estén ceñidos vuestros lomos y vuestras lámparas encendidas, estén ceñidos vuestros lomos y...

Estén ceñidos vuestros lomos Estén ceñidos vuestros lomos y vuestras lámparas encendidas, y vuestras lámparas encendidas,

y sed como los hombres que esperan a que su señory sed como los hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame,vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame,

al instante le abranal instante le abran. (Lc 12, 35-40. (Lc 12, 35-40))

Nuestras palabras más sonoras no pueden enmascararNuestras palabras más sonoras no pueden enmascarar la dureza de la vidala dureza de la vida

para quien la soporta con dolor y con rabia.para quien la soporta con dolor y con rabia.

Pero es preciso vivir vigilantes para atisbar Pero es preciso vivir vigilantes para atisbar las posibilidades de renovación las posibilidades de renovación

que se nos pueden presentar.que se nos pueden presentar.

El relato evangélico de hoy se abre con una de las declaraciones más bellas de Jesús:

(Lc 12,32-34)

““No temas pequeño rebaño…”No temas pequeño rebaño…”

Jesús nos incluye en ese “pequeño rebaño” que es el suyo.Jesús nos incluye en ese “pequeño rebaño” que es el suyo.

Era pequeño Era pequeño cuando él lo eligió,cuando él lo eligió,

era pequeño cuando era pequeño cuando se redactó este relato,se redactó este relato,

y será siempre pequeñoy será siempre pequeño a lo largo de la historia.a lo largo de la historia.

Era pequeño Era pequeño cuando él lo eligió,cuando él lo eligió,

era pequeño cuando era pequeño cuando se redactó este relato,se redactó este relato,

y será siempre pequeñoy será siempre pequeño a lo largo de la historia.a lo largo de la historia.

Pero sabe que ha sido admitido por el Padre Pero sabe que ha sido admitido por el Padre en su Reino.en su Reino.

El Maestro nos recuerda que El Maestro nos recuerda que

““donde está nuestro tesoro allí está nuestro corazón”.donde está nuestro tesoro allí está nuestro corazón”.

Esta observación, se convierte en exhortación Esta observación, se convierte en exhortación para elegir el tesoro verdadero para elegir el tesoro verdadero

que ha de atraer nuestros afectos.que ha de atraer nuestros afectos.

Jesús pronuncia dos palabras sobre Jesús pronuncia dos palabras sobre la espera y la vigilanciala espera y la vigilancia::Jesús pronuncia dos palabras sobre Jesús pronuncia dos palabras sobre la espera y la vigilanciala espera y la vigilancia::

“Estad preparados”

El cristiano sabe que las obras del amorEl cristiano sabe que las obras del amor constituyen la verdadera preparación para acoger constituyen la verdadera preparación para acoger

al Señor de la historia.al Señor de la historia.

La realidad nos distrae de lo más importante.La realidad nos distrae de lo más importante.

Vigilar es mantenerse sobrios y despiertos.Vigilar es mantenerse sobrios y despiertos.

Estar atentos a “la hora” del Señor es la primera Estar atentos a “la hora” del Señor es la primera exigencia de la esperanza cristiana.exigencia de la esperanza cristiana.

La venida del Señor puede ser vista con temor La venida del Señor puede ser vista con temor o acogida con fe.o acogida con fe.

Los creyentes son invitados a vivir vigilantes Los creyentes son invitados a vivir vigilantes para observar las señales que anuncian su venida.para observar las señales que anuncian su venida.

“Viene el Hijo del hombre”

Señor Jesús, danos tu Espíritu para que nos ayude a descubrir los signos de los tiempos que nos anuncianel tiempo de tu llegada y la consumación de tu Reino. Amén.

José Román Flecha Andrés Palabra del Señor, Salamanca , Editorial.Secretariado Trinitario,2007

Presentación: Antonia Castro Panero