domingo 5 cuaresma c
Post on 13-Apr-2017
131 Views
Preview:
TRANSCRIPT
Is 43,16-21
Flp 3,7-14
Jn 8,1-11
Salmo 125
DOMINGO V
CUARESMA
CICLO C
Oración Inicial
Señor Jesús, danos la gracia de tu Espíritu Santo, para convertirnos y...
Para no volver a pecar…
dame la gracia de tu Espíritu Santo…
ilumíname con tu palabra…
dame la fortaleza que viene de ti…
haz que recurra a ti y seas Tú el que me ayudes a no volver a pecar…
haz que evite todo lo que puede alejarme de ti…
fortalece mi voluntad y haz que busque en ti refugio…
haz que desconfíe de mi y confíe solo en ti…
haz que solo busque vivir lo que me pides…
haz que nunca me olvide de ti…
ayúdame en mi debilidad…
haz que tu gracia sea mayor que mi fragilidad…
haz que recurra siempre a ti…
haz que solo Tú seas el sentido de mi vida…
ayúdame a aferrarme a ti…
haz que busque vivir tu voluntad en todo momento…
dame docilidad de espíritu para vivir como me pides…
ayúdame a hacer de ti, el sentido de mi vida.
Del libro del profeta Isaías: 43, 16-21
Esto dice el Señor, que abrió un camino en el mar y un sendero en las aguas
impetuosas, el que hizo salir a la batalla a un formidable ejército de carros
y caballos, que cayeron y no se levantaron, y se apagaron como una mecha
que se extingue:
"No recuerden lo pasado ni piensen en lo antiguo; yo voy a realizar algo
nuevo. Ya está brotando. ¿No lo notan? Voy a abrir caminos en el desierto y
haré que corran los ríos en la tierra árida. Me darán gloria las bestias
salvajes, los chacales y las avestruces, porque haré correr agua en el
desierto, y ríos en el yermo, para apagar la sed de mi pueblo escogido.
Entonces el pueblo que me he formado proclamará mis alabanzas".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El profeta Isaías pretende ensanchar el horizonte de sus
oyentes, invitándoles a mirar hacia adelante. El Santo
de Israel auxiliaría al pueblo desterrado en Babilonia y
le haría retornar gustosamente por el desierto, para
asentarse como un pueblo libre y soberano en su tierra.
Es una referencia al milagro que Dios realizó por medio
de Moisés cuando el pueblo de Israel escapó de Egipto y
cruzó el Mar Rojo.
Ese camino también existe para nosotros, pues se abrió en
un momento definitivo en la historia de la salvación y sigue
abierto para todo el mundo. Es un camino con dirección
hacia delante y que se cierra detrás de nosotros. No
podemos retroceder. El Señor no quiere que recordemos el
“ayer” sino que vivamos en el presente y marchemos hacia
el futuro.
Del salmo 125
R/. Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor
Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos soñar;
entonces no cesaba de reír nuestra boca, ni se cansaba
entonces la lengua de cantar. R/.
Aun los mismos paganos con asombro decían: "¡Grandes cosas ha
hecho por ellos el Señor!". Y estábamos alegres, pues ha hecho
grandes cosas por su pueblo el Señor. R/.
Como cambian los ríos la suerte del desierto, cambia también
ahora nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán
aquellos que siembran con dolor. R/.
Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al regresar, cantando
vendrán con sus gavillas. R/.
El salmo anuncia que el Señor ha cambiado nuestra
suerte y ha realizado proezas con nosotros. Dice el
salmo que cuando sucedió eso, éramos como los que
sueñan, quizás pensando que no se trataba de una
realidad sino, de una fantasía. Pero al despertarnos, nos
damos cuenta de que, lo que parecía una sueño, es una
realidad. “Y decían entre las naciones: El Señor ha
hecho proezas con ellos”
Tenemos que vivir toda nuestra vida con alegría.
En el presente vivimos todavía un tiempo de
reflexión, de penitencia, de sufrimiento, pero ya
sabemos cuál es el final de la historia. “El Señor
ha hecho proezas con nosotros y estamos
alegres” Alabemos al Señor con un alma llena de
su gracia, y amémonos los unos a los otros con
alegría y sencillez de corazón.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 3, 7-14
Hermanos: Todo lo que era valioso para mí, lo consideré sin valor a
causa de Cristo. Más aún pienso que nada vale la pena en
comparación con el bien supremo, que consiste en conocer a Cristo
Jesús, mi Señor, por cuyo amor he renunciado a todo, y todo lo
considero corno basura, con tal de ganar a Cristo y de estar unido a
Él, no porque haya obtenido la justificación que proviene de la ley,
sino la que procede de la fe en Cristo Jesús, con la que Dios hace
justos a los que creen.
Y todo esto, para conocer a Cristo, experimentar la fuerza de su
resurrección, compartir sus sufrimientos y asemejarme a Él en su
muerte, con la esperanza de resucitar con Él de entre los muertos.
No quiero decir que haya logrado ya ese ideal o que sea ya
perfecto, pero me esfuerzo en conquistarlo, porque Cristo Jesús me
ha conquistado. No, hermanos, considero que todavía no lo he
logrado. Pero eso sí, olvido lo que he dejado atrás, y me lanzo
hacia adelante, en busca de la meta y del trofeo al que Dios, por
medio de Cristo Jesús, nos llama desde el cielo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Las palabras de Pablo a los cristianos de Filipos, en
Grecia, parecen comentar esta invitación de Isaías a la
novedad y al futuro esperanzador. Les propone el
ejemplo de su propia vida. Él lo dejó todo por Cristo, y
no se arrepiente, porque es lo único que vale la pena:
vivir por Cristo, unirse a él, incluso a sus padecimientos,
con la esperanza de llegar con él a la resurrección.
Pablo mira al futuro, no al pasado. El premio lo tenemos
asegurado, pero hay que vivir como si no lo hubiéramos
conquistado todavía: "olvidándome de lo que queda atrás
y lanzándome hacia lo que está por delante, corro hacia
la meta, para ganar el premio, al que Dios desde arriba
llama en Cristo Jesús".
Del santo Evangelio según san Juan: 8, 1-11
En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos y al amanecer se
presentó de nuevo en el templo, donde la multitud se le acercaba; y Él,
sentado entre ellos, les enseñaba.
Entonces los escribas y fariseos le llevaron a una mujer sorprendida en
adulterio, y poniéndola frente a Él, le dijeron: "Maestro, esta mujer ha
sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos manda en la ley
apedrear a estas mujeres. ¿Tú que dices?".
Le preguntaban esto para ponerle una trampa y poder acusarlo. Pero Jesús
se agachó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Como insistían en su
pregunta, se incorporó y les dijo: "Aquel de ustedes que no tenga pecado,
que le tire la primera piedra". Se volvió a agachar y siguió escribiendo en
el suelo.
Al oír aquellas palabras, los acusadores comenzaron a escabullirse uno tras
otro, empezando por los más viejos, hasta que dejaron solos a Jesús y a la
mujer, que estaba de pie, junto a Él.
Entonces Jesús se enderezó y le preguntó: "Mujer, ¿dónde están los que te
acusaban? ¿Nadie te ha condenado?". Ella le contestó: "Nadie, Señor". Y
Jesús le dijo: "Tampoco yo te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
¿Dónde se presentó Jesús de
madrugada y qué hacía?
se presentó de nuevo en el templo, donde la
multitud se le acercaba; y Él, sentado entre
ellos, les enseñaba.
¿A quién llevaron los escribas y
fariseos? le llevaron a una mujer
¿Qué había hecho la mujer? sorprendida en adulterio
¿Qué dice la ley de Moisés? apedrear a estas mujeres
¿Qué pretendían los escribas y fariseos? ponerle una trampa y poder acusarlo
¿Qué hizo Jesús en el suelo? y se puso a escribir en el suelo con el dedo
¿cuáles son mis fragilidades y debilidades que me separan del Señor?
¿He sido duro e implacable con los demás, no teniendo misericordia ni
compasión con ellos?
¿Qué preguntó Jesús a la mujer? "Mujer, ¿dónde están los que te acusaban?
¿Nadie te ha condenado?".
¿Qué termina diciendo a la mujer? "Nadie, Señor".
¿qué le dijo Jesús? "Tampoco yo te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar
¿Qué hicieron los que
acusaban a la mujer?
comenzaron a escabullirse uno tras otro, empezando
por los más viejos, hasta que dejaron solos a Jesús y a
la mujer, que estaba de pie, junto a Él.
¿Qué puedo hacer para no pecar más y así vivir como me pide el Señor?
¿Qué respondió Jesús a su insistencia? "Aquel de ustedes que no tenga pecado,
que le tire la primera piedra"
¿de qué manera podría actuar como Jesús?
El texto evangélico contrapone, una vez más, dos espíritus y dos actitudes muydistintas: “lo viejo” (la ley) y “lo nuevo” (el amor).Los letrados y fariseos, autoridades religiosas judías, piensan que diga lo que digaquedará mal o con los dirigentes o con el pueblo.
Si Jesús condena a la mujer,no es coherente ni pone enpráctica sus palabras yrecomendaciones de perdóny compasión. Si no lacondena, va contra la leymosaica (Dt 22, 22-24). Lasituación es muy delicada ycomprometida. Jesús vuelvea demostrar que es plenitudy superación total de laantigua ley y que no se limitaa pronunciar grandespalabras sobre el perdón,sino que lo practica siempre.
Jesús no contesta a la pregunta tramposa. No juzga a sus oponentes ni dicta sentencia contra la mujer.
Los remite al tribunal de su conciencia, para que encuentren allí la verdad y asuman su propia responsabilidad.
Hay que empezar por examinar la propia conducta antes de “tirar piedras” contra l@s demás.
¿Pienso que soy mejor que l@s demás? ¿Tiendo a ver lo negativo de las personas?¿Me cuesta perdonar? ¿Me cuesta pedir perdón? ¿Me cuesta pedir ayuda y ayudar?
Los más viejos tendrían másexperiencia de la fragilidadhumana... Se nos presenta laoportunidad de revisarnuestro modo de mirar yjuzgar; de comprobar elcontraste entre nuestrosjuicios sobre l@s demás -¿severos?- y sobre nosotr@smism@s -¿indulgentes?-También observar ladiferencia entre el juicio delsistema imperante, político,religioso, social, económico... -¿implacable?- y el de Diossiempre misericordioso.
Esta mujer, como nosotr@s, hatenido la inmensa suerte deencontrarse con Jesús.La escena está llena deternura. Jesús dialoga con lamujer. Ella quizá no conocíatodavía a Jesús. Si lo conocieray supiera que su vida estaba ensus manos y que la últimadecisión era de Jesús, nohubiera tenido ningún miedo niningún motivo para temblar.Ahora la mujer se levanta ycomienza a recorrer el caminode la libertad y del verdaderoamor. Ya está libre de la ley ylibre de toda esclavitud. Jesúscon su presencia y su miradanos renueva, nos recrea, nosdignifica, nos da vida.Es una invitación a dejarnuestros temores, a noencerrarnos en el pasado, acaminar en la libertad
La actitud compasiva deJesús, sin hurgar en laconciencia de la mujer, es unadura crítica contra loshipócritas de todos lostiempos. Contra quienes secreen mejores que l@s demásy con derecho a juzgar y acondenar. Contra los que noquieren ver lo bueno de l@sdemás y no descubren en ellosmismos ningún defecto.Nadie debe condenar a nadie,y el único que puede hacerlo,que es Dios, perdonasiempre....
Mirar con caridad al
hermano que está
fallando o viviendo en
pecado y acercarme para
ayudar a salir de su mal.
Nunca rechazar a una
persona por el hecho
de que está en una
situación de pecado,
que no significa
aceptar su pecado.
COMPROMISO
PERSONAL
COMPROMISO
COMUNITARIO
Tus dibujos en el suelo han tenido un efecto sorprendente: el círculo moralista yacusador se ha roto y, a solas contigo, por primera vez, me he sentido libre.Tus dibujos en el suelo han sido el primer espejo no engañoso que me ha hecho vermi rostro triste; mi ser pobre y vacilante, mis miedos de siempre.Tus dibujos en el suelo han creado un silencio penetrante, pues han puesto aldescubierto la trágica parodia que vivimos cuando nos creemos diferentes.Tus dibujos en el suelo me han devuelto la dignidad perdida, cuando tu dedo suave yfirme, con el polvo de siempre y mis lágrimas pérdidas, ha plasmado mi nuevo rostrosonriente. Después te has incorporado, serenamente has mirado mis ojos, me hasbesado como nadie y has dicho al aire: vete y vive; ya sabes.Y yo no me he atrevido a abrazarte. Pero llevo tus dibujos del suelo tatuados en mipiel para siempre.
Madre
Auxilio de los pecadores
siempre dispuesta al perdón y
a la intercesión obtenme las
gracias que me sean
necesarias para encaminar
rectamente mi vida, rechazar
enérgicamente el pecado, huir
de sus ocasiones y poner los
mejores medios para
purificarme según el divino
designio y así encaminarme
hacia quien es la Vida misma
Amén
Ánimo, deja de lado el orgullo o el perfeccionismo y acepta humildemente la
fragilidad. La culpa te paraliza y te roba lo mejor de tus energías; la culpa y el odio
te rebajan, te frenan y te impiden disfrutar el hoy. Por eso, si quieres ser feliz,
pídeme perdón y a los demás, sé bueno contigo mismo, perdónate y perdona. Ya
sabes que perdonar no necesariamente es olvidar sino recordar en paz.
Nos vemos el miércoles
PATRICIA VELASCO CARPIO
top related