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A principios de junio tomó trascendencia la noticia de que los titulares del Banco Central de la
Argentina y el Banco Central del Uruguay acordaron la implementación de un sistema bilateral de
pagos en monedas locales (SML). Se estableció que la utilización de esta herramienta por parte de
exportadores e importadores de ambos países será de aplicación voluntaria. Esta medida, aún no
instrumentada en la práctica, tiene un antecedente en la aplicación de un sistema similar que se
aplicó con Brasil desde 2008. Repasemos el funcionamiento de esa herramienta en la práctica.
El SML es un sistema de pagos destinado a operaciones comerciales de hasta 360 días que
permite al importador argentino pagar en pesos argentinos las transacciones realizadas con un
proveedor brasileño. Este sistema también permite la operación inversa: un exportador argentino
puede cobrar sus ventas en pesos argentinos, y su contraparte, operar en reales.
En cuanto al funcionamiento del proceso en sí, la operación comienza cuando el importador solicita
a su banco ejecutar el pago en su propia moneda. Es condición necesaria que el banco
interviniente sea una entidad financiera autorizada por el BCRA, para este tipo de transacciones. El
pago cursado origina que los bancos centrales de ambos países realicen compensaciones de los
valores transfiriendo el crédito a través del sistema bancario.
En el caso de importaciones argentinas será necesario que la operación se instrumente en reales.
El pago será cursado en pesos, tomando como base la tasa acordada con la entidad bancaria o la
tasa SML divulgada por el BCRA en el día. En el caso inverso, relacionado con el cobro de
exportaciones en el país, la operación será documentada en pesos argentinos.
La aplicación de estos sistemas bilaterales persigue varios objetivos, que a priori buscan incentivar
su utilización.
Como primera medida se busca poder facilitar las transacciones entre los países involucrados. Otro
punto que reviste gran interés es que su aplicación reduce la necesidad de utilizar divisas, lo que
implica reducir las reservas del BCRA. A nivel operativo de las empresas se reducen los costos
administrativos y financieros de la transacción al no tener que reconvertir las operaciones a dólar.
En el caso de pymes ésta puede ser una herramienta que les permita el acceso a operaciones
internacionales.
La aplicación de este sistema no implica modificar la documentación que las operaciones de
importación o exportación requieren, en cuanto a despachos, DJAI, contratos, garantías y otra
documentación relacionada, según el tipo de transacción. Si bien a la fecha no existen precisiones
adicionales respecto del convenio con Uruguay, es esperable que el sistema tenga un
funcionamiento similar al caso brasileño.
Como contrapunto, actualmente el sistema no cuenta con una promoción activa por parte de los
organismos estatales, que incentive a su mayor utilización. Si bien las operaciones en este sistema
continúan creciendo, aún está lejos de ser una herramienta que canalice la mayor proporción de
operaciones de importación. En consecuencia, el impacto sobre las reservas es bajo.
Probablemente con mayor promoción y difusión de la herramienta puedan obtenerse indicadores
más favorables a nivel macroeconómico.
El autor es socio por BPO de SMS-San Martín Suárez y Asociados.