cuidados básicos de una chinchilla

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cuidado de chinchilla

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CUIDADOS BÁSICOS DE UNA CHINCHILLA

JAULA

- La jaula de nuestra chinchilla debe de ser lo más espaciosa que nos podamos permitir, debe

tener unas dimensiones mínimas que son: 70 centímetros de largo, 40 de alto y 40 de ancho.

- La jaula, así como todos sus componentes, debe ser preferiblemente de metal para que la

chinchilla no pueda roerla y comérsela.

- Los barrotes de la jaula deben tener preferentemente disposición horizontal y la separación

óptima entre ellos es de dos centímetros para evitar que la chinchilla se dañe cuando saque el

hocico entre los barrotes.

- El substrato absorbente que debemos colocar en el suelo de la jaula deberá consistir en virutas

de madera, substrato higiénico natural de maíz o cilindros de viruta prensada, ya que los tres

son un material limpio, muy absorbente, difícil de colonizar por bacterias y económico. Nunca

deberemos emplear como sustrato arena o piedras para gatos, ya que levanta un polvo que al

ser respirado por nuestra chinchilla puede causarle infecciones y problemas respiratorios.

Tampoco usaremos papel de periódico ya que, aunque el papel no es tóxico, la tinta de las letras

si lo es y si lo ingiera podría sufrir una intoxicación.

- El comedero debe ser pesado, de barro puede venir bien, para que no lo pueda volcar.

- El bebedero debe de ser como los de hámster, pero con el tamaño adecuado a nuestra

mascota. Además el agua debe ser de mineralización muy débil y no se debe hacer cambios

muy bruscos en la marca del agua.

- En la jaula se debe colocar un pequeño refugio para que el animal pueda meterse y sentirse

seguro como si de una madriguera se tratara. Una chinchilla que no dispusiera de un refugio se

estresaría y tendría una posibilidad mayor de contraer enfermedades.

- La jaula debe estar alojada en un sitio tranquilo de la casa y fuera de corrientes de aire y fresco.

ALIMENTACIÓN

- El animal debe tener siempre en su jaula heno para poder comer cuanto quiera, esto es muy

importante ya que su estómago no debe vaciarse nunca, necesitan estar continuamente

comiendo para mantener su salud.

- El heno le aporta la fibra necesaria, evitando el estreñimiento y las diarreas. Es necesario

suministrar diariamente heno a nuestra chinchilla para regular su organismo. Si nuestra

chinchilla por alguna causa sufriera trastornos digestivos como diarreas, heces blandas o

estreñimiento, deberemos dejar solamente heno en su dieta para ayudarla a equilibrarse.

Aunque una diarrea es tan solo un síntoma de algo más importante, con lo cual, deberemos

siempre llevarla al veterinario, de igual modo que si las heces blandas o el estreñimiento

continúan tras unos días a base de heno.

- La alfalfa le aporta a la chinchilla la cantidad de proteínas necesarias para su correcto

desarrollo, ya que el resto de alimento que la chinchilla ingiere como animal herbívoro que es,

es muy pobre en proteínas, pero no debemos abusar de ella, ya que contiene mucho calcio, que

administrado en exceso a nuestro animal puede provocarle la aparición de piedras en la vejiga.

- En caso de no proporcionarle a nuestra chinchilla una dieta con gran cantidad de fibra

destruiremos poco a poco su flora bacteriana, la cual está especializada en digerir la celulosa y,

ésta será sustituida por unas bacterias digestivas especializadas en digerir los hidratos de

carbono, bacterias algunas que pueden resultar patógenas para nuestras chinchillas y que

producen gases que serán muy molestos para nuestro animal.

- Existen numerosos tipos de heno, más o menos frescos, con aromas, con trocitos de manzana o

zanahoria, con diente de león... La alfalfa se puede encontrar fresca, seca, compacta en taquitos

o incluso comercializada en forma de anillos que a las chinchillas les encantan.

- También existen los piensos, que tienen los requerimientos nutricionales que la chinchilla

necesita y por tanto es lo mejor que podemos darle a nuestra mascota. Pero tampoco conviene

abusar de ellos, nunca debemos olvidar que el principal componente de la dieta de nuestra

chinchilla debe ser el heno.

- Si al comprar la chinchilla en la tienda no disponen de comida especial para chinchillas y nos

dicen que la han estado alimentando con comida para conejos deberemos pedir que nos

encarguen la comida especifica de chinchillas y mientras tanto seguir con la misma que le

daban en la tienda, una vez tengamos la comida de chinchillas deberemos añadírsela a la dieta

paulatinamente, mezclando la comida de conejos con la de chinchillas y día a día ir aumentando

la proporción de comida de chinchilla y disminuyendo la de conejo hasta finalmente darle solo

comida de chinchillas. Debemos hacer esto porque las chinchillas son especialmente sensibles a

los cambios de dieta y si de un día para otro cambiamos bruscamente su dieta podemos

provocarle una diarrea, graves trastornos digestivos y en algunas ocasiones incluso la muerte.

- El agua debe ser limpia y fresca, sobre todo en verano se le debe de renovar todos los días. Es

muy conveniente que el agua sea mineral ya que el agua del grifo contiene grandes cantidades

de cloro que pueden ser perjudiciales para su delicado estómago. El agua se le proporcionara en

un recipiente tipo botella con chupete metálico de tamaño acorde con nuestra mascota (más

grandes que los de hámster). El chupete debe quedar a una altura cómoda para el animal, de

manera que pueda beber estando en postura erguida pero sin tener que hacer grandes

esfuerzos por llegar a la boquilla.

BAÑOS DE ARENA

- Para que nuestra chinchilla esté sana necesita que se le proporcione una arena especial para

ellas, llamada marmolina, en la cual se revolcaran, restregando su denso y suave pelaje contra

esta arena. NUNCA se debe mojar a una chinchilla.

- Este baño es necesario porque las chinchillas necesitan impregnarse con esta arena para

eliminar el exceso de humedad de su pelaje y que este luzca sano y brillante, evitando así el

peligro de que enferme por hongos.

- Debemos verter 2 dedos de marmolina en un recipiente lo bastante grande como para que la

chinchilla pueda caber dentro y revolcarse sin problemas y lo bastante alto como para permitir

que entre sin problemas y que con sus juegos tire fuera el mínimo de arena posible.

- Con 15 minutos que tenga a su disposición la marmolina es suficiente, ya que de lo contrario en

lugar de revolcarse en ella la utilizara de WC ensuciándola de forma innecesaria.

- Tras estos 15 minutos limpiaremos la arena, retirando los pelos, pipis y cacas que puedan haber

y guardaremos el recipiente con la arena para la próxima vez.

- Cuando quede poca arena en el recipiente podemos volverlo a llenar hasta los 2 dedos si la

marmolina está limpia, pero si está sucia deberemos tirar la que quede y renovarla toda.

- La frecuencia adecuada de los baños depende del animal y de la humedad ambiente del lugar

donde vive la chinchilla. Una buena pauta a seguir para los primeros baños es hacerlos día si día

no y observar a la chinchilla.

- Si vemos que su pelaje esta apelmazado y húmedo los baños deberán hacerse a diario, pero si

vemos que se rasca mucho y que la piel esta reseca deberemos reducirlos a solo uno o dos

baños semanales. Si vivimos en una ciudad costera y de clima caluroso en verano los baños

deberán hacerse a diario, excepto si observamos que esto reseca demasiado el pelo de nuestra

chinchilla, que entonces deberán realizarse en días alternos.

- En conclusión, los baños son completamente necesarios para nuestro animal, pero no debemos

caer en el error de que cuanto más lo bañemos mejor y más bonito tendrá su pelo, porque

podemos hacerle más mal que bien. Baños de arena en su justa medida.

MANEJO

- En el momento en que nuestra chinchilla llega a casa debemos comprender que se muestre

asustada o esquiva e intentaremos estresarla lo menos posible. Elegiremos para ella un lugar de

la casa tranquilo, sin ruidos y que no sea lugar de paso frecuente de los miembros de la familia,

también evitaremos el contacto con otras mascotas de casa. Durante estos primeros días no

cogeremos, manosearemos ni agobiaremos a nuestro animal.

- En nuestros primeros contactos con la chinchilla recién llegada a casa deberemos acercarnos a

la jaula y dejar que nos vea, que se acostumbre a nuestra presencia mientras le hablamos con

un tono suave y pausado para que el animal se acostumbre a nuestra presencia. Cuando no

muestre temor ante nuestra presencia podemos empezar a meter la mano en su jaula dejando

siempre que sea ella la que se acerque a olernos, sin perseguirla ni agobiarla, poco a poco la

curiosidad irá venciendo a su temor y se acercará a olisquear ese elemento nuevo que ha

aparecido en su jaula. Podemos ofrecerle alguna golosina para que nuestra chinchilla nos asocie

con algo bueno y nos pierda el temor más rápidamente, pero nunca deberemos abusar de las

chucherías porque podría ser dañino para su salud. Es muy normal que durante estos primeros

días la chinchilla mordisquee nuestros dedos con quizás demasiada fuerza haciéndonos incluso

algo de daño, pero no lo hacen con mala intención, tan solo examinan nuestros dedos para

comprobar si son susceptibles de ser roídos, pronto aprenderá que no lo son.

- Una vez la chinchilla sepa que nuestra mano no le va a hacer daño es el momento de empezar a

cogerla, para lo cual deberemos abrir por completo nuestra mano dentro de la jaula de la

chinchilla y dejar que sea ella la que se suba, a lo sumo podemos introducir la mano por debajo

de la chinchilla pero nunca sujetarla con firmeza, solo conseguiríamos asustarla. Con la

chinchilla sobre la palma de nuestra mano podemos sacarla de la jaula y apoyarla contra

nuestro pecho, siempre manteniendo una mano por debajo de ella para que sus patas no

queden en el aire, ya que eso las incomoda enormemente. Es posible que las primeras veces

que cogemos a nuestra chinchilla esta se muestre asustada e incómoda pero si la cogemos

todos los días pronto se acostumbrará a ello y su actitud pasará a ser mansa y tranquila,

podremos entonces sacarla de la jaula y mantenerla sobre la palma de nuestra mano sin miedo

a que escape, ya que ella se encontrará tan a gusto con nosotros que no mostrará interés

alguno por huir de nuestro lado.

- A la hora de coger a nuestra chinchilla deberemos evitar en la medida de lo posible sujetarla por

el rabo, en caso de ser totalmente necesario hacerlo la cogeremos SIEMPRE de la base de la

cola, nunca más allá, ya que podríamos rompérsela o fracturarla. Las chinchillas odian sentirse

apresadas por la cola, ya que es como si un depredador las hubiera capturado, nunca debemos

olvidar que las chinchillas son animales presa y eso es algo que va a condicionar en gran

medida su comportamiento. Tampoco debemos nunca extender nuestra mano para cogerla

desde arriba, esto se semeja enormemente a la forma en la que un ave rapaz la capturaría y no

es algo que precisamente ayude a que nuestra chinchilla confíe en nosotros y se sienta

tranquila.

- Nuestra chinchilla será enormemente feliz si la soltamos un rato todos los días para que pueda

correr e investigar para saciar su curiosidad y consumir energías. Pero en ocasiones puede

resultar un problema volverla a coger para devolverla a su jaula, en pocas ocasiones las

chinchillas colaboran gustosamente a la hora de ser devueltas a su jaula. Una buena pauta a

seguir para no tener demasiados problemas a la hora de coger a nuestra chinchilla estando

suelta es que el lugar donde la soltemos sea un sitio no demasiado grande y sin escondites de

los cuales sea demasiado difícil sacarla, un pasillo, la cocina o el baño suelen ser una buena

elección, siempre y cuando no exista el peligro de que nuestra chinchilla se meta de un salto en

la raza del WC o en un cubo de fregar. Deberemos sentarnos con ella en el suelo y dejar que se

suba por encima nuestro y nos "use" como juguete de obstáculos, la chinchilla disfrutará mucho

saltando de nuestra pierna a nuestro hombro e incluso a nuestra cabeza y si además le

ofrecemos de vez en cuando una golosina reforzaremos aún más la conducta de acercarse a

nosotros en pleno paseo. Cuando sea la hora de guardarla a su jaula tan solo deberemos de

esperar a que ella se acerque a nosotros para coger alguna golosina que le ofrecemos o

simplemente para jugar y cogerla suavemente para devolverla a su jaula.

- Algunas chinchillas especialmente inteligentes pueden aprender trucos sencillos como

responder al nombre, para ello deberemos emplear el método del refuerzo positivo, para lo cual

si queremos, por ejemplo, enseñarle a nuestra chinchilla a que venga hasta nosotros cuando la

llamamos deberemos de pronunciar su nombre y si ella casualmente se acerca a nosotros

entonces la premiaremos con una golosina. Repetiremos esto hasta que nuestro animal

responda al nombre viniendo instintivamente hasta nosotros. Este método podemos emplearlo

para enseñarle pequeños trucos fáciles que se nos ocurran. Nunca deberemos de chillar y

mucho menos pegar a nuestra chinchilla, el refuerzo negativo no funciona con ellas, solo

conseguiremos que nos coja miedo y pierda la confianza que había podido depositar en

nosotros.

- Si tratamos a nuestra chinchilla con cariño y dulzura, la cogemos con frecuencia, respetamos

sus momentos de sueño y le hablamos suavemente, reforzaremos nuestro vínculo con ella y

podremos disfrutar de la compañía de una mascota muy amigable, capaz de reconocernos, de

comunicarse con nosotros haciéndonos saber qué es lo que quiere y entendiendo lo que

deseamos de ella, que nos reportará enormes satisfacciones.

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