crisis y comercio en la republica 1825 - 1835
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Introducción 3
Capitulo I. Contexto. 5
1.1. Interpretación de la independencia: ¿realidad o mito? 5
1.2. Grupos ideológicos 9
1.2.1. Monarquía 10
1.2.2. República 12
1.3. Hacia la deriva económica 14
1.4. Formación de una sociedad inestable 19
1.4.1. Cuestionamiento a la versión tradicional del nacionalismo 22
criollo e indígena en la independencia
Capitulo II. Crisis e inestabilidad política 26
2.1. Caudillismo, buscando la legalidad 26
2.2. Proteccionismo, iniciación de la crisis económica 29
2.3. Influencia extranjera en la economía ¿libre comercio? 32
2.4. Interpretaciones de la crisis económica a inicios de la república 36
Capitulo III. Una nueva forma de mirar una sociedad inestable 40
3.1. Comerciantes y artesanos 40
3.2. Indígenas y la reforma agraria 42
3.3. Sectores populares 44
Conclusión 47
Bibliografía
48
2
Introducción.
Dentro de los estudios en torno a la crisis económica en el Perú, se han llagado a
planteamientos contradictorios, por la búsqueda de razones coherentes, que sustenten
sus argumentos, con lo cual, fundamentar, las causas y posteriores consecuencias de las
decisiones políticas, respecto al atraso de la economía post independencia en el Perú.
Cuando la guerra de la independencia termino, la economía del Perú se estanco, no tenia
centros internos sobre las cuales basar su desarrollo económico. Su futuro económico
parecía prometedor, pero solo podría ser realizado a través de la emergencia de sectores
capaces de generar y reinvertir un excedente económico. Esta transformación podría
haber tenido lugar lentamente en un Perú autárquico; pero la rapidez del cambio
económico en el siglo XIX no dio lugar para tal evolución
A través de los es estudios realizados, se han dado numerosas explicaciones. Partiendo
de la premisa, que una colonia se independiza de una metrópoli, no por ser pobre, sino
por tener los recursos necesarios para su desarrollo económico. Pero ¿como la liberación
de un país de un imperio colonial pudo traer resultados tan negativos? La ruptura del
vínculo colonial debía ser positiva para un determinado territorio. Es bajo esa perspectiva
que Contreras (2002) sostiene, si eso ocurría debía ser por dos motivos:
1. Que las estrategias de desarrollo económico elegidas por la antigua colonia,
ya emancipada, fueran suficientes malas como para que sus resultados se
situasen por debajo del nivel alcanzado en la era colonial; 2. Que el antiguo
poder colonial fuera pronto sustituido por uno neocolonial, que no diera lugar a
la auténtica independencia del país, ni le permitiera la puesta en marcha de
políticas apropiadas para su desarrollo.1
Siguiendo este camino de estudio sobre la crisis económica en el Perú. Ambas opciones
son argumentadas.
A finales de la década de los 70, Heraclio Bonilla (1980) sostiene…
1 CONTRERAS, Carlos. (2002); apogeo y crisis de la teoría de la dependencia en
la historia económica sobre la república. HISTORICA. Pontificia universidad católica del Perú. LIMA.
3
que el estado entró en una desaforada apertura económica hacia el mercado
mundial en donde no teníamos las condiciones necesarias para competir, con lo
cual, estábamos a merced de los países capitalistas, en especial de la economía
británica, pasando de una dependencia “formal” española, hacia una “informal”
británica, donde se pasó de ser una “colonia” a una “neocolonia”.2
Según Bonilla, las condiciones se daban gracias a que los bienes de consumo civilizado,
no hubiese en el país, ello se daba a que los países capitalistas evitasen que, los medios
para producirlos, como el capital, la tecnología de producción masiva y homogénea, y al
mano de obra especializada—o por lo menos alguno de ellos--, no se hallasen presentes
dentro del país. Con lo cual, se puede afirma, que la independencia solo fue formal. No
hubo, por lo tanto, las condiciones necesarias para el desarrollo económico. Gootemberg
(1989) por su parte sostiene…
“el país cayó en un aislamiento comercial y financiero. Esto se daba, por el caos y
la inestabilidad en que estaba el país. Con lo cual, se sumergió en sus primeras
décadas, en un proteccionismo económico, en donde se ponían altos impuestos a
las importaciones, o en algunos casos su prohibición absoluta.3
Pero dentro de las condiciones planteadas, un hecho importante, es las posturas
económicas dentro de la naciente sociedad republicana, y como estas posturas eran
justificadas, en algunos casos, pretendiendo argumentar un naciente nacionalismo dentro
de las elites comerciales.
Por otro lado, somos testigos, de cómo esas contradicciones dentro de la historiografía,
sobre la economía a inicios de las república, ha repercutido en posiciones extremas
dentro del ámbito académico, para justificar sus argumentos a la crisis económica en el
Perú. La finalidad de este estudio, es tener conclusiones, no exactas, pero si coherentes,
a través de un análisis, con lo cual, poder explicar las causas y consecuencias del atraso
económico y el pensamiento económico de la elite comercial, peruano de las primeras
décadas.
Capitulo I. contexto
2 BONILLA, Heraclio. (1980); un siglo a la deriva: ensayos sobre el Perú, Bolivia y la guerra. IEP EDICIONES
3 GOOTENBERG, Paul. (1997); caudillos y comerciantes: la formación económica del estado peruano (1820-1860).Centro de estudios
regionales andinos “bartolones de las casas” Cuzco
4
1.1. Interpretación de la independencia: ¿realidad o mito?
El Perú republicano, desde su inicio mismo de su independencia se vio enfrentado a una
serie de problemas complejos. Esto se debe, a la contradicción fundamental en la nueva
nación imaginada por la elite criolla. La nueva clase política basaba su justificación de la
separación de España en las ideas revolucionarias de la soberanía popular, derivados de
la Ilustración europea del siglo XVIII, por lo tanto, los principios fundamentales de la nueva
república se basaba en los principios liberales de la democracia, ciudadanía, propiedad
privada y derechos y garantías individuales, los que de una u otra forma fueron
incorporados a las diversas constituciones a partir de 1824, o en todo caso adaptadas a
las circunstancias coyunturales locales.
Aunque esta noción de soberanía popular, que teóricamente convertía a todos los
peruanos en iguales, fue aplicada eficazmente por lo disidentes criollos, con el fin, de
cuestionar el poder de la clase dominante peninsular. Pero estas ideas eran aplicadas
teóricamente, porque en la práctica la realidad sociopolítica era totalmente diferente. Una
sociedad altamente estratificada, jerárquica y completamente desigual.
Ahora, los investigadores no se ponen de acuerdo sobre cuando se inicio la lucha por la
independencia o cuanto apoyo recibió esta entre las elites locales, los grupos populares
urbanos y los indígenas. Las diferentes posiciones reflejan concepciones distintas sobre
quien tiene derecho a gobernar. Existen tres posiciones sobre la independencia, uno
sostiene que este proceso comenzó con la rebelión de Túpac Amaru II; la segunda que
se trato de un producto importado, mientras que una tercera busca mediar entre ambas
posiciones.
La tesis según la cual las guerras de la independencia comenzaron con la rebelión de
Túpac Amaru en 1780, fue fervientemente discutida ya desde la conclusión de la batalla
de Ayacucho en 1824, en relación a los méritos de los peruanos y a su capacidad para
manejar el país. En su defensa del gobierno de Bolívar en 1826, Benito Lazo, diputado
por Puno, sostuvo que Túpac Amaru había combatido por la independencia, también
señalo que luego de la derrota, la lucha por la independencia dejo de ser conducida por
los peruanos. Con lo cual, olvida movimientos de gran envergadura como la de los
hermanos Angulo y Pumacahua en el Cusco, en 1814. Según, Benito Lazo, la
independencia fue ganada por ejércitos extranjeros contando únicamente con una
5
pequeña ayuda local, por lo tanto, sostiene que el país careció de ciudadanos activos en
la gesta emancipadora. Este punto de vista de Lazo, fue duramente refutado por varios
de sus contemporáneos, como José de la Riva-Agüero, francisco Javier Mariátegui y
Mariano Felipe Paz Soldán, que defendieron los derechos de los peruanos para conducir
el nuevo Estado. Ahora para tal caso, Riva-Agüero rival de San Martín y Bolívar defendió
el comportamiento patriótico de los peruanos en las batallas independentistas. El sentía
que sus compatriotas habían sido traicionados por los libertadores, que expropiaron la
independencia para crear sistemas políticos en torno a sus personalidades. Su postura
giraba a alrededor de que los peruanos debían ser gobernados por peruanos. Pero Riva-
Agüero, no defendía un Perú democrático, sino a un Perú administrado, gobernado por
una minoría criolla a la que el pertenecía, con lo cual, se vio como su presidente. Pero
dentro de las posiciones criollas había posturas distintas sobre el papel de la antigua
aristocracia criolla, sobre su derecho a gobernar el país. Paz Soldán, cuestionaba este
derecho de los nobles titulados para gobernar por considerarla inoperante e incapaz. Por
lo tanto, sostenía que los criollos de menor rango tenían los títulos justos para gobernar
al país.
En el siglo XX, diversos investigadores, como Porras Barrenechea, de la Puente
Candamo, Dumbar Temple, han argumentado que la independencia fue el resultado de
una guerra en la cual los peruanos combatieron a lado con los ejércitos extranjeros.
Estos historiadores sostenían que la independencia se inicio a finales del siglo XVIII, y
elaboraron una genealogía de sus precursores que por lo general comenzaba con el
cacique Túpac Amaru, al proponerlo como uno de los padres fundadores de la nación
peruana, moldearon una nación multiétnica fundada sobre intereses homogéneos, en
efecto, consideraban que una sociedad multiétnica estaba en vías de extinción, dando
paso a una sociedad mestiza, lo cual seria la verdadera sociedad peruana.
La segunda versión de la independencia fue enfocada por Heraclio Bonilla y Karen
Spalding, quienes acusaron a los historiadores tradicionales de carecer de una
perspectiva histórica por su afán de defender su status quo. Junto a la interpretación de
Bonilla y Spalding, el historiador francés Pierre Chaunu, critico la inclusión de Túpac
Amaru en la geneología independentista, su rebelión, sostiene Chaunu, “fue un
movimiento indígena que se convirtió en una guerra de castas, esto lo alejaba del
6
movimiento emancipador que fue conducido por una ideología criolla y no indígena”,4
dentro e este enfoque se sostiene que la sociedad peruana estuvo dividida en grupos
étnicos y clases sociales, lo cual, hizo imposible construir un programa unificado sin
traicionar la metas criollas e indígenas. La elite peruana no propició un movimiento
independentista principalmente por su temor a una revolución social, fundado en el
recuerdo de las masacres criollas durante la rebelión de Túpac Amaru. Por lo tanto, estas
masacres dejaron como legado la imposibilidad de plasmar una alianza multiétnica. “los
criollos tuvieron miedo de que una limpieza étnica los eliminara en una revolución política
que podía terminar convirtiéndose en una revolución social”.5
La postura de que José de la Riva-Agüero y Osma y Scarlett O’phelan, están en un punto
medio, con respecto a la guerra de la independencia. Ambos sugieren que la elite limeña
era conservadora y que respaldo el régimen español. Pero, las elites provincianas
especialmente del sur tuvieron una perspectiva diferente que la de Lima y estuvieron, por
diversas razones o circunstancias ansiosas de romper con España.
“Riva-Agüero, sostiene que la elite limeña estuvo estrechamente vinculada al
imperio español, ya que vivir en la capital del virreinato, sus miembros recibieron
muchos beneficios estatales, y con ello, beneficios comerciales. A diferencia de la
elite provincial sureña que no gozo de estos beneficios y muchas veces opto por
una posición radical, luchando varias veces por romper el dominio colonial”.6
Por tal razón, dentro de la interpretación de Riva-Agüero, sobre la elite limeña que fue
sumamente pasiva. Con lo cual, evidencia los intereses de clase de una elite
conservadora.
“La cuidad de lima fue, a lo largo de la colonia, el control administrativo y político
del virreinato del Perú. Sede de los mejores burocráticos y de la poderosa
aristocracia mercantil colonial, Lima termino siendo el último baluarte de las
posiciones realistas. La capital del virreinato no enfrento ningún intento por
4 Bonilla, Heraclio y Spalding, Karen. “la independencia en el Perú: las palabras y los hechos. En: H. Bonilla, P. Chaunu, T. Halperin. La independencia en el Perú, 15-65. Lima; IEP, 1972.
5 Bonilla, Heraclio y Spalding, Karen. “la independencia en el Perú: las palabras y los hechos. En: H. Bonilla, P. Chaunu, T. Halperin. La independencia en el Perú, 15-65. Lima; IEP, 1972
6 José de la Riva-Agüero y Osma, “Don José Baquijano y Carrillo”, obras completas, Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 1971. volumen III, 76-79.
7
subvertir el orden colonial, a diferencia de las numerosas rebeliones y
conspiraciones que en la segunda mitad del siglo XVIII y a comienzos del XIX
hicieron estremecer otras regiones del Perú, sobre todo en el sur andino”.7
Scarlett O’phelan, también respalda esta posición, sobre una elite limeña pasiva, con
respecto a la guerra de la independencia. Con lo cual, sugiere que la elite limeña era
conservadora y que respaldo el régimen español.
O’phelan, respalda también esta postura de comprender los ímpetus
anticoloniales, no solo para el sur andino sino también para el norte, cuando
interpreta las proclamas de las rebeliones de la paz y quito (1809) como una clara
expresión en contra del régimen español. Aunque la elite provincial estuvo dividida
en facciones, favoreciendo o rechazando el gobierno virreinal, fue dicha elite la
que realmente organizo las rebeliones anticoloniales.8
Dentro de las diferentes interpretaciones que se dan sobre la independencia, con lo cual,
implícitamente coinciden en puntos importantes, sobre el ¿Por qué? de la crisis y como
esta se relaciona con la crisis post-independencia. Esto se debió fundamentalmente al
fraccionalismo dentro de la sociedad peruana, esto se dio debido intereses personales o
de elite que estuvieron fuertemente ligados al dominio español.
1.2. grupos ideológicos
La construcción de la república se constituyo desde el momento mismo de la
independencia dentro de los importantes sectores de la sociedad peruana. Pero dentro de
7 Aguirre, Carlos. “agentes de su propia libertad: los esclavos de Lima y la desintegración de la esclavitud 1821-1854. Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 1993. Pág. 29.
8 O´Phelan, Scarlett.” Por el rey, la religión y la patria: las Juntas de Gobierno de 1809 en la Paz y Quito”. BIPCA, XVIII, 2: 61-80.
8
esta concepción de la elite criolla, acaecían ciertas contradicciones de importantes
sectores de la sociedad, que pretendían no perder sus privilegios tanto político como
social dentro de una sociedad altamente jerarquizada.
La controversia surgió cuando el 28 de diciembre de 1822, el periódico “El Peruano
Liberal”,9 denuncio la actitud desafiante de algunos nobles que se negaban a aceptar las
nuevas condiciones de igualdad civil, que el proceso independentista había traído a la
nueva república. El artículo referido, basaba su argumentación, hacia un miembro de la
nobleza limeña, el Marqués de Salinas, quien había osado firmar el Acta de proyecto de
Constitución utilizando su titulo en lugar de su nombre. Los ataques que se dieron de
algunos sectores importantes de la sociedad, hacia una nobleza incapaz de asumir los
nuevos principios de una ciudadanía con los “mismos derechos y deberes de los demás”,
a ello, se agrega la apelación constante a un republicanismo estrechamente conectado
con nociones tales como “gobierno popular”, “abolición de privilegios hereditarios” e
“igualdad civil”. La intensa discusión que se dio en centro mismo de la nueva sociedad,
por la opción política más adecuada para el país, unida a la aparición de una combativa
prensa defensora de la causa republicana, aquella que dio voz a un sector de la
intelectualidad urbana, marginada en el proceso de toma de decisiones políticas.
“La nación peruana en sus versiones, (la patria-la república-la constitución) fue
definida por un grupo de intelectuales peruanos a través de la prensa escrita.
Durante los años de la emancipación e independencia, la república resulto siendo
más una creación literaria que un sistema político sólido y eficiente. La guerra
interna y la crisis económica que vivió el ex-virreinato peruano no permitieron la
cristalización de los ideales republicanos”.10
En tal caso, la independencia reabrió los debates constitucionales a nivel nacional pero a
diferencia de los debates que tuvieron entre 1808 y 1814, la elite peruana tuvo un
importante papel en la preparación de las constituciones. Hubo tres fases claras de
debates constitucionales por los hombres del orden: una monarquía constitucional
9 Mc Evoy, Carmen. Cita, a El Peruano Liberal, con el fin de explicar la actitud de la aristocracia limeña en la formación de la nación peruana. En su ensayo “forjando la nación”. Ensayo sobre historia republicana. Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 1999.
10 Mc Evoy, Carmen. En su ensayo “forjando la nación”. Ensayo sobre historia republicana. Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 1999. Pág. 189.
9
(propuesta de San Martín), un presidente vitalicio (propuesta de Bolívar) y un ejecutivo
fuerte. Las dos primeras propuestas fueron rechazadas no solo por razones
constitucionales sino también debidas a motivos nacionalistas, “el Perú para los
peruanos”, al final quedo la alternativa de constituciones fuertemente presidencialistas
entre los que favorecían la autoridad del gobernante. Por lo tanto, en este periodo de la
era de los caudillos hubieron cinco constituciones nacionales entre 1821 y 1845 (1823,
1826, 1828, 1833 y 1839) y otras tres durante la confederación Perú-boliviana—con lo
cual se va ha estudiar entre 1825-1835, dejando las demás para una próxima
investigación--, creando siempre tensiones políticas.
1.2.1. Monarquía
La independencia trajo el problema de tener que decidir la constitución del país. “El
general San Martín, reconocía que no podía decidir por si mismo el destino del país. El
comandaba un ejército de liberación del yugo español, luchaba por la libertad, por lo cual
necesitaba de una sociedad civil para crear un nuevo orden”.11 San Martín decreto la
creación de la sociedad patriótica, un grupo selecto de criollos reunidos para que
discutieran temas importantes entre ellos la mejor forma de gobierno, tanto dentro como
fuera de la sociedad patriótica, el debate devino en un enfrentamiento entre la propuesta
de San Martín, de una monarquía constitucional, con un príncipe europeo y de una
república. Con lo cual, siguieron unos acalorados debates en los salones literarios, cafés
y demás lugares públicos. La prensa jugo un papel importante en estos debates cada
periódico defendía decididamente su postura, con el animo de moldear la opinión pública.
Los debates tuvieron lugar durante la guerra de la independencia, mientras las fuerzas
realistas seguían en control de la mitad del país y sus fuerzas militares rechazaban las
fuerzas de San Martín en el Perú. Antes de tomar Lima, San Martín, había intentado
convencer al virrey La Serna, en las negociaciones de Punchauca, de traer un príncipe
español al Perú. El rechazo de la propuesta reinicio la guerra. El virrey La Serna, se retiro
de Lima al Cuzco, convirtiendo “la vieja capital de los incas” en capital del virreinato.
Bernardo Monteagudo, el consejero más importante de San Martín, fue la principal figura
en favor de una monarquía constitucional. Él pensaba que la anarquía estaba
destruyendo la Argentina y otros países de Latinoamérica. Monteagudo, sostenía que el
11 Aljovin de Lozada, Cristóbal. “Caudillos y constituciones: Perú 1821-1845”. Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 2000. Pág. 196.
10
paso de un gobierno despótico a otro constitucional era difícil debido a que se
necesitaba tiempo para que una población comprenda los nuevos principios y no abuse
de ellos. Un rey podría traer consigo la estabilidad. El Perú era un ejemplo extremo de la
imposibilidad de tener una república estable. El temía que el país cayera en la anarquía y
la guerra civil, y lo describía como un país que carecía de cultura cívica por estar dividido
por razas, por la extrema desigualdad económica, cultural y de clase, y por tener su
población esparcida por su basto territorio.
“Estas fuertes divisiones creaban intereses distintos y opuestos que hacían
imposible crear una voluntad general, uno de los principales objetivos de un estado
republicano. Monteagudo, sostenía que cada país debía encontrar su propio
camino hacia una libertad sin anarquía, según su propia realidad. En consecuencia
el Perú necesitaba un gobierno central fuerte y no una república federal”.12
Monteagudo, dentro de su objetivo era crear las condiciones necesarias para vivir en
libertad. Pensaba que la democracia era un sistema pasado de moda que llevaba a la
tiranía y que en una época moderna necesitaba un gobierno constitucional que protegiera
la libertad. “La separación de poderes y la libertad de imprenta eran contrapesos para el
ejecutivo. Es mas el poder legislativo tendría el papel no solo de preparar las leyes, sino
también de censurar ministros”.13 Monteagudo, favorecía una monarquía constitucional
porque estaba basada en un ejecutivo fuerte y era protección contra la anarquía, a ello
agrega, que los principios de la monarquía constitucional preservaban la libertad y en ella
los ciudadanos gozarían de la libertad positiva como la negativa.
“Un ciudadano estaría protegido de la tiranía y de la intrusión del estado en la
esfera privada, y tendría derecho a la participación política a través de un sistema
electoral. Los ciudadanos tendrían derecho de votar y ser elegidos. A ello,
12 Bernardo de Monteagudo, “exposición de las tareas administrativas”. “memoria sobre los principios políticos”. CDIP, XIII, 2: 241-213. En: Aljovin de Lozada, Cristóbal. “Caudillos y constituciones: Perú 1821-1845”. Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 2000.
13 Bernardo de Monteagudo, “exposición de las tareas administrativas”. “memoria sobre los principios políticos”. CDIP, XIII, 2: 241-213. En: Aljovin de Lozada, Cristóbal. “Caudillos y constituciones: Perú 1821-1845”. Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 2000.
11
Monteagudo, considera que la monarquía constitucional era la mejor opción para
preservar el orden y la libertad”.14
Por lo tanto, podemos sostener que Monteagudo, iba más allá de la simple construcción
de una monarquía constitucional. Por lo cual, el gobierno debía implementar una
revolución social.
“Esto se debía a que el Perú necesitaba progresar socialmente porque las mejoras
morales y el alivio material para indios y negros eran cruciales para la vida en
libertad. En este contexto la educación tenía que ser difundida por toda la
sociedad. Pero Monteagudo, no soñaba con una sociedad igualitaria, sin una
jerarquía social, algo imposible en el país, lo que se esperaba era únicamente
difundir la educación a fin de aminorar las brechas sociales capaces de destruir la
armonía social”.15
1.2.2. República
Un grupo de civiles y eclesiásticos favoreció la república por razones políticas y
filosóficas, combinadas con sentimientos nacionalistas. Unas de las figuras prominentes
del lado republicano fue José Faustino Sánchez Carrión, defensor de la constitución de
1812. Si bien no fue miembro de la Sociedad Patriótica, fue sumamente importante en los
debates constitucionales de 1822, debido a que publico artículos en defensa de la
república en los periódicos limeños “el correo mercantil, político y literario”, “la abeja
republicana” y “el tribuno de la república peruana”.
Sánchez Carrión, defendía el gobierno representativo porque estaba basado en la
“igualdad y la libertad”, los componentes necesarios para una sociedad de ciudadanos. La
monarquía en cambio estaba basada en la desigualdad, mientras que el despotismo
14 Bernardo de Monteagudo, “exposición de las tareas administrativas”. “memoria sobre los principios políticos”. CDIP, XIII, 2: 241-213. En: Aljovin de Lozada, Cristóbal. “Caudillos y constituciones: Perú 1821-1845”. Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 2000.
15 Bernardo de Monteagudo, “exposición de las tareas administrativas”. “memoria sobre los principios políticos”. CDIP, XIII, 2: 241-213. En: Aljovin de Lozada, Cristóbal. “Caudillos y constituciones: Perú 1821-1845”. Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 2000.
12
correspondía a una sociedad de siervos, no de ciudadanos. Los reyes tenían una
tendencia natural al poder absoluto que socavaría la libertad de los ciudadanos.
“La monarquía era una solución especialmente peligrosa para los peruanos,
porque el estado virreinal había desarrollado actitudes serviles en ellos, por lo cual,
un rey podría fácilmente construir una sociedad servil. A ello agrega, que el Perú
no solo necesitaba un estado republicano sino también una regeneración de la
sociedad: la educación cívica era esencial para extirpar el legado colonial. La
sociedad peruana necesitaba combatir a sus enemigos internos y externos”.16
El estado peruano necesitaba construir sentimientos patrióticos y el amor por las
instituciones republicanas y cambiar las actitudes, valores y moral del pueblo. Unos de los
más peligrosos era la pugna por los puestos burocráticos.
“Los peruanos necesitaban ver otras formas alternativas de ganarse la vida que no
fuera trabajando para el gobierno, es mas la mayoría de peruanos debía trabajar
en empresas privadas dentro de la economía de mercado. La sociedad civil, debía
estar orientada a los ciudadanos y ser una sociedad comercial. El gobierno
representativo no solamente representaría la regeneración de la sociedad civil,
sino traería consigo la prosperidad e incrementaría la población. Con el estado
virreinal había sido imposible progresar debido a que la libertad era el ingrediente
secreto de la moral y del desarrollo social”.17
1.3. Hacia la deriva económica
Durante las guerras de la independencia, tanto San Martín como Bolívar obtuvieron
préstamo en el mercado británico de bonos públicos para comprar armas manufacturadas
en Inglaterra. Esto se relacionaba con su estrategia internacional, conseguir un
reconocimiento oficial para poder emitir bonos en el mercado británico. Para este
reconocimiento jugo un papel importante los cónsules.
“La llegada de los cónsules extranjeros era una pieza fundamental para tal
propósito en la política de reconocimiento. El primer cónsul en arribar fue un
16 Aljovin de Lozada, Cristóbal. “Caudillos y constituciones: Perú 1821-1845”. Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 2000.
17 Aljovin de Lozada, Cristóbal. “Caudillos y constituciones: Perú 1821-1845”. Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 2000.
13
estadounidense, Mr. William Tudor, el 24 de diciembre de 1824. En 1826 llegaron
a Lima los cónsules de los Países Bajos, Mr. Auguste Serrys, y de Francia, el
vice-almirante Rosamel. Dos años más tarde, en 1828, Mr. Charles Milner fue
acreditado como cónsul de la Gran Bretaña. Estos cónsules tenían la misión
específica de abrir el mercado peruano y garantizar la seguridad de sus
compatriotas, especialmente mercaderes”.18
La duda externa estaba relacionada con el sistema de bonos, con los bancos privados y
públicos. En siglo XIX, las entidades bancarias eran las mediadoras entre el estado
peruano y los que compraban los bonos. Ellas los suscribían y estaban a cargo de su
venta en los mercados financieros; además, pagaban los intereses sobre los bonos
provistos por el Perú. Era costumbre que una cierta cantidad del dinero obtenido fuera
retenida por los bancos para pagar el interés de los primeros años. Luego de este periodo
inicial, el estado peruano tenía que enviar dinero u obtener un nuevo préstamo. El banco
comisionado no tenia la obligación alguna de pagar el interés si no recibía el dinero de
parte del gobierno peruano.
Con lo cual, era usual que estas entidades bancarias y mercantiles tuvieron dos negocios
colaterales que acompañaban a la emisión de bonos, ellas estaban interesadas en la
especulación: jugar con los precios de mercado de los bonos y controlar el mercado
financiero. Asimismo, los británicos invirtieron en los centros mineros, aun cuando no se
supiera mucho de la industria minería.
“A comienzos de la década de 1820 los inversionistas británicos vieron que
algunos países de América Latina como México, Bolivia y Perú, eran excelentes
lugares par invertir en minería, aun cuando no se supiera mucho de la industria
minería. Además las casas financieras estaban ansiosas de ser intermediarias
entre países como el Perú y los industriales británicos, con lo cual, el estado
peruano en la década de 1820, el Estado peruano compro armas y municiones a
Gran Bretaña”.19
18 Emilio Dancuart. Anales. Volumen I. 217. Heraclio Bonilla. Compilación…Gran Bretaña. Volumen I: 8-16. En: Aljovin de Lozada, Cristóbal. “Caudillos y constituciones: Perú 1821-1845”. Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 2000.
19 Aljovin de Lozada, Cristóbal. “Caudillos y constituciones: Perú 1821-1845”. Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 2000.
14
A ello, debemos mencionar que el primer ciclo de os prestamos británicos se interrumpió
en 1825-1826.
“La interrupción comenzó como una crisis económica europea, con una caída
brusca en los precios de algodón, el café, el azúcar, el estaño y el hierro, lo que
fue seguido por la bancarrota de muchas firmas mercantiles. Esta crisis
internacional provoco una merma en la confianza del mercado financiero europeo,
haciendo que fuera imposible obtener mas prestamos. Pronto se hizo imposible
armonizar los empréstitos anteriores. Aunque la crisis comenzó en Europa, es
importante advertir que estos empréstitos estuvieron condenados desde el
comienzo mismo porque fueron usados en la compra de armas, lo que no mejoro
las exportaciones”.20
Es por ello, que en 1822, el entonces ministro de hacienda de San Martín. Unanue,
menciono en su informe anual al congreso que habría que estallar una crisis de confianza
porque es estado peruano no podía pagar los interés de su deuda externa. Con lo cual, se
evidencio en aquellas décadas, porque el Perú fue unos de los primeros países
latinoamericanos que cayera en moratoria en 1826. Ese mismo año, José María de
Pando, ministro de relaciones exteriores de Bolívar, tuvo que enfrentar la crisis
internacional resultante. Su correspondencia con José Gregorio Paredes y José Olmedo,
quienes estaban a cargo de los intereses peruanos en Londres, demuestran que, los
banqueros y los mercaderes británicos no tenían la confianza necesaria para prestar
dinero a los Estados Latinoamericanos. Esto se entiende el ¿por qué? En 1825, las
entidades financieras comenzaron a exigir condiciones a los Estados Latinoamericanos
para tener garantías mucho más rigurosas para los nuevos bonos, demandando tasas de
interés más altas y mayores comisiones. A ello, se agrega, que para finales de 1826, el
mercado financiero londinense también colapso. Y esto se evidencio en el estado
peruano, que no pudo amortizar ninguna deuda,
“el estado peruano no recaudo la suficiente cantidad de impuestos ni siquiera para
cubrir los interés, ni tampoco hubo el superávit necesario en la balanza comercial
peruana como para atenderlos, y aun menos para amortizar deuda alguna”.21
20 Aljovin de Lozada, Cristóbal. “Caudillos y constituciones: Perú 1821-1845”. Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 2000.
15
Con lo cual, el Estado no podía cumplir con el pago de su deuda externa---el estado dejo
de pagar mas de veinte años el pago del servicio de la deuda externa, esta deuda fue
reestructurada en 1849, siendo tasada en 1’ 816, 000 al 3% de interés---por lo tanto, el
Estado peruano en 1825, podía solicitar prestamos solo en el mercado financiero
domestico. El Consulado de Lima obtuvo un enorme poder político debido a que el
Estado no podía pedir préstamos en el mercado internacional, desde entonces el
Consulado se convirtió en la principal fuente de este tipo de recursos para el gobierno.
Prestaba a tasas de interés sumamente altas, controlando la aduana limeña para poder
asegurar la obtención de sus intereses y del prestamos adquirido por el Estado.
Si bien, la crisis económica tuvo cómo unos de sus factores los empréstitos obtenidos por
el Estado, a ello, debemos mencionar la deuda interna como un influyente factor para la
crisis, la duda interna se origino de dos formas. La primera estuvo relacionada con la
obtención arbitraria de préstamos para mantener al ejército. Muchas de estas deudas
fueron acreditadas con pagares firmados por los oficiales militares cuando expropiaban o
requisaban las haciendas o establecimientos comerciales. Muchos percibieron estas
deudas como el producto de expropiaciones, con lo cual, genero odio por las guerras. La
mayoría de ellos tuvo lugar en tiempos desesperados y las acreencias resultaban difíciles
de rastrear. Muchas de estas deudas fueron desconocidas porque los regímenes
cambiaban constante y violentamente, razón por la cual los gobiernos recién instalados
tendían a ver con escepticismo los fondos levantados por sus predecesores. Durante los
periodos de contienda civil, un pagare aceptable un mes podía ser rechazado al siguiente
mes.
La segunda fuente de la deuda interna fueron los préstamos otorgados por los
mercaderes, los terratenientes y el clero, frecuentemente bajo coacción. El Consulado de
Lima* y la Iglesia fueron las principales instituciones de recaudación. Ahora el Consulado
estaba acostumbrado a prestar dinero, más aun, que ciertas deudas frecuentemente
creaban redes de control político. La Iglesia también se vio conminada a prestar dinero,
jugando un papel importante durante las guerras de la independencia. Pedir dinero a la
Iglesia se volvió una práctica común. Pero a diferencia del Consulado, la Iglesia tuvo
mayor dificultad para recuperar sus valores, con lo cual, usualmente debió negociar
21 Aljovin de Lozada, Cristóbal. “Caudillos y constituciones: Perú 1821-1845”. Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 2000.
16
condiciones políticas con las nuevas administraciones. Por lo tanto, no es sorprendente
que tanto el Consulado como la Iglesia perdieran rápidamente su capital debido a la
frecuencia con que el Estado les solicitaba préstamos y donaciones.
“Empezaron otorgándolos en grandes cantidades en la década de 1810 y
terminaron contribuyendo con pequeños e insignificantes prestamos a finales de la
década de 1830 y durante la de 1840”.22
En 1825 Bolívar creo la Caja de Consolidación de Crédito Público para rastrear y pagar
deudas internas y externas. La Caja de Consolidación, tenía sus propios ingresos, pero el
déficit fiscal jamás permitió que funcionara tal como lo planteaba la ley que lo creo.
A ello, se puede mencionar que la Caja de Consolidación no reconoció las deudas
contraídas por la administración española. Bolívar no consideraba que el estado nacional
fuera el heredero legal de las obligaciones del régimen español, en esto difería de lo que
seria la practica establecida en el periodo republicano, en el cual cada revolución o golpe
de Estado reconocía las deudas y obligaciones de su predecesor. Sin embargo, la
pobreza pública no permitió transformar las promesas en pago.
Entonces, la independencia produjo inevitables cambios en la estructura social y
económica de Lima. Uno de los mas importantes en opinión de Flores Galindo fue la
“quiebra de la aristocracia mercantil que tenia su sede en Lima, con la cual quedaron
desarticulados una seria de circuitos económicos y financieros a todo lo largo del territorio
peruano”. (1984: 209).Al iniciarse la república, mientras el control económico paso a
manos de sectores comerciales y rentistas, en gran parte vinculados a intereses
extranjeros, el control, político recayó fundamentalmente en el sector militar, protagonista
principal de la convulsionada nueva república.
Las guerras de la independencia habían dejado como secuelas una gran destrucción
física y económica. Campos arruinados, minas improductivas, colapso de producción
obrajera, con lo cual, muestra las precarias bases económicas sobre las que se erigió el
estado independiente. Ya en 1822 se vio la necesidad de recurrir a un préstamo
extranjero para hacer frente a las necesidades del estado
22 Gootemberg, Paúl. Caudillos y comerciantes: la formación económica del estado peruano, 1820-1860. Cusco. Centros de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de las Casas, 1989.
17
La economía de Lima, reposaba básicamente sobre la actividad comercial y de servicios.
Muy poco después de proclamada la independencia se hace evidente, como ha
subrayado Alfonso Quiroz, “que el control económico de la capital estaba en manos de un
conglomerado de comerciantes, militares, abogados y hacendados—habría que
mencionar también a extranjeros—cuyo poderío social, se sustentaba en la alta
concentración d el capital comercial en la capital”.( Quiroz 1987:220).23
1.4. Formación de una sociedad inestable
La construcción de la república se constituyo, desde el primer momento de la
independencia, tanto en el Perú criollo y mestizo. Pero, la idea de una república, dejo una
impronta e insuficiente entre sectores representativos del mundo indígena. Ahora dentro
de esta concepción de republicanismo dentro de una sociedad basado en una estructura
social marcada por una jerarquización de la sociedad, como comprender estos valores al
explorar la connotaciones culturales y simbólicas de una ideología que por su apelación
a valores tales como la libertad, la dignidad, la ciudadanía, el trabajo, la educación, el
bien común, la soberanía y la autonomía, logro capturar la imaginación de muchos dentro
de la sociedad peruana. Dentro del contexto, en un discurso de corte nacionalista que
emerge en el país como una fuerza dinámica durante la etapa revolucionaria. La nación
peruana, fue definida por un grupo de intelectuales peruanos a través de la prensa escrita.
Durante los años de la independencia, la república resulto siendo más una creación
literaria que un sistema político sólido y eficiente. La guerra interna y la crisis económica
que vivió el país no permitió la cristalización de las ideas republicanas. Los términos
patria-república-nación y estado serán usados dentro de una sociedad, cuya generación
basa su proyecto en una ideología republicana. Con lo cual, la elite criolla tiene la
necesidad de construir un nuevo orden político para el Perú pots-independencia. La
construcción de un nuevo régimen de autenticidad, uno capaz de hacer frente al proceso
23 Quiroz, Alfonso. La deuda defraudada: consolidación 1850 y dominio económico en el Perú. Instituto nacional de cultura; 1987, 220 paginas.
18
de disolución de la masa social provocado por la independencia, fue la meta fundamental
de la intelectualidad nacionalista liderada por Sánchez Carrión.
Desde sus inicio de la cristalización del concepto patria- república -nación estuvo
íntimamente ligada con “la forja de la ciudadanía”.24El ciudadano era la pieza fundamental
para la puesta en funcionamiento de la república peruana, pero el ciudadano instruido.
Sin ciudadanos no podía existir la patria. El modelo de una sociedad moderna, de corte
liberal, la libertad guarda relación con el tiempo disponible para la búsqueda y satisfacción
de los intereses privados. La liberación del ejercicio político, el cual se delega del sistema
representativo, da tiempo a los ciudadanos de las sociedades modernas para disponer de
su propia libertad.
Pero cual era el perfil de estos ciudadanos, que peruanos llenaban los requisitos para
formar parte de la república. En 1812 el periódico “El Satélite Peruano” describió a los
ciudadanos como a los hombres que vivían dentro del orden, aquellos que cumplían con
sus obligaciones y deberes. En 1822, la virtud era señalada como el elemento
fundamental en “la forja de la ciudadanía”. En el espacio ciudadano no contaban los
títulos ni la herencia familiar, tan solo “el merito y la virtud”, en tal, estos conceptos habían
logrado suplantar “al rango y a la nobleza”. Con ello, “la educación y la ciudadanía” iban
de la mano.
Ahora, donde queda la población indígena dentro de este proceso de consolidación de
una república “criolla”. La historiografía peruana ha destacado críticamente la
participación de las elites criollas, en el proceso de la independencia y de iniciación de la
república.
“Heraclio Bonilla planteo que la independencia en el Perú fue concedida, por el
ejercito libertados del general San Martín, debido a la ausencia de una clase
dirigente local capaz de conducir dicho proceso. Cecilia Méndez, por su parte
sostiene que el discurso de la elite criolla, en la primera mitad del siglo XIX,
24 Sánchez Carrión advertía que un punto crucial en la organización de la república era el ejercicio de la ciudadanía. “este derecho, observaba, significaba emanciparse y pasar a influir activamente en los inefables destinos de la patria. En las repúblicas, no hay ápices indiferentes, con consideraciones a esta materia: hasta el mas ligero descuido, para que el transcurso de los años llegue a mirarse el edificio, y destruirse con sorpresa de sus mismos dueños”. “carta remitida sobre la forma de gobierno conveniente al Perú”. En Ferrero, op.cita. pag. 99.
19
excluyo a la población indígena, al mismo tiempo de rescatar y arqueolizar su
pasado histórico Inca”.25
Con lo cual, se puede entender, la concepción de los criollos sobre la población indígena
dentro de un proyecto concebido como aristocrático…
En 1965 Pablo Macera planteo el problema de la recuperación del indio en el
discurso criollo y español de fines del siglo XVIII. Concluye en que los miembros
de la sociedad de amantes del país a pesar de sus ideales reformistas
mantuvieron un disimulado segregacionismo frente al indio, a quienes se recupero
con ciertos prejuicios, y desde la posición obtenida tras la conquista. Esta forma
de aproximación al indio-de parte del segmento blanco de la población- tendrá por
objeto la afirmación de un nacionalismo criollo y no peruano”.26
En un amplio escrito de 1976, Unanue, permite obtener una imagen más compleja y
matizada acerca del discurso criollo sobre lo indígena. Esto se debe al debate surgido
frente a los planteamientos europeos que de manera pre juiciosa afirmaban la supuesta
superioridad de lo europeo sobre lo americano. Este hecho motivo a un amplio análisis de
la sociedad. Unanue, sostiene sobre la conformación del país y como esta dividida…
“De tres naciones primarias, que son la de españoles, indios y negros, y
derivándose de ellas otras secundarias, que se asemejan, según al mayor
inmediación que entre si tienen, se acercan también a imitar sus usos y
costumbres”.27
Con lo cual, en esta sencilla definición, el Perú es concebido como un espacio geográfico
en el que coexisten tres grupos sociales, cuyos espacios están claramente delimitados
por su origen social y cultural. Pero dentro de esta concepción de la capacidad, basado
sobre el factor de la geografía como instrumento de diferencias entres estas tres
naciones, en donde influyen sobre los rasgos físicos y el comportamiento psicológicos.
Definiendo con ello las actitudes de los miembros de las respectivos grupos sociales. En
tal caso, las diferencias y limitaciones por parte de la población indígena son superadas,
si es ayudado por la educación y el ejemplo.
25 Jorge, Bracamonte. En: “crisis colonial” imágenes del Perú, lima; SUR/DM, 1996.
26 Jorge, Bracamonte. En: “crisis colonial” imágenes del Perú, lima; SUR/DM, 1996.
27 Jorge, Bracamonte. En: “crisis colonial” imágenes del Perú, lima; SUR/DM, 1996
20
“De este modo, las capacidades racionales de las diversas poblaciones serian las
mismas a pesar de los efectos del clima, y cualquier diferencia existente podría
ser salvada dependiendo de la predisposición de estas poblaciones hacia las
luces que esparcirían los hombres ilustrados a través de la educación y el
ejemplo”.28
1.4.1. Cuestionamiento a la versión tradicional de nacionalismo criollo e indígena
en la independencia
Tanto la versión criolla como la indígena de nacionalismo, fueron cuestionadas por una
escuela de historiadores marxistas, encabezados por Bonilla y Spalding, y que surgió en
la década 1970. Bonilla y Spalding sostiene que el nacionalismo no existía en el Perú en
1820, ya que los criollos no estaban convencidos de la necesidad de la independencia
pues sus intereses económicos y financieros estaban íntimamente ligados al antiguo
régimen. Aun mas, temían la experiencia de la rebelión de Túpac Amaru, que movilizar la
masa indígena en nombre de la independencia podría traer una conmoción social más
grande que amenazara sus intereses vitales. En tal caso Bonilla y Spalding argumentaban
que la población india no se había recuperado todavía suficiente de la derrota y represión
posterior a dicha rebelión., ni tampoco estaba libre de las tradicionales rivalidades étnicas
y diferencias culturales para unirse eficazmente en torno a la independencia. Por ultimo
sostenían que los indios no tenían razón alguna para hacer una causa común con la
clase criolla, a la cual veían como opresores junto con los peninsulares. Desde la década
de 1870, se aceptó los avances de los historiadores marxista en torno a la
independencia. Con lo cual, al mismo tiempo se desplazó a Lima del estudio del colapso
del viejo régimen. Por lo tanto, describieron un movimiento mucho mas complejos,
fragmentado y regional, en la cual la rebelión de Túpac Amaru, jugo un papel mucho mas
decisivo, puesto que expresaba una visión multiétnica, transclasista y proto-nacionalista.
Con lo cual, fue adquiriendo, una gran resonancia, en las diversas rebeliones
provinciales que condujeron a la independencia. La participación popular en el
movimiento de la independencia, se dio a veces en nombre de los patriotas, en otras
veces en respaldo de los realistas. Con lo cual, se puede sostener que adquirió las
características de una “guerra civil”, una disputa que involucraba una amplia gama de
estratos sociales y grupos étnicos a nivel local. La forma que las clases subalternas
28 Jorge, Bracamonte. En: “crisis colonial” imágenes del Perú, lima; SUR/DM, 1996
21
reaccionaban a la guerra de la independencia, dependían de la correlación específica
de las fuerzas en una localidad particular. Pero teniendo en cuenta en general el grueso
del campesinado se mostró o permaneció como un espectador pasivo en la lucha de la
independencia, porque dentro de la concepción indígena, el resultado de la guerra, en
manos de la elite criolla, no produciría ni un cambio fundamental en su condición de
subordinado colonial. La mayoría de los historiadores han encontrado los orígenes
profundos de la independencia en le intento efectuado por la España de carlos III de
recuperar un estrecho control sobre las colonias en la segunda mitad del siglo XVIII. Con
lo cual, iniciaron las protestas de una amplia gama de grupos sociales y étnicos
coloniales. En tal caso el golpe severo a la autonomía, especialmente a la elite criolla tuvo
lugar cuando José de Gálvez, el ministro de Indias (1776-1787) comenzó a remplazar a
los funcionarios criollos por españoles. Para 1803 solamente un limeño, José Baquíjano
y Carillo, y otro criollo más, eran miembros de la Audiencia, mientras que en las década
de 1740 y 1770 los criollos de Lima habían conformado la mayoría. La política anti-criolla
hizo que los criollos reclamaran constantemente al rey a nombrar a criollos para, por los
menos, a una tercera parte o la mitad de los cargos gubernamentales.
Por su parte, Klarén sostiene que pese a os obstáculos que le impuso la corona
española, la elite criolla gozaban de privilegios tanto político como económico
“A pesar de que los criollos peruanos se irritaban con estos esfuerzos por
excluirlos de los cargos y con la existencia de otras reformas diseñadas para
extraer mayores rentas con impuestos mas elevados, muchos de ellos estaban
bien integrados a la economía mercantilista colonial. Formaban parte de una elite
colonial que comprendía a los hacendados de la costa norte, los comerciantes y
navieros de Lima, y los mineros de plata de Cerro de Pasco y Potosí. En el
centro de esta elite se hallaban los comerciantes acreedores de Lima, que
ocupaban una posición de mando en la economía virreinal en virtud a su
ubicación crucial en la encrucijada de poder comercial, financiero y político. Los
comerciantes acreedores dominaban, a su vez, el tribunal del consulado, una
poderosa corporación mercantil que mantenía estrechas conexiones con el
aparato político y las instituciones del real gobierno e incluso la Audiencia. A pesar
de los agravios del sistema existente, los intereses fundamentales de esta elite
colonial estaban en la conservación del gobierno real”.29
29 Peter, F. Klarén. “Nación y sociedad en la historia del Perú”, Lima; IEP. 2004. Estudios históricos.
22
Otra razón, por la cual, Lima siguió siendo un bastión del poder real hasta la
independencia de 1824 se encuentra en la actitud de la elite hacia las clases subalternas.
Aunque la elite limeña podía no estar dispuesta a poner en peligro sus intereses
económicos y laborales fundamentales abrazando la causa de la independencia, también
temía que los controles sociales de la colonia sobre la clase populares se desarticulasen
con un conflicto de esa naturaleza. Por tal razón, se puede comprender por que Lima
siguió siendo un centro de la reacción y del dominio real durante el primer cuarto del siglo
XIX, a lo contrario de lo que pasaba en el sur, que era totalmente diferente. La rebelión
de Túpac Amaru, que comenzó como una reacción en contra del absolutismo Borbón,
sumergió a los Andes en un violento, aunque breve, levantamiento anticolonial. Si bien,
el alzamiento revelo unos profundos sentimientos proto-nacionalistas entre ambos
sectores de la población serrana, también demostró la fuerte antipatía regional al dominio
político limeño del virreinato. El resentimiento por el ejercicio del dominio real en los
asuntos locales por parte de los funcionarios limeños era profundamente sentido en los
círculos de las elites provincianas.
Fue en este contexto de descontento administrativo, estancamiento económico y de una
continua atracción por le nacionalismo cultural y el utopismo andino que se descubrió, en
1805, un conspiración contra el régimen realista en Cusco. Los protagonistas fueron los
criollos, el mineralogista Gabriel Aguilar y el funcionario de la Audiencia Juan Manuel
Ubalde, ambos representantes de la clase media provinciana, que planearon tomar el
control del Cusco, declarar rey a un inca y expulsar a los españoles.
Por tal razón, se puede hablar de un nacionalismo o simplemente de intereses personales
o de clase dentro de la creación de una nación peruana. Esto se agrega, que la ciudad de
Lima fue siempre conservadora hacia una independencia de la corona española.
“La cuidad de lima fue, a lo largo de la colonia, el control administrativo y político
del virreinato del Perú. Sede de los mejores burocráticos y de la poderosa
aristocracia mercantil colonial, Lima termino siendo el último baluarte de las
posiciones realistas. La capital del virreinato no enfrento ningún intento por
subvertir el orden colonial, a diferencia de las numerosas rebeliones y
conspiraciones que en la segunda mitad del siglo XVIII y a comienzos del XIX
hicieron estremecer otras regiones del Perú, sobre todo en el sur andino”.30
30 Aguirre, Carlos. “agentes de su propia libertad: los esclavos de Lima y la desintegración de la esclavitud 1821-1854. Lima; Pontificia Universidad Católica del Perú, 1993.
23
Pero la independencia produjo inevitables cambios en la estructura social de Lima. Uno
de los mas importantes en opinión de flores Galindo fue la “quiebra de la aristocracia
mercantil que tenia su sede en Lima, con la cual quedaron desarticulados una seria de
circuitos económicos y financieros a todo lo largo del territorio peruano”. (1984: 209). Al
iniciarse la república, mientras el control económico paso a manos de sectores
comerciales y rentistas, en gran parte vinculados a intereses extranjeros, el control,
político recayó fundamentalmente en el sector militar, protagonista principal de la
convulsionada nueva república.
Las guerras de la independencia habían dejado como secuelas una gran destrucción
tanto social y económica. Con lo cual se evidencia en los sectores económicos
arruinados: campos arruinados, minas improductivas, colapso de producción obrajera.
Por lo tanto, muestra las precarias bases económicas sobre las que se erigió el estado
independiente.
24
Capitulo II. Crisis e inestabilidad política
2.1 caudillismo, buscando la legalidad
Luego de la partida de Bolívar, el general Andrés de Santa Cruz acepto pacíficamente el
golpe de estado nacionalista de 1827 como un fait accompli.31 Este acontecimiento
inauguro una nueva era en la historia peruana: la era de los caudillos nacionales. “Pero
los caudillos no nacieron con este golpe sino con las guerras de la independencia, que
habían transformado drásticamente el panorama social y político”.32 Dichas guerras
crearon las condiciones para que surgiera el caudillismo como un sistema político, que
usualmente definido como la voluntad del líder, quien accede al poder usando la fuerza.
Esta nueva figura política basada en el personalismo, con lo cual, es posible retroceder en
el tiempo y encontrar estas mismas características en personajes como Túpac Amaru.
Bajo este enfoque, los caudillos surgieron mayormente en las guerras de emancipación.
Por lo tanto, era un nuevo fenómeno político, producido por una sociedad militarizada en
la cual la violencia era una parte esencial de la práctica política del país.
Los historiadores de los siglos XIX y XX han visto este periodo como una etapa de
liberación tanto de Bolívar y Santa Cruz. En relación a este fuerte sentimiento nacional.
Por su parte Basadre sostiene que Gamarra y Santa Cruz tuvieron dos enfoques distintos
del país, el primero bajo una perspectiva nacionalista-proteccionista y la segunda bajo un
sistema librecambista. El siguiente cuadro muestra esta tendencia hacia los golpes de
estado, con el objetivo de implantar un sistema político y económico que protejan sus
intereses personales.
31 El primer caudillo strictu sensu fue José de la Riva-agüero y Sánchez Boquete, también el primer presidente.
32 ALJOVÍN, Cristóbal. (2000) caudillos y constituciones: Perú 1821-1845. Pontificia Universidad Católica del Perú
Publicación del Instituto Riva-agüero №185
25
Revoluciones y golpes de estado exitosos
Año administración golpista nueva administración
1823 La Mar Riva-Agüero Riva-Agüero
Alvarado y Santa Cruz
Salazar y Baquíjano
1829 Santa Cruz Vidaurre y Santa Cruz
Mariátegui
1829 La Mar Gamarra Gamarra
Gutiérrez de la
Fuente y
Santa cruz
1834 Orbegoso Bermúdez y Bermúdez
Gamarra
1835 Orbegoso Salaverry Salaverry
Fuente: Cristóbal Aljovin
Ahora, a diferencia de lo que sucediera en el siglo XX, el poder político en el Perú de
aquel entonces se hallaba bastante descentralizado, no teniendo Lima el fuerte control de
las provincias que habría de tener mas adelante. Esto implicaba cierta autonomía política
para las elites provinciales, así, como a los prefectos departamentales, lo que creo
espacios para la oposición. Esta descentralización se debió en parte a una crisis de
legitimidad y a la necesidad de conformar ejércitos en los departamentos. Como
consecuencia de la naturaleza incierta de las fronteras nacionales, las elites provinciales
soñaban con una configuración política diferente…
26
John Fisher señala que los conflictos políticos se acentuaron por una
contraposición entre los intereses de Lima y los de las provincias, especialmente
las del sur, lo cual se daba desde antes de la independencia (y que explica
muchas de las rebeliones de los siglos XVIII y XIX).33
Por su parte, Paúl Gootemberg ha demostrado que hubo una división nacional
vinculada a la política comercial: las provincias del norte, las del centro y parte de
las del sur, incluyendo al Cuzco, favorecieron el proteccionismo. En este contraste,
Arequipa fue el paladín de la causa del libre comercio, en este contexto es posible
entender por que motivo la elite arequipeña apoyo a la confederación de Santa
Cruz, que favoreció una política comercial liberal y puso fin, momentáneamente, a
la dependencia arequipeña de Lima.34
El regionalismo caudillista fue el resultado de la ausencia de una figura nacional efectiva
que uniera al país. Ningún caudillo tuvo el monopolio de la violencia, sucediendo que las
revoluciones siempre comenzaban cuando una parte del ejército se levantaba en contra
de la otra facción militar. Por tanto en el periodo post- independencia estuvo definido por
el mandato de los caudillos. Ello fue inevitable debido a falta de una constitución nacional
y a la falta de consenso político luego de la expulsión de la administración española.
Ninguna institución era legítima después de la independencia porque esta era reconocida
solo en la persona del caudillo, cuyo poder se basaba en el control del ejército. Con lo
cual, hubo dos formas de construir la legitimidad política: mediante una fachada
constitucional y a través del poder absoluto del caudillo. Pero un factor importante, fue el
sistema de patronazgo, basado en las múltiples negociaciones dentro de elites
La línea divisoria en la política seguía un eje norte – sur. Los conservadores estaban
concentrados en Lima y en la costa norte, donde izaron una bandera proteccionista –
33 John Fisher, imperio, virreinato y provincias: la lucha por el poder en el Perú 1776-1824. En: ALJOVÍN, Cristóbal. (2000)
caudillos y constituciones: Perú 1821-1845. Pontificia Universidad Católica del Perú Publicación del Instituto Riva-agüero
№185
34 GOOTENBERG, Paul. (1997); caudillos y comerciantes: la formación económica del estado peruano (1820-1860).Centro de
estudios regionales andinos “bartolones de las casas” Cuzco
27
estatista y buscaron conservar los intereses corporativos, revivir los monopolios coloniales
y establecer controles sociales estrictos sobre la gente común.
Los conservadores quedaron particularmente irritados con el plan liberal de Bolívar de
abrir el país a los comerciantes extranjeros y recurrieron constantemente a una retorica
patriótica-nacionalista que criticaba el papel de los extranjeros o de las ideas extranjeras
en los asuntos peruanos, en tanto que supuestamente defendían la soberanía de la nueva
nación. Su caudillo mas importante fue el general cuzqueño Agustín Gamarra-- quien
logro ocupar la presidencia dos veces 1829-1833 y 1839-1841--, el éxito de los
conservadores en ganar y conservar el poder en buena parte de este periodo se debió a
su base estratégica en y alrededor de la capital centro de la administración y las finanzas
nacionales.
La oposición más importante a los conservadores provino del bastión liberal en los Andes
del sur, con su centro Arequipa. A estos liberales se unió un pequeño grupo de
intelectuales cosmopolitas y burócratas de la capital que adoptaron un sistema de libre
comercio, pero no contaban con una base política tangible. Juntos buscaron desmantelar
el estado proteccionista, corporativista y centralista que giraba en torno a Lima y abrir al
país a un creciente comercio extranjero.
2.2. Proteccionismo, iniciación de la crisis económica
Desde su independencia la “república” peruana avanzó a trompicones en medio de
décadas de incesantes luchas caudillistas y perplejizantes desintegraciones políticas y
regionales. Las bases económicas coloniales colapsaron a medida que las haciendas,
minas, obrajes y pueblos comerciales caían en el abandono y la inoperancia. Plagado por
incesantes e incontables golpes de estado o guerras regionales menores de los caudillos,
la anarquía peruana basto, para que todas las visiones iníciales de la nacionalidad se
hicieran borrosas. Junto con sus escaramuzas caudillistas, el Perú post-independiente
había librado una amarga batalla entre el proteccionismo y el libre comercio que duro tres
décadas, al mismo tiempo que el país luchaba por definirse a si mismo en el emergente
ordenamiento global. Entonces, el Perú conservador no fue un país nacido como liberal.
28
Sus primeros gobiernos y sus tempranos deseos de progreso estuvieron marcados por
unas ideologías, intereses, movimientos y políticas económico-nacionalistas
Por tal razón, el proceso de formación económica del Perú, desde la independencia hasta
el inicio del apogeo del guano. Se basa sobre la premisa, que tras la separación del
imperio español el Perú no cayó bajo el dominio inglés, frustrándose las esperanzas
inglesas de soberanía económica y política.
Tomando los planteamientos de D.C.M. Platt acerca de las relaciones de libre
cambio entre Gran Bretaña y América latina, sostuvo que nuestro país cayó más
bien en el aislamiento comercial y financiero. El caos y la inestabilidad en que la
nueva república se sumergió en sus primeras décadas de vida, funcionó como una
coraza frente a las pretensiones del imperialismo, cuyos tentáculos no hallaron
como asir una materia tan escurridiza e imprevisible.35
El proteccionismo de las elites fue un rezago de la mentalidad corporativista colonial y
en parte un nuevo acto defensivo después de 1821, con los ropajes del nacionalismo.
Todos los sectores de la clase alta peruanas participaron en este movimiento:
Consulado de Lima, los hacendados azucareros, comerciantes, obrajeros de
provincias, así, como oficiales, diplomáticos y políticos nacionalistas. Sin embargo
su centro de gravedad seguirá siendo la tradicional Lima virreinal. Entre sus
prácticas rudimentarias, encontramos aranceles elevados, la prohibición de las
importaciones, la exclusión de los comerciantes extranjeros, los tratados
comerciales discriminatorios y los monopolios y privilegios nacionales.36
Justificaban este accionar político, bajo la necesidad de promover una clase capitalista
nacional, para un estado en plena formación, una independencia económica
complementaria, la integración de sectores económicos alejados entre si, la corrección de
35 GOOTENBERG, Paul. (1997); caudillos y comerciantes: la formación económica del estado peruano (1820-1860).Centro de
estudios regionales andinos “bartolones de las casas” Cuzco
36 ALJOVÍN, Cristóbal. (2000) caudillos y constituciones: Perú 1821-1845. Pontificia Universidad Católica del Perú
Publicación del Instituto Riva-agüero №185
29
desequilibrios presupuestales y comerciales, la preservación de empleos y técnicas, y las
nociones, consagradas por le tiempo de armonía social. También estaba el ejemplo
histórico establecido por el surgimiento mercantilista de Gran Bretaña y Francia como
grandes naciones comerciales e industriales, eso es, antes de comenzaran a predicarle
el, libre comercio al Perú.
El entusiasmo nacionalista peruano no fue espacialmente coherente en los
postulados de la emergente teoría clásica. Surgió como todo un movimiento
defensivo en contra de la novedosa competencia del comercio atlántico norte en la
región, como los primeros atisbos de la teoría comercial liberal.37
El pensamiento económico proteccionista se difundió incluso en los andes. Pero la ciudad
política Lima, seguía teniendo los mayores privilegios. Pero las novedosas teorías del
comercio libre, enunciadas por unos cuantos liberales peruanos, eran descartadas por los
voceros nacionalistas por ser inadecuadas, imitativas, ruinosas, interesadas, hipócritas e
imprudente para el país.
Estas negaciones nacionalistas no llegaban en realidad en conformar una receta práctica
para el desarrollo, aunque muchas veces revelaban unas astutas críticas del crecimiento
comercial y un inequívoco sentido del interés nacional. Las elites peruanas no estaban
solas, pues mezcla similares de pasiones e intereses nacionalistas inundaron los
tempranos debates económicos. Lo que en vedad se temía por parte de las elites
comerciales, temían el desplazamiento por los comerciantes extranjeros.
Los hechos es mas elocuentes que las palabras, por lo cual, hasta cierto punto, el
entusiasmo por todo gran plan caducaba a medida que los estadistas lidiaban con los
traumas cotidianos de cumplir con presupuesto imaginarios y pagar por guerras reales.
Por lo tanto, a lo largo de todo este periodo, los pocos centenares de comerciantes
nacionales mas importantes que habían sobrevivido, resistieron abiertamente la apertura
hacia un comercio mas libre y la atracción material de las aproximaciones de las casa
comerciales extranjeras.
Ahora, la oportuna ayuda fiscal y administrativa que el organizado consulado daba al
efímero estado limeño, permitió a funcionarios y militares desviar las incesantes
presiones librecambistas provenientes del extranjero con la red de restricciones
comerciales y las leyes de navegación peruanas.37 Gootemberg, Paul. (1998) imaginar el desarrollo. Las ideas económicas en el Perú poscolonial. IEP EDICIONES. Horacio Urteaga 694
30
Ahora, los comerciantes y hacendados andinos con el fin de desarrollar y proteger el
comercio, buscaban preservar rutas internas regionales consagradas por el tiempo, o bien
proteger sus obrajes., la dispersa manufactura serrana de estilo colonial de lana y
algodón. En las pujas políticas de la década de 1820., los provincianos resultaron ser
notablemente capaces para detener la inundación de telas industriales procedentes de
Gran Bretaña y los Estados Unidos, elaborando a veces complejos argumentos en
defensa de la causa de las fábricas. Los voceros envolvían su preocupación con el
ardiente deseo peruano de una industria nacional, aunque los ineficientes y primitivos
obrajes eran una especie en vías de extinción, en contraste de la era del guano, en donde
fueron cualquier cosa menos simpatizantes de la industria nacional. A esto, se entiende
como jefes militares calibro las presiones de comerciantes y artesanos, en donde se
oponían notablemente contra los extranjeros, paralizando incluso sus iniciativas y
negocios
Incluso los mineros de plata de cerro de Pasco, el único grupo exportador de ese
entonces en vías de recuperación, rechazo las ofertas hechas para abrir la minería
al capital y la técnica extranjera (temiendo la perdida de sus propiedades),
uniéndose mas bien a los influyentes comerciantes limeños en los proyectos
mineros que el estado auspiciaba.38
2.3 influencia extranjera en la economía, ¿libre comercio?
Una de las consecuencias inmediatas del surgimiento del Perú como república
independiente en 1821, fue la apertura de sus puertos a todas las potencias
marítimas extranjeras. Concluyo así tres siglos de un monopolio casi absoluto
ejercido por la corona española sobre el comercio peruano.39
Dentro de esta argumentación de Bonilla, se puede afirmar ¿que en las primeras décadas
de la república, el país fue netamente proteccionista? O hubo cierta influencia tanto
comercial como financiera de capitales extranjeros en las primeras décadas. Ahora,
Bonilla, sostiene que las repercusiones económicas de esta libertad de comercio fueron
enormes. La liquidación del monopolio español abrió las posibilidades de acceso a un
38 Gootemberg, Paul. (1998) imaginar el desarrollo. Las ideas económicas en el Perú poscolonial. IEP EDICIONES. Horacio Urteaga
694.
39 BONILLA, Heraclio. (1980); un siglo a la deriva: ensayos sobre el Perú, Bolivia y la guerra. IEP EDICIONES. Horacio Urteaga 694.
31
basto mercado a los comerciantes extranjeros, y de manera predominante a los
británicos…
Pese a una reglamentación de tipo proteccionista—ley de prohibiciones—vigente
en 1828, la introducción masiva de las mercancías inglesas, fundamentalmente
textiles de algodón y lana, en los mercados regionales, aniquilo definitivamente los
vestigios de la economía colonial, ya duramente lesionada en la sierra por el
desplazamiento del tráfico marítimo hacia Buenos Aires. El comercio de artículos
de lujo con Francia, de otro, lado, sirvió para el consumo ostentoso e improductivo
de los grupos económicamente poderosos.40
La debilidad económica del naciente Perú republicano no hizo posible restablecer este
desequilibrio comercial. Esto, sin embargo, cambia desde mediados del siglo XIX las
fluctuaciones del crecimiento económico del Perú dependerán estrechamente de la
explotación comercial de unos cuantos productos. Es desde el ángulo de las
transacciones comerciales como se puede comprender la inserción de la economía
peruana en el mercado internacional, sino también las principales fuerzas que impulsaron
su crecimiento.
Lo que se trata de mostrar es la tendencia hacia un sistema mas libre. Por tal razón este
enfoque debe ser tomado con cierta precaución, ya que el volumen del comercio exterior
consignado en este enfoque debe ser tomado con cierta cautela, pues como es evidente
el contrabando en este periodo fue extremadamente fuerte. Las observaciones del grafico
permiten deducir una primera referencia a las fases del movimiento del comercio exterior
del Perú.
Exportaciones del Perú a Francia y gran Bretaña
(Precios constantes en libras esterlinas)
1827 114,263
1828 98,384
40 BONILLA, Heraclio. (1980); un siglo a la deriva: ensayos sobre el Perú, Bolivia y la guerra. IEP EDICIONES. Horacio Urteaga 694.
32
1829 101,174
1830 112,332
1831 65,729
1832 74,943
1833 50,943
1834 134,656
1835 155,470
Fuente: Heraclio Bonilla
En tal caso, desde la independencia a 1833, hubo un cierto receso del comercio peruano
en estas primeras décadas, con lo cual, fue un rasgo común a todas las economías
latinoamericanas de ese tiempo. Por lo tanto, las consecuencias inmediatas de los
desordenes provocados por las guerras de la independencia. En tal sentido, esta situación
derivo a un desmantelamiento de las principales fuerzas productivas, esto se debió
básicamente a las acciones combinadas de hechos como las guerras independencia y
los conflictos subsiguientes entre los caudillos que emergieron de esta guerras, el
reclutamiento forzado de la mano de obra esclava que laboraba en los grandes dominios
agrícolas del litoral costeño, la desorganización de la fuerza de trabajo en las minas del
interior. Pero, el receso comercial, receso económico, no nacieron solamente en los
campos de batalla. Lo que se trata de enfocar es que existió una clara separación entre
los intereses económicos y políticos en estas primeras décadas.
Ahora la imagen de un Perú especializado en la producción y en la exportación de los
metales preciosos no corresponde ya mas, desde fines de la época colonial, sin embrago
fue esta imagen que movilizo a los capitalistas extranjeros hacia una aventura a buscar
las mejores colocaciones para sus capitales.
La actividad agrícola, al igual que la minería presenta una tendencia hacia la baja en esas
primeras décadas. En todo caso, su reconversión de una producción orientada al exterior
hacia una producción para el consumo interno introdujo diversas modificaciones en el
sistema de producción y de propiedad de la tierra.
33
Por lo tanto, hasta la recuperación final de estas dos actividades, minería y agrícola, la
exportación peruana va a reposa enteramente en la venta de cortezas de quinina,
materias colorantes, cueros, pieles y lana. El siguiente cuadro muestra la evolución de la
exportación y caída de los productos dominantes en estas primeras décadas.
Volumen de las exportaciones del Perú
(Precios constantes en libras esterlinas)
Cortezas cueros y pieles lana
1821* 5,224
1822 645 610
1823 985 2,854 756
1824 14,121 4,296 1,200
1825 25,744 3,184 5,377
1826 6,291 6,857 9,777
1827 71,909 4,137 9,497
1828 52,188 11,894 15,127
1829 62,497 16,341 11,717
1830 81,705 20,315 1,350
1831 51,327 5,849 14,466
1832 43,433 16,274 933
1833 19,957 8,089 570
Fuente: Heraclio Bonilla. * De 1821 a1826 las cifras corresponden a las exportaciones hacia Gran Bretaña
En tal caso, el cuadro muestra las áreas económicas mas dinámicas en estas primeas
décadas, lo cual, evidencia un aspecto significativo sobre la exportación de lana de ovejas
y de alpaca. Ellas son exportadas, abrumadoramente, desde el puerto de Islay, en el sur
del Perú, y son producidas en los alrededores de Lampa, Puno y Cuzco. Un porcentaje
34
menor es exportado por el puerto del Callao, constituido por la producción del interior
entre Lima y Cerro de Pasco. El cuadro también muestra otro aspecto significativo sobre
la decadencia de la exportación de lana.
En el siguiente cuadro muestra como otros productos comienzan a emerger, como el
salitre generando un impulso a la economía, así, como la ligera recuperación de la
exportación de lana
Exportaciones peruanas en libras esterlinas
Salitre lanas corteza cobre algodón cueros y pieles
1833 16,630 570 19,857 672 8,089
1834 36,481 6,718 62,908 1,140 101 16,549
1835 57,895 35,436 28,290 3,515 4,975 12,865
Fuente: Heraclio Bonilla
2.4. Interpretaciones de la crisis económica a inicios de la república
Si bien es un hecho real que la sociedad peruana se empobreció notablemente. Ahora,
dentro de las explicaciones que se dan para entender la falta de políticas adecuadas para
establecer orden y seguridad que la agricultura, la minería y el comercio reclaman para su
desarrollo, que faltaron a partir de 1820. El desgobierno, en medio de décadas de
incesantes luchas caudillistas y desintegraciones políticas y regionales. Condujo a que las
bases económicas colapsaran a medida que las haciendas, minas, obrajes y pueblos
comerciales caían en el abandono y la inoperancia. Eso permitió que la economía se
gobernase sola. Por lo tanto, disminuido el poder de control del estado, las sociedades
regionales ganaron autonomía, lo que significó que las regiones se aislaran. En
consecuencia, el impacto que provocó en la sociedad fue enorme. Ello se debe, a que la
inestabilidad política, originó que el comercio interior se debilitara enormemente dejando
un conjunto de regiones inconexas
35
A ello, se agrega que, junto con las luchas caudillistas, el Perú post-independiente había
librado una amarga batalla entre el proteccionismo y el libre comercio que duro tres
décadas, al mismo tiempo que el país luchaba por definirse a si mismo en el emergente
ordenamiento global. Sus primeros gobiernos y sus tempranos deseos de progreso
estuvieron marcados por una conducta autónoma e incluso de tenor nacionalista. Las
elites del país no solo fueron esas burguesías aliadas e intermediarias entre capitalismo
foráneo y el feudal interior, sino que alcanzaron a desarrollar proyectos económicos y
políticos propios. Su futuro económico parecía prometedor, pero solo podría ser realizado
a través de la emergencia de sectores capaces de generar y reinvertir un excedente
económico. Esta transformación podría haber tenido lugar lentamente en un Perú; pero la
rapidez del cambio económico en el siglo XIX no dio lugar para tal evolución. Esto se
refleja cuando sobrevinieron fases de aislamiento de la economía peruana respecto de las
grandes corrientes del comercio mundial, el resultado no fue un desarrollo autónomo y
auto-centrado, sino sencillamente el empobrecimiento, o cuando mejor, el estancamiento
económico de la sociedad
Ahora, si bien dentro de la historiografía, sobre las explicaciones a la crisis económica
post-independencia en el Perú. Se han dado numerosas explicaciones para justificar sus
argumentos con respecto a este tema. Partiendo de la premisa, que una colonia se
independiza de su metrópoli, no por ser pobre, sino por tener los recursos necesarios
para su desarrollo económico. Pero ¿como la liberación de un país de un imperio colonial
pudo traer resultados tan negativos? La ruptura del vínculo colonial debía ser positiva
para la ex-colonia, ya que los beneficios iban exclusivamente hacia sus arcas para su
propio desarrollo. Contreras (2002) sostiene…
Si eso ocurría debía ser por dos motivos: 1. Que las estrategias de desarrollo
económico elegidas por la antigua colonia, ya emancipada, fueran suficientes
malas como para que sus resultados se situasen por debajo del nivel alcanzado en
la era colonial; 2. Que el antiguo poder colonial fuera pronto sustituido por uno
neocolonial, que no diera lugar a la auténtica independencia del país, ni le
permitiera la puesta en marcha de políticas apropiadas para su desarrollo.41
41 CONTRERAS, Carlos. (2002); apogeo y crisis de la teoría de la dependencia en la historia económica sobre la república.
HISTORICA. Pontificia universidad católica del Perú. LIMA
36
Por lo tanto, dentro del estudio, sobre la crisis económica en el Perú, se tomaran ambas
opciones, con el fin, de poder determinar, las causas y posteriores consecuencias de las
políticas económicas tomadas por la clase política a inicios de la república.
Bonilla (1980) por su parte sostiene…
el estado entró en una desaforada apertura económica hacia el mercado mundial
en donde no teníamos las condiciones necesarias para competir, con lo cual,
estábamos a merced de los países capitalistas, en especial de la economía
británica, pasando de una dependencia “formal” española, hacia una “informal”
británica, donde se pasó de ser una “colonia” a una “neo-colonia”. Las condiciones
se daban gracias a que los bienes de consumo civilizado, no hubiese en el país,
ello se daba a que los países capitalistas evitasen que, los medios para
producirlos, como el capital, la tecnología de producción masiva y homogénea, y al
mano de obra especializada—o por lo menos alguno de ellos--, no se hallasen
presentes dentro del país.42
Con lo cual, se puede afirma, que la independencia solo fue formal. No hubo, por lo tanto,
las condiciones necesarias para el desarrollo económico. Según lo que sostiene Bonilla.
Gootemberg (1989) por su parte sostiene,
“el país cayó en un aislamiento comercial y financiero. Esto se daba, por el caos y
la inestabilidad en que estaba el país. Con lo cual, se sumergió en sus primeras
décadas, en un proteccionismo económico, en donde se ponían altos impuestos a
las importaciones, o en algunos casos su prohibición absoluta”.43
El argumento de Gootemberg, muestra la coyuntura a inicios de la república, con lo cual,
da a conocer detalles de las condiciones adversas para un crecimiento económico. Pero
42 BONILLA, Heraclio. (1980); un siglo a la deriva: ensayos sobre el Perú, Bolivia y la guerra. IEP EDICIONES. Horacio Urteaga 694.
43 GOOTENBERG, Paul. (1997); caudillos y comerciantes: la formación económica del estado peruano (1820-1860).Centro de
estudios regionales andinos “bartolones de las casas” Cuzco
37
dentro de las condiciones planteadas, un hecho importante, es las posturas económicas
dentro de la naciente sociedad republicana, y como estas posturas eran justificadas, en
algunos casos, pretendiendo argumentar un naciente nacionalismo dentro de las elites
comerciales.
Con lo cual, se puede evidenciar que dentro de las regiones había tendencias
proteccionistas (Lima y la parte norte de la costa), y librecambistas (Arequipa y la parte
sur de la sierra). Entonces ¿se puede afirmar que dentro de las primeras décadas de la
república se manejaron paralelamente dos sistemas económicos? Ahora, si bien, hubo
una tendencia marcada hacia el proteccionismo, justificado por un nacionalismo hacia el
desarrollo económico, es evidente que no se puede afirmar que el per fue netamente
proteccionista, porque se manejaron dos tendencias paralelas.
Capitulo III. Una nueva forma de mirar una sociedad inestable
3.1. Comerciantes y artesanos,
El tempano nacionalismo peruana surgió en torno a las medidas políticas comerciales. El
libre comercio en contra del proteccionismo. Los comerciantes peruanos no apoyaban la
alternativa del liberalismo de la economía, porque temían la competencia del exterior.
Dentro de su postura, tenían la cierta convicción que el libre comer era una estrategia
foránea para controlar la economía del país. Según, dentro de su perspectiva, el libre
38
comercio era bueno para países desarrollados, pero, aquellos como el Perú necesitaban
proteger su economía para desarrollarla. Por lo tanto, se consideraba que las ciencias
económicas modernas tenían diferente implicaciones según la situación del cada país.
Por lo tanto, la tesis proteccionista predominaba en el debate político sobre la economía
del país.
En el caso especial de la política librecambista de Santa Cruz, esta se relacionaba
estrechamente con su política exterior de formar alianzas con Inglaterra, los
Estados Unidos y otros países mas desarrollados, para protegerse de la amenaza
chilena. La política comercial estaba en parte relacionada a consideraciones de
índole interna.44
Los comerciantes nacionales, bajo el discurso proteccionista influyo sobre el debate en
torno a si los comerciantes extranjeros podían competir por le mercado mayorista
peruano o no. Ahora, los comerciantes limeños representados por el Consulado de Lima,
se opusieron con fuerza a la apertura del mercado y organizaron una política en contra.
Por lo tanto, sostenían que abrir el mercado reduciría el valor de las mercaderías, ya que
se saturaría el mercado y los precios caerían por la ley de la oferta y la demanda, tal
como sucediera con los británicos durante las guerras napoleónicas.14 Para poder
sostener su teoría, con lo cual, socavar los cimientos del libre comercio era necesario
convencer a otros grupos de las ventajas del proteccionismo. Por tal motivo los
artesanos, hacendados azucareros y obrajes participaron en una alianza multiclasista a
favor del proteccionismo económico.
En consecuencia los obrajeros exigían que el estado protegiera sus negocios de la
importación de textiles y comparara sus productos. Por eso entonces, sus
ganancias eran mermadas por el bajo precio de las telas británicas y por disolución
del mercado de potosí. De hecho la mayoría de obrajeros había estado sufriendo
la crisis desde antes de la independencia, y no sobrevivieron a la década de 1830.
44 ALJOVÍN, Cristóbal. (2000) caudillos y constituciones: Perú 1821-1845. Pontificia Universidad Católica del Perú
Publicación del Instituto Riva-agüero №185
39
Por su parte los hacendados azucareros diferían en algo en su llamado al
gobierno, pero igualmente exigían un mercado protegido entre Perú y chile, e
insistían en mantener el viejo intercambio colonial del azúcar peruana por la harina
chilena”.45
Este movimiento nacionalista estaba relacionado estrechamente con la demanda de los
artesanos, los de Lima particularmente. Los artesanos creían que el comercio libre
abarataría sus bienes en los mercados peruanos, lo cual, hacia de ellos aliados
perfectos de los comerciantes. Y como ambos grupos constituían una gran parte de la
población urbana políticamente activa, fueron elementos clave en la definición del acceso
al poder en tiempo de elecciones e insurrecciones. El nacionalismo económico impulso
alianzas que atravesaban las fronteras de clase y perseguían políticas anti extranjeras.
“En este contexto no se trata de los españoles o generales extranjeros, sino de los
comerciantes del atlántico norte (británicos, alemanes, norteamericanos y en
menor grado francés). Solo unos cuantos defendieron el libre comercio,
intelectuales vinculados a Bolívar y sectores de las elites de algunas ciudades
sureñas”.46
Un caso peculiar es lo de Arequipa, el proteccionismo era percibido como una política
centralista que protegía a los comerciantes limeños, con lo cual, perjudicaba los intereses
arequipeños. Pero en contraparte hubo zonas dentro del Cuzco, que se favorecieron del
proteccionismo.
3.2. Indígenas y la reforma agraria
La legislación agraria hizo difícil que las comunidades sobrevivieran, por que los liberales
buscaban dividir las tierras entre los indios. En esa dirección iba el decreto de bolívar del
45 Este proteccionismo implicaba asimismo la oposición al libre comercio estadounidense ya que de allí venia harina mas
barata que la producida en chile. En: ALJOVÍN, Cristóbal. (2000) caudillos y constituciones: Perú 1821-1845. Pontificia
Universidad Católica del Perú Publicación del Instituto Riva-agüero №185
46 ALJOVÍN, Cristóbal. (2000) caudillos y constituciones: Perú 1821-1845. Pontificia Universidad Católica del Perú
Publicación del Instituto Riva-agüero №185
40
5 de julio de 1825, que ordenaba distribuir las tierras de comunidad de la siguiente
manera:
Los indios del común recibirían uno o dos topos, el curaca cinco. Además ningún
indio podía enajenar sus parcelas hasta antes de 1850. Con este decreto, Bolívar
creyó estar sentando las bases sociales para un estado republicano, con el
añadido de que, en un futuro, el mercado de tierras crecería, modernizándose la
agricultura al aumentar los volúmenes de tierra en el mercado. Pero el decreto
bolivariano fue difícil de implementar. En 1826 y 1827 se recibieron muchas
quejas. La reforma agraria fue extremadamente tediosa y difícil, y una serie de
conflictos tenían que ser resueltos. Sin embargo esta reforma se implemento en
algunas regiones, donde se vendieron tierras de origen comunal antes de lo
permitido, bajo el, pretexto de la pobreza de sus dueños.47
Nils Jacobsen sugiere que las políticas liberales no expropiaron las tierras, sino
que la distribución estuvo relacionada con una serie de factores, especialmente
por el poder. La ley de 1828, hace referencia que los indios podían beneficiarse
con las leyes liberales. Dicha ley hizo que indios y mestizos se convirtieran en
dueños de tierras estatales que usufructuaban, y que fue un compromiso entre la
visión que Bolívar tenia de la sociedad, y la de los pequeños y medianos
agricultores, entregándose títulos a un importante numero de indios y mestizos48.
En general, había una fuerte inclinación entre los políticos en repetir el status quo. Tanto
los liberales como los conservadores pensaban que la constitución no debía aplicarse
más allá de los muros de las ciudades porque consideraban que, en el campo, la mayoría
de personas carecían de ideales modernos.
47 ALJOVÍN, Cristóbal. (2000) caudillos y constituciones: Perú 1821-1845. Pontificia Universidad Católica del Perú
Publicación del Instituto Riva-agüero №185
48 Nils Jacobsen. “liberalism and indian communities”, ponencia presentada en el latin American history workshop de la
Universidad de Chicago (7 de diciembre de 1995), 14-17. En: ALJOVÍN, Cristóbal. (2000) caudillos y constituciones: Perú
1821-1845. Pontificia Universidad Católica del Perú Publicación del Instituto Riva-agüero №185.
41
El sacerdote liberal Luna Pizarro consideraba que el estado no contaba con los
medios necesarios para crear tendencias individualistas entre los indios. Estos--
según Luna Pizarro—Vivian encerrados en su propio mundo, ajenos al progreso;
es mas, consideraba que una extensa reforma agraria seria mal entendida y
originaria revueltas. Por lo tanto, era mejor que el estado no fuera demasiado lejos
en la implementación del proceso de privatización.49
De este modo los liberales supieron que tan lejos podían ir los cambios. Ellos
visualizaban un campo habitado por barbaros que necesitaban ser civilizados pero, a
diferencia de Bolívar, tenían miedo de implementar las reformas.
Las leyes liberales inicialmente ni significaron un incremento de poder de los hacendados.
La distribución entre haciendas y propiedades de los indios no vario sustancialmente en
las primeras décadas de la república. En algunos casos los mayores beneficios lo
obtenían las comunidades. Por lo tanto, el crecimiento de las haciendas estuvo más bien
relacionado con el desarrollo del mercado interno, o mejor dicho bajo el sistema de
exportaciones, que fue cuando hacendados y mercaderes incrementaron su poder
adquiriendo tierras de co0munidades o de minifundistas. La acumulacio0n de tierras vario
según la región y la relación de esta con los exportadores, como en puno el auge lanero.
Entonces los conflictos de tierras no fueron extremadamente importantes en las primeras
décadas de la república. Los levantamientos de indios no fueron nada común, y el
liberalismo tuvo mayor efecto en otros aspectos de la vida del campo, como la
composición del poder local y la relación entre los propios indios y mestizos.
Sin embargo, el decreto de privatización de 1828 ayudo más a los políticos a jugar un rol
de patrón-cliente con los indios, compensando así a sus aliados. Los indios y mestizos
pobres aprendieron a jugar un mundo políticamente dividido y volátil.
3.3. Sectores populares,
49 ALJOVÍN, Cristóbal. (2000) caudillos y constituciones: Perú 1821-1845. Pontificia Universidad Católica del Perú
Publicación del Instituto Riva-agüero №185
42
Los grupos populares reflejaban las complejidades de una sociedad multiétnica, esta
composición en donde en el campo predominaban los indígenas, salvo en el caso de
algunos valles de la costa central y norte, donde los negros eran la mayoría. Las plebes
de Lima y Trujillo estaban dominados por negros, las del Cuzco y Ayacucho por indígenas
y las de Arequipa y Tacna por mestizos y criollos, estos grupos tenían una serie de
ocupaciones principales: artesanos, sirvientes, jornaleros, mercachifles, soldados y
suboficiales.
La población de las ciudades tenía una movilidad horizontal, lo que implicaba
cierta autonomía e individualismo, y no una posición adscrita. Los plebeyos se
relacionaban políticamente de dos formas: mediante relaciones de clientelaje y a
través de corporaciones. Había un patrón común de construcción de favores y
reciprocidades, la conducta corporativa estaba relacionada con la participación en
los gremios artesanales; las alianzas políticas, con los intereses gremiales. Así,
tenemos que en la década de 1830 los artesanos, en alianzas con los mercaderes
del Consulado de Lima, siguieron una política proteccionista para proteger su
mercado, pues varios de sus productos de lujo estaban muy por encima de los
precios internacionales.50
La incorporación de la plebe a la política estuvo relacionada con nociones distintas de la
ciudadanía. Las luchas por el poder frecuentemente requerían de la inclusión de los
plebeyos como ciudadanos. Ello no obstante, hubo fuertes criticas tanto a liberales como
a conservadores por manipular y no representar al pueblo.
Esto en contraste con la gran mayoría de la población rural que vivió en el campo y era
indígena, y en menor medida mestiza y negra…
El paisaje social rural estaba conformado por los campesinos, indios de
comunidades, pequeños propietarios, yanaconas y un menor número de esclavos.
La correlación de fuerzas entre la propiedad privada y las comunidades no era
drásticamente desigual. El hacendado no era la fuerza suprema, solo la más
50 ALJOVÍN, Cristóbal. (2000) caudillos y constituciones: Perú 1821-1845. Pontificia Universidad Católica del Perú
Publicación del Instituto Riva-agüero №185
43
importante. Con las leyes de Bolívar, los indios de las comunidades no perdieron
su presencia económica y social, pero si representación política.51
Los indígenas se ocupaban de la política de modo corporativo, pero diferían según
formaran parte de una comunidad o de una hacienda. Los andes del centro y del sur
tenían un paisaje social conformado por comunidades y haciendas, lo que creaba distintos
universos cerrados. Las comunidades tomaban sus decisiones en base a una democracia
interna, teóricamente basada a su vez en el derecho que cada uno tenia de ser
escuchado. Pero la alineación de los clanes y las desigualdades económicas y de status
jugaba un importante papel en la toma de decisiones. Las comunidades estaban
fuertemente divididas por los conflictos internos, a pesar de lo cual cada una de ellas
tomaba sus propias decisiones.
A diferencia de las comunidades de indígenas, los colonos y yanaconas estaban sujetos a
las decisiones del hacendado, ya que la hacienda era algo más que una unidad
económica y encerraba dentro de si todo un universo de dependencias…
En las haciendas más grandes podemos observar una gama de yanaconas,
jornaleros, arrendatarios, presos, esclavos, empleados y artesanos. Es mas, su
universo interno era percibido como una familia en la cual el miembro era
responsable por las faltas de sus parientes. Las deudas de los trabajadores
podían ser transferidas a otro miembro de la familia, de padre a hijo y viceversa.52
El mismo sistema de hacienda era un sistema de dependencia patriarcal en el cual los
hacendados se relacionaban con sus trabajadores en formas tanto benévolas como
malévolas. Sin embrago en ella también había una fuerza de trabajo extremadamente
móvil. Muchos yanaconas participaban en el mercado. Por lo tanto, las haciendas eran
51 ALJOVÍN, Cristóbal. (2000) caudillos y constituciones: Perú 1821-1845. Pontificia Universidad Católica del Perú
Publicación del Instituto Riva-agüero №185
52 ALJOVÍN, Cristóbal. (2000) caudillos y constituciones: Perú 1821-1845. Pontificia Universidad Católica del Perú
Publicación del Instituto Riva-agüero №185
44
una combinación de mundos abiertos y cerrados, esto es, los hacendados controlaban
buena parte de su mano de obra pero no tenían el control total…
Dentro de estos universos cerrados las elecciones—la forma legitima de acceder al
poder según las constituciones y los políticos—no se llevaban a cabo entre
personas independiente y con capacidad de libre elección, sino que estaban mas
bien organizados en torno a un sistema de clientelaje, o lo que es peor, según las
ordenes de hacendados, curas y autoridades locales.
Están eran las personas claves que las controlaban, dado su acceso privilegiado a la
política local. Hay que recordar que usualmente tenían algún tipo de alianza con un gran
grupo de poder nacional
Conclusión.
Desde su independencia la “república” peruana avanzó a trompicones en medio de
décadas de incesantes luchas caudillistas y desintegraciones políticas y regionales. Las
bases económicas coloniales colapsaron a medida que las haciendas, minas, obrajes y
pueblos comerciales caían en el abandono y la inoperancia. El caos y la inestabilidad en
que la nueva república se sumergió en sus primeras décadas, tuvo como unas de sus
causas, a los diferentes cambios de gobierno e incontables golpes de estado o guerras
regionales que se dieron a lo largo de todo el territorio. La anarquía peruana basto para
que todas las visiones iníciales de la nacionalidad se hicieran borrosas. Junto con las
luchas caudillista por le poder. El Perú post-independiente había librado una amarga
batalla entre el proteccionismo y el libre comercio que duro tres décadas, al mismo tiempo
que el país luchaba por definirse a si mismo en el emergente ordenamiento global.
Entonces, el Perú conservador no fue un país nacido como liberal. Sus primeros
45
gobiernos y sus tempranos deseos de progreso estuvieron marcados por unas ideologías,
intereses, movimientos y políticas económico-nacionalistas
Aljovin de Losada. En caudillos y constituciones: (2000) sostiene, que en este periodo
nace la era de los caudillos nacionales, con lo cual, habían transformado drásticamente el
panorama social y político, a lo cual, señala que la guerras emancipadoras nutrieron al
caudillo como una nueva figura política. A ello aclara que la crisis fiscal comenzó con las
guerras de la independencia gracias a los crecientes gastos militares. El tesoro público
siempre tuvo déficits obligando así a los gobiernos a tomar medidas de emergencia para
obtener fondos.
Contreras. En apogeo y crisis de la teoría de la dependencia en la historia económica
sobre la república (2002) sostiene, el tono general de la política de comercio exterior
peruana tras la independencia no fue el de una desaforada apertura hacia el mercado
mundial, como había sostenido la teoría de la dependencia, sino hacia el proteccionismo;
es decir, altos impuestos a la importación de mercaderías, cuando no su prohibición
absoluta, incluso en periodos en los que sobrevinieron legislaciones arancelarias más
librecambistas, el caos político y la poca seguridad para los negocios desalentaron la
actividad comercial
Bibliográfica.
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