analisis de bestiario
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UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
DEPARTAMENTO DE POSTGRADOS
MAESTRIA EN LITERATURA HISPANOAMERICANA Y DEL CARIBE
METODOLOGIA DE LA INVESTIGACIÒN LITERARIA I
UA
BESTIARIO, REALIDAD Y FICCION DESDE UN ANALISIS SOCIOCRITICO
Preparado por: DENIS CECILIA SOTO MEJIA
Presentado al docente: MANUEL ORTEGA (GUILLERMO TEDIO)
Barranquilla, Colombia
Septiembre 24 de 2012
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BESTIARIO, REALIDAD Y FICCION DESDE UN ANALISIS SOCIOCRITICO
Es menester del crítico literario ahondar en las diferentes corrientes o
teorías del análisis narrativo, a fin de hacer un trabajo exhaustivo o estudio
minucioso de una obra literaria.
No pretendo ser un experto critico; pero el presente es un análisis de
“Bestiario” de Julio Cortázar, cuento que hace parte de un conjunto de ocho de
la misma categoría y recopilados en el libro que igual lleva el título :
“Bestiario” .Para lo cual consideraré algunas de las afirmaciones de los grandes
teóricos del cuento, que me orientan en la explicación de aspectos como la
época aproximada de redacción que se relaciona con la vivida en el texto, las
relaciones entre los personajes y sus características, el grupo social representado,
los contrastes presentes, las verdades aparentes y ocultas , el papel que juega el
tigre , entre otros.
Julio Florencio Cortázar Descotte1, renombrado escritor argentino, hijo de
Julio Cortázar padre y María Herminia Descotte, nació en Bruselas el 26 de agosto
de 1914; .amigo del relato corto y absurdo, aparentemente real; pero con un sutil
toque de lo imaginario y absolutamente inverosímil. Plasma en Bestiario mucho
de ese estilo o rareza para escribir que lo caracterizó, tomando de la habitual o
aparente realidad de una familia adinerada, los Funes, aspectos que llevan al
1 Tomado de la Internet.
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lector a interrogarse sobre su temática, época, costumbres, problemas y en
especial sobre qué hechos pueden ser reales o ficticios en la misma.
“Una obra literaria es, obviamente, un conjunto (sistema) de signos
lingüísticos… y no lingüísticos… que constituyen una complejísima y extensísima
expresión lingüística…” (Mancuso, 1988, p.1).
Para iniciar con el análisis de la obra en mención, partamos de que su
título: “Bestiario”, no guarda relación con los bestiarios 2 de La Edad Media, sino
que es, se puede decir, una alusión a los mismos, dando importancia a la actitud
moralizante que guardaban estos; también Cortázar pudo haberlo tomado para
hacer referencia a la simbología del << tigre>> y los otros animales que pueden
ser apreciados a lo largo de las acciones del cuento, a los cuales me referiré más
adelante.
“El texto literario puede considerarse a partir de los acontecimientos o
periodos históricos que se representen o logren identificar en el mismo, por lo
que cabe anotar la importancia de los aportes hechos por la sociología al
análisis de los contenidos: “…la obra literaria es un documento histórico que
ofrece testimonios directos sobre la realidad de las sociedades implicadas”
(Edmund Cros, 1993p.149).
2 Un bestiario (o bestiarum vocabulum) es un compendio de bestias. Se hicieron muy populares durante la Edad Media en forma de volúmenes ilustrados que describían animales, plantas e incluso rocas. La historia natural y la ilustración de cada una de estas bestias se solía acompañar con una lección moralizante, reflejando la creencia de que el mundo era literalmente la creación de Dios, y que por tanto cada ser vivo tenía su función en él.
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Es así, que al tomar las anotaciones de Cros y considerando las hechas
por Mancuso(1988) , el punto de partida de un estudio narrativo , deberá
considerar en primer lugar la situación histórico-social del autor; es decir,
comprender las condicionantes de su trabajo expresivo… la completa explicación
de la situación histórico-social de un autor, coincide en definitiva con la situación
histórico-social del entero grupo humano a él contemporáneo, a la cual pertenece
en ese determinado período y en un contexto social real.
Por tanto podemos referirnos a la ubicación temporal y espacial del texto
analizado anotando que fue publicado para 1951, año en Cortázar se radica en
Paris, luego de haber laborado como docente en varias escuelas de Argentina, al
igual que como traductor de obras literarias para la publicación Argentina Casa y
renunciar a un puesto en la Universidad de Buenos Aires, por oponerse al régimen
de Juan Perón quien se encontraba en el poder. Lo anterior y otros aspectos del
texto ayudan a acercar o situar los acontecimientos narrados aproximadamente
en entre 1946 – 1950.
Indicios que ubican el texto en la historia argentina serían los espacios
mencionados como el barrio Constitución lugar donde se encontraba la estación
de transporte a donde es lleva Isabel, la despiden y la suben en el tren; que la
conduciría a la casa de verano de los Funes en Mar del Plata (con un clima
especial para el verano, donde la clase alta tenía sus casas de descanso y lugar
que se desarrollaba como balneario para la época y hoy continúa siéndolo).
Otros indicios que también ayudan a ubicares temporalmente son los olores
descritos por la jovencita: en primer lugar el olor de rouge y polvo de Coty con
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los que la madre e Inés la impregnan al despedirla y que son de una marca de
cosméticos costosos que se fabricaba en Francia para 1904, que luego
radicaron en Estados Unidos para 1923 y que a partir de 1946 se convirtió en la
marca más vendida y fina de cosméticos en América.
En segundo lugar está el olor de la Compañía Sansinena de carnes
congeladas que exportaba carnes desde el muelle de Buenos Aires, actividad que
se había iniciado desde 1900 y que realizaba ininterrumpidamente desde 1925 y
que para el 22 de marzo de 1947 se encontraban cargando el barco inglés
“Urmston Grange, observándose el puerto como un hervidero de gentes que iban
y venían de todos lados”, olores, colores, movimientos que percibía; un poco
asustada Isabel desde la ventanilla del tren.
A lo largo del relato se logra apreciar que hay un narrador omnisciente que
nos muestra los acontecimientos que suceden a los personajes, ayudándose del
diálogo y la descripción para hacer más atrayente la trama o asunto que desea
transmitir.
El lector queda casado, atrapado, amarrado por la intrigante lectura, de la
cual debe saber interpretar las realidades o los mundos posibles a partir de esa
aparente normalidad de un verano hecho para disfrutar de las vacaciones, por los
afortunados personajes propietarios de Los Horneros y en especial de los dos
niños, que juegan a descubrir la vida en ese ambiente ameno pero a la vez
inhóspito y amenazante por la simple presencia de un animal peligroso que
custodia el hogar.
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Pasando a los personajes primeramente se encuentra Isabel, nombre de la
joven con quien se inicia el cuento, además de la descripción del postre de arroz
con leche que ésta comía; sobre lo cual podemos agregar que la receta original
fue creada en España, y se exportó a Sudamérica debido al comercio y población
que emigraba al territorio americano, siendo para la época y aun hoy en día un
postre tradicional de argentina.
Isabel, la protagonista, es tomada como el juguete de verano para entretener
al más pequeño de los Funes, Nino, quien la estima por ser su compañera de
juegos en esa apacible prisión custodiada por el Tigre.
Se aprecia la evocación de una jovencita enfermiza, con bronquios
delicados; de familia aparentemente acomodada que no tiene solvencia
económica para costear un viaje de verano a Mar de la Plata para que se alivie de
sus males; por lo que cada verano es enviada a la casa veraniega : “ Los
Horneros” , de la familia Funes.
“... Isabel se preguntó una noche por qué los Funes la habrían invitado a
veranear. Le faltó edad para comprender que no era por ella sino por Nino, un
juguete estival para alegrar a Nino”. (Cortázar, 50).
Siguiendo con los personajes, al hablar de las otras mujeres con que
inicia el relato: la madre e Inés, caracterizadas como tiernas damas de la clase
media argentina o acomodadas y venidas a menos; aluden a su temor o
disgusto por tener que aceptar la invitación; pero se muestran interesadas en que
la salud de Isabel mejore y ven en la invitación de los Funes la mejor oportunidad,
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ya que no cuentan con los recursos para vivir en el clima apropiado, para sanar
los bronquios de la jovencita.
“-A mí, créeme que no me gusta que vaya -dijo Inés-. No tanto por el tigre,
después de todo cuidan bien ese aspecto. Pero la casa tan triste, y ese chico sólo
para jugar con ella...
-A mí tampoco me gusta -dijo la madre, e Isabel supo cómo desde un tobogán que
la mandaría a lo de Funes a pasar el verano…” (Cortázar, 48).
La madre juega un papel importante dentro del cuento, es un hilo conductor,
representa autoridad, compromiso, preocupación, amor incondicional por su hija;
pero a la vez la violencia simbólica al hacer que ésta vaya a una casa llena de
aparentes comodidades; pero a la vez de mucha tristeza.
“-A mí, créeme que no me gusta que vaya -dijo Inés-. No tanto por el tigre,
después de todo cuidan bien ese aspecto. Pero la casa tan triste, y ese chico sólo
para jugar con ella...
-A mí tampoco me gusta -dijo la madre, e Isabel supo cómo desde un tobogán que
la mandaría a lo de Funes a pasar el verano”. (Cortázar, p.48).
Los cuatro personajes de la familia Funes: Luis, Nene, Rema y Nino, que
apenas tres años atrás gozaban de felicidad, según lo evocado por Isabel, son
apreciados ahora impregnados de nostalgias, mentiras, viviendo en una aparente
tranquilidad su verano en Mar del Plata. Se presenta cada miembro con sus
espacios limitados, especialmente por la presencia del tigre, comparten
principalmente los alimentos a manera de una solemne fiesta, según es descrito.
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Luis, el mayor, apodado por su hermano, el filósofo, representaba la
aparente autoridad familiar, tranquilo, sosegado, culto, siempre ocupado,
fascinado por la lectura, complaciente con su hijo y comprensivo con su hermana,
pero incapaz de defenderla.
“…la voz de Luis, lejana: "¿Qué tenés Rema? ¿No estás bien?", un silencio, toda
la casa como una inmensa oreja, después de un murmullo y otra vez la voz de
Luis: "Es un miserable, un miserable...", casi como comprobando fríamente un
hecho, una filiación, tal vez un destino”.
Nene delgado, irreverente, déspota, irascible, fumador, acosador, maltratado,
representa la violencia física en el texto.
Rema, la menor, dócil, amorosa, bondadosa, temerosa, entregada a la familia,
resignada, triste, cómplice. Nino el pequeño de los Funes, hijo de Luis, inquieto,
ágil, soñador, amigo de Isabel, explorador, coleccionista de insectos.
Tratando de articular lo que se dice en el cuento Bestiario directamente y lo
que se desea expresar o las intenciones secundaria con las que se expresa algo
en el mismo nos podemos referir a que “·…el texto ficticio se construye en
función de un ajuste complejo de representaciones… pero cuando de
representación en representación remontamos el texto, tropezamos con la
ideología materializada, a la que consideraremos la puesta en imagen de
diferentes problemáticas sociales “(Cros, p. 169).
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La casa Funes escenario donde se contraponen la tristeza y alegría, para
los hermanos. Tristeza por el amargo y aparente secreto del incesto al que
somete Nene a su hermana Rema, representando la violencia física al hacerlo.
“…Después. ¿El Nene está enojado con usted, Rema?
La mano pasó sobre el vidrio como un pájaro por una ventana. A Isabel le pareció
que las hormigas se espantaban de veras, que huían de reflejo. Ahora ya no se
veía nada, Rema se había ido, andaba por el corredor como escapando de algo”.
(Cortázar. 51-52)
“…Cuando se iban, llevándolo entre los dos, Isabel le oyó decirle a Rema: "Mejor
que se estén así quietos en casa". También le pareció que Rema suspiraba. Se
acordó antes dormirse, a la hora de las caras en la oscuridad, lo vio otra vez al
Nene saliendo a fumar al porche, delgado y canturreando, a Rema que le llevaba
el café y él que tomaba la taza equivocándose, tan torpe que apretó los dedos de
Rema al tomar la taza, Isabel había visto desde el comedor que Rema tiraba la
mano atrás y el Nene salvaba apenas la taza de caerse, y se reían con la
confusión”. (Cortázar. 51)
Tristeza por la actitud siempre tosca y grosera de Nene que se enfada por
todo , lo cual se agrava cuando los niños rompen su ventana , quien baja y
agrede a golpes a Nino, lo que Rema, tristemente, no comparte con Luis , padre
del niño.
“…pero vio al Nene sin los anteojos, con la misma cara contraída que tenía
cuando empezó a pegarle a Nino y Nino se iba echando atrás hasta quedar contra
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la pared y lo miraba como esperando que eso concluyera, y el Nene volvía a
cruzarle la cara con un bofetón suelto y blando que sonaba a mojado, hasta que
Rema se puso delante y él se rió con la cara casi tocando la de Rema, y entonces
se oyó volver a Luis y decir desde lejos que ya podían ir al comedor de adentro”.
(Cortázar. 52).
Tristeza porque a pesar de tener una amplia y lujosa casa de verano no son
libres de disfrutarla.
“Al fin y al cabo era una vida triste…Solo alcanzaba a advertir la casa triste, que
Rema estaba como cansada, que apenas llovía y las cosas tenían, sin embargo,
algo de húmedo u abandono…” (Cortázar, 50).
En contraste está la alegría, la alegría de Isabel, joven que consciente o
inconscientemente contribuye a que llegue la alegría a la triste casa Funes.
“Antes vivía la llegada en break, el primer ayuno, la alegría de Nino cazador de
cucarachas, Nino sapo, Nino pescado (un recuerdo de tres años atrás, Nino
mostrándole unas figuritas puestas con engrudo en un álbum, y diciéndole grave:
"Este es un sapo y éste un pes-ca-do"). (Cortázar, 48).
La alegría de Nino inocente, travieso, risueño, curioso, juguetón, en fin niño.
“ … Nino empezaba a comprender el microscopio que le regalara Luis, pasaron
una semana espléndida criando bichos en una batea con agua estancada y hojas
de cala, poniendo gotas en la placa de vidrio para mirar los microbios”.
“…Una tarde hubo siesta, sandía, pelota a paleta en la red que miraba al arroyo, y
Nino estuvo espléndido sacando tiros que parecían perdidos y subiéndose al techo
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por la glicina para desenganchar la pelota metida entre dos tejas…” (Cortázar, 50-
52).
El autor emplea los animales en el cuento para sugerir aquello que esta más
allá de la primera interpretación, ayuda a plasmarlo de simbologías en su afán
por entretejer o mantener el hilo de lo fantástico que puede tornarse la realidad
humana .
Isabel recuerda a un Nino cazador de cucarachas, pegando las figuras de
un sapo y de un pescado en un álbum. Desde un punto de vista semiótico se
puede decir que las cucarachas mencionadas representan la molestia, la
repugnancia de lo que vive Rema y su hermano Nene. El sapo asociado con lo
siniestro; pero a la vez con las ganas de renacer de la familia, desean dejar atrás
los pecados y mirar a un futuro feliz. El pescado, símbolo importante en la
mitología representa la vida y muerte; vida a través de Nino e Isabel con sus
alegría, travesuras y su inocente niñez; muerte en vida de Rema y sus hermanos
por lo incestuoso de su relación con uno de ellos.
El tigre, su presencia en la casa es anunciada por Inés y la madre, en donde
se alcanza a comprender que ellas tienen conocimiento de lo que sucede con los
Funes en la casa de los Horneros, el incesto, que disimulan muy bien y del cual;
creen las dos mujeres, Isabel no se percatará. Se observa la doble moral ya que
se antepone los intereses de poder enviarla a un clima favorable para la
enfermedad de la joven sin invertir un peso, antes de alejarla del mal ejemplo de
los hermanos Funes.
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“-A mí, créeme que no me gusta que vaya -dijo Inés-. No tanto por el tigre,
después de todo cuidan bien ese aspecto. Pero la casa tan triste, y ese chico sólo
para jugar con ella...” (Cortázar, p.48)
El tigre ha significado a lo largo de la humanidad velocidad, ferocidad,
crueldad, ira, sagacidad; es uno de los felinos más temidos en la naturaleza. La
presencia del mismo en el cuento se debe a la culpa, al pecado del incesto y la
violencia física; por lo que se aprecia custodiando, sitiando la vida que llevan los
hermanos por el pecado. De igual manera simboliza la muerte, la destrucción
del mal y el renacer de las esperanzas de la familia.
“Mamita, antes de ir a comer es como en todos los otros momentos, hay que
fijarse si - Casi siempre era Rema la que iba a ver si se podía pasar al comedor de
cristales. Al segundo día vino al living grande y les dijo que esperaran. Pasó un
rato largo hasta que un peón avisó que el tigre estaba en el jardín de los tréboles,
entonces Rema tomó a los chicos de la mano y entraron todos a comer”.
(Cortázar, p.50)
Las hormigas, animales que encarnan la laboriosidad, la insignificancia
aparente por su pequeñez, pero el trabajo duro y la vida en comunidad, son de
valiosa importancia en el relato ya que simbolizan el enclaustramiento que viven
los niños y los Funes mayores. Quienes se encuentran en una casa amplia,
lujosa, destinada para disfrutar del verano y sin embargo no lo pueden hacer con
libertad por estar limitados a la disposición de espacio que les facilite el tigre;
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espacio igualmente simbolizado o reflejado en el fornicario que organizan los
niños.
“…Por consejo de Luis terminaron aceptando hormigas negras solamente, y el
formicario ya era enorme, las hormigas parecían furiosas y trabajaban hasta la
noche, cavando y removiendo con mil órdenes y evoluciones, avisado frotar de
antenas y patas, repentinos arranques de furor o vehemencia, concentraciones y
desbandes sin causa visible. “…El formicario valía más que todo Los Horneros, y
a ella le encantaba pensar que las hormigas iban y venían sin miedo a ningún
tigre, a veces le daba por imaginarse un tigrecito chico como una goma de borrar,
rondando las galerías del formicario; tal vez por eso los desbandes, las
concentraciones. Y le gustaba repetir el mundo grande en el de cristal, ahora que
se sentía un poco presa, ahora que estaba prohibido bajar al comedor hasta que
Rema les avisara” (Cortázar, p.51).
Los perros vienen a ser la imagen de los empleados de la familia,
simbolizando la fidelidad, el amor incondicional, la protección o el cuidado que
guardan éstos para con sus jefes. Comparte el secreto en hermético y
complaciente silencio. Los empleados: don Roberto, el capataz, y los peones son
los únicos que tienen libertad de andar por los jardines, sin ser atacados y
conocen e indican los espacios en los que el tigre reina.
“…Mamá esto es lindo y yo me divierto con Nino y don Roberto, es el capataz y
nos dice cuando podemos salir y adónde, una tarde casi se equivoca y nos manda
a la costa del arroyo, en eso vino un peón a decir que no, vieras qué afligido
estaba don Roberto y después Rema, lo alcanzó a Nino y lo estuvo besando, y a
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mí me apretó tanto. Luis anduvo diciendo que la casa no era para chicos, y Nino le
preguntó quiénes eran los chicos y se rieron, hasta el Nene se reía…”
El mamboretá, insecto característico por su capacidad de mimetización, su
color verde y porque es capaz de perder la cabeza por amor, dicho de otra forma,
la hembra puede devorarlo ya sea antes, durante o después del apareamiento. El
primer bocado es la cabeza y, muchas veces, el macho decapitado puede seguir
copulando.
En el cuento su aparición sirve para que se anticipe o predestine la muerte
del caprichoso, abusivo y petulante Nene. Isabel, ve en el mamboretá una
excusa perfecta para fastidiar al abusador. Ante la repulsión que demostró Rema
al verlo y el capricho o imponencia de Nene para que su hermana le llevara al
cuarto una jarra de limonada antes de acostarse y ser, casi por ruego, elegida
por Rema para que sea ella la que la lleve, la joven aparenta hacer caso a Rema
de tirar o botar al mamboretá, justo al llevarle la jarra de limonada tan verde como
el mamboretá a Nene, a lo que se puede interpretar que puso al insecto en la
limonada.
“…Ahora le alcanzaba una jarra verde llena de limones partidos y hielo.
-Llevásela...
-Rema...
Le pareció que temblaba, que se ponía de espaldas a la mesa para que ella no le
viese los ojos.
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…..Cuánto calor tenía esa noche el Nene, cómo se habría bebido a sorbos la
limonada. Isabel lo veía bebiendo de la jarra, las manos sosteniendo la jarra verde
con rodajas amarillas oscilando en el agua bajo la lámpara; pero a la vez estaba
segura de que el Nene no había bebido la limonada, que estaba aún mirando la
jarra que ella le llevara hasta le mesa como alguien que mora una perversidad
infinita. No quería pensar en la sonrisa del Nene, su hasta la puerta como para
asomarse al comedor, su retorno lento.
-Ella tenía que traérmela. A vos te dije que subieras a tu cuarto.
Y no ocurrírsele más que una respuesta tan idiota:
-Está bien fresca, Nene.
Y la jarra verde como el mamboretá”. (Cortázar, p.55)
Los caracoles son los últimos animales que se muestran en el cuento, los
cuales se pueden asociar con las fases crecientes y menguantes de la luna y
serían la ejemplificación del nuevo nacer de Rema. La presencia de estos es
resaltada por la manera como Rema se identifica con ellos, se interesa en ellos y
se olvida de la molesta cercanía de su hermano y de cómo el tigre lo devora. Se
devela una aparente complicidad entre ella y la joven Isabel, demostrando o
comunicando con sus gestos y risas el agradecimiento para con ésta por
atreverse a dejar que Nene fuera devorado por el tigre, desapareciendo con él la
culpa que Vivian.
En el desenlace del cuento se puede apreciar como Isabel ha encontrado
respuesta a la pregunta que se hacía sobre su presencia en Los Horneros ese
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verano. Ella quien se había ganado ya la confianza de anunciar en donde se
encontraba el tigre ayuda a que la triste historia de Rema, a la que ama mucho,
tenga un final feliz. Se toma el trabajo de ayudar a deshacerse del mal, de la
presencia de la persona que ha llenado de vergüenza y dolor a la familia, Nene, y
lo hace mintiendo sobre la presencia del tigre en el estudio de este, cuando en
realidad está en la biblioteca, lugar a donde se dirige el Nene y encuentra la
muerte. Terminando así la angustia, vergüenza y tristeza de Rema y la familia.
“Isabel se acercó a mirar los caracoles, y Luis esperando que le encendiera
como siempre el cigarrillo la vio perdida, estudiando los caracoles que empezaban
despacio a asomar y moverse, mirando de pronto a Rema, pero saliéndose de ella
como una ráfaga, y obsesionada por los caracoles, tanto que no se movió al
primer alarido del Nene, todos corrían ya y ella estaba sobre los caracoles como si
no oyera el grito ahogado del Nene, los golpes de Luis en la puerta de la
biblioteca, don Roberto que entraba con perros, y Luis repitiendo: "¡Pero si estaba
en el estudio de él! ¡Ella dijo que estaba en el estudio de él!", inclinada sobre los
caracoles esbeltos como dedos, quizá como los dedos de Rema, o era la mano de
Rema que le tomaba el hombro, le hacía alzar la cabeza para mirarla, para estarla
mirando una eternidad, rota por su llanto feroz contra la pollera de Rema, su
alterada alegría, y Rema pasándole la mano por el pelo, calmándola con un suave
apretar de dedos y un murmullo contra su oído, un balbucear como de gratitud, de
innombrable aquiescencia”.(Cortazar,p.56)
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Para concluir puedo decir que es de admirar lo magistral de Bestiario, en donde
Julio Cortázar capta el interés del lector de principio a fin, dejando entrever en
ese mundo ficticio; pero plagado de realidades, las verdades que están
escondidas tanto en las mentes y corazones de los hombres como en sus vidas.
Isabel fue el instrumento para dar fin a ese conocido y negado secreto del incesto
entre los hermanos Funes, fue la esperanza de diversión para Nino y a postre de
hallar la armonía perdida.
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BIBLIOGRAFIA
Angenot, M.; Bessiere, J.; Fokkeman, Douwe; Kushner, E. Teoría Literaria.
México: Siglo Veintiuno Editores, 1993.
Mancuso, Hugo, R. La Investigación Literaria En El Marco De Una Teoría
Semiótica De La Cultura. Adversus, Año I,- Nº 1, Junio 2004.
http://www.katarsis-net.com.ar/downloads/cortazar-bestiario.pdf
http://es.wikipedia.org/wiki/Constituci%C3%B3n_(Buenos_Aires)
http://www.ucm.es/info/especulo/numero34/bestiari.html
http://www.leergratis.com/otros/bestiario-de-julio-cortazar.html
http://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/10460160/El-Significado-de-los-Animales-
de-Poder_-o-totems_.html
http://www.monografias.com/trabajos17/julio-cortazar/julio-cortazar.shtml
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