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AFROAMÉRICA LA TERCERA RAIZ Luz Ma. Martínez Montiel

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AFROAMÉRICA[1]

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AFROAMRICA

AFROAMRICA LA TERCERA RAIZ

Luz Ma. Martnez Montiel

Los buques negreros transportaron durante cuatro siglos con los hombres mujeres y nios africanos, sus dioses creencias y tradiciones, que conformaron la TERCERA RAIZ DE AMRICA.

La llegada de Cristbal Coln al Nuevo Continente abri una etapa en la historia de la humanidad e inici el nuevo orden econmico mundial y la era de los imperios transcontinentales. En este contexto, es imprescindible subrayar que por lo menos hasta la primera mitad del siglo XIX, una de las consecuencias fundamentales de la conquista y la colonizacin del Nuevo Mundo por los europeos, fu la relacin econmica social y cultural permanente entre Europa y el frica Negra en los escenarios de Amrica; aunque los viajes de Coln y el dominio de la isla de La Espaola sellan el violento y fatal para unos, feliz para otros, encuentro de los cuatro mundos, el hecho relevante es que a partir del siglo XVl el traslado forzado de ms de 20 millones de africanos, transform las relaciones econmicas, sociales y culturales de los tres continentes: Europa, Amrica y frica.

Los planteamientos en las lneas del Proyecto Afroamrica La Tercera Raz (1) retoman algunos aspectos relevantes del proceso esclavista que se procuraron mantener en la serie monogrfica editada en CD RON por el Instituto Histrico Tavera y la Fundacin Larramendi de Madrid. Estos planteamientos se consideraron pertinentes para cimentar las propuestas a las universidades Iberoamericanas respecto a la investigacin y enseanza de nuestra historia cultural y el ocultamiento de la presencia africana, en general en la Historia Oficial.

Investigaciones histricas recientes han confirmado la presencia de negros africanos en el sur de Espaa desde los tiempos anteriores a Coln.

Entre otros documentos, se han trascrito libros parroquiales de iglesias andaluzas que, a finales del siglo XV y comienzos del XVI, revelan la existencia de numerosos negros; tambin se afirma que en los viajes de Cristbal Coln venan en las naves tripulantes negros, lo que denota que ya desde esa poca eran una poblacin ampliamente integrada a la vida de la pennsula. Estas afirmaciones permiten dar por cierto algo que era dudoso, tambin Corts y Pizarro trajeron negros para la empresa de la Conquista de Amrica.

En el ao de 1501, se transporta un numeroso grupo de negros africanos a La

Espaola trados directamente desde frica; el ltimo cargamento de la

mercanca de bano del cual hay pruebas fehacientes, fue desembarcado, segn los historiadores cubanos, en abril de 1873, y trasladado al ingenio de Azcar de Juragu en el sur de Cuba. Es decir, que sin contar el arribo individual de negros africanos, antes y despus de estas fechas, el comercio de esclavos dur aproximadamente 355 aos y el nmero de los que llegaron a Amrica se calcula entre 20 y 40 000 000. Ningn otro proceso migratorio en el mundo ha tenido una dimensin igual. A esta cifra hay que agregar un alto nmero de muertos en la travesa y otro indeterminado, muy alto, de fallecimientos en el proceso de captura y dispersin de las sociedades africanas a las que pertenecieron los africanos

( 1 ) Gallegos,Jos Andrs: Claves para la comprensin de Amrica Colecciones MAPFRE. Madrid 1991

destinados a ser vendidos y esclavizados. An ms, a esta

demografa de la trata atlntica legal, hay que aadir el comercio clandestino y la piratera que introdujeron un nmero an no calculado de esclavos.

Concentrados principalmente en la amplia zona del sistema americano de plantaciones en el Caribe, Brasil y Estados Unidos, los africanos tambin fueron mano de obra en todo el territorio americano, por eso no hay regin ni cultura del continente, ni sector social, ni actividad econmica alguna que no est marcada por su presencia. En la actualidad el estudio y la comprensin de nuestra realidad sin el anlisis de los aportes africanos en la construccin de Amrica es a todas luces incompleto. En el terreno cultural, las contribuciones de los africanos son relevantes desde el proceso mismo de formacin continental y desde cualquier perspectiva: la histrica, tnica, demogrfica, econmica y social. Lo que marca de manera ms profunda la conformacin americana es haber sido el crisol tnico en el que la aportacin negroafricana es una de las tres ms importantes, en conjunto, tanto o ms que la indgena (segn el pas de que se trate) y, demogrficamente, ms que la europea.

Los mestizajes entre negros e indios o entre negros y europeos llamados afromestizajes, no han tenido la misma atencin por parte de los estudiosos que la que ha tenido la dicotoma europeo - indgena. La mayora de los estudiosos de la historia de Amrica no desconocen la presencia de los africanos, pero han reducido su inters a ciertos aspectos de la vida de la poblacin afroamericana como el de las diversas formas de explotacin y la demografa de la poblacin esclava o el problema de los derechos humanos.

Por otro lado, mientras a la poblacin indgena se la considera como el sector propietario desposedo y vencido en sus territorios naturales, al africano se le analiza como un intruso forzado a serlo, a causa de la esclavitud. En la mayora de los textos de historia para la educacin escolar y en los museos, se le designa como negro o esclavo De ah, que se ignore por desconocimiento, la aportacin africana altamente creadora a la cultura americana ya acumulada durante cinco siglos. Desde esta perspectiva se puede afirmar que la configuracin de lo que es hoy Amrica, no se debe slo a la transformacin de sus races indias por la accin europea colonizadora, sino que tambin, deben incluirse los injertos de africana que se arraigaron en la poblacin desde los primeros aos de su mestizaje. ste es uno de los aspectos que en el Proyecto AFROAMRICA MXICO se pretende impulsar con el estudio de nuestra tercera raz africana.

Las aportaciones negroafricanas en general, se integraron en un primer momento bajo el rgimen de la esclavitud, puede decirse que de las condiciones en que trabajaban, dependa la posibilidad de los negros de participar en la vida social y cultural. Desde tiempos coloniales muchos cronistas los misioneros sobre todo - se vieron obligados a enfrentar el tema de la esclavitud africana y la presencia del negro, libre o esclavo, en la nueva sociedad en formacin. Hoy en da, los estudiosos de todas las ramas del conocimiento, incluyendo poetas, novelistas, pintores y msicos, se interesan por el tema.

En los Estados Unidos el estudio del negro ha sido, reiteradamente tratado por la historiografa y la sociologa con un enfoque racista y con una marcada tendencia a la cuantificacin de cualquier problema que se reduce a uno: el de la familia negra, un problema permanente de integracin conflictiva. En ese pas el negro sigue siendo objeto de discriminacin y marginacin, mantiene el estigma de la criminalidad y la sociedad blanca que conserva el modelo anglosajn, le concede muy pocas veces la igualdad. La paradoja es mayor cuando constatamos que culturalmente los exponentes de los EEUU son precisamente y en su mayora negros.

En Latinoamrica durante los ltimos cincuenta aos ha tenido lugar una intensa poca de investigaciones en torno a nuestra identidad como pueblos multiculturales. Una nueva visin se desprende de la reflexin en torno a la conmemoracin del Quinto Centenario: ha llegado la hora de analizar ms profundamente la conformacin de la sociedad americana en su triple dimensin india, europea y africana.

A la luz de estas nuevas investigaciones, surge la primera afirmacin: en su implantacin en las sociedades americanas, el negro fue siempre un componente no slo biolgico, sino tambin cultural. Entre 1492 y 1873, el flujo africano a Amrica siendo mucho mayor que el europeo y, en ciertas regiones como el Caribe, mayor que la poblacin aborigen a la cual sustituy. En gran parte de las colonias donde los indgenas americanos fueron ms numerosos, est claro que el mestizaje se consum fundamentalmente entre indios y negros. Ante esta evidencia no podemos emprender una tarea infructuosa de cuantificar los aportes culturales de unos y otros, ante un proceso de interculturacin que reuni en el mismo escenario a la humanidad existente en varios mundos, debemos partir del hecho inobjetable que de este encuentro multicultural se derivaron las sociedades americanas. Desde el principio se debe entender que la construccin de Amrica, al exigir la cacera de esclavos negros para la explotacin econmica del Continente, determin, a su vez, la desestructuracin de las sociedades africanas y por supuesto la transformacin de la cultura europea dominante y la cultura y sociedades indgenas receptoras.

No se trata slo de ampliar los estudios latinoamericanos con la temtica del negro, sino de incluir en la historia oficial una visin coherente de la interrelacin de Amrica y frica va Europa que, necesariamente, signific cambios profundos para los tres continentes. El que esta interrelacin estuviese motivada fundamentalmente por los intereses econmicos del expansionismo europeo, por lo tanto impuesta y no libremente originada, orienta el enfoque de la inclusin del negro en la Historia. Su presencia forzada en Amrica implic su desarraigo del hogar ancestral para servir a otros como esclavo en un espacio cultural y geogrfico totalmente extrao a l. Su condicin de cautivo condicion a su vez la restriccin de sus tradiciones y la anulacin de su identidad. Pero siendo su presencia tan temprana, pues llega al mismo tiempo que sus captores y puesto que contribuye a la construccin de Amrica es justo reconocerla como una de sus races.

La historia y la interpretacin cultural de Amrica han estado dominadas por la visin euro cntrica -cuya secuela todava padecemos- en la que el africano siguiendo la posicin de los esclavistas slo representa un nmero en la demografa, una cifra en la fuerza de trabajo y otra ms en la cuenta de la plusvala; as la presencia africana ha sido reducida a un dato demogrfico o econmico, derivado de la ptica que dejaron los mismos negreros, que slo vean en el africano la mano de obra til que aseguraba la explotacin colonial y la plusvala en la compraventa de esclavos. Aunque parezca mentira hay docentes en las universidades de toda Amrica que consideran que los negros no tienen Historia.

Por otra parte, todava en algunos pases de nuestro continente el negro es un problema de integracin, lo mismo que la poblacin india. En los libros de historia las sociedades aborgenes pierden su historicidad y son tratadas en la sociedad criolla como el problema indio. Hasta la fecha la integracin nacional en la diversidad tnica sigue siendo una deuda pendiente en Mxico, Guatemala, Bolivia y otros pases de poblacin mayoritariamente india.

La divisin tnica que imprimieron los conquistadores para explicar la colonizacin fue adoptada por los criollos de la clase dominante para justificar la separacin de Espaa y legitimar su poder en los pases independientes. La cultura dominante por tanto, sigui siendo la de los hijos de europeos misma que eman de los nuevos centros de dominacin neocolonial despus de haber obtenido la separacin de las metrpolis, y que continu predominando.

La conmemoracin del V Centenario puso el acento en las sociedades autctonas americanas; por ello, se hace imprescindible entre nosotros, el anlisis de las sociedades negras y toda la rica interaccin entre ambos pueblos y los europeos, pues slo as se completa la reflexin sobre la cultura americana. No se trata de una tarea nueva, sino de vigorizar los programas que estn en marcha e insistir ante las organizaciones internacionales para multiplicar los esfuerzos en la creacin de centros de investigacin y museos regionales e interregionales de las culturas afroamericanas. Los logros que culminen con estas instituciones permitiran, al mismo tiempo, la creacin de los productos culturales de sntesis y resumen: los libros, discos, cine y otros medios para que se reconozca uno de los componentes fundamentales de la poblacin americana, ms all del prejuicio y del olvido.

En una reunin (1992) en Mxico, expresbamos que el fin del siglo XX estuvo marcado por las luchas tnicas en el mundo entero. El culto a la tecnologa ha creado la desigualdad social, la pobreza, el subdesarrollo, la explotacin de las masas campesinas y obreras, que son el origen de los conflictos nacionales internos, generadores de violentos antagonismos. Las diferencias tnicas, manipuladas por los grupos en pugna por el poder, han desembocado en algunos pases en guerras civiles con su secuela de drsticos cambios en las sociedades y miles de muertes ante la indiferencia o la impotencia internacionales.

Actualmente, como en el siglo XVI, hay etnias que mueren violentamente, poblaciones enteras en vas de extincin; los actos de genocidio se multiplican en un mundo altamente tecnificado. Con frecuencia, el shock biolgico -bacilar y viral- entre poblaciones que entran en contacto repentino, causa un descenso considerable en la demografa. A causa del ecocidio generalizado en el planeta, numerosos grupos tnicos se extinguirn antes de alcanzar su florecimiento y expansin cultural; otros ms, privados de sus derechos durante siglos, estn en pie de lucha impugnando las estructuras polticas y mentales que pretenden mantenerlos en la marginacin, la opresin y la negacin de sus valores, stas son las condiciones en las cuales la mayora de los pueblos afroamericanos e indoamericanos mantienen su resistencia cultural aferrados ante todo, a su herencia ancestral.

Roger Bastide llam Las Amricas negras a las culturas creadas por los africanos y conservadas por sus descendientes. Otros empleamos el trmino Afroamrica en el mismo sentido, abarcando desde el nivel de la estructura econmica hasta el de las representaciones colectivas, es decir, todo aquello creado por el hombre negro americano; tcnicas de produccin y formas de trabajo, sistemas de conocimiento, de pensamiento, artes y lenguas que, en su conjunto, constituyeron el universo cultural de los pueblos afroamericanos.

Los movimientos culturales en Amrica nos conducen hacia el reconocimiento de nuestras races; a medida que asumimos nuestra identidad, somos, al mismo tiempo, ms especficos y ms universales. En la actualidad, las culturas afoamericanas regresan a sus orgenes, se vierten en las africanas en una nueva fusin ancestral . Esto es reflejo del dinamismo y el anhelo que inspira el mundo moderno de los pueblos pacficos, aquello que fue creado por la fuerza puede ahora, pacficamente, ir al encuentro de su raz.

Pero no se puede pretender la autonoma de las culturas afroamericanas pues, por muy distintas que parezcan, son inseparables del campo cultural global, en el cual y en relacin al cual, se configuran y se desarrollan de manera particular, Afroamrica designa algunas formas especficas que integran la cultura global americana. De ah que se insista en que toda cultura o subcultura , se inscribe en un sistema de intercambio en el que se efectan los procesos de asimilacin, influencias y oposicin.

La singularidad e importancia de las culturas populares afroamericanas, se debe tratar con un enfoque interdisciplinario, en el cual, la historia, la sociologa y otras disciplinas como la antropologa, den su versin sobre los modelos culturales implcitos y explcitos que reglamentan la conducta y los valores de esos grupos. Estos sistemas, considerados microculturales en relacin a la cultura mayoritaria, han desarrollado mecanismos de retencin de lo africano, con la dinmica que los singulariza.

Desde las primeras dcadas del siglo XVI, queda registrada la presencia histrica del africano en Amrica; la demografa del comercio de seres humanos que fueron arrancados al continente africano ha sido mltiples veces discutido, segn Du Bois, es de 15000,000; De la Ronciere seala 20; un clculo que incluye a los que moran en los barcos negreros, durante la travesa (35%), en los depsitos de esclavos en las costas africanas (25%), o bien, en el trayecto del interior del continente a los puertos de embarque (50%) e, incluso, en las caceras de los traficantes (50%), eleva la cifra de los sacrificados. Segn los ltimos estudios, llegan a Amrica 40000,000, lo que significa para algunos demgrafos, que fueron apresados, esclavizados o asesinados, 385,142 negros africanos todos los meses, es decir 1,056 diariamente, durante los casi cuatro siglos que dur la esclavitud. Habiendo recibido esa enorme fuerza de trabajo y esa presencia cultural tan importantes nuestra deuda con frica es Infinita.

Si nos remitimos a la demografa, tomemos el caso de Mxico. los esclavos introducidos por la costa atlntica principalmente, al ser factor de mezcla racial adems de mano de obra, llegaron a constituir en su descendencia amplios sectores que conformaron la base del mestizaje mexicano. As ha quedado plenamente demostrado en las recientes investigaciones sobre la poblacin colonial de diversos estados de nuestra repblica, en los que se confirma la presencia africana y sus aportaciones en la economa, como factor de mezcla en la estructura social y la cultura. El hecho de haber conservado en mayora a la poblacin indgena, el rea mesoamericana en su conjunto representa un mestizaje en el que el negro fue mas numeroso que el espaol

En cuanto a los niveles de africana en las culturas afroamericanas.debe considerarse que la red de relaciones que se desarroll entre Amrica y frica a lo largo de los siglos de esclavitud, y en los subsecuentes despus de las independencias de los pases americanos en el siglo XIX, y de los africanos en el XX, deriv en un complejo sistema de sobrevivencias, nuevas influencias e intercambios en todos los niveles de la cultura. La presencia africana como factor histrico, de hacerse consciente, podra constituir una fuerza integradora entre los pases de Amrica Latina y el Caribe. Tambin en los Estados Unidos, slo para hacer una breve referencia a este caso, ha sido ampliamente reconocida la contribucin africana como elemento formativo y punto de partida en la tradicin cultural. Los afroamericanos recrean lo que se ha llamado, en un lenguaje especializado, el folk-life, es decir, la sntesis de rasgos africanos y europeos legitimados en Amrica y, por lo tanto original, con una forma de lenguaje que al paso de los aos, alberga formas, estilos y estructuras propias.

La msica y el ritmo siguen siendo un componente esencialmente integrador en frica y por herencia, en Amrica; en todas las culturas de los dos continentes son dos elementos indispensables de las actividades comunitarias, sociales y religiosas. En Estados Unidos, tienen esa funcin, acompaar los actos de la poblacin afro y por extensin o adopcin la de los anglos tambin.

Esta tradicin forma parte de las relaciones culturales, siempre vigentes entre frica y Amrica. Es un hecho muy reconocido que en el proceso de la creacin cultural en Amrica Latina y el Caribe, se han producido formas y tcnicas musicales de origen africano adaptadas e incorporadas a las sociedades locales, que patentizan el mestizaje en el desarrollo cultural entre pueblos y pases de origen comn. ste, es tema de una nueva historia cultural.

En la tradicin oral y el valor de la palabra, residen otros rasgos que revelan afinidad entre los descendientes de africanos; se manifiesta en lo que se llama en nuestro continente la cultura criolla, que (permea ) todas las clases sociales. A dicha tradicin debe drsele preferencia en la nueva historia cultural. El estudio de la literatura popular y de la tradicin oral es fundamental para reescribir la historia de las sociedades afroamericanas. Hasta ahora, esta fuente de valor inapreciable ha sido explorada bajo ngulos diferentes, segn las disciplinas de los estudiosos que se han interesado en ella. Los folcloristas han visto en estas formas de expresin colectiva sobrevivencias de otras ya desaparecidas; los etnlogos las interpretan como un reflejo de la sociedad contempornea y de un modo de enseanza o de transmisin de los valores de grupo; los psiclogos, en fin, las explican como medio para expresar aspectos psicolgicos del inconsciente colectivo.

Reescribir la historia cultural de nuestra Amrica es un imperativo que se hace ms urgente en este momento de revaloracin en ocasin del V Centenario de la llegada de los europeos a nuestro continente. La proyeccin de Amrica en el Viejo Mundo y en frica misma, se realiza ya, en un flujo de retorno, no slo mediante las ideologas, sino a travs delas artes como la danza y la msica. Entre los factores que deben integrarse a esa nueva historia, dos son propietarios: los lazos genticos y culturales que unen a los pueblos de frica y Amrica y el incontestable pluralismo cultural de nuestras sociedades actuales, que tuvo su origen en el mestizaje.

La idea del pluralismo implica, en relacin a la cultura, el rechazo a toda definicin elitista; la afirmacin del patrimonio colectivo da reconocimientos a otras nociones que se derivan de ella, como la de culturas populares, que sin establecer jerarquas, definen los componentes especficos que, dentro del conjunto total, son del dominio de amplios sectores sociales. La cultura, al ser enseada y aprendida como un sistema de obras, modelos de referencia y normas, obliga a que en la poltica educacional y de difusin cultural, se tomen en cuenta las particularidades de los diferentes medios sociales que producen sus formas especficas de cultura.

La historia, al incorporar la raz africana, har ms comprensible el mestizaje como proceso global que produjo, adems del crecimiento de las fuerzas productivas, una pluralidad de bienes culturales: lenguas criollas, tradiciones orales, religiones sincrticas, entre otros aportes no menos importantes que ya se han sealado. En la crisis actual que abarca la economa y los valores de la cultura, se nos ofrece un momento propicio para reajustar los lazos de identidad que pueden auxiliar en el planteamiento de nuevos proyectos, actuando, igualmente, como refuerzo en los acuerdos econmicos y las alianzas polticas.

Amrica es, en su conjunto una, y diversa en su pluralidad. No hay futuro posible sin la participacin plena, a la cual tienen derecho todas las etnias que la conforman. Cualquier rechazo a nuestras races indias, europeas o africanas, impide erradicar los conceptos racistas que, de una u otra forma, cuestionan nuestra identidad, pues como se ha afirmado, todo pueblo que se niega a s mismo est en trance de suicidio.

La esclavitud africana en Amrica, a partir de la trata negrera atlntica y el sistema esclavista, nos plantea numerosas particularidades dentro de la complejidad general. En esta basta problemtica encontramos un denominador comn que tiene su origen en Amrica: el negro, es decir el africano convertido en mercanca y en esclavo. Para estudiarlo como agente cultural, es preciso ubicarlo en los dos contextos que le dan origen. Por una parte, el de la trata negrera que lo capturaba en su hogar nativo y lo venda en Amrica; y, por la otra, en el sistema esclavista que le impuso el trabajo forzado en el rgimen colonial americano para, de ah, partir a sus orgenes y darle su dimensin cultural.

Con frecuencia se han empleado frmulas matemticas fras y rigurosas en la historia econmica del negro. Pero, para la historia integral de la trata atlntica, se imponen otros procedimientos si lo que se busca es obtener una visin completa del papel sociohistrico y cultural del africano.

En una perspectiva terica ms actual, despus de inventariar las fuentes documentales de que se dispone en pases europeos y americanos, stas deben utilizarse de diversas maneras y con distintos enfoques.

En reuniones internacionales, los expertos han examinado las repercusiones de la trata en frica y en los pases receptores, as como en los pases europeos que la originaron. se ha buscado obtener una evaluacin no solamente de la importancia numrica de la poblacin deportada de frica sino, tambin, de las consecuencias sobre la evolucin y el crecimiento de las fuerzas productivas en Amrica y del financiamiento de la revolucin industrial en Europa.

En efecto, diversos especialistas han examinado el enriquecimiento de las economas y el desarrollo industrial de los pases europeos, procurado por el comercio de los esclavos, en particular, durante la fase de acumulacin primitiva de capital, as como el enriquecimiento de las tierras receptoras de la mano de obra africana. Los numerosos estudios, que se han multiplicado particularmente durante los ltimos quince aos, han intentado hacer una evaluacin de los mismos y, por otra parte, se han examinado las consecuencias de la mezcla cultural en las mentalidades y en las estructuras sociales y econmicas en los pases americanos.

Dentro de estos trabajos, es importante el examen de las posiciones y la evolucin de la doctrina de las Iglesias cristianas, que intervinieron e, incluso, respaldaron y tuvieron intereses en el comercio de esclavos africanos, sobre todo, en los siglos XVII y XVIII.

Sin embargo, ahora, se hace necesario ya un estudio de conjunto sobre el papel de los africanos y los afroamericanos en el desarrollo econmico, social y cultural de Amrica; esto requiere la organizacin de redes de investigacin interdisciplinaria integradas por especialistas, sobre todo de los pases con poblacin de ascendencia africana; de este trabajo de conjunto se derivarn nuevos conocimientos aprovechando el avance y desarrollo de las ciencias sociales. Es importante, tambin, crear directorios e inventarios de las fuentes de documentacin disponibles en toda Amrica para el estudio integral, tanto de la trata, como de la esclavitud y de sus consecuencias econmicas y culturales en todo el mundo.

En los coloquios y reuniones auspiciados en las dos ltimas dcadas por la UNESCO, se ha favorecido la realizacin de los objetivos cientficos apuntados y se ha establecido, como necesaria, la vinculacin de lo afroamericano con su tronco africano; para avanzar en esta tarea compleja todava, se requieren recursos que rebasan las posibilidades y presupuestos nacionales que se conceden a este campo de investigacin. Los materiales impresos y la bibliografa existente, en muchos casos, no han transpuesto las fronteras del pas en que se producen. No obstante, puede afirmarse que, actualmente, existe un creciente inters por difundir los valores de Afroamrica: as lo indican las innumerables expresiones culturales que incluyen al negro como tema y como protagonista en la literatura, poesa, msica, danza, escultura y pintura. Pero el negro no est presente slo en las Bellas Artes, su mbito ancestral y natural lo ubica en la cultura popular, es ah donde habremos de buscarlo, porque es ah, donde siempre ha hecho sus mayores aportaciones.

Incluso, estas investigaciones, de tomarse en cuenta, podran orientar los programas de desarrollo, asociados a los problemas caractersticos de los pases de Amrica Latina: el cambio social y cultural, la problemtica de la reforma agraria, la educacin y el mejoramiento de las condiciones de vida de la familia rural, y la de los barrios urbanos. Son problemas de inters mundial que tienen una gran importancia sociolgica y poltica. En los ltimos 50 aos, numerosos especialistas desde diversas posiciones polticas, han estudiado las relaciones econmicas entre negros y otras minoras marginadas, en Estados Unidos, el Caribe y Sudamrica. Los negros siguen siendo tema en revistas y peridicos y continan estando relacionados con lo que se ha llamado las subculturas y con los movimientos de emigracin a los centros industriales de los pases del norte, ocasionando la desintegracin familiar, los choques intertnicos y la formacin de ghettos en zonas pobres. El tpico de las minoras y su asimilacin a las culturas mayoritarias son, hoy en da, materias de gran discusin en libros, ensayos, revistas, peridicos, coloquios y reuniones internacionales,

Con las independencias de los pases americanos, el negro pas de esclavo a ciudadano; se cuestion entonces, como en el caso de los E.U. ya mencionado, su capacidad de asimilar los modelos de cultura anglosajona o latina, considerndose que su cultura, costumbres diferentes, formas de pensar y de sentir impedan o, por lo menos, ofrecan serios obstculos para su incorporacin a las sociedades americanas y a la cultura occidental. Es importante, por lo tanto, que hayan sido justamente las religiones afroamericanas las que, inicialmente, llamaran la atencin de los primeros investigadores como Nina Rodrguez en Brasil y Fernando Ortiz en Cuba; en Hait se pens tambin al principio, que el vud, como religin de la masa rural compuesta de negros era el mayor obstculo para el desarrollo econmico y social de la isla. Sin embargo, fue en ese pas, precisamente, donde se dio uno de los pasos del movimiento de la Negritud, reclamando el reconocimiento del vud como fuente cultural y no como un conjunto de supersticiones, ya que su desprestigio se debi, mayormente, al desconocimiento de esta religin. La ocupacin norteamericana en Hait fue lo que despert el nacionalismo de la lite, que los llev a la toma de conciencia y a la unidad cultural. Todos los haitianos reivindican su herencia africana.

Lo anterior nos lleva a constatar que el estudio de la cultura de los negros en Amrica se ha abordado desde una perspectiva ms poltica que cientfica; desde el principio, la ciencia est bajo la influencia de una ideologa, bien sea sta una ideologa racista, de rechazo a los valores de la cultura afroamericana o una ideologa de reivindicacin de esos mismos valores, como la del movimiento de la Negritud.

A juicio de algunos autores, en las ltimas dcadas, la ciencia ha ido rompiendo sus nexos con la ideologa; esta ruptura ha tenido el mrito de aplicar sistemticamente los anlisis y las teoras cientficas al estudio de las supervivencias africanas, en lo que Roger Bastide llam, como ya se ha citado, Las Amricas negras. No obstante, no puede afirmarse que los lazos entre la ciencia y la ideologa estn totalmente rotos, parecera que no es posible una neutralidad y una objetividad absolutas en una poca como la presente, en la que el problema de integracin racial y tnica se plantea en todo el mundo y en toda Amrica, especialmente en pases en donde dicha integracin ha tenido pocas violentas. En el Caribe, se da actualmente un gran movimiento religioso que recrea las antiguas formas de los cultos de santera de origen nigeriano; es como un segundo retorno a la africana radicada en estas religiones llamadas sincrticas; se trata de una prctica de los grupos tnicos que hoy estn en plena actividad y que realizan una reinterpretacin de sus propias tradiciones. Con estas manifestaciones de identificacin hacia lo africano se comprueba que la esclavitud, contrariamente a lo que se haba pensado, no destruy totalmente la cultura negra. Cuando se habla de la asimilacin del negro americano, no debe pensarse, por ejemplo, sino en el paso de la desorganizacin impuesta por el blanco a una reorganizacin de los ncleos negros, segn las posibilidades y modelos que le permite la sociedad mayoritaria. Ms an, en la prctica cotidiana de algunas religiones como la santera, que comnmente se tena como cosa de negros, incorpora cada vez ms, a sectores no negros de los pases en donde se practica. Estos rituales colectivos de convivencia religiosa dan como resultado la africanizacin del blanco; lo que demuestra que fue en el largo proceso de mestizaje, cmo negros, blancos e indios introdujeron nuevas formas de vivir, de bailar, nuevas creencias y hasta recetas culinarias originales.

Es oportuno recordar en este punto, lo que Bastide propona en su obra:

La ideologa de la negritud nacida en las Antillas, pretende enraizar de nuevo al negro americano en sus culturas ancestrales; el sabio que se inclina sobre los problemas afroamericanos se encuentra implicado, quiralo o no, en un angustioso debate, pues de la solucin que se le d, saldr la Amrica del maana.

En la actualidad, es ya una efemrides en la historia de Amrica la participacin que tuvieron los afrodescendientes en las luchas de independencia en las filas de los ejrcitos insurgentes hubo negros y castas que haban adquirido la conciencia liberataria a fuerza de resistir durante siglos a la dominacin colonial luchando contra las fuerzas opresoras. De hecho, se les reconoce un papel importante en la liberacin de nuestro continente, pudiendo afirmar que fueron los cimarrones, quienes, al minar el poder colonial desde sus cimientos, marcaron la ruta de la libertad americana; el caso de Hait

primer territorio libre de Amrica, confirma que la idea de la libertad en Amrica fue herencia de los esclavos africanos.

La oposicin entre el negro y el indio se procur, incluso por la va legal, con prohibiciones, como por ejemplo, el matrimonio entre negros e indias; evitando as que los descendientes, que adquiran por ley el estatuto de la madre, fuesen libres; innumerables procesos atestiguan la rivalidad racial entre indio y negro. Al decir que fue un invento del blanco, no interpretamos que no haya existido, sino que esta oposicin estuvo alimentada, mediante las mismas leyes, por el poder europeo.

A pesar de todo, el negro y el indio se mezclaron y la fusin de sangres comenz tan pronto como se establecieron los primeros contactos; pueden haber sido espontneos o forzados, a pesar de las leyes, por lo propios amos, pero de esta unin mltiple y permanente se fue conformando la poblacin de mestizos que, actualmente, son la mayora de nuestras poblaciones, especialmente en Iberoamrica. El mestizaje, por consecuencia, signific la interrelacin cultural y el surgimiento de civilizaciones que ms propiamente debieran llamarse, como ya lo han propuesto algunos, culturas indoafroeuroamericanas.

Las consecuencias de la crisis de crecimiento por la que el mundo atraviesa actualmente, deben combatirse en el terreno de la educacin con la afirmacin de la identidad, basada sta en el reconocimiento y la difusin de todas nuestras races. Dentro del marco de los acuerdos econmicos entre pases pobres y ricos, la cultura de los primeros parece estar en peligro por su desventaja material y, por cultura, entendemos la totalidad de las realizaciones de una nacin, sean stas de orden material o espiritual. Una de las primeras conquistas de la ciencia antropolgica en el siglo pasado, fue la de hacer reconocer que no hay sociedad sin cultura y que todos los grupos humanos son detentores de una herencia cultural que no puede ser disuelta ni cancelada por un cambio en la estructura econmica, siempre y cuando se mantenga tanto en el discurso oficial, como en las instituciones educativas de carcter pblico privado. Los acontecimientos en el mundo de hoy son elocuentes a ese respecto: los valores tnicos constituyen el reclamo general de la humanidad.

En Amrica, los factores que caracterizan su evolucin cultural residen, por igual, en el vigor de las culturas precoloniales, en los resultados del mestizaje durante los siglos de dominio colonial y en las transformaciones producidas durante los periodos de posindependencia. A este respecto, Vasconcelos escribi:

En la Amrica espaola ya no repetir la Naturaleza uno de sus ensayos parciales, ya no ser la raza de un solo color, de rasgos particulares, la que salga de la olvidada Atlntida; no ser la futura ni una quinta ni una sexta raza, destinada a prevalecer sobre sus antecesoras; lo que de all va a salir es la raza definitiva, la raza sntesis o raza integral, hecha del genio y con la sangre de todos los pueblos y, por lo mismo, ms capaz de verdadera fraternidad y de visin realmente universal

y, Leopoldo Zea, escribe: Todos iguales entre s por ser distintos, pero no tan distintos que unos pueden ser ms o menos hombres que otros.

Desde la conquista hasta nuestros das, los pases americanos han estado orientados hacia la asimilacin de los valores de Occidente pero, por otra parte, la bsqueda de la identidad de las poblaciones producto del mestizaje es, an hoy da, un propsito vital. Nuestra historia, en los dos ltimos siglos es, en parte, la suma de las dificultades o logros por consolidar un proyecto de cultura nacional. En la nueva historia se deben incluir todos los procesos y movimientos culturales -como el de la negritud- que han contribuido a la formacin de esa identidad como pueblos multitnicos y plurales.

Hace falta, pues, para activar los factores de la identidad, escribir una nueva historia que incluya la de nuestros indios y nuestros negros, adems de los europeos. En consecuencia, en varios pases de Amrica tendramos que crear en los museos los espacios que difundan la existencia de nuestra tercera raz africana y sus actuales expresiones.

Para realizar todas estas acciones, debemos contar, ante todo, con los organismos internacionales y los que cada nacin tienen a su cargo la tarea educativa; debe insistirse en estos foros en el trabajo conjunto de los especialistas que son el producto de aos de preparacin y de reflexin acerca de los problemas que plantea la educacin de las poblaciones en los pases americanos. La historia -dice el pensador veracruzano Arreola Molina-, no se derrumba, la historia sigue ah, los pueblos que no valoran su pasado no son capaces de imaginar un porvenir acorde con su trnsito por la historia. Por lo dems, son precisamente los pueblos de Amrica quienes reclaman su identidad y la conservacin de sus tradiciones.

LOS ESCENARIOS DE LA HISTORIA

El mundo precolonialEn 1492 en que inician las relaciones entre el Viejo y el Nuevo Mundo y de stos con frica a travs de los ocanos, todos los continentes tenan sociedades organizadas y haban alcanzado diferentes estadios de civilizacin. La llegada de los europeos a lo que se llamara Amrica, previa exploracin de las costas africanas, marca el punto de partida del largo proceso de interculturacin ocenica que transform al mundo.

El anlisis dicronico-sincrnico fundamentado en la informacin histrica y etnlogica del desarrollo de las nuevas culturas que surgieron de ese proceso, permite profundizar en las complejidades de cada una, as como descubrir algunos aspectos poco estudiados del perfil cultural de los pueblos que conformaron las poblaciones en lo que hoy se define como Latinoamrica.

EUROPA

Desde Irlanda hasta lo que se conoce como Rusia europea, la acumulacin de conocimientos, formas de vida, tradiciones y en general todo lo que conforma la cultura, llev a stos pueblos a un alto desarrollo de las tcnicas para transformar los productos agrcolas y animales. Siglos despus de la domesticacin del trigo y la cebada, aparecen con el uso de los metales, nuevas armas para consolidar los imperios y emprender el dominio y la exploracin de otras tierras con nuevos instrumentos para la navegacin. .

Se ha dicho que los estudios humansticos, adems de la observacin de la naturaleza y un nuevo espritu de investigacin superaron las concepciones aristotlica y ptolemaica del universo que se consideraban tradicionales. Dentro del mismo mbito, desde la misma antigedad griega, en algunos escritos se encuentra ya la revelacin de la redondez de la tierra. Se sabe que el astrnomo e impresor de Nuremberg de apellido Mller, calcula en los calendarios a partir de 1475 la posicin diaria de las constelaciones. Algunas crnicas hablan de un Martin Beheim quien se asegura dibuja en 1492 el primer globo celeste. En reconocimiento a las influencias de Grecia especialmente las pitagricas, se afirma que el mdico y cannigo Nicols Coprnico, en De revolutionibus orbium celestium (1543) enuncia la teora heliocntrica del sistema solar. Poco ms tarde, Giordano Bruno ampla el sistema con una visin pantesta del universo infinito sin punto central.

En estos siglos luminosos (XV y XVI) de descubrimientos e inventos, un dans funda el primer observatorio, ms tarde Kepler contribuye al progreso de la astronoma moderna. En el S.XVI, William Gilbert descubre las propiedades magnticas de los metales. De hecho, la mineraloga y la metalurgia haban surgido a finales del S XV. Paracelso que vive entre las postrimeras del S XV y mediados del XVI, reforma la medicina, y revoluciona individualizndo, los fundamentos qumicos y fsicos de la vida. Cuando el espaol Miguel Serveto a mediados del XVI descubre la circulacin de la sangre, se inicia el estudio experimental de la Anatoma.

Estos avances en todos los ordenes del conocimiento, enmaracaron la vida de los habitantes del Mediterrneo que haban construido grandes ciudades y centros de intercambio en los que se comerciaba con los excedentes de la produccin, navegando desde el Mar Negro hasta lo que actualmente es Inglaterra. El dominio de esa ruta les permiti acumular conocimientos, informacin y creaciones de todo tipo. En el S. XV pudieron desarrollar sistemas de expansin y de dominio tanto sobre la naturaleza como sobre otros pueblos. En sta empresa, pudieron apropiarse de los adelantos alcanzados por otras civilizaciones que enfrentaron otros tantos retos para impulsar su desarrollo. De Egipto, Occidente recoge el sistema calendrico y de medicin del tiempo; del Asia Menor el alfabeto que hoy utilizamos; de los rabes el sistema de numeracin, amn de otros bienes culturales que los europeos reciben de otras civilizaciones.

Esta Era de expansin que los navegantes haban iniciado a partir del siglo XI con el comercio en el mundo mediterrneo, se extendi a lo largo de las siguientes centurias hasta el Asia Menor teniendo como lmites el norte de Europa, Inglaterra y el Bltico. El trfico intenso fue necesario para la circulacin de la produccin que se increment en cada regin, tambin se multiplicaron los bienes y servicios. Con el auge de la domesticacin animal, aumentaron la produccin y los excedentes de tejidos, la venta de esos y otros productos permiti la especializacin en los ms diversos oficios y servicios como la construccin, las artesanas e incluso, la produccin en las Bellas Artes tuvo un auge al que se llam Renacimiento. La produccin de excedentes, como es sabido, adems de permitir su concentracin, exigi nuevos mercados e hizo necesario que tanto bienes y servicios tuvieran que ser llevados a los centros de distribucin. Se multiplicaron las migraciones de artesanos, comerciantes, cientficos y artistas. Todo en su conjunto, prepar la movilidad espacial de hombres y la transferencia de conocimientos y tecnologas, que seran llevados a nuevos escenarios.Surgi la necesidad de habilitar y construir centros de intercambio en los puertos o lugares de reuniones estacionarias; florecieron las ciudades y burgos a los que concurran los comerciantes para adquirir y ofrecer los productos provenientes de todas partes; otros ms acudan para ofrecer sus servicios o sus artes: pintores, textileros, alfareros, orfebres, etc., al mismo tiempo que los msicos, poetas o simples trovadores surgidos de los gremios medievales. Como se desprende de los textos de la poca, con el fin de asegurar la continuidad de los intercambios fue imperativo mejorar los medios de transporte, pero sobre todo, se hizo necesario asegurar la eficacia de la navegacin. Esto resolvi dos cosas fundamentales: el traslado de grandes volmenes de carga y una mayor proteccin de los embarques amenazados por la piratera a la que se combati perfeccionando las armas. Salvando el riesgo de los ataques piratas, fue posible trasladar bienes y servicios hasta cualquier punto y desde cualquier puerto, de Venecia hasta Brujas o Leiden, de Barcelona hasta el Bsforo. La construccin de mejores naves asegur tambin la navegacin de cabotaje, en los grandes ros como el Danubio el Rin o el Tmesis.

El llamado de los ocenos llev a inventar nuevos instrumentos de navegacin como el sextante y la brjula; se sistematizaron los registros de datos en la cartografa. Otro imperativo fundamental, la transferencia a amplios sectores de los conocimientos y descubrimientos acumulados por los cientficos pudo realizarse con esa gran aportacin de China que signific un paso gigantesco para la cultura occidental: la imprenta. Este invento hizo posible la trasmisin en forma ilimitada de la informacin, los razonamientos, las deducciones y todos los conocimientos.

Pero Occidente reivindica la invencin de la imprenta, muchos textos de Historia le otorgan este invento a Johann Gensfleisch, llamado Gutenberg de Maguncia, quien alrededor de 1455 entrega al mundo la imprenta de caracteres movibles de metal, que imprime con la prensa y sobre las dos caras de la pgina, sobre papel borrador (a fines del siglo XIII estaba en uso en Europa el sistema de la xilografa). La primera gran obra de la imprenta de Gutenberg es la Biblia de las 42 lneas. Este maravilloso invento se difunde rpidamente en Europa y abre nuevas e infinitas posibilidades para la informacin, la instruccin y la cultura Como se sabe, a las primeras obras impresas se les llama incunables. En 1494 ya descubierta Amrica, Aldo Manuzio en Venecia, inicia la produccin en imprenta de las obras de Arte .

A partir de la comunicacin intensa entre Occidente y otras culturas, los europeos pudieron conocer y utilizar el producto de su experiencia, su informacin, descubrimientos e inventos, entre los cuales uno que fue muy importante para la guerra: la plvora.

A estos recursos se sumaron otros como las fundiciones del cobre y las amalgamas con el estao, el empleo del hierro en las tcnicas y herramientas de produccin y algunos usos del acero para lo mismo. Unidos todos estos factores: conocimientos, capacidades, explotacin de minas, produccin y creacin de nuevos bienes para el consumo de productores y compradores, se hizo necesario el medio para realizar el intercambio intenso y a grandes distancias: la moneda. Utilizada en las culturas de la antigedad entre griegos y fenicios, haba cado en desuso durante la Edad Media.

En la etapa de referencia, al acelerarse los intercambios, era imperativo contar con valores equivalentes o medidas comparativas que slo podan conseguirse con los metales, entre ellos se impuso el metal de mayor maleabilidad: el oro. Al no abundar en todas partes, su bsqueda se convirti en una necesidad que impuls con mayor fuerza las exploraciones y los viajes.

Otro imperativo: la obtencin de especias necesarias para la alimentacin del mundo y la conservacin de alimentos. As se llega al siglo XVI. Conviene recordar que en esa poca los europeos no producan muchos de los satisfactores que tenan mayor demanda, entre ellos los ingredientes que dan sabor a la comida y la conservan: no haba tomate, aj, clavo, canela, pimienta; la sal no era muy abundante, al igual que el azcar y la miel. Considerndola con los criterios modernos, la comida era inspida y poco agradable.

Las especias necesitadas que abundaban en Oriente, no podan ser cambiadas por lana o tejidos que ofrecan los europeos, las poblaciones de esa parte del mundo demandaban tambin y sobre todo, oro. Estos hechos bien conocidos, fueron cambiando la vida de los pueblos, imper la idea del poder por la posesin del metal - moneda; surgen los cambistas y los banqueros que hacen corriente el uso de papel moneda, letras de cambio, giros, y otros medios de intercambio.

El desarrollo de la tecnologa militar alcanza altos niveles, con la superioridad de las armas, en los albores del siglo XVI el capitalismo mercantil se abre paso. En este sistema el trabajo, la tierra y el capital convertidos en mercanca se venden, rentan o se invierten libremente en el mercado. Los imperios que crecen con los avances tecnolgicos de la navegacin ocenica guiados por la brjula, el sextante, el astrolabio y las cartas celestes, llevan por la inmensidad de las rutas martimas a las grandes naos y carabelas con timn fijo, correderas y otros adelantos. Entre stos estaba tambin la metalurgia con nuevos artefactos y sistemas mecnicos, tornos, taladros, manivelas, ejes, etctera.

Se perfeccionaron el pulido de metales, las armas de fuego, cada vez mas efectivas, aseguraban el dominio en la guerra, se fabricaron caones y morteros, la artillera naval domin los ocanos y lanz a los mares las grandes flotas. Esa superioridad militar, preciso es comprenderlo, basada en las armas de fuego, permiti a los ejrcitos europeos vencer y dominar a los pueblos invadidos. La desventaja de estos frente a los invasores fue un factor decisivo que inclin la balanza a favor Occidente. Ni Amrica ni frica subsahariana pudieron resistir a las fuerzas europeas que sometieron a los imperios terrestres desde el mar, con sus naves artilladas.

En definitiva, los descubrimientos geogrficos vinculan las reas culturales hasta entonces desconocidas, e inician la poca de la historia mundial bajo la gua de las naciones martimas europeas.

Desde los tiempos de la avanzada otomana en el Levante, los derechos aduanales turcos pesaban sobre el comercio de trnsito rabe entre Asia y Europa.

Impulsado por la rivalidad entre las potencias expansionistas, el Infante de Portugal Enrique II el Navegante (1394-1460) que haba creado la primera escuela naval del mundo, en el S..XV proyecta la exploracin de la costa occidental de Africa argumentando la necesidad de combatir al Islam y reconquistar la Tierra Santa con ayuda del presunto reino cristiano del Prete Gianni en Abisinia. En realidad eran otros los propsitos: establecer intercambios directos con los mercaderes de oro y con los mercenarios que traficaban con esclavos africanos.

Los exploradores portugueses alcanzaron en 1419 el archipilago de Madeira; las Azores en 1431, las islas de Cabo Verde en 1445, llegan a la desembocadura del Congo en 1482, en 1487, Bartolomeo Daz dobla la punta meridional de Africa (Cabo de Buena Esperanza) con 3 naves y 150 hombres. Finalmente en 1498 Vasco de Gama abre la va martima hacia las Indias.

Mientras tanto, Espaa ocupa el continente que Amrico Vespucio defini como Nuevo. En su honor nuestras tierras se llamaron Amrica.As surgen los imperios mercantiles durante el transcurso del ltimo tercio del siglo XV y se abren paso en una expansin mundial en el siglo XVI. En este proceso las dos potencias que destacaron por la conquista y ocupacin de nuevos territorios y por su fuerza expansionista fueron: Hispania y Rusia; al respecto explica Darcy Ribeiro:

Las potencialidades de la nueva revolucin tecnolgica se realizaron a travs de dos procesos civilizatorios sucesivos aunque ntidamente correlacionados. El primero, con el advenimiento y la expansin de los imperios mercantiles salvacionistas, mediante guerras de reconquista de territorios dominados por imperios despticos salvacionistas. El segundo, por la maduracin de esfuerzos seculares de restauracin de la Europa feudalizada que resultaron en la instauracin del capitalismo mercantil.

Lo anterior hace evidente que los dos procesos que Ribeiro llama civilizatorios tuvieron un efecto globalizador puesto que abarcaron al mundo en su totalidad; a diferencia de procesos anteriores que tuvieron efectos sobre zonas limitadas, esta primera globalizacin destruy las economas primitivas de los pueblos sometidos, lo que significo el progreso de Europa y Amrica y el estancamiento de Africa, tanto en su proyeccin geogrfica sobre la tierra entera como en su capacidad de estancar el desarrollo paralelo de otros procesos civilizatorios. Definitivamente la expansin europea fue desastrosa para los pueblos africanos forzados a convertirse en mano de obra y a ceder las materias primas que contribuyeron sustancialmente al triunfo de los imperios mercantiles y al establecimiento de los europeos en Amrica, para ms tarde financiar, con el comercio de esclavos, la revolucin industrial.

Al surgimiento de los estados nacionales que acompa a la expansin mercantilista, se aaden los descubrimientos geogrficos con los que culmina la actividad martima de los iberos, cuando alcanzan las costas de Guinea en frica.

A partir de entonces el trfico comercial incluyendo el de los esclavos, fue impulsado por el capital mercantil, sobre el cual se apoyaba la poltica expansionista. Establecido el enlace con la costa de Guinea, se modific el itinerario de la corriente comercial entre frica y la Hispania; si antes el circuito era: Marruecos, Sevilla, Lisboa y Cdiz, a partir del establecimiento de portugueses y espaoles en las islas del Atlntico, Madeira, Canarias y Azores, teniendo ya el enlace con Guinea, eliminando obstculos y habiendo descubierto nuevas tierras, los hispanos se dedican al comercio trasatlntico en el que los esclavos africanos convertidos en mercanca de bano , constituyen el capital-mano de obra que se invierte en la explotacin, primero, de las islas antillanas.

El antecedente inmediato de la esclavitud atlntica que llevara ms tarde a los africanos a las colonias de Amrica fue la expansin ultramarina europea que hemos delineado, se manifestaba como una empresa comercial en la que estaban aliados el capital privado y el de las arcas reales de Portugal y Espaa, gracias a lo cual se cre una fuente de mano de obra a bajo costo y se adquiri experiencia en este trfico, adems, se establecieron alianzas econmicas que multiplicaron el surgimiento de empresas ultramarinas controladas por mercaderes designados por los soberanos, que en definitiva, llevaron a cabo la expansin y conquista en todas las tierras descubiertas allende los mares.

Al respecto, se dice que fue la experiencia en las islas frente a las costas africanas donde se puso a prueba el cultivo de la caa de azucar, que ms tarde definira el destino de las tierras del Caribe. A fines del siglo XV, la exportacin del azcar que se produca en las islas del Atlntico (frente a las costas africanas) estaba asegurada por los capitales de genoveses y judos europeos interesados en ese negocio, por lo tanto, es probable que desde entonces esos mismos inversionistas hayan estado comprometidos en el trfico de esclavos destinados primero, al trabajo en las plantaciones en las islas Madeira, Canarias y Azores. Despus en las Antillas se empez a producir sobre todo, el azcar, un producto que adems de tener una fuerte demanda en Europa, creaba un precedente en los sistemas de colonizacin y de explotacin de las nuevas tierras, los dos pilares de esta economa fueron el trfico de esclavos y el empleo de su mano de obra. As nacieron las plantaciones azucareras y los trapiches, primer espacio y hogar de los africanos esclavizados en el Nuevo Mundo.

Estableciendo las nuevas rutas martimas desde el siglo XV, la expansin ibrica creci en poder frente a sus competidores; Francia, Inglaterra y Holanda tuvieron que resolver primero sus conflictos internos para poder entrar en la carrera expansionista. Mientras, Portugal ya haba descubierto, sucesivamente, Cabo Verde, Costa de Oro y Guinea en la costa occidental de frica, estableciendo tambin la ruta martima a la India y Malasia, interviniendo la ruta de las especias. Espaa entretanto, alcanza las Antillas e inicia su expansin en el Nuevo Continente. Comienza as, el captulo del encuentro universal. Con el descubrimiento de otros mundos la humanidad se multiplica y Occidente debe asumir la existencia de Asia, Africa, Amrica y Oceana, los nuevos escenarios de la historia.

AMERICA

De los continentes, Amrica es el que tiene la mayor superficie austral en la que se encuentran todos los climas, desde regiones polares, zonas subtropicales, templadas, ecuatoriales, hasta el vasto mundo insular que conforma el Caribe.

Segn exploraciones realizadas recientemente en el Brasil, se ha sabido que algunos grupos humanos vivieron en este continente desde hace ms de 40 000 y hasta 70 000 aos. Hay evidencias de que hace aproximadamente 6 000 aos apareci la domesticacin de plantas que se convirti en la base de un proceso civilizatorio en toda Amrica.

Como todos los pueblos de la tierra, los americanos practicaron la recoleccin de frutos, insectos, peces, races, tubrculos, hojas y flores para su alimentacin; tambien desarrollaron tcnicas eficaces para la caza y la pesca. En regiones como la andina, se domesticaron la alpaca y un tipo de camlido denominado llama; en otras regiones, adems del perro se domestic el guajolote o pavo y el pato.

Otros avances mesoamericanos son la domesticacin de plantas como la patata en la regin andina y la gramnea con el nombre comn de maz, en lo que hoy es Mxico. La primera es una excepcin dentro del proceso de domesticacin porque no es una planta de la cual se aproveche el fruto del que virtualmente crece puesto que no se reproduce por semillas; respecto a la segunda, su importancia en la alimentacin de las poblaciones autctonas dio a las culturas del maz el smbolo sagrado de su existencia y un arraigo profundo a la tierra, sin la intervencin del hombre es imposible su transformacin. .Ambos: papa y maz, son aportes mesoamericanos a la cultura universal. Las culturas del norte y sur mesoamericano al alcanzar un dominio completo de la agricultura, domesticaron el tomate, la pia, la calabaza, algunas variedades de frijoles, el aguacate, el girasol, un sinnmero de hortalizas, plantas aromticas como la vainilla, saborisantes como el achiote muchos frutos y el cacao base del chocolate. Se considera que los mesoamericanos y andinos desarrollaron con tal acierto la agricultura que hoy, con todos los recursos modernos, no se iguala en ninguna cultura, la magnitud alcanzada por los agricultores mesoamericanos. Sus extraordinarios conocimientos les permitieron el aprovechamiento de una gran variedad de plantas como el algodn y el gave llamado maguey, de donde extrajeron fibras para confeccionar ropa y telas para satisfacer las necesidades de vestido y transporte, con las fibras vegetales tejan todo lo referente a cordelera, cestera y textiles. La diversidad de aplicaciones de los recursos naturales les permiti resolver los problemas de vivienda y la construccin de embarcaciones. Con el manejo del fuego generaron permanentemente combustibles con los que, adems de cocinar alimentos, podan producir cermica.

Los pueblos del continente americano fueron curanderos eficaces, su profundo conocimiento de las plantas medicinales les permiti curar muchas enfermedades. Saban aprovechar segn sus propiedades: flores, hojas, cortezas de rboles y races. Elaboraron productos de calidad universal como el tabaco, la coca y la psilocibina, de los hongos, utilizaron el peyote y algunas variedades de hongos con fines curativos. El manejo adecuado de este tipo de plantas les permiti aplicarlas y generar conocimientos sobre sus efectos en la conducta humana, no eran de consumo general, estaban reservadas para la curacin y la investigacin.

Los conocimientos que les permitieron identificar flores y plantas no slo con fines ornamentales y mdicos, fuewron tiles tambin para la observacin de procesos y acontecimientos de la naturaleza, previendo los periodos de lluvias y de acuerdo a las estaciones establecieron los calendarios rituales que acompaaban los ciclos agrarios; un ejemplo de esto es la planta conocida como zempaxochitl, que florece en el otoo, poca en que se honra a los muertos.

En esa misma ruta del dominio de la agricultura est el uso de los impermeabilizantes como la hevea americana comnmente llamada ltex, caucho o hule.

Los habitantes de Mesoamrica supieron sistematizar su experiencia y trasmitirla por la va de la tradicin que se conserva hasta nuestros das. Podemos afirmar que en igualdad de circunstancias ningn otro pueblo del planeta alcanz el desarrollo de la agricultura y el conocimiento de la botnica que tuvieron los habitantes autctonos de Amrica.

En el uso de suelos, aprovechaban las pocas de germinacin, florecimiento y cosecha a los que solo se llega por la experimentacin. Los sistemas de almacenamiento, aseguraban los excedentes y los intercambios.

Estos pueblos tuvieron un tipo de organizacin social (distinto al de las tribus nmadas) basado en la divisin y especializacin del trabajo. De ah surgieron los grupos de canteros, mineros, alfareros, agricultores, guerreros y los que se dedicaron a observar y ensear lo experimentado.

Dos hechos fundamentales pueden sealarse en estas culturas: el primero, que sus poblaciones asentadas en un territorio identificaron en forma colectiva el producto de su trabajo en la agricultura, con lo cual surge el concepto de propiedad, es decir, el uso exclusivo de los bienes por sus productores excluyendo por lo tanto a grupos ajenos a la produccin. El segundo, es la diferenciacin social que se funda en las cualidades personales de algunos miembros de la comunidad, como los guerreros, que posean habilidades privilegiadas para el combate. Otros demostraban la capacidad para conducir a su pueblo ya fuera a emprender nuevas obras, emigrar o afrontar catstrofes.

Con el dominio de la agricultura y el fuego, desarrollaron la tcnica para el uso de la arcilla en la fabricacin de utensilios y objetos ornamentales para ceremonias y rituales.

Utilizando progresivamente la piedra en utensilios de trabajo primero, y despus para hacer esculturas, adems de las arcillas para la produccin de vasos ceremoniales, utilizaron la madera para tallar, grabar y construir viviendas, los textiles y el cuero para vestir y finalmente diversos tipos de papel hechos con la corteza de los rboles. Los indios de Amrica tambin crearon sistemas permanentes de comunicacin. Algunas hicieron la crnica de los acontecimientos mas importantes que fueron plasmados en los asombreosos cdices, el ltimo de ellos: la irrupcin violenta y voraz de los europeos. A lo largo de los siglos, en diferentes periodos, establecieron numerosos contactos entre pueblos cercanos y distantes, con lo que se transfirieron conocimientos de unos a otros; las influencias recprocas en el curso de su historia fueron muy ricas y variadas. Existen evidencias, en los idiomas y sistemas de pensamiento, de que los hbitos y costumbres, as como las tradiciones, de grupos separados por grandes distancias en el tiempo y en el espacio acortaron esos abismos naturales estableciendo relaciones y alianzas. Es por lo tanto una limitacin de criterio, estimar a los indios de Amrica como un solo grupo, con un desarrollo nico, o inferir del conocimiento de una regin que sta sea el patrn nico, que adems explique todo el riqusimo proceso civilizatorio americano.

Tanto los grupos de la zona norte, como los del centro, las islas y el mundo andino adoptaron patrones de jerarquizacin bastante complejos dentro de las formas de organizacin social. Esta se bas en diversos sistemas de parentesco fundados en lazos consanguneos y polticos. Las estructuras comunales estaban delimitadas por la unin de los linajes, un modelo de esto podra ser el calpulli, que agrupaba a los habitantes de un barrio unidos por vnculos de parentesco patrilineal.

La cohesin en la estructura familiar les permiti unirse, reproducirse y ampliarse socialmente, consolidando las normas de comportamiento entre los miembros de la comunidad de todas las edades La observancia a las jerarquas fundadas en la experiencia, as como el prestigio adquirido por la capacidad y los conocimientos, eran plenamente reconocidos y respetados.

Dentro de las formas de socializacin estaban la enseanza informal y la enseanza institucionalizada. Para la trasmisin de conocimientos en las tcnicas de produccin, crearon sistemas de enseanza aprendizaje de las actividades bsicas, por ejemplo la enseanza de las tcnicas de la agricultura, de la caza, la confeccin de los textiles, etctera; en la enseanza mas especializada se establecieron sistemas para grupos de personas con determinadas capacidades como el de la observacin astronmica, los clculos matemticos y la invencin de sistemas de numeracin o leyes de comportamiento y control social. En el caso de Mxico, estas instituciones estuvieron representadas por los calmecac, que sera el equivalente a una escuela en sus aspectos formales.

Al acumular suficiente informacin y experiencia en la produccin de alimentos, tuvieron los recursos suficientes para su crecimiento demogrfico, construyeron grandes ciudades en las que la organizacin urbana tena resueltos los problemas bsicos de comunicacin, abastecimiento, manejo de desechos, zonas de ampliacin y las reas que hoy denominaramos centros poltico-administrativos. Entre los que ms se han explorado, estn: Teotihuacn, Tikal, Kaminal-Juy, Chan-Chan y Machu-Pichu. La ciudad de Mxico-Tenochtitlan, fundada sobre un lago, fue trazada entre canales dentro de una isla, para circular libremente en canoas y poder transportar productos hacia la ciudad desde zonas muy lejanas

Historiadores y arquelogos han puesto al descubierto las monumentales obras de riego y acueductos, estas hazaas hidrulicas que se han encontrado en toda el rea mesoamericana constituyen la base de la agricultura. Los habitantes de la regin lacustre de Mxico antiguo, con un riguroso trabajo matemtico de ingeniera y calzadas para entrar y salir de la isla central y un albardn para separar aguas salobres de aguas dulces en el lago, tenan lquido suficiente para usos agrcolas o alimenticios.

En la zona andina, el trabajo de armonizar pisos ecolgicos puede considerarse como uno de los ms avanzados en la historia humana; aprovechando cada nivel, se organizaron culturas en forma vertical aportando cada zona sus productos al conjunto agrcola diverso. Adems, se comunicaban todas las zonas por medio de dos sistemas de rutas, una al nivel del mar y otra en la parte superior de la cordillera de los Andes. Ambas estaban enlazadas por puentes que colgaban sobre ros y desfiladeros. Las rutas eran recorridas constantemente por los chasavis que transportaban productos a la vez que llevaban mensajes. Para ello se gener un sistema de comunicacin en el que, como en los pueblos mesoamericanos, se empleaban nudos o cuentas montadas sobre hilos de colores, conocidos como kipus.

El alto desarrollo organizativo gener la posibilidad de levantar estructuras monumentales. Debe resaltarse especialmente la capacidad de los americanos para mantener la cohesin de sus sociedades; originalmente se pens que la monumentalidad de sus construcciones se deba a la fuerza o la violencia de los gobernantes para procurarse la mano de obra, pero dado que estas sociedades eran autosuficientes y la observacin de las jerarquas era rigurosa, fue la efectiva organizacin entre los estamentos que detentaban el poder y el trabajo especializado de grupos de trabajadores dedicados a una sola rama del saber o la produccin, lo que hizo posible levantar edificios y templos magnficos.

Sin posibilidad de innovar los recursos energticos, fuera de la lea y la fuerza humana, tenan el imperativo de contar con suficientes reservas alimenticias. La fragilidad de estas sociedades ante sequas, huracanes o plagas, obligaba a una parte de la poblacin a la produccin permanente de alimentos.

Enfatizando la divisin del trabajo, el contacto entre grupos selectos propiciaron el reforzamiento de los aparatos de defensa y seguridad, siendo necesario contar permanentemente con hombres armados para realizar acciones de conquista. Todo esto iba aunado a la necesidad constante de tener a la mayor parte de la poblacin dedicada a la produccin de alimentos, armas, viviendas, vestidos, produccin de energticos (en este caso la lea), que haba que transportar.

Mucho se ha discutido sobre la practica de la esclavitud entre los habitantes de Amrica, Una de las teoras establece que en periodos de agudas crisis alimenticias, algunos individuos se entregaban voluntariamente a quien pudiera proveer de alimentos a su familia, trabajando por un periodo determinado para cubrir el monto de esos bienes. Esa relacin no privaba de su calidad de persona al entregadoque conservaba su familia y propiedades, pudiendo retornar saldada su deuda, a su posicin anterior a la entrega.

Otros autores consideran que por el tipo de sus organizaciones, los pueblos americanos estando en la etapa civilizatoria, adems de no necesitar grandes excedentes, no practicaron la esclavitud como en la antigedad romana, y menos como la que surgi en la etapa de la expansin capitalista a partir del siglo XVI. Pese a todo, hay que decir que exista el sometimiento de pueblos completos mediante la tributacin forzada. Algunas investigaciones se han concentrado a ciertas practicas sociales que, ms que imponer el trabajo forzado permanente, exigan el pago de prestaciones en objetos, materiales o productos y el pago de tributos en plumas, granos de cacao, cargas de maz, pieles de animales o piedras preciosas.

Las relaciones entre unos grupos que imponan tributos a otros, generaron profundas rivalidades, las guerras casi continuas fueron aprovechadas por los invasores-conquistadores europeos en el siglo XVI y siguientes. Son conocidas las pugnas entre mexicas o aztecas y tlaxcaltecas, entre quichs y cakchiqueles, o los enfrentamientos de los scar contra Atahualpa en la zona Inca. Estos temas rebasan el contenido de esta semblanza de las culturas indias precoloniales.

AFRICA

La existencia de poblacin humana en frica puede remontarse a 2500,000 aos atrs. Los ltimos hallazgos permiten afirmarlo. Es en este continente donde se han podido reconstruir la historia de la evolucin y aparicin del hombre, del desarrollo de los grupos humanos, de su dispersin y de la formacin de sociedades cuyos modos de vida inventos tcnicos, tradiciones y culturas, tienen un lugar significativo en la historia universal. Su importancia es capital entre las dems naciones y pueblos del mundo; pero esa historia, sin embargo, es poco conocida.

La multiplicacin del hombre en frica despus de su aparicin, millones de aos atrs es relativamente reciente. Pero en trminos de milenios su antigedad establecida por la paleontologa, muestra la misma sucesin de tcnicas aparecidas en Europa mucho despus..stas son la comprobacin de la complejidad de las civilizaciones africanas en las que, desde pocas remotas, se yuxtaponen elementos que sera improbable encontrar simultneamente en otras partes. La fase del neoltico, caracterizada por la agricultura y la domesticacin, es especialmente importante en el norte, regin que mantiene a travs del mar Mediterrneo y desde pocas remotas, un estrecho contacto con el continente europeo.

Los neandertales de Europa, emparentados con los cromagnon, tienen como ascendiente al homo sapiens de frica. Las caractersticas fsicas de los africanos, derivan de la aparicin de las razas negras, (ligada a las relaciones del hombre con el medio geogrfico), en la poca del Egipto predinstico. En ste sentido la civilizacin egipcia es una de las ms africanas del continente, con ella culminaron las tcnicas y conocimientos que evolucionaron millones de aos atrs. La presencia humana en frica austral, tiene como testimonio las pinturas rupestres halladas en esa zona, as como en el Sahara y en otras partes del continente.

Desde edades arcaicas, cuando el hombre ejerca su dominio sobre la naturaleza, practicaba segn testimonio de este arte rupestre prehistrico danzas de encantamiento de las presas de caza y rituales que celebraban la vida y la muerte.

Cuatro mil aos antes de nuestra Era, frica era ya escenario de civilizaciones que mantenan contactos e intercambios; dejaron, para nuestro asombro, el testimonio indudable de su evolucin. La prehistoria africana fue un periodo que se signific por la celeridad tecnolgica que alcanzaron las poblaciones del continente, apareciendo el uso de los metales muchos aos antes que en Europa.

Se consideran de suma importancia las deslumbrantes primeras edades, cuando el hombre empieza a ser constructor de cultura y aplica, por primera vez, su inteligencia y sensibilidad, hasta hacer posible el imperio del Nilo, uno de los ms grandiosos de la gesta humana de todos los tiempos.

Antes de la formacin de las civilizaciones del Sudn Occidental, el fenmeno natural de la desecacin del Sahara, dividi a las poblaciones, regulando la demografa de manera paulatina, desde el VI milenio a.n.e esta zona, hasta entonces frtil, concentr una importante poblacin que desarroll la agricultura, la pesca y la domesticacin de animales. Mantena contacto con la regin egipcia por lo que se puede afirmar que hubo entre las dos regiones intercambios significativos que ms tarde, al quedar separadas por el desierto, se integraron a la base de sus tradiciones y concepciones religiosas.

En el Sahara prehistrico ya haba poblaciones de negros. Fueron parte de un mestizaje del que an quedan huellas entre los actuales moros y tuaregs habitantes del desierto. As mismo algunos elementos bereberes correspondientes a las antiguas razas del norte africano estn presentes en las reas consideradas de frica negra o subsahariana.

Al sur del Sahara, ms abajo de la lnea divisoria habitada por grupos sedentarios y nmadas, la frontera natural se curva hacia el este y llega hasta la meseta etipica terminando en el ocano ndico. La inmensa zona comprendida al sur de la lnea sahariana, qued habitada por una mayora de melanoafricanos caracterizados por el color negro de su piel, variable en intensidad, asociado a otras caractersticas fsicas: cabellos crespos, cuerpo lampio, hombros anchos, caderas estrechas, etctera.

Lo ms importante de esta caracterstica racial, en cuanto a la divisin de los melanoafricanos, es su denominacin geogrfica que corresponde, a su vez, a una rea de civilizacin particular con fronteras delimitadas por el clima y la geografa. Obviamente, del medio natural y las relaciones que los hombres establecen con l, se derivaron las formas econmicas especficas de cada regin, poblada por grupos tambin especficos.. Desde que los negros aparecen en frica como raza diferenciada, tienen contacto con los pueblos de frica oriental, con los del cercano oriente y con los europeos, a travs del Mahgreb y el mar Rojo. Tales contactos llevaron en un principio a los estudiosos a llamarlos, por sus caractersticas fsicas, razas camticas, bereberes, camitosemitas, hamitas, etctera.

Adems de las pinturas prehistricas rupestres, la arqueologa ha descubierto ruinas prodigiosas que son testimonio de civilizaciones ms recientes. Adems de las egipcias, en otras regiones de frica hay impresionantes ruinas ptreas, como las de Zimbabwe, Engarouka y Koumbi Saleh.

Ms recientemente, ya en pocas histricas, florecen las civilizaciones y los imperios que sirvieron de base a las culturas recientes. Estas civilizaciones fueron el resultado de una larga e ininterrumpida evolucin tecnolgica, a la conquista del medio natural, a los excedentes de produccin, los intercambios, la organizacin social y los complejos sistemas de pensamiento en los que se tejieron creencias, tradiciones y ritos. Todo ello se mantuvo durante siglos y siglos hasta que las fuerzas destructoras de las conquistas rabes primero y europeas despus irrumpieron en el mbito de sociedades ricamente armonizadas con las fuerzas naturales y la geografa, gracias a lo cual en el rgimen de la divisin del trabajo haban podido fundar ciudades, cultivar el arte y acumular conocimientos

Volviendo a la evolucin de la base econmica, encontramos una serie de factores comunes en la mayora de las regiones. A partir del neoltico, las comunidades se convierten en agrcolas al darse las condiciones necesarias para su sedentarizacin; estn conformadas clnica y tribalmente, por lo tanto su apropiacin del suelo se da en trminos comunales desde el principio. La economa de subsistencia y la relacin con otros grupos vecinos no altera su autonoma; el avance de las fuerzas productivas es notable a partir del momento en que la utilizacin del hierro permite producir excedentes. El cultivo de la tierra a partir del conocimiento de las tcnicas agrcolas, se extiende por todos los territorios, observndose con ello una evolucin en las formas sociales de organizacin hasta llegar a la formacin de los estados, reinos e imperios.

Un aspecto poco difundido en el que hay que insistir para comprender la evolucin cultural de frica, es el de la importancia que tuvo el uso de los metales. Desde hace ms de veinte siglos el dominio del hierro permiti la creacin de herramientas que hicieron progresar la agricultura, su propagacin impuls la emigracin y el paso acelerado de unas formas a otras de la complejidad social, en una palabra, el uso del hierro est en el origen del proceso de creacin del Africa Moderna.La economa de los ltimos 15 siglos, da lugar a la formacin de una cultura africana, que tiene en la antiguedad influencias determinantes recibidas de los centros de utilizacin de los metales: Meroe, Egipto, Libia y Khush.La civilizacin kushita, surgida de la decadencia egipcia 800 a.e. y vencida en 300 d.n.e aporta mil aos de historia durante los cuales difundi sus conquistas culturales de tal importancia, que sus evidencias se encuentran despus de centurias en el oeste, en lugares muy alejados. El fundido del bronce es la ms prodigiosa de ellas. An ms, en las excavaciones se han encontrado obras de arquitectura, cermica y escultura.

El dominio de los metales es uno de los factores de progreso que definitivamente sitan al continente en un nivel de importancia cultural muy avanzada, equivalente y hasta anticipado al de otros continentes. La discusin del origen del uso del hierro no reviste mayor importancia. Lo que define el genio de los pueblos; es la creatividad y los logros que obtienen con sus recursos y las influencias exgenas. La combinacin de estos dos factores es lo que permite que la cultura avance; nada es patrimonio exclusivo de un solo grupo, todos tienen las mismas capacidades. La diferencia est en las oportunidades que el medio natural ofrece a cada uno y despus en los niveles de dominio que por intereses de explotacin han ejercido algunos grupos sobre otros, algunas naciones sobre otras.

La propiedad colectiva de la tierra se inicia cuando sus ocupantes estn organizados en unidades sociales capaces de realizar la produccin agrcola. En frica, la familia extensa es la unidad social bsica de este proceso. En su mayora esta formacin tiene como caracterstica el patriarcado aunque la lnea materna es la que rige la descendencia en muchas tribus selvticas. En los dos casos, los parientes y los extranjeros que se unen a la familia se convierten en miembros de la misma y, al fijarse al suelo, todos forman la unidad econmico-social que requiere el trabajo de la tierra.

Muchas etnias observan un orden natural en la divisin del trabajo y en el desempep las funciones colectivas. En estos periodos los pueblos no tienen gobierno; basan su vida social en la igualdad y la democracia comunitarias. Es lo que Evans Pritchard ha llamado anarquas ordenadas. En su evolucin se forman los estratos y su continuidad puede alcanzar una complejidad que llegue a las sociedades clasistas de los imperios como Ife y Benin. Para que se d este cambio o evolucin en las formas sociales, tienen que progresar la produccin y la distribucin. A su vez, el consumo es lo que da paso a la sociedad de clases, dado que aparecen los excedentes en la produccin y se hace posible la especializacin en el trabajo.

Hemos mencionado el reino de Benin. Su metalurgia es representativo del paso de la sociedad clnica a la formacin de las clases sociales, porque precisamente el primer oficio o actividad especializada que hubo en frica, fue el trabajo de los metales y el reino de Benin estuvo entre los que ms destacaron en este dominio, despus de la fabricacin de armas y utensilios, las esculturas en metal se convirtieron en un Arte de Corte.

Los sudaneses son los negros de la estepa. Ocupan las sabanas del sur del Sahara, marco de imperios poderosos. Los denominados guineos viven en la franja selvtica que costea el golfo de ese nombre. Son agricultores que desarrollaron estructuras sociales alcanzando la importancia de verdaderos estados.

Los congoleses, ocupantes de la selva ecuatorial, tuvieron una fragmentacin social extrema; los nombres de sus soberanos fueron perpetuados en obras de arte. Utilizaron los recursos vegetales de manera exhaustiva y mantienen an vigorosas tradiciones que sobrevivieron al desastre del dominio colonial.

Los nilticos son pastores y habitan una gran franja que va desde el Sudn Oriental hasta el lago Victoria en el sur. Los sudafricanos tambin llevan vida pastoril, vctimas de guerras e invasiones, an proveen de mano de obra a las empresas industriales de frica del Sur. Desde tiempos coloniales han sufrido la devastacin de sus territorios y la segregacin econmica y social de sus tribus.

La meseta abisinia, situada en la parte ms oriental de frica est ocupada por los etopes, a los cuales se considera resultado de la mezcla entre negros africanos y blancos de Arabia. Adems de los ya sealados, existen tres grupos de poblaciones en vas de extincin, remanentes de las poblaciones primitivas del continente: los pigmeos, de la selva ecuatorial; los bosquimanos, del desierto del Kalahari en el sur y los hotentotes, pastores de la estepa meridional del sudoeste africano.

El frica blanca est poblada por rabes y bereberes, moros y tuaregs, estos dos ltimos transitan en la zona desrtica.

Estas divisiones con fines explicativos no sealan, de ninguna manera, que haya regiones autnomas en su totalidad, incomunicadas unas de otras. Por el contrario, en las relaciones mantenidas desde siempre entre ellas, incluso la divisin por razas no es sino el intento de simplificar su estudio. Tambien el desierto, que fue barrera de divisin, ha sido paso de comunicacin y trnsito. Otro factor sobre el cual ha de insistirse, es el de la evolucin cultural de frica, entendida sta como el dominio de ciertas tcnicas que como ya se dijo, aparecieron en Europa posteriormente. Como se ha sealado, hacia el primer milenio antes de nuestra era, toda el frica negra dominaba la metalurgia del hierro, cobre, oro y bronce. La divisin del trabajo alcanz niveles de especializacin en los primeros cinco siglos de nuestra era.

La produccin de excedentes, la divisin del trabajo y la especializacin, fueron factores en base a los cuales los africanos pudieron establecer intercambios, con lo que aparecieron formas complejas de organizacin social y vastos conocimientos Los sistemas de pensamiento revelan una compleja abstraccin en su concepcin del Universo manifiesta sus cosmogonas.

Siguiendo el criterio de quienes han marcado el rumbo de los estudios africanistas, al hablar de civilizaciones nos remitimos a un conjunto amplio de culturas o pueblos, agrupados en funcin de elementos esenciales que se comparten y de las influencias recprocas que ejercen entre s.

Uno de los elementos que define toda cultura, es la lengua. En el caso de frica los expertos han calculado mil quinientas de ellas, lo cual hara difcil acordar una cultura o una civilizacin para cada una. Los especialistas establecen 16 familias lingsticas fundamentales de las que se derivan multitud de lenguas; unas con miles y otras con millones de hablantes.

Aceptando plenamente que los primeros negros o melanoafricanos aparecen en frica, como tipo humano entre 7,000 a 6,000 A.C., con la desecacin del Sahara, despus de ese prodigioso periodo en que las poblaciones de la regin antes frtil tuvieron una economa compleja y avanzada, desaparecen agricultores y cazadores que expresaban en ritos y danzas las creencias derivadas de las representaciones colectivas.

Posterior a ese largo proceso en que un fenmeno natural, transforma la vida de los pueblos y los obliga a emigrar durante los siguientes siglos, se producen las diversificaciones cullturales; se multiplican los contactos, las influencias y las lenguas; los grupos humanos se arraigan en determinadas regiones. En esta secuencia comprobada plenamente por los cientficos, puede afirmarse una vez ms, que los primitivos negros parecen haber sido los antepasados de todas las culturas, incluyendo la del antiguo Egipto. Los milenios se eslabonaron en una evolucin de vida material, de dominio de las tcnicas, de sociedades sustentadas en una complejidad social extrema, que a la vez son prueba de unidad y avance tecnolgico.En todo este horizonte, queda muy clara la inexistencia de razas puras y la trascendencia de este hecho subraya lo obtuso del criterio de superioridad o inferioridad de las mismas. Es preciso comprender de una manera general y amplia, que el sedentarismo, en las regiones en que fue posible el arraigo de los grupos humanos, la produccin rebas la economa de subsistencia, dando impulso a los intercambios interregionales. Con el crecimiento demogrfico y los desplazamientos continuos surgieron, en los cruceros comerciales, las ciudades. El encuentro, la mezcla y la dispersin se repite constantemente entre los pueblos negros. De hecho las formaciones tribales que conocieron los europeos, o las que se formaron en tiempo ms recientes, son a su vez una amalgama del encuentro de tribus emparentadas por la lengua, los modos de vida, los intercambios y el mestizaje. En esos procesos, la invencin y la adaptacin se renuevan constantemente, siendo notable la conservacin de su memoria histrica en la leyenda y la tradicin oral, hasta que se pierde en la memoria colectiva, para volver a inventarse y comenzar otro ciclo.El Islam en Africa.Muy pocos aos despus de la muerte de Mahoma en Arabia (S. VII) sus seguidores se dispersaron a difundir su fe. Transponiendo las fronteras de egipto y del reino cristiano Etiope, penetraron tambin por el oeste y norte de Africa que se llam Mahgreb.Los primeros emisarios del Islam en tierras de Africa Negra, llegaban hasta las cortes de los reyes predicando su credo. La conversin de los soberanos al islam legitim a esta religin en el mbito de las culturas autctonas.Con la islamizacin de los pueblos del sur del Sahara nace una etapa en que un rasgo portador de nuevos valores culturales, no solamente se integra, sino que se convierte en cultura de quienes lo reciben y al transformarlo lo africanizan.Las fuentes que documentan los periodos de los reinos del Sudn estn escritas en rabe, y se deben a los exploradores mahometanos que avanzaron desde el este al oeste y del norte al sur. En estas primeras pginas sobre africa Negra se puede ver la impresin que los poderosos imperios africanos causaban en los extranjeros. Su asombro no deja dudas sobre la complejidad de las formas sociales que encuentran. Aqu se resalta la existencia de culturas muy antiguas en el occidente de Africa; con el proceso de islamizacin, los que llegan aportan un bagaje cultural que se suma a los pueblos receptores. Las nuevas culturas de esta parte del continente, son la resultante de ambos componentes.Los africanos se rindieron ante la disciplina y el poder de las armas de los Arabes, stos les impusieron el libre trnsito comercial con esclavos, oro y marfil que extraan del continente.En lo que respecta a las estructuras econmicas, ha quedado establecido que las sociedades africanas precoloniales vivan de la agricultura, slo una porcin menor se dedicaba al artesanado o al comercio. La industria, por as llamarla estaba en la etapa artesanal. Casi en toda Africa han existido yacimientos minerales, los cuales fueron explotados como se ha indicado, desde pocas tempranas. Como recursos energticos slo se cont con la fuerza humana, algunos animales de tiro y la produccin de calor por medio de la lea.Los grandes imperios del occidente africano alcanzan su mximo apogeo entre los siglos IX y XV. Entre los ms notables estn Ghana, Shongay, Mal, Ife y Benn; stos dos ltimos corresponden al pueblo Yoruba; contemporneos de ellos, estn al sureste de Katanga (hoy Zaire), los luba o baluba, que se asentaron en la regin desde el siglo X. Se destaca entre ellos el reino del Congo que se desarroll en la regin del ro del mismo nombre. Son motivo de asombro hasta el da de hoy, sus tejidos, sus sistemas de percusin de instrumentos musicales, sus danzas y trabajos artesanales en general.

Las ciudades crecieron con el movimiento mercantil, constituyndose en las capitales o centros importantes de los reinos: Kounbi fue capital del reino de Ghana, Mal fue la residencia de su soberano, Toumbuctu y Djene, eran los centros del saber de su poca; Daura, Kano, Gobir, Katzena, Biram, Rano y Zaria son las siete ciudades houssa de una etnia de Kanem en el Chad. Gao capital del imperio Shongay, en el Niger;Darfur el punto de encuentro de las caravanas del Sahara, que venan del Nilo y el Chad.En la mayora de estas ciudades adems de la actividad mercantil hubo otras que cumplan con todas las demandas del movimiento citadino, haba especialistas artesanos, constructores, administradores, centros docentes, religiosos, etctera.Nos hemos referido a las ciudades del occidente y el centro de Africa. En las del sur tambin se desarrollaron sociedades urbanas y artesanales que comerciaron con el exterior. Estos centros de concentracin de mercancas y productos naturales, tuvieron como marco ecolgico las sabanas cercanas al mar y la agricultura de los bosques. Estas civilizaciones son las ciudades-estado. Otras descubiertas en tiempos recientes, indican que en la zona de los pastores guerreros existi tambin una civilizacin urbana. Las ruinas de Zimbawe en Rhodesia y Ankola en territorio de Ruanda as lo testimonian.Para comprender las culturas africanas debemos conocer las representaciones plsticas de cada uno de los grupos que conforman las distint