Orientalismo, de Said, en su momento debe haber tenido un fuerte impacto, porque le dio de

lleno a un grupo de eruditos y acadmicos, quienes seguramente reaccionaron con furia desde sus

cmodos despachos. Y seguro que tambin caus escozor por el eterno prejuicio que existe contra

rabes y musulmanes. O tal vez estas ideas ya se han dicho varias veces despus de l y ahora no

suenan tan avasallantes o provocativas como cuando l las escribi por primera vez. O para

nosotros, colonizados internos y externos, ya ha sido dicho o lo hemos ledo en otros autores y

autoras. Tal vez incluso lo hemos vivido.

Los europeos han mantenido de manera constante una idea de ser el centro del mundo. Cuando

un pensador (o pensadora) europeo (a) (como Kant, Hegel y otros) habla de humanidad, ser

humano o de el hombre lo hace excluyendo al resto de las personas (tambin a las mujeres, por

cierto). Los dems pueblos han luchado por integrarse a ese grupo, no han sido integrados de

facto por quienes tejieron ideologas. Por ejemplo, para Karl Marx el cambio hacia el socialismo

deba realizarse en un pas europeo avanzado, Gran Bretaa, por ejemplo, no en las periferias

retrasadas.

En esa idea de ser lo humano, el centro, los pases de Europa han encontrado la justificacin de su

dominio. Podan los escritores y escritoras pensar distinto, ser motores de otras ideas? No,

porque podan ser rebeldes en determinados puntos, pero en otros continuar con los mismos

prejuicios. Si el escritor era rebelde en su tiempo, eso no significaba que lo fuera contra todas y

cada una de las ideas de contra quienes luchaba. As que terminaba (y termina) apuntalando al

poder, a los oligarcas. Existe cierta idea platnica en pensar que quien crea belleza por esa razn

se ala a lo bueno y a lo verdadero. Los creadores, como lo muestra Said, pueden ser innovadores

en algunos aspectos, mientras que en otros resultar tan conservadores como el resto de personas

de su tiempo.

El arte no puede mantenerse aparte de la sociedad (ripio); se crea a partir de lo que es el mundo

que te rodea. El artista (y la artista tambin) no es una buena persona, intacto, puro, impoluto, sin

contacto con la realidad. Al contrario, tiene las manos llenas de humanidad; pleno de defectos,

igual que cualquier otro ser humano. Las buenas personas, por lo regular, son malos artistas.

Entonces, el ser creativo trae prejuicios, buenas ideas, algo de tica, y mucho de vanidad. Trae

consigo todo su tiempo. Por qu sorprendernos de que su obra traiga la parte ms oscura de su

tiempo? Si no lo hiciera, el artista podra ver ms all de lo que puede ver. Alrededor de cada uno

de nosotros existe oscuridad y slo alcanzamos a ver una ligera parte de lo que somos. No

podramos saber cul de nuestras ideas o creaciones actuales, de nuestros odios, temores y

amores (otro ripio) es parte del dominio, del poder de nuestro grupo sobre otros grupos. Lo lleva

la misma corriente del mundo que nos lleva a cada uno de nosotros. Y eso no lo justifica, es

simplemente una descripcin.

La confusin entre representacin y realidad. Tejer confusas representaciones desde el gastado

lenguaje. Acabar asumiendo que el mapa es el territorio y que lo que ms le conviene a la realidad

es no llevarnos la contraria. Crear un discurso y considerarlo verdadero por encima del resto

contina como una constante desde el poder mnimo hasta los poderes centrales o fcticos.

El discurso es una de las formas en que el poder se manifiesta. Lo tiene todo para generarlo,

incluso las creencias de quienes supuestamente se oponen a l. Cada palabra, imagen o nota

musical (El rapto del serrallo) incluso las de sensualidad, construye una imagen, un conocimiento

con el cual construir otro conocimiento. Y ese discurso se construye como conocimiento real,

certificado por la universidad, con el estatus de publicarse en libro. El conocimiento al servicio del

dominio.

El mecanismo del poder se asienta en el lenguaje. Surge de all y se disemina en todas sus formas.

Es en ese centro donde crece y se fortalece con todas sus apariencias confundidas con un proceso

veritativo. Hemos visto como otros creadores, como Paul Celan o el mismo Walter Benjamin, para

establecer una diferencia con los opresores, con las formas del dominio, han debido crear algo

cercano a un antilenguaje. Asumir que las formas anteriores han muerto y generar en el corazn

del lenguaje algo nuevo. Tal vez ese sea el proceso que deba asumir el arte.