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AGENDA CULTURAL — Libros

P ablo Neruda y Jorge Carrera Andrade; del finis terrae al

aro equinoccial es un libro inesperado, no porque deje de generar expectativas, sino porque da cuenta de una amistad insospechada entre dos genios de la literatura. Abraham Quezada, su autor, es un investigador incansable de la poesía nerudiana y su universo epistolar. De ahí fue que en Nueva York, mientras buscaba nuevos archivos del premio Nobel, se encontrara sorpresivamente con seis cartas que éste intercambió con Jorge Carrera Andrade, uno de los poetas más sobresalientes de las letras ecuatorianas.

AMIGOS A LA DISTANCIAEn su más reciente libro, Abraham Quezada, historiador y diplomático chileno destinado en Ecuador, revela la relación hasta ahora desconocida que mantuvieron Pablo Neruda y Jorge Carrera Andrade, poetas esenciales.

Luego de analizar las misivas, Quezada, quien hoy se desempeña como primer secretario de la Embajada de Chile en Ecuador, descubrió una serie de antecedentes que resultan aun más sorpresivos que el mismo hallazgo, por lo que decidió emprender este estudio comparativo, en el que los paralelismos y preocupaciones comunes reflejan lo que él llama la “solidaridad intelectual” de dos escritores.

Carrera Andrade nació en 1901 y falleció en 1978; Neruda nació en 1904 y murió en 1973, después del golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende, su mejor amigo y coideario. Además de ser contemporáneos y

coterráneos en el sur andino del continente, las similitudes biográficas se repiten: ambos, por ejemplo, iniciaron vidas diplomáticas cuando eran muy jóvenes y se casaron más de tres veces. De esta manera, el tema del amor constituyó uno de los ejes centrales en sus mensajes.

No sólo el amor y la literatura ocuparon la trama de sus correspondencias; “parece que a estos dos latinoamericanos la naturaleza los golpea”, dice Quezada para referirse a la sensibilidad telúrica de dos artistas que representan al finis terrae (“el fin de la tierra”), en Chile, y al “aro equinoccial”, una de las figuras que utilizó Carrera Andrade para hablar

del Ecuador. Asimismo, tanto el chileno como el ecuatoriano, que llegaron a toparse personalmente en un par de ocasiones, expresaban su inquietud sociopolítica “por la Segunda Guerra Mundial

y la dramática situación que vivía el mundo”, así como también por la Guerra Civil Española, de la cual rechazaron el triunfo franquista y lamentaron la muerte de García Lorca, apoyando la creación de la Alianza de Intelectuales Antifascistas. De hecho, ambos eran hombres profundamente identificados con la izquierda de su tiempo. Pero acá también comienzan a aparecer algunas diferencias. Por ejemplo, Carrera Andrade era socialista, mientras Neruda era comunista; el primero, además de embajador, fue canciller de su país, lo que lo llevó a adquirir muchas más responsabilidades burocráticas, mientras el segundo nunca dejó de ser un militante, “la voz de los sin voz”.

¿Cuál es la importancia de indagar en la relación que tuvieron estos dos personajes? Para Abraham Quezada, confirmar la temprana recepción de la obra nerudiana a nivel regional y conocer los lazos bilaterales de nuestros intelectuales en una época en que la comunicación a distancia implicaba un esfuerzo mayor. Pablo Neruda y Jorge Carrera Andrade; del finis terrae al aro equinoccial habrá sido presentando oficialmente en el transcurso de noviembre, en las ferias del libro de Santiago y Quito.— por jorge sánchez de n.