agua y territorio en las regiones...

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1 AGUA Y TERRITORIO EN LAS REGIONES AGRÍCOLAS DE MÉXICO. EL CASO DE LA REGIÓN DEL BAJÍO MICHOACANO. Área temática 11. Problemas ambientales, cambio climático y gestión de riesgos Dr. Octavio Martín González Santana 1 Centro de Estudios de Geografía Humana El Colegio de Michoacán, A.C. México [email protected] Resumen: Lo que para muchos es conocida como la etapa de la “Revolución verde” ocurrida en México a partir de la década de 1940, misma que en el periodo posrevolucionario se caracterizó por intentar resolver la autosuficiencia alimentaria y lograr la capacidad de exportación de productos agrícolas, en gran medida estuvo basada en el modelo de agricultura bajo irrigación y abarcó importantes regiones del país. Para tal efecto se desarrollaron grandes proyectos, lo que implicó un gran dominio del Estado de diversos territorios locales y sus recursos hídricos. Las obras más amplias, cuyos territorios más tarde serían conocidos como de gran irrigación, se desarrollaron utilizando aguas superficiales mediante la construcción de grandes represas principalmente en el norte del país. Aquellos proyectos de menor tamaño en gran medida se enfocaron en aguas del subsuelo. Al paso de los años la disponibilidad de aguas superficiales se ha reducido de forma considerable y el uso de las subterráneas se incrementó de manera notable, al grado de provocar la sobre explotación de los acuíferos en varias regiones. Al respecto se tiene el caso de lo se conoce como el Bajío michoacano, ubicado al sur del río Lerma en el Occidente de México. En el contexto de lo anterior, con la presencia de los impactos de recurrentes sequías agrícolas, producto del cambio climático, se ha encontrado que ha resultado necesario el uso creciente del agua para riego en el periodo de lluvias, marcando una considerable diferenciación productiva y socio territorial con la agricultura de corte tradicional que solo se abastece de agua de lluvia. A ello habría que sumar que a mediano y largo plazo la viabilidad de la agricultura de irrigación se pone en entredicho, dada la creciente amenaza de una crisis por la escasez de agua subterránea. Por lo que a final de cuentas la emergencia de una posible disputa por el agua se puede convertir en una desigual lucha por el territorio y sus recursos. Palabras clave: Agua, territorio, agricultura, cambio climático Introducción 2 1 Doctor en Ciencias Sociales, interés por la geografía rural y los usos sociales del agua, en 2013 publicó “Estado, recursos hídricos y producción del espacio”, en Martha Chávez y Martín Checa, El espacio en las ciencias sociales: geografía, interdisciplinariedad y compromiso, El Colegio de Michoacán; El reto de la gestión del agua en las regiones de México ante los efectos del cambio climático. El caso de la cuenca del río Turbio, Cuadernos de geografía-Revista colombiana de geografía, Universidad Nacional de Colombia, Vol. 22, pp. 125-144. Profesor-Investigador del Centro de Estudios de Geografía Humana de El Colegio de Michoacán. Tel. 352 5256107 ext. 2401 [email protected] 2 Parte de la información manejada en esta ponencia procede de un reporte técnico denominado “Aspectos agropecuarios de la región de La Piedad, Michoacán”, presentado en 2010 dentro del proyecto de investigación

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AGUA Y TERRITORIO EN LAS REGIONES AGRÍCOLAS DE MÉXICO. EL

CASO DE LA REGIÓN DEL BAJÍO MICHOACANO.

Área temática 11. Problemas ambientales, cambio climático y gestión de riesgos

Dr. Octavio Martín González Santana1

Centro de Estudios de Geografía Humana

El Colegio de Michoacán, A.C.

México

[email protected]

Resumen:

Lo que para muchos es conocida como la etapa de la “Revolución verde” ocurrida en México a

partir de la década de 1940, misma que en el periodo posrevolucionario se caracterizó por intentar

resolver la autosuficiencia alimentaria y lograr la capacidad de exportación de productos agrícolas,

en gran medida estuvo basada en el modelo de agricultura bajo irrigación y abarcó importantes

regiones del país. Para tal efecto se desarrollaron grandes proyectos, lo que implicó un gran

dominio del Estado de diversos territorios locales y sus recursos hídricos. Las obras más amplias,

cuyos territorios más tarde serían conocidos como de gran irrigación, se desarrollaron utilizando

aguas superficiales mediante la construcción de grandes represas principalmente en el norte del

país. Aquellos proyectos de menor tamaño en gran medida se enfocaron en aguas del subsuelo. Al

paso de los años la disponibilidad de aguas superficiales se ha reducido de forma considerable y el

uso de las subterráneas se incrementó de manera notable, al grado de provocar la sobre explotación

de los acuíferos en varias regiones. Al respecto se tiene el caso de lo se conoce como el Bajío

michoacano, ubicado al sur del río Lerma en el Occidente de México. En el contexto de lo anterior,

con la presencia de los impactos de recurrentes sequías agrícolas, producto del cambio climático, se

ha encontrado que ha resultado necesario el uso creciente del agua para riego en el periodo de

lluvias, marcando una considerable diferenciación productiva y socio territorial con la agricultura

de corte tradicional que solo se abastece de agua de lluvia. A ello habría que sumar que a mediano y

largo plazo la viabilidad de la agricultura de irrigación se pone en entredicho, dada la creciente

amenaza de una crisis por la escasez de agua subterránea. Por lo que a final de cuentas la

emergencia de una posible disputa por el agua se puede convertir en una desigual lucha por el

territorio y sus recursos.

Palabras clave: Agua, territorio, agricultura, cambio climático

Introducción2

1 Doctor en Ciencias Sociales, interés por la geografía rural y los usos sociales del agua, en 2013 publicó “Estado,

recursos hídricos y producción del espacio”, en Martha Chávez y Martín Checa, El espacio en las ciencias sociales:

geografía, interdisciplinariedad y compromiso, El Colegio de Michoacán; “El reto de la gestión del agua en las regiones

de México ante los efectos del cambio climático. El caso de la cuenca del río Turbio”, Cuadernos de geografía-Revista

colombiana de geografía, Universidad Nacional de Colombia, Vol. 22, pp. 125-144. Profesor-Investigador del Centro

de Estudios de Geografía Humana de El Colegio de Michoacán. Tel. 352 5256107 ext. 2401 [email protected] 2 Parte de la información manejada en esta ponencia procede de un reporte técnico denominado “Aspectos

agropecuarios de la región de La Piedad, Michoacán”, presentado en 2010 dentro del proyecto de investigación

2

Lo que para muchos es conocida como la etapa de la “Revolución verde” ocurrida en México a

partir de la década de 1940, misma que en el periodo posrevolucionario se caracterizó por intentar

resolver la autosuficiencia alimentaria y lograr la capacidad de exportación de productos agrícolas,

en gran medida estuvo basada en el modelo de agricultura bajo irrigación y abarcó importantes

regiones del país. Para tal efecto se desarrollaron grandes proyectos, lo que implicó un gran

dominio del Estado de diversos territorios locales y sus recursos hídricos. Las obras más amplias,

cuyos territorios más tarde serían conocidos como de gran irrigación, se desarrollaron utilizando

aguas superficiales mediante la construcción de grandes represas principalmente en el norte del

país. Aquellos proyectos de menor tamaño en gran medida se enfocaron en aguas del subsuelo. Al

paso de los años la disponibilidad de aguas superficiales se ha reducido de forma considerable y el

uso de las subterráneas se incrementó de manera notable, al grado de provocar la sobre explotación

de los acuíferos en varias regiones. Al respecto se tiene el caso de lo se conoce como el Bajío

michoacano, ubicado al sur del río Lerma en el Occidente de México. En el contexto de lo anterior,

con la presencia de los impactos de recurrentes sequías agrícolas, producto del cambio climático, se

ha encontrado que ha resultado necesario el uso creciente del agua para riego en el periodo de

lluvias, marcando una considerable diferenciación productiva y socio territorial con la agricultura

de corte tradicional que solo se abastece de agua de lluvia. A ello habría que sumar que a mediano y

largo plazo la viabilidad de la agricultura de irrigación se pone en entredicho, dada la creciente

amenaza de una crisis por la escasez de agua subterránea. Por lo que a final de cuentas la

emergencia de una posible disputa por el agua se puede convertir en una desigual lucha por el

territorio y sus recursos.

Pues la historia de la política de irrigación desarrollada en el país nos da cuenta ante todo de

las grandes obras que fueron construyéndose en no muchas regiones, donde sobresale el norte y en

menor medida el centro y el occidente. Casi de forma regular se manejaba un discurso que

vinculaba el cultivo de la tierra y los hombres y el monumento principal era la gran represa. Pero no

siempre fue así y al paso de los años se ponen los ojos en el agua contenida en el subsuelo y no solo

para las obras nuevas que ya no eran de gran tamaño, sino también para apoyar a las zonas irrigadas

a partir de las grandes represas y por tanto era con agua superficial. Dicho proceso empieza a

perfilarse en la década de 1950 y adquiere proporciones alarmantes a partir de los años 80 y 90 del

siglo pasado. Así las cosas que resultó necesario un esquema que limitara el uso del agua

subterránea, mismo que más tarde fue conocido como las vedas para uso del agua. A pesar de ello,

el uso del agua subterránea sigue en incremento, especialmente para la agricultura de riego. De ahí

la importancia del estudio de caso que se pretende mostrar en la presente ponencia.

Un esbozo del contexto hidroagrícola mexicano

Partiendo del gráfico siguiente, puede observarse que hay una desigual distribución de la superficie

agrícola en México, situación que se hace más evidente cuando se trata superficies que se cultivan

bajo sistemas de humedad y riego. Por lo que si se observa más a detalle la ubicación de las diversas

entidades federativas, se puede señalar que existe un territorio mexicano dividido por zonas donde

sobresale la agricultura irrigada, como es el caso del norte. En cambio la agricultura que solo

depende del temporal de lluvias se localiza en el centro y sur del país. Una situación intermedia

puede localizarse en el Centro Occidente, muy en especial en lo que se conoce como el Bajío de

México.

“Propuesta de desarrollo territorial integral de la región de La Piedad”, financiado con Fondos Mixtos y registrado con

la clave: 1172457. De ahí entonces que la información manejada corresponda únicamente al estado de Michoacán, dado

los términos de referencia señalados por el financiamiento.

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Gráfica 1

Pero no obstante la aparente distribución que se acaba de señalar, al momento de que se cambia la

óptica sobre el tipo de agua que se usa para la agricultura de riego, que en términos generales es

superficial y subterránea, la situación cambia un poco dado que de todos los estados del país, solo

es en Sinaloa donde no se tiene un uso excesivo de agua subterránea, pues gran parte de sus zonas

de riego se basan en el uso de agua superficial.

Dado el limitado espacio del presente documento, puede agregarse que si la óptica se lleva a

la situación de la disponibilidad del agua subterránea para diversos usos, donde sobresale la

agricultura, según la gráfica 2 puede encontrarse que existe una considerable sobre explotación de

dicho recurso, muy en especial en el norte y parte del Centro Occidente del país. Lo que de entrada

pone en entredicho la actividad agrícola, si es que no se toman medidas necesarias para enfrentar

dicha situación en contexto de la presencia del cambio climático y cuyos efectos, en especial la

sequía, se perfilan de forma considerable en gran parte del territorio mexicano, pero especialmente

en su porción central.

Gráfica 2

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Fuente: INEGI/USV/V4

Superficie agrícola en México

Agricultura de humedad Agricultura de riego Agricultura de temporal

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La región de La Piedad

Lo que para efectos de la presente ponencia se considera como la Región de la Piedad, es el

territorio integrado por los municipios de Numarán, La Piedad y Yurécuaro. Ésta se encuentra

comprendida justamente en la porción noroeste del estado de Michoacán y al sur del Río Lerma, en

su colindancia con los municipios de Pénjamo y Degollado, correspondientes a los estados

Guanajuato y Jalisco respectivamente (ver mapa 1).

No obstante la predominancia de la ciudad de La Piedad de Cavadas en esta porción de

Michoacán, sobre todo en lo que compete a las actividades económicas relacionadas con la

porcicultura, la industria y los servicios, el sector agropecuario tiene su propia dinámica en la

región, en gran medida resultado de una importante tradición del uso de las aguas superficiales,

sobre todo del Río Lerma, sus afluentes y varios manantiales, para la producción agrícola, las

actividades ganaderas y, en su momento, la generación de energía mecánica y eléctrica orientada a

las actividades urbano-industriales.

A la fecha la dinámica de la actividad agropecuaria de la región se sustenta en la existencia

de un régimen de propiedad donde comparten el predominio las propiedades social y privada, así

como de un entorno geográfico que da cuenta de la importancia de las sociedades locales, en su

interacción con los ámbitos regional, nacional y global, para la conformación del espacio agrícola

de la región que nos ocupa y los sistemas productivos que le dan vida.

Mapa 1

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Esidades federtivas Fuente: CONAGUA 2015

Disponibilidad de agua subterránea en México al 2014

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La Piedad: una región agropecuaria en el noroeste de Michoacán

En una primera instancia se puede precisar que la región de La Piedad, que comprende a los

municipios de La Piedad, Numarán y Yurécuaro, tiene una superficie de 534.31 kilómetros

cuadrados y en cuya orografía prevalece el Cerro Grande de La Piedad y por la margen sur el

vecino Cerro de Zináparo, en cuanto al borde oeste del complejo montañoso conocido como el

Bajío Montañoso Michoacano (Guegueon, 1988). La predominancia de ambos edificios volcánicos

al lado sur del Río Lerma ha motivado la presencia de una serie afluentes cuyos escurrimientos

intermitentes en gran medida confluyen hacia estrechos valles formados por el Río Lerma sobre los

1700 msnm en la margen este del municipio de Numarán y sobre los 1530 msnm en el centro norte

del municipio de Yurécuaro, así como al vecino valle de Ecuandureo, en una especie de continuidad

con el anterior.

De ahí entonces que la región de La Piedad resulte ser la porción oeste de lo que se conoce

como el Bajío seco michoacano, esta última una meso región que inicia en los municipios de

Puruándiro y Pastor Ortiz en la parte este, y que concluye con el municipio de Tanhuato hacia el

oeste, todos ellos territorios municipales ubicados al sur del Río Lerma y al norte de las regiones de

la “Meseta Purépecha” y Bajío Zamorano.

Por tanto, la región de La Piedad, en gran medida se constituye como un instrumento que

permite aportar a la definición de un perfil agropecuario de la misma. Una región donde las

complementariedades, integración y articulación, en buena medida se dan a partir de las relaciones

comerciales establecidas entre diversas actividades productivas de los municipios de La Piedad y

Numarán, principalmente y en menor medida Yurécuaro. Aunque el factor de integración de la

región lo representa la ciudad de La Piedad, misma que para el 2010 representaba 60% de la

población total, que en ese entonces sumaba 139,170 habitantes. Para ello el cuadro siguiente

resulta muy ilustrativo. Al respecto puede precisarse que el municipio de La Piedad, muy en

especial de zona conurbada de La Piedad del lado michoacano, funciona como centro neurálgico de

la actividad porcícola, misma que actúa como eje articulador para la comercialización de la

producción regional granos y forrajes, especialmente de sorgo y trigo y como proveedor de insumos

para las actividades agropecuarias.

Cuadro 1

Población de la región de La Piedad en 2010 Municipio Población en

2010 Población cabecera

municipal

Representatividad al interior del

municipio

Representatividad al interior de la

región

Numarán 9,599 4,944 32% 04%

La Piedad 91,132 78,361 84% 60%

Yurécuaro 26,152 20,560 79% 17%

Total 139,170 112,110 ----- 81% Fuente: Censo de Población y Vivienda 2010, INEGI, 2012

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La conformación de la orografía de la región de La Piedad ha dado origen a considerables

superficies de gran potencial agrícola, en la actualidad casi en su mayoría irrigadas, tanto a partir de

agua superficial proveniente de represas como de agua subterránea producto de la perforación de

pozos profundos. Dado que los valles antes mencionados se ubican sobre la margen sur del Río

Lerma, hacia el interior de la región y sobre las porciones medias se localiza una importante franja

de terrenos aptos para la práctica de la ganadería, mismos que conviven con afloramientos de

manantiales e infraestructura de almacenamiento donde predomina su uso agrícola, ganadero y para

consumo humano.

En esta porción de Michoacán, según la clasificación de la FAO, el clima predominante en

las zonas de valle es “semicálido y subhúmedo con lluvias en verano”, cuya precipitación se ubica

sobre los 700 milímetros anuales y con una temperatura promedio que oscila entre los 3 grados

centígrados como mínima en La Piedad y 38 grados como máxima en La Piedad y Yurécuaro;

resultando la temperatura menos extrema en el municipio de Numarán con 14 grados como mínima

y un poco más de 30 como máxima. En cambio, en las inmediaciones del Cerro Grande y al sur del

mismo, sobre las partes medias y altas el clima es templado, con una temperatura mínima promedio

inferior a la zona de valles.

Pese a ese aparentemente benigno clima para la práctica de la agricultura, al menos en los

últimos años la sequía se ha hecho recurrente, lo que ha ocasionado importantes pérdidas en la

producción agropecuaria local en al menos cuatro ocasiones en tiempos recientes. Específicamente

en los años de 2000, 2005, 2009 y 2011, lo que convierte a la región de La Piedad en una zona

frágil y susceptible de afectación por las manifestaciones del cambio climático y por tanto ésta es

una de sus debilidades. En ese orden de ideas, dado que la región se encuentra en el margen sur del

Río Lerma, cuya pendiente apenas es perceptible en las zonas de valle, está muy presente en la

historia local las constantes inundaciones provocadas por las crecientes del río y sus afluentes. A tal

grado que para efecto de proteger a la ciudad de La Piedad se construyó una obra de control que al

desviarse el cauce original se impide que el Río Lerma pase sobre sobre esta porción del municipio.

En lo que compete a las características edafológicas presentes en la denominada región de

La Piedad, siguiendo la clasificación de la FAO los suelos predominantes son el Vertisól pélico y

crómico, así como Feozem lúvico y áplico. Los primeros cubren la mayoría de la región, en el caso

del pélico, y la porción alta del Cerro Grande para el crómico, cuya característica principal es su

gran fertilidad con un alto contenido de arcilla y que bajo riego permiten buenas cosechas de trigo y

sorgo. En el caso del Feozem lúvico, presente hacia el noroeste del municipio de Numarán y sureste

de La Piedad y el áplico, localizado en la porción oeste de Yurécuaro, son suelos fértiles ricos en

materia orgánica y buenos para los cultivos de maíz y frijól.

En lo que concierne a la vegetación existente en esta parte del noroeste de Michoacán, se

observa la presencia de matorral subtropical en las porciones medias del Cerro Grande de La Piedad

y el Cerro los Picachos, pasando por la Mesa de los Guajes, al Cerro de Doña Ana, hasta llegar al

Mogote Alto y el Cerro Blanco en Yurécuaro, que como ya se mencionó, permite las actividades

ganaderas. También existen las zonas de pino-encino poco aprovechadas en la parte alta del cerro

mencionado. Las áreas de agricultura se localizan hacia las partes bajas, y en menor medida medias,

del Cerro Grande. La zona de irrigación se ubica principalmente en el estrecho valle de Numarán y

zonas aledañas, en áreas bajas y medias del municipio de La Piedad y en el valle de Yurécuaro. Por

su parte el uso del suelo obedece a las condiciones orográficas imperantes (cerros y valles) y al

acceso a los recursos hídricos, a últimas fechas mucho más subterráneos que superficiales.

De esta forma, en lo compete al uso actual del suelo, de acuerdo con la SAGARPA en

términos absolutos en la región de La Piedad el suelo de uso ganadero predomina sobre el de uso

agrícola, donde los extremos son el municipio de La Piedad, con un uso mayoritariamente

ganadero, aunque un poco venido a menos y Numarán, donde predomina el uso agrícola. El nivel de

cobertura de siembra en la superficie agrícola en general es cercano al 80%, el grado de

mecanización es inferior al 70% en la región y muy cercano al 80% en el municipio de Numarán.

Ahora bien, en lo que compete a la superficie que tiene un uso agrícola de riego, ésta es un

poco inferior a las casi doce mil hectáreas de labor de temporal. En ese contexto, la mayor

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superficie absoluta y relativa agrícola irrigada se localiza en municipio de Yurécuaro y la menor en

La Piedad, mientras que la mayor superficie ganadera corresponde a este último municipio.

Como se había mencionado al principio de la ponencia, el régimen de propiedad

predominante en la región de La Piedad es el ejidal. Aunque esto último no resulta una regla, al

menos para los municipios de La Piedad y Numarán. Según datos del INEGI de 2004, en dicha

región existe un total de 47 núcleos agrarios integrados por 4,037 ejidatarios, donde éstos suman

una superficie dotada o reconocida de 38,773 hectáreas. Es decir, de acuerdo a las anteriores cifras

pudiera deducirse que la propiedad social cubre 72% del total de la región, restando 28%, en su

mayoría de propiedad privada. Una vez efectuado el proceso de certificación se observa que a esa

fecha se había certificado un total de 26, 543.12 hectáreas, donde se incluyen 7, 298 parcelas

certificadas y 5, 212 solares urbanos titulados. En lo que compete al interior de cada uno de los tres

municipios, es en La Piedad donde existe mayor cantidad de núcleos agrarios y por tanto la mayor

superficie social, más no así en cuanto a la cobertura total del municipio, que resulta ser la menor,

sobre todo si se le compara con el municipio de Yurécuaro que prácticamente está cubierto por

propiedad ejidal.

Pero en realidad las anteriores cifras resultan ser un tanto engañosas, dado que los núcleos

agrarios no necesariamente se circunscriben de forma exclusiva al territorio municipal e inclusive al

estatal. Ya que desde su origen éstos fueron constituidos a partir de una acción del Estado

posrevolucionario, mismo que actuó en consideración a la propiedad originaria de la nación y por

tanto otorgándoles a los núcleos agrarios una jurisdicción federal. Algo que para el caso de la región

de La Piedad, muy similar a otras zonas limítrofes interestatales, los núcleos de población bien

podían recibir tierras ubicadas en un municipio o estado vecinos. Dicho fenómeno se puede apreciar

como algo que nos indica que el territorio ejidal y/o comunal, en cuanto a la base de reproducción

territorial de los núcleos agrarios, tiene un componente que los fortalece más allá del municipio y la

entidad federativa de origen. Algo que a su vez puede resultar problemático a la hora de definir con

precisión la propiedad social correspondiente a cada municipio, en cuanto a entidad territorial

compuesta por centros de población y sus territorios. Muy diferente a lo que puede resultar en la

propiedad existente en cada municipio y que no necesariamente corresponde a los núcleos agrarios

ubicados al interior del mismo.

Bajo ese contexto, un caso especial resulta ser el municipio de Numarán, ya que varios

ejidos tienen su territorio parcial o totalmente fuera de la jurisdicción municipal, tal y como resulta

ser el caso de La Unión, Japacurío y El Triunfo, ubicados dentro de La Piedad. Algo muy similar a

lo que ocurre nuevamente con el Triunfo y Jaripitiro al interior del municipio de Zináparo. Ya

dentro de las fronteras del estado de Guanajuato se encuentra parte del territorio de los ejidos de

Cañada de Ramírez, Jaripitiro, Numarán y La Tepuza. Un caso muy similar a lo que ocurre con los

ejidos de La Piedad de Cabadas, Zaragoza y Acuítzio del municipio de La Piedad. Pero no

ahondaremos más en este asunto, que bien da para un buen tema de investigación, pero lo que ahora

se busca es formar un perfil agropecuario de la región de La Piedad.

Bajo ese orden de ideas, resulta imperante señalar que la región de La Piedad tiene una

ubicación geográfica privilegiada, pues históricamente se ha vinculado con la gran región del Bajío

y la región de los Altos de Jalisco. En últimos tiempos lo ha hecho con Pénjamo y Degollado,

derivado de la dinámica de la actividad porcícola presente mediante las granjas instaladas en los

municipios de La Piedad, Numarán, Pénjamo y Degollado y que se articulan las actividades

agrícolas con las ganaderas. Es decir, La Piedad ha estado funcionando como una frontera vinculada

a dos dinámicas productivas añejas, la agricultura para el caso de Guanajuato y la ganadería para los

Altos de Jalisco.

De ahí que en la actualidad la región esté muy bien comunicada vía carretera federal y de

cuota con la capital del estado de Michoacán, las ciudades de Guadalajara y la capital del país, así

como con el corredor urbano formado por el sistema de ciudades medias, predominantemente

agrícolas e industriales, que parte desde Pénjamo, pasando por Irapuato, León, Celaya y Santiago de

Querétaro. Adicionalmente, desde principios del siglo XX ha estado comunicada vía ferrocarril con

Guadalajara, Manzanillo, ciudad de México, las citadas ciudades del estado de Guanajuato y en su

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momento con el Bajío zamorano y parte de la Tierra Caliente Michoacana, mediante el extinto

ramal Yurécuaro-Los Reyes. Al interior de la región se encuentran bien comunicadas sus cabeceras

municipales por carreteras federales y estatales. De forma similar se encuentran comunicadas sus

localidades más importantes por caminos asfaltados y de terracería. Lo cual permite potenciar las

actividades agropecuarias presentes en la región y articularlas con el entorno regional y nacional.

Si bien las actividades agropecuarias son el centro de interés de la presente ponencia,

mismas que en lo agrícola suman un poco más de 2,500 productores que cultivan cerca de 16,000

hectáreas y con una superficie promedio de 6 hectáreas en el ciclo productivo primavera-verano,

bien vale la pena señalar que, muy en consonancia con lo señalado respecto al centro de gravedad

establecido en la ciudad, éstas no son las únicas actividades y para algunos casos no resultan

predominantes en términos de personal ocupado, ni en números absolutos ni relativos.

Al respecto es de señalarse que la Población Económicamente Activa Ocupada de la región

de La Piedad no tiene una predominancia poblacional en el sector agropecuario, pero no por ello le

resta su importancia, sobre todo para los municipios de Numarán y Yurécuaro. En 2010 la mayor

concentración de Población Económicamente Activa se encuentra en el municipio de La Piedad. En

números absolutos sobresale aquella ocupada en el sector terciario o de servicios, muy por arriba de

Yurécuaro y Numarán. Pero si observamos los datos porcentuales nos podemos dar cuenta que en

La Piedad el porcentaje ocupado en el sector primario es poco representativo con apenas 10%, en

comparación con un poco más del 60% del sector terciario. Bajo esa premisa, podemos constatar

que en Numarán resulta predominante el sector primario con 47%, mientras que el terciario se

observa como equilibrado con 35%. Por último, Yurécuaro resulta ser el municipio donde su PEA

ocupada es similar a Numarán con un sector primario que ocupa justamente 45%, en cambio el

terciario abarca 32%.

Bajo esa perspectiva, resulta que a su interior la región de La Piedad, al menos en lo que

compete al personal ocupado, no es lo equilibrada que se quisiera, sobre todo cuando se le compara

con los ingresos por rama de actividad y los recursos utilizados para la producción agropecuaria. Ya

que resulta que el municipio de La Piedad funciona como el centro neurálgico de la región, no sólo

en términos de personal ocupado, sino también respecto a su papel como centro comercial para la

compra venta de insumos y productos agropecuarios, al igual que en cuanto a ente integrador de la

producción regional que abastece la actividad porcícola.

Otro elemento que caracteriza a la región de La Piedad es su importante flujo de productores

agropecuarios y población en general hacia otras entidades del país al igual que hacia los Estados

Unidos de Norteamérica. De esta forma en la actualidad hay una subutilización de las tierras

agrícolas, y quizá también las ganaderas, dada la salida de una importante cantidad de brazos en

plena edad productiva, lo cual implica una sub explotación de los espacios productivos, que en el

caso del agrícola su uso actual oscila entre 60% y menos. Pues pareciera que el impacto del

fenómeno migratorio internacional es considerable, desde luego contemplando los atenuantes de

sexo, edad y ocupación o más bien multiactividad económica de varios productores agrícolas,

excluyendo a los productores privados y al que una parte importante de los territorios ejidales se

encuentren fuera del estado de Michoacán.

Lo anterior nos lleva a pensar que en la región de La Piedad existe cierta desigualdad en

cuanto a la concentración de la riqueza y el desarrollo humano. Pues según datos de CONAPO de

2005, de acuerdo con el índice de Gini en el municipio de La Piedad existe el mayor grado de

concentración de la riqueza, apenas seguido por Yurécuaro y un poco más atrás Numarán. Por lo

que la región de La Piedad se encuentra por debajo de la media nacional, pero con un nivel de

concentración considerable todavía, comparado con los países del llamado primer mundo, en este

caso de la Unión Europea, mismos que oscilan entre 0.247 y 0.385. De ahí que el respecto el Índice

de Marginación se comporte contrastante al interior de los municipios de la región, donde se puede

percibir una considerable correlación entre niveles de migración, las bases productivas

agropecuarias presentes y por ende el desarrollo territorial alcanzado. Lo que implica visos de

debilidades al interior de los municipios, especialmente en cuanto al número de localidades

consideradas con un Índice de Marginación alto y muy alto, elaborados por la CONAPO 2005, que

9

son a razón de10 de un total de 18 para Numarán, 8 de 20 para Yurécuaro y 14 de 47 para el caso de

La Piedad

Hacia un análisis del sector hidroagrícola de la región de La Piedad y sus bases productivas

A modo de principio en este apartado puede mencionarse que gran parte de la estrategia nacional de

modernización del sector hidroagrícola, sobre todo a partir del periodo posrevolucionario, se ha

sustentado en el uso del modelo agrícola industrial y de su abastecimiento mediante agua para

regadío. Es decir, la disposición de agua tanto en el periodo de secano como de lluvias otorga gran

potencial productivo a las actividades agropecuarias pero sobre todo, lo más importante, la certeza

de lograr cosechas seguras no obstante la eventual o recurrente escasez de agua pluvial. Para la

región de La Piedad lo anterior constituye una gran fortaleza, pues mediante el acceso al regadío se

aseguran cosechas de granos y forrajes como el trigo, la cebada y las hortalizas, tanto en el ciclo

productivo de otoño-invierno como de primavera-verano. Por tanto, el agua es una de las

principales bases productivas del sector agropecuario de la región, aspecto del que hablaremos

enseguida.

Sin embargo no hay que olvidar que gran parte de la superficie agrícola de la región no tiene

acceso al riego, algo similar a lo que ocurre con la ganadería extensiva que se practica en las zonas

ganaderas o de agostadero, abundantes en sus municipios. De ahí que tanto el exceso como la

escasez de agua ocasionen fuertes problemas en forma de sequías e inundaciones, lo que a mi juicio

es una de las debilidades, entre otras más, de la dinámica productiva del sector agropecuario.

A ese respecto, habría que recordar que históricamente el Bajío mexicano, la gran región a la

que pertenece el territorio en comento, por un buen tiempo se caracterizó por el control y

aprovechamiento de las aguas superficiales con un fin productivo, sea agrícola, ganadero, de

generación de energía mecánica y eléctrica. A ello obedece una larga tradición de construcción de

obras de infraestructura para la irrigación y la práctica de la técnica agrícola del entarquinamiento,

todo ello en tanto no arribara la Revolución Verde a esta parte del país. Misma que en lo

hidroagrícola se caracterizó por la creación de Distritos de Riego mediante la construcción de

importantes obras de almacenamiento y distribución de las aguas superficiales y en no menor grado,

de pequeñas obras de conducción y almacenamiento que aprovechan medianas y pequeñas fuentes

como escurrimientos, derivaciones, manantiales, al igual que se sustraen agua del subsuelo.

Al respecto pudiera decirse que ese es el origen de la presente agricultura de riego de la

región de La Piedad, misma que actualmente se compone del Distrito de Riego 087 Rosario-El

Mezquite y de una gran cantidad de unidades de pequeño riego y de aprovechamientos que pudieran

considerarse de carácter más individual o familiar.

Antes de presentar los aspectos vinculados con el uso de las agua en el sector agrícola de la

región, resulta importante hacer algunas referencias a la producción de dicho sector. De ahí que

pueda comentarse que cualquier país o región que se precie de aspirar al logro de niveles

importantes de desarrollo territorial, en la medida de la disposición de sus recursos productivos

debe desplegar una dinámica de producción que le permita en un primer momento alcanzar la

autosuficiencia alimentaria y en un segundo producir los excedentes suficientes como para competir

en el mercado nacional de productos agrícolas, bien sea de granos y forrajes, de hortalizas o de

cualquier otro producto que potencie las ventajas comparativas y competitivas tan aludidas en esta

etapa de mayor mundialización de las economías nacionales y regionales. Desde luego que cumplir

de forma cabal con dicho enunciado no resulta ser una tarea fácil, pero al menos debe tenerse una

perspectiva que permita orientarse a ello.

Al respecto no sobra señalar la importancia de la producción ganadera de la región,

especialmente la porcícola, su articulación con el cultivo de granos y forrajes, especialmente el

sorgo y, por el otro, el desarrollo de una región hortícola bastante emprendedora. Todo indica que

esos son los dos ejes por los que se desenvuelve la dinámica agrícola de la región que nos ocupa,

bien sea por la cobertura territorial o por los ingresos brutos que al respecto se obtienen.

En ese sentido la siguiente gráfica ilustra muy bien los dos ejes antes señalados, no obstante

al respecto no se cuente con un horizonte temporal de mayor envergadura, pero si lo suficiente

10

como para en un primer momento mostrarnos el comportamiento de la producción agrícola de la

región de La Piedad en el periodo comprendido entre el año 2001 y el 2008. Si se observa las líneas

de tendencia de los granos y forrajes, al igual que de las hortalizas, al menos para el periodo

referido se percibe que éstas van a la baja. Y esto tiene su explicación, sobre todo por cuestiones de

competitividad del mercado nacional de hortalizas y por los efectos del cambio climático, entre

otras cosas.

Pero como suele suceder al interior de cualquier territorio de dimensiones considerables, las

variaciones están presentes al momento de la desagregación espacial en unidades menores, como en

este caso resultan ser los municipios que integran la región. En ese sentido, existe una distinción

bastante clara entre la producción de los municipios de La Piedad y Numarán, por un lado y el de

Yurécuaro, por el otro. Donde La Piedad tiene una ligera ventaja respecto a los granos y forrajes y

Yurécuaro lo propio con las hortalizas. Adicionalmente las mayores tendencias a la baja en la

producción de granos la tienen Numarán, Yurécuaro y La Piedad y en lo que compete a las

hortalizas es más que evidente en Yurécuaro, tal y como puede observarse en al gráfica siguiente.

Empero la superficie cultivada y su tendencia aparente a la disminución, tal y como se observa en la

gráfica anterior, no necesariamente nos puede indicar con certeza absoluta la presencia de tal o cual

orientación del eje de la producción ni de la exigencia en el consumo de los recursos productivos y

el capital necesario para lograr inversiones que en ocasiones pueden resultar prohibitivas para el

grueso de los productores de la región. En ese sentido, la óptica regional de los ingresos brutos

logrados para el periodo que abarca del 2001 al 2008 nos sugiere cierto predominio de las hortalizas

sobre los granos y forrajes, al igual que las agaváceas. Pero la tendencia a la disminución se

confirma en las hortalizas y no así en los granos y forrajes, todo ello quizá a causa del incremento

de los precios de compraventa de éstos últimos, más que de la dinámica de la producción misma.

0

10

20

30

20012002200320042005200620072008

Mile

s d

e h

as.

Años Fuente: SAGARPA 2009

Superficie cultivada total en la región de La Piedad en el periodo 2001-2008

agavaceas

Granos yforrajes

Hortalizas

0

2

4

6

20012002200320042005200620072008

Mile

s d

e h

as.

Años Fuente: SAGARPA 2009

Superficie cultivada total de hortalizas por municipio en la región de La Piedad

para el periodo 2001-2008

La Piedad

Numarán

Yurécuaro

11

Desde luego los costos de inversión, el gran consumo de agroquímicos y agua para regadío, al igual

que los riesgos inherentes tanto al cultivo de las hortalizas como al sobre competido mercado

nacional no resultan en una tarea fácil para el productor promedio de la región de La Piedad. Pues al

respecto se requiere articularse con dicha dinámica productiva a partir de un elemento que asegure

cubrir las necesidades hídricas de las hortalizas y eso solo lo permite un acceso seguro al agua

mediante el regadío, especialmente a partir de aguas subterráneas. Es justamente aquí donde se

puede entender la articulación existente entre el gran consumo de agua para regadío en el valle de

Yurécuaro y su importante producción de hortalizas. Tal y como se puede observar en la posterior

gráfica.

Dicho lo anterior y a modo de entrada sobre cuestiones vinculadas con el uso de las aguas

nacionales podemos señalar que para principios de 2013 y según datos de la CONAGUA, el

volumen anual concesionado total suma 72.7 millones de metros cúbicos, en su mayoría de origen

subterráneo con 84% y en menor volumen de superficial con 16%. Algo nada despreciable que

equivale a un porcentaje importante respecto del volumen total concesionado al Distrito de Riego

087 que es de 241 de millones de metros cúbicos de aguas superficiales (Barragán et al, s/f).

Precisando al respecto que parte de las aguas del distrito están consideradas en el presente análisis,

especialmente las que corresponden a la región y no al distrito en su totalidad, mismo que va más

allá de misma.

En lo que compete al número de aprovechamientos que cuentan con título de concesión y

están funcionando, éstos sumaban 655 para diciembre de 2012. Ahora bien, en lo que incumbe a la

distribución del volumen concesionado en el ámbito regional sobresale el rubro agrícola, seguido

muy por abajo por el público urbano. Al respecto no olvidemos que en la ciudad de La Piedad se

concentra el 60% de la población total de la región, según datos del 2010.

En la gráfica siguiente puede observarse la distribución del volumen concesionado, tomando

en cuenta su origen superficial o subterráneo. Como puede visualizarse el rubro agrícola cuenta con

0

200

400

600

Mill

on

es

de

pe

sos

Años Fuente: SAGARPA 2009

Total de ingresos brutos por el cultivo agrícola en la región de La Piedad para

el periodo 2001-2009

Agavaceas

Granos yforrajes

Hortalizas

0

100

200

300

400

500

2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008Mill

on

es d

e p

eso

s

Años Fuente: SAGARPA

Total de ingresos brutos por el cultivo de hortalizas en los municipios de la región de

La Piedad para el periodo 2001-2009

La Piedad

Numarán

Yurécuaro

12

un volumen cercano a los 63 millones de metros cúbicos anuales, mientras que el público urbano

apenas suma un poco más de 7 millones de metros cúbicos anuales.

*No se consideró el módulo de riego de La Piedad

Por tanto, si bien queda claro que el agua para uso agrícola es lo predominante en la región con

85%, en el ámbito de cada municipio sobresale Yurécuaro quien cuenta con un poco más del 60%,

lo cual implica una concentración del uso del agua con un fin productivo y por tanto permite

entender el porqué de la dinámica productiva tan relevante de un sector agrícola especializado en

las hortalizas y un importante consumo de recursos productivos, sumado al agua, además de la

constante adopción la innovación tecnológica, necesidad de mano de obra capital de inversión, etc.

Aunque esto último no quiere decir que la actividad porcícola de los municipios de La Piedad y

Numarán no sea generadora de recursos económicos, y que quizá sea mayor a la agricultura, pero

que para el caso del presente análisis no requiere de grandes cantidades de agua de forma directa,

pero sí lo es de forma indirecta al consumir, vía la elaboración de alimentos para el ganado, en

especial el porcino, a partir de formulaciones basadas en el maíz y el sorgo. En ese sentido esto

permite entender también que justamente es la ciudad de La Piedad la principal usuaria de agua para

consumo humano, dado que representa la mayor concentración de población, además de fungir

como centro de comercio de insumos agropecuario, compra de granos, y servicios para la región en

comento e inclusive más allá.

Pero si se cambia la óptica del agua concesionada con fines agrícolas al nivel de las

localidades de los municipios que comprenden la región de La Piedad, al observarse la gráfica

siguiente puede evidenciarse que si bien es Yurécuaro el municipio que mayor volumen de agua

concesionada tiene, el volumen de agua a que tiene acceso cada una de las cabeceras municipales

considerando al régimen de propiedad social y privada, con excepción de Numarán, resulta superior

que las del resto de cada municipio. Lo que para el caso del municipio de Yurécuaro representa algo

digno de resaltar, pues es la cabecera municipal la que concentra la mayor cantidad de agua, pero en

un nivel tal que bien puede llevar a pensar que adicional a un polo poblacional, de comercio y

servicios que es la ciudad de La Piedad, para el caso del ramo agrícola, el principal consumidor de

agua es la ciudad de Yurécuaro, la que por sí sola concentra más de una tercera parte del total del

municipio con casi 34%, lo que la convierte en un polo económico de fuerte base hidroagrícola.

Algo que en cierta medida tiene sus implicaciones respecto al manejo de los recursos y de su

disponibilidad. Situación que se corrobora con la existencia de la gerencia del distrito de riego en

dicha ciudad, no obstante La Piedad sea una ciudad de mayor población, inclusive Zacapu, mismas

que corresponden a otros de los módulos del mismo.

0

5

10

15

20

25

30

35

40

Mill

on

es

de

m3

anu

ale

s

Municipios Fuente: RPDA/CONAGUA 2013

Deglose de aguas nacionales concesionadas en la región de La Piedad

Multiples

Público urbano

Pecuario

Industrial

Servicio

Doméstico

Agrícola

13

La anterior situación, sobre todo en lo que compete a un excesivo uso de las aguas nacionales

subterráneas, ha propiciado una sobre explotación de los acuíferos que abarca la región. Algo que se

ha convertido en una característica en la gran Región de Bajío, pues una gran mayoría de acuíferos

del estado de Guanajuato ya no disponen de agua para nuevas concesiones y se manejan con un

gran déficit. Lo que de alguna forma nos indica que el modelo de la agricultura industrial está

llegando a su límite en las zonas de agricultura intensiva. Todo ello debido a un proceso de

sustitución del uso de agua superficial por agua subterránea ocurrido en la década de 1950 en el

estado de Guanajuato y que todavía puede observarse en el vecino acuífero de Zamora, mismo que

en 2001 tenía una disponibilidad de casi 51 millones de metros cúbicos anuales, ya para 2009 solo

le restaban 32 y al 2014 existe un déficit de casi un millón de metros cúbicos anuales. Es decir, en

menos de tres lustros dicho acuífero ha sufrido de una reducción de la disponibilidad de agua de

casi 52 millones, esto según información de la propia CONAGUA.

Ahora bien, si se observan los datos del gráfico anterior puede encontrarse que no obstante la

tendencia de ligera mejoría de los acuíferos de La Piedad y Briseñas-Yurécuaro, es más que

evidente la tendencia a la recuperación en el de Pastor Ortiz-La Piedad, aunque todavía insuficiente

pues su déficit actual es de casi 66 millones de metros cúbicos anuales, en comparación con los 18 y

25 de los otros dos acuíferos. Una posible explicación a dicho nivel de recuperación puede estar en

la aplicación de una política de uso eficiente de agua y energía, misma que ha posibilitado una

mayor eficiencia de los sistemas de conducción e irrigación, que para el caso de riego por goteo y la

agricultura de ambiente controlado como los invernaderos resulta ser muy alta. Aunque respecto a

esto último habría que precisar que dichas tecnologías están orientadas a la producción de la

hortofruticultura y no necesariamente a los granos básicos que siguen irrigándose con métodos

todavía tradicionales, aunque la conducción hasta la parcela es en su mayoría por medio de tubería

subterránea.

Conclusiones

0

10

20

1 3 5 7 9 11 13 15 17 19Mill

on

es

de

m3

anu

ale

s

Número de localidades Fuente: RPDA/CONAGUA

Distribución por localidad del volumen de aguas nacionales concesionadas con fines

agrícolas en la región de La Piedad

Municipio deYurécuaro

Municipio de LaPiedad

Municipio deNumarán

-127,4 -101,9

-66,9 -14,0

-26,3 -25,3

-22,1 -18,1

-150,0

-100,0

-50,0

0,0

2001 2009 2014

Mill

on

es d

e m

3 an

ual

es

Fuente: www.conagua.gob.mx/disponibilidad Consultado en junio de 2014

Evolución de la disponibilidad de agua en los acuífereos de la región de La

Piedad

PASTOR ORTIZ-LA PIEDAD

BRISEÑAS-YURECUARO

LA PIEDAD

14

Sin duda le perspectiva regional ha permitido describir cómo que se desarrollan las relaciones entre

los sectores rural y urbano en una región localizada en el noroeste de Michoacán. Al respecto

resulta evidente que en la construcción de dicha relación las actividades productivas más

importantes desde la perspectiva agroindustrial, como lo son la porcicultura y la agricultura, dan

cuenta de la dinámica del modelo hidroagrícola impulsado por el Estado posrevolucionario en la

región y de como éste empieza a mostrar evidencia de decadencia desde el momento en que la

disponibilidad del agua con un fin productivo está en franca decadencia, si es que no se hace un

cambio de paradigma. El modelo del agua, tal y como se explota en la actualidad, no permite

asegurar la disponibilidad del agua en el mediano plazo. Sin duda deben plantearse otras estrategias

donde muy probablemente debe hacerse efectiva el tratamiento del agua residual y su reutilización

con fines agrícolas que plantea la actual legislación del sector hidroagrícola. Pero en ello quizá deba

impulsarse en verdad una nueva cultura del agua que sirva de base para posibilitar el manejo ético

del agua, tanto en su extracción, uso, tratamiento y reutilización. Ante todo con la idea de establecer

una especie de círculo virtuoso del manejo y gestión del agua que fortalezca las dinámicas

regionales y posibilite su perdurabilidad productiva en el mediano y largo plazo. En una idea de

recuperar los mantos acuíferos e ir más allá de la unicidad del uso del agua y pensar más en la

multiplicidad de la misma.

Bibliografía:

Comisión Nacional del Agua, Disponibilidad del agua subterránea por acuífero del estado de

Michoacán, consultado el marzo de

2014,http://www.conagua.gob.mx/disponibilidad.aspx?n1=3&n2=62&n3=112

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CONAPO.

Gougeon, Olivier (1991), “El noroeste de Michoacán: Un paisaje en busca de identidad”, en

Dominique Michelet (coord.), Paisajes Rurales en el noroeste de Michoacán, Collection

Etudies Mesoamericaines II-1, Cuadernos de estudios michoacanos 3, México: CEMCA- El

Colegio de Michoacán, pp. 55-101.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2012) Censo de Población y Vivienda, 2010.

Cuestionario básico, México: INEGI.

Registro Público de Derechos de Agua/CONAGUA, Consulta a la base de datos del RPDA,

consultado en abril de 2014,

http://www.conagua.gob.mx/Repda.aspx?n1=5&n2=37&n3=115

Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación/SIAP (2009)

Producción agrícola, Ciclo: Cíclicos y Perennes 2001-2009 Modalidad: Riego + Temporal.

Consultado diciembre de 2010, http://www.siap.gob.mx/cierre-de-la-produccion-agricola-

por-cultivo/