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EL HOMBRE Y LA REVOLUCION.
La admirable alarma
Algunos de los lectores que se han interesado a nuestro trabajo sobre Don José
Artigas, trabajo que titulé “Vida pasión y muerte de Don José Gervasio Artigas”,
me han reclamado ciertas precisiones sobre el sentido del título, lo que me lleva
a estas explicaciones.
La expresión “Vida, pasión y muerte” pretende sintetizar en tres palabras las
etapas de la vida de un hombre, lo que no es fácil. Menos fácil aún es si ese
hombre es nuestro Don José Artigas.
“Vida”, intenta mostrar sus vivencias de niño, de adolescente y de hombre,
antes de ese cataclismo que fué para él la Revolución. Intenté mostrar sus
abuelos y abuelas, que lo quisieron con la “profundidad” de los abuelos y
abuelas de esa época y de ese medio, mostrar a sus padres, que también se
dieron de lleno a él y a sus hermanos, mostrar sus tíos, su esposa, su suegra,
sus vivencias amorosas de Isabel y sus consecuencias, sus vivencias charrúas,
también con sus consecuencias, en fin, todos esos elementos que hicieron de
él el hombre que fué.
Que nos perdonen los lectores, alguien que pretende escribir historia tiene que
dejar de lado lo emotivo y ser racional. Pero escribir historia sin lo emotivo es
irracional.
“Pasión”, pasión es la revolución. Nuestro Don José se dió a la revolución, dió
todo por ese su Pueblo Oriental que tanto lo amó 1, pero dio asimismo mucho
por otros pueblos, por Entre Ríos, por Córdoba, por Corrientes, por las
Misiones.
Para abatir su genio político, su carisma, su calidad humana, su visión geo-
política de la América del Sur, fué necesario que se sumaran los esfuerzos de
la España desiliquibrada de Fernando VII, las pretensiones imperialistas de
Portugal con su lamentable Príncipe Regente y su intrigante esposa, la Infanta
Carlota Joaquina, 2 los intereses económicos de una Inglaterra mercantilista,
los deseos de poder de un Elío y un Vigodet, las miserias de los “próceres de
1 Por ese su Pueblo Oriental sacrificó muchas cosas importantes para él, sacrificó a Isabel y susJuan Manuel, María Clemencia y María Agustina, sacrificó a Rafaela y su José María, sacrificó aMelchora y sus Santiago y María...
2 Carlota Joaquina de Borbon (1775 - 1830) Hija primogénita del Rey Carlos IV de España ; a los10 años la casaron con el Príncipe Juan, de Portugal.En 1805, su marido descubre una conspiración tramada contra él por su propia esposa; la separa dela Corte y le da como residencia el palacio de Queluz.Cuando la Corte portuguesa se traslada a Río de Janeiro continúan viviendo separados, cada uno ensu palacio, reuniéndose apenas cuando estaban obligados por alguna solemnidad pública.
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mayo” que no tenían la menor idea de lo que habían provocado y que,
completamente desorientados, clamaban a cualquier poder extranjero que los
mantuviera en el poder, las miserias de los caudillos y caudillitos del litoral
argentino que ensoberbecidos por el transitorio poder que ocasinalmente
lograron se dejaron envolver facilmente por el “espejo porteño” y no fueron
capaces de ver lo que el artiguismo les ofrecía.
“Muerte”, ya tendremos ocasión de sumergirnos en esos 30 años de muerte
que van desde el pasaje del paso de la Candelaria hasta su entrada en la
inmortalidad.
El primer tomo de nuestro trabajo llegó pues hasta mayo de 1810. En mayo de
1810, con sus 46 años bien cumplidos nuestro Don José tenía al menos dos
hijos con Isabel Velazco : Juan Manuel, ya un hombrecito de 19 años, para esa
época posiblemente ya todo un hombre y su hermana María Clemencia. La otra
hermana había muerto de corta edad. No sabemos si a esa fecha su relación
con la madre continuaba.
De su matrimonio con Rosalía tenía su hijo José María que ya contaba cuatro
años y su hermana Petrona Josefa de sólo seis meses, la hermanita Francisca
Eulalia había muerto muy pequeña puesto que en agosto de 1809, cuando
Artigas escribe a su suegra desde Paso de Polancos, solamente hace
referencia a José María.1
Profesionalmente era en esos momentos Capitán del Regimiento de Milicias de
Caballería de Montevideo, Ayudante Mayor del Cuerpo de Caballería de
Blandengues de la frontera de Montevideo, ocupando alternativamente los
puestos de Comandante interino de la Colonia del Sacramento y Comisario del
Cordón y de la Aguada.
Mayo de 1810 fue un mes que habría de marcar para siempre los destinos del
Virreynato del Río de la Plata, en cuyos acontecimientos posteriores nuestro
Don José Artigas habría de jugar un papel tan importante. Los hechos de mayo
de 1810 irán a modificar substancialmente su quehacer.
Estamos obligados a detenernos un poco este singular período. Sobre la
Revolución de Mayo se ha escrito mucho y se sigue escribiendo aún, en
versiones muy encontradas. No es objeto de nuestro trabajo un análisis en
profundidad de ese acontecimiento, apenas trataremos de dar algunos
elementos que dejamos librados al criterio del lector.
1Isidoro de María: "Rasgos Biográficos de Hombres Notables de la República Oriental delUruguay". Montevideo. 1879. Libro 1°, pág.10. Francisco Bauzá: "Historia de la dominación española en el Uruguay". 1a.edición. Montevideo. 1882. Tomo III, pág. 207 Lorenzo Barbagelata: Artigas antes de 1810". 2a. edición. Montevideo. 1945. Pág. 174.
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En enero de 1810 el ejército español pierde la batalla de las Navas de Tolosa
contra las fuerzas francesas lo que permitió a éstas ocupar Andalucía y con ello
completar el dominio de Napoleón sobre el resto del país.
Solamente quedaron en territorio español algunas guerrillas aisladas y algunas
Plazas fuertes que resistían aún, entre ellas Cádiz, que podía aún mantener su
resistencia gracias a su posición geografica junto a una bahía lo que le permitía
abastecerse por medio de la flota inglesa y soportar una largo sitio.
Es entonces en la bahía de Cádiz, en la isla de León, donde se instala un
Consejo de Regencia que remplaza la Junta Central española y que toma la
representación del reino español.
Estos son, muy resumidos, los hechos españoles que van a repercutir en las
colonias españolas.
El 15 de mayo de 1810 ancla en Montevideo la fragata inglesa Juan París
trayendo la noticia de los hechos en España y en particular la noticia de la
instauración del Consejo de Regencia en substitución de la Junta Central.
Una semana después, el 21 de mayo de 1810, el Virrey Cisneros publica un
bando con las noticias llegadas en el barco inglés.
Los hechos ocurridos en España eran fuente particular de preocupación para
el Señor Virrey en la medida que su nombramiento provenia de la Junta Central
y ésta no existia más, había sido substituída por el Consejo de Regencia. Ese
mismo día sesiona el Cabildo de Buenos Aires, citado para analizar la situación
política.
En esa sesión el Alcalde de Primer Voto y el Síndico informaron que el día
anterior se les habían presentado “algunos de los Comandantes de los cuerpos
de la guarnición y varios individuos particulares” diciéndoles que “el pueblo”,
sabedor de lo que pasaba en España, vacilaba sobre su actual situación y
sobre su suerte futura”.1
Ante este hecho inesperado el Alcalde de Primer Voto fue de inmediato a
comunicárselo al Señor Virrey señalándole que “sin embargo de haber insistido
los Comandantes y particulares en que para el efecto se hiciese acuerdo el día
de ayer” él había podido suspender ese acuerdo hasta el día siguiente.2
El Virrey ordena que venga el Síndico a darle explicaciones y éste le dice que
el Cabildo le va a solicitar autorización “ para celebrar un Cabildo Abierto en
que se oyese al pueblo convidando por esquelas a la parte principal y más sana
de él”.3
1 Juan José Castelli se apersonó al Síndico Procurador Julián de Leiva, y por otro lado Belgrano ySaavedra lo hicieron con el Alcalde de Primer Voto Juan José Lezica. (Actas Capitulares desde el 21hasta el 25 de mayo de 1810.Buenos Aires, Imprenta del Estado, primera edición, 1836)
2 Actas Capitulares. op.cit.
3Actas Capitulares. op.cit..
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La sesión del Ayuntamiento es interrumpida por “un número considerable de
gentes” que se reunió delante del Cabildo reclamando a gritos lo que los
Comandantes militares y los “individuos particulares” ya habían pedido al
Alcalde de Primer Voto y al Síndico.
Los Cabildantes, alertados por “el hecho mismo de haberse agolpado la gente
a la plaza, expresando a voces sus deseos” deciden de inmediato solicitar al
Virrey la convocación del Cabildo Abierto, señalándole para tranquilizarlo que
la convocación sería por medio de esquelas y que solamente sería convocada
“ la principal y más sana parte del vecindario”.1
Como los Cabildantes no las tenían todas consigo reclaman al Virrey que ponga
una “reforzada guarnición” en cada una de las bocacalles de la plaza para que
prevea y evite todo tumulto, pero sobre todo para que sólo deje pasar a aquelos
que “ con la esquela de convocación acrediten haber sido llamados”.
El Virrey da su autorización para la convocación del Cabildo Abierto y dispone
que sean instaladas las partidas que se le solicitan “con los fines de evitar
cualquier tumulto o conmoción que pudiera ocurrir, como igualmente para que
sólo permitan entrar en ella a los vecinos de distinción que por medio de la
esquela de convocación acrediten en debida forma haber sido llamados por
V.E. al efecto”.
Los Cabildantes solicitan la presencia del Comandante de Patricios Don
Cornelio de Saavedra 2 “a fin de encargarle que aplique su celo a evitar todo
tumulto y conservar el orden y la tranquilidad pública”
La gente en la plaza se exalta aún más llegando a reclamar a gritos la
deposición del Virrey. Llega el Comandante Saavedra y logra aquietar los
ánimos informándoles que el Cabildo Abierto estaba autorizado por el Virrey.
El Cabildo hace distribuir 450 convocaciones para el acto a realizarse al día
siguiente.
El día 22 se lleva a cabo el Cabildo Abierto con asistencia de 251 de las 450
personas convocadas. Entre las numerosas intervenciones se destacan las de
Castelli,3 las de Paso y las de Mariano Moreno.4
CASTELLI: "...La España ha caducado en su poder para con la América
y con ella las autoridades que son su consecuencia."
"Al pueblo corresponde reasumir la soberanía del Monarca e instituir en
representación suya un gobierno que vele por su seguridad."
1 Actas Capitulares. op.cit.
2 Tte.Cnel.Cornelio de Saavedra Rodríguez (1761-1829) Jefe del Regimiento de Patricios(infantería) creado en 1806 en ocasión de las Invasiones Inglesas.
3 Juan José Castelli. Abogado. (Buenos Aires, 1764- 1812)
4 Mariano Moreno. Político y jurisconsulto argentino (Buenos Aires, 1778 - 1811).
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PASO: "...Buenos Aires hará la convocatoria del Congreso General
garantizando eficazmente la libertad de todos y en sus manos está más
seguro que en ninguna otra el depósito de la autoridad y los derechos
comunes."
MORENO: "...La autoridad de los pueblos en la presente crisis se deriva
de la reasumpción del poder supremo que por el cautiverio del Rey ha
retrovertido el origen de que el monarca lo derivaba y el ejercicio de
éste es susceptible de las nuevas formas que libremente quieran
dársele."1
La moción de Castelli presentaba una evidente contradicción. Por un lado, éste
sostenía que el poder de España y de las autoridades españolas había
caducado pero luego sostenía que el pueblo debía asumir la soberanía en
“representación” del Rey.
La propuesta de Moreno era muy imprecisa : habla de la “reasumpción” del
poder por el pueblo en razón de que la prisión del Rey ha “retrovertido” el
origen del poder de éste. El Rey no tenía su poder porque el pueblo se lo
hubiera otorgado, éso es evidente.
Luego de los debates, las mociones propuestas se basaron en la siguiente
fórmula o cuestión: "Si se ha de subrogar otra autoridad a la superior que
obtiene el Exmo. Señor Virrey, dependiente de la soberana que se ejerza
legitimamente a nombre del Señor Don Fernando VII y en quien." Se
presentaron cinco mociones diferentes.
Moción de Cornelio Saavedra: "debe sobrogarse el mando superior
que obtenía el Exmo. Señor Virrey en el Exmo. Cabildo de esta capital,
interín se forme la corporación o junta que debe ejercerlo, cuya
formación debe ser en el modo y forma que se estime por el Cabildo y
no quede duda de que es el pueblo quien confiere la autoridad."
Moción de Ruiz Huidobro: "...El poder pasa de manos del Virrey al
Cabildo, quien lo ejerce interinamente mientras se establece nuevo
gobierno."
Moción de Pedro A. García: "...El poder pasa al Cabildo hasta que se
resuelva la manera o forma del gobierno que haya de constituírse."
Moción de Luis José Chorroaín: "...El poder pasa al Cabildo mientras
se dospone la erección de una Junta de Gobierno."
Moción de Juan José Sola:"...Que el poder pase al Cabildo hasta la
elección de una Junta de Gobierno, con llamamiento de Diputados del
Virreynato, cual corresponde."
1 Eduardo Azevedo. José Artigas. Jefe de los Orientales y Protector de los Pueblos Libres. Su obracívica, Alegato Histórico. Tomo II, págs. 93 a 96.
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Se realiza la votación, pero en razón de lo avanzado de la hora se decide pasar
a cuarto intermedio hasta las 15 horas del día siguiente dejando al Cabildo la
tarea de realizar el escrutinio el que, realizado el día 23, arroja el resultado
siguiente:
Moción de Saavedra 87 votos
Moción de Ruiz Huidobro 25 "
Moción de García-Chorroaín 20 "
Moción de Juan José Sola 19 "
Con respecto a la destitución del Virrey la votación había arrojado un resultado
de 155 votos por sí contra 69 por no.
El Cabildo decide suspender el Cabildo Abierto previsto para las tres de la tarde
y emite un bando con la destitución del Virrey.
El día 24 se reúne el Cabildo y resuelve constituir una Junta de Gobierno
integrada con el Virrey y otros cuatro miembros.
“Considerando los graves inconvenientes y riesgos que podrían
sobrevenir contra la seguridad pública si, conforme a lo resuelto a
pluralidad de votos en el Congreso General del día 22 fuese
absolutamente separado del mando el Exmo. Señor Virrey Don Baltazar
Hidalgo de Cisneros... procediendo con arreglo a la facultad que se ha
conferido a este Cabildo en el citado Congreso General manda : que
continue en el mando el Exmo. Señor Virrey asociado de los Señores,
el Doctor Don Juan Nepomuceno de Sola, Cura Rector de la Parroquia
de Nuestra Señora de Monserrat, el Doctor Don Juan José Castelli,
Abogado de esta Real Audiencia, Don Cornelio de Saavedra,
Comandante del Cuerpo de Patricios y Don José Santos de
Inchaurregui, de este vecindario y comercio.” 1
Esa misma noche se reúne por primera vez la flamante Junta y su principal
resolución consiste en enviar una carta al Cabildo presentando su renuncia,
"por no contar con la confianza popular".
El día 25 de mayo a las nueve de la mañana se reúne el Cabildo para
considerar la renuncia de la flamante Junta y en esa ocasión aparece el
reclamo de un sector de los actores del día 23 solicitando la formación de otra
Junta de Gobierno que remplace la demisionaria.
La respuesta del Cabildo fue pedir que esta solicitud fuera presentada por
escrito, lo que así se hizo con la firma de 400 vecinos. Resulta interesante
1 Actas Capitulares desde el 21 hasta el 25 de mayo de 1810.Buenos Aires, Imprenta del Estado,primera edición, 1836)
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analizar el orígen de los 342 vecinos identificados con posterioridad en dicha
lista de 400 firmas.1
Militares Total
Jefes 16
Oficiales 199
Cadetes 12 227
Sargentos-Cabos 48
Soldados 9
Cirujanos 2
Capellanes 2 61
Civiles
Funcionarios 13
Abogados 2
Escribanos 3
Comerciantes 14
Médicos 4
Hacendados 1
Indios 1 38
Religiosos 16 54
Total 342
No identificados 58
400
Si tomamos en cuenta los vecinos firmantes identificados (342) vemos que
entre ellos había 84 % de militares, 11 % de civiles y 5 % de religiosos.Entre los
vecinos firmantes, salvo un indio, no había nadie que no perteneciera al sector
más saneado de la población : militares, religiosos, hacendados, médicos,
comerciantes, abogados, etc.)
1 Roberto H. Marfany: "El pronunciamiento de Mayo". 1938.
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El petitorio determina la creación de una nueva Junta de Gobierno integrada
con: Cornelio Saavedra, Castelli,1 Manuel Belgrano,2 Azcuénaga,3 Alberdi,4
Matheu,5 Larrea,6 Moreno7 y Paso.8 Examinemos algunos de los comentarios
que posteriormente emitieron algunos de los actores de estos sucesos.
Juan Manuel Berutti: " 9 ...No es posible que mutación como la
anterior se haya hecho en ninguna parte con mayor sosiego y orden
pues ni un solo rumor de alboroto hubo pues todas las medidas se
tomaron con anticipación a efectos de obviar toda discordia, pues las
tropas estuvieron en sus cuarteles y no salieron de ellos hasta estar
todo concluído y a la plaza no asistió más pueblo que el convocado
para el caso, teniendo éstos un cabeza que en nombre de ellos y todo
el pueblo daba la cara publicamente y en su nombre hablaba."10
Gervasio Posadas: "...Todas las revoluciones de Buenos Aires sin
exceptuar ninguna las han fraguado o combinado cuatro o más
hombres...allá en el retiro de un reposo..."11
Bartolomé Mitre: "...Tanto los patriotas que encabezaban el
movimiento revolucionario como los españoles...todos pertenecían a lo
que podía llamarse parte aristocrática de la sociedad.
Las tendencias de ambas fracciones eran esencialmente
conservadoras en cuanto a la subsistencia del orden público y ésto
hacía que se encontrasen de acuerdo en un punto capital, cual era el
impedir que el populacho tomase en la gestión de los negocios públicos
una participación activa y directa." 12
1 Juan José Castelli. (1764-1812) Abogado.
2 Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano González. (1770-1820) Abogado, militar
3 Coronel Miguel de Azcuénaga. (1754-1833). Comandante del Batallón de Voluntarios deInfantería de Buenos Aires.
4 Juan Bautista Alberdi. (Tucumán 1810 - Francia 1884). Abogado. Político, jurisconsulto y escritor.
5 Domingo Matheu. (España 1765 - Buenos Aires 1831). Comerciante, piloto de barcos, militar
6 Juan Larrea. (España 1782 - Buenos Aires 1847). Comerciante, armador de barcos
7 Mariano Moreno. (Buenos Aires 1778 - 1811). Abogado.Cursó estudios de latín, lógica y filosofíaen el Real Colegio de San Carlos y leyes en la Universidad de Chuquisaca.
8 Juan José Paso. (Buenos Aires,1758-1833) Abogado, profesor de filosofía en el Real Colegio deSan Carlos. Orador en el Cabildo Abierto del 22 de, secretario -con Mariano Moreno- de la 1ª Junta,miembro del 1er Triunvirato en 1811
9 Antonio Luis Berutti. Teniente Coronel del Regimiento América
10 Museo Histórico Nacional. Buenos Aires. Memorias y Autobiografías, tomo I.
11 Biblioteca de Mayo: "Autobiografía de Posadas", tomo II, pág. 1412. A. Fernández Cabrelli: "Militares y pueblo", pág. 83.
12 Bartolomé Mitre, Historia de Belgrano y de la independencia argentina, Buenos Aires, Eudeba,1967
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Son muy significativas las apreciaciones de estas tres personas; las dos
primeras actores de los hechos y el tercero un historiador que, si bien no se
destacó por la veracidad y la documentación de sus dichos, en este caso como
veremos su posición concuerda con las cifras del cuadro que vimos más arriba
sobre los firmantes del petitorio del día 25.
Nos dice Berutti que los hechos ocurrieron con el mayor sosiego y calma, que
no hubo ningún rumor de alboroto puesto que se habían tomado por anticipado
las medidas necesarias. Las tropas fueron acuarteladas con orden de no salir
hasta que todo estuviese concluído.
Por otra parte, no hubo ningún tipo de reunión multitudinaria o popular;
solamente asistió, en el decir de Berutti, “la parte del pueblo convocada para
el caso” y ésto mismo con un solo interlocutor con derecho a hablar o a
expresarse en nombre de los convocados.
Como se ve, todo estaba cuidadosamente organizado con anticipación.
Las afirmaciones de Bartolomé Mitre acerca de que todas las tendencias
políticas querían evitar la participación del pueblo se confirman a poco que se
examine la extracción social de los firmantes del petitorio. El 84 % de militares
y el 5 % de religiosos apenas dejaban lugar a un 11 % de civiles y, mismo
éstos, eran gente diplomada, hacendados o comerciantes. El “pueblo”, ese
pueblo del cual Cornelio Saavedra dice “que no queda duda que es quien
confiere la autoridad”, no figura, no está presente.
Entre este 11 % de civiles aparecen Abogados, Escribanos, Médicos,
Hacendados, funcionarios y. . . un indio!
A partir de estos datos es necesario estar de acuerdo con la observación de
Mitre acerca de que los “revolucionarios” pertenecían “a la parte aristocrática
de la sociedad”.
Y es Don Gervasio Posadas, un personaje sobre el cual tendremos mucho hilo
a torcer, quien dice claramente: “Todas las revoluciones de Buenos Aires sin
exceptuar ninguna las han fraguado o combinado cuatro o más hombres...allá
en el retiro de un reposo..." 1
La nueva Junta de Gobierno se instala exigiendo de sus miembros el siguiente
juramento:
“Jurais a Dios nuestro Señor y estos Santos Evangelios reconocer la
Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata a
nombre del Señor Don Fernando VII y para guarda de sus augustos
1 Biblioteca de Mayo: "Autobiografía de Posadas", tomo II, pág. 1412. A. Fernández Cabrelli: "Militares y pueblo", pág. 83.
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10
derechos, obedecer sus órdenes y decretos y no atentar directa o
indirectamente contra su autoridad, propendiendo pública y
privadamente a su seguridad y respeto?”1
En el mismo acto de instalación de la Junta Provisional Gubernativa el Cabildo
de Buenos Aires dispone de inmediato el envío de órdenes a los Comandantes
de los pueblos del interior para que, siguiendo el mismo procedimiento
selectivo, elijan representantes. La rapidez con que fue impartida la orden nos
dice claramente que todo el proceso que culminó con la destitución del Virrey
fue algo planeado y organizado de antemano.
“10°)-Despáchese sin pérdida de tiempo órdenes circulares a los jefes
del interior y demás a quienes corresponde encargándoles muy
estrechamente y bajo de responsabilidad hagan que los respectivos
Cabildos de cada uno convoquen por medio de esquelas la parte
principal y más sana del vecindario para que formando un congreso de
sólo los que en aquella forma hubiesen sido llamados elijan sus
representantes y éstos hayan de reunirse a la mayor brevedad en esta
capital para establecer la forma de gobierno que se considere más
conveniente”. 2
Esta disposición del Cabildo de Buenos Aires confirma lo dicho por Mitre en el
sentido de que era "un punto capital el impedir que el populacho tomase en la
gestión de los negocios públicos una participación activa y directa".
El mecanismo de convocación no dejaba lugar a dudas: convocar por medio de
esquelas “la parte principal y más sana del vecindario” ; ya vimos que la parte
principal y más sana estaba compuesta de la nobleza local (militares y
religiosos). Se supone que el populacho no iba a recibir convocaciones
(esquelas).
Este tipo de disposiciones sin duda alguna que impide catalogar la revolución
de mayo de revolución popular; el pueblo, el “populacho”, no participó para
nada en la toma de decisiones.
Pero además el mecanismo puesto en marcha cerraba totalmente la posibilidad
de que algún elemento extranjero a los organizadores pudiera tener ingerencia
en las deliberaciones.
Las órdenes eran claras, se debía formar un congreso en el que sólamente los
que habían sido convocados por “esquela” pudieran elegir representantes para
ir a Buenos Aires.
1 Eduardo Acevedo: "Alegato Histórico". Tomo II, pág. 106.
2 U. Frías. Actas del Cabildo de Buenos Aires del 25 de mayo de 1810
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Resumiendo, para nombrar representantes de no importa que provincia los
“jefes del interior” o “demás a quienes corresponde” deberían citar a quienes les
pareciese y con esos ciudadanos citados y solamente con esos formar un
congreso que habría de nombrar los representantes de la provincia.
El 26 de mayo la flamante Junta Provisoria emite una proclama que busca
particularmente atraerse la confianza de los gobernantes de las provincias.
“Fijad pues vuestra confianza y aseguraos de nuestras intenciones. Un
deseo eficaz, un celo activo y una contracción viva y asidua a proveer
por todos los medios posibles la conservación de nuestra religión santa,
la observancia y el sostén de nuestras posesiones en la más constante
fidelidad y edhesión a nuestro muy amado Rey, el Señor Don Fernando
VII y sus legítimos sucesores de la corona de España.” 1
La fórmula era clara y precisa, no dejaba lugar a dudas : la trilogía de
motivaciones de los que representaban "a la parte principal y más sana del
vencindario" estaba constituída por: religión, posesiones y fidelidad al Rey. Y
era muy particular la demostración de fidelidad al Rey.
Al otro día, el 27 de mayo, intentando reforzar el dispositivo la Junta envía una
circular a las autoridades de provincia.
“... los derechos del Rey se sostendrán si, firmes los pueblos en el
arbitrio de la general convocación que se propone, entran de acuerdo
en una discusión pacífica bajo la mira fundamental de fidelidad y
constante adhesión a nuestro augusto monarca.” 2
Y como las proclamas no bastaban a dar suficiente seguridad a la flamante
Junta Provisional Gubernativa y a sus orientadores se decide la salida
inmediata de una expedición militar de más de 1.000 hombres al mando del
Coronel Don Francisco Antonio Ortiz de Ocampo,3 en la que también figuraban
el Coronel González Balcarce,4 el después General Juan José Viamonte5 y el
1 Benigno Martínez: "Apuntes históricos sobre la provincia de Entre Ríos".
2 Gazeta de Buenos Aires. Citado por Eduardo Acevedo, Alegato Histórico, tomo II, p. 107
3 Gral. Francisco Antonio Ortíz de Ocampo. (1771 La Rioja, Argentina - 1840) Capitán del Cuerpode Arribeños, en las Invasiones Inglesas asciende a Teniente Coronel. En 1810 es Coronel.
4 Coronel Antonio González Balcarce. (Buenos Aires 1774-1819)
5 General Juan José Viamonte. (Buenos Aires 1774- Montevideo 1843) Participó en el CabildoAbierto de 1810
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Teniente Coronel Díaz Vélez 1 con destino a las provincias. El Coronel Ortiz de
Ocampo llevaba intrucciones muy precisas sobre los objetivos de la expedición.
“Se tendrá cuidado de sofocar toda especie capaz de comprometer el
concepto de fidelidad que anima a esta Junta pues nada debe cuidarse
más que imprimir en todos la obligación de ser fiel a su Rey y guardar
sus augustos derechos”. 2
El mismo 27 de mayo de l810 la Junta Provisional Gubernativa envía un oficio
a la Real Audiencia3 en los términos siguientes :
“V.S. conteste con libertad y franqueza pues la Junta lo hace desde
ahora responsable de qualquier resulta, porque si en la instalación de
este gobierno provisorio se descubre algún viso de atentado contra los
sagrados derechos de nuestro augusto monarca, no cumplen los
Ministros y vasallos con meterse en su casa y guardar un profundo
silencio sino que deben sostener con energía la causa del Rey,
derramando por ella hasta la última gota de sangre y enseñando al
pueblo que la fidelidad tiene sus mártires”.
.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
“La Junta de Buenos Aires es tan fiel a su Rey como las Juntas de
España. Los derechos del monarca reposarán seguros en la fidelidad
de un pueblo que lo ama” 4
El 31 de mayo, la Junta de Buenos Aires envía a Montevideo al Capitán de
Infantería del Cuerpo de Voluntarios Don Martín Galain a solicitar al Gobierno
de la Banda Oriental el reconocimiento de la Instalación de la Junta.
Al otro día, 1° de junio, el Gobernador de Montevideo Don Joaquín de Soria5
convoca un Cabildo Abierto con el objeto de considerar el pedido de
reconocimiento del que era portador el Capitán Galain; el Cabildo Abierto
resuelve :
1 Teniente Coronel Eustoquio Díaz Vélez. (Buenos Aires, 1782 - 1856). Lucha bajo las órdenes deLiniers y de Cornelio Saavedra en las Invasiones Inglesas, participó en la formación de la PrimeraJunta
2 Adolfo P. Carranza. Archivo General Argentino. Cit. por Eduardo Acevedo, Alegato Histórico,Tomo II, p. 108
3 La Real Audiencia fue el más alto tribunal judicial de apelación en las Indias pues contó conjurisdicción civil y criminal y una amplia competencia extendida incluso al ámbito eclesiástico.La creación de las Audiencias indianas, tuvo como principal objetivo reafirmar la supremacía de lajusticia del rey por sobre la de los gobernadores. Sobre la Audiencia sólo estaba el Consejo de Indias
4 Gazeta de Buenos Aires. Cit. Acevedo, Alegato Histórico, tomo II, p. 108
5 Brigadier D. Joaquín de Soria y Santa Cruz, Gobernador militar de Montevideo
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“1°) que convenía la unión a la capital (Buenos Aires) y el
reconocimiento de la nueva Junta a la seguridad del territorio y
conservación de los derechos de nuestro amado Rey el Señor Don
Fernando VII”.
“2°) que esta unión debería hacerse con ciertas limitaciones
conducentes a los mismos fines...
3°) que dichas limitaciones fuesen determinadas por los Gobernadores
militar y político asociados con los vecinos Joaquín de Chopitea y
Miguel A. Vilardebó, Comandante Militar Prudencio Murgiondo,
Presbítero Pedro Pablo Vidal y del Ministro de Real Hacienda, Doctor
Nicolás Herrera”. 1
Era evidente que la resolución tomada por el Cabildo Abierto de Montevideo
estaba lejos de ser una aceptación plena del hecho ya consumado de la
Instalación de la Junta en Buenos Aires. Es así que las noticias llegadas a
Montevideo en el barco El Nuevo Filipino sobre la instalación del Consejo de
Regencia, en Cádiz, dan una visión diferente de los hechos a los cabildantes
montevideanos los que se apresuran a cambiar de rumbo.
El 6 de junio el Cabildo de Montevideo resuelve y así lo comunica a la Junta de
Buenos Aires que suspende el nombramiento de un diputado y toda
deliberación hasta conocer su posición con respecto al establecimiento de la
Regencia Española. Con suma premura, dos días después, la Junta de
Buenos Aires da contestación al Cabildo de Montevideo.
“Nada ha recibido la Junta de oficio o por conducto legítimo que pueda
hacer variar los fundamentos de su instalación ; ha dado cuenta de ello
a Su Majestad mandando un oficial de honor para instruir al gobierno
soberano que encontrase legítimamente establecido en España, ha
convocado igualmente diputados de todos los pueblos para que decidan
el poder soberano que debe representar a nuestro augusto monarca el
Señor Don Fernando VII...”
“Lo substancial es que todos permanezcamos fieles vasallos de nuestro
monarca el Señor Don Fernando VII.” 2
La actitud de la Junta de Buenos Aires era pues bien clara en lo que tiene que
ver con el reconocimiento del Rey Fernando VII, el problema se planteaba
sobre el reconocimiento del Consejo de Regencia sobre el cual Buenos Aires
aún no se había pronunciado. La Junta de Buenos Aires continuaba diciendo
al Cabildo montevideano :
1 Actas del Cabildo de Montevideo. Revista del Archivo General Administrativo, vol. IX, p. 427
2 Gazeta de Buenos Aires. Eduardo Acevedo, op.cit, tomo II, p.111
-
14
“Se reconoció en esa Plaza el Consejo de Regencia? Buenos Aires no
lo ha desconocido y quizá el voto de sus representantes será este
mismo cuando en el Congreso deba darse”.
“Montevideo, por un celo que en sí es laudable anticipó el suyo y éste
será seguramente el de su dictado, pero entre tanto se verifica la
reunión deben unirse los dos pueblos porque así lo exigen los intereses
y los derechos del Rey”.
Ambos pueblos reconocen un mismo monarca; la Junta ha jurado al
Señor Don Fernando VII y morirá por la guarda de sus augustos
derechos”.1
El 14 de junio de 1810 la Junta de Buenos Aires envía a Montevideo un
segundo emisario, el Dr. Juan José Paso con misión de negociar con el Cabildo
de Montevideo el reconocimiento de la Junta, lo que da lugar al día siguiente,
a la formación de un nuevo Cabildo Abierto el cual resuelve :
“que entre tanto la Junta de Buenos Aires no reconociese la soberanía
del Consejo de Regencia que había jurado el pueblo no podía ni debía
reconocer la autoridad de la la Junta de Buenos Aires ni admitir pacto
alguno de concordia o de unidad”.2
Entre los que asumieron esta posición estaban : Nicolás Herrera, Mateo
Magariños, Dámaso Larrañaga, Pedro Vidal, León Pérez, Juan José Durán y
Bruno Méndez; todos personajes que tendrán, de una forma u otra, su relación
con nuestro Don José Artigas.
El 16 de junio la Junta de Buenos Aires, enterada de esa declaración,
responde con la premura del caso al Cabildo de Montevideo.
“Examine V.S. despacio las causas y objetos de la instalación de esta
Junta y no encontrando en ello oposición alguna a los augustos
derechos de nuestro monarca, desprecie los clamores con que el
interés personal grita contra los privilegios de los pueblos”.3
La desesperación de los juntistas de Buenos Aires por obtener el fundamental
reconocimiento de Montevideo les hacía mismo mentar “los privilegios de los
pueblos”, olvidando que pocos días atrás, olvidando esos privilegios,
convocaban solamente la parte principal y más sana del vecindario y enviaban
1 Gazeta de Buenos Aires. Eduardo Acevedo, op.cit, tomo II, p.111
2 Gazeta de Buenos Aires. Eduardo Acevedo, op.cit, tomo II, p.117/18
3 Gazeta de Buenos Aires. Eduardo Acevedo, op.cit, tomo II, p.117/18
-
15
ejércitos a las provincias para defender los sagrados derechos de Don
Fernando VII.
En ese mismo mes de junio de 1810 llegan a Santa Fe los pliegos con las
comunicaciones de la Junta de Mayo. El Cabildo y el Gobernador de la
provincia reconocen el nuevo gobierno. Poco después, el gobernador es
destituído y el Cabildo de Santa Fe solicita a la Junta de Mayo el nombramiento
de Don Francisco Antonio Candioti como Gobernador. La Junta de Buenos
Aires se niega y nombra al español Manuel Ruiz, quien era Jefe del Regimiento
de Negros, en Buenos Aires)1
El 31 de julio de 1810, conociendo ya las resistencias que su actuación
engendraba la Junta de Buenos Aires emite el primero de los muchos bandos
que habrá de emitir en el futuro para el mantenimiento de su poder y la
destrucción de todos aquellos que se le opusieran.
“La Junta Provisional Gubernativa de las Provincias Unidas del Río de
la Plata por el Señor Don Fernando VII :
Por cuanto la moderación y la templanza no producen fruto alguno y
son repetidos los desengaños de esta Junta Gubernativa que ve
convertidas en desprecio de las leyes las medidas suaves con que ha
procurado reducir a los díscolos a su deber... por tanto, para contener
estos males ha resuelto hacer las siguientes prevenciones en cuya
ejecución será inexorable :
1°)A todo individuo que se ausente de esta ciudad sin licencia del
gobierno le serán confiscados sus bienes sin necesidad de otro proceso
que la sola constancia de su salida.
2°)Todo patrón de buque que conduzca pasajeros sin licencia del
gobierno irá a la cadena por cuatro años y el barco quedará confiscado.
3°)Toda persona a quien se encuentre armas del Rey, contra los
bandos en que se ha ordenado su entrega será castigado con todo
généro de penas, sin exceptuar el último suplicio, según las
circunstancias.
4°)Todo el que vierta especies contra europeos y contra patricios,
fomentando divisiones, será castigado con las penas que establecen
las leyes contra la sedición.
5°)Todo aquél a quien se sorprendiese correspondencia con individuos
de otros pueblos, sembrando divisiones, desconfianzas o partidos
contra el actual gobierno, será arcabucueado sin otro proceso que el
esclarecimiento sumario del hecho.
1 José Luis Busaniche. Santa Fe y el Uruguay. Universidad Nacional del Litoral, publicación N° 11,Santa Fe, 1930, p. 15
-
16
Manuel Belgrano. Miguel Azcuénaga. Manuel Alberti. Domingo Mathieu.
Juan Larrea. Mariano Moreno (secretario).”1
Como se ve no se andaba con chiquitas nuestros próceres revolucionarios a la
hora de legislar. Salir del país sólo era posible con la anuencia de los
mandamás de turno; la pena inmediata, la confiscación de los bienes del viajero
desobediente. Al patrón de buque capaz de aceptar este tipo de viajero,
confiscación también de su barco y cuatro años de cárcel y estar en posesión
de armas podía llegar “al último suplicio”, es decir, la horca.
El bando se justificaba, según sus autores, en que los ciudadanos no se daban
cuenta de la moderación y templanza con que actuaba la Junta y en el
desprecio con que recibían “las medidas suaves con que se había procurado
reducir los díscolos”.
Y para aumentar el aislamiento que provocaba la prohibición de salir del país
sin autorización se amenazaba con arcabucear luego de un sumario proceso
a todo aquel que tuviera contacto con “individuos de otros pueblos”.
Esta forma de gobernar creará, junto con otros factores, el caldo de cultivo
donde nuestro Don José encontrará, sin mayor esfuerzo, los hombres que nos
darán Asencio, Las Piedras, el Éxodo y tantos otros episodios que ya veremos.
Mientras tanto, en la Banda Oriental, el 23 de agosto de 1810, el Virrey Baltasar
Hidalgo de Cisneros acuciado por la falta de dinero en las arcas del Estado
hace publicar un bando en el que intima a los hacendados que no dispongan
de títulos de propiedad a que se avengan a comprarlos, “por medio de una
moderada composición”, falto de cual, sus campos serán vendidos o rematados
al mejor postor.
“Debiendo en las actuales circunstancias solicitarse por todos los
medios posibles la recolección de numerario para la conservación de
este territorio y cercionado este gobierno y Comandancia General que
en toda la campaña y Banda Oriental del Río de la Plata de que soy jefe
único en la actualidad, que hay infinitos terrenos realengos y muchos
que sólo con el título de denuncia se poseen, otros aún sin este
requisito ni haberse verificado su compra o remate... emplazando a
todos los poseedores de dichos terrenos para que ocurran por medio
del Oficial de dicho Actuario manifestando los títulos con que los
disfrutan y los certificados o documentos de denuncias... en el
perentorio término de 40 días contados desde la fijación de dichos
edictos o carteles, en la inteligencia que se tratará con ellos el medio de
1 Registro Nacional de la República Argentina. Documento 84, p. 58. Carlos María Ramírez.Artigas. Montevideo 1881, 3a. edición, p. 29
-
17
otorgarles sus respectivos títulos de propiedad, o bien por medio de una
moderada composición, o en público remate...”
“...transcurrido el término sin haberse presentado o expuesto lo que
crean más útil se procederá a la venta o remate de dichos terrenos”.1
La hipótesis de que la llamada “Revolución de Mayo” no fue una revolución sino
que fue simplemente un Golpe de Estado se apoya, entre otras cosas, en el
hecho que de inmediato de instalada la Junta, careciendo de un plan de
gobierno, encomienda a Belgrano de establecer los elementos necesarios
destinados a establecerlo.
La llamada revolución de Mayo carecía de un plan de gobierno que orientara
el rumbo de su actividad futura en aquellas cuestiones que se consideraban de
mayor importancia.
Así fue como la Junta encomendó a Belgrano establecer cuales serían los
aspectos que debían ser tratados en prioridad en el plan de gobierno.
El 15 de julio Belgrano elevó a consideración de la Junta los puntos que debían
ser abordados en el proyecto.
1.Conducta Gubernativa
2.Sublevación de la Banda Oriental
3.Relaciones con España
4.Conducta hacia Portugal e Inglaterra
5.Relaciones secretas con los agentes en el interior para consolidar el nuevo
sistema
6.Formas para fomentar los fondos públicos para los gastos de guerra y
creación de industrias
7.Relaciones secretas de los agentes de Portugal e Inglaterra
8. Trabajo de los agentes para sublevar a la provincias del Brasil "haciéndolos
gustar de las dulzuras de la libertad y derechos de la naturaleza"
9. Medios a adoptarse para la conquista de Río Grande y demás provincias del
Brasil.
El análisis de la propuesta de Belgrano merece evidentemente un análisis que
nuestro trabajo no nos permite. Dos cosas resultan evidentes ; una es la
particular claridad y competencia con que Belgrano aborda el tema y la otra el
inteligente uso que luego hará de ese documento Don Mariano Moreno para
redactar su siniestro y totalitario Plan de Operaciones.
Un último pequeño comentario de este soberbio análisis de Belgrano ; el primer
punto que propone es la “conducta gubernativa” y el segundo “la sublevación
1 Archivo General de la Nación. Archivo Berro. Legajos Nos. 592 y 597
-
18
de la Banda Oriental”, y esa sublevación, solamente un hombre podía hacerla,
dejo a la imaginación del lector encontrar el nombre de ese hombre.
El 17 de julio la Junta aprueba la propuesta de Belgrano y pasa a determinar
quién sería el encargado de la redacción del plan. Al día siguiente se designó
a Moreno para desarrollar esa importante tarea.
El 30 de agosto de 1810, Mariano Moreno eleva a la Junta de Buenos Aires el
Plan de Operaciones que se la había solicitado para ser aplicado por el
Gobierno Provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, es decir, por
la Junta.
“Plan de Operaciones que el Gobierno Provisional de las Provincias
Unidas del Río de la Plata debe poner en práctica para consolidar la
grande obra de nuestra libertad e independencia”.
“En cuanto al medio más adecuado y propio a la sublevación de la
Banda Oriental del Río de la Plata, rendición de la Plaza de Montevideo
y demás operaciones a este fin, son las siguientes :
“...a la verdad, es la Plaza de Montevideo el único baluarte que
considero se opondrá en gran parte a nuestros designios...
“. . . máxime cuando no tenemos una marina capaz y superior a la que
tiene la Plaza de Montevideo...
“... no es el golpe que debe dirigirse primero a la Plaza de Montevideo,
es realmente a los pueblos de su campaña...
“... habiéndose comunicado ya a los Comandantes militares y Alcaldes
de los pueblos de la Banda Oriental el anuncio de la instalación de la
Junta Gubernativa a nombre del Señor Don Fernando VII, es preciso
que se capte la voluntad de aquellos y de los eclesiásticos de todos los
pueblos, ofreciéndoles el beneficiencio, favor y protección,
encargándoles comisiones y honrándolos con confianzas...
“Además debe pedirse a los Alcaldes, Comandantes y Curas de los
pueblos unas listas de los sujetos más capaces y de más probidad,
talento y respeto, con las demás circunstancias de sus cualidades... a
éstos se les debe agasajar y atraer, despachándoles títulos de Oficiales
y proveyendo en ellos algunos cargos de los que se supriman a
aquellos que no sean de la opinión de los pueblos, pidiéndose al mismo
tiempo a dichas Justicias una relación de todos los europeos y sus
circunstancias, los que tienen cargos y los que son o dejan de ser del
concepto y opinión pública.
“... deben hacerse fijar edictos en todos los pueblos y su campaña para
que cualquier delincuente, de cualquier clase y condición que haya sido
su delito, presentándose y empleándose en servicio del Rey, quedarán
exentos de culpa, pena y nota...
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19
“... se previene a los Alcaldes y demás jueces remitan una información
del concepto que entre la gente vaga y ociosa tiene cada individuo de
éstos. Igualmente de su valor, influencia, talento y conocimientos
campestres, para distinguirlos en los puestos de Oficiales y otros
encargos. Que a éstos y a otros muchos de quienes es preciso
valernos, luego que el Estado se consolide, se apartan como miembros
corrompidos que han merecido aceptación por la necesidad.
“Al mismo tiempo de darse estos pasos debe mandarse algunos
agentes a cada pueblo... mandándolos recomendados a las casas más
principales, tanto para observar la conducta de éstos como para
sembrar la benevolencia y buenas disposiciones del nuevo gobierno, lo
justo de él, su actividad en los negocios, los fines santos de conservar
a nuestro Soberano el precioso destino de la América del Sur.
“Puesta la campaña en este estado y surtiendo el efecto que se
promete por el régimen de estas operaciones, llenándola de papeles
públicos, seductivos y lisonjeros que deben remitirse todas las
semanas.
“Captados los ánimos de sus habitantes, sería muy del caso atraerse
a dos sujetos, por cualquier interés y promesas, así por sus
conocimientos que nos consta son muy extensos en la campaña, como
por sus talentos, opinión, concepto y respeto : como son los del Capitán
de Dragones Don José Rondeau y los del Capitán de Blandengues Don
José Artigas quienes, puesta la campaña en este tono y
concediéndoles facultades amplias, concesiones, gracias y
prerrogativas, harán en poco tiempo progresos tan rápidos que antes
de seis meses podría tratar de formalizarse el sitio de la Plaza.1
“Además, teniendo como he dicho espías en los pueblos ... debe
también tener el Gobierno en esta capital seis u ocho sujetos que se
empleen en escribir cartas anónimas, ya fingiendo o suplantando
nombres y firmas supuestas, tanto para la Plaza de Montevideo como
para la campaña...
Las cosas en el estado que antecede... mándese inmediatamente a los
pueblos del Uruguay una fuerza de 500 a 600 hombres con oficiales,
sargentos, cabos y demás para que sirviendo de apoyo se vayan
organizando en los mismos pueblos algunos escuadrones de caballería
y cuerpos de infantería, teniéndose presente el haberse atraído ya a
nuestro partido y honrándolos con los primeros cargos a un Barde
negro, a un Baltazar Bargas o a los hermanos y primos de Artigas, a un
Benavídez, a un Vázquez, de San José y a un Baltazar Ojeda, sujetos
1 Don Mariano Moreno tuvo apenas un error de tres meses en sus cálculos. Sostuvo queatrayendo a Don José Artigas se lograría poner sitio a Montevideo en seis meses ; Don José inició elsitio nueve meses más tarde.
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20
que por lo conocido de sus vicios son capaces para todo,1 que es lo que
conviene en las circunstancias por los talentos y opiniones populares
que han adquirido por sus hechos temerarios... para que formando
algunos cuerpos de tropa... comiencen a hacer algunas correrías y a
hacerse obedecer por la fuerza y no a las consideraciones.
Ya alarmados los pueblos y unidas las fuerzas en masa, mandando de
aquí los Jefes y oficiales2 a lo menos de los más instruídos... se podrá
comenzar a invadir y adelantar terreno hacia la Plaza de Montevideo
Y en este caso, ningunos podrán ser más útiles para los
adelantamientos de esta empresa que Don José Rondeau por sus
conocimientos militares adquiridos en Europa ... para General en Jefe
de toda la infantería, y para la caballería Don José Artigas...
Los hacendados que por seguir el partido contrario abandonasen sus
casas, criados y haciendas, se les llamará por edictos públicos y si a los
terceros no compareciesen se considerarán sus haciendas, ganados,
caballadas y demás que sean de sus pertenencias como bienes
legítimos de la Patria y servirán para la manutención del ejército en la
dicha campaña.
Además, con las proclamas seductivas, halagüeñas y lisonjeras, con las
frases de Libertad, Igualdad y Felicidad, se les estimulará a que
concurran los vecinos de la Banda Oriental con aquellos auxilios de
carros, carretas, caballadas, boyadas y otros que sean menester...
entusiasmándolos con papeles y certificados de buenos servidores y
si se denegasen a prestar aquellos auxilios correspondientes se les
hará comprender que se les tendrá por malos servidores y sospechosos
a la causa que se defiende.3
Un análisis en profundidad de este plan de operaciones de Mariano Moreno
sería un trabajo muy interesante en la medida que nos puede dar una cantidad
increíble de elementos para entender su lamentable visión socio-política
dictatorial. Una antesala del facismo hitleriano.
No disponemos de espacio suficiente en este trabajo para tal tarea pero no
podemos menos que señalar algunos aspectos. Por ejemplo :
Para una gente como la de la campaña de la Banda Oriental, cuya
preocupación era el duro trabajo de todos los días con el ganado, los ladrones,
1 Don Mariano no tiene reparos en decir que Baltasar Bargas, Baltazar Ojeda y los hermanos yprimos de Artigas son sujetos que, por lo conocido de sus vicios son capaces para todo.
2 Siguiendo estas directivas, la Junta de Buenos Aires mandará después, primero a un Belgrano,después a un Rondeau, pero también a un Soler o a un Galain, mismo a un Benavídez, y más tarde aun Sarratea.
3 Archivo General de Sevilla. Biblioteca del Ateneo de Buenos Aires. Escritos de Mariano Moreno. Eduardo Acevedo. Op. cit. tomo I, p. 282/89
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los indios, la subsistencia diaria, sólo el carácter burocrático de Moreno podía
imaginar un premio tan absurdo como el de darles papeles y certificados.
No es de extrañarse que cuando llega un Artigas y comienza distribuyendo
tierras, teniendo en cuenta los más necesitados, la adhesión es muy otra.
Pero además, Moreno se preocupa “del medio más adecuado y propio a la
sublevación de la Banda Oriental del Río de la Plata” ; por qué no se preocupa
de la sublevación de los otros territorios del Virreynato, en particular Corrientes,
entre Ríos, Córdoba, etc.?
Por otra parte es interesante observar el doble lenguaje que utiliza Moreno ;
por un lado habla de “consolidar la grande obra de nuestra libertad e
independencia” y por otro, de “conservar a nuestro Soberano el precioso
destino de la América del Sur”.
Otro elemento sugestivo de su metodología es su idea de seducir y lisonjear la
gente para atraérsela por medio de la propaganda escrita. A la propaganda
escrita le da tal importancia que considera necesario enviarla semanalmente,
semanalmente en una campaña que en la época no se caracterizaba
justamente por los buenos medios de comunicación y donde los analfabetos
eran la mayoría.
No nos olvidemos que el abuelo de nuestro Don José, que ocupó altos cargos
en la administración española, era analfabeto.
Que efecto podría tener llenar la campaña de papeles públicos seductivos y
lisonjeros, como le gustaba decir? Deformación profesional? él era leguleyo.
Moreno señala con particular énfasis la necesidad de atraer a su bando a José
Artigas y a José Rondeau. En el caso de Artigas es evidente el prestigio que
éste había adquirido, basta con pensar que un Mariano Moreno, personaje que
nunca estuvo cerca del quehacer en la Banda Oriental, estaba sin embargo al
tanto de las particulares competencias de éste.
Es así que Moreno habla, refiriéndose a Don José, de sus conocimientos que
le consta son muy extensos en la campaña, de sus talentos, opinión, concepto
y respeto.
Lamentablemente, en su visión limitada de la realidad creyó que bastaba con
ser “seductivo” y lisonjero para convencer a la gente ; Moreno se permite de
contar con Artigas y Rondeau “concediéndoles facultades amplias,
concesiones, gracias y prerrogativas”. Nunca pudo imaginar, en su pedestal de
hombre instruído por las Universidades provinciales católicas el carácter del
hombre a quien pretendía atraer con concesiones, gracias y prerrogativas.
No alcanzará a vivir suficiente nuestro Don Mariano Moreno para llegar a
comprobar que no basta con hacer concesiones y dar gracias y prerrogativas,
empleos y grados para convencer a gente que tiene una visión clara de las
cosas y que el desprecio de que hizo gala hacia la gente de la campaña a la
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22
que quiso embaucar con papeles públicos, seductivos y lisonjeros tuvo como
respuesta la más formidable oposición de la región a sus planes monárquicos.
Como se ve, nuestro Don Mariano Moreno no era un hombre de espada, era
más bien un hombre de intrigas.
La Junta de Buenos Aires comienza un período de afianzamiento de su poder
como único objetivo que desembocará en una marcha ineluctable hacia el
despotismo, hacia el intento de aniquilar todo o todos los que se le opusieran
en una deriva frustrante en búsqueda de no importa que Rey, que monarquía,
que pudiera asegurarles la permanencia en el poder.
El 9 de septiembre de 1810 la Junta justifica su legalidad diciendo : España no
tiene más Rey ; sin Rey, todo el sistema administrativo español (los
magistrados) no tiene más validez. Los pueblos (se refieren en particular al
Virreynato) tienen la autoridad necesaria para establecer un gobierno...
“provisorio”.
“Desde que la alevosa conducta del Emperador de los franceses
arrancó de España al más amado de sus monarcas el reino quedó
acéfalo y disipado el principio donde unicamente podían concentrarse
los verdaderos derechos de la soberanía.
“Con la falta de nuestro monarca pereció el apoyo de que los
magistrados derivaban sus poderes : perdieron los pueblos el padre
que debía velar en su conservación.
“Fernando VII tiene un reino pero no puede gobernarlo; la monarquía
española tiene un rey pero no puede ser gobernada por él; y en este
conflicto la Nación debe recurrir a sí misma para gobernarse,
defenderse, salvarse y recuperar a su monarca.
“Los pueblos, de quienes los reyes derivan todo el poder con que
gobiernan, no reasumieron integramente el que habían depositado en
nuestro monarca, su existencia impide aquella reasumpción, pero su
cautividad les transmite toda la autoridad necesaria para establecer un
gobierno provisorio, sin el que se corre el riesgo de la división y de la
anarquía.1
El Rey está preso y no puede gobernar. El pueblo no reasumió integramente
el poder que había depositado en el Rey. La cautividad del Rey le transmite al
pueblo “toda la autoridad necesaria para establecer un gobierno provisorio”.
Ellos se declaran gobierno provisorio, ergo, su existencia es legítima.
Claro que nuestros brillantes teóricos olvidaron o sin olvidarlo lo dejaron
pudicamente de lado al hecho de que la Junta no detentaba ninguna
representatividad con relación al pueblo, que la Junta no es más que el
1 Gazeta de Buenos Aires. Eduardo Acevedo.Op. Cit. T.I, p. 297/98
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23
resultado de la puja entre los diferentes grupos o centros de poder del
momento.
Estos señores que teorizan sobre el poder del pueblo y que se auto adjudican
su delegación para justificar un golpe de Estado manu militari, son los mismos
que tres meses antes disponían que “los respectivos Cabildos convoquen por
medio de esquelas la parte principal y más sana del vecindario” como forma de
impedir, en el decir de Bartolomé Mitre, “ que el populacho tomase en la gestión
de los negocios públicos una participación activa y directa”.1 No obstante, se
dicen depositarios del poder del pueblo.
Examinado suscintamente el fenómeno de la llamada Revolución de Mayo,
nosotros diríamos del Golpe de Estado de Mayo de 1810, veamos ahora
cuales eran en esos momentos las actividades de nuestro Don José Artigas y
la forma como se va a insertar en él.
El 3 de agosto de 1810 (el mismo mes en que Don Mariano Moreno está
ocupado en presentar a la Junta su Plan de Operaciones), Don José Roldán
informa desde la Guardia de Santa Ana al Comandante de la Partida situada
en el Cuareim, que Don José Artigas le prohibe poblar los parajes de la Guardia
de Santa Ana.
“Guardia de Santa Ana, 3 de agosto de 1810
Señor Comandante de la Partida situada en el Cuareim
Con motivo de haber tenido noticia que Vuestra Merced iba a poblar de
firme en ese paraje, avisé al Señor Teniente Don José Artigas,
Comandante de esta Campaña.
“Según me lo tiene encargado y me dice dicho Señor, que le diga a
Vuestra Merced que por ningún motivo pueblen la Guardia en ese
paraje.
José Roldán”.2
Algunos días después, el 10 de agosto de 1810, Don Tomás de Rocamora
informa a la Junta de Buenos Aires, entre otras cosas, que :
“el Comandante de Belén le avisa que la partida de Artigas, compuesta
de 90 hombres que zelaban sobre aquella frontera se ha retirado a
Montevideo...”3
1 Bartolomé Mitre, Historia de Belgrano y de la independencia argentina, Buenos Aires, Eudeba,1967
2 Colección del Sr. W. Spalding. Porto Alegre, Río Grande del Sur, año 1810, folio 144
3 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. Archivo del Gobierno de Buenos Aires, tomo 43, 10-2-4-15, año 1810
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24
El 16 de agosto Artigas, desde el Paso de Polanco, responde una carta que le
enviara su suegra Doña Francisca Artigas de Villagrán, quien en Montevideo
se ocupaba de Rosalía ya enferma y del hijo de ambos José María, quien a la
fecha tenía 4 años de edad.
Es de lamentar qué la carta de Doña Francisca no haya quedado entre los
papeles de la Historia ; cuántos datos interesantes nos habría aportado !
Don José se lamenta de las noticias que le da su suegra, Rosalía va de mal en
peor y él no encuentra otra expresión que decirle : “parece que Dios nos ha
tenido guardado estos regalos para que en el día todo se me junte.
La relación con su suegra debe de haber sido muy íntima, muy emotiva , Don
José le transmite el dolor que le causa saber que entre su familia hay quienes
dicen que él “ha hecho muy poca estimación de su mujer porque dicen que la
he dejado tirada y que yo salí por mi gusto y no porque me hubiesen mandado”.
Ya habíamos visto que Doña Josefa Ravía (ver tomo I) nos decía que Don José
era visto, mismo en sus años jóvenes, como el timón de la familia.
Y estarían también al parecer las quejas de Rosalía con respecto a la conducta
de su esposo, quejas que evidentemente Doña Francisca transmite a su yerno
puesto que éste replica que su mujer no tiene motivos para semejantes quejas.
Termina Don José diciendo a su suegra que si es necesario venda la casa y los
“trastes” que él pueda tener, que todo es de Rosalía.
“Paso de Polanco, agosto 16 de 1810
Doña Francisca Artigas
Mi más venerada Señora :
Recibí la muy apreciable de Vmd. por la que quedo enterado de todo
cuanto en la suya me dice, en particular del estado de Rafaela, de que
sus males han seguido sin encontrar ninguna mejoría, de lo que para
mí ha sido muy sensible pues yo pensé que hubiese tenido alguna
mejora. Parece que Dios nos ha tenido guardado estos regalos para
que en el día todo se me junte.
No ignora Vmd. la estimación que le he hecho, aunque yo he sabido
que entre la familia dicen que yo he hecho muy poca estimación de mi
mujer porque dicen que la he dejado tirada y que yo salí por mi gusto
y no porque me hubiesen mandado.
Yo, con ansias deseara que esos que lo dicen me aliviasen de algunos
trabajos que yo paso, que si en mí estuviese no los pasaría, ni estuviera
mi casa como en el día se halla, ni mi mujer a quien tanto he estimado
y estimo como a Vmd. le consta, que no tiene motivos para semejantes
quejas, si no, mire Vmd. en el día como yo me veo y si la hubiese traído
conforme dicen en el día me hubiese sido doble el trabajo y me parece
que nadie lo hubiese venido a remediar por estos parajes que aún para
nosotros son trabajos; pero al fin, Dios la alivie de sus males.
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25
Según me dice Vmd. que ella está en la casa y con ese motivo puedo
determinar alquilar la casa y vender los trastos. No me parece que yo
lo haga a no ser que Vm. vea que ella tiene alguna necesidad, en ese
caso, no sólo los trastos sino la casa y todo cuanto Vmd. conozca sea
mío puede Vmd. disponer con satisfacción porque jamás le boquiaría
a Vmd. una palabra, porque para éso lo he trabajado, para que ella lo
disfrute como dueña, con todo cuanto se conozca sea mío.
Dele Vmd. a Rosalía expresiones de mi parte y a José María un abrazo
y a toda la demás familia de esa su casa y Vmd. mande a este su
afecto y seguro servidor que verla desea.
José Artigas.
Con el dador de ésta que será el Cabo Romano le mando a Rafaela .
. . . . . . ya que no los puede. . . . . . 1
Pocos días después el Gobernador de Montevideo Don Joaquín de Soria se ve
obligado, en vista de las dificultades para mantener el control sobre la Colonia
del Sacramento, a separar a Artigas y su tropa de sus funciones en la campaña
y enviarlo a tomar en mano la situación.
Pero el Señor Gobernador necesitaba explicar su decisión frente al Cabildo, el
cual estaba fuertemente interesado en la labor de Artigas en campaña puesto
que lo que estaba en juego era nada menos que los intereses de los
hacendados y evidentemente el Cabildo ya había planteado su reclamo. El
Señor Gobernador explica pues :
“Montevideo, agosto 22 de 1810
Cabildo Justicia y Regimiento de esta ciudad
Las apuradas circunstancias en que se ha visto la Colonia del
Sacramento han sido las que han obligado a separar a Don José
Artigas con su tropa de las atenciones también importantes que antes
tenía para auxiliar por lo pronto aquel punto de primera necesidad.
Pero luego que los actuales insultos de la parte occidental del Río
desaparezcan o arbrite un medio de relevar las fuerzas de Artigas, daré
la orden a este Oficial para que atienda a los propios objetos de antes.
No encuentro modo de recomendar a ningún otro por la absoluta falta
de individuo en quien recaiga la confianza de este Gobierno y llene los
justos deseos de V.E. a quien deseo complacer.2
1 Lorenzo Barbagelata. Artigas antes de 1810. 2a. edición, Montevideo, 1945, p. 176/77
2 Archivo General de la Nación. Montevideo. Fondo ex-Archivo General Administrativo. EpocaColonial. Caja 335, Carpeta 2, N°15, año 1810
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26
El 26 de agosto de 1810 son fusilados en la posta de Cabeza del Tigre
(Córdoba) el General Don Santiago de Liniers,1 el Gobernador de Córdoba
Coronel Juan Gutiérrez de la Concha, el Coronel Don Santiago de Allende, el
Oficial Real Moreno y el Doctor Don Victorino Rodríguez Los cinco,
conjuntamente con el Obispo de Córdoba, Rodrigo A. de Orellana, y el
Presbítero Pedro Alcántara se habían organizado para rechazar el
reconocimiento a la Junta de Buenos Aires y hacer resistencia
A la llegada a Córdoba de la expedición militar enviada por la Junta al mando
del Coronel Don Francisco Antonio Ortiz de Ocampo los complotados huyeron
pero fueron detenidos por el Coronel González Balcarce y luego fueron
fusilados por orden del delegado de la Junta, Juan José Castelli.
El 31 de agosto de 1810 Don Cayetano Ramírez de Arellano,2 superior
jerárquico inmediato de Artigas, lo propone para ascender al Cargo de Capitán
en remplazo del Capitán Don Miguel Borrás, que acababa de fallecer.
“. . . propongo a V.M. a Don José Artigas, Ayudante Mayor del
expresado Cuerpo que sirve a V.M. 12 años, 10 meses y 4 días en esta
forma : 4 meses y 5 días de Capitán de Milicias, 10 meses de Ayudante
Mayor con despacho del Virrey, y los 11 años, 7 meses y 29 días
restantes en el mismo empleo, por Real Despacho...3
Con toda celeridad, cinco días más tarde, el 5 de septiembre de 1810, Don
Joaquín de Soria nombra al Ayudante Mayor Don José Artigas, interinamente
y hasta la aprobación de Su Majestad, Capitán de la Tercera Compañía del
Cuerpo Veterano de Caballería de Blandengues de Montevideo.4
El 12 de septiembre la Junta de Buenos Aires envía instrucciones precisas al
Dr.Juan José Castelli, en su función de Jefe de la expedición militar enviada a
las provincias para imponer la sujección de éstas al poder porteño. En ellas se
percibe claramente las orientaciones del Plan de Operaciones de Mariano
Moreno.
1 Santiago de Liniers y Bremond. (Francia 1753 Córdoba 1810) Caballero de la Orden de San Juany de Malta. Se incorpora al cuerpo de Marina española. Trasladado a Montevideo fue ascendido acapitán de navío en 1792, tiene gran actuación en las Invasiones Inglesas y es nombrado Virrey en1808
2 Sargento Mayor Don Cayetano Ramírez de Arellano, miembro de una ilustre familia española yprimo del Marqués de Sobremonte.
3 Archivo Histórico Militar. Segovia. Legajo : Asuntos. Tercera División N°42, año 1810
4 Museo Histórico Nacional.Montevideo. Sala la Patria Vieja, vitrina N°11
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27
“6°)-Jamás aventurará combate sino con ventajas de una superioridad
conocida; procurá disponer al soldado para ataques principales y en la
primera victoria que libre dejará que los soldados hagan estragos en los
vencidos para infundir el terror en los enemigos.
“9°)-El Presidente Nieto, el Gobernador Sanz, el Obispo de La Paz y
Goyeneche1 deben ser arcabuceados en cualquier lugar donde sean
habidos, y a todo hombre que haya sido principal director de la
expedición. . . 2
El 7 de octubre de 1810 desembarca en Montevideo el nuevo Gobernador de
la Plaza, Mariscal de Campo José Gaspar de Vigodet, designado por el
Consejo de Regencia de Cádiz.3
En la Banda Oriental, Artigas, que en septiembre había sido ascendido a
Capitán, continuaba su actividad en la campaña. De éstas sus tareas nos da
una idea esta carta, dirigida desde el Paso de Jacinta por Juan Bruno de
Puentes a Pablo José de Ezeiza, en la Bajada del Paraná. De Puentes escribe
a Ezeiza desde la estancia de éste situada en el dicho paso.
“Jacinta, 16 de diciembre de 1810
“Hoy hemos tenido la única de haber llegado a esta estancia de usted
el Capitán Comandante Don José de Artigas con 200 hombres, en
seguimiento del Rubio Chileno que, antes de ayer, se dice, que con una
partida fue a la estancia de Petisco4 y robó cuanto había, cuyo principal
se dice fue el de 1.800 pesos, pero además toda la cría de caballada,
arreando hasta la lleguada toda, cuyo perseguimiento dió mérito a que
llegasen y pidiesen auxilio de cabalgaduras, a quienes se les
franquearon hasta el número de 82 con cargo de reintegro, por lo que
pidió dicho Capitán dos hombres para su devolución que fueron, su
primo León y un peón, ignorando hasta donde llegarán.Salieron hoy a
las cinco y media de la tarde.
“Por lo que hace a lo demás, no ha habido novedad.Se ha portado este
Señor con mucha urbanidad y política asistiendo al mediodía a su mesa
de usted con el mejor ornamiento de caballero, acompañando a estas
1 José Manuel de Goyeneche. (Perú 1775 - España 1846). Conde de Huaqui, Mariscal de Campode los ejércitos reales. En mayo de 1810 recibe el mando del ejército realista que debía reconquistarlas provincias rioplatenses para la corona española.
2 Adolfo P. Carranza. Archivo General de la Nación. Buenos Aires. Eduardo Acevedo. Op. Cit. T. I, p. 302
3 José Gaspar de Vigodet. (1747-1834) Militar español de origen francés. Participó en el sitio deGibraltar (1783), la campaña del Rosellón (1793) Fue miembro de la regencia que destituyó aFernando VII, por lo que tuvo que exiliarse en Francia en1823 de donde regresó en 1834.
4 Francisco García Petisco, Alcalde de Primer Voto y Comandante Militar de San José deGualeguaychú
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señoras y disuadiéndolas de su temor, por cuyo respeto y ejemplo a
nadie incomodó su tropa.
“El gasto que han hecho fueron cuatro reses y una poca de yerba y sal
que su esposa franqueó a pedimento mío, por lo que no tendrá usted
cuidado alguno dado el caso que llegue a noticia de usted y quieran
afligirlo con suposiciones.1
Esta carta y otras que la acompañaban fueron interceptadas por el Gobernador
de Santa Fe quien informó de inmediato a la Junta de Buenos Aires. Para el
Señor Gobernador la presencia de Artigas en el Paso de Jacinta no tenía nada
que ver con la persecución del “Rubio Chileno”. En efecto, parecía bastante
exagerado desplazar 200 hombres, con el costo que éso significaba, solamente
para perseguir un ladrón de ganado.
El Coronel Martín Rodríguez2, desde la Laguna de Santa Fe donde tenía
establecido su Cuartel General, informa también de inmediato a la Junta de
Buenos Aires de los desplazamientos de Artigas.
“Cuartel General de la Laguna, diciembre 19 de 1810
A la Excelentísima Junta Gubernativa del Río de la Plata
Con fecha de ayer ha debido V.E. ser instruído por este Teniente
Gobernador de una partida procedente del Arroyo de la China
compuesta de 84 hombres al mando del Capitán de Blandengues
Orientales Don José Artigas, que llegó el 16 a la estancia de Don Pablo
José de Ezeiza situada en Jacinta y que en la tarde del mismo día salió
con destino al pueblo de Nogoyá, distante de la Bajada 30 leguas.
Esta noticia la adquirió el expresado Gobernador de unas cartas
dirigidas a Ezeiza qué abrió, hasta la llegada de otro chasque conductor
de las dos que originales acompaño que se entregaron en manos
propias de Ezeiza y las pasó luego a las mías.3
Las preocupaciones de las autoridades juntistas con respecto a las supuestas
actividades de Artigas por ocupar la Bajada del Paraná o mismo Santa Fe no
parecerían sin embargo tener mucho fundamento. Es evidente que éste
continuó en su actividad de perseguir la banda del Rubio Chileno y que logró
apresar por lo menos tres de sus integrantes.
1 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. División Nacional. Sección Gobierno. Guerra. 1810.Marina. Legajo X 3.1.1.
2 (1771-1844) Fué nombrado Coronel por la Junta de Buenos Aires.
3 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. División Nacional. Sección Gobierno. Guerra. 1810.Marina. Legajo X 3.1.1.
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Es así que el 21 de diciembre de 1810 el Capitán Juan Angel Michelena,
desde Concepción del Uruguay, dispone el sumario de tres integrantes de la
gavilla del Chileno, apresados por Artigas.
“Sumario contra Pedro Celis y Pedro Pablo Rojas, procedentes de la
pandilla de ladrones que robaron en la estancia de Don Francisco
García Petisco1, y un negro llamado Juan, esclavo del segundo capitán
de la gavilla, Juan el Chileno, cuyas declaraciones no aparecen en este
sumario a causa de ser bozal2 y no hallarse intérprete.
En la villa de Concepción del Uruguay, a veinte y un días del mes de
diciembre de mil ochocientos diez, el Señor Don Luis de la Robla,
Ayudante Mayor de Campo de la expedición de Entre Ríos al mando del
Capitán de Navío Don Juan Angel de Michelena, hizo comparecer a
Pedro Celis...
Preguntado : su nombre, patria, religión, oficio y estado, dijo :llamarse
Pedro Celis, de Nogoyá, religión católica, de oficio, hombre de campo,
de estado, casado.
Preguntado : por qué lo habían traído preso, quién lo prendió, en
dónde, para dónde fueron Zapata y sus compañeros, éstos, quienes
eran, qué hacían en el lugar donde los prendieron, en que estancias
robaron, que caballada robaron...
Dijo hallarse preso por haber guiado a Zapata desde Nogoyá hasta la
estancia de Don Francisco Petisco, que lo prendió el Capitán Artigas en
Nogoyá, que se había apartado de Zapata después de pasado
Gualeguay por habérsele cansado el caballo, que Zapata se dirigía para
la villa del Paraná, que con Zapata iban 25 hombres, unos armados con
carabinas, otros con trabucos y armas cortas, de fuego, y otros con
armas blancas, que robaron caballada solamente en la estancia de
Petisco.
Preguntado : a dónde se dirigió después de haberse apartado de los
ladrones y si conoce alguno de éstos, a más de Zapata.
Dijo haberse dirigido a Nogoyá, que no conocía, después de Zapata,
más que a otro llamado el Chileno, que el primero era el capitán de la
gavilla y el Chileno era su segundo, que había visto entre ellos ocho o
nueve que parecían soldados por tener chaqueta azul y collarín con
vuelta encarnada, de los que algunos traían armas de fuego, ésto es,
carabinas.
1 Francisco García Petisco organizó el movimiento contrarevomucionario que logró, en 1810, queel pueblo de Gualeguaychú jurara obediencia al Consejo de Regencia.
2 Negro esclavo nacido en Africa que no habla el español
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En el mismo día, mes y año... se hizo comparecer a Pedro Pablo Rojas
Preguntado : su nombre, patria, religión, oficio y estado, dijo : llamarse
Pedro Pablo Rojas, que era del Paraguay, su religión, católica, su oficio,
hombre de campo, su estado, soltero.
Preguntado : por qué se halla preso, quién lo prendió, en dónde lo
prendieron, en que estancia estaba sirviendo, si ha visto a los ladrones
cuatreros, si conocía alguno de ellos, si sabe para dónde hayan ido.
Dijo que ignora la causa de su prisión, que lo prendió el Capitán Artigas
en la casa de Esteban, en la costa de Nogoyá, que estaba sirviendo en
el puesto de San Antonio, perteneciente a la estancia de Don Francisco
Petisco en el que, estando el declarante, avanzaron la partida de
ladrones mandada por Bartolino Zapata.
Que no conocía más que a un tal Rafael Pay, que tiene su casa de este
lado de Nogoyá.
Que los ladrones llegaron al puesto donde estaba el declarante antes
de mediodía, que ellos mismos echaron todas las manadas al corral,
habiéndole dicho al Capataz Pedro Pablo Ojeda que del otro lado del
Gualeguay apartarían las yeguas de los caballos, por lo que el capataz
fué con ellos hasta pasado el paso de donde volvió al anochecer
diciendo no lo habían dejado apartar porque iban muy de prisa.
En la villa de Concepción del Uruguay, a veinte y un días del mes de
diciembre de mil ochocientos diez, el Señor Don Luis de la Robla,
Ayudante Mayor de Campo hizo comparecer a Francisco Ifrán, Capataz
de la tropa de carretas de la estancia grande de Don Francisco Petisco.
Preguntado : si estaba en la estancia grande de Don Francisco Petisco
el día que llegaron los ladrones, si conocía a los ladrones y
particularmente a uno llamado Pedro Celis...
Dijo : que se hallaba en la estancia grande el día que llegaron los
ladrones, que conocía al capitán de la cuadrilla, que Pedro Seliz iba
entre ellos, que conocía a otro llamado Pata Bola, peón que fue de la
estancia grande de Don Francisco Petisco y a otro llamado el
Cordobesito, ladrón, que fue peón del puesto de la Macita,
perteneciente a Don Francisco Petisco.1
Es interesante de ver la inusitada preocupación que había desencadenado
Artigas a las autoridades porteñas con su supuesta persecución del “Rubio
Chileno”.
Mientras tanto, el 18 de diciembre de 1810, en Buenos Aires, se modifica la
integración de la Junta de Gobierno con la incorporación de los diputados
1 Archivo de la Escribanía de Gobierno y Hacienda. Montevideo, 1811. Expediente N°32
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provenientes de las provincias, lo que dió lugar a la creación de la llamada
Junta Grande. (atención, ésto no está en el libro impreso)
El 23 de diciembre de 1810, la Junta de Buenos Aires informa al “Coronel del
Regimiento de Castas” la situación que había planteado el Coronel Martín
Rodríguez con respecto al mantenimiento del control sobre la Bajada del
Paraná y su pedido inmediato de refuerzos.
El tenor de la carta nos dice de la preocupación de la Junta de Buenos Aires
temerosa de perder el punto estratégico que significaba la Bajada del Paraná.
“Buenos Aires, 23 de diciembre de 1810
Coronel del Regimiento de Castas
El Comandante de Húsares del Rey avisa a la Junta con fecha 19 del
corriente desde su Cuartel General de la Laguna de Santa Fe que
habiéndole requerido el Teniente Gobernador de aquella ciudad para
que pasase inmediatamente a guarnecer el punto de la Bajada del
Paraná adonde presumía se dirigiese una partida de 84 hombres que
salió del Arroyo de la China al mando de Don José Artigas, aunque se
hallaba pronto a verificarlo con su tropa no se había resuelto a
ejecutarlo temiendo que si aquellos, con el expresado o menor número
invadían y ocupaban la ciudad de Santa Fe, quedando sin guarnición,
lo dejasen cortado en la Bajada y sin retirada.
Agrego a esta consideración la de no poderse contar absolutamente
con ninguna otra gente en dicho punto de la Bajada, de que resultó que
indecisos con la determinación que habían de tomar se resolvieran a
dar cuenta a la Junta, avisando que se dirigían a V.S. para que
esforzase sus marchas con la celeridad que exigía la importancia del
auxilio de su tropa.
V.S. conoce la urgentísima necesidad de este socorro, la interesante
ocupación y defensa del punto que asegure la comunicación del
Ejército del Norte y la exigencia de los momentos.
Nada más se requiere para excusar de prevenirle que debe empeñar
toda su diligencia en redoblar las marchas incitando y animando a sus
tropas a que, penetrados de la necesidad e importancia del empeño, lo
tomen de corazón y se esfuercen a la fatiga...1
La posición del Don Martín Rodríguez, Comandante de Húsares, no era nada
confortable; el Gobernador de Santa Fe le pide que ocupe con su gente la
Bajada del Paraná, pero si Artigas atacaba y tomaba Santa Fe, el Coronel
1 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. División Nacional. Sección Gobierno. Guerra. 1810.Marina. Legajo X 3.1.1.
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Rodríguez quedaría aislado en la Bajada, sin posibilidad de retirarse a Buenos
Aires.
El 28 de diciembre de 1810 el Coronel Martín Rodríguez envía otro informe a
la Junta de Buenos Aires.
“...Por las partidas sueltas de observación y confidentes que tengo en
la Banda del Paraná he sido avisado que la del mando del Capitán
Artigas se replegaba al Arroyo de la China.
Por el Porta Estandarte Don Martín Cabrera que llegó ayer recibí el
oficio de V.E. de 23 y el aviso de que el Regimiento de Castas venía
muy atrasado en la marcha, de modo que su demora debe ser de
muchos días, cuando su arribo a este destino lo considero de hora en
hora más urgente.1
Al día siguiente 29 de diciembre es Manuel Belgrano, desde su campamento
del Tacuarí, quien informa a la Junta de Buenos Aires sobre las actividades de
Artigas.
“Campamento del Tacuarí, diciembre 29 de 1810
Excelentísima Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río
de la Plata
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Se me avisa de la Bajada que los insurgentes de Montevideo pasaban
allí al mando de Artigas en número de 100 hombres”.2
Llega 1811. A esta altura de los acontecimientos tenemos en Montevideo como
autoridad máxima al Gobernador Mariscal de Campo Don Gaspar de Vigodet
el cual, preocupado de la situación a la que tenía que afrontar se decide a
solicitar ayuda a la Infanta Carlota Joaquina de Borbón, princesa española,
hermana de Fernando VII y esposa del Principe Regente de Portugal, ambos
exilados en Río de Janeiro por la invasión de Napoleón en España y Portugal.
1 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. División Nacional. Sección Gobierno. Guerra. 1810.Marina. Legajo X 3.1.1.
2 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. Archivo del Gobierno de Buenos Aires. Tomo N°43,10,2,4,15, año 1910, folio 120
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Don Gaspar llega a Montevideo el 7 de octubre y escribe su primera carta a
Doña Carlota Joaquina dos meses después, el 21 de diciembre.1 Volverá a
escribirle el 1°, el 3, el 5 y el 13 de enero de 1811.2
A esta altura de los acontecimientos los hilos de las intrigas diplomáticas se
manejaban por todos lados. Nuestro Don José permanecía aún en filas
españolas ajeno totalmente a esta maraña de intereses entrecruzados que
disponían de un aceitado circuito epistolar.
El 7 de enero de 1811, desde Porto Alegre, Diego de Souza3 escribe a Felipe
Contucci4 dándole su visión e interpretación de los hechos ocurridos en el Río
de la Plata, criticando la inoperancia de las fuerzas españolas de Montevideo
y del Paraguay que dejaron afianzarse a la Junta de Buenos Aires y
pronosticando la caída de este último en manos de los juntistas.
Porto Alegre, enero 7 de 1811
Señor Felipe Contucci
De acuerdo a la forma que van tomando los negocios de ese Virreynato
y que mucha gente aquí me vió vaticinar en consecuencia de la
indiscreción que observaba en las disposiciones de las provincias que
negaba obediencia a la Junta de Buenos Aires, no me asombraría la
rendición del Paraguay...
Otra cosa sería si las dichas provincias, antes que la Junta adquiriese
mayores fuerzas hubieran invadido sus dominios y aún si ultimamente
1 Carta del Secretario de la Infanta Carlota, Doctor José Presas a Vigodet del 11 de enero de1811.Archivo privado de la familia imperial de Orleans e Braganza. Petrópolis. Brasil. año 1811. Libro de Registro Secreto de la Princesa Carlota Joaquina. folio 31
2 Carta de la Infanta Carlota a Gaspar de Vigodet del 17 de febrero de 1811. Archivo privado de lafamilia imperial de Orleans e Braganza. Petrópolis. Brasil. año 1811. Libro de Registro Secreto de laPrincesa Carlota Joaquina. folio 34
3 Diego de Souza, Gobernador y Capitán General de la Capitanía de Río Grande del Sur.
4 Felipe da Silva Telles Contucci. Rico comerciante português, en Buenos Aires, con estancia enLos Laureles, costas del Río Negro. Contucci había sido en 1808, junto a Manuel Belgrano, uno delos fervorosos partidarios de establecer la Regencia de la Princesa Carlota Joaquina en el Río de laPlata.
El dia 6 de junio 1809, Belgrano escribe a D. Carlota, declarando su apoyo incondicional al"carlotismo".
" ......Todos mis contactos, Señora, son dirigidos à lograr que V.A.R. ocupe el Soliode sus Augustos progenitores; dando la tranquilidad à estos sus dominios que, deotro modo, los veo precipitarse en la anarquía y males que lo son consiguientes. ....Lo que puedo asegurar à V.A.R., desde ahora, es que no hay un hombre de bien queno mire en su Persona el
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