act 1 unidad_1

3
CURSO DE FORMACIÓN DOCENTE SOBRE TIC Y EDUCACIÓN MÓDULO 3 TIC Y APRENDER A APRENDER UNIDAD 1 Competencias y aprendizaje: nueva sociedad, nuevas demandas FRANCISCO VILLAFUERTE LUNA ACTIVIDADES A partir de la lectura de la primera unidad y basándote en tu propia experiencia como docente, trata de responder a las siguientes cuestiones. Puedes subir tu documento al blog para que podamos compartirlo todos. 1. En tu opinión, la enseñanza de las competencias básicas, ¿qué ventajas tiene, frente a modelos de enseñanza más tradicionales, para los alumnos?, ¿y para tu propio desempeño como docente? En mi opinión, es muy importante tener en cuenta primero las afirmaciones de Tamara en relación a lo que los docentes debemos reconocer sobre el contexto en el que nos ha tocado vivir, llamado sociedad del conocimiento, con todo lo que esto representa para la educación y nuestra sociedad en general. Sólo de esta forma podremos comprender la importancia y las ventajas que tiene el formar a las nuevas generaciones en el desarrollo de las competencias básicas, que le permitan construir una ciudadanía local y global. También es importante destacar que no se trata de desacreditar y “satanizar” modelos centrados en la enseñanza de tipo tradicional, sino que como señala esta autora en su texto, “la escuela ha desempeñado un importante papel, acorde con las demandas y necesidades de la sociedad en la que estaba inserta, es decir, la sociedad del siglo XIX. El problema se plantea cuando, dos siglos después, seguimos intentando formar en los mismos contenidos, con las mismas herramientas y metodología que antaño. Es decir, este tipo de enseñanza cumplió un ciclo que como todo proceso es necesario hacer evolucionar. Incluso algunas consideraciones de este enfoque, pueden tener cabida en un enfoque por competencias, como por ejemplo el uso inteligente y situado de la ejercitación y la mecanización de procedimientos, cuestión ponderada por los autores Zabala y Arnau 1 . En este sentido, considerando los planteamientos del texto de Tamara Díaz y mi experiencia personal, una enseñanza orientada al desarrollo de competencias básicas comporta entre otras, las siguientes ventajas para los alumnos: Los alumnos pueden desarrollar las competencias que les permitirán enfrentar con autonomía las diversas situaciones y retos que les planteará a lo largo de sus vidas y ello, es uno de los mayores objetivos de una enseñanza por competencias. En cambio, un modelo centrado en la dependencia hacia lo que el profesor exponga o dicte, inhibe dicha autonomía. Los alumnos encuentran mayor sentido a lo que aprenden en la escuela, si movilizan sus saberes. En contraste, si sólo tienen que retener y reproducir información, ello termina con la motivación y el encontrar significado en lo que se “aprende” en la escuela, se va a ésta porque “así tiene que ser”. Los alumnos aprenden a dar respuesta a diversas problemáticas y situaciones al utilizar esquemas didácticos que ponen en juego y de forma contextualizada conocimientos, habilidades, actitudes y motivaciones. En un modelo tradicionalista, generalmente la exigencia se centra sólo en reproducir información (y en muchos casos ni esto se logra) para cumplir con exigencias como los exámenes. 1 Estos autores estudiosos de una educación basada en modelos orientados al desarrollo de competencias abordan esta consideración en una de sus ideas en su propuesta de “11 ideas claves para enseñar por competencias”, lo cual es referido por Tamara Díaz en su texto, Competencias y aprendizaje: nueva sociedad, nuevas demandas.

Upload: centro-de-maestros-uriangato

Post on 26-Jul-2015

219 views

Category:

Education


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Act 1 unidad_1

CURSO DE FORMACIÓN DOCENTE SOBRE TIC Y EDUCACIÓN

MÓDULO 3 TIC Y APRENDER A APRENDER

UNIDAD 1 Competencias y aprendizaje: nueva sociedad, nuevas demandas

FRANCISCO VILLAFUERTE LUNA

ACTIVIDADES

A partir de la lectura de la primera unidad y basándote en tu propia experiencia como docente, trata de responder a las siguientes cuestiones. Puedes subir tu documento al blog para que podamos compartirlo todos. 1. En tu opinión, la enseñanza de las competencias básicas, ¿qué ventajas tiene, frente a modelos de

enseñanza más tradicionales, para los alumnos?, ¿y para tu propio desempeño como docente? En mi opinión, es muy importante tener en cuenta primero las afirmaciones de Tamara en relación a lo que los docentes debemos reconocer sobre el contexto en el que nos ha tocado vivir, llamado sociedad del conocimiento, con todo lo que esto representa para la educación y nuestra sociedad en general. Sólo de esta forma podremos comprender la importancia y las ventajas que tiene el formar a las nuevas generaciones en el desarrollo de las competencias básicas, que le permitan construir una ciudadanía local y global. También es importante destacar que no se trata de desacreditar y “satanizar” modelos centrados en la enseñanza de tipo tradicional, sino que como señala esta autora en su texto, “la escuela ha desempeñado un importante papel, acorde con las demandas y necesidades de la sociedad en la que estaba inserta, es decir, la sociedad del siglo XIX. El problema se plantea cuando, dos siglos después, seguimos intentando formar en los mismos contenidos, con las mismas herramientas y metodología que antaño”. Es decir, este tipo de enseñanza cumplió un ciclo que como todo proceso es necesario hacer evolucionar. Incluso algunas consideraciones de este enfoque, pueden tener cabida en un enfoque por competencias, como por ejemplo el uso inteligente y situado de la ejercitación y la mecanización de procedimientos, cuestión ponderada por los autores Zabala y Arnau1. En este sentido, considerando los planteamientos del texto de Tamara Díaz y mi experiencia personal, una enseñanza orientada al desarrollo de competencias básicas comporta entre otras, las siguientes ventajas para los alumnos: • Los alumnos pueden desarrollar las competencias que les permitirán enfrentar con autonomía las diversas

situaciones y retos que les planteará a lo largo de sus vidas y ello, es uno de los mayores objetivos de una enseñanza por competencias. En cambio, un modelo centrado en la dependencia hacia lo que el profesor exponga o dicte, inhibe dicha autonomía.

• Los alumnos encuentran mayor sentido a lo que aprenden en la escuela, si movilizan sus saberes. En contraste, si sólo tienen que retener y reproducir información, ello termina con la motivación y el encontrar significado en lo que se “aprende” en la escuela, se va a ésta porque “así tiene que ser”.

• Los alumnos aprenden a dar respuesta a diversas problemáticas y situaciones al utilizar esquemas didácticos que ponen en juego y de forma contextualizada conocimientos, habilidades, actitudes y motivaciones. En un modelo tradicionalista, generalmente la exigencia se centra sólo en reproducir información (y en muchos casos ni esto se logra) para cumplir con exigencias como los exámenes.

1 Estos autores estudiosos de una educación basada en modelos orientados al desarrollo de competencias abordan esta consideración en una de sus ideas en su propuesta de “11 ideas claves para enseñar por competencias”, lo cual es referido por Tamara Díaz en su texto, Competencias y aprendizaje: nueva sociedad, nuevas demandas.

Page 2: Act 1 unidad_1

• Un modelo de enseñanza orientado al desarrollo de competencias tiene mayor posibilidad de dar lugar a que los alumnos desarrollen la creatividad, la innovación y aprendan a enfrentar la complejidad, el riesgo y la incertidumbre, siempre y cuando las actividades didácticas propicien esas condiciones enfatizando el proceso y centrando la enseñanza en el estudiante. En una enseñanza tradicional de corte narrativo contemplativo, la lógica es que los alumnos aprendan para que luego, supuestamente y por lógica, apliquen lo aprendido. Se centra en el profesor y en el resultado.

• Los alumnos pueden poner en práctica en contexto diversas actitudes y valores, además de tener mayor posibilidad de que la educación sea inclusiva. En un enfoque tradicionalista, se tiende a dogmatizar al alumnado para que siga determinados patrones de conducta y “buenos valores” y por lo general supone la estandarización de comportamientos.

• Una enseñanza por competencias generalmente promueve entre los estudiantes el uso de las diversas tecnologías, entre ellas las digitales, las cuales insertadas adecuadamente como herramientas, pueen favorecer el desarrollo de competencias básicas. La enseñanza tradicional por lo general, echa mano del pizarrón, el libro de texto; esto no quiere decir que estos materiales no sean vigentes, sin embargo simplifican mucho la información que hoy en día está disponible, no promueven competencias básicas y además, tienden a “cansar” y “agobiar” a los alumnos.

Para mi desempeño como docente, las ventajas que percibo: • Una de las primeras ventajas es que tengo mayor probabilidad de captar el interés de los alumnos. Con

esquemas rígidos, generalmente los alumnos se indisciplinan y tienen poco interés por aprender. • Me exigen actualizarme constantemente y ello es una ventaja, pues me exige asumir una formación también

para el desarrollo de competencias docentes. Aunque lo anterior parece muy obvio, en un esquema tradicional puedo creer falsamente, que el sólo hecho de contar con varios años de experiencia es suficiente y con ello evadir procesos de profesionalización, indispensables en la actualidad.

• Con una enseñanza de competencias básicas, puedo desarrollar el currículo con flexibilidad, creatividad e innovación, al tener que utilizar metodologías globales, como los proyectos didácticos, los estudios de caso, el aprendizaje basado en problemas, entre otras. En cambio en un enfoque vertical, por lo general la enseñanza se simplifica a metodologías de corte centrado sólo en la exposición, la mecanización, la repetición (casi siempre descontextualizadas) y asumiendo rígida y verticalmente la programación curricular.

• Otra ventaja es que yo mismo como docente he podido fortalecer diversas competencias básicas y docentes, en el entendido de que esta orientación de aprendizaje es gradual y es para toda la vida. Entre otras, la 8 que se señalan en el texto y varias de tipo docente como el saber generar ambientes de aprendizaje propicios, asumir los dilemas éticos de la profesión, del uso de las tecnologías, de dominio del currículo recién reformado, de organizar mi propia formación, por citar algunas de las que propone una clasificación realizada por Perrenoud2.

• Otra ventaja de enseñar por competencias es que se propicia el trabajo colaborativo, ello a mi juicio y por la propia experiencia, representa una área de oportunidad muy importante en el ámbito educativo, al menos en México y sobre todo entre maestros.

2. En tu opinión, la enseñanza de las competencias básicas, ¿qué dificultades o inconvenientes presenta, frente a modelos de enseñanza más tradicionales, para los alumnos?, ¿y para tu propio desempeño como docente? Por favor, argumenta tus respuestas.

Las dificultades e inconvenientes que a mi juicio pueden presentarse principalmente, se derivan de no comprender cabalmente lo que significa e implica una enseñanza orientada al desarrollo de competencias. Es necesario que los docentes profundicemos sobre lo que es este enfoque educativo, su fundamentación

2 PERRENOUD, Philippe. Diez nuevas competencias para enseñar. Colección Biblioteca para la Actualización del Maestro. Grao. Barcelona. 2004.

Page 3: Act 1 unidad_1

conceptual, sus implicaciones, para estar en posición de contar con elementos que nos permitan asumir una postura crítica que a su vez facilite concretar y sustentar nuestra propia práctica con este modelo educativo en el aula. Esto nos ayudará a comprender bajo qué referente teórico se plantea el trabajo por competencias en los currículos oficiales y evitar sesgos o una aplicación inadecuada de nuestras actividades y situaciones didácticas. Concreto algunas de estas dificultades e inconvenientes en relación con los alumnos, pero conjuntamente asociadas a mi propio desempeño:

• Tener claro como docente que emprender una enseñanza orientada por competencias no necesariamente implica cambiar todo lo que realizo, de lo contrario es probable que confundamos a los alumnos y a nosotros mismos. Es decir, asumir que el cambio de esquema, debe iniciar primero por una autoevaluación de mi práctica, para que con esa base y a partir de comprender los planteamientos de un enfoque por competencias, pueda introducir paso a paso nuevas pautas de actuación docente.

• Reflexionar y tener la convicción de la necesidad y conveniencia de hacer evolucionar mi práctica a modelos con un enfoque por competencias. De no hacerlo o de asumirlo sólo porque así lo señala la actual política curricular, lo más seguro es que me quede a la mitad del camino y que mi práctica no responda ni a un modelo ni a otro, en perjuicio del aprendizaje de los alumnos.

• Reconocer que el principal reto de un modelo orientado por competencias es romper con el paradigma educativo narrativo-contemplativo para transitar a uno dialógico-participativo y que esto implica entre otras cosas, compartir el poder de decisión con los alumnos, lo cual es una diferencia muy sustantiva de una enseñanza por competencias en relación a los esquemas tradicionalistas, sobre todo ya en la práctica real constituye todo un desafío.

• La evaluación de los aprendizajes y competencias que logran los alumnos también es otra gran dificultad en un enfoque de enseñanza por competencias, dada la complejidad de este proceso que requiere de una orientación formativa y para la mejora tanto de los aprendizajes y la propia práctica docente. Es decir, la evaluación en este enfoque por competencias debe centrarse en el desempeño y buscando la mejora continua, más que funcionar sólo para la calificación y el resultado como ocurre en esquemas tradicionalistas. Por lo tanto de no atenderse estas consideraciones, es posible que evaluar siga siendo un proceso que poco contribuye a la mejora de la calidad de aprendizajes y enseñanza.

• Es medular que reconozca que en una formación por competencias, la enseñanza debe centrarse en el alumno más que en el maestro, en el aprendizaje más que en la enseñanza y en propiciar escenarios que exijan la puesta en juego de estos aprendizajes para la resolución de problemas o tareas que los impliquen y desarrollar así las referidas competencias básicas. Esto significa y supone romper quizá con muchos aspectos de mi práctica, pero sin ello, es imposible aspirar a educar eficazmente en un entorno tan complejo y difícil como el que vivimos. Requiero reconocer que la meta final es que el alumno sea autónomo para aprender, que sepa buscar, seleccionar y procesar información para diversos propósitos, que sepa enfrentar el riesgo y la incertidumbre, que sepa convivir y ser solidario con sus iguales. De no ser así, estaríamos condenando a las nuevas generaciones a continuar enfrentando un mundo que hasta el momento es muy injusto e inequitativo en muchos sentidos.