13 trp en grupo
Post on 07-Jul-2015
563 Views
Preview:
TRANSCRIPT
TEMA 13: LA TERAPIA DE RESOLUCION DE PROBLEMAS EN GRUPO
Sergio Álvarez Silva, Pilar Calvo Estopiñán, Iria Alvarez Silva, Javier García Campayo.
La sociedad no es ninguna comodidad
para alguien que no es sociable.
Shakespeare, Cymbeline (1609-10)
INTRODUCCIÓN
El conjunto de las psicoterapias de grupo abarca todas aquellas técnicas terapéuticas en
las cuáles un conjunto de personas emocionalmente enfermas son seleccionadas y
reunidas en un grupo dirigido por un terapeuta con el objetivo de que dichas personas se
presten ayuda mutua (1).
Es importante recalcar que la eficacia de la psicoterapia grupal es igual o superior a la
individual. En cuanto a la eficiencia, que incluye el balance económico, es superior: un
terapeuta puede atender al mismo tiempo a varios pacientes, pudiendo así rentabilizar su
espacio terapéutico. Pero además, y no menos importante, la psicoterapia grupal posee
muchas propiedades terapéuticas que son únicas: proporciona un enorme
autoconocimiento en las relaciones interpersonales, aporta cohesión a los miembros,
posibilita que el individuo se haga consciente de que sus problemas están generalizados
en la población, etc. Por todas estas razones se está produciendo una progresiva
generalización en el empleo de las terapias grupales.
TIPOS DE GRUPOS
Existe una gran variabilidad de modelos grupales en función de los escenarios
terapéuticos, los objetivos, los marcos temporales y la eficacia clínica que se pretende
con un grupo (2). Algunos de los principales parámetros que definen el grupo son los
siguientes:
- ENTORNO TERAPEUTICO: Los grupos pueden llevarse a cabo en medios
hospitalarios, con pacientes ingresados (Unidades Psiquiátricas) o en el medio
ambulatorio (Unidades de Salud Mental, Centros de Día, Centros de Salud de Primaria).
1
- El MARCO TEMPORAL ha de ser definido por el terapeuta claramente al inicio de la
actividad. El número de sesiones y su frecuencia varían mucho en función del medio, de
la orientación y de los objetivos del grupo. Por ejemplo, un grupo de orientación
psicodinámica puede tener una frecuencia de dos veces por semana y una duración de 2-
3 años. Por el contrario, un grupo de orientación cognitiva puede estructurarse con una
frecuencia semanal y una duración de 20 semanas, por ejemplo.
- Los OBJETIVOS: Por otra parte, en función del formato del grupo y de los pacientes
que se van a incluir, los objetivos pueden ser muy diversos (mejorar síntomas clínicos,
aumentar conciencia de enfermedad, desarrollar habilidades de relación interpersonal,
adquirir pautas conductuales adaptativas…).
- La COMPOSICION: Se llaman grupos homogéneos a aquellos en que se trata de
incluir pacientes con unas características clínicas y sociodemográficas similares (como
un grupo de mujeres de mediana edad con diagnóstico de fibromialgia). En los grupos
heterogéneos participan pacientes de categorías mucho más variadas (por ejemplo, un
grupo de control de la ansiedad para la población que desee participar en una
determinada Zona de Salud, independientemente de su diagnóstico).
- La ROTACION: Son grupos cerrados, aquellos en que los participantes se definen al
comienzo de la terapia y no se modifican hasta que ésta termina, salvo por
circunstancias especiales como el abandono. En los grupos abiertos, los miembros van
incorporándose o abandonando el grupo en diferentes momentos de la terapia,
cambiándose la composición del grupo a medida que transcurre la terapia.
FACTORES TERAPÉUTICOS DE LOS GRUPOS
Se considera que los factores responsables del adecuado funcionamiento de una
psicoterapia de grupo son los que se resumen en la Tabla I.
Tabla I. Factores terapéuticos de los grupos (3).
I. Infundir esperanza.
2
II. Universalidad: eliminar el sentimiento de vergüenza o aislamiento que,
con frecuencia, acompaña a la enfermedad mental al compartir el
padecimiento con otras personas.
III. Transmisión de información: tanto por medio de la instrucción didáctica
llevada a cabo por los terapeutas como a través de los consejos que
intercambian los miembros del grupo entre sí.
IV. Altruismo: se consigue que el individuo abandone la visión centrada
únicamente en su patología, y, de este modo, se le da la oportunidad de
contemplar el malestar psíquico de otros pacientes. Se le brinda la
ocasión de “ayudarse ayudando a los demás”.
V. Desarrollo de técnicas de socialización, por la propia interacción humana
que conlleva la participación en el grupo.
VI. Comportamiento imitativo: las interacciones con el terapeuta así, como
con el resto de los miembros, suponen una experiencia interpersonal en
que el paciente puede entrenar sus habilidades de relación, recibiendo
continuos refuerzos que se van interiorizando.
VII. Catarsis: compartir el sufrimiento con los demás es una importante forma
de alivio.
VIII. Recapitulación correctiva del grupo familiar primario: en general, el
comportamiento en el grupo refleja la relación con la familia de origen
del individuo. La experiencia grupal es un buen medio para comprender
y modificar aquellas pautas de conducta aprendidas en el seno familiar
que resultan desadaptativas para el funcionamiento cotidiano del
paciente.
IX. Factores existenciales: en las terapias grupales no es infrecuente que
surjan temas trascendentales que pueden ayudar a descubrir y compartir
la “soledad del existir”.
X. Cohesión: es la base necesaria para que los demás factores que aquí se
enumeran puedan darse. Es el sentimiento de “pertenencia” al grupo, que
potencia y refuerza todos los otros mecanismos.
XI. Aprendizaje interpersonal: de la importancia de relacionarse con los
demás, de los problemas que para ello conlleva una enfermedad
determinada y de las estrategias más adecuadas para superar dichas
dificultades.
3
PSICOTERAPIAS QUE PUEDEN IMPARTIRSE EN LOS GRUPOS.
Al igual que ocurre con la psicoterapia individual, existen diferentes orientaciones
teóricas a la hora de conducir un grupo terapéutico:
- Psicoanalíticos: basados en el marco teórico del psicoanálisis, los mecanismos
inconscientes y su importancia en las relaciones entre los individuos entre sí y
con el terapeuta (transferencia). Su objetivo es el autoanálisis y la modificación
de la personalidad. Estarían especialmente indicados para enfermedades crónicas
que estructuran la personalidad (como los trastornos somatomorfos) (4) o para el
autoconocimiento en la formación de profesionales sanitarios (Grupos Balint)
(5).
- Cognitivo-conductuales: que siguen los preceptos de las teorías de la conducta
con el fin de eliminar síntomas y mejorar la adaptación social. Aquí se encuadra
la Terapia de Resolución de Problemas.
- Gestálticos, psicoterapia del self, psicoterapia del desarrollo: orientadas a la
expresión de emociones como medio de autoconocimiento.
Pese a que existe un amplio abanico de enfoques psicoterapéuticos grupales, es la
búsqueda de modelos integradores la tendencia actual, como señala Guimón (6):
“Si el campo de las psicoterapias individuales ha conocido desde
hace quince años importantes tentativas de integración, esta
tendencia ha sido aún más clara en el de la psicoterapia de grupo.”
CARACTERISTICAS DE UN GRUPO TÍPICO (2, 3)
- Escenario del grupo: es importante que el terapeuta elija un lugar de
reunión del que siempre se pueda disponer, con un tamaño adecuado, que
proporcione intimidad, esté libre de posibles interrupciones y que no
distraiga la atención. Se utilizarán sillas cómodas dispuestas en círculo o en
forma de U.
- Número de miembros: el tamaño óptimo de un grupo está vinculado a los
factores terapéuticos que el líder desea fomentar en el trabajo grupal.
Habitualmente el tamaño de los grupos puede variar entre 4 y 15 personas,
aunque la cifra habitual se sitúa entre 6 y 12. La mayoría de los clínicos
4
consideran que el tamaño ideal de un grupo prototípico interactivo es de
aproximadamente 8 miembros.
Si el número de miembros es demasiado reducido, no se producirá la masa
crítica necesaria de interacciones interpersonales y los pacientes tenderán a
interactuar uno por uno con el terapeuta más que mutuamente. Si el grupo
es más extenso, puede producirse una amplia y fructífera interacción, pero
algunos miembros quedarán excluidos y el tiempo podrá ser insuficiente
para examinar y comprender todas las interacciones de cada uno de los
miembros.
- Duración: la duración óptima de una sesión en una terapia de grupo es de
aproximadamente entre 60 y 120 minutos. Normalmente hasta que no han
transcurrido entre 20 y 30 minutos, el grupo no empieza a soltarse, y al
menos son necesarios 60 minutos más para trabajar los aspectos más
importantes de la sesión. Algunos terapeutas asignan un tiempo fijo al final
de cada sesión para repasar y examinar el proceso de dicha sesión. No por
una mayor duración la terapia es más eficaz ya que hay un punto a partir del
cual, el rendimiento es decreciente porque el grupo se cansa y se vuelve
repetitivo.
- Periodicidad: varía ampliamente en función de las limitaciones clínicas, de
los objetivos… En un extremo se encuentran los grupos de pacientes
ingresados en Plantas de Agudos, en Hospitales de Día o en Centros de
Larga Estancia, que suelen reunirse diariamente. En el otro extremo tenemos
a pacientes ambulatorios que se reúnen normalmente una vez por semana
por motivos de comodidad (muchos de ellos trabajan, tienen que desplazarse
al lugar donde se realiza la terapia…).
- Extensión en el tiempo: dependerá de distintos factores como por ejemplo
el tipo de psicoterapia que se va a impartir, los objetivos que se pretenden
conseguir, etc. Las presiones económicas y de gestión han originado el
desarrollo de una nueva modalidad de terapia semanal (entre 6 y 25
sesiones), que es considerada breve y que la diferencia de la terapia a largo
plazo en que los objetivos terapéuticos están claramente definidos y
5
acordados desde el inicio, se establece tempranamente la alianza terapéutica,
focalización en los procesos grupales del aquí y el ahora, exploración
intensamente dirigida al contenido temático (5).
- Terapeutas: Las sesiones pueden estar dirigidas por un único terapeuta que
suele ser un médico, psicólogo, enfermera u otro profesional sanitario. Éste
debe definir las normas grupales y establecer una comunicación clara y
empática. Fomentará una atmósfera de aceptación incondicional, de
reconocimiento de los problemas y recursos de los pacientes. Recompensará
las conductas deseables por medio del refuerzo social, y disuadirá al grupo
de procedimientos y actitudes no terapéuticas.
En algunas ocasiones las sesiones son dirigidas por un terapeuta y un
coterapeuta. En el modelo de coterapia las tareas son similares a las terapias
dirigidas por un solo profesional, pero los coterapeutas deben observarse
para evitar contradicciones y no convertirse en motivo de escisión. Se
recomienda comentar las incidencias después de cada sesión ya que permite
clarificar los temas y trabajar los desacuerdos entre los terapeutas. Un
equipo de coterapeutas formado por un hombre y una mujer goza de
ventajas únicas: recrea la configuración parental de la familia primaria,
incrementando para muchos miembros la carga afectiva del grupo, los
coterapeutas masculinos y femeninos proporcionan al grupo una selección
más amplia de posibles reacciones de transferencia. Este modelo es
especialmente útil para terapeutas principiantes y cuando se trabaja con
población de pacientes difíciles.
LA TERAPIA COGNITIVA EN GRUPO
La terapia cognitivo-conductual nace a principios de los años 60 del siglo XX.
Inicialmente sólo se administra de forma individual, siendo Robert Liberman el primero
en estudiar las ventajas del grupo, incrementándose el interés por la dimensión grupal
sobre todo a partir de los años 80 (8). Es importante reseñar el amplio espectro de
problemas específicos al que se ha aplicado con éxito (2, 3): reducción del estrés,
entrenamiento en habilidades sociales, reducción de los efectos de la depresión, control
6
de la agresividad en personas violentas, reducción de ansiedad general, manejo del
dolor, etc.
Fases de la terapia:
1. Organización del grupo: en este paso se debe definir el tipo de grupo que se
va a ofertar y sus características: duración total de la terapia (de forma
excepcional, puede ser ilimitada), duración de cada una de las sesiones,
número de terapeutas, contexto físico, etc.
2. Proceso de orientación: el terapeuta debe informar a los pacientes sobre los
objetivos y contenidos del grupo, así como de las responsabilidades de los
pacientes (con respecto a sí mismos y a los demás). Todo ello deberá verse
reflejado en un contrato terapéutico como mínimo verbal y, a veces, escrito.
3. Construcción de la cohesividad grupal: consiste en aumentar la atracción de
los miembros del grupo entre sí, hacia el terapeuta, y hacia los contenidos del
programa. Se utilizan estrategias diversas: facilitación de las conductas
verbales, uso juicioso del humor, los incentivos a la asistencia, etc.
4. Evaluación diagnóstica: se deben determinar las conductas y cogniciones que
van a modificarse. Comienza en la entrevista preliminar, perfeccionándose a
lo largo de la terapia. Es crucial el análisis de las situaciones vividas como
problemáticas.
5. Controles: cada paciente debe evaluar las conductas motivo de estudio, tanto
sobre sí mismo como sobre otros pacientes.
6. Análisis: terapeuta y paciente determinan periódicamente el grado y las
condiciones bajo las que se están consiguiendo los objetivos terapéuticos.
7. Planificación de la terapia: fundamentalmente aborda el componente
individual. Podemos destacar tres estrategias en este tipo de abordaje:
a) Resolución sistemática de problemas: los pacientes elaboran una
serie de pasos en la evaluación de un problema, aprendiendo a
afrontarlo con nuevos recursos.
b) Entrenamiento en habilidades sociales: generalmente el terapeuta u
otro miembro representa la conducta deseable mediante un role-
playing.
7
c) Reestructuración cognitiva: proceso por el cual se identifican las
propias cogniciones, reconociendo los efectos perniciosos de las que
son desadaptativas y reemplazándolas por otras más adecuadas.
LA TERAPIA DE RESOLUCION DE PROBLEMAS EN GRUPO
Una vez que se tiene experiencia en la Terapia de Resolución de Problemas
(TRP) no es difícil desarrollar grupos. Nuestra experiencia en este tipo de
terapia nos lleva a recomendar grupos como los que resumimos en la Tabla
II.
Tabla II. Características recomendadas para los grupos de Terapia de
Resolución de Problemas.
- Homogéneos: todos los pacientes son seleccionados para aprender TRP
independientemente del diagnóstico psiquiátrico de base. Se recomienda que el
diagnóstico sea trastorno depresivo, de ansiedad (generalizada o trastorno de
angustia) y de adaptación.
- Cerrados: todos los pacientes inician a la vez el proceso y no se incorpora
ninguno durante este tiempo.
- Tamaño: unos 10-15 pacientes por grupo. Como suele ser habitual, hay que
calcular unas pérdidas a lo largo del proceso del 20-30%.
- Duración: 90 mn. como es habitual en casi todos los grupos.
- Extensión en el tiempo: 8-10 sesiones de periodicidad semanal.
- Terapeutas: Suele ser muy efectiva una coterapia entre un medico y otro
profesional de primaria como una enfermera o una trabajadora social.
Lo que se pretende en las sesiones es que los pacientes vayan resolviendo los problemas
individualmente pero las enseñanzas sean útiles para el resto del grupo. Los problemas
de los seres humanos son tan repetitivos que es seguro que cada problema que se trabaje
será similar (aunque con ciertas modificaciones) al de varios de otros pacientes. La
técnica es la misma que en la Terapia de Resolución de Problemas individual pero en
8
grupo. No hace falta tener una formación específica en psicoterapia grupal, sino cierto
conocimiento básico de la dinámica de grupos, ya que la intervención es básicamente
cognitivo-educativa y breve.
9
BIBLIOGRAFÍA
1. Kaplan H., Sadock B. Sinopsis de psiquiatría. Ed. Panamericana, Madrid, 1999.
p. 1026.
2. Kaplan H, Sadock B. Terapia de grupo 3ª ed. Ed. Panamericana, Madrid, 1996.
3. Vinogradov S., Yalom I. Guía breve de psicoterapia de grupo. Ed. Paidós,
Barcelona, 1989.
4. García-Campayo J, Sanz Carrillo C. Efectividad de la psicoterapia analítica
grupal en enfermos somatizadores. Actas Españolas de Psiquiatría 2000; 28:
105-114.
5. García-Campayo J, Aseguinolaza L, Tazón P, Lasa G. Balint group training, “to
balint” and detection of mental disorders in primary care. Acta Psychiatrica
Scandinavica 1995; 92: 319.
6. Guimón J. Manual de Terapias de Grupo. Biblioteca Nueva, Madrid, 2003; pp.
107.
7. Gelder M. G., López-Ibor J.J., Andreasen N. Tratado de psiquiatría. Ed.
Psiquiatría Editores, Barcelona, 2003. p. 1740.
8. Harpin RE, Liberman RP, Marks I, Stern R, Bonhannon WE. Cognitive-
behavior therapy for chronically depressed patients. A controlled pilot study. J
Nerv Ment Dis. 1982;170:295-301.
10
top related