caballitos voladores entre los cables de alta tensión rodrigo españa

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caballitos voladores entre los cables de alta tensión

rodrigo españa

Octubre 2014 killa producciones

Poemas: rodrigo españa clausquinsqui@gmail.com Arte de tapa: carla “charlie brown” vargaschaochar@gmail.com Diseño de tapa: belén Martínez mar.bel.enelmar@gmail.com Diagramación: fer lunática Mafernanda.salas0@gmail.com

a la petisa metalera, ya nos encontraremos en el infierno comunista

a fuerza de payasadas

innumerables

se desmaya

la bicicleta

cuando intenta acariciar

a los caballos

que rumian

el poco pasto

de la cancha

justo antes

de casa

antes

del tanque

por donde corre la electricidad

te van a patear

le digo

en medio de mi ayuno

repetido de líquidos

no me hace caso

y se va

solita

entre las piedras

y los cartones de vino

voy a acariciar

a los caballos negros

me dice

y se va

estirando

una rueda

como una caricia

me hace una mueca

mientras se acerca

a los caballos negros

que giran helados

y no son míos

en la noche

que casi es

como mía

cuando me duermo

oreja al piso

medio lejos

del trabajo

medio lejos

de casa

y todavía lejos

de ella

que debería estar aquí

para ver a los caballos

dormir a mi lado

oreja al poco pasto y

mucha piedra

en esta cancha

bajo los cables

de los que cuelgan

cochecitos de bebé

en lugar de zapatillas

ahí donde no hace mucho

veíamos un gol

(o era un cerro)

que cruzaba serpenteando

las redes

haciendo amarillas

las líneas de cal

cuando

dos crotos se trepaban

a los postes de cemento

y colgaban un trapo

que decía:

en el oeste

no hay ley

aguante la ura

el vino

y el cuervo

ahí recién despertamos

entre la euforia

de los comensales

para gritar

a medias

el gol

todavía sospechando

de nuestros verdaderos enemigos

dios

perón

y el capital

porque así era gritar un cerro hasta que uno

de los dos se diera cuenta que la tarde esa

no era más que un rebote

***

un trapecio de cobre

en las bajas horas

de la madrugada

cuando ni las moscas

se hacen cargo

porque también

las moscas

duermen

se emborrachan

tambalean

y comen

pero nunca

o casi nunca

se mueren

ni se hacen cargo

tarde en el nosocomio

urkupiña y procesión

alguien se está yendo

no hay fe que salve

***

tres puntos en la pelvis

como guía de la sanación

un rayo láser siniestrado

que no corte la carne

que no la queme

pero que cure

a veces

son más confiables

los chamanes

los embaucadores

los transas

todos

menos los de blanco

esta es la única verdad

o será la paranoia

que no nos deja

creer

***

¿te queda un clonazepam?

no

me queda un klosidol

entonces disfrutemos

de lo poco

que nos queda

cuando la noche es todavía

un archipiélago

repleto de pequeños caballos

flotando por entre los cables

es mejor salir

sin techo

y en ruedas

bueno

vamos

dices

como quien larga

otra caricia

en medio

deste tramo

que parece

tranquilo

***

en el trópico

el hambre

no se malgasta

en mandriles

esa es nuestra certeza

la diagonal nos espera

sin dientes

y llena de antenas

para cuando la crucemos

no nos va a quedar

ni el humo

de todas maneras

tenemos 20 mangos

y el resto

de nuestras conciencias

eso es todo

lo que necesitamos

para llegar

hasta el fondo

del billar

***

si no fuera

porque a este lugar

no entra la luz

en el largo del día

no habríamos llegado

como súcubos

faltos de linaza

llenos de sed

canasteados

esperando el raun final

sin miedo a recibir

todos los golpes que nos deben

***

adentro el cielo es una bandera

las paredes tienen colgadas

más banderas

no hay que hacerle caso

a los símbolos

la patria es otra

una destartalada

idea

del compañerismo

la frontera

y el honor

nada qué hacer

sino beber

y ver

banderas

***

no hay de qué preocuparse

casi todos lo cuerpos

se consumen

de adentro hacia afuera

y nos vamos muriendo

de a poco

casi sin saberlo

no queda otra

por dentro

estamos casi podridos

por fuera

quién sabe

***

dos cervezas son suficientes para engullir todo el aire

del fondo antes de derivar en ansia por el retorno

rumbo a la orán y de ahí hasta donde las piernas nos

den

una mano temblorosa acerca sus delicias y es imposible

rechazarlas esta noche

aspiro

expiro

al compás

en este sitio

pronto nos va a pegar

el aire del medio día

***

hay un camino

de vuelta

que está lleno

de claveles del aire

como puntitos

arriba de la calle

tensando

los cables

puntitos

como caca de mosca

bordeando un foco

que no alumbra ni mierda

es el camino de vuelta

por donde nos íbamos

la otra vez

***

ella no escatima el gasto de las gomas cuando va

ronceando el borde de la olavarría justo antes del

semáforo que indica el giro pertinente para entrar a la

diagonal que nos lleve directo hacia los cables de alta

tensión

ahí el tanque de agua es la otra señal

hay nieve porque está todo blanco y los caballos se

retuercen bajo los árboles que giran al costado de la

calle por donde apenas entramos dejando un rastro

marrón que al rato seguro se borra cuando lo vuelva a

cubrir la nieve

cuarzo amarillo y frazada baleada hasta la otra mañana

cuando no sepamos bien si esos eran los caballos

voladores miniaturas predestinados

a ser un absceso de pus o si eran todos

los recuerdos que fuimos armando

sin decir

ahí la ventana negra es la otra señal

***

candado

llave

puerta

llave

salud

una canción

y eso es todo

dos cuerdas

una nota

y te vas

bailándole

al aire rancio

de la pieza

que huele a humedad

y a sahumerios

que pongo

para disimular

pero la humedad

viene desde más abajo

desde el mismísimo cántaro

del infierno

al que nos hemos llegado

no importa

voy a cubrir el foco

que no alumbra ni aca

una bolsa azul

y ya somos otro color

en la noche

que no alumbra ni aca

***

un viaje

no hecho

dos fronteras abiertas

un puente

hay cuerpos que no resisten las distancias

al menos quedan algunos olores

que no van a evaporarse

la vuelta no es vuelta

hay viajes que no resisten los cuerpos

***

tarde para el rito

no llego

será mejor

seguir buscando calles

no retornar a lugares

privar al cuerpo de sabores

que sea lo que venga

***

pedaleo

alucinado

y ahí vamos

y ahí llegamos

y nos seguimos embriagando

o

yo me sigo embriagando

con el aire puro de la madrugada

olor a pan

todo falla

piernas

manos

cabeza

frenos

no queda otra

que el descenso

***

entonces

justo ahora

me vienen a lamer la cara

los caballitos voladores

que bajan

de los cables de alta tensión

ahora que se me viene la luz del día

con el resto de la tarde

y me han afanado la bicicleta

justo ahora

que debería

no hacerle caso a mi conciencia

justo ahora

que debería

estar un poco más cerca de mi casa

mucho más lejos del trabajo

y un poco más cerca

de ella.

Hecho en casa

killa producciones

Octubre-2014

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