alma de cristal
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Para aquellos que no comprenden su mundo…
ni su corazón.
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INTRODUCCIÓN
Hace muchos años atrás que todo empezó. No sé exactamente cuándo ni cómo, pero pasó.
Después de perderme, me reencontré a mí misma en un gran abismo. Aunque desde
entonces, vivo recluida en mi mente y sometida a la incapacidad del habla, vivo feliz en mi
mundo lleno de algo llamado amor.
El mundo me ha castigado innombrables veces. Los océanos, son mis lágrimas, y mi
dolor, el universo. La debilidad me consume en este mundo físico. Soy frágil, muy frágil,
no podéis imaginar cuánto. La inseguridad, profundiza demasiado en mí, tal vez, quizá sea
el efecto que provoque mi temor a perder aquellos a los que amo.
Intento erradicar de mí el odio, a su vez, el dolor. Soy ángel con mudas de diablo, y mi
corazón no es más que la armadura de mi alma.
Me resulta complicado explicarles a algunos lo que siento porque no me
comprenden. Aunque mis sentimientos son tan complejos que ni siquiera yo misma soy
capaz de definirlos en una infinidad de palabras. Es una creación demasiado profunda para
explicarla literalmente.
Siempre he sido y soy objeto de miradas. Extrañamente, algunas veces vago
consciente por los pasadizos oscuros de mi vida, y los ojos de aquellos que se cruzan en mi
camino, no evito observar. Vidas tristes sumisas al alcohol, vidas tristes sumisas en
depresiones, vidas… desperdiciadas por la desesperación. Lo que sé, es que yo soy una de
ellas. A veces, mi mente no evita emerger mensajes de suicidio en mis decaídas. A veces,
incluso mis ojos recuerdan cómo es llorar. Me he cruzado con miradas frías y mezquinas,
incluso con la propia muerte que, sin saludarla, le pago con mi silencio y mi miedo.
Muerta Mujer de cabellos oscuros y alborotados, de ropa invernal en verano, de ojos
huecos, fríos, vacíos, podridos. De brisa helada a su paso que encoge el corazón. Estas
cosas, me ausentan gravemente de mi realidad.
No quiero volver a aquello que dejé atrás. Temo que recuerdos o personas que
murieron, vuelvan, porque me arrebatarían todo lo que soy, todo el amor que poseo. Temo
que mi corazón se canse de correr contrarreloj y se pare. Temo ser el ser maligno que fui;
distante y sumiso al mal. Temo estar sola, otra vez, en un rincón.
He convivido con mis intentos desesperados de quitarme la vida, para dejar de ser
un desperdicio... pero, no obstante, aún no quiero encontrarme con dicha muerte, porque
haría de mí las cenizas que nadie querría recoger. No quiero encontrarme con ella porque
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me obligaría a asesinar mi amada felicidad. Pero mientras la Muerta Mujer no me
secuestre, y mientras siga suspirando el aire puro, siga viviendo por y para las personas que
me hacen vivir, seguiré aquí, entre vosotros.
He recorrido miles de kilómetros buscando las miradas perfectas, buscando las
personas que necesito en mi vida para seguir adelante. Soy un parásito de la felicidad,
cierto. Soy triste, solitaria, depresiva… cierto. Pero estoy aquí por alguna razón, viviendo y
siguiendo el camino que creo, el camino que siento.
Hay personas que me conocen; algunas me odian, otras me aman. Es curioso encontrar
almas por las que, sin pensarlo, daría la vida. Algunos, no son más que desconocidos, pero
que vínculo más fuerte nos une… Es curioso que personas preciosas que emergen en mi
mente no se conozcan entre sí. Viven en un mismo lugar, a veces, se cruzan, pero se
desconocen. Soy el nexo entre ellas, capaz de transmitir todo aquello enormemente
positivo que me reportan y ayudarlas mutuamente. Por lo contrario, hay otras que mataría
por el dolor que causan. Las personas se ayudan en silencio, en la inconsciencia, incluso a
veces, con indiferencia. Hay pocos que me han ayudado, muy pocos. Aún menos, hay
gente que me haya escuchado. Pero todas esas experiencias quiero transmitir; aquello que
he sentido, aquello que he vivido, aquello que he visto, aquello que he llorado… todo
aquello que refleje mi proceso, desde mi primer escrito hasta el último con las personas
más preciadas o despreciadas de mi vida.
Hasta ahora, no había encontrado la razón de vivir. Pero, sin darme cuenta, he
podido salvar de ser cadáveres aquellos que creían querer serlo. Entiendo cómo sienten,
porque entiendo su soledad y sus lágrimas, porque la vida es muy dura cuando ni tú mismo
la controlas. Es fácil despreciar a los débiles, a los sensibles, a los frágiles, ¿verdad? Pero
son importantes, muy importantes…
He recogido muchos escritos. Diferentes situaciones, edades, personas,
sentimientos… pero esta ha sido mi vida, que podría resumirla en una tristeza encerrada
que no ha cesado hasta que la he expulsado de mí de esta forma, escribiendo para mí,
escribiendo para aquellos que necesito, para aquellos que ahora les importo. Tal vez,
algunos escritos no tengan sentido, o los tiempos no concuerden… tal vez, sean temas tan
rebuscados que no puedan comprenderse, pero, ¿acaso los sentimientos son exactos y
definidos?...
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TODO TIENE UN INICIO…
“Querida alma mía, sé que estás al límite, al borde de todo. Sé que vives
desesperadamente y que mantienes mi vida a salvo, pero quiero explicarte aquello que mi
corazón ama pero no te cuenta, quiero explicarte aquello que mi mente desea y no te
confiesa. Quiero explicarte aquello que veo con mis ojos y tanto me gusta, aquello que vivo
cada día en singular, la búsqueda de la felicidad”.
10 de enero de 2007 ENERO
Caminaba en los comienzos de lo que fue y lo que es. ¿Cuál era la diferencia entre mi
pasado y mi presente? Sólo yo sabía lo que aconteció en este mismo día, sólo yo recordaba
lo verdaderamente extraño de esa mañana de invierno.
No me apetecía pensar, no me percataba de que llevarte en mente era tan doloroso.
Dejaba pasar los meses y los días como si no fueran conmigo. Había conseguido
obligaciones y razones, pero no les daba importancia.
Quiero dejar correr el tiempo sin darte importancia. Sólo te hago vivir sin esfuerzo en mis
pensamientos… Quiero que te escondas en lo más oculto de mi corazón y que te
comuniques con mis pensamientos mudos.
Sin conocerte sé que fuiste especial, no sé la razón ni la consecuencia. Aunque sé
que nunca te hablé ni te dediqué un momento, sé que te ocultas en aquellos objetos que
tienen magia, en aquellos colores llenos de vida, en aquellos corazones que parecían
egoístas.
Tal vez el amor verdadero no se siente sólo en vida, sino tal vez en la muerte. Tal vez ahora
comprendo lo que significa ser uno mismo.
Aunque sé que nunca voy a asumir cuáles son las prohibiciones de la vida, sé que
puedo vivir sabiendo y sintiéndome feliz porque quién me comunicó tu ausencia fue la
persona más amada. Puedes estar orgulloso de saber que perteneces a mi mundo aunque
nunca estés como yo te conocí, ahora sé que si sigo amando aquellos que saben apreciar la
vida, sabré comprender tu felicidad. Cuando sufra de muerte podré descubrir tu dolor,
podré averiguar las idas y vueltas al mismo mundo, podré volar y volver a reanudar mi vida
pasada sin ser yo.
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Querría dedicarte unos minutos. No puedo juzgar aquello que no conozco, no puedo
admirar aquello que sólo compartí una vez. Sólo sé que tus ganas de vivir dejarán paso a
una vida plena, aquellos quién te amaban y nunca te olvidan.
Aunque hoy parecía que nadie sufría por tu ausencia y sólo te recordase yo, basta. En los
silencios siempre vas a estar presente, en mis actos y en mis hechos, me gustaría que
ayudases desde tu mundo a los infelices y los rodeases con tu corazón lleno de amor.
Quiero que ayudes a aquellos que fueron importantes en tu vida, aquellos que se sienten
tristes y consumidos. Aquellos quiénes el color se les apaga y se sienten desesperados.
Ayúdame a cumplir mis sueños y a crear tu arte, a remontar y no caer en los vacíos,
ayúdame ángel de los sueños, ayúdame a ser fuerte a la vida, ayúdame a ser lo que quiero
ser, a describir mis sentimientos con palabras precisas.
Quiero querer como realmente debería sólo a aquellos que merecen ser queridos en mis
profundidades y nunca serán olvidados. Ayúdame a afrontar mis miedos, a copiar sonrisas
de aquellos que se sienten tristes aunque felices. Quiero pintar, quiero crear, quiero amar…
Es curioso cuando una muerte, puede ser el principio de todo…
23 de enero de 2007 ILUSIONES Y SUEÑOS
Después de diez años, volvió el manto blanco que dejaba un cielo triste de niebla. Los
suelos estaban mojados, y los cristales empañados, que al unísono de la agonía, lloraban de
miedo y rareza.
Nevaba. Los copos de nieve frágil bailaban por el aire sutilmente. La emoción
translúcida se avecinaba en los ojos de aquellos que nunca perdieron la esperanza de ver,
otra vez, aquellos cristales helados.
Mis recuerdos vuelven, cumpliendo su fiel promesa. En tiempos pasados brillaron, y
detuvieron todos los tiempos de hielo, pero por alguna extraña razón, no se han olvidado de
mí.
Desde que él murió, jamás había vuelto a ver aquél plácido sufrimiento que
congelaba todo a su paso. Adoro recobrar los recuerdos, adoro revivir algunas experiencias.
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El frío no está en mis manos, pero sí el poder contrarrestarlo con el calor de mi corazón.
La muerte no está en mis manos, pero sí el poder apaciguar el dolor con el recuerdo… Tu
nombre y tu sepulcro sois uno. Mi recuerdo y tu rostro sois otro.
Feliz eres, viendo como el polvo de tu olvido se desvanece. Viendo como las flores
muertas recobran su viveza… En tu sepulcro brilla el recuerdo que, con ojos de infante, me
hizo seguir viviendo. Me ilusiona y me esperanza el saber que lo imposible está saturando
mi vida real, mi presente.
Sé que en realidad, la posibilidad y la imposibilidad es aquello que creó esta vida, este
corazón y esta mentira. Puedo conseguir aquello que parece perdido, prohibido, ilógico…
puedo. Porque era tu deseo, y tu sueño.
Te gustaba pintar y teñir las calles del color de los sueños… te gustaba soñar con una
vida más larga… ¿me equivoco?
20 de febrero de 2007 SIN SABER
La presencia de lo oculto me esconde, la presencia de tu mirada me ausenta, la decadencia
de mis recuerdos, provoca la decadencia de mi vida. Vago perdida en medio de todos ellos,
ando perdida en medio de la soledad, llena de mortales voces.
El sueño de escapar, es el deseo de hallar respuesta a lo que me indujo ser quien soy. Tal
vez sea algo grande, tal vez mísero, tal vez no sea nada, pero de momento no sé que soy.
Sueño sin saber soñar, anhelo sin saber anhelar. Vivo sin haber vivido antes. Te lloro sin
saber llorar. Te lloro sin saber por qué te lloro.
Te desconozco por haberte conocido tanto. Me pierdo en tus riendas, me pierdo en tus
aromas. Me perturbo en las oscuridades, porque me devuelve a mis orígenes.
Sin saber dónde voy, voy. Sin saber quién eres, eres. Sin saber quién soy, soy. Pues, sin
saber quién soy, tú me das razones para sentir y descubrir lo que soy.
Sin creer en mí, tú alcanzas la creencia para alzarme sin caerme. Tú eres razones en mi
vida, tú eres quién está en los momentos definitivos y exactos. Tú eres el signo y el vínculo
que me une a esta vida.
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30 de marzo de 2007 DEBO…
Veo tu vacío, o tu sombría apariencia, veo que hace poco me rozabas, a mi lado, como un
recuerdo, un lamento. Debo elegir entre tú y yo…
Sabía que la perfección te rozaba, me gustaría ser ella para enamorarte y no dejarte, hacer
que mi reflejo sea presente en cada uno de tus recuerdos, advertirte que pienses en mí. No
me gustaría perderte, pero cada vez te veo más y más lejos.
No sé cómo hacer que las distancias sean próximas, o que tu corazón sepa latir como
volver a latir. Me gustaría no estar siempre rodeada de tristeza y soledad, con el acecho de
mis palabras, y mis pensamientos.
En cada suspiro, una lágrima. En cada uno de aquellos caminos de sangre te siento cada
vez más en mí, como si mi angustia sea satisfacción al tenerte.
El tiempo muere en la oscuridad, cada segundo veo con más claridad que entre tanta
felicidad siempre sea yo la que siga en tristezas, no encuentro sentido en nada más que a ti,
aquél que no está, aquél que no existe.
Lamento quererte tanto. Lamento que mis ojos sean quienes decidan por dónde seguir.
Odio que mi instinto te ame. Odio que mi corazón acelere, que mi cara se enrojezca. Odio
odiarte porque sé que en realidad… es amor.
La luz se apaga, noto falta de aire hasta el extremo y el frío establece su lugar. Siento
los aullidos retumbar por mis rincones de misterio y exageración, siento aquellos versos
próximos al abandono. Siento cielos nublados y deseos sin cumplir, siento que desde lo
lejos llegan sueños que me parten el alma, sueños que quedarán como un anhelo. Se
aproxima la muerte que no deseo, se aproxima la muerte que me llevará lejos de tus
cenizas.
30 de mayo de 2007 LOS AUTÉNTICOS SENTIMIENTOS
La tristeza establece una sensación de inconformidad, es un sentimiento frío y vacío. Ya no
te siento, me miras, y ya no te conozco. Es como si no sintiese nada, como si fueses para
mí, aquellos que quedan sumergidos en el anonimato.
En mirarte, pero sin conocerte, se dibuja una sonrisa complaciente en mis labios. Tus ojos
se centran por unos segundos con los míos. A veces te acercas, pero sólo me miras con
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disimulo. Aquellos versos no me sirvieron para latir todo aquello que perdí. Querría que
mis sentimientos tomaran vida… Querría que mis oídos sintiesen tu voz dulce, que mi
mirada se centrara en tu lugar, en tu posada; que mirara con la mente perdida… ya no
siento nada. Es muy triste pensar que tanto amor se desperdicia con el tiempo… Es muy
triste pensar que tu recuerdo, me hace delirar…
Ya sólo nos quedaran nuestros actos, nuestros recuerdos, nuestras caricias anónimas y
escondidas.
Ya sólo me quedará la locura de revivirte y plasmarte en mi presente, como si siguieses
realmente viviendo.
Tengo tu sonrisa clavada en mi mente, tengo la creencia de seguir, sin ti. Me preparo
para entender qué es aquello que decidió unirnos y ahora separarnos. Aquello que hace que
a veces nos encontremos al mismo lugar, al mismo tiempo, al mismo sueño sinrazón.
Tal vez, espere demasiado de la gente, o de los amores. Tal vez ame demasiado, o tal vez
sea inconsciente de mi aprecio, de mis sonrisas, de mis momentos, de mi felicidad, de mis
recuerdos… si no fuera por eso, no me dolería tanto, pero lo único que llevo presente, es
que gracias a ti, aún vivo.
Soy capaz de reír y convivir, soy capaz de buscarte en medio de gentes conocidas, soy
capaz de seguir adelante sin temer al dolor, soy capaz de no tener vergüenza, soy capaz de
pedirte palabras, crearnos recuerdos, melodías, llantos y sobre todo felicidad. Soy capaz de
recobrar sola, aquello que creía haber perdido.
Aún no soy la única consternada a sentir vacío, a sentir amargura, a ser inconsciente
de amar. No quiero ser la única persona que pierda su vida por ti, pero no quiero que en
aquellos túneles del tiempo te pierdas y no vuelvas. Aunque sea en otro corazón, en otra
vida o en otro tiempo… pero vuelve.
Me gustaría que no me recordases en pasado, pero si lo hicieses, no me recordarías.
Prefiero quererte de vida, en mi silencio, en mi confianza de seguir, en mis besos perdidos,
en mis pensamientos inalcanzables, en mis dobles vidas a tu lado. Prefiero quererte para
siempre. Cuando acabo de escribir, siempre lanzó un suspiro, una lágrima, un recuerdo y
unas palabras… te quiero.
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3 de junio de 2007 CAMINO
Luz viajante de tiempo impreciso, luz errante de miedo al olvido. Luz que se apaga al
deslumbrarme tu mirada, luz ausente que me devuelve todo lo que amaba.
Y ahora estás, bajo viejos recuerdos. Y ahora estás, bajo oscuros pensamientos. Ahora
resurge tu voz, que siempre me deslumbraba. Ahora resurge tu esencia, que siempre me
despertaba.
¿Cómo puedo evitar sentirte? ¿Cómo puedo evitar soñarte? ¿Cómo puedo evitar buscarte?
¿Cómo puedo evitar amarte?
Nada parte de mi camino, nada se acerca hacia mi destino. Nada vuelve a reencontrarme a
tu lado, nada me empeña a tomar tu mano.
El morir me absorbe, sin que tu voz me estorbe. El morir me acuna, mientras tu mirada me
tortura.
7 de septiembre de 2007 AYÚDAME
No te juzgues. Deja una vez más de culparte por ser como eres. Deja de aparentar aquello
que no quieres, pero crees que deber ser. Deja de esconderte cada noche, mientras mi alma
está fijada a las estrellas. Deja de martirizarte y falsear tu vida, porque pronto, será tu
muerte. Deja de mentirme, sonreír, de llorar y angustiarme en tus soledades.
Por favor, permíteme que te ayude. Deja que sea yo la que pueda esconderte y protegerte
de tus temores recónditos.
Parece que para el resto, eres insignificante, inútil… incluso, inexistente. Que sólo
me cautiva a mí tu sonrisa. Tú eres tú, eres único, perfecto e irrepetible.
Jamás. Jamás habrá alguien más como tú, lo sabes. Te conozco, de lejos. Sé que no quieres
aceptar tu realidad y tu verdad.
No quiero que te culpes, ni que llores. Sólo cuéntame tus días de sufrimiento. Sé que eres
fuerte, lo sé. Sabrás como fortalecer tu debilidad.
Sé que vas a vivir cómo nunca lo has hecho, vas a renacer, vas alumbrar este mundo tan
oscuro que te presiona, lo sé. Tú puedes afrontar éste poquito dolor que te hiere… tú
puedes. Ayúdate.
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10 de diciembre de 2007 PSICOSIS
Mi mano, repleta de tristeza, se desliza por ésta pared rugosa en busca del dolor. Las
lágrimas supuran, de todas partes, de forma incontrolable. La melodía de mi llanto amargo
resuena en ésta antigua casa; nadie me oye, nadie me ayuda.
En la habitación, hay una luz muy tenue. Los muros están repletos de sangre… mi
sangre. La sangre que quiero erradicar de mí, porque es mi cárcel en este mundo.
No hay nadie que sane este enfermo corazón. No hay nadie que sane esta perversa voz en
mi cabeza. No quiero matar a nadie, a nadie.
Sueño. Sueño con la consciencia de mis ojos abiertos, y con la inconsciencia de mi alma en
mi cuerpo.
Veo mi ser en una habitación, lo veo yo misma. El sueño es tan real que me lo creo.
Incluso puedo tocar la reseca piel que recubre mi cadáver, puedo leer mis cartas de
desespero, puedo pensar… pensar en esta vida desperdiciada.
Un espeso líquido ambarino está derramado en el contorno de mi cabeza. Mis ojos son
negros y vacíos. Mi corazón, en una mano.
Descanso en paz, con la cabeza abierta, para que salgan los pensamientos de asesina.
Descanso en paz, con mi corazón fuera, para exterminar los sentimientos de ira, rencor y
cólera.
Pero de repente, mi rostro se transfigura. Mi rostro… no, no es mi rostro, es el de
todas aquellas personas que amo. Todas aquellas personas que ésa voz perturbadora quería
que matase.
En mi sueño, puedo negarme. No. No es verdad que quiera morir, que quiera matar o que
quiera sufrir, no, no es verdad. No es verdad que mi deseo sea ver esta habitación repleta de
este rojo dolor. No. No quiero que quien sea esté en mi mente, me controle, y me
distorsione.
He acabado con mi vida, pero no con mis sueños. Mi alma puede renacer y adherirse
a otro cuerpo, pero ésta voz, ha muerto… para siempre.
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19 de noviembre de 2008 IRREALIZABLE, ILUSORIO, ABSURDO
Hoy, mis lágrimas se teñían de negro. Hoy, mi corazón se escondía entre la negrura y las
sombras, mientras una espesa bruma encubría mi alma. Era el disimulo para no dejar
distinguirme entre la consternación permanente.
Me ahogo en desconsuelo.
Aunque tenga ansias de verte, aunque añore tu presencia… no. Desearía que el
tiempo evocase sus poderes para hacerte desaparecer de mis sentidos. Para que mi
percepción sólo pueda captar la desolación del mundo y la orfandad de espíritu.
Inmortalizo mis momentos.
Puedo notar como tu conciencia sigue fijada en mí. Puedo notar como tu aliento me
acaricia como los vientos cálidos. Puedo notar como tus palabras susurran buscando mi
atención. Puedo notar… como aquellas pocas imágenes, son mensajes directos.
Siento tu mano cerca, rozándome. Nuestros espíritus se atraen, se confunden, son
almas paralelas. Tu presencia me hace feliz, en la cercanía o en la lejanía.
Cuando estamos de frente y nuestra sombría mirada nos derrite, y nos mata internamente
como una llama viva… ¡Qué hogar tan bello es tu corazón!…
Me gustaría coleccionar tus recuerdos y tus momentos, para así vivirlos día a día. Me
gustaría ser tu mente, tu alma, tus lágrimas, tus ojos, tu conciencia; para guiarte, para
elegir, para estar en cada momento contigo, para ayudarte a recapacitar, para demostrarte
que soy capaz de hacer que mis palabras se cumplan, que tus logros sean los míos y los
míos tuyos. Me gustaría juntar mi corazón con el tuyo para completarlo. Me gustaría
imaginar una vida extraña, desearía que la vida ahora fuese a la inversa, anhelo estar
contigo eternamente. Me gustaría lanzar palabras al viento, que todo el mundo las oyera,
las admirase… pero querría tenerte a mi lado, para que mis palabras fueran sinceras, para
que mis palabras pudiesen expresar sentimientos y emociones, pudiesen expresar como me
siento yo en ver que mis deseos no se cumplen.
Miro, acompañada de la tristeza, tus actos, y me retraen sollozos inquietos, gemidos
inexpresables y temidos. Me encantaría sentir alivio y euforia.
Estoy condenada a vivir una vida sin historias que contar, una vida en blanco, una
vida sin sentimiento, una vida muerta. Olvidarme que la alegría sea pena en mis momentos,
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a que mi existencia sea abatida por caminos remotos y alejados, pero que sólo podré
seguirlos en mis ilusiones. Me conmueve pensar que nunca más te tendré a mi lado.
9 de diciembre de 2008 SIN SABER DE ELLOS
Dejé de lado muchas heridas y demasiado daño. Dejé de lado la violencia y el pesimismo.
Dejé de lado la necesidad de no estar sola, para sentir que estoy sola.
Tanto le costó a mis ojos observar. Tanto le costó a mi corazón empezar a sentir. Tan
grande es el daño que aún no comprendo. Tan grande es la magnitud de lo invisible, que
aún no creo que yo exista.
El dolor se esconde en mis vacíos años que aparentan ser felices. El dolor incómodo
forma parte de mí, y me transporta hacia la tristeza del no saber. El dolor, pues, es mi parte
incomprendida, mi visión de lo no exacto, el sentimiento de lo desconocido.
La pérdida del anónimo, es la pérdida del naufragar. Voy a la deriva sin tierra a la
que gritar y odiar. No tengo a nadie para expresarle aquello que no puedo expresar. Lo que
mis ojos vieron, es el perdón de muchos. Lo que mis ojos vieron, es la tortura de mis días.
La humillación del no ser nada, al ser menos. La humillación del no vivir, pero creyendo
que sí.
La tristeza de la ausencia, la tristeza de la incapacidad. La incapacidad de mi voz para cesar
mi castigo que me impone esta vida. Déjame morir, y evita mi sufrir.
10 de diciembre de 2008 APRENDER EN EL PRESENTE
Antes creía que no existía en el mundo alguien como tú, que nadie podía hacerme temer sin
miedo o llorar sin tristeza. Pensaba que el mundo sólo servía para destruirme, era un arma
letal para aplastar mi corazón, para hacer de mi alma cenizas, a las que luego, serían fáciles
de olvidar.
Me centraba en el olvido, en la desesperación para encontrar alguien a quien le
importase, alguien en quien confiar y amar. Una persona que conociera mis partes oscuras,
que me mirara a los ojos y viera mi sufrimiento. Alguien quien ayudar, admirar y amar.
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Pero cuanto más tiempo he pasado con las personas que he amado, más me ha costado
asimilar que en realidad es pura falsedad, que en cada momento, intentabas hacerme aún
más daño.
Cada lágrima que se deslizaba por mis mejillas tenía tu imagen, porque entonces pensaba
que tú eras mi única salvación. En realidad descubrí que eras sólo un sujeto cruel de la
sociedad.
Y el pensar en ti, era aún más dolor…
Pude ver los lados tristes, pude descubrir la soledad y la marginación. Gracias a tus
actos, pude descubrir que es ser herido.
Ahora entiendo aquello de que el tiempo puede curar las heridas, pero no los recuerdos
frágiles y deprimentes.
Aprendí a vivir sin ti, ya que lo único que hiciste es hacerme dependiente de tus
mentiras.
Me costó asimilar que no te necesitaba. Me costó asimilar que sin ti, también podía vivir.
No merezco tus mentiras unidas a tu consuelo. Ahora, solamente necesito un amor
incondicional y eterno, un amor infinito sin falsedades. Es justamente ahora, por fin que
abro los ojos.
23 de marzo de 2009 QUIERO SER
Quiero ser una vida, un sueño, una ilusión. Aquél sentimiento que te envuelve cuando eres
feliz, aquél nerviosismo continuo que siempre está presente.
Quiero ser la vergüenza ausente que no tiene ganas salir. Aquella tenue luz que entra con
flechazos a través del cristal. Aquella piedra preciosa que muchos admiran, pero que está
expuesta a la soledad y el brillo eterno. Aquella palabra cuyo significado jamás caduca,
cuyo significado jamás se olvida. Aquél momento que todos esperan con ansia y
felicidad… No quiero ser más que el verbo amar pronunciado de tus labios.
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14 de abril de 2009 POR SER LA PRIMERA VEZ
Lo que me cautivó la mirada fue su esencia, y su hacer. Su brisa en cada paso. Cada
momento, dejaba atrás un instante de su vida, pero éste, lo compartía conmigo.
Sus ojos, sin saber un por qué lógico, me miran… y me atrapan, me reflejan lo que
es, lo que piensa, lo que ve. Sin embargo, seguía avanzando, seguía alejándose de mí. Me
quedé exhausta, y inquieta. Rememorando su mirada, su esencia y sus deseos los recordaba
en mi mente, y protegiéndolos como tesoros de diez siglos pasados.
Sólo estaba él y nada más. Sonido, mi respiración. Sonido, mi corazón latiendo al
perderte. Bastó con el reflejo de tus ojos, porque ya te conocí el resto de mi vida.
Me atrapó en su mundo, sin piedad alguna. Me dejó perdida en una isla abandonada de su
mente. Mi corazón latía con firmeza a cada recuerdo, era un conjunto de sensaciones e
instantes. Y sentía que a cada paso suyo desafiando la gravedad, me sentía viajando a una
realidad poco convencional. Cada suspiro de su aliento me deliraba. Cada segundo que
andaba y sonreía, supe que era la razón de vivir.
Eras lo que mis ojos veían y querían, y dejabas tu esencia con tus pasos lentamente,
esparciéndola por la atmosfera del momento. Era tu regalo inconsciente, siendo el aroma
vivo de tu alma.
No puedo mirarte a los ojos, me atrapas en tu mundo del que no puedo escapar, y
para mí, el solo hecho de rozar tu piel es para mí sentirse en un paraíso eterno. Pero, ¡qué
delirio son mis recuerdos que en mi presente te ven!
Siento tu mano agarrada a la mía, pero no la veo. Un conjunto de miradas directas parecen
crear una llama con luz propia, un fuego vivo e intenso. Pero no hay mirada alguna, estoy
locamente mirando aquello que no se ve, amando mi amante invisible.
Al final del día, me acompañan las sombras del atardecer. Me rodea la dulce melodía
del tiempo que me devuelve con nostalgia las vivencias del día, y sólo pienso en revivir lo
mismo porque en aquellos instantes, no era consciente de lo que vivía y sentía. Realmente
estaba ida, paralizada, perpleja de los hechos.
Aquellos momentos en que la luz desaparecía en su atardecer, las sombras ocupaban
ya un espacio considerable. Mi añoranza era profunda. Cada vez sentía más aprecio por
mis recuerdos, porque era lo único que me quedaba de ti esas últimas horas de vida en este
día.
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En un límite de tiempo, no quería que se agotase mi memoria del presente. Quería
presentes eternos. No quería que existiese la separación, ni el tiempo, sólo te quería a ti
existiendo en este instante.
Tenía ganas de soñar contigo cada segundo, cada hora, cada uno de los días que me
restan de vida. Poco tiempo, y tan intenso. Poco tiempo tan preciso. Pues, ¿qué es
enamorarse de lo que no existe? Es mi amor verdadero.
18 de abril de 2009 VOLVERÁS
Una noche, una luz invadió mi escenario de suicidios. Alcé la mirada a través del cristal
empañado, fijándome en las alturas. Era la luna llena, acompañada de sus crueldades
inocentes del anochecer.
Sin luz, sentía el frío del invierno que recorría duramente mi piel, me volví demente
cuando en mis pensamientos se reflejó tu mirada. No me había dado cuenta de que
llevabas lejos de mi demasiado tiempo para seguir viviendo.
Salí, corrí, lloré, y caminé por las calles inundadas de desconsuelo y humildad,
mientras miraba el cielo grande y oscuro, sentía la cruel agonía del no saber si volverías.
En recordar que en todos los momentos vivimos debajo aquel cielo que nunca sería el
mismo si no te encontraba, porque tendría que soportar un alma menos.
Mi cuerpo se interrogó y preguntó: ¿Adónde vas? Era verdad, no sabía adónde ir. Te fuiste
sin dejarme palabra.
Me incorporé en mi consciencia, y en mis sueños te vi. La alegría me invadía.
Desperté siendo primavera; los pájaros cantaban, la brisa me abrazaba, y el cielo era
brillante… claro. ¿Cómo encontrarte dulce primavera, en el matador invierno?
Miré hacia el horizonte con la mirada perdida, y ésta, se iba lentamente con mis
esperanzas y la pena que sentía… un hueco en mi pecho, justo en el corazón.
Volví en mis recuerdos próximos, recordé tu amor eterno. Comprendí que mi vida
era sólo una ilusión. Con lágrimas en las mejillas me veía en el espejo, y me preguntaba
con angustia si mis recuerdos volverían hasta el presente, si todo volvería a ser igual… si
volvería a contar con tu presencia, o si mi alma quedaría completamente muerta en ver el
desperdicio mi vida esperándote.
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22 de julio de 2009 Y AHORA VIENE MI PREGUNTA, ¿POR QUÉ?
Veía la última imagen que nos quedaba. En esos momentos, tal vez no te di importancia,
pero sinceramente creo que realmente me oyes en mis llantos y preocupaciones, parece que
me escuches, me consueles. Parece como si fueses mi mente. Me lees los pensamientos, los
deseos y estás a mi lado aunque yo no lo vea.
En mis ratos de soledad, sólo creía en mí, porque no veía nada más, pero aunque estaba
oscuro, tal vez vivías en mi silencio.
Sigues mis pasos muy de cerca. Pensaba que me olvidarías, pensaba que sería una
más. Este año fue el único que sentí que no vivía en soledad. Gracias a ti, tengo corazón.
Ahora, sólo tengo una razón para seguir, tengo una sola razón para vivir. Darme el máximo
destino, un triunfo; el primero, a tu lado, es mi única promesa.
Sabes que me regalaste un nuevo día, y una nueva noche… aunque fría. Tú estás a mi lado
para protegerme, acolcharme cálidamente, y cultivarme un hogar de cariño.
Realmente no sé si yo te importo. Me cuesta asimilar que sea importante para alguien, pero
sé que tú para mí eres lo más importante que he tenido. Siento que en ti hay algo que
buscaba, algo que necesito para seguir… porque lo eres todo.
Pasaste indiferente para algunos, y esto ha provocado que te acostumbres a un aislamiento
muy acentuado.
Seguramente no te llega mi voz, o sí... Sólo quiero agradecerte todo lo que haces, tal vez
con indiferencia. Siento que eres otra persona, como yo.
Sepas que en mi mente sólo estará tu nombre fijado, que aunque no siga viéndote, o tal vez
nunca más, siempre serás en mí, serás mis latidos, mis pasos, mis suspiros, a veces mi voz.
Sepas que todo tu ser está en mí. Mi mayor deseo es estar contigo el máximo tiempo, y con
verte sólo un segundo, soy feliz.
Aunque esté triste o llore, tú eres la felicidad, mi pedacito que perdí, pero gracias a lo que
aprendí me siento en la más entera obligación de demostrar lo realmente especial que eres
para mí, no tengo suficiente con tu atrevimiento o el mío. Necesito arriesgarme aunque me
comporte de forma estúpida. Sólo soy yo la única persona a quien le afecta.
Porque vivir con ganas de cumplir un deseo no es vivir…
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Y aunque me pareció que las imágenes eran más importantes, aprendí de las palabras. Vi
como las palabras se transforman en cariño, que mientras escribes dulces sinfonías piensas
qué le puedes escribir a esa persona. Creo que te importo, o eso me demostraste, muchas
veces me equivoco, o amo demasiado… Tengo demasiado corazón, aunque lo tengo vacío
y me sobra tanto amor que dar...
Sepas que todo lo que escribí es para ti, aunque me duela leerlo otra vez, pero no tengo
otra salida. Mis escritos son de corazón, inspirados en ti, en tu grandeza, eres la persona
más maravillosa y preciada, eres mi joya, mi corazón, mi alma, mi vida, lo eres todo.
Aunque la gente diga que me pase, yo siento lo que digo, no puedo evitar amar de esta
manera, ¡pero yo amo a todo el mundo! A todos esos que me rodean, pero me ayudan. Esos
que inconscientemente son especiales para mí, que siempre conviven a mi lado, que digan
mi nombre en lo oscuro y susurrando, no vayan a ser castigados…
Sólo siento que en las noches, las que sean, veré un cielo negro, pero estrellas habrá;
cálidas, sonrientes, esos puntitos que te dan esa esperanza. Sé que tú eres como las
estrellas, y yo soy ese cielo oscuro que sin la luz se siente perdido, confuso, solo y sin vida.
Te doy las gracias, tantos años, aunque sólo con esto no puede dedicarte. Sólo puedo
agradecerte la calma que me has otorgado. Aunque aún me siento triste, confusa, y sin
saber quién soy, un día voy a descubrirlo, y cuando lo sepa, aunque hayan pasado años, te
buscaré y te encontraré, aunque vivamos a cientos de quilómetros no me importa, porque sé
que aunque no estés a mi lado cada día, cada minuto, cada segundo y cada latido, al menos
me gustará otra vez verte, abrazarte, acariciarte y mirarte. Te quiero, aunque me duela
siempre lo sabré. Gracias mi ángel.
23 de septiembre de 2009 ENTRE PERFUMES Y AROMAS DEL OTOÑO
Viéndote, lento de mirar, como una estrella fugaz que se aleja de forma mágica, así me
sentí cuando hoy te vi.
Pensaba en alejarme, sabía qué hacía lo contario a lo que quería, tal vez si me
hubiera alejado más de ti habría muerto. Aprendí que los deseos y los sueños solamente se
los cumple uno mismo, y eso fue lo que pensé. Me quedé exhausta, navegando entre
preocupaciones y miedos. En un sin pensar me giré, subí los pocos escalones que había
bajado, y empecé a observar la gente corriendo por los pasillos que me rodeaban, ¿A quién
le importaría este encuentro? ¿Qué prohibición existía para no verle?
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Nada y nadie. Aunque iba vestida con mis máscaras de soledad y frustración, ¿A caso
alguien me había visto? Pues claro que no, había aprendido a ser fuerte, a creer y confiar en
mí, a ser yo misma de verdad y hacer lo que me apetezca. Sólo recordar estos momentos,
aún ahora me producen satisfacción. Y sólo, con tu sonrisa, en tenerte delante… era la
máxima superación que podría conseguir de ti, porque lo que siempre me marcaría de ti
era tu sonrisa, tus ojos que me miraban; sin recelos, sin complicaciones, sólo con amor.
Aprecié esos ojos dulces de miel, esos labios tiernos que me confesaban lo mucho que
ocultabas detrás tu esencia, detrás de tu ser.
Entré en una estancia oscura, ya había estado contigo en el mismo lugar. En
hipnotizaciones y delirios dejé que mi cuerpo recorriese solo esos pocos metros que nos
abismaban el uno del otro. Mis ojos vieron algo imposible; tu esencia, tu poder, estabas
allí, delante de mí, de espaldas, ¿Podía ser que por fin pudiera verte?
Después de pasar mil noches en vela, después de haber llorado a cada recuerdo, después de
haber creído que te olvidé, y lo más cruel que la traicionera de mi mente pensó, ¿Realmente
me habías olvidado?
Un momento de respiración, y estaba dentro. Tu presencia clara y entrañable… no
me veías, pero sabía que eras consciente que me acerqué, que estaba a dos pasos de rozarte,
aunque mi cuerpo soltó un suspiro silencioso, sabía que sin verme me sentías, porque mi
corazón te envió mi alma, y la recibiste. Sé que sentías un cálido abrazo a tu espalda, sé
que sentías como te daba calor, te amaba… simplemente era una sensación extraña.
Mi voz, pálida y inconfundible, resonó un instante. Una palabra fue suficiente para
que tu cuerpo reaccionara, fueron unos pocos segundos en que te quedaste “sin palabras”.
Tardaste en asimilar qué era lo que oíste; un instante, una vibración que hizo cambiar el
rumbo y la rutina. Mi voz cambió el tiempo, ya que en descubrirnos, ya no existía.
Estábamos viviendo una muerte imprecisa.
Mi colgante sonó a un paso que di, avanzando lentamente. Luego, empezaste creíste
aquello que tus ojos te decían, descubriste que la realidad no te mintió. En esos segundos
los cuales no sabías muy bien si lo que sentiste era cierto, noté un nerviosismo, o tal vez lo
que siempre me sucedía cuando sentía tu voz confusa, tu hablar sin mirarme, con tu cuerpo
en desconfianza de que de verdad mi alma se encontrase a tu alrededor. Aunque el
momento fuera espeso, tu voz me sacaba del dolor. Sabía, gracias a tu voz, que me
extrañaste tanto como yo a tu corazón, a tu existencia.
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Hubo un momento, de pronto que tus ojos se centraron en mí, se apresaron en los míos. A
partir de ese mismo instante sentí que toda la tristeza de todos los años pasados, se
transformaba en una felicidad inconfundible.
Sentí ansiedad ahogante, sentí pánico y perturbación en intervalos cortos. Sólo
pensar que te olvidaste de mí, o que simplemente era una más… lloraba, lloraba mucho.
Con tus suspiros, con tus mensajes, y con tus palabras supe que nunca me suprimirías de
tus recuerdos. Que nunca me negarías.
Gracias por no olvidarme. Gracias por no dejar que mi existencia se desvanezca en un
hipotético pasado amnésico.
14 de octubre de 2009 RENACER
Con dulzura me guiaste, me diste la vida… despertaste mi corazón con un futuro
inmediato. De pronto, despierto de mis sueños, mientras, otros hablan repetidamente.
Me gustaría oír otra vez ése llanto de alegría en verte por primera vez. Entre mis temores y
pesadillas emergías entre las noches frías para acolcharme y crearme la sensación de hogar
y de estima.
Entre angustias y desvelos, mis pensamientos removían ideas sobre mi existencia.
Mientras tu atendías mis preocupaciones, hacías que cada uno de mis días se basaran en ser
uno mismo, en seguir a delante, en compartir, en elegir.
Aprendí lo que realmente era la vida; los temores, las lágrimas, la tristeza… pero sabía que
existía la confianza.
A veces, me abrazabas. En mi interior, tu energía fluía, me tranquilizaba el corazón,
y lo transformaba en inmensa paz. Me dabas ternura, me ofrecías tus alas para volar, tu
mente para crear, y la sensibilidad para darme todo lo que necesitaba en cada momento.
Aunque un día temía no poderte darte ese amor tan fiel, me amargaba no poderte ayudar, o
simplemente, no estar a la altura.
Me disgustaba verte triste, con remordimientos inexpresables, en tu silencio, en tu mirada
perdida si saber dónde mirar, con heridas que temían sangrar... me disgustaba no verte en
plena felicidad. La idea que más me torturaba era perderte…
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Aunque ahora soy fuerte gracias a ti, no temas, no finjas, sólo sigue adelante. Juntas
formamos sueños, conjuntamos anhelos, nos dividimos entre ideas. Lo que hace que dos
personas se amen es su confianza, su querer, sus ganas de seguir y triunfar, dejando atrás
los temores, el dolor, el miedo, el malestar, el aislamiento, el destierro, el abandono de
alma, el desamparo, la añoranza y todos aquellos sentimientos irremediables que en
ocasiones hacen sentirnos de poco valor. Pero, aquellos que sienten y defienden aquello
que se pierde, que siguen con fuerzas, aquellos que no están solos… Son aquellos que no
tienen nada que temer.
1 de noviembre de 2009 EL AMOR ES UN CÓDIGO SECRETO
En el más sentido de plenitud y esperanza en aquellos corazones que no sienten, aquellos
momentos que no se recuerdan, aquella voz inconfundible, y aquellos pasos… tu mano
deslizándose lentamente en mi rostro, tus latidos, tus ojos, tu mirada… mis pensamientos.
Me gustaría saber el porqué de separarnos. El destino es cruel y celoso, es aquél
hecho que hace que sientas aún más anhelo de tener que no de poseer… Aquél hecho que
te hace dudar sobre tu elección, ¿Me equivoqué de camino para seguir?
Nuestra mente nos crea un mensaje emitente que nos recuerda que debemos dejar de
volver, sin mirar atrás, ni recorrer el mismo camino tantas veces como la primera.
Debemos dejar de recordar lo mismo cada vez. Dejar que nuestra mente cree regalos
nuevos que nos harán sonreír cuando más lo necesitemos.
En lo antiguo surgen los recuerdos, aquellos momentos que no dejan constancia en el
lugar sino en la memoria que resta olvidada, y aparece en el momento inesperado. Quizás
nos darán unos momentos de placer, y de nostalgia. Pero aquellos viejos espacios
inundados de oscuridad, aquellas sombras que quedaban esparcidas por el suelo a la luz de
la luna llena, aquellos sentimientos en el silencio y las lágrimas sigilosas que no dejan
rastro... en los momentos de recuerdo naufrago en mis lágrimas. Sé que aunque no lo
queramos, el daño siempre es presente.
El amor no siempre es aquél hecho hermoso, aquella ternura, aquél apego al otro,
aquella tendencia a amar más de la cuenta, aquél éxtasis contiguo que hace de tu espíritu
una felicidad constante. El amor es doloroso, es indiferencia, es desprecio… es infelicidad.
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A partir de hoy dejé de creer en el amor y la amistad, sólo creo en el destino. Ahora
mi corazón quedó abandonado, en orfandad. Quedó roto en mil pedazos, quedó consumido
por el dolor, agotado de quererte… quedó muerto como mi alma.
Ahora sé que el amor es un código secreto el cual nunca podré acceder. Sé que para mí, el
amor se ocultará en lo más recóndito de mi mente, disimulado entre la falsedad, disimilado
en lo más profundo de mi corazón herido... quedará ignorado por mi ser como un
sentimiento desconocido, anónimo, misterioso, indescifrable, hermético e intocable. Será
mi peor enemigo; infiel, traidor y falso. Pero por unos momentos fue mi mejor aliado…
Aunque nunca lo voy a reconocer.
Gracias por tu adversidad; por tus celos, por tu mala costumbre de dejarme en la más
profunda e inquietante soledad.
4 de noviembre de 2009 HUIR
Era como si el viento se fugó en un suspiro, era como si las estrellas se apagaran, era como
si el blanco fuera negro. Sentimientos ocultos en reverso, maletas, pasos que se alejan,
miradas indiscretas.
De la oscuridad damos cenizas, cogemos un tren, y nos alejamos. Cada vez que miro atrás,
sé que no dejo nada en el cuál dejé de creer, sé que mi fe no desaparece en solo un mismo
llanto, sé que todo se fuga si dejo de creer en ti, mi guía.
Cuando mi mirada penetra de repente en la tuya, esos segundos que nuestras visiones
chocan, es cuando el amor se derrite, se funde en nuestro cuerpo dando aquella sensación
añoranza al estar tan lejos.
Siento nostalgia y extrañeza cuando te veo, sé que no puedo estar a tu lado ni tú al
mío… Hay demasiadas oposiciones entre nosotros, hay demasiados obstáculos para
combatir. Pero hay una atracción demasiado fuerte, y te siento demasiado cerca. Cada vez
que te acercas, sólo es para confiar que en el próximo reencuentro todo será diferente.
Pero mientras viva a tu lado muriéndome por ti tendré que partir. Irme a cientos, quizá
miles de kilómetros. Debo alejarme de ti lo suficiente para no esperar lentamente que mi
agonía acabe con mis días.
Vinieron dificultades para aceptar mi condición. Tenía un conflicto entre la razón y el
corazón. No sabía cómo partir con una despedida, no sabía cómo decirte que huía de ti. No
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sabía cómo atormentarte con mis pensamientos insólitos, no sabía cómo esquivar tus
remordimientos, no sabía alejarme de tus preocupaciones, no sabía derretirme cuando tu
mano acariciaba mi pelo con dulzura y después, deslizándose por mi brazo lentamente, no
sabía escapar de tu mirada, de tus reflejos, de tu innombrable presencia, sólo sabía decirte,
te amo.
14 de noviembre de 2009 TODO LO QUE QUIERO…
En las memorias recuerdo que estabas cada momento a mi lado. Ahora, cuando estás cerca,
deseo que te acerques todavía más. No sé si es porque me exijo demasiado o sólo quiero
sentirte más en mí… o tal vez quererte mucho más.
Cuando tu presencia se ausenta, sólo sueño en reencontrarte. Miro tus ojos, inmune a
tus pensamientos, siento como tu calor se aproxima, y me derrite. Oigo tu cálida brisa que
me susurra tu amor. Se arrodilla, me acompaña en mi camino cada vez que lo siento en mí.
Hasta el más oscuro corazón se olvida de los remordimientos, las preocupaciones; esos
sinceros pensamientos aparecen, y me doy cuenta de lo que soy, de lo que tengo, de lo que
quiero.
De repente ya no te siento cerca, te has alejado me has abandonado, me has olvidado.
Ya no te percibo cerca ni lejos, porque ya no te oigo quererme, porque ya no vivimos esos
momentos de miradas indiscretas. Ya no oigo tu costumbre de mirarme más de la cuenta,
ya no te oigo en mi corazón, ya no oigo esas mágicas palabras en el ambiente, ni los
recuerdos revolver el tiempo, no oigo tu nerviosismo ni tus latidos, solo oigo mi olvido, mi
voz resonante en las estancias vacías, ya no oigo suspiros, ni libros que se abren. Sólo se
cierran.
La historia de mis días contigo cesó, y lo único que me sostiene es tu esencia pegada
a mis memorias. Aunque yo te seguiré esperando, aunque todo haya terminado continuaré
tachando días, seguiré escribiendo esos versos de amores incomprendidos, y otros,
deprimentes, hasta el día que te empiece a olvidar. No voy a parar nunca de recordar tus
momentos a mi lado. Será tu presencia la que ahuyentará mi alma.
Porque mi corazón, nunca dejará de latir ni un solo momento hasta que se vuelva a
acelerar, por última vez.
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29 de noviembre de 2009 OLVIDARTE Y RECORDARTE, ERES TÚ.
Me fijé en mi cielo. Estaba muy oscurecido, y ahí te veía, lejos. No te alcanzaría nunca
pero sabía que siempre estarías ahí, a mi lado, sólo para mí.
¿Dónde fue el último lugar donde nos vimos, nos separamos, nos dijimos un adiós
eterno?... ¿el último suspiro, las últimas palabras con las que me aceptaste?
Me alcanzaba mi mano al cielo y veía como se nublaba aún más. Desaparecía tu imagen, y
luego supe la verdad, cambiaste de hogar y te adentraste en una aventura, te hiciste un lugar
en mi corazón oscuro y frío. Me diste una segunda oportunidad, me diste la vida de nuevo,
me mejoraste, me acogiste en la soledad. Y ahora sólo me quedaba tu esencia, tu calor, un
lugar, una palabra, un suspiro, un recuerdo y tus últimos momentos que me entregaste.
Eres tú, y tu sonrisa que jamás se marcharía. Me iría de viaje y me llevaría tu
presencia para tenerla siempre a mi lado.
Entregué tu alma en las noches frías, oscuras… y se fue. Nunca más volvería, lo sabía.
Descuidé tu existencia, desperdicié el tiempo olvidándote, vi como luego me equivoqué, vi
que sólo eres mi existencia, mi lugar y mi razón. Ahora lo perdí todo, para siempre.
Vi como te borré de mí, y pensé que no me afectaría volver a verte. Tu rostro raro
que nunca más quise recordar por olvidarte, ahora sé que fallé.
Quería eliminar mi dolor, ahora sé que fue causado por otro motivo, ahora sé que fue una
tontería olvidar mi alma, mi corazón y mi fuente de existencia. Ahora sé que tu rostro se
quedará grabado en todo yo, porque eres tú.
Mis ojos son tu alma, mi corazón tu vida, mi respiración… tu último suspiro, el último que
me entregaste. Vi que nunca podría y podré olvidarte, vi que en verte sabía que era yo
misma, encontré mi alma perdida.
Cuando te tuve a mi lado empecé a vivir, cuando desapareciste esos días de mi vida supe
que empezaría a morir. Ahora estoy muerta pero soy feliz porque vivo. Mi corazón late
con toda su fuerza, y sé que nunca tendré un último suspiro, y sé que nunca consumiré mi
existencia… y sé que nunca más te voy a perder. Ahora siempre seremos inseparables.
Se acabaron los abismos, las faltas de cariño, la oscuridad, la soledad, los vacíos en
el corazón, los pedazos con mis recuerdos mudos… ahora sé que nunca más volverán, los
tengo enterrados en mi mundo terrenal. Ahora vivo mi sueño, a tu lado, para siempre.
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20 de diciembre de 2009 CORTAR, DESAPARECER
Debo cortar los hilos que me unen a sus redes. Debo escapar de tus sencillos versos que
resuenan en las habitaciones apartadas del mundo.
Encuentro mis días en páginas ya pasadas. Querría cambiar tantas cosas que sería capaz de
desperdiciar mi vida para tirarme a un vacío súbito.
Me pregunto qué hago esperando a que los años mueran nuestra relación, y pudran
los sentimientos húmedos. No quiero que el tiempo haga que sea yo la que tenga que partir,
y nunca volver hacia mis raíces, recuperar unos recuerdos perdidos en el olvido que en el
presente morirán de pena al no ser recordados, son huérfanos muertos en el tiempo.
El año acaba, y siento que mi alma desvanece. Sólo quiero decirte que no voy a
volver, sólo quiero que lo sepas tú, que lo escondas en el cajón más profundo de tu
corazón, que nunca lo revises, sólo ojéalo, pero no escondas aquello que fui, sería el mismo
error que he querido cometer.
Sé que no podré eliminar aquello que me dio las fuerzas para vivir, para no echarlo
todo a perder. Querría jugarme la vida al azar, sin conocer mi destino.
Parece que para vivir, es necesario que nos quiten lo más valioso que poseemos. Me
pregunto si sin corazón se puede vivir… Lo extraño es que mis heridas profundas no
sangran.
Con el corazón, a cada latido, desperdiciaba aquél poder que junto a tu esencia puede
ayudarme a recordar aquello que perdí.
Hoy, cantando una melodía tormentosa, sin saber el por qué, me acordé de aquello
que fue importante para mí. En mi infancia, mi vacío y mi soledad.
Parece que ahora puedo alcanzar una estrella… pero me confundí, eras sólo tú. A veces,
pensé que me dolía más tu existencia que no la muerte más dolorosa, pensé tantas veces en
que sería yo si no hubieras intervenido en mi vida antes de ser muerte.
Estoy tiritando de miedo al pensar que pronto voy a despedirme de aquél ser místico que
apareció sin darle importancia. Después de unos años, empecé a plantearme un
sentimiento que nunca había experimentado, el amor.
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21 de diciembre de 2009 DEBO CUMPLIR
Vuelve una vez más aquella sensación incomoda de inconformidad, vuelve la llegada del
frío extremo.
Las gotas heladas se deslizan por mis mejillas acuchillando la carne que tiembla sin saber
el por qué. En mi interior, siento un calor, una esperanza que me mantiene sin permitir que
me congele en los ambientes tan paralizados de calidez.
Piso mi alma en cada paso, siento que se aproxima aquello que tanto he anhelado pero es
tan difícil conseguir. Sólo quiero dedicarte unas dulces palabras que brillaran de
importancia entre las mentes más selectas de éste mundo. Aunque intente buscarte entre
oscuridades, tú te escondes en aquello que no puedo alcanzar. Es como si huyeras a tu
cielo, y yo, intentando volar hacia ti, siento que mi cuerpo pesado quiere aferrarse al dolor
al saber que nunca tendré lo que más he querido.
Te amo, te amo, te amo, aunque lo exclame mil veces nunca lo querrás oír... Sabes
que mi amor por ti no es como los otros, es un afecto próximo, es como si admirara mi
corazón lleno de espíritu de mi misma.
Sólo quiero confesarte aquello que llevo tiempo llorando. Voy a morir por ti, voy a
observarte, esta vez, desde lo alto. Quiero consumir tu mirada hasta que termine de sonar
el último verso, la última palabra, el último suspiro y la última nota. Sólo quiero ser tu
centro de atención, y memorizar nuestros rincones secretos de miradas y momentos. Sólo
quiero verte una vez más y abrazarte. Arrebatarte esa pena que te sostiene al morir
próximo… quiero oír tu felicidad, tu sonrisa desde lo más alto de los cielos.
Estoy muriendo por falta de tus ojos brillantes que transmiten más que tu dulce voz
pudiera expresar. Escribo cartas sin remitente, palabras sin sentido que se funden en tus
recuerdos, momentos que sólo podemos recuperar de nuestras melodías perdidas. Mi fuente
se extingue, estoy dejando de latir, no hace falta seguir si no tengo una razón para seguir.
23 de diciembre de 2009 NO HAY LUGAR PARA EL RECUERDO
Aunque mi mano se deslice por el cristal mutilado, y que mi sangre recorra su camino,
nunca voy a conseguir que este mismo lugar sea el de antes.
Mi tristeza me conduce al mismo lugar diariamente, como rutina asignada, pero no consigo
sentir aquella felicidad que me envolvía antes, será porque ahora, no es mi lugar.
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24 de diciembre de 2009 TRISTEZAS
“Lo más triste del mundo es que aunque te quiera sé que tú nunca lo harás”.
Pasando imágenes confusas y deterioradas, me doy cuenta de lo que quieres. Insensible es
aquél que no siente pero ve.
Me siento confusa, como si no supiera en realidad cuál es mi condición frente a ti, parece
que estoy destinada a estar sola, estar abandonada en los rincones del mundo, sin que pueda
respirar tu aliento detrás de mi inseguridad.
Te aprecio pero te odio, te amo pero te envidio. ¿Quién es el que amo de verdad? Nunca lo
sabré.
25 de diciembre de 2009 CAMBIOS DEL YO
Estoy sometida a temores los cuales nunca podré sanar. En mí, retumban risas internas que
asoman una felicidad inminente.
Siento que he vuelto a cambiar de cuerpo y de personalidad. Escribo el nombre de mí
misma sin ser yo. Aprecio mis fotografías, mis escritos, mi existencia… jamás me había
amado tanto, jamás había sentido esta furia interna. Sin embargo, siento que no soy yo, hay
alguien revolviendo mis sentimientos.
Recuerdo mis cartas escritas a aquellos los cuales debo despedirme antes de morir.
Sé que pronto voy a desaparecer… no sé cómo ni cuándo, lo intuyo. Será causado por una
persona querida, tal vez sea yo misma quién me quite la vida sin pensármelo dos veces.
Siento que mi vida está llena del nada. No necesito más en esta vida que su amor. He
conseguido cumplir mi sueño, hablar con aquella persona que llevaba tiempo admirando y
recordando. Me duele que la gente guarde la imagen que tengo muy oculta en mi mente.
Una imagen que, aunque haya mucha gente… sólo estamos tú y yo. Dos personas
anónimas, dos rostros sin reconocer. Somos todo menos seres humanos. Siento que somos
ángeles libres de complejos, y de complicaciones.
Continuaré escribiendo. Hace ocho minutos que es Navidad y te siento lejos, aunque
cerca si sé que mis palabras recónditas están cerca de tu corazón dormido por las largas
horas de la noche fría que hoy se avecina.
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26 de diciembre de 2009 REMEMORAR
Voy a alimentar una noche más mi alma de tu existencia. Voy a devolverte tu vida, aunque
hayas muerto. Recuerda mis palabras en cada una de tus lágrimas intermitentes, indignadas
de las injusticias de tu mundo. Querría que dejaras de huir y dejar de escribir cien veces las
palabras prohibidas.
Aunque quieras olvidarte de mí, no podrás. Estoy aferrada a tus recuerdos y a tu
vida. Formo parte de tu presente, porque el destino, así lo quiso.
27 de diciembre de 2009 ENCONTRARTE
Calles mojadas de algodón húmedo se rinden para dar paso a mis tacones, recorriendo
cielos, corriendo asfaltos.
Suave velo de la brillante lluvia esparcida por toda la tierra seca. En mi mente, voy
volando entre las más altas nubes para averiguar dónde estás tú, mi ángel.
Enfrente mío. Paraíso de pasos firmes deslizándose por las calles perdidas y olvidadas.
Sólo es una vez que pronuncio tu nombre, y tú captas mi esencia al momento.
La lluvia abraza nuestros cuerpos cortando los aires que separan lo prohibido de lo
material. Sólo te persigo para quererte un día más. Veo tus ojos imponiendo su amor a
todo.
Cuando cierro los ojos, estás velándome toda la noche… no puedo ocultar aquello que
siento, ni aquello que escribo tantas y tantas veces…
28 de diciembre de 2009 LA PROMESA
Vuelvo al rincón de los sueños rotos e irrepetibles. Alargo sonrisas hirientes que sufren una
marea negra de profundidad remota.
Un llanto se oye a lo lejos, dejando un cristal empañado de amargura, de suspiros de
matanza discreta. Nadie oye, nadie siente.
Una vida se pierde poco a poco, en un espejo reflejante al olvido. Veo como mueren almas
perdidas, y heridas. “Volveré” digo con un tono superficial, creándome una promesa
interna que avecina una partida sin regreso.
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Sé que nunca voy a volver, y también sé que tú nunca vas a volver del mundo de los
muertos para entregarme otra vez, una de tus sonrisas.
Empiezo a caminar fijándome en los focos de luz que guían mi camino hacia el
dolor. Materializo la imagen que tengo pegada en la mente y la destripo de mis entrañas. La
locura me posee, porque desesperadamente estoy intentando olvidar lo que nunca me
perteneció.
Es curioso el hábito de los humanos a aferrarse a aquellas cosas que nunca tendrán al
alcance. No quiero verte, no quiero sentirte, no quiero amarte pero no quiero olvidarte.
Caigo en la angustia más profunda. Mis lágrimas ya no describen nada, sólo son
unas más de las compañeras que seguirán mis pasos; junto con mi sangre y mis estacas en
un corazón sangrando sin remedio propio.
No puedo respirar, me ahogo, me falta demasiado aire… no, me faltas tú.
Te siento cerca otra vez:
-¿Vuelves a vivir a mi lado otra vez?
- Sí cariño, vuelvo a abrazarte una vez más.
- Lo siento, he tardado más de lo que esperaba en regresar, pero no esperaba encontrarte-.
Digo con tono digno de ser entendido.
- Puedes estar en tus privilegios de llorar, de gritar de temor. Nunca tendrás más oscuridad
ni soledad, estoy aquí contigo eternamente.- Me dijo en su intento de calmar mi alma.
- He vencido y experimentado todo aquello que ha supuesto un llanto. No tengo miedo a
nada más. Ahora sólo quiero quedarme a acariciar tu rostro, oler tu esencia, abrazar tu alma
recóndita de recuerdos.- Le dije sin aquél miedo de pronunciar palabras equívocas.
- Deja de recordar por un momento, dentro de un segundo vas a dejar de soñar, vas a
olvidarme y borrarme de tus recuerdos para siempre. Voy a desaparecer de todo aquello
que supuso un cambio. El presente nunca va a acordarse de mí porque mi ser nunca ha
existido. – Sus ojos dulces afirmaban sus palabras falseadas.
- Si tú te desvaneces, yo también voy a morir. Voy a desaparecer de lo que nunca formó
parte de mí. - Al momento me levanto, le cojo de la mano a aquél ser que siempre estuvo a
mi lado. Le doy un beso herido a su mejilla, de regalo, una lágrima más dulce que el
azúcar.
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- No te quiero pero te amo, no te extraño pero te añoro, no te quiero cerca, sólo a mi lado,
para siempre.- Le dije al acabar aquello que nunca quise que empezara.
Se quedó sin palabras. Lloró. Lanzó un suspiro helado que encogió todo el espacio. Un
lugar que siempre es cálido y repleto de amor, mi corazón latente.
Me fui sin más. Seguí mi camino con esperanza de saber aquello que nunca pude aprender
de ningún libro, de ningún humano. No sabía que los ángeles también morían, pero ahora
sé que mueren cuando aman, y cuando sienten. Cuando sus sentimientos los revuelven y
los distorsionan. En el fondo, todos somos ángeles desterrados a un mundo extraño y
sencillo.
Siento que llegué a mi destino, me giro. Siento una presencia a mi alrededor. Se alza
mi mano sin consentimiento y una gotita se estrella contra ella. La acerco a mis labios
temerosos y la beso. De pronto, una lágrima de tantas más emerge de mis ojos de miel pero
no es como antes. Nunca cae a un suelo inducido por fuerzas gravitatorias, sino que
desaparece en el ambiente. No hay tierra, no hay solidez, no hay elementos físicos y
químicos en lo que me rodea.
Espero que algún día puedas volver. Te espero; ya sabes dónde, ya sabes cuándo. En
ese mismo instante se oye un reloj, gritos de felicidad, gente celebrando algo que en
realidad es pena. Es la noche de fin de año y principio de un regreso.
Mientras mi alma susurra entre tristezas… “Ya falta poco para tu regreso mi ángel. Nuestra
promesa va a cumplirse pronto. Te amo.”
Mi cuerpo se aleja de las profundidades de la tierra exhausta de mi presencia. Tengo más
heridas que cuerpo, y con mi sangre se puede rastrear el mensaje: “Te espero, te quiero”.
Un ángel enamorado. Todos estamos destinados a sentir, a amar la misma persona, a vivir
una y otra vez…No sabemos nunca cuándo vamos a volver en realidad…
7 de enero de 2010 REENCUENTRO EMOTIVO
Viajé en el tiempo, más allá de las profundidades de las almas perdidas, más allá de los
sentimientos ocultos, de los recuerdos y los sueños.
Aunque rastreara la vida diaria de cada ser humano, no encontraría lo que un día fue
lo más importante para ellos.
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Nadie sabía quién eras ni lo que eras, nadie recuerda aquello que un día existió por
completo y se desvaneció.
Pierdo las esperanzas de encontrar aquello que nunca existió. Empiezo a pensar que
te creé yo misma, que aquellos seis años habían sido fruto de la tristeza y la soledad, y que
tu partida, era una señal de que mi imaginación tenía un límite.
Quiero creer que existes, te veo, te siento, y te oigo. Pierdo las esperanzas de vivir, de
seguir.
En el pasado me sentía en la misma pérdida, pero aún no te conocía. Ahora tampoco
sé quién eres ni de dónde vienes. Tengo el sueño de volver a conocerte, de volver a sentir
aquella felicidad entrañable que me conducía a vivir cada minuto. Pero cada vez que hablo
de ti, tengo sensaciones distintas, como si mis pensamientos fueran más claros. Voy
recuperando momentos, objetos, sitios, palabras, versos y estrellas.
Vuelve la lluvia espesa a la calle, tiñendo el paisaje de la misma realidad. Las calles
mojadas del olvido… hacía casi un año que no sentía el aire fresco y húmedo recorriendo
cada rincón de mi habitación.
Me apoyo al alféizar de la ventana. Puedo observar un cielo claro, una luna llena
asumiendo su posición en la noche. Las luces parpadean, todo está en su sitio y en su
silencio. Y mi corazón, tranquilo, suspira al unísono de este viento, que durante este día,
dejará de suspirar.
9 de enero de 2010 JUEGOS PELIGROSOS
Deja de jugar con aquello que no sabes ni entiendes. Deja de anticiparte a mi mundo como
si fuera previsible. Deja de echarte a reír a cada una de mis palabras. Deja de recordarme lo
que eres, deja de recordarme cada segundo que no me amas. Deja de mirarme con tu cara
de aceptación. No quiero respirar tu aire, ni sentir tu esencia en tus pasos.
Quiero entrar en mi soledad repleta de mis emociones partidas y rotas. Deja de motivarme
para que nunca más vuelva a querer ni a sentir. Deja que sueñe, que piense. Deja que te
odie…
No quiero verte ni oírte, no quiero ver tus ojos profundos y misteriosos. Déjate
cambiar por aquello que tanto deseo que seas. Deja de creerte a ti mismo que eres quién
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piensas. Con tus mentiras sólo consigues navegar en mentiras, deja que te ame y todo será
distinto. Tal vez más dulce… ¿Quién sabe?
13 de enero de 2010 CONTRADICCIÓN
Aunque llevase tiempo esperándote, no sabría cómo mirarte. Caminaba a oscuras, sin
conocer mi destino.
Sabía que cuando llegase a aquél túnel escondido, sería mi mirada quién iluminase tus
rincones apreciados. Aunque el frío no derritiese mi corazón, sí mataba mis esperanzas.
Sabía que estaba feliz por todo aquello que ocurriría, menos por un hecho. Para ser feliz y
tener aquello que tanto deseaba era obligación abandonarte. Olvidarte como si no
existieses y dejar correr un tiempo letal.
Paseaba por mis recuerdos y, sucesivamente, iba averiguando tu encanto. Mi corazón
no podría asumir su flaqueza, sé que nunca podría superar una decepción tan grande, una
muerte tan infinita, porque si no estoy a tu lado en cada momento no tengo nada, siento que
muero y no tengo vida.
27 de enero de 2010 CORAZÓN VALIENTE
Por primera vez no eres tú quién me vela. Te esquivo la mirada y no atiendo a tus sonrisas
intentando alcanzar mis suspiros. No soy capaz de mirarte a los ojos sin bajar la mirada, ni
atender a una expresión de contención y tristeza. No puedo evitar sentirme culpable de mis
errores. No puedo dejar de añorar el dolor que se siente cuanto estás lejos, aunque parece
que mis heridas sangran lo demasiado para que mi pensamiento pueda despedirse de ti
antes de curarse.
Quiero verte con aquella expresión de felicidad, para que deje mis heridas sanar.
Aunque mis lágrimas no dejen nunca de caer, quiero ver tus sonrisas atendiendo y
reflejando vida a través de los cristales empañados por mi sufrimiento. Quiero verte con
aquél encanto místico y especial.
Mi corazón revuelve entre dudas mientras me fijo en tus versos esbozando el aire.
De la oscuridad, vírgenes luces acarician el entorno que devuelve su estado cálido, y una
extraña sensación de hogar se esconde en mis vacíos.
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Está bien como está. No quiero caer en un abismo en el que no pueda salir. Debo intentar
no interferir en mi pasado ni en tu presente, pero no puedo evitar sentir atracción hacia tu
fuente perdida de vida, no puedo evitar que el tiempo me reúna hacia a ti, ni puedo
controlar que mis ojos se desvíen para acercarse a tu esencia.
Sólo me queda fijarme en mi cielo, en mis tierras con dulce aroma a muerte innata.
Quédate en tus rincones de melancolía, espérame hasta el último segundo, voy a volver.
Voy a reencontrar aquello que me robaron, aquello que utilizaron en contra mis voluntades.
Sigue esperando, aquél ser que un día se quemó en las cenizas más profundas, voló en los
aires más altos, navegó en los océanos más temidos, se suicidó con sus ideas y lloró por ser
incomprendido… aquél ser te ama, y te espera.
Vive sin mí, sin embargo, soy consciente que no seré capaz de abandonar aquello
que fue razón de seguir. Sé que no quiero perderte pero la vida misma va a partirte y
alejarte de tus raíces más aferradas. Sé que huyo, que no afronto mis miedos aunque ya lo
haya vivido.
No soy capaz de sufrir otra vez, por aquello que internamente me mató. No voy a combatir
contra mis debilidades, no quiero reincidir en mis almas ya gastadas y muertas de pena.
Sólo voy a observar, a mencionar que viviste a mi lado; me apoyaste, dirigiste dulces
palabras, llenaste mi alma de gozo.
Descubrí el amar, el ser amado, la ternura y tu dulzura. He aprendido a mirarte fijamente
más tiempo de lo que jamás podría haber aguantado… para saber quién eres, para saber qué
sientes, para saber qué escondes.
Nunca voy a ser la misma después de huir, ni de alejarme de mi pasado, pero voy a creer
que mis dudas han sido juzgadas y escuchadas.
Me valoré como aquella hechicera del tiempo que un día existió, que apreció la vida
y la muerte, amó las miradas silenciosas y las pocas palabras. Deliberó entre la diferencia
de la luz y la oscuridad, temió ser vista por todos como un ser inseguro y temeroso.
Aprendió que las palabras eran capaces de protegernos de los miedos, aún más si a ese
conjunto de palabras sólo les das amor día tras día.
Aquella que escogió de entre sus recuerdos, aquellos que podían alimentar las tristezas para
eliminarlas, y no perturbar su mente con aquellos pensamientos de condenación a la
muerte.
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Después de todo, dejó de vivir en el tiempo para adentrarse en aquellas aventuras y
aquellos viajes mágicos de conocimiento humano. Después de todo, vivió entre los más
críticos, se filtró en las venas de quiénes lograban amar plenamente sin temor, aunque no
descubrió el secreto de tan profundo sentimiento humano, aunque lo experimentó, lo vivió
en su piel y en su espíritu. Más que cualquier otra existencia de vida. Fue amor de ángeles,
bello y sincero, dónde ambos se ven, intercambian momentos, lugares y palabras mudas, a
veces, no sabían aparentar lo que debían, siguieron callando hasta el fin que el amor y el
destino logró separar a aquellos espíritus alados de poder de logro.
El amar en tanta profundidad sólo se convirtió en el dolor más oscuro y penetrante.
Uno de ellos partió, atormentado por sus miedos y errores, se entristeció por sus actos
sinceros. Se cerró desgarrado por un dolor incomprendido y violento. El ángel del tiempo
voló, se escapó de mis límites de comprensión humana. Recordó que los humanos viven y
almacenan sus actos, aunque no los pueden rememorar. La diosa del tiempo recorrió de
entre todas las profundidades para eliminar el dolor, aceleró el tiempo y desgarró la
memoria de muchos, y se alimentó de todos los recuerdos dolorosos para que fueran
pasados olvidados en un mismo presente. Después de tales actos tan irresponsables, el
ángel cayó, esbozó amor en el cielo, aunque se mutiló, plantó semillas y pequeñas
porciones de felicidad, pero sin saberlo, creó hijas del tiempo y de los recuerdos; para que
vivieran, para que amasen.
Se fragmentó de luz y formó otras realidades, vidas comunes, capacidades de compartir y
de comprender, de apreciar y amar. Seres que, aunque ahora vivan queriendo,
experimentarán sangres de todas las composiciones hasta el punto de permanecer en la
felicidad. Aquél ángel sólo creó sus vidas, pero no su presente, ni su pasado ni aún menos
su futuro.
29 de enero de 2010 ANSIAS DE SENTIR
Me absorbió el secreto que ocultas, me cautivó cada uno de tus movimientos impulsivos.
Eras un ser oculto en mantos de frialdad dentro del calor más sofocante.
No sé la razón de mi distancia, ni que pueda alcanzarte para oírte, o para sufrirte.
Sólo puedo comprender que lees mis pensamientos, mis sentimientos. Te gusta tu soledad y
tus palabras, adoras sentir el frío para contrarrestar tu calor.
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Mágico sol, déjate embriagar por mi gélido aliento y congélate en mis pensamientos una
vez más. Déjate absorber por mi rostro para que pueda sentirte aún más, aléjate pero
vuelve. Alúmbrame la noche, y recuérdame cada mañana con un deseo fiel de verme. Estoy
distante, pero tú atentas en mis pasos reflejando tu olvido y tu compasión por mis
sentimientos.
Decaigo una vez más al saber que es obligación mi partida, una vez más y por última vez te
diré aquello que nunca pude expresar.
Veo el cielo azul, y el viento, tus ojos temerosos; las nubes, tu blando y blanco rostro
de piel pálida; la lluvia, tus lágrimas cuando caen, una vez más.
La naturaleza esconde sus sentimientos. Oculta las bellas formas místicas, y cede paso a su
sangre envolvente en la noche, que vuelca los cielos y los deja espesos con tus heridas
mortales.
No dejes nunca de soñar. Ábrete sol, a los extasiados deseos de la luna, deja de
revelar su luz para dar paso a su espíritu estático de dolor, deja que su debilidad altere tu
corazón y exista por un momento, pensando y revelándote. Deja de soñar hambriento
corazón…
5 de febrero de 2010 LO QUE DEJAMOS ESCRITO…
“No mires al pasado, lo que cuenta es el presente. No hagas caso. Recuerda: no eres ni
mejor ni peor, sólo eres tú”.
Espero que pronto pueda revivir otra vida a tu lado. Querría ser feliz y que tu alma me
apegase tu alegría y serenidad. Espero que muy pronto seamos nosotros quiénes podamos
ser felices. Y pensar que los años serán quienes decidan nuestro reencuentro. Que sólo el
momento que ahora vivimos, será el único en que podré captar tu presencia. Me iré muy
lejos… sin dedicarte aquello que siento.
6 de marzo de 2010 CORAZÓN NEGRO
Ya llegaron mis sueños indescriptibles, y mis llegadas sin retorno. Ya llegaron los abismos
sin tregua aproximándose a lo irremediable. Ya llegaron aquellos días raros en que mi
conciencia aún trata de averiguar cuál fue la razón de conocerte. Sí, ahora lo sé…
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Aunque tu esencia vaya conmigo… no habrá reencuentro. A partir de hoy cumpliré mis
sueños, iré hacia mis metas… Estoy triste, tengo ganas de acabar con mi vida, pero un
ánimo es que sé que hoy, has muerto.
14 de marzo de 2010 ESPERAR
La dulce melodía del resentimiento se asomaba en mi mirada. Entre mares de
preocupaciones esperaba aquél tren que nunca llegaba, sentía que los minutos eran eternos.
No parecía importarme demasiado aquella llovizna suave que caía encima mi alma
devorada por un dolor humano. Quería huir de lo que me reportaba vivir a su lado, y mi
medio de escapar siempre era mi más fiel tren. El vagón de las almas perdidas, de los seres
que pretendían desaparecer en el olvido por unas horas, de los que adoraban su soledad
tanto como a su vida. Aquellos eran mis acompañantes.
Al fin llegó una oportunidad para mi partida. Entré y me senté; a la misma hora, al
mismo lugar. Apoyé mi cabeza en el cristal empañado por el frío. Una tenue y débil luz
alcanzaba mis ojos, mientras, las gotitas que se aplastaban en el cristal recorrían largos
caminos en soledad inquietante.
Algo cambió en mi ambiente rutinario, una esencia desconocida se apropió de mi
espacio. Era él.
Desconocido para cada uno de mis sentidos. Ojos verdes, piel pálida y misteriosa sonrisa.
Nada en común. Me miraba fijamente, y sus labios temblaban intentando aparentar una
sonrisa disimulada. Me cautivó, sin quererlo ni desearlo. En ése momento, necesitaba de lo
anónimo para olvidar, creía que eras mi utopía.
Empezó a hablarme fríamente. Empezamos a descubrir el uno del otro, y mientras,
dedicábamos nuestros silencios para amarnos en silencio. La felicidad se había apoderado
de mi mirada, que brillaba con intensa emoción. No podía trasladar mis sentimientos en
versos, pero sí en palabras, que se escribían en cada uno de los momentos de su ausencia. A
sus días de desaparición, un día volvió y me hizo una promesa.
“Sé que seguirás cogiendo éste tren, sé que siempre vas a pertenecer a este espacio, de esto
estoy seguro. De lo que tampoco dudo es que no voy a volver nunca más. Pronto tendrás
un símbolo que te creará confusión, pero no dudes, sólo recuerda, el rojo pasión es mi
regalo para ti, búscalo.” No entendí aquellos enigmas. Me saturé intentando asimilar y
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ordenar aquello que sus palabras matadoras me confesaron. Cumpliendo su promesa,
volvió a desvanecerse, recorrió su camino sin que mis ojos lo pudieran captar… hasta
nunca.
Echaba de menos aquellos atuendos místicos y aquél amor que rodea la ciudad.
Adoro ver alegría falseada en los rostros de aquellos que parecían infelices, porque reflejan
la realidad que todos intentamos encubrir.
Volví a mi vagón una vez más para auxiliar mis pensamientos. El último día que cojo el
tren esta semana. Sólo entrar sentí ese aroma, esa presencia que tanto deseaba ver.
Me encontré con un rotundo silencio, una oscuridad impropia. Esto, sólo pretendían
resaltar aquella rosa que descansaba en mi asiento. Una rosa viva, roja de sentimientos,
armada de valor y amor, acomodada y anónima.
Sólo resonó en mi cabeza una voz que me acechó de repente en mi mente, “la promesa”.
16 de marzo de 2010 FUGAZ ESTRELLA DEL HORIZONTE
Repercutes en mi mente, distorsionas todo el ambiente. Te fugas con mis recuerdos para
dejar aquellos momentos que duelen.
Veo cierta sonrisa en tu rostro pálido, que pasa frente a mí asumiendo aquello que deja.
Desperdiciando un tiempo y dejándolo esfumarse con el viento.
Mi cabello brilla a causa del sol, y las nubes nublan mi vista intensa y triste. No asumo que
tus ojos no me vean ni me alegren. Me entristece pensar que ya no tengo una ilusión en la
vida, que me corten las alas para volar, que deje de cumplir mis promesas.
No podré recorrer a mi voz para llamarte, tendré que buscarte entre los escondidos y
oscuros recuerdos que ocultas.
Aunque no sepa el por qué, soy conscientemente feliz gracias a ti, a tu nostalgia, a
tus ganas de seguir… sigo aferrada a tu pasado y a tu presente, pero me duele pensar que
siempre seré un recuerdo, nunca una persona.
Van a quedar aquellas palabras y aquellas cartas, aquellas miradas y lugares, aquellos
tiempos de soledad que se convirtieron en mi sueño.
Deja de olvidar, es hora de escribir aquello que dejas, aquello que descuidas en tu camino.
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Mis ojos se centran en tu cristal empañado por los fríos inviernos que asolan el
exterior, sigo esperándote, asómate y atrévete a recordar. No voy a poder partir ni morir sin
verte una vez más para decirte aquello que nunca me atreví.
Siguen pasando las noches que acarician el cielo en reposo, asoman las estrellas en el cielo,
se atreven a no esconderse detrás de su amada consciencia, su luna. Te considero mi
estrella que derrama lágrimas en un cielo negro oscuro que refleja el exterior, y todo por
esconderte detrás de mi reflejo. Tú el cielo, yo la tierra, formamos el horizonte, la división
de lo imposible, la unión de lo perfecto y lo prohibido.
Sigo esperando, me congelo en mis lágrimas, que me cortan la carne herida de mi
rostro, que a la vez, envejece. Empeora mi estado haciéndome muerta en la tierra y viva en
ti. Nunca seré capaz de vivir en tu presente, nunca estuve a la altura de tus aspiraciones,
nunca supe cómo alcanzarte porque ya estás demasiado lejos de mí.
Me muero, es de noche y no te veo. Luna llena se refleja en aquella ventana perdida, rota,
ensangrentada y olvidada por los ojos que mataron sin ser vistos.
Mi cadáver reboza la tierra del manto más oscuro y profundo. Mis lágrimas se convirtieron
en los océanos, y mi sangre en aquellos mares oscuros y muertos. Mis ojos, mi esencia y mi
alma, todo aquello que aún vive, se oculta en tu sonrisa y en aquello que muere de color.
Sigues pintando una hoja blanca de formas extraordinarias que se bañan en
sentimientos. Te asomas a la ventana, no me ves, ya no existo. Mientras distraías tu mirada,
tu voz y tus lágrimas a tu reflejo y en lo más profundo, yo teñía los cielos y las tierras, yo
llenaba de mis suspiros el viento helado del frío invierno. ¿Te acuerdas de mi brillo de ojos
miel cuando me ilusionaba?
Ahora forma parte de la estación gélida, aquél brillo hoy cubre tus paisajes de color y los
inunda del blanco más milagroso. Hoy nieva con el dolor al corazón, me sientes, me oyes
llorar y sufrir de tal emoción y de frialdad. Tiempo después contaban la historia de aquella
desgraciada que murió de pena o de idiotez. En realidad murió con una llama en el frío, un
día se apagó pero seguían las cenizas calcinadas, que aunque habían destrozado su uso
seguían allí hasta que alguien añorara su recuerdo.
Nunca he desaparecido de ti, he estado a tu lado aunque no lo sepas, te he apoyado
hasta lo más lejano. Me conecté a través de un abrazo, de una lágrima, de una palabra y de
un recuerdo del pasado.
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Morí para ser un recuerdo más, pero seguiré siendo la persona muerta que dejó su rastro,
algo que marcó en tu vida, y en la mía.
Me acuerdo tanto de ti, y tú de mí… que somos ignorados por las fuerzas y nos
esparcimos por los cielos, surcando los mares perdidos, y yo, mientras, estoy
desperdiciando mis plumas de ser alado por los cielos llenos de luz, de memorias, de
huellas de una alma huérfana y de unas estrellas que se perdieron, que se encontraron en lo
imposible, en el enlace de lo que fue la tierra perdida y aquél paraíso que empieza en
aquella pequeña división.
Tú, de mientras, seguirás siendo aquella estrella fugaz que se pierde por los cielos y los
horizontes que otro día toparán con espíritus nobles y con un corazón digno de tu ser.
Sé feliz mi ángel, y vive como debes, como una estrella al horizonte.
17 de marzo de 2010 MIRADA DELIRANTE
Mis ojos se fijaron en el cielo nada más acariciar de nuevo en envolvente y suave aroma de
la brisa mística que ocultaba aquél lugar.
Volví a tu casa. Miré al horizonte ciegamente esperando encontrar un pequeño rastro que
pueda rescatar de tus olvidos. Acaricié aquellas rocas desperdiciadas y dolidas por el
tiempo. Caminé por un puente sin fin, siendo la luz la que guiaba mis pasos, mientras,
pero, tu voz pacífica alimentaba mi esfuerzo por reencontrar las piezas del abandono.
Frente a mis pasos me acompañaba el fin de los días mientras el ocaso se adivinaba en los
destellos de luz que no me dejaban ver más allá de aquella agua cristalina.
Brillaba mi esencia a través de una fuente de vida, contemplaba mi aspecto
descuidado. Mi mano esparcía las aguas y las hacía brillar y volar en los inmensos cielos.
Mis ojos se cerraban. Notaba tu esencia y tu calor, tenía mucho frío. Mientras iba
perdiendo el control de mis emociones, se fue la sensación repleta de recuerdos mudos, y
se aceleró el curso de mi memoria. Las huellas de tu existencia se distinguían entre el dolor
que padecía mi corazón, al mismo tiempo, las dulces aguas seguían sonando tristemente
envueltas por el calor del poco sol que podía amarlas.
Ya no me quedaba nadie ni nada… tal vez, sólo un lugar, un suspiro.
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Mientras el misterio de los acontecimientos pasados dirige mi alma más cerca de ti,
encontraré tu apariencia en el olvido y me la llevaré hacia mi presente. Avanzaré a tu lado
sin perderme. Guíame sol, piérdeme ocaso y mátame mágica noche, mística luna hacia el
morir.
No voy a pedir ayuda al dolor, sino a mi amor. Aunque no sepa porque es tan profundo ni
tan intenso, sé que voy a encontrar el sentido que le diste a tus palabras cuando las
escribiste y las pronunciaste.
Debo aferrarme a tu espíritu para seguir en lo más lejano. Voy a confiar en mí, a hacer que
este momento sea especial, entre tú y yo, estamos aferrados entre el cielo y la tierra.
10 de abril de 2010 MIS MENTIRAS, PARA TI
En el oscuro silencio que se nombraba, no existía aquella presencia que conseguía alojarme
en el horizonte.
Mi mirada llena de melancolía esperaba que llegaras alguna vez. Una melodía empezó a
reflejarse en mi mente, como un deseo de que aparecieras. De pronto, mi corazón esfumó
su ansiedad en un solo suspiro, que duró tantos segundos como un deseo que lucha contra
una realidad desdicha.
El aire me acarició mientras tus palabras me llenaban de muerte. Puedo oír toda mi
vida amándote, que ahora, no es más que olvido.
Mis ojos se cierran por un instante que perduró tu existencia. Por favor, no dejes nunca de
existir ni de amar. No juzgues aquello que es capaz de recorrer un camino impropio y
vacilar el tiempo para esperar, para armarse de valor y verte. Sólo verte, motivarse y llorar,
llorar con tus palabras que se funden una vez más a mi vida, que se fijan en mi alma como
una atracción imponente.
No dejes de recordarme en tu olvido ni en tu distancia. Ahora sabes que estoy todavía más
cerca de lo que realmente pensabas. Estoy aquí, abrazando tu alma cada noche, velando
una estrella afortunada de cruzarse por mi camino.
La luz que me llega me llena de gozo al no olvidar que me acompañas en cada uno
de mis pasos, y mientras finaliza mi actuación en esta, mi sonrisa, tu recuerdo, mi emoción,
tu risa al verme brillar…siguen llenándome. Mientras, sigues obsesionado con mi corazón
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latir en la larga lejanía. Yo estoy esperando que te cruces, delante de mi rostro… estaré
aquí, lo sabes.
Mis palabras traducidas sin importancia resuenan en silencio mediante una
conversación. Mi alma no está presente, pero los espectadores gozan plenamente de
mentiras llevadas al teatro, mi teatro. Sé que oyes lo que digo, sé que sabes lo que siento.
Tú disfrutas de cada palabra. Me emociono por ti, y siento tu pasión muy adentro. Pero me
escondo entre los miedos. Brillan los destellos de luz que orbitan a mi lado, nunca van a
dejarme…Estoy en lo cierto.
12 de abril de 2010 TU RECUERDO ES LA REALIDAD
Pensaba que el tiempo había cortado mis raíces, pensaba que habías olvidado aquello que
te hizo volver al mismo lugar cada vez.
Temía tu olvido tanto como la propia muerte. Aparentaba una sonrisa disimulada mientras
mi mirada lucía un velo de amargura. Perdí tu esencia en uno de los rincones de aquél
túnel, sin saber ni dónde ni cuándo.
Sólo anhelaba verte otra vez, oírte, y sentirte cerca. Un suspiro de emociones eliminó mi
angustia al sentirte.
Confié en mi corazón, que me indujo hacia ese lugar, a ese momento. Una lágrima
surgió, y mis ojos se cerraron. De entre las oscuridades, emergió una sonrisa mística. La
que se perdió entre lo imposible, la sonrisa que se desvaneció y desapareció en los vacíos
del tiempo.
Noté como unas manos se posaron, y rozaron mi alma llenándola de aquél efecto que llena
mi espíritu y lo recobra de felicidad oculta.
Me ahogo, reacciono. Sabía que mi desconsuelo pronto sanaría. Me acaricias con tus dulces
manos, y tus frágiles alas agarran mis brazos. Me llenas del cariño que sólo tú puedas dar.
Estoy en medio de tu camino. No puedes seguir si mi presencia no se aparta de ti, pero sin
ver tu rostro, denoto tu felicidad, la que recobras en verme.
Te dejo marchar a través de aquél espacio hueco, en el que no pasan nunca los años.
Lo llevo pisando miles de veces, pero siempre ocultará nuestros momentos. Y aquella
escalera… que tantas veces me hizo dudar, y que me cambió la vida.
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Pensaba que nunca más querrías verme, que tal vez me odiaras. Sé que en tu alma no
existe la maldad ni nada que reporte un índice de negatividad. Tú siempre serás tú.
Un susurro intermitente, tus pasos que se alejan, tu oscura cueva, tu soledad, tu felicidad,
tus recuerdos, tus lugares, tus palabras, tu mirada, tus sonrisas… y tus ojos, aquellos tiernos
ojos que endulzan mi vida, que hacen latir mi corazón, profundos pozos de recuerdos y de
ternura. Mi ángel que me protege y nunca me olvida.
Cuando huyo de ti, sólo me quedo en fría y oscura soledad. Mi mano se apoya en un
tablón de madera, al lado de una escalera de piedra. Desde allí te observo, aunque no te
pueda ver, sé que estás allí. Una voz me llama, me pregunta que hago allí, y mi voz resuena
por todo el profundo bosque dónde he vivido toda mi vida. Mi respuesta sólo es: “Estoy
esperando a mi ángel”. Y de nuevo, otra sonrisa vuelve a emerger. Mi voz cesa, desaparece
y yo espero, mientras los años vayan pasando, estaré ahí… esperándote.
23 de abril de 2010 LA ROSA
Se esconden sombras en los viejos y ruinosos aposentos. Se distinguen luces de misterio, y
la calidez que embriaga mis sentidos. No puede acontecer tal felicidad en recobrar mi
olvido, no puedo sentirme libre mientras una brisa nunca sentida me acaricia suavemente.
Mis ojos se centran en aquellos lugares en los cuáles tu presencia abrazó de ternura.
Puedo sentirte muy adentro, como si de las cenizas hayas vuelto, como si aquella luz que
me da de espaldas es capaz de materializar tu ser. Has resucitado con un corazón latente,
con un olvido, con mis recuerdos y mis lágrimas. Vuelves de la nada para sonreír. Tu
vestido se ondula con el viento. Una gota cobra de tristeza al verte, sin una vida. No vives
en mi presente, ni has creado tu pasado. Hace años, que has muerto.
Tu aroma ya no cubre aquella masa espesa de este fatídico espacio vacío. Tu alma
reacciona a los estímulos de vida que se centran en la penumbra.
La llovizna acaricia la tierra muerta. Hay una rosa que ha muerto de dolor en los suelos de
su posada. El agua se rompe al colisionar con tal defecto. Un pétalo cae de los cielos y se
aposenta en mis manos frías y mojadas. Cierro los ojos, y el pétalo vuela con el viento
atravesando tu esencia y me la devuelve.
Recobro la vida de dicha flor, amándola en silencio, mientras, las punzadas empiezan a
devorar mi carne y los ríos de sangre renacen con brotes. Un rosal se levanta de aquello que
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murió. Mi sangre es ahora la viveza de otros, una flor es mensajera de su pensamiento y
quiere acompañarme en mi camino.
Los cielos oscuros no libran el cielo, pero algunos rayos de luz hacen brillar un cielo de
colores nunca vistos. Pintas el cielo, y la negrura espesa de aquello que amas.
Tu alma invisible empieza a coger forma se transforma en piel pálida. Me
acompañas en el camino mientras una melodía resuena entre los árboles que rugen de
memoria.
Una sonrisa se acomoda en mi rostro, y un portal es atravesado por mi ser e
inconscientemente, te busco y te encuentro. Te regalo un deseo; una vida y una flor…
27 de abril de 2010 PÁNICO
Recurro a la ignorancia para huir de ti, para apartarte mi mirada, para no recordarte cada
segundo.
Eres feliz oyendo mis risas, porque se apartan del sufrimiento. Eres feliz cuando recurro los
largos caminos que me conducen hacia el nada. Eres feliz cuando yo soy feliz. Ése valor,
me crea tal estima que no puedo evitar apreciarte aún más.
Pero te vas, huyes, te fugas, te evades de la realidad. Finges ser feliz cuándo no lo eres.
Llegué a la cima de los dos horizontes. Llegué al ventanal siempre abierto de los cielos.
Abrí las puertas del universo. Tu ente se desvaneció; sin dirección, sin rumbo marcado.
Mis memorias acuden a mi rescate, proporcionándome tu mano, vida, tu sueño de ser libre.
Cuántos son los ínfimos recuerdos de ti… repletos de tiempo huido, de segundos
imprecisos y de fechas nunca exactas.
Cuántos son tus aromas fieles, tus miradas fijas sin sentido… Ojos pardos, sombríos,
nunca nítidos, pero emisión de sentimientos firmes y constantes que construyen mi perfil
de tu naturaleza.
29 de abril de 2010 ALMA
En mis restos humanos, entre las sangres derramadas se distinguían tus piezas de alma. Tus
palabras aún me rodean, tu voz que susurraba mi oído antes de desvanecerme en tu
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presente. Mi corazón palpitaba, la sangre se distribuía por todas las venas secas, que
quedaron muertas de dolor, tus ojos me hacen suspirar por última vez.
Ya no sientes mi respiración acechándote, muy lento. Oyes un grito ahogado. De
pronto, retumbó el silencio. Esperaba unas palabras como tales, sabría que tus labios
pronunciarían una verdad, pero, no lo escondas tan hondo, puede perderse.
Las lágrimas se expanden, convirtiéndose en brillantes gotas que cubren imponentes cielos
de luz harmónica. Tus ojos se aclaran, la luz resalta tu color de vida.
Momentos que desatan recuerdos, la mirada al cielo, descubre mi existencia. Estoy
aquí, viva o muerta. Sigo en mis raíces, aún no he muerto. Sólo me ahogo en mis lloros
una vez más, sólo vivo en tres tiempos aún no comprendidos. Me hablas, y mis ojos
cerrados acarician la brisa tanto como tu rostro ciego. Una nueva melodía amanece, una
vida se libera de su sufrimiento.
Perdí tu existencia, desapareces de repente, no comprendo cómo puedes desaparecer
sin recordar un solo momento a mi lado. Cierro mis ojos, noto una presencia que me
abraza, lentamente. Mi respiración pesada se acopla con el silencio que me asola, nos asola.
Mis manos distinguen la sensación al tenerte cerca, te veo, te quiero… pero no eres mío,
nunca lo serás.
Siempre me quedarán aquellos sentimientos que se perdieron, se crearon, nacieron de un
cuerpo muerto de cenizas, y ahora viven, aunque no seas tú quién consiga placer mi
sensación de libertad. Escucha mi voz al pronunciar palabras de amor, oye mi voz crear
una melodía al aire. Escucha mis noches, y mis te quiero.
3 de mayo de 2010 UN MUNDO, UN SUEÑO, UNA ILUSIÓN
Otro capítulo que se cierra, otras lágrimas que caen, otros mares tristes que se desesperan.
Otra llegada y otra partida. Cierro las páginas que huyen en silencio con su suave brisa.
Echo de menos aquellos que no conocí, aquellos que formaron parte de mi vida, de mi
mundo, de mi tierra.
Amo aquellos que amo. Amo aquellos que siento a mi lado, que los busco en mis
miedos y en mis hablas. Me ahogo de angustia y busco aquellos que podrán ayudarme. No
los encuentro, ¿estoy sola en éste mundo? ¿Estoy al lado de almas perdidas e inquietas?
¿Estoy muerta?
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Nadie me oye, nadie me abraza, nadie me ama. Porque un amor tan puro no pertenece a
nadie…
Egoísta de pensamientos, miedos de temores. Huyo, me alejo. Me pierdo en mi
mundo, soy una más, una vida más que se extingue, ¿Qué hago en este sitio? ¿Qué hago
caminado entre árboles muertos?, ¿Entre pájaros volando libres? ¿Qué hago yo en ésta
prisión? Dime dónde está el amor que me corresponde. Nadie lo sabe.
De momento me alejo, me escondo entre éstas paredes derribadas, me aferro a un pasado, y
a una persona. Camino entre oscuridades, entre mares de sangres y lágrimas. Envidia de
vivir, tienen las almas, aunque tengo algo que hacer, algo que aún no he hecho, ésa es mi
razón de vivir. Llevo una sonrisa que alguien me impregnó, es sincera, no amarga ni
angustiosa, es como yo, oculta, misteriosa.
Sólo quiero cerrar los ojos y ver aquello que de verdad me corresponde, sin
sufrimiento para mí, ni para otros, sólo quiero ser feliz…. ¿o tal vez ya lo soy?
Una luz sin tregua me alumbra dejando la sombra de mi cuerpo físico pegado en una
pared. ¿Dónde se impregna mi alma?
Lo único que quiero es verte, en lo estrecho, en lo olvidado, y no en un recuerdo, sino en lo
real. Quiero que estés aquí, a mi lado. Ya no me conformo con tu voz, ni con tus ojos, sólo
quiero ver tu rostro enfrente al mío, quiero que me mires a los ojos, sólo a mí, porque
pronto voy a partir.
Un alma va a desaparecer de tu vida, voy a ser yo, porque nunca más voy a verte, nunca
más. Mi vida, vuelve a ser una vez más, un mundo perfecto, una ilusión.
Gracias por escuchar, estar a mi lado y velarme, ¿Crees que podré conseguir aquello que
tanto anhelo? Seguir estando siempre a tu lado.
14 de mayo de 2010 DEDUCCIONES
La razón me rechaza, el dolor me niega, el elogio me rehúye, la soledad me oculta. El
silencio me estorba, el movimiento muere, el cambio es inmóvil, el pensamiento no razona,
la fortaleza me debilita.
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Ése síndrome desaparece… el síndrome de mi locura. El presentimiento de sus
ojos… se desvanece. El susurro de su voz… se fuga. El recuerdo de la felicidad ahora es la
memoria del remordimiento.
El pasado no existe. Miro atrás, y no hay nada más que vacío. Qué triste ésta vida sin
experiencia… ¿Por qué olvidar el pasado aunque sea malo? Es mi camino, es mi rumbo, y
lo acepto.
Mi pasado soy yo. Porque he nacido en mi pasado. Porque he conocido personas especiales
en mi pasado. Porque, aunque sea míseramente, he sido feliz en mi pasado. Sin pasado no
puedo vivir. Porque el tiempo me absorbe. No hay presente. Pues, si existo, ¿vivo en un
constante futuro?
No soy nada, no soy nadie. No soy cuerpo, no soy alma. No soy pasado, no soy presente.
No soy conocimiento, no soy una mentira. No soy ser igual, no soy ser distinto. No estoy
viva… no estoy muerta. Soy lo que debo ser, para no ser humana.
15 de mayo de 2010 IMAGEN
Esencia se muestra enfrente sin causarme miedo. Sólo me cautiva tu rostro observando
desde lo alto de esos peldaños destrozados por un tiempo inconcreto. Estoy embriagada de
ti. Te ocultas entre las gentes, pero aunque no te vea, sé que allí al final, estás tú.
Mi cuerpo se abalanza a un lado, para encontrarte en mi camino. Mis pasos, poco a poco,
se adentran en ya una acostumbrada oscuridad. Mi cabeza se alza junto con mi mirada. Me
miras, me sonrías, y me acaricias con tu brisa al chocar nuestros cuerpos que avanzan en
dos direcciones opuestas. Por un segundo, estos vientos que creamos, se funden, después,
se separan. En ese instante, mi rostro rígido dibuja una sonrisa tímida, oculta… invisible.
Voy a tardar en recobrar ese sentimiento, pero vivirá en mí como recuerdo, como
sueño. No estoy segura, pero lo único el cual soy capaz de adivinar es que serás inmortal,
porque nunca jamás va a borrarse tu recuerdo de este papel, de esta alma, de este corazón.
Eres tú. Tu sonrisa, tus momentos, tus miradas, tus abrazos, tu vida junto a la mía
creó esta confusión eterna que nunca cesará.
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16 de mayo de 2010 TÚ
Cuando pienso en ti, emerges. Estás a mi lado, y tus suspiros rozan mi piel fusionándose
con el aire. Cierro los ojos por momentos y cuando los abro, vuelves a estar lejos de mí…
aunque sé que en cada parpadeo te tengo, y me devuelves todo aquello que extraño tan
profundamente, tú.
25 de mayo de 2010 SER LIBRE
La dependencia del querer, la diferencia del no ser. El momento en que dejé de aparentar,
fue el momento en el que dejé de llorar. El momento en el que me entregaste tu mano, que
no me dejaste caer, fue mi revivir.
Para mí, tus sencillas palabras. Para mí, la voz de tus estancias. ¡Qué maravillosos
momentos! ¡Qué preciosos sentimientos! El resonar del silencio es mutuo. El resonar de mi
corazón latiendo, lo eché demasiado de menos…
La voz de la muerte, la desaparición de la vida; la desesperación de mi vida. Para mí, el
deseo de dejar de sufrir, es el deseo de dejar de morir. Para mí, el deseo de ser libre…
30 de mayo de 2010 EN MI INVENTARIO DE RECUERDOS
En mi inventario de recuerdos, se oculta un místico ser. Un alma capaz de sorprender por
sus ganas de ser ella. Un deseo irrefrenable que la hace vivir sin ocultar sus sentimientos.
En mi corazón se oculta una sonrisa, cierro los ojos una sola vez y aparece tu imagen clara
y nítida. Unos ojos rebosantes de amor, de ternura. Sólo mi mirada era tuya, de nadie más.
Sólo eras aquello que atraía mi atención en cada segundo.
Tu voz me llega, en el acantilado resuena aquél sonido de vacío, tu voz lo cubre, lo
llena de aire. El sol ilumina con flechazos, y su luz atrae la oscuridad y la desvanece. Yo
me desvanezco por tu luz, por tu sonrisa, por tus ojos, por ti.
He aprendido a vivir sin tu ser. Sin tus alas levantando la tristeza, sin tus abrazos, sin
tus silencios. He aprendido a alzar mi alma y a volar, volar a lo lejos. El cielo se nubla,
pero sigue azul, el sol calienta las verdes ramas que bailan con la brisa. Mi figura se
interpone entre el aire, entre el cielo entre el sol y la tierra. Soy un obstáculo de la vida.
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El viento se me lleva junto con mis palabras. Ya no lloro, pero te recuerdo en cada
momento. Mi llave me protege, abre tu corazón. Mi eco resuena y te pide ayuda. Mi alma
huye y te abraza. Ya no necesito tenerte al lado, porque siempre estás en mí. Ya no me
ahogo entre lloros esperando mi reencuentro, ahora te tengo, sólo para mí.
Vuelvo a alzar el vuelo, pero caigo. Caigo en la tierra seca. Unas gotas se filtran y
nutren el suelo. Mis lágrimas riegan una semilla, cada vez crece, y una flor nace de tal
nostalgia, amor y dolor. Nació una flor de mi vida que con sus pétalos acaricia el suelo, la
tierra, el viento. Deja volar sus pensamientos y viajan hasta que renacen otra vez. Quiero
ser libre, volar, caer pero nunca estallar.
Miro el cielo, y se tiñe de oscuro. Tu esencia está en todo aquello que veo y exploro.
Tu rostro está enfrente mirando y escuchando. Tu pensamiento solo dirige palabras mías.
No te ocultes.
No escondas éste amor que te lleva tan lejos y te deja volar y huir por unos segundos.
Déjate perder por los miedos y los silencios, embriágate de mi voz, como si fuera la última
vez que la oyeras. Pronto voy a partir, nunca vas a volver a tocarme, asentirme. Nunca
podrás abrazarme ni darme otro beso. Un beso helado pero cálido. Un beso que dejará
detrás su pasado y entrará otra vez en su inventario, para siempre.
8 de junio de 2010 LOS LUJOS DE ESTAR A MI LADO
Dulce lujuria se acopla en tus movimientos. Soy feliz de no saber del futuro, de
desaparecer de tu vida, de saber que nunca más estarás en mis brazos. Soy feliz al saber
que estarás bien.
Por una última vez, voy a mirar a lo lejos, cerraré los ojos y te escucharé en el oscuro
hueco que queda en mi corazón. Oscuros, oscuros recuerdos me devuelven hacia ti.
No lloro, nunca más voy a llorar, sino que cada vez que te recuerde, una sonrisa va a
dibujarse en mi rostro. Ahora, soy incapaz de llorar, de despedazar mi alma por una esencia
que está a mi lado, y embriaga todo el ambiente.
Te tengo más que nadie, tu rostro conocido es el más parecido a mi alma, porque
somos realmente el mismo ser, el mismo espíritu libre. Te has unido en mí una vez más.
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Alivio mi mente de tristeza y la aclaro con mi realidad. Han pasado muchos años, pero
sigues a mi lado. Ahora escribo tu nombre de color predilecto y secreto, de unas letras y
formas imprescindibles para saber amar, pero con gran variedad de angustias sin cesar.
Oigo las voces del pasado retumbar en mi mente y en mi vida, limpian mi camino de
aquellos que amé, de aquellos que alteraron mi ser y lo cambiaron.
Aquellos que en realidad confiaron en mi alma pura, aquella que yo había tintado de un
negro oscuro y de unas ganas insatisfechas de rencor profundo… son aquellos los que
ahora amo.
Ya no dudo ni un solo momento, pero aún no he olvidado que, en realidad, tú eras y eres
mi mayor temor.
Ahora desapareces y te desvaneces de mi vida. Nos distanciamos mutuamente, pero
aunque yo viaje más lejos, será por poco tiempo, porque otra mirada será difícil de no
volver a acontecer, y es tan fuerte y tan intenso el enlace que une nuestras vidas que no
existe tortura ni confesión para separarnos. De lo que estoy segura, es que no existe ningún
ser capaz de borrar de mi mente tus recuerdos junto a mí. Hemos creado otra vida paralela
que se une junto con nuestras vidas y que en influyen en nuestro amanecer.
Una vez más, doy gracias al destino que haya proveído mi alma de la suficiente
fuerza para superar pérdidas, odios, muertes en un mismo… pero de lo que más me llena es
que tu ser sea fiel en el lugar acordado un año más a través del tiempo.
9 de junio de 2010 RECUÉRDAME UNA VEZ MÁS
En tu oscuridad brillas a lo lejos. Tu esencia discreta se distingue en las sombras de luz que
se proyectan. Tu discreción y tu silencio… sólo oyes y sonríes.
Mi voz corta el silencio; lo rompe. Mis ojos expresan mis palabras, mientras, por pocos
segundos, sigues sumiso en tu silencio y en tu vacío. Anhelas la oscuridad y la soledad
tanto como yo, vives aferrado a recuerdos intermitentes, a memorias que solo tú o yo
podríamos reconocer. Fiel amor me devuelve a tu hogar oculto, aislado.
Mis ojos se acostumbran a tal oscuridad, y tu rostro cambiado abre aún más mi nostalgia.
Nunca me oyes, estás nadando en tus preocupaciones, estás explorando los cielos celestes
más próximos al olvido. Te cierras a tu mundo, vuelas, escapas, huyes de una realidad que
te pertenece.
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Puedo reconocer tu alzo en los ojos. Vuelves a estar junto a mí una vez más, vuelves
a caminar por suelo terrenal, vuelves a mirarme otra vez. Tu nombre está impregnado de
mi esencia, y esas mágicas palabras sólo abren otra brecha, el de tenerte en un pasado, el de
hablarte en el presente, pero cuando te recuerdo, ya es demasiado tarde, porque vuelves a
ser olvido. Soy feliz al reencontrarte, y por extraña sensación que parezca, vivo fiel a mi
destino gracias a ti, soy feliz a causa de tus momentos, de tu cariño, de tu esperanza de tu
sueño que yo, sea yo.
Me alejo de tu vida, me perderé entre mis miedos y mis temores, te buscaré, pero de
lo que estoy más segura es que te encontraré, sólo tendré que alzar la mano al cielo y
pronunciar tu nombre, los sentimientos cobraran forma para reunirse a mi lado y velarme,
para estar a mi lado, en cualquier lugar, en cualquier momento.
Siempre conservaré mi corazón intacto, tanto como tu rostro, tu sonrisa, tu vida, tus
palabras, tus momentos, tus miradas, tus tormentos y sobre todo lo que cambió mi vida, y
tu amor. Encontraré el camino de ida, pero no borraré el de retorno para aliviar mi alma
con tu existencia.
11 de junio del 2010 CONSPIRANDO CON EL AIRE: LAS PALABRAS
BORRADAS, PERDIDAS
El tiempo no puede borrar mis memorias. Los susurros intermitentes se vuelcan en mi
cabeza. Mi presente se desvanece cada segundo, y cada palabra fugaz que ocurre en mi
mente, desaparece en un instante.
Tu voz se esparce en el aire, se desvanece, se fuga con su amor, el aire que vuelva los
sentimientos y devuelve un sonido dulce hacia mis oídos, el aire, nuestro aire es el
transmisor de aquél amor impropio, robado, escuchado por los vientos.
No puedo vivir sin aire, no puedo vivir sin ti. El aire me renueva el cuerpo, nutre mi
sangre. Mi corazón vive gracias a ti, palpita en cada momento, por poco tiempo pero me
hace vivir y seguir. Dos amores envueltos en lo imposible, en lo impropio, en lo
incomprensible. Sencillez rodea la vieja ternura que siempre ha sido fiel. Rodea esos
vientos robados, robados de palabras, alcánzalos en el aire, el cielo. Alcánzalos, no dejes
que mis palabras escapen de tu vida, hazme volver otra vez a tu lado, solamente una vez
más, la última.
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Una palabra y un último suspiro, se extinguen en el paso del tiempo, se acaba aquello que
nunca empezó. Indiferencia se muestra, palabras perdidas en un olvido nocturno. Alcanzo
las estrellas pero caigo, caigo en el vacío. Me pierdo, acaricio el aire que me conduce hasta
un fin. Luz de luna proyecta sombras místicas, entre lloros de desolación. Estrellas se
esparcen en los cielos llorando de pena, ellas iluminan la poca vida eterna, su luz se
extingue como mi vida.
Sólo palabras restan, sin alma propia, sólo palabras quedan con su muerte propia.
14 de junio de 2010 GRACIAS A TI PUEDO VIVIR
Emerges de tus oscuridades, oyes un susurro, una vibración en el ambiente donde vives,
donde sometes tu alma al dolor terrenal.
Tu entorno de silencio se rinde a una voz, mi voz. Un sonido que te busca y llena el espacio
vacío de magia, impoluta magia que cubre nuestro aire. El techo que nos sostiene quiere
caer encima nuestras cabezas. Quiere asesinarlos por los celos que le causan nuestros días;
cuando nos amamos en silencio, cuando las palabras mudas se visten de sigilo y se acoplan
en el sonido afónico.
Me pierde tu ausencia, sin embargo estás cerca. Te llamo con mi voz… escúchame,
óyeme, reencuéntrate con mi ser.
Mi vida se extingue entre tales paredes calladas. Tu sombra brota en silencio; palabras
calladas, nunca susurradas. Resuena aquello que es pasado y sólo son mis ojos aquellos que
se embriagan por aquello que nace en mi corazón, una de tantas veces que tu brisa rebota
en mí.
Se abre mi mirada, estás enfrente. En silencio abandonó mi lugar. Al margen, me sostienen
los huesos de éste viejo lugar que muere, y rinde sabor al tener deliciosas esencias en su
interior.
Me absorbe tu presencia, tu mirada, tu hacer. Las palabras cautivan mi rostro
emblanquecido de reserva. Sólo unos labios rosáceos hacen que nuestro círculo se cierre en
lo próximo, sólo palabras. Sólo palabras que se unen a tu historia, a tu vida externa que se
graba en mi mente, una vez más, esta novela llega a su consumición.
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Un final impropio de tal amor que aconteció, que creció en cien años de libertad. Cien años
de vida al lado de aquellos que hacen florecer la vida, y yo, dando culto a aquella muerte
que nunca la historia quiso.
Abandono aquello que permaneció en las pausas dentro de lo puramente oscuro. El lloro se
funde con el ocaso, el final es paralelo al trance donde todo se desvanece y desaparece. Se
envuelve en aquella muerte y se define como sueño eterno.
Creo que terminó aquella destrucción, y llegan aquellos que resurgen de las cenizas,
nacen del exterminio de otros. Yo, sin embargo, renazco de la belleza de una flor, de las
gotas del rocío. Miro hacia un cielo, mi cielo. Soy libre, me esparzo, vuelo en mis
libertades de ser yo. Y todo empezó en decidir aquello que realmente quieres.
Una vez más quiero escapar, huir. Confundirme entre aquello que todos encuentran lógico.
Nunca más voy a retener o paralizar aquél deseo o anhelo que me sostiene.
Se inmovilizó por un instante mi corazón, perplejo de vida, abandonado de sangre y
de vida. La ricura y el aroma que llega de nuevas tierras me hacen vivir aún, pero por poco
tiempo. Vivo en un amor ignorado, inconsciente y ausente… pero feliz. Al menos, me
ayuda a continuar, me ayuda a vivir en un ambiente donde todo aquello que disfrutas te
devuelve la felicidad. Dejó de existir en mí el sufrimiento, el rencor, el odio, el miedo. No
temo, no lloro, soy feliz.
Lancé por última vez un suspiro helado que congeló aquél instante, aquella
presencia. Aquella sonrisa y aquellos ojos tiernos, repletos de gratitud.
El amor no se puede olvidar ni borrar, tampoco el sufrimiento. Son aquellos hermanos de
sangre que conviven, nunca puedes ser feliz, ni nunca vivir en tristeza pero, porqué
eliminarlos si la tristeza y la alegría forman aquello tan maravilloso, el amor.
Gracias por dejarme entender todo aquello que costó a mi alma una destrucción.
Ahora entiendo que no hay dolor, solo fuerza para entender que las lágrimas muestran tu
reflejo, gracias por castigarme con tus ausencias, ahora sé que para ti eran mis ausencias,
gracias por ser tú, gracias por enseñarme sin hablar, gracias por no rechazarme sin
conocerme, gracias por darme todo aquello que nadie podía aportar. De forma borrosa
apareces, nunca volveré a verte, lo sé, pero ahora yo, soy tú.
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23 de junio de 2010 SÓLO PALABRAS
Echaba de menos aquél sentimiento de falta, de ausencia. Tu esencia se ha alejado
demasiado de mí, y empiezo a respirar con un aire muerto.
Ya no siento aquél calor, ya no recuerdo cuáles eran aquellas palabras que expresaban lo
que eras, lo que sientes. Quiero seguir, sin olvidar, pero sin sufrir. Quiero seguir con la
seguridad permanente del “sé que estarás bien”. Me adentro en un espeso bosque, un
bosque sin luz, sin camino marcado, sólo podré salir con el instinto que me persigue, sólo
sé que cuando salga estarás allí esperando.
En las oscuridades te anhelo, en las cuevas de mis memorias me alegro de verte, en
mis recuerdos y mis imágenes apareces inconscientemente. Pretendo decir adiós, pero el
momento de mi vida a tu lado es permanente, y nunca se desvanecerá tal sentimiento de
amor. Todo aquello que aconteció, hoy se derriba en estos muros, todos aquellos
sentimientos, emociones, recuerdos. Todo aquello cayó, se perdió en un olvido constante.
Nunca más voy a sentir tu voz resonar en los vacíos, nunca más brillará una sonrisa,
nunca más nadie me dirigirá aquella mirada… aquellos suspiros de miedo, pero de amor.
Nadie más podrá nunca adentrarse en mi corazón para averiguar y sentir aquello que siento
hacia a ti. Nadie más podrá ser como tú. Es un secreto; oculto, discreto, anónimo, pero
irrefrenable.
El viento se llevó otra vez mis palabras, se esparcieron en aquellos vientos y
cayeron, cayeron como ráfagas de lloros eternos. Cayeron como lo que eran, palabras
tristes.
Aférrate a tus recuerdos y a tu vida pasada mientras yo me despido de tu ser, una vez
más. Vuelco toda mi vida en un trozo de papel, intacto para nadie, sólo para mí. Palabras
marcadas, esconden sentimientos. Sentimientos que recoges, que provocan aquello que
nunca quisiste, dentro un nerviosismo, una tristeza, pero en el fondo, una enorme alegría.
Mientras resuenan mis palabras te siento más cerca, siento que todos mis miedos se
difuminan, se disipan, se evaporan en tus lágrimas. Detrás de tales palabras, sonidos y
versos, lo único e indescriptible que se esconde es mi amor hacia.
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24 de junio de 2010 SENTIR ES PODER
¿Cómo te sientes sabiendo que nunca más volverás a verme? ¿Cómo te sientes con ésta
impotencia que te juzga a cada uno de los minutos que te restan?
Vuelven, una vez más, aquellos momentos que vivimos. Revive todo aquello que es tan
difícil de olvidar. Vuelve otra vez a la oscura crueldad de nuestro mundo. Vuelve a
encontrarte con mi ser una vez más. Avanza sin ver el camino, avanza sin miedo, estoy a tu
lado, y tú al mío.
No tenemos tal temor que nos martiriza, ya no existen aquellos miedos que nos separaban.
Ya no existe tal separación próxima, vivimos constantemente apartados de lo que
realmente nos importa, de lo que realmente nos ayuda a vivir.
Vivo en mi mundo, y en mi cielo. Vivo en mis privilegios de amar, y de vivir de
aquello que alguna vez, me hizo feliz. Vivo en un mundo dónde puedo volver a ser yo otra
vez. Vivo en una canción y en una melodía. Un día extinguirá su sonido, dejará paso a un
silencio. Dejará atrás el ruido que pudiera haber causado. Vivo sólo un momento de mi
vida, y después, desparezco en el olvido y el pasado, vivo en el abandono de aquellos
quiénes no les importa nada ni nadie. Vivo por un común, nazco en una casualidad, vivo en
la penumbra, en un mundo sin luz.
Alma hiriente se asoma, extingue mi poca salida hacia aquellas tierras que tan lejos
estaban de mi alcance. Mueren mis lágrimas, las devuelvo a aquellas tierras que un día
quedaron muertas de pena, aquellas tierras secas, sin vida. Nace una semilla de tanta
sequedad, nace una semilla llevada por los vientos, nace una vida en un desierto sin
recuerdos, sin memorias. Nace una historia sin contar, nace un ser capaz de vivir solo, sí,
pero con una fuente de vida, un amor, y una existencia.
26 de junio de 2010 EL SECRETO
Escapó hacia el horizonte y llegó a un paraíso anónimo. Siguió aquél camino, navegó entre
grandes océanos gélidos, recorrió cielos y tierras huérfanas. Siguió su instinto, se
reencontró con su alma una vez más.
Soñó una vez en volver a ver una vez más un ángel que una vez surgió de una muerte, de
cenizas, de fisuras de aquellos muros. Muros derribados dónde se escondía el secreto, el
secreto de no volver. El secreto de lo callado, de no volver.
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Sólo fue una voz quién retumbó y deformó el silencio. Sólo fueron palabras ocultas
quiénes cambiaron nuestro anhelo. Fueron instantes de dolor, de desolación, de lloros,
angustias, amarguras y sufrimiento. Fueron los momentos de distancias lejanas, momentos
que ignoraban a tanta gente solo para tener en cuenta nuestras presencias, nuestras
existencias en aquél lejano lugar. Lugar donde aconteció aquella división perfecta. Aquella
división que acontecería en el tiempo.
La tristeza te hunde, se adentra en todo tu ser, en toda tu alma. Mis palabras se
adentran en tu ser devorando la alegría y otorgando un lugar al desconsuelo, la
desesperación, la falta del ser más importante de tu vida, el ser más importante de mi vida.
Ahora hablo en un pasado ya lejano. Mis palabras describen aquello que tanta
nostalgia me causa en mis días.
Siento sólo añoranza, pena, un tormento que convive. Me transporta episodios de tristeza
acompañados con una extraña euforia. El gozo de lo oculto, de lo místico, de lo
desconocido. Vivo en aquella vida que se mantiene por un recuerdo, por una persona, por
unas palabras, por unos momentos, por una vida.
28 de junio de 2010 AIRE
No hay nadie observando en las distancias, no hay nadie escondido detrás de un cristal, no
hay nadie llorando en su fría y oscura soledad. Los remordimientos de los tiempos
emergen, en el olvidado caminar, entre los pasos silenciosos y sigilosos te distingo.
Mis ojos se estrechan para cautivarse aún más tu presencia. Sólo una sonrisa se
refiere a ti, sólo un suspiro surge entre el silencio y la distinguida emoción. Te miro, por
una última vez, porque soy consciente que acabó aquello que un día nació de los fríos
inviernos, muere aquello que nació de un adiós, de una despedida, mi amor hacia ti nació
de una lágrima no querida, de un momento nunca deseado.
Mi corazón se despide, mientras, mi voz inconsciente grita tu nombre. El espacio vacío me
devuelve aquél eco que te cautiva, y te detiene, y tu mirada, por una vez, se centra en mí,
una mirada alejada de todo aquello que un día me pareció ser ignorado.
Sólo un segundo fijaste tu amor en mí, sólo un segundo que nunca desapareció, un segundo
eterno, inmortal. Un recuerdo indestructible, un recuerdo perpetuo y real. Ése momento fue
ignorado y oculto, fue una incógnita por aquellos que no saben, por aquellos que no sienten
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ni oyen. Ése momento fue breve pero desconocido, como el desconocido amor por ti,
desconocidos los años de amarte tanto, desconocido por las gantes que vivo cada uno de los
instante que transcurren, solamente por una persona, solamente para ti.
Por última vez, vi tu cuerpo cortando el aire, cortando el espacio, separando lo
invisible y lo indivisible. Separando aquello que nadie ve, nadie presta atención.
Ya solo restarán palabras, pasos, recuerdos, miradas, alejamientos, partidas, ausencias,
quedarán suficientes “Adiós” para recordar.
Empezó otra cuenta atrás para reencontrarnos otra vez, y nadie sabe si será la última o ésta
será la eterna y la única de mi vida.
30 de junio de 2010 SOLAMENTE ERA LUZ
Un susurro, una oscuridad inminente, un sonido en aquél lejano lugar. Recuerdos y
sentimientos ahogados en rencor y desesperación, atrapados en un olvido irremediable…
huimos. Huimos de lo inevitable, lo irremediable, nos conformamos con la brisa de los
vientos, con las melodías errantes, vivimos para nosotros. Miramos aquellos rincones de
soledad hiriente, nos degradamos en tristezas, perdemos el color de aquello que fue tan
lleno de vida. Nunca volveremos al llanto puro del joven bebé, ni nunca daremos con el
significado o el último suspiro de aquellos quiénes ya vivieron su tiempo, o se dejaron
consumir por cada uno de los meses y años.
A mí, sólo me quedan unos sueños, unos anhelos incomprendidos, unos amores
perdidos y deseados. A mí, sólo me quedan noches sin luna, y pocos días de luz, porque
vivo cerrada en los huecos de los recuerdos y sentimientos, vivo encerrada en un vacío
súbito; una última, única y auténtica mirada de amor. Vivo viviendo en mi pasado y
desperdiciando aquél presente que me muere en segundos.
Perdí aquello que mi alma ansiaba, volar hacia mejor cielo. Ahora vivo aferrada en
el llanto, en el deseo de volver, el deseo de renombrar aquello que viví.
Oscuridad eterna se avecina en mi mundo, en mi vida. Ya no puedo seguir tus
huellas en mi camino, ya no siento mi corazón siendo amado al instante, ni oigo tu suspiro,
ni tus palabras, ni tus labios, ni tus ojos… Amnesia de aquello tan importante que fuiste,
omisión de memorias y recuerdos felices.
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Desaparecieron todos los recuerdos felices de mi vida porque toda tu presencia se los llevó
en un soplo de desconsuelo, de desesperación y de pesimismo. Ya no me quedan días ni
segundos para reflejarme en un cristal y verte detrás de mí observando mi reflejo y
adorando mi ser desde aquello que yo no puedo alcanzar.
Te escondes, me castigas en aquella añoranza profunda, provocas en mí aquella
agonía impropia de un ser humano. Nunca conservo la paz en mis días. Pasaron todos
aquellos años traicioneros que me hicieron amar en el más puro estado. Que me hicieron
gozar de todos los privilegios de tu, voz, de tu presencia de tus pasos lentos e
imperceptibles. Lo que escondes en todo tu cuerpo no es mortal. Aparentas aquello que
crea temor, aparentas ser una persona dura y fuerte, aparentas ser aquello que se centra en
lo que de verdad le importa o está en sus obligaciones.
De verdad te digo que en tu interior escondes todos aquellos privilegios de los cuáles el ser
humano nunca podría prescindir, pero sin embargo, prescinde. Tu presencia acostumbra a
regalarme calidez. Brillas como el sol de la mañana que nace, sonríes como el ocaso que se
tiñe de tales maravillosos colores. Lloras como aquella lluvia seca que cae, que nunca te
moja, que nunca te entristece. Me abrazas como los vientos cálidos, los vientos
desconocidos que nadie sabe de dónde vienen, dónde irán y cuándo terminarán. Me miras
aquellas nubes que nunca delimitan su forma y esconden su secreto en su interior, aquella
niebla que nunca deja distinguir, a veces, más allá de su velo que protege el interior.
Estás en todo y cada uno de lo que me rodea… nos rodea. Voy a mirar aquél trozo de cielo
que me pertenece, aquél que vive y convive conmigo, aquél que siempre es el mismo pero
siempre cambia, aquél que muestra mis lluvias preferidas y predilectas, aquél cielo que me
hace sonreír y me sorprende en cada una de sus melodías y silbidos. Voy a vivir por mis
días y mis noches, por mis alegrías y tristezas.
Dejaré mi voz resonar y se la ha llevado el viento junto con mis palabras. Junto con
aquél mensaje que deseo que llegue un día a tiempo, directo a tu corazón. Un mensaje
directo a tu alma.
20 de julio de 2010 ESPECIALMENTE DOLOROSO
No hay luz ni casualidad. No hay nadie después de ti, pero sí hay algo, un dolor más
profundo que la peor de las muertes. No exagero mis sentimientos, sino que aquello que
nunca tendré, será el eterno imposible.
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No hay luz ni casualidad. Siento que no existes en mi vida, que has desaparecido
realmente. Las palabras no sanan mi dolor, las imágenes que emergen en mi vida, en
aquello que vivió amando tu presencia y tu esencia, vuelven una vez más a destruirme.
No hay luz ni casualidad. Adoraría escribir tu nombre y que se repitiese, adoraría pensar un
instante en ti y que todo aquello que hemos compartido surgiera en el presente el cual estoy
viviendo, sin repeticiones, sin ti, eternamente.
3 de agosto de 2010 PERTURBACIÓN
Angustia, lejano futuro que me cubre con su manto de amargura, y devora la luz de su
entorno. Ya no hay nada, ya no hay nadie. Sólo aquella inmensa masa de dolor puro e
invisible. Ya no quepo entre tantas lágrimas al miedo poderoso.
Sólo contrarresta mi temor una melodía eterna, tu rostro. Tus ojos son mi guía permanente,
distribuyen la luz de su ambiente, la equilibran. Tu voz, maestra lejana, portadora de
infinidad de recuerdos y de dulzura innata. Tus suspiros helados, tu respiración es un
infinito delimitado.
Pero… dejé de ser guiada, perdí el contacto hacia aquello que me esperanzó, un día, para
encontrar aquella luz, mi luz.
Creía que podría seguir tus pasos, adentrarme en el miedo más poderoso y encontrar
rastros de luz que me guiaran al fin hacia tu encuentro. No hay nada.
Vacío, frío imponente. Miedo irresponsable. No me asusten con sus maldades, he sufrido
por aquello que latía. Desapareció. Se desvaneció… Soledad inquieta. Pronto seré yo la que
afronte ésta pérdida, propiamente degollada por un mismo dolor, por un mismo mal. No
hay nada después de mí. Nada sigue, nadie me sigue.
Quedo oculta en el polvo del tiempo, oculta en aquello que nadie se molestará en
limpiar diariamente, quedará todo impregnado de una esencia inútil. No hay nada después
de mí, tal vez un rastro de sombras del sufrimiento, tal vez de la angustia más profunda. Tal
vez quedaran palabras, recuerdos, memorias que se fugarán en mi alma una vez más, otra
vez, un amor desaprovechado, una vida no aposentada donde realmente debía.
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5 de agosto de 2010 LA BÚSQUEDA
El final de mi vida, un dulce placer harmonioso. Un exterminio inolvidable de toda mi vida
a tu lado. La desaparición de aquellas almas que sostenían su mundo propio… todo ha sido
destrozado, abatido, herido en su tiempo.
Una fiel búsqueda pertenece a aquél ser que ha vivido ciego a su mundo. Ve aquello que
tanto le preocupa, nunca mira a su alrededor. Sólo sumerge todos sus sentidos en su mente
y en su pensamiento, nunca presta atención a las voces exteriores, a las miradas y a las
presencias. No sabe, no admite, pero inconsciente revela su estado, se adentra en su propio
mundo, y lleva su cuerpo dónde le guía su mente. Paralizado por su tiempo, por su espacio,
por sus sentimientos, por mi vida, por mis palabras.
Mi esencia viaja en cada uno de tus recuerdos. Lágrimas hirientes, sigilosas e
invisibles se unen a tu dolor. Velando aquello que pierdes, aquello que una vez amaste.
Ésta vez no soy yo quien te busca ni encuentras, ésta vez no soy yo la que llora, la que
recuerda con tristeza. Ésta vez no soy yo la que sigue el camino hasta su dolencia.
Mediante las palabras sientes, escapas, huyes… No simplemente no sientes sino que vives.
Vives aquellas palabras que son el transporte hacia todo aquello que te duele, que te hiere,
pero que te hace feliz.
Tus recuerdos, al momento, se funden con los míos. Crean aquella fuerza tan
especial que impide que llore, que mi alma sienta la menor tristeza, en cambio, tú no
dominas este poder tan fantástico que te ayudaría, que te guiaría, que aprenderías, que
sonreirías al descubrir y revelar un nuevo recuerdo y una nueva historia.
10 de agosto de 2010 LA ESPERA
Turno sin tregua. Noche espesa que se funde con el nerviosismo. Somos dos distancias
imperceptibles, dos distancias lejanas sin rumbo, sin dirección. Dos anonimatos no
correspondidos.
No sabemos dónde buscarnos, no sabemos dónde encontrarnos. Sólo esperamos un
azar, una coincidencia. Un milagro que nos reúna. Un hecho que nos una, que nos devuelva
otra vez a aquellos rincones que acompañaron nuestra existencia.
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Quiero despertar una vez más. Llevo media década durmiendo inconscientemente.
Nunca he vivido un amanecer, nunca he vivido con la luz de tal astro que me mantiene en
vida. Estrella privilegiada, oculta para mí, solamente para mí…
Estoy muriendo otra vez, lejos de ti. Volveré a intentarlo. Siento miedo. Nunca más
te veré. Nunca más volveré a escuchar tu voz, nunca podré volver a acariciarte, a cerrar los
ojos y escuchar aquella voz que tantos años resonó en mis ambientes. Nunca más. No la
podré nunca encontrar, porque nunca la busqué. Nunca me preocupé de tu ausencia… y
ahora duele. Duele aquello que nunca creí que amaba. Duele el hecho de perder el tiempo y
de nunca ser yo de verdad. Duele el hecho que nunca hablé de aquello el cuál te siempre
oculté.
Te pedí que no avisaras de tu partida, aún así confiaba en mis fuerzas para superarlo.
Tú siempre caminabas con la confianza de volver a verme, pero ésta vez, no lo hiciste. Ésta
vez fue la última. Ésta vez me dolió con un corazón lleno. Lleno de un amor que nunca
desparecerá.
21 de agosto de 2010 NOCHE SIN LUNA
Vacío, miedo. Intensifica el ritmo de sus pasos. Gentes asustadas por ausencia de luna que
los aclare, que los sostenga. Faros que ocultan las sombras de presencias, y su suelo las
consume y les guía. Susurros, presencias, sensaciones. Silencio. Temor al no ser
comprendido, camina aceleradamente.
Mira al suelo, no levanta la mirada. Sigue sabiendo hacia dónde se dirige. Voces que
le perturban en su camino. Ciegamente, sordamente. Inmerso en su silencio, en sus
limitaciones de ser humano.
Notas en sus penumbras que le inspiran gran satisfacción, una vez más, de la nada, surgen
sus ideas. No atiende a aquello que le rodea, pero sigue caminando. Hueco en el tiempo.
Mirada de tristeza se dirige hacia una ventana. No siente nada, sólo sigue caminado.
Sólo recuerda toda una vida y la deja escapar. Sólo ignora todos sus esfuerzos para ser
comprendida. Sólo grita: “Ayúdenme por favor”.
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31 de agosto de 2010 DESPUÉS DE TI
Volví hacia aquella oscuridad. Había pasado media vida y ya había extinguido todas las
fuerzas. Había dejado que alguien llorase con mis ojos. Había dejado que un alma robara
mis recuerdos, ahora no soy nadie, no soy nada.
Me han robado una vida, unos sueños, un amor, unos recuerdos. Ahora soy un vacío
contiguo a tus antiguos y anhelados silencios.
Ya no es el mismo lugar. Creía que no tenía calidez, era yo la que trajo el frío y la
tristeza, lo sé. Ahora no hay nada que el tiempo pueda aclarar ni solucionar.
Mi pasado ahora es muerte paralela a mi presente. No tengo pasado porque no existe
físicamente. Ahora, no hay nada más que me llene. Ya no estás en mi vida para darme
aquello que no sabía que quería.
En mi vida no te recuerdo, eres un desconocido, eres un olvido permanente. Estoy
ligada a la vida de un extraño, de un anónimo. He cambiado de vida, he muerto y he
substituido otro cuerpo.
Ahora, solamente queda aquello que nadie quiere. Ahora he aceptado en silencio un dolor
que persiste. Una agonía y un sufrimiento de años eternos.
Toda esa angustia sólo sirve para que nunca olvide que aquello que tanto se ama,
tanto se pierde, no obstante, no me arrepiento de haber amado tanto. Ahora que he entrado
en calma, no puedo más. Agoté mis fuerzas hacia un límite que ahora castiga mi vida, mi
muerte, mi presente y mis recuerdos. Sólo tanto castigo, para averiguar que después de ti,
no hay nada.
2 de septiembre de 2010 PUEDE SER
Sin miedo a decir aquello que uno no quiere. Sin miedo de no salir con vida. Sin miedo a
nada.
El transcurso de mi vida me guía, es fácil, es simple. No hay penas, no hay tristezas, es un
blanco claro. Orden sin complejos.
El camino sólido me guía; nítido, perfecto. No tiene sombras, no es borroso. Veo su
horizonte, despejado y libre.
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No caigo, no muero. Soy una fantasía de la vida. Sé sentir, sé reír, sé llorar, sé morir… pero
sólo vivo. Dejo de inmortalizar cada momento de muerte, sólo olvido. Sólo miro tus ojos y
desaparece aquello que tanto penetró, que tanto dolió.
Sé que tal vez en mi camino haya un fatal desenlace, tal vez haya un precipicio o una
marcha directa a la muerte. Habré tirado un tiempo despistando mi alma y confundiendo mi
ser, pero aunque me equivoque, sigo sin miedo.
Sigo dejando que en mis ojos se adentre esa cálida luz. Sigo dejando que mis labios
pronuncien algo que nadie entiende. Sigo dejando que mi cuerpo baile sin motivo o camine
sin saber hacia dónde. Sigo dejando que mi inconsciente esconda el dolor. Sigo dejando
que mi consciente y mi alma sean felices.
Viva muerte hay en mis pasos. Todo muere a su tiempo y a su lugar, pero no es el
mío. ¿Por qué quedarme para contemplarlo si no es mi lugar?
No pierdo el tiempo que tengo para llegar a aquél final que tanto anhelo. Antes que la luz y
la calidez desaparezcan, antes que aquella fuerza que me ayuda a continuar se extinga,
antes de que mi cuerpo no pueda seguir, antes de que el destino decida cortar mi tiempo o
antes de que decida que no sirvo para estar en estas tierras más tiempo.
Aprovecho cada instante saboreando el viento y la brisa pura, haciendo memoria de
aquello que me resultó feliz, aquello que hace que sonría, que mire hacia delante y diga:
“Ya estoy llegando, espérame, esperadme”. Porque sé que voy a llegar hasta mi final, sé
que voy a llegar hasta aquél hecho imposible, sé que voy a llegar hacia un horizonte y
observar la unión entre una tierra y un cielo. Mi tierra, mi cielo, mi final.
4 de septiembre de 2010 SÓLO SOLEDAD
Nadie cayó en mi vida, nadie cayó en mi presente. Nadie prestó ni un segundo de su tiempo
para aliviar de su mente mi presencia.
Las palabras no sirven, las revelaciones tampoco. No hay nada que emocione mi corazón,
no hay nada que me impida seguir hasta caer. Nada.
Un corazón sin vida, sin latir, una vida sin vivir, un cadáver presente en un mundo
que no existe, un alma que vaga entre sus recuerdos y no puede escapar, un insomnio sin
acariciar la idea del dormir. No sé el significado de soñar.
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Yo nunca vago en mis noches para adentrarme por pocas horas en mi ser ni en mi espíritu.
Yo anhelo en vida, yo deseo aquello que me perturba entre el día y la noche, entre la
muerte y la vida.
Imagina sólo poder volar por pocas horas, pero es la única vez que puedes liberarte
del cuerpo. Es la última oportunidad de liberar todas tus ideas.
Siempre anhelamos, siempre sentimos el deseo de escapar, y lo hacemos. No somos
conscientes, no. No somos conscientes de nuestra vida, no la llenamos de gozo y felicidad
cada vez que entre nuestro entorno sucede otro amanecer.
Gracias sol por alumbrarme, por abrazarme, por permitirme ver. Gracias luna por
ocultar el dolor, que no sea dicho, que no vea. Cierro los ojos, paz, harmonía, nada más.
8 de septiembre de 2010 DESESPERACIÓN
Ha muerto, no ha vuelto. Se fundió entre aquellos restos que restan de mis pensamientos,
de mis lujosos placeres minuciosos al recordar.
No soy parte humana de sentimiento, no me desespero esperando, ni cuento los minutos sin
verte. Vivo sin aire, vivo mis días sin esperar que la frialdad se acomode y me encuentre.
Tú, no te conozco. Tú, absolutamente anónimo, absolutamente oscuro. No te importa
mi tiempo, mi espacio. Has descubierto lo que llevabas tiempo esperando, toda yo. Escribo
para ti, o tal vez para mí.
Suspiro esperando verte, tocarte, oírte hablar durante horas y horas. Y que los paisajes
envejezcan, pero mis ojos fijos siguen en ti, no mueren las hojas de entre mis manos, no
caen muertas para renacer.
En mis ojos no llueve, sólo compite entre una tormenta de pensamientos, de miradas,
de las explicaciones más increíbles que anestesian mi mente y mi alma de este mundo.
10 de septiembre de 2010 AMNESIA
Anonimato te rodeó desde las noches oscuras y frías. Te fuiste bailando con la luna y me
abandonaste, pero yo te esperé en aquél mismo lugar durante largos tiempos… duros
tiempo de espera.
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Volviste. El acantilado de los recuerdos te recobraba de mi inconsciencia, te esperé
tanto tiempo que te amé sin más. El tanto esperar hizo un feliz sepulcro de mi alma, un
recuerdo noble hacia ti. Tus palabras rompen fantasías y borran aquello que creamos, yo no
soy nada en ningún corazón de un ser humano, nadie me lleva ni vela en sus noches.
Mientras mi corazón roto se esparce por todo el ambiente y las lágrimas asimilar tu
amnesia, me pierdo en mis remordimientos al no morir en la oportunidad esperada, en el
momento preciso.
Pensé realmente que había encontrado una atadura al amor fiel e infinito, ahora sé que
nadie me quiere, que nadie me querrá ni en su vida, ni en su muerte, jamás.
19 de septiembre de 2010 NUNCA
Sucedió en mi mente, confusión eterna. Se desvió mi pensamiento hacia el horizonte
común. Todos los seres escapamos muy lejos para así no escuchar nuestros pensamientos,
angustias ni preocupaciones. Nunca supe que te amaba tanto, que te extrañaría tanto. Nunca
supe que en mis días ya no estarías, y tuviera un vacío tan grande.
No sé la razón que tiene la vida para hundirme en la tristeza, sé que tú eres feliz. A
veces me llena, otras me desespera. Recuerdo días, momentos, canciones y melodías
hirientes. Oigo tu voz refilar como deseos que no atrapo jamás. Estás lejos, lejos de mí. No
me centro en aquello que parecía importante, ahora sé que tú eres aquella razón que me
induce a hasta aquél futuro tan definido. Eres tú el guía de mi vida, de mi corazón, de mi
alma.
A veces te encuentro. Evitamos nuestra vista, no formulamos preguntas, ni
dedicamos tiempo a buscar razones, sólo sé que hay una distancia que nunca podré salvar.
Ahora sé que las personas se alejan para nunca volver, dejan su presencia, una marca de su
vida en tu alma que nunca se disuelve, nunca muere. Y es tal sufrimiento que no se fuga
con el viento, ni se esparce por los mares ahogándose como yo me saturo de reflexiones
inocentes.
Es duro que alguien muera en tu vida sin un fallo físico, eso aún duele más. Saber
que en realidad, soy yo la que morí en ti, saber que soy una vagante del tiempo y no soy
nada para aquellos que devoraron mis años. Es duro encontrarte con aquél que tanto
quieres y saber que nunca te iba a esperar. Es muy duro saber que todo tú, eres una mentira.
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No habrá nunca en éste mundo nada que me duela más que verte cada uno de los días que
me restan, porque ahora sé que será mi tortura y mi muerte eterna.
23 de septiembre de 2010 LLUEVE
¿Y si las gotas me cortaran en su llanto? No me provocaría el más mínimo dolor.
Esta impureza que hoy me crea el recordar, que con su llanto espeso me impide tal nítida
visión, no me permite ver más.
Los pedazos de su alma lo derriban, dejándole escapar cada momento, cada segundo,
y su existencia nace de este húmedo lugar. Florece, emerge de lo que brota en estas puras
aguas. Nada es frío, nada es calor, somos seres que no sentimos nada, de realidades
distintas, de vidas muertas.
28 de septiembre de 2010 PRESENTE SIN PASADO
Cuando te conocí, me enamoré de tu esencia, de tu presencia y de tus pasos. Cuando te
conocí no existía el pasado de ambos. Cuando te conocí, te desconocía.
Ahora miro esos ojos, recuerdo esos momentos efímeros… pero importantes. Ahora oigo tu
voz como castigo helado que se paraliza en el tiempo y resuena en esta oscuridad. Ahora,
recuerdo tu mirada, la que jamás olvidaré, porque será la eterna constancia de mi alma.
Creamos nuestro propio mundo con nuestra intersección de miradas. Creamos
nuestros amares con el silencio y la distancia. Basas mi vida en lo poco que sabes, y lo
demasiado que sientes. Vives mi desespero, mis tormentos y mis lágrimas.
La primera vez que te vi, no era consciente hacia dónde iba, lo único que sentía era
que debía seguirte, porque no podía recordar de dónde venía, porque no podía volver
atrás…
Todo ha cambiado… todo.
Desde que te conocí, ya no soy la misma. Desde que te conocí, soy yo misma. Lo
que más adoro es conocer a los que huyen de su pasado, y que he conocido en mi presente,
porque es cuando encuentro una concordancia entre ambas vidas, los momentos que
compartimos.
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30 de septiembre de 2010 LENTAMENTE PERDURABLE
Instante incapaz de ser visto, momentos acelerados que sólo llevan a un mismo tormento,
¿Por qué muerte? ¿Por qué siempre te llevas aquello que tanto amamos?
No existe viento capaz de aligerar mi dolor, no existe luz capaz de alumbrar mi
oscuridad. Sólo sé que el tiempo pasa, cada segundo desesperado, inquieto, en su momento.
Nunca consigue la calma, nunca cesa. No puedo recordar ni sufrir, sin ser objeto de mi
presente. No existe mi presente.
La melodía angustiosa de la vida me aparta y me deja en su soledad fría. Nunca
somos capaces de robar los segundos al tiempo, porque son amantes inseparables, así que
nunca podemos despedirnos de quien debemos. Nunca somos capaces de recordar la razón
de nuestra vida. Somos un espacio vacío en un mismo enlace. Donde no hay tiempo, donde
no hay vida. Sólo almas con un inmenso corazón oculto, en su dulce penumbra. Sólo almas
condenadas a un mismo dolor, para sufrir en su vida. Somos la misma mirada discreta de
un mundo, sujeto a un rumbo de destrucción.
Con mis ojos mortales no veo recorrido, sigo los pasos de mi corazón, al mismo paso
que sus latidos. No puedo escapar, estoy aquí, sin saber dónde ir, sin saber qué hacer.
Mientras los anhelos desaparecen, y mi voz se desperdicia, no hay sentimiento que pueda
sanar las preocupaciones de ser vivo.
¿Para qué vivir, si vivimos sumisos al morir?
No hay corrientes que me lleven hacia aquella utopía. No hay vida que pueda hacerme
feliz. No hay segundo que para siempre perdure. Siempre seremos seres hieráticos que
esperan su fin.
El ocaso llegó, y sus almas se lleva. Las lágrimas caen en mi cielo, mientras, otras se
elevan. No puedo llegar hacia allí, únicamente puedo esperar, esperar a que se extinga el
dolor, los pocos instantes de felicidad y sonrisas que el tiempo absorbió.
En mi vida vacía, no queda nada, no resta nadie. En mi vida de rencores que acortaron la
existencia, y la vida de miradas hacia el colosal infinito azul suspirando por tu existencia,
tal vez la alargarán, tal vez la reducirán. Pero ocurre la estabilidad entre ellas, dejando en
medio un espacio de reflexión donde determinar qué sentimiento es más fuerte. Pero en
estos pensamientos, el paso de los años pesa, afrontan el trabajo que deben hacer, para así
provocar dulcemente, su sueño eterno. La felicidad eterna.
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Poco disfrutamos de la felicidad cuando la tenemos, es un término inalcanzable, pero aun
así, sabemos unos pocos, como vivirla como debe.
4 de octubre de 2010 EXISTIR
El roce de lo oculto, el razonamiento de lo oscuro. La pradera del sol nace y es el infierno
que se despide de mi ayer. El pasado no quiere verme morir, el pasado jamás se quiere
rendir.
La esencia de tus ojos aún sigue alumbrando mi vida y mi esperanza. La habilidad del no
ver es lo que refleja tu mirada. El desconocer de mi ausencia, es la perturbación reflejada
en tu apariencia. El susurro de tu voz, es la resonancia de mis latidos. El espíritu de
pertenecer a tu lado.
Anonimato perverso es tu rostro y vacío es tu mirar. Mi presencia enfrente la tuya, es la
invisibilidad de mi vida. Si tú no me ves, no existo. Tú me creas, tú me haces, tú me sientes
viva. Si tú ya no me recuerdas, ya no lato, ni vivo, ni existo.
1 de noviembre de 2010 LA CRUZ DEL OLVIDO, LA LLAVE DEL DESTINO
Y mis ojos te siguieron como mortal deseo. Me revelé contra intuición y los instintos. A la
cruz apareciste sin que nadie diera valor, y yo quería huir. No quería sentirme
desesperadamente tan cerca de ti, ni tan desesperadamente enamorada de ti. ¿Cómo huir
del amor que te persigue? ¿Cómo huir de aquello que nunca olvidas?
...¿Cómo olvidarte?...
El silencio retenía mi mente mientras desparecías en un abismo temporal, y mis ojos
te siguieron en la inconsciencia intentando descifrar aquello que tantas veces me pregunté.
¿Por qué apareces en los imprevistos y desapareces en los mementos previstos? No
entiendo la razón por la que te escondes en tu mundo y no vuelvas a buscarme.
En mi soledad de frialdad y temor. Acurrucada cerca de la ventana oscura, y el
espejo roto de ira. En mi espacio vacío que sin ti era mi alma.
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4 de noviembre de 2010 LOS OJOS DE UN PASADO
La pequeña presencia entrañable se materializaba en mi memoria. Dulce humana, cargada
de remordimientos y repleta de sentimientos que, con sus sonrisas, esbozaba la llegada de
una felicidad de instantes. Esto era el momento del clímax.
El ambiente nos observaba fingiendo nuestro mundo inocente y sin maldad. En
aquellos tiempos, nada perturbaba nuestra existencia. Ingeniosos monumentos, países o
realidades, lo éramos todo.
No había distancia ni tiempo. Soñábamos con lo imposible, y nunca nos
preguntábamos si aquello que tanto nos refugiaba de los otros existía, era nuestro mundo
inalcanzable, nuestro cielo paradisíaco, nuestro placer sin deber.
Y el llanto no era mal, ni la violencia era dolor. Nuestro entorno era el escenario para crear,
correr o gritar sin miedo. Las melodías que aún recuerdo nos daban poder para ir aún más
allá; para cambiar el color del infinito, para suspirar sin preocupaciones, y dormir aquellas
noches plácidas sin problemas, sin males, sin lloros, sin ser el objeto de la sociedad… sin
pensar en la muerte. Puramente antes, éramos unos simples niños sin jugar a ser grandes,
sólo jugando con el alcance de nuestra mente y nuestro espíritu. Éramos libres de edad,
libres de maldad…
10 de noviembre de 2010 EL RESUMEN DE UNA VIDA
Mi vida es un tormento, a veces un consuelo. Yo soy lo que es mi vida. Soy un conjunto
de sensaciones nunca exactas. Soy poco nítida como el atardecer, soy amplia junto con mi
mente, mientras el colosal azul me acuna con soluciones.
Mi vida es como yo la hago, es como yo la castigo. Mi vida es mi melodía, se repite.
Usualmente resta inquieta, incluso mística, pero a su reverso, resulta agonizante oír los
latidos de mi corazón.
No sé porqué sigo aquí, ni porqué estoy aquí, entre tantos castigadores de humanos que no
hacen más que destruir y amargar.
No entiendo las razones del destino para abandonarme y dejarme con éste vacío. No
entiendo por qué debo escuchar un llanto y llorar. No entiendo por qué me duele pensar y
recordar. No entiendo de qué materia está compuesto mi cuerpo y porqué siento tan adentro
mi dolor. No entiendo éstas palabras, ni la gente que me rodea. No entiendo por qué la
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gente sigue viviendo para morir. No entiendo de qué me sirve vivir si hay tantos
impedimentos para seguir.
No sé seguir…
Sólo sé que no entiendo el nada, y para eso ya vale la pena descubrirlo. ¿Por qué hay
algunos que no sufren, y otros que mueren de dolor? ¿Por qué la gente odia y siente rencor?
¿Por qué la raza humana es tan hipócrita que es capaz de esconder las verdades? ¿Por qué
los humanos quieren darle sentido a todo, si no hacen más que crearme dudas y prejuicios?
¿Por qué no dejamos de una vez de castigarnos y volar hacia el más allá? ¿Por qué nunca
somos capaces de decir: “Puedo”, ni nos proponemos perseguir los anhelos?
Dejad éste mundo, perturbadores de vidas, gentes malignas, esperanzas decaídas.
Dejad avanzar. Iros en un silencio propio de las personas que sufren un dolor
impronunciable.
11 de noviembre de 2010 CALOR
Añoro aquél hogar en sus manos, añoro aquellas alas que me protegían, añoro tanto su voz,
su poesía al hablar y sus letras al pronunciar…
Añoro sus ojos que tanto amaban, añoro su corazón que tanto suspiraba, añoro su tristeza
en ver aquella lluvia fluida, añoro su llanto al verme, añoro aquella valentía y felicidad que
tantas veces perdía y al mismo tiempo recobraba, añoro aquello que tanto me hizo dudar,
preguntar, amar, suspirar, escribir, llorar, latir. Añoro aquellos momentos en los que mi
tristeza impoluta te buscaba en los silencios perdidos.
El calor que me daba en cada mirada, me recordaba para qué se debe vivir, para qué
se debe llorar, para qué debo morir. Y su talento harmonioso me daba tantas respuestas en
sus afonías. Con sosiego te recordaba, y me fundía con la misma calma cuando te
encontraba. Las pausas de mi mente me devolvían aquella sonrisa inquieta que siempre
hacías salir de mí. Aquella mirada tan preciosa que ahora conservo, aquella mirada que
cuando la noto en mi expresión apareces a mi lado, en mi presente, en mi vida, una vez
más.
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13 de noviembre de 2010 Y DEJÓ DE EXISTIR
Lamentablemente te perdí en los agujeros del tiempo. Hace pocos años dejé de remover el
pasado y se esfumó. Ahora no miro atrás, soy un ser sin pasado.
Vivo un día sin ser consciente de él, ando sin ser obstáculo de nadie porque soy invisible a
mi mundo. No presto atención en mi camino, ni en mi vida. Vida sin razón, cuerpo sin
corazón. El alma me arrastra.
No hay sentimiento en éste frío cadáver que vaga en pena. No hay sonrisa en su
expresión, sólo aquellos ojos tristes que esperan la muerte en cuestión de horas. La
perfección huyó, la motivación se esfumó. Vivo la melodía infinita del silencio. Plasmada
en el espacio, queriendo representar un futuro.
Nací en el cielo, morí en la tierra. Caí para nunca volver. Y ahora busco el
significado de ser aquí, de no ser nada. Busco el sentido de incordiar a todo el mundo, de
ser aquello que nunca se tiene en cuenta, de ser aquello que no existe y todo el mundo
olvida. De ser el no ser.
14 de noviembre de 2010 ÉSA VEZ, TE VI
El silencio impenetrable entra en juego. La inconsciencia de tu consciencia no es sumisa a
tu realidad, mientras, yo vivo en ella. El ayer borró mis memorias. El ayer olvidó que ésa
vez te vi. Hoy rompes esos anhelos de distancia. Rompes las barreras que te unen a tu
fantasía, y me ves con tus ojos.
Por un momento acercas tu mirada al mundo y ves con tus sentimientos ligados a tu
memoria. La luz que emerge en tu rostro clarifica que la puerta del nuevo mundo está
abierta para ti.
Has dejado de abandonarme por un instante para centrarte en tu dolor, en mi dolor. Las dos
almas conviven en un mismo instante. Mi viento presente me abalanza hacia mi futuro. En
cambio tu viento te retorna al pasado. Esas corrientes nos alejan, y perturban un único
momento, un único grito que acaricia todos tus sentidos. Por una vez, mi voz, es tu voz.
Mi corazón, es tu corazón. Mi sangre es tu sangre. Y mi alma pertenece a tu alma.
He muerto por un segundo; dejando de latir, dejando de respirar. En este momento,
sólo eras tú el ser capaz de controlar lo incontrolable. Mis funciones vitales que me
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mantienen en mi vida. El único hecho que me alejó de ti, fue mi anhelo para vivir contigo
al corazón sin que estés presente en mis días. Sólo en mi memoria.
23 de noviembre de 2010 PENSAMIENTOS DE MI VIDA, ARGUMENTOS DE MI
EXISTENCIA
El recuerdo de un pasado, la existencia de un presente. Mi vida es mi vida, tu vida es tu
vida. Vivo en la unión de dos mundos, de distintos pensamientos. Vivo mi vida en singular,
en ser aquello que quiere, en ser aquello que ama.
Huyo de lo que fue, me persigue con el silencio al acecho, me tortura con la
violencia de sus actos, con la violencia de mis recuerdos. Mis palabras ya no son palabras,
mi corazón ya no es mío, ni mi alma se percata de que existe.
Todos obviaron que estoy viva, lo dieron por hecho. Ni siquiera tengo importancia en mi
propio presente, ni siquiera en mi pasado. Vivo en el paralelismo de unos latidos que no
entienden de tiempo ni de vivir. ¿Qué sabrá mi corazón de vivir si lo único que hace es
sobrevivir?
¿Qué sabrán mis sentimientos de amar si se conforman en sentir? ¿Qué sabrán mis ojos de
mí si no me ven?
Siento cómo el exterior se derrumba ante mi cuerpo. La existencia de la materia que
mi interior desconoce. La lucha de mi oculta faceta para dar al morir y formar parte del
exterior es su mayor anhelo que impide una vez más mi disfrute aparente en el contacto con
lo que existe.
Soy sierva de mi entorno, soy parte de él. No puedo vivir sin pertenecer a la sangre y
al cuerpo. Estoy fatigada de ésta hipocresía inminente. Estoy cansada de vivir lo que vivo.
Estoy cansada de aparentar lo que era.
Lo que oculté en mis días del pasado pesan, y lo que vivo no compensa lo que sufrí, lo que
me perturbó, lo que me angustió y sigue angustiando.
No puedo vivir si mi pasado ha vivido más parte de vida que mi consciente. No puedo vivir
si he nacido sin saber quién soy ni como seguir. No puedo vivir si no hay una voz en mi
interior que me guíe y diga lo que debo hacer. No puedo vivir si no recuerdo cuando
desperté.
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9 de diciembre de 2010 ANTES QUE SEA TARDE
Si veo el firmamento y no me muero, que sea pronto el exterminio. De la veloz brisa que
me acuchilla, y el viento que roba mi aliento, no existe la distinción de la verdad. Se fugó
con los aires, se esfumó la idea de mi corazón. Deseo fatal, efecto sin fin.
Cuestiones que brotan, como las lágrimas en mares. Sangres infinitas que anhelaban
como quimeras, derramarse por las tierras. Un segundo de indecisión, un momento de
contención. El deber de huir de la verdad, el deber de intervenir en la muerte, el deber de
dejar una vida que nunca me perteneció.
El sufrimiento me angustia, la soledad me perturba, tu sonrisa me deslumbra. Noches sin
fin, de astros inconscientes.
Somos estrellas distanciadas, somos dos aves de noche, a escondidas, preparando su
nuevo encuentro. Somos el silencio que provoca el amor. Somos el frío que con
inconsciencia provoca más calor, más viveza, más harmonía. Somos los recuerdos que
tenemos de nosotros mismos. Somos los deseos personificados que perseguíamos en
conocernos. Somos, al acabar, la amargura de nuestra inerte vida.
Mientras en mi pensamiento surgen mis voluntades, mis recuerdos, y los momentos
que viví contigo, éstos me aturden, me impactan, devoran mi consciencia dejándola nula, y
el aprovechado peligro escapa. Salvas una vez más mi vida en tus desconocimientos, en tus
ignorancias.
Coge mi mano, adéntrate en todo mi ser. Nunca es nuestra existencia un adiós, sigue,
aunque no me veas, estoy aquí, a tu lado. Camina en la oscuridad, en las noches sin luz
propia, atrévete a huir de tus miedos. Recuerda... arriésgate a recordarme. En este momento
deja de escapar de aquello que nunca quieres rememorar, ten tu presente en mano, nunca lo
dejes. Agárrate fuerte, como harías con mi mano. Sostenla hasta que la muerte te separe,
hasta que la muerte nos distancie.
10 de diciembre de 2010 EL SECRETO DEL CORAZÓN
Escapé de mi deber, refugiándome en mi pasado. Hui del dolor modesto, y de la insolente
soledad. Te busqué entre mis recuerdos dejándolo todo atrás. Dejar todo aquello que hasta
ahora había vivido, había perdido.
72
Rememoré los momentos que te cruzaste en mi vida, que lloré con el miedo a
perderte, que lloré en el desconsuelo hasta el morir. Sin encontrar, después de tu ausencia,
nada para volver a respirar, nada para volver vivir.
El presente siempre huye al igual que tu mirada, tu sonrisa perdura clavada en mi
corazón, solo un instante imprevisible. No había nada para continuar, para que seguir. Mi
harmonía se fugó, se perdió en los barrancos del temor, de la angustia y del sufrimiento.
Sin tu calma me desespero, sin tu voz pierdo la razón. Humana sin pensamiento que vive el
vivir, y esperando la coincidencia, me derrumbo al caer en nada.
Mi mirada absorbió tu aura, tu alma y tu ser. El deseo de pertenecer a tu corazón y
penetrar en él era como desear la inexistencia de la agonía, de la angustia, del sufrimiento y
de todo aquello que a diario me provoca esa tristeza tan profunda. El juicio de la existencia
nos reencuentra, nos une, nos cruza. Vuelve otra vez a administrar todas las dudas que se
habían perdido, que habían dejado de existir entre pausas.
El soplo de tu corazón oculto se mostró sin miedo, pero sin atender a mi presencia. El
aliento del presagio que se perdió al nunca reunirnos.
Murieron sentimientos, pero nunca se olvidaron. Murieron recuerdos, pero se
adhirieron a nuestra vida. Murieron las lágrimas al caer, pero no se perdieron.
Aunque todo parecía inerte y sin vida, existía sin la necesidad de prestarle su atención
debida. Aunque dejé de llorar, siempre recordaba, siempre te recordaba. Ahora sé la razón
por la que nunca moriste de mi pensamiento. Ésta coincidencia demuestra que nada
desaparece ni se elimina.
No podemos aliviar nunca el dolor ni la existencia de otro ser humano, porque
siempre está en cada uno de nuestros días. Aún así, después de aligerarme de la tan temida
desesperación, encontré y recuperé de las cenizas las palabras, los hechos y los momentos
que valieron, y me descifran mi sentido al seguir aquí entre ellos, aquellos quiénes tanto
amo.
Gracias por existir, gracias por perdurar en mi conciencia y en mi mente, gracias por
nunca olvidar quién soy, gracias por todo aquello que guardo en mi corazón y os pertenece
porque mis recuerdos se unen con los vuestros y se complementan para así formar la unión
más fuerte, un aprecio, un amor, una seguridad y una amistad, para el resto de mis días,
para siempre en mi ser.
73
13 de diciembre de 2010 EL SÍNDROME DE LA FELICIDAD
De la oscuridad remota renace un sentimiento. Una vida que huye, un cambio que se
aproxima. Un aroma, una esencia, una caricia que me devuelve al lugar de dónde vengo.
¿Pero, quién soy?
De los preciosos recuerdos de mi corazón, emerge un anhelo de libertad. La libertad
del vuelo que se escapa; sin restricciones, sin prejuicios. La libertad de cualquier ser alado
que sea capaz de confrontarse con el viento i romper las fronteras naturales. Del canto del
silencio, suspiran mis latidos fatigados y reprimidos. No puedo esperar, no puedo luchar
contra ésta realidad. Soy parte de la tristeza de la muerte. Soy parte de las lágrimas
agonizantes de un desesperado viudo. Soy parte del sufrimiento de la vida.
Incapaz de expresarme, hundiéndome en un mar de palabras, me refugio en los
arcaicos códigos de la palabra. Ahora, soy la oscuridad abismal del universo. Me fusiono
con el aire, ágil y veloz, capaz de moverse como desea, de cambiar de ambiente… o de
huir. Huir de toda ignorancia. Me escapo, huyo en busca de mis deseos y mis sueños,
profundizo en aquella imagen de la belleza que un día apareció en mi vida.
Los caminos del destino me apartan hacia un futuro, lejos de aquellos a los que
quiero. De aquella persona que me alejó de la irrealidad y de la muerte… Aquella persona
que me salvó de tempestades de fuego ardiente e ira que brotaba en mí. Destino celoso y
rencoroso que me enseña a no amar, a no valorar.
Los momentos que guardo me componen, y en la distancia, brillantes y colosales luces no
me permiten olvidar lo que fui, lo que soy, y aquello que los demás hacen por mí.
El dolor de una herida, el camino que recorre la sangre por un cuerpo castigado por
un intento suicida, mi incapacidad para creer en mí. Todo me compone, todo me ausenta de
éste mundo que me castiga.
Las sensaciones que me definen, distinguen mi ser y mi pensamiento de los demás.
Mi sonrisa esconde aquello que he vivido, aquello que soy, aquello que me has enseñado a
ser. Mi sonrisa es un recuerdo, una marca, una esencia. Mi sonrisa es una vida propia que
emerge cada vez más en mi vida…. Tu sonrisa ha pasado a ser mi sonrisa…
74
22 de diciembre de 2010 SIN SABER PREGUNTARSE UN POR QUÉ
Observando desde las distancias, asumiendo barreras. Escapar de mi realidad. La
transparencia de tu alma se fija en mi punto de admiración. Pasó tiempo sin verte, sin
quererte, sin sentirte.
Pasó tiempo desde que te fuiste. Pasó tiempo desde que dejé de no olvidarte. Del
sufrir al no verte, y tenerte tan cerca, de admirar tu recuerdo plasmado en mi memoria, a
tenerte enfrente.
Ser mudo de palabras y de hechos. Miradas, gestos, caricias… entre nosotros existe un
contacto extrahumano.
De la mente excluyo el pasado que en mi presente no existe. Se desvanecen mis
ideas, y en mi vida se devuelve la esencia del vivir. La distancia del morir.
Mi vida se desvaneció en verte emerger, mi vida cambió al no verte sufrir.
Tu rostro; sin miedo, sin dolor. Sólo con amor. Tu mirada, sorprendida, con emoción,
difusa, enternecedora.
Se vuelcan en cada segundo una serie de acontecimientos que perdí en mi camino
largo, duro, agónico. Los recuerdos ya no duelen, los momentos ya no me ahogan.
No me agobia que estés lejos. No me agobia que no estés a mi lado. Te siento en cada uno
de mis pensamientos. Siento tus susurros, tu vida, tus actos y tus palabras inconscientes.
Siento en cada uno de mis segundos de esta corta vida, que el enlace que nos une es tenso
pero fuerte, el hilo que me une a tu memoria, a tu pasado.
La luz se adentra a mi oscuro palacio de las profundidades de mi corazón. Dónde
nunca llega la luz, dónde nunca llega un solo latido. Dónde no hay nada…. hasta que de
repente apareces llevando esa luz en mi interior.
Nada fue tan bonito en mi vida como verte otra vez, como sentirte que sigues
latiendo tu vida, y yo la mía, pero nos mueve la misma energía. La energía del vivir.
Soy feliz y sonrío de niña. Vuelvo a una infancia con distinta vida, vuelvo a aquella
vida que nunca viví, vuelvo a aquella vida dónde nunca te conocí, pero siempre me acecha
la presencia de aquello que tanto he amado y, aunque muera mil veces, nunca más se va a
desvanecer tu existencia, tu rostro, tu sonrisa, tu vida.
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La caricia del sentido me envuelve, por única vez, por última vez. Un beso se te
escapó… y tu alma me llegó.
25 de diciembre de 2010 EN ALGÚN MOMENTO, TE PERDÍ
Sigo queriéndote, sigo recordándote, sigo escribiéndote… Pero, ¿por qué te olvido cuanto
más lo hago? Aunque vague por los tiempos pasados, aunque recupere historias, imágenes
o melodías… Cada vez estás más lejos.
El cáncer te devora, el cáncer te mata, lentamente. Esta injusticia consume aquello que
tanto antes defendía, que tanto antes abrazaba, que tanto antes quería. Nadie nunca
entendió mi anhelo por recuperarte, por verte o por sentirte. Nadie jamás entendió el
porqué de buscarte desesperadamente. Nadie, nadie me tendió una mano cuando lo
necesitaba que no fueras tú. Mi bella tú.
Era hija de maldad y sufrimiento. Callaba, lloraba, me torturaba. La sangre, en silencio,
también huía de mí. Me salvaste la vida.
Todos me decían que no era nada. Llegó un momento, que dejé de escuchar. Era yo, con 8
años. Una pequeña desgraciada que siempre tuvo amigos infieles. Lindos amigos que
robaban mi felicidad, y publicaban mi dolor. Esparcían por todo mi entorno un agradable
aroma de suicidio.
Que tiernos recuerdos los de mi infancia… Teñidos de ganas de irse, de sentirse una de
más, una de sombra. De ser el rechazo de todos, el amor de nadie.
Todos preparaban ya mi funeral. Adultos, amables maestros que cortaban mis alas, que me
apartaban de todos, que me trataban como una enfermedad contagiosa. Si estaba sola, se
asomaban y decían el día claro que hacía. Si lloraba, se percataban de mi falta de estudio.
Yo ya era una más de las decoraciones de las aulas. Y la frase que más les gustaba: “no
harás nunca nada”.
Niños, queridos niños. Con sus ojitos de cristal, con su sonrisa inocente… y con sus
amenazas en papeles. Sin saber apenas escribir, ni vivir, ni juzgar… lo hacían.
El día antes de irme, apareciste tú. La que ahora se va, para no volver. Me duele, mucho…
demasiado. Tú… la que todos odian. Tú, la que dicen que enseña a ser personas… pero no
es verdad. Tú me enseñaste a descubrir quién soy y porqué estoy aquí. Hasta hace poco me
decías: “jamás te olvidaré”.
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Ahora me lamento yo llorando… jamás te olvidaré.
1 de enero de 2011 SILENCIO
El silencio vuelca mi memoria. El recuerdo del ser, se materializa con el no ser. Los labios
cierran mi voz, y vuelve la calma.
La razón me envidia por no pensar. El corazón me envidia por no sentir. La emoción del
pensamiento olvida llorar. Mi vida deja de vivir. La realidad deja de ser lo que es. La
desesperación que antes se sometía en mi día, ahora es despreocupación de noche.
No entiendo las razones de la vida, por ser como es, tan selectiva, tan ambiciosa. No
entiendo la razón por la que merezco vivir si en realidad no vivo.
Mi corazón ausente olvida su función. Mi corazón ausente se fue, dejándolo todo
desolado por el dolor de sufrir sin saber por qué.
Llevo en mí las dos realidades. Soy lo aparente y el inerte: el objeto que alguien olvidó, el
títere de unas brujas amargadas… soy la muñeca que unos aman, y otros despreciaron.
5 de enero de 2011SIN MIEDO
Te encuentras en la penumbra, entre dos mundos. La realidad, tu presente; el recuerdo, tu
pasado. Tú tienes la llave de tu vida, y avanzas, sin saber hacia dónde.
Estás en tu puerta del presente. Te acompaña un ser que se materializa como una
realidad en tu vida. En la otra puerta, está el otro ser de tu pasado que intenta inducirte
hacia allí, pero no lo consigue. Tú intentas cerrar tu presente, quieres retroceder, lo
quieres… Tu ser te lo impide cerrando tu pasado, y éste se desvanece.
Has perdido todos tus recuerdos, estás perdido, ahora, en un mundo nuevo que no
recuerdas, que desconoces… pero no tienes miedo, como no recuerdas cómo tenerlo, no
tiene importancia.
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11 de enero de 2011 VUELVO A PROMETER, VUELVO A RECORDAR
Cada vez que oigo tu nombre me desespero. Entro en un estado de resignación e
impotencia. Me siento culpable por tus sentimientos y tu sonrisa. No quiero que estés
presente en todas mis decisiones. No quiero que sigas mis pasos, quiero que seas tú.
Cuando pienso en ti estoy triste, aunque no sé la razón de estos vacíos. Sólo te tengo
en mente cada segundo y quiero desaparecer. Irme de aquél lugar nauseabundo e hiriente.
Mientras mis manos se deslizan por las paredes secas y ásperas puedo volver a vivir todo
aquello que intenté olvidar. Cada pared grita de desesperación y de amor, aunque he vivido
mis momentos de sufrimiento y gloria. He sentido amor a la vida, fuerzas para seguir
adelante sin temer.
Vuelve a terminar aquello que tenía tantas ansias que acabase desde un principio.
Creo que la libertad es sinónimo de miedo, o tal vez tengo ganas de sentirte dentro.
Siento que estoy al mismo lugar donde tú guiabas mis pasos. Vivimos en realidades
distintas, tenemos las mismas condiciones, pero aunque seamos lo mismo, nunca podremos
amarnos en silencio sin alteraciones.
Quiero amarte sin temer. Estoy demasiado agradecida por tantos momentos
revividos. Sé que nunca podré volverte a ver, nunca podré decirte aquello que sólo puedo
confesar en mis palabras.
No temas, aunque pronto me desvaneceré, no voy a desaparecer. Voy a cumplir mis
sueños y mis realidades, por ti. Voy a entregarte mis últimos momentos.
He crecido y tengo voluntad de seguir, me siento llena de felicidad extraña. Quiero que
sepas que estaré bien, y que mis lágrimas sólo serán de felicidad. Jamás estaré triste sin tu
permiso… nunca más.
Mis sonrisas serán como las tuyas, un símbolo y una manera de vivir. Aunque sienta
dolor, me sienta herida, seré feliz, te lo prometo.
13 de enero de 2011TIEMPO PARALELO
El mismo sitio, el mismo lugar, el mismo instante. Tan cerca, tan lejos, tan separada, tan
distante.
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Las ganas de verte, tu sonrisa errante, tus ganas de vivir… mis ganas de no seguir. Tus
afectivas palabras, mis lágrimas al recordarte, tu sonrisa, mi memoria, tus momentos, mis
momentos… El común existe…
La coincidencia me aparta de tus sentidos. Soy el etéreo sin razón, el Incorpóreo sin
voz. No puedo verte, no puedo sentirte, no puedo rozarte… apenas puedo recordarte. Dejas
de existir en mi mundo, y yo, he dejado de existir en el tuyo. La nitidez se desvaneció, y tú
desapareciste en el agujero del tiempo. Vivimos en unos mismos segundos, pero entre
ambos no existimos. Entre ambos nos hemos anulado mutuamente. Apenas quedó el
recuerdo del ayer. Apenas quedaron palabras. Apenas quedan los vínculos que unen a ti,
soy incapaz de descifrar tu ser en éstas palabras porque formas parte de lo abstracto.
Mi mente es incapaz de materializarte, y tu voz resuena imprecisa. No sé lo que oigo,
no sé lo que siento, no sé cuál es el recuerdo después de tantos años sin ti.
Siento que sin ti no hay pasado, sin ti no hay razón. Siento que si tú has desaparecido
de mi vida, ha muerto una parte de mí que no quería que se muriese.
El recordar me duele, no sé recordar. No hay sentido entre mis imágenes, no hay
relación entre las voces que se susurran, no hay alma que se apegue a éste cuerpo y a ésta
vida… ya no es suya.
13 de febrero de 2011DESPUÉS DE TANTO, NO HAY NADA
Tantos son los recuerdos, y tan fugaces los momentos, que mi mente es incapaz de
recopilarlos. Pero lo que ahora más duele, es que después de tantas imágenes,
absolutamente todas, se hayan desvanecido en un nada. Me siento otra vez en el momento
que me abandonaron. Me designaron la regencia del silencio y el llanto.
Vuelvo a estar al mismo sitio, al mismo momento, en la misma situación. Pero tantas
lágrimas han derramado ya de mis ojos que se agotaron las fuerzas para seguir
escondiéndome en el velo de la amargura. No me sirve aferrarme en el ayer, en las palabras
que duelen, y se repiten más que otras.
Odio que el dolor aparezca, en un segundo, y borre tantos años de felicidad que con
tanto esfuerzo por fin había brotado. La voz del pasado se mantiene, y mientras se
consume, se alimenta de mi alma, de tu recuerdo y las ganas de seguir que me diste.
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No hay apoyo para el no caer. Caigo. Siento que el sentimiento de culpa es mío.
Quiero dejar de castigarme y dejar de culpabilizarme por los actos ajenos. Por los actos que
sólo tienen un fin, destruirme. Vuelvo a navegar en traiciones, falsedades, apariencias. No
quiero entrar en la puerta que nunca más se abrirá. No quiero otra vez a sentir aquél vacío
de no tener nada, de no ser nada. No quiero ser otra vez lo que era, lo que he vivido. No
quiero ser aquello que ya enterré con mi cuerpo.
La vida vuelve a enseñarme la faceta humana del egocentrismo, que deja de lado el pasado
con facilidad. La vida vuelve a enseñarme que no hay el suficiente dolor pasado en un
corazón humano para frenar el impacto que provocan las acciones hacia los demás. No hay
valor para ser honesto, no hay valor para amar.
Viviendo con la agonía, el consuelo obvio. Viviendo con las lágrimas, mi único
castigo. Viviendo con la oscuridad, mi único protector para que nunca jamás nadie pueda
volver a dañar mi frágil vida, mi frágil corazón, mi frágil sentimiento, mi frágil amar.
24 de febrero de 2011 FELICIDAD
La felicidad ausente es un susurro, una melodía errante. La felicidad ausente es aquella que
no siento, que no conozco. Mi realidad, ahora es mi mundo, y la sonrisa, mi rostro.
No hay vida sin sonrisa, no hay vida sin ser feliz. Crezco en mi mundo presente, en
mi ruido permanente, crezco de dolor y de alegría, crezco como crecen mis recuerdos y mi
vida. Crezco con cada una de las personas que conforman mis días.
La vida no tiene referencias, debemos vivirla como sabemos, aunque no sabemos
cómo. Debemos vivir corriendo, con la misma intensidad, con la misma fuerza.
Mis ojos siguen brillando, y mis lágrimas siguen esperando su momento. Pero tú...
Tú estás cerca. Con tus palabras, tus sonrisas, tus momentos… Tú sigues aquí conmigo,
para siempre.
12 de marzo de 2011 FILOSOFÍA
La contradicción es el deseo de la soledad, el rechazo es el deseo de la violencia, compartir
es el deseo de amar, huir es el deseo del cobarde, ser es el deseo del anónimo, vivir es el
deseo del inerte. Pero, ¿cuál es el deseo humano?
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La contradicción del no ser, la hipocresía de cada mentira… Nunca sabemos qué
sentimos, nunca sabemos qué deseamos, nunca sabemos cuál es la realidad que nos rodea,
nunca sabemos el silencio que nos otorga el vivir, nunca sabemos cuál es nuestro sueño.
Vivir con el silencio, es vivir agonizado, vivir con el silencio es no saber hacia dónde ir. La
complejidad es el desorden del más simple, la complejidad es la dificultad de vivir, la
complejidad es no obtener un mérito, es esperar que pase el tiempo y nos facilite la visión
de un problema. La complejidad, pues, es el dolor del tenerlo todo, sin tener nada. Es la
simple oscuridad del tiempo.
14 de marzo de 2011PARA ALGUIEN REALMENTE ESPECIAL
Los sueños se evaporan, debajo de ésta sequía de anhelos inalcanzables. Tu presencia
ambiciosa de ser vista, se acerca cada vez más en mis pensamientos ocultos. Emerges.
Emerges en el silencio rotundo de mi vida.
¿Cómo vivía sin conocerte? ¿Cómo me levantaba todos los días de mi vida sin tenerte?
¿Cuál era la motivación para seguir? ¿Para avanzar? ¿Para no retroceder?
Tantas son las miradas que me desprecian, tan pocas las que me inspiran, aún menos las
miradas que me aman.
Tantas son las voces ásperas que odian, tan pocas las voces que me acunan, aún menos las
voces que me aman.
Tan pocas son las veces que he podido conocer a alguien que no me juzgue, que me
conozca sin conocerme… que me ame mi anonimato, que ame mi misterio, que ame mi
vida. Simplemente, que ame lo que soy.
20 de marzo de 2011 NADIE
Mi mirada te alcanzó. Tus pasos, tu ser… te abalanzabas hacia el nada. En el desespero de
perderte, caminaba en tus sombras.
Te seguía en ésta oscuridad que nos rodeaba. Ni siquiera sabías que caminaba tan
desesperadamente para alcanzarte.
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Mi voz, en la inconsciencia, resonó en el hueco. El vacío, fiel amigo, esparció mi
presencia en lo que nos conformaba, en lo que nos rodeaba. No podía llevar mi cuerpo para
que lo vieras, pero podía hacer que me sintieras cerca.
Mi corazón deseaba que tus ojos me vieran y mi alma deseaba que me miraras. Te
perdiste en las esquinas del tiempo, me desesperé al no verte. Me desesperé al pensar que
nunca jamás volvería a verte. Volvería a sentirte. Volvería a amarte como te amo ahora.
El tiempo no cesó, tampoco mi corazón. Tus pasos no pararon, pero sí lo hizo mi
respiración. Te había perdido en aquella lejanía espesa de desconocimiento.
Unos tímidos ojos revelan su consciencia en su pasado y me aprecian. Me
demuestran que mi voz no es muda, y que tu corazón es capaz de oírla, aunque te vayas,
sabrás que he estado ahí desde el principio, desde éstas sombras que siempre te persiguen.
No conozco tu pasado, tampoco tu presente. No conozco quién eres, quién fuiste o
de dónde vienes. No sé absolutamente nada de ti, tampoco tú de mí. Nos desconocemos en
las distancias, pero nos perdemos mutuamente en el mismo lugar alejado del mundo y la
soledad.
No hay nada antes, no hay nada después. Pero sí hay una presencia que pierdo ahora, hay
una realidad que se oscurece, hay un sentimiento y una persona que pierdo, y el silencio me
ofrece su ayuda y llora por mí, mientras la lluvia cae y se fusiona en todo mi ser,
perturbando mi pensamiento, perturbando mi voz, perturbando mi realidad.
Porque no pierdo más que pensamientos… Porque no pierdo más que sentimientos…
Porque no pierdo nada más que horas pensando en ti… Porque no pierdo nada más, que no
seas tú. Eres un simple nombre, una simple apariencia que tal vez no exista. No sé si ésta
realidad conjunta existe, pero lo que no sé, es porqué te has ido, y por qué no volverás.
Tus finas manos acarician mi llanto perdido. Tus finas manos sanan mi dolor,
haciéndome olvidar que tú ya no estás, recordándome todos los momentos que hemos
vivido, que hemos sufrido, que hemos sonreído. Tu presencia no huye, sino que perdura en
mi pensamiento.
Atravieso mi realidad entre ataques de ira y rencor al estar perdida, al no saber dónde ir, al
no saber dónde encontrarte, al no saber cómo poder olvidarte. Lentamente recobro los
sentidos, y la aparente oscuridad sigue velando por mí, sigue castigándome con su
convivencia.
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Eres tú quien debía guiarme, eras tú quién debía alcanzarme. Eras tú el ser que nunca
quiso irse. Eras tú quién me dijo que el dolor, no hería. Eras tú quién me dijo que el
sufrimiento no se trataba de oscurecer el presente sino de buscar la luz guía. Eras tú quien
me dijo déjame ser.
23 de marzo de 2011SER FELIZ
Veo tu vida avanzar, tu sonrisa que hiere al no poder admirarla. Tu presencia es el motivo
que necesito para ir hacia lo prohibido. ¿Cuál es el poder que usas para distanciarme de mi
realidad?
Debo elegir entre el huir o estancarme, entre dejarlo todo o perder el nada entre el estar a tu
lado para no ser nadie, o el sufrir para ser tanto para otros. Pero tan grande era el miedo a
escapar de ti… que lo hice, escapé.
Creía que este amor era la felicidad. Nunca conocí la felicidad. Ahora sé que ser
feliz, es el equilibrio entre bienestar y tristeza. La felicidad, ahora, es tener tanto por lo que
luchar y tanto por lo que sufrir, pero es todo lo que llena para vivir. Ser feliz, es no tenerte
pero recordarte cada vez más… para así, jamás olvidarte. Porque millones de personas no
han podido ni podrán gozar de ti, eres mi privilegio.
26 de marzo de 2011¿VIVIR?
Me perdí en el egoísmo indiscriminado. Huyo de mis pensamientos que no razonan, huyo
de mi corazón que solamente vaga por una única preocupación, huyo de lo que siento.
Quiero escapar de mí misma, pero soy incapaz. Es imposible que cambie, es imposible que
mi voz no sea la única que oiga.
He aprendido a escucharme a mi misma, y a dejar de lado al resto de la gente. He
empezado a crear problemas, por mi culpa, como consecuencia huyo, huyo, huyo. No sé
hacer otra cosa que huir, de no afrontar los problemas y generar sucesiones de
preocupaciones a otros.
Si desapareciera ahora mismo, vagaría en el silencio. Estoy desgastada de vivir sin
saber un por qué definido. Estoy cansada de vivir por vivir, estoy cansada de predicar
contra el egoísmo, si soy egoísta conmigo misma, si soy incapaz de borrar mi pasado, si
soy incapaz de amar y ayudar a los que me necesitan, si no veo lo que me rodea, y la
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indiferencia gobierna mi vida y mis sentimientos. No quiero ser así, no me has enseñado a
ser así. Pero, ¿Por qué huyo tanto?, ¿Por qué me engaño a mí misma?
28 de marzo de 2011 APRENDER
Tantos años, tantas mentiras. Te doy mi permiso para enterrarme en los campos llenos de
cadáveres que almacenas en ti. Prefiero recordarte como un error, como una falsa ilusión
de pertenecer a alguien.
Contigo aprendí a ser palabra al aire. Contigo aprendí y compartí tantas sonrisas,
tantos sueños... Ahora, nada. Absolutamente nada existe entre ambos, y sin embargo, las
espinas de este rosal, revuelven mi alma, castigándola de todo el dolor que tú, inconsciente,
no sientes ni sentirás jamás.
13 de abril de 2011SEPARACIÓN
Desconozco mi pasado, desconozco mi presente, huyo de mis juicios y prejuicios. Me
absorbe esta fría soledad que me envuelve y me retorna la razón.
Sin corazón vivo, sin ojos veo. Sin rostro me reflejo, sin voz me muero. Incrédula vida que
materia inerte se consuela, que sangre seca se desvanece.
Vida que no existió, recuerdos que no son más que parajes abstractos, y no hay nada
más en nuestro paraíso inconsciente que construimos; de amaneceres oscuros, de inviernos
cálidos, de sombras repletas de ternura, y abrazos llenos de miedo.
No son más que inconsciencias con las que convivo, no son más que susurros por los
que me guio, no son más que pasados son retorno con dolor ausente.
Tus pasos me extasían, me desconectan del mundo… tu caminar mudo oigo resonar. No
son más que hechos e incoherencias las que te alejan. No son más que palabras las que nos
distancian.
14 de abril de 2011 VALOR
Consume mi alma, mi vida y mis sueños. Consume la esencia que resta de ti en mi corazón
manchado de oscuros deseos de sufrimiento. Y vuelve, otra vez, el espejismo de tu lejanía.
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No soy capaz de avanzar ni retroceder, sino de quedarme en la mudez, el silencio, y el
castigo de la quietud.
No más pasos míos te perseguirán, no más pasos míos podrán rastrear tu camino
hasta encontrarte, no más ojos volverán a esperarte en los horizontes poco nítidos, no más
ojos asumirán el llanto para recobrar tu harmonía, no más palabras rozarán tus sentidos
como vientos de retorno, no más palabras resonarán hasta alcanzarte.
Purpúreos destellos de tu luz, mancados de sentido, se asoman en el rayo de luz que
guía mi soledad. Mi mirada subjetiva transforma la realidad al no verte, al no recobrar
sentido, al sentimiento de pérdida, ausencia, nostalgia y añoranza.
Recobraron valor los recuerdos almacenados de los tiempos pasados, de los paraísos
olvidados, de las voces que resonaron y huyeron, de palabras expresadas y miradas
dilapidadas. Mi ser perdió valor, pero era solamente tu existencia la que trazaba, y
esbozaba los días de mi vida. Y si tú no estás en estos segundos que restan, nunca podré
crecer, sentirme yo misma o simplemente volver a ser amada por algún ser humano.
29 de abril de 2011 EL VENENO DE TUS PALABRAS
Ecos del tiempo repercuten en mi memoria. El desvelo de tu harmonía, de tu amor y de tu
razón son los valores honestos que te robé.
Mi deber es esperarte; es rendirme a tu tiempo, es recordar la soledad antes de conocerte, o
el deseo de olvidarte. Tiempo impune a mis memorias, seca lágrimas que se escaparon.
Espero en estos oscuros pasadizos mi verdad. Oscura realidad de sueños irrealizables me
castiga, me consume, me atormenta con su deseo de ser comprendido.
Me fundo con el dolor de no tenerte, me fundo con el dolor del no volver, me fundo con la
tristeza de un lugar común que hemos compartido, pero como arenas del desierto nos
sepultan, nos demoran, nos aturden.
Veo puertas cerradas, pasadizos que conducen al nada, sepulcros de muertos que
perturban mis pensamientos, y susurros de tu voz que aparecen, crecen, se esparcen, me
castigan, y se adentran en mi corazón deseando no haberlos percibido jamás.
Palabras tuyas, son como el despido de un espíritu a su mayor amor. Palabras tuyas, son la
tortura necesaria para no volver. Palabras tuyas, son el conductor del tiempo que me impide
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asomarme hacia mi futuro. Palabras que duelen, palabras que matan, palabras cosechadas
en remordimientos…
Palabras, no más palabras… Porque son mi suicidio perpetuo.
5 de mayo de 2011 INQUIETANTES SEGUNDOS
Tus aromas se cruzaron en mi camino. No pude evitarte, tampoco rozarte; sólo oír tu voz
anunciando el delirio de tu partida.
No son más que mis ojos los que te envidian; por ser el ser capaz de despertarme del
dolor, por alzar tu voz hacia los oscuros vacíos, por arrancarme de remordimientos que
todos olvidaron.
Y vuelve tu olor a amor. Tu esencia que exige una persecución inminente y desesperada.
Me pierdo en el espacio, en el tiempo. No sé qué vivo, no sé qué siento. Grito tu nombre y
nadie acude a mi llamada, sólo un reflejo de luz de tus ojos denotan mi voz ignorándola,
sin sentirla, sin retenerla en su mente.
Te llamo en el vacío y mi voz fuerte te reclama entre tantas desesperaciones al
denotar la agonía de mi voz hacia tu ser.
Sueños se escapan. Aparecen simples deseos; intercambios de palabras claras,
adherentes y nítidos. Letras al aire, sin sentido, sin razón. Sólo sonidos que unos no
entienden, pero para nosotros son letras, palabras, ideas de significados felices que ahora
perduran en mi mente, resuenan, acarician mi interior como la sangre que me nutre o el aire
que no me permite que me ahogue en cada uno de mis suicidios diarios.
Estás enfrente, con una mirada impropia, de unas virtudes nunca enseñadas. Estás
enfrente, cargado de palabras al unísono de mi corazón joven y latente que no sabe dónde
vive, que no sabe lo que siente.
9 de mayo de 2011 CAMINOS CRUZADOS
Mi camino se halla repleto de callejones escondidos, de dudas sin obviarte, de miradas con
recuerdos que guían mis pasos.
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Tantas opciones son las que seguir, tan pocas las que escoger. Me sorprende que
hayas sido capaz de encontrarme entre estos laberintos, entre estas muchedumbres de
gentes espesa. Me sorprende que hayas escapado de tus mundos sin verdad que te alejaban,
y que hayas vuelto aquí, en la única realidad donde me encuentro.
No me has perdido. Tus ojos han cedido al muro de contención que te retenía, y ahí,
entre ruidos tortuosos, camino bajo pérdidas insoportables, esperando que no abandones la
única razón que tengo para no sufrir, para continuar, para seguir sonriendo cada uno de mis
días.
Tu alma siempre me sugiere aromas y sonidos distintos, pero son todos ellos tan
únicos, que solamente te pertenecen a ti. Tu mirada absorbe cada uno de mis límites
perceptibles. Tu mirada me calma, me armoniza, me hace sentir en mí quién tú eres en
realidad.
Infinitas excusas brotan en mi mente para estar miles de veces a tu lado. Para no
despreciar ni un segundo que reste. Excusas, miles y miles de excusas en el sin pensar, para
que algunas de tus palabras diarias sean solamente mías, para que pueda almacenarlas, y
amarlas, sabiendo que nadie más las comparte.
Mi ausencia es tu delirio, tu ausencia es mi martirio. Mi voz es tu silencio, tu voz es mi
argumento. Y susurro una vez más, palabras imperfectas, palabras poco precisas, pero
palabras que te devuelven a mi lado, solamente una primera vez que las pronuncie.
10 de mayo de 2011 EL RETORNAR HIRIENTE
El pasado se cultivó en sus demacrados aposentos. Olvidos que ni recuerdo, emiten el
reclamo desesperado de ser visitados.
Presencias que me rozan, ojos que te observan en la quietud, palabras que me preguntan tu
refugio. Años pesan en mi mente, ideas surgen acosando, con flashes de imágenes poco
nítidas. Años pesan en las melodías perturbadoras que sumadas en éste ambiente, torturan
mi alma, por enésima vez.
Vuelco mi retorno hacia aquellos sueños que restan inconcretos, inertes, y sin futuro
preciso. Puertas cerradas, susurros frustrados que gritan en su desespero, impotencias, que
se unen en el aire, mientras, mi corazón puro, mi mente clara, y mi alma feliz se disfrazan
en los aparentes llorones de la esquina.
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Cobardes y poco astutos que temen la vida, y se refugian en las dos paredes que
consiguen agarrar con la mano. Sociedades poco afortunadas, capaces de sacrificar sus
vidas para siempre ser castigadas, ahí se hallan. Recuerdo, rememoro… no duele.
¿Qué es el dolor? Ya no lo recuerdo. Solamente y por inercia, busco la felicidad entre tanta
oscuridad angustiada.
Sé dónde encontrarte, sé dónde buscarte. Te conozco, sé quién eres o tal vez, quién podrías
ser, pero lo sé. Lo que más conozco de ti, es el pasado que compartiste conmigo, y éste
presente ajetreado que me distancia de mis partidas iniciales. Escondido resta el pesimismo
que abandoné; lágrimas mentales, remordimientos e impotencias, tristezas y agonías nunca
mostradas…E aquí la destrucción de tantas vidas, y el desespero de tantos suicidas.
Las más gratas personas se encuentran en lugares nunca pensados. Se ocultan, se
esconden, se pierden en lugares donde realmente deben estar.
Motivaciones para seguir, sueños incumplidos, gracias sin temores, amores perpetuos,
letras, frases presentes, realidades comunes… y perfectas.
Nunca dije adiós, tampoco comenté algún tipo de retorno. Sólo esbocé poesías
fantásticas de vidas vividas a la inversa, de anhelos inexistentes… sólo recité poesías sin
sentido, pero con sentimientos que tan incomprensibles parecen, pero tan profundos y
amados para mí son.
Mis sentimientos, parecen las palabras de un loco, cierto. Historias delimitan mi
futuro, mi pasado, y mis intentos de formar mi presente. Ahora, no hay tiempo concreto, ni
amares nítidos. Ahora, hay momentos irrepetibles que jamás podría haber vivido a tu lado.
Ahora, se notifica en mi mente el mensaje que siempre me repetías, y nunca hasta hoy
entendí: “Nunca hui, nunca escapé, jamás te abandoné. Nunca delimité mis distancias ni
mis posibilidades… aunque nunca fui yo, nunca hui de ti, sólo huía de mí”.
Tú gritabas, yo te ignoraba. Tú me mirabas, yo te evitaba. Tú renunciabas a tus juicios
sobre mí... yo empecé a amarte. Tus ojos siempre se mantenían firmes a los míos, pero era
mi simple fobia que no quería mirarte, ni sentirte, ni valorarte, ni recordarte… ni
embriagarse de todo tú.
Ahora… no hay pasado que te evite. No hay pasado que nutra mi remordimiento, no
existen dudas sin cerrar.
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Vivo lo que debo vivir. Sigo lo que debo seguir. Amo lo que quiero amar. Siento lo que
deseo sentir… No hay miedos que asuman el dominio de mi persona, ni pensamientos
incandescentes que deseen muertes súbitas.
En mi interior, se ocultan utopías, para mí, realizables. Ideales formales y exactos que soy
capaz de cumplir.
Utopías persigo, porque he penetrado en el núcleo de la felicidad; en el aprecio y el
ser amado. Utopías vivo, porque ya forman parte de mi vida.
12 de mayo de 2011 DROGAS ALTERNATIVAS
El sonido de las calles repletas de sequedad, de grietas de resentimiento. Me refugio en mis
pasos ausentes. Los roces acelerados de este aire muerto me apartan, una vez más, de mi
mundo. Y huyo, me escapo.
Si la felicidad es vagar por las calles inconscientemente sin determinar un rumbo, un
sentido, o una dirección, la estoy viviendo.
Me invaden sentimientos que nunca antes habían absorbido mis pensamientos. Simples
sensaciones como el notarte cerca, como dejar de ser una huérfana de tus sonrisas.
Sensaciones como que mi corazón se dote de vida propia.
Descanso en los aposentos del tiempo; recuerdo, no hago más que recordar. Antes,
deseaba vivir aferrada a tu presencia. Ahora, no hago más que aferrarme a las promesas,
sueños, memorias y reencuentros. Todo aquello que no tiene vida está en nuestra mente,
vive por sí solo.
El valor del no tenerte, es más grande que el de vivirte tan cerca. Tus pocos
segundos que compartes, son las misteriosas inquietudes de los acontecimientos que no
recuerdo.
Eufóricamente irreconocible me encuentro. Viajando por mundos que no conozco, y vidas
que no debería vivir. Conozco los secretos más ocultos, conozco cada uno de los suspiros
que vacías de tu llena alma, pensando en los paraísos pasados, conozco las aguas con las
que me engañas, y a la vez, cautivas.
Conozco tu vida, tu mundo, tu irracionalidad, tu ausencia y tus concepciones. Conozco tus
delirios y debilidades… pero no conozco…No conozco el secreto de tu amar.
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Vivo, pues, anestesiada por la búsqueda de tu mayor secreto que me mantiene viva… una
vez más.
14 de mayo de 2011 LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD
En el anochecer me pierdo, no volviste. Me ahogo en la amargura, porque no cesa. Me
ahogo en agonías de soledad de tiempos lejanos, que también exterminaron a mis
antepasados.
Sé dónde encontrarte, pero tan largos y duros son los caminos, que mi cuerpo asume la
incapacidad de recorrerlos. Y tu voz grita una y otra vez: “Alcánzame, lejos alcánzame”.
Inseguridades, dudas, tormentos. Jamás voy a llegar a recobrar el sentido de mi
realidad. Perdóname, perdóname, perdóname eternamente. Te abandono por mi miedo a
perderte, te abandono por mi miedo a no poder alcanzarte, te abandono por mi miedo a no
poder tenerte.
Silencio. Eterno silencio… No hay voz, no hay camino.
Oscuridad. Eterna oscuridad… y más silencio. Mi conciencia se derrumba, y emergen los
sepulcros de mis vidas, aparecen las esquelas de la vida inerte y decadente que siempre
lleve… por mi miedo a vivir, y mi facilidad a vivir muerta.
No puedo gritar. Mudez, irrealidad. Me desvanezco, lloro. Te pierdo, te olvido… te
añoro. Todo es todo sin mí. Vuelves a estar cerca. Yo lejos, demasiado. Tales
inseguridades me acecharon, que no tuve el valor de perseguirte. Nunca estuve unida a tus
miedos, a la vida aparente que compartes conmigo.
En mi mente, palabras que no entiendo, recuerdos que no comprendo. Frases de
sentimientos ocultos que no soy capaz de escuchar. Ojos como mares que esperan ser
consolados por la suave calidez del sol. Ojos que no puedo observar y admirar como antes.
Sueños abstractos que surgen. Propuestas de futuros que han dejado de existir. ¿Ésa es la
felicidad?
16 de mayo de 2011 DESAPARECIDA INOCENCIA
Olvidaste una parte de ti, en aquellos rincones no olvidados, en aquellos rincones siempre
vividos. Se destruye en mí el sentimiento de la duda.
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Pausas de silencio en mi mente. Siento el calor abrumador del sol en mí, en mi interior,
como fuego perturbador que él mismo se consume. En lugar de martirizarme obviándote,
prefiero ir a tu encuentro.
Ahí marginada estaba tu parte asustada, tu parte de miedos incomprensibles. Te ocultas.
Quiero guiarte… puedo guiarte. No tienes miedo, jamás lo has tenido, ¿verdad?
Sonrisas enfermas de una alegría poco común perduran en mi rostro. El rememorar
tantos momentos de tu vida a mi lado, no impide a que acuda a salvar tu fragilidad, tu
desprotección, tu errante alma.
Vuelco mis ideas y mis costumbres. Vuelco la tranquilidad y la sonrisa que alguien
me prestó. Surge todo aquello, que antes, jamás existía en mí.
Me atrevo a buscarte entre gentes de rostro confuso, me atrevo a vivirte en cada uno de mis
pasos, en cada uno de mis segundos antes de encontrarte, me atrevo a latirte en cada uno de
los suspiros que adquieren tu nombre, me atrevo a buscarte con mis ojos ciegos, omitiendo
todo aquello que no busco, todo aquello que desconozco.
Me atrevo, después de todo, a hablarte.
Te encontraste a ti mismo en tus palabras y en tus actos. Te encontraste a ti mismo
en tus pensamientos, al reflexionar sobre los pedazos de vida que has ido perdiendo y
rompiendo. En recobrarte, mi alma descansa.
Momentos delirantes, momentos perversos, momentos inalcanzables, momentos
ilimitados de vivir a tu lado.
16 de mayo de 2011SOMOS EL TÚ Y EL YO
Mi parte responsable aburre los anhelos de vivir, los anhelos de seguir. Mi parte
responsable se altera, pero se transforma si estás cerca.
Vivo en la falsedad de mis palabras, queriendo ser, pero con la incapacidad de poder
lograrlo. Inseguridades, remordimientos, tristezas…
Determinaciones tengo para alcanzarte, determinaciones tengo para vivir a tu lado.
Pocas determinaciones tengo, en cambio, la única seguridad que tengo es vivir mi vida con
independencia, serenidad, valentía, y aunque sea, una ínfima y mísera felicidad.
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Segundos obstruyen demasiadas palabras, segundos obstruyen demasiados
momentos, segundos obstruyen demasiados sueños para buscarte.
Angustias de perderte, tristezas de olvidarte. Distancias, pérdidas, ausencias y tantas
agonías que lloran en mí por si solas, sin que tu voz las ande buscando.
Tantas partes olvidas de ti en mi entorno, pero no son más que piezas que se
reconstruyen.
Tantas partes perdidas en la inconsciencia se escapan de mí.
Impotencias al no ser aquello que idealizo. Impotencias al no saber corresponderte como
deseo.
Y ahora, sin más, estando a mi lado, palabras quietas, palabras ocultas, respiraciones que
profundizan más en ti, que las mías. Y mis ojos te envidian, por esta perfección, por esta
belleza. Por esta imposibilidad de que aunque ni que sea rozarte.
Sangres que ya te conocen, por tantas y tantas veces que han salido de mi piel.
Sangres hermanas que tanto nos recurren, y no tienen dudas de saber quiénes somos.
Ojos que viven más que los míos, tactos que sienten con su propia vida.
Memorias que deleitan por impregnarse de cada uno de tus días repletos de sensaciones.
Seres tan cerrados somos, que nuestros circuitos interiores solamente quieren y viven en su
egoísmo.
¿Qué sería de mi vida siendo tus sangres?
¿Qué sería de mi vida siendo tus alivios, tus disculpas, tus lágrimas o tu alegría?
Sería más que un tú, porque formaría parte de todo aquello que tanto desconozco, que tanto
admiro, que tanto amo.
Es injusta esta distancia, es injusta esta duda de perderte, aún más, sabiendo que
cada segundo resta de nuestras vidas para no ser más que aire.
Lágrimas, no más lágrimas me pertenecen. Lloran mis ojos, lloran mis tristezas. No son
mías.
Sonidos mudos emiten tus ojos. Me miran, se adentran en los míos. Siento una parte
de mí que ya te conforma.
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Visiones, imágenes, rostros, recuerdos, palabras, ecos, voces, silencios… ausencias sin
justificar, sollozos sin saber un por qué…
Tantas explicaciones debería darte para ser feliz, que solamente me limito a anestesiarme
de tu felicidad, de tu inocencia, de tu inconsciencia.
Así pues, huyendo asustada y perdida, me involucro en tu ser, me envuelvo de
dulzuras amargas, y me impregno de mi estado, alejada de la realidad…
Tu vida provoca un estadio demasiado alto de felicidad, que me alza a todos los cielos de
visita a los ángeles, que a la vez, purifican mi alma sucias de rencores y odios pasados, no
dejando nada más que cicatrices que mi piel desconoce y, finalmente, desaparecen.
Y al fin, cesa un pasado evocador, y surco altos linajes para ser yo misma, huyendo del
pesimismo y del suicidio.
17 de mayo de 2011AMBICIONES DE TU ALMA PARA ENCONTRARME
Tantos te conocían, tantos te omitían. Tantos perdían segundos a tu lado y obviaban tus
palabras. Amnesias perduran en mis consciencias. Recuerdos del ayer que perdieron su
rumbo y su sitio en mi cabeza.
Veo tu rostro, siento tu corazón. Me conmueven tus palabras. Siento el miedo a
desconocerte, porque tantos son los sentimientos ocultos que brotan, y que hasta ahora te
esperaban en algún rincón para conocerte, que al fin, me han hecho comprender aquello
que sentía en la inconsciencia.
He esperado años para saber quién soy, para identificarme en un único rostro. He
tardado años a saber cuál era la casa y el hogar de mi alma; que antes, vagabunda e
ignorante, permanecía sin techo, hiriéndose ella misma.
Extrañas señales emitía tu presencia los primeros días que te conocí. Me recuerdo
invadida por gentes, que, sin saber hacia dónde iban, esperaban su morir. Quería acudir al
suicidio después de tantas decepciones, y viéndome acompañaba, tampoco me parecía una
idea irracional.
Pasos que retumbaban a causa del silencio, a causa del vacío de este edificio, a causa
del vacío de mi interior. Mis ojos, ojos que observaban las manadas se preguntaban una y
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otra vez quién eras. Mensajes me emitieron los murmullos del perdón, al desvanecerse las
almas impuras. Supe quién eras; mi alma, mi ser, mi vida.
Eras el cuerpo que deleitaba mis instintos. Bajo mis tentaciones por latir con mi corazón
poco entrenado. Pero, me escapé, me escapé de esta muerte voluntaria que tanto deseaba, y
de nuevo, vivo en el mundo infernal del castigo. Un choque brutal con ésta realidad que
parece no tener nada como lo que he visto, como lo que oído, como lo que he sentido.
En oscuros sitios te adentras. Reanudas tu vida rutinaria mientras mi miedo a la
extrañeza me invade. Eres tú el salvador de mis desvaríos y mis locuras. Eres tú el que se
esconde entre mis juegos del vivir o el morir. Eres tú, el que sabe si mi corazón ha
restablecido su viveza.
18 de mayo de 2011 EL CONSENTIMIENTO PARA SER FELIZ
Mi alma te persigue en cada uno de tus movimientos, en cada uno de tus suspiros, palabras
y acciones.
Palabras querría decirte, aunque no tengan sentido. Premios del destino son el hablar
contigo y, dulcemente, ése azar me obsequia.
Tus días te perdiguen en más intensidad que los míos. Segundos que te ahogan con
tormentos angustiosos. Mis problemas, son las hondas y oscuras corrientes de tu mar, pero
aún así, tu importancia por ello es mi deseo del siempre escapar.
Tu mirada y tus palabras me tranquilizan. Tu voz, tus ideales, tus anhelos son mi vivir.
Vivo al unísono de mi corazón con el tuyo, ¿cómo si no?
Latidos, no más latidos tristes. Latidos, no más latidos que no saben latir.
En un rincón, compartimos nuestras vidas; con miradas atentas que nos acechan. En un
rincón que me consume en rozarlo.
Tengo miedo de éstos abismos, tengo miedo de mis delirios. Tengo miedo de perderme
entre tantas obsesiones y juegos injustos.
Sigo el camino que tu voz dicta. Sigo el camino que mis ojos prevén de tu esencia.
Oigo mi nombre, una dulce melodía de tus labios, la palabra más perfecta. La palabra única
y exclusiva para mí.
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Mi imagen en tu mente, mi nombre en tu voz.
20 de mayo de 2011LAS PALABRAS DE LA REFLEXIÓN
Conversaciones, palabras, impotencias… Iras que no comprendo. Evoco, por primera vez,
todo aquello que siento.
En tus escuchas retumba mi voz temblorosa, insegura, miedosa. Te necesito. Necesito que
sepas todo aquello que siento, todo aquello que me preocupa… te necesito.
Los silencios que te cuento, son los más profundos. Los problemas que te expreso, son los
más ocultos.
Hoy llueve en mí. Torrenciales lluvias, y tormentas asoman mis ojos, y dominan la
sensibilidad del lloro, la incomprensión, y la duda. No puedo olvidar, no puedo recobrar el
sentido de mi vivir. Mi cara oculta depresiones que tus sentidos detectan. Tus ojos me
observan, me miran, me cautivan. Y tú, voz sabia, voz de reflexión, me conduces al llorar
más caótico que jamás mis ojos habían obedecido antes. Nerviosamente infeliz,
nerviosamente feliz.
Estar contigo es la satisfacción dentro del más insatisfecho. Mis palabras, como
susurros, resuenan en éste espacio. La luz del día asoma, consume mi piel y cierra mis ojos.
Tú me armonizas, calmas mi corazón que tantos miedos tiene, que ha lanzado un grito
desesperado para pedirte aquella ayuda que tanto necesito.
Experiencias que mis agonías consumen. Agonías que me agobian, me angustian.
Agonías que me unen a tus palabras por los vínculos de tu amar.
Grito sin saber qué. Grito sin saber un por qué. Me desespero en el intento de rozar tu alma
de tus queridas predicciones. Tú, solamente tú… sabe quién soy, sabe qué pienso, sabe qué
siento.
Agradezco tanto esta fe que tienes en mí… escuchando mis vacíos, que ahora, ya no
parecen tan oscuros, ni las lágrimas ya no son pura negrura.
Mi rostro reacciona con cada una de tus palabras. Palabras que matan, palabras que
devoran mi ser. La verdad me hunde, pero es la verdad. Palabras que necesitaba para dejar
éste momento decaída. Ayúdame… solamente te pido eso. Me arrodillo bajo tus pies, mi
voz tiembla en los intentos para asimilar aquellas heridas que me transmites.
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Tú descubres la real infelicidad, mi sentimiento de culpa, mi desprecio hacia mí misma.
Los sentimientos que tanto escondo, y en mis ojos tan claramente se describen.
Nunca olvidaré éste día dónde el “no hacer daño” se convierte en el adversario
sicario que destroza todo mi frágil yo. Te deleita la sensibilidad que tantas veces has
degustado, y que te arriesgas para proteger. Contigo, siento la seguridad creciente, la
seguridad que me ayuda a protegerme a mí misma. Pensamientos que emergen sin cesar,
perturban mi mente, contaminada de miles de injusticias. Temores, no más temores deseo;
no más temores consiento.
Había perdido mi rumbo real, y seguía la irrealidad de los sentimientos que me
retenían a otros.
Nunca nadie antes me protegía del mal ajeno. Nunca nadie escuchaba mis lágrimas, mis
idas, mis angustias… como tú lo has hecho.
Gracias, miles y miles de gracias, te doy en este ayer. Miles de gracias consumen
este recuerdo. Has liberado mi yo inerte, y me has retornado, de nuevo, es ésta vida. En un
conjuro de simultaneidad. Todas mis memorias de ti, me evocan el momento. No hay
tiempo, nunca ha habido tiempo, porque vivo con el pasado del recuerdo, y el presente de
tu presencia.
23 de mayo de 2011 PERTINENCIA DE MI SER
Olvidé mi nombre, olvidé mi ser. Mi mente se adentró tanto en ti, que mi identidad se fugó,
perdió su sentido. Susurras mi nombre, nombre extraño que no reconozco. Nombras mi
vida, mis recuerdos y mis vivencias.
El sol acaricia un rostro que no es el tuyo. Resbala por ésta piel fina tan aferrada a tu
alma. El viento ondula mis rojizos cabellos, y crea una sinfonía de movimientos que
desconozco.
Ojos pardos observan, con la luz de este día, extraño color de miel, susurran dulcemente la
mudez de una mirada. Siento que las partes disfrazadas de tu alma no son más que una vida
propia que se consume cada vez más que te conozco.
Viajo por caminos poco recurridos, para averiguar realmente quién soy. Segundos
son días y, partiendo de tristezas, mi corazón se obsesiona con felicidades profundas
sostenidas por tu recuerdo esperando encontrar, después de tantos pasos, el día perfecto
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para sentir como tu voz se adentra en mí para hacerme vibrar; para evitar el posible resurgir
de tristezas y sufrimientos, que antes, acababan conmigo.
Tu voz, mística y harmoniosa, digna de cualquier melodía celestial, está en mí. Me hace
latir por fin el corazón que nunca, hasta ahora, sabía cómo latir.
25 de mayo de 2011DESEO ENCONTRARTE
Entre soledades y largas lecturas al sol, el calor de la luz empieza a adentrarse en mí, con el
deseo insistente de alumbrar mi interior, intentando reconciliar los equilibrios que se
perdieron entre tinieblas y mundos místicos, cuando llegue la oscuridad que tanto espero,
mi luz propia, la que servirá para llamarte y decirte… Estoy aquí.
Largos aromas de cafés, y voces que resuenan alrededor, dibujando en mí el
presentimiento que tu ser se dará a la fuga dentro de poco, y mi deber es estar allí,
esperándote.
Mis ojos no ven, mis oídos quedaron en su silencio harmónico, mi voz y mi boca ya
son mudez trastornada. No me importan aquellos que tanto miran, tampoco aquellos que
tanto desean que yo sea olvidada. No me importan las aglomeraciones que tanto odian, o
las que tanto esperan ser amadas.
Demasiados esperan ser queridos por sus defectos, y olvidan sus bellezas. Muchos se
conducen por su egoísmo, y olvidan que no están solos, muchos olvidan quiénes son… Y
se olvidan del vivir.
Tantas vidas inertes, tantos cadáveres sin sueños ni motivaciones, tantos
abandonados de su latente corazón. Pocos viven, pocos ven. Minorías que conviven en éste
ambiente social, como amados viudos visitando a su más querido ser, en los cementerios
poco recurridos.
Nadie parece comprender mi vida, nadie parece comprender mis argumentos, mis
frustraciones, mis errores, mis pasados sin ser yo… Nadie parece entender mis por qué por
amar al desconocido, ya que para ellos es el más visto. Nadie parece entender que no todos
vivimos aferrados a los recuerdos, a las utopías, a los hipotéticos futuros… Nadie parece,
aún, haber hallado emociones profundas, sentimientos que no sean más que brisas
inconstantes.
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26 de mayo de 2011 DESCONOCIDO ES CONOCIDO
Olvidé encontrarte en los parajes muertos, en estos pasadizos decaídos que aún no conozco.
Nombres que no descansan en su debida paz, pasados sin cesar, puertas que te ocultan. Aún
permanecen demasiados secretos en mí, debes saberlos.
Palabras que te buscan, ecos que torturan éstas paredes para acoplarse con tu voz,
para amarse en lo invisible. Oigo el sonido de tu alma, que reboza mi corazón de
inimaginables tranquilidades, de armonizadoras paces. Mi presencia, tu presencia. No
dudo, no temo.
Me acerco a ti en estas multitudes que te acechan, sin importarme ninguna de sus
miradas o de sus gestos. Notas como las energías que te rodean cambian de pronto; me
presientes, me miras, y provoco en ti un trastorno demoledor, mi búsqueda cesó. Tus ojos,
y los míos; miradas de pocos segundos sin ninguna palabra. Sólo te escondes aún más,
permaneces en tus seguridades para no ser conocido. Silencios que me dedicas, lágrimas
que desean verme más de una vez. Tu esencia, es el perfume que como el aire, me sostiene
en el vivir. Tus palabras, mis sangres que nutren mi condición humana.
Permanezco en ti, hasta que de pronto, masas de restos mortales devoradas por
fuegos, y siendo cenizas, evaporan tu esencia. Aires que me comprenden expanden mis
palabras, e incitan los sentimientos que perversos, poco puedes contener.
1 de junio de 2011 IGNORANCIAS
Últimos momentos restan, últimos olvidos perduran, últimos segundos para intentar
almacenar tu presencia, para después, sobreponerla a las tristezas y las soledades a las que
voy a someterme.
Intentos suicidas a que intentes mirarme; no hay ningún sentimiento de añoranza, pocas
veces, palabras vagas que los vientos revuelven y permiten su sonido casi afónico en el
ambiente.
Este viento, goza de cuerpo y, aunque sea invisible, es el dirigente de mi vida.
Palabras mudas, el aire carece del recuerdo de mi voz.
Y estos días, todo termina… y tú me omites. En ti, se perdió mi vida, y muero de amargura
al cruzarme sin el sonido plácido de tus despedidas, de los harmónicos sonidos de tus
dulces sonrisas, de tus miradas, de tus fragancias, de tus pasos…
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Huyo de mí, con mi caprichosa alma que espera su trance para cancelar sus viajes futuros,
para intentar seguir estando a tu lado.
Ojos que ignoran, mente que delira, gestos que asoman una inesperada partida.
Quiero verte en los parajes bucólicos que creo en mis paraísos utópicos. Quiero verte sin
ojos humanos, solamente verte con la piel de seda, para sentir el roce de todo tú en mí, para
sentirte más cerca que nunca con la sensación que siempre vas a estar allí.
Quiero verte el corazón de cristal, para no juzgar tus actos con la inconsciencia, para sentir
el sentimiento verdadero y puro, para sentir aquello real que ocultas, sin mentiras ni
apariencias.
Sé que por fin me observas, lo sé. Te siento en mi piel. Siento como tus pensamientos sobre
mí colisionan en mi cuerpo, como impactos de bala que devoran cada cuerpo con el que
topan. El proyectil vence un cuerpo, y agujerea un alma, y después, como cobarde, derrama
sangre que no limpia, pero nos hace recordar lo que todos somos en vida, no más que
cadáveres.
2 de junio de 2011 COLOR
Minutos que mueren, escasos momentos de ti a mi lado que, en recordarlo, me perturban.
Hoy, es el opuesto del ayer. No te he visto ni creo que jamás lo haré. De lo que estoy
segura, es que estos preciosos colores que se sobreponen a la tristeza de la noche, son la
esperanza que palpita en mí, para volver a encontrarte.
Rincones oscuros, caminos cruzados. Palabras tuyas, son pronunciadas en estos
pasadizos demacrados por un arcaico silencio. Sonidos melódicos, incandescentes.
No me has visto, tampoco yo a ti, pero ambos sabemos que nos hemos encontrado, lo
sabemos. Estás tan y tan cerca que tu alma ha embriagado todo el ambiente. Estás tan cerca
que los caminos que estoy recorriendo, aún conservan tus pasos.
Estos sitios empiezan a morir, empiezan a atravesarme por el dolor a dejarlos. Las
felicidades, las sonrisas, los sueños… ¡tan perfectos eran! Ahora, no son más que
propósitos abstractos para un futuro, tal vez, inexistentes. Pero, no sobrará en esto, más que
un olvido. Adiós… adiós amores incomprensibles… Adiós… adiós amores sin razón.
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Voces remarcan mis sonrisas. Adiós almas que ayudan a vibrar la mía, adiós… Adiós,
esencia costosa de aliviar durante la soledad… adiós, extraño ser que con su corazón, su
sonrisa y su rostro se han conformado como un conjunto bucólico, utópico y, a veces,
irrealista. Y… adiós, precioso tesoro que solamente yo he descubierto, pero no cabe la
duda de que otros estarán perdidos y sin encontrar…
Gracias casualidad, o causalidad. Gracias por haberte conocido, y por no haberme herido,
gracias.
3 de junio de 2011SECRETOS
Todo olvidaste de mí. Miradas inversas que no contienen el más mínimo sentimiento. No
hay razón para olvidarte, pero tampoco la hay para recordarte.
Nuestros cuerpos se cruzan, cortamos los aires hacia miles de direcciones. Nuestros
rostros se fijan observando opuestos horizontes. El último momento, las últimas palabras,
los últimos segundos que podemos presenciarnos. Y tan triste es el momento, que mi
desesperación quiere suicidarse.
En mis estados de soledad y quietud, de pronto, surges. Con prisas erróneas, sólo
resuenan tus palabras de cautela, sólo noto aún tu mano apoyándose a mi hombro, marcada
como una herida que ha desgarrado mi carne; es éste tu tacto, es ésta tu presencia. Sangres
brotan, el dolor me consume, tu presencia me aturde y me revuelve.
Eres tú el que acciona tu vida, y me omite en su representación, como simple espectadora
en la oscuridad y el hueco de observadores que juzgan tu vida.
Tantos empezaron a odiarte por lo que no eres, aún más mal si lo fueras. Todos
empezaron a odiarte por lo que aparentas… Yo no soy todos. Tantos envidian, tantos se
consumen en iras tan profundas que ni siquiera pueden dominarlas. Y tú… eres tú. Y yo…
soy yo. Miedos conjuntos, que ambos se ayudan, se aman ocultamente por tener defectos.
Tú y yo, sumisos a nuestros fracasos, a nuestros errores… tú y yo… llenos de dudas y
temores, pero con frágiles e intactos corazones repletos del más puro amar.
Amor inalcanzable, amor secreto; expediente oculto y privado para odiosos. Como tú
siempre dices: “Si quieres ser amado, ama”.
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15 de junio de 2011 DESPEDIDAS QUE DUELEN
Sola, incomprendida. Siento el miedo real en mí. Perdí todo lo amado, perdí todo aquello
que con tanto esfuerzo se ha disipado… No tengo pasado, aún menos presente. Soy alma
que vaga sola; sin sentido, sin quietud, sin rumbo. Perdí mis recuerdos y mis memorias.
Perdí aquello que durante tantos años le dediqué mi vida, y que un día de pronto se
desvaneció…
¿Duele? ¿Mata? Estas son las profesiones de mi tristeza en mí. Me aturde, me destruye, me
consume… ¿Cómo he vivido tantos años sumisa a ésta mentira? ¿Cómo?
Esta vida, borra mis marcas de existencia… pero nunca he existido, nunca. ¿Tan
fácil es borrarme de tu memoria? Tengo miedo, demasiado miedo. Vivo con tormentos
ascendentes de desviarme del camino correcto, de no saber hacia dónde ir, hacia dónde
mirar.
Las voces nuevas son parte de una desconfianza perpetua. La voces viejas son
aquellas que me humillan… me ignoran, y me destruyen. Porque no sirve de nada ser quién
soy. Porque no sirve de nada pasar largos atardeceres a tu lado…
Nunca quisiste conocerme o escucharme. Nunca quisiste prestarme la más mínima
atención… y me arrepiento de todo aquello que yo no he hecho. Me arrepiento de todo lo
que he dado por ti, para intentar recuperarte, para intentar no olvidarte…
Eres pasado consumido. Eres pasado de otra persona que te abandonó y me cedió sus
recuerdos.
19 de junio de 2011 PASADO, PASADO
Mañana, no existe para mí el mañana. Hace poco, me alejé de ti, y tantas son las excusas
que brotan en mi mente, que aún provocan que seas más inalcanzable.
Muchos te verán, muchos podrán escucharte o ignorarte, yo no. Me agonizaré con
este dolor sólo manteniendo mi existencia con tu nostálgico recuerdo, con tu imagen
acompañada con el sinfín de palabras intercambiadas.
Qué vacío provocas en mí… Tu viveza roza mi rostro, lo abofetea, lo hiere. Tus manos
cogen mis lágrimas y me las devuelven para no perderlas. Tu voz coge mis palabras y me
recuerda todo aquello que no quiero recordar.
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Palabras, tus amadas palabras. ¿Dónde huérfanas se encuentran? No quiero oír las
mías en tu voz. Tú, eres tu mismo. Yo soy todo cuanto te rodea.
Gracias a ti, vivo unificada a esta vida. Eres el apoyo, aunque a veces hiriente, más
decente que he tenido. Eres el ser que llena mi tristeza de algo, lo que quiera que sea.
Soledad e incomprensión, palabras que muy bien comprendes, pero poco entiendes.
Ahora… nunca, nunca podré olvidarme de ti. No podré olvidarme de tus razonamientos,
de tus reacciones, de tus sonrisas, de tus preocupaciones…
Eres todo de mí; creador de mi futuro, mantenedor de mi presente, borrador de mi
pasado. Puedes herirme miles y miles de veces, que jamás lo recordaré… porque no existe
el pasado, porque ha pasado.
Aunque ahora sé que no voy a verte, se me encoge el corazón, no me preguntes el por qué.
Quizá… ¿seguirás pensando en mí? Quién sabe…
27 de junio de 2011 EXTRAÑO
Recuerdos de lo que fue. Mañanas espesas y confusas que solamente conducen a la misma
duda… ¿Dónde encontrar el más fiel amor? ¿Cómo encontrarte?
Paisajes con follajes espesos, de nieblas que persisten, de humedades que se adentran
tanto en mí, que provocan grandes tristezas en mi piel muerta. Ya puede llorar todo de
mí… Mis lágrimas lloran, pero mi alma, disecada está, del agua de tu recuerdo. ¿Dónde
encontrarte?
Sólo soy una pequeña parte definida de un mundo abstracto, indefinido. Sólo soy una
herida de un inmenso dolor. Vivo mi vida, por vivirla. Sin motivación, sin emoción. Sólo
con el remordimiento y la desesperación.
¿Dónde encontrarte? ¿Realmente existes?
Demasiados errores tal vez cometí, demasiadas palabras herméticas escuchadas que jamás
entendí. ¡No me molestes! Estoy velando el cadáver de mi corazón roto, que en mis manos,
espera la fecha de su funeral. Tantos odios con incertidumbre que me acechan… ¡Cuántos
asesinos a espaldas! Tan pocas las personas como tú, que me permiten plantearme mi
condición como mortal.
102
Tú… eres ley, tú… eres razón. Tú eres la filosofía propia de mis por qué. Tú… eres la
respuesta a tanto dolor pasado, eres creación del presente, y del futuro sin temor.
Es tu sonrisa, tus gestos, tu harmonía. Eres el ser extraño y misterioso que convive a
mi lado recordándome constantemente quién soy, qué vivo, qué quiero, qué amo. Gracias,
por aparecer un día del nada, y regalarme más tiempo de felicidad en esta vida tan poco
alegre.
30 de junio de 2011SECRETOS MÍOS
Era sueño gozar de ti. Era una tortura aceptar tu muerte. Era sueño la fantasía de tenerte, es
matadora la realidad. No estás, no vives, no respiras.
Todos mis amados fallecieron. Todos mis anhelos se escondieron detrás este dolor.
Voces ásperas me encaminan hacia tu presencia. Todos y cada uno de estos pasadizos que
has pisado durante tantos años, ahora son polvo y cenizas. Ahora, son tus huesos.
Oscuridad, fría oscuridad. Cierro los ojos, y estás tan cerca… aún puedo oler tu
perfume, tu latido, tu respiración habitualmente entrecortada. Hay, aunque sea poco, algo
de ti. Hay, aún, recuerdos de ti, en mi cabeza.
Sólo yo te recuerdo, porque te he vivido más que nadie. Solamente, ahora soy yo la que sé
qué hemos vivido tú y yo.
Cuando el morir me penetre, no seremos más que desconocidos en esta historia
física, pero amantes olvidados, inexistentes. Seremos parte del loco. Seremos parte de una
mente que decida relatar una historia inventada. El amor, como tal, habrá muerto, porque
no habrá constancia. Se ha perdido una vida, ¿quién llora por ella? Millones de personas
hay en este mundo. El conjunto es todo, el individuo nada.
Somos ignorados. El morir no es más que una cifra menos de largos porcentajes, o
de medidas de población… Cuando uno muere, no es más que el asqueroso y putrefacto
cadáver que nadie desea.
Ahora soy yo, pobre esclava que almacena un nada en su mente. Guardo el secreto
de tu vida, y el de tu muerte. Guardo la realidad del saber que no estás. Guardo el pasado
de revivir, con privilegio, tu sonrisa. Guardo… la felicidad de haberte conocido, y el dolor
persistente de haberte perdido.
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14 de julio de 2011 MUERTOS PRESENTES
Hojas de cristal acompañan los débiles árboles que pronto caerán. Susurra el viento entre
ellas, mientras, algunas mueren. Vuelvo a presenciar el derribo de mis recuerdos; el
presente los elimina y los destroza. El tiempo mutila mi cuerpo lentamente como el trance
inerte de las hojas al topar con el áspero suelo, su cementerio perpetuo.
Si los humanos derrumban mis recuerdos que se mantenían en esas paredes, estoy
loca al crearme imágenes que ahora, ya no existen.
Pensamos en edificios, lugares, parajes… personas que desaparecen de pronto y que jamás
volveremos a ver. Es un delirio, pues, crearte la imagen en la mente, es un engaño, una
irrealidad, no es nada.
¿Dónde restan las vivencias, las voces, las palabras… las lágrimas? ¿Dónde quedas tú, vida
inerte?
Querría volver a visitar los huesos de tu tumba, porque aún no creo, después de
tantos años, que ya no estés…pero aun así… ¿Por qué sigues a mi lado? ¿Por qué aún oigo
tus palabras, tus susurros y tus momentos?
La fortaleza humana no es saber defenderse del mayor de los peligros, sino integrarlo como
un peligro… teniendo miedo, mucho miedo.
18 de julio de 2011 LA CHICA DEL ACANTILADO NO QUERÍA SUICIDARSE
Le acuchillaban los recuerdos, le castigaban las ausencias. La chica del miedo a la que
todos rehuían, la chica que no sabía si vivir o morir. ¿Qué le pasa a la chica del acantilado,
que esa brisa acuchilla su bello rostro? ¿Por qué esa dama preciosa desea morir?
La apariencia es el propio engaño. Mis ojos ven aquello que no deben y juzgan, una
vez más, clavando mil puñales es su débil corazón. ¿Y por qué nadie me ama? – Susurraba
su dulce voz. ¿Por qué todos me juzgan, antes de que mi propio yo se juzgue a sí mismo?
Sólo he cometido, mi propio homicidio, el asesinato de mi interior… ¿Por qué, por eso,
nadie me condena? ¿Por qué debo castigarme a mí misma? ¿Por qué?
Repercutía su voz en cada rincón del acantilado. Y me juzgan, una vez más, por aquello
que no quería hacer. Todos me juzgan por no haber sido como ellos. Todos son el complot
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social que sutilmente me asesinan, y yo, digna, estoy aquí, esperando a que el compañero
que me trajo a este infierno, me devuelva a aquello cuyo jamás debí salir.
Esa chica lloraba, lloraba mucho. Estaba tan desesperada que con cada una de sus
ascendentes preguntas, de sus gritos y desesperaciones, lanzaba a ese bello mar, profundos
poemas que nadie nunca jamás había entendido. Versos al aire, por miedo a ser desvelados.
Sangres resbalaban en medio de su blanca y fina piel. Lágrimas de caminos
retorcidos en sus mejillas. Susurros de amores jamás comprendidos.
¿Por qué, chica, te siento tan adentro? ¿Por qué, soy tan infeliz? ¿Por qué, dime por qué
estoy llorando con tus ojos? ¿Por qué, ahora, soy la dueña de tu cuerpo?… Dime, princesa,
¿por qué estoy al borde de un acantilado con mis pies inseguros? ¿Por qué? Porque esa
chica soy yo.
22 de julio de 2011 ORIGEN
Mis labios susurran, mis ojos cerrados te materializan en la mísera luz, y mi pensamiento
argumenta las razones de esta ceñida soledad. Unos se van, otros vuelven.
Algunas melodías resuenan en estas paredes, que me recuerdan los temores, los llantos a la
muerte, o la sensibilidad. Harmonía, sólo harmonía.
Tú y tu origen, sois uno. Yo nunca cambié siempre estuve en los mismos rincones,
atormentada por los mismos pensamientos suicidas. Mientras tú gozabas de tu merecida
felicidad, yo, aún sin conocerte, anhelaba tu encuentro.
9 de agosto de 2011 VIDAS
Recordar, es revivir un pasado, pero, si este duele, ¿por qué hacerlo?
Sé que mi vida nunca fue interesante, ni mis recuerdos realmente exactos. Sé que las
personas que conozco y amo, son más importantes para otros; tienen familia y otros
amigos. Pero, ¿sólo por eso no puedo amarlos?
Todos tienen su vida, su ideal, sus sueños y tristezas. Todos tienen aquella parte que
prefieren olvidar, u otras partes que desean recordar. El final, es donde yo empiezo.
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12 de agosto de 2011 ASESINATO
Puedes romper todo lo que soy, como un frágil cristal, pero los pedazos rotos se llevaran tu
sangre. Puedes romper mis palabras del papel, pero no las olvidarás jamás. Puedes
corromper el silencio de mi ataúd, pero jamás podrás volver a matarme. Puedes saborear mi
muerte, mi sangre y mi cadáver, pero te juro que un día te pudrirás en la oscuridad,
mientras, yo libre, podré gozar de los remordimientos que poco a poco te consumirán como
el final que me diste.
Aunque soy cadáver sin corazón, porque cuando me mataste, me mutilaste y me dejaste sin
él, no voy a descansar hasta encontrarlo.
Me has arrebatado aquello que amaba, aquello que quería, aquello que era. Me has
arrebatado mi vida, mis sueños, y las personas, que, aunque tú no conoces, ya odias.
Has introducido mi alma en su infierno. Ahora te gusta ser yo, y gozar de todo aquello que
no podías ser si yo estaba allí. Ahora, soy un caramelo dulce, pero en tu interior, no seré
más que veneno. Te lo prometo.
Recuerda: Nadie, absolutamente nadie me volverá jamás a herir como tú lo has hecho, y
esto no voy a olvidarlo, ni viva, ni muerta.
8 de septiembre de 2011AROMA
Y es el olor, el olor a nada el que me recordaba a él. Entre los silencios, miles de susurros
se apoderaban del ambiente.
Tiempos pasados y presentes se mezclaban en el espacio, como intensa sinfonía que
obstruye el pensamiento. Mi mente huía del razonar, huía del recordar. ¿Dónde estás tú?
¿Recuerdas años atrás, solos tú y yo, en ese lugar, en ese momento?… Llovía, tenuemente.
Desde entonces, sí, ha llovido muchas veces. Yo caminaba, sí, desde entonces he dado
millones de pasos. Pero, ¿qué hay de nuestro amar?
Es extraño pensar que vivimos alejados, el uno del otro. Que ni compartimos los
días, las palabras o las miradas, pero… ¿por qué después de tantos años, seguimos
recordándonos? Aunque hoy haya vuelto a aquél lugar, aunque tú no estés; sigo
sintiéndote, como si me rozaras con una suave caricia mis espaldas.
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12 de septiembre de 2011 RUTINAS EXTRAVAGANTES
Lo más intenso fue tu mirada y, en la penumbra, ahí estaban los impedimentos para amar.
Después de tanto, hay algo; bello, pequeño… sí, extraño…
Tu voz, sólo tu voz. Sé quién eres, sé que me quieres. Suspiro tu nombre, lato tu
recuerdo, veo tu imagen una y otra vez. No sé si estás o no, pero demasiado te estoy
sintiendo.
La mañana tenue y fría de este septiembre impreciso, es la sinfonía del verte. Pero,
un segundo de mi vida, un segundo… mi corazón mutilado… deja de amar y ve la realidad.
No hay nada más perfecto que tú.
Tú y yo, nunca seremos un tú y yo. Pero, el cúmulo de mi nombre en tu voz, mi
pasotismo simulado… ¡Cuánto tiempo desperdiciado! ¡Cuántos momentos inoportunos y
sin razón!
¿Por qué un día tuviste que mirarme? ¿Por qué de pronto me recuerdas? Dime, ¿por qué?
17 de septiembre de 2011 RECUERDOS DEL TÚ
Recuerdo dulce, sinfonía en vano. Estoy durmiendo en silencio. Sola, sobre hielo y fuego.
Me consumen las dos almas, me atormentan los dos cuerpos. Soy dos almas en un mismo
presente. Soy un recuerdo del tú, soy la pérdida del yo.
Es mi sueño ésta vida mísera, estoy llamando tu nombre. Nombre que es el único que no
vacía mi vida.
El recuerdo de tus ojos, el suspiro de tu alma, tu voz con mi mención. ¿Qué más
podría pedir yo que no me olvidarás? El ayer el feliz, el presente el infeliz. ¿Dónde paras
alma mía? ¿Dónde mueres sin mi amor?
Hasta ahora, en el paisaje, el infinito jamás fue tan eterno. El viaje que consume mi cuerpo,
es el deseo de encontrarte. Abrázame, aprieta mi cuerpo. Sola, demasiado sola entre la
multitud. Tú me comprendes, ¿acaso has muerto? No te siento cerca, ¿Dónde paras alma
mía? ¿Dónde mueres sin mi amor? Y jurar una y otra vez, jamás olvidaré tu rostro bello,
tus palabras del consejo...
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18 de septiembre de 2011TUS MIEDOS
Pasadizos oscuros, jamás olvidados. No hay camino si tu mirada no está presente. ¡Qué
bendición tenerte! Tan y tan cerca…
Tu mano se desliza por una manecilla demacrada que no sabe abrir su propia puerta,
la sujetas con fuerza y temor. Tu cuerpo, vigila los estímulos del mío. No puedes avanzar,
sin embargo, yo sí. No puedes retroceder, sin embargo, yo sí. Tu miedo no es el estancarte
en este mismo momento. Tu miedo es que yo elija, camine y me escape. No voy a
escaparme, lo sabes. No voy a huir de ti, lo sabes.
19 de septiembre de 2011 PERDERTE
Esperaba palabras, pocas o muchas, sólo palabras. El dolor es el conocerte, el amarte, pero
no poder hablarte. Qué duro es observarte, teniéndote enfrente, sólidamente, y a la vez, que
me consuma el dolor…
Sigo aferrándome a un ser, pero no eres tú. Amo tu pasado, amo todo aquello que
sitúo en un lugar y en un tiempo. Amo las palabras o mi nombre siendo pronunciado, pero,
¿ahora qué quedó? Dime, ¿qué hay ahora?
Súmmum silencio nutre mi entorno. Súmmum tristeza rehúye mi sonrisa. Lágrimas,
demasiadas lágrimas discretas surgen. Sangres, demasiadas sangres derrocha mi cuerpo.
Necesito que me despiertes de este sueño inocente. Necesito oír tu voz, hablándome,
siendo mía… Tantas veces me mirabas discretamente a los ojos. Tantas veces has esperado
que acuda a ti. Tantas veces me has sometido al dolor en un sin pensar… Voy a perderte.
20 de septiembre de 2011 COMENZAR DESDE UN NADA
No hay principio, espero sin saber el final. Soy inerte, soy cadáver. ¡Qué triste ésta vida tan
espesa! ¡Qué rencores inminentes saldrán a la luz!
Miro tus ojos puros. La luz del sol aún más los aclara. Qué nítidos, qué tiernos… qué sinfín
de bondad, sin embargo, ¿qué es este gusano putrefacto que me consume, me mutila a
pedazos a carne viva, sin yo importarle nada?
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Hay muchas cosas que no me satisfacen, pero otras, que llenan un vacío muy grande.
Uno de ellos eres tú… eres mi placer y mi satisfacción. Yo no soy más que un hueco
oscuro; consumido, demacrado, demasiado abandonado. Soy el hueco del amor, el hueco
del rencor… qué pareja más unida…y a la vez, que odiosa.
Te amo, a la vez te odio. Es un equilibrio extraño. Te amo, porque eres una razón,
una palabra humil, un consejo, una frase sin sentido en un momento ilógico, eres una
inspiración, un arcoíris… eres la melodía que me ayuda a recordarte.
A la vez, te odio… no, no a ti… eso nunca. Odio que jamás pueda conocerte porque no
tengo el derecho natural a hacerlo. Odio no poder decirte todo aquello que pienso mientras
hablo contigo, odio sonreír tanto y, no poder decir lo que de verdad quiero… Son tantas
cosas, tantos momentos… tantas vivencias…Odio mi propio odio.
Pero hay tanto que no sabemos de ambos, que ni siquiera queda tiempo para averiguarlo.
Aunque… quiero que sepas que te he amado, que te amo, y que siempre te amaré. Siendo
un desconocido, eres precioso, impoluto y mágico.
21 de septiembre de 2011 GENTES
El miedo se apodera de mí. Qué fuerza tan fugaz, y a la vez, curiosa… te impregna, y te
destruye ante la inquietud.
El miedo no es más que la duda del vivir o el morir, del desear ser herido o guarido.
Es un alma a parte, es a veces, la excusa para llorar. Es pensar en tu partida, o mi soledad.
Tanta gente hay en mi entorno, tan sola estoy, pero tan llena de ti. ¿Por qué es tanta la
gente vacía, y tan poca la que llena?
22 de septiembre de 2011MI VIDA SON TUS PALABRAS
Mi vida transcurre, con actos suicidas. Mis segundos se disipan, ¡Qué dolor me producen
las heridas futuras! ¡Cómo duelen las cicatrices que se abren! Se desgarra mi cuerpo y mi
alma. Se desgarra mi voluntad para seguir.
Tu rostro de perfil, tus párpados acarician tus ojos oscuros. La luz del nuevo sol tiñe
tu cabello de rojizo hipnótico. Tus palabras hablan, tu voz resuena. Mis oídos no escuchan,
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mis ojos te miran fijamente, atentamente. No puedo apartar mi visión de ti, porque sé que si
lo hago, vas a desaparecer.
No quiero que te vayas. Me separa siempre el tiempo, las horas, los lugares, las
leyes, los instintos… ¿Por qué no puedo amarte? ¿Dime, por qué? ¿Por qué no puedo oír
mi voz diciéndote te quiero?
23 de septiembre de 2011SUEÑO
Eres el sueño del delirio, con tu dulce apariencia. Eres el nido de mi amor, entre ramajes
espesos. Eres una imagen constante y purgativa.
¿Y qué miran tus ojos? ¿Qué deseo deleitan? No tiene nombre el innombrable. No tiene
voz el mudo. No tiene alma el cadáver. No tiene vida mi sentido sin ti.
Es lujuria tu pensamiento, es sombría y fría tu ausencia.
25 de septiembre de 2010 YO MISMA EN EL TIEMPO
No podría imaginar mi vida sin ser esta misma. Es imperfecta, perversa y mentirosa.
Tantos secretos hay, tantos susurros y delirios se esconden, pero que bella es mi vida. Que
bellos son mis recuerdos. Que dolor causan mis heridas, que satisfacción al cicatrizarlas
con tus palabras…
Qué temor para perderte, para no sentirte, para poder comprenderte… Qué misterio sería
no tenerte, que loca vida sería no conocerte… Qué delirios horrorosos serían mis días sin ti.
Sin tu voz, sin tus palabras, sin tus sonrisas, sin tus ausencias…
29 de septiembre de 2011 MEZCLA
La penumbra que me asola, es el silencio del mudo. La oscuridad del mundo hipócrita, es
el grito del incomprendido. El laberinto de la mente para encontrar una salida, una
solución, un escapismo acelerado antes del final fatal.
Anhelo expresar aquello que he vivido, aquello que he callado, aquello que he visto y oído.
Aquello que me perturba sin dejar un rastro de su estada.
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Pareció que mi rostro hierático, era el sujeto para ser el títere de aquellos que, con
sus garras, acuden a mi destrucción. Pareció que mi vida, era objeto con el cual se podía
jugar.
Yo era la figura de cristal, frágil y débil, que nunca se rompía por más golpes que se
le daran. Estaba siempre perfecta, inmóvil, pero las grietas de su corazón, cada vez más
grandes y profundas, que, un día se rompieron, y con ella, la frágil vida, que en mil pedazos
restó. Abandonada en un rincón, allí se quedó. Distante, solitaria, pero sonriendo, como
siempre.
3 de octubre de 2011 PALABRAS QUE DUELEN, PALABRAS QUE MATAN
¿Cuál es la razón que me induce a llorar? ¿Cuál es la razón que me impide volar? ¿Cuál es
el motivo de este temor? ¿Cuál es el sueño que ahora, resta sin valor?
Tu odio es mi sepulcro, tu enfado mi tormento. Mi dolor es no sentirte, mi sufrimiento
perderte. Las lágrimas queman mi rostro. Un bullicio de sensaciones no exactas recorre mi
cuerpo. Estoy muriendo y mi alma se pudre de mentiras y errores. El pasado me consume,
el recuerdo ha asesinado la calma. Palabras grabadas, palabras erradas. Palabras que
duelen, palabras que matan. Sería sueño inmortal tu perdón. Sería sueño utópico…
Mi vida mísera, mísera es. Mi vida inútil, inútil es. Qué triste la vida del nada…
Nada no es triste, sí, triste es nada. Qué triste el vacío… Vacío no es triste, sí, triste es
vacío. Qué triste mi vida sin ti… sin ti, mi vida… sí, es triste.
He perdido aquello amaba, he perdido aquello por lo que luchaba. No me queda nada más
por lo que vivir, por lo que sentir, por lo que entregarme enteramente.
Y este pobre corazón derramado que nadie quiere, aquí está, solitariamente deprimido
llorando el hoy, recordando el ayer y temiendo el mañana.
6 de Octubre de 2011 FELICIDAD ALCANZABLE
Al unísono del dolor, me sorprende una felicidad jamás pensada. Los problemas se
extinguen, la tristeza se desvanece.
Tú… resides mis sueños, tú…rompes los obstáculos que me hunden y me ayudas a
avanzar. Qué tormento sería vivir sin ti…Es mi fe el enlace contigo.
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El aire suspira por mí, el silencio reina nuestra presencia. Las lágrimas secas siguen
fijadas en la mesa de podrida madera. ¿Qué importa este mundo cruel e hipócrita si tú no
estás aquí? Tu voz es mía, tus segundos son míos, tu aire es mío, los latidos de tu corazón
son míos. Quiero, aunque sea por poco tiempo, tener todo aquello que llena el vacío que
tengo de ti cuando no estás. Es el momento, el instante, el retroceso del recuerdo. Cerca,
lejos, indefinidamente próximo.
Tus ojos me miran por un instante, yo no te veo pero siento tu mirada en el alma. Es
veneno que apacigua el trance de agonía a paz. Es el temor de mis ojos el que te alerta.
Desde la primera vez que me viste hasta hoy has estado allí protegiéndome, sin ausentarme
durante demasiado tiempo…
¿Qué hay en mí que a tantos les apasiona? ¿Qué hay dentro de mí, que me permite amar
tanto?
7 de octubre de 2011 FRACASAR
De nuevo, estoy herméticamente encerrada en mí misma. He pasado mucho, he sonreído
poco. Esta vida es cruel, muy cruel. Estoy frente un lago, es un espejo de mi alma, es un
amigo porque recoge mis lágrimas.
Hace frío, mucho frío. No siento mis manos, ni mi rostro, ni mis pies. No me siento a
mí físicamente. ¿De qué sirve esta vida, viviendo dentro de sí mismo?
Me han dicho que no existe el alma, que escribir no sirve de nada, que razonar o imaginar
nuevos mundos es síntoma de locura… Los sentimientos y las emociones no son más que
hechos ilógicos.
No soy capaz de definirme a mí misma matemáticamente. No soy capaz de calcular
el motivo de mi tristeza. No soy capaz de demostrar por la más grande ecuación porqué
amo tanto. Pregunto muchos por qué, pero hasta ahora, nadie me ha dado respuesta.
En este mundo, soy incapaz de dar una razón a mi existencia. Porque no sé hacer
mucho, porque sirvo para poco. Muchos me juzgan por lo que escribo, pero no me juzgan
por lo que digo. Muchos me juzgan por lo que hago, pero no por lo que siento.
Me han enseñado que si no consigo hacer aquello que para mí es totalmente imposible,
debo ser castigada. Ahora mismo estoy siendo castigada, inutilizada, humillada. No sirve
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de nada esforzarme. No sirve de nada el tiempo que le dedique al imposible… porque es
imposible. Muchos han pactado sus deseos, y los han alcanzado…
He fracasado muchísimas veces, y después de todo, no tengo nada más que no sea
impotencia y un puro dolor que me recubre, un puro dolor que ahora está llorando por mí.
Quiero ayudar a la gente para que no se desespere, quiero ayudar a la gente que
quiere suicidarse, quiero salvar una segunda vida, porque la primera que salvé fue la mía.
Quiero ser mi sueño… que hasta ahora es la vida que no dejan nacer.
8 de Octubre de 2011 CUANDO ABRES LOS OJOS
La verdad duele. Mis ojos son mis eternos amigos, por esconderme hasta ahora la realidad,
no querían herirme. He pasado más de una década creyendo en un una mentira. Creyendo
en las sonrisas, las palabras y los gestos. Soy espectadora de tu decaída. Soy espectadora de
cómo los demás te utilizan, te consumen y te manipulan.
Qué triste estás mi pequeña Sofía, que tus lágrimas se deslizan por la seda de tu piel
acariciándote, y tú, aún, lo encuentras bello. Tu concepción del dolor y de la tristeza es
errónea. Tu visión del mundo idílico, siento decirte que no existe. Tus alucinaciones a
causa de esta droga que te está consumiendo te está matando, y yo estoy aquí, de
espectadora…
No puedo ayudarte porque en tu mundo no existo, he muerto. No puedo ayudarte
porque jamás he existido, soy fruto de tu imaginación infantil. Soy el alma que inventaste,
soy el infante que vaga cadáver bajo tus sueños de felicidad.
9 de Octubre de 2011 GRACIAS
Mentiras, engaños, permanente inexistencia. Hubiera deseado que no me hubieras dejado
ir, pero lo has hecho. Has permitido que muriera.
No hay sentido en esta vida, no hay sentido que ahora me retenga. Jamás has entendido
cómo me he sentido, siempre me has omitido, siempre he estado en un rincón, siempre he
sido un exceso. Todos, absolutamente todos me han apartado de sus vidas.
Ahora lloras… ahora lloráis mi pérdida, ¿pero qué habéis hecho? Sois vosotros los
que me habéis matado… ¿por qué lloráis? ¿Por qué falseáis tanto?
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Soy cadáver, soy permanente inexistencia. Si jamás he existido… ¿por qué caen
lágrimas de vuestros ojos? ¿Por qué sangran vuestros corazones? Soy la sobra de vuestra
verdad, soy la sobra de vuestra bondad, soy títere de pruebas de vuestra maldad y
sarcasmo.
No podéis borrar el dolor de un alma herida. No podéis arreglar un corazón herido. No
podéis retirar vuestras palabras lacerantes.
La sociedad me obliga a no llorar, a ser fuerte, a mirar hacia adelante, pero sola,
abandonada, arrinconada. ¿Os veis capaces de hacerlo vosotros?
No tengo futuro, lo sé. Porque mis conocimientos no son suficientes, y los otros, no son
necesarios. Es fácil, pues, incluirme en lo inútil, en lo imposible. Considerarme un
residuo… ¿es fácil verdad?
Puede parecer que sea feliz, ¿pero lo soy? Mi presente, tal vez. Porque ahora hay
personas que se han preocupado de asegurarme un futuro. Hay personas que me aman, me
comprenden, me apoyan.
Soy querida por pocos, rechazada por muchos… ¿pero qué importa si te tengo a ti?
Me ayudas a vivir, cada día. Borras las lágrimas de mis ojos, cada día. Construyes muros
en mi frágil corazón, cada día…
¿Qué puedo decirte? Que mi pasado no me quiere. Que muchas personas no me quieren.
Me han humillado, me han herido, se han reído de mí… ¿Pero ahora, qué importa? Estás a
mi lado, solamente a mi lado. Con eso, todo aquello que he sufrido, se ha desvanecido.
Toda aquella ira, rabia, o matanza ya no existe. Vivo otra vida, y puedo decir que es
completamente mía.
No hay voces en mi cabeza que me perturben, no hay espíritus malignos que me
ahoguen cada noche intentando asesinarme. No hay nada que me haga más feliz en este
mundo que tu existencia. Porque estés donde estés, vayas donde vayas, estaré en tu
corazón, y tú, al mío.
14 de octubre de 2011 PROFECÍA DEL APOCALIPSIS
Ha habido muchas soledades y agonías. Ha habido muchos recuerdos… pero una mirada
evitada, es el peor de los castigos.
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Yo, alejada en un rincón. Yo, muriéndome de remordimientos y angustias. Yo, alejada de
todo, y quedando en un nada.
Siempre había creído en la nostalgia de los tiempos pasados, siempre. Siempre
había creído en la luz para alumbrar la oscuridad, siempre. Siempre había creído en el
silencio para armonizar mi alma, en las lágrimas para evitar la tristeza… siempre. Siempre
había creído en todo aquello que ahora tanto me tortura, me consume y me ausenta.
Avanzas hacia mí, por túneles oscuros y fríos que no logro distinguir, entre
sensaciones poco agradables. No puedo mirarte a los ojos, porque apenas te distingo…
esto… es muy triste. Porque es el verte el que me mantiene más acompañada.
Hay muchos que me odian, muchos. Hay muchos que no me escuchan, muchos. Hay
demasiados que no me comprenden, demasiados. Hay demasiados que me evitan,
demasiados. Pues así, ¿cómo saber quién ama o quién tortura? ¿Cómo encontrarte?
¿Cómo?
¿Cómo desvelar la maldad, el rencor o la ira?... dime… ¿cómo?
15 de octubre de 2011 PESADILLA
En mi sueño estaba sola. Todo era oscuridad. El frío me recorría… muy despacio,
asegurándose que lo sintiese en todo el cuerpo. Estaba llorando, aún no sé el por qué.
Apareció, de repente, un rayo de luz. Fue suficiente para poder ver lo que me
rodeaba. Ahí estaba yo, tumbada al suelo, envuelta en sangre.
Soy el perfecto cadáver que pronto todos olvidarán… - Pensé tan solo en verme muerta.
Pero, pensando que ya me había fijado en todo, no era cierto. Allí estabas tú.
Hacía ya tres largos años que no te veía… Con el rostro lleno de ira y rencor, con un
puñal en la mano derecha, del cual caía una cantidad inhumana de sangre.
Acepto que me asesine el más loco de los asesinos, pero lo que más odio es que
hayas sido tú.
No me recuerdes que no soy nada, no me recuerdes que no soy nadie, no termines tan
cobardemente conmigo. Porque la mayor de mis pesadillas es que algún día llegues a
odiarme tanto…
115
20 de octubre de 2011MALDAD
Cierro los ojos de frialdad encubierta. El espanto de esta vida me desorienta. No hay nadie
que se ame, hay demasiados que se odian.
Vivo en un mundo perverso, infinitamente desagradecido a la vida. Estoy
melancólicamente agonizada. Mi amada amiga razón, ayer se suicidó, dejándolo todo
desolado. Mi amado corazón, ayer se degolló, dejándolo todo desolado. Mi amistad, hoy se
mutiló, dejándolo todo desolado… Mi amada alma, hoy, llora de viuda.
Hoy, vago entre la oscuridad y la soledad. No hay motivo para creer que todos
cambiarán. Odiar, según los otros, es pura poesía. Mi pensamiento tal vez no razona, pero
piensa que es el sentimiento más putrefacto.
El tiempo borra muchas palabras. El tiempo, tal vez, borra hechos… Pero el tiempo
jamás borra el dolor y el recuerdo. Han violado mis sentimientos. Han humillado mi vida,
han insultado todo lo que soy… Tal vez, yo no sea nadie, pero aquellos que juzgan, aún son
menos. Quiero a mis queridos, y me lastimo por mis lastimados… Sin embargo, si algo he
aprendido, es que los maestros de la vida nos enseñan los dos polos opuestos: el
aprendizaje constructivo y el destructivo. Sin embargo, no debemos odiar a aquellos que
nos causan dolor, porque no son más que eso, maestros.
Pocos son bondadosos, porque si lo son, los rebajan, los deterioran y los destruyen.
¿Debemos encubrir lo que somos? Tal vez… hasta que estos monstruos se centren en que
esta vida no es un juego, sino es una deliberación entre aquellos que se van y aquellos que
se quedan… entre aquellos que mueren y aquellos que viven.
21 de octubre de 2011SER
Silencio con cautela. Qué felicidad tan sabrosa recurre hoy mi cuerpo, incluso, mi alma.
Qué frenesí de dulzura mística… qué corazón tan vivo late hoy…
Puedo soñar despierta, con una sincera sonrisa, con un sinfín de posibilidades futuras.
Siempre había tenido todas las puertas cerradas. Siempre me había estancado en una
horrible oscuridad. Siempre estaba amando la nostalgia del polvo de los viejos aposentos,
para que me transportase hacia tiempos mejores… quería vivir en ella y sentir el paso del
tiempo como quietud y harmonía. Parecía que todo aquello que hubiese hecho en un
momento determinado, me hubiera dado mayor felicidad… pero no. Tal vez, habría sido
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mejor aceptada por esta sociedad. Si hubiera seguido la corriente y contagiarme de aquello
que todos pensaban… no… tuve que llevar la contraria.
No seguí el criterio, ni la ley, ni el corazón. No era más que un exceso de materia, una
sobra, un error, un tormento, una preocupación… Antes, no era más que eso… Ahora, sé lo
que soy.
Conozco la tristeza, las lágrimas, la soledad, las humillaciones, la bipolaridad, la
psicosis, las depresiones, los intentos frustrados de suicidio… Puede parecer poco, pero el
tiempo transcurrido ha sido muy breve.
Hasta ahora, había sido el desperdicio de todos. Hasta ahora, era alguien fácil de
reemplazar y olvidar…Ahora no. Ahora soy yo misma. Vivo orgullosamente de lo que soy.
Pero es el amar… y el ser amado, que me ha hecho como soy, que me ha hecho como
siento, que me ha hecho como vivo.
No quiero sufrir, llorar o mutilar mi piel en busca de sangre. No quiero agonizarme ni
deprimirme… porque tampoco tengo razón para hacerlo, y tengo la llave de todo obstáculo
presente… Sé lo que soy, sé lo que siento, sé lo que vivo… sé que ahora, soy yo misma.
22 de octubre de 2011 AÑOS SIN TI
Hay muchas soledades, hay muchas tristezas, hay muchas lágrimas. Vidas paralelas hemos
vivido. Separados, distantes, desconocidos… Sin saberlo, te conocía. Cuando hablaban de
ti, cuando te nombraban…Pero, antes, ¿quién eras tú?
Mientras yo luchaba por sobrevivir, tu llorabas el desamor. Mientras yo me
martirizaba en la oscuridad y el lamento, tú pactabas con el dolor… Fue una mirada, sólo
una mirada acompañada de dos palabras. Y me preguntaba una y otra vez, ¿quién eras tú?
Desconociéndote y conociéndote, me lo preguntaba.
Te he conocido cuando debía hacerlo. Me has conocido cuando debías hacerlo. Ha
sido el momento justo, en el lugar menos pensado. Temía estar sola y dejar mi único amor
atrás. Temía volver a llorar, volver a sufrir, volver a olvidarme a mí misma. No estamos
solos, nos tenemos el uno con el otro. Jamás tan unidos, jamás tan enamorados.
No hay pensamientos perversos, solamente una pura harmonía que me rodea cuando
te miro a los ojos, cuando pronuncio tu nombre, cuando te añoro cada hora que no estoy
contigo. Vivimos el mismo tiempo y el mismo espacio. Pero sin embargo, vivíamos
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seguros de que no había nadie más en este mundo que pudiera hacer volver a nuestra vida
un sentimiento tan profundo llamado felicidad.
¿Y si hubiera muerto? ¿Y si no hubiese llegado hasta aquí?... jamás te habría conocido.
Esto, es la mayor depresión que jamás hubiera tenido… no encontrar alguien cómo tú.
Cuándo te conocí, no sabía dónde iba. Cuándo te dejé no sabía cómo seguir. Cuándo te
olvidé, no sabía cómo recordarte para ser feliz otra vez.
26 de octubre de 2011 GÉNESIS
El consuelo de tantos años, el consuelo de tantas muertes. Cada lágrima que mis ojos han
llorado, han sido segundos restantes de mi vida. Cada gota de mi sangre derramada, ha sido
un paso menos para la sequedad del cuerpo. Pero, después de todo eso, sólo resta el
recuerdo. No hay constancias, ni sufrimiento físico. El dolor de todo este tiempo, ha sido
imaginario. Tú no has muerto, vives en mi recuerdo.
Es duro pensar que no has existido. Es extraño pensar que no existe el tiempo. Es aún más
curioso plantearme mi existencia. Pero, si realmente tú no vives, sino que tan solo eres un
reflejo fugaz de mi mente, ¿por qué sufrir? ¿Por qué llorar?
Han pasado ya muchos años, los cuales no he cesado de escribir, de contarme a mí
misma aquello que no comprendía de mi vida. El dolor, la voz acosadora y psicópata de mi
mente, mis lágrimas, tu recuerdo, mis depresiones…
¿Qué ha sido todo esto? No más que un nada.
He sufrido innecesariamente... Pero, ¿cómo saberlo hasta hoy? Has sido tú…
Durante estos años, he naufragado a la deriva; sin saber dónde ir, sin saber qué hacer.
Era una muñeca rota de ojos oscuros, de mantos de tristeza y de angustia encubierta.
Durante estos tiempos, entre mis debates entre morir o vivir, entre sentir y herir, solamente
he encontrado aquellas personas que me han otorgado razones para vivir, para
esforzarme… para sobrevivir.
Quiero decirte, alma mía, que he sufrido… no sabes cuánto. A veces, el dolor, lo
oculto en un lugar dónde no puedas encontrarlo, porque tenía tanto miedo que después de
todo lo que has hecho por mí decayeses, que he querido esconderlo muy adentro, incluso
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demasiado… Quiero decirte que la soledad, ahora, no es mala. No tengo amigos, ni uno.
Tengo a mi padre, mis hermanos… y mi querida madre, cierto. Tengo a mis dos ángeles
que el destino me ha bendecido en conocer, cierto. Pero, dentro de poco, ellos no estarán, y
solamente estaré yo, yo misma, y el tiempo que reste.
He decidido ser valiente por una vez. He decidido no acobardarme de aquellos que
parecen más grandes o más fuertes. He decidido ser yo misma y dejar de ser de una vez, el
frágil palacio de cristal que siempre he sido.
He conseguido hablar en público, delante de 500 personas. He conseguido expresar
mis sentimientos a la persona más amada después de nueve años. He conseguido olvidar
una muerte, y teñir mi vida de colores. He conocido a una nueva persona que ha cambiado
mi vida, una persona que me protege… mucho. He conseguido encontrar una utilidad a mi
vida. He conseguido dejar de llorar, para ayudar a los que lloran. He vivido, por fin, la
auténtica realidad del engaño, separándome de una amistad de más de catorce años… He
descubierto qué es amar y ser amado.
Empecé escribiendo hace cinco años, sin saber cómo hacerlo, sin tener casi uso de
palabras, pero puedo decir que después de esta evolución, después tantas lágrimas y de
tanta soledad, me he sentido muy acompañada, de forma gradual. Mientras escribía, me
sentía yo misma. A veces, me odiaba, pero muchas me he amado. Por lo que he sentido y
por lo que vivido. Me he ayudado a mí misma, y como consecuencia, he sido capaz de
ayudar a los demás.
No quiero que nadie olvide que esto es mi vida, estos mis sentimientos, y es todo aquello
que erraba en mi corazón.
Ahora, soy libre, soy fuerte… ahora soy yo misma amando, fingiendo, y viviendo.
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“Sé que sigues a mi lado en los miedos, en los temores, en las oscuridades; me animas, me
calmas, me lloras, me presientes, me sonríes, me abrazas, pero lo que más valoro, me
amas”
Este puede parecer un final… puede. Pero, ¿en realidad lo es? No…
Este final, es mi presente. Es lo más reciente que he sentido y he vivido. Recordar
duele, cierto. Pero viéndolo desde aquí, desde esta última página, no parece tan
doloroso…
Quiero, si de verdad quieres conocerme… que empieces por aquí…
Este libro, tal vez te decepcione, entristezca… pero es lo que he sentido, es lo
que llevo dentro. Muchos me han juzgado, amenazado, humillado… muchos me
juzgan por como soy hoy. Pero todo lo que soy es lo que me han hecho ser. Pero
callarme durante tanto tiempo, aun me ha hundido más.
He perdido el rumbo de lo que quiero o deseo… no me engaño, nunca me lo he
planteado siquiera. Pero, ¿por qué hacerlo si otros ya lo deciden por nosotros?
Si no hubiera conocido el destino, yo, ahora, no estaría aquí. Hubiera muerto hace 12
años a causa de una enfermedad… hubiera… Hubiera muerto hace 7 años por un
acto de desesperación… hubiera… Hubiera muerto hace 2 años… por circunstancias
familiares nada deseables…
Pero sigo aquí… ¿por qué? Esperaré crecer, para entenderlo.
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