alvarado, salvador. apuntes para el análisis del estado

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El presente material ha sido elaborado ex profeso como guía para el curso Análisr. del Estado Mexicano, con el propósito de dotar al educando -;rie de hci i .< mientas conceptuales que le sean de utilidad para interpretar ar la realkin l Consta de dls apartados, uno donde se abordan elementos básicos de Teoría <IH Estado, que son conocimientos fundamentales para el ejercicio analítico d< do en general y, otra, en la que con base en tal instrumental teórico se abordan I, particularidades de la organización y funcionamiento del Estado mexicano. Partimos de la premisa d| que para el estudiante de la licenciatura en trato) social es fundimental el conocimiento y comprensión del surgimiento y función, miento del Etíado, pues si bien estudia una profesión preponderante pañi l.i li tervenc¡ón, : esto no quiere decir que la reflexión es prescindible, pues la di< entre teoría y acción es un mero artificio: sirve la intervención sin :: : y a la inversa. Es este orden'''de ideas, el análisis de las formas en que : funciona el Estado, permite aKalümno contexttializar política, económica, i ultuft y socialmente la acción estatal; así como su intervención profesional fulm ámbito de lo público. SALVADOR ALVARADO GARIBALDI es licenciado en sociolmji, la FCPys de la UNAM, Diplomado en ideas e institucii cas por el ITAM y en políticas de juventud por el Mu u Educación y Cultura y el Instituto de la Juventix Maestro en sociología por : la UIA y candidato a d<>. ¡ ministracjón pública por el IESAP. Es profesor <l> la ENTS y;fue profesor visitante en la Universid.nl ii España. ! ana isis untes PARA EL DEL ''. i v, idor Aivarado Garíbaldí " Cultura de la legalidad y trabajo social ! &( i El I A NAt'U )NAI 1/>1:: TRABAJO SOCIAL. * UNAM

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Alvarado, Salvador. Apuntes para el Análisis del Estado. Una introducción al estudio del Estado. México: Miguel Ángel Porrúa y UNAM, 2008. pp. 70-91

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Page 1: Alvarado, Salvador. Apuntes para el Análisis del Estado

El presente material ha sido elaborado ex profeso como guía para el curso Análisr.

del Estado Mexicano, con el propósito de dotar al educando -;rie de hci i . <

mientas conceptuales que le sean de utilidad para interpretar ar la realkin l

Consta de dls apartados, uno donde se abordan elementos básicos de Teoría <IH

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particularidades de la organización y funcionamiento del Estado mexicano.

Partimos de la premisa d| que para el estudiante de la licenciatura en trato)

social es fundimental el conocimiento y comprensión del surgimiento y función,

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entre teoría y acción es un mero artificio: sirve la intervención sin

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funciona el Estado, permite aKalümno contexttializar política, económica, i ultuft

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ámbito de lo público.

SALVADOR ALVARADO GARIBALDI es licenciado en sociolmji,

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Page 2: Alvarado, Salvador. Apuntes para el Análisis del Estado

índice

PRESENTACIÓN 7

Capítulo IFORMACIÓN Y DESARROLLO DEL ESTADO 11

Introducción al capítulo 11Objetivos particulares del capítulo 12

Formación y desarrollo del Estado 12Qué es Estado 14Elementos constitutivos del Estado 18Formas de Estado y de Gobierno 25Funciones generales del Estado 29

El origen del estudio sobre el Estado 38El surgimiento del Estado 56Teorías básicas sobre el Estado 64Estado y política 70

Resumen del capítulo 102Actividades complementarias

de aprendizaje 103

Capítulo IIORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA DEL ESTADO

MEXICANO 107Introducción al capítulo 107

Objetivos particulares del capítulo 108Organización y estructura

del Estado mexicano 109Niveles de gobierno 114

Page 3: Alvarado, Salvador. Apuntes para el Análisis del Estado

Competencias y atribucionesde los poderes 125

Estructura básica del Sistema Político Mexicano 145Los actores de la democracia 158Las instituciones electorales:

el Instituto Federal Electoraly el Tribunal Federal Electoral 158

Los principales partidos políticos 173Los ciudadanos y la expectativa de los alcances

democráticos 187Resumen del capítulo 198Actividades complementarias de aprendizaje 199

CONSIDERACIONES FINALES 201

GLOSARIO. . . 209

Apuntes para el análisis del Estado. Una introducción al estudiodel Estado, se terminó de imprimir en la ciudad de México

durante el mes de febrero del año 2008. La edición,en papel de 75 gramos, estuvo al cuidado

de la oficina litotipográficade la casa editora.

Page 4: Alvarado, Salvador. Apuntes para el Análisis del Estado

70 Salvador fllvorado Garibaldi

rico en la historia, por lo menos hasta ahora, antes al contra-rio las experiencias emanadas de los procesos revolucionariosde orientación marxista: la revolución rusa, la china y la cuba-na, solamente por mencionar las más representativas, ni aca-baron con la explotación, y no sólo no desapareció el Estadocomo instrumento de dominación, sino que perfeccionó susmétodos de dominio en detrimento de las libertades indivi-duales y del sometimiento de aquel a quien supuestamentedebía de liberar: al hombre.

Estado Y política

La importancia de esta relación se deriva de la necesidad deanalizar cómo se ejerce el poder del Estado a partir de lapremisa de que su ejercicio no se da únicamente por vía dela imposición. Si nos cuestionamos, ¿qué es lo que hace queun mandato encuentre obediencia, es decir, por qué hay quie-nes ejecutan órdenes que vienen de otros sin necesidad dela coacción? para respondernos, debemos recurrir al papelque juega la política en la creación y articulación de los acuer-dos. Es decir, el poder del Estado, no es sólo imposición,sino también es convencimiento.

Político, poder y clases sociales

La política tiene distintas acepciones, en su significado clási-co deriva de la polis griega (politikós) que significa todo lo quese refiere a la ciudad, y en consecuencia al ciudadano, locivil, lo público y también lo sociable y lo social. En la edadmoderna perdió su significado original y poco a poco fueacotando su alcance para referirse particularmente a las re-laciones de poder o al estudio de éstas. Por lo cual, paraefectos pedagógicos, por lo menos debe ser considerada endos vertientes: como ciencia y como actividad. En su prime-ra significación, es la ciencia que estudia las relaciones deautoridad y obediencia y sus efectos sobre el comportamien-

Formodón y desarrollo del Estado 71

to de los hombres. Así, se constituye por un conjunto desaberes sistematizados con un objeto propio de estudio, conconceptos generales específicos y con particulares métodosy técnicas de análisis.

Empero, para la formación de los trabajadores sociales,es muy importante abordarla y entenderla también como ac-tividad, toda vez que se refiere a las interacciones de domi-nación de los hombres entre sí y, a las relaciones de mandoy obediencia entre éstos y las instituciones públicas. Comoactividad (ni como ciencia], la política no es un hecho de lanaturaleza, es una relación entre los hombres, creada y re-creada por ellos, lo que motiva que no esté sujeta a leyesinmutables, absolutas e inviolables. Dicha relación es resul-tante de una necesidad vital del hombre para subsistir: lanecesidad física de todos los seres humanos de convivir conlos otros. Como resultado de esta necesidad, el hombre es-tablece relaciones políticas (de mando y obediencia) que semodifican con el tiempo: la tradición, la moral o el derechocomprenden reglas, normas y disposiciones jurídicas y axio-lógicas creadas, transmitidas y preservadas para regular lavida del hombre en comunidad y son modificadas en diferen-tes épocas y por distintos grupos humanos.

Así, es necesario revalorar el sentido de la política y rei-vindicarla como práctica, pues no obstante al descrédito quevive actualmente y al desgaste al que se ve sometida cotidia-namente por los "políticos profesionales", merced a las des-calificaciones entre sí, los videoescándalos y las prácticas decorrupción que empañan el quehacer de los hombres públi-cos, la política, en tanto actividad relativa a las relaciones delucha y administración del poder, es el arte de la construcciónde los acuerdos que como sociedad nos permiten dirimircivilizadamente las diferencias.

No es aceptable bajo ningún concepto, por más clásicaque sea, la tesis de Karl Von Clausewitz que sostiene que "la

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72 Salvador filvarado Garibaldi

guerra es la continuación de la política por otros medios",antes al contrario, la guerra es el fracaso de la política o comodice Juan María Alponte: "...ha llegado la hora de establecercon toda claridad, el cambio: que la guerra no es la políticapor otro camino ni el último recurso de la política, sino el finde la política y el comienzo de la catástrofe en cadena".71 Enconsecuencia, la política representa el principal vehículo através del cual se pueden generar los acuerdos, los consen-sos que nos permitan fortalecer y preservar a la sociedad,sobre todo en momentos como los actuales donde predomi-na la violencia, la desconfianza y la inseguridad. De ahí laurgencia de reivindicar a la política como el arte de la cons-trucción de los pactos que regulen las relaciones de poderen la sociedad.

En ese orden de ideas, entender la política y hacer polí-tica es un poderoso instrumento para el trabajo social comodisciplina: para analizar, comprender o modificar las relacio-nes de mando y obediencia en las comunidades donde inter-viene profesionalmente, para lo cual es menester que el tra-bajador social comprenda y maneje con precisión elconcepto clave de la política: el poder.

En su acepción más amplia, el concepto poder designa lacapacidad o posibilidad de obrar y producir efectos a travésde los actos de voluntad y puede referirse tanto a los individuos,como a los grupos humanos. El poder precisa la capacidad delhombre de obrar en sociedad, pues el individuo no es sólosujeto, sino paralelamente objeto del poder, en consecuencia,tiene el poder, una naturaleza social: se ejerce poder sobre otrou otros, y a la inversa otro u otros ejercen poder sobre noso-tros. Lo cual nos permite apuntalar una máxima que se deri-

71 Juan María Alponte, Hombres en la historia. El autor hace un muy acucio-so análisis de la vida y la obra de Karl Von Glausewitz, conocido como el granteórico que, con la publicación de su libro Sobre Ja guerra, en 1833, revolucionóla ciencia bélica y las tácticas militares, así como el sentido y justificación de laguerra, véase pp. 7-16.

Formación y desarrollo del fetado 73

va de la obra Masa y Poder, de Elias Canetti. Las reflexiones delautor de origen búlgaro, nos dejan entrever que en toda re-lación humana subyace una relación de poder,72 al margende las jerarquías que ocupen los sujetos en sus interaccionesexiste siempre una relación de poder, pues mientras queentre iguales hay negociación, hacia arriba se obedece yhacia abajo se ordena. No es fortuito entonces que Aristóteles,tres siglos antes de nuestra era definiera al hombre comoun animal político.

Así, en el poder que ejerce el padre al impartir órdenesa sus hijos; o el de un jefe de cualesquier empleo al imponeruna cuota determinada de producción; o el del sacerdote alexigir un determinado comportamiento a sus feligreses, etcé-tera, como en el de un gobierno al comunicar órdenes a susciudadanos, hay la expectativa de la ejecución de una acciónderivada de tal mandato. En consecuencia, el común deno-minador de todos estos ejemplos, es que alguien tiene elimperativo para que los demás actúen conforme a sus desig-nios. Por consiguiente, definimos al poder como la facultad quetiene alguien para que otro u otros ejecuten su voluntad. AduceI'.lías Canetti al respecto:

Lo primero que llama la atención en la orden es que provo-ca una acción. Un dedo extendido que señala en una direc-ción puede tener el efecto de una orden: todos los ojos queperciben el dedo giran en la misma dirección. Parece puesque la acción provocada cuya dirección está determinada,es todo lo que importa en la orden.73

72Véase Elias Canetti, Masa y poder. Canetti sostiene que la palabra Macht,| i i i ( l ( ! r , deriva de una vieja raíz gótica, magan, que quiere decir ser capaz y queun está relacionada en absoluto con la raíz machen: hacer. El autor analizalu i i orígenes y los elementos del poder, hace la diferenciación con relación aIn Tuerza y determina como elementos del poder: la rapidez, la autoridad, eli iinocimiento y el secreto. Se sugiere la revisión de los capítulos: Los elementosi l f l poder y La orden, pp. 275-895 y 297-389, respectivamente.

nlbidem, p. 300.

Page 6: Alvarado, Salvador. Apuntes para el Análisis del Estado

74

De esta manera distinguimos nítidamente la diferenciaentre el poder del hombre sobre el hombre y el poder deéste sobre las cosas, pues como fenómeno social el poder essiempre entre hombres.

En este contexto, no son aceptables aquellas definicionesque omiten esta particularidad y conceptualizan al poder comola posesión de instrumentos aptos para alcanzar los finesdeseados. Ejemplo de ello lo encontramos en Thomas Hobbes,que define en El Leviatán: "El poder de un hombre (umver-salmente considerado] consiste en sus medios presentespara obtener algún bien manifiesto futuro".74 Definicionescomo esta declaran al poder como algo que se posee, comoun objeto u sustancia útil para la consecución de un fin. Sinembargo,

...no hay poder si no hay, junto al individuo [o grupo] quelo ejerce, otro individuo [o grupo] que se ve inducido a com-portarse del modo deseado por el primero. Ciertamente, elpoder puede ser ejercido por medio de instrumentos o decosas. Si tengo dinero, puedo inducir a otro a tener determi-nada conducta que yo deseo, a cambio de dinero. Pero si meencuentro solo o si el otro no está dispuesto a tener aquelcomportamiento por ninguna cifra de dinero, mi poder desapa-rece. Ello demuestra que mi poder no reside en ningunacosa [en este caso dinero], sino en el hecho de que hay otroy que éste se ve inducido por mí a comportarse según misdeseos. El poder social no es una cosa, o una posesión: esuna relación entre hombres.75

Lo anterior nos permite exponer la existencia de distintasfuentes de poder que tienen que ver con la calidad del mismo.El poder por sí mismo, no es ni bueno ni malo, es un aspeeto ineludible de la convivencia humana y su calidad tiene quover con los niveles de desarrollo alcanzados por la sociedad,

7/lThomas Hobbes, op. cit., p. 99."'INÍorberto Bobbio, op. cit., p. 1191.

75

pues en la medida que se tenga una sociedad más organiza-da, más informada, demandante y democrática mayor serála calidad del poder que caracterice sus interrelaciones.

Tres son las fuentes tradicionales del poder: la fuerza, eldinero y el conocimiento. Por medio de la fuerza alguien pue-de verse obligado a ejecutar un acto que de no ser forzadono realizaría, igualmente como ya vimos, por medio del di-nero se puede comprar la voluntad del otro, e incluso, pormedio del dinero podemos comprar la fuerza de un terceropara que otro se vea obligado a cumplir con nuestros deseos.Sin embargo, estos actos de poder ejecutados por medio dela fuerza y/o el dinero son propios de relaciones arbitrariasy expresan un poder de mala calidad.

La fuerza por sí misma, incluso cuando funciona, generaükvmpre resistencias, quienes la padezcan estarán siempren i acecho de la primera oportunidad para liberase del controli ' incluso cobrarse los agravios. Igualmente, aquellos cuyoI K ider se basa en el usufructo de la riqueza, tienen siemprei ' I riesgo de que se enfrenten a otro potentado que les llegueal precio a sus incondicionales. Recuérdese como ejemplo< | i i < ; una de las principales preocupaciones de NicolásMnquiavelo, era la inexistente lealtad del mercenario, lo quemenguaba considerablemente la calidad del poder del prín-i ' i | ) c . Otro aspecto que tiene que ver con la escasa calidad delI ii K l(:r emanado de tales fuentes, es que la fuerza, al igual queIn riqueza, es finita.

1 1 n poder de calidad es aquel que se ejerce con la auto-t ' K I Í K I que emana de la razón y el convencimiento, y que tienedomo sustento el conocimiento. Esta fuente, a diferencia deIMH dos anteriores es infinita en extensión y aplicación, así' " inn mucho más accesible para un mayor número de per-lón M n I ' , n palabras de AMn Toffler:

una última diferencia, todavía más crucial, separa la vio-h - i ic.iíi y el dinero del conocimiento a medida que penetramos

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76 Salvador ñlvarado Garibaldi

en lo que hemos dado en llamar una edad de la información:por definición, tanto la fuerza como la riqueza son propiedadde los fuertes y de los ricos. La verdadera característicarevolucionaria del conocimiento es que también el débil y elpobre pueden adquirirlo. El conocimiento es la más demo-crática fuente de poder. Y eso lo convierte en una continuaamenaza para los poderosos, incluso a medida que lo utilizanpara acrecentar su propio poder. Y lo que explica tambiénpor qué todo aquel que ostenta poder, desde el patriarca deuna familia hasta el presidente de una compañía o el PrimerMinistro de una nación, desea controlar la cantidad, calidady distribución del conocimiento dentro de sus dominios.76

En virtud de lo expuesto, podemos resumir que el ejer-cicio del poder puede realizarse de dos maneras que mani-fiestan la calidad del poder: por la fuerza, es decir, por la im-posición atenuada o brutal o por la coacción derivada de lacompra de la voluntad por dinero y, por convencimiento, quees la forma de dominación en la cual el que obedece aceptaconsciente y voluntariamente la presión de la norma. Estoúltimo, nos remite a Max Weber, que define a la dominacióncomo la probabilidad de encontrar obediencia dentro de ungrupo determinado para mandatos específicos o cualesquiertipo de mandato. Es decir, que la dominación "no es todaespecie de probabilidad de ejercer poder", sino aquella quecuenta aunque sea con un mínimo de voluntad de obediencia,o sea de interés (externo o interno] en obedecer, lo cual esesencial en toda relación auténtica de autoridad.77

Para la materialización de tales formas de ejercicio delpoder existen diferentes etapas o mecanismos de actuaciónque se pueden resumir de la siguiente manera:

a]El Poderío: cuya base es "la ley del más fuerte", dado que sefundamenta en la desigualdad de fuerza y puede tener comofuente de poder: la fuerza física o la presión económica.

76Alvin Toffler, El cambio del poder, p. 44.77Max Weber, op. til, p. 170.

formación y desarrollo del Estado 77

b)La Influencia: que permite la manipulación psicológica delsujeto. Se le motiva a efectuar determinada conducta sinque haya una explicación expresa y clara para tal efecto,en otras palabras, se le maneja sentimental y emocional-mente para que actúe de determinada forma.

cJEl Mando: que se fundamenta en el derecho o los regla-mentos que determinan sanciones para aquél que no cum-ple con sus disposiciones jurídicas.

d]La Autoridad: que tiene su fundamento en el reconocimien-to de los valores, cualidades y saberes implícitos y explícitosmanifiestos en el que manda. El que obedece lo hace porconvencimiento y porque reconoce una serie de cualidadesen quien ordena, que bien pueden derivarse de su propiapersonalidad como de la investidura institucional que re-presente o bien de la conjunción de ambos aspectos.

I'(IRMAS DE EJERCICIO DEL PODER

Imposición - dominación

Por la fuerza Aceptación individual

Normas

Presión externa

Externo y obligado

Presión interna

Autoconvencimiento

Convencimiento-> <-

Es de entenderse que la calidad del poder pasa por laobservancia de la ley por parte de los gobernantes y su ne-

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78

cesarla internalización en los gobernados, como resultado delos procesos de socialización que hacen que los comporta-mientos de los individuos estén sujetos a las normas de lacolectividad. Es decir, el sujeto vive conforme a la ley, porquela ley vive en su interior.

La convivencia regida por la ley es buena, conveniente yjusta. El nomos establece orden en las relaciones de los hom-bres, regularidad, justeza. Hace que los hombres se empa-rejen, se igualen. El ser político es entonces un estado deperfeccionamiento del hombre que ha devenido cada vezmás humano. Un ser que, a la vez que ha construido lapolis fuera de sí, edifica una polis dentro. Construye, comodice Platón, unapotis en el alma: unapofe interna. La polisde afuera conduce a la íntima y, a la inversa, la subjetiva meconduce a la de los otros iguales a mí: lleva al convivio co-mún, a la comunidad ciudadana.78

En consecuencia, si se aspira a un poder con calidad,entendido como un poder al servicio del gobernado, el ejer-cicio del poder y la consecución del convencimiento deman-dan no sólo de la legalidad. Un acto de fuerza que obligue aalguien a actuar de determinada manera puede estar susten-tado en la fuerza y será legal si es ejecutado conforme a laley, es decir, siempre y cuando su ejecución sea dentro delos marcos legales de la violencia legítima de la que es depo-sitario el Estado, pero no es suficiente, también será legítimosi adicionalmente cuenta con la aceptación de la sociedad,con el autoconvencimiento de la misma, de que dicha acciónde fuerza era necesaria y justa. En este sentido, es imperati-vo que el lector distinga y comprenda las particularidades delos conceptos legalidad y legitimidad.

La legalidad, tiene su fundamento en el principio de "iso-nomía" de los griegos clásicos, la "supremacía de la ley", lacual se tiene como la idea rectora de un buen gobierno por

7BEnrique González Pedrero, op. cit., p. 32.

excelencia. Así, ".. .se entiende por legalidad un atributo y unrequisito del poder, por el cual se dice que un poder es legalo actúa legalmente o tiene carácter de legalidad cuando seejerce en el ámbito o de acuerdo con las leyes establecidaso de algún modo aceptadas".79 En suma, poder legal es aquelque se ejerce única y exclusivamente con la estricta obser-vancia de la ley.

En tanto, la legitimidad es un proceso interactuante de lacomunidad, entre gobernados y gobernantes. Cuando el po-der es capaz de cumplir con sus funciones esenciales [defen-sa, desarrollo económico, asistencia y bienestar social, etcé-tera), es una dominación legítima que hace valer lajustificación de su propia existencia a través de la adhesiónde los grupos beneficiados y de la apelación de reconocimien-to y apoyo de las mayorías a nombre del bien común. Así,

...se puede definir a la legitimidad como el atributo del Es-tado que consiste en la existencia en una parte relevante dela población de un grado de consenso tal que asegure laobediencia sin que sea necesario, salvo en casos marginales,recurrir a la fuerza. Por tanto, todo poder trata de ganarseel consenso para que se le reconozca como legítimo, trans-formando la obediencia en adhesión. La creencia en la legi-timidad es, pues, el elemento integrante de las relaciones depoder que se desarrollan en el ámbito estatal.80

En suma, poder legítimo es aquel que cuenta con el con-senso de la mayoría de la población y recurre al uso de laviolencia legítima sólo en casos extremos y justificados.

Ahora bien, en concordancia con Max Weber, hay distin-tos tipos de dominación, cuyo

...fundamento primario de legitimidad puede ser:1. De carácter racional: que descansa en la creencia en lalegalidad de ordenaciones estatuidas y de los derechos de79Norberto Bobbio e£ al, op. cit., p. 860.mlbidem, p. 862.

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mando de los llamados por esas ordenaciones a ejercer laautoridad [autoridad legal].2. De carácter tradicional: que descansa en la creencia coti-diana en la santidad de las tradiciones que rigieron desdelejanos tiempos y en la legitimidad de los señalados por esatradición para ejercer la autoridad [autoridad tradicional].3. De carácter carísmático: que descansa en la entrega extra-cotidiana a la santidad del heroísmo o ejemplaridad de unapersona y a las ordenaciones por ella creadas o reveladas[autoridad carismática].En el caso de la autoridad legal se obedecen las ordenacionesimpersonales y objetivas legalmente estatuidas y las personaspor ellas designadas, en méritos éstas de la legalidad formal desus disposiciones dentro del círculo de su competencia. En elcaso de la autoridad tradicional se obedece a la persona delseñor llamado por la tradición y vinculado por ella [en suámbito] por motivos de piedad, en el círculo de lo que es con-suetudinario. En el caso de la autoridad carismática se obede-ce al caudillo, carismáticamente calificado por razones de con-fianza personal en la revelación, heroicidad o ejemplaridad,dentro del círculo en que la fe en su carisma tiene validez.81

En suma, los hombres se relacionan tanto a título indivi-dual, como colectivo, pero por la naturaleza de nuestra asig-natura y como campo de estudio e intervención del trabajosocial, nos interesan preponderantemente sus vínculos co-lectivos, como miembros de grupos sociales, en ese sentidoel conocimiento de las particularidades de la agrupación delos individuos en clases o estratos sociales cobra relevanciaespecial. De inicio, es necesario destacar que no obstante aque es común que lleguen a utilizarse de manera indistintalos conceptos de clase y estrato no son lo mismo y respondena corrientes de pensamiento diferenciadas, empero, es con-veniente que el educando conozca y determine, merced alecturas complementarias, cuál responde más a su propioposicionamiento. Como quiera que sea su comprensión es

MMax Weber, op. cit., pp. 173-173.

Formación y desarrollo dal Estado 81

requisito para el adecuado trabajo en comunidad que desarro-lla el trabajador social.

Para distintos autores ubicados en la corriente funciona-lista, la estratificación social se define como la diferenciaciónde una determinada población en grupos humanos jerarqui-zados y superpuestos, en virtud de que todas las sociedades,tuncionalmente distribuyen a sus miembros en términos desuperioridad, inferioridad o igualdad. Es decir, en una escalade valoración vertical que separa a las personas en estratoso capas.82 Cada estrato configura y delimita un tipo determi-nado de papeles, roles y funciones, asignados a cada sectoro segmento social, con diferencia de niveles que permitenestablecer formas de vida diferenciadas por el reconocimien-to social (estatus], por la identidad, la riqueza y el acceso alos bienes que les permiten independizarse, aun cuando semantenga la proximidad física de los diferentes estratos y suinteracción en la sociedad.

El sistema de estratificación, dependiendo del caso quese trate, puede ser abierto o cerrado: inclusivo y móvil ooxcluyente y rígido respectivamente. La sociedad modernasería un ejemplo del primer tipo y la sociedad dividida encastas del segundo.

Otra forma de analizar la agrupación de los hombres ensociedad, es aquella que desde el materialismo dialéctico lesclasifica en clases sociales. Nos advierte Arnaldo Córdova:

El concepto de clase social de inmediato nos trae a la men-te la idea de desigualdad entre los hombres. En efecto laclase indica a una categoría de individuos que desempeñanfunciones diferentes de las que desempeñan individuos deotras categorías en la actividad económica, política y culturalde la sociedad.83

8SVéase a modo de ilustración, P. Sorokin, Estratificación y movilidad social,y Kingsley Davis y Wilbert E. Moore, "Algunos principios de la estratificación",un R. Bendix y S. Lipset, Clase, estatus y poder.

83Arnaldo Córdova, op. cit., p. 210.

Page 10: Alvarado, Salvador. Apuntes para el Análisis del Estado

La clase social no es una condición natural de los hom-bres, sino el resultado de sus interrelaciones histórico-socia-les. Durante miles de años las diferencias entre los hombresfueron prácticamente imperceptibles, su escasa productividadinicial y su precaria existencia en la prehistoria les obligabaa la unidad y el reparto equitativo de los bienes producto dela caza y la recolección. Carlos Marx señala que la historiadel hombre es la historia de la lucha de clases, pues comoobservamos en apartados previos de este texto, es a partir dela sedentarización, la revolución agrícola, la producción de unexcedente y la propiedad privada, que surgen las clases socia-les, es decir, a partir de entonces y hasta la sociedad moder-na, es la apropiación del excedente y el papel desempeñadoen el ámbito de la producción lo que determina la aparicióny reproducción de las clases sociales.

Así, cuatro son los aspectos a considerar para caracteri-zar y analizar a las clases sociales:

1. el lugar que ocupa la clase social, en el sistema de pro-ducción social;

2. las relaciones en que la clase social se encuentra respec-to a la posesión de los medios de producción;

3. el papel que la clase social desempeña en la organizaciónsocial del trabajo, y;

4. El modo y la proporción en que obtiene la parte que lecorresponde de la riqueza social.84

Elementos adicionales que mucho enriquecen la perspec-tiva del tema, los encontramos en las introspecciones de MaxWeber concernientes al particular. Si por un lado Carlos Marxno elaboró nunca una definición explícita de clase social.85

"Mdem, pp. 330-231.85Si bien en gran parte de la obra de Carlos Marx está presente el con-

cepto de clase social, en cuanto a su definición explícita sólo escribió cuartillay media correspondiente al capítulo LII de El Capital, en el cual sólo hace untisb()/,o general y se corta abruptamente el análisis con una nota del editor. Alpíireoor la muerte le impidió desarrollar a detalle la cuestión. Los elementos que

Formación y desarrollo del Estado 83

Weber en cambio define el concepto claramente, pero lo cir-cunscribe a un ámbito estrictamente económico, pues esta-blece que una clase comprende a todos los individuos colo-cados en una misma situación económica, es decir, aquellosque tienen las mismas posibilidades objetivas de acceso a de-terminados bienes disponibles en el mercado. Coincide conMarx en el sentido de que la clase de propietarios tiene mayo-res ventajas en la competencia por el disfrute de los bienes,pero difiere con él, en cuanto a que no es la propiedad la basede la división de la sociedad en clases, sino únicamente unafuente de privilegios y discriminaciones en el mercado.86

En este sentido Weber aduce que las clases sociales notienen como base la división social del trabajo, sino la exis-tencia de una situación competitiva en el mercado, e igual-mente manifiesta que la situación de mercado tampoco essuficiente para determinar una identidad de intereses de laclase como grupo social. Es decir, para este autor lo econó-mico ni es suficiente, ni determinante en la configuración deuna clase social, pues enfatiza que una clase sólo puede con-vertirse en la base de una acción colectiva o comunitaria,cuando se desarrolla en ella un sentimiento comunitario deinterés o de destino y cuando ese sentimiento alimenta unaacción común en defensa de estos intereses, lo cual es degran interés para la intervención del trabajo social.87

Este sentimiento comunitario emana de intereses afinesentre quienes comparten honor y prestigio y se refuerza porun estilo particular de vida o comportamiento y por la exis-

particularizan a la clase social desde la óptica histórico-materialista son obra dela reflexión de Nicolás Lenin.

B6Max Weber, op. cit., pp. 242-244.87En este sentido hay convergencia con el planteamiento de Marx, dicho

sentimiento comunitario de Weber se asemeja a la idea de Marx de la concienciapara sí de la clase social. La diferencia radica en que Marx ubica la cuestióneconómica como la central en todo el espectro político, social y cultural y Weberle confiere a lo económico importancia sólo dentro de la esfera del mercado,por eso para este último autor, cobran importancia los conceptos de estamentoy partido para el estudio de lo social, lo político y lo cultural.

82 Salvador fllvarado Gonbaldi

Page 11: Alvarado, Salvador. Apuntes para el Análisis del Estado

84 Salvador filvorado Garibaldi

tencia de afinidades que se articulan y organizan en asocia-ciones que buscan el poder. En consecuencia, Max Weberanaliza la estructura de las desigualdades sociales con res-pecto a tres dimensiones: la riqueza, el prestigio y el poder,88

en el entendido indiscutible de que tales dimensiones soninterdependientes, aunque en ocasiones disponen de relativaautonomía entre sí.

Como puede observarse, la comprensión y manejo deconceptos como política, poder, estrato o clase social sonbásicos en el instrumental teórico que debe poseer y manejarel trabajador social, pues a partir de su comprensión estaráen condiciones de realizar una mejor intervención profesio-nal. Si la política es el arte de la construcción de los acuerdos,es fundamental que el trabajador social entienda y haga po-lítica, tanto en la gestión para la consecución de recursos yservicios públicos y sociales en beneficio de la comunidaden la que interviene, como al interior de la misma a travésde la generación de acuerdos y acciones que fortalezcan suentramado y cohesión social, lo que ahora a dado en llamar-se el tejido social y contribuyan al empoderamiento de la co-munidad en la que labora.

Si como hemos dicho, el poder es la facultad de que otrosejecuten la voluntad de quien detenta ese poder, el trabajosocial debe apelar a un poder de calidad, sustentado en larazón y el conocimiento, pues el poder del trabajo socialestá en su posibilidad de modificar percepciones, actitudesy comportamientos en las comunidades donde interviene ycon los individuos con los que trabaja por medio del con-vencimiento.

Ese es uno de los grandes atributos, lamentablementepoco desarrollado y no siempre comprendido del trabajo so-cial: su capacidad de ejercer poder para mejorar la convi-vencia social, a través del desarrollo y fortalecimiento del

i8IbJdem, pp. 682-694.

Formoción y desarrollo del £stado 85

sentimiento de comunidad o de la conciencia para sí de losgrupos humanos; a fin de atender necesidades sociales y;

en consecuencia, contribuir a elevar la calidad de las prac-l.icas convivenciales y los niveles de bienestar de la comuni-dad donde interviene.

11 .i autonomía relativa del 6stado

I lemos ya señalado que las clases sociales se definen en lasrelaciones sociales de producción, dado que es el lugar don-de se dirime cotidiana e institucionalmente el enfrentamien-1.0 de intereses de clases diferenciadas. Consecuentemente,corresponde al Estado actuar particularmente en ese ámbito/ i Fin de evitar que las desavenencias pongan en riesgo laestabilidad y existencia del sistema.

Ante las diferencias entre las distintas clases sociales, esi ' I I ',stado el encargado de arbitrar, regular, conciliar y, ñnalmen-i e, al ser el exclusivo depositario de la violencia legítima, repri-in i r en aras de mantener la estabilidad y garantizar la reproduc-ción del sistema. Así, el Estado procurará que el conflicto norebase los límites dé las relaciones de producción y ejerceráIH fuerza cuando se desborden los límites institucionales. Sini 'inhargo, el Estado no actúa de manera abierta y transparen-ie en favor de una clase, pues no puede presentarse comomi instrumento de dominación, antes al contrario, se ostentaromo la instancia que regula los conflictos entre seres libresi guales, para lo cual se asume como el representante y elí-Virante del interés general, mismo que en ocasiones (de-pendiendo de los niveles de organización y corresponsabi-lidnd alcanzados por la sociedad), no es otra cosa que unanhíuracción que se invoca según diferentes contextos dis-cursivos: el interés de la sociedad, de la nación, de la patria,I1 celera.

Toda sociedad es por naturaleza dinámica y conflictiva,H l i > implica tensiones y enfrentamientos de manera perma-neni.e, ante los cuales el Estado debe paliar o eliminar los

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86 Salvador Rivarado Garíbaldi

desequilibrios y asegurar políticamente la reproducción delas relaciones sociales de producción. En este orden de ideas,plantea Samuel Schmidt que el Estado, entendido como laentidad encargada de asegurar políticamente la reproduc-ción de las relaciones sociales de producción, tiene queasegurar que se cumplan las condiciones para esta repro-ducción; las cuales se pueden resumir tentativamente comolas siguientes:

a] preservar la propiedad privada;b] asegurar la reproducción de los distintos componentes

del capital, en especial la fuerza de trabajo;c] asegurar un clima de tranquilidad, que significa mantener

bajo el nivel de conflicto, sea por medio de mecanismospolíticos, jurídico-ideológicos o represivos, y

d] dirigir los recursos necesarios para la reproducción delcapital, bien sea extrayéndolos de la riqueza producida porla vía de los impuestos o acudiendo al endeudamiento.

De lo dicho hasta aquí parece derivarse la impresión deque el Estado es un ente colocado suprapartes (por encimade las partes] a partir de un distanciamiento respecto a lasclases sociales.89

Sin embargo, hemos ya constatado que el Estado no esningún poder impuesto,desde fuera de la sociedad, es másbien un producto de la propia sociedad cuando llega a ungrado de desarrollo determinado; es un entramado institucionalque regula las diferencias entre las distintas clases sociales.Desavenencias que es necesario canalizar por vías civilizadaspara evitar que los conflictos se desborden y se ponga enentredicho la estabilidad y existencia misma del Estado y elsistema político. Es decir, para que los antagonismos deriva-dos de la relación de clases con intereses en pugna no sedesborden y dichas clases sociales no se devoren entre sí y

89Véase Samuel Schmidt, "El Estado y su autonomía", en Cuadernos del CELA,núm. 41.

formación y desarrollo de! Estado 87

no consuman a la sociedad, es preciso la existencia de unpoder situado por encima de la sociedad que tiene por cometi-do amortiguar el enfrentamiento y mantener la conflictividadsocial en los límites del orden. "Y ese poder, nacido de la socie-dad, pero que se pone por encima de ella y se divorcia de ellamás y más, es el Estado".90

Ahora bien, ante este hecho vale preguntarse qué es loque le permite al Estado colocarse por encima de las partesy mantener una autonomía relativa con respecto a todas lasclases sociales. El Estado para ser un ente autónomo, aunqueesa autonomía es siempre relativa, dado que la clase socialo el bloque de clases que se hagan del control del Estado ypor tanto del poder del mismo, intentarán siempre salvaguar-dar sus prerrogativas e imponer sus concepciones e interesescomo los predominantes, procurando siempre, mediante ar-tificios ideológicos que a veces tienen éxito, hacer que dichosintereses se confundan con el de la sociedad toda o por lomenos con los de la mayoría. Así, para gozar de autonomíael Estado requiere de dos condiciones mínimas pero esen-ciales, que conjuntadas le permiten un amplio margen demaniobra en el arbitraje y regulación de los conflictos entrelas diferentes clases sociales, las cuales son:

a) el control del aparato represivo y de las fuerzas del or-den, y

b] el control de un sistema de recaudación fiscal que le dotede recursos económicos propios a través del cobro deimpuestos [nosotros agregamos en este punto; la impor-tancia del control de la estructura estatal, dado que pormedio de la venta de bienes o la prestación de serviciospuede generar y allegarse ingresos].

La existencia y complementación de tales controles sonel basamento que permite al Estado autonomizarse y colo-carse por encima de la sociedad y mostrarse como el único

90Véase Federico Engels, op. til, p. 173.

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capaz de definir, dar cause institucional o reprimir los con-flictos sociales. En otros términos: un Estado con recursospropios, es un Estado fuerte y cada vez más autónomo, entanto que un Estado pobre es un Estado débil y presa fácildel control y chantaje, cuando no del dominio de las claseseconómicamente poderosas.

Al ser el exclusivo depositario de la violencia legítimatiene la facultad de arbitrar, conciliar o someter a las partesen pugna. Aunque, si bien en el Estado se expresan las másde las veces los intereses de los grupos más favorecidos eco-nómica y políticamente, vale precisar que si dichos interesesponen en riesgo la estabilidad o la existencia misma del sis-tema, el Estado, si dispone de la fortaleza y autonomía reque-rida, actuará imponiendo sus propios intereses de supervi-vencia, pues, como manifestamos en el apartado relativo asus funciones, tiene como fin último la salvaguarda del sis-tema, así como la de su propia existencia. En otras palabras,si bien en el Estado, preponderantemente, se representanlos intereses de los sectores dominantes, el Estado debetener la capacidad de ver más allá de la percepción inme-diatista e individualista de determinados sectores o grupossociales y atender al interés mayoritario si de esta manerase garantiza la manutención del sistema. Por tal motivo, sonlas instituciones del Estado el escenario de la disputa ideo-lógico-política donde se dirimen las diferencias entre lasclases sociales.

Una sociedad cada vez más organizada, informada y par-ticipativa es una sociedad fiscalizadora que exige cuentas asus gobernantes y que logra que los intereses, necesidadesy demandas de todas las clases sociales se expresen enlas políticas del propio Estado. Si el Estado, en las socie-dades modernas, representa exclusivamente los interesesde las clases dominantes es el resultado de que los secto-res menos favorecidos no han alcanzado niveles de organi-zación y participación político-social que les permitan disputar

Formación y desarrollo de! Estado 89

institucionalmente espacios de poder a fin de que en el Estadolambién se expresen sus intereses. Nos plantea Michel Crozieral respecto:

La libertad, la capacidad de actuar no están dadas, tampocose decretan con leyes, por excelentes que sean; se conquis-tan poco a poco mediante la experiencia [...] Toca al Estadohacerlas surgir y mantenerlas; al político, guiar al Estado.Tanto al uno como al otro, invertir en el conocimiento y enlas oportunidades de aprendizaje.91

Crozier, es autor de un libro polémico hasta en el título,/¡«fado modesto, Estado moderno, donde aduce que reformar; i l Estado pasa por la necesaria reforma de la sociedad, pues lasi cansformaciones requeridas son de tal envergadura que nohasta con cambios institucionales y legislativos, sino que con-Icmpla también la necesaria modificación de las relaciones ycomportamientos al interior de cada uno de los componentesnctivos del Estado [población y gobierno] como de las formasun que éstos se vinculan e interactúan entre sí. Por tanto, unI istado modesto, es aquel que sirve a la sociedad, que no es unacarga para ella, que expresa los más variados intereses delas diversas clases sociales que constituyen a la sociedad,i|ue no sustituye la iniciativa ni las acciones de la colectivi-dad, puntualiza:

Para que una sociedad sea viva en la actualidad se necesitaun Estado modesto, no un Estado débil o precipitado, sino unEstado respetuoso, que sepa lo que no sabe, que conozcasus límites, que antes que nada sea un Estado al servicio dela sociedad y no un Estado que le dé órdenes [...] Querer cam-biar el mundo es un sueño rara vez inofensivo; querer cambiarsus comportamientos es el punto de partida de todo progre-so. Cierto, no es fácil cambiarse uno mismo...93

91Michel Crozier, Estado modesto, Estado moderno. Estrategia para el cambio,f!, 868.

xlbidem, p. 62.

88 Salvador fllvorado Garibaldi

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En resumidas cuentas, un Estado con las característicasenunciadas es el resultado de una sociedad responsable, in-formada y organizada, con vocación de cambio, que exigeque su gobierno atienda sus reclamos de manera institucional,el cual reacciona responsablemente y se coloca al serviciode la sociedad. De ahí nuevamente la importancia del traba-jo social para la educación, organización y empoderamientode la sociedad a fin de modificar prácticas sociales y axioló-gicas que permitan la conquista de espacios de poder en elEstado, que se expresen institucionalmente en políticas pú-blicas de atención social.

En este orden de ideas, la autonomía y fortaleza delEstado radica también en su capacidad para resolver proble-mas mediante la utilización de fondos públicos, de esta ma-nera puede canalizar inversiones para mejorar las condicio-nes de vida de los sectores más desfavorecidos y contribuira la configuración de una sociedad más equitativa medianteprocesos de redistribución del ingreso a través de programassociales. Para ello necesita entonces, de un sistema de recau-dación de impuestos eficiente y amplio que le dote de losrecursos económicos para actuar con independencia.

En la medida que mayores recursos propios tenga elEstado mayor será su margen de maniobra e igualmente ma-yor podrá ser su nivel de autonomía con respecto a las clasesdominantes. Un Estado pobre es un Estado débil y por tantoun ente con poco margen de maniobra e independencia.

Si bien es cierto que un factor importante a consideraren la captación de recursos del Estado, son los generadospor la venta de bienes y servicios que produce la administra-ción pública, así como los derivados del endeudamiento pú-blico, también es necesario resaltar, que a raíz de los proce-sos de ajuste iniciados en los años ochenta del siglo xx, quetienden a limitar cada vez más al Estado en cuanto a la pro-ducción de bienes y prestación de servicios, así como el ago-tamiento de la capacidad de crédito de muchos Estados na-

formodón Y desarrollo del Estado 91

clónales, podemos concluir que estos hechos refuerzan la¡dea de que los factores esenciales de autonomización dellistado son básicamente los ya señalados. Por lo cual, la au-tonomía relativa del Estado descansa en el control de lasfuerzas del orden y en la existencia de un sistema recaudadorde recursos que le permiten ubicarse por encima de los dis-tintos grupos sociales.93

( I €stodo en lo globolizodón

Si bien el estudio de la globalización puede efectuarse desdediferentes aristas, dos son los enfoques predominantes. Uno,que ubica a la globalización como una categoría histórica quecorresponde a la etapa de la internacionalización de la eco-nomía y que expresa la fase más avanzada del desarrollo yexpansión del capitalismo, y otro, que de manera sobreideo-logizada concibe a la globalización como un proceso de ho-mogeneización que conduce a la democracia, el progreso yel bienestar, con la consecuente disminución de las funcionesdel Estado nacional y la autorregulación del sistema econó-mico mundial.94

De entre quienes destacan las bondades del nuevo ordenmundial, resalta Francis Fukuyama, tanto por la originalidadde sus planteamientos como por la aceptación que tienen losmismos en los círculos de poder más conservadores a nivel

idea existe ya en la obra de Federico Engels, para quien el Estadoes un instrumento de clase, que dispone de la fuerza pública para salvaguardarlos intereses de la clase dominante. Señala en alusión a la autonomía relativadel Estado: "Para sostener en pie esa fuerza pública, se necesitan contribucio-nes por parte de los ciudadanos del Estado: los impuestos. [...] Dueños de lafuerza pública y del derecho de recaudar los impuestos, los funcionarios, comoórganos de la sociedad, aparecen ahora situados por encima de ésta." Véase op.<;/£., p. 174. Sin embargo, existen ejemplos en los cuales el uso de los recursoseconómicos del Estado tiene efectos redistributivos que contribuyen a la equidadsocial, como en el caso de Suecia.

94Quien refiere estas dos perspectivas es John Saxe-Fernández en Globaliza-t-.ión: Crítica a un paradigma, pp. 9-68. Para ampliar sobre el tema en general sonrecomendables, Octavio lanni, Sociedad global, Juan María Alponte, El Estado enla era cibernética, y José Luis León (coord.J, El nuevo sistema internacional.