el santisimo rosario meditado en...

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El Santísimo Rosario Meditado en Familia

Misterios Luminosos

COMUNIÓN ESPIRITUAL

Yo quisiera Señor,

recibiros con aquella

pureza, humildad y

devoción con que os

recibió vuestra

Santísima Madre;

con el espíritu y

fervor de los santos.

• Por la señal + de

la Santa Cruz, de

nuestros +

enemigos líbranos,

Señor + Dios

nuestro. En el

nombre del Padre,

y del Hijo, + y del

Espíritu Santo.

Amén.

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser quien eres, bondad infinita, y porque te amo, sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberte ofendido; también me pesa porque he merecido las penas del infierno. Ayudado por tu Divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar; confesarme bien, enmendarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén.

• Abre + Señor mis labios.

Y mi boca cantará tus

alabanzas.

• Ven + Oh Dios, en mi

ayuda. Apresúrate,

Señor, a socorrerme.

• Gloria al Padre, al Hijo

y al Espíritu Santo.

Como era en el

principio, ahora y

siempre por los siglos de

los siglos. Amén

Primer Misterio Luminosos del

Santísimo Rosario

• EL BAUTISMO EN

EL JORDAN.

• Te pedimos Señor por

este Misterio y por la

intercesión de la

Santísima Virgen

María, el ejemplo de la

aceptación de Dios como

Padre y Señor.

Por aquellos días aparece Juan el Bautista, proclamando

en el desierto de Judea: convertíos porque ha llegado el

Reino de los Cielos.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mt. 3, 1-2

Este es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice:

"Voz del que clama en el desierto: preparad el camino del

Señor, enderezad sus sendas".

Mateo 3: 3

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Tenía Juan su vestido hecho de pelos de camello, con un

cinturón de cuero a sus lomos, y su comida eran langostas y

miel silvestre

Dios te Salve María, llena

eres de gracia; el Señor es

contigo; bendita Tú eres entre

todas las mujeres y bendito es

el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 3: 4

Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la

región del Jordán, y eran bautizados por él en el río

Jordán, confesando sus pecados.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 3, 5-6

Y proclamaba: detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y

no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus

sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará

con el Espíritu Santo y en el fuego.

Mateo 3: 11

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Entonces aparece Jesús, que viene de Galilea al Jordán

donde Juan, para ser bautizado por él.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 3: 13

Pero Juan trataba de impedírselo diciendo: soy yo el

que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?

Dios te Salve María, llena

eres de gracia; el Señor es

contigo; bendita Tú eres entre

todas las mujeres y bendito es

el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 3: 14

Jesús le respondió: Bautízame ahora, pues

conviene que así cumplamos toda justicia.

Entonces Juan Bautizo a Jesús.

Dios te Salve María, llena

eres de gracia; el Señor es

contigo; bendita Tú eres entre

todas las mujeres y bendito es

el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 3: 15

Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se

abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en

forma de paloma y venía sobre él. Mateo 3: 16

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Y se oyó una vos del cielo que decía: este es mi hijo

amado, en quien he puesto toda mi complacencia.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 3: 17

• Gloria Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de

los siglos. Amén.

• María Madre de gracia, Madre de Misericordia.

En la vida y en la muerte, ampáranos oh, gran Reina y

Señora.

• Oh, Jesús mío.

Perdona nuestras culpas, líbranos del fuego eterno del

infierno, lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a

las más necesitadas de tu misericordia.

Segundo Misterio Luminoso del

Santísimo Rosario

• La Autorrevelación en las Bodas de Cana

• Te pedimos Señor por este Misterio y por la intercesión de la Santísima Virgen María, cuando Cristo abre su corazón a los discípulos a la fe.

Jesús acudió con los discípulos y María a Caná

de Galilea, donde se celebra una boda.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Juan 2: 1, 2

Fue invitado también a la boda Jesús con sus

discípulos y María.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Juan 2: 2

Y, como faltara vino, porque se había acabado en la

boda, le dice a Jesús su madre: no tienen vino.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Juan 2: 3

Jesús le responde: ¿qué tengo yo contigo, mujer?

Todavía no ha llegado mi hora.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Juan 2: 4

Dice su madre a los sirvientes: haced lo que él

os diga.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Juan 2: 5

Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las

purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una.

Les dice Jesús: llenad las tinajas de agua. Y las llenaron

hasta arriba.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Juan 2: 6-7

Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al

mayordomo. Ellos lo llevaron.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Juan 2: 8

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Juan 2: 9

Al probar el mayordomo el agua se admira de la

calidad de aquel extraño vino; y Llamó al

esposo…

Y le dice: todos sirven primero el vino bueno y cuando

ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el

vino bueno hasta ahora.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Juan 2: 10

Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus

señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus

discípulos.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Juan 2: 11

• Gloria Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de

los siglos. Amén.

• María Madre de gracia, Madre de Misericordia.

En la vida y en la muerte, ampáranos oh, gran Reina y

Señora.

• Oh, Jesús mío.

Perdona nuestras culpas, líbranos del fuego eterno del

infierno, lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a

las más necesitadas de tu misericordia.

Tercer Misterio Luminoso del

Santísimo Rosario

• La Proclamación del

Reino

• Te pedimos Señor por este

Misterio y por la

intercesión de la

Santísima Virgen María,

la llegada esperanzadora

del Reino de Dios.

Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a

Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios:

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Marcos 1: 14

El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está

cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Marcos 1: 15

En esto le trajeron un paralítico postrado

en una camilla.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 9, 2

Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico:

¡Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 9, 2

Pero he aquí que algunos escribas dijeron para

sí: este está blasfemando.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 9, 3

Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis

mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: "Tus

pecados te son perdonados", o decir: "Levántate y anda"?

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 9, 4-5

Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la

tierra poder de perdonar pecados - dice entonces al

paralítico: "levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 9, 6

Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la

vista de todos, de modo que quedaban todos

asombrados y glorificaban a Dios.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Marcos 2, 12

Salió de nuevo por la orilla del mar, toda la

gente acudía a él, y él les enseñaba.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Marcos 2, 13

Y recorrió toda Galilea, predicando en sus

sinagogas y expulsando los demonios.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Marcos 1, 39

• Gloria Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de

los siglos. Amén.

• María Madre de gracia, Madre de Misericordia.

En la vida y en la muerte, ampáranos oh, gran Reina y

Señora.

• Oh, Jesús mío.

Perdona nuestras culpas, líbranos del fuego eterno del

infierno, lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a

las más necesitadas de tu misericordia.

Cuarto Misterio Luminoso del

Santísimo Rosario

• La Transfiguración de

Jesús.

• Te pedimos Señor por

este Misterio y por la

intercesión de la

Santísima Virgen María,

reconocer al hijo amado

del Padre, escuchando su

Palabra.

Tomó Jesús aparte a Pedro, Santiago y

Juan y subió un monte alto.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 17: 1

Y mientras oraba se transfiguró y su rostro

resplandecía como el sol.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 17: 2

Sus vestidos eran de una blancura

fulgurante.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 17: 2

Aparecieron junto a Jesús, Moisés y Elías,

conversando con Él.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 17: 3

Hablaban de su muerte, que estaba para

cumplirse en Jerusalén.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 17: 3

Pedro y sus compañeros se caían de sueño,

pero espabilándose vieron su gloria.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 17: 5

Pedro dijo a Jesús: Que bien se está aquí,

vamos a hacer tres tiendas.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 17: 4

Entonces vino una nube que los cubrió con

su sombra y se llenaron de temor.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 17: 5

Se oyó una voz desde la nube: Éste es mi

hijo, mi Elegido; escuchadle.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 17: 6

Jesús dijo a los discípulos:

No tengáis miedo.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 17: 7

• Gloria Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de

los siglos. Amén.

• María Madre de gracia, Madre de Misericordia.

En la vida y en la muerte, ampáranos oh, gran Reina y

Señora.

• Oh, Jesús mío.

Perdona nuestras culpas, líbranos del fuego eterno del

infierno, lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a

las más necesitadas de tu misericordia.

Quinto Misterio Luminoso del

Santísimo Rosario

• La Institución de la Eucaristía

• Te pedimos Señor por este Misterio y por la intercesión de la Santísima Virgen María, recordar que Cristo le dió un contenido redentor y nos mandó repetirlo en su memoria.

Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa

con los doce.

Dios te Salve María, llena

eres de gracia; el Señor es

contigo; bendita Tú eres

entre todas las mujeres y

bendito es el fruto de tu

vientre Jesús.

Santa María, Madre de

Dios, ruega por nosotros

pecadores, ahora y en la hora

de nuestra muerte. Amén

Juan 6: 14

Y les dijo: Ardientemente he deseado comer este

cordero pascual con vosotros, antes de mi pasión.

Mateo 26: 21

Dios te Salve María, llena

eres de gracia; el Señor es

contigo; bendita Tú eres

entre todas las mujeres y

bendito es el fruto de tu

vientre Jesús.

Santa María, Madre de

Dios, ruega por nosotros

pecadores, ahora y en la hora

de nuestra muerte. Amén

Porque yo os digo, que ya no lo comeré otra ves . Hasta

que tenga su cumplimiento en el reino de Dios.

Dios te Salve María, llena

eres de gracia; el Señor es

contigo; bendita Tú eres

entre todas las mujeres y

bendito es el fruto de tu

vientre Jesús.

Santa María, Madre de

Dios, ruega por nosotros

pecadores, ahora y en la

hora de nuestra muerte.

Amén

Mateo 26: 25

Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y

se los dio diciendo…

Dios te Salve María, llena

eres de gracia; el Señor es

contigo; bendita Tú eres

entre todas las mujeres y

bendito es el fruto de tu

vientre Jesús.

Santa María, Madre de

Dios, ruega por nosotros

pecadores, ahora y en la hora

de nuestra muerte. Amén

Lucas 22: 19

Tomen y coman todos de él, porque esto es mi

Cuerpo, que será entregado por ustedes.

Dios te Salve María, llena

eres de gracia; el Señor es

contigo; bendita Tú eres

entre todas las mujeres y

bendito es el fruto de tu

vientre Jesús.

Santa María, Madre de

Dios, ruega por nosotros

pecadores, ahora y en la

hora de nuestra muerte.

Amén

Lucas 22: 19

Y tomando el cáliz dio gracias, lo bendijo, y se

los dio diciendo…

Dios te Salve María, llena

eres de gracia; el Señor es

contigo; bendita Tú eres

entre todas las mujeres y

bendito es el fruto de tu

vientre Jesús.

Santa María, Madre de

Dios, ruega por nosotros

pecadores, ahora y en la

hora de nuestra muerte.

Amén

Mateo 26: 27-28

Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre,

Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes

y por muchos para el perdón de los pecados. Hagan esto en

conmemoración mía.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 26: 27-28

Y os declaro que no beberé ya más desde ahora de este

fruto de la vid, hasta el día en que beba con vosotros

del nuevo cáliz de delicias en el reino de mi Padre.

Dios te Salve María, llena

eres de gracia; el Señor es

contigo; bendita Tú eres

entre todas las mujeres y

bendito es el fruto de tu

vientre Jesús.

Santa María, Madre de

Dios, ruega por nosotros

pecadores, ahora y en la

hora de nuestra muerte.

Amén

Mateo 26: 29

El que come mi carne y bebe mi sangre

tiene vida eterna.

Dios te Salve María, llena

eres de gracia; el Señor es

contigo; bendita Tú eres entre

todas las mujeres y bendito es

el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Juan 6: 54

Y dicho el himno de acción de gracias,

salieron hacia el monte de los Olivos.

Dios te Salve María, llena eres

de gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas las

mujeres y bendito es el fruto de

tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén

Mateo 26: 30

• Gloria Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de

los siglos. Amén.

• María Madre de gracia, Madre de Misericordia.

En la vida y en la muerte, ampáranos oh, gran Reina y

Señora.

• Oh, Jesús mío.

Perdona nuestras culpas, líbranos del fuego eterno del

infierno, lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a

las más necesitadas de tu misericordia.

• Dios te salve María, Hija de Dios Padre, la más poderosa, alcánzanos la virtud de la Fe, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de

Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

• Dios te salve María, Madre

de Dios Hijo, la más sabia,

alcánzanos la virtud de la

Esperanza, llena eres de

gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas

las mujeres y bendito es el

fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de

Dios, ruega por nosotros

pecadores, ahora y en la

hora de nuestra muerte.

Amén.

• Dios te salve María, Esposa

del Espíritu Santo, la más

amable, alcánzanos la virtud

de la caridad, llena eres de

gracia; el Señor es contigo;

bendita Tú eres entre todas

las mujeres y bendito es el

fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de

Dios, ruega por nosotros

pecadores, ahora y en la hora

de nuestra muerte. Amén.

DIOS TE SALVE Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve, a Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea pues Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, Fruto Bendito de tu vientre. Oh clemente, Oh piadosa, Oh dulce Virgen María, ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Bajo tu amparo nos

acogemos Santa

Madre de Dios, no

deseches nuestras

súplicas en las

necesidades, antes

bien, líbranos de

todos los peligros, Oh

Virgen siempre

Gloriosa y Bendita.

Amén.

San Miguel Arcángel,

defiéndenos en la batalla,

protégenos contra las

perversidades y acechanzas

del demonio. Sujétalo, Dios

mío. Te lo pedimos

suplicantes y a Vos,

Príncipe de la Milicia

Celestial, con el Divino

Poder de Dios, sepulta a

satanás en el infierno con

todos los espíritus malignos

que merodean por el mundo

buscando la perdición de las

almas. Amén.

Espíritu Santo, tu que me aclaras todo, que iluminas mi camino para que yo alcance mi ideal. Tu que me das el Don Divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen y que en todos los instantes de mi vida estas conmigo, yo quiero en este corto diálogo, agradecerte por todo y confirmar, una vez más, que nunca quiero separarme de ti, por mayor que sea la ilusión material. Deseo estar contigo y mis seres queridos en la Gloria Perpetua. Amén

AMEN

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