activismo

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Historia de la filosofía / Humanidades La actividad sin tregua como opción vital preferencial, nuevo capítulo filosófico Martes, 02 Junio 2015 10:10 0 in Compartir El filósofo Ralf Konersmann acaba de publicar Die Unruhe der Welt (La "intranquilidad" (agitación, activismo) del mundo), en el que defiende que el hombre moderno aspira instintivamente a una suerte de agitación permanente. Konersmann no juzga ni propone la lentitud o la quietud como alternativas. Trata simplemente de explicar y de entender cómo se ha llegado hasta aquí. La palabra Unruhe tiene las siguientes acepciones en alemán: 1. Alboroto. (Obsérvese la relación con el “silencio”). 2. Agitación, movimiento continuo, de los dedos, por ejemplo. (Obsérvese la relación con el “activismo”). 3. Intranquilidad (preocupación, tensión, nerviosismo, mied o, por ejemplo si no llega un hijo a la hora que esperábamos). (Obsérvese la relación con la "serenidad", la "calma"). 4. Inquietud. (Véase la relación con la "paz interior"). 5. Descontento, por ejemplo en una empresa, o por motivos políticos, hasta llegar a la revuelta, al motín, a la rebelión. (Véase la relación con la "paz exterior"). La quietud se ha considerado clásicamente como una condición para la felicidad. Konersmann recorre el concepto de Unruhe por la historia para llegar a la conclusión de que la cultura occidental ha pasado de la preferencia por la tranquilidad a la preferencia por laintranquilidad, en esa mezcla de implicaciones arriba esbozada.

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Historia de la filosofía / Humanidades

La actividad sin tregua como opción vital preferencial, nuevo capítulo filosófico

Martes, 02 Junio 2015 10:100in Compartir El filósofo Ralf Konersmann acaba de publicar Die Unruhe der Welt (La "intranquilidad" (agitación, activismo) del mundo), en el que defiende que el hombre moderno aspira instintivamente a una suerte de agitación permanente. Konersmann no juzga ni propone la lentitud o la quietud como alternativas. Trata simplemente de explicar y de entender cómo se ha llegado hasta aquí.La palabra Unruhe tiene las siguientes acepciones en alemán:1. Alboroto. (Obsérvese la relación con el “silencio”). 2. Agitación, movimiento continuo, de los dedos, por ejemplo. (Obsérvese la relación con el “activismo”).3. Intranquilidad (preocupación, tensión, nerviosismo, miedo, por ejemplo si no llega un hijo a la hora que esperábamos). (Obsérvese la relación con la "serenidad", la "calma").4. Inquietud. (Véase la relación con la "paz interior").5. Descontento, por ejemplo en una empresa, o por motivos políticos, hasta llegar a la revuelta, al motín, a la rebelión. (Véase la relación con la "paz exterior").

La quietud se ha considerado clásicamente como una condición para la felicidad. Konersmann recorre el concepto de Unruhe por la historia para llegar a la conclusión de que la cultura occidental ha pasado de la preferencia por la tranquilidad a la preferencia por laintranquilidad,  en esa mezcla de implicaciones arriba esbozada.He aquí algunos apuntes del pensador alemán que nos ponen en la pista de las causas de la "agitación" permanente, externa e interna, en la que es fácil hallarse:-Los economistas hablan de competencia, desarrollo y crecimiento.-Las metas de la educación vienen y van.-Cambian los papeles sexuales y se tambalea la imagen tradicional de la familia.-Las administraciones y las autoridades, aunque se las considere la

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quintaesencia de lo pesado y de las normas paralizantes, han entrado en un bucle sin fin de reforma y control.-Las metas ya no son metas, en todo caso, son puntos de orientación.-La obra de arte lograda es algo de lo que se despidieron los artistas; prima lo no acabado, lo partido, lo interactivo, en teoría en un estado de creatividad permanente, sin falsificaciones.-A la política y a los políticos, sean de derechas o de izquierdas, les importa hacer, actuar, y sobre todo ante los medios de comunicación, que se vea.-Se pide flexibilidad: en la elección del puesto de trabajo, del lugar de residencia y de la pareja. Se exige distancia irónica, relativismo pragmático, una debilidad por lo nuevo y lo otro,estar en forma, estar siempre disponible, de tal manera que ni las fiestas ni las vacaciones sirven para el ocio, sino en todo caso para el activismo del descanso.Desde un punto de vista personal, hacia el interior, esa Unruheexterna se convierte en:-Impaciencia.-No cuenta el momento del aquí y del ahora, sino el siguiente. -No hay resultados porque todo es nuevo comienzo, transición y enganche. -La situación en sí se presenta a la vez como prometedora, como si viviendo en la Unruhe se pudiera llegar a la vida lograda, cumplida, llena.-Intranquiliza la tranquilidad. De ahí la reacción airada a todo lo que sea una decisión definitiva. Vale que todo sea provisional y sometido a una transformación permanente.

Konersmann concluye: "La actividad, el activismo, se ha convertido en un culto cuyos rituales se siguen al pie de la letra… Es un poder cuyo efecto se desarrolla en silencio". La solución clásica a este problema tan viejo como el hombre (Caín fue expulsado del Paraíso y lanzado a la acción, al "sudor", para ganarse el pan) ha sido siempre la conjunción de la acción y la meditación; es decir, un amor que dé sentido a la vida al que continuamente se apunta rectificando la trayectoria: con acción y con meditación.