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a

A L T A Z O R

MONTE ÁVILA EDITORESL A T I N O A M E R I C A N A

La serena hierbaAntología

Horacio Benavides

Selección y preSentación

enrique Hernández D’Jesús

1a edición, 2011

IMAGEN DE PORTADAClementina Cortés

DIAGRAMACIÓNSonia Velásquez

CORRECCIÓNRosa Linda Ortega

© MON TE ÁVI LA EDI TO RES LA TI NOA ME RI CA NA, C.A., 2011Apar ta do Pos tal 1040, Ca ra cas, Ve ne zue laTe le fax: (0212) 485.0444www.monteavila.gob.ve

Hecho el Depósito de LeyDe pó si to Le gal Nº 50020118001001ISBN 978-980-01-1841-2

VII

La aldea en el alma de Horacio Benavides

Las más antiguas tradiciones —casi inmemoriales—constituyen la base de la poesía.

MURILO MENDES

La poesía es una revelación de la angustia interior que cadapoeta lleva en el alma. En la del poeta colombiano HoracioBenavides, es un canto del lenguaje, de las formas mágicas denuestros pueblos, encarna la búsqueda constante desde lacreación, con sus fantasmas en la orilla del sueño, andandopor los caminos y las estrellas, alumbrando las distintas ru-tas por donde el poeta conjuga su mundo y visiones tanto dela palabra como de las cosas, tanto de la vida y la muerte,igual que en los montes y los ríos, las montañas boscosas y laluz de Dios y de las ardillas que salen de los ojos del poeta,para ver y correr por los lugares más ocultos e insólitos de loterrenal. Es la Aldea, «las tribulaciones del amor», en el decirde Carlos Contramaestre, es la piedra grabada de signos, sím-bolos, cosmogonías, cuentos orales de los originarios, la pie-dra que habla con las torcazas, y el esplendor que cuenta lashistorias de las plantas, el atrevido deseo que acaricia las ho-jas de los árboles, las colinas que susurran. En Horacio Bena-vides, las frases más simples, en la expresión mínima, dondelas palabras no sobran. El mismo poeta manifiesta que exis-ten cuatro momentos de su poesía: en el primero aparecen losanimales y las cosas, en el segundo la muerte, en el tercer mo-mento el amor, y en el cuarto la piedra y las estrellas. Tonosque andan en el blanco del espacio, en esa continua búsqueda

VIII

propuesta por el espíritu creador. En la voz de Juan ManuelRoca:

…Benavides pertenece a una vertiente poética enbusca de lo blanco, que en Latinoamérica ha tenidopocos cultores, quizás en la obra de toque orientaldel mexicano Tablada, en el brasileño Murilo Men-des o en el cubano Eliseo Diego…

Pensemos también en Juan Manuel Arango, en ReynaldoPérez So, en Apollinaire, en la poesía china o japonesa. Vocesque circulan en los labios de los fabuladores, en los labios delpueblo, para revelarnos la plenitud, el asombro, la carencia delo más amado, la memoria de la infancia, la siembra del poeta,y en todo esto el silencio que Benavides convierte en palabras,en ese instante de la revelación, a través de lo humano, en la ca-sa, en el grillo, en la caja china, en el reloj que detiene el tiempoen el sauce, y con la rana en las mismas aguas de la orilladonde el colibrí revolotea mil veces en un segundo los versosque el poeta atrapa. Y desde la experiencia cotidiana ve girarel alma dúctil, los espejos y reflejos del gato y de los venados,las brujas que le depositaron el tesoro del miedo, la muchachasolitaria del parque, la bella desposada del sueño, las gentesen estado natural, en esa claridad que produce la fantasía de lainfancia, el fuego vital de la vida interior del poeta. La infanciaes un milagro de la memoria.

Leyéndole un poema de Benavides a una joven filósofacolombiana: «Mujer más hermosa/ que el tigre/ sin timi circo entra en quiebra» manifestaba que no compartíaque un tigre estuviese encerrado en un circo; esta reflexiónme hacer ver que ahí radica la propuesta del poeta: la fábula,

IX

la puesta en escena, los malabarismos de la naturaleza, elmundo doméstico de los imaginistas, la certeza de descubriren el espacio a los pájaros de todos los reinos, las puertas deagua, la hondura de la noche, y nos sorprende con sus pala-bras y nos llena de incertidumbres y nos da soluciones en laorilla del silencio: PÁGINA EN BLANCO «Página tan pura /después del invierno / ¿Por qué / pájaro oscuro / negropájaro de entonces / no la invades cantando?».

Hablando con el poeta, le manifiesto que su poesíaes de la familia de nuestro Ramón Palomares, él me dice:

Eres generoso acercándome a Palomares. Tal vezdonde estoy más cerca es en mi libro sobre losmuertos, aún inédito; en él recurro al diálogo, for-ma llevada tan alto por Palomares. Si miras bien,estoy lejos de esa «montaña»; cómo me hubieragustado estar más cerca; Palomares utiliza los rit-mos largos del habla, la filigrana de oro del decircampesino; yo busco la síntesis hasta volverme casitartamudo. Tal vez haya descubierto algo del ladosecreto de las cosas, espero que haya algo de miste-rio en mis poemas. Repitamos lo de siempre: la ni-ñez marca demasiado. Mis primeros años en elcampo dejaron una profunda huella, observé losanimales, pude contemplar el cielo inmenso en lasnoches, escuché los cuentos de miedo contados porlos campesinos. Cuando tenía tres años me lleva-ron al pueblo y pasé con mi madre la noche en él.Al despertar escuché con espanto el silencio, habíaperdido el canto de los pájaros. Los estudios medesterraron y me quitaron los animales: cómo son

X

las cosas, luego reaparecieron, en mis libros, comoen una resurrección.

Estas palabras de Benavides nos muestran su poética, acáestá dicho todo, lo mejor es leer sus poemas.

ENRIQUE HERNÁNDEZ-D’JESÚS

A María del S.

Las cosas perdidas

Si encuentras perdidosel buey o la oveja de tu hermano,

no te retires de ellos:llévaselos a tu hermano.

Deuteronomio, 21:22

7

La casa

Siempre entramos en la casacon los ojos cerradosLa casa nos toca de sedanos viste de armaduraNo hay teléfonomás extenso que el suyoni talle más pleno que su luzDe la cama subimosal aroma del tintodel tinto por las ramasal mantel perdidoUna voz nos llamadesde la sangrees el árbol el que hablaen el centro del patioTomamos entoncesel lento ascensor de la sombramientras la mano caeen la forma pura del aguaTan dulce nos oprime la casaque la llevamos a cuestascomo la tortuga

8

Manzana

Vuelta sobre síceñidaseparada de todoy unida a todopor una luz ligeraen la mesala manzana

piedra y aire

9

El gato

El gato que duermees otro gato

porque a las oncees sólo sombra

El que a las tresde la mañana cae

como sombrero lentoes porque ya no ondula

en el aguaen el desierto

El que a las seisbusca la leche

es porque guardósu oscuro sobretodo

10

La rosa

A la orilla de la rosaestá la rosa

La una se deshojay pasa

A la otrael tiempo no la toca

La primeraes la segunda

La tercerala que el agua nombra

11

Cadmia

Si el pasodel gris al verdees un aliviola cadmianos sumasu perfume

Y si ya la sombraes un perfume¿quién se mereceuna sombra aun más leve?

12

La sangre recuerda

Entre la sombray los jirones de solmis ojos descubren al tigre

La melodía de su cuerpoquema la hierba

Su poder avanza ondulandorememorando tal vezel antiguo reino del agua

Como ahora mi sangre recuerdael temorel fuegoy la nieve

Para detener el tiempo

Gira lentala frase de hierbaen su molino

Es música la moscael hilo de alambreen su claro duermevela

Buda que nos enseñóa detener el tiemposigue inclinándose ante ella

Roguemos:

sencilla e inmutable vacaque haces de la calle la praderasúbenos a tu planchón dormidoaléjanos el mar

13

El reloj

El relojes un pájarodisecado vivo

Un pájaroque picoteay picoteael tiemposin romperlo

El relojes un dios caídoy torturado

14

Sauce

Callado y sin apurosse dice sus cosasse las guarda

De una tintamás oscura hechosabe quea quien se lleva el aguael agua lo recuerdano lo vuelve

pero espera

15

El cerdo

El cerdo entra en el poemacomo una ofensapero nadie sabeque el cerdo también reza

Al final del veranocuando las golondrinasarrastran el paracaídasde la lluviael cerdo se sale de sí:

da vueltas salta gritaaplaude al universo

16

El caballo

De la tormenta de tu galopedesciendesa la caricia áspera del belfoal más leve soplo de terciopelo

Salido de la leyendallegas en la nochea tocar en nuestra puerta

Y en la ciudadperdidoacompañas con tu cuerda tensauna música cruel

17

Regalo en una caja china

Te regalo este gatopara que tengasel tigre que anhelas

Recibe con el tigreel sol y la noche

Te regalo con la nochela hoguera y la nieve

Recibe con la hoguerael amorespejo en el que el gato se mira

18

El pez

Hondovive el pezen el olvido

Pez y aguaen unoconfundidos

espejoen el espejosiempre ciegos

Y cuandoel dorado anzuelode la muerte llama

nace el pezpara la muerte

primer dolorúltima pena

19

El arroz

Es como el bajoen la orquestablancura propiciaa la melodíahermosura blanca

El arroz andacon pies de paloma

20

Grillo

Como un zapatero remendónen cualquier rincón de la nocheinstalas tu mínimo taller

Y con qué desvelado ardorafilas tu lúcido metaltu tensa cuerda disparada

Cruel muchachoal oído de tu madre rayasel negro pizarrón de tu tarea

21

La chicharra

Tensa al mediodíasu arco de dicha

estalla de música

se ofrece al verano

22

Mariposa nocturna

Fuera de tierrandoentre tanta noche dispersacaes de prontoen la órbitade la lámpara

Como en el amorsu luz es tu ceguera

El fuego te consume

23

Torcaza

Minuciosa recogela poca abundanciagranos de maízde millohuellas de otro pájaro

Y en la alta cofa de la mañanacon el vacíoentre pecho y espaldacomo una capamínima quilla sobre el martilde la más puraen esta telegrafía

24

Viento

Una cinturadesatatus círculos

Escalerade

orocola del deseo

que ovilla el gatoen su sueño

Cartas traesdel ausente

aromasolas pulidas

por su lengua¡Es en otra parte

este rumor en nosotros!

25

La otra muchacha

Ha terminado su jornadala pulcra muchachaque lleva el polvoa donde van los días

Y en un tiempoque ya le pertenecetorna a las agujasla prosecución del manto

Teje o destejenadie se detieneen tan humilde suerte

En la mesita de caobajunto al hilo de lanade metal pulido el instrumento

Afueraentre sombrasse ahonda la pradera

26

La rana

Cuando Nadiellama en la puertaes Ulises el que llega

Muchachaentre las ranas de la charcauna canta para tiEs tu príncipe

27

Pequeño saurio

Este pequeño sauriopintado con los coloresdel amorzapote y negrofósforoen la oscuridad del diablomínima sombrade un paraíso subterráneoanda entre los ladrillos de mi casaComo si tener cien millones de añosfuera pococomo si ser un inmenso lagarto enanofuera nada

28

Dalila

Sansóntenía en la cabezasu talón de Aquiles

Amó a Dalilay se durmió en sus brazos

Dalila se pagócon el pelo y los ojos

Si duermesen brazos de mujerhazlo con los ojos abiertos

29

Invitación a una mujer

Si entraras en mi reinoserías el animal más grandeel animal más bello

como una elefante reinaque mirara con chispeantesojos de niño

Si subiendo por las rejaspudiera yopasar mi manopor tu lomo brillanteacariciaría una cordillerade terciopelo

Si entraras en mi zoológicome pasaría el día enteroante tu jaula

Cómo robaría maníesen los puestos de dulces

y el día de tu cumpleañosme aparecería con traje nuevoy cinco coliflores en la mano

30

Mujer más hermosaque el tigresin ti mi circo entra en quiebra

31

Agua de la orilla

Cuando nazca mi hijo, Tarumba, tú le vas a enseñarlos árboles y los caballos.

JAIME SABINES

Colibrí

La luzse hace cuerpoen tu cuerpo

La mielse adelgazaen tu pico

Si subesuna línea máste disuelves

Si muerescaeshacia arriba

Colibrímóvil del aire

nota errantedel bosque

37

Venado

Levantas la cabezay una línea de músicarecorre tu cuerpo

Como la hojasientes el viento

Avanzasy el reino que transitaslinda con los ángeles

38

El más antiguo de los embajadores

El gato ha trazadoen torno suyoun círculo

¿Es este el desiertoo la casa del hombre?

Quieto cual esfingeviaja en su balsa

hasta nosotros llegael rumor del río

su sombra se pierdetras los muros de Ur

Y mientras recogeel hilo de ororeaparece riendoen el árbol de Alicia

Poe intenta despertary librarse del gatoque respira en su sueño

39

El gato se levantay arqueando el lomodesata el círculo

40

Lagartija

Como si un árbollargo tiempo inmersocuarteara murosy mostrara sus frutossurges

llama apenas encendidaaguda sensibilidadpequeño monstruo

irradiando un paraísodel tamaño de tu sombra

41

Pájaro de todos los reinos

Te vuelven a verlos ojos que te vieronpájaro de todos los reinos

Píntanos el pechode betún y escarchaalégranos la pena

Aligéranos la cargade tan oscuros días

Golondrinaflecha ebriaen brazos del aire

Fiestaen ojosdel verano

Risaen el columpiodel cielo

42

Hormigas

Por el tronco del yarumopor el tajo de la hierbarojas como el deseodoradas como la fiebre

o modestísimascargando en la mesabriznas de pancristales de azúcarmigajas de la boca del tiempo

Ubicuas compañerasmás fieles que el perro

Sé que un día las veréentrar y salirsilenciosaspor la puerta que olvido

43

Distancia

Para Rodolfo Benavides

Entre nosotros y las torcazashay una distancia enormecasi insalvable

Nos puede ocurrir verlasacariciadas por la luzen el alba de los árboles

Ah las torcazas exclamamosempinándonos en la sorpresay ya no las vemos

44

Caballo

Galopa sobre la llanura peladasus crines furiosas banderassus cascos resuenan en las estrellas

Es como el huracán que todo lo arrasa

Se diría que va hacia el fuegopero siguiendo la curvatura de la tierravolverá a la manoal viento ligero

45

Con los pies al revés

Ha vueltoal torrente de luzde su cascadaa su piedra oscuraAl lugarde donde no ha partido

Viejo, acerca su mejillaal instrumentoal agua fría de su lámparaLo que sería el acordecada vez más lejos

Niño, torna al inútil juegode tirar piedras al aguaa los círculos concéntricosque pronto se borran

Desde su espejohasta esta orillasu canción nostálgicanarra la pérdidade lo que no ha tenido

46

Árbol

Tu sombra bebe luzarribaestrellas de agua

Y es otro yael fruto que elaborasoro cernidosobre el círculo del prado

Árbola tu pieteje el olvidoaromas y susurros

47

Garzas

Vuelan las garzassobre el corazón sin treguade la ciudad

Blancos pensamientosen un cielo de cobrehacia otras riberas

Alguienmuchacha o viejorecuerda sueñaen el pozo limpiode la ventana

48

Noche de campo

Una rana viene a míno para cantarsino para estarse quietay recordarme algo

De vez en cuandoun cocuyodesaparece en su bocay la rana entoncesdeja escaparen burbujassus ojos

En la ranadesvelada y desnudaha encontradosu centro la noche

49

El adiós de la tortuga

Se va aquietandoy lentamenteva guardandola cabeza

Como si se hundierade espaldasen la bondad de su origen

Como si deslizaraen un limodorado y tibio

Y sus párpadosfueran apagando esta luzy sus pies tocaranun nuevo día

50

Brujas

Cielopozo de la infanciacoronado de brujas

Grandes pájarosen la noche vastadepositaronen mi almohadael tesoro del miedo

51

Tus manos

Descansan sobre tus muslosbellas como torcazas

Han regresadode su diario vueloy ahoramientras el crepúsculoacaricia tu senoyo las contemploy tú no te enteras

52

Quien te busca

Quien te buscano te encuentra

Quien te llevasólo te tienecomo el vientosobre su cabeza

La bandera en la torrese agita por cogerte

Eres la muchachaen el parque solitariobajo una bombilla de sueño

53

Bella durmiente

En el aire purísimode la cámara

el beso suspendidoen los labios

duerme la bella desposadadel sueño

En la puertala amenaza se cierne

54

Eterno retorno

Expulsado del Paraísoentrarás en tierra de nadiearena y olvido

Mas volverás a amary a desamar

El alto esplendory la cenizaen otras esferas

55

Guía para la bella

Vencido el bosquey su tormentadivisarás el jardín

Pájaros y mirtosen la epifanía del aireel laberintoque guardaa tu prometido

Tu única arma es el amorque rompe las separaciones

Toma su mano velludasu fría garray entra con él en la cámara

56

Judith

Judith vuelve a los suyos

Una pasión semejante al amorla transforma en lámpara

Su paso por el vallees tan sólo un soplo de viento

Decapitado yace Olofernesen la orilla del éxtasis

57

La canción del poeta

Un díaen el patio de su casaen un ríoen el marel poeta se baña

A Rimbaudel Mediterráneo le quedaba pequeñoquería un mar de verdad

El poeta entoncesse perfumase viste de noviose sube en una piedraen un árbolen un mástily desde allínos silba su canción

58

La cabeza de Juan

Saloméflota sobre el pisocamina sobre el mar

Perdida la voluntadhipnotizadoHerodes sigue sus movimientos

Limpiaen el plato de cobrela cabeza de Juanilumina la escena

59

Deseo

Desea devorarla todatragárselaser ella y él por deglucióny quedar cumplido para siempre

Pero sólo logra apropiarsede una mínima parte

de una briznaque se deshace en su boca

60

La puerta del poema

Entra ahoraque la casa está a solasentra en punta de piesmientras los otros rezan

Guárdate el rebuznoy la descomunal hombríaanimal de Dios

Aquí eres el otrofray asno de Egipto

Pon esa cara de burrocasi triste

61

Buey

Las ganas de lanzarte una puyase me transforman en una genuflexión

El verano te coloca en su centroel poeta no tiene centro donde ponerte

Buey, la bailarina que gira en tu narizsostiene una columna de astros

62

Rinoceronte

Miren qué esfuerzos hacepor ser natural

parpadeen y veránes un monstruosalido del sueño

Podría ser un poetapor lo feoy lo escaso de semejantespero no se queja

Tal vez un díafue un reyy algún pecado pagaen este círculo de barro

63

Deseo de viejo

Levantando la cabezay estirando el belfoaspira profundo

Ha percibido ese olorque le renueva la sangre

Envalentonadorengueando un pocose acerca a la yeguaque le recibecon una patada amorosa

El caballo viejopronto se olviday vuelve en paza su hierba

64

Interesante

Se ha olvidado un pocode sí mismaSu vientre se ha hinchadoy en la larga pausaha escuchado el lentodesenvolvimiento de la semillaHa vuelto a sonreír a solasha reiniciado el diálogo secretoHa sentido en las nochesla acogedora proximidadde la lámparala amenazadora fragilidadde la vidaAyer no másera una niñale parece un sueñoPasadas las nueve lunasvolverá a nacer

65

Por el hilo de las estrellas

El gato pisala colcha de hierba

La noche le traesu florestael pálido desiertode las azoteas

Sube por el hilode las estrellascamina sobre el hálitode los durmientesfinge la esperala caídadobla en la quinta columnade Hérculesy se hunde en la noche

66

Día entero

Las muchachas del serviciocorren hacia el domingoAbandonan su traje de cenizay limpias y aromadasbuscan en la luza su muchachoPor fin el día es suyoUn sol de veranolas quema en la hierbaBailan en las casetasperdiendo con frecuencia el pasoy en la nocheen un cuarto baratogimen ante revelacióntan íntimaLa madrugada del lunesse lleva sus alas

67

Hija de la noche

Tiene en el díasu vida de larva

La noche la madurala vuelve al espejo

Está de nuevo girandoen el oscuro vientre luminoso

Su cuerpo se expande en ondaslate en el concierto de las estrellas

Amanece entre cenizas

68

Sombra de agua

Dos breves soplos, dos palabras lo cifran.Todo, no obstante, de principio a fin, está en ello.

WALT WHITMAN

73

En las puertas del agua

Sentadaen las puertasdel agua

como quien velael silenciocomo quien guardala nada

se lleva sus ojosel vientoquieta en la blancuradel alba

74

Escarabajo

De cobrede oroes el espejo

y la cargano de penasino de paraíso

Piedra

Piedratatuada por ligerosamores

piedra fiel

esta nochede nuevote despertarán las estrellas

75

Súplica

Aleja de míeste cáliz de dichael amargo bebedizodel amor

Ángel míodesvelado centinelalevanta la espada

76

Caricia

Un soplode viento tibiopor tu tobillo

una columnade aire vivo

un lomo de alcanforque se hundeen la penumbra

77

Agua

Agua de la mañanaagua cercanaque nadie ve

Agua de la fuenteque siempre dicelo que se olvida

Agua de la cisternasombra del aguapara tu sed

78

Éxtasis

Hundesu picoen el polen

Más quietocuanto más rápidovuela

Más brillantecuando más se consumeen el éxtasis

79

Sueño

Ser una fea orugacerrar los ojosdormirse en el capullo

despertarsemariposa

80

Pradera sin límites

Como acabada de salirdel diluvioa estrenarla pradera sin límitesviene la vaca

su tiempo es purísimo

y cuando las trompetas del finrecuerden nuestras cenizasella estará de pierumiandolos ojos en duermevela

81

Araña

El habitante y la casa eres

el centro de la circunferencia

la intersección de los caminos del aire

82

Eras el mundo

Estabas frente a míy sin darme cuentala calle desaparecióla músicala gente

Sólo tu vozsólo tus ojos

Eras el mundo

83

Acción de gracias

Bebes tu gotay levantas el picoen acción de gracias

Espejo del cielola escudilladel agua

Pensativo leesel destinoen la sombra de los pájaros

Si es vano el oficiode escarbaralto el árbolde las iluminaciones

84

Por encantamiento

Extensa la nochepara el niñoenorme su imperio

Precariasu nave de vigiliacáscara de nuez

Pero tú llegabasa salvarlo

gran brujo del día

por encantamientopor bocanadas de luz

85

Esplendor

Un día cualquierallegas al patiode nuestra casa

inesperadacomo un verdadero regalo

Qué esfuerzos hacespor no despertarnospor ser un simple pájaroque picotea maíz

Pero el niño que te descubrecautivo espara siemprede tu esplendor

86

Imposible

Se acerca a la flory quieto en su vuelose sumerge en la dulzura

Menguan las florescaen los díasy él sigueen su viaje de quietud

Sólo lo despiertala oleadala nueva floraciónde abril

87

Que entre Blanca Nieves

Que entre Blanca Nievesque siga en su cristaly no despierte

Que la vean anteslos enanosy le canten

Si llega el príncipey la besanadie podráya retenerla

88

Donde la Bella duerme

Busco la cámaradonde la Bella duerme

Adivino el velola forma que palpitay quema

Siento el vértigoel abismoante su espejo

Mas toda calleme conduce al polvoy cuando más cerca estoyestoy más lejos

89

Elefante

Mucho hay en tide montañaalgo de niño

El barroque te sobra en la trompate falta en la cola

¿A qué esos colmillossi el banquete

es de hojas?

90

Oyéndote aullar

Pequeñoerami patio

Apenas platoeste pozoeste astro

Y nadami sobrecogidocorazón

91

Gallinazos

Se la pasan todo el díaentre el techo del mercadoy el caño donde rondanla mísera carroña

Con el crepúsculolevantan vuelo

en espiralcada vez más alto

hasta seren la vastedad del airenegras

enfiladasnaves

92

Murciélago

Bébete la nocheextensión de graciapara la feliz letaníade tus alas

Sobrevuela la bestia dormidaabanícala con tus párpadoslame en su lomo la linfael palpitante ojo del agua

Y ármate contra el mundomendigo dios de la dichaque ya viene el día

93

Como en un eclipse

Se cerrarán las floresen tu balcónse recogerán los pájarosen tu huertotu perro dará vueltashasta encontrar sitioen sí mismoleve tu gato buscará la puerta

94

Baja el niño

Baja el niñola escalaleve como su sombra

Mira el espejodonde los saucesvelan su cara

Oye cantarla ausenciasobre el ciprés

El río lo esperala nave azulsu vela blanca

95

Para que pase el muerto

1. Pájaro de la muerte

Siempre va adelantesu grito es el anuncioatrás galopa el jinete

2.

La muerte anda en camino

¿Cómo lo sabes?

Escucha al que la ve

¿De dónde viene?

De la torre donde hila

¿A dónde va?

El golpe lo dirá

96

3.

Tú que la has visto

guarda de semejante secreto

lee mi mano

4.

Bajo el árbolde la muerte

sombra de claridad

parece flotarel muerto

5.

Abiertostamaños ojoslos del muerto

Olvidó ver por espejovio cara a cara

97

6.

El muertobusca su lecho

la tierralo está esperando

la serena tierra avaratratándose del muerto

7.

En cuarto estrechoy denso

sin luzagua ni puerta

se puede quedarel muerto

Roguemospara que pase

98

8.

Baja el cuerpose corrompe

El aguaque lo visitadeja en sus manos verdesun ramo de flores frescas

9.

Sube el almaanda entre flores

el viento bate sus alasel tiempo las disipa

10.

Fría estancialarga espera

el cuarto donde velael callado corazón

99

11.

Es tardey no canta el gallo

Doy vueltas y vueltasesperando que cante

Ya no puedocon tanta noche encima

¿Por qué el gallono cantará?

12. Para quien no puede pasar

Sé que has de vagarpor siempreque no tendrás descansoque llorarás sentadojunto al pozo

13.

Voces que son ecos

el grito en la cañada

y de nuevo el galopar

100

14.

Por la escaleradel árbolbaja la luzcantando

por la escalerade la sombrasilenciosa

a desatarel sueñode los muertos

15.

Sombra de rostrosel ríosombra de alas

Navegas en el ríoy no oyes el agua pasar

101

16.

Un díalimpios los huesos

el coco del cráneolleno de agua

bañados de luzun día

102

La aldea desvelada

He aquí la vida bullendo en torno a los muertosy la pareja de niños muertos penetrando en la vida

JOSÉ LEZAMA LIMA

1

Escucharás en el bosqueun pájaromás cercacuanto está más lejos

y la maraña de su cantodulce como el vinoen soles de abandonote dejará al borde de la rosade brillantes aspas

107

6

Hay un tiempo en que la vozhace eco en las montañasy el rostro contestaen el agua

Otroen que el ecovaga soloy el agua ríepara nadie

108

9

Solo va el hombresolo en su mula

la luna pone en caminoa los dos jinetes

una mula es de silenciola otra de casco sonoro

un jinete va por el puenteel otro por el río

los dos se encontraráncuando entren en lo oscuro

109

11

Fue tantas cosascomo las que mirabatigre en el tigreplanta en la planta

El espejolo llenó de incertidumbrele trajo el vacíola amenaza la sombra

Pudo la muertevelarlo o esconderlopero debió reír a solasdel temor y curiosidadde los hombres

110

13

Sentada en el andénla muerte saca su pan

no hay mosca que la rondeni perro que la vele

Nos acostamos con un amanteo al menos con la sombra

¿con quién se acostará la muerte?

111

18

Tendido en el valle de lozala luz sin pausa sobre los ojosdistantes los vecinos muertos

Un NN másdesamparadoverdaderamente desamparado

¿Para dónde irá ahora sin nombre?¿Se levantará cuando la voz lo llame?

112

19

Ah si el almapudiera despedirseamistosamente del cuerpo

Si le dejara dormidoy saliera en puntillascomo una madre que se aleja

Ah si el alma olvidaramutuas ofensasviejos rencores…

113

22

Tarde sabrásque eran imprescindiblesla silla la mesa tu perrola flor que no veías

que el mundo era tu espejo

que idote marcharías con ély te dejarías soloboca arribamudo

114

26

Cuando la aguja del solmarque el mediodíaentre nosotros

en el centro de tu sueñoestará la mesala canastilla en la que arde el panel coro de rostros al borde del pozo

tu mano repetirá el gestoaprendido desde niño

y florecerá el vacío del saboren tu boca

115

32

Barco oxidadoechado de costado en la playa

carroña de navesobre el banco de fango

una lata de cervezabrilla en su sombra

inútil la insistencia de la mareasobre su flanco

inútil la mirada de los amantesque por un instantelo contemplan desde el muelle

116

34

Escucho risasen la hondonada

resplandoresde oscuros anhelos

olvidadas muchachasen el sueño del agua

117

35

No es el gemido del vientoni la voz de las cañas

soy yovuelto piedrapor el dios de tus ojos

118

38

Dónde dejé mi brazo

dónde mi cabeza

qué disparo voló mi dedo

qué plomo se llevó mi ojo

qué perro se cargó mi hueso

119

39

Escuché tu llamado, madrey cogí fuerzas para levantarmeEra de nochey me fui adivinando el caminoQuise guiarme por el sonidode la quebradapero el agua no se oía,sólo los perros ladraban a mi pasoEsta es la casa de Juan Chilito me decíapues eran tres los perros que ladrabanCómo no iban a ladrar si me faltabala cabezaVoy por donde Pedro Dazapues ladran como cuatro o como seisvolvía y me decíaCómo no iban a ladrarsi me faltaban las piernasAl fin di con tu casa, madreTu casa como una nube blancaentre tanta negruraPensé que dormías agotada por la penay no quise despertartey me fui yendo por donde había llegado

120

40

¿Oyes ese vueloese aletear en el patio?

Debe ser una paloma

¿Y qué busca una palomaen nuestro sueño?

Tal vez un islote de luz donde posarse

121

43

Te traigo tu mula, padreno te quedes parado, mudo

Te traigo tu mula negrala he encontrado en la montañadale tu sal que es llama

Pasa la mano por su lomoéchale el peso de tu cargano me hagas dudar, padre

No me digas que arreo sueñosque esta no es tu mulaque he cogido la que pena

122

44

Oigo en la hondonada un perroun perro que ladra y ladracomo persiguiendo presa

Debe ser Evelio Silvacorriendo por el bosquecitoescarbando en los troncos podridoscomiendo gusanos blancos

Evelio Silva que luegosentado en la colinacon la cabeza en altooteará el viento

123

45

Ha detenido su mulapara saludarmedon Zenón Benavides

Un poco dolorida su sonrisasu manera de indiosuave y lenta

«Creo Fidel que esta vez me toca»me dice

Podríamos reír como otras veces¿pero quién esconde la manoque señala?

Lo veo alejarse en su mulapor el valledonde los bueyes sieganla serena hierba

124

46

Lo escucho galoparsilbo y lo espero

Escucho su trote acompasadosu poder contenidopor una fuerza secreta

Podría ver su estampa negracon un brillo de agua en el lomo

Podría verlapero la noche es oscura

125

48

Que el aguaque aquí correcante en tu baño

Que esta luna rojasea la mismaen tu estanque y en tus ojos

Que el aire que me tocate toque a tien otra parte

126

49

Duerme tranquilamientras velo

duerme que estásdel otro lado

y para alcanzartedormirme yo debiera

duerme serenaque si caigo en el sueño

la distancia se repiteigual la pena

127

54

El perro muertoescarba

Rastrea en lo oscuroel lejano sonidodel agua

128

56

Que haya para tiun banco en la nave

y puedas ver al pez Antpiloto de la barcaen sus aguas

Que viajes de díay avances de noche

y peregrines en pazpor los mares oscuros

129

57

Empujan la canoa del muertola cabeza en la proalos pies en la popaen el río que corre hacia al oeste

Por toda provisiónun calabazo de aguaun pedazo de pan

Y la inevitable lumbreque arderámientras el corazón calle

130

58

Yo barquero del ríosin límiteste llevaré al otro ladode la corriente

Deja en prendapor el pasajetu identidad

Serás todo y nadieen el pueblo sin nombre

131

62

Al final del sueñouna escalera de orobaja tanteandoen la oscuridad del pozoy apoya sus patasen la orilla del agua

Al final del sueñoun pez negrolanza destellos de oro

132

Sin razón florecer

Por sobre el alma el aleteo inútilde lo que no fue, ni puede ser, y es todo

FERNANDO PESSOA

El que persigue palabras no las alcanzará

PROVERBIOS

El amor que nos redime

Días de soledady he aquí que se aproxima el amorcon sus ojos de fuego

El amor y su sombra:Sansón ciegodébil como un niño de brazos

Estamos a tiempoaplastemos su cabeza

No importa que con su cabezase vaya la nuestra

137

Islas perdidas, países lejanos

Desde dónde venías bocadesde qué bosquemariposa encendidadesde qué cielo o tinieblael esplendor de tus dientes

Pájaro que planea en el sueño

Y qué despiadado Dioste puso en mi camino

138

Para quien ve por primera vez el mar

A Eliseo Benavides

Tener trece añosy el corazón latiendo a la intemperieIr al primer encuentrosin escapatoriacomo a la más feliz condenaSer el centro de las contradiccionesel ojo del huracánSentir que las palabras huyenpobres pálidas y rotasAproximarse al amorcomo a un precipicioo a la orilla de una pradera encendida

139

Cerca lo lejos

Lejos, en Saturnolos amantes que junto a nosotroshan tejido su tela de araña

Por la floresta de sus espejostomadas de la manosus soledades gemelas

De pronto uno de elloslevanta la cabeza,en sus ojos la avenidacomo la Vía Láctea

Mas el tiempocomo el grito de una madrelos sacará de su juego

Y sólo tendrán el consuelodel recuerdoy el punzante deseode un nuevo encuentro

140

La tierra prometida

Enamoradode la ciudad distanteentré en tus ojos

En donde vi aguabebí sombraen donde ciudadespejismo

En las nochescomo dos navescomo dos pájaros de fuegotus ojos

Estoy en el puentey me agarro a la barandahe visto abajotus ojos

141

Viendo caer una estrella fugaz

Señor de lo que fluyedios de la pequeña arañaque tiene tu hilo

Tú que hiciste posibleque me acercara a ellapor el sueño

Haz que lo que llamamos realidadno sea tan sólo caída

Que sea ola al menosescalera del vientolargo aullido de lobo

142

Lo que un día fue

Yo que un día acariciéquemándome tu peloy lleno de terror sagradofui incapaz de cruzar la puerta

resucitaré como hierba o arbusto

Temblando diré tu nombre al vientoy serán de nuevoun abismo irresistible tus ojos

143

Como migas de pan en el bosque

Días de una hermosura desconocidalevantados con palabras¿cómo puedes ahora nombrar las cosascon palabras tan frías?

Escucho en mi sueño caerel árbol de tu voz

Yo que al sólo pronunciar tu nombreenfrentaba con alegría caminos atrocesentré en el bosqueconfiando en tus palabrasy no las encuentro para volver

144

Dios juguetón y perverso

Yo que no me había dado cuentaque la había visto pasar sin verlay llegas tú y la tocasy su belleza crece hasta herirme

Pequeño dios juguetón y perversocaprichoso como una muchachaqué placer es ese de gozarcon el dolor ajeno

Perdido el juicio, enloquecidoni el mar apagaría este fuego

145

Sólo porque has dicho

No hay estrellashay un no

Alguien grita en la nochey el eco contesta no

Tu no en el agua del insomnioen las montañas del sueño

Yo que tenía un perroahora tengo un no

146

Yo que ya no soy sin ti

Como si alguien hubiera sembradoruinas en la nochesin refugio en el almaextranjero en una ciudad que desconozcotoda palabra en una lengua muerta

¿Adónde iré con este amor sin consuelo?

147

Besé la piedra en tus labios

Me quitaste tu amor, tu palabra

Se fueron contigo la alegría de las cosasla belleza de la ciudad

Despojaste mi alma

No me quites ahora tu ausenciaeste dolor, esta luz que me pierde

148

Aún está aquí

Dolor de lo perdidopero tu amor no fue

Edén que no existióy sin embargo, ido

Nostalgia amargade lo que no tendré

149

Oído en secreto

Recónditos lugaresclaridades y penumbrasguardaba tu voz

Yo iba por tu vozcomo por una avenida de naranjospor plazas de despiadada luz

Cuando los otrosacercaban al oído el caracoly escuchaban el maryo sólo oía tu voz

Ventana, vuelvo y digorío secreto en la noche

Si sonreía en la vigiliaera porque en lo oscuroaleteaba tu voz

150

Sus palabras como piedras hasta el fondo

Tan niño nuestro amorcasi sin el consuelo del recuerdo

Sálvalono dejes que mueraarrúllalo bajo la tierra

Se marchitará el botón de mi senomi sed no encontrará tu boca

Yo como una locallevaré nuestro amora cuestas

151

El poeta se queja de su suerte

Sé que han hecho de mi vidahistoria

De mi vidaque huyendo del tiempose refugió en la poesía

Sé que han disertadoen minuciosos ensayossobre lo que puse en el papelmas yo me desconozco

152

Una pausa en el atormentadocorazón de Hamlet

Mientras duerme el joven Tiempobajo el manzano de oroOfelia se encamina hacia la muerte

Le llama el aguale siguen las flores

Flota en tanto dura el poemaen su boca

Un ala sobre el atormentado corazónmas nadie podría detener la música

Silencio o nochey el loto para siempre

153

Como una paloma en el cono de luz

Ha vuelto en la nochetu mano

Si había forma serenaentre el bullicio de las cosasesa era tu mano

Si es hermoso el cuello de la palomaque brilla y se pierde en la penumbramás hermosa era tu mano

Tu mano digoy hace nido en la nocheun arrullo de torcazas

Déjala posada en la almohadacerca de la míaque pueda verla yo y no tocarla

154

Un instante y no volverá a brillar

Esta muchachabello animal al que podríamos tocarsi espantáramos el miedo,imperceptiblemente se fuga

Rosa en el esplendor del díala noche desde su corazón avanza

Dios indiferenteguárdala entre tus grandes manosy que este instante de eternidadsea también mañana

155

Lo que no ha de ser en algún lugar será*

Dejémoslo al azar dijiste

Tu mirada anticipaba una despedida

Te busqué en Babeldédalos, agua que arrastraba mi suerte

Como quien encuentra cercalo que imagina lejosuna tarde di contigo

habías huido de ti

156

* El título es un verso de Fernando Pessoa.

Aleja de mí tu mal

Madurada al sol como una frutabella hasta la desesperación y el desahucio

Guarda Señor tu lámparael astro en que me quemo

Bórrala a ellatatuada con agujas en el corazón

157

No ve dos soles la belleza

Un refugio para esta muchachauna franja de hierbaen el parque de los enamoradosen el jardín de los durmientes

Corre la música hacia el silencioángel herido por el tiempo

Si se apaga su lámpara¿qué astro nos quemará las alas?

158

Sin razón florecer

Irá floreciendosin saberlo

por la ciudadque es otro desierto

Vagará su bocapor fuera del tiempo

en la nocheque es otra pradera

Cuando vuelvan a ser piedray ceniza las nubes

su nombrecomo un último aroma

159

Alguien en otro lugar

Amor que pasas sin dolermepiedra vuelta nube

En algún lugarte estará esperandoun muchachoparado bajo la lluvia

Hablará solose quemará la boca

Y no habrá para élun trago suficientemente amargo

160

Curado al fin

Curado al fin me digo

Brisael río dormidoen las praderas del alma

Mas saltas de nuevo olvidosobre las quietas aguas

Sé que ya no habrá reposoque arderá mi casaazotada por el viento

Y como un niñoasaltado por la idea de la muertesufro por ti y por mícansado corazón

161

Todo lugar para el desencuentro

Duerme en la sombra, incierto corazón

FERNANDO PESSOA

Quiero hacer odas de guerrapero sólo el amor resuenaen mi lira de siete cuerdas

ANACREONTE

El corazón no aprende

Anúnciate

Piensa que el súbito encuentropodría ser demasiadopara el maltrecho corazón

Permite que me prepareque articule antes las palabrasque no he de pronunciar

La torpe adolescencia está lejosy el corazón no aprende

167

La música que nos acelera el corazón

Guárdateahora que su hermosuraanda desatada

Asómate a la ventanay sobreseguro atisba

El viento traeel fantasma de su perfume

Escucha yade sus cencerrosla música que nos acelerael corazón

168

Tan real como en un sueño

Sutil el aromade las hierbas del baño

Tus senosentre la penumbra del nidoy el riesgo del día

y como la nostalgiade un agua antiguaen el vaivén de tu paso

Camino a tu ladoaferrado a tu irrealidadque se me escapa

169

Donde estuvo el sueño

Has vuelto

Tu boca ha maduradoen el hilo invisibledel verano

Dunas barridas por el vientoy el deseo de posar los labiosen los pliegues de arena

Aroma de floresno vistas

Acaricio tus manose igual que entoncesme inclino al vacío

170

Por caminos inciertos

Por caminos inciertosnos conduce el corazón

y la inquietud y el dolorllaman en la puerta

Si ese es el preciomejor miremosla serena caída de la noche

Ya el sol desunció sus caballosy navega dormidoen su barca de oro

171

Dices lo que no dices

Déjame oírtecuando no me dices nada

Tu boca cantalo que calla

Tu cuerpo desnudonarra lo invisible

Déjame tocartesin tocarte

172

Para una boca

Tu bocaera la músicaque guiabami cabeza perdida

La espléndidarosa púrpuradel sueño

La rosa no vistaque atormentabamis vigilias

173

Tanto hemos cambiado

Es ahora cuando vuelvesamor míoperdido

Ha crecidoel ríode la juventud

y qué nuevos sonel dolor y la dicha

Ya no es míala inseguridad de entoncesy tiemblo

Perdonalas pocas palabras de ayery este atropello del silencio

174

Si no te hubiera encontrado

Si no te hubiera encontradoni noticias hubiera tenido de tisi ni siquiera hubieras existido

aun así mi deseodando palos de ciego en la nochete hubiera buscado

y una honda nostalgiacaería sobre mí

175

Tan fácil como no poder decirlo

Antes de que el día envejezcaantes de que la larga navede la noche pase

debo decirlo

Es un nudoque no puedo desatar

Pasó el tiempoel tiempo que no perdona

176

Como una nube sobre mi cabeza

Y si túanimal perfecto

sueño por el que el sueñono significa nada

rosa en la que quemomi mano

sólo fuerasdelirio de mi fiebrevisión de mi cabeza extraviada

177

Mientras el corazón duerme

Duermeviejo corazón

Duermerey destronadovociferantey loco

Irreconociblesobre la cubiertade esta naveen la que alientascomo un niño

Hasta aquí llegamosamigo de tantas penasjuntas

Mañanacuando el sol despierteuno será tu caminootro el mío

178

Las palabras que no pude pronunciar

Queríasunas palabras para ti

Te contempléy haciendo un esfuerzologré tartamudear las que no eran

Ahora a solaslas digo en vano

Cierro los ojosy vuelvo a contemplarla luz de cobre del crepúsculojugando en la orillade tus senos

Mis dedos sueñanun camino de musgo

Mis labios rozanel lomo del agua

179

Ricardo Reis ha vuelto a Lisboa

He vuelto a la orilla del ríoy te he visto salir Lidiadel pasado que no regresa

Te has sentado junto a míplena de palabras no dichaspagana y sosegadamente tristecon la fragancia de las rosasen la memoria de las manos

En este crepúsculooro mate y azulen que la noche va entrandocomo una nave oscuraen el puerto

180

Meditación frente al tajo

Perdimos el tiempotomados de la manomirando pasar el río

Me da sombra la palabraque no dijo tu bocael perfume de la rosaque no vi

Tu verano ha vueltoen este invierno

Voy en andas del amorque no tuvimos

181

¿La mano de quién tomo cuando tomo tu mano?

Un gesto te alejauna palabra te borra

Sin embargo el ciego corazóntiene su propia cartala contempla y canta

Qué bella estás aquí a mi ladoacércateque nuestras bocas unanlo que los dioses separaron

Pero sobrevuelas yamariposael árbol que tiembla

182

Bagdad a oscuras

Cuando de la herida del niñoempezó a brotarla dulce agua del sueño

y la ancianahubo apagadocon sus dedos la última llama

y los perros sin dueñose entregarona su suerte

en el abandonode la ciudad en ruinasse escuchó de nuevola antiquísima voz de la sangre

He llegado a saberoh rey afortunado…

183

La mariposa de tu alma cruzando el abismo

En memoria de Javier Benavides

Una tarde de regreso a casaescuchaste una música extrañael crujir de mínimas armasairados metales

En el barranco de tierra cuarteadadiste con un nido de alacranesenloquecidos de vida

Barquerohazle un puesto en tu navea este muchachoque quizás olvidó su moneda

Piensa que no es pocoescuchar una músicajamás oída

184

Yo que iba para la fiesta

Había comprado estos zapatos blancosesta ropa blanca para ir a la fiestay la sangre de mi hermanoha salpicado la manga de mi pantalón

Y ya es muy tarde para volver al almacény no tengo ropa limpia en la casay cómo salta el rojo sobre el blanco

Seguramente ya arde la fiestay el alcohol corre como el agua

Y para colmola sangre de mi hermanoha manchado mi camisa blancaaquí en el pecho

185

Para una muchacha que sabe y no se da cuenta

Tus labios de sedaapenas rozadospor el viento

Tus labiostocados en el sueñopor el vuelode otros labios

Tus labios impacientesy húmedosesperando lo desconocido

186

Todo lugar para el desencuentro

Cuando llegasteya habías partido

Boca que se aproximay besa en el recuerdo

Froté mis manosal sol de un sueño

Bebí ausencia

187

Como quien intenta detenercon la mirada una hoja que cae

Bella en esta tardeen que la balanza se inclinadel lado de la nocheLa luz aún juega en tu mejillay corre a escondersedetrás de los árbolesLa risa áspera de las hojasen los adoquinesTú misma pronto te despediráste borrarán las bombillaste tragará la nocheMás tarde tal vez reaparezcasavanzando hacia el brocal del díaceñida a ti tan claraDiré entonces tu nombrey no me responderás

188

Desde lo alto de una montaña

Mis dedosbuscanlo que sueñan

Obstinadosse abren caminoen lo desconocido

Los sigopor el senderode su gozo

Hago altoen la cumbredonde ebriosse detienen

No es el Mar del Sur

son tus senoslos que resplandecen

189

Amo a Yalúa

Una tarde di con el aromade un súbito ayer o mañanay mientras tomaba airepara amansar el espantoYalúa era de nuevo el vacío

Estuve por un tiempofuera de mídentro mi corazónencendía su lámpara

190

Para una despedida

Tal vez fue culpa del tiempoque todo lo muerde

O de la baraja de naipesque somos

Acaso me diste la manoque no erao la que era y no esperaba

Inútil insistirinútil tratar de entender

Permíteme seguir amándotecomo siempre

Sueñodéjame seguir adelantecon mi sueño

191

Bajo la hierba o el cielo

Toda poiesis es un acto de participación en esa desmesura,una participación del hombre en el espíritu universal, en el

Espíritu Santo, en la madre universal.

JOSÉ LEZAMA LIMA

Y llegado a cierto lugar, queriendo descansar en él despuésde la puesta del sol, tomó una de las piedras que allí había,

y poniéndosela por cabecera, durmió en aquel sitio.

GÉNESIS

cuando bajo la hierba o el cielo…

JUAN SÁNCHEZ PELÁEZ

En manos del silencio

El tiempo se retirahacia el mary deja a la piedraen manos del silencio

Larvas de sílabasojos de fuegoen la improbable maduraciónde lo bello

Se alzará en lo oscurobajo ojos que no miransu breve fulgor

197

Entre el sueño y el sol

Un pájaro cantaentre torres de piedra

Hondo en la cimasuelta su lianade estrellas

El bosque ciernesu matinal ausenciay es belloel cuerpo desnudode la jovenque ligeramente tiemblaen la orilladel círculo de agua

En esta clara horaque relampagueaen la ventanilla oscurade un tren

198

Una torre para tocar el cielo

Nos dieron el desiertopara construiruna torre

Cavamoshondohasta tocarel sueño

Echamoslos cántarosal aguay humedecimosde olvidonuestros labios

199

Frente a la pradera del Oeste

Fuimos y vinimos por la estepade confiable hierba y piedras

Y mientras descansábamos en silencioapoyados en nuestros bordonesera negra la praderaen la que pacían ciervos de oro

Tal vez porque fue dura la vidano tuvimos palabrassino para nuestras penas

Ahora frente a la llanuraque se extiende sin orillasintento unas palabrasde agradecimiento y elogio

Piedracapullo de la mariposacofre de la nubeel mar duerme en tisu más largo sueño

200

Una hoja cruza la ventana

Abre las ventanasy airea nuestra casala hermana desconocida

Bella muchachade la que sólo oímossus pasos

Canta en otra parteen tanto riegael jardín de piedras

Pasa rozándonossu frescura de aguasu íntima ausencia

201

Su lámpara rumora en otro río

El gatoabre su paraguasy desciendepor el agujerode la noche

Rociado aún de estrellascierra la ventanay enciende su lámpara

Su luz rumoraen otro río

El pezque ondula en sus ojoslo arriba al desiertodonde Venus adunagato y serpiente

Quieto en la arenanos lanza su pregunta

Nos salvael remo silenciosode su lenguaen el astro de leche

202

Lecho seco

Las piedras no olvidanRumora el ríotatuado en sus cinturasEl pardo y rojo otoñoel hondo bosquedonde el pezfrisa de amapolasu penumbraLa frescura de un cieloque no acaba de pasarPodríamos inclinarnosy saciar nuestra sedo sentarnos en la orillay soltar cuerda a nuestra almaMas alejémonosel relámpago anunciael tropel de la crecida

203

Dédalo de hojas

Se levantacon los ojos cerradosy desciendepor la escalera de piedra

Cada objetoguarda su distanciaen el mapa de su corazón

¿Es el viento del bosqueel que avanza hacia ellao la espuma tibia del mar?

No la llames por su nombre

No viertas sombra sobre el hilode migas de pan

204

Bajo la hierba o el cielo

En su sueñoque es vigiliapule el olvidosu espejo

Sopla capullos oscurosfuturos ojos de mariposa

Al hueco de su manoregresa el pájaroen su vuelo inverso

Torna la hojaa su huerto blanco

El ojo con que velave caer como nievelas palabras que se apagan

El ojo con que duermelas ve correr como agua

205

De lejanas olas

De los confines del marviene el viento

De extensas praderasdonde su galopares una tormenta

Llega a levantarnuestras casaso acariciarnos los cabellos

Baja ululandopor las cañadascomo loco de otro mundo

o recuesta al pasarsu leve pelambreen nosotros

206

Promesa

No ya bajo el resplandor oscurode los cinesni en los callejones de la universidaddonde pasto y verano mecíanun aroma a miel de caña

Más allá de las palabrasmás allá de los animalesy las plantasnos veremos un díaen el jardín de piedras

Para entonces mi bocahabrá olvidadoy subirá de nuevotemblandolas escalas

207

El aire de la página

Voy por el poemay regreso con una cargade piedras

En mi desilusiónempiezo a distribuirlasaquí y allásegún sus formas y colores

Cansado me tiendobajo su follajea la orillade la promesa del agua

En el cielo silenciosoel alba fragantede las flores de oro

208

Red para un cuerpo inmóvil

De los cabellosa las estrellasteje la arañasu red

De la frenteal olvido

De la manoal cuerpo deseado

209

Escrito por el zorro

Avanza entre líneasel zorro

La brisa de su colaen los bambúesnos abanica el alma

Su ondular en el aguanos deja una estelade frescuraen el rostro

El fuegoque inicia en el bosquequema la página

210

Tocar lo que no se ve

Si la palabra no alientasi no nos es dadocomer de su panbeber de su aguadoblemos mejor la hojadel poemay colocándolacomo almohadaesperemosel descensopor gradasde piedrael arribo de la onda olvidadael mudo susurro del agua

211

Construcciones en la llanura lejana

Era en el horizontedonde se levantabanlas construcciones

Mientras descansábamossentados en la arenaescuchando el gorjeodel agua lejanaveíamos el ascensode las torres de humo

Caravanasde oscuros camellosen el rojo atardecerlevantadas y borradaspor el torbellino

Y sobre el telónde una azul casi negroel descensodel árbol florecidosu ondularen el agua pura del frío

212

Canción de nada

Nochepuerta abiertaen la piedra

Entramos descalzosen ticaricia extendidaen la playa sin fin

Desde tu orillavemos partirnuestros sueñosNave de todadespedida

Alejándonosnos rozantus hojasde silenciocopos de nievecanción de nada

Tu besonos depositasobre la montaña de niebla

213

Índice

La aldea en el alma de Horacio BenavidesENRIQUE HERNÁNDEZ-D’JESÚS VII

LAS COSAS PERDIDAS

La casa 7Manzana 8El gato 9La rosa 10Cadmia 11La sangre recuerda 12Para detener el tiempo 13El reloj 14Sauce 15El cerdo 16El caballo 17Regalo en una caja china 18El pez 19El arroz 20Grillo 21La chicharra 22Mariposa nocturna 23Torcaza 24Viento 25La otra muchacha 26La rana 27

Pequeño saurio 28Dalila 29Invitación a una mujer 30

AGUA DE LA ORILLA

Colibrí 37Venado 38El más antiguo de los embajadores 39Lagartija 41Pájaro de todos los reinos 42Hormigas 43Distancia 44Caballo 45Con los pies al revés 46Árbol 47Garzas 48Noche de campo 49El adiós de la tortuga 50Brujas 51Tus manos 52Quien te busca 53Bella durmiente 54Eterno retorno 55Guía para la bella 56Judith 57La canción del poeta 58La cabeza de Juan 59Deseo 60La puerta del poema 61Buey 62Rinoceronte 63

Deseo de viejo 64Interesante 65Por el hilo de las estrellas 66Día entero 67Hija de la noche 68

SOMBRA DE AGUA

En las puertas del agua 73Escarabajo 74Piedra 75Súplica 76Caricia 77Agua 78Éxtasis 79Sueño 80Pradera sin límites 81Araña 82Eras el mundo 83Acción de gracias 84Por encantamiento 85Esplendor 86Imposible 87Que entre Blanca Nieves 88Donde la Bella duerme 89Elefante 90Oyéndote aullar 91Gallinazos 92Murciélago 93Como en un eclipse 94Baja el niño 95Para que pase el muerto 96

LA ALDEA DESVELADA

1 1076 1089 109

11 11013 11118 11219 11322 11426 11532 11634 11735 11838 11939 12040 12143 12244 12345 12446 12548 12649 12754 12856 12957 13058 13162 132

SIN RAZÓN FLORECER

El amor que nos redime 137Islas perdidas 138

Para quien ve por primera vez el mar 139Cerca lo lejos 140La tierra prometida 141Viendo caer una estrella fugaz 142Lo que un día fue 143Como migas de pan en el bosque 144Dios juguetón y perverso 145Sólo porque has dicho 146Yo que ya no soy sin ti 147Besé la piedra en tus labios 148Aún está aquí 149Oído en secreto 150Sus palabras como piedras hasta el fondo 151El poeta se queja de su suerte 152Una pausa en el atormentado corazón de Hamlet 153Como una paloma en el cono de luz 154Un instante y no volverá a brillar 155Lo que no ha de ser en algún lugar será 156Aleja de mí tu mal 157No ve dos soles la belleza 158Sin razón florecer 159Alguien en otro lugar 160Curado al fin 161

TODO LUGAR PARA EL DESENCUENTRO

El corazón no aprende 167La música que nos acelera el corazón 168Tan real como en un sueño 169Donde estuvo el sueño 170Por caminos inciertos 171Dices lo que no dices 172

Para una boca 173Tanto hemos cambiado 174Si no te hubiera encontrado 175Tan fácil como no poder decirlo 176Como una nube sobre mi cabeza 177Mientras el corazón duerme 178Las palabras que no pude pronunciar 179Ricardo Reis ha vuelto a Lisboa 180Meditación frente al tajo 181¿La mano de quién tomo… 182Bagdad a oscuras 183La mariposa de tu alma cruzando el abismo 184Yo que iba para la fiesta 185Para una muchacha que sabe y no se da cuenta 186Todo lugar para el desencuentro 187Como quien intenta detener con la mirada… 188Desde lo alto de una montaña 189Amo a Yalúa 190Para una despedida 191

BAJO LA HIERBA O EL CIELO

En manos del silencio 197Entre el sueño y el sol 198Una torre para tocar el cielo 199Frente a la pradera del Oeste 200Una hoja cruza la ventana 201Su lámpara rumora en otro río 202Lecho seco 203Dédalo de hojas 204Bajo la hierba o el cielo 205De lejanas olas 206

Promesa 207El aire de la página 208Red para un cuerpo inmóvil 209Escrito por el zorro 210Tocar lo que no se ve 211Construcciones en la llanura lejana 212Canción de nada 213

Este libro se terminó de imprimir en marzo de 2011,

en los ta lleres de la FUNDACIÓN IMPRENTA CULTURAL,Caracas, Venezuela.Son 2.000 ejemplares