filo #2 doble filo
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oble iloFILO No. 2
En este FILO:
3Noches,3Vestidos
(2a. parte)
La Tutora
Y mucho más
Septiembre de 2015
(Segunda parte)
Casi cuatro años habían transcurrido
desde aquella noche en que Sofía
descubrió a Esteban con otra, al hombre a
quien le había entregado todo, su primer
amor. Sentada a la barra de un pequeño
bar bebía un Vodka, llevaba un vestido
negro transparente y corto, pocas
lentejuelas decoraban la tela. Coqueteaba
tras las miradas de algunos hombres, en el
fondo ella sabía que eran sólo juegos pero
se había habituado a ser parte de ellos.
Entendía que la traición en sí era injusta e
imperdonable, sin importar de dónde se la
mirara y que abandonar su país había sido
la mejor decisión, eso lo repetía cada día,
con el fin de mantener su actitud firme.
Recordaba las palabras de su madre quien
le recalcó una y otra vez que se lo había
advertido, que los hombres eran unos
perros.
Un hombre de mediana estatura y cabello
rubio se le acercó.
—Tómese uno.
Sofía regresó rápidamente de sus
pensamientos y volvió su mirada.
—Martín. Agregó él ofreciéndole una
copa.
Sofía apretó sus labios dejando escapar
una sonrisa y le aceptó una copa. Hablaron
un par de horas y luego se fueron a su
apartamento. Algunos amigos con quién él
compartía el piso se encontraban en la sala,
turnaban una botella que ella jamás había
visto. En la base había hierbas
desmenuzadas y secas, contenía dos
orificios, uno cubierto con papel y del otro
se sujetaba en forma horizontal un tubo
delgado y transparente.
Aunque ella siempre vio el mundo de las
drogas muy lejano a su propia experiencia,
al estar ahí con ellos, quiso sentirse libre y
vivir algo nuevo. Le pareció que todo
encajaba, que la vida era bella y que no
había que darle tanta vuelta a las cosas.
Subió las gradas a la habitación de Martín y
de nuevo se entregaba a alguien sin barreras
y sin compromisos.
El celular del hombre sonó, una voz ronca
de mujer resoplaba al otro lado de la línea.
Era su novia. Sofía pretendió que no
escuchaba, en todo caso no estaba ahí para
construir una relación afectuosa. Era un
poco más de la media noche cuando Sofía
abandonó el apartamento, iba
tambaleándose, caminó por las calles
abarrotadas de edificios que se imponían a
su lado como torres altas llenas de éxito.
La luz resplandeciente del alba se empezaba a filtrar por la rendijas de la ventana, con un poco de tedio sacó su diario del bolso mientras esperaba la orden de alta...
“Repugno mi vida, anoche estuve con un tipo y me arrepiento, es un ridículo, todos los hombres los son, incluyendo el individuo que me engendró. Siempre guardé la ilusión que un día me buscaría y todavía imagino que nos encontramos, algunas veces lo abofeteo y lo desprecio, otras veces me arrojo en sus brazos…
Para Sofía era rutinario el embriagarse, conocer a alguien e ir a su apartamento. Sin embargo en aquel día, extrañamente sus pensamientos divagaban de manera diferente. Sentía una ansiedad que no podía explicar, no era por falta de dinero porque desde que llegó a Trujillo había conseguido trabajo en diferentes sitios. Era un desasosiego que la arrojaba a un túnel, a un espacio negro donde se sentía insegura, con un miedo terrible hacia el mañana, ante sus sentimientos, ante su misma vida.
Continuará...
Sonnia Mar Montes
Llegó al apartamento, abrió la despensa y
bebió unas copa…copas. Trató de conciliar
inútilmente el sueño. En la mesa de noche
tenía somníferos y se tomó uno y otro y
otro. El estómago, ahora, empezaba a darle
vueltas. Tenía escalofríos, una sensación
de vómito y un extraño sofoco, como si su
vestido negro la estuviera asfixiando. La
mezcla de licor y droga le había provocado
un terrible malestar.
Vero, su compañera de piso, escuchó un
ruido extraño en la habitación,
rápidamente entró y se asustó al verla.
Estaba descolorida, con el vestido
vomitado. La llevó al baño, le aflojó el
vestido mientras la ambulancia llegó a
recogerla.
—En algunos casos la mezcla de droga y
licor puede resultar peligroso pero estará
bien— dijo Manuel, el médico de turno
mientras abandonaba el cubículo.
De sus labios salió un 'gracias'
interrumpido por un desasosiego que le
impedía pensar con claridad, recordaba la
noche anterior mientras observaba su
vestido negro, estaba rasgado, mugriento y
pensó, que era tan despreciable y bajo
como su propia vida.
(Segunda parte)
Casi cuatro años habían transcurrido
desde aquella noche en que Sofía
descubrió a Esteban con otra, al hombre a
quien le había entregado todo, su primer
amor. Sentada a la barra de un pequeño
bar bebía un Vodka, llevaba un vestido
negro transparente y corto, pocas
lentejuelas decoraban la tela. Coqueteaba
tras las miradas de algunos hombres, en el
fondo ella sabía que eran sólo juegos pero
se había habituado a ser parte de ellos.
Entendía que la traición en sí era injusta e
imperdonable, sin importar de dónde se la
mirara y que abandonar su país había sido
la mejor decisión, eso lo repetía cada día,
con el fin de mantener su actitud firme.
Recordaba las palabras de su madre quien
le recalcó una y otra vez que se lo había
advertido, que los hombres eran unos
perros.
Un hombre de mediana estatura y cabello
rubio se le acercó.
—Tómese uno.
Sofía regresó rápidamente de sus
pensamientos y volvió su mirada.
—Martín. Agregó él ofreciéndole una
copa.
Sofía apretó sus labios dejando escapar
una sonrisa y le aceptó una copa. Hablaron
un par de horas y luego se fueron a su
apartamento. Algunos amigos con quién él
compartía el piso se encontraban en la sala,
turnaban una botella que ella jamás había
visto. En la base había hierbas
desmenuzadas y secas, contenía dos
orificios, uno cubierto con papel y del otro
se sujetaba en forma horizontal un tubo
delgado y transparente.
Aunque ella siempre vio el mundo de las
drogas muy lejano a su propia experiencia,
al estar ahí con ellos, quiso sentirse libre y
vivir algo nuevo. Le pareció que todo
encajaba, que la vida era bella y que no
había que darle tanta vuelta a las cosas.
Subió las gradas a la habitación de Martín y
de nuevo se entregaba a alguien sin barreras
y sin compromisos.
El celular del hombre sonó, una voz ronca
de mujer resoplaba al otro lado de la línea.
Era su novia. Sofía pretendió que no
escuchaba, en todo caso no estaba ahí para
construir una relación afectuosa. Era un
poco más de la media noche cuando Sofía
abandonó el apartamento, iba
tambaleándose, caminó por las calles
abarrotadas de edificios que se imponían a
su lado como torres altas llenas de éxito.
La luz resplandeciente del alba se empezaba a filtrar por la rendijas de la ventana, con un poco de tedio sacó su diario del bolso mientras esperaba la orden de alta...
“Repugno mi vida, anoche estuve con un tipo y me arrepiento, es un ridículo, todos los hombres los son, incluyendo el individuo que me engendró. Siempre guardé la ilusión que un día me buscaría y todavía imagino que nos encontramos, algunas veces lo abofeteo y lo desprecio, otras veces me arrojo en sus brazos…
Para Sofía era rutinario el embriagarse, conocer a alguien e ir a su apartamento. Sin embargo en aquel día, extrañamente sus pensamientos divagaban de manera diferente. Sentía una ansiedad que no podía explicar, no era por falta de dinero porque desde que llegó a Trujillo había conseguido trabajo en diferentes sitios. Era un desasosiego que la arrojaba a un túnel, a un espacio negro donde se sentía insegura, con un miedo terrible hacia el mañana, ante sus sentimientos, ante su misma vida.
Continuará...
Sonnia Mar Montes
Llegó al apartamento, abrió la despensa y
bebió unas copa…copas. Trató de conciliar
inútilmente el sueño. En la mesa de noche
tenía somníferos y se tomó uno y otro y
otro. El estómago, ahora, empezaba a darle
vueltas. Tenía escalofríos, una sensación
de vómito y un extraño sofoco, como si su
vestido negro la estuviera asfixiando. La
mezcla de licor y droga le había provocado
un terrible malestar.
Vero, su compañera de piso, escuchó un
ruido extraño en la habitación,
rápidamente entró y se asustó al verla.
Estaba descolorida, con el vestido
vomitado. La llevó al baño, le aflojó el
vestido mientras la ambulancia llegó a
recogerla.
—En algunos casos la mezcla de droga y
licor puede resultar peligroso pero estará
bien— dijo Manuel, el médico de turno
mientras abandonaba el cubículo.
De sus labios salió un 'gracias'
interrumpido por un desasosiego que le
impedía pensar con claridad, recordaba la
noche anterior mientras observaba su
vestido negro, estaba rasgado, mugriento y
pensó, que era tan despreciable y bajo
como su propia vida.
CONCURSO
FOTO
GRAFÍA
Los ganadores de #fanzinedoblefilo
2. Nubia Rueda
1.Miguel Quintero
3. John Liz
CONCURSO
FOTO
GRAFÍA
Los ganadores de #fanzinedoblefilo
2. Nubia Rueda
1.Miguel Quintero
3. John Liz
A L F I L OIlustrador: Alfredo Orjuela
“Por el sufrimiento y la derrota suelen llegar las victorias”-C. Colson
A L F I L OIlustrador: Alfredo Orjuela
“Por el sufrimiento y la derrota suelen llegar las victorias”-C. Colson
Skate, un deporte , divertido
extremo arriesgado y .·
El Skate es su droga, su lugar preferido; y la tabla se ha convertido en su novia, su amante, su confidente,
su mejor compañía.
Esa tabla con cuatro ruedas, tiene el poder
de transformar a estos muchachos con tan
solo subirse en ella; los desconecta, los
transporta, los hace volar sin alas, les
permite soñar y sentirse en las nubes.
es necesaria la resistencia,
la práctica, la pasión,
la perseverancia y el amor.
Cada golpe hace que estos chicos piensen en esforzarse más por lograr sus metas y alcanzar sus objetivos.
Para ser grande hay que practicar sin parar.
La tabla gira bajo sus pies mientras
vuelan sin necesidad de alas. No
importan los obstáculos, ellos los
atraviesan, y sin importar cuantas
veces caigan se vuelven a levantar.
Haciendo uso de diferentes
trucos, saltos y giros, este deporte
se ha convertido para los Skaters
en un modo de vivir.
Un estilo de vida, una
pasión, eso es el
Skate. Un deporte
extremo que va más
allá de una de tabla con
cuatro ruedas.
El Skate para muchos chicos se ha
convertido en una forma de escapar de los problemas, liberarse del estrés, usar el tiempo y las energías.
Caída tras caída el Skater va construyendo
una vida Para ser el mejor
Skate, un deporte , divertido
extremo arriesgado y .·
El Skate es su droga, su lugar preferido; y la tabla se ha convertido en su novia, su amante, su confidente,
su mejor compañía.
Esa tabla con cuatro ruedas, tiene el poder
de transformar a estos muchachos con tan
solo subirse en ella; los desconecta, los
transporta, los hace volar sin alas, les
permite soñar y sentirse en las nubes.
es necesaria la resistencia,
la práctica, la pasión,
la perseverancia y el amor.
Cada golpe hace que estos chicos piensen en esforzarse más por lograr sus metas y alcanzar sus objetivos.
Para ser grande hay que practicar sin parar.
La tabla gira bajo sus pies mientras
vuelan sin necesidad de alas. No
importan los obstáculos, ellos los
atraviesan, y sin importar cuantas
veces caigan se vuelven a levantar.
Haciendo uso de diferentes
trucos, saltos y giros, este deporte
se ha convertido para los Skaters
en un modo de vivir.
Un estilo de vida, una
pasión, eso es el
Skate. Un deporte
extremo que va más
allá de una de tabla con
cuatro ruedas.
El Skate para muchos chicos se ha
convertido en una forma de escapar de los problemas, liberarse del estrés, usar el tiempo y las energías.
Caída tras caída el Skater va construyendo
una vida Para ser el mejor
Cada uno es formado de distinta
forma, y ve el mundo de diferente
manera, yo viví en un mundo lleno de
ira y soledad, buscando pelear por ser
alguien, por ser parte de algo. Nunca
fue vida sentirse solo, estar en agonía,
conocí de él y cada día es una nueva
oportunidad de cambiar, llenando un
corazón oscuro, renovando mi ser,
sabiendo que con él nada me puede
faltar, porque dió su vida por mi sin
yo pedirlo. Si eso no es amar no sé
qué será ,siempre daré gracias por
llegar a mi vida y hacerla cambiar.
MIGUEL CARO
SIN YO PEDIRLO
RIESGO SOBRE RUEDAS*Entrevista a Omar Puentes
Omar es uno de los pioneros del
Skateboarding en Fontibón. Lleva más de 18
años practicando este deporte que se ha
convertido en su estilo de vida. Actualmente está radicado en Estados
Unidos, en el estado de Connecticut. Estar
allá no ha sido fácil para él, pero llegó a este
lugar con un propósito y en busca de lograr
sus mayores sueños. Aunque era una
experiencia totalmente nueva, él decidió
asumir el riesgo.
“El sueño americano resultó ser mi
pesadilla americana“. Al llegar a este país se
encontró con una realidad completamente
diferente a la que él pensaba. Para Omar, iniciar
esta aventura fue como volver a nacer, pero
grande y sólo. No conocía a nadie y tampoco
sabía inglés. Tuvo que exponer su salud, vivir
rechazos, robos, discriminación, y pasar días muy
duros de trabajo mientras iba aprendiendo y
acoplándose a otro mundo. “Dios y mi Skate todo el tiempo”… Las
experiencias que Omar ha vivido han sido duras,
pero sus sueños son su fortaleza y motivación
para luchar y ser mejor cada día. Omar renunció a su estabilidad laboral después de
10 años de servicio (sector salud), por ir en busca
de sus sueños; pero como él mismo afirma “el gran
amor y los grandes logros requieren grandes
riesgos”. Para él todos los riesgos valen la pena,
mientras sean por una buena causa y contribuyan
a una buena vida. De hecho piensa que, en un
mundo que cambia con rapidez, el mayor riesgo es
no asumir ninguno. “… cuando no se toman
riesgos el fracaso está garantizado“. Evidentemente Omar es un hombre arriesgado, el
lanzarse a vivir esta nueva experiencia, le ha
permitido cumplir uno de sus mayores logros, que
es patinar al lado de los mayores skaters del
mundo y en los mejores escenarios. Además, ha
aprendido a poner buena cara cuando las cosas
están mal, y lo más importante, estar allí le ha
enseñado que debe perseverar y nunca rendirse.
Como él mismo lo dice “lucho por muy nublado
que el cielo se vea y disfruto de lo que tengo
mientras alcanzo lo que quiero”.Gracias, Omar, porque aunque eres una persona
exitosa, sigues siendo sencillo y servicial.
LA TUTORA Él conocía la historia de un famoso artista
bogotano, ciego de nacimiento, quien pintaba
con el corazón y veía con los ojos del espíritu,
como su mamá decía. Su historia y sus
cuadros reflejaban a aquel Dios en el que la
tutora no creía, el mismo Dios que usaba a los
menospreciados para avergonzar a los que se
creían sabios. Recordar esto le alentó.
—No puedo estar repitiéndole una y otra vez
lo que debe hacer, cada una de mis tutorías
vale y solo me autorizan a darle una por
semana. Subió la voz —Por cierto esta es la
última —y suspiró aliviada.
Andrés dejó la oficina, llegó al baño, arrojó
la puerta con fuerza y al no ajustar, la golpeó
más duro. Al rato logró calmarse, pero
minutos después, en el espejo, su rostro rojo y
los ojos hinchados lo derrumbaron. No
soportó lo que veía, y arrojó su maleta contra
el espejo.
No quería que sus compañeros lo vieran,
los hombres no lloran, así que ese día no entró
a clase de Guión.
Ella le había dado demasiadas
recomendaciones a propósito. Sabía que él
después no podría recordarlas. Andrés llevó
con él todas las palabras de la tutora: había
estado grabando. Las escucharía una y otra
vez, cada una de sus ideas, los libros que ella
le sugirió, los fragmentos que criticó y las
contadas frases que le agradaron. Estaba
dispuesto a leer cuanto fuera necesario,
dormiría dos horas diarias, no importaba, y
seguiría cada uno de sus consejos, excepto ese
de reconsiderar el terminar la maestría.
El día en que Andrés terminó su escrito, los
tres jurados le dieron Mérito por su obra
literaria. La tutora misma tuvo que felicitarlo,
sí, por su historia, esa sobre la relación Dios-
Hombre.
Desde ese día ella le eliminó de Facebook. No
soportó que el ignorante chico colombiano lo
hubiera logrado. Ilustración por Diego Hernández
Por lo rápido que hablaba Andrés no
entendía lo que su tutora le decía, aún así
el tono agresivo de su voz y su mirada intensa,
le hacían sentir incapaz de seguir su carrera.
”Una persona que no ha leído, NUNCA podrá
escribir” le decía impacientemente rascándose
la cabeza. Andrés estaba de acuerdo y estaba
dispuesto a cambiar. A diferencia de sus
compañeros a él no le habían enseñado a leer
desde niño y encontraba retador leer tantos
libros en inglés.
—No entiendo lo que escribe, ¿De qué se
trata la historia en general? —preguntó
despectivamente la tutora. De la relación de
Dios y el hombre —aseguró Andrés. Ella rió
disimuladamente, pero no lo suficiente para
ocultarlo.
—Usted se equivoca—dijo ella y calló mientras
buscaba cómo terminar su frase…De hecho
para hacer una maestría como ésta, debería
usted estar en la capacidad de dominar el
lenguaje, le recomiendo encarecidamente
reconsiderar el terminar este Master. Se acercó
más a él y con un falso pesar continuó:
—Un escritor que no domina
el idioma, es como un
pintor que no puede ver. Y
sin saberlo eso fue lo
único que dijo aquel día,
que animaría a Andrés.
Cada uno es formado de distinta
forma, y ve el mundo de diferente
manera, yo viví en un mundo lleno de
ira y soledad, buscando pelear por ser
alguien, por ser parte de algo. Nunca
fue vida sentirse solo, estar en agonía,
conocí de él y cada día es una nueva
oportunidad de cambiar, llenando un
corazón oscuro, renovando mi ser,
sabiendo que con él nada me puede
faltar, porque dió su vida por mi sin
yo pedirlo. Si eso no es amar no sé
qué será ,siempre daré gracias por
llegar a mi vida y hacerla cambiar.
MIGUEL CARO
SIN YO PEDIRLO
RIESGO SOBRE RUEDAS*Entrevista a Omar Puentes
Omar es uno de los pioneros del
Skateboarding en Fontibón. Lleva más de 18
años practicando este deporte que se ha
convertido en su estilo de vida. Actualmente está radicado en Estados
Unidos, en el estado de Connecticut. Estar
allá no ha sido fácil para él, pero llegó a este
lugar con un propósito y en busca de lograr
sus mayores sueños. Aunque era una
experiencia totalmente nueva, él decidió
asumir el riesgo.
“El sueño americano resultó ser mi
pesadilla americana“. Al llegar a este país se
encontró con una realidad completamente
diferente a la que él pensaba. Para Omar, iniciar
esta aventura fue como volver a nacer, pero
grande y sólo. No conocía a nadie y tampoco
sabía inglés. Tuvo que exponer su salud, vivir
rechazos, robos, discriminación, y pasar días muy
duros de trabajo mientras iba aprendiendo y
acoplándose a otro mundo. “Dios y mi Skate todo el tiempo”… Las
experiencias que Omar ha vivido han sido duras,
pero sus sueños son su fortaleza y motivación
para luchar y ser mejor cada día. Omar renunció a su estabilidad laboral después de
10 años de servicio (sector salud), por ir en busca
de sus sueños; pero como él mismo afirma “el gran
amor y los grandes logros requieren grandes
riesgos”. Para él todos los riesgos valen la pena,
mientras sean por una buena causa y contribuyan
a una buena vida. De hecho piensa que, en un
mundo que cambia con rapidez, el mayor riesgo es
no asumir ninguno. “… cuando no se toman
riesgos el fracaso está garantizado“. Evidentemente Omar es un hombre arriesgado, el
lanzarse a vivir esta nueva experiencia, le ha
permitido cumplir uno de sus mayores logros, que
es patinar al lado de los mayores skaters del
mundo y en los mejores escenarios. Además, ha
aprendido a poner buena cara cuando las cosas
están mal, y lo más importante, estar allí le ha
enseñado que debe perseverar y nunca rendirse.
Como él mismo lo dice “lucho por muy nublado
que el cielo se vea y disfruto de lo que tengo
mientras alcanzo lo que quiero”.Gracias, Omar, porque aunque eres una persona
exitosa, sigues siendo sencillo y servicial.
LA TUTORA Él conocía la historia de un famoso artista
bogotano, ciego de nacimiento, quien pintaba
con el corazón y veía con los ojos del espíritu,
como su mamá decía. Su historia y sus
cuadros reflejaban a aquel Dios en el que la
tutora no creía, el mismo Dios que usaba a los
menospreciados para avergonzar a los que se
creían sabios. Recordar esto le alentó.
—No puedo estar repitiéndole una y otra vez
lo que debe hacer, cada una de mis tutorías
vale y solo me autorizan a darle una por
semana. Subió la voz —Por cierto esta es la
última —y suspiró aliviada.
Andrés dejó la oficina, llegó al baño, arrojó
la puerta con fuerza y al no ajustar, la golpeó
más duro. Al rato logró calmarse, pero
minutos después, en el espejo, su rostro rojo y
los ojos hinchados lo derrumbaron. No
soportó lo que veía, y arrojó su maleta contra
el espejo.
No quería que sus compañeros lo vieran,
los hombres no lloran, así que ese día no entró
a clase de Guión.
Ella le había dado demasiadas
recomendaciones a propósito. Sabía que él
después no podría recordarlas. Andrés llevó
con él todas las palabras de la tutora: había
estado grabando. Las escucharía una y otra
vez, cada una de sus ideas, los libros que ella
le sugirió, los fragmentos que criticó y las
contadas frases que le agradaron. Estaba
dispuesto a leer cuanto fuera necesario,
dormiría dos horas diarias, no importaba, y
seguiría cada uno de sus consejos, excepto ese
de reconsiderar el terminar la maestría.
El día en que Andrés terminó su escrito, los
tres jurados le dieron Mérito por su obra
literaria. La tutora misma tuvo que felicitarlo,
sí, por su historia, esa sobre la relación Dios-
Hombre.
Desde ese día ella le eliminó de Facebook. No
soportó que el ignorante chico colombiano lo
hubiera logrado. Ilustración por Diego Hernández
Por lo rápido que hablaba Andrés no
entendía lo que su tutora le decía, aún así
el tono agresivo de su voz y su mirada intensa,
le hacían sentir incapaz de seguir su carrera.
”Una persona que no ha leído, NUNCA podrá
escribir” le decía impacientemente rascándose
la cabeza. Andrés estaba de acuerdo y estaba
dispuesto a cambiar. A diferencia de sus
compañeros a él no le habían enseñado a leer
desde niño y encontraba retador leer tantos
libros en inglés.
—No entiendo lo que escribe, ¿De qué se
trata la historia en general? —preguntó
despectivamente la tutora. De la relación de
Dios y el hombre —aseguró Andrés. Ella rió
disimuladamente, pero no lo suficiente para
ocultarlo.
—Usted se equivoca—dijo ella y calló mientras
buscaba cómo terminar su frase…De hecho
para hacer una maestría como ésta, debería
usted estar en la capacidad de dominar el
lenguaje, le recomiendo encarecidamente
reconsiderar el terminar este Master. Se acercó
más a él y con un falso pesar continuó:
—Un escritor que no domina
el idioma, es como un
pintor que no puede ver. Y
sin saberlo eso fue lo
único que dijo aquel día,
que animaría a Andrés.
Equipo Doble Filo, la palabra Gracias es pequeña. Ustedes son un arma poderosa de transformación.
Este es el comienzo de muchos sueños. 20 de Junio del 2015
GrabaciondeEventos-conferencias,conciertosEdicionprofesionalvideo,Ediciondeaudio,Multicopiado
Tel3142190610RamiroGomez
LAPUNTADASastrerıa-reparacionrapidade
ropa,Jeansbotaoriginal-reformas
HectorCastellanos
enlaConstrucciónMundoDecorativo
WilveryOscarDíaz
- Enchapes - CarpinteríaPañete - Estucos - Pintura
31121878893112712151Info:
El próximo 25 de Octubre apóyanos con tu voto.
Cra15#83-24of209
SPEKTRA MATE PROD.
Dirección general: Lisbeth FlórezDiseño gráfico: Alfredo OrjuelaIlustraciones: Harold Víllamil, Rut Cubillos, Diego HernándezRedacción y texto: María Fernanda Quintero, Miguel Caro, Margarita montes, Lisbeth Flórez Edición texto: Alex Daniel, Viviana Correa y Viviana BallénEquipo de apoyo: Alejandra Chala, Miguel Quintero, Patricia Zambrano y Alex Daniel Diseño Web: Fausto Heredia Redes Sociales: Mafe y Lisbeth
Distribución: Colombia- Samuel Forero, Fredy Marin, Carlos Míguez - España y República Dominicana- Viviana Correa- Reino Unido- Fausto y Margarita
Escríbenos a https://www.facebook.com/FanzineDobleFilofanzinedoblefilo@gmail.comVersion online www.doblefilofanzine.wordpress.comSíguenos enTWITTER@ doble_doblefilo
3125928875
República Dominicana
EspañaReino Unido
Colombia
Equipo Doble Filo, la palabra Gracias es pequeña. Ustedes son un arma poderosa de transformación.
Este es el comienzo de muchos sueños. 20 de Junio del 2015
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ra el segundo día de simulacros para los Eexámenes de ICFES, una jornada de 8 horas en el Colegio La Nueva Esperanza. Era ya hábito de los estudiantes de último grado quejarse de estas sesiones y de los encargados de realizarlas: Martha Mogollón y Milton Villalobos.
Protestar por todo y por nada era la marca de los chicos de Grado Once. Víctor, Fabián, Lady y yo, no éramos la excepción. Ese día los cuatro concluimos después de una larga disertación: “estos simulacros son una farsa”, pero la verdad, por lo menos yo estaba asustada, me daba vergüenza obtener un puntaje bajo en el verdadero examen. Tenía que disimularlo. Mi hermano Ángel, quien igualmente cursaba grado once, también estuvo presente en la conversación pero ese día no dijo nada.
Era un día de lluvia leve, sin sol y nublado, y no teníamos para pagar el pasaje del bus de regreso a casa. Tuvimos que caminar. Mis pasos eran lentos, “estoy cansada” me quejaba. Ángel, quién aún permanecía en silencio, me ofreció su brazo, lo tomé de gancho y aceleramos.
Llegamos a casa a las seis de la tarde. Los dos nos dirigimos directo al baño, pero él, que corría más que yo, entró primero. Se demoró lo suficiente para que se me olvidara. Sin avisar, la lluvia se convirtió en un aguacero estremecedor y a la vez arrullador. Perfecto para una siesta. Al entrar a mi cuarto recordé mi cama sin tender y en desorden, no tenía ni
intenciones, ni fuerzas para ordenarla. Corrí hacia la cama, arrojé lo que estorbaba al suelo y dejé caer mi cuerpo sobre el colchón. Aquella siesta fue larga, tanto que desperté hasta el día siguiente, cuando me contaron lo sucedido.
Cuando Ángel por fin dejó el baño, yo ya dormía. De inmediato salió de casa, sin importarle el clima o la tempestad. Dos horas después mis padres lo vieron llegar empapado de agua. Ellos supieron que algo extraño le ocurría. Lo vieron en sus ojos aguados, brillantes de tristeza y en sus manos nerviosas que no encontraban donde quedarse “estaba antojado y salí a comer una empanada” Fue su justificación y lo único que se supo de su extraña salida.
Se dirigió a su cuarto y allí, en silencio, sufría los efectos de la empanada. Se recostó en su cama sin poder dormir, sintiendo punzadas constantes sobre la pelvis y debajo del pecho. Peleó toda la noche con un deseo insatisfecho de vomitar, y por no dormir en la noche tuvo que hacerlo de día. Se salvó de asistir a la tercera parte del simulacro.
En la madrugada mis padres le vieron varias veces en el baño, pero en ninguna de ellas le oyeron quejarse. “Era como si las paredes internas de mi estómago quisieran despegarse de la piel” expresó días más tarde. “pero no quería preocuparlos” Repetía con insistencia.
Eso fue el 18 de Marzo de 1999. Culpamos a aquella empanada por ser la causante del dolor de los siguientes días. Aquella fecha sería recordada en el almanaque con la misma intensidad que se recuerda una fecha de cumpleaños, cada año. Con la diferencia que este día siempre sería recordado, como un día no deseado.
Continuará…
Lisbeth Florez
I. UN DIA NO DESEADO
...en www.doflefilofanzine.wordpress.com
Ilustración por: “ALRU”
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