aguirre y villalba. la dependencia en scalabrini ortiz y hernández arregui

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ASOCIACIÓN ARGENTINA DE HISTORIA ECONÓMICA UNIVERSIDAD NACIONAL DE RÍO CUARTO XXII JORNADAS DE HISTORIA ECONÓMICA Río Cuarto (Córdoba) 21-24 de septiembre de 2010 ISSN 1853-2543 Las relaciones exteriores y el sistema internacional en el nacionalismo popular. El problemas de la dependencia en Scalabrini Ortiz y Hernández Arregui Norberto Aguirre Instituto de Estudios Históricos, Económicos, Sociales e Internacionales (IDEHESI) Facultad de Ciencias Económicas Universidad de Buenos Aires Daniel Villalba Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Buenos Aires Yo mismo (lo reconozco con sinceridad) suelo estimar esta obra más como fruto de la época que del ingenio . Francis Bacon. La Gran Restauración 1 Diversas corrientes de pensamiento han abordado el problema de las relaciones exteriores y del sistema internacional desde diferentes planos. Tanto el plano político, el geoestratégico, como el económico, este en sus diversas variables, han sido analizados por las corrientes mencionadas. Una de estas corrientes ha sido el nacionalismo en la vasta miríada de vertientes que lo componen, cuyas divergencias son sustanciales no solo respecto de otras corrientes teóricas sino entre si. Uno de los conceptos claves que emerge de estos abordajes teóricos y empíricos es el de dependencia. En este sentido este trabajo pretende abordar el análisis de las relaciones exteriores, haciendo haciendo hincapié en el plano económico, y su 1 Francis Bacon: La Gran Restauración, Alianza Editorial, Madrid, 1987, pag 45

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El concepto dependencia en los clasicos

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  • ASOCIACIN ARGENTINA DE HISTORIA ECONMICAUNIVERSIDAD NACIONAL DE RO CUARTO

    XXII JORNADAS DE HISTORIA ECONMICA

    Ro Cuarto (Crdoba)21-24 de septiembre de 2010

    ISSN 1853-2543

    Las relaciones exteriores y el sistema internacional en el nacionalismo popular. El problemas de la dependencia en Scalabrini Ortiz y Hernndez Arregui

    Norberto AguirreInstituto de Estudios Histricos, Econmicos, Sociales e Internacionales (IDEHESI)Facultad de Ciencias EconmicasUniversidad de Buenos Aires

    Daniel VillalbaFacultad de Ciencias Sociales. Universidad de Buenos Aires

    Yo mismo (lo reconozco con sinceridad) suelo estimar esta obra ms como fruto de la

    poca que del ingenio. Francis Bacon. La Gran Restauracin1

    Diversas corrientes de pensamiento han abordado el problema de las relaciones

    exteriores y del sistema internacional desde diferentes planos. Tanto el plano poltico, el

    geoestratgico, como el econmico, este en sus diversas variables, han sido analizados por

    las corrientes mencionadas.

    Una de estas corrientes ha sido el nacionalismo en la vasta mirada de vertientes que

    lo componen, cuyas divergencias son sustanciales no solo respecto de otras corrientes

    tericas sino entre si. Uno de los conceptos claves que emerge de estos abordajes tericos

    y empricos es el de dependencia. En este sentido este trabajo pretende abordar el anlisis

    de las relaciones exteriores, haciendo haciendo hincapi en el plano econmico, y su

    1 Francis Bacon: La Gran Restauracin, Alianza Editorial, Madrid, 1987, pag 45

  • ligazn con el sistema internacional, tomando como base el concepto de dependencia y, de

    manera subsidiaria, el de imperialismo. Para ello me voy a detener, circunscribindome a

    estos problemas, en dos autores centrales de esta corriente de pensamiento: Ral Scalabrini

    Ortiz y Juan Jos Hernndez Arregui.

    Estos dos pensadores podra ser ubicados, a grandes rasgos, dentro del denominado

    nacionalismo popular. Sin embargo, mas all de algunas similitudes no menores en el

    abordaje de la problemticas planteadas, como ser el uso del concepto de dependencia para

    dar cuenta de los vnculos de la Argentina con el exterior, se pueden apreciar algunas

    diferencias sustantivas entre ambos anlisis y el categoras usadas al respecto. Cmo

    piensan estos autores el sistema internacional?. Cul es la situacin de Argentina en el

    mismo?. Qu sectores, actores o agentes intervienen en la configuracin de este y de las

    relaciones exteriores, en especial en el plano econmico, de Argentina?. Estas han de ser

    algunas de las problemticas a que han de guiar este trabajo con el objeto de discernir que

    aspectos de estos anlisis responden a una coyuntura y que otros son estructurales a la

    historia e insercin internacional de nuestro pas.

    Pero asimismo, el uso del concepto de dependencia, como podremos ir apreciando

    en el trabajo, no supone para ambos pensadores un significado univoco. Tomando algunos

    de los planteos bsicos de Aristteles respecto del uso de los conceptos, podramos sealar

    que dependencia se dice de muchas maneras2, lo que podremos apreciar en los planteos de

    Scalabrini y de Arregui.

    Al respecto es importante sealar que la pertenencia a momentos histricos cercanos

    pero al mismo tiempo diferentes quizs puedan ayudar a entender las causas de estas

    diferencias. El desarrollo terico y conceptual de Scalabrini Ortiz tuvo lugar entre los aos

    1920 y 1940-45; los de Hernndez Arregui entre 1950 y 1974. El concepto de dependencia

    2 En varios de sus tratados Aristteles deja constancia de ello. Asi por ejemplo en Metafsica dice, la expresin algo que es se dice en muchos sentidos pero en relacin con una sola cosa (Metafisica, Libro IV, captulo 2, 30). En Poltica tambin demostrar que no existe un nico tipo de ciudadano y que este se dice de muchas formas dependiendo del rgimen. Ver Aristteles, Poltica, Biblioteca Clsica Gredos, Madrid, 1994

  • e imperialismo recin emerga en pocas en que Scalabrini delineaba su visin dela

    Argentina y el mundo. Por contraste, en el momento de desarrollo conceptual de Hernndez

    Arregui estos problemas ocupaban el centro de la agenda terica en Amrica Latina, frica

    y Asia al tiempo que tiempo se analizaban y reconocan en la propia Europa y los Estados

    Unidos.

    Sin dudas el aporte de Scalabrini Ortiz, ms all de su incompletud y falencias, tuvo

    un enorme significado al abrir un camino, juntos con otros pioneros en esa materia, para

    echar luz a los intrincados y a veces invisibles lazos de dependencia de la Argentina.

    Hernndez Arregui complejiz el problema; lo mostr en todas sus aristas posibles

    asentando sus conclusiones en una mayor base filosfica e histrica. Pero Scalabrini haba

    abierto un camino, que otros se encargaran de perfeccionar, corregir y al mismo tiempo

    refutar en sus aspectos mas endebles. En ltima instancia, ambos, como sealaba Bacon,

    son un producto de su poca y sus circunstancias histricas, de las que emergi una parte

    sustancial de su pensamiento.

    a) Scalabrini y sus experiencias entre 1896 y 1932. El impacto a futuro

    Ral Scalabrini Ortiz naci el 14 de febrero de 1896 en Corrientes en una familia

    perteneciente a los sectores medios. Su padre, funcionario estatal y fundador del Museo de

    Historia Natural en esa ciudad, fue enviado poco despus del nacimiento de Ral a la

    ciudad correntina de Esquina. En 1902 estaban en Buenos Aires, donde Ral curs sus

    estudios primarios y secundarios. Sus primeros aos de estudio lo conectaron con Alberto

    Gainza Paz y Ernesto Uriburu, con quienes mantendr una relacin cercana. El deporte, la

    lectura y las ideas completaban la vida de esta adolescente, al que la primer guerra lo

    encontr ajeno a la poltica e inmerso en la literatura europea y estadounidense

    Al cumplir los 18 aos, tras el fallecimiento de su padre, ingres a la Facultad de

    Ingeniera, carrera que abandonar tres aos despus para recibirse de agrimensor. Ese

  • mismo ao, de cambios importantes en su vida y quizs en su futuro, Ral, en cierto modo

    conmovido por la Revolucin Rusa, pas a formar parte del grupo Insurrexit, en su nica

    aproximacin real al marxismo. Poco despus, quizs cansado, escptico o desilusionado,

    dej de pertenecer a este grupo, no si haber ledo, algunos de los clsicos de esta corriente.

    Dejando de lado toda militancia poltica, comenz la prctica de boxeo en el club

    CUBA, frecuentado por integrantes de la elite, con lo que Ral mantiene una relacin que

    proviene de otros tiempos. En 1923 ee boxeo ya es parte del pasado y entr a trabajar en la

    Direccin Nacional de Puertos, empleo en el que estar muy poco tiempo y al que

    renunciar meses despus.

    Es un momento clave en la vida de Ral Scalabrini Ortiz; por un lado profundiza su

    relacin con el mundo de los escritores; por otro, en poco tiempo emprender un viaje a su

    admirada Europa, y que segn algunos, modificar su perspectiva de ese contintente y de la

    situacin agrentina

    Pero ante de iniciar este viaje conoci a Miguel Gleizer a cuya librera concurrin

    entre otros Leopoldo Marechal y Jorge Luis Borges, con los que entr en contacto, y en la

    que trabajaba Israel Zeitling, conocido luego con el seudnimo de Cesar Tiempo. Ya Ral

    ha escrito una serie de cuentos, que Miguel Gleizer decidi en 1923 publicarlos con el

    nombre de La Manga. Esto le abrir las puertas de la literatura y ser calificado como una

    de las jvenes promesas en este campo por crticos y escritores afamados.

    Como seala Norberto Galasso en su excelente biografa de Scalabrini Ortiz en los

    cuentos de La Manga asoma una visin escptica del mundo, un cido descreimiento

    rematado a veces de filosas observaciones3.Una visin que, si bien va a ser tamizada y en

    parte dejado de lado, a mi juicio que no lo abandonar plenamente hasta el fin de sus das y

    que va a teir ciertas conclusiones en sus anlisis poltico- econmicos.

    3 Norberto Galasso: Vida de Scalabrini Ortiz, Ediciones Colihue, Buenos Aires, 2008

  • Poco despus, en septiembre de 1924, emprendi junto a su amigo Ernesto Uriburu

    su anhelado viaje a Europa, con muy poco dinero. Llegaron a Barcelona y luego, ante la

    muerte de Anatole France, Ral viaj a Pars para ver sus exequias. Pero tras un breve

    perodo de apasionamiento, rpidamente el fulgor parisino decreci y poco despus se

    transformo en desencanto. Algo sucedi en su estancia parisina, una dcada ms tarde

    confirmado por su obligada residencia en Italia y Alemania, que lo llevo a tomar una

    distancia de todo lo proveniente de este continente y que luego volcar en sus escritos. Y

    que sin dudas le permitir, tiempo despus, comenzar a percibir el fenmeno de la

    dependencia y del imperialismo.

    Hacia enero de 1925, Ral Scalabrini Ortiz ha regresado a Buenos Aires. La

    divisin entre Florida y Boedo, el primero con claras influencias europestas y del

    modernismo; el segundo mas volcado a lo social, dominaba la escena literaria. Si bien

    Scalabrini ingresar al grupo de Florida, escribiendo en su rgano de difusin, Martn

    Fierro, no por ello dejar de tener vnculos con los integrantes de Boedo.

    Sin embargo su participacin en el escenario poltico, la toma de posicin frente a

    este an es secundaria. Su visin escptica se profundiz, quizs como producto de su

    desilusin europea; en las elecciones de 1928, a diferencia de sus colegas de Martn Fierro,

    no tom partido por Yrigoyen, y en el golpe de 1930, si bien su neutralidad o extraamiento

    respecto de los acontecimientos es evidente, no vi con malo ojos la llegada de Uriburu al

    poder, algo de lo que rpidamente se retractar.

    Tras la eleccin de Yrigoyen, si bien no abandon su veta de cuentista y poeta, se

    volc de lleno al periodismo escribiendo columnas sobre la ciudad de Buenos Aires en La

    Nacin Un ao despus conocer a los hermanos Irazusta y a Ernesto Palacio,

    antiyigoyenistas y pertenecientes a la faccin del nacionalismo oligrquico. Si bien

    compartir algunas ideas, nunca se sentir cerca de este sector, en el que advierte, como

    seala Galasso, una matriz tan extranjera como aquella que haba dado forma al ideario

    liberal. Por otro lado siempre rechazar la visin aristocratizante del mismo; su rechazo a

  • las masas obreras; su idea de orden y su idealizacin del pasado hispano, del cual Scalabrini

    nunca va a estar cerca.

    El golpe de mil novecientos treinta, del cual tiene ciertas informaciones producto de

    sus conocidos en La Nacin, en Crtica y en el nacionalismo oligrquico, lo sorprendi en

    un posicin de indiferencia. Pero tras el devenir del mismo, empezaron a emerger ciertas

    ideas producto de experiencias pasadas y lentamente fue abandonado su prescindencia

    respecto de temas polticos. Los procesos de marzo-abril de 1931 nos devolvern un Ral

    Scalabrini Ortiz distinto. Lentamente comenzar a recuperar y valorar ciertos aspectos de

    los gobiernos de Yrigoyen; los problemas de la dependencia y del imperialismo empezaron

    a tomar entidad, y esto se pudo apreciar en ciertos escritos crticos sobre dictadura de

    Uriburu que le valieron su despido de Noticias Grficas.

    Sin embargo, los problemas econmicos lo acucian. Por ello, ante una sugerencia -

    y pedido de Gleizer, en septiembre de 1931 aparecio El hombre que esta solo y espera.

    Una obra literaria en la que condensaba todas sus tendencias anteriores pero en la asimismo

    que ya se podan apreciar con claridad los nuevos paradigmas que pronto se convertirian

    en el eje del pensamiento de este escritor. Hay, al tiempo que un dejo de escepticismo un

    intento de bsqueda de aquello rasgos que condensen la nacionalidad. Pero como hombre

    de Buenos Aires an identifica la nacin con cierto estereotipo de hombre de la ciudad

    portuaria, aspecto que fue dejando de lado en el transcurrir de esta primera mitad de la

    dcada.

    La recepcin de libro fue excelente, tanto por la prensa y la crtica, como por

    escritores como Borges o Macedonio Fernndez, a quin Ral haba tomado como

    paradigma. Sin embargo fueron sus ltimos escarceos con una carrera literaria que se

    presentaba muy promisoria. De alli en mas comenz a estudiar economa, a dejar todo tipo

    de prescindencia en poltica y a plasmar todo aquello que se vena insinuando en los

    ltimos aos. Esto lo impuls a buscar la causas que habin llevado a la Argentina a la

    situacin en que se encontraba tras la crisis de 1930, sin dudas acicate importante en este

    cambio operado en Scalabrini.

  • Son los tiempos de Justo, de Ortiz, de la segunda guerra mundial; de su apoyo al

    golpe radical contra Justo encabezado por Bosch que lo muestra alejado de toda

    prescindencia poltica, de su exilio obligado que lo llevar a la Italia fascista y a la

    Alemania nazi y a una nueva estancia en Pars. De su regreso y de una difusin mas amplia

    y consistente de sus nuevas ideas en Seales hacia 1935, de su encuentro con Arturo

    Jauretche, de su participacin en FORJA junto con aqul, Del Mazo, Ortiz Pereyra, Luis

    Dellepiane; de su desarrollo de las ideas en torno a la dependencia, el imperialismo, los

    ferrocarriles. De los artculos que aos mas tarde compilados y revisados dieron lugar a

    Historia de los Ferrocarriles Argentinos y en 1940 a Poltica Britnica en el Ro de la Plata.

    Es la dcada en la cual se conform definitivamente la mirada de Scalabrini sobre estos

    problemas, la que mantuvo sin cambios significativos hasta el final de su vida en 1959.

    Pero en el que se permanecieron, solapados, algunos de los tpicos centrales del Scalabrini

    anterior a la crisis de 1930. Veamos entonces como Scalabrini Ortiz analiz y expuso estas

    problemticas a lo largo de esta dcada crucial, la que marcar su historia y futuro como

    intelectual.

    c) Dependnecia e Imperialismo en Scalabrini Ortiz: el deus et machina britnico

    No hay lugar a dudas en los escritos de Scalabrini Ortiz de este dcada que los

    conceptos de imperialismo, dependencia, colonia, tienen un papel relevante en su anlisis

    de la situacin Argentina. Pero, cmo entiende estos conceptos, que, como vimos, eran de

    reciente aparicin en la Argentina?. Dejemos hablar al autor y luego analicemos estas ideas.

    Gozamos de apariencia de nacin hasta donde esa apariencia no perjudica los

    intereses de Inglaterra. Un estado todopoderoso y absorbente nos une desde 1853. Pero

    ese Estado, que nos concede solidez nacional, no est al servicio del bienestar y de la

    riqueza argentina. Ese Estado es un instrumento manejado y sostenido desde las sombras

    por los agentes locales ingleses. Tenemos un escudo, una bandera y hasta una

    Constitucin, pero nuestra voluntad poltica, nuestra conducta financiera, nuestra

  • organizacin social, nuestra ruta econmica y hasta la interpretacin de nuestra historia

    no es dictada solapadamente desde Londres4 . En la revista Seales de 1935 ya aparecen

    con meridiana claridad, como podemos leer, los conceptos de dependencia e imperialismo.

    Pero mas importante an vemos emerger una de las variables centrales que van a teir los

    conceptos antedichos: los procesos internos pierden toda visibilidad y pertinencia en la

    medida que los mismos se definen por un deus et machina externo al pas. Todo lo que

    sucede en la Argentina, desde su organizacin poltica- econmica y social, la morfologa

    de sus clases dominantes, las formas de expresin cultural, son una creacin del

    imperialismo. Sin ningn atisbo de dialctica, en una relacin unidimensional y especular,

    todo lo que acaece en estas tierras es producto de aquello que ha decidido para las mismas

    la metrpoli imperial: el Reino Unido. Uno de los grandes problemas de Scalabrini Ortiz a

    lo largo de su prolfica e importante carrera como pensador es sin duda este: todo el

    andamiaje interno pierde relevancia, se difumina, desaparece. El Estado, como bien seala

    en este escrito es solo un instrumento creado por su majestad britnica, y sostenido tras

    bambalinas por el mismo; incluso la interpretacin de nuestra historia ha sido dictada por el

    centro imperial. Es mas; ha sido el Reino Unido el que ha creado, desde 1860 este Estado;

    las clases dominantes lo son en apariencia, convirtindose en simples marionetas de los

    intereses coloniales. Como primer conclusin: la dependencia es producto de un poder casi

    sobre natural que impone este a otras regiones del globo y que la redisea sin trabas ni

    contradicciones en base a sus intereses.

    Pero otro elemento surge de este prrafo. Si bien no esta an desarrollado a pleno,

    Scalabrini entrelaza Imperialismo, en el sentido taxativo de la palabra, con el Reino Unido

    y no como algo consustancial del sistema capitalista. Para ser mas precisos: identifica a este

    sistema con Gran Bretaa. Sin dudas, la presencia y hegemona de los intereses ingleses

    haba sido superlativa hasta los treinta en Argentina, y el trabajo de Scalabrini para

    ponerlos en evidencia es encomiable. Pero no haba sido la nica presencia de intereses

    imperiales y en esa poca estaba en franca declinacin en el escenario mundial.

    4 Ral, Scalabrini Ortiz, Seales, 23 de octubre de 1935

  • Algo similar podemos encontrar en una de las tantas conferencias dadas en FORJA, cuando

    dice: Los ingleses manejaron el comercio, trabaron los gobiernos, seccionaron los

    tradicionales lmites del Virreynato y as fuimos cediendo algo tras algo, hasta ahora 5

    Como podemos ver, Inglaterra haba sido la creadora de nuestra destino; un destino al que

    parece no podamos escapar, mas all de los intentos fallidos, y en el que los factores

    internos parecen no haber jugado ningn papel relevante. Incluso al utilizar la frese fuimos

    cediendo para exculpar a las propias clases dominantes, por irrelevantes, del destino

    dependiente de nuestro pas.

    Esto mismo se refrendar en pasajes de su libro, Poltica Britnica en el Ro de la

    Plata. All seala que, Aunque somos la vctimas, no podemos dejar de admirar la

    clarividencia con que estos hombres vieron la realidad y el ingenio con que crearon un

    sistema de explotacin que la humanidad tardara mas de un siglo en comprender y tratar

    de desarticular6 . Conceptos similares a los vertidos anteriormente, pero a los que se le

    agrega algo sustantivo: el Imperialismo parece ser producto de inteligencias y

    personalidades brillantes, clarividentes, mera creacin de la voluntad humana y no producto

    de una lgica interna de la formacin social capitalista y de sus mecanismos de

    acumulacin. Hombres superiores, que crearon un sistema que a la humanidad (no

    britnica) la llevara siglos entender e imitar o resistir. La historia de la formacin del

    capitalismo se esfuma La propia historia de Europa y Gran Bretaa parece tener poco

    importancia An menos relevancia adquieren la estructuras y clases dominantes heredadas

    de la colonia en Amrica Latina y el latifundio emergente del mismo, que cumplieron un

    papel trascendente en la articulacin dependiente de Argentina y otras naciones de la regin

    en el siglo XIX. Aqu es cuando aparece el Scalabrini previo a los treinta; el Scalabrini de

    El hombre que esta solo y espera, el Scalabrini que pone en eje en el sujeto; el Scalabrini en

    alguna medida ligado a concepciones escpticas. 7. Aqu es cuando Scalabrini parece dar un

    5 Rul Scalabrini Ortiz, Conferencia pronunciada en FORJA, 17 de agosto de 1937, citado por Norberto Galasso, Vida de Scalabrini Ortiz, pgina 236

    6 Ral Scalabrini Ortiz, Poltica Britnica en el Ro de la Plata, pgina 1117 Al respecto es interesante hacer notar las diferencias que aparecen entre esta concepcin del imperialismo y dependencia sostenida por Scalabrini y la de MariateguiEste ltimo no pone en duda el carcter dependiente de la economa peruana y del papel de intermediarios del capitalismo extranjero, no solo britnico, de la clase terrateniente. Pero explica este proceso partuiendo de las estructuras virreinales implantadas en Per y de la clase dominante local emergida del mismo, que no ocupa un mero rol pasivo. Por ello va a decir, el obstculo,

  • papel determinante a la voluntad humana, lo que muchas veces lo har desistir de

    proyectos, o no entender cabalmente la causa que llevaron al fracaso o modificacin de los

    mismos.

    Este carcter especular en la conformacin de una relacin de dependencia, o mas

    precisamente de una relacin casi colonial, queda mas en evidencia en este prrafo de

    Poltica Britnica en el Ro de la Plata: ...... y la fundacin de una oligarqua poltico-

    financiera al servicio directo o indirecto de las conveniencias inglesas. Con la proteccin

    inglesa se constituy en el puerto de Buenos Aires una aristocracia de administradores,

    que manej el pas sin contralor y sin ms normas que la decisin de los embajadores y de

    los comerciantes ingleses8 Notemos que aqu nos habla de la creacin por parte del Reino

    Unido de una oligarqua para que esta cumpla el papel del representante de los intereses

    ingleses en estas tierras. Y no es menor el uso de este verbo: creacin, con lo cual quita

    toda dimensin histrica a este proceso. Casi podramos decir que esta oligarqua fue

    implantada aqu por los suspicaces britnicos, casi como un producto ajeno a la propia

    historia de la Argentina y que su poder de decisin es tan nulo, que lo su nica tarea es

    administrar los intereses de sus patrones. Ms an, ni siquiera la figura presidencial tiene

    relevancia alguna, a lo no poder hacer, mas alla de sus propios intereses, aquello que sus

    mandantes, los britnicos, le ordenan. De esta forma se lee en Poltica britnica en el Ro de

    la Plata: ......De todas maneras, la persona presidencial carece de importancia. Cualquiera

    fuese su idiosincrasia, no podr escapar a la red imprescindible del crdito con que

    solventar los dficitis que se repiten desde hace vente aos9. Un frreo determinismo

    parece signar esta relacin, del que parece, como le sucede al hombre en algunos aspectos

    de su vida, segn la pluma del Sclabrini escritor, no poder encontrar salida

    Reitero, por un lado es interesante el poner en evidencia los mecanismos de control

    britnicos en la Argentina; pero por otro lado, al escamotear las bases internas de la

    la resistencia a una solucin se encuentra en la estructura misma de la economa peruana y que El carcter de la propiedad agraria en el Per se presenta como una de las mayores trabas del propio desarrollo del capitalismo nacional. Ver Jos Carlos Mariategui, El problema de la tierra, en Jos Carlos Mariategui, 7 Ensayos de intepretacin de la larealidad peruana, Capital Intelectual SA, Buenos Aires 2009, pgina 1098 Ral Scalabrini Ortiz, Poltica Britnica en el Ro de la Plata, pgina 115

    9 Ral Scalabrini Ortiz, Poltica Britnica en el Ro de la Plata, pgina 122

  • dependencia y subordinacin a Gran Bretaa, no permite comprender el fenmeno en toda

    su dimensin y deja su solucin en manos de factores externos o de voluntades

    extraordinarias, casi de Goliats modernos, que emerjan en esta nacin creada a imagen y

    semejanza de los intereses britnicos. Asimismo, no ve la presencia de otros intereses

    imperiales en la Argentina, con representantes claros en facciones de las clases dominantes,

    y le cuesta percibir al avance de los intereses estadounidenses en la Argentina.

    Nuevamente en otra parte de este libro nos dice que la dominacin britnica

    depende de capacidades personales de los dirigentes de ese pas y que los dirigentes

    argentinos eran entes sin voluntad ni intereses propios, meros espectros a los que mas bien

    habra que tenerles lstima. De un lado exista una voluntad precisa, dirigida por las

    inteligencias polticas mas finas, por el otro, un pas cuyos dirigentes estaban entregados a

    esa misma voluntad, un pas traicionado por sus propios conductores. La poltica invisible

    de penetracin capitalista haba dado ptimos resultados10 A lo dicho anteriormente

    podemos agregar que Scalabrini vuelve a identificar al capitalismo con el Reino Unido, lo

    que va a dificultar su comprensin plena del proceso que se inicia en la post primer guerra

    mundial. Y las relaciones de dependencia parecen surgir de caracteres personales,

    volviendo a ser en parte el Scalabrini del El hombre que esta solo y espera.

    El mismo mecanismo se replica al momento de analizar los medios de

    comunicacin, otras de los instrumentos del imperialismo britnico al momento de

    subyugar las conciencias. En este sentido leemos en una de la cartas de Scalabrini Ortiz.....

    A pesar de la buena voluntad de sus directores, que dicen en privado lo contrario de lo que

    afirman en pblico, los diarios argentinos actuales no pueden asumir la representacin de

    las conveniencias argentinas porque estn doblegados por la voluntad de las fuerzas

    extranjeras que actan entre nosotros11. Veamos en primer lugar la utilizacin del concepto

    de voluntad; el imperialismo britnico es posible, adems de la capacidad de aquellos

    responsables de elaborar las polticas conducentes al mismo, gracias, a una frrea voluntad

    de dominio. Al mismo tiempo, casi en clave psicolgica, los diarios locales, mas all de la

    10 Ral Scalabrini Ortiz, Poltica Britnica en el Ro de la Plata, pgina 126-127

    11 Carta, archivo RSO, citado por Norberto Galasso, Vida de Scalabrini Ortiz, pgina 255

  • buena voluntad de sus directores, se ven obligados a representar estos intereses forneos,

    por la disparidad de fuerzas entre ambos actores. Otra vez la dimensin local de la

    dependencia y los intereses complementarios de las clases dominantes locales con el

    imperialismo, se encuentran veladas.

    El tema del periodismo y los medios a travs de los cuales este se expresaba hacia

    los treinta, principalmente los diarios, son sujeto de un captulo en Poltica britnica en el

    Ro de la Plata. En este podemos encontrar conceptos similares al expresado en la carta

    citada en el prrafo anterior al tiempo que expresa esa visin unidireccional del fenmeno

    del imperialismo y la dependencia. Leemos alli, El periodismo argentino funciona con la

    maravillosa precisin de un rgano. Hay notas graves y agudas de invulnerable seriedad

    que se combinan en una serie infinita de matices de una misma tonalidad. Est el diario

    izquierdista y el reaccionario, el ultramoderno y el liberal, el simplemente conservador y

    el radical, todos concertados en una prodigiosa sinfona de elogios al podero, a la

    grandeza y la munificencia de la dominacin britnica12 . No hay matices; todos los

    diarios responden a un nico inters; a un nico patrn. Las diferencias entre ellos son solo

    de forma; la sutileza britnica es tan grande que nos hace creer que las divergencias son de

    sustancia. Pero no es as para Scalabrini. En este sentido, al simplificar en grado sumo el

    tema, deja de lado las causas que llevan a los posicionamientos de cada uno de estos

    medios grficos. Y al mismo tiempo deja de lado la verdadera complejidad del sistema

    internacional en los treinta y cuarenta.

    Por lo general, y ms all de que para Scalabrini Ortiz la piedra basal sobre la que se

    asienta su anlisis de la situacin argentina, de la dependencia y el imperialismo, y a

    grandes rasgos del capitalismo, es Gran Bretaa, en ningn momento logra dar cuenta del

    sistema internacional y de la complejidad que supone el mismo en cualquier perodo de la

    historia. En realidad este, excepto en contadas excepciones, parece ser un sub. producto de

    la poltica exterior britnica y el capitalismo una marca registrada por esta nacin.

    12 Ral Scalabrini Ortiz, Poltica Britnica en el Ro de la Plata, pgina 251

  • Siguiendo con el tema de los medios de prensa, y tomando el papel a nivel mundial de estos

    en la formacin de la conciencias sociales, podemos apreciar, mas all de la aparente

    diferencia entre con la temtica del imperialismo, una similitud con la forma comprender

    esta relacin. En Poltica Britnica... seala, tomando a Alous Huxley, con quien

    concuerda, que la prensa, ...maneja la opinin pblica y se la inclina en uno u otro sentido,

    con gran facilidad.....Las masas se mueven casi automticamente bajo la influencia de la

    prensa, que sumerge en el silencio todo lo inconveniente para el estado de nimo general

    favorable a la dictadura13. Dos aspectos a hacer notar. El primero, mas evidente, la relacin

    unidimensional entre la prensa y la conformacin de las conciencias colectivas y sociales.

    Estas se mueven segn las pautas planteadas por un gran director, en este caso las

    publicaciones peridicas. Estas crean la realidad y dirigen a los actores. La misma matriz de

    anlisis que utiliza al trabajar sobre la relacin entre Gran Bretaa y la Argentina. El

    segundo de estos aspectos: en ningn momento utiliza el concepto de clase social. Masa en

    ciertas ocasiones, pueblo en otros momentos, son los conceptos que utiliza a los efectos de

    describir a los sectores populares. Algo que marcar una distancia significativa con el

    anlisis de la sociedad llevado a cabo por Hernndez Arregui

    Inclusive cuando en algunos momentos de Poltica Britnica ponga en duda la

    perennidad de la hegemona britnica y pueda entrever la emergencia de otros

    imperialismos, la matriz bsica de abordaje al problema no cambia. Al tratar el problema

    petrolero podemos leer, Lo importante, lo verdaderamente trascendente para nosotros

    ocurre a muchos kilmetros de aqu. Nuestro destino se fragua en las cancilleras de

    Londres y de Nueva York, en las oficinas de la Standard Oil y de la General Motors, y en

    Dowing Street, en River Plate House, en las oficinas ferroviarias inglesas y en los

    despachos del almirantazgo, en que se manejan los destinos de la Royal Dutch Shell14

    Como vemos nada de lo que sucede aqu, nada de aqueloo que define el destino del pas, es

    producto de factores internos. La causa nica que Argentina se encuentre en la situacin de

    subordinacin y de los efectos sociales que genera la misma, se encuentra fuera de nuestras 13 Ral Scalabrini Ortiz, Poltica Britnica en el Ro de la Plata, pgina 252

    14 Ral Scalabrini Ortiz, Poltica Britnica en el Ro de la Plata, pgina 163

  • fronteras y nada ha tenido con ver con factores locales. Argentina sigue siendo un mero

    reflejo de las decisiones adoptadas en las grandes potencias. Como aclaracin hay que

    sealar que ms all de que el imperialismo estadounidense aparezca aqu en un plano de

    igualdad con el britnico en lo referente al petrleo, poco despus, en el mismo captulo,

    Scalabrini se encargar de mostrarnos como la Shell derrota sin problemas al Standard Oil;

    como la sutileza y habilidad britnica impide a los intereses de los toscos estadounidenses

    lograr una victoria en la batalla por el control del petrleo.

    Es conocido el profuso, documentado y trascendente anlisis que realiza Raul

    Sclabarini Ortiz sobre los ferrocarriles britnicos en la Argentina. Sin dudas uno de los

    pioneros en la materia que dejar un material invalorable para investigadores posteriores

    que podrn partir de los planteos, dtos y aportes de este pensador. Pero nuevamente aqu

    coloca un instrumento, el ferrocarril, como la base fundamental para la existencia del

    imperialismo. Veamos que nos dice al respecto: El ferrocarril fue el mecanismo esencial

    de esa poltica de dominacin mansa y de explotacin sutil que se llama imperialismo

    econmico....el arma principal de que se valieron los extranjeros para sofocar todo

    progreso que de alguna manera pudiera hacer vacilar su hegemona. Fueron, los nuestros,

    ferrocarriles coloniales destinados a mantenernos en la rutina sin salida del primitivismo

    agrario15 . Este imperialismo sutil ha encontrado el mecanismo que permitido que el

    mismo se desarrolle sin obstculos: el ferrocarril. Dos aclaraciones: en este sentido no es

    plenamente consecuente, lo cual no es una crtica a un pensamiento en conformacin

    permanente, con lo dicho en Poltica britnica, en la que sealaba, que la las ataduras

    financieras eran las que haban permitido el asentamiento del Imperialismo britnico. En

    segundo lugar: confunde un determinado desarrollo tecnolgico, que ya estaba en proceso

    de ser reemplazado por otro, como lo era el automvil, como el responsable de nuestra

    situacin de pas colonial. Por ltimo y no menos importante: lo que l denomina

    primitivismo agrario no es producto de condiciones y procesos internos sino generado, casi

    de la nada, por un instrumento del Imperialismo ingls: el ferrocarril.

    15 Ral Scalabrini Ortiz, Historia de los Ferrocarriles Argentinos, pp. 16 y 17

  • Luego de esta recorrida, cerremos la misma con parte de una nota publicada en el

    diario Reconquista hacia 1939, en la que condensa gran parte de las ideas anteriores y en la

    que se aprecia las continuidades en los tpicos fundamentales que hemos analizado en el

    pensamiento de Scalabrini Ortiz. Y dejemos que hable ella sola y los lectores de este

    trabajo- Para consolidar y estabilizar la hegemona britnica han creado ustedes ese

    mbito de relajacin moral en que hasta avergenza ser honrado y patriota. Ustedes son

    los provocadores de esa atmsfera de ignominia que llev al suicidio a hombres de la talla

    de Lisandro de la Torre y Leopoldo Lugones, que hubieran dado honra a cualquier pas de

    la tierra. Son ustedes los que alejan de las posiciones pblicas a los ciudadanos probos y a

    los estadistas solamente preocupados por el bienestar pblico......Ustedes impiden que las

    industrias prosperen porque la industria crea riqueza, fuerza y unidad y porque perjudica

    a la industria britnica y al comercio de importacin. Las provincias que no producen

    nada de lo que ustedes necesitan, caen en la miseria sin esperanza...Nada los detiene en la

    consecucin de sus fines. Ya hay lmites que no se pueden violar sin perder la condicin de

    hombre honrado y de caballero, sin caer en la ruindad. Ni en la guerra, siquiera, se

    envenenan las fuentes de agua. Ustedes disculpan su accin en su conciencia, con el ms

    terminante desprecio hacia los argentinos16

    c) Hernndez Arregui: apuntes biogrficos y puntos de partida diferentes

    Juan Jos Hernndez Arregui naci en Pergamino, Provincia de Buenos Aires, el 29

    de septiembre de 1913. Tras estudiar Derecho en al Universidad de Buenos Aires, debi

    abandonar la carrera para trasladarse a Villa Mara, Crdoba. Fue aqu, en 1931, donde se

    afili a la UCR en su tendencia Yrigoyenista y cuando tuvo sus primeros contactos con los

    escritos polticos. Escribi en peridicos radicales como Debate y La Libertad, aspectos

    ambos que lo diferencian de Scalabrini, siempre reacio en comprometerse formalmente en

    agrupaciones polticas o de otro tipo

    16 Ral Scalabrini Ortiz, Diario Reconquista, 15 de noviembre de 1939, citado en Norberto Galasso, Vida de Scalabrini Ortiz, pag 258

  • Ya hacia la dcada de 1940 estudi en la Facultad de Filosofa y Letras de la

    Universidad de Crdoba done se gradu en 1944 con medalla de honor y con la tesis, Las

    bases sociolgicas de la cultura griega. En este sentido, otro elemento ms que pone

    distancia entre ambos pensadores y en la forma en que ambos llegan a la problemtica

    nacional, al problema de la dependencia y a la concepcin de la categora imperialismo

    En 1947, gracias a su relacin con Arturo Jauretche, ingresa como Director de

    Publicaciones y de Prensa del gobierno bonaeranese de Domingo Mercante. Es su primera

    vinculacin directa con el peronismo, la que se profundizara con el correr del tiempo,

    siendo uno de los tericos mas representativos de las tendencias mas revolucionarias del

    este movimiento social.

    Esto no impidi el desarrollo de su actividad acadmica, siendo docente durante el

    primer y segundo gobierno peronista en la Universidad Nacional de La Plata como profesor

    adjunto de Introduccin a los Estudios Histricos y en la Universidad Nacional de Buenos

    Aires, en la Facultad de Ciencias Econmicas. El golpe de septiembre de 1955 y la

    dictadura emergente del mismo significaron la expulsin de Hernndez Arregui de los

    claustros acadmicos.

    Fue durante estos aos de perseucin y exilio interior, y tras haber escrito y

    publicado Imperialismo y Cultura en 1957, que empez a madurar los que sera la primer

    versin de su libro fundamental: La Formacin de la Conciencia Nacional. La obra fue

    escrita entre los aos 1958 y 1959, en momentos en que se produce el giro en el gobierno

    de Frondizi y publicada en 1960, tras los cambios generados en el gabinete de ministros y

    la llegada al mismo de un representante conspicuo del liberalismo ortodoxo como Alvaro

    Alsogaray y tras el viraje de la poltica hacia el peronismo el moviemiento obrero, iniciada

    con la respuestas a las huelgas petroleras y la toma y privatizacin del Frigorfico Lisandro

    de La Torre. En este libro en donde el anlisis histrico de la dependencia argentina y del

    imperialismo ocupan un papel relevante, el pensamiento de Marx y Lenin juegan un papel

    significativo, algo que, como vimos, en Scalabrini juegan un papel marginal.

  • Tras la publicacin de Nacionalismo y liberacin en 1969 y Peronismo y

    Socialismo en 1972, el retorno del peronismo al poder le permite se nombrado profesor

    emrito de la Universidad de Buenos Aires en 1973. Poco antes del fallecimiento de Jua

    Domingo Pern se hace cargo de la direccin de la revista Peronismo y Liberacin. Pocos

    meses despus fallece en Mar del Plata el 22 de septiembre de 1974

    d) Causas y dimensin histrica de la dependencia y el Imperialismo en J.J. Hernndez

    Arregui

    Para caracterizar la dependencia Argentina segn el anlisis de Hernndez Arregui

    hay que partir de un proceso previo, que es determinante en la configuracin de esta. Este

    fenmeno es el Imperialismo, no en abstracto y como categora universal sino como hecho

    histrico. En este sentido ubica a este proceso en las postrimeras del siglo XIX, sealando

    que el mismo tiene la prosaica virtud de ser un hecho histrico17 La base leninista en la

    concepcin de este fenmeno se hace evidente con el correr de las pginas y en base a ella

    debatir con otras matrices tericas. Podemos apreciar en una perspectiva comparativa, que

    la diferencia con el pensamiento de Scalabrini no puede ser mas radical. Asi como para

    Scalabrini el Imperialismo perda su dimensin histrica y era producto de la sagacidad y

    voluntad britnica, en Hernndez Arregui el mismo es un producto histrico, en el que poco

    tienen que ver personalidades proteicas e inteligencias superiores.

    Es importante sealar este punto de partida por dos aspectos importantes. En primer

    lugar Hernndez Arregui establece claramente que no hay una esencia en la nocin de

    Imperialismo y sus sucedneos coloniales, sino que estos van redefinindose a lo largo de

    los diversos momentos histricos. El Imperialismo del siglo XX no es simplemente una

    rplica del gestado en los orgenes del capitalismo en el siglo XVI y mucho menos del

    existente en la Antigedad Clsica. Tiene caractersticas especficas, producto de las nuevas

    configuraciones que fue adoptando la formacin social dominante en los pases centrales de

    las mismas; caractersticas en las que no pueden dejarse de lado las luchas sociales que las

    17 Hernndez Arregui, Juan Jos, La formacin de la conciencia nacional, Pea Lillo, Ediciones Continente, Buenos Aires, 2008, pag 33

  • definieron. Nuevamente podemos ver lo que lo lejos que esta de la concepcin

    unidireccional y lineal que tiene Scalabrini de este proceso; pocas diferencias encuentra

    este entre las diversas fases del imperialismo. Para Scalabrini hay un Imperialismo y una

    dependencia, centrado en Gran Bretaa y en las formas en las que esta impone su dominio a

    nivel global en el siglo XIX.

    A diferencia de lo sealado para Scalabrini Ortiz, para Hernndez Arregui, las

    formas que adopta el Imperalismo y por ende la dependencia en la Argentina en la segunda

    mitad del siglo XIX, si bien encuentra puntos de anclaje en su pasado sobre las que se

    monta, tiene caractersiticas sustancialmente diferentes. En conclusin no hay un

    Imperialismo ni una dependencia, sino que al ser ambos emergentes de procesos hsitricos

    se van redefiniendo de manera permanente. Lo mismo sucedera, por ende, en el siglo XX,

    aspecto que le permitir ver la cada britnica y la emergencia de otras potencias como los

    Estados Unidos y los cambios experimentados en las formas de dependencia.

    En segundo lugar el carcter dialctico del proceso histrico, algo que como vimos

    no esta presente en el anlisis de Scalabrini. El mismo no es lineal ni unidireccional sino

    que adquiere una dimensin dialctica y por ende no establecida. No hay naturalizacin

    posible de estos fenmenos, como parece percibirse en ciertos abordajes conceptuales,

    entre ellos los del autor del El hombre que est solo y espera. Asimismo, y marcando

    profundas diferencias con ciertas concepciones tericas que abordan la relacin centro

    periferia y la dependencia como un fenmeno unidireccional, Hernndez Arregui pone

    nfasis en el carcter dialctico, indefinido y abierto de estos dos polos. Al respecto el

    pensador dice, Por eso, en el mundo colonial, la accin anrquica del imperialismo cumple

    una funcin altamente revolucionaria independiente de sus planes de dominio18. Algo que

    difcilmente podemos encontrar en los escritos de Ral Scalabrini Ortiz, el que, al dejar de

    lado toda concepcin dialctica, no puede apreciar el papel revolucionario que puede

    provocar el imperialismo en los pases dependientes

    18 Hernndez Arregui, Juan Jos; op. cit, pag 36

  • Una vez establecido el marco mundial, sin el cual no es posible comprender el

    fenmeno del imperialismo presente ni la sujecin de una buena parte de la humanidad a

    sus intereses y las luchas que deviene de esto, Hernndez Arregui pasa a dar cuenta de las

    bases locales sobre las que se asiente el Imperialismo. Y en este sentido da cuenta de una

    oligarqua nativa opresora ligada al Imperialismo en cada una de estos Estados. Sin este

    clase social no sera posible que el Imperialismo se hubiese desarrollado de la manera en la

    que emergi en el siglo XIX. No por ocupar una posicin subordinada respecto de las

    clases dominantes y los monopolios de las potencias imperiales dejan de ser centrales al

    explicar la configuracin que adquiri el fenmeno imperial y los procesos de luchas

    sociales que iran emergiendo del mismo. En este aspecto, Hernndez Arregui aparece en

    las antpodas del pensamiento del Scalabrini Ortiz, el que como vimos, no otorga ninguna

    sustancia a las clases dominantes locales, llegando a decir que estas son mera creacin de

    Gran Bretaa. Para Scalabrini las clases dominantes locales son simples marionetas

    manejadas desde Dowing Street

    Para Hernndez Arregui, lo general, el imperialismo y las oligarquas locales que le

    dan sustento en la medida que dependen del mismo, se particulariza en cada uno de las

    formaciones estatales dependientes. Las oligarquas locales, muchas de las que encuentran

    su origen en perodos anteriores, adquieren diversas formas y establecen su dominio

    interior en base al control de diferentes recursos. Pero si hay algo mas que las unifica para

    Hernndez Arregui: las economas de estas naciones giran en torno a la produccin

    primaria, al menos hasta el fin de la segunda guerra mundial. Este ultimo aspecto acercara

    a los dos pensadores; la evidencia emprica al respecto era contundente, motivo por el cual

    la coincidencia es un emergente de esa realidad. Si los acerca ms la valoracin negativa de

    este forma de organizacin econmica y de insercin internacional, lo que no es encontrado

    en todos los pensadores de estas dcadas. Pero inmediatamente podemos apreciar dos

    importantes divergencias. Hernndez Arregui, al contrario de lo que apreciamos en los

    textos de Scalabrini Ortiz, ve el origen de las oligarquas locales como producto de un

    proceso histrico que encuentra su origen, en muchos casos, en el perodo colonial. En

    segundo lugar: Hernndez Arregui piensa en clave latinoamericana, algo que pocas veces

  • emerge en el pensamiento de Scalabrini Ortiz, centrado casi exclusivamente en la

    Argentina y en muchas ocasiones en determinadas regiones del pas.

    Tras sealar estos aspectos generales, el autor se detiene en el proceso argentino. La

    oligarqua local tiene su base de acumulacin en torno al latifundio y a la exportacin de los

    productos primarios que emergen de l. Correctamente, Hernndez Arregui pone en

    evidencia que el latifundio es previo a la aparicin del Imperialismo en la forma adoptada

    por este en la segunda mitad del siglo XIX. Aspecto que no percibe Scalabrini, para el que

    los procesos internos son entera creacin de la potencia imperial. Por ello, el problema del

    latifundio y de la tenencia de la tierra en manos de la oligarqua argentina se esfuma en los

    anlisis de Scalabrini. Para Arregui, es una condicin `previa e indispensable para que el

    imperialismo britnico pueda convertirse en hegemnico en el pas. Para Hernndez

    Arregui, el imperialismo se asienta sobre esta estructura previa, sobre la clase que emerge

    de esta estructura a la que redefine y reorienta. Al respecto podemos leer: Los orgenes de

    la oligarqua argentina arrancan de lejos. El latifundio esta ya configurado en la poca

    colonial. En 1774, sobre 6.083 habitantes censados en la campaa, 186 eran propietarios

    de tierras. En Buenos Aires, con una poblacin de 10.000 habitantes, haba 141

    propietarios. El dominio histrico de la oligarqua qued sellado con Rivadavia 19. Nada de

    esto podemos rastrear en las inumerables pginas de los escritos de Scalabrini Ortiz, para el

    que todo parece comenzar con la presencia britnica en el comercio y las finanzas.

    Pero la dimensin histrica y las bases marxistas del pensamiento de Hernndez

    Arregui le impiden tener una visin estanca del proceso. Que la oligarqua estuviese ya

    configurada como clase dominante en la colonia en base al control de la tierra, no quiere

    decir que la misma sea un continum sin cambios apreciables en sus relaciones hacia el

    interior de la formacin social y de esta con el escenario mundial. Est en permanente

    redefinicin y el Imperialismo, en su acepcin contempornea, opera en este sentido. Este

    se asienta sobre una clase dominante ya existente, pero al mismo tiempo la redefine. A su

    vez, esta clase, que va a hacer de la dependencia de la Argentina con los centros imperiales

    la base de su acumulacin y dominio interior, tampoco es pasiva, sino que, estableciendo

    19 Hernndez Arregui, Juan Jos; op. cit, pag, 47

  • las disimetras correspondientes, marca las formas en base a los cuales los intereses

    imperialistas se van a establecer en la Argentina. Huelga decir que en el pensamiento de

    Scalabrini su visin de la clases dominantes locales se asemeja mucho a la de meros

    administradores de los intereses de las potencias mas bien de Gran Bretaa, perdiendo as

    su origen histrico, sus sustantividad y su materialidad.

    Para Hernndez Arregui, Es el capitalismo en expansin el que rompe las

    antiguas estructuras hispanoamericanas y con ellas sus costumbres, sus creencias y su

    destino suprancional que el imperialismo posterior a la organizacin nacional remat,

    dividiendo en ficticias repblicas la patria comn y colonizando econmica y

    espiritualmente a estos pases a travs de las oligarquas vernculas 20. Aqu podemos

    apreciar la relacin existente entre el desarrollo de la formacin social capitalista, ya de por

    si un producto histrico, de sus fases, que lo modifican y lo redefinen, de sus necesidad de

    subordinar espacios humanos, econmicos, geograficos, para garantizar su reproduccin

    como sistema y de sus clases dominantes, y de la necesidad de contar con una base local,

    que se subordina a esta lgica, pero que al mismo tiempo garantiza su hegemona sobre los

    restantes actores sociales locales: las oligarquas vernculas. Toda una muestra del

    complejo anlsis que realiza nuestro autor. El problema en el camino de la independencia

    de la naciones latinoamericanas no es Gran Bretaa en si misma; es la formacin

    econmica social capitalista, de la que el Reino Unido es parte, solo parte. Scalabrino

    confunde, en muchos de sus escritos, capitalismo con el Reino Unido, lo que entendible

    desde un plano del activismo poltico activismo con el que por lo general evita

    comprometerse a pleno21 -, no es correcto desde un anlisis histrico y que eche luz sobre el

    problema de la dependencia

    Para Arregui, esta oligarqua local, si bien dependiente, no por ello deja de tener

    intereses especficos y no es producto de una determinada naturaleza, de una malformacin

    20 Hernndez Arregui, Juan Jos; op. cit, pag, 195 (las negritas son mas)21 Como seala el 21 de mayo de 1943 en una carta a Francisco Capelli: Vuelvo ahora a mi funcin especfica de intelectual, es decir de hombre que piensa, estudia, medita, escribe y aconseja, sin concomitancia directa con la accin ni preocupaciones por cmo ni quin encarna las ideas, citado por Norbeto Galasso, op.cit, pag 308

  • o, como para Scalabrini, de una creacin externa. Si esta oligarqua necesita que se

    profundicen las bases de la dependencia, esto se asienta en intereses materiales, en la propia

    base material de la que surge y sobre la que asienta su dominio interior. No en un espritu

    de poca, ni en una admiracin cultural por los centros imperiales, ni el reconocimiento de

    la superioridad de los mismos en cuanto a la naturaleza de sus habitantes. Mucho menos es

    una simple administradora de los intereses imperiales. Por eso, con claridad meridiana, el

    autor nos dice: El entreguismo de la oligarqua no fue un simple error. Fue el

    comportamiento poltico y cultural de sus intereses de clase asociados por encima del pas

    a su subordinacin al mercado internacional22 . Las diferencias con Scalabrini emergen

    con prstina claridad en este prrafo

    Es importante hace notar la complejidad que adquiere el concepto de oligarqua en

    Hernndez Arregui. Complejidad que pone evidencia la historicidad del mismo y el

    alejamiento cualquier tipologa puras o ideales de matriz weberiana. Oligarqua como clase

    y como concepto, mas alla de algunos aspectos muy generales que lo constituyen, es un

    producto histrico y como tal en redefinicin permanente. Para Arregui, la oligarqua, esa

    espesa red de intereses burocrticos, financieros, internacionales, no aparece en primer

    plano 23. Definicin que no solo muestra la variedad de intereses y la imbricacin de los

    mismos que la caracteriza sino la aparente invisbilidad de esta. Aspecto que nos vuelve a

    remitir al pensamiento de Marx y Engels, al establecer una diferencia sustantiva entre lo

    que aparece y lo que es; entre lo apariencial y la compelja red de relaciones, sustentadas en

    una base material, que dan lugar a lo real. La oligarqua no una mera concepcin terica, no

    es una percepcin, sino que la misma se levanta sobre la base material y es la expresin

    final del complejo entramado, siempre inestabale y en conflicto, que constituye las

    relaciones sociales de produccin. Por eso la misma emerge en base al control de la tierra y

    su dominio en el plano poltico no esta despegado de esta base material. Parafraseanado a

    Marx, Hernndez Arregui, asciende de la tierra al cielo.

    La constitucin de la Argentina como una nacin dependiente, en el momento del

    surgimiento de Imperialismo como una de las fases del capitalismo, con una oligarqua

    22 Hernndez Arregui, Juan Jos; op. cit, pag, 5623 Hernndez Arregui, Juan Jos; op. cit, pag, 53

  • local que asienta su dominio como socio menor pero imprescindible de los grandes

    monopolios y del capital financiero internacional en el control de la tierra, determina para

    Hernndez Arregui el bajo nivel de industrializacin que demuestra la Argentina en 1914.

    Para l, esto es consecuencia del ordenamiento colonial de la economa 24. Y al mismo

    tiempo, en forma dialctica, del proceso abierto con la crisis de 1930 y en especial el 1946,

    ligada al proceso de industrializacin, la participacin del proletariado en el escenario

    poltico y a la llegada del peronismo al poder abrira una etapa de luchas, que en primera

    instancia buscar la ruptura de lazos de dependencia; la liberacin nacional. Lo que

    Scalabrini llama primitivismo agrario, al contrario, es producto de la voluntad e intereses

    britnicos, que parecen haber orquestado una Argentina pastoril y atrasada, como un

    arquitecto moldea el mrmol al momento de dar vida a una estatuta

    Para Hernndez Arregui, el desarrollo industrial del pas, pone en cuestionameinto

    el dominio del mismo por parte de la oligarqua, basada, mas alla de los cambios de

    nombres y formas, en el control de la tierra y en mantener la estructura primaria

    exportadora. Cualquier desarrollo alternativo que no este ligado a los intereses del

    imperialismo, y sea britnico o estadounidense, es algo que esta clase social, buscar evitar

    por todos los medios a su alcance. Por este motivo, la lucha de clases se intensifica en la

    Argentina tras la llegada del peronismo al poder, movimiento que con sus limitaciones y su

    composicin policlasista, desaloja a esa oligarqua del control del Estado, y abre y un

    espacio para buscar la ruptura de los lazos de dependencia, etapa previa e indispensable

    para cualquier intento de revolucin social futura.

    Pero la oligarqua no solo cuenta con sus propias fuerzas, sino que ha logrado

    penetrar en otras clases sociales, que han adoptado sus valores, objetivos, intereses, como

    propios, pero sin estar asentados sobre una base material similar a la de la clase dominante.

    Un simil del concepto de hegemona de Gramsci parece desprendese de este anlisis de

    Hernndez Arregui, haciendo la salvedad que recin por esos aos comenzaban a difundirse

    parte importante de los escritos de este gran terico marxista italiano que tanta importancia

    tendra en los aos posteriores y en el que la influencia y la lectura detenida de Lenin jug

    24 Hernndez Arregui, Juan Jos; op. cit, pag, 67

  • un papel determinate. Pero este abordaje del problema lo podemos encontrar ya en Karl

    Marx, que con claridad meridiana sealaba. La ideas de la clase dominante son las ideas

    dominantes de cada poca; o dicho en otros trminos, la clase que ejerce el poder material

    dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que

    tiene a su disposicin los medios para la produccin material disponen con ello, al mismo

    tiempo, de los medios para la produccin espiritual, lo que hace que se le sometan, al

    propio tiempo, por trmino medio, las ideas de quienes carecen de los medios para

    producir espiritualmente. Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresin ideal de

    las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones dominates concebidas como

    ideas; por tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase la clase dominante,

    son tambin las que confieren el papel dominante a sus ideas. 25.

    El abordaje que hace Hernndez Arregui sobre la universalizacin de los intereses

    de la oligarqua dominate a nivel local y de las grandes burguesas imperialistas refelja lo

    expresado por Marx en la cita anterior. El control del sistema educativo le ha permitido a

    esta clase permear sus ideas hacia otros sectores sociales. Lo que l va a denominar clases

    medias, pequea burguesa, pequeos propietarios, y los partidos polticos que intentan

    reprsentarlos, son parte, a veces de manera inconsciente, del manteniento de los lazos de

    dependencia en Argentina. Para Hernndez Arregui, el instrumento de que se vale la

    oligarqua para conservar y difundir su pensamiento de clase es la pequea burguesa, en

    su inmensa proporcin de asendencia inmigrante. La clase media no tiene una poltica

    propia. La entrada fija del pequeo burgus le da ideas fijas. En los pases coloniales, un

    estado psicolgico comn a vastas capas intelectuales de la clase media, es sud eseo de

    nop informarse sobre la cuestin nacional....la ideologa del intelectual de clase media es

    solidaria con la clase que paga sus servicios y de la que, en el orden cultural, en un mero

    agregado econmico......es el colchn amortiguador entre las dos clases verdaderamente

    revolucionaria, la burguesa y el proletariado. 26. Mas all de sus limitaciones de clase, que

    emergen de la base materia sobre la que se asienta, claramente expresada aqu por el autor,

    la educacin cumple un papel no menor en este proceso. Hernndez Arregui seala que la

    educacin en la Argentina, bajo el control directo o inidrecto de la oligarqua, es un vasto

    25 Marx, Karl Engels, Friedrich, La Ideologa Alemana, Editorial Grijalbo, Barcelona, 1970 26 Hernndez Arregui, Juan Jos; op. cit, pags, 77-78

  • sistema comunicante que penetra en todos los alvelos de la sociedad y tiende a la

    preservacin de la cultura de la clase. A esta presin, elstica y aisladora, ha sido

    sometida en nuestro pas la clase media...... 27. Es ms, a travs del control de los aparatos

    ideolgicos por parte de la oligarqua, que recordemos es un entramado de relaciones

    sociales, millones de argentinos han aceptado an aceptan esta imagen colonizada del

    pas clisada por los grandes diarios de la oligarqua ganadera y cuya represenatcin

    psquica comenz a esclerosarse en la escuela primaria. Entre la clase alta que educa y las

    clases inferiores educadas, haya capas intermedias que sirven a esa clase. Maestros,

    periodistas, profesores. Por eso, el sistema educativo de la oligarqua, junto con el

    desentendimiento de la ciencia, ha dirigido frreamente la enseanza de la historia, del

    derecho, de la literatura, materias formativas por excelencia, a los fines de afirmar y

    justificar antes las dems clases su dominio poltico y petrificar culturalmente su

    prestigio... La imagen de una Argentina ganadera servida por una tecnologa limitada

    convena a las naciones extranjeras inversoras de capitales 28.

    Pero no solo los sectores medios urbanos cumplen esta funcin imprescindible de

    apoyo a las oligarquas locales y a las burguesias imprialistas segn el autor analizado. Los

    pequeos y medianos propietarios rurales cumplen un papel similar, inlcusive en ocasiones

    con una incidencia an mayor. Al respecto dice; esta inmigracin, sobre todo la que se

    afinc en la tierra, - chacareros, arrendatarios, medieros, comerciantes de las zona

    agrcolas fue ideolgicamente reaccionaria, no progresista...... La unin de la clase

    tererateniente con los colonos y propietarios medios, por las relaciones jurdicas de la

    propiedad territorial como se ha dicho mas que antagonismos ha creado situaciones

    solidarias de conjunto entre la oligarqua y la poblacin inmigrante.....esa pequea

    burguesa rural est ligamentada al sistema de produccin agropecuaria, de cuyos

    beneficios participa como clase subordinada a costa de la deformacin del pas entero 29

    Ningn anlisis similar, con una claro componente sociolgico de los distintos sectores

    sociales, aparece en Sclabarini Ortiz, lo que no le permite ver la complejidad de fuerzas

    27 Hernndez Arregui, Juan Jos; op. cit, pag, 7928 Hernndez Arregui, Juan Jos; op. cit, pags 74-7529 Hernndez Arregui, Juan Jos; op. cit, pags 67-69

  • sociales que pugnan por tener un espacio en la direccin poltica del pas y sus alianzas

    intestables.

    Como podemos apreciar, para Hernndez Arregui, las clases dominantes locales

    han logrado constituir un bloque de apoyo a la direccin impresa por la misma a la poltica

    del pas, subordinada por intereses materiales de las mismas, a las potencias imperiales. Y

    que dan lugar al bloque antinacional, en el que, algunos de sus integrantes no obtienen

    grandes beneficios de su participacin en el mismo, en especial los de asentamiento urbano.

    Si bien no es tema de esta ponencia, orientada a detectar las bases de la dependencia

    en la Argentina para el pensameinto de Hernndez Arregui, es importante sealar que para

    este pensador el esquema reseado anteriormente no es esttico y que aquellos sectores

    medios o pequeo burgueses, fundametalmente aquellos cuyo origen es urbano, que dan

    apoyo a este bloque dependentistas, pueden variar su posicin y pasar a formar parte junto

    al proletariado, nica clase veraderamente revolucionario, de un bloque que luche por el fin

    de los lazos de dependencia, primera etapa de cualquier revolucin socialista. La histora es

    dinmica y por ello las posiciones que adopten diversos sectores sociales no esta

    determinada de una vez y para siempre. Es mas, solo con la ruptura de la alianza de al

    menos parte de estos sectores pequeo burgueses con las oligarquas dominantes va a poder

    ponerse en marcha este proceso de liberacin nacional, cuyo eje vertebrador, pero no unico

    en esta etapa, ha de ser el proletariado. Retomando a Lenin y en una crtica profunda a los

    partidos socialistas y comunista por su crtica a todo nacionalismo, Hernndez Arregui

    sealaba que el terico ruso puntualizaba que la negacin de la nacionalidad en nombre

    del internacionalismo, con frecuencia implicaba la subordinacin de una nacin al

    nacionalismo de otra ms poderosa..... Y la defensa de la patria que pasa a segundo plano

    en determinadas condiciones es de principal importancia en otras... La patria misma como

    categora histrica vara con las pocas. Y la defensa de la patria que pasa a segundo

    plano en determinadas condiciones es de principal importancia en otras: En mi opinin-

    escribe Lenin el reconocimiento de la defensa de la patria en una guerra general est

    completamente de acuerdo con el marxismo....Consideraba que por norma, toda guerra

  • militar o econmica contra el pas opresor era justa.... V.I.Lenin ha establecido con

    precisin este punto en que el nacionalismo y el internacionalismo pueden y deben

    coincidir 30 . Proceso para el cual debe darse una serie de condiciones; una de ellas, la

    conformacin de una alianza social de base nacional, que pueda pujar con xito con las

    oligarquas locales y los intereses imperialistas, que subordinan a las anteriores, pero que

    les garantizan su hegemona local.

    e) Breves reflexiones finales

    Como hemos podido apreciar, mas all de algunas similitudes importantes y del

    camino que, junto con otros, abre Scalabrini Ortiz al momento de dar cuenta de la

    dependencia y el imperialismo, las diferencias emergen en aspectos centrales del anlisis

    terico de ambos pensadores. Un aspecto trascendente a destacar en el pensamiento de

    Hernndez Arregui y que lo diferencia de Scalabrini Ortiz y de algunos escritores

    nacionalistas, es la absolutizcin que aparece en mucho de ellos de la causa externa de la

    dependencia. Al contrario, Hernndez Arregui, sin dejar de lado la misma, seala los

    componentes locales de este fenmeno. Un aspecto de la realidad no puede explicarse sin

    el otro; no hay deux et machina en el proceso histrico, el que adquiere una clara dimensin

    dialctica en su desarrollo.

    En segundo lugar, Hernndez Arregui incorpora la dimanesin histrica al anlisis

    de la dependencia y del imperialismo. Las formas en las que ambos se materializan derivan

    en parte de los procesos histrico previos a la emergencia de Gran Bretaa como potencia

    dominante a nivel global. El latifundio de origen colonial y la clase dominante que se

    levanta sobre l mismo, son inescindibles de las forma en que la dependencia se manifiesta

    y sobre los mecanismos que Gran Bretaa utiliza para implantarla; asimismo, tambin ser

    uno de los aspectos decisivos al tiempo de dar cuenta de las relaciones de subordinacin a

    otros imperialismos y mas tarde a los Estados Unidos. Este dimensin interna, como

    pudimos apreciar, no puede encontrarse en los anlisis de Scalabrini. Para su visin de la

    30 Hernndez Arregui, Juan Jos; op. cit, pags 94-97

  • cosas es insustancial, al ser la formacin econmico social de la Argentina una mera

    construccin de Gran Bretaa, motivo por el cual no vale la pena detenerse demasiado el

    ella.

    En tercer lugar, mas all que los anlisis de Hernndez Arregui se centran en

    la problemtica Argentina, nunca deja de lado la dimensin latinoamericana del fenmeno

    de la dependencia y el imperialismo. Por su parte, Scalabrini Ortiz en muy contadas

    ocasiones hace referencia a Amrica Latina, la que parece estar ausente en su abordaje del

    la dependencia.

    Un cuarto aspecto tiene que ver con la absolutizacin que hace Scalabrini de

    ciertos instrumentos (fuerzas productivas) sobre las que se levanta la dependencia. Esta es

    producto, adems de la inteligencia y sagacidad britnica, del ferrocarril. Su

    nacionalizacin rompera de raz los lmites a los que condenado Gran Bretaa a la

    Argentina y permitira emerger del primitivismo agrario, que supone un destino eterno de

    abastecedor de productos primarios para los centros imperiales. Para Hernndez Arregui,

    sin poner en duda la importancia que adquiere el tendido de la red ferroviaria en los pases

    dependientes, seala que es solo un instrumento y que como sucede con el sistema

    capitalista ser remplazado por otro en la medida que las fuerzas productivas se

    transformen y las luchas interimperialistas de agudicen. Los ferrocarriles contribuyen a

    explicar la forma en que la dependencia se materializa, pero no explican la dependencia en

    s. Son solo un instrumento de una determinada etapa del imperialismo que sin dudas ser

    reemplazado por otra.

    Por ltimo, Scalabrini Ortiz, en consonancia con sus inicios literarios, tanto en

    poesa como en cuentos y ensayos, pone mucho nfasis en los sujetos y las voluntades, las

    que parecen ser las creadoras de la realidad en la que vivimos. Sin duda utiliza un vasta e

    invalorable material emprico; pero la intersubjetividad envuelve todos sus escritos. O son

    los sujetos o son las masas, siempre orientadas, las que formas parte de este relato. Por le

    contrario, para Hernndez Arregui los sujetos no explican la historia, sino que condensan

  • tendencias estructurales que explican la misma. Para este pensador los conceptos de clase

    social y conciencia de clase cumplen un papel central en la historia; conceptos que, como

    vimos, no utiliza en ningn momento Scalabrini.

    (1) Instituto de Estudios Histricos, Econmicos, Sociales e Internacionales (IDEHESI), Fac. de Ciencias Econmicas. Universidad de Buenos Aires.

    (2) UBA. Facultad de Ciencias Sociales

    XXII JORNADAS DE HISTORIA ECONMICAe) Breves reflexiones finales