kíadrid", Foro Internacional, Vol. XYVIII, núm. 2, julio-septiembre de 1987, México, El Colcgio de México.
Hernández Rodríguez, Rogelio, l'Presidencialisino y Élite en el Cambio Político en Mé,ricoW. en Política y Gobierno, No. 1, Vol. V, CIDE, México, primer semestre de 1998.
Hiimberto Musacchio, Diccionario Enciclopédico de México, Programa Educativo Visual, México. 1997.
Hunter, Floyd Cominuni@ Power Structure: A Study of Decision Illaking, Chape1 Hill, University of Carolina of North Press, 1953.
Jorge Gil, Saniuel Schmidt y Jorge Castro, "La Red de Poder Mexicana", en Revista Mexicana de Sociología, Aiio~v/NÚM.3, julio-septiembre de 1993, México. ¿u dia;-ii~Ua, 1 1 de enero ae i9b9.
Laswell, Harold, ~ W h o Gets What, When and How?, New York, 1950.
Laura Baca, et al, Léxico de la Política FCE, FLACSO, SEP-CONACYT, Heinrich Bo11, México 2000.
Lerner Sigal, Bertha, en Mé,rico: Reulidgd Política de stls Partidos, I~stitiito Mexicano de Estudios Políticos AC.
L,oaeza, Soledad y Segovia, Rafael; las dzfictlltades de la democracia", en La Vida Politica ,bfe.r!'cana en la Crisis, El Colegio de México, México, 1987.
151
Medina Peña, Luis, Hacia el Nuevo Estado, México, 1929-1994, FCE, México, 1994.
Meyer, Lorenzo, "El Presidencialismo. Del Poprilismo al Neoliberalismo", en Revista Mexicana de Sociología, año LVInúm. 2, abril-junio de 1993, 11s-UNAM, México.
Michels, Robert, Los Partidos Políticos, Vol. 1, Arnorrortu, Buenos Aires Argentina. segunda edición, 1972.
Mirón Lince, Rosa María, "El PRlAntes y Despzrés del 2 de julio: Entre la Resistencia y la Renovaciólr, "Estudios políticos, núm. 26, sexta época, enero-abril, 2001.
Molinar Horcasitas, Juan, El Tiempo de la Legitimidad. Elecciones, Ar~toritcrrismo y Denzocracin en México, México, Cal y Arena, 1991.
Mosca, Gaetano, La Clase Política, Fondo de Cultura Económica, México, 1984.
Ostrogorski, Moisei, Democracy and the Organization of Political Parties, Tsansaction, New Brunswick, New Jersey, 1982.
Panebianco, Angelo, Modelos de Partido, Alianza, Madrid, 1982.
Pansters. Will, "La Transición a Fuego Cruzado: Nuevo Alrhlisis de la Política Meicicancz Coizienlporanea", en Estudios Sociológicos, Vol. XVI, núm. 48, septiembre-diciembre, 1998. ?r~Iéxicc.
Pareto, Vilfredo, Sociological Writings, Ed. Praeger, New York, 1966.
Pérez Fernández del Castillo, Germán, Arturo Alvarado y Arturo Sánchez (Coords.), La Voz de los Votos: Un Análisis Crítico de las Elecciones de 1994, FLACSO, P o d a , México, i 995.
Peschard, Jacqueline, "El Fin del Sistema de Partid9 Hegemónico", Revista Mexicana de Sociología, año LVIníim.2, abril-junio de 1993,IIS-UNAM, México.
Presidencia de la República. Unidad de la Crónica Presidencial, 1988.
Reyes Heróles, Federico, Ei Poder: La Democracia Difícil, Grijalbo, México, 199 1.
Rousseau, 1. "La SPP y La Dinámica de Constitución de un Eqnipo.1982-1988." Foro Internaciorial, Vol. XXYIII, abril-septiembre de 1988, El Colegio de México, México.
Rousseau, Isabelle, México: ¿Una Revolución Silenciosa?, 1970-1995, Élites Guber~iamentales y Proyecto de Modernización, Colegio de México México, 200 1.
Smith, Peter, Los Laberintos del Poder. El Reclutamiento de las Élites Políticas en ,W&ico, 1900-1971, El Colegio de México, México, 198 1.
Suárez, Francisco, Elite, Tecnocracia y ,%íovilidad Política en México, UAM-Xochimilco, México, 1991
Villa Manuel, " La Institución Presidencial y la Refcrma del PRI", en La Reforma del PRTy el Canzbio Deníocrático, Limusa, México, 1994.
Von Beyme, Klaus, La Clase Política en el Estado de Parfidos, Alianza Universidad, Madrid, 1995.
Weber, Max, Economía y Sociedad, FCE, México, 1963.
Weber, Mas, El Político y el Cient$co, AIianza, Madrid, 1998.
Woldemberg, José, "Estado 1- Partidos: Una periodización", Revista 34esicam di:
Sociología, año LVInúm. 2, abril-junio de 1993,IIS-UNAIV, México. O O
S f
top related