fecha: 16 de enero, 2005 - spanish.fgtv.com
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Fecha: 16 de enero, 2005
Título del sermón: Nacido para entregarse
Predicador: Reverendo Yonggi Cho
Versículo de la Biblia: San Lucas 6:38
El mar de Galilea es un mar vivo, porque Jordán desemboca
en el lago por el noreste y sale por el suroeste. Es la
más importante fuente hidráulica de Israel, ya que se
encarga de un 35% del abastecimiento del agua potable del
todo el territorio. Allí viven ocho diferentes especies de
peces. Al año el volumen de pesca alcanza unos cinco mil
toneladas. Como si fuera poco en el año 1964 completaron la
obra de oleoducto para proveer de riego por todo Israel,
convirtiendo la tierra árida en campo agrícola. Pero el Mar
Muerto, aunque recibe la misma corriente del Jordán
recibiendo al año aproximadamente quinientos tonelada de
agua, no deja correr el agua sino que lo retiene todo.
Porque no deja correr el agua, evaporándose dejan solamente
la sal, matando así toda criatura viviente en las aguas.
El contenido de sal supera el 5.6%, es decir cinco veces
mayor que cualquier agua del mar. En porcentaje unos 25% a
30% mayor que las otras aguas del mar. Aquí ningún ser
sobrevive, ya que se divisa hasta la corriente de sal que
forman columna de sal. Los dos mares reciben la misma
corriente del Jordán, pero el mar Galilea es un mar vivo,
mientras que el Mar Muerto está muerto como el nombre mismo
lo dice. Es decir, el que deja correr el agua, está vivo;
mientras que el que retiene todo, está muerto.
1. Dios es un Dios que da
El Dios que nosotros conocemos es un Padre celestial que
siempre da. Dios creó el universo, todas las cosas y los
bendijo. Antes de crear al hombre, creó todas las cosas.
Luego presentó al hombre todas estas cosas y lo bendijo.
En Génesis 1:27-28 dice “Y creó Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creó varón y hembra los creó. Y los
bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos;
llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del
mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que
se mueven sobre la tierra”.
Luego proveyó a Adán de una ayuda idónea. Deseaba que Adán
recibiera la ayuda de Eva y que los dos vivieran juntos.
También les entregó un jardín muy hermoso. Un lugar donde
no hay dolor ni lágrimas. Asimismo les dio autoridad para
señorear sobre toda la creación.
Génesis 2:15 dice “Tomó pues, Jehová Dios al hombre, y lo
puso en el huerto de Edén para que lo labrara y lo
guardase”.
Sin embargo, ellos se rebelaron contra Dios y fueron
echados fuera del Edén, aún así Dios en su misericordia
para salvarlos, envió hace dos mil años atrás a su
Unigénito. Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha
dado a su Hijo Unigénito, para que todo el que cree en él
no se pierda, mas tenga vida eterna. Así, pues, Jesús tomó
la cruz donde destruyó su cuerpo en sacrificio y derramó
toda su sangre, con su muerte nos entregó el perdón de
pecado y la justicia. La santidad y la llenura del Espíritu
Santo. La sanidad y la salud, la prosperidad y la bendición
de Abraham, la resurrección y la vida eterna y el reino de
Dios. Puedo hablar de Dios y no me cansaré de enumerar las
maravillosa obras de Dios. Pues, Dios todo nos ha dado. De
todo lo que nosotros tenemos y gozamos todo viene de Dios.
Pues, el Dios que conocemos es un Dios misericordioso que
siempre está dispueto a darnos. No como los otros dioses
que siempre está pidiéndonos.
2. Existe algo que solamente está pidiendo
En el mundo existe algo que solamente está pidiendo. Roba,
arrebata y codicia, él es el diablo. Lucifer era un
arcángel muy hermoso, pero se llenó de soberbia olvidándose
de la gracia de Dios y quiso apoderarse del trono de Dios.
En lugar de entregar a Dios toda la gloria y la honra y la
alabanza, se apoderó de todas ellas.
En Isaías 14:13 dice “Tú que decías en tu corazón: Subiré
al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios,
levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré
a los lados del norte”
Es un ser codicioso. También Adán fue engañado por la
astucia del diablo que codició ser igual a Dios. No
conformándose con todo lo que tiene. Codició hasta el
lugar de Dios.
En Génesis 3:5 dice “sino que sabe Dios que el día que
comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como
Dios, sabiendo el bien y el mal”.
Tomaron el fruto del árbol prohibido y cayeron. Toda la
humanidad de hoy en día son de la descendencia de Adán y
Eva, por ende nacen bajo la esclavitud al diablo. Nacen
esclavos a la codicia.
En San Lucas 12:15 dice “Y les dijo: Mirad, y guardaos de
toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la
abundancia de los bienes que posee”.
Aunque muchos saben que nacen bajo la esclavitud al diablo,
se dejan arrastrar por donde los lleva el diablo. Viven
esclavizados a la codicia y terminan así sus vidas. No tome
con ligereza a la codicia, porque es muy temerosa. Nunca se
sacia con lo que tiene, siempre está presto a empuñar más y
más. Se puede decir que son personas que bebieron el agua
del mar. Son personas que se encuentran en alta mar y sin
agua, por la sed beben el mar y sienten más sed, no
pudiendo saciar la sed continuan bebiendo hasta que mueren
con la barriga inflamada. Así es la codicia.
Sucedió en España en el año de 1993. Un hombre salió
premiado a la loteria por la suma de trecientos mil
millones de won; pero al día siguiente fue tomado preso por
homicidio. Los policías realizaron la investigación y
sucedió que hicieron una fiesta para felicitar el premio y
la hermana de éste que tenía 17 años le pidió que le
regalara una cierta suma de dinero, altercando se enfureció
y la asecinó. Comunmente pensamos que si ganó el dinero sin
hacer nada, que comparta. Pero aunque había ganado
trescientos mil millones sin hacer nada, se llenó de
codicia y de mezquinidad y mató a su hermana. Lo triste es
que él no pudo recibir los trescientos mil millones y quedó
preso y perdió también a su hermana. Una vez que está
esclavizado a la codicia, la persona se convierte muy
mezquino. Siempre está luchando por poseer más y así
culmina su vida. ¿Por qué el hombre no se conforma con lo
que tiene? Pues, la Biblia dice, los ojo no se sacian de
ver y el oído de oír. No se satisface con lo que come; ni
con todo el oro y la plata satisfacerá el hombre. Mientras
tiene riqueza, fama y honor, deseará más y más. No se
conformará con lo que tiene actualmente, y ésto es la
realidad del hombre. De modo que una vez que se empuña, no
dejará correr; no les importa si los otros están bien o mal,
solamente está preocupado por sí mismo, por su bienestar,
éste es el principio de la codicia. Y muchos están
esclavizados a la codicia.
Vivió en China un siervo sabio. Un día el rey viendo la
mesa aderezada delante de él le contestó “mi país está
viviendo en abundancia, por qué todavía tengo que usar
palillos de madera en lugar de palillos de márfil”,
arrojándole los palillos al siervo, habló ásperamente. El
siervo sabio comenzó a preocuparse, se encerró en su casa.
Entonces los amigos le fueron a visitarle porque supieron
que estaba preocupado por los palillos del rey. “Por qué te
preocupas, si el rey quiere que le dé palillos de márfil,
dáselo” “el problema no es tan fácil como ustedes piensan,
si ahora le cambio los palillos de madera a márfil, luego
me pedirá que le traiga los platos de oro, luego que le
prepare alimento más exquisitos. Luego en lugar de mesa de
madera que le haga una mesa de oro, luego me pedirá que le
construya un palacio para diversión, lo triste es que el
pueblo tendrá que pagar más impuesto para abastecer y para
satisfacer los deseos del rey, por eso estoy preocupado”.
Es cierto, una vez que el hombre caiga a la codicia, nunca
se saciará. Querrá llenarse más y más la necesidad hasta
que se convierte en esclavo. En la historia humana podemos
ver que los países potentes codiciando se apoderaron de
países débiles, pero no se conformaron con uno y batallando
continuan apoderándose de otros países; en su trayectoria
mantaron a miles de personas. Siempre la vida del hombre
está sujeta a querrer más y más y se queja por las cosas
que no pudo alcanzar.
Así dice en Santiago 4:1-2 “¿De dónde vienen las guerras y
los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones,
las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no
tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar;
combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque
no pedís”. Pelean y combaten con la finalidad de satisfacer
su codicia. En diferentes maneras expresan los disgustos,
algunos por medio de conflicto social, conflicto entre
patrono y obrero y conflicto entre provincia. Cuando
nuestro país vivía en pobreza no había conflicto entre
patrono y obrero. Todos trabajábamos arduamente. Pero ahora
que estamos viviendo en abundancia y mejor que antes, el
conflicto entre el patrono y el obrero es severo. Pensamos
comunmente que cuando hay necesidad habría más conflicto,
pero no es así; sino cuando hay abundancia, el conflicto es
más notorio. Porque tanto el uno como el otro quieren tener
más y más comodidad. El conflicto entre el patrono y el
obrero creció más después del año 1998. Conforme al reporte
del Ministerio de Trabajo, el caso del conflicto entre
patrono y obrero reportado en el año 97 fueron 78 casos;
pero en el año 98 se reportó 129 casos. En el año 99, 198
casos, en el año 2000, 250 casos y 2002, 320 casos, cada
año está creciendo. Mientras que estamos viviendo mejor, el
conflicto también está creciendo. Mientras el salario
aumenta, el conflicto entre el patrono y el obrero también
aumenta. ¿Por qué? Porque la codicia del hombre está
siempre queriendo tener más y más. La codicia lleva al
hombre a pelea interminable. Un maestro de la universidad
de Londres realizó una encuesta a 54 países del mundo sobre
el nivel de la felicidad. ¿Qué pueblo creen ustedes que se
sienten feliz en el mundo? El primer lugar lo ocupa
Bangladeshi. Aunque son pobres y tienen necesidad, ellos
tienen el mayor índice de felicidad. El tercer lugar
Nigeria, el quinto India. Los primeros lugares estaban
ocupados por países pobres. Mientras que los países
potentes como los Estados Unidos ocupaba el 46 lugar, Japón
el 44 lugar y Alemania 42, Suiza 41 y Rucia 37 lugar y la
Gran Bretaña el 32 lugar. Nuestro país estaba en 23 lugar
de entre los 55 países. Nosotros vivimos mejor que los de
Bangladeshi, pero ocupamos el 23 lugar. Conforme a una
investigación, cuando la ganancia de una persona supera
cierto límite, ejerce influencia negativa a la felicidad de
la persona. El hombre esclavizado a la codicia, lucha para
satisfacer el deseo vehemente. Pero pierde la felicidad por
la codicia conviertiéndose en un ser desdichado. Durante el
ministerio he visitado a muchos hogares desde los años 60
a 2005, he descubierto que los que se ríen más son los
pobres que los ricos. Los pobres vivían siempre felices,
aunque no estaban vestidos bien, no se alimentaban bien,
pero ellos estaban libres de la codicia. Pero los que se
alimentaban bien, estaban bien vestidos y vivían en una
casa grande y hermosa, no estaban conforme y se quejaban
siempre de que la casa no es lo suficientemente grande que
el vestido no es muy hermoso. Se sentían desdichado. Pues,
la felicidad del hombre no depende de las muchas posesiones.
Cuando el hombres está libre de la codicia, será feliz.
3. El hombre que nació para entregar
¿Qué clase de personas somos los cristianos? No como los
descendientes de Adán y Eva que están esclavizado a la
codicia, pues, el hombre viejo murió, he aquí todas son
nuevas. En II Corintios 5:17 dice “De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
El hombre esclavizado a la codicia pasó, he aquí el hombre
nuevo, libre de la codicia. El viejo Adán, el hombre
codicioso fue crucificado junto con el Señor.
En Romanos 6:2-3 dice “En ninguna manera. Porque los que
hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no
sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo
Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?”.
Con Cristo juntamente hemos sido bautizado y con él hemos
sido también resucitado para una nueva creatura.
En Gálatas 5:24 dice “Pero lo que son de Cristo han
crucificado la carne con sus pasiones y deseos”.
Con Cristo crucificamos nuestras pasiones y codicia. Con
Cristo nuestro viejo hombre fue crucificado y sepultado,
resucitado a una nueva criatura. Nueva criatura, nueva vida,
es decir hemos participado de la vida de Jesús para volver
a nacer en una nueva criatura. Vivimos con Cristo, es decir
que nacimos para entregar nuestra vida como el Señor.
Leamos juntos la palabra de Romanos 6:4-11 “Porque somos
sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a
fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la
gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida
nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la
semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su
resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue
crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del
pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al
pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del
pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también
viviremos con él; sabiendo que Cristo, habiendo resucitado
de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más
de él. Porque en cuanto murió al pecado murió una vez por
todas; mas en cuanto vive, para Dios vive. Así también
vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para
Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro”.
Nuestra manera de pensar será cambiado. Pues, el viejo
hombre fue crucificado con el Señor. Mas ahora resucitamos
juntamente con el Señor. Estamos libres de la codicia
porque Cristo vive en nosotros.
George Muller reverendo y hombre de negocio de la Gran
Bretaña, entregó toda su vida para cuidar de los huérfanos,
también fue honrado por muchos. En los últimos días un
periodista le entrevistó y le preguntó cómo pudo dedicar
toda su vida para tal ministerio. Y le contestó “Porque
George Muller está muerto. El viejo hombre sujeto a la
codicia está muerto, crucificado y sepultado y nació un
nuevo hombre en Cristo Jesús. Estoy muerto ante la
reputación del mundo, de la selección de lo mejor y lo peor,
y de las quejas. También de los elogios y las críticas
estoy muerto. El viejo hombre George Muller está muerto en
Cristo Jesús y soy una nueva criatura en el Señor” Porque
George Muller estaba muerto completamente en el Señor, pero
vivo para una nueva criatura, pudo servir al Señor con
dedicación. De modo que no siguió el honor, la fama, la
riqueza, los placeres; estaba libre de todas ellas y estuvo
llenos de la presencia de Dios. Para dedicarse toda su vida.
Entendemos que nuestra vida no podemos vivir a nuestro
gusto y placeres, sino a la manera del Señor. Los
descendientes de Adán quienes no tienen al Señor Jesús,
viven conforme a sus deseos y maneras, son dueños de su
propia vida; pero los que han sido muertos y resucitados en
Cristo Jesús, viven con el Señor. El Señor mismo vive sus
vidas.
En Gálatas 2:20 dice “Con Cristo estoy juntamente
crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí y lo
que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de
Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.
¿Cómo vivió el Señor Jesús? El Señor Jesús vivió para
servir. No fue servido, vino para entregar su vida en
rescate. Para salvar a muchos entregó su vida. Y él vive
nuestra vida, él es el dueño de nuestra vida y nosotros
debemos seguirle.
En San Marcos 10:43-45 dice “Pero no será así entre
vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre
vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera
ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del
Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para
dar su vida en rescate por muchos”.
Por tanto, el Señor nos hizo una nueva creatura, para que
también nosotros compartamos sirviendo unos a otros. Para
eso debemos hacer morir a nosotros mismos primeramente para
servir y compartir con los demás, haciendo así las
bendiciones de Dios se aumentarán aún más en nosotros.
En San Lucas 6:38 dice “Dad, y se os dará medida buena,
apretada, remecida y rebosando dará en vuestro regazo;
porque con la misma medida con que medís, os volverá a
medir”. Nosotros oramos siempre pidiendo al Señor “Señor
deme ésto, deme lo otro”. Siempre me acuerdo de una perra
que tuve cuando vivía en el campo, ella parió muchas crias,
pero los cachorros estaban siempre queriendo tomar más
leche y más leche, hasta que la perra cansada sacudía a los
cachorros y huía. Todos los cristianos del mundo están
siempre pidiendo al Señor “Señor deme ésto, deme lo
aquello”. Tal vez Dios también se canse y huya de nosotros.
Pedimos y no nos cansamos de pedir porque estamos sujetos a
la codicia. Pero aprenda usted a entregarse a Dios, porque
cuando le entreguemos, él nos devolverá.
4. El principio de la vida de los santos
Dice en II Corintios 9:8 “Y poderoso es Dios para hacer que
abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo
siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis
para toda buena obra”. Lo más importante para la vida de un
cristiano es una vida de entrega. No esté pidiendo
solamente, sino que entréguese a Dios, entonces él le
llenará. La naturaleza de Dios es dar, todo lo contrario a
Lúcifer que solo pide. Codiciando también Adán fue echado
fuera del Edén, como también el pueblo Israel fue echado de
Canaán. Porque la naturaleza del diablo es la codicia. La
caída también es la naturaleza del diablo. En lugar de
estar solamente pidiendo a Dios, entréguese primeramente y
él les devolverá en medida buena, apretada, remecida y
rebosando. Porque Dios es bueno que siempre desea
devolvernos con lo mejor; pero los que codician son como
los que adoran a los ídolos y allí no está Dios. Debemos
entregar la honra, la gloria y la alabanza a Dios. ¿Qué
harán los que habitan en el reino de Dios? ¿Piensan que
hasta en el reino de Dios estarán pidiendo a Dios?. Los que
habitan en el reino de Dios alaban a Dios.
Así en Apocalipsis 4:10-11 dice “Los veinticuatro ancianos
se postran delante del que está sentado en el trono, y
adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan
sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres
de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú
creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron
creadas”.
Los veinticuatro ancianos representan a los santos. Los
santos salvos llegan al reino de Dios y alaban a Dios. Al
mismo tiempo debemos entregar a Dios tiempo y ofrendas.
Primeramente debemos guardar los días del Señor para
adorarle, participar de los servicios del domingo,
miércoles y célular. Ofrendar y diezmar, ofrecer ofrenda de
misión, de acción de gracias. No pida solamente.
Una mujer pobre tenía por vecino a un hombre rico. Era un
invierno muy frío, la viuda de la casa pobre alimentaba a
sus hijos cosiendo ropas, pero los niños inmaduros pedían a
la madre algo de comer porque tenían hambre. “Mami tenemos
hambres, mira la casa de a lado, ellos están cociendo torta
de arroz” Pero ella no tenía nada que dar a sus hijos,
apenado por la pobreza comenzó a lagrimear; pero volviendo
en sí dijo “espera un momento que voy a darle la torta de
arroz”. Salió a la cocina y con un puñado de cebada preparó,
cebada chamuscada. Los niños le contestaron “mami, eso no
es torta de arroz, es solamente cebada chamuscada” “Es
cierto, pero ésta cebada chamuscada se convertirá en torta
de arroz”. Llamó a su hija mayor y le dio un plato lleno de
cebada chamuscada y la mandó a la casa del rico y le ordenó
que hiciera todo lo que ella le indicaba. Al comienzo la
niña resistió, porque le daba vergüenza, pero obedeciendo
fue. Tocó el timbre y slío la dueña de la casa, y la niña
le dijo “mi madre preparó la cebada chamuscada como hace
frío, viendo que no podíamos comer solamente nosotros, me
pidió que le trajera”. La señora vio la cebada chamuscada
que ni el perro de la casa lo comería, pero conmovida por
la amabilidad de la viuda le dijo “gracias, qué rico se ven,
déle las gracias a tu madre de mi parte” Devolvió a la niña
con un plato lleno de torta de arroz. Y ella regresó alegre
de la casa del rico. Y la cebada chamuscada se convirtió en
torta de arroz. ¿Por qué? Porque como dice la Escritura
“Dad y se os dará; medida buena, apretada, remecida y
rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma
medida con que medís, os volverán a medir”. Dándose es que
recibiremos, y no como nosotros pensamos que recibiendo
daremos. Si entregamos a Dios tiempo y ofrendas, él nos
devolverá como a trenta, sesenta y ciento por uno. Sin
haber entregado a Dios, pedir que le llene, eso es
idolatría. Pues, la codicia es idolatría. Cuando entregamos
a Dios dedicación y servicio, él nos aceptará.
En Salmos 91:14-16 dice “Por cuanto en mí ha puesto su amor,
yo también lo libraré Le pondré en alto, por cuanto ha
conocido mi nombre. Me invocará y yo le responderé Con él
estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré Lo
saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación”. Como
cristianos nacido nuevamente, lo que debemos hacer en
primer lugar es entregar a Dios servicio de adoración,
acción de gracias y la alabanza, ofrendas y servicios y
luego entregar nuestra oración. Para luego buscar las
bendiciones de Dios. Pues, si antes de entregar lo nuestro
pedimos a Dios, eso es idolatría y codicia.
Segundo, debemos cumplir el mandamiento de amar al prójimo.
Muchas veces nos porfiamos y pedimos que los otros nos
sirvan, pero esos actos indebidos causarán burlas y
menosprecios de los demás. Aunque yo sea una persona muy
torpe, si estoy presto a ayudar al prójimo y siempre
dispuesto a servirle, ellos me respetarán y me servirán.
Así en San Mateo 7:12 dice “Así que, todas las cosas que
quieran que los hombres hagan con ustedes, así también
ustedes hagan con ellos; porque esto es la ley y los
profetas”. Que sirvamos a los otros primeramente. Los hijos
deben servir a los padres, entonces los padres serán
conmovidos y querrán darle todo lo que tienen. Si servimos
al prójimo con dedicación y los cuidamos, ellos nos
respetarán. Como cristianos debemos amar y servir al
prójimo, asimismo compartir lo que tenemos. Porque
compartiendo tendremos más.
En el desierto de Betsaida un niño entregó su almuerzo,
cinco panes y dos peces; él también tenía hambre, pero lo
entregó a las manos del Señor. Tomando el Señor los bendijo
y alimento a 5 mil hombres sin contar a mujeres y niños y
dejó 12 canastas llenas. Cuando el niño lo compartió, el
Señor lo bendijo. Pero si el almuerzo hubiera seguido en
las manos del niño, hubieran quedado igual. Pero cuando lo
compartió, el Señor lo bendijo y alimentó a muchos y sobró
12 canastas. Así el Señor le devolvió al niño 12 canastas
llenas de panes y peces. Por tanto dad y se os dará en
medida buena y apretada, remecida y rebosando se le
devolverá.
El famoso hombre adinerado Carnegie dijo “morirse con la
fortuna es una vergüenza para el hombre”. Nació en Escocia,
hijo de un agrigultor pobre; como si fuera poco en esa
época el país estaba sufriendo de crisis económica. Así a
los 13 años se imigró a los Estados Unidos. Toda la
educación que él había recibido fue hasta los cuarto grado
de la escuela. Pero aprendió el principio de la vida
cristiana y lo aplicó en toda su vida. Por medio de aquel
ley amasó grandes fortunas. Siempre se esforzó mucho en
devolver a la sociedad la riqueza que él había ganado por
la gracia de Dios. Levantó diferentes institutos de
educación, cualtura, arte, socorro y de paz e invirtió
grandes sumas de dinero en las obras filantrópica.
Construyó salón de Carnegie para el arte, instituto de
investigación Carnegie, fondos de Carnegie, Fundación
Mundial de la Paz de Carnegie. También donó a diferentes
iglesias de provincias siete mil órgano de cañones, a dos
mil ochocientos biblioteca donó fondos. Si se contara todo
el dinero que él gastó a la sociedad alcanza más de miles
de billones. Su manera de vida conmovió en gran manera a
Dios y él le derramó innumerables bendiciones. Hasta hoy en
día su nombre es conocido en el mundo. Dios nos ha
derramado muchas bendiciones con la finalidad de que lo
compartamos con el prójimo.
En I Juan 3:18-19 dice “Hijitos míos, no amemos de palabra
ni de lengua, sino de hecho y en verdad. Y en esto
conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros
corazones delante de él”
En II Timoteo 6:18 dice Que hagan bien, que sean ricos en
buenas obras, dadivosos, generosos”.
Y en Hebreos 13:16 “Y de hacer bien y de la ayuda mutua no
os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”.
Por tanto, debemos siempre servir, compartir, y ayudar a
los que están sufriendos. No pida solamente, entréguese
también a sí mismo por los demás.
En Santiago 1:27 dice “La religión pura y sin mácula
delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y
a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha
del mundo”.
Según nuestro proverbio que el hombre que se jacta de la
mujer es considerado como un tonto. Pero ya tengo 70 años,
antes yo no hablaba mucho de mi mujer porque no quería que
nadie me llamara tonto, pero ahora creo que puedo hablar un
poco de ella. Me siento muy orgullosa de ella. Un día
estaba viendo un programa cristiana de TV y allí el
reverendo Kim Sam Hwan hablaba mucho de su mujer, aprendí
que la edad cubría todo, pues nadie llamaría a un anciano
tonto por hablar bien de su mujer. Respeto mucho a mi mujer,
pues durante muchos años ha estado alimentando y cuidando
de 30 huérfanos y 30 ancianos. Ella levantó un horfanatorio,
pero no lo comentó a nadie y desde entonces está
administrado, alimentándolos y educándolos con el salario
mio, con ayuda y ahorro. En la montaña de oración ustedes
han visto el asilo para los ancianos. Allí viven unos 30
ancianos, primero ella lo fundó y ahora los están cuidando.
Siempre está orando por ellos y les lleva lo mejor que
halla en la casa. Si algunos miembros de la iglesia me da
alguna vitamina todo desaparecen, pues ella los lleva todo
al asilo de los ancianos. Si le preguntó dónde está, me
contesta, lo llevé al asilo. Un día mi hijo me trajo una
máquina de masaje de agua para los pies, pero cuando lo
busqué para masajear los pies, no lo hallé. Y pregunté a
mi mujer y me contestó que lo llevó al asilo. No es fácil
cuidar de los demás, pero ella lo estaba asiendo sin que
nadie lo supiera. Por eso me siento orgullosa de ella.
Pensé luego que si ella va al reino de Dios, tal vez Dios
tenga preparado un premio mayor que el mio. Y le pedí que
se acordará de mí cuando fuera al reino de Dios. Porque
dice la Escritura “La religión pura y sin mácula delante de
Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las
viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del
mundo”. No critique al que padece ni sea indiferente a los
dolores de ellos, comparta con ellos en sus necesidades,
porque eso es la verdadera vida cristiana. “Qués es amor?
En I Pedro 4:8 “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente
amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”.
El amor está en cumplirla.
En I Juan 4:10-12 dice “En esto consiste el amor: no en que
nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a
nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros
pecados. Amados, si Dios nos ha amado así debemos también
nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios.
Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y
su amor se ha perfeccionado en nosotros”.
Algunos dicen “yo amo a Dios, aleluya” Voy a la montaña de
oración, vigilia, ayuno y oro en lenguas y canto alabanzas
a Dios. Pero regresando a casa pelea con el marido o con
la mujer, pelea con el prójimo y codicia ¿es esto la
devoción? Es mentira e hipocresía. ¿Dónde está Dios? Muchos
nos piden que les muestres Dios. Pero Dios está donde hay
manifestación de amor. Porque Dios es amor. Donde está el
amor, allí también está Dios. Aunque diga que es un buen
cristianos, que ora mucho, que es santo, pero si lo que
hace es hablar mal del prójimo, estar en chismes,
pisoteándolos y lastimándoles, es mentira su devoción. Es
satanismo su acto. ¿Por qué? Porque conforme a la Escritura
“el amor cubrirá multitud de pecados”. El amor cubre las
faltas, los errores, las heridas; el amor anima al hermano,
pues donde hay manifestación de amor, allí está Dios. ¿Qué
es saludable? ¿qué es justo? ¿qué es santo? ¿qué es
hermoso? Donde está el amor allí hay devoción, santidad, y
hermosura. Una práctica de fe no acompañada de amor es
mentira e hipocresía. Muchas veces hablé de mi experiencia
que tuve durante el tiempo de Seo Da-mun. Llegó a la
iglesia un hombre que me confesó que quería servir a Dios
como pastor. Le hice la entrevista, me confesó que es un
hombre de oración, de ayuno, dedicado y evangelista. Le
preguntó por la relación de familia. “Tienes familia” “Si,
tengo a mi mujer” “tienes hijos” “Sí, tengo tres” “dónde
están ellos” y me contestó “porque amo al Señor, los
abandoné como basura”. Esta contestación me chocó en gran
manera y le repliqué “qué me dijo”. Erguiendo aún más su
cabeza orgolloso de sí mismo me contestó “porque amo al
Señor, a mi familia los abandoné todos como basura”
Entonces le contesté “también yo te echo como basura”. ¿qué
amor es esa que diciendo que ama al Señor, abandona a su
familia como basura. Porque la Biblia bien dijo que el que
no ama a su familia es más malo que un impío. Donde está el
amor, allí está también Dios. Por mucho que el hombre
practique religiones y proceda piadosamente, si no hay amor
todo es mentira. Por tanto, el viejo hombre Adán que no
tiene la salvación, llega al mundo con la codicia, está
siempre centrado en sí mismo, buscando cómo satisfacer su
codicia, estrechando aún más la mano para pedir; mas el
viejo hombre crucificado en la cruz del Calvario, muerto y
sepultado y resucitado a una nueva criatura con Cristo
Jesús, sabe que su vida no la vive él mismo, sino el Señor
en él. Porque Cristo vive en él, la vida de éste hombre
está centrado en servicio y en entrega. Sufre con los que
sufren y lleva la carga con ellos. Actualmente la fortuna
que amasa los cristianos al año alcanza a seicientos
cincuenta mil billones de dólares; es decir, un dos tercio
de la ganancia del mundo. La ganancia anual de los
cristianos es aproximadamente 4500 dólares, tres veces
mayor que los no cristianos, fue publicada en Almanaque
Mundual de Cristianos en 1998. Dios entregó la dos tercera
parte de la fortuna del mundo a las manos de los cristianos.
De los dos tercio de los hombres ricos del mundo son
cristianos. Y la ganancia anual de los cristianos es
aproximadamente 4500 dólares, tres veces mayor que los
incrédulos. ¿Por qué ha dado Dios tanta fortuna a los
cristianos? Es para que ayude y sirva a los pobres, los
desnudos y los hambrientos. No es para que lo gaste todo
para sí mismo. Siguiendo al corazón del Señor Jesús,
debemos cumplir el amor, y cuando lo hagamos la bendición
de Dios sobreabundará en nosotros. Nuestro país en corto
tiempo ha progresado en gran manera. Hay muchas razones,
pero para mí es porque en nuestro país contamos con doce
millones de cristianos quienes aman y sirven al Señor con
dedicación y obras filantrópica. Algunos critican a nuestra
iglesia y me preguntan ¿qué hace su iglesia para la
sociedad? Lo cierto es que cuando escuché de la tragedia en
Asia, no podía conciliar el sueño. Me dolió mucho el
corazón. Al día siguiente llamé al anciano reprensentativo
del negocio de Buenas personas, organización no
gubernamental de nuestra iglesia. “Anciano, parta
inmediatamente con medicamentos y médicos, con personas
capacitadas para restaurar los daños” Y me contestó “en
este momento no tengo dinero para partir”. “Anciano no
tengo tiempo para abrir la seción, yo tomaré la decisión y
le autorizo para que salga inmediatamente, saque del banco
doscientos cincuenta mil dólares y parta”. El primer equipo
de socorro que partió de nuestro país fue de nuestra
iglesia. Como ustedes lo vieron por el video, ellos se
hospedaron en bodegas, allí atendieron a los enfermos,
procurando por la higiene y realizando cirugías a los que
lo necesitaban. Durante años estamos ayudando a Corea del
Norte con la semilla de maíz, ahora nos pide que le
ayudemos en el sembrío de papas y lo estamos ayudándoles.
Enviamos a Corea de Norte millones de millones de won para
ayudar a los enfermos de tuberculosis. Y nos piden ahora
que le levante una fábrica para hacer polvo de frejol,
estamos discutiendo el asunto. También para los refugiados
de Iraq, o cuando nuestro país padece de necesidad, estamos
siempre en la frente para brindarle ayuda y socorro. Es
cierto que gozamos de grandes bendiciones, pero todo por la
gracia de Dios porque como el mar de Galilea estamos
dejando que el agua corra, sin dejar que se descubra
nuestra obra. Durante años estamos realizando operación de
corazón a los niños enfermos de corazón que ya alcanzaron
tres mil niños. Nos estamos esforzando para levantar 500
iglesias en nuestro país, ayudando a los ministros del
campo. Pero porque no descubrimos lo que hacemos nos
preguntan y critican ¿qué hace la iglesia más grande del
mundo? Si nuestra iglesia hubiera guardado todas las
bendiciones de Dios solo para nosotros, nos hubiéramos
convertidos en columna de sal como el Mar Muerto. Pero
porque estamos ayudando, extendiendo nuestra ayuda a los
necesitados, Dios está derramando grandes bendiciones. Esto
es lo que los cristianos debemos hacer, servir y compartir.
Porque ésto es la naturaleza de nuestra devoción.
Tercero, los cristianos debemos amar y preservar la
naturaleza. Debemos preservar la naturaleza, porque también
la naturaleza fue creada por Dios. Pues, los árboles, las
flores, los animales, insectos todos ellos tienen todos los
derechos de vivir como nosotros. Porque Dios los creó para
que viviera con nosotros, si ellos son exterminados también
nosotros moriremos.
En Romanos 8:21-22 dice “Porque también la creación misma
será libertada de la esclavitud de corrupción, a la
libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que
toda la creación gime a una, y a una está con dolores de
parto hasta ahora”
Hasta cuando la creación sufrirá a una. Por Adán y Eva la
creación sufre. El hombre destruye la naturaleza sin piedad,
cortan los árboles, contamina el agua dejando fluir
indebidamente los residuos químicos, matando así a los
peces. Botan la basura y contamina la tierra y pisotea la
naturaleza. Cuando yo era niño en el campo después de
cosechar arroz, sembraban frejol. Pero mi abuela me decía
que tenía que sembras 3 granos de frejol. Si alguno creció
en el campo entenderá lo que digo. Extrañado preguntaba a
mi abuela, por qué tenía que sembrar tres frejoles en cada
hoyo. Y ella me contestaba “un frejol es para los insectos,
el segundo es para los animales y el tercero para nosotros.
Debemos compartir”. Así, pues cuando sembrábamos deciámos
“comparto, comparto” Ellos aunque no tenían mucha educación,
sabían cómo convivir con la naturaleza. Pues, si muere la
naturaleza también nosotros moriremos. La salvación de
Jesús no solamente ejerce influencia al hombre sino también
a la naturaleza.
Una vez leí una historia muy interesante. De la provincia
de Chula-buckdo el arrozal de una persona daba cosecha de
arroz superior a los otros arrozales de esa provincia.
Extrañado fueron y preguntaron al dueño del arrozal el
secreto y le contestó “no sé, no hago nada extraordinario.
Pero siempre converso con arroz. De mañana le pregunto si
durmieron bien, en la tarde si no están cansado de calor, a
parte de ella no haga nada fuera de lo común” Pero el arroz
de aquel hombre daba más cosecha que cualquer otro arroz de
esa provincia. Así también los animales, si usted ama y
cuida de su perro, él también le recibirá con alegría. El
amor da vida hasta a los animales y las plantas. Porque no
expresamos nuestro amor a la naturaleza que la naturaleza
reacciona con ira contra nosotros. Vean el cambio
meteorológico en la tierra. Hace poco en Asia del sur por
el maremoto más de ciento cincuenta mil personas perdieron
la vida. En diferente parte del mundo se presentan diversas
tragedia, en el norte de Europa por las continuas lluvias
torrenciales a lo menos 16 personas perdieron la vida. Los
aviones, barcos y vehículos quedaron paralizados. Al Norte
de Gran Bretaña, Irlanda por la lluvia pesada, los ríos se
desbordaron y muchas personas perdieron la vida. También en
Rusia en San Petesburgo, por la lluvia una parte de la
ciudad quedó inundada y se cerró el metro. Sin embargo, en
Moscú el calor era tan terrible que siendo aún invierno se
sintieron como primavera. En California donde no cae nieve
ni congela, por cinco días continuas cayó nieve y cubrió
todos los montes. En Brasil por las continuas lluvias hasta
ahora 9 personas perdieron la vida. Se declararon el estado
de emergencia. En nuestro país, el invierdo es más corto
que antes, apenas hoy nevó un poco. Es un invierno sin
nieve. En el año 1954 o 55 nevó tanto cuando yo llegué por
primera vez a Seúl. Pero ahora no hay nieve, por el cambio
meteorológico. El mes pasado en Buenos Aires, Argentina se
llevó a cabo la Asamblea General de Acuerdo de Clima de UN.
Los reunidos de allí, los especialistas de clima declararon
que estas calamidades eran causadas por la destrucción de
la naturaleza. Porque durante siglos hemos odiado,
pisoteado a la naturaleza. Así, pues, la naturaleza
reaccionó con ira contra el hombre. La ira de la naturaleza
es muy temible. Aparece como maremoto, con lluvia violenta,
con calor insoportable. El amor de Cristo también debemos
compartirlo con la naturaleza. Porque de tal manera amó
Dios al mundo. No dice que Dios amó solamente al hombre,
sino al mundo que ha dado a su Hijo unigénito. Jesús tomó
la cruz por el hombre y por la naturaleza al mismo tiempo.
Por tanto, no procure solamente la salvación de sí mismo,
sino del prójimo y extender la gracia redentora a la
naturaleza también. Si nosotros no amamos y cuidamos a la
naturaleza, la codicia traerá destrucción.
La Escritura dice que mejor es dar que recibir. Una vida de
dedicación, una vida de entrega en ella hay gozo y
felicidad. Cuando se dedica o se entrega continuamente,
experimentará gracias y bendiciones. Dad y se os dará, en
medida buena y apretada, remecida y rebosando se nos
devolverá. Sea una nueva criatura en Cristo Jesús,
despojándose del viejo hombre de la codicia, entregue su
vida para servir y para compartir, os ruego en el nombre de
Jesús.
Oración
Dios llenos de amor y santo, el hombre viejo estaba sujeto
a la codicia, siempre deseando tener más y más. Y la
consecuencia fue siempre trágica y dolorosa, siempre lucha
y guerra. Pero en Cristo hemos vuelto a nacer nuevamente,
despojándonos del viejo hombre a la nueva de amor, ayúdenos
oh Señor a vivir centrado en Cristo, sirviendo a Dios,
compartiendo y tomando la carga del prójimo. Oramos en el
nombre de Jesús. Amén.
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