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  • Louise MirrerFordham University

    OBSERVACIONES SOBRE LA VIUDA MEDIEVAL ENLA LITERATURA (LIBRO DE BUEN AMOR) Y EN LA HISTORIA

    La viudez era un estado ambiguo en la cultura medieval. Por unaparte, se la consideraba como una etapa de la vida de una mujer que ladotaba de potenciales privilegios. Por otra parte, la viudez era conside-rada como un estado que liberaba a la mujer, permitindole actuar condesenfreno, lascivamente, y sin respetar principios. Estos ltimos son losrasgos que le atribuyeron, en general, los escritores medievales misgi-nos.

    Que las viudas fueran representadas en las pginas de textos de laliteratura medieval probablemente se relaciona con la fascinacin generalque ejerca su estado especial, y, de hecho, constituye el reconocimientode que la viuda medieval era un signo humano ambiguo en esa poca.Su casamiento en segundas nupcias, de condicin incierta segn la leyy la doctrina, provey a los autores medievales de una oportunidadespecial para presentar sus puntos de vista acerca de la ambivalencia delos signos humanos. Las viudas eran, por ejemplo, libres de casarse denuevo, pero tenan que esperar un ao antes de hacerlo y podan estarsometidas a numerosas restricciones en cuanto a la posesin depropiedades. Ms an, mientras la iglesia generalmente disuada a lasviudas de que volvieran a casarse, las vean por otra parte como mujeresjvenes y atractivas y, por lo tanto, como una trampa diablica. Enconsecuencia, no prohiban un nuevo casamiento.

    En este trabajo partimos de la base de que Juan Ruiz, en el episodiode doa Endrina del Libro de Buen Amor,1 us la figura de la viuda talcomo estaba social y legalmente establecida. Por lo que a este tipofemenino se refiere, por lo tanto, el tema central del libro respeta lascaractersticas que la definan en la sociedad medieval.

    Los crticos difieren ampliamente sobre la cuestin de si el episodiode Doa Endrina traduce el conocimiento que tena el autor de lasprcticas relacionadas con las viudas en la Edad Media. Parece evidente,sin embargo, que el episodio recrea al menos algunos detalles quedefinieron la viudez en la Castilla del siglo catorce. Doa Endrina habla,por ejemplo, de las sanciones que reciban las viudas que se casaban

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    antes del perodo de un ao de espera (759a-760b). Menciona ella,adems, sus preocupaciones por las demandas de los hombres quepretendan sacar ventaja de una mujer (742a-b). Trotaconventos tambinse refiere a los temas pertinentes de la viudez en la sociedad medieval.Ella trata, por ejemplo, de convencer a doa Endrina de que ella, comomujer libre, necesitaba un hombre que la protegiera (744a-b). Tambinhabla, en una larga divagacin, sobre el origen trivial de la mayor partede la legislacin medieval, que dictaminaba que las viudas eran menoscapaces de controlar sus pasiones que otras mujeres, y eran, por tanto,vctimas ms fciles de los pretendientes (710c - 711c). El episodio dedoa Endrina tambin trata del temor de que la viuda de ilustre cunapueda resultar vctima de un hombre de estado social humilde, quequera mejorar sus propios intereses materiales. Al presentar a donMeln como socialmente inferior y a doa Endrina como viudaacaudalada, el episodio presenta implcitamente el problema delaspirante social el hombre cuya sola esperanza de mejoramientoeconmico y social era la hipergamia. Tanto Trotaconventos como el findel episodio demuestran que las aspiraciones matrimoniales de donMeln estaban legalmente libres de obligaciones. Adems, como elpblico de la obra en el siglo catorce lo poda haber sabido, cualquierambicin social o financiera que el pretendiente pudiera haber tenido,poda ser obtenida legtimamente durante su matrimonio con la viuda.

    Pero el Libro de Buen Amor no presenta verdaderamente el episodiode doa Endrina como un documento del momento. En vez, registra lasprcticas sociales de la poca, dentro del propio universo de la diserta-cin del autor, colocando la dimensin social en el nivel del texto mismo.

    Nuestro enfoque aqu ser analizar, principalmente, el intercambioconversacional inicial del episodio es decir, el dilogo entre don Melny doa Endrina (657-686), y la disertacin del "Yo" hablado, que presentaun cambio. Estudiaremos tres aspectos de la conversacin que establecenms grficamente las relaciones peculiares entre los giros lingstica ysocialmente presentados:

    1. La subversin frecuente o "trastorno" del habla de la viuda por eldel "Yo" hablado, que representa su discurso;2. El carcter interactivo ambiguo del modelo del habla de doaEndrina y don Meln;3. La distribucin ambivalente de los aspectos del lenguaje que

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    denotan el gnero y el poder en la conversacin entre la viuda y supretendiente.

    Un aspecto marcado del esquema digresivo del episodio de doaEndrina es su informe de una serie de conversaciones casi exclusiva-mente en una forma de conversacin directa entre los protagonistas.Estas conversaciones sugieren un informe hablado de los eventos queconducen a la conquista de la viuda. Son ellos extraordinariamentesugestivos de las rplicas de la conversacin espontnea. Realmente, elsentido que el personaje da al habla natural es sorprendente. Nosolamente la conversacin es sintctica y demostrativamente msindependiente de su estructura, sino que las rplicas de los participantes,en su mayora, no son presentadas es decir, que la alineacin del dilogo,como en una conversacin natural, ahorra las introducciones lxicas,evitando el uso de los verbos "decir," "preguntar," etc. A veces, lasrplicas son presentadas por el menos "literario" de los introductores esdecir, por el verbo "decir" en el tiempo pretrito (dixo). Al comienzo dela conversacin entre don Meln y doa Endrina, la conversacin de donMeln aparece solamente dos veces con introductores lxicos; laconversacin de doa Endrina aparece consistentemente con la palabra"dixo."

    Otro rasgo distintivo del esquema digresivo del episodio son laspalabras del "Yo" hablado, que presenta la conversacin entre losprotagonistas. Lo que es raro es que este "Yo" hablado produzca, msall de los lmites de las conversaciones que l representa, un sinnmerode significados relativos a sus propios deseos y lugares mencionados enel trabajo. Por tanto, como se puede esperar, no interpreta verdadera-mente las conversaciones que l representa, sino en vez, elabora suspropias representaciones muy diferentemente. Estas son una metfora,no un espejo, del modo de hablar de los protagonistas. As, unaconversacin con doa Endrina, que termina optimsticamente con laafirmacin de la viuda de que est dispuesta a hablar con el pretendientede nuevo, "tienpo vern que podremos fablarnos este verano" (686d), setransforma en nuevo material del "Yo" hablado, que sigue las palabrasde la viuda con su propio comentario acerca de la veleidosidad de lasmujeres, "Si la non sigo, non uso, el amor se perder; / si veye que laolvido, ella otro amar" (689a-b). Verdaderamente, el "Yo" hablado poseesu propio modo de hablar acerca de la forma cambiable femenina, y ello

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    funciona como substituto a las declaraciones de la viuda. Al afirmar quelas mujeres son veleidosas, las promesas hechas por doa Endrina en eltexto precedente resultan insignificantes. Tiene tanta efectividad lasubstitucin de la conversacin del "Yo" hablado por la de la viuda, quedoa Endrina misma parece haberla notado. Cuando a continuacinomos hablar al personaje, parece haber cambiado descaradamente deidea acerca de futuros encuentros con don Meln, probando as suambivalencia. Ella dice a Trotaconventos: "... Callad ese pedricar, / queya ese parlero me coidara engaar" (740a,b).

    La alteridad de la conversacin del "Yo" hablado en el episodio dedoa Endrina recalca la complejidad de sus relaciones con respecto almodo de hablar de los protagonistas. Indica, adems, la medida en queel efecto de la conversacin directa puede ser interferida por la estruc-tura en la cual se ha fijado. Este es el modelo que emerge tambin en lasrelaciones entre la descripcin inicial del "Yo" hablado de la viuda y larepresentacin ofrecida de su "autntica" voz. Cuando el "Yo" habladodescribe la apariencia fsica de la viuda al principio del episodio, porejemplo, son las cualidades femeninas delicadas las que reciben mayoratencin. Mucho se dice de estas cualidades, que incluyen una de lasms grandes virtudes femeninas segn la creencia medieval es decir, eltener una boca pequea. Existe pues un potencial afectivo en ladescripcin, debido a que la viuda es representada por el "Yo" habladocomo un modelo de femineidad delicada. An as, inmediatamentedespus de hacer esta apelacin a la compasin de la audiencia, laaudiencia "escucha a hurtadillas" la conversacin que la viuda, de bocapequea, sostiene. Lo que expresa es poco elegante y femenino. Alresponder a las expresiones lisongeras del pretendiente, ella dice,"Vuestros dichos non los precio dos piones" (664d). Esta respuestainsultante, dirigida por una mujer, arruina claramente el potencialafectivo de la conversacin del "Yo" hablado, que de nuevo registre laambigedad del estado social de la viuda.

    La estructura fsica del dilogo entre doa Endrina y don Meln enla conversacin inicial del episodio tambin resulta muy importante enel mundo polimorfo de la viuda, tal como aparece descrito en elesquema digresivo del episodio. Un carcter interactivo y ambiguo es,por ejemplo, inmediatamente establecido en los modelos de la conversa-cin de la pareja mediante los "giros conversacionales" usados por doaEndrina y don Meln es decir, los actos de conversacin escogidos por

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    cada protagonista, bien sea para empezar una conversacin, o paraformular una respuesta a las rplicas del otro. Estos actos, que constitu-yen Principio, Desafio, y Giros de Apoyo, son esenciales en todaconversacin.

    Los protagonistas del episodio muy a menudo hablan de una maneraque los coloca en posiciones conflictivas desafiando, as, los giros de losinterlocutores. Pero, particularmente en cuanto a los actos de habla dedoa Endrina, existe una desviacin de esta norma general. Ciertamente,la conversacin de la viuda es ambivalente, y ello favorece la alternativade los Giros de Desafio y Refuerzo. Como respuesta al Giro Inicial dedon Meln "dizitme vuestro talante, veremos los coracones" (664c), ellaofrece un Giro de Desafio "Vuestros dichos non los precio dos piones"(664d). Como respuesta al Giro Inicial de don Meln, "it e venit a la fabla. . . " (667c) ella ofrece dos Giros de Refuerzo, "Onra es e non desonra encuerdamente fablar . . ." (679b); "fablarvos he algund da" (681d). Enrespuesta a los Giros Iniciales de don Meln, "querra fablar, non oso:tengo que vos pesar . . ." (683c); "Seora, que m'prometades, de lo quede amor queremos, que, si ovier' lugar e tienpo, quando en uno estemos,segund que lo yo deseo, vos e yo nos abracemos" (684a), ella ofrece unGiro de Desafio, "esto yo non vos otorgo, salvo la fabla, de mano" (686a).Que doa Endrina genere tal inconsistencia de formas lingsticas comorespuesta a los argumentos e instancias de su pretendiente, es unaevidencia adicional de la ambivalencia de su carcter. Los GirosConversacionales de la viuda sugieren que ella vacila entre dominar oayudar a su pretendiente.

    As, los Giros Conversacionales proveen una medida lingsticasignificativa de la ambivalencia de doa Endrina en la conversacininicial del episodio. Sealan similarmente su ambivalencia ms tarde enel contexto, cuando ella conversa con Trotaconventos.

    Muchas de las particularidades de la lengua que caracterizan el estilode la conversacin de los protagonistas en el epidosio de Doa Endrinaatraen la atencin del pblico y hacen evidente la verdad de suspalabras. El comentario mundano y la rplica despectiva de DoaEndrina, "Vuestros dichos non los precio dos piones" (664d), porejemplo, revelan, en cierta forma, lo que otro estilo ms corts y menosdirecto no revelara los hechos socioeconmicos de su viudez. DoaEndrina, una mujer independiente de negocios, que maneja sus propiosintereses, es en su conversacin tan econmica en el estilo como ella,

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    presumiblemente, lo es con su dinero. Adems, ya que las marcas decortesa son umversalmente un gasto y consumo de tiempo, no essorprendente que la mujer de negocios, ocupada e independiente, notenga tiempo para perder. Elabora as sus ideas sin los efectos de cortesalingstica.

    El estilo de la lengua es, por tanto, un aspecto crucial en la habilidaddel trabajo que pone en juego la dimensin social de la viudez en elnivel del contexto mismo. Esto es parte de lo que permite a cadaprotagonista que demuestre, ms all de las palabras, lo que l o ellarevela, presentando amplias categoras de experiencia como el gnero ylas relaciones de poder en el campo del significado del contexto.Ciertamente, la distribucin de los aspectos del lenguaje que denotan elgnero y el poder en las diferentes conversaciones de los protagonistaspermite que el contexto explore ms ampliamente la categora social dela viuda, en conversaciones de una variedad de perspectivas sociales,filosficas y literarias.

    Un ejemplo interesante de esto se encuentra en una comparacindetallada de los aspectos del lenguaje caractersticos del discurso dedoa Endrina y en la conversacin de don Meln. En el discurso de donMeln prevalecen las formas corteses, aduladoras y humildes es decir,los aspectos caractersticos de un lenguaje sin poder. En la conversacinde doa Endrina existe un uso marcado de aspectos caractersticos dequienes lo poseen: por ejemplo, las ordenes y los insultos.

    Doa Endrina se presenta como una viuda adinerada, por tanto,remita entre las mujeres ms poderosas de la Castilla medieval. No es,pues, una sorpresa encontrarla lista para usar un lenguaje que denotepoder en el texto. Sin embargo, un lenguaje que indique poder, en laliteratura, abarca, generalmente, una constelacin de aspectos que losautores usan para describir a los personajes que ellos crean. Los aspectos,que tienen que ver con la apariencia, la edad, la inteligencia, los interesesy el comportamiento personal, estn unidos convencionalmente alpredominio, superioridad y, a menudo, a la masculinidad. Ciertamente,el episodio de doa Endrina evita el uso convencional de la presentacinde palabras que describen a la viuda. Doa Endrina es una mujer dotadade delicadas y bellas caractersticas femeninas por ejemplo, un cuellolargo y delgado, pelo maravilloso, boca pequea, de un gran color, uncaminar gracioso, etc. (653 a-d); ella es joven; vive en compaa de unamadre que constantemente la cuida; se preocupa por su habilidad para

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    manejar sus haberes (742 a-b); y el texto la identifica con los animalesque son pasivos sexualmente. As, mientras que la viuda adineradapuede usar la lengua del poder, ella est dotada de muchas caracters-ticas que sugieren que no tiene poder.

    Al cierre del episodio de doa Endrina, las ambigedades del estadosocial, sexual y matrimonial que acondicionaron los estilos del lenguajede los protagonistas en sus conversaciones iniciales aparecen como sihubieran sido resueltos. Doa Endrina regresa a su estado propio,"normal," femenino, dejando la viudez detrs para convertirse una vezms en esposa. En esto, la conversacin en el episodio termina apoyandola ideologa del gnero de la cultura circundante, y se centra en lanecesidad de reprimir a las mujeres poderosas, limitando su acceso a lasfluctuaciones de la lengua, o an en cualquier otra lengua. Casi en laconclusin del episodio, doa Endrina restringe paulatinamente suhabilidad y oportunidad de reaccin verbal. Un vaco en el manuscritosuprime su respuesta inicial a su seduccin (siguientes 877); los aspectosverbales que la definen como mujer que ya no posee poder invaden sulamento por el uso de clusulas subjuntivas condicionales, "Si las aveslo podiesen bien saber e entender / quntos lac,os les paran, non laspodran prender" (883a-b), negativas, "non" (883b,d; 884d; 885a,b,d); "nin"(884d, etc.); ella se rinde verbalmente, "pues otro cobro non tiene" (885b);"pues yo non he otro cobro" (885d); y, finalmente, ella ofrece la respuestade su impotencia es decir, el silencio cuando Trotaconventos le recomien-da un matrimonio que la convertira una vez ms en una mujersubordinada legalmente.

    Nota

    1 Utilizamos la edicin de Jacques Joset, (Madrid: Espasa Calpe, 1974), 2 vols.

    CampoTexto: AIH. Actas XI (1992). Observaciones sobre la viuda medieval en la literatura (Libro de buen ... LOUISE MIRRER.