el texto y su enunciaciÓn

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Textos y discursos: Introducción a la lingüística del texto

Gerardo Álvarez: 2001.

Concepción, Chile.

Asignatura: Análisis del Discurso IAyudante: Sandra González PérezPeríodo: 2011-1

La lingüística del texto y el análisis del discurso son dos disciplinas estrechamente relacionadas. Ambas implican una doble ruptura con la lingüística clásica, puesto que, por una parte, es necesario sobrepasar el límite de la oración y, por otra, estudiar textos que hayan sido producidos en situaciones reales de comunicación y no oraciones fabricadas por el lingüista para después analizarlas.

1. De la oración al textoSegún Saussure (1916):

-La lengua es un código supraindividual: un conjunto de valores constantes que forman parte de una serie de circuitos en los cuales cada elemento solo tiene sentido en la medida en que se opone a los demás.-En cambio, habla es la utilización individual e idiosincrásica de la lengua.

Así, el discurso (o habla) es el reino de lo individual y momentáneo.

Por tanto, es necesario que en la práctica deje de ser la oración la unidad de análisis, y se debe incorporar el sentido completo del texto. (Primera ruptura)

Lo anterior se debe a que existen diversos fenómenos que no pueden ser estudiados sólo desde el punto de vista de la oración, como por ejemplo: la referencia y correferencia, entonación, elipsis y pronominalización, entre otros.

La segunda ruptura consiste en sobrepasar el estudio de las formas lingüísticas y enfocarse en el uso que hacen los interlocutores de estas en una situación comunicativa específica.

En otras palabras, hay que pasar del estudio de la lengua al estudio del discurso, conocido habitualmente como producción de la enunciación.

2. De las formas al uso: La Enunciación

• “Acto de lenguaje durante el cual las oraciones se actualizan, ya que son asumidas por un locutor particular en circunstancias espaciales y temporales precisas” (Ducrot y Todorov, 1972: 405)

• Y según Benveniste en “poner a funcionar la lengua por un acto individual de utilización”, o “el acto del locutor que moviliza al lengua por su cuenta” (1974: 84-87)

Enunciación

Es necesario precisar que La Enunciación:

a. No es un acto individual. Esto implicaría el riesgo de derivar hacia lo irreductible, lo particular y no sistematizable.

b. No es solo la producción del discurso.Es necesario considerar a dos sujetos en dos procesos de enunciación: la producción y la interpretación del discurso.

c. No es la “performance”.

No hay que confundir enunciación con actuación. En otros términos, lo que interesa ni es el uso, sino todo el saber (discursivo) que el hablante moviliza cuando hace uso de la lengua.

3. Enunciación y Deixis

Mencionado anteriormente, la enunciación consiste en examinar el funcionamiento de las formas de la lengua cuando son puestas en una situación de interlocución determinada.

En el caso de los elementos llamados deícticos, estos constituyen el aspecto indicial del lenguaje.

Deícticos a. De persona:

La relación “yo-tú” se produce y reactualiza en cada enunciación.El individuo que toma la palabra se apropia de la forma “yo” (o “nosotros”) y designa al otro como “tú” (o “ustedes”).

Toda persona puede ser “yo” o “tú” según el papel que le toca en cada enunciación.

Ejemplo:

“Y tú que te creías el rey de todo el mundoy tú que nunca fuiste capaz de perdonar…”

b. Espacio-temporales: Son indicadores de lugar como “aquí” y “allá” o de tiempo como “hoy” y “mañana”.Su valor referencial no puede calcularse sino en relación con la situación de enunciación.

Todos los lugares son “aquí”. Todos los momentos son “ahora”.

Ejemplo:

Hoy no se fía, mañana sí.

El fenómeno de la deixis va más allá que los simples morfemas aquí señalados.

Lo mismo sucede con los verbos “ir” y “venir”, “llevar” y “traer” del español.

También los posesivos tienen este valor indicial: “el clima de nuestra ciudad”.

4. Modos enunciativosSujeto del enunciado no es lo mismo que

sujeto de la enunciación.

“Pedro compró el diario”

El sujeto productor del discurso elige, por razones de estrategia comunicativa entre los tres modos enunciativos que le ofrece el aparato formal de la enunciación:

a.Modo elocutivob.Modo alocutivoc.Modo delocutivo

a.Modo elocutivo: Consiste en producir un texto centrado en el “YO”,

como sujeto del enunciado.

“Encuentro malo el clima de esta ciudad”

Los textos que se construyen con este modo permiten discursos de aspecto autobiográfico.

b.Modo alocutivo: Significa centrar el discurso en el “TÚ”, hasta

eventualmente hacer desaparecer al sujeto enunciador.

“Tome Coca-Cola”

Permite un comportamiento discursivo incitativo, por ello abunda en los textos publicitarios.

c. Modo delocutivo: Corresponde a la centralización del discurso en “el” o “ello”, lo que da al texto un carácter impersonal “como si el mundo hablara solo”.

Es el modo predominante en los discursos informativos, por ejemplo en las crónicas periodísticas:

“Los raptores salieron disparando”

En los textos reales estos tres modos pueden combinarse, pero generalmente uno es el modo dominante, otorgándole su carácter al texto.

Hay entonces, una cierta afinidad entre un modo enunciativo y un tipo de texto, por ejemplo: un informe de investigación científico se construye generalmente en el modo delocutivo.

5. Modalidades de Enunciación

(Tipos de oración)Señalan relaciones pragmáticas entre el

texto y los sujetos discursivos (interlocutores).

Cuando un individuo decide interactuar con otro por medio del lenguaje, está obligado a elegir, además de los modos enunciativos, algunas de las modalidades de enunciación o tipos de oraciones que son fundamentalmente tres:

a. La aserción: adopta la forma de una oración declarativa (afirmativa o negativa).Apunta a comunicar al interlocutor una certidumbre.

“Los raptores salieron disparando”.“Yo digo que los raptores salieron disparando”.

b. La interrogación: es una construcción sintáctica que tiene marcas formales específicas (entonación, inversión del sujeto, morfemas interrogativos) y que, desde el punto de vista pragmático, constituye un comportamiento de doble entrada.

Plantea a un enunciador que pone en escena a un interlocutor que debe responder, ya sea aludido directamente o implícitamente.

“¿Qué piensas tú del libre mercado?”“¿Quién dejó estos zapatos aquí en el salón?”

c. La intimación (“orden”): también implica una relación activa entre los interlocutores.

Adopta particularmente la forma imperativa.

Desde el punto de vista pragmático, el enunciador pone al interlocutor en situación de “tener que hacer”. Por tanto, debe existir una situación de jerarquía que permita este acto de lenguaje.

“Salga de la sala”

d. La exclamación: parece no tener formas propias y muchos autores no la incluyen entre las modalidades de enunciación.

Utiliza los mismos elementos formales de la interrogación, pero con una entonación específica.

“Qué lindo libro”

También puede adoptar la forma de una oración asertiva, con la entonación exclamativa.

“Los muebles se cayeron”

Al igual que los modos enunciativos (elocutivo, alocutivo y delocutivo), las modalidades enunciativas (o tipos de oraciones) pueden combinarse dentro de un texto, con predominancia de una y otra.

Lo que se encuentra habitualmente, en los textos reales, son alternancias de modalidades, pero con predominancia de alguna de ellas.

Los modos enunciativos y las modalidades de enunciación representan mecanismos formales que revelan relaciones entre los sujetos de la interlocución y traducen la presencia del enunciador en el texto.

Ambos tienen que ver con nociones como la distancia y la tensión ligadas a la enunciación.

La primera noción tiene que ver con la “distancia” que el enunciador establece entre él y los hechos denotados en su enunciado:

“Tengo frío”

o presenta lo hechos como parte de un mundo exterior a él:

“Hace frío”.

La segunda noción apunta a la relación más o menos “tensa” que el enunciador establece con su interlocutor:

• la interrogación y la intimación dan un discurso más tenso que la aserción,

• el alocutivo da una impresión de mayor tensión que el delocutivo.

Estas nociones de distancia y tensión tienen que ver con lo que se denomina clásicamente la modalidad.

Esta se expresa fundamentalmente en los verbos modales: “querer”, “poder”, “deber”, “saber”, etc., y todas las formas fraseológicas que pueden adoptar: “hay que…”, “tal vez…”

Para distinguirlas de las anteriores hablaremos de modalidades del enunciado.

6. Modalidades del Enunciado

A diferencia de las modalidades de enunciación, no son obligatorias e indican la manera en que el enunciador se plantea frente a los hechos denotados en su enunciado: posibilidad, probabilidad, obligación, deseo, apreciación favorable o desfavorable, etc.

En efecto, no es lo mismo decir:

Se firmará un tratado de libre comercio

que decir:

Felizmente se firmará un tratado de libre comercio.

Se distinguen generalmente cinco áreas de modalidad:

a.Modalidad alética: tiene que ver con el “poder ser”. Expresa lo posible, lo probable, lo contingente, etc.

Puede que haga frío

b.Modalidad deóntica: se relaciona con el “deber ser”. Expresa lo obligatorio, lo prohibido, lo indispensable, etc.

Tenemos que unirnos para conquistar la paz

c. Modalidad epistémica: tiene que ver con el “saber” o el “creer”, es decir, con operaciones mentales (imaginar, soñar, pensar…).

Algunos autores distinguen: epistémica (verbos de “saber”) y doxática (verbos de “opinión”).

Usted sabe que los hombres prefieren a las mujeres sencillas.

Creo que Pedro está enfermo.

d. Modalidad volitiva: tiene que ver con el “querer ser”, con el deseo de ser.

Ojalá pase algo que te borre de pronto

e.Modalidad apreciativa (o axiológica): se relaciona con el juicio valorativo que el enunciador establece respecto a los hechos denotados en su enunciado.

Expresa lo bueno, lo malo, lo triste, lo agradable, etc. – desde el punto de vista del enunciador.

¡Qué bueno que usted sabe leer!

Observaciones

1. La distinción tradicional de los “modos verbales” se inscriben desde el marco de estas modalidades.

Por ejemplo, la distinción “indicativo/subjuntivo” tiene que ver con el grado de realidad o de certidumbre con que el enunciador presenta los hechos denotados:

Busco una mujer que tiene los ojos color turquesa.

Busco una mujer que tenga los ojos color turquesa.

2. Igualmente, el imperativo puede ser considerado dentro de la modalidad de “querer”:

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3. En la modalidad apreciativa caben fenómenos como sustantivos, adjetivos, verbos, etc.

La extraña reacción del presidente

4. La modalidad inunda todo el uso del lenguaje y su estudio debería incluir construcciones cuyas marcas son difícilmente inventariables.

EN CASO DE LLUVIA, REDUCIR LA VELOCIDAD

Aquí habría dos tipos de modalidades: “la posibilidad de existencia de lluvia” y “deber reducir velocidad”.

5. Se debe observar el rol modalizador del español.

¿Se sirve un juguito?

Aquí no se denota un “jugo más pequeño”, sino una relación de cercanía que establece el enunciador con su interlocutor.

6. El saber enunciativo del hablante comprende una competencia modal (Lozano, 1989), que es la capacidad del individuo para elegir un modo enunciativo y una modalidad de enunciación en función de la relación que quiere establecer con su interlocutor, y la capacidad de modalizar su enunciado en función de su actitud hacia los contenidos denotados en su enunciado.

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