boletin 33
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BoletínN.33
Felicidades ensu Aniversario
Dios Bendiga el Ministerio de la
Femenil
4a.iglesiabautistaadonayA.R.
4a. Iglesia Bautista “Adonay” A.R.
Tapachula, Chiapas a 19 de Agosto del 2012
Todos son Bienvenidos
Pastor: Saturnino Esparza Carranza
Las Tres Mujeres
Una hermosa historia cuenta de una cristiana que soñó con tres mujeres
que estaban en oración.
Mientras permanecían de rodillas, el Maestro se les acercó.
Se acercó a la primera, se inclinó hacia ella con gracia y ternura, con una
sonrisa llena de radiante amor y le habló con voz pura, dulce y musical.
Apartándose de ella, se acercó a la segunda, pero solamente le puso la mano
sobre la cabeza inclinada, y le dio una mirada de aprobación.
Pasó junto a la tercera en forma casi abrupta; no se detuvo a hablarle, ni
a mirarla.
La mujer, en su sueño, pensó: ¡Qué grande debe ser su amor por la primera!
A la segunda le dio su aprobación sin las demostraciones de amor que le hizo
a la primera; la tercera debe de haberle ofendido profundamente, porque Él
no le dirigió una sola palabra y ni siquiera una mirada al pasar. ¿Qué habrá
hecho, y por qué hizo tanta diferencia entre ellas? Mientras trataba de ex-
plicarse la acción del Señor, Él mismo se le acercó y le dijo:
“— Mujer, ¡qué mal me has interpretado! La primera mujer necesita todo el
peso de mi ternura y cuidado para poder afirmar el pie en el camino angosto.
Ella necesita mi amor, mi interés y ayuda todo el día. Sin él, fallaría y caería.
La segunda tiene una fe más fuerte y un amor más profundo, y puedo estar
tranquilo porque confía en mi, no importa lo que haga la gente.
La tercera, que según tú no noté y aún descuidé, tiene una fe y un amor de
la más fina calidad.
Las Tres Mujeres
Una hermosa historia cuenta de una cristiana que soñó con tres mujeres
que estaban en oración.
Mientras permanecían de rodillas, el Maestro se les acercó.
Se acercó a la primera, se inclinó hacia ella con gracia y ternura, con una
sonrisa llena de radiante amor y le habló con voz pura, dulce y musical.
Apartándose de ella, se acercó a la segunda, pero solamente le puso la mano
sobre la cabeza inclinada, y le dio una mirada de aprobación.
Pasó junto a la tercera en forma casi abrupta; no se detuvo a hablarle, ni
a mirarla.
La mujer, en su sueño, pensó: ¡Qué grande debe ser su amor por la primera!
A la segunda le dio su aprobación sin las demostraciones de amor que le hizo
a la primera; la tercera debe de haberle ofendido profundamente, porque Él
no le dirigió una sola palabra y ni siquiera una mirada al pasar. ¿Qué habrá
hecho, y por qué hizo tanta diferencia entre ellas? Mientras trataba de ex-
plicarse la acción del Señor, Él mismo se le acercó y le dijo:
“— Mujer, ¡qué mal me has interpretado! La primera mujer necesita todo el
peso de mi ternura y cuidado para poder afirmar el pie en el camino angosto.
Ella necesita mi amor, mi interés y ayuda todo el día. Sin él, fallaría y caería.
La segunda tiene una fe más fuerte y un amor más profundo, y puedo estar
tranquilo porque confía en mi, no importa lo que haga la gente.
La tercera, que según tú no noté y aún descuidé, tiene una fe y un amor de
la más fina calidad.
A ella la preparo por medio de un proceso rápido y drástico para un ser-
vició sublime y santo.
Ella me conoce tan íntimamente, y confía en mí hasta tal punto, que no de-
pende de palabras ni de miradas ni de ninguna demostración externa de mi
aprobación.
No desmaya ni se desalienta ante ninguna de las circunstancias por las que
la hago pasar. Confía en mí aun cuando el sentido, la razón y los instintos
más finos del corazón natural se rebelarían.
Sabe que estoy trabajando en ella para la eternidad, y aunque lo que hago
no se lo explica ahora, lo entenderá después.
Callo en mi amor, porque amo más que lo que las palabras pueden expresar,
o el corazón humano puede entender. Callo por amor a ti, para que apren-
das a amarme y a confiar en mí en respuesta espontánea y espiritual a mi
amor, sin que ningún estímulo externo pida tal respuesta.
Dios hizo la Mujer como un regalo viviente. Mirémosla y tratémosla como tal.
Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo
al hombre. Génesis 2:22.
EL SEÑOR BENDIGA Y FORTALEZCA A CADA MUJER EN LA IGLESIA. HERMANA
RECUERDA QUE ERES UN INSTRUMENTO PRECIOSO EN LAS MANOS DE DIOS.
dios te bendiga
lECTURAS BIBLICASDOMINGO: 2°. De CRONICAS. 4, 5, 6.
LUNES: 2°. De CRONICAS. 7, 8, 9.
MARTES: 2°. De CRONICAS. 10, 11, 12.
MIERCOLES: 2°. De CRONICAS. 13, 14, 15, 16.
JUEVES: 2°. De CRONICAS. 17, 18, 19.
VIERNES: 2°. De CRONICAS. 20, SALMOS: 82, 83.
SABADO: SALMOS: 47, 48, 115
23 DE SEPTIEMBRE CULTO DE
PREPARATE
APAGA TU CELULAR
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