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MADUREZ ESCOLAR PARA LA LECTOESCRITURA MEDIANTE EL TEST ABC Y FACTORES RELACIONADOS EN NIÑOS PREESCOLARES DE
DOS INSTITUCIONES PRIVADAS Y DOS PÚBLICAS
Por
Migdalia Suárez de Lugo
Trabajo de grado para optar el título de ESPECIALISTA
en Higiene Mental del Desarrollo Infantil y Juvenil
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO” Decanato de Medicina “Dr. Pablo Acosta Ortíz”
Barquisimeto, 1.999
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MADUREZ ESCOLAR PARA LA LECTOESCRITURA MEDIANTE EL TEST ABC Y FACTORES RELACIONADOS EN NIÑOS PREESCOLARES DE
DOS INSTITUCIONES PRIVADAS Y DOS PÚBLICAS
Por
Migdalia Suárez de Lugo
Trabajo de Grado aprobado con Mención de Publicación en nombre de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado
por el siguiente jurado
Cecilia de Barrios Lourdes Bello de Leone Tutor Jurado
Beatriz Dam de Chacón Jurado
Barquisimeto, 6 de Abril de 1.999
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DEDICATORIA
A mi padre, quien desde el Cielo me apoya y acompaña.
A mi madre, siempre ayudándome con sus oraciones. A Mon, con tu amor, compartes mis éxitos y soportas mis ausencias.
A mis hijos: Ramón Eduardo, por la paciencia que ha tenido al ayudarme en
la elaboración de cuadros y gráficos; Tico, callado, oportuno y solidario y
Enrique de alegría contagiante... ...Todos, me han permitido superar mis momentos de crisis...
A mis hermanas, Milagro y Elodia, a mis cuñadas Blanca y La Negra,
y a Dalia, por compartir mis alegrías y angustias, y... a mis cuñados Julio, José Eugenio y Octavio,
cuyas rígidas caras esconden un profundo afecto y sensibilidad.
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AGRADECIMIENTO
∗ Primeramente a Dios, por darme la LUZ que me permitió seguir por el camino hasta la meta.
∗ Al Personal Directivo y Docentes de los Institutos Preescolares y Escuelas Básicas que intervinieron en el estudio por permitirme invadir su territorio.
∗ A los niños y sus representantes por su infinita colaboración. Sin ustedes, este trabajo no hubiese sido posible.
∗ A Marbella Vásquez de Malvacías, excelente e incondicional enfermera higienista escolar, quien dedicó horas extras de su trabajo para la cita de los alumnos y sus representantes.
∗ A Beatriz Dam de Chacón, quien me animó a realizar este postgrado que me permitió conocer y comprender el excitante mundo del comportamiento infantil y juvenil.
∗ A mi Tutora, Cecilia Garmendia de Barrios, quien con gran profesionalismo ha guiado la ejecución de esta investigación y, no sólo se ofreció cordialmente para mi entrenamiento, sino que me facilitó las instalaciones del Preescolar Papagayo para la ejecución del mismo.
∗ A Lourdes Bello de Leone, cuya dedicación trascendió las fronteras de sus funciones como Coordinadora del Postgrado; a la vez, castigadora y comprensiva de nuestras fallas... ¡Co-mo una madre!...
∗ Al Departamento de Estadística en las personas de Cristina Ludewick de Montilva, Mariá-lida Mujica y especialmente a Douglas García por su acertada asesoría metodológica.
∗ Al Departamento de Educación Médica del Decanato de Medicina de la UCLA en las personas de Ayolaida Rodríguez, quien de manera oportuna y desinteresada brindó una excelente atención profesional en el manejo estadístico de los datos, y a Alberto Roberti por su incondicional asesoría en cuanto al estilo de la redacción.
∗ A Fátima Gómez de Pereira, dedicada y sensible docente de preescolar, quien me facilitó abundante material bibliográfico y me brindó su apoyo solidario, como vecina, amiga y hermana.
∗ A mis compañeras de Postgrado de quienes siempre tuve palabras de aliento, en especial Dilcia Durán, que más que amiga ha sido hermana; Gala, Gretty, Clemencia, Luddiz, mis compañeras de grupo por aceptarme y comprenderme; y Rosa González y Jobeila por tras-cender las fronteras del compañerismo.
A todos,... GRACIAS
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CURRICULUM VITAE
Migdalia Suárez de Lugo
Candidato para obtener el grado de Especialista en Higiene Mental del Desarrollo Infantil y Juvenil Tesis: Madurez Escolar para la lectoescritura mediante el Test ABC y factores relacionados en niños preescolares de dos instituciones privadas y dos publicas. Postgrado: Higiene Mental del Desarrollo Infantil y Juvenil Médico Cirujano, egresada el 9-11-73, de la UCLA. Lara. Tercer Lugar Concurso de Credenciales Médico Rural Unidad Sanitaria Barquisimeto. Mé-dico Rural desde 1.974 a 1.978. Tercer Lugar Concurso de Oposición (Beca) para Residencia Universitaria de Postgrado de Pediatría Escuela de Medicina UCLA - Hospital Central AMP. Barquisimeto.1.978-1.981. Pediatra reconocida, COMELAR desde el 29-1-81 Pediatra Escolar desde el 15-2-85 hasta la fecha. Instructor Ad-Honorem, Cátedra: Medicina Rural, 6º Año de Medicina UCLA, desde el 15-2-74 al 15-2-75. Instructor Contratado Medio Tiempo, seis meses, año 81, Asignatura: Unidad Materno In-fantil, 8º Semestre y en las cátedras de Propedéutica Médica y Clínica Pediátrica del 7º y 9º semestre de Medicina UCLA, durante 7 años, desde 1984 hasta 1991 y luego Tiempo Completo hasta 1.992 Primer Lugar Concurso de Oposición para Instructor Tiempo Completo Clínica Pediátrica UCLA, 1.992. Profesor Asistente: Enero1992- Julio 1997. Profesor Agregado desde Julio 1997 hasta los corrientes. Instructora de la Metodología Desarrollo de Habilidades del Pensamiento. Tutora y Autora de varios trabajos de Investigación en el área de crecimiento y desarrollo, lactancia materna, asma y pediatría social.
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MADUREZ ESCOLAR PARA LA LECTOESCRITURA MEDIANTE EL TEST
ABC Y FACTORES RELACIONADOS EN NIÑOS PREESCOLARES DE DOS INSTITUCIONES PRIVADAS Y DOS PÚBLICAS
Migdalia Suárez de Lugo
RESUMEN
Para determinar la Madurez Escolar para el Aprendizaje de la Lectoescritura, me-diante el Test ABC, y algunos factores relacionados en preescolares de dos instituciones privadas (La Ronda y Papagayo) y dos públicas (U.E. Libertador y Escuela San Vicente), se realizó investigación descriptiva transversal. Se estudiaron 74 niños del último nivel de preescolar, 35 y 39, respectivamente, de cualquier sexo y edad, que asistieron a la cita ex-pedida con su representante. Se aplicaron tres tests validados: el test ABC para determinar madurez escolar, las gráficas de la OMS con la Tabla de Ariza para diagnóstico de Estado Nutricional, y el Graffar modificado para Estrato Social. Del total, predominaron las niñas (62,16%), entre 6 años y 6 años 5 meses (44,60%) y 16,22% presentó desnutrición crónica. En cuanto a la madurez, el 54,05% rindió Superior en el Test ABC, Medio: 35,14% e Infe-rior: 10,81%. De los que rindieron superior, el 75% fue de clase alta y media alta, 82,86% estudiaban en escuelas privadas y no hubo desnutridos. De los que rindieron inferior el 87,5% fue de clase marginal y presentó desnutrición crónica, 20,51% procedía de escuelas públicas. El 93,48% de las hembras clasificaron Superior y Medio; 20% de los varones: Inferior. Se demostró relación directa entre madurez y condición social, nutricional y sexo. Se sugiere reactivar el uso del Test ABC para disminuir el número de niños que ingresan inmaduros a la educación básica generando inseguridad, sufrimiento, dificultades, evitación frente al estudio, fracasos y deserción escolar.
Palabras Claves: Madurez Escolar - Preescolares - Test ABC – Factores Relacionados
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SCHOOL MATURITY FOR THE READING-WRITING BY MEANS OF THE ABC TEST AND RELATED FACTORS IN CHILDREN OF
TWO PRIVATE AND TWO PUBLIC INSTITUTIONS
Migdalia Suárez de Lugo
SUMMARY
To determine the School Maturity for the Learning of the Reading-Writing, by means of the ABC Test and some related factors in children of two private (La Ronda and Papagayo) and two public institutions (U.E. Libertador and Escuela San.Vicente), by means of a cross-descriptive study. There were 74 students of the last level Pre-school system 35 and 39, respectively of any gender and age who attended the scheduled appointment with their parents. Three validated tests were applied: the ABC test to determine school matur-ity, the OMS graphics with the Ariza Table to diagnose the nutritional status and the modi-fied Graffar for the social status. Of all pre-schoolars, girls prevailed (62,16%) between six and six years and five months (44,60%) and 16,22% showed chronic malnutrition. Accord-ingly for maturity 54,05% was upper in the ABC test, middle at 35,14% and lower at 10,81%. Of those that surrendered upper, 75% was of high and high-middle class, 82,86% studied in private schools and there was not undernourished. Of those that surrendered lower 87,5% was of marginal class and they presented chronic malnutrition, 20,51% came from public schools. In the ABC test 93,48% of female classified upper and middle, 20% of male: lower. It was shown a direct relationship between maturity and social, nutrition and gender condition. It is suggested to reactivate the use of the ABC Test and contribute to diminish the number of immature children who are registered in basic education generating insecurity, suffering, difficulties avoiding to approach study-failures and school desertion.
Key Words: School Maturity- Pre-Schoolars - ABC Test – Related Factors
9
INDICE
Capítulo Página
DEDICATORIA........................................................................................... iv
AGRADECIMIENTO.................................................................................. v
CURRICULUM VITAE.............................................................................. vi
RESUMEN................................................................................................... vii
SUMMARY................................................................................................. viii
INDICE........................................................................................................ ix
INDICE DE CUADROS............................................................................. x
INDICE DE GRÁFICOS............................................................................ xi
INTRODUCCION...................................................................................... 12
I. EL PROBLEMA.......................................................................................... 14
A. Planteamiento del Problema ........................................................... 14
B. Objetivos ......................................................................................... 18
C. Justificación...................................................................................... 19
II. MARCO TEÓRICO ................................................................................... 21
A. Antecedentes .................................................................................... 21
B. Bases Teóricas .................................................................................. 26
III. METODOLOGIA................ ....................................................................... 34
IV. RESULTADOS ........................................................................................... 39
V. DISCUSION................................................................................................. 53
VI. CONCLUSIONES ...................................................................................... 60
VII. RECOMENDACIONES.............................................................................. 62
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS............................................................... 64
ANEXOS ........................................................................................................... 67
10
INDICE DE CUADROS
Cuadro Página
CUADRO Nº 1 Distribución por Sexo y Edad de los Preescolares de las Instituciones Privadas
y Públicas. Barquisimeto. 1997-1998............................................................................... 39 CUADRO Nº 2
Distribución de los Preescolares por Edad y Tipo de Institución Privada y Pública. Barqui-simeto. 1997-1998.............................................................................................. 40
CUADRO Nº 3
Distribución de los Preescolares de cada Institución Privada y Pública por Estrato Social Barquisimeto. 1997-1998....................................................................... 41 CUADRO Nº 4
Distribución de los Preescolares de cada Institución Privada y Pública según el Estado Nutricional. Barquisimeto. 1997-1998................................................. 43
CUADRO Nº 5
Distribución de los Preescolares de las Instituciones Privadas y Públicas según Puntuación en el Test ABC. Barquisimeto. 1997-1998 ................................................. 45 CUADRO Nº 6
Madurez Escolar según Test ABC en cada una de las Instituciones Privadas y Públicas. Barquisimeto 1997-1998............................................................................ 46 CUADRO Nº 7
Resultado del Test ABC según Edad. Barquisimeto. Febrero 1.998................... 48 CUADRO Nº 8
Calificación de los Preescolares en cada Reactivo según Tipo de Institución Privada y Pública Barquisimeto. 1997-1998............................................................................. 51
CUADRO Nº 9 Calificación de los Preescolares en cada Reactivo según Sexo. Barquisimeto.
1997-1998................................................................................................................. 51
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INDICE DE GRÁFICOS
Gráfico Página
GRÁFICO Nº 1 Distribución por Sexo y Edad de los Preescolares de las Instituciones Privadas
y Públicas. Barquisimeto. 1997-1998............................................................................. 40 GRÁFICO Nº 2
Distribución de los Preescolares por Estrato Social y Tipo de Institución Privada y Pública Barquisimeto. 1997-1998............................................................................... 42 GRÁFICO Nº 3
Distribución de los Preescolares por Estado Nutricional y Tipo de Institución. Privada y Pública. Barquisimeto. 1997-1998............................................................... 44 GRÁFICO Nº 4
Puntuación en el Test ABC según Tipo de Institución Privada y Pública. Barquisimeto 1997-1998........................................................................................... 46 GRÁFICO Nº 5
Madurez Escolar (TEST ABC) según Tipo de Institución Privada y Pública. Barquisimeto. 1997-1998.......................................................................................... 47 GRÁFICO Nº 6
Madurez Escolar (Test ABC) según Sexo. Barquisimeto. 1997-1998............. 48 GRÁFICO Nº 7
Madurez Escolar (Test ABC) según Estado Nutricional. Barquisimeto. 1997-1998............................................................................................................... 49 GRÁFICO Nº 8
Madurez Escolar (Test ABC) según Estrato Social. Barquisimeto. 1997 - 1.998.................................................................................................................. 50
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INTRODUCCIÓN
El aprendizaje de la lectoescritura es un proceso complejo, para la cual el niño debe
poseer cierta madurez. La madurez se ha concebido como la posibilidad de poseer un nivel
de desarrollo físico, psíquico y social que le permita enfrentar esta nueva situación y sus
exigencias.
La madurez para la lectoescritura depende de factores internos, como la madurez de
las funciones intelectuales, la cual a su vez depende de la madurez biológica; es decir, de un
sistema nervioso central maduro y funcionalmente equilibrado.
Se ha observado que, niños de igual edad cronológica con similar madurez biológi-
ca, pero de diferente condición socioeconómica y/o nutricional, rinden de manera diferente
al inicio de su escolaridad; lo que hace suponer que otros factores, llamados externos, pu-
dieran estar interviniendo en dichos resultados y no sólo los factores internos.
A la escuela básica están ingresando, cada vez con mayor frecuencia, niños cuyas
funciones básicas para el aprendizaje de la lectoescritura aún no están maduras, lo cual ori-
gina desmotivación, frustración, baja autoestima, fracasos, repitencia y deserción escolar.
Es importante identificar tempranamente a los niños con algún riesgo biológico y
social, mediante pruebas de fácil y rápida ejecución como el Test ABC, por lo que en esta
investigación se determina el nivel de madurez de las funciones básicas para el aprendizaje
de la lectoescritura, que poseen los niños de 4 instituciones de educación preescolar del
área urbana de Barquisimeto, 2 privadas y 2 públicas. Dichos resultados se relacionan con
los factores externos antes mencionados.
13
Esta investigación se ha estructurado en siete capítulos. El Capítulo I, en el cual se
plantea el problema, los objetivos general y específicos de la investigación, la justificación
y alcances de la misma. En el Capítulo II, se trata el marco teórico, donde se exponen los
antecedentes de la investigación y las bases teóricas, así como la definición de términos
básicos para la comprensión de la lectura. La metodología se expone en el Capítulo III y los
resultados en el Capítulo IV. El Capítulo V, se refiere a la discusión, el Capítulo VI a las
conclusiones y el Capítulo VII a las recomendaciones.
Se espera contribuir en la disminución de esos niños tristes y frustrados consecuen-
cia de haber sido iniciados a destiempo, sin una preparación adecuada para asumir las ta-
reas de la escolaridad formal.
14
Capítulo I
EL PROBLEMA
A. Planteamiento del Problema
Leer, supone descifrar unos signos y abstraer de ellos un pensamiento. Escribir es la
utilización de esos símbolos linguísticos para comunicarse. El aprendizaje de la lectoescri-
tura es un proceso complejo; en el que intervienen factores biológicos, linguísticos, percep-
tivomotrices y socioafectivos y para el cual el niño debe poseer cierta madurez fisiológica y
psíquica y una preparación previa 1.
La mayoría de las destrezas que una persona adquiere son el resultado de dos proce-
sos: Maduración y Aprendizaje y, se requiere del primero para lograr el segundo 2.
Según Condemarín se entiende por madurez para el aprendizaje escolar la posibili-
dad de que el niño, en el momento de su ingreso al sistema escolar, posea un nivel de desa-
rrollo físico, psíquico y social que le permita enfrentar adecuadamente esa situación y sus
exigencias 3.
La enseñanza antes de que haya una madurez fisiológica y mental adecuada, expone
a los niños a dificultades y fracasos 4, ya que el niño inmaduro experimenta fuertes sensa-
ciones de inseguridad, es lento en su progreso y; probablemente, presente en el futuro, con-
ducta de evitación frente al estudio; la cual se reflejará en negativa a estudiar y angustia
asociada a la situación de aprendizaje 5,6,7.
La madurez se construye progresivamente gracias a la interacción de factores inter-
nos y externos cuyo dinamismo interior garantiza al niño una madurez, anatómica y fisio-
15
lógica, en la medida que le sean proporcionadas las condiciones nutricionales, afectivas y
de estimulación indispensables 3.
Los factores mayormente involucrados en la madurez escolar son: la edad, el sexo,
el estado nutricional, el estado de salud, el factor intelectual y la estimulación ambiental 3.
La edad en que los niños están maduros para iniciar el aprendizaje escolar es un fac-
tor de controversia. Para algunos autores, la madurez llegaría con la sola introducción de la
variable tiempo 8, por lo que la mayoría de los sistemas escolares, exigen la edad cronoló-
gica como requisito de ingreso y; existe el acuerdo, de fijar la edad comprendida entre los
cinco años y medio y los seis, para el ingreso de los niños al primer año de la educación
básica. Filho, advirtió que juzgar la capacidad para aprender solamente por la edad crono-
lógica era desconocer los fundamentos del propio desarrollo 1.
Otros sistemas exigen como requisito la edad mental, ya que aparentemente está
más relacionada con el éxito en las tareas de aprendizaje escolar que la edad cronológica.
Por otro lado, Mason y Prater demostraron que más importante que la edad, para determi-
nar si un niño está maduro para iniciar su aprendizaje, es la metodología y los programas de
aprestamiento y Johnson y Mykelebust coinciden en afirmar que, aun cuando ellos lograron
demostrar la relación existente entre edad mental y madurez, aceptar que aquella es el pun-
to de partida para iniciar el aprendizaje, es subestimar la importancia del aprestamiento, el
ambiente sociocultural, el sistema escolar y la motivación 3.
Las diferencias de sexo son importantes en relación con el crecimiento y madura-
ción para el aprendizaje escolar. Niños y niñas maduran a diferente ritmo y algunos autores
afirman que los niños maduran, aproximadamente, 18 meses después que las niñas y se han
explicado estas diferencias por factores culturales; sin embargo, independientemente de las
16
hipótesis causales y pese a lo concluyente de los datos, la mayor parte de los colegios fijan
para niños y niñas, una misma edad cronológica para el ingreso al primer año básico, com-
parten el mismo salón de clases y actividades y se espera que ambos realicen las mismas
tareas 3.
Entre las características ambientales que actúan sobre el ser biológico y en conse-
cuencia sobre la madurez, está la alimentación, responsable del estado nutricional. Éste a su
vez, es indicador de la salud del niño y puede constituir la base de dificultades en el rendi-
miento escolar, ya que la desnutrición y la enfermedad alejan al niño del colegio y amino-
ran la posibilidad de realizar un esfuerzo sostenido debido a la disminución de la vitalidad y
energía 9,10. La subalimentación es un factor determinante y su acción limitante sobre el
crecimiento, desarrollo y madurez es de mayor cuantía cuanto más intenso y precoz se pre-
senta en el organismo en crecimiento 11.
Otro factor importante, sobre todo en los países en desarrollo, es la alteración en el
estado físico y psíquico del niño, causado por el hecho de provenir de ambientes marginales
desde el punto de vista socioeconómico. La pobreza, la promiscuidad, la escasez de ali-
mentos, los deficientes hábitos alimentarios y las malas condiciones sanitarias pueden de-
terminar que el niño rinda por debajo de sus iguales desde el punto de vista de su energía y
desarrollo para el trabajo escolar 12,13,14,15.
El test ABC de madurez escolar, ideado por Fihlo, en el año 1.960, es un test senci-
llo, de rápida y fácil ejecución e interpretación que permite obtener un índice pronóstico
respecto a la actuación de un niño que ingresa al primer año de la escuela básica1. Actual-
mente, los nuevos programas académicos de los estudios de preescolar de la Universidad
Pedagógica Libertador (UPEL) no incluyen el conocimiento de este test como un objetivo,
17
sino al que sólo se hace una referencia cultural, tanto que muchos docentes de preescolar
hasta lo desconocen.
Para su creador, el test no tiene relación con las escalas de inteligencia y abarca sólo
elementos psicológicos que intervienen en el aprendizaje de la lectoescritura, que a su vez
dependen de las destrezas motoras, visuales y auditivas 16. Sin embargo, se supone que el
rendimiento en este test debe estar influenciado por los mismos factores que afectan la ma-
durez del niño.
En Venezuela, el rasgo característico de la situación social durante 1997 fue la pro-
fundización del proceso de empobrecimiento, el cual se ha acelerado en los últimos 10
años, caracterizado por deficientes servicios públicos de salud y educación, alto costo de la
vida, con la canasta básica para una familia de cinco personas, según Datanálisis, en
263.000 bolívares y un ingreso promedio de 171.427 bolívares 17, lo cual ha llevado progre-
sivamente a desmejorar el estado nutricional de la población. Ante esto, el gobierno se ha
visto obligado a implementar programas sociales de ayuda, como la beca escolar lo cual ha
traído como consecuencia el ingreso más precoz de los niños en el subsistema de la educa-
ción preescolar y básica, en una época en la cual las correlaciones entre edad cronológica,
mental y madurez no están bien establecidas haciendo que los niños no alcancen el rendi-
miento escolar esperado.
Esta situación se pone de manifiesto, cada día, en la consulta de higiene escolar,
donde en forma indirecta se aprecia el rendimiento escolar y el agudo problema de las difi-
cultades del aprendizaje, el cual se enfrenta cuando el niño lleva ya varios años de expe-
riencias insatisfactorias respecto al aprendizaje, donde se nota que las madres consultan
tarde, que el diagnóstico se posterga, retardando más aún la posibilidad de aplicar medidas
18
oportunas y que todo esto, probablemente se habría evitado, con la aplicación de un test que
evaluara la madurez del niño para el aprendizaje de la lectoescritura.
A todo lo anterior se agrega que en la bibliografía consultada, a pesar que se estu-
dian algunos aspectos del Test ABC, no se encontraron evaluaciones del test en su totali-
dad, tampoco se han relacionado los resultados parciales obtenidos con los factores exter-
nos mencionados en un país donde, según la Oficina Central de Estadística e Informática
(OCEI), casi un 70% de la población no tiene ingresos suficientes para satisfacer sus nece-
sidades básicas y 895.552 hogares están en condición de pobreza extrema 17 lo que ha au-
mentado los índices de desnutrición 9,11,17. Estos son los hechos que han sido la motivación
y, en definitiva, determinan la importancia de esta investigación sobre la madurez para el
aprendizaje de la lectoescritura, a través del Test ABC de los niños preescolares de 2 insti-
tutos privados y 2 públicos de la ciudad de Barquisimeto y estudiar los factores relaciona-
dos como la edad, el sexo, el estado nutricional y la condición social.
B. Objetivos
Objetivos Generales:
1. Determinar la diferencia en la madurez para la tarea escolar de los preescolares
de dos escuelas públicas y dos privadas de la ciudad de Barquisimeto mediante el Test
ABC.
2. Estudiar algunos factores relacionados con la madurez para la tarea escolar de los
preescolares de dos escuelas públicas y dos privadas de la ciudad de Barquisimeto.
19
Objetivos Específicos:
1. Determinar la edad, el sexo, el estado nutricional y el estrato social de los prees-
colares de los institutos privados y públicos.
2. Clasificar los preescolares de acuerdo a la madurez para la tarea escolar según la
puntuación obtenida en el test ABC.
3. Determinar la madurez para la tarea escolar según la edad, el sexo, el estado nu-
tricional, el estrato social y tipo de institución.
4. Determinar la madurez para la tarea escolar a través de los elementos psicológi-
cos que intervienen en ella: percepción visual y auditiva, coordinación viso y auditivomoto-
ra, vocabulario, articulación, comprensión, memoria, atención y persistencia en la tarea de
los preescolares de dos escuelas públicas y dos privadas de la ciudad de Barquisimeto me-
diante el Test ABC, según sexo y tipo de institución.
C. Justificación
Uno de los objetivos de la educación preescolar lo constituye el crear las condicio-
nes para que el niño adquiera la madurez de las funciones básicas para el aprendizaje de la
lectoescritura; por lo que identificar tempranamente a los niños con factores de riesgo bio-
lógico y ambiental y determinar la madurez previa a la escolaridad constituye un campo de
interés no sólo educativo, sino económico, social y de salud.
En el área educativa, significa la posibilidad que a los niños que ingresan les sea fa-
cilitado su proceso de aprendizaje, lo cual les daría seguridad en la vida para la realización
de otras tareas. Para los docentes, el diagnóstico de fallas en el Test ABC permitiría diseñar
estrategias niveladoras para esos alumnos. Para las instituciones educativas permitiría ade-
20
cuar las políticas de selección, ingreso y estratificación de los alumnos en secciones de
acuerdo con el nivel de apresto que poseen.
Por otro lado, desde el punto de vista económico y social, trabajos como éste se jus-
tifican porque demostraría que con pruebas sencillas, rápidas y económicas, a mediano o
largo plazo se disminuiría la repitencia y deserción escolar, reconocidos como problemas
nacionales y al mismo tiempo, permitiría diseñar políticas de protección social.
Desde el punto de vista de la salud, esta investigación aportaría una herramienta no-
vedosa para el médico en la evaluación integral del niño, con el objeto de brindarle una
atención preventiva oportuna, principio y fin de la Atención Primaria de Salud
Se espera que los resultados de esta investigación sean tomados en cuenta por los
encargados de gerenciar y diseñar las políticas de salud, educación y de promoción social y
se logre implantar el test en las consultas preventivas de salud en los ambulatorios de todo
el país y reactivar este test, para el uso rutinario de los docentes en los centros de educación
preescolar y en la escuela básica formal y sea aplicado a los niños de próximo ingreso al
primer grado de educación básica, determinar la madurez de sus funciones básicas para el
aprendizaje de la lectoescritura y evitar someterlos a un aprendizaje difícil, poco motivante,
para cuyas exigencias no estaban preparados y en consecuencia disminuir así, el número de
niños frustrados, tristes, desmotivados para el trabajo escolar, cuya reacción emocional per-
siste aún después de solucionado el problema de aprendizaje, que lo llevan a tener una con-
ducta de evitación ante el estudio y probablemente a la deserción escolar.
21
Capítulo II
MARCO TEÓRICO
A continuación se presenta un marco que constituye un soporte en materia de teoría
para el desarrollo de la investigación. Existen autores que presentan estudios y ofrecen tes-
timonios que argumentan y suministran un mejor entendimiento de los objetivos a tratar.
En este capítulo se recogen los antecedentes de la investigación y se exponen los principa-
les aspectos teóricos de los conceptos que se manejan en la misma.
A. Antecedentes
La educación preescolar se ocupaba de entrenar, durante largas horas, a todos los
niños por igual en la adquisición de la lectura y la escritura. Alrededor de los años 20, se
observó que la ejercitación y aprendizaje no eran efectivos en individuos inmaduros, por lo
que se desechó este procedimiento y se planteó la necesidad de esperar que estuvieran pre-
sentes las condiciones necesarias para el aprendizaje y se hace el listado de dichos prerequi-
sitos 18.
En los años 60, era común la ejercitación de estas habilidades que conduciría a la
madurez antes de iniciar al niño en la enseñanza formal; sin embargo, muchos fracasaban.
Al respecto, Dottrens, en su libro Didáctica para la Escuela Primaria, afirma en 1968, que la
enseñanza, antes de que haya una madurez fisiológica y mental adecuada, expone a los
niños a dificultades y fracasos que los pueden llevar a no continuar con la enseñanza regu-
lar 4. De igual manera, López de Lérida-Milicic 5,6 en sus investigaciones sobre trastornos
del aprendizaje y fobia escolar en Chile, afirma en 1972, que en el niño inmaduro, el pro-
greso es lento, experimenta fuertes sensaciones de inseguridad y probablemente presente en
22
el futuro, conducta de evitación frente al estudio, el cual se reflejará en negativa a estudiar y
angustia asociada a la situación de aprendizaje, como lo revela Hernández (1995) en trabajo
realizado sobre la incidencia de la madurez en el rendimiento de la lectura en niños de pri-
mer grado en Barquisimeto 7.
Se han realizado numerosos trabajos de investigación sobre estos aspectos. Así, se
ha encontrado que los factores principalmente involucrados en la madurez escolar, son: la
edad, el sexo, el estado nutricional, el estado de salud, el factor intelectual y la estimulación
ambiental 18.
La edad en que los niños están maduros para iniciar el aprendizaje escolar es un fac-
tor de controversia. Hacia la década de los 30, imperaba la idea en el mundo que, a los siete
años el niño entraba a la “edad de la mayoría escolar”, como la de veintiuno es la de la
“mayoría civil”3. Según Cohén, en Colombia (1980), no existe una edad estándar ni un es-
tado de madurez general que garantice el éxito en la situación escolar, sino niveles de desa-
rrollo de funciones psicológicas básicas susceptibles de ser perfeccionadas, como lo plantea
en su libro Aprendizaje Precoz de la Lectura ¿A los 6 años es ya demasiado tarde? 19.
Haliwell y Stein (1964), mencionados por Condemarín (1991), refieren que aparen-
temente es la edad mental, y no la edad cronológica, la que está más relacionada con el éxi-
to en las tareas de aprendizaje escolar. Por otro lado, en igual referencia, Mason y Prater
(1.966) demostraron que la metodología y los programas de aprestamiento son más impor-
tantes que la edad, para determinar si un niño está maduro para iniciar su aprendizaje 3.
Para Johnson y Mykelebust (1968) hay cierto tipo de habilidades y rendimientos
que dependen de la edad cronológica y del grado escolar, pero aceptar que la madurez lle-
garía con la sola introducción de la variable tiempo puede conducir a subestimar la impor-
23
tancia del aprestamiento, el ambiente sociocultural, el sistema escolar y la motivación. 3,18.
En la bibliografía consultada no se encontró trabajos que estudiaran la edad mental.
La mayoría de los sistemas escolares, exigen la edad cronológica como requisito de
ingreso y existe el acuerdo de fijar la edad entre los cinco años y medio y los seis años y
medio, para el ingreso del niño al primer año de la educación básica. Por el contrario, Filho,
en Argentina (1960), advirtió que juzgar la capacidad para aprender solamente por la edad
cronológica era desconocer los fundamentos del propio desarrollo 1.
En Venezuela, el Ministerio de Educación, en el artículo 21 del Reglamento Gene-
ral de la Ley Orgánica de Educación del año 80, establece que los 6 años es la edad de in-
greso al primer grado de Educación Básica (5 años, al Preescolar), pero al mismo tiempo se
muestra flexible al dejar a criterio del maestro, el ingreso o la promoción de niños fuera de
esta edad, pero con madurez 20. En el año 1992 la Dirección General Sectorial del Ministe-
rio de Educación mediante circular enviada a las diferentes Zonas Educativas establece que
las funciones del preescolar son de apresto y se deja el aprendizaje de la lectoescritura co-
mo un objetivo del primer grado (anexo 1) y posteriormente en el año 1997 envía una nue-
va circular donde se modifica la edad de ingreso a la escuela básica a los 7 años 21.
En cuanto a la educación, en los últimos 10 años, la matrícula de educación básica
se ha incrementado en un 20%, pero al mismo tiempo, la deserción escolar ha aumentado
en un 30%, siendo este un problema recurrente de la educación venezolana, la cual com-
promete seriamente la expectativa de desarrollo del país 17.
La matrícula en preescolar se ha incrementado en un 27,53% en los últimos 10
años, siendo el más elevado de todos los niveles del sistema educativo nacional. Pero se
observa una tendencia a la privatización ya que el incremento en la matrícula ha sido del
24
21,34% y del 61,62% en los preescolares oficiales y privados respectivamente, concluyen-
do que los niveles altos y medios de la población tienen cubiertas las necesidades de educa-
ción de sus niños pequeños, mientras que en los sectores medios y bajos, hay un déficit
relativamente alto 17.
En cuanto al sexo, diferentes autores han demostrado que niños y niñas maduran a
diferente ritmo. Algunos afirman que los niños maduran después que las niñas y éstas, co-
mo grupo, aprenden a hablar más temprano, tienen un vocabulario más amplio, mejor dis-
criminación visual y auditiva y son más eficientes en la escritura y en la ortografía; en cam-
bio los varones, como grupo, presentan más tartamudez, mayor índice de dislexia, mayor
zurdería, ambidextreza y pérdida de los sonidos de alta frecuencia 3.
Numerosos investigadores, al estudiar aspectos particulares de las funciones básicas
para el aprendizaje de la lectoescritura han corroborado lo dicho anteriormente. Así, se han
encontrado diferencias en la percepción visual y la coordinación visomotora 22,23,24,25,26,27, la
actividad muscular motora 16,22,23,26 y el lenguaje y la discriminación auditiva 28, lo cual
repercute en el éxito en el aprendizaje escolar de varones y hembras.
Uno de los factores, considerado de primordial importancia y determinante de la
madurez es la alimentación. La subalimentación hace que el niño sea más susceptible a la
enfermedad en general. La cronicidad de este proceso lleva a desnutrición y afecta tanto el
desarrollo físico, como fue demostrado por Méndez Castellanos en Venezuela, en 1994,
manifestado por alteración sobre todo en la talla, la cual guarda correspondencia directa con
el tamaño del perímetro cefálico 29.
25
Según el Sistema de Vigilancia Alimentaria Nutricional (SISVAN) para 1996, se
registró en niños de 2 a 6 años un 24% de desnutrición, predominando la desnutrición cró-
nica compensada o armónica (12%), seguida de la desnutrición aguda (10%) 17.
Castillo y colaboradores, en 1988, en México, demostraron que los niños que han
sobrevivido a la mala alimentación presentan alteraciones en el desarrollo mental, princi-
palmente retraso del desarrollo sensorial, del lenguaje y aprendizaje de la lectoescritura 30.
La desnutrición afecta el desarrollo de sistema nervioso central disminuyendo los
procesos de memoria, conceptualización y razonamiento como lo demostraron Sivira, en
1990 31 y Villavicencio, en 1994 32, ambos en Barquisimeto, al relacionar el estado nutri-
cional y el rendimiento escolar.
Numerosos trabajos se han realizado, en el país y la región centrooccidental, sobre
todo los efectuados por el Departamento de Medicina Preventiva y Social de la Universidad
Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), en la ciudad de Barquisimeto, que demuestran
la relación entre el estado nutricional y el rendimiento escolar 31,32,33,34,35,36, los cuales coin-
ciden en que los niños con deficiencias en el estado nutricional tienen un rendimiento esco-
lar menor que los niños normales.
Por otro lado, se ha encontrado que en la desnutrición se altera el metabolismo ba-
sal, el cual a su vez puede afectar la convergencia de los ojos impidiendo la visión binocu-
lar que llevaría a regresiones, omisión de palabras, pérdida de la línea al leer y confusión de
letras 3.
El problema nutricional no es aislado así, desde el punto de vista socioeconómico, la
marginalidad, la pobreza, la promiscuidad, la escasez de alimentos, los deficientes hábitos
alimentarios y las malas condiciones sanitarias pueden producir alteración del estado físico
26
y psíquico del niño hasta determinar que el niño rinda por debajo de sus iguales desde el
punto de vista de su energía y desarrollo para el trabajo escolar 12,13,14,15.
B. Bases Teóricas
Madurez para la Lectoescritura
Leer significa interpretar los símbolos percibidos visualmente y escribir es utilizar
esos símbolos para comunicarse.
El aprendizaje es un proceso evolutivo básico de cambio en el individuo y proviene
de la experiencia o la práctica. Durante sus primeros años, el niño adquiere progresiva y
secuencialmente una gran cantidad de información y de habilidades básicas que le sirven de
punto de partida para conocimientos y destrezas más complejas 37, 38.
Gracias a los estudios del psicólogo suizo Jean Piaget se ha conocido sobre el pro-
ceso de aprendizaje del niño; quien dividió el pensamiento y comportamiento del niño en
estadios que representan cambios cualitativos, cuya secuencia no cambia, ni se omite paso
alguno, cada uno de los estadios completa el precedente y a su vez es el precedente del si-
guiente 37.
El aprendizaje de la lectoescritura requiere de la conjunción de múltiples habilida-
des como: discriminación visual y auditiva, relación con un significado, combinación y por
último escribirlo o pronunciarlo.
En general el término madurez para el aprendizaje se entiende como el momento en
que el niño aprende con facilidad y sin tensión emocional.
Para Downing y Thackray es el momento del desarrollo en que, ya sea por obra de
la maduración, de un aprendizaje previo o de ambos, cada niño individualmente, puede
aprender a leer con facilidad y provecho 39.
27
En estas dos definiciones participan tanto la maduración y el desarrollo psicológico
como el aprendizaje previo, lo cual permitirá adquirir nuevos logros y aprendizajes.
Ausubel define la madurez como la adaptación adecuada de las capacidades existen-
tes del individuo (genéticas, del entorno, experiencias y aprendizajes) a las exigencias de
una tarea de aprendizaje bien definida 40.
Remplein, hace suyo el concepto de Hetzer al referir que la madurez escolar es la
capacidad que tiene el niño de apropiarse de los valores culturales tradicionales, mediante
un trabajo sistemático y metódico, junto con otros niños de su misma edad 41.
Para efectos de la presente investigación, se sigue el planteamiento de Condemarín
y colaboradores, quienes afirman que la madurez que tiene el niño en el momento de su
ingreso a la educación básica se ha concebido como la posibilidad de poseer un nivel de
desarrollo físico, psíquico y social que le permita enfrentar esta nueva situación y sus exi-
gencias. Esta madurez se logra gracias a la interacción de factores internos y externos, cuyo
dinamismo le asegura al niño una madurez orgánica en la medida que le sean proporciona-
das las condiciones externas indispensables como son las nutricionales, afectivas y ambien-
tales 3.
Las diferencias individuales que presentaban los niños plantearon la necesidad de
realizar una evaluación previa de su madurez, a fin de lograr una mayor eficiencia del pro-
ceso pedagógico. Así nacieron las pruebas de evaluación de la madurez.
¿Cómo se mide la madurez escolar?
Se han diseñado numerosos métodos para evaluar cuando un niño está maduro, en-
tre los que se utilizan: la observación directa del niño, entrevistas y cuestionarios a los pa-
dres, los tests estandarizados, las listas de cotejo y las pruebas de habilidades. La observa-
28
ción, las listas de cotejo, y las pruebas de habilidades pueden realizarse durante todo el
apresto del preescolar, es un método bueno pero presenta la dificultad de ser un proceso
largo. Los tests, que exploran las psicofunciones básicas para el aprendizaje de la lectoes-
critura, requieren de personal especializado entrenado (psicólogos) de aquí la dificultad
para su aplicación.
El test ABC de madurez escolar, ideado por Fihlo, en el año 1.960, permite obtener
un índice pronóstico respecto a la actuación de un niño que ingresa al primer año de la es-
cuela básica. Es un test de ejecución; ya que el sujeto debe efectuar cierto trabajo de mani-
pulación; de administración individual y de eficiencia; ya que estudia los aspectos cogniti-
vos de la personalidad como inteligencia, aptitudes y conocimiento, las cuales son producto
de las capacidades innatas y de la influencia del medio 42.
Consta de 8 reactivos: reproducción o copia de figuras, memoria visual inmediata,
memoria motora, memoria auditiva inmediata, memoria y secuencia lógica o evocación de
un relato, pronunciación, coordinación motriz por recortado y atención y fatigabilidad por
punteado. Se usa en la práctica para predecir con que facilidad el sujeto adquirirá ciertos
conocimientos.
Para su creador, el test no tenía relación con las escalas de inteligencia y abarcaba
sólo elementos psicológicos que intervienen en el aprendizaje de la lectoescritura como: la
coordinación visual motora, la resistencia a la inversión de la copia de la figura, la memo-
rización visual, la coordinación auditivomotora, la capacidad de pronunciación, la resisten-
cia a la obsesión de repetir palabras, la memorización auditiva, el índice de fatigabilidad, el
índice de atención dirigida, el vocabulario y la comprensión general 1; sin embargo, en la
29
actualidad se sabe que el rendimiento del niño en este test está influenciado por los mismos
factores, ya mencionados, que afectan la madurez.
Factores relacionados con la madurez
Tradicionalmente, los autores han elaborado listas de habilidades y capacidades que
influyen en la madurez, extensas o resumidas, unas hacen énfasis en factores emocionales,
otras en los sociales, etc., pero en todas se identifican unos factores comunes. Estos son:
a) Factores Fisiológicos: incluye la maduración, el crecimiento físico y el buen fun-
cionamiento orgánico.
b) Factores Cognoscitivos: donde se consideran las capacidades y destrezas tanto
generales como específicas.
c) Factores Lingüísticos: incluye el uso y conocimiento del lenguaje como sistema
de comunicación y medio de representación. Algunos autores lo incluyen en el anterior.
d) Factores Ambientales: incluye las experiencias en el medio social (hogar, grupo
social, escuela)
e) Factores Emocionales y Motivacionales: comprende la madurez y estabilidad
emocional, así como el deseo de aprender y utilizar lo aprendido 39.
Remplein considera cuatro áreas importantes para la madurez escolar, y las cuatro
áreas son: a) La madurez de las funciones de orientación, que incluye la percepción analíti-
ca y la capacidad de atención y concentración, en otras palabras la madurez intelectual, que
está más relacionada con la comprensión rápida y correcta de lo leído; b) La madurez de la
actitud de trabajo o la posibilidad de lograr atención dirigida que permite la concentración
en determinadas actividades y diferenciar entre juego y trabajo; c) La madurez social o
capacidad de establecer adecuadas relaciones sociales con niños y adultos, trabajar en gru-
30
po, tolerar la angustia de la competencia y aceptar una autoridad diferente a la de los pa-
dres; y d) La madurez biológica que se basa en el paralelismo entre desarrollo corporal y
psíquico 41.
Condemarín hace énfasis particularmente en la edad, el sexo, el factor intelectual o
Coeficiente Intelectual, la salud, que incluye alteraciones visuales, auditivas, neurológicas y
el estado nutricional y la estimulación psicosocial. En este trabajo se estudian fundamen-
talmente el sexo, la edad, el estado nutricional y el factor ambiental a través del estrato so-
cial y el tipo de institución 3.
Edad
La edad, es definida por Condemarín como el lapso de tiempo en que se suceden
acontecimientos que modificarán o mantendrán las conductas del niño. La edad en que los
niños están maduros para iniciar el aprendizaje escolar es un factor de controversia. No
existe una edad estándar que garantice el éxito en el dominio de la situación escolar, sino
niveles de desarrollo de funciones psicológicas básicas susceptibles de ser perfeccionadas19.
Entre los cinco años y medio y los seis años y medio corresponde a lo que se ha
llamado el primer cambio de configuración corporal, tanto en crecimiento (peso y talla)
como en desarrollo (maduración del sistema nervioso central y de los órganos perceptivos),
por lo que se ha aceptado fijar esta edad para su ingreso al primer año de la educación bási-
ca 3. Por el contrario, otros sistemas exigen como requisito la edad mental, entendida como
la edad en la cual el niño tiene los comportamientos o conductas psicológicas correlativas a
una determinada edad de desarrollo ya que aparentemente está más relacionada con el éxito
en las tareas de aprendizaje escolar que la edad cronológica.
31
Hay cierto tipo de habilidades y rendimientos que dependen de la edad cronológica
y del grado escolar, sobre todo el uso del lenguaje escrito y la aritmética y aunque existe
relación entre edad mental y madurez, aceptar que esta llegaría con la sola introducción de
la variable tiempo y la posición categórica de que determinada edad mental constituye el
punto de partida para iniciar determinado aprendizaje, puede conducir a subestimar la im-
portancia del aprestamiento, el ambiente sociocultural, el sistema escolar y la motivación3,8.
Sexo
Las niñas alcanzan la pubertad más temprano, año y medio antes que los varones,
los aventajan en la aparición de los dientes y en la osificación del esqueleto, comienzan a
hablar más temprano y poseen un vocabulario más amplio, son más eficientes en el manejo
de la escritura y en el dominio de la ortografía 43.
Estas diferencias de comportamiento por sexo han sido interpretadas como producto
de factores hereditarios en el desarrollo fisiológico, otros la han explicado por factores cul-
turales y se argumenta que las diferencias en el éxito lector de los varones se relaciona con
factores emocionales entre la maestra y sus alumnos donde los varones tendrían menor
oportunidad para la expresión de sus tendencias agresivas, a la vez que reciben más comen-
tarios negativos y; por otro lado, de manera inconsciente o no, se les presiona más en cuan-
to a las exigencias académicas 3.
Estado Nutricional
La estructura biológica del ser humano es el producto del potencial genético bajo la
influencia de las características ambientales, favorables o desfavorables, que interaccionan
originando lo que se conoce como el estado nutricional. Entre los factores que condicionan
un estado nutricional adecuado, la alimentación es considerada como la de mayor jerarquía.
32
Este se determina mediante la somatometría, fundamentalmente peso y talla, cuyos valores
son comparados con los estándares del Instituto Nacional de Nutrición (INN) y posterior-
mente se realiza el diagnóstico del estado nutricional combinando los indicadores antropo-
métricos Talla /Edad, Peso/Edad y Peso/Talla 24.
La poca disponibilidad de alimentos durante poco tiempo provoca alteraciones en el
peso, manifestándose como un individuo con un peso bajo para la edad cronológica y esto
se conoce como Desnutrición Actual.
Pero la cronicidad de este proceso lleva a afectar tanto el desarrollo físico, que se
manifiesta, no sólo por alteración del peso sino también y sobre todo en la talla y en el pe-
rímetro cefálico 29 y esto es conocido como Desnutrición Crónica, la cual tiene dos catego-
rías:
a) La desnutrición crónica armónica, llamada también compensada por el SISVAN
17, en la cual hay disminución de la talla por debajo de la segunda desviación estándar en
las gráficas talla/edad y la disminución en el peso es acorde con la disminución de la talla.
Por ejemplo, si el niño tiene 5 años y su talla corresponde a la de un niño de 3 años y me-
dio, el peso que tiene es el que corresponde a un niño de 3 años y medio. Aquí se aprecia
disminución de la talla y del peso de manera armónica, es decir, el niño luce como un niño
de 3 años y medio.
b) La desnutrición crónica y actual o descompensada, considerada como la forma
más grave de desnutrición, donde igualmente hay disminución de la talla, pero el peso es
mucho menor que el que corresponde para la edad. Por ejemplo, el mismo niño de 5 años,
con talla de un niño de 3 años y medio y peso como un niño de 2 años.
33
Entre los signos universales de desnutrición 44 están: dilución, atrofia e hipofunción,
los cuales se manifiestan en todos los órganos y sistemas de la economía; a esto no escapa
el sistema nervioso central y esta carencia de nutrientes en los primeros meses de la vida
deja secuelas definitivas e irreversibles, aun cuando posteriormente mejoren las condicio-
nes, afectando directamente las funciones básicas para el aprendizaje, es decir, la madurez.
Estrato Social
Se entiende por estrato social la clase social a la que pertenece una persona o grupo
de personas. En este trabajo se determina mediante el Método de Graffar, el cual es un ins-
trumento estandarizado, que divide los grupos sociales en 5 clases.
El estrato social es un factor importante, sobre todo en los países en desarrollo ya
que el hecho de provenir el niño de ambientes marginales desde el punto de vista socioeco-
nómico, produce la alteración en el estado físico y psíquico. La pobreza, la promiscuidad, la
escasez de alimentos, los deficientes hábitos alimentarios, las malas condiciones sanitarias,
la dimensión, dotación y comodidades de la casa, las oportunidades de recreación y de ex-
periencias sociales, el nivel educativo de los padres y la calidad de las relaciones personales
intra o extrafamiliares, pueden determinar que el niño rinda por debajo de sus iguales desde
el punto de vista de su energía y desarrollo para el trabajo escolar 12,13,14,15.
34
Capítulo III
METODOLOGÍA
La presente investigación es un estudio de campo, descriptivo, transversal.
Es un estudio de campo ya que los datos son obtenidos directamente de la situación
o de los participantes involucrados; es descriptivo porque se limita a la observación y des-
cripción de los hechos tal como ocurren y es transversal porque se estudia la situación exis-
tente en un momento determinado.
Población y Muestra
La población estuvo conformado por la totalidad de los niños, de cualquier sexo y
edad, matriculados en los institutos seleccionados, quienes estuvieran cursando el último
mes del último nivel de preescolar o el primer mes del primer grado de educación básica,
que asistieran con su representante a la cita expedida.
Los institutos de educación preescolar fueron seleccionados mediante muestreo de
conveniencia. Asistieron todos los sujetos matriculados por lo que la población y la muestra
fueron idénticas. Se estudió un total de 74 niños, 35 pertenecientes a dos instituciones pri-
vadas, ubicadas al este de Barquisimeto: Papagayo (12) y La Ronda (23), y 39 niños, con
iguales características, pertenecientes a dos instituciones públicas, del oeste de la ciudad:
Escuela San Vicente (17) y U.E Libertador (22).
Procedimiento
Previa presentación del investigador en cada una de las instituciones y explicación
a los directores y maestros de los preescolares los propósitos de la investigación, se proce-
35
dió a convocar los representantes de los niños a fin de explicarles el objetivo del estudio y
solicitar la colaboración en el mismo. Obtenida ésta, en cada una de las escuelas, el investi-
gador se encargó de la aplicación del test ABC a 6 niños por vez.
Se extendió una citación al niño y a su representante para asistir posteriormente al
consultorio a fin de tomarle las medidas antropométricas: peso y talla, al primero; y aplicar-
le encuesta socioeconómica, al segundo. Igualmente, se citaron 6 pares de sujetos por día.
La recolección de datos se realizaría en el último mes del año escolar, en el mes de
junio o en su defecto, en los primeros quince días del inicio del primer grado de educación
básica, a fin de evitar la influencia de la enseñanza de este nivel en el rendimiento del test
ABC. Los niños de las instituciones privadas fueron examinados en el mes de junio de
l997; pero, por razones ajenas al investigador, que consistió en una huelga magisterial en
las escuelas públicas, los niños de las instituciones públicas fueron examinados siete meses
más tarde, en el mes de enero de 1.998.
Instrumentos de Recolección de Datos
Se usó una ficha de recolección de datos, especialmente diseñada para la investiga-
ción, estructurada en 4 partes: 1) Datos de Identificación del niño y del representante, 2)
Estrato Social, 3) Estado Nutricional y 4) Test ABC (anexo2).
Los Datos de Identificación del niño y del representante incluyó los siguientes as-
pectos: nombre y apellido del niño, sexo, fecha de nacimiento, edad en años y meses y di-
rección, nombre y apellido de los padres, estado civil, profesión u ocupación de cada uno,
número de hermanos y edad de cada uno y la fecha de elaboración de la entrevista.
36
Para medir el Estrato Social se utilizó la encuesta de Graffar modificado por Mén-
dez Castellano (anexo 3). Esta encuesta considera los aspectos siguientes: nivel de instruc-
ción de la madre, fuente principal de ingresos, profesión del jefe de la familia y calidad de
la vivienda; cada aspecto tiene a su vez cinco categorías en escala ordinal, a la cual se le
asigna una puntuación que va en orden decreciente de 5 a 1 puntos, lo cual permitió clasifi-
car a los niños en cinco estratos: clase alta: entre 17 y 20 puntos, media alta: entre 14 y 16
puntos, media baja: entre 11 y 13 puntos, obrera: entre 8 y 10 puntos y marginal: entre 4 y 7
puntos.
Para el estudio del Estado Nutricional se siguió la técnica de medición adecuada del
peso y la talla, realizada por el investigador mismo, el peso se registró en gramos y la talla
en centímetros. Luego, se utilizaron las tablas de indicadores antropométricos: Talla/Edad,
Peso/Edad y Peso/Talla, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) modificadas por el
INN (anexo 4) para catalogar a los niños como Normales, Bajo la norma y Sobre la norma.
Posteriormente se combinaron los indicadores antropométricos ya mencionados mediante la
tabla de Ariza y Hernández de Valero (anexo 5) para realizar el diagnóstico del Estado Nu-
tricional, la cual permite clasificar a los niños en 9 categorías: normal, en riesgo, desnutri-
ción actual, desnutrición crónica armónica, desnutrición crónica y actual, sobrepeso, obesi-
dad, sobrepeso con desnutrición crónica y obesidad con desnutrición crónica.
Para el estudio de la Madurez se utilizó el Test ABC de verificación de la madurez
necesaria para el aprendizaje de la lectura y escritura (anexo 6). El Test ABC consta de 8
reactivos: reproducción o copia de figuras (Test 1), memoria visual inmediata (Test 2),
memoria motora (Test 3), memoria auditiva inmediata (Test 4), memoria y secuencia lógica
37
o evocación de un relato (Test 5), pronunciación (Test 6), coordinación motriz por recorta-
do (Test 7) y atención y fatigabilidad por punteado (Test 8).
Se siguió la guía de observación y evaluación (anexo 7) para calificar cada reactivo
con 3, 2, 1 ó 0 puntos según su ejecución, siendo 3 puntos la máxima calificación para la
ejecución perfecta y, siguiendo un orden correlativo hasta cero puntos, la mínima puntua-
ción, para una deficiente ejecución o no-ejecución.
Seguidamente se totalizó y el resultado se expresó en puntos, lo cual permitió clasi-
ficar los niños, según su puntuación en cuatro grupos:
• Grupo A o Superior: de 17 a 24 puntos, los que aprenderán fácilmente a leer y escribir
sin dificultad ni cansancio, en menos tiempo del común (un semestre lectivo);
• Grupo B o Medio: de 12 a 16 puntos, el aprendizaje se realizará normalmente en tiempo
normal (un año lectivo);
• Grupo C o Inferior: de 8 a 11 puntos, los que aprenderán a leer y escribir con dificultad
en tiempo normal (un año lectivo), gracias a un mayor esfuerzo y aplicación;
• Grupo D o Muy inferior: de 0 a 7 puntos, los que no aprenderán en el tiempo estableci-
do.
Análisis de los Datos
Todos los instrumentos aplicados en esta investigación, Test ABC, la encuesta de
Graffar, las gráficas de la OMS y las tablas de Ariza y Hernández, además de ser de relati-
vamente fácil aplicación y bajo costo, son pruebas estandarizadas. Los datos obtenidos se
analizaron mediante programa de computación y se presentan en cuadros y gráficos de ba-
38
rras o tortas como frecuencia simple y porcentaje y por ser un estudio descriptivo y trabajar
con la población no se aplicarán pruebas de significancia estadística
39
Capítulo IV
RESULTADOS
Cuadro 1 Distribución por Sexo y Edad de los Preescolares de las Instituciones
Privadas y Públicas. Barquisimeto. 1997-1998
EDAD (meses)
SEXO FEMENINO MASCULINO Número % Número %
TOTAL
Número %
Menor de 66 1 1,35 1 1,35 2 2,70 66 - 71 10 13,51 5 6,76 15 20,27 72 - 77 22 29,73 11 14,87 33 44,60 78 – 83 12 16,22 10 13,51 22 29,73
Mayor de 83 1 1,35 1 1,35 2 2,70 Total 46 62,16 28 37,84 74 100,00
En este cuadro se aprecia la distribución de la población por sexo y edad. En cuanto
a la edad, del total de 74 sujetos, el 44,60% tenía una edad entre 72 y 77 meses, seguido del
29,73% con edades entre 78 y 83 meses y el 20,27% entre 66 y 71 meses. Las edades ex-
tremas sólo alcanzaron 2,70% cada una.
Igualmente, del total de 74 sujetos, hubo 46 niñas (62,16%) y 28 varones (37,84%).
Llama la atención la distribución de los grupos de edad en cada sexo: en las niñas hubo un
franco predominio del grupo entre 72 a 77 meses (29,73%), seguidas de los grupos entre 78
y 83 meses y entre 66 a 71 meses, los cuales mostraron porcentajes similares (16,22% y
13,51%, respectivamente); mientras que en los varones, la máxima frecuencia es comparti-
da por los grupos entre 72 a 77 meses y entre 78 y 83 meses (14,87% y 13,51%, respecti-
vamente) y el grupo entre 66 a 71 meses representó el 6,76%.
El Gráfico 1 muestra esta distribución de los grupos de edad en cada uno de los se-
xos y en el total de niños del estudio. La curva que representa el total de niños y la de las
40
niñas tiene forma piramidal, mientras que la forma de la curva que representa a los varones,
es de pirámide truncada.
Gráfico 1 Distribución por Sexo y Edad de los Preescolares de las Instituciones
Privadas y Públicas. Barquisimeto. 1997-1998
Cuadro 2 Distribución de los Preescolares por Edad y Tipo de Institución Privada y Pública.
Barquisimeto. 1997-1998
EDAD (meses)
TIPO DE INSTITUCIÓN PRIVADA PÚBLICA
Número % Número %
TOTAL
Número %
Menor de 66 1 2,86 1 2,56 2 2,70 66 - 71 12 34,29 3 7,69 15 20,27 72 - 77 13 37,14 20 51,28 33 44,60 78 – 83 9 25,71 13 33,33 22 29,73
Mayor de 83 0 0 2 5,13 2 2,70 Total 35 100 39 100 74 100,00
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
menor de 66 66 - 71 72 - 77 78 - 83 mayor de 83
Edad (meses)
Po
rcen
taje Femenino
Masculino
Total
41
El cuadro 2 muestra la distribución por edad y tipo de institución. Se encuentra que,
tanto en instituciones privadas como públicas, predominaron los niños entre 72 y 77 meses
y en cada una, sólo hubo un niño menor de 66 meses. En las escuelas públicas, el 51,28%
de los niños tenía una edad entre 72 y 77 meses, seguido del grupo entre 78 y 83 meses con
un 33,33%. En las escuelas privadas no se aprecia marcado predominio de un grupo parti-
cular y el 71,43% de los niños tiene una edad comprendida entre 66 y 77 meses, conforma-
do por 37,14% entre 72 y 77 meses y 34,29% en el grupo de edad inmediatamente inferior,
seguido del grupo entre 78 y 83 meses con un 25,71%.
Cuadro 3 Distribución de los Preescolares de cada Institución Privada y Pública
por Estrato Social Barquisimeto. 1997-1998
ESTRATO SOCIAL
Condición de la Institución PRIVADAS PÚBLICAS
PAPAGAYO LA RONDA SAN VICENTE LIBERTADOR Nº % Nº % Nº % Nº %
TOTAL
Número %
ALTA 10 (13,51) 17 (22,97) 0 0 27 36,49 MEDIA ALTA 2 (2,70) 4 (5,41) 0 3 (4,05) 9 12,16 MEDIA BAJA 0 2 (2,70) 3 (4,05) 2 (2,70) 7 9,46
OBRERA 0 0 6 (8,11) 11 (14,87) 17 22,97 MARGINAL 0 0 8 (10,81) 6 (8,11) 14 18,92 SUBTOTAL 12 (16,22) 23 (31,08) 17 (22,97) 22 (29,73)
TOTAL 35 (47,30) 39 (52,70) 74 100
En la distribución de los niños de cada institución por estrato social se observa que
de los 74 niños, 39 (52,70%) estudian en instituciones públicas: Escuela San Vicente (17) y
Escuela Libertador (22), lo cual representó el 22,97% y el 29,73%, de la población en estu-
dio respectivamente. De igual manera, 35 niños (47,30%) estudian en instituciones priva-
das: Preescolar la Ronda (23) y Preescolar Papagayo (12), representando el 16,22% y el
31,08%, respectivamente.
42
Predominó la clase alta con 36,49%, seguida de la obrera con 22,97% y la marginal
con 18,92%, totalizando las dos últimas el 41,89% de la población. La clase media se ubicó
en los últimos lugares, obteniendo la media alta el 12,16% y la media baja sólo alcanzó un
9,46% (Cuadro 3).
Gráfico 2
Distribución de los Preescolares por Estrato Social y Tipo de Institución Privada y Pública Barquisimeto. 1997-1998
Al distribuir los preescolares por tipo de institución y estrato social, se observa que
el 94,28% de los sujetos de las instituciones privadas pertenecen a la clase alta (77,14%) y
media alta (17,14%) y no se presentaron sujetos de la clase obrera y marginal; de igual ma-
nera, el 79,49% de los niños de los institutos públicos pertenece a la clase obrera (43,59%)
y marginal (35,90%) y no hubo sujetos de la clase alta. Llama la atención que en las escue-
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Estrato Social
Privadas
Públicas
Privadas 77,14 17,14 5,71 0 0
Públicas 0 7,69 12,82 43,59 35,9
Alta Media Alta Media Baja Obrera Marginal
43
las públicas se registró un 7,69% de sujetos de clase media alta y en las escuelas privadas
hubo un 5,71% de sujetos de clase media baja (Gráfico 2).
Cuadro 4 Distribución de los Preescolares de cada Institución Privada y Pública
según el Estado Nutricional. Barquisimeto. 1997-1998
ESTADO NU-TRICIONAL
TIPO DE INSTITUCIÓN PRIVADAS PÚBLICAS PAPAGAYO LA RONDA SAN VICENTE LIBERTADOR Nº % Nº % Nº % Nº %
TOTAL
Número %
OBESIDAD 2 (2,70) 3 (4,05) 0 0 1 (1,35) 6 8,11 SOBREPESO 1 (1,35) 6 (8,11) 1 (1,35) 2 (2,70) 10 13,51
SOBREPESO +DC* 0 0 0 0 1 (1,35) 2 (2,70) 3 4,05 NORMAL 9 (12,16) 14 (18,92) 5 (6,76) 15 (20,27) 43 58,11 D.C.A** 0 0 0 0 10 (13,51) 2 (2,70) 12 16,22
SUBTOTAL 12 (16,22) 23 (31,08) 17 (22,97) 22 (29,73) Total 35 (47,30) 39 (52,70) 74 100,00 * DC: Desnutrición crónica **D.C.A: Desnutrición Crónica Armónica
En el cuadro 4 se muestra la distribución de los preescolares según el estado nutri-
cional. De los 74 niños del estudio, el 58,11% presentó un estado nutricional normal, se-
guido de 25,67% de niños con estado nutricional sobre la norma, conformado por 13,51%
con sobrepeso, 8,11% con obesidad y 4,05% con sobrepeso con desnutrición crónica. El
16,22% de los niños se ubicó bajo la norma, sólo en la categoría desnutrición crónica ar-
mónica y todos procedentes de escuelas públicas. No se presentaron niños en el resto de las
categorías de estado nutricional.
El gráfico 3 muestra que en los 35 niños de las escuelas Privadas no se presentó
DCA ni Sobrepeso con Desnutrición Crónica; 12 niños (34,29%) presentaron alguna forma
de estado nutricional sobre la norma: sobrepeso (20%) y obesidad (14,29%) y 23 niños
(65,71%), un estado nutricional normal. En tanto que, de los 39 niños de las escuelas públi-
44
cas, 20 (51,28%) presentaron un estado nutricional normal, sólo 7 (17,94%) presentaron
algún tipo de sobrepeso y 12 (30,77%) presentaron DCA.
Gráfico 3 Distribución de los Preescolares por Estado Nutricional y Tipo de Institución.
Privada y Pública. Barquisimeto. 1997-1998.
En el cuadro 5 se muestra la calificación obtenida por los preescolares en el Test
ABC según el tipo de institución. Todos los alumnos se ubicaron entre 9 y 22 puntos. El
17,57% de los niños obtuvo 19 puntos, las calificaciones 16,17 y 21 puntos fueron logra-
das, cada una, por el 10,81% de los niños. Las calificaciones extremas, 9 y 21 puntos, fue-
ron obtenidas por el 2,70% de los niños (1.35% cada una).
El 94,29% de los niños de las instituciones privadas obtuvo una puntuación de 16
puntos o más, mientras que en las escuelas públicas el 64,12% obtuvo entre 12 y 17 puntos.
Es de hacer notar que en el Preescolar Papagayo el 50% de sus alumnos logró puntuaciones
superiores a 21 puntos, en tanto que en La Ronda el 47,83% se ubicó entre 19 y 20. Igual-
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Estado Nutricional
Privadas
Públicas
Privadas 14,29 20,00 0,00 65,71 0,00
Públicas 2,56 7,69 7,69 51,28 30,77
Obesidad SobrepesoSobrepeso +
DCNormal D.C.A
45
mente resalta que en la escuela Libertador el 31,83% de los alumnos obtuvo notas de 17
puntos o más y sólo un 13,64% menor de 11; en cambio, en la escuela San Vicente se in-
vierten estos valores registrándose 17,64% y 29,40%, respectivamente. (anexo 8).
Cuadro 5
Distribución de los Preescolares de las Instituciones Privadas y Públicas según Puntuación en el Test ABC. Barquisimeto. 1997-1998
PUNTUACIÓN TIPO DE INSTITUCIÓN
PRIVADAS PÚBLICAS Nº % Nº %
TOTAL Nº %
9 0 0 1 2,56 1 1,35 10 0 0 5 12,82 5 6,76 11 0 0 2 5,13 2 2,70 12 0 0 5 12,82 5 6,76 13 0 0 4 10,26 4 5,41 14 1 2,86 4 10,26 5 6,76 15 1 2,86 4 10,26 5 6,76 16 4 11,43 4 10,26 8 10,81 17 4 11,43 4 10,26 8 10,81 18 3 8,57 2 5,13 5 6,76 19 10 28,57 3 7,70 13 17,57 20 4 11,43 0 0 4 5,41 21 7 20,00 1 2,56 8 10,81 22 1 2,86 0 0 1 1,35
TOTAL 35 100 39 100 74 100
En el gráfico 4 se observa que en las escuelas privadas no hubo calificaciones me-
nores de 14 puntos, la máxima puntuación fue 22 y la calificación predominante fue 19
puntos (28,57%), seguida de los 21 puntos (20%); en tanto que en las escuelas públicas se
obtuvo calificaciones entre 9 y 21 puntos, las calificaciones predominantes fueron de 10 y
12 puntos (12,82%), seguida de la puntuación entre 13 y 17 puntos (10.26% cada una).
46
Gráfico 4 Puntuación en el Test ABC según Tipo de Institución Privada y Pública.
Barquisimeto 1997-1998
Cuadro 6
Madurez Escolar según Test ABC en cada una de las Instituciones Privadas y Públicas. Barquisimeto 1997-1998
MADUREZ ESCOLAR Test ABC
Condición de la Institución PRIVADAS PÚBLICAS
PAPAGAYO LA RONDA SAN VICENTE LIBERTADOR Nº % Nº % Nº % Nº %
TOTAL
Número %
SUPERIOR 11 14,86 19 25,68 4 5,41 7 9,46 40 54,05 MEDIO 1 1,35 4 5,41 8 10,81 12 16,21 26 35,14
INFERIOR 0 0 0 0 5 6,76 3 4,05 8 10,81 SUBTOTAL 12 16,21 23 31,08 17 22,97 22 29,73
TOTAL 35 47,30 39 52,70 74 100
En el cuadro 6 se observa que el 54,05% del total de niños del estudio rindió en la
categoría Superior del Test ABC; 35,14% en la categoría Medio y el 10,81% en la categoría
Inferior. La gran mayoría de los alumnos de las dos instituciones privadas rindió en la cate-
0,00 5,00 10,00 15,00 20,00 25,00 30,00
Porcentaje
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
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21
22
Pu
ntu
ació
n
Públicas
Privadas
47
goría superior y no se observa rendimiento inferior. En tanto que en las escuelas públicas
Libertador y San Vicente, el mayor porcentaje de alumnos alcanzó un rendimiento medio.
De los 17 niños de la escuela San Vicente, 5 rindieron inferior y de los 22 niños de la es-
cuela Libertador, 7 rindieron superior.
Gráfico 5 Madurez Escolar (TEST ABC) según Tipo de Institución Privada y Pública.
Barquisimeto. 1997-1998
En el gráfico 5 se muestra el resultado del Test ABC según el tipo de escuela, se ob-
serva que el 82,86% de los niños de las escuelas privadas rindió superior contra un 28,21%
de las escuelas públicas, en la cual un 51,28% se ubicó en la categoría medio y un 20,51%
en la categoría inferior.
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Po
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taje
Privadas Públicas
Tipo de Institución
Superior
Medio
Inferior
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Gráfico 6 Madurez Escolar (Test ABC) según Sexo. Barquisimeto. 1997-1998
En el gráfico 6 se observa la madurez para la tarea escolar según el sexo. El 58,70%
de las niñas se ubicaron preferentemente en la categoría superior contra el 46,43% de los
varones; en la categoría medio los varones superaron discretamente a las niñas (35,71% /
34,78%) en tanto que en la categoría inferior los varones superaron ampliamente a las niñas
(20% / 6,52%).
Cuadro 7
Resultado del Test ABC según Edad. Barquisimeto. Febrero 1.998.
Edad (meses)
Test ABC SUPERIOR MEDIO INFERIOR Nº % Nº % Nº %
TOTAL
Número %
Menor de 66 2 5 0 0 0 0 2 2,70 66 – 71 11 27,5 3 11,54 1 12,5 15 20,27 72 – 77 15 37,5 14 53,85 4 50,0 33 44,60 78 – 83 11 27,5 9 34,61 2 25,0 22 29,73
Mayor de 83 1 2,5 0 0 1 12,5 2 2,70 Total 40 100 26 100 8 100 74 100
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100P
orc
enta
je
Masculino Femenino
Sexo
Superior
Medio
Inferior
49
En el cuadro 7 se muestra la madurez para la tarea escolar según la edad. En todas
las categorías, el mayor porcentaje de los niños se ubicó en el grupo entre 72 y 77 meses.
De los 40 niños que rindieron superior, 37,5% tenía esa edad, los de 66 a 71 meses y los de
78 a 83 meses comparten igual porcentaje (27,5%) y llama la atención que exista un 5% de
niños menores de 66 meses que rindieron en esta categoría. El 53,85% de los 26 niños que
rindieron medio tenían la misma edad media, seguidos de los que tenían entre 78 y 83 me-
ses. No hubo sujetos de las edades extremas en esta categoría. De los 8 niños que rindieron
inferior el 75% tenía una edad entre 72 y 83 meses, no existen niños menores de 66 meses
en esta categoría y llama la atención que exista un 12,5% de niños mayores de 83 meses en
esta categoría.
Gráfico 7
Madurez Escolar (Test ABC) según Estado Nutricional. Barquisimeto. 1997-1998
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Superior Medio Inferior
Test ABC
Obesidad
Sobrepeso
Sobrepeso + DC
Normal
D.C.A
50
En el gráfico 7 se muestra el resultado del test ABC según el Estado Nutricional. Se
encontró que entre los que rindieron Superior el 67,5% tenía estado nutricional normal,
32,5% alguna forma de sobrepeso (15% obesos, 15% con sobrepeso, 2,5% con sobrepeso
más D.C) y no hubo niños desnutridos que rindieran superior. Entre los que rindieron me-
dio el 61,54% presentaron estado nutricional normal, el 19,23% con peso sobre la norma e
igual porcentaje de DCA y, entre los que rindieron inferior, el 87,5% son desnutridos cróni-
cos armónicos.
Gráfico 8 Madurez Escolar (Test ABC) según Estrato Social. Barquisimeto.1997 - 1.998.
En el gráfico 8 se muestra la madurez para la tarea escolar mediante el test ABC se-
gún el estrato social. Se observa el 75% de los niños que rindieron superior pertenecen a la
clase alta o media alta, el 69,23% de los niños que rindieron medio, a la clase obrera y mar-
ginal y el 87,5% de los que rindieron inferior pertenecen a la clase marginal.
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Superior Medio Inferior
Test ABC
Alta
Media Alta
Media Baja
Obrera
Marginal
51
Cuadro 8 Calificación de los Preescolares en cada Reactivo según Tipo de Institución Privada y
Pública Barquisimeto. 1997-1998
Reactivo Calificación Institutos Privados Calificación Institutos Públicos 3 2 1 0 3 2 1 0 Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %
Test 1 32 91,4 3 8,57 0 0 0 0 18 46,2 15 38,5 5 12,8 1 2,56 Test 2 16 45,7 18 51,4 0 0 0 0 9 23,1 28 71,8 2 5,13 0 0 Test 3 25 71,4 9 25,7 1 2,86 0 0 7 18,0 13 33,3 17 43,6 2 5,13 Test 4 4 11,4 27 77,1 4 11,4 0 0 0 28 71,8 9 23,1 2 22,2 Test 5 30 85,7 3 8,57 1 2,86 1 2,86 20 51,3 9 23,1 6 15,4 4 10,3 Test 6 16 45,7 17 48,6 2 5,71 0 0 13 33,3 16 41,0 9 23,1 1 2,56 Test 7 18 51,4 11 31,4 5 14,3 1 2,86 9 23,1 9 23,1 11 28,2 10 25,6 Test 8 1 2,86 10 28,6 17 48,6 7 20,0 0 0 11 28,2 19 54,3 9 23,1
El cuadro 8 muestra el resultado obtenido por los preescolares en cada reactivo del
test ABC según el tipo de institución. En general, los niños de las escuelas privadas obtu-
vieron mejor rendimiento en todos los tests que los niños de las escuelas públicas. En los
test 1, 3, 5 y 7, del 51,4% al 91,4% de los niños de las escuelas privadas mostraron una eje-
cución perfecta de las tareas, en relaciones que van desde 1,37:1 hasta 4,2:1, si se compara
con los niños de las escuelas públicas, como se observa en el test 3. Así mismo, en el test 8,
el 54,3% de los niños de las escuelas públicas alcanzaron cero puntos, en tanto que el
48,6% de los niños de las escuelas privadas lograron un punto.
Cuadro 9 Calificación de los Preescolares en cada Reactivo según Sexo
Barquisimeto. 1997-1998
Reactivo Calificación Varones Calificación Hembras Nº 3 2 1 0 3 2 1 0
Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Test 1 18 64,3 8 28,6 2 7,14 0 0 32 69,6 10 21,7 3 6,52 1 2,17 Test 2 9 32,1 17 60,7 1 3,57 0 0 16 34,8 29 63,0 1 2,17 0 0 Test 3 11 39,3 9 32,1 8 28,6 0 0 21 45,7 13 28,3 10 21,7 2 4,35 Test 4 2 7,14 20 71,4 4 14,3 2 7,14 2 4,35 35 76,1 9 19,6 0 0 Test 5 17 60,7 5 17,9 3 10,7 3 10,7 33 71,7 7 15,2 4 8,70 2 4,35 Test 6 13 46,4 6 21,4 9 32,1 0 0 16 34,8 27 58,7 2 4,35 1 2,17 Test 7 7 25,0 8 28,6 10 35,7 3 10,7 20 43,5 12 26,1 6 13,0 8 17,4 Test 8 0 0 6 21,4 15 53,6 7 25,0 1 2,17 15 32,6 21 45,7 9 19,6
52
En el cuadro 9 se muestra el rendimiento de los niños del estudio en cada uno de los
reactivos según el sexo. En general, el porcentaje de niñas que obtuvieron 3 puntos en la
ejecución de las tareas es discretamente mayor que el porcentaje de varones para la mayoría
de los test, excepto en el test 6 donde los niños superaron a las niñas en una relación 1,33:1
y en el test 4, donde el porcentaje de niños que obtuvo 3 puntos es de 7,14 y 4,35% para
varones y hembras, respectivamente. Llama la atención que en el test 8 el 53,6% de los
varones y el 45,7% de las hembras hayan logrado una calificación de un punto, y la califi-
cación de cero puntos haya sido alcanzada por el 19,6% de las niñas y el 25% de los niños.
53
Capítulo V
DISCUSIÓN
El aprendizaje de la lectoescritura es un proceso complejo, para la cual el niño debe
poseer cierta madurez, definida como la posibilidad de que el niño posea en el momento de
su ingreso al sistema escolar, un nivel de desarrollo físico, psíquico y social que le permita
enfrentar adecuadamente esa situación y sus exigencias. 3
El hecho de que niños de igual edad cronológica y similar madurez biológica, pero
de diferente condición socioeconómica y/o nutricional, rindan de manera diferente al inicio
de su escolaridad hace suponer que otros factores, llamados externos, pudieran estar inter-
viniendo en dichos resultados y no sólo los factores internos.
En la presente investigación se estudió un total de 74 niños, 35 de dos instituciones
privadas y 39 de dos públicas del área urbana de Barquisimeto. Se encontró que el porcen-
taje de niñas casi duplica el de los niños, 62,16% y 37,84%, respectivamente.
En cuanto a la edad es un factor de controversia, ya que la mayoría de las institu-
ciones exigen la edad cronológica como requisito de ingreso a la escuela básica y, según
Condemarín, es uno de los aspectos menos significativo de la madurez escolar. En este tra-
bajo se encontró que el 44,60% del total de niños terminan la educación preescolar entre 72
y 77 meses (6 años y 6 años 5 meses), el 29,73% entre 6 años y medio y seis años 11 meses
y el 22,97% con edades inferiores a los 6 años.
La mayoría de los niños, tanto los que rindieron superior como lo que rindieron me-
dio, tenían edades entre 6 años y 6 años 5 meses y llama la atención que, hubo niños meno-
res de 6 años que rindieron superior y de 7 años que rindieron inferior. Lo que permite infe-
54
rir que probablemente la edad sea un factor participante pero no determinante de la madu-
rez para la tarea escolar, similar a lo mencionado por Condemarín 3.
Con respecto a la edad y el sexo, el 47,82% de las 46 niñas tenía una edad entre 6
años y 6 años y medio y llamó la atención que 10 niñas, que representaban el 23,91%, tu-
vieran una edad menor de 6 años; en cambio, el 75% de los varones tenía una edad entre 6
y 7 años y sólo el 17,86% fue menor de 6 años. Las razones por las cuales las niñas son
ingresadas más temprano a la escolaridad formal, probablemente se deban a lo dicho por
Condemarín y otros investigadores reportados en la revisión bibliográfica, al referir que las
niñas maduran de 18 a 24 meses antes que los varones 3,29,43, 44.
Además se encontró que los niños de las escuelas públicas, en un 84,61% inician su
escuela básica entre 6 y 7 años, en tanto que en las escuelas privadas este porcentaje es del
62,85%, con un 37,15% de niños con edades inferiores a 6 años contra sólo el 10,15% de
niños en este renglón en las escuelas públicas. Estos datos reflejan que los niños ingresan a
la escuela básica a las edades establecidas por el Ministerio de Educación y que la presun-
ción de que, cada vez con mayor frecuencia, están ingresando niños de menor edad a las
establecidas, sobre todo en las instituciones públicas, probablemente no sea cierta.
Sin embargo, debe tomarse en cuenta la circunstancia particular de esta investiga-
ción, donde los niños de las escuelas públicas fueron examinados siete meses más tarde que
los niños de las escuelas privadas y si se corrige la edad de los niños de las escuelas públi-
cas, restándole los siete meses de retraso, para hacerlo comparable con los niños de las es-
cuelas privadas, se habría obtenido un cuadro como el que aparece en el anexo 9, donde el
66,66% de los niños de las escuelas públicas habrían ingresado a la escuela básica con me-
nos de 6 años y sólo el 2,56% de estos niños tendría, a su ingreso al primer grado, la edad
55
exigida por el Ministerio de Educación en su nueva normativa: siete años de edad, lo cual
apoyaría la presunción previamente nombrada.
La enseñanza antes de que haya una madurez fisiológica y mental adecuada, expone
a los niños a dificultades y fracasos 4, ya que el niño inmaduro experimenta fuertes sensa-
ciones de inseguridad y es lento en su progreso. Al respecto, Condemarín establece que la
posición categórica de que determinada edad constituye el punto de partida para iniciar
determinado aprendizaje, conduce a subestimar la importancia de los programas de apres-
tamiento, el ambiente sociocultural y la motivación.
Los resultados de esta investigación no permiten determinar la relación entre la
edad de ingreso y la deserción escolar ni las causas por las cuales los niños son iniciados
tempranamente en la escolaridad, sin embargo se infiere que en la realidad social venezola-
na, los padres, atraídos por los programas sociales de ayuda, ven esto como una manera de
solucionar su condición de pobreza, hambre y/o desempleo; mas sin embargo, no se en-
cuentra explicación al hecho de que la escuela básica los admita, lo cual abre un abanico de
posibilidades de investigación.
La mayoría de los niños del estudio pertenecen a la clase alta (36,49%), seguida de
la clase obrera (22,97%), marginal (18,92%). Las clases medias reportan: media alta
12,16% y sólo se registró un 9,46% de clase media baja. Estos datos difieren ampliamente
de los reportados en el Censo del 81 que reportan en el ámbito nacional: clase alta el 1%,
media alta el 4,5%, media baja el 14,1%, obrera el 42,4% y 38,1% de marginal; pero estos
últimos son similares a los encontrados en esta investigación para las escuelas públicas, y
las reportadas por López y colaboradores, en 1994, en el barrio El Olivo 48
56
Estas diferencias podrían explicarse por el tamaño y tipo de la población en estudio,
la cual incluyó grupos sociales contrapuestos o por el método utilizado en la estratificación
de los grupos sociales, el método de Graffar, que probablemente no se adecua a la nueva
realidad social venezolana, como lo refieren Núñez y colaboradores 49 ya que entre sus
ítems le confiere gran importancia al nivel educativo de los padres y a la condición de la
vivienda, sin considerar la tenencia de la misma, la alta dependencia económica o el haci-
namiento crítico, reportados en el estado Lara, como superiores al promedio nacional
(23,3% y 19,1%, respectivamente) 49. Sin embargo, no deja de ser motivo de reflexión que,
en la realidad social venezolana, se note una tendencia a la progresiva desaparición de la
clase media, ampliándose la brecha que separa los dos extremos de la población.
En esta investigación, el 58,11% de los niños presentó un estado nutricional normal,
13,51% sobrepeso y 16,22% desnutrición crónica armónica, todos los últimos pertenecien-
tes sólo a las escuelas públicas, representando para este grupo, un 30,77 %. Estos valores
son superiores a los reportados por López y colaboradores, en el barrio El Olivo de Barqui-
simeto, en el año 94, en escolares 48, donde se reportó una desnutrición global del 19,30,
correspondiendo a la desnutrición crónica el 11,88%, pero menores con respecto al sobre-
peso cuyo valor alcanzó un 22,8%. Igualmente son mayores a los reportados en el año 96
por el SISVAN 17 donde a escala nacional, se reporta en preescolares un 24% de desnutri-
ción global y un 12% de desnutrición compensada o armónica
Es importante resaltar que en los institutos privados no hubo ningún niño desnutri-
do, tampoco hubo ningún niño desnutrido que rindiera superior. Esto podría ser explicado
porque en los estratos sociales bajos se reúnen una serie de factores negativos que contri-
buyen a mantener una alta prevalencia de desnutrición como son limitaciones económicas,
57
viviendas inadecuadas, mala higiene y servicios de salud inadecuados, además bajo nivel
educativo y desconocimiento de los principios nutricionales básicos para aportar, con los
escasos recursos disponibles, una dieta adecuada desde la concepción misma; esto sugiere
que el factor nutricional sea un factor de primera línea y determinante de madurez, coinci-
diendo con la mayoría de los autores consultados.
En los niños de las escuelas privadas el sobrepeso fue dos veces más frecuente y pa-
rece que se comporta como un factor protector si se toma en cuenta las puntuaciones obte-
nidas en el test ABC, donde más del 80% de los niños de las escuelas privadas rindieron
superior, contra un 25,61% de las escuelas públicas y el 32% de los que rindieron superior,
tenían algún tipo de sobrepeso; sin embargo, se registró entre los que rindieron inferior un
12,5% de niños con sobrepeso, cuya causa sería interesante investigar.
Se evidencia una relación entre alto rendimiento en el test ABC e institución priva-
da, la cual parece ser independiente de la edad; ya que aún cuando los niños de estas insti-
tuciones fueron de menor edad, su rendimiento en el test fue mucho mayor que el de los
niños de mayor edad de las escuelas públicas.
Es muy probable que estén interviniendo otros factores más determinantes que la
edad, como el estado nutricional y la condición social, tal como lo señala Méndez Castella-
no, al afirmar que el patrón genético rige las leyes biológicas las cuales están sometidas,
ineludiblemente, a los factores ambientales, físicos, socioeconómicos y culturales 29. Por
supuesto, todo esto repercute en la maduración y por lo tanto. en el resultado global del test
ABC. Pero más llamativo aún es el alto porcentaje de niños que rindió inferior, es decir que
necesitará de ayuda adicional para aprender a leer y escribir en un año lectivo, que dadas
las condiciones de pobreza y marginalidad en que viven, aunado a las frecuentes interrup-
58
ciones académicas, constituyen factores de riesgo mayores para la desmotivación, la repi-
tencia y la deserción.
Sin embargo, el hecho de existir niños de las escuelas públicas con rendimiento en
la categoría superior, abre un abanico de posibilidades y esperanzas para estos niños, que si
son estimulados y cubiertas sus necesidades, pueden ser recuperables.
El resultado global del Test ABC favorece a las niñas y el 93,48% de ellas aprende-
rá la lectoescritura en el año lectivo o en menos tiempo; en cambio, un 20% de los varones
debería ser ayudado para lograrlo.
Con respecto al estrato social se encontró que hay una relación directa entre estrato
social y rendimiento en el Test ABC. Al ascender en la escala social hay mayor posibilidad
de rendir superior en el test y es mucho más evidente cuando se observa que el 87,5% de
los niños que rindieron inferior, pertenecen a la clase marginal.
Indudablemente que ninguno de estos factores actúa de manera independiente y es
la resultante de todos la que, en definitiva actuará sobre el niño, condicionando su respues-
ta, no sólo en el test ABC, sino en todas las alternativas que le proporciona la vida.
Al estudiar las respuestas a cada uno de los reactivos, es interesante mencionar co-
mo corolario que los niños de las instituciones privadas superaron ampliamente a los niños
de las escuelas públicas, pero llama la atención que los niños de ambas instituciones, en el
Test 4, referido a la memoria auditiva inmediata, y en el Test 8, referido a la atención, la
fatigabilidad y la persistencia en la tarea, obtuvieron los menores porcentajes, por lo cual,
se plantean interrogantes acerca de su etiología “¿los niños preescolares no oyen, no atien-
den, se fatigan fácilmente, o toda esto a la vez?” o inferir sus consecuencias: Este niño que
hoy se forma en las aulas, es el adulto de mañana y crecerá con fallas en la comunicación.
59
Al estudiar las respuestas a los reactivos según el sexo, las niñas superaron a los va-
rones en la mayoría de los test, pero en el Test 4 y 6, referidos ambos a destrezas en el len-
guaje, pocos niños y niñas ejecutaron adecuadamente la tarea. Contrariamente a lo espera-
do, los varones superaron a las niñas en recordar listas de objetos (Test 4) lo cual podría ser
explicado por que tradicionalmente el varón se encarga de “hacer los mandados” y proba-
blemente tenga un entrenamiento mayor para recordar listas de cosas, sin embargo fueron
sólo 4 niños de las escuelas privadas quienes lograron la máxima puntuación y éstos, habi-
tualmente, no realizan estas tareas, lo cual podría ser un tema de investigación.
Con respecto al test 8, contrariamente al concepto de que el sexo femenino es de
atención más dispersa, en esta investigación no se logró demostrar, ya que sólo el 2% de las
niñas y ningún niño obtuvo 3 puntos en este test que evalúa la atención.
Los resultados obtenidas son validos para esta población, sin embargo por tratarse
de un estudio descriptivo, no permite hacer generalizaciones a la población por lo cual sería
interesante profundizar en estudios como éste, para identificar en cada área, mediante estu-
dios analíticos, los factores participantes y determinantes a fin de diseñar las estrategias
adecuadas para beneficio de los niños y del país.
60
Capítulo VI
CONCLUSIONES
Se estudió un total de 74 niños, 35 de dos instituciones privadas y 39 de dos públi-
cas del área urbana de Barquisimeto.
El porcentaje de niñas casi duplica el de los niños, 62,16% y 37,84%, respectiva-
mente. El 93,48% de las niñas clasificó en los grupos Superior y Medio, según el Test
ABC; en cambio, un 20% de los varones clasificó como inferior.
El 44,60% de los sujetos tenía una edad entre 6 años y 6 años 5 meses. El 23,91%
de las niñas era menor de 6 años y el 75% de los varones tenía una edad entre 6 y 7 años.
En las escuelas públicas el 84,61% de los niños tienen entre 6 y 7 años de edad y só-
lo el 10,15% es menor de 6 años contra el 62,85% y el 37,15% de las escuelas privadas,
respectivamente. La edad figuró como un factor participante pero no determinante de la
madurez escolar.
Predominó la clase social alta (36,49%), seguida de la obrera (22,97%) y marginal
(18.92%). En el estudio se pone de manifiesto la tendencia a la progresiva disminución de
la clase media venezolana.
Hubo relación directa entre estrato social y resultados del test ABC. El 75% de los
niños que rindieron superior son de clase alta y media alta, en tanto que el 87,5% de los que
rindieron inferior son de clase marginal
El 16,22% de los sujetos presentó desnutrición crónica armónica, todos procedentes
de escuelas públicas y representan el 30,77 % de este grupo. El estado nutricional sobre la
norma fue dos veces más frecuente en los niños de escuelas privadas.
61
El 32,5% de los que rindieron superior tiene alguna forma de sobrepeso y entre los
que rindieron inferior, el 87,5% son desnutridos crónicos armónicos.
Hubo relación directa entre estado nutricional y madurez escolar.
Se encontró un alto rendimiento en el test ABC en las instituciones privadas.
Tanto el factor nutricional como el social parecen ser factores de primera línea y de-
terminantes de madurez escolar y constituyen factores de riesgo mayores para la desmoti-
vación, la repitencia y la deserción.
62
Capítulo VII
RECOMENDACIONES
Indudablemente que la madurez por ser de origen multifactorial requiere del concur-
so de todos y con relación a los resultados obtenidos en este estudio, con la intención de
colaborar en mejorar la situación planteada, se sugiere a las instituciones competentes las
siguientes recomendaciones:
a) Al Ministerio de Educación girar instrucciones mediante reglamentos sobre la
evaluación de los niños, como una norma a cumplir, previo a su ingreso al pri-
mer grado.
b) Al Instituto Pedagógico: reincorporar el test ABC en los pensa de estudios de la
especialidad de Preescolar y Básica, para facilitarle al maestro una herramienta
fácil, rápida y confiable de evaluación de los niños que inician la escolaridad.
c) Al Ministerio de Sanidad y Asistencia Social: incorporar el uso del Test ABC
para uso rutinario en las consultas preventivas de Higiene Preescolar y Escolar a
fin de realizar una evaluación integral del niño.
d) Al Instituto Nacional de Nutrición: dada la asociación demostrada entre estado
nutricional y madurez para la tarea escolar, se sugiere la creación de Centros de
Recuperación Nutricional y Comedores, para la atención no sólo de los niños
escolares más necesitados, sino de las madres gestantes, a fin de proteger al niño
antes de su nacimiento.
e) A la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, incluir en el pensum del
Decanato de Medicina, el conocimiento de este test, no sólo a los residentes del
63
Postgrado de Pediatría sino también de los estudiantes del pregrado de Medicina
y Enfermería.
f) Al Ministerio de la Familia: se sugiere la creación de centros integrales para la
atención de los niños que califiquen como inferior en el Test ABC.
g) A los Postgrados de Fonoaudiología, Neurología, Psiquiatría Infantil e Higiene
Mental del Desarrollo Infantil y Juvenil dados los altos índices de alteraciones
en la memoria auditiva y la atención, establecer dentro de sus actividades de ex-
tensión, la valoración de estos niños y analizar los resultados de este estudio con
miras a abrir líneas de investigación en este sentido.
h) Al Personal directivo de las escuelas: para poner en práctica, vigilar y supervi-
sar el cumplimiento de la normativa (a) y realizar una mejor estratificación de
los niños de acuerdo con su madurez.
i) Al personal docente: diseñar y aplicar las estrategias niveladoras de los niños.
64
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67
ANEXO
DISTRIBUCIÓN DE LOS PREESCOLARES POR EDAD CORREGIDA Y
TIPO DE INSTITUCIÓN
EDAD (meses)
TIPO DE INSTITUCIÓN PRIVADA PÚBLICA
Número % Número %
TOTAL
Número %
Menor de 66 1 2,86 8 20,51 9 12,16 66 – 71 12 34,29 18 46,15 30 40,54 72 – 77 13 37,14 12 30,77 25 33,78 78 – 83 9 25,71 1 2,56 10 13,51
Mayor de 83 0 0 0 0 0 0 Total 35 100 39 100 74 100,00
68
ANEXO 8
Distribución de los Preescolares de cada institución según Puntuación en el Test ABC Barquisimeto 1997 – 1998
Puntuación INSTITUCIONES PRIVADAS INSTITUCIONES PUBLICAS TOTAL PAPAGAYO LA RONDA SAN VICENTE LIBERTADOR Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % 9 0 0 0 0 1 5,88 0 0 1 1,35
10 0 0 0 0 2 11,76 3 13,64 5 6,75 11 0 0 0 0 2 11,76 0 0 2 2,70 12 0 0 0 0 3 17,65 2 9,1 5 6,76 13 0 0 0 0 1 5,88 3 13,64 4 5,40 14 0 0 1 4,35 1 5,88 3 13,64 5 6,75 15 0 0 1 4,35 1 5,88 3 13,64 5 6,75 16 1 8,33 3 13,04 3 17,65 1 4,55 8 10,81 17 0 0 4 17,39 1 5,88 3 13,64 8 10,81 18 2 16,67 1 4,35 2 11,76 0 0 5 6,75 19 2 16,67 8 34,78 0 0 3 13,64 13 17,57 20 1 8,33 3 13,04 0 0 0 0 4 5,40 21 5 41,67 2 8,70 0 0 1 4,55 8 10,81 22 1 8,33 0 0 0 0 0 0 1 1,35
Total 12 100 23 100 17 100 22 100 74 100
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