cupcakes de limón y cava para terminar el año
Post on 13-Jan-2016
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Cupcakes de limón y cava para terminar el año
Siempre que voy a un restaurante lo primero que miro es la carta de postres.
Da igual que sea un sitio cutre que uno súper sofisticado, que sea comida tradicional o no.
Yo miro el postre.
Esto forma parte de una estrategia que he ido desarrollando según crecía, que consiste en
asegurarme de que si hay un postre bueno, en mi estómago va a haber sitio para ingerir ese helado
de vainilla con frambuesas asadas que tanto promete o esa tarta de chocolate casera, o el
brownie...
Así, en numerosas ocasiones como el plato principal más pequeño de la carta sólo por tener el
hueco suficiente para después zamparme un postre descomunal.
Mi madre, por el contrario, lleva toda la vida saltándose el postre.
Lo sé, ¡¡mi propia madre!! ¡¡saltándose el postre y pasando directamente al café!!
¿¿En qué cabeza cabe??
Pues nada nada, esto también ha pasado a formar parte de mi estrategia (y de la de mi padre) ante
las comidas en restaurante, ya que sabemos que vamos a poder comernos no sólo un postre sino
dos!
(Bueno, uno y medio cada uno).
La costumbre es la siguiente: obligarle a mi madre que pida el postre que nos apetece compartir
como si fuera para ella (disimulando así que somos unos golosos sin remedio) y luego
zampárnoslo nosotros como dos tragones.
Pero ayyyyyyyyyyyyyyyy! Ay!!!!!!
Hay veces que nuestra estrategia se va al garete porque hay un postre, UN POSTRE, al que mi
madre es incapaz de resistir.
Sí.
Cuántas veces hemos planeado mi padre y yo la estrategia perfecta: él pedirá la tarta de manzana,
yo la de chocolate y mi madre "pedirá" el soufflé con helado. Ya se nos está haciendo la boca
agua pensando en zamparnos los tres postres entre los dos cuando uno de los dos mira bien la
carta de postres y ¡¡¡¡¡¡¡¡¡noooooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!
¡¡¡¡¡¡Tienen sorbete de limón al cava!!!!!!!
Se acabó.
Si hay sorbete de limón al cava mi madre lo pide.
Y punto.
No hay discusión.
No hay forma de engañarla para conseguir zamparnos una "isla flotante" o una mousse de
chocolate entre los dos. Si hay sorbete hay sorbete. De nada sirven mis "pero mamá, ¿cómo te vas
a tomar un sorbete de cava en invierno?" o los "jooo... pero si es que hay isla flotante" de mi
padre. El sorbete de limón de mi madre es sagrado.
Pues bien. En honor de mi madre y del único postre que le gusta comer fuera de casa he preparado
estos cupcakes de limón y cava.
Los he hecho basándome en mi propia receta de cupcakes de limón, intentándolos hacer aún más
ligeros para que sean perfectos para celebrar la Nochevieja (que ya se sabe que se come tanto que
al final sí que no cabe el postre, queramos o no!).
En la receta he usado Marc de Cava, que es una especie de aguardiente que se obtiene en el
proceso de elaboración del Cava y tiene un sabor más intenso (y muchísimo más porcentaje de
alcohol). Si no lo encontráis, podéis usar Marc de Champagne en la misma cantidad. Y si no,
siempre podéis usar Cava o Champagne, simplemente tendréis que añadir más cantidad :)
CUPCAKES DE LIMÓN Y CAVA
Para el bizcocho:
100ml de aceite suave
200 g de azúcar blanco
3 huevos M
150 g de harina normal
50g de maicena
1 cucharadita y media de levadura Royal
120 ml de leche semidesnatada
La ralladura de un limón
Para el almíbar:
100 g de azúcar blanco
100 ml de agua
30 ml de marc de Cava
Para el merengue suizo:
220 g de azúcar blanco
4 claras de huevo
Precalentamos el horno a 180º (160º si es con ventilador).
Preparamos la bandeja para cupcakes con 12 cápsulas de papel. Tamizamos las harinas con la
levadura química en un bol y reservamos. Batimos el aceite con el azúcar hasta que se integren.
Añadimos los huevos, uno a uno, batiendo hasta que se incorporen. Incorporamos la ralladura de
limón. Agregamos la mitad de la harina y batimos a velocidad baja hasta que se incorpore. A
continuación, añadimos la leche, y volvemos a batir. Agregamos la otra mitad de la harina y
batimos a velocidad baja hasta que la mezcla sea homogénea. Repartimos la mezcla en las
cápsulas, sin llenarlas más de 2/3. Horneamos 20-22 minutos o hasta que un palillo salga limpio.
Mientras se hornean los cupcakes, preparamos el almíbar en un cazo, calentando el azúcar con el
agua hasta que la mezcla hierva. Retiramos del fuego, incorporamos el Marc de Cava.
Dejamos enfriar los cupcakes en el molde 5 minutos y después pasamos a una rejilla, pinchamos
su superficie varias veces con un palillo y los pintamos con el almíbar. Esperamos hasta que se
enfríen por completo.
Para preparar el merengue, calentamos las claras con el azúcar al baño maría, removiendo, hasta
que alcancen los 55º aproximadamente. Si no tenemos un termómetro de azúcar, podemos saber
que está listo cuando el azúcar se haya disuelto por completo.
Pasamos las claras al bol de la batidora y batimos a velocidad media-alta hasta tener un merengue
brillante y sedoso (en ese momento veréis que está casi a temperatura ambiente).
Usando una boquilla redonda, decoramos los cupcakes.
Para el toque festivo podemos usar unas perlitas o non-pareils.
Espero que lo probéis.
Y de paso que os hagáis unos sorbetes de limón al cava en casa. En mi casa somos muy apañados:
echamos dos bolas de helado en un vaso alto y luego llenamos hasta arriba con cava. Removemos
un poco y ¡¡para dentro sin miramientos!!
Antes de despedirme por hoy os deseo:
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!!!!!!!!!!
Intentaré escribir de nuevo el 31 pero no sé si seguiré viva!! jajaja. Ya sabéis que gracias a
vuestros votos resulté ganadora en la San Silvestrada y, como consecuencia, acabaré el año
corriendo 3 carreras de San Silvestre diferentes!!! 30kms para acabar 2013!!! Así que no sé si
tendré fuerzas ni para comerme las uvas!!!
Os deseo todo lo mejor para 2014, y que disfrutéis muchísimo de todas estas fiestas con vuestra
familia :)
Gracias por estar ahí siempre y por haber contribuido de forma fundamental a que mi año 2013
haya sido inolvidable!!!
Os quiero!!!
Alma
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