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1294
Ensayo sobre planificación y mercado en el socialis mo. El debate entre
Alec Nove, Ernest Mandel y Diane Elson
Yoandris Sierra Lara
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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ENSAYO SOBRE PLANIFICACIÓN Y MERCADO EN EL SOCIALISMO. EL DEBATE ENTRE ALEC NOVE, ERNEST MANDEL Y DIANE ELSON.
Yoandris Sierra Lara.
2013.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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Yoandris Sierra Lara. (Cuba, 1981). Economista. Doctor en
Ciencias Económicas por la Facultad de Economía de la
Universidad de La Habana, Cuba. (2010). Profesor Auxiliar de
Economía Política y Pensamiento Económico. Jefe de la
Disciplina de Teoría Económica. Departamento de Ciencias
Sociales, Universidad de Pinar del Río, Cuba. Ha publicado artículos científicos
en revistas arbitradas e indexadas en bases de datos internacionales, así como
dos libros como autor único, uno en un colectivo de autores y actualmente
forma parte del equipo de investigación de Antología de Economía Política
Socialista del Ministerio de Educación Superior de Cuba. Ha sido ponente y
conferencista invitado en congresos nacionales e internacionales. Investiga en
las áreas de Economía Política, Estudios Económicos Comparados,
Desenvolvimiento Global del Capitalismo Contemporáneo, Historia del
Pensamiento Económico y Teoría Económica de la Transición Socialista.
(ysierra@fcsh.upr.edu.cu / ysierra1981@yahoo.es ).
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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Índice.
Página.
Introducción. 4
Parte 1. Las concepciones de Alec Nove y Ernest Man del sobre
el socialismo y el papel del mercado y la planifica ción.
6
Capítulo 1. El modelo de socialismo propuesto y el papel de la teoría
económica marxista en su fundamentación.
7
1.1. Las concepciones de Alec Nove. 7
1.2. Las concepciones de Ernest Mandel. 28
Capítulo 2. Consideraciones sobre el papel del mercado y la
planificación en la economía socialista.
40
2.1. Breve análisis de las categorías mercado y planificación. 40
2.2. Las concepciones de Alec Nove. 46
2.3. Las concepciones de Ernest Mandel. 55
Parte 2. Las concepciones de Diane Elson. 64
Capítulo 3. Consideraciones críticas en torno a las ideas centrales discutidas por Mandel y Nove.
65
Capítulo 4. Elementos básicos del modelo propuesto por Elson. 83
Bibliografía. 100
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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Introducción.
La planificación aparece como una necesidad insoslayable de la economía
socialista en cualquiera de sus niveles históricos de desarrollo. A la vez, el
mercado y su sistema de relaciones permanece como una necesidad fundada
en un conjunto de causas objetivas ineliminables en el contexto de la economía
heterogénea y subdesarrollada de transición socialista. Durante un período de
tiempo histórico extenso y sustantivo en sí mismo, plan y mercado deberán
convivir.
La naturaleza, carácter, y esencia de esta compleja relación plan – mercado ha
sido tema central en el pensamiento económico socialista desde al menos el
siglo XIX, y ha tenido altos impactos en la política económica misma y la
organización económica que en definitiva los procesos socialistas han
establecido en su desarrollo histórico. En este trabajo nos interesa presentar el
debate sostenido entre Ernest Mandel, Alec Nove y Diane Elson en la década
de los años ochenta del siglo XX en torno a la polémica plan mercado en la
economía socialista, siendo esta una de las piezas teóricas más destacadas en
el tema en cuestión en el pensamiento económico socialista de la segunda
mitad del siglo XX.
Para ello hemos seleccionado los siguientes trabajos de dichos autores:
� Alec Nove. (La economía del socialismo factible, 1987; Mercados y
Socialismo, 1987).
� Ernest Mandel. (La economía en el período de transición, 1969;
Iniciación a la economía marxista; En defensa de la planificación
socialista, 1986; El mito del socialismo de mercado, 1988).
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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� Diane Elson. (¿Socialismo de mercado o socialización del mercado?,
1988).
Acerca de los autores.
Ernest Mandel (1923 – 1995) es considerado uno de los autores marxistas más
relevantes del siglo XX. Nace en Alemania y muere en Bélgica. Tiene una
amplia obra escrita, en la que resaltan libros y multitud de artículos científicos.
Entre sus trabajos escritos principales se cuentan los siguientes: “Tratado de
Economía Marxista”. 1962; “La formación del pensamiento económico de
Carlos Marx”. 1957; “El capitalismo tardío”. 1979; “La crisis”. (1974 – 1978).
1980; “Las ondas largas del desarrollo capitalista. La interpretación marxista”.
1980; “El Capital. Cien años de controversias en torno a las obra de Carlos
Marx”. 1985; “¿A dónde va la URSS de Gorbachov?”. 1989. “Ricardo, Marx,
Sraffa”. 1990.
Alec Nove. (1915 - 1994) Fue Profesor de Economía en la Universidad de
Glasgow y una notoria autoridad sobre temas de Rusia y la Historia de la
Economía Soviética. Entre sus principales obras escritas aparecen: “La
economía soviética”. 1968.; “La economía del socialismo”. 1972; “El sistema
económico soviético”. 1977; “Economía Política y Socialismo Soviético”. 1978;
“La economía del socialismo factible”. 1983.
Diane Elson. Es estudiosa de género y desarrollo social. Actualmente es
profesora de Sociología en la Universidad de Essex. Fue profesora de
Economía y Estudios del Desarrollo en la Universidad de Manchester. Se
considera que ha realizado contribuciones a la teoría marxista, las cuestiones
del desarrollo y los derechos humanos.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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PARTE I.
LAS CONCEPCIONES DE ALEC NOVE Y ERNEST MANDEL SOBRE EL
SOCIALISMO Y EL PAPEL DEL MERCADO Y LA PLANIFICACIÓN.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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Capítulo 1. El modelo de socialismo propuesto y el papel de la teoría
económica marxista en su fundamentación.
1.1. Las concepciones de Alec Nove.
En sentido general, Nove se ubica en la corriente de pensamiento económico
definida como “socialismo de mercado”, y su propuesta teórica – práctica de
socialismo, así como sus criterios en torno al plan y el mercado en este tipo de
economía están claramente influidos por su pertenencia a dicha doctrina.
La idea general de este socialismo de mercado está dada en la combinación
del mercado con las aspiraciones del socialismo, lo que varía en cuanto a
grado y alcance entre los distintos teóricos que han aportado en el marco de
dicha concepción.
Su libro La economía del socialismo factible se inscribe en esta corriente de
pensamiento, y a partir de ahí Nove defiende lo que entiende como el modelo
factible de socialismo en las condiciones contemporáneas, define sus posturas
en torno al papel del mercado y la planificación en esta economía socialista.
Entrando ya al análisis de su concepción del socialismo factible, se observa
que en sentido general, Nove es muy crítico de la concepción marxiana1 en lo
referente a sus concepciones sobre la economía socialista. De hecho,
consideraba que Marx tenía muy poco que decir sobre la economía del
socialismo, y que lo poco que dijo fue irrelevante o directamente erróneo2.
Entre los elementos que, según Nove harían inconsistente la visión marxiana
1 Se habla de concepción marxiana para hacer referencia directa a la obra original de Carlos Marx, contrastándola con “marxista” en la que se integran elementos de autores posteriores. En este caso, Nove es crítico directamente de la obra de Marx. (YSL). 2 Nove, A. 1987. La economía del socialismo factible. p. 15.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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del socialismo se cuenta el tratamiento dado por Marx a la cuestión de la
abundancia, la escasez y el hombre nuevo, tratamiento que Nove considera
insatisfactorio o erróneo en principio. También se cuestiona el ideal mismo de
la producción sin mercancías, o una sociedad que ha superado el sistema de
las relaciones monetarias mercantiles.
Nove considera que Marx asume que en la economía socialista la norma sería
la abundancia, toda vez que es una sociedad que en definitiva hereda el
elevado grado de desarrollo histórico de las fuerzas productivas gestado en el
capitalismo previamente. Técnicamente, Nove define la abundancia como la
suficiencia para hacer frente a la demanda a precio cero, sin que ninguna
persona razonable quede insatisfecha o pida más de algo. Según el autor, el
concepto de abundancia desempeña un papel fundamental en la visión
marxiana del socialismo – comunismo. ¿Cuáles serían las implicaciones que
tiene para la economía socialista la presencia efectiva de la abundancia?
- En primer lugar, desaparecería el conflicto en torno a la asignación de
los recursos, puesto que, por definición, hay suficiente para todos, de
forma que no hay opciones mutuamente excluyentes. En este sentido,
desaparece la noción de costo de oportunidad.
- En segundo lugar, el proceso de crecimiento económico y
transformación estructural de la economía sería simple e indoloro.
- En tercer lugar, la tarea de planificar se convierte en una técnica rutinaria
y predecible.
- En cuarto lugar, cesaría la competencia entre individuos, entre
productores y consumidores, etc.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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Ninguno de las consecuencias anteriores de por sí sería un problema, quizás
serían de hecho buenas noticias, el problema central estaría en que, según
Nove, la abundancia tal y como queda definida arriba, es un supuesto
inaceptable para el análisis teórico y práctico del socialismo en la vida real. Y la
doctrina económica de Marx asumía como supuesto la existencia de tal
abundancia, siendo así entonces inútil en las condiciones del socialismo,
siempre siguiendo a Nove.
Ciertamente, si realizamos una revisión de los trabajos donde Marx de alguna
manera esboza ciertas características del socialismo – comunismo (es sabido
que Marx no realiza una descripción detallada de un modelo de socialismo por
motivos bastante expuestos ya) aparece un esquema dominado por la idea de
la abundancia.
Así, en Principios del Comunismo, se plantea que:
� “Hoy, cuando a merced del desarrollo de la gran industria, en primer
lugar, se han constituido capitales y fuerzas productivas en proporciones
sin precedentes y existen medios para aumentar en breve plazo hasta el
infinito estas fuerzas productivas; (…)”3.
En el mismo trabajo también se expone que:
� “Mientras no se pueda conseguir una cantidad de productos que no sólo
baste para todos, sino que se quede cierto excedente para aumentar el
capital social y seguir fomentando las fuerzas productivas, deben existir
3 Marx, C. Engels, F. 1986. Principios del Comunismo. En: Obras Escogidas. Tomo I. p. 90. (El subrayado es nuestro. YSL).
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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necesariamente una clase dominante que disponga de las fuerzas
productivas de la sociedad y una clase pobre y oprimida”4.
Pero sin duda alguna la más explícita en este sentido es la que aparece en su
trabajo Crítica del Programa de Gotha.
� “En la fase superior de la sociedad comunista, cuando haya
desaparecido la subordinación esclavizadora de los individuos a la
división del trabajo, y con ella, la oposición entre el trabajo intelectual y
el trabajo manual; cuando el trabajo no sea solamente un medio de vida,
sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo de los
individuos en todos sus aspectos, crezcan también las fuerzas
productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza
colectiva, sólo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho
horizonte del derecho burgués, y la sociedad podrá escribir en su
bandera: ¡De cada cual, según sus capacidades; a cada cual, según sus
necesidades!”5.
Más que un ejercicio de pura interpretación, parece obvio que Marx señala un
escenario donde al menos la abundancia sería, aunque no absoluta, dominante
sobre la escasez, tal y como enfatiza Nove.
Nove analiza de forma paralela al tema de la abundancia el de la escasez,
siendo en definitiva su contrapartida. Así, identifica dos tipos de escasez: la
absoluta y la relativa y define especialmente la absoluta. La define como
aquella donde la oferta no puede aumentar significativamente ni siquiera
4 Marx, C. Engels, F. 1986. Principios del Comunismo. En: Obras Escogidas. Tomo I. p. 90. (El subrayado es nuestro).
5 Íbidem, pp. 28 – 29. (El subrayado es nuestro).
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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cuando los precios aumentan, se trataría de lo que comúnmente se identifica
entonces como escasez física. Nove no niega que en principio el desarrollo de
la ciencia y la tecnología puedan transformar la situación actual, pero no
considera que pueda cambiar radicalmente la correlación entre abundancia y
escasez, en la cual el segundo elemento es dominante.
Incluso considerando la persistencia de algún tipo de escasez relativa6, esta
tendría según Nove las siguientes implicaciones:
1. Pudiera generarse un notable grado de egoísmo individualista que
confronte a los individuos en la sociedad, aun dentro de la misma clase
social, esto limitaría incluso la posibilidad del denominado hombre
nuevo.
2. La persistencia del costo de oportunidad exige un cierto grado de
información, aun suponiendo que el interés individual quiera hacerse
compatible con el social o colectivo, la insuficiente e imperfecta
información limitaría la sana intención7.
3. En las condiciones de escasez, los flujos de información están
destinados a ser afectados y distorsionados por los intereses de quienes
proporcionan la información, que de hecho compiten por unos recursos
limitados. Esto se hace todavía más crítico en una economía planificada
centralizadamente.
6 Nove no define conceptualmente qué debe entenderse por escasez relativa, aunque pone una serie de ejemplos con bajo poder de generalización. (YSL) 7 “Repito que no se trata de una mera cuestión de egoísmo o de «naturaleza humana», sino de información, y de información que de hecho no puede ser proporcionada: ¿cómo podría saber alguien cuál es el coste de oportunidad «real» de, digamos, una beca de investigación?” Nove, A. 1987. La economía del socialismo factible. p. 28.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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Con estos elementos planteados así, y la persistencia de algún grado de
escasez en el socialismo, la teoría económica de Marx tendría bien poco que
aportar, según Nove. En este sentido consideramos que si bien, como ya
hemos visto arriba, existen referencias por parte de Marx a un entorno de
abundancia en el socialismo futuro, la teoría económica desarrollada por él fue
diseñada para interpretar los fenómenos, procesos y contradicciones del
sistema de producción del capital existente en su contemporaneidad, y aunque
el objetivo de esta teoría no era contribuir a un proceso de asignación eficiente
de los recursos escasos – énfasis principal de la teoría económica neoclásica-,
se fundamenta desde la base de un régimen económico y social donde los
recursos y factores productivos son asumidos explícita o implícitamente como
escasos o limitados, tales como el tiempo de trabajo del que dispone la
sociedad, el fondo de capital, las tierras productivas, etc. Repetimos, el énfasis
de la teoría económica de Marx no era el problema de la asignación de los
recursos escasos, pero si toma en cuenta la escasez relativa o absoluta de
estos recursos al tiempo que analiza los procesos socioeconómicos que se
producen y reproducen con motivo de la actividad económica capitalista.
Por lo tanto, una cosa es considerar que Marx previó, equivocadamente o no,
un socialismo – comunismo basado en la abundancia, y otra cosa es
considerar que su teoría económica esté genéticamente incapacitada para
captar implícita o explícitamente las condiciones de escasez absoluta,
generalizada o parcial que pueda presentarse en un régimen económico –
social futuro. En este sentido, creemos que su teoría económica está
capacitada para afrontar este escenario.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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Otro aspecto que para Nove limitaría seriamente la posibilidad de aplicar la
teoría de Marx está dada en su teoría del valor – trabajo. Partiendo de la
presencia de cierto grado de escasez, se derivaría la presencia del coste de
oportunidad, la necesidad del cálculo económico y la elección entre alternativas
excluyentes. Ante este panorama Nove razona que la teoría marxista,
específicamente su teoría del valor, no tiene nada que aportar ante estos
problemas prácticos y propios del socialismo. El aspecto que más crítica Nove
de la teoría marxista del valor, consiste en que Marx “erigió una barrera entre la
determinación del valor, por un lado, y la demanda y el valor de uso, por otro”8.
En la práctica socialista, los problemas asociados entonces con la comprensión
de la demanda, su estructura, tendencias, etc; así como la naturaleza de los
bienes producidos, la calidad, la cantidad de estos etc, serían genéticamente
desatendidos por la teoría económica socialista.
En tal sentido, llegó a plantear que “Marx dijo pocas cosas pertinentes sobre el
cálculo de los costes bajo el socialismo (y supuso que bajo el comunismo pleno
los costes no tendrían importancia). Los marxistas que han tratado de adaptar
su teoría del valor tienden erróneamente a utilizar las «valoraciones» en
términos del coste de trabajo (directo) solamente, lo que es sencillamente
incorrecto en lo que concierne a una eficaz asignación de los recursos, dado
que hace caso omiso de la escasez de otros factores de producción aparte del
trabajo y subestima el valor de uso”9.
Mandel en su análisis o respuesta a Nove se concentra más en los elementos
de la escasez, la abundancia, y su relación con la conducta humana. No
8 Nove, A. 1987. La economía del socialismo factible. p. 35. 9 Íbidem, p. 42.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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profundiza sin embargo en el estudio de la importancia analítica de la teoría
marxista del valor trabajo en las condiciones del socialismo.
Este tema enlaza necesariamente con el que ya hemos venido analizando
desde arriba cuando veíamos la cuestión de la abundancia o no en el
socialismo y su vínculo con la teoría económica marxista. Para este nuevo
elemento de crítica en particular, consideramos que debe tenerse en cuenta la
intencionalidad de la teoría marxista del valor, que más que instrumental era
cognoscitivo, metodológico, buscando desentrañar con el estudio del valor la
verdadera esencia del sistema de relaciones sociales de producción
capitalistas. No es una teoría diseñada en primer lugar para la toma de
decisiones, para la dirección de una empresa, o algo de esta índole. Sin
embargo, nada niega que, en principio y con adecuaciones, partiendo del
fundamento del trabajo social como sustancia del valor, no se pueda avanzar
en el campo de las aplicaciones específicas de esta teoría.
Quizás sea conveniente recordar que la teoría del valor – precios empleada
hoy masivamente por la economía dominante, también tuvo sus orígenes
históricos, especialmente asociados al principio de la utilidad marginal y las
estimaciones subjetivas como base y fuente del valor o la valía en sus propios
términos. Esta base teórico metodológica ha sido suficientemente criticada, el
propio Marx señaló la endeblez del principio de la estimación subjetiva como
fuente del valor, y sin embargo esta misma teoría ha servido de base para las
ciencias económicas concretas burguesas tales como la microeconomía, la
macroeconomía, y de hecho todas las aplicaciones hacia ramas y sectores
incluso más novedosos. (Ej. Economía ambiental, Economía del conocimiento,
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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Economía de la cultura, etc). En este sentido se puede considerar entonces
que no es la inutilidad u obsolescencia genética de la teoría marxiana del valor
– trabajo lo que la hecho prácticamente inoperante como instrumento analítico
en la actualidad, sino más bien la ausencia de investigaciones sistematizadas
que contribuyan a expandir su capacidad de aplicación en los ámbitos más
concretos y actuales de la economía moderna. Esa tarea de ningún modo pudo
ser responsabilidad de Carlos Marx, sino de sus seguidores, como mismo
Menger, Böhm-Bawerk y Von Wieser entre otros fundaron los principios
teóricos metodológicos de la teoría de la utilidad marginal y después estos
fueron aplicados, fortalecidos, en definitiva desarrollados por sus seguidores.
En cuanto al tema del valor de uso. Se puede discutir si Marx analiza o no en El
Capital el valor de uso, la demanda, el trabajo concreto, etc, con la misma
profundidad y relevancia que le otorga a categorías como el valor, valor de
cambio, trabajo abstracto, precio de producción, etc. Razonamos que Marx
hace abstracción científica del valor de uso y del trabajo concreto de las
mercancías normales (decimos normales porque Marx si analiza
profundamente el valor de uso de dos mercancías que considera especiales,
precisamente por la naturaleza de su valor de uso, siendo el caso de la
mercancía dinero y la mercancía fuerza de trabajo) no por un simple capricho
analítico, sino porque se percata de que es el propio mercado capitalista quien
hace abstracción de los valores de uso y los trabajos concretos que concurren
para finalmente quedarse y reconocer lo homogéneo a todos ellos: el valor. El
estudio del valor de uso y el trabajo concreto en las mercancías, por más que
importante, no pueden brindar la comprensión de las especificidades de las
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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relaciones sociales de producción capitalistas, siendo estas el gran objetivo
científico de Marx10. Pero todo esto no significa que en su teoría no estén los
elementos necesarios al menos en principio para afrontar el estudio y
regulación de todo lo relacionado con el valor de uso, la calidad, el trabajo
concreto, la división social del trabajo, la relación del trabajo humano con la
naturaleza, etc. Estos elementos sencillamente no fueron desplegados hasta
las últimas consecuencias, pero están en la obra teórica y metodológica de
Marx.
Siguiendo los elementos con los cuales Nove argumenta su tesis de que la
teoría marxista es inviable en el socialismo, aparece su criterio de que “la
eliminación de la producción de mercancías, con una producción para el uso y
no para el cambio, implica un grado de centralización que tiene como
complemento funcionalmente inevitable la existencia de una burocracia
planificadora de múltiples niveles y jerárquicamente organizada. A su vez, esto
entra en conflicto con el objetivo de una participación significativa de los
trabajadores en la toma de decisiones en su lugar de trabajo. Y la
concentración de la toma de decisiones en el centro (con o sin ordenadores)
tiene que producir alienación”11.
Consideramos que es, cuando menos, complejo comprender cómo la
planificación burocratizada tiende a generar alienación y la existencia de la
producción mercantil y el mercado no, tomando en cuenta incluso el hecho de
10 Así, según el propio Marx: “Los valores de uso suministran los materiales para una disciplina especial: la del conocimiento pericial de las mercancías”. Marx, C. 1975. El Capital. Tomo I. p. 4. 11 Nove, A. 1987. La economía del socialismo factible. p.p. 92 – 93.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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que una de las principales críticas que realiza Marx al mercado va dirigida en
este sentido.
Es importante acotar el significado global de la crítica que realiza Nove de la
teoría económica marxista en vistas a su aplicación en la economía socialista,
asumiendo como hemos visto que la considera errónea y completamente inútil
a tales empeños. Así termina su capítulo dedicado al Legado de Marx,
planteando: “Se podría objetar que Marx estaba tan ocupado analizando el
capitalismo que sus ideas nunca pretendieron ser directrices para la
construcción del socialismo y que, por consiguiente, las páginas anteriores han
entendido mal el problema. A ello debo replicar (de nuevo): dado que Marx
indicó a menudo rasgos de la futura sociedad socialista, aunque sólo fuese
como contraste con los rasgos específicos del capitalismo, su pensamiento se
fue convirtiendo en un obstáculo para el análisis de la economía de cualquier
socialismo factible. Marx nunca tuvo esa intención, sin duda alguna, y su
famosa frase «Moi, je ne suis pas marxiste» constituyó una advertencia contra
el dogmatismo de sus seguidores. Sería de desear que le hubiera hecho caso
un mayor número de ellos”12.
Cambiemos ahora al análisis del modelo de socialismo factible que propone
Alec Nove.
Por socialismo factible, Nove entiende “un estado de cosas que pudiera existir
en una parte importante del mundo desarrollado en el curso de la vida de un
niño ya concebido, sin tener que hacer o aceptar suposiciones inverosímiles o
exageradas acerca de la sociedad, los seres humanos y la economía. Esto
12 Nove, A. 1987. La economía del socialismo factible p. 92.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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significa ciertamente que excluimos la idea de abundancia. Naturalmente,
suponemos que existirá el Estado e incluso que tendrá unas funciones político-
económicas importantes. El Estado no puede ser dirigido por todos sus
ciudadanos en un sentido significativo, por lo que tendrá que haber una división
entre gobernantes y gobernados13.
Uno de los elementos que desde su definición inicial Nove deja claro, como ya
lo hemos ido viendo hasta aquí, es la de que el socialismo tendría que
enfrentarse también al problema de la escasez de los recursos productivos, lo
que justifica de por sí el análisis económico y una serie de corolarios que
veremos más adelante.
Nove se plantea dos cuestiones que serían esenciales para configurar el
modelo socialista, siendo estas: ¿cómo debería organizarse la producción?, y
¿qué categorías de productores de bienes y servicios deberían existir, es
decir, qué formas de propiedad de los medios de producción? Las principales
consideraciones de Nove en este sentido configura los siguientes elementos:
- En primer lugar, es necesario cierto grado de variedad, así como de
oportunidades para la iniciativa individual y colectiva.
- En segundo lugar, aunque sean las preferencias del consumidor las
que deben predominar en el proceso de determinación de qué se va a
producir, las preferencias de la mano de obra deberían también
desempeñar un papel protagónico.
- Los ciudadanos pueden elegir, por ejemplo, qué tipos de iniciativas
privadas deberán fomentarse o tolerarse, las formas más convenientes
13 Nove, A. 1987. La economía del socialismo factible. p. 301.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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que habrán de adoptar las cooperativas, el grado de participación de
los trabajadores en la dirección de las empresas, así como otras
muchas cosas.
La estructura económica que sugiere Nove para su modelo de socialismo,
permite la existencia simultánea de las siguientes formas económicas y de
propiedad:
1. Empresas estatales, controladas y administradas centralmente, llamadas
en adelante sociedades estatales centralizadas.
2. Empresas de propiedad estatal (o social) con plena autonomía y con una
dirección responsable ante los trabajadores, llamados en adelante
empresas socializadas.
3. Empresas cooperativas.
4. Empresas privadas a pequeña escala, sometidas a límites claramente
definidos.
5. Individuos (es decir, periodistas independientes, fontaneros, artistas)14.
Siguiendo a Nove, el primer grupo incluiría bancos y otras instituciones de
crédito, así como aquellos otros sectores que, por su naturaleza, operan en
unidades grandes y estrechamente relacionadas, tienen una posición de
monopolio, o ambas cosas. En su opinión, para estos casos las economías de
escala en lo que respecta a la organización y la información son de gran
importancia, y compensarían el coste adicional de las burocracias
empresariales.
14 Nove A. 1987. La economía del socialismo factible. p. 307.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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Es importante acotar que Nove prevé la posibilidad y necesidad de la
competencia en este esquema de economía socialista, especialmente en el
grupo de empresas que él define como empresas socializadas. Parte de
reconocer que el término competencia tiene connotaciones que disgustan a
muchos socialistas, pero la considera imprescindible para poder hacer efectiva
la elección entre los proveedores de bienes y servicios. En sentido general,
Nove define dos grandes variantes de competencia, una a la que identifica
como desarrolladora, basada incluso más en los incentivos espirituales, de
realización personal y colectiva – abunda en ejemplo de deportistas, actores de
teatro, profesores universitarios- que en la motivación de tipo monetaria. Esta
sería útil y además necesaria en la economía socialista prevista. Los elementos
de competencia indeseable, estarían asociados al despilfarro en campañas
publicitarias, al establecimiento irracional de distintas empresas que buscan
ofrecer el mismo tipo de bien o servicio cuando con solo una o pocas de ellas
se cubriría la demanda, etc. Metodológicamente, Mandel parece identificar este
tipo de competencia indeseable con aquella que tiene como finalidad exclusiva
y permanente el lucro monetario. Decimos parece identificar porque más allá
de un listado profuso de ejemplos de competencia indeseable, Nove no define
una pauta metodológica en tal sentido. Por demás, parece agrupar en el ámbito
de la competencia indeseable paradójicamente a las que están relacionadas
con actividades económicas propiamente dicho, mientras que las
desarrolladoras son modalidades completamente ajenas a la actividad
económica.
Siguiendo con la estructura económica del modelo propuesto, Nove sostiene
que las principales diferencias entre las empresas socializadas y las
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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cooperativas en un contexto de competencia provendrían de la diferencia en
las relaciones de propiedad. Así, en las empresas socializadas los medios de
producción no pertenecerían a los trabajadores, y el Estado tendría una
responsabilidad residual por su uso o abuso o por las deudas contraídas. Para
el caso de las cooperativas, estas podrían disponer libremente de su propiedad
y decidir libremente su autoliquidación.
En última instancia, Nove analiza la cuestión de la empresa privada a pequeña
escala. Renuncia a la idea de listar las posibles variantes en que esto se
pudiera concretar, es decir, el tipo de actividad económica que realizarían
específicamente esta forma de organización productiva, y de hecho establece
lo que puede ser asimilado quizás como una pauta metodológica, aunque a
todas luces bastante simple: “Si cualquier persona puede desarrollar de modo
provechoso y rentable cualquier actividad (que no sea «socialmente mala» en
sí), esto establece la presunción de su legitimidad”, y por ende debiera
permitírsele desarrollarla. Interesante resulta el tratamiento que realiza Nove
cuando analiza la posibilidad de que este emprendimiento empresarial vaya
más allá de lo individual, y exista un proceso de contratación de fuerza de
trabajo ajena. Nove está de acuerdo con que esto pueda existir en la economía
socialista que propone, siempre que se mantenga dentro de ciertos límites. Los
referidos límites podrían “decidirse democráticamente a la luz de las
circunstancias y de la experiencia. El límite podría ser el número de empleados
o el valor del activo, y podría variar según los sectores. Una norma posible
podría ser que, por encima de este límite, habría que elegir entre convertirse en
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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una cooperativa o en una empresa socializada, con una indemnización
adecuada para el empresario que la hubiera creado15”.
Aun cuando el mercado debe concebirse como un sistema, sobre esto
profundizamos más adelante, es crítico el papel del mercado de trabajo en sus
posibilidades de desnaturalizar la economía socialista. De hecho, una de las
características que distingue esencialmente al capitalismo es la existencia del
trabajo asalariado y de un amplio mercado de trabajo. El propio Marx referiría
que “este régimen crea sus productos con el carácter de mercancías. Pero el
hecho de producir mercancías no lo distingue de otros sistemas de producción;
lo que lo distingue es la circunstancia de que en él el ser mercancías constituye
un carácter predominante y determinante de sus productos. Implica, en primer
término, el hecho de que en él el propio obrero sólo aparece como un vendedor
de mercancías y, por tanto, como libre obrero asalariado y, por consiguiente, el
trabajo como trabajo asalariado con carácter general”16. Por supuesto, Marx
indica un carácter general, pero en la medida que no se regule eficientemente
este mercado, puede tender espontáneamente a alcanzar dicho carácter o
alcance general.
Si miramos al caso cubano, en el marco de la actualización del modelo
económico socialista, no se ha limitado administrativamente la cantidad de
fuerza de trabajo ajena que se puede contratar por los pequeños
emprendimientos privados, aunque se ha regulado indirectamente mediante la
política fiscal.
15 Nove A. 1987. La economía del socialismo factible. p. 317. 16 Marx, C. 1975. El Capital. Tomo III. Carlos Marx. pp. 884 – 885.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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También es interesante la visión de Nove a partir de la cual las formas menos
socializadas – como la propiedad privada a pequeña escala - , puede transitar
hacia formas superiores de socialización, tales como las cooperativas. Este tipo
de movimiento también puede ser válido para la economía cubana, siempre y
cuando se tenga en mente un proceso espontáneo, voluntario, racional. En
este sentido nos parece muy cierto el comentario que Nove realiza
parafraseando a Marx cuando reconocía que la lógica es que los pequeños
productores resultarían superfluos en una comunidad socialista, no que
tuvieran que ser eliminados por la policía17.
Mandel también es consciente de las complejidades socio económicas e
incluso político- ideológico que tiene este tema de una especie de mercado
laboral en una sociedad socialista. Según Mandel: “Lo que ayer fue cierto lo
será también mañana. La reintroducción en gran escala de un verdadero
mercado de trabajo en una comunidad socializada, para no decir socialista, no
sería posible sin la compulsión económica y política contra la masa de los
productores. Si éstos tuviesen garantizado un adecuado nivel de consumo la
satisfacción de todas las necesidades básicas y un nivel creciente de confort y
cultura- no estarían disponibles ni los medios ni los incentivos para proveer los
“medios materiales necesarios” para la “libre empresa” capitalista que opera
con trabajo asalariado, en oposición a empresarios individuales que trabajan
con sus propias manos”18.
En este sentido razonamos que sería muy prudente también para el actual
caso cubano, en la medida de lo posible, establecer como un objetivo de
17 Nove A. 1987. La economía del socialismo factible. p. 316. 18 Mandel, E. 1986. En defensa de la planificación socialista .En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. p. 19.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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política económica y de economía política incluso el incremento sustantivo de
los incentivos a los trabajadores estatales, dado que estos, buscando ventajas
económicas, pueden transitar al ámbito de la economía no estatal y continuar
engrosando el mercado laboral con todos los riesgos que esto significa para la
supervivencia misma del sistema socialista.
Nove considera que si se reconocen y respetan los límites de esta forma
económica, y si el mercado y el mecanismo de los precios funcionan
correctamente, los riesgos de que el modelo socialista se deforme hacia el
capitalismo, y que se den procesos de enriquecimiento ilegítimo disminuirían
considerablemente.
En el modelo de socialismo factible propuesto por Nove, lo que él denomina
democracia juega un importante papel económico. En su opinión, esta se
concreta para el caso específico de los consumidores a través de su libre
comportamiento como compradores en el mercado, partiendo del hecho de que
no existe alternativa política directa a esta situación. Esto sería más viable en el
marco de una economía y sociedad con una distribución de la renta aceptable y
en ausencia de grandes rentas obtenidas sin trabajar. También supone que “en
el sector de la propiedad socializada competitiva y en las cooperativas, los
trabajadores recibirían estímulos para participar, para asistir a reuniones, para
presentar su candidatura a los comités, para formular propuestas, para
colaborar en la elección de la dirección” y que “cuanto menor fuera el número
de personas empleadas en una determinada unidad de producción, más
probable sería la sensación efectiva de participación, de "pertenencia»19.
19 Nove A. 1987. La economía del socialismo factible. p 347.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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El propio Nove sintetiza los rasgos generales de la sociedad y economía
socialista prevista, la que contaría con:
a. Predominio de la propiedad estatal, social y cooperativa, y ausencia de
toda propiedad privada a gran escala de los medios de producción.
b. Planificación consciente, por una autoridad responsable ante una
asamblea elegida, de las principales inversiones de importancia
estructural.
c. Dirección central de los asuntos microeconómicos corrientes limitada a
aquellos sectores (y a aquellos tipos de decisión) en que las economías
de escala informativas, tecnológicas y organizativas la hagan
indispensable.
d. Preferencia por la pequeña escala como medio de maximizar la
participación y la sensación de «pertenencia». Excepto en los sectores
centralizados o monopolizados y en el limitado ámbito de la empresa
privada, la dirección debería ser responsable ante los trabajadores.
e. La producción y distribución corriente de bienes y servicios deberían ser
determinadas, cuando fuera posible, por negociaciones entre las partes
interesadas. Habría un reconocimiento explícito de que esto implica y
requiere la competencia, como condición previa para poder elegir.
f. Los trabajadores serían libres de elegir la naturaleza de su empleo y
tendrían la oportunidad de cambiar de especialidad. Si lo prefirieran,
podrán optar por trabajar en cooperativas o por su propia cuenta (por
ejemplo, en una explotación agrícola familiar, en un taller, o en una
agencia de servicios).
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g. Como un mecanismo de mercado ilimitado se destruiría a sí mismo con
el tiempo y crearía intolerables desigualdades sociales, el Estado tendría
funciones vitales determinando la política de rentas, recaudando
impuestos (y rentas diferenciales), interviniendo para restringir el poder
de los monopolios y estableciendo en general! las normas básicas y los
límites de un mercado competitivo. . Naturalmente, a algunos sectores
(educación, sanidad, etc.), no se les aplicarían los criterios del
mercado20.
h. Se admite que un cierto grado de desigualdad material es una condición
previa para evitar la dirección administrativa del trabajo, pero se
fomentarían los incentivos morales y se limitarían conscientemente las
desigualdades. El deber de suministrar trabajo predominaría sobre las
consideraciones de micro rentabilidad.
i. La distinción entre gobernantes y gobernados, directores y dirigidos, no
puede eliminarse desde un punto de vista realista, pero hay que tener
mucho cuidado para elaborar barreras al abuso de poder y fomentar al
máximo la consulta democrática.
Para Alec Nove, el problema más grave, es reconciliar el interés parcial y el
general. Estos intereses no tendrían necesariamente que coincidir, y no
comparte el criterio de las contradicciones fundamentales en estos intereses se
deba exclusivamente a la existencia de la propiedad privada21.
20 Consideramos que este inciso posee la esencia del modelo de socialismo propuesto por Nove, donde se explica el lugar del Estado y del Mercado. Claramente aparece la noción del socialismo de mercado, donde las funciones del Estado son las de regular el funcionamiento del mercado, donde incluso podrían existir monopolios, competencia, etc. (YSL). 21 Nove, A. 1987. La economía del socialismo factible. pp. 348 -349.
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En síntesis, podemos plantear que Nove defiende un modelo de socialismo de
mercado, ideado para los países desarrollados, basado en la existencia de
distintas formas de propiedad, incluyendo la privada aunque a pequeña escala,
donde la competencia juega un papel importante y las decisiones
microeconómicas son como norma descentralizadas, donde el Estado debe
ocuparse de una serie de funciones, entre ellas la de regular al mercado,
existiría cierto grado de desigualdad y se mantendrían las distinciones entre
superiores e inferiores a nivel laboral y social. La diferencia fundamental de
este proyecto con las llamadas economías mixtas es la ausencia de propiedad
privada capitalista a gran escala de los medios de producción22.
Si se le contrasta con el modelo de socialismo clásico o real existente en la
URSS y gran parte de Europa del Este, las diferencias serían mucho más
notorias. Este modelo clásico presentaba tres ejes fundamentales:
- El predominio casi absoluto de la propiedad social sobre los medios de
producción. (Acá se identificaba arbitrariamente la propiedad estatal
realmente existente con la propiedad social). Debe observarse que Nove
propone un modelo donde la propiedad privada debe desempeñar un
papel, además incluye en su concepción empresas autogestionadas por
sus trabajadores aun cuando la propiedad sea estatal.
- Presencia de una dirección híper centralizada de la economía nacional.
(Con una fuerte tendencia a la burocratización de la vida económica y
22 Según uno de los principales teóricos de la Economía Mixta, Paul A. Samuelson, esta puede caracterizarse como “una economía mixta, en la que tanto las instituciones privadas como las públicas ejercen el control económico: el sistema privado a través de la dirección invisible del mecanismo de mercado y las instituciones públicas a través de regulaciones e incentivos fiscales”. Samuelson, P.A. Economía. Parte 1 -2. p. 50.
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social del país). Debe observarse que Nove considera que debe existir
planificación consciente, pero esta queda limitada a las inversiones de
importancia estructural en el ámbito macroeconómico y a aquellos
sectores o tipos de decisión donde la escala lo exija racionalmente en el
ámbito microeconómico.
Es importante por último consignar el hecho de que para Nove no existe una
tercera vía o alternativa para construir el socialismo, fuera de la planificación
centralizada y burocratizada al estilo de la URSS y del socialismo de mercado,
específicamente bajo la forma que él propone. Por supuesto, su vía preferida
es la del socialismo de mercado.
1.2. Las concepciones de Ernest Mandel.
A diferencia de Nove, Mandel no pertenece al grupo de los denominados
teóricos del socialismo de mercado, y de hecho, su visión del socialismo es
bastante distante de la que sostienen estos teóricos y particularmente Alec
Nove. Las principales divergencias están localizadas en torno a la visión del
mercado, de la competencia, de la planificación y de lo que él denomina la
“autogestión” de los trabajadores.
Contrario a lo que realiza Nove, Mandel no parte de una crítica a la teoría
económica marxista y su supuesta inviabilidad en la fundamentación del
socialismo efectivo. Más bien, Mandel analiza los elementos que hacen
necesariamente inexistente un proyecto preconcebido de sociedad y economía
socialista realmente sistematizado en la obra de los clásicos. Así refiere que
“Exceptuando unas pocas observaciones generales diseminadas en La
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ideología alemana, El Capital, La crítica al programa de Gotha y su
correspondencia, Marx y Engels no desarrollaron ninguna visión sistemática
acerca de la organización de la economía que seguiría inmediatamente al
derrocamiento del capitalismo. Ello no fue una omisión accidental sino una
abstención deliberada. Los fundadores del materialismo histórico creyeron que
no era tarea suya formular un esquema confeccionado de la sociedad futura
porque tal sociedad sólo podría ser el resultado concreto de las condiciones en
que apareciera”23.
Por su parte, Mandel está también al tanto de las contradicciones que se
establecen cuando efectivamente la transición socialista ocurre en los países
capitalistas periféricos, donde comienzan a actuar contradicciones no previstas
por Marx24.
En sus análisis, se refiere al carácter históricamente limitado de la experiencia
del socialismo real para ser asumido como base para la fundamentación de
una economía política socialista. Esto lo deja claro en la siguiente tesis: “De
acuerdo con el método que Marx aplicó al estudio del modo reproducción
capitalista, solo sería posible un análisis sistemático de las características
generales del período de transición con la aparición de esta economía en su
forma avanzada y estable. Es poco probable que la historia futura considere la
actual economía de la URSS como esta forma, por no mencionar los otros
países con una base económica socialista. Parece realmente posible extraer
algunas conclusiones económicas de la rica y variada experiencia de todos
estos países. Sin embargo sistematizar estas experiencias en la forma de una
23 Mandel, E.1969. La economía en el período de transición. Versión On Line. p.1. 24 Ver: ídem.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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teoría económica general del período de transición parece prematuro, sino
imposible, tanto por la ausencia de formas más maduras de esta economía
cuanto por la dificultad de diferenciar lo que es peculiar al contexto específico
de su nacimiento en unas circunstancias de retraso de lo que corresponde a su
más profunda naturaleza histórica25”.
Esto lo consideramos muy acertado hasta cierto límite. Ha sido, en nuestra
opinión, uno de los graves problemas de la ciencia económica marxista en la
contemporaneidad asumir la experiencia soviética y su generalización teórica
como la teoría económica general y universal de la transición socialista e,
incluso, de la economía política del socialismo. Esto, sin dudas, afectó
seriamente el desarrollo histórico de la investigación científica en este campo26.
Sin embargo, Nove en su trabajo indica correctamente que muchos de los
problemas específicos vividos por la URSS, sobre todo en lo referido a las
complejidades de una economía industrial madura y sus retos concretos para la
planificación socialista, son problemas que muy probablemente deban afrontar
todos los países que avancen por el camino del socialismo, y que sería también
extremo suponer que fueron solo aberraciones del socialismo soviético y que
por lo tanto no aparecerían en otras experiencias. Acá urge realizar un análisis
histórico, lo suficientemente profundo y dialéctico que permita diferenciar lo
generalizable de lo que ha sido particular de aquella experiencia.
25 Mandel, E.1969. La economía en el período de transición. Versión On Line. 26 Podemos citar a los profesores Ramón Sánchez Noda y Victor Figueroa cuando reconocían que “Una economía política del Socialismo, con mayor precisión de la etapa previa de transición a esta fase, no existe en las coordenadas que exigen los proyectos de construcción socialista vigentes en los países del tercer mundo. La elevación de la Economía Política a planos superiores necesita redimensionar la teoría económica, especialmente la relacionada con el período de transición al Socialismo”. Noda, Ramón Sánchez y Albelo, Victor Figueroa. 2008. “En torno a la necesidad de una economía política de la construcción del Socialismo”. En: “Problemas de la Economía Política de la Construcción del Socialismo”. Colectivo de Autores.
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En cuanto a la visión más global de la naturaleza de la transición socialista,
podemos cerrar con esta idea de Mandel, cuando refiere que: “Desde un punto
de vista histórico, los problemas de la construcción del socialismo sólo serán
resueltos por la revolución mundial. Solamente en este contexto se superarán
definitivamente las desproporciones, las distorsiones y las contradicciones más
extremas27”.
A la luz de lo que hemos ido analizando en torno a esta problemática mediante
el pensamiento de Alec Nove, esta tesis es compleja. Pudiéramos razonar que
Mandel se refiere a los grandes problemas de índole digamos histórica –
genética de la construcción socialista, la que desde el punto de vista de las
grandes leyes del desarrollo histórico social debía realizarse en los países
capitalistas más avanzados y no en los atrasados, como en definitiva ha
ocurrido. En este sentido reaparece la lógica de la contradicción entre
relaciones sociales de producción y fuerzas productivas que ya Mandel había
planteado anteriormente. Si el sentido de la tesis de Mandel está dirigido a
comprender la transición socialista como un proceso del capitalismo
desarrollado y no periférico, entonces ciertamente el problema de la
justificación de este proceso desde el punto de vista de la teoría del desarrollo
histórico pudiera quedar resuelto. Pero esto es sólo una parte del problema,
quedaría por determinar si otros aspectos contradictorios de la nueva sociedad
se resolverían automáticamente, con solo ocurrir la transición central, y en este
sentido nos referimos al tema de la escasez, la asignación de recursos, la
formación del hombre nuevo, etc; o si habría también que enfrentarlos y
encontrarles soluciones concretas en esa futura sociedad socialista. Somos de 27 Mandel, E.1969. La economía en el período de transición. p.2.
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la opinión que estos tipos de problemas pudieran variar en su expresión, forma,
carácter, bajo otro esquema de relaciones sociales, pero no se resolverían
nunca por sí solos, así que la ciencia económica, entre otras disciplinas
científicas, tendría aun un importante papel que jugar aun en este escenario
posible.
Pasemos ahora a algunos de los elementos tratados por Nove de forma crítica
en relación a su enfoque desde la economía marxista, y las consideraciones
que sobre estos tiene Ernest Mandel. Podemos comenzar por un análisis de la
relación existente entre la escasez y la conducta humana. Según Mandel: “la
conexión que Nove postula, junto con innumerables economistas entre la
escasez general de recursos y los patrones específicos de comportamiento
humano es, para decirlo en forma suave, sencillamente no comprobable de
forma empírica. Porque,…, en determinadas circunstancias, es perfectamente
posible para la gente comportarse en forma no codiciosa respecto a
determinados bienes, si se cumplen un cierto número de condiciones28.
¿Cuáles son estas condiciones? Mandel vincula esto con un criterio
metodológico que permitiría determinar cómo algunos bienes pueden ser
distribuidos gratuitamente, el criterio está dado en observar el hecho de que la
elasticidad marginal de la demanda de un bien específico llegue a cero o sea
negativa para el consumidor particular medio, cuando esto suceda, el bien en
cuestión puede ser ofrecido gratuitamente. Es importante acá acotar que
Mandel en verdad no discute la idea de una relación entre escasez –
abundancia – conducta humana, critica a Nove por no ofrecer una base sólida
28 Mandel, E. 1986. En defensa de la planificación socialista .En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. p. 33.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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para establecer su criterio, pero tampoco él lo hace. Su solución aparece más
bien explicando cómo la dinámica misma del sistema económico iría generando
cada vez más riqueza y esto iría alterando la condición humana. De modo que,
al menos implícitamente dos cuestiones resaltan: no se niega en principio cierta
relación entre abundancia – escasez y conducta humana- de hecho Mandel
matiza esto como veremos más adelante-, y por otra parte se concibe un
escenario socialista donde predomina la abundancia, al menos relativa. La
siguiente tesis ilustra esta situación: “Es aquí donde la “visión del socialismo /
comunismo” de Marx logra el éxito merecido. Porque con el avance de la
riqueza social, el crecimiento de las fuerzas productivas y la emergencia de
instituciones poscapitalistas, el número de bienes y servicios caracterizados por
una elasticidad de demanda de este tipo, y por tanto, capaces de ser
distribuidos sin cargo, puede incrementarse progresivamente. Cuando –
digamos-, el sesenta por ciento, o el setenta y cinco por ciento, de todos los
bienes de consumo sean asignados de esta forma, este incremento
acumulativo habrá alterado de raíz toda la “condición humana”29.
Mandel sintetiza su consideración acerca de la relación entre la abundancia, la
escasez, la conducta humana y la pertinencia misma del análisis marxista para
la economía socialista, en el siguiente criterio: “…, no es menos erróneo
deducir de la escasez una genérica “codicia humana”. No hay tal cosa como
una codicia general. Más bien, las inclinaciones hacia la codicia son
específicas, y se relacionan no tanto con la escasez de bienes en general, sino
con la intensidad relativa de necesidades específicas. (…) la codicia puede
29 Mandel, E. 1986. En defensa de la planificación socialista .En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. p 33.
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extinguirse mucho antes de que la “escasez en general” haya desaparecido. Es
suficiente con que las necesidades más intensamente sentidas sean
satisfechas o que ocurra en estos ámbitos una saturación del consumo” y
enfatiza que es esta precisamente la concepción que Marx tenía en mente
“Esta es la afirmación básica en la que Marx fundó su visión del socialismo. Es
perfectamente realista y plausible”30.
En este aspecto de la relación entre abundancia, escasez y conducta humana,
vinculadas ahora a las formas en que se debe organizar la economía socialista,
Mandel realiza una advertencia muy sólida, que consideramos perfila la
problemática concreta que deben afrontar estos procesos socialistas
periféricos, como el caso actual de Cuba por poner un ejemplo. Según el
economista “Creer que se puede estimular el comportamiento cooperativo que
tiende al respeto de reglas morales universales sin la seguridad material básica
y la satisfacción de las necesidades es una utopía del peor tipo. Creer que se
puede asegurar la satisfacción de las necesidades a través de la avaricia, los
impulsos de la codicia privada, la competencia y la lucha generalizada, y
estimular, simultáneamente, la cooperación creciente, la solidaridad y el
respeto de las reglas éticas universales es, nuevamente, el intento de
conservar la torta y al mismo tiempo comerla”31.
30 Mandel, E. 1986. En defensa de la planificación socialista .En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. p 33. De todos modos Marx hace referencia más a una especie de abundancia generalizada o absoluta que a estas necesidades más intensamente sentidas a las que se refiere Mandel. Ver: Principios del Comunismo y Crítica del Programa de Gotha. (YSL) 31 Mandel, E. 1988. El mito del socialismo de mercado. En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. p.95.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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Podemos pasar ahora al análisis del modelo de socialismo que propone Ernest
Mandel. El modelo que propone Mandel en el marco de esta polémica es más
bien un modelo de transición al socialismo, no de socialismo en sí mismo.
Según él sería superior tanto al modelo de “socialismo burocrático” existente
en la URSS, y al modelo del “capitalismo de mercado monopolista”, existente
en los países capitalistas occidentales. Los tres ejes fundamentales del modelo
serían:
- La asignación consciente de los recursos a escala social.
- La planificación democráticamente centralizada.
- La autogestión conjunta de los trabajadores.
Obviamente, Mandel no está de acuerdo con Nove en la idea de que no existe
una alternativa para construir el socialismo fuera de las variantes de la
planificación centralizada y burocratizada al estilo soviético y del socialismo de
mercado, que él propone. La tercera vía que considera Mandel es un
socialismo democrático, basado en la denominada autogestión conjunta de los
trabajadores. Es precisamente este último concepto el que Nove no cree válido
y por tanto lo hace descartar la posibilidad de un socialismo como el que
describe Mandel.
Mandel enfatiza en que es viable la existencia y funcionamiento de esta
autogestión conjunta de trabajadores, y que no tiene por qué derivar hacia una
planificación burocratizada ni a un mercado fuera de control.
Considera que los problemas fundamentales de la motivación económica –
social (eficiencia, cooperación e innovación) son cuestiones superables por la
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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democracia socialista y en base a la autogestión conjunta de los trabajadores.
Podemos bosquejar los mecanismos e instituciones centrales de esta
democracia socialista basada en la autogestión desplegados para alcanzar
dichos propósitos.
Mandel indica que ocurrirían congresos periódicos de concejos de trabajadores
y del pueblo – estos congresos pueden ser nacionales e incluso internacionales
- donde se determinarían las grandes divisiones del producto nacional,
partiendo de lo que él llama alternativas coherentes previamente debatidas por
todos los ciudadanos en la elección de ese congreso. Así, el esquema global
de plan económico sería establecido sobre la base de elecciones conscientes,
por parte de la mayoría de los afectados por este. Partiendo de esas
elecciones, se trazaría entonces un plan coherente, utilizando tablas inputs –
outputs y balances de stock indicando los recursos disponibles para cada rama
de producción particular. Mandel es cuidadoso al señalar que este congreso
nacional o internacional no iría más allá de estas instrucciones generales y no
se excedería de las especificaciones para cada rama, unidad de producción o
región.
Después, el próximo paso, según Mandel, es que cuerpos autogobernados
dividirían entonces la carga de trabajo resultante del plan general entre las
unidades de producción adicionales para el próximo período, en caso de que la
implementación de los objetivos de producción lo hiciese necesario bajo la
carga de trabajo dada. En su idea, todo esto ocurriría tendiendo gradualmente
al óptimo tecnológico sobre la base del conocimiento existentes, se calcularía
así el nivel tecnológico de los bienes a ser producidos, pero observando no se
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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eliminen las unidades menos productivas mientras que la producción total no
cubra en todo lugar todas las necesidades32.
Mandel llega a considerar incluso la posibilidad de que estos congresos
internacionales de trabajadores adopten decisiones de alcance mundial, lo que
le daría visos de internacionalización al modelo que propone33.
¿En qué consiste según Mandel la superioridad de la denominada autogestión?
Según él mismo: “Un sistema de este tipo daría contenido concreto a la
concepción marxista de la extinción gradual del estado. Permitiría remplazar en
un solo movimiento a, por lo menos, la mitad de los ministerios actuales por
cuerpos autogestionarios. También provocaría una radical reducción del
número de funcionarios, incluso en el campo de la planificación. al mismo
tiempo, significaría que, literalmente, millones de personas serían, no
meramente “consultadas”, sino en rigor, participantes en la toma de decisiones
y en la administración directa de la economía y la sociedad. La división social
del trabajo entre administrados y administradores, entre los gobernantes y los
gobernados comenzaría a desaparecer34”.
Por otra parte plantea que “de estas instituciones – se refiere a los cuerpos
autogobernados y las asambleas de trabajadores - no surgen rígidas
estructuras jerárquicas (…) y esto garantiza expresamente la soberanía del
32 Esta exposición es una síntesis comentada de la concepción de Mandel que aparece en: Mandel, E. 1986. En defensa de la planificación socialista. En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. pp. 56 - 57 33 El género de decisiones mundiales se pueden agrupar en cuatro categorías principales: Redistribución global de recursos materiales y humanos para acabar con el subdesarrollo/ Asignación de recursos naturales verdaderamente escasos/ Decisiones en torno al medio ambiente/ Prohibiciones universales. (YSL).
34 Mandel, E. 1986. En defensa de la planificación socialista .En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. p. 59.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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productor/consumidor – es decir, la autodeterminación, la libertad en el
verdadero sentido de la palabra- tanto contra la tiranía de las fuerzas ciegas del
mercado como contra la tiranía de los tecnócratas y burócratas arrogantes35”.
Resumiendo este aspecto, podemos identificar con Mandel las que considera
sean diferencias principales de su propuesta de modelo de socialismo
democrático basado en la autogestión conjunta de los trabajadores en relación
al modelo de socialismo factible basado en el mercado que propone Nove.
Estas diferencias serían las siguientes:
- La primera concierne a la naturaleza de las unidades de producción o de
distribución predominantes. Para Nove, el cálculo individual de costos
implica, para estas unidades, rentabilidad individual, es decir, que los
ingresos del grupo de personas implicadas debe estar en relación con
las diferencias entre los costos medidos en dinero de los inputs y los
outputs. Según Mandel, relacionar los ingresos grupales o personales
con las ganancias es introducir poderosos impulsos hacia la
irracionalidad económica, arriesgándose a la destrucción social en la
medida en que múltiples decisiones son tomadas en función de
intereses particulares y fragmentados.
35 Mandel, E. 1988. El mito del socialismo de mercado. En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. p. 105. Con vistas a que esta propuesta de la autogestión conjunta de los trabajadores que propone Mandel sea efectiva sebe apoyarse en una serie de condiciones acompañantes, tales como: Presencia de educación superior libre. / Reducción radical de la semana de trabajo. / Difusión de la tecnología informática entre grupos de productores y de consumidores. / Amplio acceso a los medios de información. / Existencia de una democracia pluralista. (YSL).
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- La segunda está dada en que Nove establece una distinción entre un
sector estatal centralizado, en donde la escala técnica y la complejidad
imposibilitan la autogestión de los productores, y un sector socializado
de empresas menos integradas en el que dicha autogestión podría
operar. También parece indicar que las diferencias de ingresos serían
indispensables en ambos. Mandel considera, sin embargo, que el campo
para la autogestión es en principio, más que sectorial, universal, y que
las recompensas monetarias y los privilegios materiales no son
indispensables, sino más bien enemigos del ejercicio democrático de la
responsabilidad administrativa.
- La tercera diferencia básica radica en el papel de la competencia. Para
Nove puede distinguirse entre competencia beneficiosa y competencia
nociva; para Mandel cualquier forma de competencia económica es
contraria a la lógica del socialismo, donde por demás la producción
mercantil debe tender a disminuir su papel e importancia, y no a
aumentarla.
En síntesis, el modelo propuesto por Mandel es el de un socialismo
democrático en el sentido político y en el sentido económico. Donde la
planificación centralizada es una pieza fundamental, pero que estando
protegida por la auténtica participación de los trabajadores en la toma de las
más importantes decisiones económicas se suprime el carácter burocrático y
elitista de la misma. Donde la planificación es fundamental ante el mercado y
su sistema de relaciones, y donde la autogestión conjunta de los trabajadores
es la pieza clave, tanto para lograr el funcionamiento de la economía como la
emancipación real y plena de los trabajadores.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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Capítulo 2. Consideraciones sobre el papel del merc ado y la planificación
en la economía socialista.
2.1. Breve análisis de las categorías mercado y pla nificación.
Antes de analizar las concepciones de los autores sobre el papel del mercado y
el plan en la economía socialista, consideramos sea prudente realizar un breve
repaso de estas categorías en su tratamiento desde la económica política y
desde la teoría económica convencional.
Enfocándolo desde la economía política, el mercado, más allá de ser el lugar
físico donde se encuentran compradores y vendedores, es una forma de
organización y coordinación de la producción social. Es básicamente un
sistema, y como todo sistema tiene leyes y regularidades que lo gobiernan en
su funcionamiento. Histórica y lógicamente el surgimiento y desarrollo del
mercado está asociado a fenómenos como la aparición del excedente
económico, el surgimiento del intercambio regular de productos y
especialmente a la aparición de la producción mercantil, en un proceso
mediado por las distintas divisiones sociales del trabajo.
Debe entenderse el hecho fundamental de que no toda forma de mercado
indica necesariamente la presencia de una economía capitalista. De hecho,
desde el punto de vista histórico el mercado antecede al capitalismo. Si se
entiende que el mercado y muchas de sus categorías (precios, ganancias,
salarios, etc) existen mucho antes que el capitalismo, debe observarse el
hecho de que este iba ganando fuerza en el desarrollo mismo de la humanidad,
pasando de ser una forma secundaria en cada modo de producción hasta
convertirse en elemento esencial en el modo de producción capitalista.
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Planificación y Mercado en la economía socialista. El debate entre Nove, Mandel y Elson. Autor: Yoandris Sierra Lara.
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La ley fundamental que controla y regula el funcionamiento del mercado, y de
hecho de la producción mercantil, es la ley del valor. Esta es una ley objetiva
que provoca que los productos del trabajo se intercambien de acuerdo con la
cantidad de trabajo social que se ha invertido en producirlos, y por lo tanto
establece la presencia de un intercambio equivalencial36.
Otra forma de definir la esencia de esta ley del valor la da Mandel: “Llamamos
«ley del valor», la ley que gobierna el cambio de mercancías y, por intermedio
de ésta, el reparto de la fuerza de trabajo, y de todos los recursos productivos,
entre las diferentes ramas de actividad. Se trata de una ley económica que se
funda esencialmente en una forma de «organización del trabajo», en relaciones
establecidas entre los hombres diferentes de las que presiden la organización
de una economía planificada según las costumbres o las elecciones
conscientes de productores asociados”37.
En las condiciones de una economía mercantil, basada en la propiedad privada
capitalista, existe consenso en cuanto a las funciones que desempeña la ley
del valor, siendo las siguientes:
1. Regulación espontánea de la distribución de los medios de producción y
de la mano de obra entre las distintas ramas de la producción.
2. Impulso a los productores privados a desarrollar las fuerzas productivas.
3. Generación de un proceso de diferenciación social y económica entre los
distintos productores.
36 Acá es importante observar como la consolidación del papel fundamental de la ley del valor está asociada al lugar fundamental que ha ganado el trabajo en el proceso económico. Así, según Mandel: “cuanto más se generaliza la producción de mercancías, tanto más se regulariza el trabajo y la organización de la sociedad se concentra alrededor de una contabilidad fundada en el trabajo”. Mandel. E. Iniciación a la economía marxista. Versión On line. p. 6. 37 Mandel, E. Introducción al Marxismo. Versión On Line. www.revoltaglobal.net. p. 19.
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Ya desde el punto de vista de la teoría económica ortodoxa, o la llamada
Economics, el tratamiento del mercado asume una connotación mucho más
técnica e instrumental además de ahistórica que la realizada por la economía
política marxista. Así, para Paul Samuelson: “un mercado es un proceso
mediante el cual los compradores y los vendedores de un bien interactúan para
determinar su precio y su cantidad”38 y para N. Gregory: “Un mercado es un
grupo de compradores y vendedores de un determinado bien o servicio”39.
Genéricamente existen tres tipos fundamentales de mercado: el mercado de
trabajo, donde se compra y se vende la fuerza de trabajo y el precio asume la
forma de salario40, el mercado de capitales, donde se compra y se vende
capital, y el precio asume la forma del interés, y el más difundido que es el
mercado de bienes y servicios donde los precios presentan su forma estándar
o natural por así decirlo. Por su alcance el mercado puede ser nacional,
regional, mundial, etc; y también se clasifica en cuanto a su estructura como
mercados de competencia perfecta41, mercados de competencia monopolista42,
mercados oligopólicos43, etc.
38 Samuelson, P. Economía. Parte I y II. Ministerio de Educación Superior. p. 60. 39 Gregory, M. 2002. Principios de Economía. Segunda Edición. Mc Graw Hill. p. 41. 40 Para la Economics lo que se compra y se vende es el trabajo mismo, no la fuerza de trabajo. (YSL). 41 La competencia perfecta es el modelo económico de un mercado que posee las características siguientes: “cada agente económico actúa como si los precios estuviesen dados, es decir, cada uno de ellos actúa como un tomador de precios; el producto es homogéneo; hay libre movilidad de los recursos, incluida la libre entrada y salida de las empresas productoras; y todos los agentes económicos que intervienen en el mercado poseen un conocimiento completo y perfecto”. Ferguson C.E y Gould, J.P. 1975. Teoría Microeconómica. Fondo de Cultura Económica. México, Madrid, Buenos Aires. p. 230. 42 “Existe un monopolio puro cuando sólo hay un productor en el mercado. No hay competidores o rivales directos en el sentido popular ni en el técnico. Sin embargo, la política de un monopolio puede estar limitada por la competencia indirecta de todos los bienes, por el ingreso del consumidor y los bienes que son sustitutos razonablemente adecuados, y por la amenaza de competencia potencial cuando es posible la entrada al mercado”. Íbidem, p. 267.
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Aun cuando puedan ser evidentes las diferencias conceptuales, metodológicas
y finalmente ideológicas entre las dos formas de análisis, existe un consenso
en cuanto a que el mercado aparece como la forma de coordinación económica
más coherente con el sistema capitalista, en la cual existe un alto grado de
espontaneidad y automatismo, y donde las asignaciones de recursos se
realizan ex post, es decir, a partir de las señales que ofrece el mercado,
especialmente mediante su mecanismo de precios.
En cuanto a la planificación esta también se ha desarrollado como una
importante disciplina dentro de las ciencias económicas y como instrumento en
manos de los gobiernos para llevar a cabo la actividad económica. Desde el
punto de vista de la teoría, también existen diversos conceptos. Así, según
Andrés Fernández: “La planificación no es una simple técnica de elaboración
de planes. La planificación, cuando es efectiva, es algo más complejo, es un
proceso social en el que en base a unos juicios de valor se plantea activa y
racionalmente la situación económica de un sistema en su perspectiva
dinámica. En este planteamiento se consideran conjuntamente los medios y
objetivos encaminados a un progreso armónico y equilibrado, en el sentido más
amplio”44. Siguiendo a Loutfy, la planificación posee una serie de
características distintivas, entre ellas que posee siempre un determinado nivel y
grado de coordinación, previsión y centralización, por demás, la planificación
43 “Se dice que existe el oligopolio cuando hay más de un vendedor en el mercado, pero no en tal cantidad que la contribución de cada uno de ellos se vuelva imperceptible”. Íbidem, p. 336. 44 Fernández Díaz, A. 1969. Introducción a la teoría de la planificación. p.32.
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ha de ser global, y debe tener en cuenta las necesidades y recursos de todas
las regiones45.
Según Alfredo Gonzáles: “La planificación es el principal instrumento para llevar
a la práctica la estrategia de desarrollo y la política económica. La planificación
es una fase necesaria en la dirección de cualquier actividad, que en el caso de
la economía nacional consiste en esencia en un proceso de previsión, fijación
de objetivos, balanceamiento de tareas y recursos, y optimización”46.
Para William Alexander Robson: “por planificación económica se entiende el
proceso de elaboración y aplicación de un plan económico. Las diferentes
unidades de consumo y de producción, las instituciones financieras, la
administración pública, etc, formulan sus planes económicos cuando adaptan
los recursos y medios de que disponen a la consecución de ciertos objetivos, a
la vista de ciertos elementos que se les imponen en forma de datos sobre los
que no pueden actuar para cambiarlos”47.
Según Robson, la planificación económica se caracteriza formalmente por tres
elementos: 1. Una estimación de la evolución futura de la economía, a partir de
la cual van a tomarse las decisiones de política económica; 2. Un esquema
global y coherente de los objetivos de dicha política, y 3. La coordinación de los
medios de política económica pertinentes48.
Siguiendo a Robson podemos definir las dos variantes principales de plan, las
que se definen como plan imperativo y plan indicativo. El plan imperativo se
caracteriza porque los órganos de planificación, dependientes del gobierno, son
45 Loutfy, A. 1964. La planificación de la economía. Editorial Droz. 46 Gonzáles, A. 2008. La planificación. En: Fundamentos de Economía Política del Socialismo. Colectivo de Autores Versión digital. p. 252. 47 Alexander Robson, A. 1973. La planificación económica. pp. 44 – 45. 48 Íbidem, p. 48.
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los encargados de organizar los procesos de producción y distribución de la
renta. En los países en que existe una planificación imperativa hay órganos de
planificación central, local y a nivel de cada unidad de producción que fijan las
tareas y
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