5:21 a 6:4. posición de la mujer en tiempos de pablo leyendo este pasaje en el siglo xxi uno no se...

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Una vida de sumisión

5:21 a 6:4

El éxito en las relaciones familiares radica en someterse unos a otros en el Señor, en el

amor de los cónyuges entre sí y en la obediencia de los hijos.

Posición de la mujer en tiempos de Pablo

Leyendo este pasaje en el siglo XXI uno no se puede dar cuenta plenamente de lo maravilloso que es. A lo largo de los años, el sentido cristiano del matrimonio se ha llegado a aceptar ampliamente. Pero las cosas eran muy diferentes cuando Pablo escribía. Consideremos brevemente la situación en que Pablo escribió este pasaje.

Estudio panorámico del contexto

Los judíos tenían una opinión baja de las mujeres. Para la ley judía una mujer no era una persona, sino una cosa. No tenía ningunos derechos legales; era posesión absoluta de su marido, que podía hacer con ella lo que quisiera. Hablando en general, el marido, bajo la ley judía, podía divorciarse de su mujerpor cualquier razón, pero la esposa no podíadivorciarse de su marido por ninguna razón.

Los griegos. La situación era todavía mucho peor en el mundo griego. La mujer no tomaba parte en la vida pública; no salía nunca sola a la calle; no aparecía en banquetes o en ocasiones sociales; tenía sus habitaciones privadas a las que no tenía acceso nada más que su marido. Y todo esto, como decía Jenofonte, “para que viera lo menos posible, oyera lo menos posible y preguntara lo menos posible”

1. Sumisión mutua

Efesios 5:21-30

La Iglesia Original era una iglesia en la que los miembros se honraban y se respetaban

mutuamente. Pablo dice que la razón de este mutuo honor y respeto era que honraban a

Cristo. Se veían los unos a los otros, no a la luz de sus profesiones o niveles sociales, sino a la luz de Cristo; y por tanto veían la dignidad de

cada persona.

El sometimiento nunca implica inferioridad.

• El Señor Jesús se somete a Dios Padre, pero no es inferior en absoluto a Él. Tampoco es la mujer inferior al hombre. En muchas maneras puede serle superior: en devoción, en simpatía, en diligencia, y en heroica persistencia.

La frase: « El marido es el cabeza de la mujer,»

se cita a menudo aisladamente. Pero la

base del pasaje no es el dominio, sino el amor.

Pablo dice ciertas cosas acerca del amor que

debe tenerle un marido a su mujer.

El sometimiento tampoco tiene que ver con servilismo, ni con obediencia ciega tipo zombi.

No, sino que es un ponerse voluntariamente bajo el cónyuge. Eso, sin embargo, sólo puede ser

logrado cuando ni la esposa ni el esposo son para el otro solamente un medio para alcanzar sus objetivos. No deben usarse uno al otro para

alcanzar algún objetivo egoísta, ni ser instrumento para alcanzar sus propios intereses.

Debe ser un amor sacrificial.

• Debe amarla como Cristo amó a la Iglesia y Se dio a Sí mismo por ella. No debe ser nunca un amor egoísta. Cristo amó a la Iglesia, no para que la Iglesia hiciera cosas por Él, sino para hacer Él cosas por ella.

• Con un amor que nunca ejerce una tiranía de control sino que está dispuesto a hacer cualquier sacrificio por el bien de la esposa.

Debe ser un amor purificador.

• Cualquier amor que arrastra a una persona hacia abajo es falso. Cualquier amor que insensibiliza en lugar de suavizar el carácter, que recurre al engaño, que debilita la fibra moral, no es amor. El verdadero amor es el gran purificador de la vida.

Debe ser un amor que cuida.

• Un hombre debe amar a su mujer como ama su propio cuerpo. El verdadero amor no ama para obtener servicios, ni para asegurarse la satisfacción de sus necesidades físicas; se preocupa de la persona amada.

Efesios 5:31-33.

2. Amor mutuo

Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a

su mujer, la relación del hombre con sus padres queda suplantada por una relación más alta, es decir, su lealtad a su mujer. Si se recordase a

menudo esto, se eliminarían muchos problemas con los

suegros

Es un amor inquebrantable.

• Él está unido a ella como los miembros del cuerpo están unidos entre sí; y el separarse de ella sería para él como el desgarrar los miembros de su cuerpo.

Toda la relación se realiza en el Señor. En

un matrimonio cristiano no están implicadas dos personas, sino tres; y la

tercera es Cristo.

Como Jesús dice en Lucas 22:26, “el que dirige sea como el que sirve” El esposo que se sienta frente al

televisor y da órdenes a su mujer como a una esclava ha abandonado a Cristo para seguir a Archie Bunker.

3. Hijos obedientes;

padres ecuánimes

Efesios 6:1-4.

Para Pablo, respetar no es solamente de labios para fuera. La verdadera manera de honrar a los padres

es obedecerlos y no darles disgustos.

Honrar significa respetar y considerar a los padres en amor, y se manifiesta en la obediencia.

Hay tres maneras de ser injustos con los hijos.

Podemos olvidar que las cosas sí cambian, y que las costumbres de una generación no tienen por qué

ser las de la siguiente.

Podemos ejercer tal control que es un insulto a la educación de nuestros hijos.

Podemos olvidar el deber que tenemos de animarlos.

Disciplina se refiere a instrucción y corrección, y

puede ser verbal o corporal. Amonestación

significa advertencia, reprensión, censura. La

crianza de los niños debería ser «en el Señor», es decir, llevada a cabo en

conformidad con su voluntad según está revelada en la Biblia

1. Debemos vivir nuestro matrimonio en sometimiento mutuo.

2. Debemos vivir nuestro matrimonio en total integración.

3. Debemos vivir las relaciones paterno-filiales según el equilibrio bíblico.

Aplicaciones del estudio

Someteos unos a otros en el temor de Dios.

Efesios 5:21

Una vida fortalecida(Efesios 6:10-20)

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