algo nuevo by max

8/12/2019 Algo Nuevo by Max

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La Teta Feliz

Relatos e Historias

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ALGO NUEVOMax


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- Ya me tens harta, siempre en tu trabajo Cundo te vasa encargar de m? De tu familia - Le gritaba a mi mammientras el camin de mudanzas bajaba las ltimas cosas.

- Acaso me preguntaste a m si quera venir? Si queradejar mis amigos para venir aqu? Qu haya dejado a minovio? No te importa, verdad? Realmente te importa uncarajo

En ese momento, el delgado hilo que me una a mi madretermin por quebrarse, esa delgada lnea que hay entre elamor y el odio, esa que tanto luch por no cruzar ya

estaba del otro lado de aquella lnea y en ese momentosupe que no haba retorno.La mano de mi madre, la cual deba ser mi protectora, quedeba arroparme por las noches, cuidarme y acariciarme,en esa fraccin de segundos, se elev con furia y seestrell sonoramente en mi indefensa mejilla.Corr los cabellos que me tapaban el rostro y voltee mi carapara mirar la suya, esper ver a lo sumo una expresin de

mnimo arrepentimiento, pero solo vi. el rostro de una mujerque en algn momento fue mi madre, pero que ahora sehaba convertido en una extraa, una fra persona que amis ojos ya era una desconocida.

- Mocosa de porquera, la prxima vez que me vuelvas ahablar en ese tono Soy tu madre, por dios, no te voy apermitir que me hables as y mucho menos que digas

groseras, te juro que si lo volvs a hacer algo as te

- Qu, qu vas a hacer? Me vas a golpear? Nos vamosa mudar acaso? - Dije conteniendo las lagrimas, no dedolor, realmente senta que algo se haba roto en miinterior.

Y aunque me costaba creerlo, mi madre elev una vez ms

su mano para volver a golpearme. Para mi fortuna, el chicode la mudanza interrumpi la escena.


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- LlLo siento -Tartamude al darse cuenta que debahaber golpeado antes. Podra firmarme?-.

- Si, no te hagas problema - Y mirndome con un rencorinslito se dirigi a mi - Con vos voy a hablar ms tarde,ahora, desaparece, no quiero volver a verte en todo el da,y ni se te ocurra venir a cenar, preprate que maanaempezas el colegio.

- Morite - Dije por lo bajo y me march a mi cuarto.-

Cerr la puerta detrs mo de un portazo y le puse llave,zambull mi rostro en la almohada y no pude aguantar elllanto. No se que haba pasado, mi vida no era perfectapero andaba bastante bien. Y ahora, de repente se habaconvertido en una pesadilla.Cuando muri mi padre, hace dos aos, mam queddestruida, se quiso suicidar y hubo que internarla. Yo mequed con mi abuela por un tiempo y mientras tanto segu

mi vida como pude.

Rita, mi mam, estuvo internada 6 meses, pero nunca serecuper del todo, jams volvi a ser la misma. Antes de lode mi padre, mam era una luz, una chispita como quiendira, alegraba todo a su paso, coqueta como pocas y unaexcelente persona, llena de amigas. Le gustaba salir defiesta acompaada de mi padre e ir a cenas de negocios.

Pero despus del accidente, y una vez que salio delhospital, cambi. Ya no se maquilla, ni se peina casi,trabaja desde casa, manteniendo la empresa que era depap, no tiene amigas, no sale con nadie y creo que en elfondo me culpa de lo sucedido, por eso me maltrata.

Entiendo que lo amaba y que l era todo para ella, peropara m tambin, yo tambin lo amaba, era mi padre y ya

no estaba. No pude siquiera llorarlo an y ya han pasado


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dos aos, dos tristes y devastadores aos.

En cuanto a m, no tengo mucho por decir, hasta ahoranunca fui feliz, siempre le falt un no se qu a mi vida.

Como ya lo mencion, dej un par de amigas en mi ciudad,pero nada de importancia, lo dije solo para molestar amam; y mi novio, ya lo haba dejado, mi primer y niconovio formal, creo que me voy a morir soltera.

Nunca me consider normal, no me gusta serlo, parecermea otros, me gusta ser original, diferente...Nunca tuve una gran relacin con mam, ella esperaba que

yo fuera su princesa de cuento de hadas y termin siendoalgo as como Daniel el travieso. Que se halla ido mi padrefue un golpe muy duro, estaba todo el tiempo con l;tuneaba coches, era dueo de una empresa, mi madre erala encargada de la venta de los vehculos. Cuando muriasumi su mejor amigo, y mi madre sigue en su puestotrabajando en casa. Siempre so con crecer y seguir eltrabajo de pap a su lado, me encantan los autos, pero

mam siempre quiso que sea cocinera o que me gustarapintarme las uas.

No poda dejar de preguntarme por qu, por qua m, haytanta gente de mierda y esto me tena que pasar justo ami? Me par de un salto, estaba al borde de un ataque denervios, quit un trapo de arriba de un viejo espejo, lolimpi con la manga de mi camisa y me mir.

No se que esperaba ver, buscaba una respuesta, unasolucin, pero solo me encontr con mi reflejo. Al otro ladodel espejo me miraba una muchacha alta, delgada y concurvas sutiles pero armnicas; vesta unos jeans negros,una camisa y zapatillas negras. Era yo? Realmente loera? Haca tanto que no me miraba a un espejo, antes solaverme a los ojos, la nica cualidad de mi fsico que

adoraba, esos ojos esmeralda, profundos, que encerrabantantos sueos y metas por cumplir; esos ojos que ahora


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estaban hinchados, con el rimel corrido y enjugados enlgrimas negras; ojos que se vean vacos, como si alguienhubiese entrado a hurtadillas en ellos y se hubiera robadotodo su esplendor. Llor aun con ms fuerza, no me pude

contener, ni siquiera lo pens, tom una tijera y respirandoprofundo cort mis largos cabellos rubios.

Me desplom en el suelo, abrac mis rodillas y llor, medescargu por estos aos de dolor, no saba lo que hacia,lo que quera, no tena mas deseos, ni metas ni sueos.Solo haba en mi interior un dolor repugnante que no podasacar fuera. Saba que algo le faltaba a mi vida, saba quepoda, pero no saba qu

Y entre sollozos me despert, volv a tener la mismapesadilla, estaba parada de la mano de mi padre muy felizy de repente alguien, no se quien lo arrancaba de misbrazos, corra y corra inmersa en la ms profundaoscuridad pero no lo hallaba. Me quedaba un rato all,

esperando a que volviera, hasta que despertaba

El dolor de mi espalda era terrible, eran las seis de lamaana y estaba durmiendo desde las siete de la tarde delda anterior en el piso y con las ventanas abiertas. Condificultad me incorpor y fui al bao a ducharme.

Agarr ropa limpia del bolso y con los ojos casi cerrados

entr a la baera. El agua fra era lo nico que podadespertarme en la maana. Tom un shampoo que traaconmigo, lo coloqu en mi mano y cuando lo frot por micabello sal de un salto de la ducha. Haba olvidado que lanoche anterior en un ataque de locura cort mi cabello, alprincipio me espant, pero luego de mirarme msdetenidamente, sonre, despus de tanto tiempo unasonrisa volvi a esbozarse en mi rostro. No me quedaba

tan mal, era corto, si, tal vez hasta varonil, pero me gustabacomo me quedaba, me gustaba esta nueva yo, tal vez


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siempre fui esta, solo que nunca me haba encontrado.

Volv a la ducha y me promet que hoy sera un nuevocomienzo, olvidara mis problemas y empezara el colegio

de la mejor manera. Sal en ropa interior a mi cuarto ycomenc a revolver las valijas buscando algo para esteprimer da.

Me puse unos Jeans ajustados negros y una camisa demangas cortas abierta con una remera negra de bajo.Tom mi mochila escrita con liquid paper y coloqu en ellaun cuaderno y mi cartuchera con un par de tiles. Me

deline los ojos de color negro como de costumbre y peinemi corto cabello con una sonrisa.

Por ltimo, cuando estaba por salir me mir una vez ms alespejo y vi una chica muy distinta a la que se habareflejado ayer, una pequea llama de esperanza iluminabanaquellos ojos esmeralda.

- Nunca ms - Me dije - Yo puedo

Y as, me encamin a mi nuevo instituto. Por la muerte depap haba perdido un ao, as que con mis dieciochorecin cumplidos estaba empezando el quinto ao en lasecundaria Saint Michelle, aparentemente la msprestigiosa de los alrededores.

Para mi suerte el barrio en el que nos alojamos era muytranquilo y poda andar en mi bici sin peligro, el colegioquedaba a unas veinte cuadras y deba ir alerta para noperderme ya no lo haba visto nunca.

Dej atrs mi nueva casa, era bastante bonita, pequea,perfecta para una viuda y su hija. Por fuera estaba pintadade un color beige gastado y se podan admirar sus

enormes ventanas de algarrobo; tena un frente adornadocon dos hermosos pinos, pero la parte trasera estaba


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segundo y con una amigable sonrisa abri la puerta y mehizo pasar.No me haba equivocado, dentro de la gran fortaleza secerna un campus enorme que rodeaba el edificio principal.

Camin sin prestar mucha atencin a los jvenes quehacan picnic en el campo y a los que jugaban ftbol. Unavez dentro del edificio, la muchedumbre estaba mstranquila, haba ms chicos que deban ser nuevos por queandaban solos con la mirada perdida por los pasillos.Me acerqu a la ventanilla de secretara y dando unosgolpes en el cristal comenc a sacar mi documentacin.

- Si seorita, En que puedo ayudarla? - Pregunt unaseora regordeta del otro lado

- Disculpe, soy nueva y quisiera saber mi nmero de aula,los horarios y todo eso - Dije extendindole misdocumentos

Despus de ingresar mis datos en la computadora imprimi

un papel y me lo entreg junto con las llaves de micasillero, este deca:

ALUMNA: Luz Natalia Morgan.EDAD: 18 Aos.FECHA DE NACIMIENTO: 22/11/91

AO: 5 A. SALN: 504 CASILLERO:

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Papel en mano fui en busca de mi casillero. Estaba muybien ubicado, justo al lado de los baos y enfrente de laescalera que daba al segundo piso. Me agach para abrirloy comprobar si la llave andaba y efectivamente lo hizo, notena nada que dejar as que volv a cerrarlo.

Me incorpor y fui en busca de algn mapa, para mi suerte,al costado de las escaleras se hallaba uno. Comenc a


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seguir el trayecto que deb hacer con el dedo hasta llegar alaula que me tocaba. Estaba en el cuarto piso, bastantealejada de todo.Emprend mi bsqueda repitiendo una y otra vez el mapa

en mi cabeza y por fin, despus de mucho subir escalonesencontr mi saln. Respir hondo y entr al aula, ya hababastante gente all y todos voltearon a verme, fij mi vistaen la ventana y sin darles importancia me sent en elsegundo pupitre.De a poco comenzaron a llegar ms alumnos, los bancoseran dobles, as que indefectiblemente alguien se sentaraconmigo. Senta como si miles de ojos me traspasaran,

pareca como si todos me observasen y estuvieranhablando de m. Saqu mi cuaderno he intentconcentrarme en poner nombre a mis cosas y no hacerlescaso.

- Buenos das alumnos - Dijo una muchacha muy joven convoz melodiosa entrando al aula.- Bueno, algunos ya meconocen del taller literario, soy la profesora Ponds, pueden

llamarme Irene, ese es mi nombre. Ser su profesora deliteratura durante el ciclo lectivo. Bien, ahora vamos aconocernos un poco, me gustara saber de ustedes y yaque estamos que conozcan si tienen algn compaeronuevo. Empecemos por aquella fila - Y apunt a la primera,por suerte yo estaba en la ltima.- Quiero que me digan sunombre, color preferido, lo que saben hacer, y algunascosas que les ir preguntando yo

- Bueno, me llamo Leonel, mi color

Y uno a uno se fue parando y diciendo lo que Irene leshaba indicado, fue un ejercicio muy interesante porque ibaconociendo de a poco a mis nuevos compaeros, pero noquera que me toque a m. Justo cuando estaba porpararme irrumpi en el aula una chica

- Justo a tiempo Gabriel, sentate junto a tu nueva


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compaera que estaba por presentarse - Y con una sea leindic el asiento a mi lado

- Bueno, mi nombre es Luz, mi color preferido es el negro y

me gusta cantar.- No saba que decir, estaba tan nerviosacomo si fuera mi primer da de primaria.-

- Bien, decinos, Luz, sos nueva, no? - Asent con lacabeza - Te gusta leer?

- Si, y escribir tambin

- Perfecto, nos vamos a llevar bien. Ahora es su turnoalumna Rinaldi

-Otra vez? - Y tras una mirada fusilante de la profesoraprosigui - Mi nombre es Gabriel, me gusta el color rojo,toco la batera y llegu tarde porque me qued dormida

-Bien, la clase de hoy vamos a

La clase sigui adelante pero a mi compaera pareca nogustarle demasiado. Tom nota y anot los libros de textoque tenamos que comprar hasta que por fin el timbre de finde hora hizo que todos salieran en estampida.

- As que te gusta leer, es bueno sentarse con unaprotegida de la profesora Ponds, a mi no me puede ni ver -

Dijo con una sonrisa tendindome la mano - Soy Gabriel

- Yo Luz - Y le devolv el saludo

- Voy almorzar al comedor, quers venir?

- Si, claro.

Y luego de elegir entre una variedad inusitada de comidas


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nos sentamos en una mesa alejada y vaca. Nunca habaentablado una charla tan amena con nadie, ni siquiera conamigas de toda la vida; esa tarde hablamos de cosas sinsentido ni importancia, conversamos de programas de Tv,de actrices, msica, Era como si nos conociramos detoda la vida, la charla no se cay en ningn momento, entrerisas y divergencias el tiempo pasaba. No hablamos denosotras, es decir, de nuestras vidas fuera delestablecimiento, tal vez por falta de confianza, perosospecho que ella comparta mi razn, aquella basada enmantener nuestra vida lo ms lejana posible, como un malsueo.

- Te juro que me indigna sobremanera que MichelleRodrguez se muera en cuan pelcula acte, me pone de lacabeza - Dijo Gaby en cierto momento con una rabia muyparticular.

- Es verdad, deberamos escribir una carta a Hollywoodquejndonos

Nos miramos un instante nuestros rostros encolerizados ysin ms, remos a carcajada como dos dementes. Todo elcomedor volte a vernos, pero no nos interes. Notenamos idea del resto de la gente, estbamos comoinmersas en una burbuja, lejos, muy lejos de la cruelrealidad.

Despus de una hora de bromas sin sentido ypensamientos descabellados, nos dirigimos al saln 105para la clase de filosofa, mi materia favorita. Sin decir unapalabra ambas dimos por sentado que seramos, una vezms, compaeras de banco. Por lo visto a ella no leagradaba demasiado la materia y prefiri pasarse la horadibujando en un pequeo anotador que ocultaba de laprofesora debajo del banco.

El timbre de fin de hora funcion como un disparador paraque los dems alumnos salieran despavoridos del aula, a


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diferencia de nosotras que pareca como si ambasquisiramos quedarnos all. Guardamos nuestros tiles conuna lentitud extrema y por fin nos encaminamos a la salida.

- Qu bien que dibujs! - Dije espiando el par de ojos quehaba estado diseando durante la hora y media de clases -Pero de la clase, ni hablar, no?

Que se yo, dijo alguna que otra hueveada de Platn y delro de no se que mierda

- El mar de las ideas - Dije entre risas - Puedo ver tu

cuaderno de dibujos?

- NO-. Y alej el cuaderno bruscamente, pero al notar mirostro afligido replic - Perdona, es que no estnterminados y adems, no son tan buenos tampoco

Nos despedimos en la puesta de salida del instituto, tommi bici y rpidamente volte para verla una vez ms, pero

Gaby ya se alejaba con paso pesado en direccin contrariaa la ma.

No quera volver a casa, quera que la tranquilidad delinstituto durara por siempre. En estas cinco horas habasido ms feliz que en los ltimos dos aos de mi vida y noquera borrar esa sonrisa de mi rostro por nada del mundo.Pedaleando a casa me volvi a embargar esa horrible

sensacin de desarraigo, soledad, de vaco dentro de m,como si faltara una parte de mi; esa sensacin que porprimera vez haca un rato haba logrado abandonar.

Fren en seco la bici al llegar a casa, no poda tener tanmala suerte. El estropeado Cadillac del novio de mamdescansaba mal estacionado en la cochera, pens en irmede all, pero no tena a donde. Entr en silencio rogando no

ser percibida, pero fue en vano.


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- No vas a saludar a tu madre, mocosa? - Dijo Marcos conuna sonrisa burlona y zamarreando la lata de cerveza quetena en la mano.

Dije hola y sub corriendo a mi cuarto. Marcos era unborracho que empez a salir con mam unos mesesdespus de lo de mi padre, es ms, sospecho que eranamantes. Era asqueroso, se la pasaba bebiendo y mirandotele, cuando mi madre no haca lo que el quera, lagolpeaba, a mi eso me tena sin cuidado, ella se lobuscaba, eso s, a la primera que me pusiera una manoencima lo mataba.

Una vez en mi cuarto, cerr la puerta de un portazo, le diuna vuelta de llave y me zambull en mi almohada a llorar.Extraaba tanto a pap, dara lo que fuera por que lestuviese aqu conmigo.

No se cuando me qued dormida, pero lo hiceprofundamente ya que despert a las cuatro de la maana,

despus de dormir unas 12 horas seguidas desde quellegu al colegio por la tarde. Me duch y lentamente meprepar un desayuno con las pocas cosas que haba en lacasa. Ya a las cinco estaba lista, sent que mam y Marcosse peleaban, sin pensarlo ni un segundo ms sal de casa yme encamin al colegio en bici.

Todo estaba bastante oscuro, siempre haba querido ver un

amanecer, as que aprovechando que era muy tempranopara ir al colegio, lo rode buscando una plaza dondequedarme y al fin di con una.

Era una pequea plaza muy bonita, con frondosos rbolesy unos juegos para los nios. Di unas vueltas en mi bici y

justo cuando iba a bajarme en un bonito rincn para ver elamanecer, la vi

- Gaby, sos vos? - Dije al ver la inconfundible mochila


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llena de estampas, era ella, deba serlo

Volte para ver quien la llamaba y al verme sali corriendo,por un momento dud, pero al ver su rostro no caban

dudas. Era mi compaera, aquella con la que me sent tana gusto el da anterior, pero a pesar de la oscuridad notuna expresin extraa en su rostro. Sin pensarlo dos vecesarroj la bici y sal detrs de ella, que pareca huir.

La corr un rato hasta que tropez con una rama y call alsuelo llorando desconsolada, me par en seco, no sabaque hacer. Y all estaba, con el sol queriendo asomar, en

una plaza desconocida persiguiendo a alguien quetampoco me era familiar pero a la que en ese momentosenta, deba ayudar.

- Qu te pas, te lastimaste?-. Pregunt corriendo a sulado, no pareca estar herida, pero su llanto era devastador

- Estoy bien, djame sola - Dijo empujndome para

sacarme de su lado-

- Pero, Qu hacs a esta hora ac? - Mirando a mialrededor me di cuenta que la plaza pareca bastantesombra y peligrosa ahora que la observabadetenidamente.-

- Te dije que me dejes sola, ests sorda? Mtete en tus

cosas y djame tranquila. Me ests siguiendo? -Realmente estaba furiosa

- No, yo slo pasaba y te reconoc, pens que te pasabaalgo

- Bueno, pero no me pasa, as que pods seguir tu caminoy dejarme de joder

La mir a los ojos, aquellos ojos hinchados de tanto llorar


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que ahora con fuerza contenan las lgrimas. No se por quetena esa necesidad de ayudarla; no se porque suspalabras me heran tanto; o porque me enfadaba que meechara si ni siquiera la conoca. Pero me pasaba, me

pasaba justamente eso, me senta triste, desvalida,desdichada, la nica persona que haba trado un poco dealegra a mi vida ahora me la quitaba de un manotazo.

- Pero anda a cagar, qu te penss que sos? - Y me parbufando - Encima que te vengo a ayudar me rompes laspelotas, pero morite tarada

Una vez arriba de mi bici y con una angustia que nocomprenda volte para verla. Aun estaba en el piso,pareca tan frgil, tan sola, pero no me dejaba ayudarla yyo no poda obligarla. Me senta responsable de esamuchacha, esper a que se incorporar y una vez que lohizo me prepar a irme, pero su paso no era firme, estabatambaleante, me acerque sigilosamente y corr nuevamentea ella cuando la vi desplomarse en el suelo hmedo de la

plaza.

No saba que hacer, no haba nadie alrededor, no tenaidea de donde estaba el hospital, no saba donde viva,apenas si saba su nombre. Elev su cabeza y reaccion,pero estaba muy dbil. Record que hoy mam y Marcospeleaban por que ella deba irse a trabajar y l no querallevarla, por lo que en casa no habra nadie a esa hora.

La puse en pie y la mont en la bici. Al llegar a casa, alprincipio cre que mam aun poda estar all, pero elsilencio y la tranquilidad que pareca haber me dieron aentender claramente que por suerte no era as.Dej la moto en el garaje y ayud a Gaby a llegar a micuarto, estaba demasiado dbil. La recost en mi cama ycorr al botiqun del bao cuando divis el corte que tena

sobre el ojo.


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- Auch! - Se lament - Por qu hacs esto? Yo, yo teech...

- No tengo ni idea por que mierda te ayudo, supongo que

me diste lstima - Dije asindome la desinteresada, laverdad era que su actitud anterior me haba lastimado.

- Lo siento..., no quise..., no tendra

- No te hagas problema, soy alguien que se encaria muyrpido con las personas, demasiado. Y, a veces soy muymetida

- No! No digas eso, si no fuera por vos todava seguiratirada en la plaza

- Bueno, pero, como me debes una, tens que contestarmealgunas cosas

En ese momento repar en su verdadero estado, tena las

rodillas del pantaln gastadas y manchadas de lo quesupuse era sangre, el rostro todo magullado y se la veamuy plida. No saba lo que le haba pasado, pero si queera algo de lo que seguro no quera hablar.

- Quers algo para comer?

- Vos no tens que ir al colegio?

- Quin dice?

Y as nos quedamos toda la tarde, las dos faltamos alcolegio. Al igual que el otro da, hablamos de estupidecessin sentido, quera levantarle un poco el nimo a Gaby, la

vea tan mal, sola, triste, no s porqu, pero me matabaverla as.


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- Gracias - Dijo con una sonrisa recostndose en laalmohada, como si no quisiera mirarme a los ojos -Realmente te trat muy mal y vos igual me ayudaste,

porqu?

- No s - Y me hice la misma pregunta, porqu? -Supongo que me caste extremadamente bien

- Qu raro, no? Llevo en ese colegio desde los diez aosy nadie se me acerc, de repente llegs vos... Y me salvasla vida

- No s si tanto como salvarte la vida - Dije acostndomeen la alfombra del piso del cuarto

- No me conocs, vos no sabs

- Mira, s que no nos conocemos, pero realmente me caesmuy bien y quiero ayudarte. Si no me quers contar no

importa, pero decime si te puedo ayudar en algo. Te va asonar raro, pero no me gusta verte as, me pone mal y elhecho de no poder hacer nada para ayudarte me ponepeor-.

A medida que me sinceraba con ella me fui poniendo enpie, pude ver como una lgrima caa por su mejilla y lalimpiaba para que no la vea. Me sent a su lado en la cama

y me qued mirando sus profundos y tristes ojos marrones,Gaby segua con expresin dura mirando el techo.

- Por qu no llors? Es horrible llorar sola, yo se lo que tedigo

Y dicho esto, se incorpor en la cama y tras mirarme unossegundos me abraz. Comenz a llorar desconsolada,

como si hiciera dcadas que aguantaba el llanto, como si lohubiera contenido durante aos. Nunca supe abrazar,


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siempre fui muy fra, al principio qued paralizada, noentenda lo que estaba pasando, haca horas que conocaa esta chica y ahora era como si nos conociramos dehaca aos.

Sin pensarlo ms la estrech devolvindole el abrazo ytambin comenc a llorar, record a mi padre y lo bien queme hubiera venido un abrazo as cuando l se fue. Eracomo si el tiempo no pasara, solo estaba nosotras dos, all,detenidas en un mismo llanto, como si furamos una.Ya nos estbamos calmando y solo quedaban sollozos delllanto pasado, pero aparentemente ninguna de las dos

quera soltar a la otra. Era extrao lo que senta, algo mesuceda, no quera soltar a Gaby, quera quedarme porsiempre all, junto a ella. De repente y como si nos hubieratomado por sorpresa nos dimos cuenta, Haca ya un buenrato que dejamos de llorar, pero no nos soltbamos, dosadolescentes solas en un cuarto abrazadas, sin decir unapalabra, sin un gesto, solo ese abrazo que nos una.

No quera soltarla, pero necesitaba saber, entender porquestaba as, necesitaba ayudarla y ahora senta que debahacerlo. Dej las dudas y preguntas que me haba dejadoese abrazo para conmigo misma y pens a mil por hora,saqu conclusiones, at cabos y por fin, con toda la dulzuraque me era posible me separ de ella.

- Quin te hizo esto? - Pregunt alcanzndole un pauelo

de papel-

- Ya estoy acostumbrada, esto no es nada - Me mirabaextraada, como si no entendiera que haca en la casa deuna extraa a punto de contarle cosas de su vida privada -No te preocupes, maana ya voy a estar bien

- No me importa como ests maana - Estaba enfadada,

sus palabras daban vueltas en mi cabeza y misconclusiones eran una ms escalofriante que la otra -


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Necesito saber por lo menos que te pas, es obvio quealguien te golpe, no? O me vas a decir que te caste?

- No, no me ca - Un gotn volvi a asomar en su rostro -

Te juro que yo no hice nada, esta vez ni siquiera le dirig lapalabra, estaba durmiendo y l me despert... Pero, pero -Tartamudeaba, la voz le temblaba, se mora por contarmeque le suceda, pero algo se lo impeda - No lo iba a dejar,no otra vez, ya no aguanto Luz, no aguanto.

Volvi a quebrarse en un mar de lgrimas y nuevamente laestrech en mis brazos. No me pude contener, necesitaba

protegerla, no saba de que pero en ese momento soloquera y poda abrazarla. Esta vez acarici dlcemele suespalda, su cabello, intent demostrarle que todo estababien. Nos separamos y quedamos mirndonos, ningunadijo un apalabra, por primera vez, ambas nos veamos a losojos. Fue extrao, se senta extrao, mil ideas locaspasaron por mi cabeza y solo rompi esa atmsfera mgicael sonido del telfono.

- Lo siento - Dije tragando saliva - Debo...

- Claro

Baj las escaleras trastabillando, me senta como dentro de

un sueo, qu estaba haciendo? qu estaba pensando?Me estaba volviendo loca?

-Luz, Luz - Gritaba mi madre al otro lado del telfono

-Qu pasa?


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de m.

- Con la desesperacin de traerte ni siquiera me fij en eldespelote que era mi cuarto - Dije al voltear

Gaby vesta una musculosa y un short, ropa que le prestpara dormir. Sus rodillas estaban prcticamente en carneviva y sus piernas llenas de moretones, al igual que susbrazos, los cuales tenan algunos cortes. Nuevamentesollozaba y no se mova del umbral de la puerta con sus

jeans y dems ropa en las manos.

- No te preocupes - Dije tomndola de los brazos - Nadie teva a hacer nada mientras yo est cerca. Y, cuando quierascontarme yo voy a estar, no te preocupes. Acstate - Dijeapuntando mi cama - Yo duermo en el cuarto de mi vieja- No me dejes sola, por favor... Tengo miedo

- Est bien - No poda negarme a ese plido rostrosuplicante - Recostate que voy a traer un colchn

Traje el colchn de mi madre y lo arm lo ms de cerca deella posible.

- Sabs? Deca - Nunca nadie hizo nada por mi y vos,sin siquiera conocerme... No se como voy a poderagradecerte

- Buenas noches - Dije apagando la luz

Al principio me cost dormir, pero despus de muchasvueltas logr conciliar el sueo. Unos gritos medespertaron.

- No por favor. No quiero! No quiero pap! - Gritaba Gabya mi lado


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- Tranquila, ya pas - Dije sentndome a su lado ypalpando su rostro en la oscuridad - Ya pas...

Cuando se despert no pude ver su rostro, pero sent sus

lgrimas en mi mano y su corazn palpitando a mil porhora. Me abraz, como si le diera seguridad, como sialejara a ese monstruo que le haca tanto dao.

- Ests conmigo, nada va a pasarte - Dije acaricindole elrostro

- Perdname Luz, no tendra que haberme quedado, yo. Es

que no se que hacer, me siento tan sola- Nunca ms vas a estar sola - Dije prendiendo un veladorde luz muy tenue que tena a mi lado

- Abrzame, abrzame y no me sueltes, por favor. Noquiero despertar y que no ests al lado mo

Y lo hice, la abrac lo ms fuerte que pude, apagu en

velador y as pasamos la noche. No lo poda creer, noentenda que estaba haciendo all, abrazada a esa chica yfeliz, por primera vez en mucho tiempo...

El reloj estaba por sonar pero lo atras una hora, no queradespertarla, esa chica haba sufrido ms de lo que podaimaginar, estaba segura y se mereca un descanso. Pero laverdad era que no quera soltarla, quera tenerla a mi lado

siempre. Sentir su cuerpo junto al mo por un segundo ms,sentir los latidos de su corazn y su respiracin, enlazarlaentre mis brazos y acariciarla tmidamente como lo estabahaciendo.

Una hora ms tarde, como si nada hubiera pasado noslevantamos. Le prest un poco de ropa ma y nosencaminamos al colegio, era muy temprano.

- Vamos caminando?Pregunt - No quiero que este da


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termine nunca

- Si ests segura que aguants, s - Me pona feliz saberque ella pensaba como yo

No dijimos una sola palabra en todo el camino. Nuestrasmanos colgaban y se rozaban tmidamente, hasta queGaby dio el primer paso e hizo aquello con lo que pensabadesde que salimos de casa, me tom de la mano.Enlazamos nuestros dedos como atndonos a esasensacin hermosa que pareca flotar en el aire, nosmiramos un segundo y sonremos. Me senta muy a gusto

yendo as a clases, de la mano de esta desconocida quetantas cosas nuevas me haca sentir.

- Ya estamos llegando al colegio, si quers puedosoltarte? - Dijo tmidamente

- No, por qu? Debera?-.

- Por ah piensan cualquier cosa

- Ah! - Dije soltando su mano con tristeza - Si a vos teincomoda est bien

- Para nada - Y dicho esto tom an ms fuerte mi mano yme bes dulcemente en la mejilla

Senta como si volara a su lado, todos nos miraban.Nuestras manos enlazadas, nuestras caras de felicidad, elhecho de que no nos importara nada, cada uno sacaba suspropias conclusiones y yo ya no quera pensar ms. Yahaba pensado demasiado, durante toda mi vida, ahora no,ya no, ahora dejara de pensar, de soar y comenzara avivir. Solo iba a dejar que cada cosa pase como tena que

pasar.


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El da transcurri igual que cualquiera, pero haba algodistinto, extrao, mgico, algo que ambas sabamos peroque aun no estbamos listas a enfrentar. Y as pasaron losmeses, ya nos conocamos ms, sabamos nuestros

gustos, las cosas feas que nos haban pasado y las lindas,cosas de la vida, algunos secretos e indiscreciones, peroaun senta que no conoca del todo a esa chica que tantascosas nuevas me haca sentir.Varias veces Gaby se qued a dormir en casa, cuandomam no estaba, siempre pasaba lo mismo, nosdesvelbamos charlando de cosas vanas, nosacostbamos juntas y amanecamos abrazadas, no

decamos ni una palabra, la primera en despertarse sesacaba a la otra de encima y no se hablaba del tema.

Nunca se haba aclarado el accidente sucedido haca yados meses atrs cuando encontr a Gaby en la plaza.Tena mis sospechas pero no quera sacar conclusionesfatalistas, hacerme malasangre sin sentido y Ella nopareca querer hablar del tema. A veces llegaba con

moretones o la tocaba y gema de dolor, pero con el tiempome acostumbr a no preguntar, si le preguntaba, seenfadaba y no me hablaba en todo el da, en cambio, si nohabra mi boca y simplemente la invitaba a casa, conalguna excusa me dejaba curarla.

La semana del 5 de agosto haca un fro polar, tom mibufanda, mi pulver y dej mis calzas debajo del Jean. La

moto no quera arrancar as que tuve que intentarlo variasveces hasta lograrlo. Llegu a la escuela helada, como meatras tuve que ir rpido y el fro helado en el rostro megolpe como si hubiese traspasado una barrera de hielocon mi cabeza. Dej la moto en el estacionamiento y entra clases, busqu a Gaby pero no estaba entre los pocosalumnos que haban asistido, era raro en ella, siemprevena ms temprano y nunca faltaba. Ese da no le di

demasiada importancia, pero la semana pasaba y ni


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seales de Gaby, ya me estaba preocupando.

Ya haca dos semanas y media que no saba nada de ella,me despert ms temprano de lo usual y sin importarme lo

que pudiese pasar fui a su casa. El da anterior con laexcusa de que quera llevarle la tarea, logr que una de lasprofesoras me diera su direccin, la verdad que era unbarrio bastante feo. Una vez frente a la casa me petrifiqu,ya estaba all, pero, ahora qu? Record que en charlascon Gaby me haba comentado que la ventana de su cuartoera la nica que tena cortinas, unas rosas que le habahecho su madre cuando era pequea.

Dej mi moto a un lado y acercndome sigilosamente tirun par de piedritas a su ventana. Aun era de noche, seranlas cinco de la maana, si Gaby no me contestaba rpidome congelara, y visto y considerando que mi plan de laspiedritas fue todo un fracaso, decid subir yo mismo por laventana.

No fue difcil, la rama de un rbol pareca acomodadaestratgicamente para que alguien trepara. Una vez quellegu a la ventana las ansias me hicieron entrar en pnico,tem mucho, que ella estuviese mal, que no quisiera verme,que el padre me descubriera, pero justo en ese momentosent un motor, me cobij en el rbol y vi a un hombremanejando un Fiat uno destartalado, era el padre de Gaby!

Tom coraje y golpee la ventana, pero nadie responda.Rogu que estuviese abierta y efectivamente, lo estaba.Con una sonrisa por mi logro entr cautelosamente. Elcuarto de Gaby era algo extrao, las paredes estabanpintadas de un color muy oscuro, y empapeladas con fotosde actrices y cantantes femeninas, pero me senta a gustoall.

Cuando estaba concentrada mirando una de las chicas delos posters sent un fuerte golpe fuera de la habitacin y


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como si hubiera sabido que fue sal corriendo hacia all. EraGaby! Pero estaba tendida en el suelo, me acerqu a ella yla ayud a ponerse de pie.

- Ests bien? - Dije levantndola, se la vea muydesmejorada, sus cabellos azabaches caan secos sobresu rostro poblado de moretones, estaba muy delgada y notena fuerzas ni siquiera para pararse.

- Qu haces ac? Cmo entraste?

- No importa, ven vamos al cuarto

Una vez all, la ayud a subirse a la cama y la pudeobservar con detenimiento. Estaba con una bata de baoblanca y su cabello le tapaba el rostro, se la notabacansada, sin fuerza, no quera mostrar su rostro y loocultaba debajo de la maraa de cabellos hmedos.

- Qu te paso? -.Dije queriendo correr el cabello de surostro, pero ella me corri la mano

- Nada, no te importa, tens que irte, si l te ve, me va amatar, nos va a matar

- Por qu? Slo vine a traerte la tarea. Mira Gaby, si

quers que me vaya, est bien, no puedo andarpersiguindote e intentando que me cuentes tus cosas paraque pueda ayudarte, si no me quers contar, perfecto - Ledije parndome y dndome la vuelta - Me importas, peroparece que eso te tiene sin cuidado, estaba muypreocupada y ya veo que no estaba tan equivocada, pero sino me dejas ayudarte no puedo hacer nada

- Por favor - Dijo justo cuando estaba por abrir la ventanapara salir - Por favor Luz, abrazame


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No lo pens ni un momento, haca mucho tiempo que poralguna razn que no tena muy en claro necesitaba abrazara Gaby, sentirla, acariciar sus cabellos y sentirme cerca

suyo. Volte y mirando sus ojos marrones suplicantes yllenos de lgrimas fui hasta ella y sentndome en la camala estrech dulcemente en mis brazos. Sent como sivolviera a respirar, como cuando aguants la respiracin almximo, sals del agua y das una bocanada de aire, esosent, ese abrazo fue una bocanada de aire, una bocanadade aire que necesitaba haca mucho.

No quera soltarla, poda escuchar como sollozaba. Perotambin Gaby me estrechaba, cada vez ms fuerte, comosi se quisiera fundir en m, como si temiera que yo meescabullera y escapara. Acarici su espalda y enlac sucabello con mis dedos, tena un perfume delicioso y aun supelo estaba hmedo.Estbamos tan bien, no quera soltarla, saba que aldesprenderme de ella comenzaran los problemas, ese

momento era perfecto, quera quedarme a vivir all, nosaba que me estaba pasando, no entenda lo que senta,pero dentro de mi pasaban cosas maravillosas y no me ibaa privar de sentirlas.

- Ya est, ya pas todo, yo estoy ac - Dije soltndola ymirndola a los ojos - Ahora pods contarme? Qupas?

Sus ojos marrones me miraban fijamente, nunca los habaobservado con detenimiento, eran hermosos, profundos,como secretos, como si ocultaran algn extrao secreto.

- Mir como ests, toda golpeada, es l, no? Es tu pap?Yo te juro que si lo veo,...

- Calmate, por favor. Lo importante es que ests ac, no secomo, pero siempre ests - Y acarici mi rostro mirndome


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con una ternura inmensa

- Necesito saber porqu. Porqu faltaste tanto das alcolegio, por qu no me avisaste?

- Porque tena miedo Luz, tena miedo. Miedo de que tepasara algo, de que me pasara algo

- De que me pasara algo a m, que decs? Que estpasando?

- Vos pasas Luz... - Y se hizo un silencio eterno - Vos, yo,

eso pasa y mi viejo se dio cuenta, me escuch hablandopor telfono y empez a investigar y...

- No te entiendo, que tengo que ver yo con tu viejo?

- No te das cuenta? No ves a tu alrededor? Tan ciegasos? - Dijo Gaby enfadada

- No, de que me tengo que dar cuenta? - Estaba muynerviosa pero no saba porqu, dentro de m tena unrevoltijo de sensaciones impresionante, alegra, tristeza,ansiedad, miedo...

- Te quiero Luz, lo entends? - Y acercndose aun mspos su mano sobre la ma.

Estaba congelada, su mano firme se posaba acogedorasobre la ma helada y temblorosa, estaba transpirando,nerviosa, eso que haca tanto estaba sintiendo, eso que medaba vergenza y miedo. Todo un cmulo de sentimientosque haba estado guardando bajo llave dentro de mi hacatantos meses estaban ahora a flor de piel. Miles depalabras se empujaban por salir de mi boca a la vez quemiles de lgrimas caan descontroladas por mis mejillas,

esto estaba mal, lo que haca no estaba bien pero no podaevitarlo, yo tambin la quera, tanto! Pero no como amiga,


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no me alcanzaba, yo necesitaba algo ms y aparentementeella tambin.

- Pods entenderlo? Perdoname - Y corri bruscamente

su mano.- No quise hacerte poner mal, gracias por venirhasta ac, me hace mucho bien, pero si prefers que ya nonos hablemos, est todo bien, te entiendo, pero por favorno te pongas mal, no llores.

- Por qu todo es tan complicado? Es todo unamierda!!! - Ya no aguantaba ms, tena que sacar todo loque tena fuera - Una vez que encuentro a alguien que me

quiere, que yo quiero, tiene que ser as? Por que todo estan difcil? Nunca nada me sale bien, siempre problemas,como si mi vida ya no fuera lo bastante complicada ahoraesto...

- Bueno disclpame, yo no ped enamorarme de vos...

Cuando escuch eso levant mi rostro y le clav la mirada,

ella tambin me mir, no se haba dado cuenta realmentelo que me haba dicho, lo haba dejado explcito, lo dijo sinquerer pero sin filtro, Gaby estaba enamorada de m, deotra chica, de otra mujer y yo..., creo que yo tambin...No dijimos ms nada, solo nos quedamos all, mirndonosfijamente como intentando decirnos con la mirada todasesas cosas prohibidas que sentamos, todo aquello que nose poda, que no deba hacer ni sentir. Como si

estuvisemos guardando ese recuerdo en la memoria, eseda como el momento en el cual traspasamos la delgadalnea que se estableca en nuestra relacin de amistad. Lalnea de la moral, de lo legal, de lo normal, la lnea de loque deba ser, esa lnea tan alejada de lo que era.

- Por Dios, por qu? Por qu no me lo dijiste? -.Exclamcomo leyndome el pensamiento - Todo hubiese sido tan

fcil!


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- Es que no saba, no, no tena idea, tena miedo - Dijeagachando mi cabeza como con vergenza - Nunca mepas algo as, nunca sent algo tan fuerte, y menos, poruna chica

- Todo va a estar bien, todo va a estar bien

Gaby me tom nuevamente de la mano y con la otra manotom mi barbilla y lev mi rostro hasta que se encontrfrente a frente con el de ella, nunca habamos estado tancerca.

- Esto es nuevo para vos - Me susurr - Est bien quetengas miedo

Acarici mi rostro con una sensibilidad increble yacercndose lentamente a m, me bes. Nuestros labios sefundieron tmidamente al principio pero pronto la pasin nosembrag. Jams haba besado una mujer, pero era unasensacin tan extraa, tan calma y hermosa. Sus labios

eran dulces y se movan uniformemente con los mos,como si estuviesen sincronizadas, pronto nuestras manoscobraron vida y comenzaron a acariciar todo cuantopudieron. Nuestras lenguas se enlazaron y nosencontramos ambas recostadas en su cama, esa cama queola a ella, esa cama en la cual tantas veces abra lloradosola, esa cama en la cual me estaba besando con mi mejoramiga, con mi chica, con la mujer a la que amaba...

Pero a pesar de estar segura de mis sentimientos, aun noestaba lista para tanto, quera ir despacio, esta era unanueva etapa de cambios drsticos y quera tomarla concalma. Explorarla de a poco y con tranquilidad. Mi cabezame deca que pare, pero mi cuerpo peda ms, senta queel calor me recorra el cuerpo, no quera soltarla, ni dejar debesarla ni que me dejara de besar a mi, quera amarlaeternamente. Qu eran los tiempos? Por qu esperar un

tiempo prudencial para amar a quien te ama? Mi mente


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estaba repleta de preguntas, pero el deseo era ms fuerte.

No saba que hacer, jams haba si quiera imaginado estarcon una chica y de repente estaba desnuda en la cama de

Gaby. Me di cuenta que Ella tena experiencia y no queraque se decepcionara conmigo, la bes cuanto pude y entodos los lugares que pude, acarici hasta el ms recnditolugar de su cuerpo lo mejor posible, pero dudo haberlegenerado todo lo que ella me haba hecho sentir, puestoque nunca haba siquiera imaginado que poda sentir algoas.

Me coloc suavemente debajo suyo y comenz a besarmedulcemente, bajando, desde mi boca. Tom mis pechos ensus manos y los beso uno a uno como si fueran tesoros,baj an ms hasta mi vientre. Estaba en llamas, mi cuerpose contraa una y otra vez, por un lado, senta que estabahaciendo algo terrible y por otro, estaba disfrutando como

jams lo haba hecho. Y as hasta zambullirse entre mispiernas y hacerme llegar al punto mximo del xtasis.

- No te das una idea lo que esper este momento - DijoGaby sentada sobre mi y besndome dulcemente en elcuello - Sos, sos hermosa - Y me sonri recostndose a milado.-

- Tenemos que irnos de ac, no pods, no te puedo...

- Shhhh! - Y me tap la boca con la mano - No podsdisfrutar aunque sea un poco de la vida? De esto que nosest pasando?

- No s, me siento rara. Siento que estamos haciendo lascosas mal.

- Quin puede juzgarnos? Despus de las vidas de

mierda que tuvimos, no nos merecemos amarnos?


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Le sonre y la bes tmidamente. El padre de Gaby llegaramuy tarde, as que nos pasamos toda la tarde acurrucadashablando de nosotras, amndonos, como tantas veces lohabamos soado en secreto...

algo nuevo by max

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