adelante - edición 71 aniversario

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Caracas-Venezuela Septiembre-Octubre Año 2012 N° 001 ADelante: 71 años Pág. 2 Democracia en Acción Pág. 4 y 5 AD 2.0 Pág. 8 @ADemocrática Acción Democrática www.acciondemocratica.org.ve

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Órgano divulgativo de Acción Democrática. Edición que conmemora los 71 años de existencia del partido del pueblo venezolano

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Page 1: ADelante - Edición 71 aniversario

Caracas-Venezuela Septiembre-Octubre Año 2012 N° 001

ADelante:71 años

Pág. 2

Democracia en AcciónPág. 4 y 5

AD 2.0Pág. 8

@ADemocrática

Acción Democrática

www.acciondemocratica.org.ve

Page 2: ADelante - Edición 71 aniversario

2 Sep-Oct 2012

El 13 de Septiembre de 2012 se conmemoran 71 años de la fundación de nuestro glorioso Partido, concebido como un partido auténticamente venezolano, el Partido que pensaron y fundaron en la Venezuela disminuida de las décadas de 1930 y 1940 un puñado de venezolanos superiores, visionarios y esclarecidos; Rómulo Betancourt el primero entre todos, el civil más ilustre del siglo XX y uno de los mejores venezolanos de toda nuestra historia de país.

Partido auténticamente venezolano: eso hemos sido en estos 71 años de historia. Por encima de cualquier diferencia, nadie podrá desconocer el aporte invalorable de nuestra organización para el establecimiento y desarrollo de la democracia en Venezuela, el haber sido un genuino canal de expresión de las inquietudes, derechos y esperanzas de nuestros conciudadanos, y el partido que más ha contribuido a la transformación positiva de la Patria.

Queremos rememorar nuestra gloriosa historia que es parte de la mejor historia de Venezuela, de la que no han podido ni podrán sacarnos jamás los estafadores que desde nuestra misma fundación hasta hoy han estado al servicio mercenario de nuestros enemigos de turno, desde aquella plutocracia feudalizada que arrojamos del poder el 18 de octubre de 1945 y cuyos descendientes bastardos y putativos insisten en vengarse de nosotros regalándose a cualquier causa que nos adverse, hasta llegar al extremismo, el original, que derrotamos con votos y balas y que cada cierto tiempo se recicla, reconvierte y mimetiza para combatirnos más encarnizadamente, porque su única razón existencial es su encono contra Acción Democrática.

A 71 años de nuestra aparición en la vida política nacional, siguen plenamente vigentes nuestra ideología socialdemócrata y los principios fundacionales de nuestra organización. Por eso, es propicia la efeméride para defender con orgullo el enorme balance positivo que Acción Democrática puede mostrarle a Venezuela, balance que se agiganta en el tiempo y sale

triunfante de todas las comparaciones. Es oportunidad para hablar de la permanencia de Acción Democrática en el tiempo, de su capacidad para superar dificultades y adversarios de todos los tamaños y tendencias y de su vitalidad asombrosa a prueba de augurios, ataques, persecuciones, golpes, tiranos, castas militaristas, oligarquías, plutocracias, traiciones, apostasías y modas políticas. Es oportunidad de hablar de esa vitalidad que nos comunica el hecho de ser venezolanos con las virtudes y defectos de la gente común.

Los adecos somos una forma de ser, de pensar y de sentir idéntica a Venezuela. Por eso, cada vez que nuestros enemigos de todo pelaje proclaman que Acción Democrática se acabó, y llevan decenios repitiéndolo (lo vienen diciendo obcecada y tozudamente desde nuestra misma fundación) y que los adecos desaparecimos, crecemos y nos multiplicamos, con más fortaleza y renovados bríos porque, como es bien sabido, ¡los adecos somos una raza inextinguible!

Si Acción Democrática no hubiese sido fundado el 13 de septiembre de 1941, acto formal precedido de la creación de organizaciones como ORVE, ARDI y el PDN, algún otro partido de características similares habría aparecido, porque Venezuela requería un instrumento de expresión, participación y transformación después de la muerte de Juan Vicente Gómez y de los regímenes de López Contreras y Medina Angarita, estos dos que no fueron ni auténticas dictaduras ni verdaderas democracias, y que en medio de una ebullición pretendían caminar hacia la modernidad con el mismo paso quedo y macilento del país atrofiado y abúlico que gobernaban.

Acción Democrática interpretó cabalmente las urgencias de la Venezuela de la época en la cual el 18 de octubre de 1945 no fue sino el resultado inevitable y necesario, el único medio de romper el círculo vicioso de la antigüedad venezolana que se empeñaban en mantener un puñado de patricios y los pretores que los servían.

Y una simple aclaratoria para aquel memorable y todavía calumniado acontecimiento que, paradójicamente, ha contado entre sus peores y más furibundos detractores precisamente a muchos de los serviles a los cuales emancipó. Algunos profetas de hechos cumplidos dicen que de no ser por el 18 de octubre de 1945 jamás se habría producido el golpe contra Gallegos el 24 de noviembre de 1948 y con esto los 10 años de dictadura

de Pérez Jiménez, por cierto que hoy como ayer alabada por las camarillas militaristas y sus cómplices, caracterizados precisamente por su ignorancia obscena y por su morboso gusto por el ejercicio de la fuerza bruta para gobernar. Si esos historicismos de pacotilla funcionaran con la causalidad biológica que se pretende, deberíamos decir que el 24 de noviembre de 1948 trajo como consecuencia el 23 de enero de 1958 y éste a su vez las felonías golpistas del 4 de febrero y del 27 de noviembre de 1992. Lo único cierto es que a partir del 18 de octubre de 1945 y a pesar de los 10 años de dictadura militar de Pérez Jiménez, que los trompeteros castrenses de hoy alaban para infamarnos, Venezuela fue un país mejor y distinto al que forjaron a su imagen y semejanza, para vergüenza de la civilidad, los degradantes y rapaces gobiernos militaristas que saquearon y asolaron por casi siglo y medio a Venezuela y a Latinoamérica; que después que Acción Democrática gobernó por primera vez, los venezolanos comenzaron a vivir la vida digna y decente que jamás habían vivido, y que con todos los errores que puedan atribuírsenos, ningún gobierno ha hecho más ni mejor por el país y por su gente de lo que han hecho los gobiernos de Acción Democrática. Y ahí están estos 71 años de Historia para probarlo. Deseamos que se compare y que se juzgue.

El sólo hecho de que en Latinoamérica y en nuestro país una institución, mas aún un partido político, exista y tenga vigencia al cabo de 71 años, es ya digno de consideración, porque en estas latitudes las instituciones son pocas y efímeras, si se quiere provisionales y de muy poco arraigo. La sola perdurabilidad dice que Acción Democrática no es un accidente, casualidad, moda o fenómeno transitorio. Acción Democrática es la adequidad: un sentimiento, una cultura, una forma de ser, pensar y actuar que tiene arraigo en lo más profundo de Venezuela porque es el trasunto de la gente venezolana común y corriente. En eso radica nuestra perdurabilidad. Por supuesto que así como hay adequidad y adequismo también hay antiadequismo y eso nos honra. Dondequiera que estemos, para el elogio y para la crítica, somos una referencia.

Hay quienes siempre han creído que es menester destruirnos para sustituirnos, sin que hayan logrado ni uno ni otro propósito, pero sin embargo no le han dado tregua a su imaginación. A sabiendas de que los procesos políticos son susceptibles de manipulación y que en ellos se producen mitos, desviaciones, distorsiones, fijaciones y supersticiones, ciertos sectores plutocráticos que siempre se han creído dotados de superioridad para ejercer el poder político porque, más responsables de lo malo que de lo bueno, cuentan con el poder económico que lograron

incrustados en el sistema político venezolano a través de dictaduras y democracias, dieron por supuesto que los partidos estaban irreversiblemente desacreditados como para liquidarlos, aunque, cobardes al fin, no se atrevieron a dar la cara y jugaron a las carambolas. Para lograr su cometido han apostado a todo, desde el discurso conocido como la antipolítica (que si lo llamamos por su nombre verdadero y sus intenciones es simplemente antipartidismo), para destruir a los partidos históricos por ser los más arraigados y fáciles de responsabilizar, pero también arremetiendo contra los partidos no históricos a algunos de los cuales han convertido en instrumento de sus negocios.

La antipolítica y el antipartidismo también han pretendido, paradójicamente y en una nueva impostura, fundar sus propios partidos y ensayar salidas de fuerza. Muchos de ellos le hicieron el caldo gordo al actual gobierno, al que ahora adversan porque cuando fueron a pasarle la factura les tiró la puerta en la cara. Un pleito entre bandidos. Esos sectores también han inventado y siguen inventando proyectos de todos los colores, modas políticas cada vez más estrafalarias, muñecos de todos los sexos, mitos de todos los tamaños y los apuntalan con todo el poder económico, mediático y publicitario de que disponen, lanzándolos a la batalla política para que den las peleas que ellos no se atreven a dar. Aunque hasta ahora no han logrado plenamente sus objetivos, continúan apostando al posibilismo. Esos sectores consideran que la gesta de apoderarse de Venezuela es una mera empresa mercantil pero de grandes proporciones que deben disfrazar de proyecto político para introducirla mejor. Estos sectores perniciosos, ciegos y egoístas fueron los principalísimos responsables del fiasco de abril de 2002 y de la frustración del enorme esfuerzo desplegado por la inmensa mayoría de los venezolanos que deseaban ponerle final pacífico y democrático a la inmensa tragedia que padece nuestra Patria. Esos mismos sectores, en una estrategia que parece inventada por este régimen, andan confundiendo y dividiendo a la oposición con propuestas estrafalarias y aparentemente unitarias. Con dos recursos cuenta este gobierno para mantenerse en el poder: amedrentar con la fuerza, los chantajes, las amenazas y la represión y dividir a la oposición. ¡¡¡¡Cuidado, ambiciosos y tontos útiles!!!

Frente a las propuestas de un extremo, los pueblos confundidos y decepcionados suelen caer en el otro, víctimas de las peores causas y los peores líderes que si bien ignoran completamente la ciencia de gobernar en cambio dominan magistralmente las mañas demagógicas y populistas. La tragedia latinoamericana es rica en estas malas experiencias que no se curan todavía.

ADELANTE EN EL 71 ANIVERSARIO DE ACCIÓN DEMOCRÁTICAHenry Ramos Allup

Page 3: ADelante - Edición 71 aniversario

Venezuela tiene que superar la trampa de tener que escoger entre dos desgracias: por una parte el caos del populismo demagógico, autoritario y militarista, cuyo objetivo es el odio social, la revancha clasista, el imperio de los frustrados, el gobierno de los peores y la igualdad en la miseria, o por la otra el caos de la plutocracia retrógrada, segregacionista, cruel, explotadora, socialmente insensible, discriminatoria, antipopular e indolente que se siente y comporta como extranjera en su propio país y considera a Venezuela y a su gente como una mercancía más.

Nadie, ni nuestros adversarios más enconados, puede negar la gigantesca obra de transformación de Venezuela emprendida por Acción Democrática: una red inmensa de obras de infraestructura cubrió al país, al campo y la ciudad, de universidades, liceos y escuelas; hospitales y centros de salud; cloacas, tuberías de agua potable; planes masivos de vivienda; gigantescas represas generadoras de electricidad llevada a todos los rincones del país; telefonía, autopistas, carreteras y vías de penetración rural; obras de saneamiento ambiental; desarrollo de industrias extractivas y manufactureras grandes, pequeñas y medianas; industrialización acelerada del país; organismos crediticios para las más variadas actividades y para la auténtica democratización del capital; nacionalización de las industrias del hierro y el petróleo; pero por encima de todo y mucho más importante que todo una enorme movilización social hacia arriba mediante la capacitación y promoción de la gente y la apertura de oportunidades iguales para todos con programas sociales no discriminatorios ni partidizados. Esa obra extraordinaria que transformó radicalmente la Venezuela elemental, pastoril, inarticulada y atrofiada, enferma de endemias y epidemias, apestada de todos los males económicos, sociales y naturales, diezmada por el atraso integral en todos los órdenes, enferma, ignorante, rezagada, atávica; a esa Venezuela del último mundo transformada por esa obra espectacular de la Democracia que nos convirtió en un país pleno de oportunidades para los naturales y los extranjeros que vinieron por millones buscando una vida mejor, que rescató a las mayorías de la inferioridad odiosa que las aplastaba desde el Descubrimiento, súmense todos los errores y defectos verdaderos y supuestos que nuestros enemigos se solazan en contabilizar; agréguense todos los comentarios negativos que se quieran; háganse todas las objeciones técnicas y de cualquier clase que se deseen; examínense con todos los prejuicios y malquerencias que se les ocurran, y esa obra seguirá siendo formidable, grandiosa y hasta hoy i-ni-gua-la-ble , y remarco la expresión con el orgullo de quienes nacimos, vivimos y militaremos por siempre en el Glorioso Partido que hizo posible semejante prodigio.

Cuando llegamos por primera vez al gobierno en 1945, la oligarquía harta de dinero y

huérfana de abolengo, decía despectivamente que con los adecos la chancleta había llegado al poder, que el de Acción Democrática era el gobierno de las alpargatas, creyendo que con eso nos ofendían y humillaban. Al contrario, decían una gran y aleccionadora verdad, porque en aquella Venezuela descalza, en chancletas o alpargatas, un gobierno que se dijese popular no podía integrarse con gente calzada de charol ni embutida en una levita. En un país como el nuestro donde nunca ha existido relación directa entre riqueza y talento ni entre riqueza y calidad humana, ser rico no era ni es sinónimo de ser culto ni decente, ni ser pobre era ni es sinónimo de ser ignorante o indecente. ¡Pero qué chancleta aquella! Lo más esclarecido de las ciencias, la cultura, las artes, las letras, el pensamiento más avanzado y mejor acreditado, la flor de la inteligencia de la Patria cerraba filas en el Partido del Pueblo. Por eso rechazamos con indignación cualquier comparación grosera, ignara o maliciosa que pretenda hacerse con nosotros y otras organizaciones en estos menguados tiempos de la Patria.

Quienes entonces nos criticaban eran aquellos que se decían de alcurnia y le habían entregado a Gómez las comisiones y sus mujeres para que el padrotaje del tirano las embarrigonara y de ahí coger la cría de un bastardaje pretencioso que siguiera desangrando a Venezuela, como la venían desangrando sus ancestros de mala casta que vinieron en las sentinas insanas de los barcos de los conquistadores. Tienen razón en odiarnos, y aunque sabemos que estos odios no prescriben y siempre acechan, confesamos que nos enorgullece y conforta saber que el plebeyaje adeco les echó a perder la fiesta para siempre, les quitó para siempre el derecho saqueado de gobernar a Venezuela, arrastró por el suelo sus ínfulas de superioridad y se mofó hasta la crueldad de su orgullo de nobles sin linaje. Ese plebeyaje cambió el usted por el tú e hizo de Venezuela un país altivo que elevó la cabeza para siempre ante todas las oligarquías económicas o militares. Ese plebeyaje acabó con las alpargatas y los descalzos porque le puso zapatos a toda Venezuela.

Por supuesto que cometimos errores, más de los que hubiésemos deseado y muchos menos de los que nos imputan nuestros adversarios. Y digo cometimos porque nosotros, los que hemos dado la cara por Acción Democrática en el momento más difícil de su existencia, los que no huimos, ni la traicionamos ni la negamos ni negaremos jamás asumimos la Historia del Partido en bloque, como se asume la Historia de la Patria, con activos y con pasivos. El Partido que queremos hacer para la Venezuela del futuro requiere autocrítica sincera y constructiva y propósito muy firme de rectificación. El pasado siempre enseña. Nosotros formamos parte del pasado, del presente y del futuro.

Retomamos las ideas, los principios y la conducta ética de nuestros fundadores

porque tienen plena vigencia. Todas las desviaciones y corruptelas tuvieron su causa en el abandono o descuido de aquellos paradigmas o en la tolerancia de conductas que oportunamente hemos debido condenar. La dirección colectiva y el permanente ejercicio de la democracia fueron sustituidos por liderazgos individualistas, megalomaníacos, mesiánicos, corrompidos y corruptores, clientelares, que se multiplicaron como gusanos de cadáver a todos los niveles del país y del Partido. Su infecto-contagio seguirá siendo altamente nocivo. Quizá en este momento de nuestro relanzamiento seamos menos, pero sin duda somos mejores. La adversidad nos ha enseñado y en medio de ella hemos sobrevivido y nos hemos fortalecido.

Como Partido no nos fundamos ni formamos desde el gobierno sino desde la oposición y en la oposición. Desde las Cívicas Bolivarianas de López Contreras, el PDV y el PPG de Medina Angarita y el FEI de Pérez Jiménez, todo partido que se funda, organiza y financia desde el poder nacional o local, desaparece indefectiblemente cuando pierde el poder. Es lo que dice la Historia de Venezuela desde su principio hasta nuestros días.

Por ahí andan esnobistas que dicen que la política es innoble, quisiera creer que más ingenuos que malintencionados, diciendo que debemos salir del presente pero no para volver al pasado, y aunque nos atacan oblicuamente porque les da miedo nombrarnos, cuando dicen pasado quieren que se entienda malo y cuando dicen pasado y malo quieren que se entienda Acción Democrática. A ellos, queremos recordarles varias cosas: la primera, que aquí no hay pollitos recién salidos de la cáscara, que aquí nadie ha aparecido de repente y que por una u otra razón todos estamos vinculados con el pasado, y no solo nosotros sino también nuestros padres, abuelos, familiares, relaciones y negocios. No faltan agentes del disimulo que dicen que no miremos al pasado no porque sean representantes de una supuesta modernidad, sino porque de ese pasado no tienen nada que defender o tienen en ese pasado algo que los avergüenza y quieren mantener oculto en el olvido. Acción Democrática tiene del pasado mucho que defender y nada de qué avergonzarse.

También queremos advertir que en la política, como en la vida real, deseos no empreñan. A nosotros no nos van a sacar de la actividad política con palabrejas ni haciéndole trampas a la verdad; sólo el pueblo dirá si debemos ser o no ser protagonistas. Anunciamos que vamos a luchar con todos los hierros, aguantando como yunque y golpeando como martillo, como hemos luchado en estos últimos 71 años, contra todos los vaticinios, adversarios y adversidades. Y como si nada. Vuelvo a repetir: Nosotros formamos parte del pasado, del presente y del futuro y de todo eso nos enorgullecemos. Hay Acción

Democrática para rato.Acción Democrática está preparándose para el porvenir, para la inmensa tarea de recuperar a Venezuela. Para que vuelva a ser el país forjador del progreso de su gente. Para sacarla de la decadencia en que se halla sumida. Para desterrar el odio, las confrontaciones y los enfrentamientos absurdos estimulados por quienes no saben gobernar y creen haber hallado en las disociaciones la excusa permanente de su fracaso. Para hacer que se recuperen el bienestar y la prosperidad actualmente extraviados. Para que gobiernen los venezolanos más capaces, más honestos, más aptos, más civilizados, mejor probados. Para que la instintividad primitiva, las ofensas, las persecuciones y las humillaciones nunca más vuelvan a convertirse en razones de Estado. Para que las frustraciones, los odios personales y la insania no constituyan jamás razones de gobierno ni elementos de una absurda moralidad. En fin, Acción Democrática se prepara y asume el compromiso de luchar para que Venezuela tenga el buen gobierno que se merece. Basta de experimentos, de ensayos, de tirar paradas: Con el futuro de los pueblos no se juega. Aunque haya sido dolorosa, Venezuela ha tenido la oportunidad de comparar, y por eso nos permitimos decir, no por altanería ni por vanidad, que ninguna otra organización política está más compenetrada con Venezuela que Acción Democrática, que nadie ha gobernado este país mejor que nosotros y que cuando Acción Democrática gobierna los venezolanos viven mejor.

¡Que viva Venezuela!¡Que viva Acción Democrática!

Sep-Oct 2012 3

Director Editor: Henry Ramos Allup

Director Adjunto: Jesús Yánez Morales

Equipo de Producción: Paola Hernández Samarith Valerio Nehomar Hernández Héctor Canache Eugenia Rivera

Diseño y Diagramación: Luis Alvear Francisco Sánchez Eugenia Rivera

Colaboradores: Amanda Rezende Pedro Benítez Ángel Lugo Carolina Abrusci Juan Requesens Francisco Ramírez Dennis Fernández Nehomar Hernández

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6 Sep-Oct 2012

Desde hace muchos años las mujeres en nuestro afán de demostrar cuan útiles podemos ser a la sociedad nos hemos interesado e incorporado a la vida social, laboral, productiva y política del País. En el ámbito laboral, desde su fundación en 1919, la OIT ha estado comprometida con la promoción de los derechos laborales de todas las mujeres y hombres, así como con la igualdad entre los sexos.

La política sobre igualdad e incorporación de las consideraciones de género -que es ejecutada como parte del plan de acción de la OIT 2010-15-, promueve dos líneas de acción: analizar y tratar en forma sistemática las necesidades específicas de hombres y mujeres en todas las iniciativas que se lleven a cabo y realizar intervenciones dirigidas a grupos específicos con el fin de lograr la participación tanto de mujeres como de hombres, para conseguir que se beneficien por igual de los esfuerzos por alcanzar el desarrollo. Recordemos que ya en 1911 se había celebrado por primera vez el día Internacional de la Mujer Trabajadora.

En Acción Democrática tenemos ejemplos admirables de la lucha femenina; tal es el caso de nuestra actual Presidenta, la

Dra. Isabel Carmona de Serra, quien sufrió y gallardamente resistió los embates de la dictadura Pérezjimenista. Entre algunos de sus sacrificios tenemos su encarcelamiento en la cárcel de San Carlos, en Cojedes, donde inclusive dio a luz. Nada la detuvo en su lucha por la democracia, en gran medida igualándose entonces a la labor que le era propia a los hombres.

Desde hace algunos años AD ha venido valorando y depositando su confianza en mujeres luchadoras, trabajadoras, aguerridas y aplomadas en la conducción del partido en diversas seccionales: Nelly Frederick en Bolívar, Sandra Alfaro en Monagas, Myriam Do Nascimento en Miranda, Ivelisa Martínez en Portuguesa, recientemente Margarita Rivero -ante la trágica desaparición de nuestro recordado Orlando Espinoza- en Aragua, y esta servidora en Cojedes.

Esto refleja que la lucha ha surtido frutos, pues tenemos esa igualdad reflejada en la unificación de criterios entre lo que queremos, hacia dónde vamos y la valoración del trabajo político, social y parlamentario por igual entre

hombres y mujeres. Sin embargo, eso no es todo: las adecas continuamos trabajando muy duro para lograr equiparar el número de hombres y mujeres en cargos políticos, gerenciales y de elección popular. No todo está cumplido, pero estoy segura de tener el soporte de una organización política policlasista y plural como AD, donde se valora tanto el trabajo de los hombres como el de nosotras las mujeres.

Como adeca hago el llamado a las mujeres que por temor a ser irrespetadas no participan en política, dejando perder un gran potencial de trabajo y responsabilidad. Todo aquello que con tenacidad, empeño, consecuencia, responsabilidad, trabajo y perseverancia realizamos, lo logramos. Debemos continuar nuestra lucha por una sociedad más justa y la participación de todos sin discriminación por el género al cual pertenecemos. Sigamos pues, avanzando por el sendero de una Venezuela Libre y de los venezolanos, donde procuremos el pan, la tierra y el trabajo para nuestros hombres y mujeres por igual.

A propósito del 71 aniversario del partido del pueblo vale la pena recordar el rol determinante que jugaron las primeras organizaciones políticas venezolanas -y esencialmente AD como punta de lanza- en la superación del fenómeno caudillista y por ende de la concepción personalista y militarista del poder político en nuestro país.

El 13 de septiembre de 1941, en el Nuevo Circo de Caracas, nace lo que muchos autores califican como el primer partido político de masas de Venezuela: Acción Democrática.

De esta forma, el espíritu de la lucha gestada en primera instancia a través del ARDI, luego por ORVE y posteriormente en el PDN, ve su concreción absoluta en la fundación del partido del pueblo; de la mano de connotadas personalidades como Betancourt, Gallegos, Andrés Eloy, Barrios, Leoni y Prieto Figueroa.

La aparición de AD en la escena política viene a

contraponerse a la llamada hegemonía andina en el poder que había inaugurado a finales del siglo XIX “El Cabito” Cipriano Castro, continuada a su vez por los 27 años de cruenta dictadura gomecista y que, a la muerte de “El Benemérito”, había elevado al solio de Miraflores a López Contreras en primer término y a Medina Angarita a posteriori.

Más allá de ello, la irrupción de AD en la palestra, a través de la revolución de octubre de 1945 y luego -con mayor fuerza- al vencer Betancourt en las elecciones de 1958, viene a significar un hecho determinante para los venezolanos desde que decidimos independizarnos del Imperio Español: la llegada de los civiles -de manera real y efectiva- al manejo del poder político (visto el fracaso de la breve presidencia del Dr. José María Vargas a mediados del siglo XIX).

Desde 1830 hasta 1945 la Patria había puesto a descansar su destino en las manos del militar fuerte de turno, quien para lograr hacerse con el poder vivía en sempiterna guerra de montoneras con sus adversarios. Fuimos testigos de cómo el caudillo devenía en gendarme necesario al llegar a la Presidencia; así vimos calzarse la banda a Generales como Páez, Monagas, Guzmán Blanco, Crespo o el propio Gómez.

Podemos afirmar sin empachos que los mayores avances en materia social, económica y de infraestructura que ha conocido el país se dieron durante los manidos 40 años de democracia que arrancan en 1958 y de los cuales AD es parte consustancial. Sin embargo, el mayor avance producido en esas 4 décadas no es otro que el de haber instaurado la concepción civil del poder en Venezuela.

Civiles al poder, militares al cuartel

NehomarHernandez

Dennis Fernandez

Durante siete décadas el partido Acción Democrática, tanto en la oposición legal o clandestina, como en tareas de Gobierno, ha defendido como uno de sus postulados

la participación justa y razonable por parte de la nación de la riqueza derivada de la actividad petrolera, su industrialización, su manejo por parte de venezolanos y una legislación que propenda al mejoramiento económico y social de los obreros, técnicos y empleados que prestan sus servicios al sector.

Todo lo que nuestro país logró en los aspectos antes mencionados en el siglo XX es, por cierto, lo que el actual régimen se ha dedicado casi sistemáticamente a destruir y dejar colapsar.

Fue entre 1945 y 1948, cuando Betancourt y Pérez Alfonzo sentaron la autoría intelectual de toda la política petrolera nacionalista, reformista y moderada que luego fueron aplicando la mayoría de los demás países exportadores de hidrocarburos.

El siguiente paso fue aquel viaje donde Pérez Alfonzo y Manuel Pérez Guerrero conocieron al “jeque rojo”, el saudí Abdullah Tariki, en el Hotel Hilton de El Cairo en 1959, donde promovieron en secreto el “pacto de caballeros” con los representantes de los otros grandes exportadores de petróleo que dio origen a la OPEP. Dadas las circunstancias del momento: en medio de la Guerra Fría, con una frágil democracia entre manos, el apoyo que Rómulo Betancourt le dio a su ministro de Minas e Hidrocarburos en su diplomacia petrolera fue de una audacia notable.

Todo lo anterior puede sonar a romanticismo nostálgico, pero en realidad es de una actualidad contundente: el próximo gobierno dependerá en su estabilidad de los precios internacionales del barril de crudo, y en esas circunstancias no nos quedará otra que “casarnos” (nuevamente) con nuestros socios dentro de la OPEP.

Como en tantos otros aspectos de nuestra vida como país: vialidad, red eléctrica, suministro de agua potable, hospitales, escuelas, refinerías, etc, dependeremos del legado dejado por los héroes civiles de la republica democrática, que obraron pensando no tanto en las siguientes elecciones, sino en las próximas generaciones.

71 años de política petrolera

Pedro Benítez

La mujer adeca y la igualdad de género

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Sep-Oct 2012 7

Que la celebración de los 71 años de AD sirva para reflexionar sobre lo que ha sido su existencia, su legado y sobre todo, lo que representa el reto de su juventud hoy en día. Si tuviéramos que referirnos a AD como esa mujer que parió a la democracia venezolana pudiéramos asegurar, por una razón lógica, que a sus 71 años ha dejado atrás su etapa de juventud y que ya ha entrado, desde hace varias décadas, en su período de adultez, aunque sigue vigente y a la vanguardia. Sin embargo, desde su infancia hasta hoy ha formado siempre a jóvenes luchadores que desde temprana edad han dedicado su vida entera a la lucha por la democracia orientada a la construcción de una Venezuela libre y de los venezolanos. La historia del partido y del país es evidencia de ello.

Esta historia de AD, hoy con 71 años, nos sirve para ver que la juventud es una condición, no un mérito. Es una circunstancia necesaria e indispensable para que se pueda dar el tránsito a la adultez, y por lo tanto es transitoria. Que no se nos valore por jóvenes, pues se

trata de más bien hacer que se note la madera con la cual está hecha nuestra juventud que va de frente y sin miedo, pero no sólo eso, sino también siempre con el pueblo, “por fuerza y razón”. Y esto será así durante nuestra juventud, pero también durante nuestra adultez.

Sin embargo, es la juventud de espíritu la que podemos (y debemos) conservar toda la vida para garantizar que nuestro reto de la reconstrucción de Venezuela, que no es una tarea sencilla ni rápida, se realice con éxito. A nuestra generación le ha tocado ver cómo se destruye en poco más de una década el legado y los frutos de muchísimos años de lucha y de historia. Será ésta última la que nos permita a nosotros, jóvenes de Acción Democrática, escribir entre sus líneas el testimonio de una generación que tiene la titánica tarea de reconstruir al país y llevarlo a un mejor rumbo, guiados por nuestro himno. Que nuestra forma de hacerlo sea siempre el trabajo, nuestra forma de darlo la igualdad. Nuestra voz para pedirlo la justicia. Y la forma en nuestra voz la libertad. Adelante a luchar jóvenes milicianos, a la voz de una verdadera revolución.

Juventud y democracia en acción

Acción Democrática nació para hacer historia. Dicho cumplido. AD, el partido del pueblo, significa el pueblo en el partido y no al revés. Ese partido del pueblo ha hecho historia. Porque nació con la convicción de la necesidad de la transformación de Venezuela, y lo logró en el siglo pasado. Eso significó discusión política, lucha política, combate contra las dictaduras. Eso costó cárcel, destierro y muerte. Los militantes de Acción Democrática ofrecieron sus vidas para que en Venezuela tuviésemos democracia con desarrollo y bienestar.

Allí están los grandes pensadores como Rómulo Betancourt, los mártires como Ruiz Pineda, Carnevali, Pinto Salinas, y muchos más; los grandes avances como el derecho al voto, el sufragio universal directo y secreto, la incorporación de la mujer a la vida política, social y económica; la política sanitaria, la política de educación con la construcción de Universidades, y qué decir del Programa Gran Mariscal de Ayacucho; programas todos con visión de igualdad de acceso, de igualdad de oportunidades. Las grandes obras como la electrificación del país, Guri, Ciudad Guayana, las luchas contras las endemias. La defensa del sindicalismo, la libertad de asociación, la descentralización. Todas propuestas contenidas en sus tesis políticas y en su visión de país.

AD es un proyecto histórico. Como lo hemos discutido en la Comisión de Actualización de la Tesis Política del partido, se trata de un proyecto que no se agotó con la tesis política de los años sesenta, ni se agotó por la desaparición de sus fundadores y mártires. AD es un proyecto de transformación constante del país. Acción Democrática, como proyecto histórico, tiene vigencia: tanta vigencia como la tiene hoy el lema de por una Venezuela libre y de los venezolanos, o como la aspiración sellada en nuestro himno sobre la construcción del progreso y la riqueza social: “Y una forma de hacerlo, ¡Trabajo!, y una forma de darlo, ¡Igualdad!, Y una forma de pedirlo, ¡Justicia!, y una forma en la voz, ¡Libertad!” Nuevas generaciones vienen ascendiendo dentro de la estructura acciondemocratista. Se discute la tesis política del partido, le hemos puesto el hombro a la MUD y al candidato de la Unidad. Estamos superando un momento difícil, y por eso le podemos decir al país que Acción Democrática, el partido del pueblo, ¡viene en serio!

Carolina Abrusci

AD:un sentimiento, un

proyecto histórico y viene en serio

Me comprometí a escribir estas líneas para la edición aniversario. Y compromiso es una palabra fuera de contexto; es todo un honor para este servidor escribir en el 71 aniversario de nuestro partido, un partido ideológicamente atornillado en la idiosincrasia nacional y que está llamado a ser protagonista del proceso de transformación que necesita nuestro país, hoy sumido en un futuro incierto y envuelto en una lógica polarizante que nosotros los adecos estamos llamados a erradicar. Como presidente de la FCU y del parlamento estudiantil tengo que hacer un necesario reconocimiento a los compañeros que también encabezan federaciones en otras casas de estudio. LUZ, UDO y UPEL son universidades direccionadas por compañeros de partido que con su liderazgo, compromiso y el apoyo de los estudiantes han conquistado importantes espacios; así mismo compañeros dan la lucha en la ULA y la Universidad de Carabobo para la consolidación de la toma del poder.

Acción Democrática nos ha enseñado que es necesaria la perspectiva de poder, pero de igual manera es necesaria la lucha ideológica. Estamos llamados como actores de partido a profundizar la lucha, no solo en el terreno de la praxis sino en lo ideológico, discursivo y conceptual. Los universitarios como otro frente de batalla juvenil debemos encabezar la

lucha de contenidos y significaciones y de la mano con otros sectores acelerar el proceso de transformación política que requiere la nación.

Dicen las primeras líneas de nuestro programa: “Somos un partido policlasista, de izquierda revolucionaria y anti imperialista…” y así asumimos nuestro compromiso los estudiantes. Seguimos transformando un movimiento estudiantil en el que reinaba la anti política para -¿Por qué no?- politizarlo. Si, somos actores reivindicativos pero que no podemos ser estáticos ante el proceso político nacional, así lo enseñó la historia y nuestros ideólogos, la generación del 28. Si fallásemos seríamos culpados por la historia. Rescatemos pues nuestra identidad como social demócratas. Luchemos por los espacios de poder y establezcamos posturas claras en todos los ámbitos: económicos, políticos y sociales. Ese papel es nuestro, de la juventud y de los universitarios. Usemos pues las mismas armas de nuestros antecesores: el conocimiento, la discusión y el activismo para darle dirección política a un país que necesita una vanguardia política.

Estudiantes presentes

Acción Democrática, partido comprometido con el país y su desarrollo, históricamente ha planteado su visión país en sus tesis políticas. Es AD la heredera del Plan de Barranquilla de 1931, el Plan del PDN de 1936 y la posterior tesis política también del PDN de 1939.

En 1941, al momento de su fundación, AD presentó un programa que atendía a las necesidades más inmediatas del pueblo para aquel momento: Un sistema profundamente democrático en el que votaran todos, mujeres y analfabetas inclusive, una economía moderna, y un estado

más fuerte y protector de los excluidos.

Luego, en 1964, en la 14° Convención Nacional del partido, se aprobó una tesis política que desarrollaba mas a profundidad el proyecto del país que nos planteábamos construir, programa además que vale la pena revisar para constatar que en efecto, el proyecto de modernidad allí planteado fue cumplido en gran medida, a pesar de los problemas o errores, sobrevenidos con la modernidad, que no se pudieron superar. Es cierto, la modernidad trajo nuevos problemas que no estaban previstos en las tesis anteriores, y esto hace imperiosa la necesidad de presentarle al partido y al país una nueva tesis política.

Esta labor ha comenzado en la sede del C.E.N, en La Florida,

JuanRequesens

La nueva tesis política de Acción Democrática

Ángel Lugo

Francisco Ramírez Ramos

en donde una comisión conformada por compañeros y amigos de muy alta calificación, seleccionados muy cuidadosamente por Henry Ramos Allup e Isabel Carmona, planteamos las ideas base que se plasmarán en los materiales para el debate que se abrirá posteriormente a nivel nacional con todos los compañeros.

AD se prepara para salir a dar la cara, tal y como siempre lo ha hecho, con un proyecto fresco y moderno, reconocedor de los derechos de los nuevos excluidos y marginados, con una alta consciencia ambiental, y diseñado para que nos acerquemos más a nuestra meta histórica: UNA VENEZUELA LIBRE Y DE LOS VENEZOLANOS.

Page 8: ADelante - Edición 71 aniversario

8 Sep-Oct 2012

Continuando con los avances que se han realizado desde la Dirección Nacional, el Manual de Estilo (Logotipo) del partido es uno de los más destacados. Este trabajo nació de la necesidad de establecer parámetros para el uso, igualdad y uniformidad del logotipo, así como la línea gráfica, empleada para establecer su identidad partidista en todo el

territorio nacional e internacional y, de esta manera, dar cumplimiento

a uno de los derechos de los militantes expuestos

en el artículo 9° de los estatutos del

partido: “cuidar y vigilar la i d e n t i d a d histórica e ideológica y doctrina del Partido”.

Como bien se explica en el

trabajo realizado el objetivo del

manual es establecer parámetros gráficos

con el fin de lograr la identificación de los símbolos

del partido. La importancia de conservar en el logo los mismos colores, diseño

y características es lograr una compatibilidad estable, que transmita un mismo y único

mensaje en todos los componentes que lo conforman.

El manual expone detalladamente cada uno de los elementos y colores que componen el

escudo, su s imbología

y significado, r e c o r d a n d o

que fue obra de Víctor Camejo y Manuel Martínez en 1945.

Una restaurada página web viene a sumarse a la modernización de las plataformas del partido, brindando un diseño más sencillo, amigable y con más secciones novedosas, que la convierten en el portal web informativo de la organización, con el fin de posicionarse en el medio de comunicación interactivo más importante entre los

militantes y simpatizantes.

Acción Democrática tiene más de 71 razones para celebrar, una de ellas son los avances tecnológicos que realiza la Dirección Nacional con el Sistema de Inscripción y Recenso, que ya ha registrado cerca de 5000 militantes con los operativos itinerantes implementados en Caracas, Zulia y Miranda.

Aún falta mucho más…En un futuro próximo se darán a conocer más proyectos tecnológicos y comunicacionales con miras a convertir a Acción Democrática en un partido político referencia en modelos modernos y vanguardistas para toda América Latina y el

mundo.

¡ADelante!

O t r a de las razones para celebrar es la incorporación de Acción Democrática en las redes sociales con su cuenta oficial @ADemocratica en Twitter y su página oficial en Facebook. Tecnología que une más el sentimiento partidista y por el cual los simpatizantes y militantes pueden estar comunicados acerca de los últimos eventos, actividades y directrices que se anuncien desde la dirección nacional. Hace poco la cuenta de twitter alcanzó los 30mil seguidores y los que faltan.

@ADemocrática

Acción Democráticawww.acciondemocratica.org.ve