a vueltas con la autoestima josé rodríguez peláez

Post on 11-Jan-2017

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A VUELTAS CON LA AUTOESTIMAJosé Rodríguez

Peláez

A veces me preguntan por la baja autoestima.Los interrogantes están cargados de tristeza.

Quienes los plantean no se consideran “valiosos”.

Siempre prontos a detectar “sus” fallos,nunca se consideran dignos de aprecio.

Tales consideraciones, aparte de dolorosas,son radical y totalmente injustas.

Porque Dios es el único Principio.Él sólo crea perfección.

Ya que hacer lo defectuoso es su imposible.Nadie más que Él es responsable de la realidad

infinita.

Antes de encontrar la Ciencia Cristiana,(Más bien fue Dios quien me halló.),

prescribía pautas de conducta y ejercicios,que acrecentaran la estima de los solicitantes de

ayuda.

Ahora no. Porque lo estimable es uno, Dios.“Nadie es bueno, sino uno, Dios.”

(Génesis 1:26)

Con esta revelación,el tema de la estima está resuelto.

El hombre, imagen y reflejo del Bien, según la definición del Génesis,

(Génesis 1:26), no es el sujeto de la baja ni de la alta autoestima

Siempre, invariablemente,manifiesta la inmensa plenitud de Dios.

La cual ni disminuye ni aumentaa causa de las acciones humanas.

Las buenas obras que reflejamos nos ayudana ser conscientes de nuestro vivir en un medio

que es todo Amor.(Hechos 17:28)

El hambre de aprecio,que presentan las victimas de baja autoestima,

no se saciará con valoraciones ni alabanzas.Éstas les pueden inflar de vanidad,pero nunca de armonía o felicidad.

Saber lo que somos, nuestra auténtica identidad, es el remedio.

Jamás fuimos, somos o seremos algo depreciado o “insignificante”.

Desde la eternidad somos El “signo” de la Excelencia del Espíritu

Considerarnos menos, aunque sea tan sólo un poco,

es pretender oscurecer la gloria de Dios.Solucionar la baja autoestima

creyendo en nuestra posibilidad de aumentarla es craso error.

Pensar que somos la causa de nuestro poco o mucho precio, es errónea

terapia.Nada hay que cambiar,

salvo despertar a la comprensión de lo real.Siempre somos por Dios, nunca por nosotros.

Esa es nuestra riqueza.Como el papel moneda que vale, no por sí,

sino por el oro que representa.Y la cifra inscrita en nuestra identidad

no es de pocos o muchos ceros, sino infinita.

La equivocación de todoes creer que soy un protagonista,

alguien separado de Dios.

Desde la primera página de las Escriturasya se nos informó de nuestra maravillosa condición

de imagendel Bueno, del Mejor.del Bueno, del Mejor.

(P) Rodríguez Peláez, José CS www.rodriguezpelaezcs.org

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