evolución del régimen jurídico de la propiedad y tenencia de la tierra

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Breve presentación de la evolución que ha presentado la tenencia de la tierra en México, sobre todo en materia agraria

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UNIDAD I

UNIVERSIDAD DE SONORA

DEPTO. DE DERECHOSEMINARIO DE DERECHO AGRARIO

Para entender nuestro actual sistema de propiedad territorial, es necesario realizar un previo aunque somero análisis de la organización social de las tribus más connotadas que poblaron el territorio nacional.

Los pueblos precolombinos que brillaron por su organización y grado de civilización que alcanzaron y por sus características peculiares, es decir, por su mayor desarrollo económico, social, político y cultural fueron:

los aztecas los toltecas y los mayas

NoRaH O Armenta Icedo
Sin que esto signifique que los zapotecas, los mixtecas y los tarascos no hayan tenido una relevante civilización

La organización social y política de esos pueblos constituye el antecedente de las instituciones que, en etapas posteriores de su desenvolvimiento histórico, adoptó el pueblo mexicano.

Alrededor del año de 1325 los aztecas, tras de una larga y azarosa peregrinación que iniciaron en la región norte del país, se establecieron en el territorio que tiempo después se llamó Anáhuac en el Valle de México.

NoRaH O Armenta Icedo
Estas chinampas o parcelas aún perduran en Xochimilco y en otras partes del Valle de México

Convirtieron esos terrenos,

excesivamente pantanosos, en

fértiles y aptos para la agricultura.

Construyeron chinampas, que destinaron a la agricultura para aprovechar los islotes del Lago de Texcoco, en las que se advertía y resaltaba el celo del agricultor por obtener su mejor aprovechamiento y rendimiento.

NoRaH O Armenta Icedo
Estas chinampas o parcelas aún perduran en Xochimilco y en otras partes del Valle de México

Poseían una clara percepción de la importancia que reviste el almacenamiento de las

aguas, que los indujo a construir presas y canales de derivación, de ejecución irreprochable.

Su organización política fue depositada, originalmente, en una clase aristocrática integrada por un grupo de notables que se elegían por su saber, su ilustración, sus propiedades o por otros merecimientos, la que gobernaba y dictaba las normas de convivencia.

Pero como el gobierno de tan reducido grupo de privilegiados suscitaba frecuentes divisiones, ya que faltaba la unidad para establecer la cohesión entre los diversos grupos de familias, que a la sazón integraban la tribu, decidieron adoptar el RÉGIMEN MONÁRQUICO.

Alcanzaron su máximo esplendor bajo el reinado de Moctezuma.

Fue entonces cuando fincaron en definitiva su hegemonía política sobre todo el Valle de México.

Sometieron a su dominación a la mayor parte de las tribus vecinas.

En lo que atañe a su organización social, dispusieron de tribunales en los que estaba proscrita la corrupción y el cohecho.

Administraban justicia por medio de un juez supremo y de jueces delegados, que residían en las regiones sometidas al reino.

Los tribunales de los aztecas fueron, para su época, un modelo de simplicidad y de equidad (sobre todo sus leyes civiles y penales).

Tuvieron igualmente un cuerpo de investigación y vigilancia que mantenía informados a los gobernantes de las faltas, abusos y delitos cometidos por los individuos y los funcionarios públicos.

 

El comercio revistió una gran importancia y se desarrolló grandemente a base de trueque con otros pueblos vecinos.

Las características principales en la organización política y social, eran las siguientes:

Del historiógrafo, Manuel Orozco y Berra,tomamos los siguientes datos: 

Se dividían en dos

grandes clases

La clase noble

La clase plebeya

¿Quiénes pertenecían a la nobleza azteca?

Las gentes entre quienes se reconocía algún servicio eminente prestado (en las guerras con las demás tribus) o entre quienes se advertía superioridad intelectual o de sapiencia.

La clase noble provenía del origen, especialmente de los allegados a la monarquía.

La clase plebeya estaba constituida por la masa del pueblo, por la mayoría de gentes dedicadas al trabajo rudo del campo y a otros trabajos de arte a que eran afectos los aztecas.

 

1.- Las tierras que pertenecían a la

Corona, es decir, a la familia real.

2.- Las tierras que pertenecían a la

nobleza.

3.- Las tierras que pertenecían a guerreros.

 

4.- Las pertenecientes a los

sacerdotes y templos.

5.- Las tierras que pertenecían a la comunidad, a los plebeyos.

Eran de la mejor calidad: grandes extensiones de terrenos fértiles y de fácil cultivo, los más privilegiados por la naturaleza.

1.- Las tierras que pertenecían a la

Corona, es decir, a la familia real.

Tenía que ser así, puesto que la fastuosidad de la monarquía azteca exigía grandes tributos e incontables elementos para sostenerse y para derrochar el lujo que se daba en determinadas castas sociales.

1.- Las tierras que pertenecían a la

Corona, es decir, a la familia real.

Al lado de las tierras de la monarquía estaban las tierras de la nobleza, las de los favoritos del Rey.

2.- Las tierras que pertenecían a la nobleza.

Eran de la mejor calidad, puesto que pertenecían a la gente más influyente y la misma exigencia de lujo y de derroche que hacía la monarquía tenía que hacer la nobleza para hacerse acreedora a aquella influencia de que se disfrutaba.

2.- Las tierras que pertenecían a la nobleza.

3.- Las tierras que pertenecían a guerreros.

Las tierras de los

guerreros eran

también de

magnífica

calidad.

La clase sacerdotal llegó a ser una verdadera casta que pesó en los destinos del pueblo azteca, no sólo en el aspecto espiritual, sino muy fundamentalmente en el económico.

 

4.- Las pertenecientes a los sacerdotes

y templos.

La historia nos relata que el número de sacerdotes que llegó a haber en lo que fue la Gran Tenochtitlán, alcanzó más de 5,000 individuos.

 

4.- Las pertenecientes a los sacerdotes

y templos.

Toda esa gente, que no trabajaba, es decir, que se dedicaba exclusivamente al servicio del culto y a predecir los destinos del reino, vivía en la mayor fastuosidad, y por lo tanto, la exigencia de elementos para sostenerse era cada vez mayor.

 

4.- Las pertenecientes a los sacerdotes

y templos.

Para sufragar los gastos del culto, los

teocalli (pirámide coronada por un

templo) tenían señaladas tierras. Dichas tierras se consideraban de los

dioses, por estar destinada a objetos religiosos.

 Por lo tanto,

Las tierras que les

asignaban a los

sacerdotes eran de

magnífica calidad.

El último grupo, es decir, las tierras que pertenecían a los vecinos, a la comunidad, a la clase plebeya, estaban alejadas del centro de la región y eran tierras de ínfima categoría.

5.- Las tierras que pertenecían

a la comunidad, a los plebeyos.

Estas tierras constituyeron lo que se llamó el Calpulli (concepto que se

desarrollará más adelante).

El Rey, como señor absoluto, era dueño de todos los destinos del

pueblo.

5.- Las tierras que pertenecían

a la comunidad, a los plebeyos.

Los vecinos las cultivaban en comunidad y pagaban numerosos y pesados tributos a las otras clases sociales.

5.- Las tierras que pertenecían

a la comunidad, a los plebeyos.

La conquista mexicana sujetaba a las tribus al pago del tributo y al contingente de armas, municiones y soldados para la guerra; pero dejaba a los señores

naturales su señorío, al pueblo sus usos y costumbres.

Se apropiaban de algunas tierras, ya para que labradas en común dejaran renta a la Corona, ya para repartir a los guerreros que más se habían distinguido.

A todos los jefes aztecas se les denominaban TLATOANI,TLATOANI, y fueron confundidos por los castellanos con el nombre de caciques, palabra tomada de la lengua de las islas españolas.

Por otro lado, Por otro lado,

Los tlatoani ejercían su profesión en la jurisdicción civil y criminal.

Gobernaban según sus leyes y fueros y a su muerte, dejaban el señorío a sus hijos y parientes, sucesión que requería ser confirmada.

Era pues, la nobleza hereditaria.

En tiempos de Moctezuma II se

contaban 30 señoríos, con

aproximadamente 100,000

vasallos y 3,000 pueblos y

lugares de menor importancia. 

La propiedad de la tierra exterior estaba muy subdividida.

Con esta distribución se proveía la subsistencia del mayor número de familias, pero los bienes así vinculados estaban inertes.

Todos los desheredados quedaban fuera del poco movimiento que se operaba en aquella sociedad.

La suerte de los privilegiados estaba asegurada, mientras la condición de los plebeyos era dura y afanosa.

Los toltecas llegaron procedentes también del norte del país, en el año 540, se instalaron en lo que después fue el reino de Tolán o Tula. 

 Al igual que los aztecas, los toltecas conocían el cultivo del maíz, del algodón, de la habichuela, de la calabaza y de otras especies originarias de América.

Por lo que se refiere a la organización política, algunos historiadores están de acuerdo en que existió un reinado en el que el monarca duraba medio siglo y la renovación de la autoridad la hacía la nobleza que existía en la tribu.

Los toltecas, al igual que los aztecas, eran industriosos, hacían tejidos de algodón, de características notables.

Se dedicaban también a la pintura, usando el plumaje de las aves para adorno de los templos o de sus habitaciones (éstas eran cómodas y aseadas).

Las costumbres del pueblo tolteca eran

morigeradas (frugales, templadas,

abstinentes, parcos).

El pueblo era respetuoso de la autoridad,

disciplinado y coherente.

Llegó a la conclusión de que la civilización tolteca fue la más avanzada.

Reconoce en los toltecas mayor adelanto que en muchos pueblos europeos de la misma época.

El Barón de Humboldt, expedicionario alemán, después de

haber recorrido casi todas las regiones del país en que se

manifestaron las antiguas civilizaciones:

Como testimonio de esa civilización cita las pirámides, comparables en algunos aspectos a las que construyeron las antiguas civilizaciones en Europa y otros continentes.

La península de Yucatán fue poblada por tres razas distintas, de las que sobresalieron los mayas.  

La cultura maya se desarrolló en la península del sureste, principalmente en lo que hoy es Estado de Yucatán. 

La civilización maya merece el calificativo de grandiosa entre otras cosas, por las ruinas legadas, que son de los más importantes testimonios arqueológicos.

P. e.: Chichén-Itzá y Uxmal  

Las costumbres del pueblo maya eran morales; tenían cualidades de las que carecieron otros muchos pueblos que habitaron lo que hoy es el territorio nacional. 

En el pueblo maya la familia era un modelo de organización.

La honestidad era una virtud sobresaliente al grado que el hogar era inviolable.

El respeto a la mujer y a la autoridad eran virtudes que enorgullecían a aquel pueblo.

Los mayas contaban con una pequeña flota que utilizaban para su intercambio comercial con las poblaciones cercanas al mar, principalmente con las de la costa de Guatemala.

Por otro lado,

En dicha flota embarcaban productos de la región, especialmente sal y cereales, que obtenían de sus dominios y cambiaban por cacao y algunos otros productos de los lugares a donde llegaban sus frágiles embarcaciones.

A pesar de la aridez característica de las tierras de la península, con sistemas adecuados los mayas las hicieron producir, obteniendo lo suficiente para la satisfacción de sus necesidades.

Sus principales cultivos fueron maíz, frijol, chile y henequén.

En relación con la organización agraria y social del pueblo maya, existe muy escasa información.

Lo que sabemos se lo debemos, al

Obispo Landa, autor de la obra

“Relación de las cosas de Yucatán”,

quien asegura que:

Los mayas estaban organizados en forma teocrática (los poderes públicos eran sometidos al

sacerdocio), guerrera, dividida en castas. Que el pueblo trabajaba comunalmente las

tierras en beneficio de las clases privilegiadas.

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