algo más sobre el sectarismo

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ALGO MÁS SOBRE EL SECTARISMO Si rastreamos la historia del sectarismo en el Partido nos daremos cuenta que es un asunto de larga data y de hondas raíces, tanto que los más sectarios imaginan que la enfermedad del sectarismo radica en otras organizaciones o individuos, no en el propio. Es que en la cultura peruana el sectarismo está fuertemente arraigado y alcanza a todos sus estamentos sociales e institucionales. La izquierda no fue capaz de liberarse de ese lastre, sino terminó reproduciéndolo hasta alcanzar niveles verdaderamente patéticos al engendrar no dos sino decenas, acaso cientos de grupúsculos de todo tipo, cada uno con su verdad inclaudicable y su monasterio propio. Pareciera que han tomado en serio la multiplicación de los panes, y pareciera también que la única forma de sentirse bien es erigiéndose en Papas de sus propias religiones, por lo demás efímeras e intrascendentes. Hay sectarismos para todos los gustos y de todos los colores. Tanto que muchas veces se quiere combatir el sectarismo desde el sectarismo. Pero el Partido tampoco está libre de esta lacra, pese a los esfuerzos del Comité Central para colocarlo en la picota y erradicarlo de nuestras filas. El VII Congreso y diversos plenos del Comité Central ya abordaron el tema, y sin embargo está allí presente obstruyendo su camino de avance, impidiendo la incorporación de nuevos militantes, liquidando la iniciativa de los camaradas, distanciándonos de las masas populares, introduciendo métodos liquidacionistas. El sectario no suma ni une; gira en torno de la misma estaca con la soga cada vez más corta. El sectario se parece a la rana que observa el cielo desde su hueco y cree que el espacio que observa es todo el cielo. Tal estilo de trabajo

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algo mas sobre el sectarismo para analisis de los partidarios

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Page 1: Algo Más Sobre El Sectarismo

ALGO MÁS SOBRE EL SECTARISMO

Si rastreamos la historia del sectarismo en el Partido nos daremos cuenta que es un asunto de larga data y de hondas raíces, tanto que los más sectarios imaginan que la enfermedad del sectarismo radica en otras organizaciones o individuos, no en el propio.

Es que en la cultura peruana el sectarismo está fuertemente arraigado y alcanza a todos sus estamentos sociales e institucionales. La izquierda no fue capaz de liberarse de ese lastre, sino terminó reproduciéndolo hasta alcanzar niveles verdaderamente patéticos al engendrar no dos sino decenas, acaso cientos de grupúsculos de todo tipo, cada uno con su verdad inclaudicable y su monasterio propio.

Pareciera que han tomado en serio la multiplicación de los panes, y pareciera también que la única forma de sentirse bien es erigiéndose en Papas de sus propias religiones, por lo demás efímeras e intrascendentes.

Hay sectarismos para todos los gustos y de todos los colores. Tanto que muchas veces se quiere combatir el sectarismo desde el sectarismo.

Pero el Partido tampoco está libre de esta lacra, pese a los esfuerzos del Comité Central para colocarlo en la picota y erradicarlo de nuestras filas. El VII Congreso y diversos plenos del Comité Central ya abordaron el tema, y sin embargo está allí presente obstruyendo su camino de avance, impidiendo la incorporación de nuevos militantes, liquidando la iniciativa de los camaradas, distanciándonos de las masas populares, introduciendo métodos liquidacionistas.

El sectario no suma ni une; gira en torno de la misma estaca con la soga cada vez más corta. El sectario se parece a la rana que observa el cielo desde su hueco y cree que el espacio que observa es todo el cielo. Tal estilo de trabajo no puede engendrar métodos correctos ni relaciones fructíferas con las masas.

Que otras agrupaciones políticas estén contaminadas de sectarismo, es su problema. A nosotros nos corresponde examinar nuestra situación con detenimiento, descubrir las causas y características del sectarismo que se encuentra en nuestras filas, poner a la luz sus manifestaciones siempre destructivas, trabajar arduamente para liberarnos de ese estilo de trabajo pernicioso. Porque dondequiera que eche raíces destruye el organismo vivo que es el Partido, impide o afecta la unidad entre los camaradas y la del partido con las masas.

Page 2: Algo Más Sobre El Sectarismo

Uno de los enemigos jurados del partido revolucionario de masas es el sectarismo. Allí donde se hace presente se refuerza el Partido tipo secta, encerrado entre 4 paredes, que tiñe también al MNI que muchas veces se convierte en una suerte del “otro yo del Dr. Merengue”.

En el artículo “Derrotemos el sectarismo en el seno del Partido”, publicado en noviembre del 2004, se abordó este tema en forma detallada. Te invitamos lector a estudiarlo como texto básico para entender el problema y resolverlo a través de una lucha ideológica firme y franca.

Si el XVI Pleno insiste en la necesidad de continuar la lucha contra el sectarismo, se debe a que sigue siendo un problema serio a resolver, que impide su conversión en Partido Revolucionario de Masas, menoscaba los preparativos hacia el VIII Congreso, impide el surgimiento de nuevos cuadros y líderes comunistas, se opone al llamamiento de ¡Gran unidad para un gran cambio!.

De haberse liberado el Partido de su influencia habríamos avanzado mucho más en la construcción del MNI, en el fortalecimiento del trabajo en las organizaciones de masas, también en la formación de más cuadros políticos, de masas, juveniles o intelectuales.

Pero el sectarismo no se expresa únicamente en las relaciones internas del Partido, sino también hacia fuera del mismo, con las masas, con los aliados. Un ejemplo típico es el autismo en que se encerró el SUTEP, en lugar de abrirse a la población, en especial a los padres de familia y los estudiantes. Una experiencia más complicada y al mismo tiempo más perniciosa, fue la imposibilidad de unir a las izquierdas en las elecciones pasadas. El resultado fue la derrota, previsible de contar con dos dedos de frente.

Es que el sectarismo ciega, impide ver el panorama, exagera lo propio entregando al adversario la victoria.

Si aspiras a hundir la revolución haz del sectarismo tu bandera. Si te propones liquidar al Partido el sectarismo es tu mejor herramienta. Así de simple. Como aspiramos a construir un partido grande, influyente, enraizado en las masas populares, la lucha contra el sectarismo no tendrá tregua.