amores y miedos

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una 64 UNAONLINE.NET Julio Bevione AMORES Y MIEDOS Puede que no suceda en primera instancia, porque el proceso del enamoramiento, que ocurre en todas las relaciones (con un trabajo, un lugar o una persona) nos mantiene adormecidos viendo en el otro lo que posiblemente no esté allí. Literalmente, vemos una ilusión. Esto no es amor, sino apenas un simple encantamiento que, como no es verdad, tendrá un final. Porque tarde o temprano al dibujo que habíamos hecho sobre la otra persona o alguna situación se le quiebra una puntita y vamos descubriendo que, debajo, había algo más por revelar. ¡Y ÉSE ES EL MOMENTO EN QUE APARECE LA ENERGÍA DEL AMOR! Cuando sabemos que esa persona o esa situación no coinciden enteramente con nuestro ideal y las ilusio- nes que nos hemos hecho, pero estamos dispuestos a aceptar al otro tal como es y seguir adelante. Pero ése es el momento en que también se despiertan los miedos, que estaban cómo- dos, instalados y seguros en el momento del enamoramiento. El miedo ser abando- nados, a no ser suficientes o no merecernos esa relación, miedos que quizás ni siquiera identificábamos pero que se muestran a través de la tristeza, la ansiedad, la ira o el dolor. ASÍ COMO LA LUZ DEJA AL DESCUBIERTO LO QUE LA OSCURIDAD ESCONDE, LA ENERGÍA DEL AMOR LIBERA LO QUE NO ES AMOR. ANTE LA LLEGADA DE UNA PERSONA DISPUESTA A OFRECERNOS AMOR, SALEN A LA LUZ TODOS NUESTROS MIEDOS. DE TODAS MANERAS AL AMOR SIEMPRE GANA. Esta es la única batalla que vale la pena emprender porque tenemos garan- tizado el resultado. Y cuando ganamos, todos ganan, porque nos abrimos al amor, hacia nosotros mismos y la persona que tenemos al frente. Y comenzamos a expan- dir la energía del amor donde quiera que vayamos. Ser persistentes en mantener la energía del amor hasta que vencemos la resistencia de los miedos que afloran es lo más impor- tante. Y si bien esos miedos no se irán para siempre, al menos dejarán de ser ellos los que dominen nuestras relaciones. CLAVES DE APOYO Si bien cada uno escribe su propio guión y esto impide que haya una solución para todos, sí hay un patrón en el contacto con los miedos ante la llegada del amor: la ira. Terminamos siendo más duros con las per- sonas que más amamos. La ira parece ser el primer formato que toma el miedo cuando comienza a liberarse, asustado ante la lle- gada del amor. Por eso mantente atento/a a esos momentos de ira recordando que: LA IRA QUE SIENTES no es consecuencia de lo que la otra persona está haciendo o diciendo, sino de la resistencia natural de tus miedos a soltar el control de tu vida –y tus relaciones-. En consecuencia, no alimentes el argumento de culpabili- dad que tu ego escribirá en segundos. MOVILIZA LA ENERGÍA. El miedo es muy denso y tiende a paralizarnos, se siente pesado y caemos en emociones, pala- bras y actitudes idénticas a su energía. Cuando el miedo aparece sal a caminar, siéntate a hacer respiraciones profun- das o busca un lugar de silencio donde puedas atestiguar tu resistencia. Y no te enjuicies, ni te critiques, ni analices lo que está ocurriendo. Simplemente atestigua lo que sientes y respira hasta sentirte mejor. SI LA IRA PERSISTE busca canalizarla de una manera que no te afecte a ti, ni a tu entorno. Realiza algún deporte de alto impacto, corre hasta el cansancio, baila enérgicamente o canta. Pero busca la manera de liberarla. Recuerda que el contenido que le has dado no es real. Lo que realmente ocurre es que has despertado vieja energía de miedo que busca salir. Y no es necesario entenderla, simplemente ¡dejarla salir! La ira parece ser el primer for- mato que toma el miedo cuando comienza a liberarse, asustado ante la llegada del amor. BUSCA ALGUIEN A QUIEN CONFÍES y há- blale de todo lo que sientes. Es impor- tante que lo hagas con una persona que pueda ver tu vida con más claridad de lo que la estás viendo en ese momento. Puede ser un terapeuta o simplemente un amigo. No esperes que la otra perso- na te brinde una solución, herramien- tas y menos que te de la razón. Pídele, simplemente, que te escuche JULIO BEVIONE http://vivirenlazona.com/

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Julio Bevione

amores y miedos

Puede que no suceda en primera instancia, porque el proceso del enamoramiento, que ocurre en todas las relaciones (con un trabajo, un lugar o una persona) nos mantiene adormecidos viendo en el otro lo que posiblemente no esté allí. Literalmente, vemos una ilusión.

Esto no es amor, sino apenas un simple encantamiento que, como no es verdad, tendrá un final. Porque tarde o temprano al dibujo que habíamos hecho sobre la otra persona o alguna situación se le quiebra una puntita y vamos descubriendo que, debajo, había algo más por revelar.

¡Y ése es el momento en que aparece la

energía del amor! Cuando sabemos que esa persona o esa situación no coinciden enteramente con nuestro ideal y las ilusio-nes que nos hemos hecho, pero estamos dispuestos a aceptar al otro tal como es y seguir adelante.

Pero ése es el momento en que también se despiertan los miedos, que estaban cómo-dos, instalados y seguros en el momento del enamoramiento. El miedo ser abando-nados, a no ser suficientes o no merecernos esa relación, miedos que quizás ni siquiera identificábamos pero que se muestran a través de la tristeza, la ansiedad, la ira o el dolor.

Así como lA luz dejA Al descubierto lo que lA oscuridAd esconde, lA energíA del Amor liberA lo que no es Amor. ante la llegada de una persona dispuesta a ofrecernos amor, salen a la luz todos nuestros miedos.

de todas maneras al amor siempre

gana. Esta es la única batalla que vale la pena emprender porque tenemos garan-tizado el resultado. Y cuando ganamos, todos ganan, porque nos abrimos al amor, hacia nosotros mismos y la persona que tenemos al frente. Y comenzamos a expan-dir la energía del amor donde quiera que vayamos.

Ser persistentes en mantener la energía del amor hasta que vencemos la resistencia de los miedos que afloran es lo más impor-tante. Y si bien esos miedos no se irán para siempre, al menos dejarán de ser ellos los que dominen nuestras relaciones.

claves de apoYo

Si bien cada uno escribe su propio guión y esto impide que haya una solución para todos, sí hay un patrón en el contacto con los miedos ante la llegada del amor: la ira. Terminamos siendo más duros con las per-sonas que más amamos. La ira parece ser el primer formato que toma el miedo cuando comienza a liberarse, asustado ante la lle-gada del amor. Por eso mantente atento/a a esos momentos de ira recordando que:

la ira que sientes no es consecuencia de lo que la otra persona está haciendo o diciendo, sino de la resistencia natural de tus miedos a soltar el control de tu vida –y tus relaciones-. En consecuencia, no alimentes el argumento de culpabili-dad que tu ego escribirá en segundos.

moviliza la energía. El miedo es muy denso y tiende a paralizarnos, se siente pesado y caemos en emociones, pala-bras y actitudes idénticas a su energía. Cuando el miedo aparece sal a caminar, siéntate a hacer respiraciones profun-das o busca un lugar de silencio donde puedas atestiguar tu resistencia. Y no te enjuicies, ni te critiques, ni analices lo que está ocurriendo. Simplemente atestigua lo que sientes y respira hasta sentirte mejor.

si la ira persiste busca canalizarla de una manera que no te afecte a ti, ni a tu entorno. Realiza algún deporte de alto impacto, corre hasta el cansancio, baila enérgicamente o canta. Pero busca la manera de liberarla. Recuerda que el contenido que le has dado no es real. Lo que realmente ocurre es que has despertado vieja energía de miedo que busca salir. Y no es necesario entenderla, simplemente ¡dejarla salir!

La ira parece ser el primer for-mato que toma el miedo cuando comienza a liberarse, asustado ante la llegada del amor.

Busca alguien a quien confíes y há-blale de todo lo que sientes. Es impor-tante que lo hagas con una persona que pueda ver tu vida con más claridad de lo que la estás viendo en ese momento. Puede ser un terapeuta o simplemente un amigo. No esperes que la otra perso-na te brinde una solución, herramien-tas y menos que te de la razón. Pídele, simplemente, que te escuche

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