¡activate! por una nueva cartografía juvenil (unes, 2013)

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Escuela Popular de Arte y Tradiciones Urbanas

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Page 1: ¡Activate! Por una nueva cartografía juvenil (Unes, 2013)

Escuela Popular de Arte y Tradiciones Urbanas

Page 2: ¡Activate! Por una nueva cartografía juvenil (Unes, 2013)

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARALAS RELACIONES INTERIORES, JUSTICIA Y PAZMinistro Miguel Rodríguez Torres

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARALA EDUCACIÓN UNIVERSITARIAMinistro Pedro Calzadilla

AUTORIDADES UNIVERSIDAD NACIONALEXPERIMENTAL DE LA SEGURIDADRectora Soraya Beatriz El Achkar Gousoub

Vicerrectora de Desarrollo AcadémicoAimara Aguilar

Vicerrectora de Creación Intelectualy Vinculación SocialMaría Lucrecia Hernández

SecretarioFrank Bermúdez Sanabria

CONSEJO EDITORIAL UNESRectora Soraya Beatriz El Achkar GousoubVicerrectora de Desarrollo Académico Aimara Aguilar Vicerrector de Creación Intelectual y Vinculación Social María Lucrecia Hernández Secretario Frank Bermúdez SanabriaSecretario Técnico del Consejo Editorial Agustín ArzolaDirectora de Gestión Comunicacional Mariela SilvaDirector General FundaUnes Ernesto Quijada

Investigación: Miguel Ángel Rojas Edición de textos: Vicerrectorado de Creación Intelectual y Vinculación Social Diseño gráfico: John Mendoza Impresión: Imprenta Unes

¡ACTÍVATE! Proyecto Epatu: por una nueva cartografía de lo juvenil Programa Juventud y Transformación (UNES) Convenio UNICEF-Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), Programa de Cooperación entre el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia 2009-2013Componente: Más protección, menos violencia | Subcomponente: Desarrollo adolescente

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD (UNES) Dirección: Calle La Línea, zona industrial L, Catia. Apartado postal: Caracas 1030 – Venezuela | Caracas, junio de 2012

WWW.UNES.EDU.VE

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PRESENTACIÓN

PREÁMBULO: PLANETA HIP HOP

NACIMIENTO DE LA EXPERIENCIA EPATU

COLECTIVO HIP HOP REVOLUCIÓN ¿QUIÉNES SOMOS?

¿QUÉ ES LO QUE SUENA EN LA ZONA? ADULTOCENTRISMOS

JUVENTUD, CRIMINALIDAD Y FACTORES DE RIESGO

FACTORES INDIVIDUALES

FACTORES RELACIONALES 1. Influencia de la familia 2. Influencia de los compañeros

FACTORES CULTURALES 1. Armas de fuego y drogas

2. Integración social 3. Espacios de reunión y recreación

4. Medios, cultura del dinero fácil y guerra de percepciones

FACTORES SOCIALES 1. Desigualdad de ingresos

2. Estructuras políticas: la legislación, la policía y los tribunales

CONCLUSIONES DE PUERTAS ABERTAS

BIBLIOGRAFÍA

ÍNDICE

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Page 5: ¡Activate! Por una nueva cartografía juvenil (Unes, 2013)

PRESENTACIÓN

Y o estoy en la EPATU desde el principio de las reuniones en la Plaza Montedioca. A veces me pierdo un tiempo, también por las mis-mas dificultades. Pero recuerdo que en las

reuniones de Plaza Montedioca fue donde nos pusi-mos de acuerdo sobre lo que era el proyecto EPATU como tal. Y ahí empezamos a cuadrar pa’ conseguir-las depué’. Hubo varias opciones y la más factible ter-minó siendo acá en San Blas. Eso fue el año pasado antes de meternos en la sede, pues como a principio de 2010. ¿Cómo le explica uno a la mama que es el Hip Hop? Más allá de lo poético. Así concreto. Pues que es el modo de expresión que decidí escoger. La música pa’ mí es mi escape de todos mis problemas. Y lo que me llevó a darme cuenta que por el camino que iba no estaba haciendo un coño de madre, sino enchavándome a mí mismo. Puedo tener mis vicios. Puedo tener mis vainas. Pero a la hora de proyectar mi trabajo, como en la música, no tengo que montarme ni vuelto mierda, ni decirle a las personas lo malo que

hay en mi vida sino buscar lo que para mí, es mi mejora personal. Y expresarme con lo que de ver-dad siento.

Por eso tengo ya 8 años traba-jando en las unidades colectivas. Y de eso vivo. Me da para mis cosas y ayudar a mi familia. Si es de trabajar todo el día, trabajaré todo el día camioneta. Dan pa’ todo las camio-netas. Dan pa’ todo. A veces hay peo con los choferes, pero ya se han curado y están acos-tumbrados de velo a uno todos los días.

Más bien se ha vuelto una convivencia, como si fuéramos compañeros de trabajo. ¡Já, no hay que darse por vencido! Tenía dos op-ciones: el Hip Hop o volverme conscientemente enemigo. La EPATU ha impactado la comunidad. La gente sabe, coño, la gente sabe de lo que hay aquí pué’. Algunas personas lo ven como algo bueno. Otras no tanto.

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PRESENTACIÓN 6 —

Apostar a la organiza-ción comunitaria en torno a expresiones ar-tísticas es una opción

para los/as jóvenes ante la esco-gencia de prácticas violentas y delictivas como elección de vida. Si bien, producto de la exclusión, asumir la violencia y el ejercicio delictivo como una vía a transi-tar, representa muchas veces un “entrar y salir”, o un tránsito per-manente entre lo legal y lo ilegal con poca separación entre lo legítimo para los/as jóvenes y lo ilegítimo para el sistema norma-tivo de la sociedad venezolana.

En este sentido, resaltamos la experiencia del trabajo comuni-tario desarrollado por el colecti-vo Hip-Hop Revolución, a través de las Escuelas Populares para las Artes y Tradiciones Urbanas

(EPATU) desarrollado con jóvenes de San Blas, estado Carabobo, Venezuela. Este trabajo de enlace y vinculación social con jóvenes pertenecientes a sectores popu-lares, promueve la problematiza-ción a la violencia, al “malandreo”, ofrece alternativas de inclusión a través del desarrollo de acciones artísticas y culturales de gran sig-nificación para el mundo juvenil. Es una experiencia que apunta a una iniciativa de prevención social comunitaria y de fortaleci-miento de núcleos de organiza-ción social.

Incentivar la autorregulación y la construcción colectiva a par-tir de la participación han sido las estrategias empleadas desde el Estado para impulsar una medi-da de seguridad preventiva. Esta línea de acción estratégica busca

en términos concretos el fortale-cimiento del poder, generación de “nuevos modelos asociativos y nuevas formas de solidaridad” que sean efectivamente preven-tivas al flagelo de la violencia.

La Universidad Nacional Ex-perimental de la Seguridad bus-ca comprender formas y expre-siones que representen alternati-vas a la violencia, sobre todo ex-periencias lideradas y protago-nizadas por jóvenes; principales sujetos inmersos en dinámicas y prácticas de vida delictiva. La in-tención de explorar las vivencias, las narraciones e iniciativas de organización juvenil sirve de re-ferencia para pensar y proponer políticas y programas que pro-muevan la inclusión de jóvenes desde las realidades que prota-gonizan.

PRESENTACIÓN 6 —

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7

PREÁMBULO: PLANETA HIP HOP “Conciencia no tenemos por eso en esto andamos.

Si perdemos, perdemos. Si ganamos, ganamos. “

Ardilla MC. Q.E.P.D.

El desconocimiento del mundo juvenil por parte de padres, abue-los, vecinas y vecinos es evidente. La brecha generacional es deli-cada porque amenaza con romper no sólo los vínculos familiares, sino también de identidad y de arraigo. De ahí las variantes en la

sociabilidad de la juventud y sus múltiples expresiones urbanas, que van formando los trazos de un nuevo mapa social en emergencia.

En la calle, los jóvenes comienzan a experimentar entre ellos mismos códigos, patrones, sonoridades, imágenes, declarando su autonomía a través de la transformación

corporal con prótesis, tatuajes o indumenta-rias que dan cuenta del mestizaje cultu-

ral de la época y de la conformación de nuevas identidades sociales

por medio de innovadoras for-mas creativas de expresión con las cuales transmiten sus du-

das y saberes. No es casuali-dad que sean las esquinas

el principal punto de en-cuentro juvenil.

1“Era una tarde de sábado y veníamos

saliendo de la graduación de una convive y

esperamos una grúa en una esquina frente

al círculo militar ya que el carro se había ac-

cidentado. De repente cambió el semáforo

y entrompó un motorizado con una pisto-

la apuntándonos. Nos mandó a subir las

manos y nos mantuvo apuntados un rato.

Requisándonos hasta que pidió la cédula y

comenzó a preguntarnos frecuentemente

si fumábamos droga. Le decíamos que no

y él respondió como si fuese a juro que te-

níamos que drogarnos, por la vestimenta

que cargábamos, a la final se fue y al rato

entrompó otra patrulla con lo mismo”.

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¡ACTÍVATE! / PROYECTO EPATU 8 —

En esta búsqueda de espacios por la ciudad se van configurando las identidades por los gustos estéticos, las sonoridades, las edades, las imágenes, el género, las preferencias sexuales y las exclusio-nes. Todo esto acompañado por las mutaciones sociales, urbanas y sensoriales que produce la revo-lución digital e informática. De tal modo que nada más representativo del momento juvenil que el Hip Hop, con expresiones transnacionales como Calle 13 o algunas más subterráneas como el Colectivo Hip Hop Revolución. Lo cierto es que ambos son retrato de los malestares y de las deslocalizaciones geográficas de la cultura hegemónica, así como de las luchas emancipatorias que caracterizan la emer-gencia protagónica de América Latina en el planeta y su diálogo fraterno con los pueblos del mundo en este nuevo milenio.

“Desde Chile hasta Caracas

Buenos Aires o Barinas

por el choco o por río

conseguirás la misma estaca

Mira algo te pesa y

No será sorpresa

Gente se está comunicando desde la pobreza

Los carentes, los culpables, los feos indeseables,

Los que desertamos clases por no ser masa moldeable

Aprendimos tu trampa legal, ya no tenemos miedo

Somos virus de Internet, vamos a invadir tus medios,

Desde allí expondremos con detalle

Como se devastaron los valles

Cómo accionaron cada robo

Y cómo invadieron estos territorios por petróleo.”

Master Mc, Área 23, Caracas

“Si de Okinawa hasta América central

siempre es el mismo cuento

el excedente pa’l opresor y el trabajador

que aspire el pegamento.

La revolución social se gesta en el malestar de cada hogar…”

Revilo Mc, Salvaje Decibel, Santiago de Chile

A toda fuerza opresora siempre se le opone una fuerza de resistencia, principio básico desde el que se explica la expansión mun-dial del Hip Hop como manifestación de

inconformidad de algunos jóvenes urbanos ante el pensamiento único cuya imposición termina arro-llando cualquier tipo de diversidad.

Todo movimiento cultural es parto colectivo, confluencia de múltiples, simultáneos y disyuntivos procesos sociales, económicos, políticos y cultura-les. Es por ello que al hacer la reconstrucción his-tórica de este movimiento nos remontamos a los

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Preambulo: planeta hip hop — 9

inicios de la década del 70 en el Bronx, al sur de New York, donde se

reconocen a personajes afrodescendientes, entre ellos a Big Master

Flow o Afrika Bambataa, como representantes originarios de la cultura

Hip Hop, junto a la influencia y el protagonismo de la diáspora latina

en los ghettos norteamericanos

y sus manifestaciones culturales,

aunque muchos desconozcan

esta última influencia y despojen

al Hip Hop de su carácter emanci-

patorio. Sin embargo, no nos

proponemos discutir aquí si

fueron los negros o los latinos los padres de la cultura Hip Hop, por

el contrario, pretendemos enfocarnos en el desarrollo de esa cultura

como expresión de los “jodidos” de cada país. Así pues es que pode-

mos afirmar que el Hip Hop es ante todo una expresión popular y de

denuncia. Las paredes se convertían en imprenta popular; la síncopa

musical y la lírica, así como los espasmódicos movimientos del break-

dance, eran el retrato de los des-tiempos sociales y el desordenamien-

to económico y político que se inauguraba con la imposición del neo-

liberalismo como nueva doctrina global.

El Hip Hop es una multiplicidad en movimiento con 4 elementos

que abarcan integralmente la comunicación popular. El RAP, que es la

música del Hip Hop, está compuesto por los Mc’s, Maestros de Cere-

monia, también conocidos como raperos, y quiénes tradujeron RAP al

castellano como Ritmo Acentuado y Poético, siendo entonces su ele-

mento natural la palabra oral y escrita. De igual modo ocurre con el DJ,

Cuando la tormenta se avecina, tu

vecina se atormenta y busca en la

puerta de la esquina una mezquina

respuestadile que el diluvio en toda la

población anduvoy la respuesta a la

tormenta está en el interior de uno.

2“Una vez en un sábado por la maña-

na íbamos un convive y yo para la Uni-

versidad Páez que me iban a arreglar los

dientes y el convive me iba a acompañar,

pero cuando íbamos a entrar el vigilan-

te nos detuvo y nos pide el carné, pero

como yo sé que ellos no piden carné a

nadie, le pregunto: —¿Por qué nos para?,

y él me dice: —¡¿No ven cómo están ves-

tidos?!, y ahí me arreché y le dije: —Her-

mano, ahí me está es discriminando por

mi vestimenta.

El tipo se marea y llama a otro vigi-

lante y se paran de que iban a llamar a la

policía y demás y a la final el mismo que

me paró me llama aparte y me dice que

lo mejor es que me vaya para que el pro-

blema no pase a mayores, y ya cansado de

tantas estupideces nos retiramos con toda

la arrechera del mundo”.

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cachetadas y a mí me bajaron de la maldi-

ta unidad a empujones, amenazándonos

con que si volvíamos a pintar cerca de su

zona, no la contaríamos más.

De igual modo la policía de Carabo-

bo en San Blas en la avenida Mariño entre

Girardot y Lara frente a Intucolor San Blas,

dos funcionarios motorizados me quita-

ron mi material artístico, los sprays, sólo

por encontrarme caminando por la zona

con los sprays en el bolso. No sólo fue la

agresión verbal sino que esos mamague-

vos no le pagan a uno la pintura, pa’ que

se la anden quitando de gratis. Ninguno

de esos bichos sirven con su uniforme de

mierda, joden más a quien no tiene, que al

que tiene o jodiendo a los malandros rea-

les de la calle. En la comunidad una vieja

de la Páez quería llamar a los pacos por-

que estaba rayando una santamaría frente

al edificio donde la tipa vivía”.

3 “Año 2009. San Diego. Terreno al lado

de la ciudadela Valencey.

En la tarde, al salir a pintar unas lámi-

nas de zinc que rodeaban un terreno en

San Diego al lado de la ciudadela Velencey

con otro graffitero de la ciudad, habían pa-

sado sólo unos minutos de haber llegado

al sitio, cuando se detuvo una unidad de la

policía municipal de San Diego.

Dándonos voz de alto y apuntando

con su armamento se acercó un funcio-

nario, llevándonos hacia donde se encon-

traba la unidad para hacernos la requisa

correspondiente y llamando a otro funcio-

nario que al llegar nos subió de inmediato

a la unidad, tanto al otro pana graffitero

como a mí. Ya adentro nos pregunta la

edad y la zona de residencia de cada uno

y ese coñoesumadre nos dice que por

qué coño estamos rayando en su zona. Al

pana que me acompañaba le dieron dos

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A pesar de que el mercado capitalista ha inten-tado secuestrar el Hip Hop, tratando de convertirlo en industria y pasarlo de expresión marginal de ne-gros y latinos, a cultura bling bling, a propaganda machista pululante de blancos que fanfarronean hazañas sexuales, denigran a las mujeres y a los ho-mosexuales, o alardean de la vida gangsteril y crimi-nal, el Hip Hop, por sus características de accesibi-lidad popular a sus instrumentos, sigue siendo he-rramienta del pobre y expresión del ultraje global en Venezuela y en Senegal, sigue siendo el retrato fiel del día a día de la precariedad existencial, social y política de la vida juvenil y familiar en las zonas marginadas y excluidas de la urbe, en cualquiera de sus modelos en el ámbito planetario.

Donde quiera que haya una injusticia, en cual-quier lugar del mundo, allí ha de retumbar un beat de Hip Hop. Escucharlo podría darnos pistas para un nuevo rumbo.

que al convertirse en productor musical desarrolla la comunicación sonora y auditiva. El graffitero es responsable de la comunicación visual y gráfica, y el bailarín de breakdance, se comunica corporalmente.

Siendo el Hip Hop una cultura híbrida, hija de estos tiempos de la revolución electrónica y digi-tal, es natural que el videoclip audiovisual sea uno de sus medios de difusión masivos, así la mayoría de sus exponentes lo hagan artesanalmente y des-de el underground, pues el Hip Hop no es arte de galería, surgió contra éste, es arte marginal. La voz poblacional se ha apoyado en medios alternativos como la Internet y portales como “you tube” para socializar sus trabajos artísticos, lo que ha permiti-do, por ejemplo, que representantes del movimien-to en Japón puedan conocer las tendencias y pro-ducciones de Hip Hop en cualquier país de América Latina. No hay parte del planeta urbano donde no exista Hip Hop.

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¡ACTÍVATE! / PROYECTO EPATU 12 —

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NACIMIENTO DE LA EXPERIENCIA EPATU “Vivimos en una crisis endógena, y aunque sea patógena

No nos cegará ni con lacrimógenas,

Al fuego de las barricadas quememos el reformismo cagón

Por la organización revolucionaria

Que es necesaria en la batalla contra el rico

Aunque Zalaquett nos amenace con sacar a los milicos

Reformismo y plebiscito por el pico

Solo el pueblo organizado puede contra el puto estado de los cuicos”

Portavoz Mc, Salvaje Decibel, Santiago de Chile

La EpaTu (Escuela Popular de Ar-tes y Tradiciones Urbanas) es un proyecto que nació formalmen-te el 18 de enero del 2010 cuan-

do más de 150 Hip Hop activistas de todo el país se reunieron en el estado Miranda. Después de conversaciones en todo el territorio nacional, se llegó a la conclusión de contar con un es-pacio necesario en el que los jóvenes pobres se encontraran y discutieran su realidad, para luego plasmar esas

discusiones en música, cantos, bailes y pinturas, que

corresponderían a las cátedras populares sobre la palabra, la pintura, el baile y la producción musical de las escuelas EpaTu. Es un proyecto cuyo enfoque preventivo se dirige a reducir los factores de riesgo y violencia en la juventud. La puesta en marcha de la primera parte del proyecto en 2010 se impulsó gracias al respaldo institucional. Hoy existen más de 34 escuelas en 22 estados del país y más de mil acti-vistas cohesionados en torno al proyecto.

Una de estas escuelas es la de Carabobo, al inicio funcionaba en Guacara, pero desde el 5 de junio de 2010, con la toma de posesión de un espacio aban-donado, funciona en la ciudad de Valencia, en la pa-rroquia San Blas. Allí, el núcleo de activistas de Hip

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¡ACTÍVATE! / PROYECTO EPATU 14 —

Hop Revolución aumentó y se cohesionó, logrando que pasaran por la escuela más de 100 jóvenes y adolescentes, quedándose muchos de ellos luego como nuevos Hip Hop activistas.

Mi nombre es Yordi López. Aka: SDK La bestia.

SDK viene de: Sistemático Demodelor Kamikasi, y

La bestia porque nací el 6 6 6 a las seis de la maña-

na. El 6 6 6 JeJe. ¿Tú crees en dios? Yo creo en dios a

mi manera. Sí, porque no soy una persona que va a

buscar a dios cuando tengo un problema, sino que

le doy gracias a él cada día que me levanto y cada

noche que me acuesto.

Yo estoy en la EPATU desde el principio de las

reuniones en la Plaza Montedioca. A veces me pier-

do un tiempo, también por las mismas dificultades.

Pero recuerdo que en las reuniones de Plaza Mon-

tedioca fue donde nos pusimos de acuerdo sobre lo

que era el proyecto EPATU como tal. Y ahí empeza-

mos a cuadrar pa’ conseguir la sede pué’. Hubo va-

rias opciones y la más factible terminó siendo acá en

San Blas. Eso fue el año pasado antes de meternos

en la sede, pues como a principio de 2010.

Yo podría hablar de una vida SDK antes de la

EPATU y después de la EPATU. Sí. Porque antes vién-

dolo desde mi punto de vista, me enfocaba, me

preocupaba por lo mío pué’. Me sabe a mierda las

demás personas, pero aquí me di cuenta que habe-

mos muchas personas que compartimos la misma

línea de pensamiento. Cada quién a su manera.

Pero llegamos al mismo punto de vista.

Gracias a las muchas actividades de manteni-

miento y aseguramiento del espacio recuperado, así

como por las dinámicas propias generadas por cada

una de las cátedras de la escuela, se ha empezado a

cambiar el estigma (narcotráfico y malandreo) de esa

parroquia, para ser reconocida también por su acti-

vismo cultural y juvenil. En este sentido es importante

resaltar las experiencias del Colectivo Hip Hop Revo-

lución y lo que con ellos y ellas ha sucedido a propósi-

to de la reducción de prácticas violentas en jóvenes y

adolescentes de esa comunidad. Allí, usando la inter-

subjetividad cultural del Hip Hop se han desarrollado

y potenciado nuevas pedagogías y técnicas de inda-

gación crítica y participativa de la realidad.

A veces, muchos matan al otro por el mismo la-

creo, porque les da la gana y quieren darse a cono-

cer en el barrio como que es el más malo y matan a

las personas pues, muchas veces es por drogas, por

las mismas peleas, una coñaza por ejemplo, al más

chamito lo jodió el otro. Y ahora el chamito creció

y tiene una pistola y tiene la cizaña en el coco que

todo el mundo le dice, que bolas ese tipo te jodió y

vas por él es a matarlo porque ah no el tipo no me

chiguirió. Eso es lo que uno llama el lacreo.

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Nacimiento de la experiencia EpaTu — 15

O también muchas veces se ven casos: “no, maldito me la lacrié con-

tigo” “maldito te robe, me diste tanto y me fui y te robe”. Bueno cuando el

otro crece se dice:

—¡No, ta bien ese maldito, voy por él…!

Hay muchos factores güebón, es bandera…una de las alternativas

que yo veo sería el estudio, pero más entretenido, porque aquí los chami-

tos ni siquiera terminan el bachillerato, ni siquiera el séptimo grado. Y los

estudios si los hicieran de otra manera, yo creo, que sería una manera de

evitar tantos conflictos, también lo que se está haciendo aquí en la EPATU

que muchos chamitos se llegan e invierten el tiempo en algo productivo

con algo que les llama la atención. La EPATU sirve pa’ eso porque a la final

le estás entreteniendo la mente a los chamos pa’que no estén pendiente

de un armamento. Una vaina pues, que están en ocio, entonces en vez de

estar pendiente de una pistola, están pendientes de una lata de spray o de

la música. Que inviertan su tiempo en algo útil.

Por encontrarse en casi todo el país y por estar articulada con las Salas de Batalla de las Comunas, la experiencia EpaTu es de vital impor-tancia para ser compartida con otras prácticas y sujetos, y establecer con ello un conocimiento producido colectivamente, toda vez que el saber popular no es atributo exclusivo de la localidad donde germinó, sino que se hace memoria histórica contribuyendo a la superación de las condiciones de subalternidad entre los actores sociales en conflicto.

Dado el actual proceso sociopolítico, la sistematización de este tipo de experiencias sirve para dar cuenta de los mecanismos de construc-ción, legitimación y reproducción del nuevo poder popular, porque es una interpretación que va dirigida a descubrir la lógica con la que ese proceso se lleva adelante, cuáles son los factores que intervienen en él

4“Una vez en un sábado por la mañana

íbamos un convive y yo para la Universi-

dad Páez que me iban a arreglar los dien-

tes y el convive me iba a acompañar, pero

cuando íbamos a entrar el vigilante nos

detuvo y nos pide el carné, pero como yo

sé que ellos no piden carné a nadie, le pre-

gunto: —¿Por qué nos para?, y él me dice:

—¡¿No ven cómo están vestidos?!, y ahí

me arreché y le dije: —Hermano, ahí me

está es discriminando por mi vestimenta.

El tipo se marea y llama a otro vigi-

lante y se paran de que iban a llamar a la

policía y demás y a la final el mismo que

me paró me llama aparte y me dice que

lo mejor es que me vaya para que el pro-

blema no pase a mayores, y ya cansado de

tantas estupideces nos retiramos con toda

la arrechera del mundo”.

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¡ACTÍVATE! / PROYECTO EPATU 16 —

y las relaciones entre ellos, constituyendo así lo que algunos llaman el intelectual colectivo producto de la ciencia del pueblo.

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COLECTIVO HIP HOP REVOLUCIÓN ¿QUIÉNES SOMOS?

Hip Hop Revolución es una postura políti-ca sustentada en nuestra incomodidad con el sistema existente, donde una clase de gente vive bien gracias al sacrificio de

otra. Hacemos Hip Hop cuando asumimos el Rap, el baile, la pintura y la producción musical como herra-mientas de lucha dirigidas a incentivar la discusión sobre nuestra condición social actual y futura. El Hip Hop es nuestro grito de rebeldía que comunica ar-

tísticamente el malestar que se gesta en cada hogar. En el colectivo la mayoría somos jóvenes pobres que obtuvimos de la convivencia y el análisis de lo que pasa en el barrio este instrumento de lucha al pre-guntarnos: ¿Por qué se deja la escuela?, ¿por qué se consume droga?, ¿por qué se toma un arma? Bus-cando respuestas a estas preguntas creció nuestra conciencia de clase que ahora tiene su propio len-guaje para enfrentar al sistema.

“Nos arrancaron de lo natural y mira que bandera

17

Page 18: ¡Activate! Por una nueva cartografía juvenil (Unes, 2013)

18

5 “Una vez veníamos 4 convives de

una actividad del colectivo HHR, y nos

fuimos para un evento en el Negripólita

y cuando llegamos ya había terminado.

Así que nos fuimos a pasear por el Par-

que y nos achantamos en una piedra.

Estábamos hablando y la gente pasaba

y se nos quedaba mirando. No les pará-

bamos y seguíamos hablando hasta que

nos aburrimos.

Luego nos fuimos e íbamos a llegar

al puente, pero estaban dos policías de

la Carabobo y, como ya sabíamos, efec-

tivamente nos detienen y nos piden que

los sigamos hasta un módulo. Nos pre-

guntan qué hacíamos, les dijimos que

hacíamos Rap, así que nos pidieron que

lo probáramos y que cantáramos y para

salir de la ladilla más rápido, cantamos

todos, y fuimos los bufones con los que

se entretuvieron un rato. Luego llega el

que los manda a ellos y el trato cam-

bió. Ahí sí nos trataron como se debe,

decentemente. Explicando el procedi-

miento, pero se notaba que era porque

ya tenían varias quejas y los superiores

les habían pedido que le bajaran dos. A

la final nos soltaron.”

6 “Una tarde iba en la camioneta y por

alguna razón había una alcabala en la vía y

los pacos pararon la camioneta. Bajaron a

todos los pasajeros y yo andaba con ropa

ancha, gorra y patineta, en eso que cuan-

do terminaron la requisa no me dejaron

subir cuando se iba la camioneta. Me de-

tuvieron por más de media hora, pidién-

dome 50 lucas pa’ poder irme.”

Page 19: ¡Activate! Por una nueva cartografía juvenil (Unes, 2013)

Colectivo Hip Hop Revolución ¿Quiénes somos? — 19

“Nos condicionan pa’ que vistamos de tal manera

de buenas a primera te dicen tu no eres nadie

vaya para allá usted no produce compadre

lo que tengo es hambre y ahora no descanso

por eso solo al hiphop real lo ves allá en el barrio

combatiendo dentro e la mierda con cantos con arrecheras

construyendo otra cultura ¿cultura? ese es el beta

disculpa si te ofendo con mi vocablo

es que mi idioma talfipao no sale en el diccionario

de la real academia esta es mi lengua

y no la vendo por mucho que me ofrezcan”.

El Hip Hop en Venezuela tiene una responsabili-dad histórica de comunicación para la acción, así lo hemos asumido. Nuestro esfuerzo diario apunta a un tipo de comunicación que mueva, que moleste, que cause dolor, que cuestione nuestras prácticas, pero que con el mismo impulso nos invite a pensar en conjunto, nunca solos, sobre nuestras impuestas diferencias, para asumirnos reproductores de esa comunicación transformadora necesaria y entender así el momento histórico del cual somos parte.

El Hip Hop no es el objetivo, mucho menos es la solución, el Hip Hop es sólo una manera de lu-

cha, un método, una herramienta. Queda mucho por discutir, por aprender, por experimentar. No-sotros seguiremos rayándole las paredes al capi-talismo, seguiremos cantándole a nuestra gente con instrumentos creados por nosotros mismos, seguiremos bailando al son de nuestros gritos y seguiremos haciendo música con los puños sal-picados de saliva mientras otros sueñan con pia-nos y teatros.

¿Cómo le explica uno a la mamá que es el Hip Hop?

Más allá de lo poético. Así concreto. Pues que es el

modo de expresión que decidí escoger. La música

pa’ mí es mi escape de todos mis problemas. Y lo

que me llevó a darme cuenta que por el camino que

iba no estaba haciendo un coño de madre, si no

enchavándome a mí mismo. Puedo tener mis vicios.

Puedo tener mis vainas. Pero a la hora de proyectar

mi trabajo, como en la música, no tengo que mon-

tarme ni vuelto mierda, ni decirle a las personas lo

malo que hay en mi vida si no buscar lo que para mí,

es mi mejora personal. Y expresarme con lo que de

verdad siento.

SDK. La Bestia

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¿QUÉ ES LO QUE SUENA EN LA ZONA?ADULTOCENTRISMOS

Los adultos de San Blas pareciera que no tienen una buena imagen de sus jóvenes. Hay un imaginario generalizado del joven como bochinchero, vago, irresponsable, fiestero, jodedor, callejero, pendien-te de la plata, ocioso, poco estudioso, alborotador y despreocupado del porvenir. Pocos apuntan a reconocer que el bochinche que se ve (usualmente en la plaza) tiene que ver con que en toda la

parroquia, no haya ni siquiera una sola cancha deportiva. El único espacio de concentración con el que cuenta la muchachada del sector es la pequeña y enrejada plaza Páez, todo un homenaje a la aridez del concreto.

Al preguntar a los vecinos sobre los entreteni-mientos de los niños, jóvenes y adolescentes de la comunidad, la mayoría señaló al deporte como el principal entretenimiento, sin embargo, recono-cieron que quienes lo practican, lo hacen en otras partes de la ciudad. Otra gruesa cantidad de perso-nas señaló que eran las esquinas y las plazas entre armas, drogas, motos y alcohol.

El Internet también destaca como uno de los medios de entretenimiento más frecuente, lo preocupante es comprobar el alto nivel de violencia en los contenidos de las páginas web por las que navegan, así como de los juegos online con los que se divierten. Ingenuamente, algunos padres afirmaban que ellos preferían tenerlos en el Cyber, que por ahí en la calle, sin saber que lo más sórdido de la calle puede llegar a ellos sin mayor restricción, sin necesidad de que se muevan del puesto frente al computador.

Hemos sido programados hablando a nivel mental

Para prender una escama por una escama por una mirada mal

Pues seguimos hacia atrás, el destino es incierto,

Porque el homo será sapiens cuando aprenda a usar el verbo

Porque tengo recuerdos amargos de usos de violencia

que hacen que desee con ansias, la peor de las amnesias

Para cualquiera es traumático, lo sé, no lo intuyo,

Que dejen muñeco a alguien, allí al frente tuyo,

Actitudes prepotentes ya han visto la pal respeto

Que ande con ideas intentar organizar al ghetto,

Que al que venga to’ alumbrao vaya y dile

Que con una bala mata uno

Con lírica da vida a miles.

Karnal Mc, Kultura Santa HHR Guatire

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¡ACTÍVATE! / PROYECTO EPATU 22 —

Esta desatención es indicadora de una tenden-cia en los adultos, ellos entiende que prestarle aten-ción a la población infantil y juvenil es entretenerlos, “embobarlos”, como reconoció uno de los vecinos: “tenerlos ahí controlados para que no estén jodien-do en la calle. Procurar que pasen la mayor cantidad de tiempo sin que se preocupen de la vida”.

Al ser consultada la comunidad sobre lo que se imaginan que ocurre cuando se reúnen los jóvenes, la gran mayoría asoció estos encuentros al tráfico de drogas, el consumo de alcohol, la criminalidad y la violencia. No esperan nada bueno de la con-gregación de los jóvenes en los espacios públicos de la comunidad, les preocupa “lo que se pongan a inventar”. Lo que refleja una profunda desconfianza y una brecha entre ambas generaciones, que lejos de desarrollar mecanismos de convivencia, engen-dra conflictos. No obstante, en este sondeo se com-probó claramente el profundo desconocimiento que los adultos tienen del mundo juvenil. Los ven a todos iguales señalando las diferencias de estilo y personalidad como moda pasajera, como extra-vagancias propias de la edad, que se abandonan al entrar a la vida adulta, se toma al adolescente como el “incapaz”. Una persona afirmó: “Si no son capaces ni de decidir por ellos mismos, que van a estar pen-dientes de política”. Otra vecina decía al respecto:

“Los jóvenes no participan en esos asuntos, pre-fieren rumbear”. Por lo anterior, fue tan notoria la irrupción de la EpaTu y sus participantes en la co-munidad de San Blas, desde el 5 de junio de 2010. Sobre todo si se tiene en cuenta la abierta apatía que la población juvenil le tiene a las cuestiones po-líticas, cuyas apreciaciones sobre dicho asunto son de descalificación y desagrado.

El aparato mediático y cultural (desde algunos medios privados particularmente) viene durante años desprestigiando la política, generando matri-ces de opinión e imaginarios colectivos que tien-den a asociar la participación política con abuso de autoridad, oportunismo, trampa, burocratismo y corrupción. Por lo que los jóvenes, no encuentran espacios reales de participación, donde su voz no sólo sirva para validar los proyectos y aspiraciones de los viejos y los mayores. Es por ello que buscan mecanismos colectivos y alternativos de supervi-vencia, que casi nunca encajan en los espacios tra-dicionales destinados a la contención de la energía infantil y juvenil como la escuela, la construcción, la fábrica o el taller por ejemplo.

Es necesario recalcar que al hablar del nivel de estudio, las personas de la comunidad saben que la oferta educativa cubre la demanda, pero también afirman que si bien en la parroquia viven muchos

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¿Qué es lo que suena en la zona? — 23

profesionales universitarios, la mayoría no termina el bachillerato. Entonces cae como anillo al dedo el poema de Benedetti:

¿qué les queda por probar a los jóvenes

en este mundo de rutina y ruina?

¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?

les queda respirar / abrir los ojos

descubrir las raíces del horror

inventar paz así sea a ponchazos

entenderse con la naturaleza

y con la lluvia y los relámpagos

y con el sentimiento y con la muerte

esa loca de atar y desatar.

Por otro lado, la edad promedio del delincuen-te común en la comunidad oscila por escalas entre los 10, los 20 y los 30 años. El robo es el más asiduo de los delitos, seguido de cerca por el narcotráfi-co y por el incremento de las muertes violentas, sobre todo con armas de fuego entre jóvenes de la misma edad pertenecientes a bandas rivales, pero en muchas ocasiones también entre conoci-dos de toda la vida, ya que los conflictos que antes terminaban en puñetazos, ahora se concluyen a balazos. Las drogas son ampliamente conocidas por los miembros de la comunidad resaltando el consumo de cigarrillos, licor, marihuana, perico, piedra, fármacos y heroína. La cultura traqueta, la

cultura del narcotraficante, penetra todos los as-pectos de la vida cotidiana.

La edad promedio del criminaleo que me he va-

cilado es de chamitos de 10-11 años robando en

una camioneta, ahí si es bandera saber la edad,

14-15 años, he visto muchos que no llegan ni a

los 18 años. Chamitos que han convivido con uno,

contemporáneos con uno, que por desgracia no

han llegado ni a la mayoría de edad… coño…

un brothercito que se la pasaba con nosotros que

se llamaba Irbin. También pendiente de vainas al

igual que uno, pendiente de vainas que no cua-

dran y un supuesto pana de nosotros fue el que lo

mató… un supuesto pana que se la pasaba con

nosotros en la pista todo el año. Le dio unos tiros

en la cara porque le dio la gana, porque se quería

lacrear pues. El tipo como pa’ darse a conocer por

un problema estúpido que a la final era algo que se

solucionaba hablando, se fue a los disparos. Echar

Los niños ya no saludan con un hola

saludan con una mano en su calzoncillo y en la otra

apretando el gatillo fino de una pistola

sacada de un bolsillo en el no hay dulces sino que

cruces al revés

y papelillos de “pistolas” de quizás quién men.

Portavoz Mc, Salvaje Decibel

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¡ACTÍVATE! / PROYECTO EPATU 24 —

el cuento completo es bandera, es como todo pues, hablándote claro nosotros andábamos pendientes de una

consumidera de droga y una robadera.

SDK. La Bestia

La ausencia en la comunidad de una perspectiva autocrítica sobre este asunto, les lleva a delegar toda la responsabilidad al Estado. La producción socio-cultural no es tenida en cuenta como una labor socialmen-te útil. La gran mayoría piensa que las artes y las tradiciones urbanas son actividades extracurriculares a la escuela tradicional, que mantienen ocupados a los jóvenes, a fin de que se entretengan y no piensen en el “sinfuturo” al que los mayores creen están condenados.

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Preambulo: planeta hip hop — 25

JUVENTUD, CRIMINALIDAD Y FACTORES DE RIESGO

Un factor de riesgo es toda circunstancia o situación que aumenta las probabili-dades de una persona de contraer una adversidad. Se ha establecido que en la

sociedad hay comunidades, grupos de individuos, familias o individuos que son especialmente vulne-rables. A pesar de la diversidad de enfoques, las ad-versidades que se les presentan no son aleatorias, la vulnerabilidad en la que se encuentran no es casual, sino que tiene sus profundas razones.

La vulnerabilidad en la que se encuentran tantas personas en las periferias urbanas tiene su explicación en la presencia de un alto número de características de tipo genético, ambientales, biológicas, psicosociales, diseñadas para trabajar sistémicamente entre sí, desencadenando los dis-tintos procesos que implican la presencia de un grupo de factores de riesgo, que aumentan las de-sastrosas probabilidades de verse afectado por la adversidad social.

De modo pues que podemos establecer que un factor de riesgo es cualquier característica o cir-cunstancia detectable de una persona o grupo de personas que se sabe asociada con un aumento en la probabilidad de padecer, desarrollar o estar es-pecialmente expuesto a episodios productos de la inseguridad. Estos factores de riesgo, ya sean bio-lógicos, ambientales, de comportamiento, socio-culturales, económicos, pueden sumándose unos a otros, potenciar el efecto que cada uno por sí solo tendría, produciendo un fenómeno de interacción degenerativa.

Está claro que la alta concentración de factores de riesgo en las periferias de la ciudad no es casual, por lo tanto mucho menos lo es la vulnerabilidad de sus gentes, sino que es el resultado del sometimien-to a situaciones planificadas de exclusión material y simbólica por parte de los dueños de la ciudad, que se ven amenazados a diario por unos factores que a continuación desglosaremos.

25

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FACTORES INDIVIDUALES “Quiero vivir y quiero morir a la vez

porque para qué vivir así

¿Acaso fui malo en otra vida tal vez

Y por eso en esta me está yendo así?”

Ardilla Mc, HHR, Venezuela.

La niñez y la adolescencia son momentos cruciales en el desarrollo de la vida humana. La persona es atravesada en esos momentos por diversos y profundos cambios físicos, sociales y sicológicos. La salud mental es el resultado del desarrollo neurobiológico, en el que inter-vienen una adecuada alimentación, factores hereditarios, la educa-ción familiar y escolar, afectividad, el nivel de bienestar social, el grado de realización personal y un equilibrio entre las capacidades indivi-duales y las demandas sociales. Es por ello que ningún hecho social es producto únicamente de una responsabilidad individual, toda vez que vivimos en sociedad, y cada uno de nosotros está formado por el cú-mulo de múltiples vicisitudes y experiencias vitales que se combinan en un juego caótico, transversal y tangente, cotidiano y permanente de la humanidad en su tránsito por el planeta tierra.

Hay una reciente tendencia en aumento hacia los estudios de la psi-copatía, como tesis que hace recaer en el individuo la responsabilidad criminal, aislándolo de su contexto espacial y social. Lo que finalmente alienta el desarrollo de las profilaxias sociales. Lo más triste es el de-sarrollo de un sentimiento de culpa que logran inocular en nuestros jóvenes, haciéndoles creer que son causa.

7 “Una vez, buscando trabajo, en la en-

trevista la tipa de recursos humanos me

pregunta la dirección y cuando le dije ba-

rrio Brisas de Carabobo me dijo:

— ¿Usted viene de un barrio?

— Sí va –le respondí, y me dijo:

— Bueno ahorita mismo la gente de ba-

rrio no puede trabajar aquí.”

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juventud, criminalidad y factores de riesgo — 27

Como lo plasmó Ardilla en una letra, el desazón al que se ven sometidos nuestros jóvenes, es des-mo-tivador y muchas veces devastador.

“Quiero vivir y quiero morir a la vez

por que para que vivir así eh!

acaso fui malo en otra vida tal vez

y por eso en esta me está yendo así... (bis)

No quiero vivir más, no quiero vivir jamás

quiero es morir y ya

para descansar en paz

ya que todo es sufrimiento

y lo que quiero es ser yo muy feliz

ya que he sufrido tanto en este tiempo

y estoy cansado de ser infeliz.

Quiero vivir y quiero morir a la vez

por que para que vivir así eh!

acaso fui malo en otra vida tal vez

y por eso en ésta me está yendo así... (bis)

Le veo la cara a la vida pero quisiera vérsela a la muerte

por esta maldita vida

por esta maldita suerte

que he tenido yo en este tiempo

desde pequeño hasta ahora

son tantas las veces que lágrimas

de sangre mi corazón llora

me pega una loca presión

con un arma y voy a volarme los sesos

pero mi hijo me dijo papá y no lo hice por eso

lágrimas caen...caen... y mil lágrimas siguen cayendo

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¡ACTÍVATE! / PROYECTO EPATU 28 —

yo sigo entristecido y a mi familia yo voy perdiendo

poco a poco sin darme cuenta y sumergido en ya tú sabes

todas las puertas se me cierran ninguna puerta se me abre

no encuentro la llave, ni tampoco la salida

el único que lo sabe es aquel que está allá arriba

¿por qué no me brindas tu ayuda si ahora más la necesito?

yo sé que en todo momento tú siempre has estado conmigo

Te llevaste a papá.

No veo a mamá.

Me estoy portando mal.

Me he vuelto un criminal.

La Rafa linda hincando sus piernas eleva oraciones

su nieto sigue pecando y ella a dios le pide que lo perdone

Gracias mi dios por estar conmigo y por librarme del arma de mis enemigos.

Gracias mi dios por estar conmigo y por librarme del arma de los enemigos

Quiero vivir y quiero morir a la vez

por que para que vivir así eh!

acaso fui malo en otra vida tal vez

y por eso en esta me está yendo así... (bis)

No quiero vivir más, no quiero vivir jamás,

quiero es morir y ya para descansar en paz.

Ya que todo es sufrimiento

y lo que quiero es ser yo muy feliz.

Ya que he sufrido tanto en este tiempo

y estoy cansado de ser infeliz.

Quiero vivir y quiero morir a la vez

por que para que vivir así eh!

acaso fui malo en otra vida tal vez

y por eso en esta me está yendo así... (bis)”

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juventud, criminalidad y factores de riesgo — 29

FACTORES RELACIONALES

1. INFLUENCIA DE LA FAMILIA La desestructuración de la familia patriarcal signada por el aban-

dono masivo de los padres con el respectivo incremento de las ma-dres solteras cabezas de familia, redimensionaron los roles familiares así como los de género. Entonces el modelo de hombre trabajador, emprendedor y honesto se cambió por el del capo mafioso, que se hizo a sí mismo y amasó su fortuna con las armas, el narcotráfico y las trampas legales e ilegales.

El “huelepega”, que no murió en los años 90, creció y armó su cartel en los subterfugios de la ciudad. Fueron los hijos de padres criminales, probables procreadores de futuros delincuentes, que como ellos sufri-rán, durante el poco tiempo de cercanía, crueldad física y rechazo. Si el niño recibe maltrato, ¿cómo de grande va a dar ternura? Si además esto se relaciona con otros factores como vender drogas duras, portar armas de fuego, gustar de peleas de pandilla, pertenecer a una familia en be-neficencia pública, andar entre pares delincuente, hay grandes proba-bilidades de que sea un homicida. La familia está agraviada. Y es que:

“en este ajedrez, somos peones manejados por reyes, y nos golpean caba-

llos y vamos contra sus leyes, pero ya se acabará el juego y sin embargo el

peonaje tomará el tablero entero y hará jaque mate”.

2. INFLUENCIA DE LOS COMPAÑEROSEl bombardeo hacia la familia fue tan brutal y la incorporación de

la mujer al mercado laboral, arrojó a la calle a una multitud tan impre-

8“Después de la eufórica toma recupe-

rativa, donde actualmente es la sede de

la EPATU Valencia, San Blas, Casco Norte,

hubo una serie de asperezas entre los

vecinos de la comunidad. Quienes nos

denominaban como invasores y con esa

palabra nos catalogaban las personas de

mediana edad, alrededor de 35 a 60 años,

en el casco norte donde yacíamos.

Alegaban que éramos malandros,

drogadictos, distribuidores de drogas y un

sinfín de mitos que se crearon alrededor

de nosotros y nuestra sede. En una opor-

tunidad, en la plaza de la parroquia se rea-

lizó un debate entre los que apoyaban a la

causa y los que no.

Los que no eran el antiguo dueño

del espacio y unos evangélicos, los cuales

querían el espacio para formar una iglesia.

Y ellos mismos, amantes de la palabra cris-

tiana, nos catalogaban de ateos y un sinfín

de barbaridades de las cuales somos y se-

guiremos siendo víctimas, hasta que a la

revolución cultural en este país se le dé un

poco más de importancia.”

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sionante de niños y adolescentes, que para sobrevi-vir debieron con sus pares encontrar la manera de hacerlo en cayapa, en una ciudad en la que “no te matricula si no andas activo”. Puedes llamar a estas colectividades: tribus urbanas, identidades urba-nas, subjetidividades, comunidades hermenéuti-cas, criu, clica, clan, combo; lo cierto es que las calles de la ciudad se ven asaltadas por los nuevos nóma-das urbanos: grupos de jóvenes con apariencias disruptivas que recorren las callejas y las van mar-cando con su presencia alterando el paisaje urbano y corporal. Se crean lazos, pactos, ideas, ideologías, cosmovisiones, formas de asumir la ciudad.

El Hip Hop, como movimiento, tiene una peculiar característica, y es la natural asociación de sus inte-grantes. Si bien es cierto, que hay solistas de cada uno de sus elementos, estos tienden a ser más producto de mercado. Ya que el Hip Hop es expresión natu-ral de colectividad: “No hay vicio que pueda con la fuerza del RAP en el Valle. El Hip Hop ya es dueño de todas las calles”, afirma un Maestro de Ceremonia en una lírica de RAP y master en un coro la deja caer así:

“Nos asumimos guerrilleros en contienda,

en esta senda haciendo hiphop revolución,

comiendo flores no logras cambiar las bases,

no creas tú que el cambio se da sólo haciendo una canción.

Cuenta cuántas gotas de sudor cuestan

Para que el hip hop pueda cambiar este chueco planeta

Yo te cuento que nuestra real meta

No es reconstruirlo sino tirarlo pa’ su cuneta

Con sentimientos nos mantienen más cautivos

El rap siendo herramientas para las divas y divos.

Al arribo ando activo, en esta guerra que escoñeta,

El hiphop es responsable dentro de esta historieta

De que reinventemos el planeta.

Nos asumimos guerrilleros en contienda,

en esta senda haciendo hiphop revolución,

comiendo flores no logras cambiar las bases,

no creas tú que el cambio se da sólo haciendo una canción.”

El “beta” es la otra cultura. Las normas que el ser

humano cumple no son las que emanan de los códi-

gos legales del Estado, sino las que se asumen en el

marco de la colectividad cuya opinión pública es tan

importante para el que modifica su conducta gene-

rando prácticas políticas. De ahí la necesidad de que

nuestros jóvenes encuentren maneras alternativas

de comprender su realidad, desentrañarla, investi-

gando las causas y las técnicas que la generan. Esto

ha de ser más fácil entre los iguales, los pelabolas, que

no tenemos nada que perder, entre la familia que se

puede elegir que son los amigos, aún a sabiendas de

que son nuestros enemigos más cercanos.

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juventud, criminalidad y factores de riesgo — 31

FACTORES CULTURALES

1. ARMAS DE FUEGO Y DROGASEn el tráfico de armas y drogas, se sigue satanizando el uso que le dan los jóvenes, simples consumido-

res de un mercado cautivo, estimulado sensorialmente por todos los medios posibles. En este mundo, que parece un infierno a los ojos de los desamparados de la tierra, las drogas no son más que un camino al esca-pe, la alienación voluntaria o no del mundo de pestilencia en el que se sumerge a diario la humanidad, sin embargo, sirve de chivo expiatorio para reprimir a los pueblos del Sur, basta tan solo con volcar la mirada sobre México, Colombia y Perú. El verdadero problema se plantea en este tema de RAP:

“Consumidas poblaciones cruda realidad :

de esquina a esquina gris es el lugar

solo en adicciones la vida se les va

solos contra el mundo sin ningún tipo de oportunidad

comenzando con la deserción escolar

sigue el problema familiaaar.. uuououoooh!

El cuerpo tiembla (tiembla), las manos le sudan (sudan)

La mirada perdida buscando la forma o el objeto que le sirva

capaz de robarle a su madre con tal de entregarle a su cuerpo lo que necesita

cree controlarlo dice poder dejarlo cuando lo decida

pero el sabe que no es verdad no llegará a ninguna parte así como está

necesita apoyo pa’ salir de este hoyo uuouououoh!

(ya nada es como antes voy caminando sin destino voy)

Mirando al suelo (al suelo) duelo por mi yo no tengo consuelo,

mi suelo no es sendero es un paradero y hoy pasajero

el rumbo que yo espero: espero, voy al infierno sincero

cuantos meses viviendo en este potrero lo siento madre

tal vez sea mejor si me muero

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se me parte por parte el alma al pensar que te hiero

cambio el fuego por hielo, ya no me quiero, me quiero en el cielo…

adiós, te quiero ojalá perdonen a este pastero...

Lo lamento por esas familias que sufren al momento de reunirse y sobra solamente un asiento

rellenándolo con imágenes antiguas de felicidad

para que no vuelva el sufrimiento

jamás quedó el recuerdo

dejando a los seres que te amaron

con un del dolor intenso y a la vez eternoo

consumidas almas que abundan en los parques sin calma

el karma no está pero está la fuerza de voluntad como el arma

a veces es inevitable pero el amor es el arma

a él no lo mató la arrogancia

lo mató la ignorancia. uuuh!

Consumidas poblaciones cruda realidad

de esquina a esquina gris es el lugar

sólo en adicciones la vida se les va

solos contra el mundo sin ningún tipo de oportunidad

comenzando con la deserción escolar

sigue el problema familiaaar.. uuououoooh!”

Un joven de San Blas habló de la facilidad con la que se puede conseguir una granada “piñita” por menos de 1.000 BsF, una glock con selector láser en menos de 20 mil fuertes. ¿Con quién? Principalmente con la policía o la Guardia Nacional. No podemos hacernos los de la vista gorda ante la proliferación de armamento en la urbe; hay que de-

9 “Un lunes en la tarde, en la búsqueda

de un compañero, saliendo de la EPATU. Al

doblar en la esquina, me interceptan unos

agentes policiales. Los cuales tienen su

sede a pocos metros de donde me para-

ron. Lo que significa que saben de nuestra

presencia y del trabajo que se está reali-

zando en esta fundación. No obstante, me

revisaron de pie a cabeza y peguntándome

repetidas veces las mismas dos preguntas

que eran: ¿qué hacen ahí, fumar marihua-

na? y ¿dónde vives tú? Luego de haber re-

gado todas mis cosas por el suelo y no en-

contrarme nada, me dejan ir. Pero antes de

irse uno de los agentes de forma bastante

déspota, hace un comentario que decía:

—¡¿Que fundación un coño va a ser esa vai-

na?!, si ahí lo que se la pasan son una

cuerda de marihuaneros, greñúos y locos.

De ese modo se marcharon y yo seguí

con mi vida en las calles de Venezuela.”

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juventud, criminalidad y factores de riesgo — 33

cir la verdad. Los instrumentos no son culpables. La pistola no se dispara sola, lo que sí dispara el riesgo es la ausencia de políticas públicas y de participa-ción ciudadana en la configuración de alternativas sustentables que le permitan a la juventud decidir, optar por otras herramientas en vez de aprender a valerse con las armas de fuego.

2. INTEGRACIÓN SOCIALHasta ahora, la integración social no ha sido más

que la incorporación masiva de la población a un modelo de desarrollo, que de fondo no va a permitir el desarrollo espiritual ni ético de los recién incor-porados al sistema formal de producción. Primero porque instintivamente la humanidad se está des-prendiendo de ese modelo de desarrollo. Segundo porque ya saben que el ascenso social que promue-ve esa integración social, necesita de unos pobres que mantengan el confort de los que van escalan-do. En esa escalada no ascienden los que más se es-fuerzan, sino los que mejor pisotean a los de abajo. No es falsa la deserción masiva de la escuela y el desempleo juvenil tan abrumador. No es un horario en MacDonalds lo que va a alejar de la delincuencia a la juventud, ni un quince y un último que es paga-do por un bicho que trabaja muchísimo menos que ellos. Lo que hace falta es la reconstrucción del teji-

do social que sólo se logra con la recuperación del círculo, del encuentro de la gente, de la recupera-ción de la confianza en el otro, de los valores y de las sensibilidades más cercanas al humano proceder.

3. ESPACIOS DE REUNIÓN Y RECREACIÓN

No hay un solo lugar de la ciudad que no tenga dueño y San Blas no podía ser la excepción: cada centímetro cuadrado de la parroquia es propiedad privada. Así de privada está de espacios públicos para el encuentro ciudadano. No hay en toda la pa-rroquia una sola cancha deportiva. Sin embargo, los vecinos se asustan de que sus hijos se reúnan en la plaza a pasar el tiempo. Los niños crecen y la casa se hace chica.

Primer verso intergremial

bestial es la conexión

La palabra proceder es razón y

pronunciación de cara a la población

Cuestión de hacer cultura ¡EPATU, actívate!

Unión, nación cultura.

Uniendo la escritura

como forma de estructura

que jura y procura

Redención de vidas nobles…

Prevención de vidas nobles.

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¡ACTÍVATE! / PROYECTO EPATU 34 —

Salen y qué van a hacer. El sol. La lluvia. La es-quina. El humo de lo que se fuma. Qué te queda…nada. Y a ti… nada. Entonces… pues bueno, a que la combinen… es la cotidianidad de San Blas. ¿Dón-de están a las once de la mañana los hijos de los ricos, un jueves cualquiera de vacaciones? ¿Dónde están los hijos de los trabajadores de San Blas? ¿Qué hacen los mismos personajes en la madrugada de un sábado? Por eso el impacto de la EpaTu que se convirtió en espacio de reunión para los jóvenes de la comunidad. Si bien es cierto que no se llegan todos, ni todas las tendencias, nadie puede negar que se convirtió en una alternativa a la vagancia de la plaza. Aunque sin techo, el hecho de contar con un espacio, para planificar actividades, ver películas y discutirlas, o simplemente cantar y hacer música, “sin que nadie venga a decirte que te vayas o te calles, ya eso hace una diferencia en el joven de la EpaTu”. Diferencia que empieza a generar otra conciencia colectiva, que no traga entero la propaganda y la pu-blicidad que lo asalta a cada momento.

Por lo menos desde que estoy aquí la luz ni se va

casi. Por acá en la sede el agua es un beta. Bueno la

tubería aquí está improvisada. Pero pese a la falta

de techo, y mucha veces de agua, la EPATU ha im-

pactado la comunidad. La gente sabe, coño, la gen-

te sabe de lo que hay aquí pué’. Algunas personas lo

ven como algo bueno. Otras no tanto. Depende del

punto de vista de la persona. Los evangélicos por

ejemplo lo ven mal porque querían esta casa pa’ co-

locar una iglesia de ellos.

Pero esta casa nos la tomamos en posesión, ¡no

joda!, en pleno palo de agua en la mañana. Cuando

entramos, ni siquiera se veía el piso. Lo que había era

barro a morir. Esto era la propia jungla.

[…]

Todo el mundo anda en la búsqueda de un

espacio. Los jóvenes de acá se reúnen en la Plaza

achantaos, unos jodiendo, otros hablando, otros fu-

mando. Los mismos chamitos Anderson, Daniel, el

lobo, jugando trompo, aquí los chamos no tienen ni

cancha deportiva, pa’ hacer deportes les toca en la

calle, no hay barrio adentro creo, porque aquí varios

panas se han cortado aquí mismo en la sede y les

ha tocado sacarlos pa’ otras comunidades. También

me he vacilado burda a los señores mayores ha-

blando en ciertas esquinas.

Hay personas que han estado aquí y que han

mostrado interés desde un comienzo pue’, una de las

señoras del consejo comunal nos apoyó burda al prin-

cipio y han estado pendientes de la vaina pero, sola-

mente pendientes de venir a ver, nada así de ayuda.

SDK. La Bestia

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juventud, criminalidad y factores de riesgo — 35

10 “En algún mes, en algún día del año

2008, como a las 2 pm de un día muy

soleado, estaba con dos compañeros,

haciendo un reconocimiento de área en

los alrededores del cerro El Café con el

propósito de hacer una cancha de obstá-

culos con el fin de adiestrar un personal de

aspirantes a rescatistas.

Al pasar por un área custodiada por

la Policarabobo, fuimos interceptados

en emboscada por dos funcionarios con

dos armas cortas y una larga y, de paso,

un perro. Llegaron cantando voz de alto y

enseguida cooperamos, pero me soltaron

al perro y al retroceder apenas un paso me

dispararon. Les dije que cooperaríamos,

pero que alejaran al perro, y así fue que

nos mandaron a acostarnos boca abajo

con las manos en la nuca.

Luego de una requisa e insultos, de-

cido mostrarles mi credencial que colga-

ba de mi pecho y les comenté de lo que

hacíamos. Me preguntó por qué no lo

había dicho antes y también le comenté

que no me gustaba chapiar y no les que-

dó otra que la de wjalar bolas e invitarnos

una parrilla.”

4. MEDIOS, CULTURA DEL DINERO FÁCIL Y GUERRA DE PERCEPCIONESRegistros fílmicos venezolanos como Huelepega o Sicario a finales

del siglo XX, así como las cintas colombianas La virgen de los sicarios, La vendedora de rosas dan cuenta de esa época y ayudan a marcar el tra-zado nómada urbano que hicieron estas diásporas de infantes desam-parados, quienes para sobrevivir desarrollaron su propio entramado de normas, valores y conductas, que no fueron arbitrarias, ni novedosas, sino adaptación a lo que el mundo les decía que era la vida cotidiana: “tram-pa, “coñoemadreo”, compraventa, prostitución, muerte, drogadicción y narcotráfico”. Los habitantes de la calle no son más que el reflejo de la putrefacción que esconde ese gran sepulto blanqueado que es la ciudad.

Ahorita mismo pasa una vaina, y es que el hampa está matando más

gente inocente que la policía, y no está matando tanto policía. Dígame

cuando se arman esas balaceras sicodélicas entre banda y banda. Sale esco-

ñetao siempre el más güebón. La mayoría de las veces se llevan los disparos

los inocentes, los niños. ¿Cuántos niños no han matado así güebón? Allá en

Carapío cerca de donde nosotros vivimos estaban reunidos en el cumplea-

ños de una niña que estaba cumpliendo tres años, estaba su familia y esta-

ban unos primos, fueron a matar al primo y mataron a la niña. Eso es algo

cotidiano… ¿Porqué esa violencia? Eso depende del estilo de vida que lleve la

persona, porque si tú eres una persona sana trabajadora, que le gusta echar-

le bolas a la vida pa’ ganarte lo tuyo, coño a ti no te va a buscar alguien de

papota a menos que seas un maldito inconsciente y te metas en líos a cada

rato. A veces más que todo es la persona que está en conflicto la que muere,

pero muchas veces es una cadena y cobran las personas inocentes pues.

SDK. La Bestia

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Esta primera década del nuevo milenio se vio

asaltada por la narcocultura, narconovelas, narco-

corridos, narcocarros, narcomujeres, un mundo en

paralelo para la vida traqueta. Esto no ha sido gra-

tuito, forma parte de lo que los dominantes llaman

guerra de 4ª generación y otros como guerra de

presentación. En ésta el enemigo no se preocupa

por decir la verdad, sino en que parezca verdadero

aquello que diga. De modo que en esta guerra –y

parafraseando a un alto mando del pentágono– el

poder de combate armado tradicional se ve reforza-

do mediante redes y tecnologías de información y

comunicación que controlan el “acceso a” y pueden

manipular directamente la información y el cono-

cimiento haciendo de estos tanto un instrumento,

como un objetivo de la mencionada guerra. En ese

sentido y dirección la estratificación doméstica de

la sociedad no es ajena a la producción de comuni-

cación, ni escapa a las polarizaciones políticas, ob-

viamente mucho menos a la lucha de clases.

La EpaTu forma parte de la clase que lucha por

su emancipación, comprendemos que las ideas-

acción se expresan en saber. A su vez hemos en-

tendido que el saber es poder, y con la posibilidad

de acceder al uso de las tecnologías de la comuni-

cación y la información en los barrios populares de

Venezuela, podremos ampliar el espectro comuni-cacional popular difundiendo sus saberes e ignora-res, construyendo así las pistas de un nuevo rumbo.

FACTORES SOCIALESEl juego del gato y el ratón, mientras el dueño se ríe.

“El ser social determina la conciencia social...”

1. DESIGUALDAD DE INGRESOSVivimos en contextos adversos de lucha y com-

petencia. La desigualdad se ha querido legitimar por la institución de la propiedad y las derivadas leyes que la sustentan. Pero sucede que nadie ol-vida, que todas las propiedades surgieron origina-riamente de una usurpación. Y por más que se ha-yan querido blanquear los capitales, estos siguen ensangrentados con la injusticia de más de 500 años. Las elites responsables de centralizar y or-ganizar la custodia y producción de los alimentos aprovecharon y aprovechan su acceso diferencial a los recursos en beneficio de sus parientes, y así ha sido instituida la desigualdad social en las socieda-des humanas.

Entonces ahora, se hace uso de la desigualdad, como un eufemismo de la pobreza. Toda vez que es sólo una representación de los indicadores de acu-

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juventud, criminalidad y factores de riesgo — 37

mulación económica según las nuevas castas sociales. La reducción de las condiciones de pobreza es un proceso lento y lleno de obstáculos, no así el de la desigualdad, que permite examinar posibilidades que arrojan resultados estadísticos más útiles, ya que la desigualdad no se pregunta por el origen de las asimetrías en la repartición de la riqueza, las oportunidades, sino que promedia, atribuyéndole valores inexis-tentes a la variables sociales, o sea la gente.

En un informe sobre la desigualdad en Venezuela del Ministerio del Poder Popular para la Planificación y Desarrollo en 2006 se afirma que:

“Al asumir que la desigualdad tiene su origen en la organización social

y en la apropiación inequitativa de los recursos, se hace una lectura con

contenidos políticos que procura, además del cuestionamiento, cambios

en la manera como opera la distribución de los recursos. La desigualdad,

al estar comprometida con las relaciones sociales, precisa de cambios en

la estructura del poder. No es suficiente con ampliar las capacidades y las

oportunidades si las relaciones de poder, las instituciones y la estructura

social no son transformadas.”

2. ESTRUCTURAS POLÍTICAS: LA LEGISLACIÓN, LA POLICÍA Y LOS TRIBUNALES“Hay policías que andan robando y matando

en realidá’esos son los reales malandros

son ellos mismos que siembran a uno

y lo llevan a los tribunales

y nunca aumentan la gente sana

sino que aumentan a los criminales”

Ardilla Mc, HHR Caracas.

11“Nos encontrábamos en la Villa Olímpi-

ca, en el acto de graduación de una amiga. Al

salir del lugar el carro del papá de mi amiga,

se dañó y no quería prender. Nos dirigimos

para la avenida principal, para ver si veíamos

a los zamuros de las grúas que pudieran re-

molcar el carro. Después de 2 horas ya eran

como las once de la noche. Estaba todo en

calma. La gente transitaba de lo normal,

cuando se acerca un petete, en una moto,

con la pistola en la mano, apuntándonos al

pecho a mi compañero y a mí.

La gente del lugar salió atemorizada

pensando que se trataba de un sicario, que

nos quitaría la vida, o qué sé yo. Pero to-

dos en la cuadra salieron corriendo y todo

porque estábamos en actitud sospechosa

y nuestra vestimenta no es acorde con el

gusto de ciertos sectores de la sociedad.

Luego de la pesquisa cotidiana y el paseo

de las cédulas comenzó a discutir con mi

compañero de color y ropa ancha. El mo-

tivo de la discusión también era porque

él era pobre, y que no debíamos estar ahí,

porque era una mala imagen en la vía pú-

blica de la Universidad de Naguanagua.”

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No nos están matando, nos estamos asesinan-do. Pobres contra pobres nos estamos disparando. Cuando veíamos a los niños de la EpaTu, jugando policías y ladrones, podíamos ver que lo único que los diferenciaba era el procedimiento de requisa. Es el juego del gato y el ratón mientras el dueño de la jaula se ríe.

Ahorita la batalla es del pobre contra el mismo

pobre. ¿Los muertos los pone el rico, el clase me-

dia? Los caídos son nuestros. La mayoría los esta-

mos matando nosotros mismos, el pobre márico.

Quedan muchísimos casos donde la policía mata

al pobre, no te dejes engañar, pero es que el policía

a la final también es pobre. Por eso la mayoría de

los muertos son pobres y nos matamos nosotros

mismos. Por ejemplo, tú te pones a ver, antes veías

en los periódicos que salían los heridos, luego salía

lo de un asesinato. Ahora no. Ahora si no son dos

o tres los muertos, no aparece en los periódicos.

Porque ya es algo cotidiano que maten sólo a una

persona. También lo de los policías sigue sucedien-

do, no hace mucho en el barrio los PTJ mataron a

una universitaria. Estaban persiguiendo a un tipo

que lo venían siguiendo de Caracas por una vaina

de un secuestro y cobró fue la chama que venía lle-

gando de clases. Un balazo en el coco y a la final

a la muerta no la está pagando la PTJ, la está pa-

gando el tipo que ellos estaban buscando. Pero en

ningún momento el PTJ va a decir yo fui el que la

maté, ni güebón que fuera.

SDK. La Bestia

La clave para comprender la discriminación y el

maltrato social está en la recomposición histórica de

la vida familiar y la procedencia social de la generali-

dad de las y los policías así como de los malandros. En

tanto que si históricamente la policía ha sido un me-

canismo de disciplinamiento, control y aterrorización

de los sectores populares en sus demandas de mayor

justicia social y de respeto y garantías a los derechos

humanos, las prácticas de las personas que compo-

nen sus cuerpos policiales no puede ser de otra ma-

nera, bien sea porque ejerzan tan nefasta función ac-

tivamente, o porque guarden silencio y se refugien en

la negligencia haciéndose cómplices de la injusticia.

Es bueno refrescar la memoria de los nuevos po-

licías bolivarianos haciéndoles ver que no es casua-

lidad que la mayoría de los que se ven acorralados

por los factores de riesgo son como ellos habitantes

de los barrios marginalizados.

Es un hecho que la policía sigue viendo a los

chamos de barrio como los criminales de mañana, a

quienes “hay que tratarlos bien, porque Chávez dio

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juventud, criminalidad y factores de riesgo — 39

la orden, y los jefes están pendientes de figurar con el hombre”. Pero en la vida real se continúa con una criminalización tácita de la juventud, a la que no ven con buenos ojos aun cuando sepan que son sus ve-cinos, pues dicen que siempre les quedó la opción de meterse a la policía así como ellos lo hicieron.

Los tipos de la policía municipal de Naguana-

gua, por ejemplo, andan es metíos en otro beta. Los

tipos andan es pendientes de quitarle al güebón. De

matraquear. La policía que mata es la PTJ y la de

Carabobo. En Naguanagua estaba un tipo que se

llamaba (...) que era un comisario, el tipo lo tenían

aquí en el estado y en los sitios que estaban más pe-

ligrosos mandaban al tipo a acabar con el hampa.

A mí me agarró en Naguanagua y el tipo me estaba

confundiendo con otro. Me montó en la patrulla es-

posado. Me llevaron pa’l comando ¡y me dieron la

mamá de las pelas! Siendo menor de edad todavía.

¡El tipo me dio una pela!. Me decía ¡Qué yo era el

tipo!, ¡Qué yo era el tipo! Y no había manera que el

hombre creyera que no era yo. Una familia me fue a

buscar al comando y me negaron. Así me tuvieron

todo el día hasta que a la final el tipo revisó la cédu-

la y al ver que yo era menor de edad ahí fue que me

soltó. Y el hombre lo que me pide es disculpa y me

dice que no puedo denunciarlo porque va es por mí.

Salí jodío y sin poder hacer un coñoe madre…

SDK. La Bestia

Les cuesta entender que hay muchas identida-des sociales juveniles urbanas, sobre todo porque la criminalización de la juventud responde a una ló-gica de control sobre los efectos de la delincuencia, y no sobre sus causas estructurales que hacen de la juventud empobrecida y carente de alternativas de emprendimiento social un caldo de cultivo en ebullición. Sin embargo, reconocen que la misma policía ayuda en la fabricación del resentimiento social. De igual manera reconocen el fracaso del sis-tema carcelario, la inútil crueldad de su existencia, y denuncian la corrupción del sistema judicial, des-de los cuadres con funcionarios del CICPC, hasta la compra y borrado de expedientes con los jueces y los fiscales. Saben que sólo actúan sobre los efectos y que en verdad la policía nunca va a acabar con la delincuencia.

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12 “Era una noche de diciembre, de fe-

cha 17, por los sectores naguanaguenses.

Éramos un grupo de 8 personas, entre

ellas 3 mujeres, 4 hombres y un niño. Es-

tábamos reunidos en un compartir, entre

comidas y tragos, disfrutando del sonido

emitido de la armonía perfecta entre per-

sonas, bombo caja sampler junto al rap

destroza. Siguiendo por el caso de discri-

minación en esta historia prosigo y le co-

mento qué estaba aconteciendo:

Durante la improvisación de la rum-

bita, nos llegan desde el fondo, par de

patrullas de tombos. Armas cargadas y

grito-amedrentamiento. Causaron un

gran susto que de pana no miento. Se ba-

jan ordenando ponernos de rodillas en el

piso. Con las manos en las nucas y miran-

do pa’el suelo.

Nos preguntaba qué hacíamos por

estos lares y a estas horas tan tarde (9:00

pm). A un compañero lo golpearon por

defender sus derechos. El golpe o el ma-

reo y no le dejó seguir de pie por un buen

rato. A las mujeres las obligaban a mostrar

el contenido de sus bolsos y uno de los

policías quería requisarlas. Pasaban las ho-

ras y nos tenían boca abajo manteniendo

un misterio y que querían asesinarnos.

Lo más fuerte es que andaban esta-

fando, abusando de sus licencia, diciendo

que son los aptos para hacer su trabajo. A

punta ’e fuerza nos metieron en un auto-

motor 4x4 tipo camioneta y se pusieron a

pasearnos. Después de unas horas de ar-

duo psico-terror y muchas vueltas en carro

nos soltaron a eso de las 2 am y botados.

Nos obligaron a salir corriendo antes de

que nos matasen, según palabras de unos

de los oficiales que evidentemente estaba

bajos los efectos de la droga.

Después de caminar y caminar en-

contramos a unos vendedores de horta-

lizas que se estaban instalando, quienes

nos trasladaron de nuevo a la zona donde

nos habían apresado.”

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juventud, criminalidad y factores de riesgo — 41

Policía: Epa menor, ¿pa’onde vas tú? Pégate pa’llá, dame la

cédula. Levántate la camisa vale… levántatela…

Rapero: pero que es lo qués vale.

Otra vez comienza el mismo capítulo

La misma película,

el mismo policía haciendo preguntas ridículas.

Ya sabe mi respuesta, así que dele con cancha

Que la vaina que usted busca no está tras mi ropa ancha.

Una pregunta mi hermano, porqué siempre me paras

Si los dos somos de barrio, a diario nos vemos las caras,

Porque visto como raper, porque no uso ropas caras

O porque no acepto un martillo, y te digo las vainas claras

Siempre piensas que ando en una, y con hampa me comparas

Pero, si fuera un hampa usted ya ni respirara

Quiero que quede claro, que yo no oculto nada

Que usted no es más que yo y que yo no agacho mi mirada

Porque detrás de esta ropa hay un hombre

con pensamientos enormes

pero yo sé que no hay más que un cobarde

detrás de ese uniforme

Un corrupto esperando víctimas que lo sobornen

Entiendo que el salario es poco y tu no estás conforme.

Conmigo no

Ni conmigo ni con mi cultura

Que si yo no soy un santo,

Usted tampoco es un cura

Conmigo no,

no me vas hacer entrá en cintura

porque mi único delito

es matar con mi escritura. (bis)

Usted no me va a tratar como me quiera tratar

Tampoco me va a mirar como si fuera a robar

Entonces no va a tocar mi carné de identidad

Y si usted no me respeta yo me vo’a da a respetar

Porque yo seré de un barrio

Pero merezco respeto

Permítame recordarle que usted también es de un ghetto

Tú tratas bien al rico

Y te tratan como un coleto

Tú no eres medio jalabola

Eres jalabola completo

Pa’qué atrapas al que atraca

Si él roba, tu matracas

Él va preso porque mata

Tú no porque tienes placa

Yo quisiera ver si en realidad tú eres un hombre

Cuando cruces por mi barrio pero sin ese uniforme

Yo sí soy un hombre

Yo sí lo demuestro

Desde que me paro, men,

Hasta que me acuesto

Por eso no me intimida el disfraz que tú llevas puesto

Si quieres ganar respeto. Primero date tu puesto.

Porque el que respeta, respeto merece.

Conmigo no

Ni conmigo ni con mi cultura

computecnik
Resaltado
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¡ACTÍVATE! / PROYECTO EPATU 42 —

Que si yo no soy un santo,

Usted tampoco es un cura

Conmigo no,

no me vas hacer entrá en cintura

porque mi único delito

es matar con mi escritura. (bis)

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juventud, criminalidad y factores de riesgo — 43

CONCLUSIONES DE PUERTAS ABIERTAS

No podemos concluir tajantemente dando soluciones mágicas que encierren en sí el camino hacia la solución definitiva de la criminalidad y la delincuencia juvenil en

estos tiempos críticos de caos mundial y entroniza-miento del lucro como valor único.

Lo cierto es que en Venezuela estamos en un pro-ceso de profundas transformaciones sociales, que apuntan a la búsqueda de las causas y al trastoca-miento del orden social imperante del capitalismo.

La democracia participativa no es la instituciona-lización de todos los aspectos de la vida cotidiana, sino la creación heroica y creativa de otros modos de hacer sociedad. Por esta razón, lo que hace falta no es un ministerio que centralice y caricaturice a la juventud, traduciéndola a cifras, tendencias y esta-dísticas, ni una policía que al sospechar algo ya le propine golpes lesivos.

El Colectivo Hip Hop Revolución, a lo largo de es-tos 2 años de puesta en marcha del proyecto EpaTu por todo el país, ha logrado desarrollar una fuerza ju-venil de más de 1.500 jóvenes, adolescentes, niños y niñas que se saben hijos de una clase y herederos de la

tradición libertaria; además, saben que es el ejercicio de la política raizal y radical la que les permitirá abonar el terreno de lo nuevo que está pariendo el planeta.

Darle continuidad a este estudio, hacerlo compa-rativo por regiones y ciudades; construir una carto-grafía juvenil de una identidad social que compone y descompone al actual territorio urbano nacional, po-dría ser un valioso aporte en la construcción de políti-cas públicas que combatan eficazmente y de manera causal la delincuencia, la criminalidad y la violencia, que sin ambages golpea fuertemente a Venezuela.

Superar la retórica de los discursos instituciona-les, para constituir discursos práxicos de los nuevos modos sociales, significa que todos y todas aquellas personas que estén ganados para la causa de la pa-tria sean sumamente críticos y autocríticos a fin de encontrar las políticas que realmente combatan de manera profunda la infección del capitalismo.

Esto significa escuchar y ceder el lugar protagó-nico a los excluidos tradicionales, a los despreciados de la sociedad, a los invisibles, a esos que son seña-lados como el oprobio, a los ofendidos y humillados que enmudecieron durante siglos y que, sin em-bargo, ha sido su palabra la que de tanto en tanto emerge de sus subterfugios con una fuerza iracun-da conmoviendo las bases de todo el artificio sobre el que reposa la sociedad de clases.

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Esta edición de ¡ACTIVATE! Proyecto Epatu: por una nueva cartografía juvenil se terminó de imprimirel mes de mayo de 2013, en los talleres

de la Imprenta de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) y consta de xxxxx ejemplares.