dejad que los niños vengan a mi

Dejadque los niños

vengan a Mí

Se suscitó una discusión

entre los discípulos

sobre quién de ellos sería el

mayor. Sabiendo Jesús lo que pensaban en su interior,

tomó a un niño, lo puso a su lado

y les dijo:

“El que acoja a este niño en mi nombre,

a mi me acoge; y el que me acoja a mí, acoge a

Aquel que me ha enviado.

Pues el que sea más pequeño entre vosotros, ése es mayor”.

Lc.9, 46-48.

“Os aseguro que si no cambiáis y os hacéis como los niños, no

entraréis en el Reino de los

Cielos.

Así pues, el mayor en el Reino de los Cielos

será el que se humille como este niño.

“Y el que acoja a un niño como éste,

a mi me acoge.”Mt.18, 1-4.

El que hiciera caer a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que le amarraran al cuello una

gran piedra de moler y que lo hundieran en lo más profundo del mar. Mt.18, 1-4.

Entonces trajeron a Jesús algunos niños para que les

impusiera las manos y rezara por ellos. Pero los discípulos

los recibían muy mal.

Jesús les dijo: «Dejen a esos niños y no les impidan que vengan a mí: el Reino de los Cielos

pertenece a los que son

como ellos.» Mt. 19, 13-14.

Al ver los prodigios que acababa de hacer y a los niños que gritaban en

el Templo: "¡Hosana al Hijo de David!",

los sumos sacerdotes y los escribas se indignaron y le dijeron:

"¿Oyes lo que dicen estos?".

Llevemos a nuestros hijos a

Dios, sus almas

necesitan saber de Dios,

es nuestra responsabilidad

mostrarles el camino.

"Sí, respondió Jesús,

¿pero nunca han leído este pasaje: De la boca de las criaturas y de los niños de pecho,

has hecho brotar una alabanza?“(Mateo 21, 5-16)

Desde pequeñitos vayamos cultivando sus almas,

Preocupémonos porque reciban todos los sacramentos,

Hablémosles del amor de Dios con el verbo de nuestras acciones,

Llevémoslos a Misa en donde

está Jesús, y hagámosles

sentir la Presencia de

Nuestro Amado Señor.

Aprendamos a escucharlos, tienen mucho que enseñarnos.

Dejemos que vivan su niñez, ¿porqué adelantarlos?

Cuidemos de ellos, son un préstamo del amor de Dios, no lo

defraudemos.

Porque llegará el día de nuestro encuentro con Jesús, en el que nos

dirá:YO SE LOS DI, ¿Cómo los

cuidaron?, ¿que les enseñaron?; ¿los trajeron

a Mí?

Oración:“Mi Señor te pido que todos los que hemos tenido la dicha de

tener hijos, sepamos sembrar tu nombre en

sus corazones,

danos sabiduría para saber guiarlos junto a Ti

y a Tu Madre Bendita por el camino del bien, haznos saber claramente la

responsabilidad que tenemos de llenar sus almas pequeñas de Ti”

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Y que permanezcamos unidos en el amor de Jesús.