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Abril de 2011 Año III Número 18 Contra la corrupción del partido del gobierno, contra la corrupción del partido de la oposición www.patriasindicalista.es 1 euro Sobre el acuerdo social y económico / 4 Energía nuclear... ¿qué hacer? / 5 Las mentiras del nacionalismo económico / 6 ‘Jo sóc espanyol’ (primera parte) / 6 De los pinares de Oromana a los EREs de Mercasevilla / 7 España La mentira sobre la intervención en Libia / 8 Mundo Dionisio Ridruejo: valor y deber de la disidencia / 13 Joaquín Costa visto desde el nacional- sindicalismo / 14 Revisiones Hacia el ‘paraíso’ del encefalograma plano / 15 Televisión ‘Escorial’, un baluarte cultural falangista / 12 El último libro de J.L. Jerez Riesco / 13 Libros Ni Gürtel L a democracia —se dice, se comenta— es el go- bierno del pueblo. Si esta suerte de axioma es ver- dad y no es, como afirmaba el filósofo José Ortega y Gasset , un término absolutamente prostituído, pa- rece lógica la deducción: o el pueblo —el español— está sumido en una suerte de estado comatoso que le incapacita para cualquier tipo de reacción o, lo que aún sería infinitamente más grave, se encuentra có- modo el cenagal en el que los grandes partidos han sumido al país. Lo que sí parece obvio es que con un 20,5% de desempleo, porcentaje que se eleva hasta el 43,5% entre los menores de 25 años (datos de Eurostat de febrero de 2011), que las únicas pulsiones vitales en España sean las de cuatro descerebrados sacrílegos y las ya consuetudinarias del botellón, corroboran la tesis de que España se encuentra en una situación de parálisis que, obviamente, ha sobrepasado todas las alarmas. De hecho, en las elecciones del mes que viene van a ser los grandes partidos los que harán acopio de votos. Poco importa que esta vez se lleve al gato al agua el PP y que el PSOE dé dos pasos atrás. PP y PSOE son partidos absolutamente intercambiables, excepción hecha de algunos detalles que conviene su- brayar para que el guiñol pueda sostenerse con un mínimo de credibilidad. El plato es el mismo: gar- banzos con arroz o arroz con garbanzos. Gürtel o Mercasevilla, Mercasevilla o Gürtel. El Sistema se ha consolidado y la corrupción les trae sin cuidado a los estados mayores de ambas formaciones. Con un ci- nismo sin parangón, los de Gürtel se presentan ante el electorado como arietes de la pureza y los de Mer- casevilla como paladines de las libertades públicas . Estamos ante lo que, sin duda, es un un crimen perfecto. El mensaje de los grandes partidos es uní- voco: ¿Qué preferís? ¿La corrupción o el caos? Y como quiera que el grado de infantilismo de las so- ciedades capitalistas —según previó acertadamente Werner Sombart en su pedagógico ensayo El bur- gués — se agudiza con cada generación, la gran masa opta por la actual situación, descartando las opcio- nes alternativas; entre otras cosas, porque el cuarto poder —o sea, los medios de comunicación de masas— ya se encargan de sobrevalorar el escenario de un bipartidismo acotado e inesquivable. ¿Hasta cuándo durará el actual estado de cosas? No seremos nosotros quienes, en un pueril arrebato de alocada autoestima, aseguremos desde estas pá- ginas que la situación va a dar un vuelco el 22 de mayo o, en su defecto, en las elecciones generales previstas para 2012. Nada de eso. Los grandes males requieren de grandes reme- dios. Y los grandes remedios no surgen desde la hi- peractiva improvisación. La regeneración democrá- tica; esto es, el gobierno efectivo —no formal— del pueblo será la consecuencia, no de la toalla arrojada por Zapatero o la bonanza de las estadísticas de Rajoy, sino de una práxis cotidiana de quienes nos situamos en las antípodas de los estados mayores de la corrupción y, en consecuencia, convencidos de que fuera del Sistema hay otra realidad por construir. El camino no ha sido y no será facil. Estamos acostumbrados, empero. Desde 1931 los nacional- sindicalistas no hemos hecho otra cosa que apartar piedras de nuestra trayectoria. Cualquier otro colec- tivo político hubiera ya, y desde hace bastantes años, echado la persiana. Nosotros no. Nosotros estamos en el ámbito de la política porque seguimos sin tener una patria unida y porque la injusticia social y la vo- ladura del “Estado social” —así, con estas palabras, figura en la Constitución de 1978 para vergüenza de propios y extraños— se han convertido en el nudo gordiano de un status que no aceptamos. A todos los trabajadores por cuenta ajena del Régimen Agrario / 9 Trabajadores Ni Mercasevilla Frente a la corrupción El camino de la decencia Frente a la mentira La verdad por bandera Frente a la injusticia La lucha por la República nacional-sindicalista Falange Española de las JONS Injusta justicia / 3 Avanzada José Lorenzo García, un histórico del Frente de Estudiantes Sindicalistas (FES), habla para Páginas 9 y 10 Entrevista

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Page 1: Abril de 2011 Año III Número 18 Contra la corrupción del partido … · Werner Sombart en su pedagógico ensayo El bur-gués— se agudiza con cada generación, la gran masa opta

Abril de 2011 ● Año III ● Número 18

Contra la corrupción del partido del gobierno, contra la corrupción del partido de la oposición

www.patriasindicalista.es ● 1 euro

Sobre el acuerdosocial y económico / 4Energía nuclear...¿qué hacer? / 5Las mentirasdel nacionalismoeconómico / 6‘Jo sóc espanyol’ (primera parte) / 6De los pinares deOromana a los EREsde Mercasevilla / 7

España

La mentira sobrela intervenciónen Libia / 8

Mundo

Dionisio Ridruejo:valor y deber de ladisidencia / 13Joaquín Costa vistodesde el nacional-sindicalismo / 14

Revisiones

Hacia el ‘paraíso’del encefalogramaplano / 15

Televisión

‘Escorial’, un baluartecultural falangista / 12El último libro de J.L.Jerez Riesco / 13

Libros

NiGürtelLa democracia —se dice, se comenta— es el go-

bierno del pueblo. Si esta suerte de axioma es ver-dad y no es, como afirmaba el filósofo José Ortegay Gasset, un término absolutamente prostituído, pa-rece lógica la deducción: o el pueblo —el español—está sumido en una suerte de estado comatoso quele incapacita para cualquier tipo de reacción o, lo queaún sería infinitamente más grave, se encuentra có-modo el cenagal en el que los grandes partidos hansumido al país.

Lo que sí parece obvio es que con un 20,5% dedesempleo, porcentaje que se eleva hasta el 43,5%entre los menores de 25 años (datos de Eurostat defebrero de 2011), que las únicas pulsiones vitales enEspaña sean las de cuatro descerebrados sacrílegos ylas ya consuetudinarias del botellón, corroboran latesis de que España se encuentra en una situaciónde parálisis que, obviamente, ha sobrepasado todaslas alarmas.

De hecho, en las elecciones del mes que viene vana ser los grandes partidos los que harán acopio devotos. Poco importa que esta vez se lleve al gato alagua el PP y que el PSOE dé dos pasos atrás. PP yPSOE son partidos absolutamente intercambiables,excepción hecha de algunos detalles que conviene su-brayar para que el guiñol pueda sostenerse con unmínimo de credibilidad. El plato es el mismo: gar-banzos con arroz o arroz con garbanzos. Gürtel oMercasevilla, Mercasevilla o Gürtel. El Sistema se haconsolidado y la corrupción les trae sin cuidado a losestados mayores de ambas formaciones. Con un ci-nismo sin parangón, los de Gürtel se presentan anteel electorado como arietes de la pureza y los de Mer-casevilla como paladines de las libertades públicas.

Estamos ante lo que, sin duda, es un un crimenperfecto. El mensaje de los grandes partidos es uní-voco: ¿Qué preferís? ¿La corrupción o el caos? Ycomo quiera que el grado de infantilismo de las so-

ciedades capitalistas —según previó acertadamenteWerner Sombart en su pedagógico ensayo El bur-gués— se agudiza con cada generación, la gran masaopta por la actual situación, descartando las opcio-nes alternativas; entre otras cosas, porque el cuartopoder —o sea, los medios de comunicación demasas— ya se encargan de sobrevalorar el escenariode un bipartidismo acotado e inesquivable.

¿Hasta cuándo durará el actual estado de cosas?No seremos nosotros quienes, en un pueril arrebatode alocada autoestima, aseguremos desde estas pá-ginas que la situación va a dar un vuelco el 22 demayo o, en su defecto, en las elecciones generalesprevistas para 2012. Nada de eso.

Los grandes males requieren de grandes reme-dios. Y los grandes remedios no surgen desde la hi-peractiva improvisación. La regeneración democrá-tica; esto es, el gobierno efectivo —no formal— delpueblo será la consecuencia, no de la toalla arrojadapor Zapatero o la bonanza de las estadísticas deRajoy, sino de una práxis cotidiana de quienes nossituamos en las antípodas de los estados mayores dela corrupción y, en consecuencia, convencidos deque fuera del Sistema hay otra realidad por construir.

El camino no ha sido y no será facil. Estamosacostumbrados, empero. Desde 1931 los nacional-sindicalistas no hemos hecho otra cosa que apartarpiedras de nuestra trayectoria. Cualquier otro colec-tivo político hubiera ya, y desde hace bastantes años,echado la persiana. Nosotros no. Nosotros estamosen el ámbito de la política porque seguimos sin teneruna patria unida y porque la injusticia social y la vo-ladura del “Estado social” —así, con estas palabras,figura en la Constitución de 1978 para vergüenza depropios y extraños— se han convertido en el nudogordiano de un status que no aceptamos.■

A todos los trabajadores porcuenta ajena del Régimen Agrario / 9

Trabajadores

NiMercasevilla

Frente a la corrupciónEl camino de la decenciaFrente a la mentiraLa verdad por banderaFrente a la injusticiaLa lucha por la Repúblicanacional-sindicalista

Falange Española de las JONS

Injusta justicia / 3Avanzada

José Lorenzo García,un histórico del

Frente de EstudiantesSindicalistas (FES),

habla para

● Páginas 9 y 10

Entrevista

Page 2: Abril de 2011 Año III Número 18 Contra la corrupción del partido … · Werner Sombart en su pedagógico ensayo El bur-gués— se agudiza con cada generación, la gran masa opta

2 Abril de 2011

La segunda

La redacción de «Patria Sindicalista» convoca la segunda edición, co-rrespondiente a 2011, del Premio que lleva por nombre el de la cabe-

cera del periódico, en sus modalidades de «Pensamiento» e «Historia», yque se regirá por las bases siguientes:

1. La redacción del periódico «Patria Sindicalista» se constituye en ju-rado de la segunda edición del Premio «Patria Sindicalista».

2. Pueden participar en la segunda edición del Premio «Patria Sindi-calista» todas las personas mayores de edad, según la vigente legislaciónespañola, excepción hecha de los miembros del jurado.

3. Los participantes podrán hacerlo por una o ambas modalidades,pero con un máximo de dos originales por modalidad.

4. Los trabajos presentados a la segunda edición del Premio «PatriaSindicalista» serán originales; esto es, no habrán sido publicados con an-telación por cualquier medio de comunicación de masas. El jurado se re-serva en todo momento el derecho a ejercer las acciones legales quepudieran impedir cualquier adulteración o fraude en dicho sentido.

5. En la modalidad «Pensamiento» se incluyen necesariamente los ori-ginales referidos a cualesquiera aspectos, generales o concretos, de la doc-trina nacional-sindicalista.

6. En la modalidad «Historia» se incluyen necesariamente los origina-les referidos a la trayectoria historica del nacional-sindicalismo desde sufundación, en 1931, hasta nuestros días, ya sea de forma general o con-creta.

7. Los originales no podrán exceder, en ningún caso, los sesenta DINA4, impresos por una sola cara y con tipografía «Times», «Times NewRoman», «Arial» o «Helvetica», cuerpo 14.

8. Los trabajos se enviarán por duplicado ejemplar, adjuntándose obli-gatoriamente una hoja DIN A4 en la que figurará el nombre y apellidosdel autor, su domicilio y ciudad de residencia, su teléfono y correo elec-trónico, así como una fotocopia del Documento Nacional de Identidad odocumento acreditativo similar para los participantes extranjeros. La uti-lización de pseudónimos está prohibida.

9. Los originales no escritos en lengua española estarán acompañados,necesariamente, de su traducción al español o castellano.

10. Los trabajos se enviarán, única y exclusivamente, por correo postala la siguiente dirección:

FE de las JONSDelegación de Prensa y ComunicaciónCalle Pizarro, 1–3ª46004 Valencia [España]11. El plazo de recepción de originales finaliza el viernes 28 de octubre

de 2011.12. Los premios en las modalidades de «Pensamiento» e «Historia» de

2011 serán dados a conocer en una cena ad hoc, que tendrá lugar antes deque finalice el año en curso. La celebración de dicha cena será comunicadapor el jurado, con suficiente antelación, a los participantes al Premio y seanunciará oportunamente en la página electrónica del periódico o elmedio de comunicación que estime conveniente.

13. Los premiados en la segunda edición del Premio «Patria Sindica-lista» de 2011 recibirán una placa acreditativa, un lote de libros valoradoen 150 euros y sus trabajos serán editados en formato de libro a lo largode 2012.

14. No es obligatoria la presencia de los autores galardonados en la cenade entrega de premios.

15. El jurado del Premio «Patria Sindicalista» es dueño de los derechosde autor de la primera edición de los originales premiados. El jurado nodevolverá a los autores original alguno.

16. Las deliberaciones del jurado son secretas, su fallo es inapelable y, siasí lo estima oportuno, podrá declarar desierta una o ambas modalida-des. En caso de conflicto, el jurado podrá interpretar unilateralmente estasbases.

17. El hecho de participar en la segunda edición del Premio «Patria Sin-dicalista» lleva aparejada la aceptación de estas bases.

Valencia, 1 de abril de 2010. ■

Segunda edición de los Premios ‘Patria Sindicalista’ (2011)

Coordinación y edición: Delegación de Prensa y Comunicación deFalange Española de las JONS. Redacción: Calle Pizarro, 1-3ª.46004 Valencia [España]. Teléfonos: 96 351 48 21 y 626 673 628.Correo electrónico: [email protected]. Maquetación:Equipo propio. Tirada: 5.000 ejemplares. Imprime: Imcodavila.ISSN: 1889-7479. Depósito Legal: AV-12-2009.

Las opiniones que aparecen firmadas lo son, única y exclusivamente, de sus autores. Sepermite la reproducción total o parcial, por cualquier medio o en cualquier soporte, de loscontenidos de este periódico con el permiso expreso y por escrito del editor.

defienden, por las glorias sólidas yreales con que exaltan su espíritu ysu nombre”[6]. Despreciaba, pues, elliberalismo burgués por ser una falsademocracia ya que, en sus propiaspalabras, “la libertad sin garbanzosno es libertad” y “el que tiene la llavedel estómago tiene la llave de la con-ciencia”. Costa, en definitiva, soñabacon un gobierno real del pueblo.

Así pues, los españoles en generaltenemos en Joaquín Costa a unmagnífico exponente de nuestratradición intelectual. ¿Y qué deudatiene el nacionalsindicalismo coneste campeón del pensamiento? Lapreocupación por la cuestión agra-ria, la defensa de España así como laconcepción de ésta como una enti-dad nacional culturalmente plural,el reconocimiento del mérito perso-nal, la defensa de la familia comounidad fundamental de la vida de lanación, la idea de que el gobernantees un servidor y un realizador de losdeseos del pueblo y no viceversa, ladefensa del colectivismo agrariofrente a la propiedad privada ilimi-tada... De todas formas, no hay queolvidar que, aunque el nacionalsin-dicalismo coincida con Costa envarios aspectos, en muchos de losmismos va más allá y tiene aspira-ciones propias que Costa no po-seyó: la desaparición de las clasessociales a través de la cooperaciónde todos los españoles y, por lotanto, el desmantelamiento total del

toma de Costa (como también deUnamuno, Ortega, Maeztu y tan-tos otros) ideas concretas y las in-corpora a un proyecto nacional yrevolucionario que engloba toda latradición española y la orienta, con-tando con el afán de todos y cadauno de los españoles, hacia un des-tino universal y hacia la felicidad delos ciudadanos. ■

Marc B.V.

capitalismo industrial y agrario, lainstauración de un sistema total yabsolutamente democrático en elque los ciudadanos participen di-rectamente en las tareas del Estado,la creación de un sistema sindical enel que la plusvalía se asigne directa-mente al trabajador encuadrado ensu Sindicato y la nacionalización dela Banca, es decir, la supresión delcapitalismo financiero.

El nacionalsindicalismo, pues,

[1] Tuñón de Lara (1974) La quiebra militar, política e ideológica de 1898, enCosta y Unamuno en la crisis de fin de siglo, Madrid, pág. 41.[2] Ibidem, pág. 37.[3] Pérez de la Dehesa (1966) El pensamiento de Costa y su influencia en el 98,Madrid, pág. 167.[4] Joaquín Costa (1998) Así hablaba Joaquín Costa. Textos seleccionados porTrinidad Ortega Costa, Fundación Joaquín Costa, Madrid, pág. 24.[5] José Luís Abellán (1989) Historia crítica del pensamiento español. Tomo V (I),la crisis contemporánea (1875-1936), Espasa-Calpe, Madrid, pág. 475.[6] Joaquín Costa, ibidem, págs. 144-145.

viene de la pág. 14

Joaquín Costa visto desde el nacionalsindicalismo

No hacen falta grandes párrafospara describir el estado actual de

España, basta una palabra: podre-dumbre. Podredumbre en muchasfacetas, de la moral a la económicapasando por la política.

Nosotros si creemos que es posi-ble encontrar solución para todosestos males. Y con una receta única,un nuevo bálsamo de Fierabrás: elnacionalsindicalismo. Pero ante susposibilidades no existe un estado deánimo común que surja de formanatural. Hay camaradas que mantie-nen una perspectiva en extremo pe-simista, y otros que basculan ensentido contrario.

Una verdad irrebatible es que, hoypor hoy, los medios de comunica-ción al servicio del poder estable-cido, y la propia inercia de unsistema educativo que parece pen-sado no para generar ciudadanos li-bres, sino semovientes alegres depoder votar, en el mejor de los casos,y así participar en el carnaval demo-crático que provoca cambios paraque todo siga igual. Efectivamente,hemos de ser conscientes de que lasreuniones que se generan hoy es-pontáneamente en los bares no sonasimilables no ya a las de antaño enBakanik o en el Café Gijón, sino quetan siquiera llegan a patio de Moni-podio. Cuando era pequeño en el

Flores en el estiércol

colegio me decían los padres Agus-tinos que hubo un tiempo en queuna ardilla podría cruzar España departe a parte sin pisar el suelo, sal-tando de árbol en árbol. Hoy creoque lo podría hacer saltando de tontoen tonto. Y es que a Dios deben en-cantarle los tontos, de lo contrariono se entendería que fabricara tan-tos. El problema empieza cuando losconcentra a casi todos en España.

Partimos de esa dificultad, y esalgo que conviene no olvidar. Nece-sitamos hacer digerible nuestro

mensaje a aquellos a los que no soloel sistema educativo, sino las nuevasformas de comunicación, han elimi-nado la capacidad de digerir ideasque no sean elementales. No olvidarque hoy se ha sustituido el filete delos libros por la papilla pre-masti-cada de la televisión.

Y no hablo de que tengamos quedescender a ese nivel zarrapastrosoque ha convertido a nuestra socie-dad en una suerte de parque temá-tico del rijo, sino de reformular losmismos pensamientos en forma deconsignas asimilables. En forma deluces brillantes que los atraigan para,una vez atraídos, poder profundizar.

Es necesario un acercamiento deesta manera, no sólo por la imagende seres malvados con la que el sis-tema nos envuelve, que haría impo-sible otras formas, sino por ser laúnica posibilidad de despertar la cu-riosidad intelectual que, sí, sigueexistiendo, aunque dormida bajouna inmensa capa de inmundiciacon la que los partidos políticos aluso adormecen al español medio.

Es cierto que vivimos rodeados deestiércol. Pero ya se sabe que entre él,crecen las mejores flores. Es nuestratarea no sólo plantar flores, sino es-pigas. Espigas rojas y negras. ■

Rigoberto Espadas

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Abril de 2011 3

Avanzada

Las encuestas del Centro de Investiga-ciones Sociológicas (CIS) y desde hace

bastante años son abrumadoramente ne-gativas para el aparataje judicial español.

La última entrega, la del Estudio núm.2.861, correspondiente al pasado mes defebrero, es suficientemente elocuente. Novamos a aburrir al lector con muchosdatos, ya que éstos están disponibles en lared de redes. Tan sólo vamos a apuntar losreferentes a la pregunta “¿Cómo consideraUd. que funciona actualmente la Admi-nistración de Justicia en España: muy bien,bien, mal o muy mal?”. Estas son las res-puestas: muy bien: 0,4%; bien: 18,0%; re-gular: 28,7%; mal: 36,7%; muy mal: 11,3%;mientras que el porcentaje de los que nosaben o no contestan ascendió al 5%.

Los guarismos encierran, sin embargo,no poca frialdad. Vayamos al calor de unhecho real que dibuja a la perfección la si-tuación en la que nos encontramos. Noahora, sino desde hace varias décadas.

Nos referimos al caso de Ramón Laso

Moreno. Sospechoso de la desaparición,en marzo de 2009, de Julia Llamas —mujer con la que mantenía una relaciónsentimental— y del cuñado de ésta, Mau-ricio Font, Laso Moreno ha sido detenidodos años después.

El caso es que Laso Moreno fue conde-nado, en 1993, a 57 años de prisión por elasesinato de su primera mujer —DoloresCamacho— a la que estranguló y llevóhasta las vías del tren para simular un sui-cidio, y del hijo de ésta, de tan sólo seisaños de edad. Especialmente cruel fue elasesinato del niño Daniel, al que bloqueóen un vehículo que despeñó por un acan-tilado y, posteriormente, incendió.

¿57 años en prisión? No. Laso Morenopasó entre rejas tan sólo seis años. Obtuvola libertad provisional en 1999 a pesar deque los informes forenses no dejaban lugara dudas: Laso Moreno era un “psicópatamuy peligroso” y, aún así, salió a la calle.

La justicia le quitó 51 años de prisión ylo puso de patitas en la calle. Y como a la

cabra le tira el monte, el psicópata LasoMoreno tuvo a bien realizar dos nuevas“azañas” más. Que sepamos.

¿Casualidad? ¿Mala suerte? ¿Error for-tuito? No. Quien más y quien menos co-noce anécdotas sobre la justicia que, sinllegar a las cotas siniestras del caso de LasoMoreno, siempre van acompañadas ex-travangancias inimaginables en la mentemás calenturienta del más retorcido autorde novela negra.

La justicia no funciona. Ni con LasoMoreno ni con los asesinos de la ETA. Lodice la gente cuando se le entrevista y has-ta los “telediarios”, lejos de ocultarlo, no tie-nen el menor empacho en jalear el datocada vez que el CIS pone el dedo en la llaga.

¿Le echamos las culpas a este “poder”de los males del país? Mal haríamos. Lajusticia española es injusta, simple y lla-namente, porque está a juego con el resto“poderes” del Estado español. ■

Menos espectáculo y más prácticaFrancia, 633. Reino Unido 707. Alemania,

645. Italia, 508. Suecia, 470. Polonia, 261.Grecia, 110. España, 113. Esta serie de datos,¿corresponde al coeficiente de inteligenciamedio?, no. ¿Corresponde a la riquezamedia?, no. ¿Corresponde al límite de velo-cidad?, no. ¿A qué corresponde pues? Puescorresponde a la cantidad de medallas con-seguidas en los Juegos Olímpicos por esaserie de países, a lo largo de la historia de losdichos juegos, serie en la que España estaríaen el puesto 27 del ranking total.

Unamos esto al último informe PISA, yatratado anteriormente en estas páginas por miadmirado Manuel Chacón, ¿y qué tenemos?Tenemos en España a nuestros jóvenes nosólo ya como orgullosos integrantes del grupode los tontos, sino también más que ufanos depertenecer al grupo de los más flojos, conju-gando un cóctel insuperable de incultura y devagancia que dará lugar a los gobernantes delfuturo (aunque alguno haya ya demostradoque es un adelantado en el tiempo).

¡Qué lástima que no se elabore algo que sepodría llamar así como el índice botella, puesnuestra juventud, sin duda alguna, alcanzaríalos más altos puestos!, como demostraron25.000 de ellos hace pocos días en Granada,ante el regocijo de nuestro ínclito alcalde porel buen comportamiento que demostraron.

Lo malo de todo, es que el caso, y el fracaso,del deporte español viene desde siempre, sinque gobiernos de cualquier color, del negro alblanco pasando por todo el espectro, ni cual-quier forma ni pelaje, llámense dictaduras, re-públicas, monarquías o como se quiera hayanhecho nada por solucionarlo, pareciendo quemuchos años antes de que Unamuno salieracon aquella barbaridad del que inventen ellos,ya los españoles tenían asumido el no menosbárbaro que corran ellos.

Y ahora, en pleno siglo XXI, se sigue en lalínea, los partidos políticos al uso arrinconanen un alguna recóndita parte de sus progra-

mas la parte dedicada al deporte, su promo-ción y su desarrollo; aunque mirándolo desdesu perspectiva de convertir a la sociedad ac-tual en una sociedad cada vez más anómica,cada vez más exenta de valores humanos,cada vez más adocenada y vulgar, es lógicoque no les interese inculcar en los jóvenes algocomo el deporte que pueda llevarlos a traba-jar en común y pensar en común, con el in-discutible peligro que eso conllevaría para elestatus de la clase política actual, y el actualsistema de cosas.

Eso sí, en cuanto algún deportista españolgana algo, que suele ser sólo gracias a esfuer-zos y méritos propios, así como gracias a lacolaboración económica de su particular fa-milia, allá que van todos en tropel, presiden-tes y vicepresidentes, alcaldes y vicealcaldes,secretarios, subsecretarios y aún más secreta-rios, a querer colgarse de sus estirados cuellos,estirados de tanto mirar a ver donde pillanalgo aunque sea una foto, unas medallas que

lleve a un desarrollo personal adecuado queles prepare para afrontar todos los obstácu-los, incluyendo, sobre todo, los obstáculos po-líticos que se van a encontrar en su camino. Esnecesaria ya una política deportiva que secentre en el deporte de abajo, en el deporte yano de base como se dice ahora, sino en el de-porte de la calle, en el deporte de a pie de ba-rrio, en el deporte de alpargata de mercadillo,en el deporte de los chavales que los domin-gos saltan las vallas de los polideportivos parapoder hacer lo que les gusta, una política quese centre en ese deporte, en esos niños queson los que traerán, a la larga, las grandes pro-ezas deportivas para nuestra patria y, aún másimportante, los que traerán una generaciónde españoles sanos física, psicológica, social ,cultural y políticamente.

Esa es la política deportiva que demandaEspaña, no la política de pasear a la que ahorallaman la roja y su trofeo para mayor gloriade los prebostes de cada villa por la que pasa,la política deportiva que sirva al pueblo y noa las elites, la política deportiva que fije sus ob-jetivos en el pueblo y no en la aristocracia delas estrellas, la política deportiva que, antes deconstruir gigantescos palacios de la vanidad,construya instalaciones para uso y disfrute delpueblo y de los chavales desarrapados que losdías de fiesta se cuelan en las instalaciones de-portivas, pero claro, esta foto última no sepondría en la mesa del jefe del estado un díade nochebuena, se pondría, se ha puesto, lafoto de los millonarios astros de lo que ellosllaman la roja.

P.s.: Quizás debamos autotirarnos de orejas,pues los falangistas tendemos a relegar tam-bién el deporte, salvo honrosas y contadas ex-cepciones, a un lugar secundario, sobre todoen nuestras publicaciones. ■

Fernando García Molina[Mesa Nacional Falangista]

están hechas del sudor y el sacrificio de otros.Y mientras se cuelgan los méritos que ellos notienen y pertenecen a otros, siguen menos-preciando el deporte de base, el deporte quellevaría a nuestra juventud realmente lejos ensu desarrollo social, cultural y personal, y esque siguen cerrando las instalaciones depor-tivas los días festivos, y es que siguen encare-ciendo la práctica del deporte federado, y esque siguen patrocinando la construcción deestadios y de instalaciones para deportistas deelite, y es que se sigue tomando al deportecomo la clásica asignatura maría, mientrasque los chavales tienen que seguir recu-rriendo a la pelota de trapo o papel y las pie-dras como porterías, y mientras ellos soban ellomo de los deportistas de elite a fin de que seles peguen sus méritos para presentarloscomo propios de su partido.

¿Para cuando una política deportiva real enEspaña? Una política deportiva que haga quelos jóvenes demanden deporte, y que eso les

Injusta justicia

Mucha pasión por “la roja”, mucho “botellón” y poco deporte

La redacción de Patria Sindicalista dio a conocer elpasado 9 de marzo los nombres de los ganadores

del premio del mismo nombre correspondiente a2010.

El premio en la modalidad de Historia recayó enJosé Lorenzo García Fernández —del que publica-mos una entrevista en las págs. 9 y 10— con el trabajo,un guión televisivo inédito, “Unamuno. El inconfor-mista solitario” y, en la modalidad de Pensamiento, re-cayó en Jesús de Paredes Teruel, con el ensayo quelleva por título “Acércate al futuro”.

Aunque todos los participantes estuvieron informa-dos puntualmente sobre el retaso, no podemos dejarde pedir disculpas, ya que la base 12 de la convocato-ria dejaba bien claro que los ganadores serían dados aconocer “antes de que finalice el año en curso” [2010].La causa del retraso no ha sido otra que una sobrecargade trabajo de la redacción. ■

José Lorenzo Garcíay Jesús de Paredes,

ganadores del premio ‘Patria

Sindicalista’ de 2010

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4 Abril de 2011

España

El (así llamado) Gobierno de Es-paña excretó en cohecho con los

pretendidos representantes de lostrabajadores y de los empresarios(que se han adherido en el decisivomomento de la foto) un documentoo papel con el solemne, grandilo-cuente y evocador título de AcuerdoSocial y Económico.

Un acuerdo tan sugestivo, grandi-locuente y solemne como vacío, es-téril y regresivo.

Un Acuerdo en el que lo más im-portante (conforme al manifiestodogma zapaterista) es: “la foto”.

Esa foto donde todos, sonrientessin que podamos explicar el motivo,alargan los brazos hasta el límite dela coyunda con el torso para unir susmanos a modo de promiscuo y con-fuso nudo gordiano de intereses in-confensables e inconfesados.

Esa foto donde, aprovechando laconfianza que da hacer manitas, unode los pretendidos representantes delos empresarios (el de la izquierdacon cara de pánfilo) parece darle pordetrás al resignado representante delsindicato único oficialista, secciónCC.OO. No extraña así esa triste ex-presión de estreñido que se adivinaen el fondo de la mirada del pre-sunto líder sindical y colaboracio-nista cierto, compañero Toxo.

Lo cierto, lo irrefutable, es que nohay motivo para la sonrisa. Tal vez, laexpresión de padecimiento del com-pañero Toxo sofocada bajo una for-zada sonrisa de compromiso (pobreIgnacio, ¡lo que hay que hacer por lanómina!; ¿verdad?) no traiga causade la incomoda proximidad a su re-taguardia del cachazudo empresariosino de la íntima amargura de sa-berse un traidor, no sólo a la causade los trabajadores, sino a la causamisma de la justicia social.

Porque lo cierto, lo inocultable, esque este documento no es sino laplasmación de un nuevo fraude, yno el más pequeño de los perpetra-dos por este Régimen, a los trabaja-dores.

Un fraude que se sustancia comoúnica consecuencia efectiva en lapérdida de derechos sociales exclu-sivamente con cargo a los trabajado-res sin contraprestación alguna.

Un fraude encubierto en la hoja-rasca de declaraciones de solemnespropósitos, tantas veces reiteradoscomo incumplidos:

� Mejorar los cimientos de la eco-nomía

� Aportación equilibrada de losdiferentes colectivos de la poblaciónespañola

� Recuperar la credibilidad de losinversores nacionales e internacio-nales

� Contribuir a asegurar la viabili-dad de nuestro sistema de protec-ción social

� Mejorar la eficiencia de nuestraspolíticas de empleoy de la palabrería hueca de progra-mas, políticas y estrategias perfecta-mente estériles:

� Desarrollo de un llamado “iti-nerario individual y personalizadode empleo” materializado en un lla-mado “Acuerdo Personal de Em-pleo”

� Insistir, una vez más, en fortale-cer los Servicios Públicos de Empleo(como si pudieran crear por sí soloslos puestos de trabajo)

� Establecer un “catálogo de ser-vicios básicos a la ciudadanía” y ela-borar una “Estrategia Española deEmpleo”, algo perfectamente vacío

� Transformar en profundidad,una vez más, los actuales programasde políticas activas de empleo sinque se concreten estas, remitiéndolasa las normas estatales que deberánidentificarlas y fijar sus contenidos

� Impulsar, sin que pueda adivi-narse la forma en que pretende ha-cerse, una mayor relación de laspolíticas activas de empleo y el sis-tema de protección por desempleo

� Un plan de choque que se sus-tancia en la exención de hasta un100% en la cuota (mal llamada) pa-tronal en contratos realizados en elmarco del pretencioso “Programaexcepcional de empleo para la tran-sición hacia la contratación estable”con el que se pretende estimular lacontratación precaria (serán contra-tos a tiempo parcial al 50 o 75% de

jornada y sueldo, sin que pueda ga-rantizarse la efectiva reducción dejornada y con una duración de docemeses) de jóvenes menores detreinta años y parados de larga du-ración y que no tendrá otra conse-cuencia que la reducción de contri-buciones a la seguridad social (exen-ción de cuotas), la reducción de sa-larios (50 o 75%) sin garantía de laefectividad de la reducción correla-tiva de jornada y la sustitución decontratos “ordinarios” por estos con-tratos “basura”.

� Un programa de “recualifica-ción” (sic.) profesional de las perso-nas que hayan agotado su protecciónpor desempleo que, aparte de servir ala reducción estadística de trabajado-res en paro tiene como única conse-cuencia positiva el reconocimiento deuna ayuda económica miserable(399 euros/mes hasta un máximo de¡seis meses!) para aquellos paradosde larga duración que hayan agotadosu prestación por desempleo y nocumplan los requisitos de acceso a laRenta Activa de Inserción.

� Programas de formación parajóvenes y para “viejos” (mayores de55 años), que sólo insisten en estra-tegias ya aplicadas sin éxito consta-table, vienen a completar junto a lareiteración del ya anunciado fondo

Sobre el acuerdo social y económicoLa social-democracia en auxilio del capitalismo

de capitalización en el marco deldesarrollo de la reforma laboral(cuyo desarrollo podría ser unavance positivo, pero parcial e insu-ficiente, hacia un modelo contribu-tivo personalizado y patrimonial) elconjunto de medidas, en su aplas-tante mayoría hueras cuando no re-gresivas, que integran el “Acuerdosobre políticas de empleo y otrasmaterias de índole laboral”.

� Un acuerdo sobre política in-dustrial, energética y de innovaciónque no pasa de ser un catálogo depropósitos de esfuerzos y refuerzostan pomposos como inanes, cuandono contraproducentes; como es elcaso de insistir en el error de priori-zar un modelo energético basado enlas renovables, sin decidirse por laimprescindible alternativa nuclear, loque sólo promete mayores subven-ciones al sector, menor competitivi-dad económica a nuestras empresasy mayor coste para las familias.

En el apartado relativo a la políticade innovación es de agradecer la su-presión del texto definitivo de unafrase que literalmente proponía: “Enconcreto, nuestro país se ha conver-tido en una potencia mundial entérminos de producción científica,ha incrementado el número de in-vestigadores hasta situarlo en lamedia europea y ha duplicado losrecursos dedicados a esta materia”.Al menos “alguien” en los círculos depoder mantiene una mínima cor-dura y el sentido del pudor.

Todas estas propuestas, junto alcompromiso sobre cuestiones rela-tivas a la Función Pública (compro-miso que se limita —no es coña— acomprometerse a abrir un procesode diálogo) y junto al acuerdo entrelos representantes de los empresa-rios y los supuestos representantesde los trabajadores que se sustanciaigualmente en comprometerse adesarrollar un proceso de negocia-ción (¡excelso acuerdo!); completanel conjunto de medidas que, a modode señuelo, de elemento de distrac-ción, se han incorporado a un docu-mento cuyo único elemento verda-deramente sustantivo corresponde ala materialización del cumplimientoservil por el (así llamado) gobiernode España de una de las condicionesimpuestas por los jerarcas de la plu-tocracia europea: la “reforma” delsistema de pensiones.

Una reforma del sistema de pen-siones que se sustancia en un au-mento de la edad de jubilación (de65 a 67 años), un incremento del pe-riodo de cómputo de la base regula-

dora (de 15 a 25 años), una penali-zación de la anticipación a la jubila-ción y un incentivo a la prolon-gación voluntaria de la vida laboral.

El caso es que, para ser sincero,estas medidas (aumento de la edadde jubilación con reserva de penosi-dad, incremento del periodo decómputo de la base reguladora, in-centivo de prolongación y penaliza-ción de la anticipación de la jubi-lación), son en sí misma razonablesy pueden servir (según el modo enque se regulen y el marco generalen que se establezcan) a una másefectiva justicia del sistema asícomo a asegurar efectivamente susdefinitiva sostenibilidad. No es elcaso.

La forma en que se este malha-dado Acuerdo implementa la re-forma del sistema de pensiones nogarantiza su sostenibilidad, defraudala justicia conmutativa y, finalmente,reduce el importe de las pensiones.

No garantiza la sostenibilidad delsistema de pensiones porque nomodifica en lo absoluto la naturalezade sistema de reparto característicadel modelo español. Sólo su trans-formación a un modelo personalistay patrimonial de las prestacionescontributivas garantizaría dicha sos-tenibilidad. La introducción del lla-mado fondo de capitalización avan-zaría en este sentido, pero de maneraparcial e insuficiente.

Defrauda la justicia conmutativapor cuanto al razonable aumento delperiodo de cómputo de la base re-guladora no le sigue la exigible retri-bución de las aportaciones realiza-das, ni la supresión de los topes decotización que penalizan a los traba-jadores en beneficio exclusivo de laplusvalía del capital.

Lo cierto es que la consecuenciaefectiva de esta reforma no es otraque la pretendida desde un princi-pio, la finalidad inconfesada e in-confesable que los firmantes de esteignominioso “Acuerdo” parecen que-rer ocultar entre sus prietas manossucias: la reducción de las pensio-nes.

Una reducción de las pensionesque sólo responde a la sumisa obe-diencia a los mandatos de la pluto-cracia europea, cuya capataz mayor(capataza, en neo-lengua de ideolo-gía de género) ha venido a verificaren la fecha previamente marcada, nopor casualidad, justo el día despuésde la firma del tan infame comoyermo documento. ■

DeolavideLa reunión del sábado 26 de marzo en el Palacio de La Moncloa, de

Rodríguez Zapatero, Pérez Rubalcaba y Elena Salgado con unacuarentena de máximos responsables de grandes empresas, encabeza-dos por el banquero Emilio Botín, ha supuesto un inesperado espalda-razo al gobierno del PSOE, ya que éstos han pedido al presidente que laactual legislatura, en momento alguno, acorte plazos y que el debate sobrela sucesión del inquilino de La Moncloa se aplace sine die.

Lo más granado de la casta empresarial y bancaria, en consecuencia,acude a apuntalar al zapaterismo aún a riesgo de que los resultados elec-torales de las próximas elecciones municipales y autonómicas del 22 demayo dejen al PSOE seriamente averiado.

¿Cuál es la razón última de que el capitalismo “local” acuda en ayudade sus “enemigos de clase”? ¿Patriotismo o aumento de beneficios?■

¿Marca Emilio Botínlos tiempos al gobierno de

los «parias de la tierra»?

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Abril de 2011 5

La catástrofe de la central japonesade Fukushima tras el terremoto

y posterior tsunami sufrido por elImperio del Sol Naciente ha puesto,de nuevo, en primera línea el debatesobre la energía nuclear. Durante lasúltimas semanas hemos escuchadoa todo tipo de comentaristas, analis-tas y juntaletras hablar de las bonda-des o maldades de este tipo deenergía.

Sin embargo, casi todo han sidoopiniones interesadas. Salvo pocasexcepciones, nadie entra a realizarun análisis de las implicaciones so-ciales, económicas y hasta culturalesque tiene adoptar o rechazar elmodo de producción de energía ba-sada en combustible nuclear. El ob-jeto de este artículo es bosquejar unprimer intento para llevar el debate ala raíz del problema.

Mitos y realidadesLos defensores de la energía nu-

clear basan sus argumentos en cua-tro puntos: es una energía barata,segura, limpia e inagotable. Pero larealidad es que todo eso no son másque mitos de los grandes consorciosenergéticos para legitimar sus inver-siones.

En primer lugar, la energía nu-clear no es más barata. Según los es-tudios del Instituto de Tecnología deMassachussets (MIT), el kw/h. de lascentrales de última generación (enlas antiguas, el precio es mayor) salea 6,7 centavos de dólar USA, cuandoel kw/h. de una central de carbón esde 5,4 centavos de de dólar USA y degas a 7,9 centavos de de dólar USA,teniendo en cuenta que las centralesde gas y carbón pagan las emisionesde CO2 según el protocolo de Kyotoy las nucleares no. Pero lo más gravees que en el coste de las centrales nu-cleares no se incluye la gestión de losresiduos radioactivos, cuya actividadse extiende de 20.000 a 100.000 años,y tampoco la responsabilidad civilante catástrofes como Chernobil oFukushima, cuyas indemnizaciones—y ,por tanto, los costes de las póli-zas de seguro— encarecerían deforma insoportable el kw/h. produ-cido por energía nuclear.

En segundo lugar, tras los acci-dentes de Three Mile Island (USA),Chernobil (antigua URSS), Tokai-mura (Japón) e incluso la españolaValdellós I, que tuvo que ser cerraday desmontada, y más ahora, tras lacatástrofe de Fukushima, se de-muestra que la energía nuclear no essegura. Más aún, sus riesgos son deescala global y consecuencias tre-mendamente graves. Todos los acci-dentes han tenido consecuencias de

muerte a corto o medio plazo, Cher-nobil causó cerca de 100.000 muer-tos, y las consecuencias de Fukushi-ma son todavía impredecibles, perovan a ser muy graves. Las nubes ra-diactivas han afectado a miles dekm2 de terreno, contaminando tie-rra, aire, ganado y productos agríco-las, así como el agua potable. Comodecimos, su escala es global. Así,hemos sabido que, según el orga-nismo de seguridad nuclear deFrancia, el IRSN, el pasado 23 demarzo llegaron a España las prime-ras corrientes atmosféricas contami-nadas con cesio 137 de la central deFukushima, y aunque su nivel decontaminación no parezca tener pe-ligro, no hay que olvidar que la con-taminación con radioisótopos esacumulativa, dado que sus períodosde desintegración superan conmucho la duración de la vida hu-mana.

Es verdad, que las centrales mo-dernas son más seguras, pero elriesgo ante catástrofes naturales, ac-ciones armadas, sabotajes, erroreshumanos —Chernobil, por ejem-plo— es imposible de llevar a cero.

En tercer lugar, la energía nuclearno es tan respetuosa con el medioambiente. Ciertamente, no emitenCO2 y, por tanto, no contribuyen alefecto invernadero y al calenta-miento global. Pero tanto el tema de

los residuos nucleares como las fugasradioactivas en caso de accidente,son un peligro de gran magnitudpara el medio ambiente.

Por último, no es cierto que sea in-agotable. Los defensores de lo nu-clear creen que en el mundo habríaque poner en funcionamiento 4.500centrales nucleares. Casi todas fun-cionan con uranio. Pero el uranio noes una materia prima infinita. Conese número de centrales, el uranio seagotaría en unos 50 años. Y después,¿qué? A medida que las reservas deuranio disminuyan, su precio se ele-vará considerablemente, lo que en-carecería, aún más, el kw/h. produ-cido. Si a esto sumamos que estamosentrando en la era del agotamiento

progresivo de los combustibles fósi-les (petróleo y gas) —de ahí los pre-cios al alza del barril de petróleo, queha pasado en siete años de poco másde 30 dólares USA el barril a los 110dólares USA—, es fácil deducir quedesarrollar una forma de energía quese puede ir agotando en cinco déca-das, no es solución alternativa a loscombustibles fósiles.

Ahora bien, precisamente ser unaalternativa al petróleo y al gas natu-ral es el motivo por el que los exper-tos vaticinan que, ante el brutalcrecimiento de la demanda energé-tica que se espera en los próximosaños, la nuclear es la única opciónpara sostener el crecimiento econó-mico del planeta. Con el precio delcrudo por las nubes y Kioto sobre lascabezas de los gobernantes, medioplaneta, España incluida, se replan-tea seguir adelante con las centralesnucleares.

Un problema de modelode sociedad

Con todo esto, lo que tenemos de-lante no es un problema técnico ocientífico. Los detractores de la ener-gía nuclear pueden argumentar queno es barata, ni segura, ni limpia, niinagotable. Y sus defensores podrándecir que es más barata, más renta-ble, más limpia, cada vez más seguray para mucho tiempo sin tener quedepender de países muy inestablescomo los productores de petróleo ygas natural. Si el debate se quedaraaquí estaríamos ante la necesidad detomar una decisión técnico-econó-mica, que podríamos modificar enfunción de las necesidades.

El problema es que el debate está aun nivel superior del que hemos ex-puesto. El modo de producciónenergético afecta a la infraestructurade toda sociedad tecnológica, deter-

mina su modelo económico e in-cluso el modelo de consumo y losvalores sociales. La ciudadanía tieneque tener el valor de responder a unaserie de cuestiones que son políticas.Esas son las importantes y las quedeterminarán el modelo de sociedadque se quiere para las generacionesfuturas.

Los ciudadanos deben decidircuánto riesgo están dispuestos a asu-mir adoptando la energía nuclear. Sila población está dispuesta a sopor-tar los riesgos de las futuras Cherno-biles o Fukushimas que se puedanproducir, a convivir con un cemen-terio nuclear próximo a su localidady a consumir verduras o pescadosirradiados por un accidente nuclearocurrido a miles de kms., pues ade-lante, háganse las macroinversionesnecesarias... pero luego no caben la-mentos.

Por el contrario, si los ciudadanos-consumidores deciden renunciar ala energía nuclear, en un entorno dedisminución progresiva y encareci-miento constante de los combusti-bles fósiles, proliferación de plantassolares (con células de silicio muycontaminantes) o eólicas (que tam-bién contaminan, y no sólo el pai-saje) claramente insuficientes... ¿Aqué están dispuestos a renunciar?Deberán ser conscientes de que elnivel de vida y de consumo se redu-cirá, y que el derroche de los años decrecimiento económico que han ca-racterizado a la expansión global delcapitalismo se habrá acabado. Habrámenos trabajo y menos comodida-des. ¿Estamos dispuestos?

El debate sobre la energía nuclearno es más que la punta del icebergde un debate más profundo: el delmodelo de sociedad que queremospara el futuro. Se trata de un debatemedular que nadie quiere abrir deverdad porque la razón última no esotra que el actual modelo de sociedadestá agotado, tiene fecha de caduci-dad.

La contradicción interna del modode producción capitalista es tan pro-funda que cualquier camino que setome implicará su sustitución porotro modelo, sea éste tan arriesgadoy nuclearizado que exija un altogrado de planificación y centraliza-ción para mantener altos estándaresde consumo, o sea tan respetuosocon el medio natural que exija el de-crecimiento económico y volver aformas de vida y modos de produc-ción mucho más ajustados a la reali-dad humana y al modo de vidacomunitario. Cualquiera de las op-ciones sería legítima, pero sólo unasería coherente con una concepcióndel hombre integrado en su comu-nidad, respetuoso con su cultura,historia y tradiciones, consciente desu destino y, obviamente, amante desu Patria.

Lo contrario será una huida haciadelante por mantener vivo el enri-quecimiento abusivo, el monstruode la técnica y la locura por las con-solas de juego. ■

Iñaki Aguirre

Energía nuclear... ¿qué hacer?Ante la catástrofe de Fukushima

“El debate sobrela energía nuclearno es más que lapunta del icebergde un debate másprofundo: el delmodelode sociedad quequeremos para elfuturo. Se trata deun debate medularque nadie quiereabrir de verdadporque la razónúltima no es otraque el actualmodelode sociedad estáagotado,tiene fecha decaducidad...”

Vista aérea de la central de nuclear de Fukushima destruida

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6 Abril de 2011

‘Jo sóc espanyol’ (I)

El nacionalismo catalán nació como una reivindicación de la lengua y lacultura catalanas. De hecho en sus orígenes esta reivindicación ni si-

quiera era nacionalista, sino regionalista: no planteaba la existencia de unanación catalana ni exigía la separación de España. Más adelante el tema dela lengua se convirtió en el estandarte principal del nacionalismo catalán, du-rante el tardofranquismo, la transición y la etapa pujolista.

En estos años de tripartito y durante el largo debate del Estatuto, de lamano de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), hemos visto emergerun nuevo discurso nacionalista: el nacionalismo económico. Esto nos sig-nifica, un mucho menos, que el tema de la lengua haya sido aparcado, peroel discurso económico se ha convertido en hegemónico, y con él el nacio-nalismo pretende (y consigue) penetrar en sectores sociales castellanopar-lantes, impermeables e incluso refractarios a la reivindicación lingüística.

Como todo discurso populista, el nacionalismo económico se basa en unconjunto de argumentos aparentemente sencillos y de “sentido común”. Elrazonamiento es el siguiente: los impuestos que el Estado Español recaudaen Cataluña son superiores a las inversiones. Si Cataluña fuera indepen-diente todo este dinero se quedaría en Cataluña, con lo cual redundaría enbeneficio de los ciudadanos que viven en ella. La independencia (o en su de-fecto el concierto económico) beneficiarían a todas las personas que vivenen Cataluña, hablen catalán o castellano, se “sientan” españoles o solamentecatalanes.

Bajo su aparente sencillez, este razonamiento encubre gran cantidad de fa-lacias y de falsedades. Veamos cuales son:

En primer lugar los territorios no pagan impuestos, por tanto no es ciertoque Cataluña pague impuestos. Son las personas físicas o jurídicas las quepagan impuestos en función de su renta, su patrimonio o sus rendimientosde capital. Si en Cataluña se recaudan más impuestos que en otras zonas deEspaña será porque las rentas son más altas.

En segundo lugar oímos que los nacionalistas acusan a “Madrid” de be-neficiarse de este supuesto expolio fiscal. Pero resulta que la Comunidad deMadrid también es “deficitaria”, es decir, los impuestos que se recaudan enesta comunidad son superiores a las inversiones del Estado. ¿Quién es en-tonces el responsable del supuesto expolio fiscal?

En tercer lugar imaginemos que ocurriría si lleváramos este argumentohasta sus últimas consecuencias. Imaginemos una Cataluña independiente,que ya no paga impuestos a Madrid. La provincia de Gerona (o las comar-cas de Girona en terminología nacionalista), que es una de las que tiene lamayor renta per capita de España, pagaría más impuestos de lo que recibi-ría en inversiones, y por tanto tendría “déficit fiscal” con respecto a “Barce-lona” que actuaría como “metrópoli expoliadora”. En consecuencia surgiríaun nacionalismo “gerundense”, que reclamaría la independencia, para quelos impuestos se quedaran en Gerona. Siguiendo el proceso hasta el final,cada ciudadano (especialmente si es rico) se declararía independiente paraque los impuestos se queden en su casa, y así no sufrir “expolio fiscal”.

Pero en cuarto lugar, y sobre todo, la gran mentira consiste en pensar quesi el dinero de los impuestos de los catalanes se quedara en Cataluña ello re-dundaría forzosamente en beneficio de los ciudadanos que viven en ella. Yesto es falso porque la clase política catalana y, en general, la clase dominante(unas 300 familias) es igual de corrupta y de caciquil que en el resto de Es-paña, y cuando piden más dinero para Cataluña están pidiendo más dineropara ellos (en realidad están convencidos de que Cataluña son ellos).

Escándalos como el de Millet (un gran prócer de la sociedad civil cata-lana) o el de Santa Coloma, el de Prenafeta o el de Banca Catalana no sonmás que la punta del iceberg de unas tramas mafiosas que atraviesan dearriba abajo la sociedad catalana, bien envueltas en la bandera nacionalistay bien protegidas por una partidocracia corrupta. ■

José Alsina Calvés

Las mentirasdel nacionalismo

económico

Félix Millet o el nacionalismo económico “a toda máquina”

Este artículo es una crítica a la en-trevista realizada por el periodista

Victor Alexandre al actor Joel Joan,aparecida en el libro del primero titu-lado Jo no sóc espanyol (Yo no soy es-pañol), publicado en 1999 y reeditadoen 2005, libro disponible en cualquierbiblioteca pública de Cataluña.

Vaya por delante que el escribeestas líneas es tan catalán como los su-sodichos, siente el mismo (o más)amor por Cataluña que ellos aunque,cosa que ellos encuentran absurdo, elamor por su terra va parejo con elamor por la totalidad de las tierras es-pañolas. Vaya también por delante(pues no hay que recatar ningunaverdad), que siento un gran respetopor Joel Joan como artista: lo consi-dero un grandísimo actor y recuerdocon cariño los grandes momentosque me hizo pasar, junto con JordiSánchez con uno de los grandes or-gullos de las series catalanas: PlatsBruts. Dicho esto, no puedo más querechazar (y contraargumentar) suideario político, tan lleno de falacias ycontradicciones como de joyas lo estásu carrera artística.

Hablando de la cuestión lingüística,dice Joel Joan que “a partir del mo-mento en que digo que soy bilingüe,que tan propia me es la lengua cata-lana como la española, estoy acep-tando que soy binacional, estoy acep-tando que soy catalán y español almismo tiempo. Cosa que es tan ab-surda como ser italiano y francés almismo tiempo. No liga” [1]. En pri-mer lugar, hablar un idioma propioque se hable en otro país no implicaque seas de tu país o del otro (¿todoslos países de habla inglesa y que laaceptan como propia son o aceptanser, por eso mismo, ingleses?). En se-gundo lugar, eso de que Cataluña noes España (y que por lo tanto un cata-lán no puede sentirse español) es unaafirmación que debe ir acompañadade un razonamiento coherente y fun-damentado con bases históricas. Sitantos catalanes nos sentimos espa-ñoles, será que algo hay detrás queviene de siglos antes, ¿no? ¿O es quemás de la mitad de los catalanessomos nacionalmente absurdos? Másadelante hablaremos de Historia ypondremos en cuestión estas afirma-ciones, mas pongamos una cita delpoeta e historiador catalán (e, incluso,catalanista) Víctor Balaguer: “[soy]catalán de corazón y raza. Y al gritarValencia y Cataluña, pretendo decirsiempre Viva España” [2].

Sigue diciendo Joel: “Por muchaslenguas que hables, de tuya sólo hayuna, aquella con que tu madre te ha-blaba de pequeño. Por eso (...) en elmomento en que nos admitimoscomo bilingues (...) nos autoadmiti-mos binacionales” [3]. Pues yo tengodos lenguas mías, el catalán y el caste-llano: aquélla con que mi madre mehablaba de pequeño y otra con la queme comunicaba con mis compañe-ros de clase. Aquélla que me ha hechodisfrutar de las grandes obras de Ver-daguer, Sagarra o Monzó y la queme hecho vibrar igualmente conCervantes, Esproncedao Machado.De la misma forma que siento tanmío una sardana como un pasodoble, una gralla o una guitarra espa-

ñola. Y no soy binacional: mi nación(más bien, mi patria) es España, yEspaña engloba y aúna todos estoshechos diferenciales, que no por serdiferenciales son ajenos. Españasiempre ha sido pluricultural, y si bienmuchos políticos (especialmente des-de la derecha) no dan el trato mere-cido a la cultura catalana allende lasfronteras del Ebro (siendo esto sepa-ratismo fomentado desde el otro ladodel Ebro), no siempre ha sido históri-camente así: años ha, desde las pro-vincias castellanas, había una defensade las culturas regionales. Esto quedapatente en hechos como el de los Jue-gos Florales de 1888, en los cuales lareina regente de España, el presidenteSagastay el erudito conservador Me-néndez Pelayo pronunciaron discur-sos en catalán. Menéndez Pelayo, enconcreto, hizo una apasionada de-fensa de la lengua catalana y expre-saba su admiración hacia aquellosliteratos catalanes que escribían en sulengua materna.

En fin, puede alguien tener doslenguas propias y no por eso ser bi-nacional. Puede uno sentirse catalány considerar al mismo tiempo que sunación es España, sin que eso su-ponga un menosprecio ni una des-acreditación hacia Cataluña, ni poreso se siente menos español. Dehecho, siempre ha sido así, hasta laprimera mitad del siglo XX, en queempezaron a despuntar con ciertovigor los movimientos abiertamenteindependentistas y antiespañolistas, araíz de tesis falaces como las que es-grimen los señores Alexandre y JoelJoan. Pero es que además este últimose contradice: acepta que la identidadnacional va ligada a la lengua propia(esto se sigue de la afirmación de queun catalán que tiene dos lenguas seautoadmite como binacional), puesdice: “En el País Vasco hay muchagente que se siente vasca sin hablar eleuskera, cosa que no les impide tenermás claro que nadie que no son espa-ñoles” [4]. Ya lo saben, señores inde-pendentistas vascos que no hablaneuskera: o Joel Joan se contradice, oustedes se autoadmiten (según él) es-pañoles.

Sigue Joel: “[los españoles] se pien-san que son una nación cojonudaporque tienen de todo dentro de supaís (...). Todo conquistado por lafuerza, claro” [5]. Bueno... si se refiereal hecho de que Cataluña está dentrodel Estado español (es decir, de Es-paña), cabría recordarle que la pri-mera unión fue de carácter dinásticocon el matrimonio de los Reyes Ca-tólicos, unión que fue muy bien reci-bida tanto por castellanos como porcatalanes, los cuales se sentían her-mandados, siendo esta unión muybeneficiosa para Cataluña. Y esto loexplica el mismísimo Vicens Vives,historiador catalanista [6]. Joel Joanno debería olvidar que fueron las

armas de Castilla las que ayudaron amantener las posesiones comercialesque conformaban el imperio marí-timo catalano-aragonés. Ciertamen-te, las relaciones entre Castilla y Cata-luña no fueron siempre buenas; mastampoco fueron siempre malas y,probablemente, de no ser por Casti-lla, Cataluña habría perdido su Im-perio y podria haber sido engullidapor Francia. Digo esto, siempre si-guiendo a Vicens Vives. Dice tam-bién el señor Joel Joan que “los cata-lanes no somos nacionalistas, no estáen nuestra naturaleza (...). El españolsí que lo es porque por historia hasido siempre conquistador, ahí dondeha ido ha impuesto su lengua. Nos-otros, en cambio, somos mediterra-nios, humanistas, comerciantes, ligo-nes. Nos encanta seducir y, por con-seguirlo, flirteamos con todo el mun-do en la lengua que haga falta” [7].Parece ser que Joel Joan, además depensar que todos los castellanos sonpor naturaleza conquistadores (aixòfa olor de racisme, Joel, me’n faigcreus!), cree que Jaume I El Conque-ridor tenía tal nombre por su aficióna las lecturas religiosas. El mismo reyque dijo a Alfonso X de Castilla quela Reconquista debía ser llevada acabo por Dios y por España [8]. Pa-rece ser, además, que en lo que esteseñor llama los Països Catalans sehabló catalán por decisión propia delos habitantes que fueron conquista-dos por las armas catalanas. Y ojo,esto no es ninguna crítica negativa ala historia militar de Cataluña: entiempos pretéritos, todos los puebloshicieron uso de la guerra para expan-dirse económica y culturalmente. Es-tablecer juicios de valor a hechos detantísimos siglos antes es algo pueril,y significaría renegar de la gran ma-yoría de pueblos actuales, pues no hahabido históricamente ningún pue-blo verdaderamente pacífico. En fin,Castilla era conquistadora; tambiénla Corona catalano-aragonesa, la cualse sirvió, repetimos, de las armas deCastilla para mantener sus posesio-nes.

Puede que Joel Joanesté pensandoen la Guerra de Sucesión, en la cual elaño 1714 Cataluña pierde sus “liber-tades”. Realmente, lo que perdió fue-ron los privilegios de las oligarquíasurbanas, la nobleza, el clero y la aris-tocracia, que controlaban, desdehacía siglos, la Generalitat [9].Las re-formas borbónicas “fueron benefi-ciosas desde el punto de vista socio-económico, porque pusieron fin aciertos residuos de feudalismo y en lamayoría de las casos favorecieron lasituación del campesinado. El co-mercio circulaba con mucha mayorlibertad por el país e Hispanoaméricasería posteriormente abierta, por pri-mera vez, al comercio de toda Es-paña. Cataluña, que perdió gran partede sus instituciones propias, tambiénfue la región que más se beneficióeconómicamente” [10]. Sí es ciertoque la cuestión cultural y lingüísticano fue la más propicia, pero no hayque engañar a los ciudadanos con fa-lacias: Cataluña prosperó dentro delEstado borbónico, pese a los grandes

pasa a la pág. 10

“Puede uno sentirsecatalán y considerar

al mismo tiempoque su nación es

España...”

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Abril de 2011 7

Monseñor Romero (1917-1980)

De los Pinares de Oromanaa los EREs de Mercasevilla

El escándalo de los EREs de Mercasevilla, aun-que parezca una paradoja, ha servido al resto

de España para que conozca mas en profundi-dad el grave problema que el pueblo andaluztiene con sus gobernantes y que por desgracia noes nuevo.

Todo comenzó hace mas treinta años, cuandoel clan de la merienda de los pinares de Oromana—que, dicho sea de paso, es la degustación de tor-tilla mas productiva de la historia—, designó a losque creyó idóneos para hacerse con el poder en lacomunidad andaluza. Clanes políticos y familiarescoparon la cúpula del partido y montaron un ne-gocio de proporciones impensables, al amparo dela promesa de liberar a Andalucía de los hijos delfranquismo, o lo que es lo mismo la derecha deFraga. Sin sentir el pudor y la vergüenza necesa-ria para reconocer que en sus familias las camisasazules proliferaban por doquier.

Los Yánez, Hermosín, De la Borbolla, Rubia-les, etc. con la colaboración de adláteres incondi-cionales, y un aparato publicitario que aplastabacualquier intento de oposición interna o externa,pusieron las bases de una forma de gobernar des-pótica y dictatorial, en la que los desmanes y la co-rrupción su santo y seña. La mayoría de estospioneros, con el paso de los años, continúan al ser-vicio de la ciudadanía en diversos cargos públicosremunerados lo que es digno de elogio y alabanza.¡Valientes desahogados!

Me he permito esta breve introducción, en la cer-teza de que para facilitar y mejorar la comprensiónsobre cualquier cuestión no está de más repasar suorigen. Sin contar lo difícil que resulta actualizar unainformación sobre un caso del que, a las pocashoras, aparecen nuevos hechos delictivos.

La estafa conocida como los “EREs de Merca-sevilla” o “fondo de reptiles”, no es un hecho ais-lado de unos desaprensivos que han utilizado eldinero público en beneficio del partido y en elsuyo propio. Es uno más que añadir a la cadenacontinuada de irregularidades que el PSOE ha lle-vado a cabo en su mas de treinta años en el poder,

El pasado día 24 de marzo, con-memoramos el asesinato, hace

ya 31 años, de monseñor Óscar Ar-nulfo Romero. A las 18.40 horascaía asesinado mientras celebraba laEucaristía. Durante el rito de lasofrendas, una bala le atravesó el co-razón segándole la vida.

Así caía monseñor Romero, y sealzaba San Romero de América,como él predijo antes de su muerte:“Si me matan, resucitaré en el pue-blo salvadoreño”.

De orígenes humildes, monseñorRomero desde su niñez tuvo clara suvocación al sacerdocio, y aunque ensu carrera sacerdotal siempre fue cla-sificado como una persona conser-vadora, jamás renunció a sus oríge-nes, hasta el punto de entregar suvida por los más pobres.

Cuando conoces la realidad deAmérica Latina de primera mano, ypuedes ver con tus propios ojos surealidad social, no puedes hacer otracosa que confirmar la opción por losmás pobres. Aquí la clase media noexiste, las diferencias sociales sonabismales, los ricos son pocos y son

muy ricos, y el resto conviven con lapobreza, la miseria y la violencia.

Ahora ya no hay dictaduras mili-tares, pero la democracia real noexiste y la corrupción está institucio-nalizada, así que en esta situación, laúnica opción seria, cristiana y cohe-

quica le acusó en repetidas ocasio-nes de ser “comunista”, (y también alpueblo que luchaba contra la injus-tica social). Monseñor Romero fueun profeta y mártir, que alzó su vozcontra la injusticia y contra el pe-cado, pero siempre desde el amor yla reconciliación. Al igual que nos-otros, no fue de derechas ni de iz-quierdas, aunque en su vida leacusaron de lo uno y de lo otro, él es-taba por encima de esa absurda con-cepción política de la vida.

Fue fiel a la doctrina social de laIglesia, quería superar la lucha declases y el odio que genera el mar-xismo, y denunció abiertamente laactitud farisaica de la derecha que sedeclaraba “anticomunista”, no porquerer defender los valores eternosde cada persona, sino por el egoísmode proteger sus intereses de clase.

Al final, los poderosos le mataron,sus palabras molestaban, porquecomo le enseñó un humilde campe-sino: “donde hay heridas, la sal es-cuece”. Y la Iglesia, si quiere ser fiel alEvangelio, tiene que proclamar (sinodio y desde el amor) siempre la ver-

dad, aunque ésta tenga que doler ne-cesariamente.

Hoy como ayer, Hispanoaméricaes el caldo de cultivo para la dema-gogia y el marxismo, la derecha aca-para toda la riqueza y defiende susintereses clasistas a capa y espada,apartando y excluyendo a la clasetrabajadora del ideal de la Patria. Laúnica forma de encauzar a las masasproletarias en un ideal superior quedefienda los valores esenciales de lacivilización, y de la persona en su in-tegridad, es repartir el bien comúnentre todos, para que reine la justi-cia social y, así la gente se sienta so-lidaria con el destino nacional. ■

Jesús Quirós Sierra

rente con el Evangelio, es continuarcon el camino iniciado por monse-ñor Romero.

Está claro que la izquierda de laépoca intentó utilizar su figura polí-ticamente (la de él y la de las fuerzasdel pueblo), y que la derecha oligár-

respaldado por el clientelismo chabacano de losbeneficiados por las subvenciones

Es notorio y demostrable que el gobierno an-daluz ha despilfarrado millones de euros en sub-vencionar bajas incentivadas en los EREs deMercasevilla a hipotéticos trabajadores que en lamayoría de los casos ni siquiera sabían la ubica-ción de su puesto de trabajo. En otros, se falsificala antigüedad de un individuo haciéndola coinci-dir con la fecha de su nacimiento. Y así, una trasotra sin que transcurra un día en el que no apa-rezcan nuevas irregularidades.

La gravedad de los hechos es de tal magnitud,que el presidente de la autonomía, Griñán, sufreun asedio constante y solo se mantiene en elpoder, por una argucia legal que le permite vetaruna comisión parlamentaria que aclare los hechosy dirima las responsabilidades pertinentes. Ade-más de cubrir a Chaves, que es el máximo res-ponsable de la golfada, sin olvidarnos del “Beria dela política andaluza”, Gaspar Zarrías, que es untrilero manipulador.

En cualquier caso, el follón actual no puededejar en el olvido los sucesivos casos de corruptelade todos estos años: las facturas falsas del DistritoMacarena; la firma de peonadas para cobrar lasubvenciones del PER; los escándalos en Ayunta-mientos como en el caso de Camas; las subven-ciones a organizaciones afines de sus amigos de

Cuba; los viajes, comilonas y desenfreno a cargode la VISA oficial; los nombramientos de cargosen los ayuntamientos, por el solo hecho de su mi-litancia socialista; y como no, el regalo de los diezmillones de euros a la empresa MATSA en la quela hija de Chavesera apoderada. Materia hay paracubrir cientos de folios.

No podemos dejar de señalar la colaboracióninteresada de Izquierda Unida en muchos de loscasos reseñados. Torrijos, famoso gourmet decaros restaurantes, puede dar fe de ello. Ahora, sededica a solicitar protección ante las amenazas —eso dice—de grupos de “extrema derecha”, sin de-nunciar con nombres y apellidos a los autores delas mismas

Todo lamentable y repugnante y que en cual-quier país civilizado ya hubiesen exigido respon-sabilidades políticas y penales a los autores de loshechos. En primer lugar las de una persona ira-cunda, soberbia y autoritaria que arribó en An-dalucía a regañadientes y con su peculiar formade gobernar la ha llevado al vagón de cola en loeconómico y en lo social: Manuel Chaves.

Para terminar decirles a los andaluces, que sillegan las elecciones y no se fían de los partidosmayoritarios, les ofrecemos integrarse en una em-presa en común en la que no se ofrecen preben-das ni cargos y si sacrificio y trabajo en pos de unasociedad mas justa. Aquí os esperamos.■

Chaves y su sucesor Griñán

Jesús Quirós, de la AsociaciónCultural Colectivo 33, de Castellón,se encuentra de misiones en unbarrio marginal de la Ciudad dePanamá, ayudando a los PadresMercedarios. Desde allí, nos ha re-mitido estos párrafos.

Monseñor Romero

HaciendoFalange

El día 22, domingo, del próximomes de mayo los españoles están

llamados a depositar su voto en lasurnas. Hablamos de las eleccioesmunicipales y autonómicas.

Desde nuestro punto de vista, setrata de un sistema viciado y restric-tivo, pero, por ahora, no hay otro y aél vamos a acudir, con nuestro nom-bre y apellidos y con nuestras pro-puestas, para tratar de recibir elapoyo de cuantos más ciudadanosmejor.

Han sido meses de mucho trabajo,de cursillos, de charlas y, fundamen-talmente, de análisis de la realidadpolítica, social, económica y hu-mana, tanto de las poblaciones y ciu-dades donde Falange Española de lasJONS se va a presentar, como de lascomunidades autónomas dondenuestras candidaturas van a poderser votadas.

¿Qué resultados vamos a obtener?Sería muy saludable no hacerse ex-cesivas ilusiones. El Sistema no estádiseñado para agrupaciones políticascomo la nuestra. Sin embargo, hayalgo que nadie nos va a poder arre-batar: todos estos meses nos han ser-vido para construir Falange, parafortalecer la organización, para re-cuperar a camaradas que se habíandistanciado de la “casa común” y,fundamentalmente, para contactarcon gentes que o bien no nos cono-cían —gente joven, fundamental-mente— o bien tenían una imagendeforamada de lo que es el nacional-sindicalismo del siglo XX.

Ese bagaje es muy valioso porque,sea cuales sean los porcentajes, sientalas bases de un partido que está cre-ciendo y nos van a ayudar a seguirdando pasos hacia adelante. ■

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8 Abril de 2011

Los Estados Unidos de Américano tienen compañías de petróleo

en Libia. Las tienen Italia, ReinoUnido y Francia y el amigo libio quemontaba su jaima en La Moncloa esahora un dictador que ha de ser de-rrocado para nuestra casta política.Por tanto, se debe hacer cumplir laResolución de Naciones urgente-mente contra este tirano.

Sin embargo, la misma resolución,no se aplicó ni Israel ni en Marrue-cos cuando éste último país ocupólos territorios del Sahara Occidental.

Bien, hasta aquí todos compren-demos la necesidad de rebelión con-tra un sistema mundial capitalistaque es profundamente injusto, ungigante de tan largos brazos como laCIA.

La intervención militar en Libiaobliga a analizar la llamada “respon-sabilidad de proteger”, que defiendeacciones militares con objetivos hu-manitarios. La preocupación entorno a este tipo de intervencionesreside en que éstas pueden ser utili-zadas para encubrir injerencias in-justificadas en los asuntos internosde Estados soberanos. Actuar mili-tarmente de manera unilateral conla excusa de proteger —como hicie-ron Estados Unidos, Reino Unido yFrancia en Irak al establecer unazona de exclusión aérea en 1991 enel Norte y otra en 1992 en el Sur (queno supusieron ni mucho menos elfin de Sadam Hussein, como todossabemos)— puede dar argumentosa otros países para hacer lo mismo. Yeso incluye la posibilidad de que unpaís al que la comunidad internacio-nal occidental considere enemigoimpulse acciones militares contraotro, con el argumento de que eseotro está violando derechos huma-nos o cometiendo crímenes de gue-rra.

Pongamos por caso un ejemplodiferente, en el que se busca con-senso a través de una resolución delConsejo de Seguridad de la ONUcomo acaba de ocurrir ante losacontecimientos en Libia.

El Consejo de Seguridad de laONU está formado por cincomiembros permanentes y diez tem-porales. Es a ellos a los que se llamacomunidad internacional a pesar deque no constituyen un gobiernomundial representado por todo elplaneta. Los miembros permanen-tes del Consejo tienen derecho a vetoy son Reino Unido, Estados Unidos,Francia, China y Rusia.

El Consejo de Seguridad imponesanciones o el uso de la fuerza enunos casos sí, en otros no. Sin em-bargo, de facto, no hay igualdad antela ley y no existen unos criterios ge-neralizados para su aplicación. Delmismo modo, hay resoluciones quese cumplen y sin embargo otras queson papel mojado, como buenaparte de las referidas a Israel.

Los Estados defensores de la in-tervención en Libia como accióncon fines altruistas tienen ante sí un

momento idóneo para demostrarcoherencia. Bastaría con que todosse integraran en la Corte Penal In-ternacional, ampliaran el Consejo deSeguridad y desarrollaran mecanis-mos que les obligaran a un nuevoorden internacional sin más invasio-nes ilegales, ocupaciones, explota-ciones o injerencias, y sin más

Mundo

La mentira sobre la intervención en LibiaEl capitalismo internacional necesita petróleo y gas “low cost”

apoyos a dictadores como Gadafi, alque vendíamos armas, abríamoscuentas bancarias, con el que man-teníamos negocios y con el que aca-bábamos de renovar acuerdos enmateria de migración (véase el fir-mado el pasado octubre entre laUnión Europea y Libia, para que éstemantuviera la externalización de

nuestras fronteras). Para ello tendrían que detener la

venta de armas a países que violanlos derechos humanos, establecer unúnico criterio para impulsar actua-ciones militares y, en caso de inter-vención, no deberían imponer susintereses por encima de los de la po-blación local. De lo contrario, la pre-

sunta buena voluntad de intervenirmilitarmente en Libia con el únicoobjetivo de proteger a civiles resul-tará a la larga, muy poco creíble.

Al igual que en la Edad Media al-gunas potencias actuaban paraevangelizar y en el siglo XIX para ci-vilizar, ahora actúan para proteger,liberar y democratizar. Suena muybien pero si los dobles raseros se per-petúan será difícil que estas grandespotencias mantengan su credibilidada flote. De momento, en este statusquo internacional, el poderío military el nivel de riqueza determinan lacapacidad de decisión e influencia,otorgan el monopolio de la moral yconceden el goce de la inmunidad.Señores, un aplauso al flamante pre-mio Nobel de la Paz Barak Obamaque quiere mantenerse en segundoplano en esta intervención militar yhumanitaria. Claro, en Libia losamericanos no tienen petróleo. LaTotal, la Shell... que operan en Libia,no son americanas. No olvidemosque China occidentalizada y USAson países con sed de petróleo. QueOccidente tiene sed de petróleo.

Ojo con la televisión porque noslas dan todas. Los primeros días fuela rebelión civil de Túnez. DespuésEgipto y ahora, Libia. No, señores,no. En Libia no ha habido rebelióncivil. En Libia, país donde las tribustienen gran poder, una facción delejército de Gadafi pertenecientes alas tribus del Este se ha levantadocontra Gadafi. Por eso Gadafi uti-liza el ejército para sofocarla. Por esolos tanques y los aviones porque lade Libia es una guerra civil orques-tada nada más y nada menos quepor los servicios de inteligencia delas potencias de Occidente y, entreellos, la CIA.

Gadafi, como decíamos, ayer eraamigo de todos y hoy un sátrapa dic-tador al que hay que derrocar porqueel pueblo se levanta contra él por suinclemencia. Sí, su pueblo se levantacontra él, pero pueblo que enarbolala bandera del rey Idris, la mismabandera contra la que el joven Ga-dafi se levantó liderando la rebeliónde Libia en la revolución contra lamonarquía deIdris I por ser una au-téntica satrapía. El Libro Verde, deinspiración socialista, que significóla esperanza del pueblo Libio du-rante décadas, ahora, es el Meinkampf de este coronel enemigo de lademocracia, de los derechos huma-nos y de la libertad.

Quede todo bien claro. Sóis, que-rido lectores —y dudad de lo quedigo— constantemente engañados ymentidos por la casta política con re-presentación parlamentaria y por losmedios de comunicación del dis-curso de valores dominante.

En Libia se interviene única y ex-clusivamente por petróleo y, que seintervenga en defensa de la demo-cracia y los derechos humanos es,una absoluta mentira.■

Jorge Molinas Lara

Libia bajo las bombas: ¿paz y democracia o petróleo y gas?

Desde Falange Española de las JONS condenamoscon firmeza la decisión del gobierno socialista de

hacer participar a España y sus Fuerzas Armadas en laguerra de Libia. Los militares españoles (a quienesdamos nuestro respaldo) deben estar para salvaguar-dar la seguridad e independencia nacional, no paraparticipar en aventuras militaristas al servicio de inte-reses de multinacionales y países extranjeros.

Exigimos el regreso cuanto antes de nuestros hom-bres, buques y aviones a España, así como el bloqueode las bases de Morón y Rota para cualquier tipo deoperaciones militares nacionales o extranjeras relacio-nadas con el conflicto libio.

El ataque de la coalición de París no se realiza paraproteger a la población civil, puesto que los bombar-deos aliados también están ocasionando muertes civi-les.

Se trata de una verdadera agresión bélica instigadapor intereses económicos y materialistas que consti-tuye en la práctica la participación directa en una gue-rra civil de tipo interno que, a partir de ahora, puedeinternacionalizarse de manera extremadamente peli-grosa, en pleno corazón del Mediterráneo.

Condenamos, asimismo, la violencia y los crímenesde Gadafi, pero no sólo los de ahora sino todos los queha cometido durante 43 años al igual que condenamosla hipocresía por la que el mismo Gadafi, antaño reci-bido por Sarkozy, Blair, Zapatero, Aznar y Berlus-

coni sea al que ahora reconocen como dictador y cri-minal.

Reclamamos que se implique y promueva una ver-dadera mediación activa en el conflicto de la LigaÁrabe y de la Unión Africana, no como meros convi-dados de piedra.

Los falangistas entendemos que el sistema capitalistanecesita y genera la guerra como una dinámica propiapara sobreponerse a la crisis económica que él mismogenera, por varias razones; entre otras, obtener más re-cursos energéticos y alimentar la industria multina-cional armamentística. Provocando con ello un peli-groso recalentamiento de las tensiones internacionales,de imprevisibles consecuencias.

Pedimos por tanto que se decrete un auténtico altoel fuego verificado por naciones neutrales y que se de-tenga la intervención militar occidental.

Rechazamos, por último, la actitud seguidista, in-digna y servil en política exterior de la mayoría de par-tidos políticos españoles con representación parla-mentaria, destacadamente, el PSOE y el PP, que ponena España de forma sumisa, legislatura tras legislatura,al servicio de potencias extranjeras».■

Falange Española de las JONS[Delegación Nacional

de Relaciones internacionales]

Falange Española de las JONS contrala intervención en la guerra de Libia

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Abril de 2011 9

Entrevista

“Frente a los conservadores de todos los tiemposy signos, y frente a los revolucionarios, [Unamuno]

proclama ‘la necesidad de la ideas’...”

José Lorenzo García, ganador del premio “Patria Sindicalista” en su modalida de historia, habla para el periódico

José Lorenzo, ¿cuál es el origen del trabajocon el que has conseguido el premio Pa-

tria Sindicalista y que tiene como personajeal filósofo Miguel de Unamuno?

—Durante la etapa del primer felipismo, aprincipios de 1986, siendo director general deRTVE don José María Calviño y director deprogramas don Ramon Gómez Redondo conmotivo del cincuentenario del fallecimiento delfilósofo Miguel de Unamuno el Departa-mento de Dramáticos de TVE me encargó unguion original. Se trataba de producir una bio-grafía audiovisual de presupuesto medio yajustada, para su emisión en la segunda ca-dena. Acepté el ofrecimiento y durante más detres meses me sumergí en la vida y obra delpensador español. Leí sus obras completas.Busqué todo tipo de documentación visual yescrita. Viajé a Salamanca donde traté de su-mergirme en el ambiente universitario deaquella época. Visité su casa en Salamancadonde la profesora Gómez Molledo me diotodo tipo de facilidades. Manejé una gran va-riedad de documentos y fotografías. Visité laUniversidad, cafés, iglesias, plazas, el cemente-rio donde reposan sus restos...Visité Bilbao, laciudad que le vio nacer. Bartolomé Aragón, eljoven investigador falangista que estaba pre-sente en la casa de Unamuno cuando éstemurió, me concedió una entrevista en su casade Madrid y me dedicó el texto en el que es-taba trabajando por aquel entonces.

Una vez finalizado el guion, fue leído porlos responsables y tras realizar algunas correc-ciones (“la Falange sale demasiado...” me dije-ron, aunque en realidad no ocupaba más decinco minutos en un guión de noventa) fue fi-nalmente autorizada su producción.

Para la realización y dirección propuse a An-tonio Castro, hoy profesor de la UCM, queaceptó encantado. Se realizó alguna propuestade casting (recuerdo que el protagonista pudohaber sido el actor argentino Héctor Alteriopor su semejanza fisionómica con don Mi-guel). Asimismo, se realizó un pre-presupuestoeconómico de producción. Sin embargo,cuando estábamos a punto de coger el aviónpara localizar rodajes en Fuerteventura, el pro-yecto fue definitivamente abortado. Jamás seme dió una explicación convincente de la sus-pensión del proyecto. El guion había gustado atodo el mundo que lo había leído, incluso aotros escritores, como Pérez Mateos. El padrede Paco Blanco (excombatiente invidente)lloró de emoción durante la lectura del textoque le hizo su hijo.

Más tarde supe que fue aprobado otro pro-yecto posterior, escrito por mi compañero enTVE Alejandro Cribeiro. Este era entoncesfuncionario de las emisiones, militante del Blo-que Gallego, aunque íntimo del funcionariofranquista Carlos Martínez Barbeito, quetambién había tenido cargos relevantes enTVE. Ese proyecto sí se produjo, aunque pasósin pena ni gloria... Creo que el respaldo defi-nitivo se lo dió, el hecho de que el autor estabacasado con una de las nietas de Unamuno.

Evidentemente mi guión, quizás tambiénmi persona, no eran políticamente correctos.Parece claro que, a pesar de sus virtudes, esteguion de Unamuno se prohibió. Como todopuede ser susceptible de empeorar, ahora, pa-sados veinticinco años de aquello, TVE ni si-

Titulado por la Escuela Oficial RTV (progra-mación), Licenciado en Filosofía y letras UCM(Arte) y Doctor en Ciencias de la InformaciónUCM (periodismo), José Lorenzo García esel ganador del premio Patria Sindicalista 2010en su modalidad de Historia.Como profesional de TVE en el departamentode ficción fue responsable de series míticascomo “Crónicas de un pueblo”, “Cañas yBarro”, “Curro Jiménez” o “Los gozos y lassombras”, aparte de otras labores periodísti-

cas de primera fila.Entre 1987-1993 fue profesor del Colegio Uni-versitario San Pablo CEU y entre 1993-2002profesor de la Universidad San Pablo CEU. Histórico de la organización falangista oposi-tora al franquismo Frente de Estudiantes Sin-dicalistas (FES) José Lorenzo es un buenamigo de esta redacción.Junto a Francisco Blanco es coautor del libroFES: La cara rebelde de la Falange, editadoen 2008 por Nueva República.

quiera se plantearía este proyecto.—José Lorenzo, se ha hablado mucho

sobre la influencia de Unamuno en el pen-samiento nacional-sindicalista... ¿Qué hayde mito y realidad?

—Don Miguel aunque había sido enemigoacérrimo del general Primo de Rivera, admi-raba a su hijo José Antonio y, mediante Fran-cisco Bravo, acudió al mitin que el fundadorpronunció en Salamanca. Cuando estalla el al-zamiento de julio de 1936, Unamuno lo sa-luda efusivamente desde la plaza mayor

bino Arana. Su precisión regionalista y pro-fundamente académica, poniendo freno a losataques irracionales del general Millán Astray.

Quisiera destacar también el uso que hacede la ironía, la paradoja y su escepticismo antela política. Jamás quiso se le encasillara en par-tido alguno... Frente a los conservadores detodos los tiempos y signos, y frente a los revo-lucionarios, proclama la necesidad de la ideas.Sus propios admiradores se desencantabancada vez que don Miguel, en un rapto de sin-ceridad, se mostraba inconsecuente con losmovimientos que el mismo capitaneaba. Antelas críticas, respondía que era una tontería en-casillarle... que él era único, tomaba por símismo todas sus decisiones y a veces no porunanimidad.

Los expertos en el pensador vasco han ma-nifestado, acertadamente, que cuanto más selee su obra, con más claridad se ve ese casoúnico que fue. Es imposible querer sistemati-zar su pensamiento y lo mismo sucede con susinfluencias. En Unamuno hay resonancias detodo el pensamiento humano más glorioso. En1998 escribió: “Cultura, cultura y más culturaes lo que necesita este pueblo español, sumidoen general, en la ignorancia. Si se conociera yconociese a los demás, no habría provocadotantas desgracias...”

Ortega escribió a los pocos días de la muertede Unamuno: “la voz de Unamuno sonaba sinparar en los ámbitos de España desde hace uncuarto de siglo. Al cesar para siempre, temoque padezca nuestro país una era de atroz si-lencio”.

—¿Qué aporta tu guión cinematográfico?—Traté de realizar una síntesis biográfica,

muy difícil de resumir, donde se encuentrentodos los momentos esenciales de su guiónvital. Todos los personajes, tanto episódicoscomo protagonistas, que marcaron su vida. Sufamilia, sus hijos, su vida académica, sus pa-siones, obsesiones. Nada escapa a su críticaaguda y despiadada. Reconoce sus contradic-ciones de pensamiento: “el que no se contra-dice, es que nada dice”.

El recurso retórico y cinematográfico delflash back, me ha permitido el arranque de lasúltimas semanas de su vida, tras los sucesos delParaninfo salmantino en 1936, para inmedia-tamente, enlazar con los momentos esencialesde su trayectoria vital. La inclusión de algunosfragmentos de sus mejores poemas, me hanservido para marcar situaciones, emociones eideas, aportando un cierto leit motiv a la na-rración biográfica.

Algunas situaciones han sido recreadas apartir de hechos y anécdotas reales, para seña-lar algún detalle curioso de su personalidad. Lasecuencia del 12 de octubre de 1936 está com-pleta, con intervenciones de todos los protago-nistas del polémico acto Las opiniones de lospersonajes que lo trataron reflejan un abanicomuy completo y ahorran explicaciones inne-cesarias. Los diálogos son solo apuntados, con-cisos, y están mezclados con la voz en off delnarrador que actúa de contrapunto dando flui-dez al docudrama... He procurado cuidar loque se ha venido en llamar la banda izquierdadel guión donde se apuntan caracteres, emo-ciones y escenarios.

José Lorenzo posa tras la entrevista

patriotismo. Su me duele España, porque Una-muno observó las lacras y las denunció. Creoque esencialmente es lo que le acerca al pensa-miento joseantoniano. Es el amamos a Españaporque no nos gusta, pero con espíritu de per-fección. Asimismo, su defensa implacable delos valores morales, la modernidad y la justiciasocial como base para la supremacía de lo es-piritual.

Ese espíritu crítico de independencia —lejosde partidismos—, su defensa conjunta de lo es-pañol y de las auténticas tradiciones vascas, su

salmantina. Luego, en el encontronazo del Pa-raninfo con Millán Astray, ante los furibun-dos e indiscriminados ataques del militar avascos y catalanes, don Miguel protesta iróni-camente y salva la vida por los pelos. Tras sudestitución como rector, muere en compañíadel falangista Bartolomé Aragón. Los falan-gistas franquistas más ilustres de Salamanca,sin embargo, le rinden tributo en su entierro.No hubo secuestro por parte de los nacional-sindicalistas, como afirma Luciano GonzálezEgido, sino un homenaje sincero a un españolauténtico. Su voz formaba parte de esa gene-ración magnífica, cuyas enseñanzas magistra-les ahora tanto se echan de menos...

Lo que debe perdurar de la obra y trayecto-ria de Unamuno es su amor a la tradición se-cular española. El interés que mantuvo por elmundo cultural hispanoamericano. Su pasiónpor los paisajes de la naturaleza castellana. Susraíces cristianas —cree, pero con sentido crí-tico— y arraigo familiar. Su inconformismosolitario y espíritu crítico, pero constructivo, su

sentido social ante las injusticias... Ese estilo,toda su filosofía regeneracionista común atoda la generación del 98, a mi juicio, impregnaparte de la columna vertebral del auténticopensamiento falangista.

—¿Qué hay de actual y, por tanto, de re-cuperable en el pensamiento unamuniano?

—Se ha estudiado, aunque no excesiva-mente, la poesía, el teatro y la novela de Una-muno. Se le ha criticado, quizás con bastanterazón, que sus personajes son sólo elementosásperos que transmiten un mensaje ideológicoelevado, pero que carecen de alma, de senti-mientos a ras de tierra. Es posible que sus cre-aciones literarias, si exceptuamos La tía Tula,Abel Sánchez, San Manuel Bueno, mártir y al-gunos poemas, no sean obras fáciles para el lec-tor actual. Sin embargo creo, y por eso meinteresó tanto este personaje, que lo más im-portante de don Miguel es su actitud vital. Supostura frente a esto y aquello. Su enfrenta-miento por igual ante la Dictadura, como a laRepública de Azaña o al separatismo de Sa- pasa a la pág. siguiente

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10 Abril de 2011

Evidentemente, este guión fue escrito paraser rodado en imágenes y su sola lectura —aunque fluida— no permite una visualizacióncompleta e íntegra del personaje.

—A pesar de la multiplicidad de cadenastelevisivas, estamos —salvo contadas excep-ciones— ante un erial cultural. Prima la te-lebasura y la programación-consumo en elsentido más cutre del término. Echamos enfalta programas culturales como los que seemitían cuando la televisión era en blanco ynegro, con escasez de medios pero con exce-lente resultado... Y programas de divulga-ción histórica enriquecedores... Por nohablar de programas como “La Clave” quemarcaron una etapa en la transición. Comoprofesional del medio, ¿a qué crees que sedebe este perfil tan lamentablemente bajo?

—A finales de los sesenta los alumnos queprocedíamos de la ya extinguida EORTV (a se-mejanza de la Escuela Oficial de Cinemato-grafía, creaciones ambas de Fraga Iribarne)pretendíamos ingenuamente cambiar el mun-do de TVE. Allí coincidí yo con algunos deestos profesionales magníficos. Casi todos lle-nos de fervores dialéctico-izquierdistas, perocon los que se podía dialogar y burlar a la pa-cata censura del franquismo. Logramos ciertascotas de libertad especialmente dentro de laformación y el entretenimiento y no tanto de lainformación, sólo disponible a los periodistascon un carnet especial. Estos tres objetivos eranentonces los que se planteaban todas las televi-siones estatales europeas. Los programas deentonces —años sesenta, setenta y parte de losochenta— pretendían cierta cotas de dignidadcultural : teatro para televisión, música culta,series históricas y literarias, documentales an-tropológicos, magazines y, por supuesto, “LaClave” de José Luis Balbín. Especialmentetodo esto era reducto de la segunda cadena.

Con la transición vino la apertura política e

informativa, pero también el control político yel triunfo del mercado. La multitud de cadenasprivadas prometían la felicidad audiovisual,pero llegó la telebasura y los programas baratosde usar y tirar en aras de las audiencias y bene-ficios millonarios. La digitalización ha aumen-tado el número de canales y la calidad técnica,pero no ha sucedido lo mismo, salvo excep-ciones, con los contenidos.

Los programas culturales, las grandes pelí-culas de la historia del cine, los documentales,programas de investigación y de ciencia, soncaros, y sus audiencias no son rentables para lascadenas privadas. Los restos de aquellos pro-gramas educativos y culturales permanecenaún en la 2 de TVE, alguna autonómica y loscanales temáticos de pago. TVE ha tenido querenunciar a sus ingresos publicitarios para fa-vorecer el mercado privado, lo que repercuteen sus presupuestos de producción de calidad.La siguiente y última fase será, probablemente,cerrar la televisión pública para que no se en-

trometa en el mercado privado.En nombre de la libertad, la democracia y la

constitución, el que quiera cultura... que se lapage de su bolsillo.

La televisión familiar que hemos conocidolos hoy jubilados ya no es posible, está agoni-zando o ha muerto ya. Siempre nos quedaráinternet, pero... ¿cómo sobrevivir a las canti-dades oceánicas de información que hay en laswebs? ¿Cómo digerir esa atracón de noticias,enciclopedias on line y blogs? Habrá que vol-ver al libro tradicional o mejor al libro electró-nico, donde podremos almacenar, para leer over donde nos dé la gana, y antes de que seademasiado tarde, todo aquello que todavía nohemos podido disfrutar.

—José Lorenzo, ¿para cuando un guiónsobre la figura de José Antonio Primo de Ri-vera?

—José Luis Sáenz de Heredia, cineasta yprimo del fundador, quiso hacer un film sobreJosé Antonio. Parece ser que no encontró un

actor ideal que pudiese encarnar ese personaje.Hace varias décadas realicé un desbroce delFrente a frente —los textos taquigráficos ocul-tados por el franquismo del proceso de Ali-cante— rescatado por el camarada José MaríaMancisidor y se lo envié al director de teatro yrealizador veterano de TVE, Gustavo PérezPuig. Nunca me contestó...

Hace pocos años leí en el excelente libro deMartín Otín, El hombre al que Kipling dijo sí[Barbarroja, 2005], que el director ÁlvaroSáenz de Heredia había escrito un guion ori-ginal. Me pareció intuir que en ese guión po-dían estar los elementos más personales,íntimos y humanos de José Antonio: sus no-vias secretas, miedos, dudas, retos... Su autén-tica personalidad, lejos de hagiografías,santificaciones y sacralizaciones innecesarias.Ese es el personaje que me interesa a mí, el decarne y hueso, con los pies sobre la tierra. Ade-más podría resultar algo muy cinematográficosi se hace con atención y cuidado. Espero quealgún día, alguien se atreva con ello.

—Muchas gracias por habernos conce-dido esta entrevista... Por cierto, José Lo-renzo, y te pedimos perdón por el atraco...¿aceptarías nuestra invitación para colabo-rar de forma regular en Patria Sindicalista?

—Gracias a vosotros por la generosidad quehabéis demostrado al otorgarme este galardóninmerecido. Respecto a vuestra invitación,tengo que deciros que mis colaboracionessiempre son espontáneas y nunca sometidas auna disciplina regular...

—Enhorabuena y no hace falta que, en losucesivo, tengamos que recordarte que laspáginas de Patria Sindicalista siempre esta-rán abiertas para ti. En cuanto a lo de que elpremio es “inmerecido”, no estamos, en ab-soluto, de acuerdo contigo... ■

“La televisión familiarque hemos conocidolos hoy jubilados ya noes posible, estáagonizando o ha muertoya. Siempre nosquedará internet, pero...¿cómo sobrevivir a lascantidades oceánicas deinformación que hay enlas webs?...”

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, el pa-sado día 30 de marzo, rechazó la solicitud de rea-

pertura del sumario del 11-M de la Asociación deVíctimas del Terrorismo (AVT) porque, según él, “he-chos diferentes a los atentados, comoes la investigación a un mando policialque intervino en su esclarecimiento,carecen en este momento de relevan-cia de cara a reabrir el procedimiento”.La negrita es mía.

Muchas cosas se nos ocurren de estadecisión del citado magistrado.

En primer lugar, no es lo mismo laindependencia del poder judicial quela independencia de los jueces. El quelos jueces sean independientes en elejercicio de sus funciones no significa que puedanhacer lo que les de la gana, ni les autoriza a convertir sujuzgado en su taifa particular. Ésta última interpreta-ción de la independencia judicial resulta una perver-sión de la verdadera independencia. La indepen-dencia judicial está al servicio de la misión del juez quees hacer justicia, dentro de los límites de la ley con arre-glo a los hechos probados. Hechos que son fruto deuna investigación. La independencia del juez no le per-mite dictar sentencias ni tomar decisiones sin moti-varlas. Y el hecho de relativizar los alegatos de la AVTrespecto de los fraudes y violaciones de la ley en el pro-cedimiento de investigación, sobre la que se basan esoshechos probados es peor que una frivolidad y es im-propio de un jurista y, en el caso de un magistrado dela Audiencia Nacional, es completamente impresenta-ble, máxime cuando quien aplica la ley tiene el deber deconocerla.

La destrucción de los restos de los trenes que te-nían que ser guardados en custodia, para su investi-gación supone una violación de la ley de enjuicia-

miento criminal, la destrucción de las ropas de las víc-timas sin permiso de las víctimas también, la coloca-ción de una falsa mochila por parte de un funcionariode policía también, la falsificación de las pericias de

los TEDAX también, la ocultaciónpor parte de la judicatura a las vícti-mas y las defensas de los vídeos de laspericias en las que los peritos de laGuardia Civil y la Policía Nacionaldan la razón a Antonio Iglesias en elsentido de que el explosivo es tyta-dine, contradiciendo las declaracio-nes ante el juez, la no realización deautopsias a los muertos de Leganés,no ya porque es preceptivo por ley encaso de muerte violenta sino porque,

en todas las muertes por explosión, hay sangre ycuando no hay es porque la sangre está coagulada, esdecir es la sangre de alguien que está ya muerto en elmomento de la explosión, es decir alguien que no seha suicidado.

Todos estos detalles que se refieren a la reconstruc-ción de los hechos probados , no pueden ser ignoradossin responsabilidad culpable por parte de las autorida-des judiciales competentes e inaugura un período muyoscuro en nuestra historia.

La cláusula en este momento puede entenderse dedos modos: que su señoría quiera aguardar a que elfallo de la sentencia sobre el ex jefe de los TEDAX, Sán-chez Manzano, sea firme o bien que se esté refiriendoa que la reapertura del sumario sería inoportuna desdeel punto de vista de las negociaciones entre el gobiernosocialista y ETA.

¿A cuál de las dos inoportunidades se ha referido suseñoría? ■

Eiztarigorri

defectos de éste. Pero es que además,la Guerra de Sucesión fue una guerradinástica, no una guerra de indepen-dencia nacional de Cataluña: éstaluchó por un determinado modelopolítico de España. Aun así, no puedehablarse de unión “nacional” cata-lana, pues las profundas diferenciassociales y políticas, mucho más mar-cadas que en Castilla (que, por su-puesto, también las había), abría unabismo político entre gobernantes(los señores) y la mayoría del pueblo.

En algunas cuestiones (culturales ylingüístcas) debo dar la razón a losdos interlocutores de la entrevistaaquí criticada: la cultura catalana de-bería ser conocida y apreciada portoda España. Y yo incluso añadiríamás: también la vasca y la gallega. Laesencia de España realizada implica-ría, desde luego, la armonía y el res-peto mutua entre todas las lenguas ymanifestaciones culturales españolas.Y, desde luego, el catalán es un idiomaespañol, tan español como el caste-llano. Pero promoviendo el odio en-tre catalanes y el resto de España, es-grimiendo falacias históricas y pseu-doargumentos adornados con pala-bras biensonantes se conseguirá todolo contrario. Así jamás se oirá en Ma-drid un acto público en el que se leaCanigó en catalán; se acabará consi-guiendo que no vuelva a leerse públi-camente el Quijote en castellano enBarcelona. Sería precioso, en efecto,que un catalán pudiera ser atendido

La negativa del juez

¿A cuálde las dos

inoportunidadesse ha referidosu señoría?

‘Jo sóc espanyol’ (I)en Madrid en su lengua; mas paraesta situación idílica hace falta muchorespeto, el cual es desconocido tantopor los antiespañolistas del Levantecomo por los anticatalanistas del in-terior. Hay una palabra que sintetizala solución al “problema de España”: UNIÓN.

Realicemos el ideal español: unanación verdaderamente unida, orgu-llosa de todos los elementos diferen-ciados que engloba, que aúne culturasy lenguas. Con esta unión nacional, larevolución social será mucho másfactible.■

Marc B.V.

viene de la pág. 6

[1] Victor Alexandre (2005), Jo nosóc espanyol, Proa, pág. 135.[2]Citado por Luis González Antón(2007), España y las españas, Alianza,pág. 418, nota 20.[3] V. Alexandre, op. cit., págs. 134-135.[4] V. Alexandre, op. cit., pág. 141.[5] V. Alexandre, op. cit., pág. 139.[6] Jaume Vicens Vives (1988), Elstrastámares. Segle XV, Vicens-Vives,págs. 234-238.[7] V. Alexandre, op. cit., pág. 141.[8] Lo dice el mismo Jaume I en suLlibre dels fets.[9] J.H. Elliott(1972), La España im-perial. 1469- 1716, Vicens-Vives, pág.35[10] Stanley G. Payne (2009). Es-paña. Una historia única, Temas dehoy, pág. 212.

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Abril de 2011 11

La categoría o nivel retributivo asignado a un trabajador no tiene por quépermanecer inmutable. Uno de los aspectos del derecho a la promoción

profesional en el trabajo, tal y como reconoce el artículo 4.2.b) del Estatutode los Trabajadores, es la posibilidad de ir mejorando dentro del sistema declasificación profesional mediante ascensos, pudiendo pactarse en conve-nio colectivo los términos de su ejercicio.

La regulación de los ascensos se encomienda a lo que se establezca al res-pecto en el convenio colectivo o, en su defecto, al acuerdo colectivo entreempresario y representantes de los trabajadores (art. 24.1, ET), estable-ciéndose solo unas limitaciones generalesa los negociadores del convenioen este punto:

· Los ascensos se producirán teniendo en cuenta la formación, méritos,antigüedad del trabajador, así como las facultades organizativas del empre-sario.

· Los criterios de ascenso en la empresa se acomodarán a reglas comu-nes para trabajadores de uno y otro sexo (art. 24.2, ET).

Si el convenio colectivo regula los términos en que pueden concederse elejercicio de las facultades que enumera el artículo 23, ET, estos condicio-namientos del convenio no pueden ser irrazonables ni desnaturalizar elejercicio del derecho a la formación por parte del trabajador.

Las posibilidades contempladas en el artículo 23, ET son las siguientes:a) Derecho a disfrutar los permisos necesarios para concurrir a exáme-

nes.El convenio colectivo puede regular este derecho concediendo tanto elpermiso necesario para concurrir al horario concreto del examen, como ar-bitrando días enteros por examen a realizar. Y si el convenio no especificael sistema, cualquiera de ambas interpretaciones es correcta.

b) Preferencia para elegir turno de trabajo, cuando el trabajador cursecon regularidad estudios para la obtención de un título académico o pro-fesional. El derecho sólo es ejercitable cuando la empresa tenga varios tur-nos de trabajo, no cuando sólo exista un turno y lo que el trabajadorpretenda es que se le modifique la distribución de la jornada. La preferen-cia para elegir turno existe tanto se trate de turnos fijos como rotarios en laempresa. Si resulta acreditado el sistema de turnos en la empresa, que eltrabajador cursaba estudios y que el horario docente justificaba el cambiode turno, el trabajador puede ejercitar su derecho aunque el convenio co-lectivo no contemple la situación. La preferencia para elegir turno sólo es-tará condicionada por otros factores, como puedan serlo preferencias deotros trabajadores, o porque la contratación del trabajador se realizó paraprestar servicios precisamente en un turno determinado. No obstante, el de-recho preferente a la elección de turno no es absoluto, sino que debe com-paginarse con las necesidades productivas de la empresa, de modo que nose le cause ningún perjuicio en su normal actividad productiva, si bien co-rresponde al empresario acreditar las circunstancias que pudieran restrin-gir o imposibilitar la satisfacción de la preferencia ejercitada por eltrabajador.

c) Derecho a la adaptación de la jornada de trabajo para la asistencia acursos de formación profesional. No es un curso de formación profesio-nal que justifique el ejercicio del derecho el cursar el trabajador la Licen-ciatura en Derecho, por ejemplo, si bien debe prevalecer el ejercicio delderecho por parte del trabajador sobre la negativa de la empresa a acomo-dar horarios. Pero si la empresa no está obligada a la adaptación de la jor-nada de trabajo, de su negativa no puede derivarse ninguna responsabilidadcivil indemnizatoria.

d) Concesión de permiso de formación o perfeccionamiento profe-sional con reserva de puesto de trabajo. Los derechos mencionados se re-fieren a tiempos de formación que responden a una libre decisión deltrabajador, no de formación que se ha de recibir porque, precisamente, seestá trabajando en la empresa, y que la empresa debe facilitar en cumpli-miento de una obligación legal. Por ello no se refiere el artículo 23, ET ala formación continua de los vigilantes de seguridad; ni a la formaciónen materia de prevención de riesgos laborales a que se refiere el artículo19.2, LPRL, cuyo tiempo se integra dentro de la jornada de trabajo del tra-bajador.

Recuerda: el Sindicato siempre te garantizará estar bien asesorado y de-fendido, por lo que te conviene estar sindicado y que tus compañeros tam-bién lo estén. La mayoría de las veces los trabajadores no toman la decisióncorrecta por desconocimiento o mala información, así que no dejes que ati te pase lo mismo. Nunca permitas que por no pleitear termines perdiendotus derechos. Acude siempre al Sindicato, infórmate y cuenta con sus ser-vicios jurídicos.■

Sección elaborada por el Servicio Jurídicode Unión Nacional de Trabajadores

[[email protected]]

Trabajadores

UNIÓN NACIONAL DE TRABAJADORES

Comunicamos a todos los traba-jadores agrarios por cuenta ajena

en labores agrícolas y recolección:Primero. De la obligación de

darse de alta en el censo agrario de laSeguridad Social en su modalidadde “jornadas reales”. Esta obligaciónla tramita la Empresa automática-mente al realizar el movimiento deafiliación de alta del trabajador, que-dando incluido todo trabajador enel censo agrario y cumpliendo deeste modo la obligación legal.

Segundo. Todo trabajador quecotice mensualmente un máximo de23 jornadas reales no tendrá la obli-gación de pagar la cuota % del censoagrario.

Tercero. Aquel o aquellos traba-jadores que por las circunstancias queacontezcan durante el mes (enferme-dad, accidente, ha llovido y no se tra-baja etc) no superen las 23 jornadasmensuales, TGSS les girará un recibode cotización por los días/euros delresultado obtenido de la diferenciadel número de jornadas que realiceny el máximo total de 23 jornadas re-ales/mes.

A todos los trabajadores por cuentaajena del Régimen Agrario

Cuarto. La empresa de un modou otro cotizará mensualmente portodas las contingencias que exija elreglamento de cotización y afiliaciónde la Seguridad Social Régimen Ge-neral Agrario.

Quinto. El cargo adicional de co-tización (siempre que no se llegue altotal de 23 días de cotización) será porcuenta del propio trabajador. LaTGSS expedirá mensualmente unboletín de cotización cuando proceday se lo remitirá por correo al trabaja-dor para su liquidación. Se aconseja atodos los trabajadores en modalidadde “jornadas reales” que domicilienen su banco las posibles cuotas paragenerar el recibo del cargo corres-pondiente evitando que no les llegueel boletín de cotización, impagos y re-clamaciones indebidas. La solicitudde domiciliación de la cuota de coti-zación del censo agrario puede ges-tionarse directamente en su TGSS.

Sexto. Por último, al concluir larelación laboral con la Empresa , estaprocederá a solicitar la baja de afilia-ción del trabajador, pero es obliga-ción del propio trabajador, solicitar

en su TGSS la baja en el censo agra-rio de la Seguridad Social, puestoque la empresa no puede realizareste trámite. De lo contrario el sis-tema al no percibir días de cotiza-ción por parte de la empresa darápor hecho que todas las jornadasserán a cargo del trabajador.

Queda informado todo el perso-nal de trabajo por cuenta ajena en lamodalidad de “jornadas reales” de laobligación de realizar los siguientestrámites en TGSS:

� Al comienzo de la relación labo-ral, solicitud de domiciliación ban-caria de la cuota resultante del censoagrario.

� Al finalizar la relación laboral,solicitud de baja en el propio censoagrario.

Ya que la empresa se exime detoda responsabilidad que pueda de-venir del incumplimiento u olvidode los trámites obligatorios de lostrabajadores, así como los cargos queles pudieran reclamar la TGSS a esterespecto. ■

UNT

La UGT, al servicio de la burguesíaseparatista catalana

Lo más parecido a la historia interminable sería hacerun compendio de todas las barrabasadas que el sin-

dicato socialista —y sus homólogos, los comunistas oexcomunistas de CC.OO.— han llevado a cabo desdeque el actual Régimen monárquico les diera luz verdepara convertirse en sindicatos oficiales.

La penúltima —siempre habrá una última— ha sidola de la dirección de la UGT de Cataluña, que ha ce-dido, para el 10 de abril, sus locales de la Rambla SantaMónica, a “Barcelona Decideix” como “centro de ope-raciones” de la mascarada del referéndum independen-tista que la burguesía separatista va a llevar adelante demanera ilegal el citado día.

Esto es, un sindicato de trabajadores —al menossobre el papel— le hace la ola a unos individuos que re-presentan intereses contrarios de clase, salvo si, comocabría pensar, la UGT catalana, a estas alturas, esté tanpermeada por la burguesía separatista que, de “traba-jadores”, sólo les quede el rótulo.

Paradójicamente, el partido socialista, en bloque, vo-taba en contra —junto al PP y a Ciutadans— en el Par-lamento de Cataluña, el pasado 24 de marzo, a unamoción de apoyo a “Barcelona Decideix”.

Cada vez es más obvio que los sindicatos del Sistemafuncionan como oficinas de intereses ajenas a las nece-sidades reales de los trabajadores y del país. ■

En una Asamblea que tuvo lugaren la ciudad del Turia el pasadoviernes 25 de marzo, quedó consti-tuída la Unión Nacional de Trabaja-dores (UNT) en Valencia.

Desde las páginas de ‘Patria Sin-dicalista’ saludamos este impor-tante paso del nuevo sindicalismo,a la par que hacemos un doble lla-mamiento.

A todos nuestros camaradas, pa-ra que vertebren la UNT si no exis-tiera en su centro de trabajo, y atodos los trabajadores, para queabandonen las filas de los “sindi-catos” vendidos al gobierno y alSistema liberal-capitalista.

[email protected]

UNT

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12 Abril de 2011

Libros

David Pedraza Mañogil es unjoven militante de Falange Espa-

ñola de las JONS que nació en Be-nalmádena, en 1986. Empezó amilitar en organizaciones falangistasen 2004 y es nuestro candidato a al-calde de la conocidísima localidadmalagueña en las próximas eleccio-nes municipales. Hace unas semanaspublicó El Nacionalsindicalismo: res-puestas las preguntas más frecuentessobre la Falange y su doctrina, unlibro que es, además, su primer libroy el inicial, esperamos, de una prolí-fica producción.

—David, cuéntanos... ¿Cuál es laintención última de tu libro?

—Con este libro, he intentandoresponder de forma sencilla y resu-mida a la mayoría de las cuestionesque se plantean en la actualidadsobre Falange y sobre el ideario quedefiende. Sería algo así como unaguía rápida para introducirnos en elideario nacionalsindicalista, lo quelo hace ideal para aquellas personasque desconozcan o anden confundi-dos sobre lo que realmente somos ypensamos.

Por otra parte, también he inten-tado que cumpla una función de re-cetario de consulta para que losfalangistas puedan responder con fa-cilidad y a cualquier persona quecon sana e incluso con malsana cu-riosidad quiera saber más de nos-otros. De esta forma, podrán salir delpaso de las típicas situaciones emba-razosas —que a todos nos ha pasado,dicho sea de paso— de “lo sé, perono sé explicarlo”.

—¿Cuándo y por qué surge elproyecto?

—La idea empezó a germinarnada más entrar en el mundo de laFalange. Recuerdo, que un buen ca-marada, ante mi pregunta de dóndepodría consultar en qué consistía elpensamiento nacionalsindicalista,me respondió directamente “lee lasobras completas de José Antonio”.Como aficionado a la lectura, asumíel reto, pero entiendo que a muchísi-mos jóvenes no les haría demasiadagracia tener consultar y descifrar untexto de dos mil páginas para res-ponder a las dudas sencillas y con-cretas...

Después de aquella anécdota, la si-tuación que definitivamente mellevó a ponerme manos a la obra seprodujo una vez ya dentro de Fa-lange Española de las JONS. Pudecomprobar que muchas de las per-sonas que se acercaban siempre rea-lizaban las mismas preguntas sobrenosotros para acabar solicitando siles podíamos recomendar algúnlibro. Y es aquí donde surgió el pro-blema... Los libros que formaban laoferta editorial sobre el nacionalsin-dicalismo trataban de forma temá-tica y especializada y no de forma

“Los nacionalsindicalistas nos enfrentamosa un reto desafiante: dar a conocer nuestras ideas

a las nuevas generaciones acostumbradas a buscarinformación a golpe de ‘click’...”

Unos minutos con David Pedraza Mañogil, autor de una guía falangista

general las distintas facetas del na-cionalsindicalismo: historia, econo-mía, ética, etc., y aquellos otros quetrataban de forma general la doc-trina, o eran excesivamente extensoso empleaban un lenguaje demasiadotécnico apto sólo para iniciados... Endefinitiva, aquella oferta editorial pa-recía estar destinada mayoritaria-mente a ofrecer un producto —conperdón de la palabra— para con-sumo interno de los propios falan-gistas. Y no culpo a las pocas edito-riales que nos prestan un poco deatención. Efectivamente, han adpa-tado siempre su oferta a la demanda.

¿Y cuál era el resultado? El nacio-nalsindicalismo parecía algo que seasemejaba en demasía a un saberhermético accesible sólo unos pocos,y esto, acompañado a la sobrecargade trabajo que sufrimos los que for-mamos la organización, provocabagrandes complicaciones para cubrirlas necesidades formativas de losnuevos afiliados, simpatizantes y delos terceros con un simple interéspor conocer.

Por fortuna, la cosa ha ido mejo-rando con los años y ya existen al-gunos libros que presentan nuestradoctrina de forma sencilla y resu-mida, algunos de los cuales reco-miendo al final de mi libro.

—Tu libro es, ciertamente, unsalto adelante, pero aún quedaríamucho por recorrer en el ámbitocomunicativo y no solamente edi-torial...

—Efectivamente, los nacionalsin-dicalistas nos enfrentamos a un retodesafiante: dar a conocer nuestrasideas a las nuevas generaciones acos-tumbradas a buscar información agolpe de click y de forma rápida y sinrodeos, gracias a los buscadores deinternet como google y otras herra-mientas que nos ofrece la red (wiki-pedia, youtube, redes sociales...) ypor otra parte, tampoco nos debe-mos olvidar de aquellas personasque no siendo ya tan jóvenes, estánacorralados por el intenso ritmo devida que nos impone la sociedad ca-pitalista y que solo les dejan pocossuspiros de tiempo libre.

En definitiva, esas fueron las ra-

zones me llevaron a publicar ellibro: ofrecer una herramienta útil,rápida y directa para que todos pu-dieran conocer de forma básica elnacionalsindicalismo, sin perjuicio,naturalmente, de que aquellos quequieran profundizar más puedanhacerlo con los libros que reco-miendo al final del mismo.

—En tu libro, David, hay algomás que preguntas y respuestas...A lo largo y ancho de sus páginashay un hilo conductor evidentí-simo y que no es otro que combatirla distorsionada, por no decir falsa,imagen de la Falange que existe enla sociedad española...

—Sí, así es... Es el hilo conductorde las preguntas y respuestas es dar aconocer lo que somos mediante larefutación de todas las mentiras quese han dicho de nosotros. Quieroverlo como una humilde imitaciónde la labor realizada por los apologe-tas griegos (y después con larga tra-dición en la apologética católica),que con sus escritos dirigidos a losno cristianos, defendían sus creen-cias refutando las críticas, calumniasy ataques de todo tipo que proveníande una amenazante Imperio romanosobre los primeros cristianos.

—David, antes de cerrar estabreve entrevista, nos gustaría saberdónde comprar tu libro, ya que ensu distribución también te has apar-tado de convencionalismos...

—Sí, El Nacionalsindicalismo: res-puestas las preguntas más frecuentessobre la Falange y su doctrina no sevende en liberías sino a través de lapágina electrónica oficial del librowww.nacionalsindicalismo.es. Allí, elinternauta puede descargar en su or-denador la edición digital o bien, siasí lo desea, compar la edición tradi-cional, la de papel...

—Gracias por atendernos, Da-vid. Que el volumen tenga éxito y,por supuesto, esperamos verte enpocas semanas como alcalde deBenalmádena.

—En ello estamos poniendo hu-mildemente todo nuestro esfuerzo.Gracias a vosotros. ■

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es

Un libro quete sacará dedudas sobrela Falangey su doctrinade una formadirecta,amena ypedagógica.

Tiene este estudio tiene varios as-pectos curiosos. Quizás el más

importante sea el que, contradi-ciendo el título del libro no sóloaborda el período de duración de larevista Escorial. Va mucho más lejosanalizando la huella de la publica-ción y de sus principales colabora-dores hasta tiempos relativamenterecientes —1986—, cuando la re-vista hacia décadas que había des-aparecido.

Se intenta, por mor de la desme-moria histórica, presentar desde hacetiempo a los falangistas como ungrupo de matones y asesinos sin es-crúpulos. Así, se obvia, no sólo laverdad de los hechos, sino que se ig-nora la importancia intelectual de unnumeroso grupo de escritores, pin-tores y artistas en general, que des-arrollaron su labor desde sus convic-ciones nacionalsindicalistas.

Escorial tiene su origen, y el autordel libro lo señala muy somera-mente, en otras revistas anterior-mente publicadas. Antes de lafundación de la Falange ya vemos afuturos miembros del colectivo par-ticipando en las principales iniciati-vas intelectuales de la época. Comoejemplos podemos señalar la cola-boración de Rafael Sánchez Mazasy otros futuros falangistas en la re-vista cultural Hermes, dirigida enBilbao, en tiempos de la dictadura deMiguel Primo de Rivera porRamón de Basterra; la edición de larevista Azor, en Barcelona, por LuysSantamarina; o la dirección de LaGaceta Literaria por Ernesto Gimé-nez Caballero.

La II República, período convulso,no propició la continuación de estasiniciativas; pero cualquiera que seacerque a la prensa falangista du-rante el período fundacional veráuna preocupación formal que sor-prende por las circunstancias políti-cas del momento.

Al iniciarse la guerra civil, Falange

va creando a través de su Jefatura dePrensa y Propaganda varias publica-ciones de una altura intelectual des-tacada.

La más importante de ellas será,sin duda, la revista Jerarquía, dirigidapor el cura navarro y falangista Fer-mín Yzurdiaga. Esta revista, quenace en 1936 y de la que sólo se pu-blicaron cuatro números, contarácon una nómina de colaboradoresrealmente impresionante y una cui-dada estética. Junto con ella surgiránvarias publicaciones donde las cola-boraciones serán de gran nivel: Vér-tice y Haz, entre otras.

Escorial es la continuadora de esterenacer intelectual que tendrá Es-paña de la mano de una generaciónde escritores falangistas. Nace en unmomento difícil y su espíritu falan-gista se ira diluyendo a lo largo de lahistoria de la publicación.

Escorial se funda en noviembre de1940 y terminará con el número 65de enero/febrero de 1950. Creadapor los intelectuales azules en la or-bita de Serrano Suñer, la direccióncorrió a cargo de Dionisio Ridruejocon la ayuda de Laín Entralgo (losdos antiguos colaboradores de Jerar-

‘Escorial’,un baluarte cultural

falangista

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Abril de 2011 13

Recoge Dionisio Ridruejo en sulibro Casi unas memorias unas

manifestaciones hechas al semanarioLa Actualidad Económica, de 10 dejulio de 1971, en las que termina di-ciendo que “si el falangista quiereevolucionar debe desprenderse críti-camente de su propia retórica. Desdemi punto de vista, la meta de un ex-falangista honrado puede ser la so-cialdemocracia, sin perjuicio de quepara aquéllos en que predomina elelemento religioso exista también loque podríamos llamar un partidocristiano-demócrata avanzado. Creoque éstos son los dos destinos proba-bles de los exfalangistas de buena fe”.

El artículo de donde extraigo estacita es muy interesante, como todolo que dijo Ridruejo, tanto antes demarchar a Rusia, como cuando hon-radamente dirigió aquella carta algeneral Franco despidiéndose delrégimen, condenándose al destierroprimero, y después, a otras penali-dades entre las cuales estuvo el in-greso en prisión.

Si la doctrina falangista necesitauna actualización profunda, pueshemos pasado de una sociedad emi-nentemente agrícola a principios delsiglo XX a una sociedad globalizadae intervenida desde el exterior, no esmenos cierto que también deben seratendidas las críticas al falangismopor exfalangistas honrados.

El nacionalsindicalismo es unconcepto que ha quedado tan vagocomo puede ser el socialismo, la so-cialdemocracia, o no digamos, el co-munismo y toda su filosofía depalabras huecas que terminan en elodio, la represión y la pérdida de lalibertad. Cuesta creer a los sindica-tos actuales dirigiendo la economíao siendo partícipes de decisionesque, a la vista está, sólo importa a susliberados.

España, según su tan maltratada eincumplida Constitución de 1978,en su artículo 6 se dice que: “Lospartidos políticos expresan el plura-lismo político, concurren a la for-mación y manifestación de la volun-tad popular y son instrumento fun-damental para la participación polí-tica. Su creación y el ejercicio de suactividad son libres dentro del res-peto a la Constitución y a la Ley. Suestructura interna y funcionamientodeberán ser democráticos”. Es decir,que todo el sistema parlamentario sebasa en la existencia de partidos po-líticos, así, sin más, como si fueranelementos naturales de la sociedadhumana; entes vivos independientesde sus afiliados, instituciones supe-riores que no se licuan cuando al-canzan el poder. Al contrario y lapráctica es delatora, crean una clien-telismo que los sustentará de porvita. Raro fue el caso de la UCD y sudesaparición, no teniendo más ex-plicación que la naturaleza de la for-mación constituida por cuadros,peleados entre sí, incapaces de mo-vilizar una masa que diera posibili-

Revisiones

Dionisio Ridruejo: valory deber de la disidencia

Portada del libro de Jordi Graciaque compila el epistolario inédito

de Ridruejo de 1933 a 1975

quía). La revista desaparecerá en losprimeros 50 del siglo pasado. Entresus colaboradores podemos destacara: Luis Rosales, Carlos Alonso delReal, Antonio Tovar, Gonzalo To-rrente Ballester, Luis Felipe Vi-vanco, Gerardo Diego, LeopoldoPanero y José María Alfaro.

El estudio de la revista y de susprincipales colaboradores sirve alautor para analizar no solo el conte-nido de la publicación, también laevolución ideológica de la mayoríade ellos apartándose de su devociónfalangista.

Algunos de estos, intentaran con elpaso del tiempo desdibujar su parti-cipación en el grupo de intelectualesserranistas. La realidad es que muchosde ellos fueron los principales cola-boradores de Serrano Suñeren con-tra de la mayoría de los falangistas quelo consideraban un advenedizo.

Muchos de estos escritores forja-ron luego la idea de la existencia deun supuesto falangismo liberal queno existió. Los intelectuales nacio-nalsindicalistas que abandonaron su

fe falangista fueron justamente losmás radicales defensores de la alian-za del franquismo con la Alemanianacionalsocialista. Su supuesto des-encanto obedece más a razones deorden práctico y personal que a uncambio legítimo de convicciones.

Rescatar la historia de Escorial, esparte de nuestra historia como fa-langistas. Este es, sin duda, el princi-pal mérito de este libro junto con undetallado análisis de sus característi-cas técnicas: sus secciones, estruc-tura, diseño y la evolución posteriorde muchos de sus colaboradoresconvertidos en la transición en ada-lides de la monarquía. ■

C.C.H.

dad de acción.Y cuesta tener que concluir como

señalaba Dionisio Ridruejo allá porla década de los setenta del siglo pa-sado, pues hoy habría que elegirentre una socialdemocracia (vulgar-mente PSOE) o un partido cris-tiano-demócrata (o sea, PP). O sireducimos la alternativa al cartelelectoral, elegir entre un Zapatero yun Rajoy.

Si nos atenemos a la conclusiónpolarizada resulta que ambos parti-

dos tienen el mismo ideario econó-mico, diferenciándose en cuestionesaccesorias. Ambas formaciones par-ten de un capitalismo delegado enEuropa o basado en el euro, y unamayor o menor prestación socialpor parte del Estado, por exclusivarazón clientelista, no nos engañe-mos. A Zapatero tanto AngelaMerkel que lo desprecia y “alucinacon su levedad” (según afirma el pe-riodista Jesús Cacho en el confiden-cial.com), Obama, Sarkozy y elpresidente chino le han dicho lo quedebe hacer, y nuestro presidente, hadicho que “sí bwana”, como hubieradicho excatamente igual Rajoy.

Las diferencias, insisto, son míni-mas entre los partidos, basadas encuestiones accesorias, tales como siel presidente va a la misa del PapaBenedicto XVI; si en tal o cual co-munidad autónoma se practicanmás abortos (no se olvide que la va-lenciana gobernada por el PP espuntera); o si entre los ministros ele-gidos hay más o menos verduleríapolítica...

En definitiva, suponemos que Ri-druejo habría decido montar unapartido nuevo y distinto de estos dosmayoritarios, ni esta socialdemocra-cia ni el cristianodemócrata. ■

S.B.

José Luis Jerez es, sin duda, elprimer especialista en la histo-

ria de la Falange. En los últimosaños nos regala cada año con untítulo nuevo que añade, siempre,nuevos datos para el que quieraadentrarse en la historia de la Fa-lange. Entre sus obras más desta-cadas podemos citar: Falange,partido fascista(1977), Ramiro Le-desma Ramos. Rivoluzionariomístico (1984), Falange Imperial.Crónica de la Falange toledana(1998), La Falange del silencio(1999), Onésimo Redondo Or-tega, adelantado nacionalsindica-lista de Castilla (2002), José Anto-nio, fascista (2003), Elegidos para la gloria. Las Palmas de Plata de la Fa-lange (2003), El Madrid de la Falange (2006), Voluntad de Imperio. La Fa-lange en Argentina (2007), La Unión Monárquica Nacional. El rito deiniciación a la política de José Antonio Primo de Rivera (2009), León Degre-lle en el exilio(1945-1994) (2009), El hidalgo de la Falange: Vicente CadenasVicent (2010).

Sus trabajos de investigación siempre cuentan con la novedad de apor-tar documentación inédita en apoyo de sus estudios.

Este libro rescata la figura de uno de los principales dirigentes de la Fa-lange fundacional. Agustín Aznar junto con sus tres hermanos —los trescaídos durante la Guerra Civil—, es un ejemplo para las generaciones ac-tuales de falangistas de lo difícil que era militar en Falange durante la IIRepública. Su ejemplo heroico y de fidelidad a la organización duro hastasu fallecimiento en los comienzo de la llamada transición. Conocer superiplo vital supone, además, adentrarno en algunos de los episodios máscontrovertidos de la historia de la Falange de la época republicana.

Este magnífico libro hará vibrar al lector con la emoción que, de ma-nera magistral, transmite al lec-tor el autor. El lector, a buenseguro, quedará prendado de sulectura prácticamente desde laprimera página. Un libro im-prescindible. ■

C.C.H.

Eduardo Iáñez, No parar hastaconquistar. Propaganda y políticacultural falangista: el grupo de Es-corial (1936-1986), Trea, Gijón,2011, 335 págs. Pedidos en la pá-gina www.libreriabarbarroja.com.

Lo último de Jerez

José Luis Jerez Riesco, La Falangedel valor. Los hermanos Aznar o elsentimiento heroico de la vida, Edi-ciones Barbarroja, Madrid, 2011,328 páginas. Pedidos en la páginawww.libreriabarbarroja.com.

En el próximo número de ‘Patria Sindicalista’, corres-pondiente al mes de mayo y coincidente con la cam-paña a las elecciones municipales y autonómicas,ofreceremos una amplia información sobre el em-peño, la alternativa electoral y las candidaturas de Fa-lange Española de las JONS.

Falange Española de las JONSwww.falange.es

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14 Abril de 2011

Joaquín Costa visto desde el nacionalsindicalismoA propósito del centenario de la muerte del gran pensador montisonense

Los españoles, desde hace unosdoscientos años, hemos adqui-

rida la deplorable costumbre de ol-vidar nuestra maravillosa tradicióncultural, literaria y filosófica. Así,hemos sacralizado los pensadoresforáneos en detrimento de nuestroscompatriotas. Y no es que los pen-sadores franceses, alemanes, ingle-ses, escoceses... tengan nada malo(mis más sinceros respetos haciaesos Descartes, Shakespeare, Hume,Berkeley, Weber, Kafka, Heideggery un larguísimo etc.), pero es quenuestros pensadores también hansido grandiosos titanes de la culturay el pensamiento, como venimosreivindicando a lo largo de los mesesdesde las páginas de este periódico.

Hoy voy a recordar a ese granpensador que fue Joaquín Costa,padre del movimiento regeneracio-nista, aunque su obra fue muchomás allá que este movimiento que él

El espíritu de una foto

Enfangados en su propia miseria, los politiquillos deizquierda (¿?) del Ayuntamiento de Sevilla, perse-

veran en seguir creando cortinas de humo para taparsus vergüenzas, enredados en mil cambalaches de sub-venciones amañadas, financiaciones ilegales, eres frau-dulentos y corruptelas varias, se empeñan en hacerbrindis al sol de cara a sus bases más recalcitrantes. Envez de dar la cara ante tanto robo, prevaricación y en-chufismos, persisten en esperpénticos plenos munici-pales donde sacan fantasmas de tiempos pasados quea nadie interesan, creando contubernios fascistas,donde meten a los políticos del Partido Popular, a losperiodistas que se atreven a publicar las verdades delbarquero y a asociaciones culturales que solo persi-guen elevar un poco el mediocre nivel de una ciudaddormida en su ombligismo de siempre.

Los poetas que aparecen en la foto que ilustra este ar-tículo simbolizan todo lo contrario de esa mediocridady sectarismo. Bien es verdad que, en las horas decisivasde España, cada uno optó por seguir el camino que ledictaba su conciencia. Y entre ellos, uno que no tuvodudas, Miguel Hernández, del que acabamos de con-memorar su centenario en 2010. Y con el poeta de Ori-huela, quizás mejor que con ningún otro, podemosejemplificar ese espíritu de paz y reconciliación que,no solo antes de la Guerra, sino después de ella, im-pulsaron los poetas.

Cartas inéditas de su mujer, Josefina Manresa, sa-lidas a la luz en un congreso celebrado el pasado añoen Burgos, corroboran tanto la enemistad de Her-nández con Lorca y el abandono que sufrió por partede Alberti y Neruda, precisamente con el del Puertode Santamaría y con su pareja, María Teresa León,tuvo un altercado en Madrid durante la contienda civil,al reprocharle a ambos la vida de lujo y fiestas que lle-vaban mientras la gente moría en el frente. Alberti es-capó de Madrid en coche oficial, Miguel Hernándezlo hizo solo y a pie. Juan Ramón Jiménez dejó estetestimonio en su obra Guerra en España: “los poetasno tenían convencimiento de lo que decían. Eran se-ñoritos, imitadores de guerrilleros, y paseaban sus ri-fles y sus pistolas de juguete por Madrid, vestidos conmonos azules muy planchados. El único poeta, jovenentonces, que peleó y escribió en el campo y en la cár-cel, fue Miguel Hernández...”.

Alberti no le perdonó que fuese proclamado “poetadel pueblo” mientras a él le abucheaban los milicianosen la Sierra de Madrid.

Fue, en cambio, el escritor falangista y amigo deMiguel, José María de Cossío, el que más hizo paraintentar ponerlo a salvo. Cossío, la única persona quehabía conseguido un empleo remunerado a Her-nández en Madrid, no dudo en recurrir a las másaltas instancias franquistas para interceder por suamigo.

Tras pasar por Orihuela, Miguel se dirigió a Sevillacon una carta del poeta falangista Eduardo Llosent,entonces director del Museo de Arte Moderno de Ma-drid, para que lo recibiera en el Alcázar sevillano, eltambién poeta azul y entonces alcaide del monumentohispalense, Joaquín Romero Murube, quien lo ocultóallí durante varios días, contándose la anécdota de quese cruzaron con Franco, que estaba de visita en la ciu-dad, en los jardines alcazareños.

Días después, en vista de lo peligrosa que era su per-manencia en la capital sevillana, decide pasar a Portu-gal, pero allí será detenido, lo entregan a la Policíaespañola en Rosal de la Frontera el 4 de mayo. Era elprincipio de un largo via crucis carcelario que lo llevópor trece prisiones y que acabaría con su vida tres añosdespués en el Reformatorio de Adultos de Alicante.Causa oficial de la muerte: tuberculosis. Era el 28 demarzo de 1942. No había cumplido los 32 años. Mien-tras, en el barrio parisino de Quai de l’Horloge, unazona privilegiada y tranquila, Rafael Alberti comparteapartamento con el poeta chileno y otrora protector deMiguel Hernández, Pablo Neruda. ■

mismo fundó.La obra de Costa apuntaló los

principios básicos del regeneracio-nismo: crítica de la España de finalesdel siglo XIX e inicios del XX desdeun punto de vista objetivo, con pre-tensiones científicas. Esto es lo quediferencia, esencialmente, el regene-racionismo de la llamada Generacióndel 98, movimiento éste que será másde corte literario, emocional y filosó-fico. Así, los regeneracionistas utiliza-ban informes, estadísticas, datos ma-temáticos y geográficos, observacio-nes sociológicas...

El punto de inflexión del movi-miento regeneracionista y, por lotanto, del pensamiento de Costa esel desastre de 1898, hecho que ori-gina la reacción crítica de los rege-neracionistas y de los poetas yfilósofos de la Generación del 98,como bien lo expuso Tuñón deLara: “hay un hecho: la crisis ideo-

lógica que culmina o estalla en 1898[año en el que España pierde sus úl-timas colonias y, por lo tanto, su Im-perio se derrumba]; y otro, muydistinto: el grupo generacional de es-

critores que se denomina con la eti-queta de aquella fecha” [1] y el mo-vimiento hermano de éste: el rege-neracionismo. Así, Costa formuló eleslógan fundamental del movi-miento: “regeneración y europeiza-ción de España”. Este movimientoque, hay que recordar, Costa fundópero posteriormente sobrepasó, de-bido a la multiplicidad, heterogenei-dad y extremada variedad y profun-diad de su obra, este movimiento,decíamos, era “la negación de un sis-tema socioeconómico precapitalista,de su sistema político, de sus valoresy representaciones conceptuales afe-rradas al pasado” [2]. Negación porparte de una pequeña y media bur-guesia a la que se pretendian hacerpagar los platos rotos del desastre co-lonial. Hay que señalar, empero, queaunque Costa veía en la pequeña ymediana burguesía la clase destinadaa regenerar moral, económica y po-líticamente a España, él nació en elseno de una familia humilde (unoscampesinos aragoneses muy pobresy humildes, como muy pobre y hu-milde fue toda su infancia y juven-tud) y trabajó durante muchos añosde albañil para poder pagarse, con lainestimable ayuda de un tío suyo, losestudios de Derecho y Filosofía y Le-tras. Estos orígenes incidirán en suvisión del gobierno, altamente po-pular, como veremos más adelante.

Sintetizando mucho, podríamosdecir que la tarea política funda-mental de Costa fue la crítica a la oli-garquía y al caciquismo.

Sin embargo, como ya hemosapuntado, la obra de Costa fue in-mensa y muy polifacética. Comobien apunta Pérez de la Dehesa:“hay que diferenciar en Costa al es-tudioso de nuestro pasado, al preo-cupado por nuestro derecho consue-tudinario, al investigador del colec-tivismo agrario, al autor de obrassobre poesía popular, costumbres, fi-lología, etc., del político que lanzán-dose a la acción en medio de laangustia y la impaciencia entra en lavida pública con un programa acu-ñado en frases fáciles, accesibles y

positivas, que en poco tiempo le pu-sieron en primer plano de la escenanacional” [3].

Si bien no podemos considerar aCosta como un revolucionario, síaportó importantes ideas y propues-tas (inspiradas en el krausismo espa-ñol y desde su experiencia comoprofesor de la Institución Libre deEnseñanza) que en su momento re-presentaban un gigantesco pasoadelante y tenían un carácter alta-mente reformista, tanto a nivel polí-tico como social, incluso adelantán-dose a su época con ideas como laigualdad de capacidad intelectualentre el hombre y la mujer, y de laigualdad de condiciones que éstosdeben tener a la hora de tomar deci-siones familiares: “son la mujer y elhombre dos mitades de un ser hu-mano completo, pero mitades igua-les en dignidad y en derecho [...].Esta unión íntima de sus personasindividuales [en la familia] suponecomo condición obligada un amorracional, desinteresado, humano,cuyo equilibrio no se rompe, cuyobrillo no es empaña con la desigual-dad; supone que no puede ostentarel uno mayor dignidad y libertadque el otro, que son términos coor-denados e iguales, que no hay entreellos superior e inferior, que el cetrode la soberanía familiar es común delos dos” [4].

Su obra puede dividirse en tresbloques: 1) obras de sociología y fi-losofía jurídica; 2) obras de econo-mía y derecho agrario; y 3) obras deetnología religiosa y folklore. En susobras jurídicas late el nuclio centralde su pensamiento, el qual “reduceel derecho público social a las con-diciones del privado, convirtiendo alindividuo en autoridad única de símismo” [5]. Defendió, asimismo, laautonomia de la familia, el munici-pio y la nación. Y, si bien era un ne-oliberal, en el pensamiento de Costael legislador es un representante delpueblo y debe legislar acorde a sudictado, no al contrario. Es decir,poco que ver con los liberales de suépoca y con los neocons actuales (eincluso los socialdemócratas), queno ven en el ciudadano sino un au-tómata (no autónomo) al que hayque convencer para que depositeuna papeleta y luego poder pasarcuatro años tomándole el pelo (y eldinero fruto de su trabajo). El go-bernante, pues, debe legitimarse ensu servicio al pueblo, ya que “el pue-blo no quiere a los árboles por lo queprometen en la flor, sino por el frutoque dan; no distingue de hombres yde partidos por los programas, sinopor las obras [...], por los beneficiosque le dispensan, por los consuelosque le proporcionan, por los ene-migos físicos y sociales de que lo

Monumento a Joquín Costa en Graus (Huesca), obra del escultor José Bueno

En un homenaje a Vicente Alexandre, aparecen, entre otros,Miguel Hernández, Luis Rosales, Pablo Neruda, LeopoldoPanero, José Bergamin, Pedro Salinas, María Zambrano,Gerardo Diego, Delia del Carril. Cultura y reconciliación, algodifícil de entender para ciertos politiquillos de medio pelo.

pasa a la pág. 2

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Abril de 2011 15

Alas 18.10 horas de un martes,empecé a pasar, uno por uno, los

canales de la actual televisión espa-ñola. No era mi pretensión realizarun estudio sistemático de sus conte-nidos, sino constatar una ausencia.Me limité a las cadenas que emitenen las franjas concedidas por el Es-tado: TVE, Canal 9, Antena 3, Tele 5,Cuatro, La Sexta; a ellos, he de añadirIntereconomía, que se coló de ron-dón.

Le ahorraré al lector el resumen delos programas, pero que no supongauna crítica furibunda de antemano.A diferencia de lo que pueda presu-mir, la única cadena que estaba emi-tiendo un espacio carente de interés(y esto es ser benigno...), retroali-mentado, vacío y de atontamientoera Tele 5 con su Sálvame: los celosde una antigua amante de un torero,la separación de un presentador desu marido, la exclusiva de no sé quiénen una revista del corazón... En fin,de espanto y pasmo. El resto de ca-nales, empero, rellenaban el huecohasta el prime time como mejor po-dían: series antiguas, un largome-traje, algunos documentales, y elmagazín España Directo, encomiabledesde un punto de vista nacional,siempre que en vez de hechos luc-tuosos se presenten fiestas populares,

Televisión

Hacia el ‘paraíso’ de encefalograma plano

En una reciente entrevista deSantiago Mata a Enrique de

Aguinaga, catedrático emérito dePeriodismo de la UniversidadComplutense, cronista de la Villade Madrid y personaje muy pocosospechoso de antifranquismo, éstedestapa algunas claves —las enési-mas— que certifican dos cosas.

Primera, que la España que qui-so Franco Bahamonde, a través desu delfín, el entonces príncipe JuanCarlos de Borbón, era justamenteésta que tenemos ahora mismo: ul-tracapitalista, neoliberal, partito-crática y proyanqui.

Segunda, que el nacional-sindi-calismo fue al Generalísmo lo quela virginidad a Mesalina.

“El franquismo no fue nunca unsistema —asegura Aguinaga—. Anadie se le puede ocurrir reimplan-tar el franquismo. Se podrá reim-plantar el comunismo, el socialis-mo verdadero, no el socialismo estecapitalista que tenemos, o la demo-cracia cristiana. Pero el franquismoes un episodio, un período de lahistoria, un período de transición”.

Preguntado sobre los obstáculosal príncipe, uno de los mitos fun-dadores del actual Régimen juan-carlista, Aguinaga aclara: “El desig-nio de Franco era clarísimo y, apartir de 1969, al Príncipe no ledice ni media palabra de cómo

La verdad de Aguinaga

deba ser la Monarquía. Cuando elPríncipe le pide consejo y quiereasistir a consejos de ministros,Franco le dice: ‘No, porque ustedva a gobernar de otra manera com-pletamente distinta’”.

También alude Aguinaga a unaentrevista, en febrero de 1971, conel general Vernon Walters —falle-cido en 2002—, en la que Francofue tan explícito como contun-dente: “Yo he creado ciertas insti-tuciones. Nadie piensa que funcio-narán. Están equivocados. El Prín-cipe será Rey, porque no hay alter-nativa. España irá lejos por elcamino que desean ustedes, los in-gleses y los franceses: democracia,pornografía, droga y qué sé yo.Habrá grandes locuras, pero nin-guna de ellas será fatal para España”.

Y, como guinda del pastel, unaanécdota, hacia el final de la entre-

vista: “El periódico [se refiere al dia-rio Arriba] fue castigado en el año1945 hasta extremos de llegar casi ala asfixia. Nadie lo sabe, pues pien-san que era el periódico del régi-men nadando en la abundancia”.

Por lo que respecta a mi expe-riencia personal, no son pocas lasinformaciones y comentarios quehe recopilado durante años, quevan, todas, en la misma dirección yque apuntalan una vieja, aunque es-casamente conocida, teoría falan-gista de que el franquismo no es laconsecuencia del proyecto nacio-nal-sindicalista fundacional —léaseJosé Antonio Primo de Rivera yLedesma Ramos—, sino su des-carnada y odiosa antítesis.

Franco fue un usurpador des-vergonzado y su utilización nomi-nal del nacional-sindicalismo y sussímbolos un cínico, criminal y pre-meditado atropello. Un enemigo dela Falange, en suma. Uno más, co-mo lo fueron el resto de militaresmonárquicos, especialmente Ca-rrero Blanco y, por supuesto, lostecnócratas del Opus Dei.

La identificación entre franquis-mo y nacional-sindicalismo, a estasalturas de la película, sólo puede serel fruto granado de la elucubraciónde imbéciles —en vías de extin-ción, afortunadamente— o de gra-nujas.■

establecimientos de comidas tradi-cionales, o lugares de belleza e histo-ria de los más diversos pueblos de lasregiones de España.

Sin embargo, a pesar de la relativa-mente grata sorpresa en cuanto aabundancia de oferta ajena a la tele-basura, no quiero dejar de hacer al-gunas apreciaciones sobre latelevisión vespertina. Por dos moti-vos: el primero, porque la televisiónes un medio de socialización; el se-gundo, porque no se han de con-templar los medios como herra-mientas de esparcimiento, sino comoarmas políticas, y a tenor de los ex-celsos precedentes de que disponeFalange Española de las JONS (Dio-nisio Ridruejo y Antonio Tovar) esun ámbito que no debemos dejar dela mano.

Lo repetiré hasta la saciedad, perose ha de decir sin descanso porque esuna brutal carencia: el gran contrastecon la televisión de hace treinta años,al margen del número de canales, esla ausencia de oferta infantil. No hayprogramas para los niños que regre-san del colegio. Se me argüirá queexisten cadenas temáticas con espa-cios exclusivamente dedicados aellos: series, dibujos animados, etc.Haylas, vero es, pero no sería talhecho el deseable. En ese tipo de ca-

conquista intermedios.Paradójicamente, ante la ausencia

de programación para niños en lasparrillas televisivas, tal vez porque losprogramadores ven iluso competircon Internet, los videojuegos y elchat, aparece un contenido, antes au-sente salvo en algún programa muyconcreto, que, salvando las distancias,podríamos considerar casi “de ter-cera edad”. Por ejemplo, reposiciónde series de hace tres décadas; emi-sión de westerns estadounidenses, es-pañoles o italianos con muchos añosa sus espaldas; el tratamiento de al-gunos contenidos sobre fiestas po-pulares así como el perfil de losentrevistados... Resulta curioso queahora el ocioso televisivo ya no sea elniño, sino el anciano, algo que se ob-serva perfectamente en las empresasque copan los anuncios publicitarios.¿El anciano no veía antes la televi-sión? ¿Se piensa en él a la hora deprogramar determinados espacios, osimplemente son más baratos parausar como relleno? ¿Cuáles eran susocupaciones antaño, cuando los nie-tos veían la televisión mientras to-maban la merienda?, ¿quizá jugarcon ellos, leer una novela, ir a dar unpaseo?

Por último, ¿qué nos indica la re-posición de series y largometrajes, lainclusión de documentales en tercerao cuarta redifusión, etc.? La casi nulaproducción propia a pesar de losaltos presupuestos de las televisiones,y aunque en este caso me haya de re-ferir tan sólo a las públicas. Para 2010,TV3 de Cataluña tenía 481 millonesde euros; Canal Sur de Andalucía,238,9 millones; Canal 9 de Valencia,201 millones; Euskal Telebista, 179

millones; TeleMadrid, 132,7 millo-nes... Esas cantidades no todas lascubre el erario público, sino que tam-bién se cuentan los ingresos por pu-blicidad; sin ellos, las televisionesautonómicas serían pozos sin fondo.Ahora bien, esos millones no son su-ficientes y los gobiernos regionaleshan de acudir siempre al rescate. ¿Porqué no se pueden ceñir a un presu-puesto? ¿Por qué se hipotecan condinero que no tienen y no es de ellos?Es importante la existencia de televi-siones en las diferentes lenguas espa-ñolas, pues nadie tira piedras sobresu propio tejado. Sin embargo, se de-bería exigir, pues su financiación ladeben a todos los españoles, progra-mas de calidad, y que algunas pelí-culas o documentales de producciónpropia fueran sistemáticamente emi-tidos por las restantes. ¿Por qué no vaa interesarle a un gallego un buenprograma sobre las valencianas islasColumbretes o a un andaluz un re-portaje sobre el románico pirenaicocatalán? Quizá a algunos aún lessuena a franquista el necesario cono-cimiento mutuo de las regiones es-pañolas...

Nosotros compramos películas,series y documentales, fundamental-mente anglosajonas (de Estados Uni-dos y la Gran Bretaña), ¿cuántosvendemos a cambio? En el marco dela lengua española, ¿qué conocemosde televisiones potentes de Américacomo las mexicanas, las argentinas olas chilenas? ¿Por qué no se potenciala Hispanidad más allá de los infamesculebrones? Eso, por no hablar ya dela emisión de programas completa-mente culturales (conciertos, obrasde teatro, danza, ópera, ballet...), unaradical utopía.

Desde un punto de vista político,hemos de reflexionar sobre la tareaque hemos de llevar a cabo los falan-gistas en los medios de comunica-ción para cuando su control seanuestro, tanto a nivel municipal,cuanto regional y estatal. Ni pode-mos improvisar ni continuar con latónica existente. Austeridad, trabajo,cultura, entretenimiento útil, hispa-nidad, europeidad y excelencia, ha-brían de ser las consignas impres-cindibles. Y laborar para su cumpli-miento.. ■

J.C. Laínez

denas, hay un flujo continuo, y no seproduce un corte por el que el niñodiga “punto final por hoy”. El escena-rio ideal de nuestra época mediáticaes la televisión encendida en el Dis-ney Channel y el niño acoplado a lavideoconsola sin interrupción. Tene-mos así a los críos entretenidos y a lospadres en otras cosas más importan-tes que educar a su hijo (¿¡qué cosasmás importantes para el común delos mortales!?). No querría ponermenostálgico, pero entre la actual nadainfantil en TVE y la presencia antañode una escritora de la categoría deGloria Fuertes leyendo cuentos o po-emas, podrían darse territorios de

“La identificación entrefranquismo y nacional-sindicalismo, a estasalturas de la película,

sólo puede ser el frutogranado de

la elucubración de im-béciles —en vías

de extinción,afortunadamente—

o de granujas.”

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«No aspira el socialismo a restableceruna justicia social rota por el mal

funcionamiento de los Estados liberales,sino que aspira a la represalia» [José Antonio]

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PS01

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En la década de los años treinta delsiglo pasado, un joven político

español llamado José Antonio Pri-mo de Rivera advirtió repetida-mente a sus seguidores de la inmi-nencia de una nueva invasión de losbárbaros.

La primera vez que José Antonioaludió públicamente a la invasión delos bárbaros fue durante el trans-curso de una conferencia pronun-ciada en agosto de 1934 en el Ateneode Santander. En ella expuso su cre-encia en una concepción cíclica de laHistoria como alternancia de edadesclásicas y medias. Según ese mismoconcepto, el tránsito de una edad clá-sica a otra media se había producidoen el pasado a través de un episodiocatastrófico, representado en suforma más reciente por la invasiónde los bárbaros que acabó con elpoder de Roma. Para José Antonio,convencido de que Europa se apro-ximaba al final de una edad clásicainiciada en el siglo XIII, el fantasmade una nueva invasión de los bárba-ros se encarnaba en la expansión delcomunismo soviético.

Esta teoría volvió a ser expuestapor José Antonio en una conferen-cia organizada por el Ateneo de Za-ragoza en febrero de 1935, así comoen el acto conmemorativo del pri-mer aniversario de la fusión de Fa-lange Española y las Juntas de Ofen-siva Nacional-Sindicalista, celebradoen Valladolid en marzo de 1935 y,por vez última, en un mitin de no-viembre de 1935 en el Cine Madridde la capital de España.

Para José Antonio, la gran tareaque había de acometer su generaciónera conjurar el peligro de la nueva

¿Hacia una nueva invasión de los bárbaros?para la civilización europea en aque-lla gran epopeya que fue la Recon-quista. La segunda oleada, protago-nizada por los turcos entre los siglosXIV y XVI, acabó con los últimosvestigios del Imperio Romano deOriente y llevó a través de los Balca-nes las banderas de la media lunahasta el corazón de Europa.

Por otro lado, los preocupantes in-dicios del presente. En todo el mun-do musulmán florecen corrientes in-tegristas que predican una nueva gue-rra santa contra Occidente. Y dehecho la practican, de un modo asi-métrico, a través del terrorismo. Ade-más, en la hipótesis de un enfrenta-miento abierto y generalizado entre lacivilización occidental y la civilizaciónislámica, la segunda contaría con unaformidable quinta columna integra-da por una población musulmanaasentada en Europa que ha crecidoexponencialmente en las últimas dé-cadas y que se cuenta por decenas demillones de seres humanos.

No hay que olvidar, volviendo alos antecedentes históricos, que lasinvasiones bárbaras que arrasaronen el siglo V el Imperio Romano deOccidente estuvieron precedidas enlos siglos anteriores por un procesode migración pacífica y posteriorasentamiento dentro de los límitesdel Imperio, de poblaciones empa-rentadas con los invasores que aca-baron finalmente con el poder ro-mano.

El hecho de que la posibilidad deuna agresión militar islámica a granescala sea hoy por hoy un supuestoinimaginable o que la mayor partede los musulmanes asentados ennuestro suelo ignoren de momentolas consignas integristas, no nospuede hacer bajar la guardia.

El peligro es real y no es nada des-cabellado pensar tampoco que, enpocas décadas y sin necesidad de es-fuerzos bélicos, el islam acabe su-plantando en Europa la hegemoníaespiritual de un cristianismo enfranca regresión ante la apoteosis he-donista-consumista-materialista enla que estamos inmersos los euro-peos de origen autóctono.

Esta grave crisis espiritual de Eu-ropa que abre las puertas al triunfode otras creencias y modos de vidaes a nuestro modo de ver y comoconclusión de estas líneas, el signoinequívoco de un avanzadísimogrado de decadencia de la actual ci-vilización europea que parece pre-conizar el advenimiento de la nuevaedad media que predijo, hace trescuartos de siglo, el fundador de Fa-lange. ■

A.B.

invasión de los bárbaros y tender unpuente entre la edad clásica que fe-necía y la media que se avecinaba,rescatando los mejores valores delmundo que se derrumbaba y fun-diéndolos en una síntesis fecundacon los del mundo que se aprestabaa nacer.

Poco más pudo hacer José Anto-nio que alertar a la juventud de sutiempo, ya que las balas de los bár-baros segaron su vida de forma in-misericorde la mañana del 20 denoviembre de 1936.

Efectivamente, los europeos tuvi-mos que sufrir la invasión de los bár-baros en forma de expansión comu-nista, si bien esta fracasó y, en conse-cuencia, el predicho advenimientode la nueva edad media no se pro-dujo.

Los seguidores de José Antoniotuvieron la gloria de contribuir alfracaso bárbaro, derramando gene-rosamente su sangre, en España pri-mero y en Rusia después, junto a

millones de europeos movilizadospor el ideal de la lucha contra el co-munismo. Gracias a ese gigantescosacrificio, los nuevos bárbaros sólopudieron apoderarse de una parte deEuropa. En esa parcialidad de sutriunfo se encuentra la raíz del de-rrumbe del armatoste soviético cua-tro décadas después.

Derrotada la amenaza comunista,cabe pensar, sin embargo, si Europano se encuentra hoy amenazada porla posibilidad de una nueva invasiónbárbara consistente esta vez en unatercera oleada islámica.

Tenemos por un lado, los antece-dentes históricos de las dos oleadasanteriores. La primera sustrajo, en lossiglos VII y VIII de nuestra era y concarácter hasta hoy definitivo, al nortede África y Próximo Oriente del ám-bito de la cultura europea hasta en-tonces dominante en aquellas tierras.Más aún, estableció un dominio se-cular sobre la mayor parte de la pe-nínsula Ibérica, recuperada de nuevo

Los trabajadores tenemos patria

Al cierre

Bye, bye... Zetapé!Cuando el número estaba dispuesto para

ser enviado a máquinas sucede que Ro-dríguez Zapatero anuncia que se va, que nova a ser candidato a las elecciones generalesprevistas, en principio, para el año que viene.

Con el corazón en la mano, la noticia nosalegra. El todavía inquilino de La Moncloaha sido un personaje nefasto que ha conse-guido aunar en su persona las más torvasesencias de la social-democracia: un dema-gogo izquierdista de lo más irritante, a la parque un aliado enviadiable para el capitalismointernacional y la banca.

Zapatero ha sido —es— un político abier-tamente antiobrero que, flanqueado por elpeor amarillismo que ha dado la historia delsindicalismo —nos referimos, obviamente, ala UGT y a CC.OO.—, ha coadyuvado a que

los trabajadores hayamos visto seriamentemermados derechos —conquistados durantedécadas y décadas de luchas—, salarios ypensiones.

Tras Zapatero los ricos son cada vez másricos y los pobres son cada vez más pobres.Zapatero ha forzado que la nación españolaesté al borde de la quiebra irreversible. ConZapatero la proyección exterior de España seha convertido en una charlotada a medio ca-mino alianzas siniestras como las manteni-das con el sátrapa Mohamed VI o los herma-nos Castro Ruz y, paradójicamente, una pe-rruna sumisión al imperio de las barras y lasestrellas.

Su marcha, sin embargo, deja un poso alar-mante: lo que queda en el PSOE es peor y, enalgunos casos, infinitamente peor. ■

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Ediciones Nueva República