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LOS PROYECTOS DE FORMACIÓN ARTÍSTICA DE LA FACULTAD DE ARTES PLÁSTICAS DE LA UNIVERSIDAD VERACRUZANA EN LA DÉCADA DE LOS SETENTA

Alfredo García Martínez

Facultad de Artes Plásticas

Universidad Veracruzana

IntroduccIón

La tarea de describir los antecedentes de la creación y desarrollo de la Facultad de Artes Plásticas y de sus diversos proyectos de formación ar-tística es una tarea ardua y complicada. Sobre todo documentar de forma sistemática los procesos de reforma académica por los que ha transitado la institución debido al escaso archivo histórico de la facultad, situación que ha propiciado inconsistencias y ambigüedades respecto a los orígenes históricos de la institución, así como de los proyectos de formación artís-tica impulsados en ésta.

Es pertinente recordar que a diferencia de otras disciplinas que se imparten dentro de la Universidad Veracruzana, la enseñanza de las artes plásticas en esta institución tiene sus antecedentes en una Facultad de Bellas Artes, que no reunía todos los requisitos administrativos–acadé-micos de una facultad, lo cual ha propiciado que desde sus orígenes y en diversos momentos de su historia, ésta asuma características estructurales y de funcionamiento peculiares que en ocasiones se apartan de la norma-tividad y la legislación universitaria.

Los orígenes

La inquietud por fundar una universidad en el estado de Veracruz data del siglo XIX, interés que no logra concretarse en el corto plazo, en parte por la división ideológica que prevalecía entre los diversos grupos hegemó-nicos de la sociedad, así como por condiciones de inestabilidad política y social que se presentaban en el estado durante esa época.

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ALfredo gArcíA MArtínez

En los inicios del siglo XX, con la recuperación de algunos de los ideales del movimiento revolucionario de 1910, se inició en nuestro país una po-lítica educativa diseñada conforme a modelos de desarrollo adoptados por el Estado mexicano y con base en una política cultural sustentada en tres líneas ideológicas y de acción:

1ª. La cultura entendida como desarrollo educativo y de las bellas artes… 2ª.

La cultura y los indígenas entendidos como objetos de estudio y de acción

integradora a la sociedad nacional mestiza… 3ª. La cultura y la educación como

instrumentos de modernización. 1

A su vez, estas tres líneas ideológicas favorecieron el desarrollo de dos corrientes de pensamiento que iban a estar presentes en el país durante todo el siglo XX:

Una corriente de pensamiento fundamentada y construida a partir de la recuperación de elementos internos de la realidad y diversidad de nues-tro país, donde: “…la pluralidad cultural se concibe como fuente de riqueza inagotable y un recurso para el desarrollo social y de la cultura nacional”.2

Otra corriente de pensamiento respaldada en una visión política in-tegradora que pretende generar las condiciones propicias para la unidad nacional y la estabilidad política interna: “…que preconiza la necesidad de una homogeneidad en todos los órdenes de la población mexicana: borrar diferencias es, en consecuencia, una de las tareas básicas de su proyecto social, educativo y cultural”.3

Las corrientes del pensamiento antes mencionadas presentaban un aspecto en común: buscaban la integración, la homogeneidad y por tanto negaban la pluralidad y diversidad que presentaba la sociedad mexicana en esa época.

En la legislación del Estado del estado de Veracruz de principios del siglo XX se establecieron algunos preceptos que servirían como sustento

1. Leonel Durán, “Pluralidad y homogeneidad cultural”, en Antología de Lecturas, Diplo-

mado en Gestión Cultural, Bloque Temático I (México: CONACULTA, 2003), 2.

2. Idem.

3. Idem.

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Proyectos de forMAcIón ArtístIcA de LA unIversIdAd verAcruzAnA en Los setentAs

formal para la fundación y funcionamiento de la Universidad en 1944, entre los cuales destacaban:

La Constitución Política del Estado de Veracruz de 1917 que establecía los lineamientos y el orden de prioridad con que debía atenderse la ense-ñanza universitaria en nuestro estado:

La Universidad constará de cuantas facultades e instituciones acuerde el

Consejo Universitario, las cuales deben fundarse y atenderse de acuerdo con

el siguiente orden de preferencia: I. Enseñanza agrícola, industrial, de artes y

oficios y comercial; II. Enseñanza secundaria que tendrá como la primaria, los

caracteres de racional y armónica; III. Enseñanza profesional y artística; y IV.

Altos estudios. 4

La Ley General de Educación del 4 de agosto de 1920, expedida du-rante el gobierno interino del profesor Antonio Nava, contenía varios ca-pítulos donde se establecían la estructura, características, finalidades y lineamientos que deberían regir a la enseñanza universitaria, así como algunos de los fundamentos legales que regulaban a la universidad, hasta ese momento aún no fundada.

La Ley Orgánica de la Universidad del Estado de Veracruz de 1940, señalaba que para la fundación de la Universidad en el estado de Vera-cruz debía tomarse como modelo a la Universidad Nacional de México. Asimismo, mencionaba que la Universidad se haría cargo de las escuelas industriales, de enseñanza secundaria, preparatorias profesionales, artís-ticas y de altos estudios.

Es en 1944, durante el período de gobierno de Jorge Cerdán que fue posible fundar la Universidad Veracruzana, para lo cual se expidió el Esta-tuto Orgánico de la Universidad Veracruzana, donde se establecía que: “La Universidad Veracruzana tiene a su cargo las escuelas oficiales del Estado, profesionales, artística, especiales y de estudios superiores y bajo su ins-pección, comprobación y registro: las particulares de la misma índole”.5

4. Vicente Palacios Santillán, Historia Documental de la Legislación Orgánica de la Univer-

sidad Veracruzana (Xalapa, México: Editorial de la Universidad Veracruzana, 1987), 25.

5. Ángel Javier Hermida Ruiz, Legislación educativa en Veracruz, Ámbito universitario

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Que sus fines eran: “Establecer la investigación científica, artística, etc., en beneficio de las clases laborantes y de la comunidad en general y cooperar con la investigación particular u oficial relativa. Fomentar la cultura en general”.6

Y que la enseñanza universitaria estaría integrada por: las Faculta-des de Investigación, Jurídica, Biológica, de Ciencias, de Bellas Artes; así como por las Escuelas de Bachilleres. De las dependencias antes men-cionadas nos interesa destacar una en particular: “la Facultad de Bellas Artes”7, fundada el 3 de junio de 1944 y donde se ofrecían las carreras de música, danza y declamación, que por no cubrir en ese momento los requisitos formales que se señalaban en la legislación universitaria para ser considerada como “Facultad de Bellas Artes”, funcionó con el carácter de prefacultad:

Mientras no se integren debidamente las Facultades de Biología, Bellas Artes y

Ciencias, las actuales Escuelas de Enfermeras y Parteras, de Música, Danza y

Declamación, y el departamento de Arqueología, funcionarán con el carácter

de prefacultades.8

Las primeras referencias de la Escuela de Artes Plásticas de la Univer-sidad Veracruzana, que es el antecedente de la Facultad de Artes Plásticas, se remontan al año de 1953, durante la gestión administrativa del Rector de la Universidad Licenciado Ezequiel Coutiño Muñoa:

Al iniciarse el mes de julio se inauguraron, con la cooperación del Instituto

Nacional de Bellas Artes, las Escuelas de Teatro y de Artes Plásticas; al frente de

la primera quedó el señor Dagoberto Guillaumín, mientras que en la Dirección

de la segunda se encomendó al ameritado Mtro. Ramón Alva de la Canal.9

Fue creado el Centro Universitario de Artes Plásticas en esta, capital, donde se

(Xalapa, Veracruz, México: Editorial de la Universidad Veracruzana, 1994), 172.

6. Hermida Ruiz, Legislación educativa en Veracruz, Ámbito universitario, 172- 173.

7. Ibid., 173.

8. Ibid., 181.

9. Aureliano Hernández Palacios, Testimonio de la Universidad Veracruzana (Xalapa, Ve-

racruz, México: Editorial de la Universidad Veracruzana, 1988), 100.

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imparten los cursos de Pintura, Escultura, Grabado y Cerámica […].10 La escuela

de Pintura se estableció en la casa ubicada en las calles de Pestalozzi y Adalberto

Lara, misma que había pertenecido al Profesor Guillermo Mac´Kinley, que en el

año de 1957 se acondicionó como residencia de los Rectores.11

En 1957, durante el Rectorado del Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán: “Se reorganizó la Facultad de Bellas Artes, creándose las Escuelas de Danza, Artes Plásticas y Teatro que ofrecieron las maestrías en Danza, Artes Plás-ticas y Arte Dramático”.12

El hecho de que en ese momento la Escuela de Artes Plásticas depen-diera de la Facultad de Bellas Artes, evidencia que la enseñanza ofrecida por la Escuela de Artes Plásticas se basaba en la idea de un arte centrado en la realización de productos artísticos bellos, donde se enfatizaba lo sen-sitivo de las imágenes realizadas. Asimismo, para diferenciar la enseñan-za que se impartía en las escuelas de Danza y Teatro se retomó el criterio que divide las artes en artes espaciales y artes del tiempo y que llevó a denominarla Escuela de Artes Plásticas, donde la enseñanza que se ofre-cía se centraba en las llamadas artes espaciales.

Además, en esa época predominaba en la conceptualización y estu-dio de la estructura de los productos artísticos la corriente morfológica, que de acuerdo con Juan Acha13 es una de las propuestas analíticas que enfatiza el formato de los productos artísticos, por lo que el objeto queda descontextualizado del tiempo y del espacio concreto en que se gesta, lo que favorece la sobrevaloración de aquellos objetos ajenos a la realidad histórico- social de los sujetos.

Otra característica de esta propuesta analítica es que establece clasifi-caciones a partir de la conformación anatómica del objeto y no por las for-

10. María de la Luz Belmonte Guzmán, La voz de los rectores (Xalapa, Veracruz, México:

Editorial de la Universidad Veracruzana, 1986), 185.

11. Hernández Palacios, Testimonio de la Universidad, 153.

12. Aureliano Hernández Palacios, Apéndice al Testimonio de la Universidad Veracruzana

(Xalapa, Veracruz, México: Editorial de la Universidad Veracruzana, 1988), 185.

13. Juan Acha, Arte y sociedad: Latinoamérica (México: Ediciones Fondo de Cultura Eco-

nómica, 1981)

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mas contenidas o por las posibles fisiologías de éste y que en caso de ser consideradas estas últimas, sirven exclusivamente para identificar estilos o agrupamientos de obras, por lo que, el proceso de enseñanza artística, la difusión e incluso algunos estudios profesionales de la historia, teoría y crítica del arte, se limitan a la identificación de formatos de objetos, estilos de países, épocas y grandes maestros.

A finales de la década de los sesenta la Facultad de Bellas Artes con-taba con tres escuelas donde se impartía música, danza y pintura. Asi-mismo, operaba dentro de la Universidad un Taller de Artes Plásticas que funcionaba al margen de la Facultad de Bellas Artes, en dicho Taller se formaba a maestros y técnicos en arte gráfico y pintura, iniciación artísti-ca, fotografía y grabado.

El que la Escuela de Artes Plásticas y el Taller de Artes Plásticas traba-jaran de manera independiente y realizaran sus actividades docentes con una estructura ambigua, lleva al rector Fernando García Barna a proponer la creación de una Dirección de Bellas Artes que sería la encargada de coordinar las actividades relacionadas con el arte, propuesta que final-mente no se concretó.

En el año de 1968 se creó la Dirección General de Enseñanza Media, que tendría a su cargo la enseñanza: secundaria; preparatoria o bachille-rato; tecnológica; de artes y oficios, comercio no profesional y de aquellas que se consideraban equivalentes, lo anterior llevó a que se reformara la Ley Orgánica de la Universidad con la finalidad de delimitar las funciones que le correspondían, así como los niveles de enseñanza que quedaban bajo su responsabilidad.

Es a principios de la década de los setenta que se estableció el año de Iniciación Universitaria o Propedéutico como tronco común para algu-nas de las carreras que ofrecía la universidad. En esta época las escuelas de Música, Danza y Artes Plásticas seguían dependiendo de la Facultad de Bellas Artes.

En 1972 se elaboró un anteproyecto de Ley Orgánica para la Univer-sidad Veracruzana, en el cual se proponía derogar aquellos artículos de la Ley Orgánica que se contraponían a la nueva legislación., de esta manera se replantearon los fines de la Universidad que en la legislación de 1958

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eran: “…impartir enseñanza superior, formar profesionales, investigado-res, profesores universitarios y técnicos útiles a la sociedad”.14

Para quedar de la siguiente manera:

Los fines de la Universidad son: impartir educación superior para formar

profesionales con espíritu crítico de cambio; organizar y realizar investigaciones

sobre temas estatales y nacionales; y extender, con la mayor amplitud posible,

los beneficios de la cultura.15

Proyectos de forMAcIón ArtístIcA en LA fAcuLtAd de Artes PLástIcAs A PrIncIPIos de LA décAdA de Los setentA

En el año de 1973 se efectuaron una serie de cambios en la estructu-ra organizativa para consolidar un modelo o sistema de educación que respondiera a las políticas de planeación y modernización que plantea-ba el Estado mexicano para las universidades nacionales, durante esos años los diversos actores educativos de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana se ven inmersos en una coyuntura donde se dieron las condiciones institucionales y contextuales que permitieron a la Escuela de Artes Plásticas transitar de un nivel medio a Facultad de Artes Plásticas y renovar su estructura académico-organizativa rebasada por las demandas del entorno y de los actores educativos y ofertar por primera vez la licenciatura en Artes Visuales, con el plan de estudios 1974; pos-teriormente se presentaron una serie de transformaciones disciplinarias- pedagógicas que llevaron a la implementación de la licenciatura en Artes Visuales, plan de estudios 1976.

Licenciatura en Artes Visuales (1974)

A principios de la década de los setenta diversas instituciones de educa-ción superior de nuestro país que ofrecían estudios relacionados con disci-

14. Palacios Santillán, Historia Documental de la Legislación Orgánica de la Universidad

Veracruzana, 196.

15. Ibid. 127.

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plinas artísticas, tradicionalmente ubicadas dentro del ámbito de las Artes Plásticas o de las Bellas Artes, promovieron una reflexión disciplinar que les permitió reorientar y reconceptualizar sus procesos artísticos con la finalidad de responder a las demandas específicas de los ámbitos cultural, estético, artístico, político y económico.

En la misma década de los setenta, la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana enfrentó a nivel interno una serie de cuestiona-mientos en torno a los procesos de formación disciplinares y pedagógicos que habían operado hasta ese momento, se cuestionaba si las actividades desarrolladas tenían una incidencia real en el contexto cultural, estético y artístico, de no ser así, la institución no estaría cumpliendo con las expec-tativas iniciales que los actores educativos habían propuesto en el plan de estudios; asimismo se buscaba superar el estancamiento y rezago escolar y académico en que se hallaba la institución y que había generado un cli-ma de descontento y protestas entre los estudiantes:

Preocupados porque las cuestiones artísticas habían desaparecido del panorama

de nuestra enseñanza formal, lo que es, primaria, secundaria… surgió la

siguiente inquietud, sí vamos a necesitar maestros de educación estética o

algo así, que mejor que los produzca una escuela que era ésta, esa era la idea

anterior, truena ésta porque se había vuelto de alguna forma una escuela un

tanto burocrática, ya no era ni una cosa ni otra cosa, entonces los muchachos

toman las instalaciones, revienta esto y el rector que era Bravo Garzón dice,

pues yo los apoyo, yo no estoy de acuerdo en que la escuela esté así. Entonces

viene la revolución, se establece la licenciatura como decreto en el año de 1974,

con nueve maestros tiempos completos y es el primer plan de estudios que

realmente tenía una estructura, digamos académica.”16

Otras de las razones que favoreció que se gestara un proceso de trans-formación al interior de la Escuela de Artes Plásticas, fue el interés en particular que mostró el Rector Roberto Bravo Garzón por impulsar dentro de la Universidad Veracruzana las cuestiones relacionadas con las mani-

16. Alfredo García Martínez, Las tendencias de formación artística en la Facultad de Artes

Plásticas de la Universidad Veracruzana, (Tesis de Maestría inédita, 2009), 156.

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festaciones artísticas y que entre otras cosas, le llevaron a notar la necesi-dad de iniciar un proceso de transformación para lograr que la formación universitaria que ofrecía en ese momento la Universidad Veracruzana en las disciplinas de la plástica, se posicionara al nivel de otras instituciones educativas del país y del extranjero:

Tengo entendido de que en algún momento, en alguna reunión… lo comentó

Bravo Garzón que era el rector… él quería, poner a la plástica al nivel de otras

instituciones de otros países, él quería que los egresados de la escuela tuvieran

acceso a estar en otros lugares, a obtener becas, a ser competitivos, además

deseaba elevar el nivel.17

La presencia y participación de Carlos Jurado resultó relevante para concretar la transformación emprendida en la Escuela de Artes Plásticas, pues gracias a su experiencia y trayectoria a nivel disciplinario y pedagó-gico, fue invitado por las autoridades universitarias y recibió el apoyo de éstas para replantear el esquema de Escuela de Artes Plásticas que hasta ese momento operaba en la Universidad Veracruzana y que mostraba in-dicios de agotamiento operativo- académico.

Los actores educativos entrevistados, opinan que la participación de Carlos Jurado a principios de la década de los setenta, fue decisiva para que la Escuela de Artes Plásticas transitara a facultad y ofertara estudios a nivel de licenciatura:

Carlos Jurado fue invitado a iniciar, a convertir los talleres en facultad. Primero

se hace cargo de los talleres y después busca convertirlos en facultad. Carlos

Jurado dijo sí, pero con mi proyecto, me apoyan y no se meten, ni me dicen

nada y todos dijeron sí.18

Con la puesta en marcha del plan de estudios 1974, se logró mayor sis-tematización en los procesos administrativos y de control escolar; además se impulsó una tendencia de formación técnica con base en un modelo

17. Ibid., 157.

18. Idem.

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de enseñanza artística tradicional, donde los ejes de la formación eran el desarrollo de habilidades y destrezas técnicas por medio de prácticas constantes en el taller, respaldados por la experiencia personal del artista/ docente, con la finalidad de que los estudiantes fortalecieran su produc-ción artística:

Esta facultad del setenta y cuatro era como la contra o la reacción de una

escuela anterior que había tronado, hay que señalar que esta escuela en el

setenta y tres no existía, en el setenta y cuatro se nombran o se traen a un

Director nuevo, más nueve maestros, o sea, se hace la escuela y el antecedente

de esta facultad era una escuela digamos, más o menos como tradicional

donde el eje principal de la formación era el taller y el maestro…no sé si eso

se puede entender, pero bueno, estaba interesada en producir egresados que

fueran probablemente maestros de enseñanza media o algo así, también de

que fueran productores19

Es decir, en la recién creada facultad de Artes Plásticas se impulsaban procesos de enseñanza aprendizaje semejantes a los aplicados en los talle-res medievales que presentaban los siguientes rasgos:

La enseñanza se realizaba a través de la imitación del maestro o de los asistentes,

y el resultado se juzgaba en términos de la exactitud de la imitación… el sistema

no estaba pensado para estimular la originalidad artística sino más bien para

asegurar la transmisión de un alto nivel de calidad artesanal y en ese sentido

cumplía muy bien su función. 20

Es oportuno señalar que, generalmente la tendencia de formación técnica parte de la idea de que algunos sujetos poseen ciertas cualida-des expresivas innatas que les permiten desarrollar una “habilidad especializada”,21 la cual logran consolidar con base en sus experiencias

19. Ibid, 158.

20. Arthur D. Efland, Una historia de la educación del arte. Tendencias intelectuales y socia-

les en la enseñanza de las artes visuales (España: Editorial Paidós, 2002), 48.

21. Robín George Collingwood, Los principios del Arte (México: Ediciones del Fondo de

Cultura Económica, 1993), 33.

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personales y por medio de las relaciones que establecen con otros sujetos que han logrado perfeccionar dicha habilidad.

A su vez se considera que al potenciar la habilidad especializada que poseen los sujetos por medio de la enseñanza sistematizada que imparten las escuelas y academias de arte, tiene como finalidad la creación de obje-tos denominados “obras de arte”.22

La coyuntura que se presentó a principios de la década de los setenta, permitió que la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana transitara de un nivel medio y de una estructura de organización que no estaba respondiendo a las demandas del entorno y de sus actores educa-tivos, hacia un esquema universitario más sistematizado y organizado, que por primera vez reunía los requisitos académico-administrativos para operar como Facultad de Artes Plásticas y ofertar la licenciatura que deri-vó en Artes Visuales.

Cabe aclarar que en el momento en que fue implementada la Licen-ciatura en Artes Visuales, con el plan de estudio 1974, aún se encontraba vigente la Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana de 1958, por lo que con apego a éste marco jurídico, habría sido lógico que la Escuela de Artes Plásticas conservara su carácter de pre-facultad integrada a la Facultad de Bellas Artes, lo cual en la práctica no ocurrió, pues desde ese momento se le denominó formalmente Facultad de Artes Plásticas.

Algunos de los actores educativos que participaron de la transición de la Escuela de Artes Plásticas a Facultad de Artes Plásticas, consideran que dicha coyuntura hasta cierto punto derivó de la conjugación de factores fortuitos, no de un proceso previo y sistematizado por las autoridades uni-versitarias o por los actores educativos de la institución:

Yo creo que hay momentos como ese del setenta y cuatro que se dieron así de

una manera circunstancial, creo que si se hubiera planeado, difícilmente sale,

se dio porque coincidió un Director, con un Rector, con unos maestros, con

unos estudiantes y se armó, no fue algo calculado o pensado y ahí está como

una referencia.23

22. Ibid, 42.

23. García Martínez, op. cit., 159.

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Con la Reforma Universitaria que inició en el año de 1971 y como parte de los Acuerdos de Tepic 1972, la mayoría de las escuelas y facultades de la Universidad Veracruzana se vieron en la necesidad de restructurar sus li-cenciaturas para ser cursadas en ocho semestres, en el caso de la Escuela de Artes Plásticas y a pesar de que cuando se implementó el plan de estudios 1974, ya existían los antecedentes antes mencionados, ésta decidió ofrecer las opciones de Cerámica y Gráfica en cuatro períodos anuales.

Asimismo, a principios de la década de los setenta las instituciones ar-tísticas de nivel superior de nuestro país empezaron a integrar propuestas de formación con tendencia hacia las llamadas Artes Visuales. Además, la restructuración y reconceptualización en ese momento estaba sustentada en un diseño curricular donde se enfatizaban criterios técnicos-raciona-listas que buscaban:

Por un lado, atender la creciente expansión del sistema educativo nacional y por

el otro, intervenir gradualmente en la conformación interna de las instituciones

educativas, a través de normas “técnicas” que proceden de un discurso “científico

técnico”. En el plano implícito la meta que se pretende a través del empleo de

éste conjunto de propuestas, justificadas en un orden técnico racional, es llegar

a un control tal de la institución educativa que ésta sea “libre de conflictos de

orden político”.24

En el caso de la Universidad Veracruzana dicha reconceptualización y reorientación se concretó con la implementación de la Licenciatura en Artes Visuales, que ofertaba las disciplinas artísticas de Cerámica y Gráfica como opciones de su plan de estudios; disciplinas que las concepciones tradicio-nales del arte excluían al considerar que degradaban al llamado arte culto.

Antecedentes del plan de estudios 1974

El antecedente curricular que existe en los archivos de la Facultad de Ar-tes Plásticas, es un documento aprobado en sesión ordinaria de la Comi-

24. Ángel Díaz Barriga, “Orígenes de la Problemática Curricular”, en: El Campo del Currí-

culum, Antología, compilada por Alicia Alba (México: SEP-ANUIES, 1987), 17.

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sión Académica del Área de Artes del Consejo Universitario, que contiene información general acerca del Plan de Estudios 1974 de la Licenciatura en Artes Visuales, donde aparece el grado y título que se otorga, así como un listado con las materias que conforman dicho plan.

Orientación Disciplinaria y Pedagógica del plan de estudios 1974

Al identificar el plan de estudios 1974 con el nombre de licenciatura en Artes Visuales se retomó una perspectiva del arte respaldada en criterios funcionalistas y donde los conceptos o actos que despliega el sujeto duran-te el proceso creativo se consideran lo realmente valioso dentro del arte.Juan Acha25 identifica características particulares que presenta la concep-tualización y estudio de la estructura de los productos artísticos con base en criterios funcionalistas, entre ellos destacan el énfasis que se hace en aquellos objetos que se considera contienen elementos artísticos o que cumplen una labor puramente artística, por lo que a partir de la analogía de las funciones que se dan en diferentes formatos, materiales y organiza-ciones se establece el valor de los productos artísticos; asimismo, conside-ra que únicamente en los objetos pertenecientes al ámbito de las llamadas obras de arte existen rasgos o cualidades artísticas.

Una de las interrogantes que plantea el criterio funcional es si el arte debe estar limitado a la producción de objetos sin una utilidad práctica o por el contrario, debe ampliarse a todo objeto en el que intervenga la ac-tividad artística y que cumpla junto con una función sensitiva, funciones utilitarias o informativas.

Para determinar las demandas de los profesionales del campo de las artes visuales no se realizó algún estudio o análisis en particular; las de-cisiones se respaldaron en la experiencia personal de los académicos que en ese momento participaban en el diseño del plan de estudios 1974 y de artistas plásticos de la época con una trayectoria destacada y que tenían algún lazo de comunicación con la institución, es decir en fuentes espe-cializadas, pero no en un estudio sistemático:

25. Acha, Arte y sociedad: Latinoamérica.

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Se tenía una referencia puesto que la mayoría de las gentes que eran docentes,

eran de alguna manera profesionales: Estaba Felipe Ehrenberg, que era una

persona que había regresado de Inglaterra y él había trabajado sobre todo en

el área editorial y todos traían una formación, algunos más, algunos menos.

No recuerdo que se haya consensuado una opinión de profesionales porque

también te voy a decir, en Xalapa, en esas fechas, no había mucha gente

dedicada a ese oficio o profesionales. Sin embargo, creo que si era clara la idea

de lo que se quería y creo que si se contaba con la información26

En el plan de estudios 1974 no se integró el Ciclo Propedéutico, que desde principios de la década de los setenta constituía un tronco común obligatorio de cada una de los campos del conocimiento que ofertaba la Universidad Veracruzana.

Los testimonios recabados mencionan que la ausencia de una pro-puesta viable y concreta para diseñar un Ciclo Propedéutico en las carre-ras integradas al ámbito de las artes y el no contar con el personal docente especializado para impartir dicho ciclo, propició que a nivel institucional se decidiera que los estudiantes de la Facultad de Artes Plásticas ingresa-ran directamente a la licenciatura, pues las asignaturas del Ciclo Prope-déutico en cualquiera de las otras áreas de conocimiento que ofrecía la Universidad Veracruzana, podían ser un complemento en la formación de los aspirantes a ingresar a la licenciatura en Artes Visuales, pero no el eje fundamental que les permitiera desarrollar las habilidades específicas requeridas en las carreras de artes.

El valor crediticio de trescientos ochenta y cuatro créditos de cada una de las opciones del plan de estudios 1974, se encontraban dentro de los parámetros establecidos por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), trescientos créditos como mínimo y cuatrocientos cincuenta créditos como máximo.

En los “Acuerdos de Tepic” emanados de la XIV Asamblea Ordinaria de la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Su-perior, efectuada en el año de 1972, se establecieron los siguientes crite-rios para la asignación de los valores crediticios en los planes de estudios:


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En actividades que requieren estudio o trabajo adicional del alumno, como

en las clases teóricas y en los seminarios, una hora de clase-semana-semestre

corresponde a dos créditos. En actividades que no requieren estudio o trabajo

adicional del alumno, como las prácticas, los laboratorios y los talleres, una hora-

semana-semestre corresponde a un crédito el valor en créditos de actividades

clínicas y de las prácticas para el aprendizaje de la música, las artes plásticas

y las asignaturas de preparación para el trabajo, se computarán globalmente

según su importancia en el plan de estudios y a criterios de los acuerdos

académicos correspondientes.27

En cambio, el valor crediticio asignado a cada una de las materias del plan de estudios, no se apegó a lo que señalaban los Acuerdos de Tepic, pues se dio un mayor valor crediticio a las materias de carácter práctico, por la relevancia que los actores educativos otorgaban a la producción artística, en cambio a las materias de carácter teórico se les asignó menor valor crediticio, debido a que la formación teórica no era considerada un elemento fundamental en la formación de los estudiantes, evidencia que confirma la tendencia técnica de la formación de este plan de estudios.

Para la selección de aspirantes a ingresar a la licenciatura en Artes Visuales únicamente se realizaba un examen de habilidades para el di-bujo y el modelado que aplicaban y evaluaban los propios docentes de la facultad:

Básicamente se tomaba en cuenta la habilidad, se evaluaba con una prueba de

dibujo y una de modelado y era el que hacia mejor trabajo el que se quedaba,

no había eso del CENEVAL. Yo creo que para nosotros era, el que tiene habilidad

se queda.28

Con fundamento en el documento de la época, que se redactó a ma-nera de plan de estudios, se observa que se prestaba poca atención a las cuestiones técnico-pedagógicas y metodológicas; en él no se describen los

27. ANUIES. “Acuerdos de Tepic”. Revista de la Educación Superior, no. 4 (Octubre-Diciem-

bre 1972): 50-54.


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objetivos generales, ni los perfiles de ingreso y egreso, lo que denota que el plan de estudios 1974 se mantuvo al margen de los lineamientos aca-démicos propuestos como parte de la Reforma Universitaria y en los que se establecían principios generales para el diseño de planes de estudio de licenciatura.

De acuerdo con testimonios de actores educativos que participaron en la construcción del plan de estudios, se reporta que no se dio atención puntual a cuestiones técnico-pedagógicas y metodológicas debido a que en ese momento, la prioridad de la institución era resolver aspectos relacio-nados con la creatividad y producción artística que anteriormente no había atendido adecuadamente la facultad y que como se ha comentado, había generado un clima de descontento e incertidumbre al interior de ésta:

Recuerdo que lo que más interesaba era el desahogo a ese impulso de creación

que se sentía que estaba aletargado y entonces, se le dio mucho énfasis a la

producción. El plan de estudios como que fue agarrando forma, pero no era que

estuviéramos metidísimos en eso. Pero se descuidó la cuestión académica, por

su parte, los otros aspectos se tenían, se pensaban.29

Además, se reitera que las cuestiones de carácter teórico no estaban establecidas de manera formal, por lo que cada docente aportaba a los estudiantes aquello que consideraban apoyaba su formación:

Recuerdo que no había ninguna cuestión teórica formal, no existía interés por

impulsar una formación teórica y por supuesto que cada quien traía su rollo,

cada maestro y eso era lo que se consideraba como la cuestión conceptual que

se compartía en el aula pero que no estaba formalmente establecida, no había

una clase formal.30

También, los testimonios obtenidos señalan que el objetivo de la li-cenciatura era formar artistas plásticos.

El que en los testimonios recabados se mencione la pretensión de


30. Idem.

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formar profesionales de las artes visuales, artistas y egresados con perfil de productor evidencia que no quedaba muy claro el perfil de egresado y la postura disciplinaria-pedagógica que sustentaban al plan de estudios 1974, pues cada una de éstas denominaciones remite a una postura espe-cífica y por tanto a un perfil de egresado distinto.

Formar profesionales de las artes plásticas implica integrar una pers-pectiva disciplinaria-pedagógico donde el arte es un conocimiento factible de ser enseñado y aprendido mediante un proceso sistematizado y pla-neado, para reforzar las actitudes, adquirir u orientar las aptitudes ma-nuales, o las operaciones visuales, las actividades sensitivas, los procesos mentales y las capacidades creativas de los sujetos. Además, el aprendi-zaje profesional puede desarrollarse de dos maneras: en las academias o en las escuelas superiores de arte y de manera autodidacta, donde el sujeto va regulando su avance y desarrollo profesional; en cambio, formar artistas evidencia una perspectiva pedagógico-disciplinaria donde tiene prioridad la expresividad del sujeto, que posee cualidades innatas o rasgos únicos que le hacen más sensible a las manifestaciones artísticas y que concreta mediante operaciones manuales, sensibilidad y momentos de inspiración mágica o del inconsciente del sujeto; finalmente, formar un egresado con perfil de productor corresponde a una perspectiva discipli-naria-pedagógico que enfatiza el aprendizaje de técnicas que permitan el manejo depurado de los materiales con la finalidad de elaborar objetos artísticos con cualidades estéticas clásicas.

La imprecisión acerca del perfil del egresado y de la postura discipli-naria-pedagógica favoreció que la Escuela de Artes Plásticas continuara funcionando con base en procesos de formación artística que otorgaban mayor peso a la figura del artista, ello a pesar de que no era precisa-mente la perspectiva que inicialmente se había propuesto en el plan de estudios 1974.

Asimismo se informa que, en las decisiones asumidas con respecto a la impartición y operación de los programas de estudio del plan de estu-dios 1974, incidieron entre otras circunstancias: las preferencias discipli-nares y las experiencias personales de quienes dirigían la institución, así como la presencia temporal o de tiempo parcial de algunos artistas plásti-

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cos de reconocida trayectoria profesional que durante su estancia compar-tían su perspectiva sobre los procesos de producción y creación artística:

Creo que las relaciones o las amistades y en algún momento las preferencias

de quienes dirigían la institución te ayudaban a decidir eso. Yo creo que por

relación o tal vez por un interés, por un gusto, por la visión y un poco las

circunstancias. También creo que un poco también con lo que se contaba.31

Con la implementación del plan de estudios 1974 a nivel de licencia-tura, surgió la necesidad de contratar personal académico para impartir las materias que se ofertaban. Los mecanismos que para tal fin se pusie-ron en marcha en la Escuela de Artes Plásticas, en un primer momento pretendieron cumplir con los lineamientos que señalaba la legislación universitaria vigente, pero ante las dificultades encontradas para reclutar el número suficiente de académicos con título universitario y con la cali-dad profesional y disciplinaria requerida se buscaron alternativas para la contratación de docentes.

Se decidió omitir el requisito administrativo de poseer título univer-sitario y contratar a productores de trabajo plástico que gozaban de una trayectoria profesional reconocida, aunque en algunos casos carecieran de la capacidad pedagógica o del perfil académico; circunstancias que a corto plazo llegaron a impactar en la calidad de los programas; en la es-tructura organizativa de la escuela y complejizaron la reorientación y re-conceptualización disciplinaria-pedagógico que se buscaban al establecer la licenciatura.

Con la operación del plan de estudios 1974, la Escuela de Artes Plás-ticas enfrentó dificultades para contar con una planta académica estable, pues aunque la Universidad Veracruzana ofrecía la posibilidad de contra-tar académicos de tiempo completo, la mayoría de los artistas plásticos que llegaban a la institución permanecían poco tiempo, pues por su pers-pectiva de lo que debía ser el artista y por sus actividades personales no les interesaba integrarse y dedicarse exclusivamente a la docencia en una


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institución de provincia:

A esas alturas se daban cuenta que desarraigar a gente de la ciudad de México

no era nada fácil, hay quien venía, estaba un momento, se volvía a ir y ya no

regresaba porque era salirse de la jugada allá en la capital.32

Las estrategias de enseñanza-aprendizaje no estaban claramente esta-blecidas y definidas, se daba poca importancia a los programas de estudio de las materias, por lo que la selección de los estrategias y contenidos de enseñanza variaban entre los docentes de la facultad, aunque compartían la idea de que los procesos de enseñanza artística debían ajustarse al desa-rrollo disciplinar de cada estudiante, por lo que al no llevar un registro de los programas de estudio que se impartían en la facultad, la información que se pudo obtener fue escasa:

Era muy particular en cada uno. Yo no llevaba un programa pero yo era muy

sensible a la evolución de cada quien, yo iba viendo qué desarrollaba cada

alumno. Cuando estábamos con Jurado, era así, vamos a trabajar en los talleres

de acuerdo a las capacidades de cada quien y creo que era lo que funcionaba

bien porque había resultados, por supuesto que si hubiese existido un programa

los resultados también habrían sido buenos.33

El número de egresados de las opciones de cerámica y gráfica del plan de estudios 1974 fue un número muy reducido, entre seis u ocho en total.

Los ámbitos en que se desempeñaron los egresados de este plan de estudios son principalmente en la docencia, así como en la producción de trabajo plástico:

Recuerdo esa generación del setenta y cuatro: cinco, seis muchachos que están

como maestros, algunos están produciendo su trabajo, exponen, mantienen un

cierto perfil profesional.34


33. Idem.

34. Idem.

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Respecto al desempeño y aportaciones que han realizado los egresa-dos dentro del campo disciplinario no existen referencias suficientes que permitan determinar cuáles han sido éstas:

Eso es la pregunta del millón, es muy difícil, porque creo que para destacar en

la plástica además de producir se necesita tener un carácter para poder hacer

más cosas que producir, entre ellas promoverte y administrarte, que es muy

complicado.35

Los rasgos generales que evidencia el plan de estudios 1974, muestran una propuesta curricular innovadora, que tiene sus antecedentes en una Escuela de Artes Plásticas, que con la puesta en operación del primer plan de estudios a nivel de licenciatura, amplía su mirada desde las llamadas artes plásticas a las artes visuales y que en poco tiempo logró consolidarse y posicionarse a nivel nacional como una de las pocas instituciones de provincia, que ofrecían una licenciatura en Artes Visuales.

LIcencIAturA en Artes vIsuALes (1976)

En el año de 1975 se expidió una nueva Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana, donde fueron replanteados los fines y funciones de la Uni-versidad Veracruzana:

Los fines de la Universidad son: impartir educación superior para formar

profesionales, investigadores, profesores, técnicos y artistas que las necesidades del

Estado y del País requieran; promover y realizar investigaciones, de manera especial

aquellas que se orienten hacia la solución de problemas estatales o nacionales; y

extender y difundir con la mayor amplitud posible, los beneficios de la cultura.36

Renovación que en la Universidad Veracruzana dio lugar a la creación de las Divisiones Académicas de: Artes, Económico-Administrativa, Hu-manidades, Ciencias de la Salud, Técnica, Ciencias Biológicas y Agrope-


36. Hermida Ruiz, Legislación educativa en Veracruz, Ámbito universitario, 252.

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cuarias, también se generaron las Unidades Académicas, las cuales fueron regidas por el Estatuto General de la Universidad Veracruzana de 1976.

La Escuela de Artes Plásticas dejó de pertenecer a la Facultad de Bellas Artes para incorporarse formalmente con carácter de facultad a la recién creada División Académica de Artes y Unidad Interdisciplinaria de Artes.

El que la Escuela de Artes Plásticas obtuviera el reconocimiento for-mal como Facultad de Artes Plásticas y a partir de las experiencias obte-nidas con la operación del plan de estudios 1974, los actores educativos de la institución decidieron emprender una restructuración del plan de estudios 1974, que se concreta con el plan de estudios 1976.

La Licenciatura conservó la denominación de “Artes Visuales” y la opción de Cerámica; desaparecieron la opción de Gráfica y materias como Modelado, Historia del Arte, Pintura, Grabado, Teoría del Color, Técnicas Artesanales, Diseño, Comunicación Visual y Editorial; en el caso de al-gunas otras materias como Pintura, Escultura, Serigrafía, Grabado y Fo-tografía se transforman en opciones disciplinares, por lo que, en total se ofertaban seis opciones de especialización disciplinaria, cada una de las cuales se cursaban en ocho períodos semestrales.

Antecedentes del plan de estudios 1976

Al igual que el plan de estudios 1974, el antecedente curricular del Plan de Estudio 1976 que existe en los archivos de la facultad es un documento que contiene información sobre el grado que se otorga, un listado de las opciones y materias que conforman dicho plan.

Orientación Disciplinaria y Pedagógica del plan de estudios 1976

Como parte del proceso de transformación y consolidación de la inci-piente Licenciatura en Artes Visuales que operaba en la Facultad de Ar-tes Plásticas y con la finalidad de que ésta cumpliera con algunos de los principios de la Reforma Universitaria emprendida a principios de la dé-cada de los setenta por las autoridades universitarias de la Universidad Veracruzana, se inició la revisión del plan de estudios 1974, el cual si

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bien integraba aspectos disciplinarios innovadores, no había contemplado cuestiones académicas relacionadas con el diseño de planes de estudio propuestos en la Reforma Universitaria, como era la recomendación de que los planes de estudio de la licenciatura, debían organizarse en ocho períodos semestrales.

Los testimonios recopilados mencionan que alrededor del año de 1977, Carlos Jurado concluyó su gestión como director de la facultad, por lo que se designó como nuevo director de la institución a Adrián Mendie-ta, pero que en esencia la facultad conservó muchos de los rasgos imbui-dos por la visión y personalidad del primer director de la facultad.

En cuanto a la orientación pedagógico disciplinaria del plan de estu-dios 1976, éste conservó rasgos muy semejantes al plan de estudios ante-rior, pues como se ha mencionado, los ajustes y modificaciones de éste se enfocaron más a aspectos formales y de carácter administrativo, propues-tos por la citada Reforma Universitaria.

Este plan de estudios continúo operando desde un modelo de ense-ñanza tradicional, donde la labor de los docentes de la facultad consistía en transmitir conocimientos prácticos que permitieran el desarrollo de habilidades y destrezas, que se evaluaban a través de los productos artísti-cos generados por los estudiantes, por lo que al enfatizar aspectos prácti-cos para el desarrollo de habilidades, no se favorecían espacios adecuados para la reflexión teórica sistemática del arte.

En el aspecto disciplinario, el plan de estudios 1976, que conservó la denominación de Artes Visuales, seguía enfatizando la actividad sensorial del receptor, por lo que los recursos formales, materiales y técnicos con-tinuaban ubicados en un segundo plano, al considerar que no existía una especificidad o limitante de uso en éstos.

El siguiente testimonio evidencia las razones que motivaron que en la transición del plan de estudios 1974 al plan 1976, los actores educativos que participaron en su diseño, decidieran conservar la denominación de licenciatura en “Artes Visuales”:

Se le denominó Artes Visuales porque se integraron algunos elementos de

las artes visuales, por ejemplo, estaba integrada en la opción de fotografía el

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cine. Aunque después, nos percatamos que faltaban algunos elementos en los

procesos de enseñanza y una práctica interdisciplinaria para que realmente

fuera una licenciatura en Artes Visuales.37

Los actores educativos percibieron que los talleres de Pintura, Escul-tura, Cerámica, Serigrafía, Grabado y Fotografía del plan de estudios 1974, habían logrado en el corto tiempo de operación, cierto nivel de estructu-ración y organización, por lo que para ampliar la oferta educativa de la fa-cultad, que en esos momentos se hallaba en plena consolidación, optaron porque dichos talleres fueran ofertados como opciones disciplinarias de la licenciatura en Artes Visuales.

Para la identificación de las demandas de los profesionales del ámbito de las Artes Visuales, los actores educativos de la facultad lo hicieron de manera informal y basaron sus decisiones principalmente en las experiencias inmediatas obtenidas de la operación del plan de estudios antecedente y en reflexiones personales sobre el desarrollo que en ese momento se estaba presentando en el campo de las artes visuales.

La Legislación Universitaria vigente, señalaba que el Ciclo de Inicia-ción Universitaria tenía un carácter formativo y era un requisito de escola-ridad para el proceso de selección de los estudiantes que deseaban cursar las licenciaturas de la Universidad Veracruzana, pero por la falta de re-cursos técnicos, materiales y humanos, hasta ese momento no había sido posible crearlo para las carreras de artes, por lo que tampoco se incorporó en el plan de estudios 1976. Es hasta el año de 1981, con la licenciatura en Artes que se integra en los planes de estudio.

El proceso de selección de los aspirantes a ingresar a la licenciatura en Artes Visuales continuó a través de un examen de habilidades prácti-cas, aplicado por los docentes de la facultad y que permitía valorar el nivel de desarrollo y destreza técnica de los aspirantes.

Entre los rasgos innovadores que presenta el plan de estudios 1976, es el ofrecer la opción Fotografía dentro de la Licenciatura en Artes Visuales, en una época en que en diversos ámbitos de la sociedad mexicana aún se


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discutía sí la fotografía debía ser considerada como imagen gráfica o como parte de las manifestaciones plásticas.

En el primer caso, los discursos hacían énfasis en el aspecto técnico de las disciplinas e insistían en mitificar los procesos artísticos, al considerar que las diversas técnicas manuales surgen y se desarrollan necesariamen-te con fines puramente artísticos y que por tanto debe hacerse una divi-sión de las diversas técnicas gráficas en: “…técnicas tradicionales: grabado en cobre, punta seca, mezotinta, xilografía, linograbado, aguafuerte, etcé-tera, o de las nuevas técnicas que después de la serigrafía se han extendi-do hasta la fotografía y otros medios de estampación.”38

En el segundo caso, los discursos se orientan más a tratar de definir qué elementos estructuran los diversos productos materiales de las artes visua-les y cómo contribuyen a conceptuar las diversas manifestaciones plásticas.

El documento elaborado a manera de plan de estudios, incurre en omisiones semejantes a las del plan de estudios 1974, como son: ausencia de objetivos generales, perfiles de ingreso y egreso, lo cual dio lugar a que la Facultad de Artes Plásticas funcionara al margen de cuestiones técnico- pedagógicas.

En los datos del informante se señala que el objetivo de la carrera era:

Formar artistas, esa era la orientación, el ideal de ese plan de estudios. Cuando

se hablaba de formar profesionales de las artes visuales se pensaba en una gente

que es productor básicamente porque eran esencialmente los talleres lo fuerte

de la formación.39

Al estar enfocado el plan de estudios al desarrollo de habilidades para la producción artística, resultaba congruente que los contenidos y organi-zación de cada curso semestral pretendieran responder a un objetivo implí-cito, es decir, potenciar el desarrollo de habilidades y destrezas de los estu-diantes dentro de la opción disciplinaria elegida, lo cual, llevó a que en el plan de estudios 1976, las materias se ordenaran secuencialmente del pri-

38. Rogelio Villareal, Aspectos de la Fotografía en México, Vol. 1 (1981): 15.


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mero al octavo semestre, con la finalidad de darles continuidad a éstas, así como para lograr una organización jerarquizada y lógica del conocimiento.

Al considerar que las actividades que se realizaban en cada uno de los semestres permitían un avance gradual dentro de la disciplina, se optó por una denominación genérica de las materias que conformaban cada una de las opciones de la licenciatura, además, esta denominación garantizaba la impartición de las asignaturas en el período lectivo respectivo, aún y cuando no se contara en la opción disciplinaria, con el número suficiente de maestros o que éstos no reunieran el perfil específico requerido para impartirlas, esto propició que en ocasiones se repitieran los contenidos temáticos o que la formación de los estudiantes se tornara incierta, pues una denominación genérica provocaba imprecisión en los contenidos de la materia, además de que no permitía seguir una línea clara de articula-ción entre las diferentes materias y dejaba la decisión de los mismos a la interpretación personal de los docentes.

No se construyeron los documentos de programas de estudio, en con-secuencia, los objetivos de aprendizaje de cada semestre de la licenciatura no se hallaban establecidos de manera puntual, por lo que a los docen-tes no les quedan suficientemente claros los propósitos que se perseguían al secuenciar y ubicar las materias dentro del mapa curricular de la ca-rrera, pues de acuerdo con testimonios obtenidos se comenta que, para la mayoría de los docentes de la facultad, no eran el eje fundamental para guiar el proceso de enseñanza de los estudiantes, pues daban prioridad a las actividades desarrolladas por los estudiantes en los talleres, que tenían como propósito dotar al alumno de la formación técnica básica a través de ejercicios prácticos y temáticas.

Los procesos de formación artística de la facultad, presentaban los siguientes rasgos: “…de alguna forma era como experimental la cuestión, no era nada seguro y los maestros nos sentíamos con cierta inseguridad, había una expectativa de ¿qué va a pasar con esto?”.40

La formación profesional-disciplinaria de quienes en ese momento participan como docentes de la facultad, en su mayoría es de carácter em-


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pírica, autodidacta, con una gran experiencia dentro de su disciplina, pues en el país, muy pocos docentes del ámbito de las artes visuales tenían formación artística universitaria por lo que persistía un enfoque didác-tico tradicional, en el que los docentes repetían esquemas de enseñanza aprendidos durante su formación en cursos, en los talleres de artistas plás-ticos o a partir de sus propias experiencias, producto del trabajo práctico desarrollado.

Por la presencia académica, que alcanzó la facultad a nivel nacional en los pocos años que tenía de ofrecer estudios a nivel de licenciatura, permitió que artistas de reconocida trayectoria profesional aceptaran par-ticipar de manera temporal como docentes de la institución, con lo cual, la institución mantuvo contacto con perspectivas del arte tradicionales y emergentes.

Al igual que en el plan de estudios 1974, los ámbitos que se reportan para el desempeño de los egresados de este plan de estudios son la pro-ducción de trabajo plástico y la docencia.

En el plan de estudios 1976, no fue posible identificar el desempeño y aportaciones que han realizado los egresados dentro del campo disciplina-rio, ya que no existen referencias suficientes que permitieran determinar cuáles han sido éstas, además de que el número de egresados es de alre-dedor de entre cinco o seis.

El plan de estudios 1976, es eje fundamental en los procesos de trans-formación que permitieron a la facultad, dar continuidad y mayor certeza a sus procesos académicos y administrativos, pues con la implantación de éste, se subsanaron omisiones y vacíos jurídicos del plan de estudios 1974. Además de que la facultad conservó el reconocimiento a nivel regional y nacional de sus programas académicos.

consIderAcIones fInALes

La tendencia técnica permea los planes de estudio 1974 y 1976 de la li-cenciatura en Artes Visuales de la facultad de Artes Plásticas de la Uni-versidad Veracruzana; a su vez, resultaba ambigua la presencia de las tendencias teórica y crítica en estos, lo que impactaba en los saberes dis-

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ciplinarios con que se diseñan y con los que sus actores los operaban, que se traducía en un manejo confuso del sentido epistémico sobre el origen, naturaleza del arte y formación artística. Esta ambigüedad ha dificultado la identidad de la facultad, pues la institución no ha logrado establecer de manera explícita, sí pretende formar artistas, profesionales de las artes plásticas o productores artísticos.

En los planes de estudio de licenciatura 1974 y 1976 se presentan va-cíos e inconsistencias, entre los que destacan los siguientes:

Debilidad en el sustento disciplinario y pedagógico de éstos, lo que propicia ausencia de compromisos concretos para responder a las deman-das de los ámbitos político, económico, cultural, estético y artístico.

Desarticulación entre los elementos disciplinarios y pedagógicos de los planes de estudio 1974 y 1976, lo que resta significatividad social a la formas concretas de operarlos y a las propuestas de formación impulsadas en éstos.

Esquemas analíticos rígidos que propiciaban una visión fragmentada de la realidad social y de la disciplina, donde se tendía a hacer una sepa-ración disciplinar entre las opciones que conforman cada una de las licen-ciaturas en Artes Visuales, como si su finalidad fuera formar especialistas de las opciones que se ofertan.

Se evidencia ambigüedad en los discursos que permeaban la concep-tualización y estructura de los proyectos de formación artística impulsa-dos en los procesos de reforma académica de la facultad, pues como ya se comentó, en los planes de estudio, existe una desarticulación entre los elementos disciplinarios y pedagógicos.

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