dialogos neoplatonicos s r j a n a...a usted la llaman la décima musa. porque antes de usted eran...

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6 UNIVERSIDAD DE MEXICO

{LUSTf(.-1('ION {){; {·¡cu·ni:. {<OJU

NEOPLATONICOS

Sor .Tllalla. ¿ Y luego?

Pita. Era amiga de muchos es­critores. Iba a las fiestas y solía vi­sitarlos, o pasear con ellos - conEnrique Asúnsolo, por ejemplo, quees tan buen poeta. Una noche, solaen mi casa, sentí brotar la inspira­ción. Cogí un lápiz y un papel, y es­cribí. Mi casa, mi soledad, la noche,mi cuerpo, el silencio. Me hallaba enverdad recogida en mí misma. Derepente, sentí que mi cuerpo era miprisión, y que me comunicaría conel mundo, que le enviaría un men­saje de angustia si cantaba un poco,si me arrullaba en la cuna breve deuna décima. Fue como empezar unrosario. Un verso se ligó con el otro;una décima, con la siguiente. Y sus­tentándolas. atándolas, el hilo de miangustia. Así fué.

Sor halla. Sigue.

Pita. Al día siguiente, les enseñémis versos a algunos amigos. Nolos tomaron muy en serio, ni yo real­mente lo esperaba. Son muy corte­ses. "Están bonitos", me dijeron.Yo sabía que eran imperfectos; quetendría (Iue estudiar. que aprendera hacerlos bien. con rima, con me­dida. Porque ahora sí, sentía quehahía encontrado mi expresión. Queya nunca dejaría de hacer versos. Austed le pasaba 10 misnio ¿no?

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Por Salvador NOVO

Ros

dos los estudios tIue hacen ustedes demis obras.

Pita. Yo no he hecho ninguno.Sor Juana. ¿Cómo, pues, supiste

de mí?Pita. Quiero decir, (Jue no he he­

cho· ningún estudio sobre su obra.Yo nada más versos escribo. La eru­dición me aburre.

Sor Jualla. Ya se ve. Los tiem­pos han cambiado mucho.

Pita. Usted era erudita, 10 sé. Pe­ro cuando empezó a hacer yersos.obedeció a la inspiración. Era muypequeña. Tenía ocho años, en Ne­pantla. Fué después cuando vino aMéxico a estudiar en la Uniyersi­dad, y se cortó el pelo, y se hizomonja, y ...

S01' .TilaIla. ¿Ves cómo tú tam­bién eres erudita?

Pita. No. Eso lo saben todos.Sor Illalla. Sí. Hasta va misma

lo he leído en mi s hiogra fías.Pita.¿ Jo fué así?Sor Jualla. No precisamente. Pe­

ro no tiene importancia. Hablemosde ti. Tú ¿cómo empezaste a hacerversos?

Pita. Ya grande. ::\n se me habíaocurrido nunca. Sentía. sí. la in­(Juietud de expresarme. pero no sa­bía cómo: si en el teatro, como ac­triz; si en la pintura, como mode­lo ...

DIALOGOS

SOR JllalIa. Lo que no me gustaes tu seudónimo. Podías ha­berte escogido ün nombre bu­

cólico: Anarda, Lisarda; o, si lopreferías más corto, Lisi. i Pero undiminutivo, disminuye! ¡Además,parece el imperativo del verbo pi­tal': no un nombre. Y si es un sus­tantivo o nombre en diminutivo,imagínate cómo suena al ponerlo enaumentativo: Pota. O Patota, oPitita. Feo, realmente. Como nom­bre de poetisa polaca.

P'ita. Visto así, claro. Pero yo notengo la culpa de que ese nombre sehaya popularizado. Yo en mis libroslo pongo completo: Guadalupe. Pe­ro todos en mi casa me decían Pita,desde antes de volverme poetisa. Lagente lo supo, y ...

Sor Juana. Lástima. Guadalupe. es nombre bonito. :Muy mexicano,sobre todo.

Pita. No iba yo a firmar Guada,ni menos Lupe. A mí no me parecetan mal que me llamen Pita.

S01' Juana.. Me consultaste. Yote di mi opinión.

Pita. Pero no acerca de mi nom­bre. sino de mis versos.

Sor Juana. Bueno, sí. Pero tusversos, tendrás que dejármelos paraque los lea. Ya te pondré una CartaAtenagórica con lo que piense acer­ca de ellos.

Pita. Si quiere usted, puedo re­citárselos. Yo les doy la intención.Así son más claros. En la televisióntengo un programa: recito mis ver­sos. y a la gente le gusta mucho.

Sor Juana. No lo dudo. Pero yosé leer. ¿ No me quieres dejar tulibro por unos días? Te aseguro queno pienso plagiarte ...

Pita. Claro que no. Pero me hu­biera gustado recitárselos.

Sor Jualla. Te prometo captar tupróximo programa. Y también so­bre eso te daré mi opinión, si la de­seas.

Pita. ¿Verá usted mi programa?¿Tiene al1arato?

Sor Jllana. No yo. Pero Carlos,que es muy industrioso, se ha cons­truido uno. En eso se entretiene porlas noches.

Pita. ¿Carlos? ¿ Qué Carlos?¿Carlos V?

Sor Jualla. No. Ese no está aquí,el pobre. Carlos de Sigüenza y Gón­gora. Como fué matemático, le gus­ta mucho la electrónica.

Pita. ¿Y usted? ¿Qué hace en lasnoches?

Sor Jualla. Escribo. Ya ves queeso no se corrige. También leo, cla­ro. El servicio informativo, que es­tá acá muy bien organizado, meconsigue tocla~ t¡'.\5 ediciones y to-

UNIVERSIDAD DE MEXICO

50'1' J1Ia110-: Me- fluían, es cierto.Para mí, lo difícil era no hablar en\·erso.

Pita. Pero en su tiempo, los mol­des clásico eran co,c;a corriente. Lospoetas de ahora ...

Sor .Tlla'lla. Usan el \'erso libre.1 '"'-T ' l' fo se. [ aSI (IS razan su incapaci-dad o su ignorancia. Tú haces bienen ceñirte a las reglas. Las mu jereshemos de ser consenadoras. -

Pita. No todas lo son. Aquí cnl\féxico hay muchas poetisas que es­criben verso libre.

Sor .Tlla'lIa. Sin duda por las mis­1l1aS razones que los hombres.

Pita. ¿ Las ha leído usted? ¿ Lasconoce, a las otras poetisas?

Sor [1Ialla. Unas ya están aquí:Alfons111a Storni, por ejemplo. Yella me ha hablado de las otras: demi tocaya, sobre todo.

Pita. ¿ De la Ibarbourou? Peroesa es uruguaya. Yo me refería aAurora Reyes, a Rosario Castella­nos, a Margarita Michelena. Se hansacado flores naturales en los jue­gos florales, ¿ sabe usted? Y publi­can libros muy a menudo. Ningunade ellas tiene sin embargo el éxitoque yo - mi renombre, mi popula­ridad. A mí me han publicado unlihro en España -la Casa Aguilar,ele modo que repentinamente fuí co­nocida hasta en esos países en queno me conocían - digo, personal­mente: Sudamérica, por ejemplo.

S01' Juana. Sudamérica. Oue feonombre. Como que suda. .~

Pita. Es por oposición a Norte­américa. Quedó preciosa, mi ccli­ción de Aguilar. En papel cebolla,muy delgadito, y en encuadernaciónflexible, para poder llevarlo en elbolsillo.

Sor JlIana. Como un c1e\'ociona­no.

Pita. Así. La edición se agotó. Yhe seguido escribiendo. También hehecho discos con mis \·ersos. Se han\'endido mucho.

Sor .T1Ialla. Te felicito.Pita. Gra;cias. Pero lo que me

gustaría saber de usted, es su opi­nión franca sobre mis versos.

Sor .Tuana. Te lo agradezco, perocreo que debiera bastarte con la detus contemporáneos. ¿ De qué pue­de servirte la mía?

Pita. Se lo confesaré. Mis con­temporáneos, como usted les llama,me han comparado con usted.

Sor .Tu.ana ¿Ah ?PÜa. A usted la llaman la Décima

Musa. Porque antes de usted erannueve, ¿no? Como antes de Luis XVhabía habido catorce Luises. O unaIsabel, antes de la 11. Yo vendría aser la XI, tratándose de Musas. O laJuana JI. née Pita. T.

Sor Jllalla. Sí, ya sé que me lla­n.Jan la Décima ::\1usa. ~o de ahora,smo desde mis tiempos. Los edito­res de mi siglo eran muy pomposos.El'a un siglo barroco, como dicenSllS historiadores: culterano, gon­gorino, retorcido. Arte y publicidac1no eran cómplices divorciados' o siquieres. la publicidad no existí;' nohabía sido abortada por el art~ ­para luego aplastarlo. La portada demi primer libro era todo un poema,redactado por aquellos publicistasen ciernes que eran los editores. Lahas de conocer, ¿no?

Pita. ¿Su primer lihro? No. Hek;íelo sus poemas en ... en antolo­g-las.

Sor JU(1,1I(1. :Era - se llamahafigúrate, "Inunelación Castúlic1a'<Si por entonces me pareció normal,hoy me abochorno ele ese título.

Pita. El mío se llama PoI Yo.Sor Jua1la. CIara.Pha. Es más sencillo, ¿no?501' Iuana. Y más propio. Pues

te decía que en esa dichosa Inunda­ción Castálida fué elonde primerome confirieron el título de décimamusa - aquellos publicistas. "Imll1­elación Castálida de la única poetisalusa Décima. Sor Juana I nés d~

la Cruz, Religiosa profesa en el Mo­nasterio de San Jerónimo de la Im­perial Ciudad ele NI éxico. que en:ari?~ metros, idiomas, y estilos,Jertll1za varios asuntos con ilJO'e-. ,~

musas. sutiles, útiles versos .... ,Pita. ¿Todo eso en la portada?Sor Iualla. Todo eso. Y más: el

pie de imprenta, las licencias. elaño ...

j~. O'Ifa. ¡ ,<.oue gusto da, "erdad? elprimer libro. Luego ya no tanto.

Sor IIIGlla. Ya no me acuerdofrancamente. En seguiela hubo otra~ediciones - tambiéll ele España, co­IlJO las tuyas. En el segundo tomo,el teatro.

Pita. ¿Hizo usted teatro? ¿Reli-gioso, por supuesto?

Sor IlIa'lIa. Religioso)' profano.D' '\Trita. 1. a no se representa - que

yo sepa.Sor Iltalla. Durante mi cuarto

centenario hicieron en Bellas Artes"Los Empeños de una Casa".

Pita. No lo vi. ¿ Salió bien?Sor Iualla. Aceptablemente. Aun­

que se tomaron la libertad ele supri­mirle graneles trozos.

Pita. Así lo hacen ahora todos losdirectores. Cortan las obras.

Sor Jllalla. Será para dejarlas asu meelida. -

Pita. Serfl.Sor Iuana. N o es que yo piense

que mis obras ele teatro sean bue­nas. Las hice por juego, como casilodo ('llanto escrihí. Un;) de elbs.

7

"Amor es más Laberinto". en co­laboración con Juan ele Gue\·ara.Pero junto a Lope, o a Calderón ...Creo que ahora sí hay hasta drama­tmgas ¿no?

Pita. ¡Oh, sí! jl\Tuchas! Las mu­jeres ahora hacemos de todo. U s­ted elebió de sufrir mucho en sustiempos. con el yugo social. y el re­ligioso.

Sor .1 llalla. Algunas trabas tU\·C'.sí. Mi familia. primero.

Pita. ¡Cómo yo! .Justamente es­toy escribiendo ... :\h, i perdún! ihatI.stcd a decirme a.lgo. La intcrnlm­1>1. Perdón.

Sor .1 ~f(1l1a . No importa. ¿ Qu0 eslo que Justamente cSt;'IS cscril>icn­do?

Pila. Mis memorias. 'L'lla espcciede novela. Mis recuerdos ele niñez.La niñez es horrible, angustiosa. Sellena uno de traumas.

Sor Jualla. Eso en mi sio'lo l'I)'l, . ~ , (

desmenuzándose a diario en la con­fesión. Con ella se libraba una dee.sas .cargas. Se absolvía y quedabalul1pla y en el estado de oTacia ne-

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cesano para la creación poética.~ra como lavar en casa la ropa su­CIa, para lucir en público las o-alasli.mpias de temas menos ... orrlina­nos.

Pita. Pero la Iglesia, a un espíritucomo el suyo, debe de haberle pe­sado como una cúrcel ...

,)'01' Jllalla. No. La cúrcel es otra:la que tú misma has percibido, se­gún me referías al describirmeaquella primera noche de tu sole­dad, ele tu inspiración. de tu ...descubrimiento. La puerta de esacflrcel es la poesía. Con imponermeuna reclusión voluntaria. la IO'le­sia. lejos de ahelTojarme, me ln)e­raba.

Pita. Pero la viela colonial - sinfiestas, tan rígida - debc de habersido espantosa.

Sor Jllalla. No creas. Los .Mar­queses eran ya bastante fiesteros.No ofrecían coctel-parties, desde1~lego; pero sí saraos, y justas poé­tICas. y comedias, y música ...

Pita.. Pero el convento ...Sor J1Ialla. En el C011\'cnto no lo

pasábamos tampoco tan mal. Y yo,por otra parte, lo único CJue pedíaera tinta, papel - y estar a solas.

Pila. Tengo que irme. perdúncmc.Justamente una fiesta que había 01­\·idaclo. Entonces. le clejo mi libro.Lo leerá. ¿ \'enlac1? ¿ Y mc cI ir~l suopinión sincera?

Sor I1Ia 1Ia.. Nunca he hecho otracosa. y bastantes dolores de cabezatuve por mi franqueza.

Pda. De mujer a mujer.Sor J1Ialla. De m11sa - ;l m11sa.

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